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Optometría OPE07

MATERIA: Fisiologia Ocular


TEMA: Alteraciones en la acomodación por fármacos
ALUMNO: Guzmán Peralta David
DOCENTE: Lenin Zambrano

Medicamentos que paralizan la acomodación


Los fármacos anticolinérgicos pueden paralizar el músculo ciliar y causar una
presbicia funcional. Algunos ejemplos son los antiespasmódicos
(escopolamina), fármacos para la incontinencia urinaria los antidepresivos
(sobre todo los tricíclicos), neurolépticos (sobre todo las fenotiazinas),
antiparkinsonianos (amantadina, memantina), broncodilatadores (ipratropio,
tiotropio), o los antihistamínicos. así como los colirios ciclopléjicos utilizados
para inducir midriasis en intervenciones oftalmológicas. Las ametropías y los
trastornos de la acomodación de origen farmacológico son a menudo
bilaterales, de inicio repentino, y transitorios.
Los problemas de refracción y de acomodación generalmente producen
problemas de agudeza visual y/o de fatiga ocularAlgunos medicamentos
pueden modificar las características ópticas del ojo y provocar hipermetropía,
miopía o presbicia funcionales, es decir, sin que exista alteración anatómica
que los justifique.
Algunos medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso autónomo
(atropínicos, colinérgicos) alteran la visión de forma prácticamente sistemática.
Ante la aparición brusca de miopía, hipermetropía, astigmatismo o problemas
de acomodación, sin que se encuentre una causa que lo justifique, se debe
realizar una cuidadosa anamnesis y comprobar si recientemente se ha
introducido algún medicamento que pueda ser la causa de los problemas
visuales. Es especialmente importante recordar esta posibilidad en niños y
adolescentes, pues en este periodo se diagnostican muchos de los problemas
de refracción, y algunos medicamentos que suelen emplearse en este periodo
podrían ser la causa. El órgano de la visión es especialmente sensible a la
acción de los fármacos. Su rica vascularización hace que éste sea
particularmente susceptible de presentar trastornos asociados, ya sea tras su
administración tópica, local o sistémica.
Estos efectos pueden ser ligeros y transitorios como el deterioro de la
acomodación, alteración de los reflejos de la pupila, disminución transitoria de
la agudeza visual o alteración en la visión de los colores; o por el contrario
puede tratarse de efectos más graves como son las anomalías de los
movimientos oculares, glaucoma, cataratas o retinopatías.

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