Está en la página 1de 3

Introducción

La desnutrición en sus diversas formas es la más común de las enfermedades sus

causas se deben en general a los deficientes recursos económicos o enfermedades que

comprometen el buen estado nutricional, según el manual internacional de clasificaciones

de enfermedades es una complicación médica, posible pero que no puede prevenirse y

que tienen un impacto muy importante sobre el resultado de los tratamientos.

La niñez es considerada una etapa trascendente de la evolución humana

caracterizada por dos fenómenos: el crecimiento y el desarrollo. Una nutrición adecuada

es necesaria para que estos fenómenos se desarrollen normalmente. La nutrición, a su

vez, se ve influida por limitaciones: algunas son fijas, como el potencial genético de un

individuo, mientras que otras son dinámicas, como los factores sociales, económicos y

culturales que pueden trabajar a su favor o en su contra. Cuando el equilibrio entre estos

factores cambia y la nutrición cambia, el crecimiento y el desarrollo de los niños se

interrumpen, lo que resulta en desnutrición infantil.

La desnutrición puede ser primaria cuando es causada por deficiencias

nutricionales y/o psicoemocionales, o secundaria cuando existe una enfermedad que

determina la desnutrición, independientemente del nivel sociocultural; por ejemplo,

trastorno genético, metabólico, inmunológico, deformidad, puede afectar el cerebro, el

corazón, los riñones, el hígado, etc. .

También es importante darse cuenta de que las consecuencias de la desnutrición

se evalúan a corto y largo plazo. Inicialmente, se presentan enfermedades diarreicas,

deshidratación, electrólisis del agua alterada, inmunidad debilitada, infección, pérdida de


peso, enfermedades hematológicas, cardiopulmonares y renales. La diferencia de altura y

la caída del coeficiente intelectual aparecen más tarde. Las estadísticas se basan en tres

indicadores: la relación peso por edad, que mide la desnutrición global; talla para la edad,

que refleja desnutrición crónica, ya que la baja estatura es resultado de desnutrición

crónica; y talla para la edad que refleja desnutrición crónica nutrición insuficiente y altura

y peso para medir la desnutrición severa.

Los estragos que provoca la desnutrición que se padece en la infancia son los más

lamentados por una sociedad, ya que en esta etapa el mayor impacto lo sufre el cerebro

del niño, en el que se producirían alteraciones metabólicas y estructurales irreversibles

Bibliografía

1. Vega Franco L. Hitos conceptuales en la historia de la desnutrición proteico-energética.


Salud Pública Méx [internet]. 1999 jul.-ago. [citado 10 mayo 2009];41(4):[aprox. 6 p.]
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10641411

2. Latham MC. Nutrición e infección, salud y enfermedad. En: Tontisirin K. Nutrición humana
en el mundo en desarrollo. 3ra. ed. Roma: FAO; 2010. p. 25-33.

3. Castaño Hernández J, Mendoza AM, Cordona Osorio V. Desnutrición. En: Proyecto de


Investigación Desnutrición. Colombia: CIAF; 2010. p. 4-17.

4. Latham MC. Malnutrición proteico- energética. En: Tontisirin K. Nutrición humana en el


mundo en desarrollo. 3ra. ed. Roma: FAO; 2010. p. 135-51.

5. Alvear J, Vial M, Artaza C: Crecimiento después de desnutrición grave precoz. Rev Chil
Pediatr 1991; 62: 242-47.

6. Susanne C: Genetic and evironmental influencies on morphologial characteristics. Ann


Hum Biol 1975; 2: 279-87.

7. Bueno M, Sarría A: Malnutrición del lactante. En: Bueno M, Sarría A, Pérez-González JM


(eds.). Nutrición en pediatría.2.ª ed. Madrid: Ergon, 2003. p. 313-21.

8. Keating D, Hertzman C, eds: Developmental health and the wealth of nations: social,
biological and education dynamics.The Guilford Press, New York, 1999.
9. Algarin C, Peirano P, Garrido M, Pizarro F, Lozoff B: Iron deficiency anemia in infancy:
long-lasting effects on auditory and visual system functioning. Pediatr Res 2003; 53: 217-
23.

10. Roncagliolo M, Garrido M, Walter T, Peirano P, Lozoff B: Evidence of altered central


nervous system development in infants with iron deficiency anemia at 6 mo: delayed
maturation of auditory brainstem responses. Am J Clin Nutr 1998; 68: 683-90.

También podría gustarte