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El mundo de las

Relaciones
INTRODUCCIÓN

Bienvenidos a esta nueva lección, hoy hablaremos sobre el mundo de las


relaciones. Como hemos dicho en la lección introductoria de este curso, el hombre
vive constantemente en dos mundos, el mundo exterior y el mundo interior, y
de acuerdo con la correcta o incorrecta manera de relacionarnos con estos dos
mundos será el resultado de nuestra vida, los conflictos, los problemas, el dolor,
el sufrimiento, es el resultado de no sabernos relacionar adecuadamente con
estos dos mundos, por eso hoy estudiaremos donde están las claves del mundo
de las relaciones… comencemos.

La relación con nuestro cuerpo físico

En el mundo exterior cada uno de nosotros nos relacionamos con dos grandes
aspectos, el primero de ellos es nuestro cuerpo físico o cuerpo planetario,
el, es la base, el fundamento que tenemos para esta vida y debemos aprender
a relacionarnos correctamente con él.

¿Cuáles son los motivos por los cuales nos relacionamos mal con
nuestro cuerpo físico? Bueno, podríamos decir que no dándole el descanso
que necesita, alimentándonos mal, no dándole el aseo adecuado, no dándole
la oxigenación que requiere, si llevamos una vida sedentaria y no hacemos
actividad física o ejercicio, o por el contrario si nos excedemos en el ejercicio
o actividad física, también si usamos drogas, fármacos, tabaco, o bebemos en
exceso, etc.

Todo esto nos lleva a una incorrecta relación con nuestro cuerpo y por ende el
resultado de esto, son enfermedades, lesiones y todo tipo de daños a nuestro
cuerpo y a sus órganos. Con un cuerpo enfermo, dañado el trabajo interno se hace
muy difícil o imposible. Por esto debemos cuidarlo y aprender a relacionarnos
correctamente con el. Por lo tanto tomémonos unos instantes para reflexionar
acerca de cómo es hoy nuestra relación con nuestro cuerpo físico y que aspectos
debemos corregir.

La relación con el mundo que nos rodea

El segundo aspecto dentro del mundo exterior es el mundo que nos rodea,
las cuestiones familiares, negocios, dinero, nuestro ámbito laboral, nuestros
compañeros de estudio, profesión, la política, nuestro hogar, nuestros vecinos,
etc. ¿Cuáles son los motivos por los cuales nos relacionamos mal con este
mundo exterior? Bueno, sin duda que podríamos citar una larga lista, por
ejemplo la pelea, el conflicto, los celos, la envidia, no sabiendo escuchar a los
demás, no poniéndonos en su lugar, el egoísmo, la competencia, la traición,
la desconsideración, la infidelidad, la ingratitud, el abuso de cualquier tipo, la
intolerancia, la violencia física o psicológica, el maltrato, la falta de caridad,
el pensar primero en nosotros, la codicia, el querer que los demás sean como
nosotros consideramos que deben ser, no aceptando al otro tal cual es, la crítica,
el chisme, y bueno podríamos seguir con un largo etc.

Pero ¿Cuál es el resultado de nuestra incorrecta forma de relacionarnos con este


mundo? Bueno… sin lugar a dudas, el resultado de todo esto, no es mas que
conflictos, problemas, enemistades, consecuencias terribles, enfermedades y
por ende dolor en nuestras vidas…. Por todo esto tomémonos unos minutos
también y reflexionemos ¿cómo están nuestras relaciones con nuestra familia,
con nuestros vecinos, con nuestros compañeros de estudio o trabajo, con nuestra
pareja, etc.?

La relación con nosotros mismos

El tercer aspecto del mundo de las relaciones tiene que ver con nuestro mundo
interior, con lo que hay dentro nuestro. La gran a mayoría de las personas
no ve importante esto, pero si las dos anteriores, preocupándonos quiza por
nuestra alimentación y cuidado físico, y por nuestra vida familiar y social, pero
no nos damos cuenta que nuestro mundo exterior es el resultado o el reflejo de
nuestro mundo interior. Y que si nosotros no nos relacionamos bien con nosotros
mismos, no estamos en condiciones de relacionarnos bien con los demás.

