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Otra de las características de esa jerarquía nobiliaria era el hecho de que sus
miembros estaban ligados verticalmente por lazos de fidelidad y dependen-
cia. En efecto, la fragmentación del poder era una situación de hecho que los
reyes reconocieron y formalizaron mediante relaciones de vasallaje, es decir,
por vínculos voluntarios directos de persona a persona. A través de este sis-
tema, el monarca entregaba un feudo, normalmente en forma de dominio te-
rritorial, a un señor a cambio de un juramento de fidelidad, juramento que
transformaba al beneficiario en vasallo del rey. Pero el procedimiento podía
repetirse: los grandes vasallos del rey podían entregar feudos a cambio de ju-
ramentos de fidelidad a otros señores, teniendo así a sus propios vasallos, y
así sucesivamente. De este modo, se conformaba una sociedad jerarquizada,
en cuya cúspide estaba el rey, pero cuyo poder efectivo quedaba reducido al
que podía ejercer sobre esos vasallos directos que le debían fidelidad.
Los vasallos tenían a su vez obligaciones con su señor. Las principales
eran dos: consejo y ayuda. Para prestar “consejo”, los vasallos debían acu-
dir cuando el señor los convocaba para dar su opinión sobre temas que iban
desde la administración del señorío hasta cuestiones de paz y de guerra.
Esas reuniones indudablemente recreaban la asamblea de guerreros de la
tradición germánica y resultaban la ocasión propicia para que el señor ho-
menajeara a sus vasallos con torneos y banquetes. De este modo, la impor-
tancia efectiva de estas reuniones radicaba en constituir una verdadera de-
mostración de la influencia, de la riqueza y del poder señorial.
La segunda obligación era más pesada. Podía incluir distintos tipos de
“ayuda”, pero fundamentalmente implicaba el auxilio militar: el vasallo debía
participar con su señor en la guerra. Para ello, debían mantener un número,
a veces muy elevado, de caballeros y escuderos que vivían en el castillo con
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dividía entre todos sus hijos. Pero en la sociedad feudal, para evitar una ex-
cesiva fragmentación se instauró el mayorazgo, por el que heredaba única-
mente el hijo mayor. De este modo, los hijos segundones entraban al servicio
de la Iglesia donde, dado su origen social, pronto alcanzaban altas posicio-
nes. También las hijas solteras menores de las familias señoriales debían en-
trar en la Iglesia: ingresaban a algún convento en el que, por su carácter de
nobles y por la dote que aportaban, ocupaban cargos importantes. Sin em-
bargo, estas jóvenes profesaban -es decir hacían sus votos perpetuos- a
edad consideradas avanzadas en la época, previendo que, ante la muerte de
sus hermanas mayores, tuvieran que casarse para perpetuar los linajes.
Los varones tercerones o que se negaban a entrar en la Iglesia podían
quedar en el castillo formando parte de la hueste de su hermano mayor. Pe-
ro los que se negaban a esta suerte generalmente partían en aventura con
el objetivo de hacerse un nuevo patrimonio. Podían hacerse mercenarios ba-
jo el mando de algún caudillo o simplemente deambular por el mundo en
busca de una fortuna, que podía concretarse en el matrimonio con alguna ri-
ca heredera. La literatura recogió las aventuras y los amores de esta juven-
tus, que cantaron los trovadores provenzales del siglo XII y, posteriormente,
las novelas de caballería. En cierto sentido -como veremos más adelante-
estos jóvenes fueron parte del “motor” que impulsó la expansión europea. A
ellos los encontraremos, a partir del siglo XI, engrosando los contingentes
de las Cruzadas que partían hacia Tierra Santa e incluso, a partir del siglo
XVI, participando de la conquista de América.
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ció que quien las violara caería en la excomunión. Esas reglas fueron muy
sencillas: no se podía combatir ciertos días de la semana, en fiestas religio-
sas o en los días de mercado; no se podía luchar en ciertos lugares como
en los atrios de las iglesias o en los cruces de los caminos; no se podía ata-
car a los sectores considerados más vulnerales como los clérigos y los po-
bres. Es cierto que la eficacia de la Paz de Dios fue relativa y que Europa no
dejó de estar libre de tumultos señoriales. Sin embargo, al imponerse algu-
nas normas se pudieron registrar ciertos cambios en los comportamientos.
Sin duda tuvo influencia en las estructuras más profundas de la vida eco-
nómica: al evitar que se impusiera una economía basada en el pillaje, favore-
ció la consolidación del feudalismo. Pero fundamentalmente, la Paz de Dios
creó una nueva moral acerca de la guerra, una nueva moral que desvió los po-
deres de agresión que contenía la sociedad feudal fuera de los límites de la
cristiandad. Si contra los cristianos no se podía luchar, contra los “infieles”,
contra los enemigos de Dios no sólo era lícito sino deseable combatirlos. En
síntesis, de la paz de Dios derivó el “espíritu de cruzada” de esos señores que
se dirigieron a Tierra Santa en defensa de la religión. Pero hay algo más: al
bendecir a los cruzados y sus espadas, la Iglesia legitimó la función guerrera
de la nobleza feudal, transformándola en el brazo armado de la cristiandad.
Esta moral desembocó en una peculiar imagen de la sociedad que contri-
buyó a la consolidación de sus estructuras. En efecto, hacia el año mil llegó
a su madurez el modelo de los tres órdenes, teoría lentamente elaborada en-
tre los intelectuales eclesiásticos. Esta teoría, que incluía sin dificultad las
relaciones de subordinación y dependencia, presentaba a las desigualdades
sociales formando parte de un plan divino. Según su formulación, desde la
creación Dios había otorgado a los hombres tareas específicas que determi-
naban una particular y jerarquizada organización de la sociedad. En la cúspi-
de se colocaba el primer orden, el de los oratores, el clero que tenía la mi-
sión de orar por la salvación de todos; en segundo lugar, estaban los
bellatores (del latín, bella = guerra), es decir, la nobleza guerrera que comba-
tía para defender al resto de sociedad; por último, los laboratores, es decir,
los campesinos que debían trabajar la tierra para mantener con su trabajo a
la gente de oración y a la gente de guerra.
Este esquema se impuso muy rápidamente en la conciencia colectiva
sosteniendo un profundo consenso acerca de cómo debía funcionar el cuer-
po social: presentaba una visión organicista de la sociedad percibida como
un todo armónico, en el que cada una de sus partes desempeñaba una fun-
ción designada por Dios. De este modo, este modelo de sociedad, que se
consideraba ecuménico, se impuso con la misma fuerza de la naturaleza:
era un orden sagrado y, por lo tanto, inmutable. Permitía fundamentalmente
legitimar la explotación señorial considerada el precio de la seguridad que
los señores ofrecían.
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zas. Uno de los casos más notables lo constituyó el de los señores alema-
nes que conquistaron las tierras de los eslavos. Estos señores impulsaron
una vigorosa colonización en los territorios ubicados en las márgenes dere-
chas de los ríos Elba y Saale, que fueron ocupados por campesinos de Sajo-
nia y de Turingia y que permitió un avance posterior de la colonización que
en el siglo XIII alcanzó hasta Lituania y el golfo de Finlandia.
Este tipo de colonización implicaba el trasvasamiento de poblaciones a
distancias muy largas y adquirió la forma de una verdadera empresa en la
que el señor debía adelantar fondos para instalar colonos, roturar, desecar
pantanos, talar bosques. Además, para alentar a los campesinos a trasla-
darse se les prometían ciertas ventajas: por acuerdos orales o escritos, los
pobladores de estas villasnuevas quedaban liberados de algunas cargas. Da-
da la magnitud de la empresa, los señores debieron incluso contratar a loca-
tores, verdaderos agentes de colonización, encargados de dar a conocer a
los campesinos las condiciones de la empresa, de trasladarlos y de distri-
buir las tierras. De este modo, el primitivo núcleo europeo comenzaba a ex-
pandir sus fronteras.
