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Importancia de las reacciones adversas para el odontólogo.

Es de suma importancia ya que gracias a esto podemos poder prever una correcta
farmacovigilancia(detección,evaluación, comprensión y prevención),también,
teniendo claro hasta dónde podemos prescribir, suspender y la dosificación de
fármacos, al igual manera poder observar mediante el sistema estomatognático las
diferentes formas en cuales podemos evidenciar que un medicamento esté
generando una respuesta adversa en el huésped o paciente, aunque no haya sido
ocasionado por los Odontólogos.
Reacciones adversas leves a los fármacos

Las reacciones leves, que suelen describirse como de menor importancia,


incluyen

● Alteraciones digestivas (como náuseas, estreñimiento, diarrea)


● Dolor de cabeza (cefalea)
● Fatiga
● Dolores musculares difusos
● Malestar (sensación general de estar enfermo o de no estar bien)
● Cambios en los patrones de sueño

Sin embargo, estas reacciones pueden resultar muy angustiosas para quienes las
experimentan. En consecuencia, la gente estará menos dispuesta a tomar el
fármaco de acuerdo con las indicaciones, y por lo tanto es posible que no se
alcancen los objetivos del tratamiento.

Reacciones adversas moderadas a los fármacos

Las reacciones moderadas incluyen

● Erupciones (especialmente si son extensas y persistentes)


● Alteraciones visuales (especialmente en las personas que usan lentes
correctoras)
● Temblor muscular
● Dificultad para orinar (un efecto común de muchos fármacos en
hombres de edad avanzada)
● Cualquier cambio perceptible en el estado de ánimo o la función mental
● Ciertos cambios en componentes de la sangre, tales como una
disminución temporal y reversible en el recuento de glóbulos blancos o
en los niveles sanguíneos de algunas sustancias, como la glucosa

Además, las reacciones que suelen ser descritas como leves se consideran
moderadas si la persona que las experimenta las encuentra claramente molestas,
angustiosas o intolerables.
Reacciones adversas graves a los fármacos

Entre las reacciones graves se encuentran las que pueden ser mortales (como el
fallo hepático, la arritmia cardíaca y ciertos tipos de reacciones alérgicas), las que
dan lugar a una discapacidad persistente o importante, o bien a un ingreso
hospitalario, y las que causan algún defecto de nacimiento. Las reacciones graves
son relativamente raras. Es habitual que las personas que experimentan una
reacción grave tengan que suspender la toma del fármaco y deban ser tratadas. No
obstante, en ocasiones los médicos continúan administrando fármacos de alto
riesgo (por ejemplo, quimioterapia para el cáncer o fármacos inmunosupresores en
receptores de trasplantes de órganos). En estos casos se utilizan todos los medios
posibles para controlar las reacciones adversas graves.

Reacciones adversas letales a los fármacos

Las reacciones mortales son aquellas en las que una reacción a un fármaco causa,
de manera directa o indirecta, la muerte. Estas reacciones suelen ser reacciones
graves que no fueron detectadas a tiempo o que no respondieron al tratamiento. Las
reacciones mortales pueden ser la causa de que algunos medicamentos hayan sido
retirados del mercado (como la troglitazona y la terfenadina).

Clasificación de las reacciones adversas a medicamentos

La clasificación más aceptada de las RAM es la propuesta por Rawlins y Thompson


(19), de la cual se han realizado diversas adaptaciones.

1. Reacciones tipo A (frecuentes). Son efectos predecibles en base a las


propiedades farmacológicas de un medicamento administrado a las dosis habituales
(ejemplo, alargamiento del tiempo de sangrado por ácido acetilsalicílico).
Generalmente son dosis-dependientes y a pesar de que su incidencia y morbilidad
son altas, su letalidad es baja. En este grupo se incluyen los efectos colaterales y
secundarios.

