Está en la página 1de 5

Que es un proyecto de inversión

Todas las empresas requieren de recursos para poder funcionar o para ampliar su
rango de operaciones, es por ello que si trabajas en una compañía de cualquier
nivel o estás empezando un emprendimiento propio necesitas conocer qué es
un proyecto de inversión. Por lo que con el fin de ayudarte a comprender dicho
concepto, a continuación todos los aspectos que debes conocer, las etapas del
proceso y dónde puedes aprender más sobre este tema.
Un proyecto de inversión, por lo tanto, es una propuesta de acción que, a partir de
la utilización de los recursos disponibles, considera posible obtener ganancias.
Estos beneficios, que no son seguros, pueden ser conseguidos a corto, mediano o
largo plazo.
Todo proyecto de inversión incluye la recolección y la evaluación de los factores
que influyen de manera directa en la oferta y demanda de un producto. Esto se
denomina estudio de mercado y determina a qué segmento del mercado se
enfocará el proyecto y la cantidad de producto que se espera comercializar.
El proyecto de inversión, en definitiva, es un plan al que se le asigna capital e
insumos materiales, humanos y técnicos. Su objetivo es generar un rendimiento
económico a un determinado plazo. Para esto, será necesario inmovilizar
recursos a largo plazo.
Las etapas del proyecto de inversión implican la identificación de una idea, un
estudio de mercado, la decisión de invertir, la administración de la inversión y la
evaluación de los resultados. El proyecto en sí suele ser evaluado por distintos
especialistas.

Ciclo de vida

Cuando decidimos llevar a cabo un proyecto nos comprometemos a realizar un proceso de


transformación de ideas en soluciones concretas para resolver necesidades o corregir problemas
detectados. Es por esto por lo que te compartimos cuáles son las etapas en que podemos dividir
cada proyecto y las razones por las que debemos hacerlo.

El Ciclo de Vida del Proyecto es el conjunto de etapas a través de las cuales pasa un proyecto
de inversión, desde que surge y se propone una idea para resolver un problema o una necesidad,
para después pasar por sucesivas etapas de estudio, formulación de posibles soluciones y
establecimiento de prioridades, hasta la ejecución de la inversión y su puesta en funcionamiento
también conocida como implementación, donde se generarán los beneficios previstos desde la
concepción de la idea.

Un proyecto pasa por varias etapas diferenciadas entre sí y que están claramente marcadas y
definidas:

Fase 1. Prefactibilidad
Esta es la fase en que se formula y evalúa un plan para solucionar un problema designado a
conseguir un objetivo específico.  El propósito primordial de esta fase de la prefactibilidad es el
de brindar la información suficiente y elemental que llevará a tomar la mejor elección referente
a realizar o no el proyecto de interés. Dicho de otra forma, esta fase trata sobre brindar la más
grande certidumbre viable, la reducción del costo y peligros asociados a la ejecución del
proyecto.

Fase 2. Inversión
Una vez aprobada la ejecución del proyecto, el equipo asignado tomará la decisión de elaborar
un diseño detallado para la ejecución del mismo. Podría ser que a lo largo de la fase de
prefactibilidad se hubiesen llevado a cabo ciertos diseños preliminares para examinar o detallar
la iniciativa que lo sustentaba. No obstante ahora va a ser el momento de llevar la iniciativa
hasta su más grande detalle.

A lo largo de la evaluación de proyectos, la etapa de diseño es la que requiere un mayor número


de horas en relación con el resultado final, ya que gran parte del proceso requiere un análisis y
ejecución detallados.

La fase de diseño no solo corresponde a enormes obras de ingeniería o arquitectura. Proyectos


como el lanzamiento de una nueva línea de ropa, videojuegos, servicio de calidad al cliente,
entre varios otros de cualquier tipo que desees imaginar requerirán pasar por estas etapas y
fases de evaluación. Importante recordar: Si hablamos de solucionar una necesidad o
problema existente en el mercado y para eso destinarás recursos llevando a cabo una serie de
actividades, entonces tienes entre tus manos un proyecto.