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❘❚❚ “No debo omitir hablar de aquellos que, llenos de celo por nuestra muy san-
ta expedición, no temían navegar a través de los vastos y desconocidos espa-
cios del mar Mediterráneo y del Océano. Los ingleses, informados de la empre-
sa que tenía por objeto vengar a Nuestro Señor Jesucristo de aquellos que se
habían apoderado indignamente de la tierra natal del Señor y de sus apóstoles,
entraron en el mar de Inglaterra, hicieron la vuelta de España después de haber
atravesado el Océano, y surcando enseguida el mar Mediterráneo llegaron des-
pués de grandes esfuerzos al puerto de Antioquía. Los navíos de esos ingleses
nos fueron entonces infinitamente útiles. Gracias a ellos tuvimos los medios pa-
ra llevar a cabo las operaciones de sitio y para comerciar con la isla de Chipre y
otras islas.” (RAYMOND D´AGILES: Historia Francorum qui ceperunt Hierusalem). ❚❚❘
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Mundo musulman
Capítulo II
PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS
La construcción del Puente del Mundo y la economía
global en la era afroasiática de los descubrimientos,
500-1500
plo en el África subsahariana, que de hecho entró al pítulos IV, VI y VII). Además, como demostraremos en este y en
fin a formar parte de la zona de la civilización afroeuro-
los dos siguientes capítulos, el período anterior al año 1500 fue tes-
asiática ... [Como] la interacción entre las regiones
-a consecuencia [de la acción] del Islan1 o de los
tigo de un considerable progreso económico en Oriente, que al mis-
mongoles, o de los préstamos científicos o artísticos mo tiempo desmiente la teoría eurocéntrica del despotismo orien-
[etc.] era tan frecuente y afectaba ... a China y ... a la tal. Demuestro también que «el protagonismo del poder económico
Europa occidental, [ello irnplica necesariamente] que global» durante el período anterior al año 1800 correspondió a di-
dichos desarrollos [en el campo de la técnica.! no pue- versas sociedades orientales. Existen dos tipos genéricos de poder
den desligarse por completo unos de otros.
económico global que podríamos llamar, siguiendo a Michael Mann,
MARSHALL HooosoN «extensivo» e «intensivo».' En el terreno económico, el poder ex-
tensivo tiene que ver con la capacidad que tiene un estado o una re-
gión de proyectar sus tentáculos económicos hacia el mundo exte-
La imagen habitual del mundo antes de 1500 que ofrece el rior, mientras que el poder intensivo alude al alto grado de poder
eurocentrismo contiene dos rasgos fundamentales: en primer lugar, «productivo» existente dentro de sus propias «fronteras». Debemos
un mundo atrapado en lo que se llama una «tradición» estancada; y diferenciar estos conceptos precisamente porque en cada época ha
en segundo lugar, un mundo fragmentado, dividido entre civiliza- habido diferentes regiones que han gozado de preeminencia en una
ciones regionales aisladas y atrasadas que eran gobernadas por es- de estas dos formas de poder global o en las dos a la vez. Así, por
tados despóticos «irracionales» (sobre todo en Oriente). En conse- ejemplo, aproximadamente entre los años 650 y 1000, el Oriente
cuencia, resulta inconcebible imaginar un mundo globalmente Medio y el norte de África musulmán alcanzaron los grados más
interdependiente con anterioridad al año 1500. Por otra parte, el altos de poder extensivo e intensivo, aunque hacia 1100 el protago-
eurocentrismo supone que hasta 1500, con la aparición de Europa nismo del poder intensivo había pasado a China (donde permane-
como civilización avanzada, no dio comienzo la era europea de los ció hasta el siglo XIX, véase el capítulo III). No obstante, el Orien-
descubrimientos. Y este hecho a su vez condujo al derrumbamien- te Medio y el norte de África mantuvieron el liderazgo del poder
to de las murallas que habían mantenido separadas las grandes extensivo hasta más o menos el siglo xv, cuando China tomó el re-
civilizaciones, allanando así el camino a la futura edad de la globa- levo, aunque siguieron gozando de niveles muy significativos de
lización occidental, surgida en el siglo x1x y madurada después poder intensivo y extensivo hasta bien entrado el siglo xvm. Esta
de 1945. imagen fue remodelada conscientemente por los intelectuales euro-
La imagen eurocéntrica que todos conocemos es un mito ante céntricos durante el siglo XIX, para [re ]presentar primero a Venecia
todo Ysobre todo porque ya en el siglo VI, durante la era afroasiáti- y luego a Portugal, España, los Países Bajos y Gran Bretaña como
ca de los descubrimientos, dio comienzo una economía global que las principales potencias globales a partir del año 1000.
rompió el aislacionismo de las civilizaciones. Y, como veremos, En resumen, la finalidad de este capítulo es descubrir la imagen
los llamados pioneros europeos entraron en este circuito global original (esto es, la que existía antes de que la borrara el eurocen-
preexistente casi siempre en los términos dictados por los árabes de trismo). No obstante, aunque he dedicado tres capítulos a analizar
Oriente Medio, los persas y los africanos (véanse asimismo los ca- los numerosos logros económicos de Oriente, por fuerza no pueden
56 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 57
ofrecer más que un bosquejo somero. Pues, como nos recuerda en- año J 500, tras el advenimiento de la llamada era europea de los
carecidamente Perry Anderson, descubrimientos. Concretament e son seis las refutaciones eurocén-
tricas que se han presentado a la tesis de que la globalización dio
el desarrollo asiático no puede ser reducido en modo alguno a una comienzo antes del año 1500. 3 En primer lugar se da por hecho que
categoría uniforme, abandonada una vez que fueron establecidos las grandes civilizaciones regionales vivían aisladas unas de otras.
los cánones de la evolución europea ... Sólo en la noche de nuestra En segundo lugar, esta tesis se basa a su vez en el supuesto de que
ignorancia asumen la misma tonalidad todas las fonnas extrañas. 2 los costes políticos eran demasiado altos para permitir el comercio
global, dado que los déspotas orientales intentaban acabar con todo
Por lo tanto, en la medida en que me ha sido posible he intenta- tipo de beneficios comerciales y fiscales. En tercer lugar, no habría
do descomponer Oriente en los grandes elementos que lo integran, podido existir un comercio global significativo antes del año 1500
Y ninguno de ellos puede ser pintado con los mismos pinceles. Es- debido a la ausencia de instituciones capitalistas (por ejemplo, en-
pero, pues, que el lector me perdone si en este y en los dos capí- tidades de crédito, cambistas, bancos, derecho mercantil, etc.). En
tulos siguientes me fijo fundamentalm ente en el Oriente Medio cuarto lugar, un comercio significativo a escala global habría sido
musulmán, el norte de África, China, Japón, la India y el Sudeste simplemente imposible porque las tecnologías relacionadas con el
Asiático.
transporte eran demasiado rudimentarias. Y en la medida en que
El presente capítulo se divide en dos secciones. La primera pudiera existir algún tipo de comercio global, éste sería insignifi-
pone de manifiesto el papel pionero que los norteafricanos y los cante, pues habría afectado sólo a los artículos de lujo, que, por de-
musulmanes de Oriente Medio desempeñaron en la creación de una finición, eran consumidos únicamente por una ínfima minoría de la
economía global después del año 500 y sigue la pista del liderazgo población mundial (más o menos un 10 por 100). En quinto lugar,
del poder global. La segunda estudia la expansión del poder exten- en la medida en que pudieran existir flujos globales, éstos habrían
sivo del Islam y de su paso a Egipto, poniendo de manifiesto al mis- sido demasiado lentos para ser significativos. Y en sexto lugar,
mo tiempo los contornos de la economía global entre los años 1000 aunque hubiera habido algún proceso global en funcionamiento, no
y 1500.
habría sido lo bastante sólido para tener unas repercusiones reorga-
nizativas importantes sobre las diversas sociedades del mundo.