2. Reacciones tipo B (raras). Son efectos impredecibles en base a las propiedades


farmacológicas de un medicamento administrado a las dosis habituales (ejemplo,
hipertermia maligna por anestésicos generales o porfiria aguda por barbitúricos). La
cantidad del fármaco administrado no juega un papel importante y si bien su
incidencia y morbilidad es baja, su letalidad puede ser alta. Las reacciones
idiosincráticas y las alérgicas son reacciones tipo B.
3. Reacciones tipo C (crónicas). Son las RAM asociadas a tratamientos
prolongados (ejemplo, necrosis papilar e insuficiencia renal por el uso prolongado de
analgésicos).Algunos ejemplos son la farmacodependencia a benzodiazepinas
(lorazepam)(disminución de reflejos,aumento de caídas, de fracturas cadera, y
alteraciones en memoria),

la nefrotoxicidad crónica por analgésicos (ibuprofeno)a ingesta masiva de


medicamentos antiinflamatorios no esteroides (ANE), como el ibuprofeno puede
causar nefropatía por analgésicos, que implica un daño dentro de las estructuras
internas del riñón. Según MedlinePlus, este padecimiento es causado por el uso
prolongado de analgésicos (medicamentos para el dolor), en especial los fármacos
de venta libre que contienen fenacetina o paracetamol y los antinflamatorios no
esteroides (AINE), como ácido acetilsalicílico (aspirin) o ibuprofeno.

y la discinesia tardía por neurolépticos (sulpirida).forma habitual provocaba


síntomas parkinsonianos: temblores, rigidez muscular, enlentecimiento del
movimiento. La clorpromazina y los otros nuevos «neurolépticos»
funcionaban bloqueando los receptores de la dopamina en el cerebro,
alterando de ese modo la actividad neuronal de los ganglios basales que
controlan los movimientos motores.

4. Reacciones tipo D (retardadas) que se refieren a los efectos adversos


retardados,puede estar relacionado con una duración del tratamiento superior
a diez años y dosis acumulativas superiores a 600 g. Algunas de ellas son la
carcinogénesis por inmunosupresores (azatioprina) y la teratogénesis por
antineoplásicos, talidomida y tetraciclinas.

algunos ejemplos son la anemia aplásica producida por el cloranfenicol (incidencia


1/6000), la ictericia causada por el halotano (incidencia 1/10000), el infarto agudo de
miocardio que puede ocasionar el rofecoxib, la hepatotoxicidad que produce la
ebrotidina o los efectos teratogénicos de la talidomida.
Reacciones adversas a medicamentos

La XEROSTOMÍA hace referencia a la sequedad bucal, siendo la reacción adversa


más común, ya que se estima que el 80% de los medicamentos más consumidos la
producen. Algunos ejemplos de fármacos que causan xerostomía son:
antidepresivos, antipsicóticos, antihipertensivos, ansiolíticos, relajantes musculares,
analgésicos, antihistamínicos, antiparkinsonianos, antiacné, broncodilatadores,
antimigrañosos e hipnóticos.

Las QUEMADURAS QUÍMICAS de la mucosa son fundamentalmente producidas


por el mal uso de analgésicos y antisépticos. Un ejemplo de ello es el AAS (ácido
acetil-salicílico, aspirina) que algunos pacientes utilizan de forma tópica para calmar
el dolor dental, aplicándolo sobre diente-encía y creando una necrosis epitelial
superficial blanquecina muy dolorosa.

La ESTOMATITIS ALÉRGICA puede derivarse de la toma sistémica del fármaco o


de su aplicación directa con la boca. Los medicamentos que la pueden causar son:
barbitúricos, paracetamol, fenacetina, pirazolonas, sulfonamidas y tetraciclinas.

· TINCIONES DENTALES. Derivadas de las tetraciclinas (manchas


amarillo-parduzcas, ya sean tomadas por el paciente en el período
de calcificación de sus dientes permanentes o por la madre a partir
del segundo trimestre de embarazo), de los fluoruros (producen
esmalte moteado color blanco-marrón, se originan durante el
período de formación de los dientes permanentes en los niños, por
exceso de flúor (colutorios, consulta dental, pastas dentales
inadecuadas, aguas fluoradas comunitarias), o por suplementos de
hierro (sales de hierro para el tratamiento de la anemia ferropénica,
producen manchas negras en los dientes).