¿Pero qué significa relacionarnos bien con nosotros mismo? Bueno, dentro de cada
uno de nosotros en nuestro mundo interior existen dos fuerzas diametralmente
opuestas, y según con que fuerza nosotros nos juntemos, o nos relacionemos
será el resultado. Esas dos fuerzas son: el Ego y la Conciencia. Analicemos esto,
si nosotros nos relacionamos con el Ego, haremos lo que el ego quiere, el nos
llevará por la via de sus deseos, de su egoismo, haremos caso, a la ira, a los
celos, a la envidia, a la codicia, a la lujuria, a la mentira, al miedo, a la mala
voluntad, a la gula, a los desenfrenos y excesos, y toda esa enorme lista de
defectos que todos llevamos dentro, como consecuencia de esto, tendremos
una vida descuidada para con nuestro cuerpo y para con el mundo que nos
rodea, es decir, si nosotros estamos con el ego significa que nos relacionamos
mal con nosotros mismos y el resultado de esto es una mala relación con nuestro
mundo exterior.

Pero si hacemos lo contrario y trabajamos cada día para relacionarnos más con
nuestra conciencia, ella, nos dará lo que hay en ella, paz, comprensión, mesura,
equilibrio, sabiduría que necesitamos para poder vivir en una armonía con
nuestro cuerpo, y con las demás personas con las que convivimos en ese mundo
exterior, además de esto el ir desarrollando esa relación con nuestra conciencia,
el irla poniendo en actividad traerá como consecuencia el despertar, y con el, la
experiencia interior, la iluminación interior en forma gradual y progresiva como
hemos dicho, para ponernos en contacto con todos los misterios de la vida y
de la muerte. Por eso necesitamos relacionarnos correctamente con nuestra
conciencia, buscando estar en recuerdo de sí, practicar la auto-observación,
la clave de sol, la vocalización, en síntesis, practicar integrados con nuestra
conciencia.

Cambiar la forma de pensar, sentir y actuar

Para poder comenzar un cambio en nuestra vida necesitamos trabajar con


dos de nuestros centros psico-fisiológicos, el centro intelectual y el centro
emocional, cambiando nuestra forma de pensar y de sentir, y esto nos
conducirá de forma natural a un cambio en nuestra forma de actuar, lo cual se
corresponde con el resto de los centros inferiores, motor, instintivo y sexual.
Necesitamos entonces, cambiar nuestra forma de pensar y nuestra forma de
sentir…. Para cambiar nuestra forma de pensar debemos dejar de vernos como
una unidad psicológica, debemos ir percibiendo mediante la auto-observación
como los diferentes yoes se manifiestan en nuestra interior induciéndonos
a tomar parte de sus ideas, tenemos que empezar a ir mas allá de nuestro
pensamientos y analizar quien es el personaje de turno que esta pensando tal o
cual cosa, no identificarnos con la forma de pensar sino tratar de observar esos
pensamientos y ver quien está detrás de esos pensamientos, por ejemplo un
pensamiento que nos hace pelearnos con alguien no es mas que un ego de ira,
o celos, o resentimiento, ese yo pone en nuestro centro intelectual todos esos
pensamientos y busca que nos identifiquemos con ellos para poder llevarnos a
una acción o una emoción que lo alimente mas aún.

También debemos cambiar como decíamos, nuestra forma de sentir tratando


de no identificarnos con las emociones negativas que tenemos, como el odio,
el rencor, la ira, etc, cada una de esas emociones no son mas que expresiones
de distintos yoes que buscan alimentarse y seguir existiendo en nuestro mundo
interior, arrastrándonos a sus propios infiernos, en este punto se hace necesario
no identificarse con ellos, poder hacernos consientes de esto y sacrificar ese
dolor que sentimos. Ejerciendo la voluntad que tengamos para renunciar a ese
dolor. Aunque nos parezca extraño todos tenemos la capacidad de sacrificar el
dolor que sentimos y eso es algo maravilloso, nadie esta obligado a estar preso
en la cárcel del dolor, todos podemos aprender a sacrificar el dolor, de la misma
manera que muchas veces sacrificamos algo que nos gusta o nos da placer.