Empezaré por presentar mis seis contrapropuestas, antes de ela-
Los ORÍGENES ORIENTALES DE LA ECONOMÍA GLOBAL: LA ERA borarlas a lo largo de este mismo capítulo (y de los capítulos III-
AFROASIÁTJCA DE LOS DESCUBRIMIENTOS (DESPUÉS DE 500 E. V.) IX). En primer lugar, a partir del año 500 persas, árabes, africanos,
javaneses, judíos, indios y chinos crearon y mantuvieron hasta más
La creación de la globalización oriental después del año 500 o menos el año 1800 una economía global, a través de la cual las
grandes civilizaciones del mundo permanecieron en todo momento
La tesis de que la globalización comenzó cuando menos ya en en contacto (de ahí la expresión globalización oriental). En segun-
el siglo VI necesariament e va en contra de la machacona insistencia do lugar, las diversas regiones fueron gobernadas por regímenes
del eurocentrismo en que la globalización sólo surgió después del que crearon un ambiente pacífico y mantuvieron muy bajas las ta-
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Desde luego la globalización ha sido un fenómeno dinámico a nadas de viaje el doble de largas, eran más baratos, podían ser or-
lo largo del tiempo e indudablemente es cierto que su «grado de ex- ganizados con más facilidad y no necesitaban calzadas. Esto signi-
tensión» ha variado con el paso del tiempo. Y la globalización mo- ficó que las largas rutas terrestres que cruzaban el Asia central po-
derna durante el período 1800-2000 es en algunos aspectos funda- dían ahora ser atravesadas con relativa facilidad. Tan importante
mentales muy diferente de su predecesora oriental. No obstante, fue este hecho que, según ha dicho recientemente McNeill, fue
cabe afirmar que la globalización existió antes [y por supuesto des-
pués] de 1500 en la medida en que hubo flujos significativos de análogo ... al fenómeno mucho mejor conocido de la apertura de las
mercancías, recursos, monedas, capitales, instituciones, ideas, tec- rutas oceánicas por los navegantes europeos a partir de 1500. Ara-
nologías y pueblos entre unas regiones y otras, hasta el punto de bia, junto con los oasis y desiertos del Asia central, las estepas si-
que repercutieron en las sociedades de buená parte del globo pro- tuadas más al n011e, y el África subsahariana fueron las regiones
vocando su transformación. A pesar de todo, Robert Holton sostie- más afectadas ... [y] entraron en un contacto mucho más estrecho
ne que con los centros establecidos de la vida civilizada -fundamen-
talmente con Oriente Medio y con China- de lo que había sido
posible hasta entonces. En consecuencia, entre los años 500 y
una historia global no tiene por qué adoptar la forma de un único 1000 d. C. aproximadamente [se desarrolló] un sistema mundial ...
proceso unificador [o metanarración] como, por ejemplo, el triunfo intensificado. 10
de la razón o de la civilización occidental. Ni debería suponerse que
implica un proceso inexorable de homogeneización con arreglo a Pero el acontecimiento clave en este sentido fue la aparición de
un único patrón ... [Lo] mínimo que se requiere para que podamos
una serie de imperios mundiales interconectados que permitieron el
hablar de un solo hilo conductor global es que existan intercone-
desarrollo de un ambiente marcadamente pacífico dentro del cual
xiones tangibles entre las distintas regiones, que den lugar al in-
tercambio y a la interdependencia.'
pudo florecer el comercio terrestre (y marítimo). 11 La ascensión de
la China de los T' ang (618-907) y el imperio musulmán de los
omeyas y los abasíes en Oriente Medio (661-1258), así como el de
Evidentemente mi definición es menos «minimalista» que Ja los fatimitas en el norte de África (909-1171 ), fueron factores de-
que ofrece Holton.
cisivos para la aparición de una red comercial global suficiente-
Tomo el año 500 e. v. como el punto de partida aproximado de mente extensa. Como señala Philip Curtin, «el poderío simultáneo
la globalización oriental. Según explica Wílliam McNeill, aunque de los abasíes y de los T'ang hizo que a los mercaderes que partici-
existía una serie de incipientes lazos globales que se remontarían al paban en el comercio a larga distancia les resultara relativamente
primer milenio a. e. v. (o incluso más atrás), hacia el año 500 ya ha- fácil realizar sus viajes cruzando Asia y el norte de África». 12
bían sido rellenados casi todos los intersticios que habían impedido Y aunque Jack Goody, André Wink y Nigel Harris ven conexiones
el contacto entre las regiones. 9 Especial importancia tuvo el resur- globales que se remontan incluso al año 3500 a. e. v. o incluso a
gimiento del transporte a lomos de camello que tuvo lugar entre los épocas anteriores, admiten que la gran expansión del comercio glo-
años 300 y 500. Se comprobó que los camellos eran unos «vehícu- bal tuvo lugar a partir del año 600. 13 En resumen, como ha sosteni-
los» muy superiores a los caballos o los bueyes. Podían hacer jor- do recientemente McNeill, la prosperidad y la comercialización del
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mundo árabe y del mundo chino (y del Sudeste Asiático) actuaron una importancia considerables. Pues se extendía por todo el conti-
como un fuelle gigantesco que avivó las llamas de una incipiente nente afroasiático y por las rutas marítimas que van de Europa oc-
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economía global. Cabe señalar aquí que la famosa tesis de Piren- cidental a China y Corea por el este, y África, Polinesia (y tal vez
ne, según la cual las invasiones islámicas rompieron la unidad de la la Australia de los aborígenes) por el sur. ¿Cómo se alcanzaron se-
Europa occidental y la Europa oriental (Bizancio), y el comercio no mejantes logros en aquella época?
se reanudó hasta que se produjo el cambio de milenio, debe ser in-
vertida:
modo que Weber calificaría de racional ... Los mercaderes del im- Resulta asimismo significativo el hecho de que el Corán esta-
perio musulmán encajaban perfectamente con los criterios [racio- blezca la importancia de las inversiones. Y aunque habitualmente
nales] aplicados por Weber a la actividad capitalista. Aprovechaban consideramos que la Sharla (la ley sagrada islámica) es la fuente
cualquier oportunidad que se les presentara de obtener beneficio, y del despotismo y del atraso económico, en realidad fue creada
calculaban sus inversiones, sus cobros y sus beneficios en términos como medio de evitar los abusos de poder de los gobernantes y los
monetarios. 17
califas, y además contenía claras disposiciones relativas al derecho
mercantil. Como es natural, existía un motivo racional de que los
A la luz de estos hechos, resulta curioso constatar algunos de mercaderes islámicos fueran firmes partidarios de la Sharla. Ade-
los vínculos existentes entre el Islam y el capitalismo que podemos
más, hay claros signos de que en el Islam existía una mayor libertad
encontrar en el Corán. Según el detallado examen realizado por él personal que en Ja Europa medieval. Los cargos eran adjudicados
mismo, Maxime Rodinson afirma que el Corán «no simplemente
con arreglo a unas «responsabilidades contractuales igualitarias».