· TINCIONES EN LA MUCOSA. Derivadas del Cisplatino


(tratamiento de neoplasias, forman líneas azuladas en el margen
gingival), minociclina (para el acné, de forma prolongada puede
causar máculas grises en el paladar) antimaláricos (amodiaquina,
generan manchas azuladas en paladar), antibióticos (a largo plazo
pueden causar lengua vellosa), clorhexidina y fluoruro de estaño
(productos de higiene bucal, producen tinciones marrones en los
dientes, que se pueden revertir con una limpieza bucal o
tartrectomía en la consulta dental).

La HIPERPLASIA GINGIVAL (atrofias o agrandamientos de la encía) sucede


cuando el margen de la encía cubre más el diente en altura y/o grosor que de forma
natural. Principalmente viene asociada al consumo de: fenitoínas
(anticonvulsivante, para epilepsia), nifedipino (antagonista del calcio) y ciclosporinas
(inmunosupresión). A partir de los 3 meses del tratamiento con alguno de estos
fármacos la encía puede verse afectada aumentando su volumen y sangrando con
mayor facilidad y a la larga pueden causar alteraciones en la función y en la
estética. Es importantísimo mantener una higiene bucodental adecuada cuando
aparecen este tipo de reacciones adversas ya que el cuadro puede verse agravado
con dolor-alteración en la masticación, disfunciones al tragar, trastornos al hablar,
hemorragias gingivales y enfermedad periodontal grave.
La incidencia y la gravedad

de las reacciones adversas a medicamentos varían según las características del


paciente (p. ej., edad, sexo, grupo étnico, enfermedades concomitantes, factores
genéticos o geográficos) y de acuerdo con factores relacionados con el fármaco (p.
ej., tipo de fármaco, vía de administración, duración del tratamiento, dosificación,
biodisponibilidad). La incidencia es mayor con la edad avanzada y la polifarmacia.
Las reacciones adversas a fármacos son más graves en los adultos mayores (véase
Problemas relacionados con los fármacos en los ancianos), aunque es posible que
la edad no sea por sí misma la causa principal. No se conoce bien la influencia de
los errores de prescripción y cumplimiento del tratamiento en la incidencia de estas
reacciones.

Reacciones adversas a medicamentos en una población colombiana, 2007-2013:


análisis de bases de datos

Materiales y métodos. Se revisaron las bases de datos sistematizadas de reportes


de sospecha de reacciones adversas a los medicamentos dispensados por la
empresa Audifarma, S.A., para uso ambulatorio y hospitalario, entre 2007 y 2013.
Las variables contempladas fueron: la fecha de radicación del reporte, la ciudad, el
medicamento, la clasificación anatómica terapéutica del medicamento, la gravedad,
el tipo de reacción adversa y su clasificación, así como la de su probabilidad de
ocurrir, según las definiciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Resultados. Se obtuvieron 5.342 reportes de sospecha de reacción adversa a 468


medicamentos diferentes.

Los grupos con más reportes fueron los fármacos antiinfecciosos de uso sistémico
(25,5 %) y los medicamentos para el sistema nervioso (17,1 %) y para el sistema
cardiovascular (15,0 %).

Los medicamentos con más reportes fueron: el metamizol (dipirona) (4,2 %), el
enalapril (3,8 %), la claritromicina (2,8 %), la warfarina (2,5 %) y la ciprofloxacina
(2,4 %).

Las reacciones adversas a medicamentos más frecuentes, según la clasificación de


la terminología sobre reacciones adversas de la OMS, fueron los trastornos de la
piel y anexos (35,3 %), los trastornos generales (14,2 %) y los trastornos del sistema
gastrointestinal (11,8 %). El 49,4 % de las reacciones adversas a medicamentos se
catalogaron como moderadas y, el 45,1 %, como leves.

