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Dr.

Acuña Propedeutica RCP

PARADA CARDIO-RESPIRATORIA

En primer lugar hay que reconocer la diferencia entre una parada y un síncope. La diferencia
principal está en que un síncope es una pérdida transitoria del nivel de consciencia, que se
recuperará espontáneamente, mientras que una parada es una pérdida que no se recupera sin la
realización de una serie de maniobras de reanimación cardiopulmonar. En cuanto a estas técnicas,
podemos diferenciar entre RCP básica (que serían aquella que se podrían llevar a cabo por
cualquiera dada la situación de urgencia) y RCP avanzado (para las que se necesitaría
instrumental específico como fármacos, drogas, perfusión de líquidos, desfibriladores…).

El factor más importante a tener en cuenta en una parada cardio-respiratoria es el tiempo, ya que
cuanto más tiempo transcurra mayor es el daño cerebral, más de 4 minutos desde el inicio de la
parada comienza el daño, más de 10 minutos sin recuperar la circulación espontánea se sufre
daño permanente en prácticamente todos los casos y pasados los 20 minutos no hay posibilidades
de supervivencia. El daño cerebral es lo que determinará el pronóstico de los pacientes, pues
cuanto mayor sea, es posible que los pacientes no salgan de la parada, y si lo hacen, es en unas
condiciones que harán que sus expectativas de vida se reduzcan.

Para conseguir una buena supervivencia en un paciente que sufre una parada cardíaca,hay que
seguir lo que se llama la cadena de supervivencia, que se basa en unas guías que cada 5 años se
van renovando. En las guías de 2005, la secuencia para reanimar a un paciente era la siguiente: A
(permeabilidad de la vía aérea), B (respiración) y C (circulación), según el orden de importancia;
pero esto ha cambiado en las guías de 2010:
En primer lugar, pedir auxilio: reconocer que el paciente está en paro (agitarlo y llamarlo para

ver si responde o no). Ante una situación de perdida de conocimiento en la que el paciente no
responde y no percibimos latido asumimos que hay una parada cardíaca. Aunque comencemos
con las maniobras de reanimación, es esencial pedir ayuda y llamar a los servicios de
emergencia lo antes posible.

En segundo lugar, comenzar con el masaje cardíaco, pues se ha visto que es lo más importante
en estos casos.

Por este motivo en las guías de 2010, se cambia el orden de la secuencia, que se mantendrá en
las de 2015, siendo ahora lo más importante la circulación, para asegurar una presión de
percusión cerebral suficientemente adecuada para mantener cierto grado de riego cerebral. A
continuación, que la vía aérea esté permeable y en último lugar la respiración.
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Hemos pasado de ABC, a CAB, y es clave actuar en estos casos de acuerdo con esta secuencia.

En tercer lugar, conseguir una recuperación del ritmo. La mayoría de las paradas cardiacas en los
adultos se deben a ritmos desfibrilables. Estos ritmos se tratan mediante un desfibrilador (en sitios
por donde pasa mucha gente como aeropuertos, centros comerciales…suele haber uno, e incluso
en algunas farmacias o calles podemos encontrarlos). Con el desfibrilador, en el momento en el
que colocamos las placas, sabemos el ritmo, si es desfibrilable o no desfibrilable. Las paradas con
ritmos desfibrilables tienen mejor pronostico que las que son por ritmos no desfibrilables.

Los ritmos desfibrilables son la taquicardia ventricular sostenida, en la que el paciente pierde el
conocimiento porque el ventrículo izquierdo lo comanda un foco ventricular y su contracción es
muy poco eficaz, por lo que cae el gasto cardíaco y se produce una parada secundaria, y no hay
flujo cerebral; o bien una fibrilación ventricular. Podemos dar un choque eléctrico y restaurar el
ritmo.
Aquí tenemos un ejemplo de un
paciente que llevando un Holter puesto, sufrió una parda por una taquicardia ventricular muy

Taquicardia Ventricular Fibrilación Ventricular

rápida, que es un ritmo desfibrilable que degenera a fibrilación ventricular, finalmente, al cabo de
15 minutos se fallece.