dice que uno no debe olvidar nunca su propia porción del mundo,
Éstas comportaban unas ideas de racionalidad que, según Hodgson,
sino que afirma también que conviene compaginar la práctica de la estaban más cerca del concepto moderno de Gesellschaft que de los
religión con la vida material, comerciando incluso durante las pe-
conceptos tradicionales de Gemeinschaft. 19
regrinaciones, y llega incluso a sostener el beneficio comercial
En último término, la ventaja relativa del Islam radicaba en su
dándole el nombre de "Munificencia de Dios"». El Islam decretaba considerable poder «extensivo». El Islam consiguió conquistar un
que Jos hombres de negocios podían realizar una peregrinación con
espacio horizontal, hecho que podemos comprobar con la máxima
más eficacia que un individuo que efectuara un trabajo meramente
claridad en su capacidad de extenderse y difundirse a lo largo de
físico. De hecho el Corán afirma que
grandes regiones del globo, así como en su capacidad de expandir
el capitalismo. El centro del Islam, La Meca, fue a su vez uno de los
si sacas provecho haciendo lo que es lícito, tu acción es una djihdd
centros de la red mercantil global. El poder del Islam se difundió
... Y si lo inviertes en beneficio de tu familia y tu parentela, será un
rápidamente a partir del siglo VII, hasta el punto de que el Medite-
sadaqa [esto es, una obra piadosa de caridad]; y ciertamente, un
dírham [una dracma o moneda de plata] ganado lícitamente con el rráneo se convirtió de hecho en un lago musulmán, y la «Europa
comercio vale más que diez dírham ganados de otra forma. occidental» pasó a ser un promontorio dentro de la economía glo-
bal afroasiática. El Islam ejercería una influeIJcia particularmente
Y el dicho de Mahoma que afirma que «la pobreza es casi como poderosa en el desarrollo de Europa (véanse los capítulos V· VII)
una apostasía», sobre todo, aunque no desde luego de manera exclusiva, a través de
la España musulmana. Ante todo el mundo musulmán constituyó ni
implica que el verdadero siervo de Dios debería ser acaudalado o, más ni menos que el Puente del Mundo, a través del cual muchas
cuando menos, económicamente independiente. Las casetas de los «carteras de recursos» y mercancías orientales pasaron a Occiden-
cambistas en la gran mezquita de la ciudad-campamento de Kufa te entre 650 y c. 1800. El crecimiento de las ciudades y el tipo de
posiblemente ilustren el hecho de que en el Islam no existía nece- las casas construidas por los musulmanes resultan particularmente
sariamente conflicto entre negocio y religión. 18 ilustrativos del poder extensivo del Islam. La religión islámica
66 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 67
prohibía las casas altas de varios pisos porque levantarse hacia veces a través de la influencia religiosa y otras por medio de la in-
Dios se consideraba una arrogancia. En general, para el Islam, era fluencia comercial (y a menudo por ambos conductos a la vez). Su
moralmente censurable conquistar el espacio vertical. Por consi- envergadura económica fue extraordinaria para la época, hasta tal
guiente, el signo de mayor piedad sería humillarse a los ojos de punto que un estudioso ha afirmado, y con razón, que «debemos
Dios, prosternarse y bajar la cabeza al suelo ante la grandeza de Dios. aceptar el hecho evidente de que [los árabes] fueron, entre otros,
Análogamente, se dice en Las mil y una noches que mostrar respe- unos pioneros del comercio en aquellos remotos países, y que aca-
to por el soberano es «besar la tierra entre las propias manos». En so, como sugiere Tibbets, actuaron de intermediarios en el comer-
resumen, la idea de jihad (djihdd) proclamaba que los musulmanes cio entre China y el Sudeste Asiático». 22 Desde luego en el siglo IX
debían conquistar no el espacio vertical, sino el horizontal o exten- --como confirman varios documentos de la época- existía una
sivo, por medio de la religión y el comercio. En consecuencia, sur- larga línea continua de actividades comerciales transcontinentales
gieron ciudades por todo el Oriente Medio, que rápidamente for- abierta por los mercaderes islámicos que iba desde China hasta el
maron las grandes nervaduras de la red económica global. Mediterráneo. 23
La imagen de una densa red comercial y urbana contradice la Los omeyas (661-750) y los abasíes (750-1258) en Oriente Me-
visión tradicional del eurocentrismo, según la cual el Islam era un dio, y los fatimitas en el norte de África tuvieron una importancia
desierto poblado por nómadas. Como dice Marshall Hodgson, el especial, pues contribuyeron a unir las diversas arterias del comer-
Islam no era «un "monoteísmo del desierto", nacido del reverencial cio a larga distancia, conocidas ya en la Antigüedad, que iban des-
asombro de los beduinos ante la vasta amplitud del cielo y de la tie- de el océano Índico hasta el Mediterráneo. Entre ellas estaban las
rra ... El Islam surgió de una larga tradición de religión urbana y es- rutas del mar Rojo y del golfo Pérsico. La capital abasí, Bagdad, es-
taba tan orientado hacia las ciudades como cualquier otra variante taba comunicada con la ruta del golfo Pérsico, que a su vez se abría
de dicha tradición». 2º Maxime Rodinson refuerza la afirmación ge- a través del océano Índico hacia el mar de China Meridional y el
neral que hacemos aquí cuando dice: mar de China Oriental. Un autor de la época, al-Ya'qübi (c. 875)
llamaba a Bagdad «la ribera del mundo», mientras que al-Mansür
La densidad de las relaciones comerciales existentes dentro del proclamaba que «no existe obstáculo entre nosotros y China; todo
mundo musulmán constituía una especie de mercado mundial ... de lo que hay en el mar puede llegar por él hasta nosotros». 24 También
unas dimensiones desconocidas hasta entonces. El desarrollo de los eran importantes otros puertos islámicos, especialmente S!raf, en
intercambios había hecho posible la especialización regional en la el golfo Pérsico (en la costa de Irán, al sur de Sh!raz), que era el
industria y la agricultura ... El mundo musulmán no sólo conoció un principal destino de los productos procedentes de China y del Su-
sector capitalista, sino que dicho sector fue, al parecer, el más ex- deste Asiático. La ruta del mar Rojo (vigilada por Egipto) tenía
tenso y desarrollado de la historia antes de [la época moderna]. 21 también una importancia especial (véase la sección siguiente).
Además de las rutas marítimas, quizá la más famosa fuera la ruta
El Islam se propagó no sólo hacia el oeste, es decir hacia Euro- terrestre que conducía a China y por la cual transitaban las carava-
pa, sino también hacia el este, es decir por la India, el Sudeste Asiá- nas atravesando las ciudades iraníes de Tabriz, Hamadan y Nisha-
tico y China, y hacia el sur, esto es hacia el interior de África, unas pur, para llegar hasta Bukhara y Sarnarcanda, en Transoxiana, y
68 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 69
que después continuaba por un lado hacia China y por otro hacia la bían emigrado al África oriental ya en los siglos IHV e. v. La nave-
India. Marco Polo (¿el «lbn Battüta europeo»?) quedó particular- gación islámica fue bajando por Ja costa del África oriental hasta
mente impresionado, lo mismo que el propio Ibn Battüta: llegar a Sufaah, en Mozambique, y Qanbalu (Madagascar). Había
minas de oro en varios Jugares, entre otros en Etiopía y en Zimba-
Los habitantes de Tabriz viven del comercio y de la industria ... bwe, mientras que Kilwa (hoy día en el sur de Tanzania) era el prin-
La ciudad tiene un emplazamiento tan favorable que es un mercado cipal centro de distribución comercial. 28 El famoso viajero islámi-
de productos procedentes de la India y de Bagdad, de Mosul y Or- co Ibn Battiita decía de Kilwa que era «Una de las ciudades más
muz, y de muchos otros lugares, y muchos mercaderes latinos vie- hermosas y mejor construidas» que había visto a Jo largo de sus
nen aquí a comprar las mercancías importadas de tierras extrañas. múltiples viajes por buena parte del mundo. 29 Los africanos impor-
Es también un mercado de piedras preciosas, que se encuentran taban abalorios, cauris, cobre en bruto y objetos elaborados con di-
aquí en gran abundancia. Es una ciudad en la que obtienen grandes cho metal, grano, frutas y uvas, trigo y, posteriormente, tejidos (casi
beneficios los mercaderes ambulantes. 25 en su totalidad productos de consumo masivo, no artículos de lujo).