En España, al igual que en otros países de la Unión Europea y del mundo, se


produce un gran consumo de medicamentos. En España se facturaron 75.831.259
recetas al Sistema Nacional de Salud en el año 2017 (852.036.849,70 euros) de los
cuales 5.383.265 medicamentos fueron consumidos en los hospitales (478.624.629
euros). A estas cifras hay que sumarle los medicamentos prescritos por ISFAS,
MUFACE, MUGEJU, médicos de consultas privadas y otros colectivos médicos.
Además, hay que tener en cuenta los fármacos que los ciudadanos emplean sin
prescripción facultativa.

Todos los fármacos pueden originar reacciones adversas a medicamentos. Las RAM
son la causa de muchas complicaciones que pueden derivar en ingresos
hospitalarios e incluso muerte.

Diversos estudios han concluido que el 41% de los pacientes ambulatorios tratados
con fármacos y hasta el 46% de los individuos hospitalizados sufrieron en algún
momento alguna RAM.

En EEUU las RAM constituyen la 4ª – 6ª causa de muerte, representan más del


10% de las causas de ingresos hospitalarios y el 15-20% de los presupuestos de los
hospitales se invierte en el tratamiento de RAM.

En noviembre de 2008 la UE publicó la nota “Strengthening pharmacovigilance to


reduce adverse effects of medicines”, en la que expone que el 5% de los ingresos a
urgencias son debidos a RAM lo que supone 145.000 millones de euros a los
sistemas de salud y estiman que se producen 197.000 muertes por RAM al año en
la UE.

En España, según el “Estudio sobre la seguridad de los pacientes en atención


primaria” (APEAS) el 37% de las causas graves de consulta en centros de atención
primaria están relacionadas con la medicación y se produjo una tasa de mortalidad
de 0.1 por cada 100.000 habitantes por efectos adversos a medicamentos en los
años 2008 – 2015 según el Informe Indicadores de Salud 2017 del Ministerio de
Sanidad. Además, a estos datos hay que sumarles todos aquellos efectos adversos
que afortunadamente no han provocado la muerte a los pacientes.
Tratamiento de las reacciones adversas a fármacos

· Modificación de la dosificación

· Interrupción del fármaco, si fuera necesario

· Cambio por un fármaco diferente

En el caso de las reacciones adversas a fármacos relacionadas con la dosis, puede


ser suficiente ajustar la dosis o eliminar o reducir los factores desencadenantes. La
inducción del aumento de la velocidad de eliminación del fármaco no suele ser
necesaria. Cuando las reacciones adversas son de origen alérgico o idiosincrático,
conviene suspender el tratamiento y no administrarlo nuevamente.
Hipersensibilidad Tipo 1

La Hipersensibilidad de tipo 1 también se conoce como Hipersensibilidad inmediata


o anafiláctica.

Por lo tanto, puede incluir piel (urticaria y eccema), ojos (conjuntivitis), nasofaringe
(rinorrea, rinitis), tejidos broncopulmonares (asma) y tracto gastrointestinal
(gastroenteritis).

Seguidamente, puede causar una variedad de síntomas por pequeños


inconvenientes a la muerte.

Cabe señalar que, usualmente toma de 15 a 30 minutos desde el momento de la


exposición al antígeno, aunque en ocasiones puede tener un inicio retrasado (10 a
12 horas).

La Hipersensibilidad inmediata está intervenida por Inmunoglobulina E (IgE). El


componente celular principal en esta Hipersensibilidad es el Mastocito o Basófilo.

La reacción se extiende o varía por razón de Plaquetas, Neutrófilos y Eosinófilos, ya


que un estudio del sitio de reacción muestra especialmente Mastocitos y Eosinófilos.

El componente de resistencia implica la obtención preferencial de Inmunoglobulina


E (IgE), en respuesta a ciertos Alérgenos o antígenos.
El componente preciso de por qué algunas personas son más propensas a la
hipersensibilidad de Tipo 1 no está claro.

Sin embargo, se ha demostrado que tales individuos producen preferentemente más


Linfocitos o células TH2 que a su vez favorecen el cambio de clase a la
Inmunoglobulina E (IgE).

Una exposición posterior al mismo alérgeno cruza la Inmunoglobulina E (IgE), unida


a la célula y desencadena la liberación de diversas sustancias farmacológicamente
activas.