Cuando hablamos de una fase de diseño en el marco de proyectos, estamos tomando en cuenta
el diseño de la solución “per se” pero, además, sobre el diseño de todas las actividades que se
realizarán para llevarlo a cabo, así como su puesta en marcha, comercialización (si es que ésta
se requiere) y el presupuesto con todos los detalles en términos de alcance, tiempo, recursos
materiales y monetarios que nuestro proyecto necesitará.

Fase 3. Operación
Llegamos a la fase de Operación y Puesta en Marcha de nuestro plan. A lo largo de esta etapa,
el equipo involucrado y los beneficiarios van a ser capaces de satisfacer la necesidad o
solucionar el problema que dio origen al plan inicial.

Esta etapa tiene como fin satisfacer el requisito inicial que fue planteado, valga la redundancia,
debe cubrir el propósito inicial y la medición del éxito o fracaso del plan está directamente
relacionada con su cumplimento.

La vida útil de un proyecto puede determinarse con base al tiempo de obsolescencia del activo
fijo más relevante (ejemplo: maquinarias y equipo de procesamiento) o en el momento que se
considera dejarán de recibirse de manera constante las ventajas esperadas. Para efecto de
evaluación económica y financiera, el horizonte o vida útil del proyecto más usado por los
expertos es de 5 a 15 años, en función del monto de la inversión y del riesgo percibido.
Fase 4. Evaluación
El ciclo se cierra con la evaluación, no solo a lo largo de la operación del proyecto sino también
una vez terminada la vida útil del mismo, con el fin sustancial de comprobar que el proyecto ha
cumplido con su objetivo central de solucionar el problema, dar el beneficio y que está
produciendo los efectos deseados.

Para eso, se necesita comprobar luego de un periodo razonable de su operación, si en efecto el


problema fue solucionado por la participación del plan. De haber encontrado resultados no
satisfactorios una vez puesto en marcha el proyecto, va a ser primordial realizar medidas
correctivas.

Recuerda que, independientemente del momento en que se realice la evaluación de resultados


del proyecto, ésta debe tener dos objetivos principales:

1. Validar si se han alcanzado los objetivos propuestos incluso antes de la realización del
proyecto.
2. Evaluar, recolectar y hacer accesible a los involucrados el aprendizaje y conocimiento
obtenido gracias a este proyecto a fin de utilizarlo y replicarlo en futuras iniciativas.

Para finalizar
Ahora conoces cuales son las fases necesarias para realizar una adecuada evaluación de un
proyecto de inversión, las etapas que el proyecto requiere para su ejecución y las actividades
que deben llevarse a cabo para minimizar los costos de la puesta en marcha, así como los
riesgos asociados a su implementación.

Viabilidad de un proyecto

e conoce como análisis de viabilidad al estudio que intenta predecir el eventual éxito