Las relaciones comerciales más intensas que mantenían los puertos
Los musulmanes dependían particularmente del comercio con del África oriental afectaban a la India, Adén, Suhar y Siraf. Y este
numerosos puertos de África (no sólo del norte de África). Ello se comercio a larga distancia contribuyó también a estimular el co-
debía a varios motivos; el primero era que Egipto dominaba una de mercio con el interior del continente africano. 30
las rutas comerciales más importantes que unía el Lejano Oriente Asimismo sería un error pensar que el África occidental estaba
con Occidente (véase la próxima sección); y el 'Segundo, que los comercialmente aislada de la costa oriental y que fueron los euro-
mercados africanos constituían probablemente la rama más benefi- peos los que la «trajeron a la vida» después de 1492. 31 De hecho, a
ciosa del comercio exterior del Islam. Aunque el eurocentrismo raíz de Ja llegada de los musulmanes a la zona en fecha muy ante-
desdeña la relevancia de África en el sistema mercantil internacio- rior, algunos centros de distribución occidentales como Sijilmassa
nal antes de 1500, el comercio africano distaba mucho de ser insig- (en Marruecos) y A wdaghast experimentaron un crecimiento nota-
nificante y existió mucho antes de que llegaran los europeos. No ble y el litoral oriental y el occidental quedaron interrelacionados,
menos significativo es el hecho de que el reino aksumita de Abi- tanto en las regiones del norte como en la zona subsahariana. 32 No
sinia se jactaba de los mercaderes negros que llevaban a cabo un obstante, los lazos comerciales en el interior de África habían co-
importante comercio con Ja India antes incluso de la llegada del Is- menzado mucho antes de la llegada de los musulmanes (como ya
lam.26 La descripción, por lo demás magistral, que hace la profeso- hemos señalado), Jo mismo que todo tipo de formas de producción,
ra Abu-Lughod de la economía global es curiosa tan sólo porque tales como la minería de oro, Ja producción de cobre y la fundición
omite el sudeste de África. 27 Pero el comercio marítimo proceden- de hierro. 33 Curiosamente, hablando de Méroe (capital del reino de
te de la costa sudorienta! del continente había sido importante in- Kush a finales del primer milenio a. e. v.), importante centro de pro-
cluso antes de la llegada de los musulmanes; su carácter extensivo ducción de hierro, el arqueólogo Sayce Ja calificaba de «la Bir-
nos lo revela el hecho de que existía un tráfico regular con zonas mingham del África central». Además, Sufalah (antes de la llegada
tan alejadas de Oriente como Polinesia. Además, los indonesios ha- de los musulmanes) tenía no sólo las mejores minas de hierro, sino
70 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 71
también las más grandes, y su producción iba dirigida en parte a Ja norte de África musulmán. Eric Jones afirma del califato abasí que
exportación a la India. 34 fue la primera región en alcanzar el crecimiento económico per cá-
Conviene señalar también que el comercio global se vio favore- pita (supuestamente el leitmotiv del capitalismo moderno ). 4 Fer-°
cido de forma significativa por la acción de los mercaderes judíos nand Braudel describía la actividad económica del mundo musul-
y por el reino de Srivijaya en Sumatra. De hecho, este último actuó mán después del año 800 en los siguientes términos:
como eje del comercio global en el llamado «Lejano Oriente», lo
mismo que lo hizo el Oriente Medio y el norte de África en Occi- El calificativo «Capitalista» no es demasiado anacrónico. De un
dente. Como comenta Jerry Bentley, extremo a otro de las relaciones mundiales del Islam, los especula-
dores se dedicaron profusamente al comercio. Un autor árabe, Ha-
riri, hacía decir a un mercader: «Quiero enviar azafrán de Persia a
el comercio entre el sur de China y Ceilán y la India adquirió tales
China, donde he oído decir que alcanza precios muy elevados, y
proporciones que los reyes de Sr!vijaya, cuya sede estaba en Pa-
luego embarcar porcelana china con destino a Grecia, brocados
lembang, al sudeste de Sumatra, organizaron uh imperio insular
griegos a la India, hierro indio a Aleppo, vidrio de Aleppo al Ye-
que durante buena parte de los siglos VII-XIII controló todo el co-
men, y telas rayadas yemeníes a Persia». En Basara, se establecían
mercio que pasaba por las aguas del Sudeste Asiático. 35
acuerdos entre mercaderes por medio de lo que hoy día llamaría-
mos un sistema de acreditación. 41
La mayor parte de las autoridades reconocen que la ascensión
de Srlvijaya se vio favorecida de forma significativa por la recupe- En este sentido fueron decisivas las numerosas innovaciones
ración del comercio chino en tiempos de la dinastía T' ang. 36 y se (productivas) intensivas, lo mismo que los perfeccionamientos tec-
convirtió en un punto de confluencia decisivo del comercio proce- nológicos y conceptuales, que llevó a cabo el Islam, Como explica-
dente de Oriente Medio, India y China. 37 Curiosamente, el famoso remos en el capítulo VI, la posible invención, y el desarrollo com-
viajero chino I-Ching contó la llegada de unas treinta y cinco naves probable de la vela latina permitió la navegación a larga distancia,
procedentes de Persia sólo durante su estancia de seis meses en el especialmente en el océano Índico. Lo mismo ocurrió con el desa-
lugar en 671. También tuvieron importancia los judíos (o «merca- rrollo del astrolabio, junto con los numerosos avances realizados
deres radanitas» ). 38 Su papel lo describen detalladamente un autor por la astronomía y las matemáticas islámicas (véanse asimismo los
de la época, Ibn Khurradhbih, y los documentos de Geniza (en El capítulos VII y VIII). La fabricación del papel comenzó después de
Cairo ). 39 El término «radanita» derivaba, al parecer, de la expresión 751.
persa rha dan (que significa «los que conocen la ruta»). En parti- La manufactura de tejidos revistió particular importancia: Siria
cular, esos mercaderes desempeñaron un papel importantísimo en e Irak tuvieron mucha fama por sus sedas, mientras que Egipto es-
el comercio y las finanzas del mundo islámico, en Bagdad hasta taba en la vanguardia de la fabricación de telas de lino y lana. Los
aproximadamente el siglo x y posteriormente en El Cairo, en ~l musulmanes utilizaban además unos tintes impresionantes. La in-
Egipto fatimita, a partir de 969. fluencia islámica queda patente en los numerosos términos arábi-
Por último, entre 650 y 1000 aproximadamente, el protagonis- gos (y persas) que fueron importados a las distintas lenguas euro-
mo del poder intensivo global correspondió al Oriente Medio y el peas. Se necesitaban productos químicos llamados mordentes para
72 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 73
cidente (y otros lugares) de las ideas y tecnologías superiores de tura!, pues venía a complementar las curiosas imágenes que tenían
Oriente. 45 Las restricciones institucionales y los costes políticos se de los pueblos orientales, como los blemias (que tenían el rostro en
redujeron entre otras razones porque los mongoles se mostraron el pecho), los esciópodas (que tenían una sola pierna y utilizaban su
muy receptivos ante los numerosos mercaderes que atravesaban su descomunal pie a modo de sombrilla), los antropófagos (que tenían
imperio. En efecto, Balducci Pegolotti, el famoso contemporáneo la cabeza por debajo de los hombros), y por último los cinocéfalos
de Marco Polo, decía de la «ruta de la seda» que era «perfectamen- (los hombres con cabeza de perro). 48
te segura de día y de noche». Las concepciones europeas de los mongoles -por no hablar de
Igualmente curiosas en este sentido son las ideas eurocéntricas otros pueblos de Oriente- se basaban en varios mitos. En primer
de que los mongoles o «tártaros» (como los llamaban los europeos) lugar, la tribu de los tártaros había sido prácticamente aniquilada
eran fundamentalmente destructivos y enemigos de la actividad por Chingiz Khan. En segundo lugar, los mongoles se mostraron
económica progresista. Como señala Abu-Lughod, sumamente indiferentes ante «los bárbaros pelirrojos» del atrasado
Occidente. Y en tercer lugar, además de suministrar productos de
los mongoles fueron situados inicialmente en la misma región mi- Oriente, el Imperio mongol prestó de manera indirecta otros servi-
tológica reservada a otras criaturas extrañas que poblaban el mun- cios sumamente beneficiosos para Europa en la medida en la que
do desconocido de Asia. A partir de una mala interpretación del tér- constituyó la correa de transmisión a través de la cual algunas «car-
mino tátaro (nombre sólo de uno de los grupos tribales que más teras de recursos» orientales especialmente adelantadas pasaron a
tarde se unieron para formar la confederación mongola), los mon- Occidente (como veremos en sucesivos capítulos). No obstante,
goles fueron identificados como los tártaros, es decir, los pueblos
este influyente circuito comercial se hallaba ya en decadencia a
procedentes de la región bíblica del Tártaro o Infierno. Resulta di-
mediados del siglo XIV. Tras iniciar la lucha en Samarcanda, Ta-
fícil entender cómo, al mismo tiempo, pudo quererse ver en ellos a
merlán contribuyó a poner fin a la Pax Mongolica, y lo mismo cabe
unos potenciales aliados de la Cristiandad en su gue1rn santa contra
los musulmanes. [No obstante] quizá esas criaturas provenientes de decir de la desolación causada por la Peste Negra.