Los ritmos no desfibrilables son la disociación electromecánica y la asistolia. Se produce


disociación electromecánica cuando hay actividad eléctrica pero no mecánica, es decir, se ven
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complejos QRS pero no hay pulso, está parada la circulación, no hay contracción ventricular. En la
fisiología primero se produce la actividad eléctrica, es decir, la estimulación de los ventrículos y
posteriormente, se producen los fenómenos mecánicos (la sístole ventrícular) y se impulsa la
sangre. Esto puede ocurrir, por ejemplo, en un tamponamiento cardíaco, porque el corazón está
comprimido por todo el líquido perdicárdico, por lo que no se puede contraer, pero la actividad
eléctrica si que existe. En este caso no se podría desfibrilar, habría que dar masaje y averiguar la
causa. Otras situaciones en las que se pueda dar una disociación electromecánica son una rotura
cardíaca, un neumotórax, un shock hipovolémico por una hemorragia de la aorta (en un accidente
de tráfico donde se secciona la aorta, el paciente para, lo reanimamos, y cuando se monitoriza el
corazón vemos que tiene actividad eléctrica pero que no hay pulso, ya que un gran vaso ha roto y
se produce una hipovolemia severa).

Como decíamos, el tercer eslabón es una desfibrilación precoz. El paciente se desfibrila, se


traslada a un centro sanitario y se comienzan los cuidados post-parada en la UCI. Los aspectos
más importantes en una parada es comenzar el masaje cardíaco cuando antes, y una
desfibrilación precoz.

El tiempo como decíamos es muy importante, porque al principio hay daño eléctrico, después daño
hemodinámico y finalmente daño metabólico. Cuanto más tardemos en reanimar al paciente
mayores serán las secuelas.

Un paciente en paciente en fabricación ventricular sin ningún tipo de maniobras de reanimación,


en 10 minutos la supervivencia es prácticamente del 0%. Si se empieza a reanimar
inmediatamente, el porcentaje de supervivencia al cabo de 10 minutos puede alcanzar más de la
mitad.

Es importante preguntar si hay desfibrilador, y en caso de que no lo haya en el lugar en que nos
encontramos, seguir realizando el masaje hasta que lleguen los servicios de emergencia y

podamos disponer de él.

Como vemos en la siguiente imagen, sin RCP y con una desfibrilación retrasada, las posibilidades
de supervivencia son practicamente nulas, con la RCP inmediata, la supervivencia va creciendo.
Es decir cuanto antes empecemos con las maniobras, más posibilidades tenemos de salvar al
paciente.

RCP BÁSICO:
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El algoritmo es el siguiente: El paciente no responde, se da la señal de alarma y comenzamos con


la reanimación. Hay que comprimir rápido y de forma bastante intensa, y en el momento en que
tengamos a nuestra disposición un desfibrilador, comprobar el ritmo. Si es un desfibrilador
semiautomático, colocamos los parches y el desfibrilador identifica el ritmo y “decide lo que hace”.
Si identifica un ritmo desfibrilable, comienza a cargar los condensadores y suelta una descarga, y
ya inmediatamente sabemos si lo ha sacado de esa situación o no. Si el ritmo no es desfibrilable,
el desfibrilador no descarga. En caso de que sea un desfibrilador manual, colocamos las palas,
damos a la rueda en la derivación de palas y vemos de que ritmo se trata, si es taquicardia
ventricular, cargamos a 100-200J y aplicamos la corriente, si el paciente está en una situaciónn de
disociación electromecánica, seguimos con el masaje e intentamos averiguar la causa de esta
situación. (Si el paciente tiene un aneurisma de aorta, lo más probable es que se haya roto; si
tiene una miocardiopatía dilatada, sería por causa de una disfunción ventricular, probablemente en
estos casos, hagamos lo que hagamos los pacientes no van a salir).

La frecuencia de compresiones es de 100 por minuto (al ritmo de La Macarena), y la


profundidad de depresión del esternón debe ser de 4-5 cm. Lo ideal sería que en presencia de
más de un reanimador, se turnasen cada 2 minutos para que la reanimación sea de calidad en
cada momento hasta que llegase la ambulancia, momento en el que llegaría el soporte vital
avanzado (drogas, medicamentos, vías, desfibrilador..)

La causa más frecuente de parada cardíaca es el Infarto Agudo de Miocardio secundario a una
fibrilación ventricular.

