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MESTER DE CLERECÍA. GONZALO DE BERCEO.

Sabemos que el Mester de juglaría se caracterizaba por el contenido popular y la


irregularidad métrica. En el siglo XIII aparece una nueva escuela narrativa de carácter
culto o erudito: el Mester de clerecía.

- Cultivado por clérigos. No sólo lo eran los hombres consagrados, sino también
todo aquél que era culto y letrado y poseía una educación latino-eclesiástica.
El saber se refugiaba en los monasterios, que durante siglos fue patrimonio
exclusivo de los clérigos. Es cierto que las personas que accedían a este tipo de
vida no eran vocacionales en la mayoría de los casos. Sin embargo, es
indudable la labor de conservación, copia y elaboración que en ellos tuvo lugar.
Además, el pueblo tenía un alto nivel de analfabetización y muchos de los
monarcas no supieron firmar hasta bien avanzada la Edad Media. Clerecía y
saber se hacen sinónimos.
Los clérigos tuvieron que descender al nivel lingüístico del pueblo, porque el
lenguaje culto no era entendible, dado que se estaba produciendo una
evolución romance. De esta manera conseguirían difundir el saber que
atesoraban en sus bibliotecas.

“Quiero fer una prosa en roman paladino


En el qual suele el pueblo fablar a su vecino”.
Gonzalo de Berceo en el comienzo de la vida de Santo Domingo de Silos.

Mester de clerecía coexistió con el de juglaría y con otras escuelas líricas pero
nunca llegó a mezclarse. No eran composiciones para la diversión de la
multitud. Tampoco podemos hacer una distinción radical entre cada uno de los
dos. El idioma era el mismo y el público al que se dirigían también era el mismo.
Por si fuera poco, los clérigos estaban acostumbrados a extraer temas de la
tradición popular y de otros textos épicos.

Características esenciales del Mester de clerecía.

- Versos alejandrinos reagrupados en estrofas de cuatro. (14 sílabas). El Mester


de clerecía se prolongó desde mediados del siglo XIII hasta mediados del XIV. Es
cierto que los períodos no pueden ceñirse a una exactitud tan rigurosa. Sin
embargo, a partir del XIV van abandonando en cierta manera la rigurosidad
métrica y hacen acto de presencia los tetrástrofos, dando entrada a formas
métricas más breves. Poco a poco se va reduciendo el verso para ir dando lugar
al conocido romance.
- Hay una cesura, intervalo en el verso, para poder recitar con más comodidad.
Cada una de las dos partes en las que divide el verso se llama hemistiquio.
- Respeto escrupuloso a su canon métrico. A veces hay distintas medidas
métricas que pueden atribuirse a errores de los copistas.

Además de esto, tengamos en cuenta que el lenguaje es más cuidado y selecto. Así lo
detalla El libro de Alexandre, segunda estrofa.

- Temática.
 No se trabajan temas religiosos a excepción de Berceo.
 Fundamentalmente abordan materias a las que no se tenía acceso si no
había una dedicación académica.
 Suelen servirse de fuentes escritas para extraer los temas. Esta fuente es un
aval de seguridad en lo que está diciendo. El autor de clerecía recurre a él
con frecuencia como prueba de veracidad. Entre estas fuentes destacamos
La Biblia, que fue traducida pronto al romance. También recurrieron a
fuentes latinas y francesas.
- Enseñan deleitando. Usan protagonistas ejemplares. “Enxiemplo”.
- Obras anónimas en el siglo XIII. En este siglo la obra de clerecía es más
impersonal, más rígida y objetiva. En el siglo XIV hacen acto de presencia obras
de indudable personalidad. (Arcipreste de Hita y López de Ayala).

GONZALO DE BERCEO.

1- Apuntes biográficos.

Gonzalo de Berceo es el primer poeta en lengua castellana con nombre conocido, no


sólo gracias a algunos documentos notariales, sino también a sus propios textos, de
donde extraemos algunos pocos datos para reconstruir su biografía. Hay varias
referencias en su obra sobre su procedencia y nombre. Si queremos recordar alguna,
podemos remitir a Ruffinatto, A. (ed.), «VSD», en Gonzalo de Berceo, Obra completa,
1992.

Yo Gonçalo por nombre, clamado de Berceo,


De Sant Millán criado, en la su merced seo,
De fazer est travajo ovi muy gran deseo,
Riendo gracias a Dios quando fecho lo veo.

Nacería en el pueblo del que toma su nombre, Berceo (La Rioja), hacia finales del
siglo XII, no es seguro si 1195, porque en una escritura de 1221 firma como «diácono»
y para serlo hacía falta haber cumplido 26 años (Partidas, I, XXVII). Al diácono le
competía la enseñanza de la doctrina y la explicación de la liturgia, lo que nos ilumina
acerca de la elección de algunos de sus temas, como El Sacrificio de la Misa o
los Signos que aparecerán en el Juicio Final. Su vinculación al centro monástico de San
Millán pudo ser doble: aquí se educaría primero y luego regresaría para adscribirse en
su calidad de clérigo secular. La palabra «criado», utilizada en VSD, 757b, equivaldría a
«educado», como leemos en Mil. 354c:
354 Tenié en essa villa, ca era menester,
un clérigo escuela de cantar e leer;
tenié muchos crïados a letras aprender,
fijos de bonos omnes que querién más valer.