las tierras de Gog y Magog [los heraldos del Apocalipsis] (otro dé- Pero estos acontecimientos no supusieron el fin de la economía
bil intento de identificar su procedencia) pudieran ser movilizadas global capitaneada por Oriente. Antes bien, el comercio fue canali-
en su lucha (contra los musulmanes). 46 zándose progresivamente hacia la ruta central y especialmente ha-
cia la del sur. ·
Un cronista de la época, Matthew Paris, caracterizaba la «inva-
sión tártara» o mongola de 1240 en los siguientes términos: «Una
nación detestable de Satán, a saber las incontables huestes de los La ruta central: el mantenimiento del poder extensivo islámico
tártaros, se desataron abandonando su montañosa sede y perforan- en Oriente Medio
do las sólidas peñas [del Cáucaso] entraron en tropel como demo-
nios».47 Describía incluso a los «tártaros» como hombres con cabe- Según Abu-Lughod, la ruta central daba comienzo en la costa
zas de tamaño desproporcionado que comían carne humana. A los mediterránea de Siria y Palestina, cruzaba el pequeño desierto y se
europeos de la Edad Media todo esto les parecía perfectamente na- internaba en la llanura de Mesopotamia hacia Bagdad, antes de en-
76 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 77
lazar por fin con una ruta terrestre y otra marítima. La ruta terrestre
proseguía por Persia hasta Transoxiana, y luego doblaba hacia el La ruta sur: la dependencia europea de la hegemonía comercial
sudeste hasta llegar al norte de la India, continuando en línea recta de Egipto, 1291-1517
hacia el este hasta Samarcanda y luego atravesando el desierto has-
ta China. La ruta marítima seguía el curso del río Tigris desde Bag- Esta ruta unía el complejo Alejandría-El Cairo-mar Rojo con el
dad, pasando por Basara, hasta su desembocadura en el golfo Pér- mar Arábigo y el océano Índico (y más allá). A partir del siglo XIII,
sico, y luego continuaba por los reinos mercantiles de Omán, Sira, Egipto se convirtió en la principal puerta de entrada hacia Oriente.
Ormuz o Qais (guardianes de las comunicaciones entre el golfo y el Como postula Abu-Lughod, «quien controlara la ruta marítima ha-
océano Índico). Aunque esta ruta adquirió especial importancia a cia Asia podría establecer los términos del comercio para una
partir del siglo VI, su influencia sería extraordinaria cuando Bagdad Europa en aquellos momentos en retirada. Desde el siglo XIII y has-
se convirtiera en el principal centro del comercio musulmán des- ta el siglo XVI esa potencia fue Egipto». 49 En efecto, entre 1291 y
pués del año 750. Pero cuando la capital abasí fue sáqueada por los 1517 casi el 80 por 100 de todo el comercio que llegaba por mar a
mongoles en 1258, la ruta experimentó una decadencia temporal. Oriente era controlado por los egipcios. Pero cuando cayó Bagdad,
No obstante, cuando Irak pasó posteriormente a ser gobernado Al-Qahirah --cuyo nombre fue europeizado posteriormente como
desde Persia, la ruta del golfo se reactivó. Esta ruta central fue im- El Cairo-- se convirtió en la capital del mundo islámico y en el
portante además porque permitió unas relaciones comerciales centro en torno al cual giraba el comercio global (aunque este se-
«profundamente simbióticas» entre los reinos de los cruzados y los gundo proceso había dado comienzo ya en la época fatimita, allá
mercaderes musulmanes que acudían a ellos con productos proce- por el siglo x). Los estudiosos eurocéntricos subrayan el hecho de
dentes del lejano Oriente. que el comercio internacional europeo con Oriente se interrumpió
El principal puerto de los cruzados en Oriente Medio, Acre, es- a partir de 1291 (tras la caída de Acre), cuando Egipto pasó a do-
tuvo controlado hasta 1291 por los venecianos, que excluyeron de minar el comercio del mar Rojo con Oriente a expensas de los
él a sus rivales pisanos y genoveses. No obstante, aunque los vene- europeos cristianos. Y eso fue lo que supuestamente impulsó a unos
cianos dominaran el sistema mercantil europeo, su participación en navegantes, los hermanos Vivaldi, a salir en 1291 en busca de una
el sistema global se llevó a cabo siempre en los términos dictados ruta más meridional hacia las Indias a través del cabo de Buena Es-
por los musulmanes de Oriente Medio y sobre todo del norte de peranza. Pero semejante afirmación resulta problemática. Si bien
África. es cierto que la caída de Acre en 1291 indujo al papa Nicolás IV a
Cuando Constantinopla cayó en poder de los bizantinos en publicar numerosas bulas prohibiendo las actividades comerciales
1261, los genoveses fueron favorecidos en detrimento de los vene- con el «infiel», el hecho es que los venecianos lograron soslayar to-
cianos, que se vieron obligados así a centrar su interés en la ruta dos los impedimentos y firmar nuevos tratados con el sultán en
central y en la meridional. Pero luego, tras la caída de Acre en 1355 y 1361. Y hasta 1517 Venecia sobrevivió debido al imp01tan-
1291, los venecianos no tuvieron más remedio que recurrir a la ruta te papel que desempeñó Egipto en la economía global. Adernás,
sur, dominada por los egipcios. Venecia y Génova no fueron las «pioneras» del comercio global,
sino sus adaptadoras, colándose por los intersticios de la economía
78 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 79
global liderada por asiáticos y africanos y comerciando casi siem- de esclavos no musulmanes. Esta novedad selló el destino del tráfi-
pre en los ténninos impuestos por los musulmanes de Oriente Me- co de esclavos de los genoveses, que vieron cómo los egipcios de-
dio, y especialmente por los egipcios. En particular, los mercaderes jaban de necesitar sus servicios. No obstante, las relaciones privile-
europeos encontraron cortado el paso al llegar a Egipto. Cuando giadas de Venecia con Egipto siguieron vivas, pero sólo debido a la
sus barcos atracaban en Alejandría, eran recibidos por los funcio- buena voluntad de los egipcios.