A continuación, hay que examinar la vía aérea, pues la parada puede darse por la presencia de un
cuerpo extraño que este obstruyendo la laringe, por lo que hay que examinar para ver si es posible
extraerlo (en el servicio de urgencias hay unas pinzas con las que se puede intentar extraer, sino
se es capaz, hay que seguir con el masaje). Si no hay cuerpo extraño, hay que ventilarlo, entre 8
y 10 veces cada minuto. Si hay dos realizadores, por cada 30 compresiones,
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2 insuflaciones (sin llenar el reanimador sus pulmones de aire, sino con una inspiración normal),
que no es necesario sincronizar. Cuando llegan los servicios de emergencias, dispondremos de
un ambú para esto, mientras, habrá que hacer la respiración boca a boca.
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RCP AVANZADO

El momento en que llega la ambulancia, la reanimación pasa a una fase que conocemos cono
soporte vital avanzado: administramos oxígeno, conectamos al monitor y comprobamos el ritmo…
Si está en fabricación ventricular o taquicardia ventricular, aplicamos una descarga. Si el paciente
recupera el ritmo, el siguiente paso es el traslado a un centro sanitario, donde se ingresa y lo
habitual es llevar a cabo un tratamiento para lo que se conoce como Síndrome post-parada (para
tratar la respuesta inflamatoria sistémica que surge a consecuencia de la parada), mediante la
inducción a la hipotermia, disminuyendo la temperatura corporal entre 32 y 34 grados, y
mantenerlos así 24 horas, con lo que se ha visto que mejora la tasa de supervivencia, por lo que
esto se lleva a cabo en casi todos los pacientes tras una parada cardíaca. Hay que tratar una serie
de alteraciones que se producen como consecuencia del descenso térmico. Esto se realiza una
vez que el paciente ha salido ya del paro.

A veces, tras una primera descarga, el paciente sigue en FV, por lo que tendríamos que seguir
con el masaje cardíaco durante 2 minutos, tras lo que se comprobaría de nuevo el ritmo, se
cargaría de nuevo y desfibrilar de nuevo. Si vemos que el paciente no sale de la parada tras la
primera descarga, vamos a utilizar fármacos, epinefrina por vía intravenosa cada 3 o 5 minutos. En
caso de no poder coger una vía intravenosa, puede hacerse por vía intraósea (en las guías de
2005 se recomendaba incluso la administración por vía endotraqueal).

Si el paciente continua en TV o FV, comenzamos con la administración por vía intravenosa de


antiarrítmicos: el primer lugar amiodarona; en segundo lugar sulfato de magnesio, sobre todo en
taquicardias helicoidales y síndromes de QT largo que están produciendo arritmias; en podemos
también emplear beta-bloqueantes en caso de isquemia; y sino, hay que buscar posibles causas
por las que el paciente no responda (por ej, puede estar muy acidótico, o en una causa
potencialmente reversible, como un infarto aguda de miocardio, donde habría que trasladar al
paciente para intentar reperfundir).

Así es como se coloca el bambú, que


está conectando al oxígeno y tiene un
reservorio, y así se ventila al paciente
de 8 a 10 veces por minuto. En un
hospital suele haber un equipo de
reanimación, sino una persona tendrá
que liderar el equipo y designar las
tareas (una persona ventila, otra
canaliza la via, otra da el masaje..)

Este es el tubo que se utiliza para intubar


al paciente, y las palas endotraqueales que
se emplean en función del tamaño del
paciente.
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En ocasiones es muy difícil
intubar a un paciente, por lo
que se utiliza una mascarilla
laringe. Se introduce por la
boca, se lleva hasta la laringe,
se inflan los bordes para que
quede fija y se ventila al
paciente, de una manera mas
indirecta pero que suele ser
eficaz.

Una buena ventilación se hace


con un volumen de aire de
unos 10 ml/kg de 8 a 10 por minuto, durando cada una unos 2 segundos y con el oxígeno al
100%. Y en cuanto a las compresiones, 100 por minuto. Las vías de administración de drogas son
la intravenosa (la más utilizada), la intraósea, la colocación de una vía central que ya se hace en el
hospital y el tubo endotraqueal. Las drogas que utilizamos, fundamentalmente es la epinefrina, y la
vasopresina se puede usar como alternativa (antes se consideraba muy útil en la reanimación,
pero ahora tiene un papel muy secundario); y antiarrítmicos como la amiodarona, lidocaína (usada
en la fase aguda del infarto durante mucho tiempo, pero se vio que aumentaba las muertes por
trastornos del ritmo, por lo que se reserva a un lugar más secundario) y el magnesio.

Antes los dedsfibriladores eran monofásicos, y las cargas eran mucho mas antes (360 J), ahora,
con los desfibriladores bifásicos, usando cargas más pequeñas, de 100-120 J podemos conseguir
la misma eficacia produciendo mucho menos daño miocárdico.

RCP BÁSICO: RCP AVANZADO:

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