La reticulación del receptor de Inmunoglobulina E (IgE), con los Receptores para


Fragmento (RFc), precipitan los Mastocitos.

La degranulación de los Mastocitos está precedida por un aumento de la afluencia


de Calcio Sérico (Ca +2), que es vital en el transcurso; los ionóforos que acrecientan
el Calcio Sérico (Ca +2), citoplásmico también promueven la desgranulación.

Es decir, dicha proceso de reacción se amplifica mediante el PAF (Factor de


Activación Plaquetaria) que causa la agregación de las plaquetas y la liberación de
Histamina, Heparina y Aminas Vaso activas, entre otras.

Los Eosinófilos también pueden controlar la reacción local mediante la liberación de


Arilsulfatasa, Histaminasa, Fosfolipasa-D y Prostaglandina-E, aunque este papel de
los Eosinófilos está ahora en cuestión.

Los nucleótidos cíclicos parecen jugar un papel significativo en la modulación de la


reacción de hipersensibilidad inmediata, aunque se desconoce su función exacta.

Las sustancias que alteran los niveles de Adenosín Monofosfático Cíclico (AMFc), y
Guanosín Monofosfático Cíclico (GMFc), alteran significativamente los síntomas
alérgicos.
Por lo tanto, las sustancias que aumentan el Adenosín Monofosfático Cíclico
(AMFc), intracelular parecen aliviar los síntomas alérgicos, particularmente los
broncopulmonares, y se usan terapéuticamente.

Por el contrario, los agentes que disminuyen Adenosín Monofosfático Cíclico


(AMFc), o estimulan Guanosín Monofosfático Cíclico (GMFc), agravan estas
condiciones alérgicas.

Las pruebas de diagnóstico para la hipersensibilidad inmediata incluyen pruebas


cutáneas (por punción e intradérmica), medición de la Inmunoglobulina E (IgE) total
y anticuerpos Inmunoglobulina E (IgE), específicos contra los alérgenos
sospechosos.

Estos se miden mediante una modificación del Ensayo por Inmunoabsorción Ligado
a Enzimas.

El aumento de los niveles de Inmunoglobulina E (IgE), es indicativo de una afección


atópica, aunque la esta puede estar elevada en algunas enfermedades no atópicas
(por ejemplo, mielomas, infección por helmintos, etc.).

El tratamiento sintomático se logra con antihistamínicos que bloquean los receptores


de Histamina.

La Cromolina Sódica inhibe la degranulación de los Mastocitos, probablemente, al


inhibir la afluencia de Calcio Sérico (Ca ++).

Los síntomas alérgicos de inicio tardío, particularmente la broncoconstricción


mediada por Leucotrienos, se tratan con bloqueadores de los receptores de
leucotrienos o inhibidores de la ciclooxigenasa.
El alivio sintomático, aunque a corto plazo, de la broncoconstricción lo proporcionan
los broncodilatadores (inhalantes) como los derivados de Isoproterenol (Terbutalina,
Albuterol).

La Tofilina eleva el de Adenosín Monofosfático Cíclico (AMFc), inhibiendo la de


Adenosín Monofosfático Cíclico (AMFc) fosfodiesterasa e inhibe la liberación
intracelular de Calcio Sérico (Ca ++), también se usa para aliviar los síntomas
broncopulmonares.

El uso de anticuerpos o Inmunoglobulina G (IgG), contra las porciones Receptores


para Fragmento (RFc) de Inmunoglobulina E (IgE), que se une a los Mastocitos ha
sido aprobado para el tratamiento de ciertas alergias, ya que puede bloquear la
sensibilización de los Mastocitos.

La Hiposensibilización (Inmunoterapia o Desensibilización) es otra modalidad de


tratamiento que tiene éxito en varias alergias, particularmente en venenos de
insectos y, en cierta medida, pólenes.

El mecanismo no está claro, pero hay un correlacion entre la aparición de


anticuerpos de Inmunoglobulina G Bloqueantes (IgG), y el alivio de los síntomas.
https://cofzaragoza.org/reacciones-adversas-a-medicamentos-y-la-importancia-de-n
otificarlas/

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