García Turza, Claudio (ed.), «Mil.», en Gonzalo de Berceo, Obra completa, 1992.

La única referencia concreta que él mismo hace a sus estudios nos remite a los
recibidos en el propio monasterio, aunque, según la hipótesis de B. Dutton (1964:
1973), pudo haber frecuentado el Estudio General de Palencia. A favor de esta tesis
tenemos no sólo el trasfondo «notarial» de algunas de sus obras, sino también el
cultural, puesto que Berceo muestra una sólida formación retórica y musical, mientras
que la riquísima biblioteca de San Millán de la Cogolla «se empobrece por momentos»
en el siglo XI.

2- La obra de Berceo.

Tradicionalmente se había pensado que Gonzalo de Berceo podría ser el autor


del Libro de Alexandre. Una vez descartada esa posibilidad, sus obras se dejan
distribuir en tres bloques atendiendo a su temática e inspiración religiosa, todas ellas
escritas en Cuaderna Vía:

1. Obras hagiográficas: Vida de San Millán de la Cogolla, Vida de Santo Domingo de


Silos, Poema de Santa Oria y Martirio de San Lorenzo.
2. Obras marianas: Los milagros de Nuestra Señora, El Duelo de la Virgen y Loores de
Nuestra Señora.
3. Obras pedagógicas: Sacrificio de la misa, Los Signos del juicio Final, Himnos.

Tenemos, así, tres centros de interés en la obra de Berceo: hagiografía, mariología y


obras pedagógicas.
En sus obras hagiográficas no se centra en virtudes ni vicios en abstracto, sino que
divulga la vida de unos santos que han seguido una recta virtud. La estructura de estas
obras es siempre muy similar:

- Exordium. Invocación a Dios.


- Captatio benevolentiae. Se atrae a la audiencia.
- Se prepara al público para la historia que se va a narrar.
- Infancia y juventud del santo en medio de una ambiente pastoril.
- Visita al preceptor espiritual.
- Se inicia la vida de ermita como medio para encontrar la virtud.
- La santidad está ratificada por los milagros en vida y los realizados tras su
muerte.
3- Milagros de Nuestra Señora.

Veinticinco relatos breves que pertenecen a la tradición europea de los milagros de


la Virgen y que Berceo tradujo al castellano. Su originalidad está en la actualización
y acercamiento de las historias que cuenta dirigidas a los hombres y mujeres que
las escuchaban en el monasterio de San Millán.
La Virgen se presenta como una mujer del siglo XIII que entiende las dificultades de
los devotos, sus problemas de amor, etc. Además da consejos sobre cómo actuar
en la vida cotidiana.
El tema: la ayuda inmediata que la Virgen presta a sus devotos en cuanto se la
solicitan. Esto significaba un mensaje de esperanza para todos aquellos que
escuchaban estos Milagros.

a- Estructura:
- Introducción alegórica que precede a todos los milagros. En ella se ve la caída
del ser humano y la salvación por la intercesión salvadora del ser humano.
- Los veinticinco milagros que tienen la misma estructura:

 Un hombre con muchos defectos, devoto de María, está en aprietos. Está a


punto de perder su alma.
 María acude en su ayuda y consigue que alcance sus deseos o abandone el
pecado.
b- Lenguaje:
Lengua literaria muy sencilla y cercana a los fieles que acudían a los
monasterios. María se expresa como una mujer del pueblo. Llana y clara.
Berceo alterna fragmentos narrativos, donde son frecuentes aspectos de la vida
cotidiana, con fragmentos dialogados donde se ve reflejada su forma de hablar
y sentir.
Hay recursos como las llamadas de atención a los oyentes.

Bibliografía.

Además del manual general:

DUTTON, Brian, «The Profession of Gonzalo de Berceo and the Paris Manuscript of
the Libro de Alexandre», Bulletin of Hispanic Studies, 37 (1960), pp. 137-145; traducido
en Berceo, 80 (1968), pp. 285-294.

PIERCE, Frank y JONES, Cyril A. «Gonzalo de Berceo: unos datos biográficos»,


(eds.), Actas del I Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas, (Oxford, 6-11
septiembre 1962), Oxford, The Dolphin Book, 1964, pp. 249-254. .

ALARCOS LLORACH, Emilio, «La lengua de las obras de Gonzalo de Berceo», en I. Uría,
coord., Obra completa, Madrid-Logroño: Espasa Calpe-Gobierno de La Rioja, 1992,
págs. 13-27.
ALVAR, Manuel, «Gonzalo de Berceo como hagiógrafo», en I. Uría, coord., Obra
completa, Madrid-Logroño: Espasa Calpe-Gobierno de La Rioja, 1992, págs. 29-59.

Navarro, David, "Fervor religioso y antisemitismo en Los Milagros de Nuestra Señora


de Gonzalo de Berceo", LEMIR 14 (2010), 302

RAMONEDA, Arturo M. (ed.), Gonzalo de Berceo. Signos que aparecerán antes del
Juicio Final. Duelo de la Virgen. Martirio de San Lorenzo, Madrid, Castalia, 1980.

SÁNCHEZ, Tomás Antonio (ed.), «Poesías de D. Gonzalo de Berceo», en Colección de


Poesías castellanas anteriores al siglo XV. Ilustradas con algunas notas e índice de
voces antiquadas por D. Tomás Antonio Sánchez, Madrid, Antonio de Sáncha, vol. II,
1780. Hay edición facsímil en microficha.

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