o fracaso de un proyecto. Cualquier proyecto o empresa que se desee poner en
marcha tiene que tener como herramienta principal un plan de viabilidad que deje
patente las posibilidades de éxito que aquellas iniciativas pueden tener. No es una
simple formalidad burocrática, sino que es una herramienta necesaria para la toma de
decisiones estratégica; es una forma de pensar. Es imprescindible llevar a cabo una
investigación completa que conduzca al conocimiento de si realmente el proyecto
aportará los beneficios que se esperan de él y podrá sobrevivir durante un tiempo
razonable.
Para lograr esto, parte de un análisis de la situación con datos empíricos (que pueden
ser contrastados) a los que accede a través de diversos tipos de investigaciones
(encuestas, estadísticas, etc.), que sirva para identificar las fortalezas y debilidades
del enfoque actual. Es decir, comienza con un análisis de la realidad concreta en la
que se quiere desarrollar para minimizar el margen de error.
El proyecto es el instrumento que da sentido, define, concreta y estructura las distintas
actividades que queremos desarrollar, enmarcándolas en los fines del plan de gestión
y de la planificación estratégica. Y el estudio de viabilidad consiste en algo tan obvio
como ver si es posible ejecutar el proyecto y darle la continuidad que precisa.
Para ello, habremos de tener en cuenta los recursos con los que contamos, los que
necesitamos y nuestra capacidad para conseguirlos y seguir generándolos en el
futuro. Si contamos con esos recursos, el proyecto es viable y podemos ponerlo en
marcha; si no hay recursos suficientes o no tenemos claro que seamos capaces de
generarlos en el futuro, la decisión más inteligente es descartarlo o aplazarlo.
La viabilidad de una empresa está condicionada al cumplimiento de los cuatro
aspectos siguientes:
 Viabilidad técnica.
 Viabilidad comercial.
 Viabilidad económica.
 Viabilidad financiera.
Viabilidad técnica: Hace referencia a aquello que atiende a las características
tecnológicas y naturales involucradas en un proyecto. El estudio de la viabilidad
técnica suele estar vinculado a la seguridad y al control de lo que vamos a hacer; esto
es, a sus características, funcionalidades y propiedades físicas y a cómo lo vamos a
hacer. Tendremos que conocer cuál es el proceso de fabricación/realización, los
medios técnicos necesarios, los medios humanos que van a intervenir y su
cualificación, los materiales necesarios, control de calidad, gestión de residuos, etc. El
estudio de viabilidad técnica conlleva resolver la pregunta de si es posible, desde el
punto de vista tecnológico, desarrollar eficientemente nuestros productos/servicios.
Viabilidad comercial: Un proyecto es viable comercialmente si justifica la existencia
de un mercado para el producto/servicio previsto, y las ventas previstas son realistas
con el planteamiento que se realiza de la empresa.
Viabilidad económica: El proyecto es viable, desde el punto de vista económico, si,
con los recursos que somos capaces de conseguir, es capaz de generar beneficios y
tener una rentabilidad suficiente que compense los riesgos en los que se va a
incurrir.
Viabilidad financiera: El proyecto es viable, desde el punto de vista financiero, si no
plantea problemas de tesorería y tiene una estructura financiera equilibrada, en
cuanto a endeudamiento, solvencia y liquidez. Esto es, si con el dinero que se va a
generar (inicialmente, con aportaciones de socios y endeudamiento, y luego con
los cobros por las ventas derivadas de nuestra actividad) se puede hacer frente,
puntualmente, a los pagos.

Los siguientes puntos son esenciales para evaluar un proyecto de inversión:

1. Inversión inicial para un proyecto de inversión


Es el monto que se debe disponer para iniciar un negocio, dicho de otra
manera, la cantidad de dinero con la que se conseguirán los recursos
necesarios para mantener el funcionamiento del negocio, esperando el
retorno de dinero suficiente en un periodo de tiempo determinado. Esta
inversión inicial comprende activos costos y gastos.
2. Ingresos estimados.
A través de un estudio de mercado o datos disponibles se podrá estimar las
ventas e ingresos anuales tomando en cuenta la inflación y el crecimiento
deseado.

3. Costos fijos y variables del proyecto de inversión.


Es importante considerar todos los costos fijos y variables necesarios que
un proyecto de inversión debe enfrentar. Los costos variables son los
directamente atribuidos al proceso de producción (materia prima, mano de
obra directa, mantenimiento, empaques etc.) por otro lado los costos que no
varían según el nivel de producción se consideran costos fijos (gerente de
ventas, gastos de oficina, secretarias, etc.) Entre mayor sea el número de
datos considerados mayor será la exactitud en la estimación de costos.

4. El acto de financiamiento del proyecto de inversión:


Consiste en la obtención de fondos para crear y desarrollar un proyecto
empresarial. Es importante considerar la capacidad de endeudamiento y
riesgo de insolvencia; que la empresa tenga la que capacidad de hacer
frente a los pagos periódicos sin comprometer su solvencia a corto plazo o
pérdida de las garantías aportadas.

También podría gustarte