Es también necesario acompañar este trabajo con una fuerza de voluntad


en nuestra conducta para dejar de cometer los mismos errores de siempre,
esto acompañado con un cambio en nuestra forma de pensar y sentir nos va
conduciendo por un camino de transformación interior. Todo individuo que
produce un cambio en sí mismo produce un cambio por ende en su entorno
familiar, el ejemplo de cambio educa e inspira para que otros sigan ese ejemplo,
no por lo que se quiera imponer sino simplemente por lo que se ve, por lo que
se enseña con el ejemplo de forma natural. En primera instancia ese cambio
se proyecta a la familia del individuo, y posteriormente por extensión a una
sociedad. La mejor manera de cambiar nuestra sociedad es inspirar el cambio
individual.

La alimentación y su incidencia en la formación de una sociedad

El Hombre es el núcleo de la sociedad, y como es el individuo, es la sociedad. Uno


de los factores que inciden en la formación de una persona y por extensión de la
sociedad misma, es su alimentación, lo que comemos nos forma, ya que todo
lo que comemos se transforma en nuestro organismo y finalmente se sintetiza
como valores energéticos en cada uno de nuestros centros psico-fisiológicos. De
acuerdo al tipo de alimentos que ingerimos será el tipo de energía y la calidad
de la misma.

Esto influye directamente en nuestros estados de ánimo, en nuestra vitalidad y


en nuestros estados psicológicos inclusive. El ser humano incorpora alimentos
de tres tipos, el primero es lo que comemos, el segundo, lo que respiramos y
el tercero, es lo que pensamos. De la calidad de estos alimentos depende la
calidad de nuestra energía.

Una sociedad que se alimenta con alimentos desnaturalizados, procesados, con


aditivos químicos de toda especie, una sociedad que no sabe respirar, que no se
oxigena adecuadamente, que respira aire contaminado en las grandes urbes, y
que además no tiene una correcta selección de pensamientos, que se alimenta
con contenidos nocivos de la tv, del cine, de internet, etc. tendrá como resultado
una energía y una vitalidad muy baja, de una calidad que no es la mejor, y por
ende sus estados de ánimo, su lucidez, sus estados de conciencia no serán
los mejores. Distinto a una sociedad que incorpora alimentos naturales, libres
de pesticidas, menos procesados, que sabe oxigenarse, que sabe seleccionar
sus pensamientos, sus impresiones, que no consume contenidos que dañan
su psiquis, esta será una sociedad distinta, una sociedad que tiene una mente
diferente, ánimos diferentes, lucidez, conciencia, y por ende una calidad de vida
completamente distinta y superior.

Los tres factores de la revolución de la Conciencia

Quien quiera ir despertando y avanzando en ese trabajo interior, debe conocer


que existen tres factores que son los que permiten que nuestra conciencia se
revolucione y se libere del yugo del ego, estos tres factores son:

El factor “muerte” se refiere al trabajo de descubrimiento, comprensión y


eliminación de nuestros yoes psicológicos. El factor “nacimiento” se refiere a
aquel nacimiento interior mediante la transmutación alquímica, utilizando ese
funcionalismo superior de nuestro centro sexual para regenerarnos física e
internamente mediante el sabio uso de nuestras energías. El tercer factor es el
sacrificio por la humanidad y este nos indica que toda persona que quiera
orientarse hacia una superación interior debe ir desarrollando el amor consciente
por la humanidad y la capacidad de servir desinteresadamente a los demás.

Toda persona que trabaje con estos tres factores, que se supere a sí misma
diariamente venciendo sus propios defectos psicológicos, que tenga una fuerza
y una energía superior por que la aprovecha sabiamente y no la malgasta
en reacciones egóicas, una persona que sirve a la sociedad, que ayuda a sus
semejantes, es sin duda una persona distinta, diferente y llevará sin duda una vida
más armoniosa consigo mismo y con sus semejantes, equilibrando su mundo de
relaciones y mejorando su calidad de vida y la de los demás también.

LECCION 07

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