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En derecho penal, la legítima defensa, defensa propia o autodefensa es una causa que
justifica la realización de una conducta sancionada penalmente, eximiendo de
responsabilidad a su autor, y que en caso de cumplirse todos sus requisitos, permite reducir
la pena aplicable a este último. En otras palabras, es una situación que permite eximir o,
eventualmente, reducir la sanción ante la realización de una conducta generalmente
prohibida.
Legítima defensa
La legítima defensa es una causa eximente de responsabilidad penal, necesaria para impedir
o repeler toda agresión injusta de bienes propios o de un tercero.
En la legislación penal, supone una serie de supuestos que permiten, al autor de una
conducta que sería considerada delictiva, el no ser sancionado al considerarse que su actuar
no fue antijurídico. Naturalmente, en atención al significado literal de la palabra ‘defensa’ nos
referimos a aquellas en que el autor protege o cree proteger algún bien jurídico, es decir las
que establecen las fracciones IV y V del Artículo 15 del Código Penal Federal a saber:
La primera fracción refiere cuando se actúe para repeler una agresión real, actual o inminente
y sin derecho, para protegerse a uno o a otros, y su propiedad o su vida. Con la única
limitación de que el uso de la fuerza debe ser proporcionado. Esto último es importante
tenerlo en mente pues el exceso en su uso se castiga con la cuarta parte de la sanción que
corresponda al "delito cometido en legítima defensa" (artículo 16 del Código Penal Federal).
Se asume que se actúa en legítima defensa, a menos que el agente del ministerio público
Por cuanto hace a la segunda de las referidas fracciones, permite causar un daño a otra
persona y sus bienes jurídicos cuando esta de manera involuntaria ponga en riesgo los del
autor, siempre que el bien jurídico sea de igual o menor valor (por ejemplo, dos vidas son de
igual valor, sin embargo, la vida tiene mayor valor como bien jurídico que la propiedad), así
como que no haya otra forma de evitar que se produzca el daño.
Finalmente, el error en la legítima defensa es también una causa de exclusión del delito, en
este caso nos encontramos ante una amenaza irreal, sin embargo, el autor actúa con la
convicción de que la persona a la que agredió realmente podía ocasionarle un daño por lo
que repele una agresión en estado de error.
En este caso, si el error no era lo que se conoce como ‘error vencible‘(un error que no se
comete por falta de cuidado sino que no hay forma de saber ni prevenir el no conocer la
realidad de la situación) el autor de la conducta no podrá ser sancionado al actualizarse esta
causa de exclusión del delito.
La legítima defensa, al igual que las demás causas de exclusión del delito deben ser, tal
como lo establece el artículo 17 del Código Penal Federal, investigadas y resueltas de
manera oficiosa y a petición de parte, lo que significa que tanto el juez como el ministerio
público deben verificar que no se actualizaron al momento de la comisión del delito.