narios del servicio de aduanas, que subían a bordo y supervisaban Concluye así la descripción de los contornos de la economía
el desembarco de las mercancías. En concreto, los cristianos nece- global dirigida por Oriente por un lado, y de la hegemonía del co-
sitaban un permiso o visado especial para pisar tierra y pagaban mercio del Asia occidental y del norte de África sobre Europa por
una tasa mucho más alta que los mercaderes musulmanes. Los eu- otro. Pero también conviene señalar que incluso después de 1517
ropeos debían alojarse en sus propios barrios, que se regían según se mantuvo la hegemonía comercial islámica sobre Europa. Pues el
sus leyes. Sin embargo, no estaban autorizados a abandonar sus ba- bastón de mando del poder extensivo islámico pasó de Egipto al
nios en Alejandría y por lo tanto dependían enteramente de los Imperio otomano, que mantuvo su control sobre los portugueses en
mercaderes egipcios y de los funcionarios del gobierno. A pesar de el océano Índico (véase el capítulo VII). Además, otros centros del .
todo, los venecianos y los europeos en general acataron este régi- poder económico musulmán -la India de los mongoles y el Sudeste
men, porque era allí donde podían tener acceso a muchos produc- Asiático-- siguieron siendo lo bastante fuertes como para ofrecer
tos fabricados en distintos lugares de Oriente. De hecho, Venecia resistencia y dominar a los mercaderes europeos hasta aproximada-
logró hacer fortuna tan sólo debido al acceso que tuvo al comercio mente el año 1800 (véasen los capítulos IV y VII). No obstante, a
oriental a través del norte de África. despecho de la magnitud del poder extensivo musulmán y pese al
Por último, conviene señalar que Venecia y Génova siguieron hecho de que Oriente Medio siguió siendo el Puente del Mundo du-
teniendo el privilegiado acceso del que gozaron a la economía glo- rante buena parte del segundo milenio, el protagonismo del poder
bal liderada por africanos y asiáticos sólo debido a una gran dosis intensivo global pasó no a Italia después del año 1000 ni a Portugal
de suerte (más que a su fuerza económica). Los retos geopolíticos después del año 1500, sino a China en el año 1100. Y allí perma-
que plantearon a Egipto los mongoles y los cruzados dieron lugar a neció hasta el siglo xix.
una reorganización militar de la sociedad egipcia. Como la organi-
zación militar de los mamelucos de Egipto se caracterizaba por el
empleo de esclavos, que no podían ser reclutados entre la pobla-
ción musulmana, Venecia y Génova.obtuvieron permiso para man-
tener sus relaciones comerciales a cambio de suministrar a Egipto
esclavos que no fueran musulmanes. A partir de 1261, los genove-
ses desempeñaron un papel decisivo en el suministro de esclavos
circasianos no musulmanes, que eran embarcados en los puertos de
Crimea. Pero posteriormente, los numerosos cambios geopolíticos
introducidos en el siglo XIV liberaron a los egipcios de la necesidad
Mundo Chino
Capítulo III
PIONEROS CHINOS
El primer milagro industrial y el mito
del aislacionismo chino, c. 1000-1800
des mayores hasta 1700, y que incluso en 1788 Gran Bretaña sólo colgantes, puertas y atalayas blindadas, puentes, y prensas y tipos
producía 76.000 toneladas. En segundo lugar, la relación de los de imprenta. Éstos son sólo una muestra de los objetos que había en
precios (calculada como la relación existente entre el valor del hie- la época. Hartwell añade a su lista sierras, pernos, cerrojos, horni-
rro respecto al del arroz) se situaba a razón de 177:100 en la Szech- llos, lámparas, clavos, agujas, alfileres, calderas, címbalos, y guar-
wan de época Sung en 1080, y a razón de 135: 100 en Shensi, lo que niciones de tambores. De manera más general, Donald Wagner lle-
indica que el precio del hierro era bastante bajo. Cabría señalar asi- ga a la conclusión de que «la producción masiva de objetos de
mismo que estas provincias no constituían un caso atípico, pues los hierro fundido fue importantísima ... y los maestros herreros "pro-
precios eran incluso más bajos en el nordeste de China. Pero el dato to-industriales" labraron grandes fortunas», proceso al que el autor
estadístico más sorprendente en este sentido es que incluso en 1700 sigue la pista hasta el siglo m a. e. v. 3
la cifra equivalente en Gran Bretaña era de 160:100, lo que acaso No menos impresionantes en este sentido son las técnicas de fa-
suponga un precio tres veces más alto que el que podía encontrarse bricación que se inventaron. Los chinos produjeron una gran varie-
en los mercados del nordeste de China en el siglo x1,.Por último, en dad de formas de hierro, utilizando hierro fundido para fabricar pa-
977 la relación de precios chinos había subido a razón de 632: 100, las y rejas de arado (además de cañones), al tiempo que producían
lo cual nos hablaría de una reducción del precio del hierro de casi hierro forjado para fabricar hojas de todo tipo (por ejemplo, espa-
un 400 por 100 en el curso de apenas cien años. Gran Bretaña tar- das y cuchillos). Este hecho resulta particularmente significativo
dó más de doscientos años, de 1600 a 1822, en alcanzar una reduc- porque los europeos utilizaron sólo hierro forjado durante casi toda
ción de precios semejante. No obstante, Joseph Needharn ha suge- la Edad Media. «Parece de hecho que el mundo chino ... llegó di-
rido que los datos relativos a la producción de hierro que ofrece rectamente al hierro fundido, sin pasar, corno hicieron los países
4
Hartwell son un tanto exagerados para el período en cuestión europeos, por el largo estadio intermedio del hierro forjado». El
(asunto sobre el que volveré más adelante). A pesar de todo, ten- hierro fundido era muy superior, debido a su mayor fortaleza. Y fue
drían que tener un margen de error enorme para invalidar la con- precisamente el hecho de que China alcanzara el dominio de un
clusión de que la China Sung experimentó un crecimiento masivo, material corno el hierro fundido, mucho más barato, lo que hizo
cuando no «revolucionario», de la producción de hierro, que los que Jos efectos de la revolución industrial se extendieran tanto a lo
británicos no igualarían hasta casi siete siglos después. largo y ancho del país.
Los estudiosos eurocéntricos a menudo desdeñan esta conquis- A su vez, todo esto fue posible debido a los logros alcanzados
ta aduciendo que el uso del hierro en China se limitaba sólo a las ar- en el campo de la fundición, trascendentales para la producción de
mas y a las artes decorativas, y no a las herramientas ni a la pro- hierro fundido. A este respecto tuvieron particular importancia los
ducción. Pero el hecho es que el hierro se utilizaba para fabricar altos hornos y el fuelle de pistón (aunque ambos eran conocidos ya
objetos y herramientas de la vida cotidiana, como esperaríamos que desde hacía unos 1.400 años). El fuelle suministraba el flujo conti-
ocurriera en una revolución industrial. Entre esos instrumentos ca- nuo de aire necesario para mantener las altas temperaturas requeri-
bría citar euchillos, hachas, cinceles, barrenos, martillos y mazos, das (975 ºC). Se utilizaba ya en el siglo rv a. e. v. y en 31 e. v. era
rejas de arado, palas y vertederas, ejes de carretilla, ruedas, herra- movido por energía hidráulica. Además, los chinos producían ace-
duras, sartenes y cacerolas, ollas, campanas, cadenas para puentes ro (material derivado del hierro fundido) ya en el siglo 11 a. e. v.,
86 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 87
mientras que Europa no llegó a desarrollar la producción de acero de los altos hornos ya en el año 31 e. v. Y lo que es más significa-
hasta la Edad Moderna. Particularmente importante en este sentido tivo, el empleo de un vástago de émbolo y de la correa de transmi-
es el hecho de que el acero chino era producido en el siglo v e. v. sión en el fuelle hidráulico guardaba un parecido asombroso con la
mediante un proceso de «co-fusión» en el que se mezclaban el hie- máquina de vapor (para ulteriores detalles véase el capítulo IX).
rro forjado y el fundido. Por otra parte, los canales y compuertas mecánicas fueron un in-
5
Otro avance sorprendente fue el que se consiguió en el siglo XI vento importantísimo (el de estas últimas data de 984). Y el trans-
con la sustitución del carbón vegetal por la hulla o carbón de piedra porte del carbón mineral, el hierro y el acero por los canales permi-
(teniendo en cuenta la escasez de la madera). Se trata de un hecho tió su distribución al sur del país, hecho que fue fundamental para
enormemente significativo justo porque el eurocentrismo insiste en el milagro industrial chino, entre otras cosas porque supuso poder
que fue un logro que los británicos fueron los primeros en alcanzar satisfacer la gigantesca demanda interna de estos tres materiales.
muchos siglos después. Eso sí, Gran Bretaña se parece a China en Cabe señalar también que los chinos explotaron el petróleo y el gas
que ambos países utilizaron el carbón mineral para resolver el pro- natural como combustibles, para su utilización en la cocina y en la
blema de la deforestación. Los notables avances conseguidos en el iluminación, probablemente ya en el siglo IV a. e. v. 6 En efecto, el
terreno de la fabricación de tejidos son otro rasgo del milagro Sung alcance de esta innovación nos lo revela el hecho de que en torno al
que suele atribuirse a los británicos del siglo XVIII. La industria chi- siglo x e. v. se producían en masa lámparas de asbesto permanen-
na de la seda comenzó ya en el siglo XIV a. e. v. Y cabe afirmar que tes destinadas a la iluminación de los hogares.'
la innovación tecnológico-industrial más avanzada se llevó a cabo
en el sector textil con la adopción generalizada de la máquina de hi-
lar movida por energía hidráulica que se utilizaba en la elaboración Los impuestos, el papel, la imprenta y el desarrollo
del cáñamo y la seda (véanse los capítulos VI y IX). Por notables de una economía comercializada
que fueran todos estos logros en la producción de hierro y acero y
en el terreno de la industria textil, no eran más que la punta de un Una innovación especialmente significativa de la época Sung
gran iceberg industrial. Y es que esa producción implicaba una fue Ja creación de un sistema fiscal basado en el empleo de dinero
enorme red de infraestructuras capaces de sustentarla. en metálico. Mientras que el papel moneda (jei-ch' ien) fue inven-
tado en torno al siglo IX con fines crediticios, a comienzos del siglo
x pasó a convertirse en papel moneda «de verdad» utilizado como
Las revoluciones en el ámbito del transporte y la energía valor de cambio. En 1161 el estado emitía diez millones de billetes
al año. Significativamente, estas innovaciones fueron copiadas
Mientras que en Europa los molinos de agua empezaron a ser posteriormente por los europeos, y entre los ingleses no se popula-
utilizados en principio para moler grano, y su aplicación a la elabo- rizaron hasta 1797. 8 Cada vez más a menudo se exigía el pago de
ración de hierro no se produjo en el sur de Alemania hasta el año Jos impuestos en metálico, y no en especie. De ese modo, del 4 por
1025 aproximadamente, en China ocurrió lo contrario. Los molinos 100 que se cobraba en 749 en concepto de tributo, los impuestos
de agua chinos se desarrollaron ante todo para impulsar los fuelles exigidos en metálico ascendieron rápidamente a mediados del si-
88 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 89
glo XI al 52 por 100. Este hecho revistió particular importancia por- De manera similar, R. Bin Wong comenta que los gobiernos
que obligó a los campesinos a emprender actividades mercantiles. chinos «creían que una presión fiscal ligera permitía prosperar al
Los intercambios comerciales calaron en los niveles más bajos de pueblo, y como se pensaba que un pueblo próspero era fundamen-
la sociedad, de modo que hasta los campesinos más pobres no te- tal para el mantenimiento de un estado poderoso, los niveles impo-
nían más remedio que cultivar sus productos para venderlos en el sitivos se mantuvieron bajos». 12 De hecho, las cargas fiscales im-
mercado. Como dice McNeill, «la proliferación de los intercam- puestas por los gobiernos centrales fueron enormemente bajas,
bios comerciales -locales, regionales o interregionales- permitió situándose acaso en torno al 6 por 100 del producto nacional. 11
incrementos espectaculares de la productividad total, cuando entra- Mientras que el eurocentrismo pinta la economía china como un
ron en funcionamiento todas las ventajas de la especialización ana- sistema agrario basado en la mera subsistencia, lo cierto es que el
lizadas posteriormente de forma tan persuasiva por Adam Smith». 9 comercio del período Sung no sólo conoció un altísimo desairnllo,
Y pasa a citar a un escritor del siglo x1v que dice: sino que el estado obtenía la mayor parte de sus ingresos fiscales
del sector comercial. También es significativo el hecho de que los
En nuestros días, donde haya una aglomeración de apenás diez ca- comerciantes pagaran unos impuestos mucho menores que los pro-
sas, siempre hay un mercado ... En la estación propicia, la gente cam- ductores agrícolas. 14 Los innumerables iuformes de los misioneros
bia lo que tiene por lo que no tiene, subiendo o bajando los precios jesuitas en China resultan también muy instructivos en este sentido;
con arreglo al cálculo que efectúe del deseo o la desconfianza mos- muchos de ellos confirman que el estado dejaba en paz a los mer-
trada por los demás, con el fin de obtener el beneficio menos peque-
caderes para que pudieran seguir llevando a cabo sus negocios. 15
ño posible. Ésa es, por supuesto, la forma habitual de todo el mundo.'º
Un testimonio sorprendente del profundo grado de comercia-
lización alcanzado durante la dinastía Sung es el desarrollo de
A diferencia de la imagen eurocéntrica del estado chino, pre-
ciudades medianas y grandes. Yoshinobu Shiba señala que resulta
sentado como clásico ejemplo de despotismo oriental, Eric Iones
difícil calcular el volumen de la población urbana debido a la desi-
dice que el gobierno
gualdad de los datos disponibles para el período Sung. Las estima-
ciones correspondientes al distrito de Yin hablan de una población
abandonó su función de asignar y reasignar tierras a cambio de ser-
urbana equivalente más o menos al 13 por 100 del total, a un 7 por
vicios laborales y de impuestos en especie y empezó a cobrar los
100 en el distrito de She, y a un 37 por 100 en el de Tan-t'u. Aun
tributos en metálico. Esta política de no intervención facilitó el cre-
cimiento del mercado privado de bienes raíces ... [El] estado no era así, la urbanización no sólo fue más pronunciada en China que en
capaz ni de reprimir los cambios económicos que no consideraba Europa, sino que China se jactaría de poseer algunas de las duda-
deseables, ni tampoco, conviene señalar, reservó para el emperador .des más populosas del mundo. Por ejemplo, Hang-chou tenía entre
Y sus funcionarios todos los beneficios del cambio. Ni el estado ni 1,5 y 5 millones de habitantes (según los distintos cálculos). 16
los que tenían prebendas se quedaban con todas las ganancias a tra- El desarrollo de una economía monetaria está significativamen-
vés de los impuestos ... De haberlo hecho, habrían acabado con el te vinculado con otra innovación decisiva: la imprenta y la fabrica-
incentivo a la respuesta al abastecimiento que de hecho podemos ción de papel (cuyos orígenes se rastrean en los capítulos VI y VIII).
observar. 11 ·
Cabe señalar que el uso generalizado del papel moneda estampado
PIONEROS CHINOS 91
90 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE
20
fue uno de Jos numerosos aspectos de China que impresionaron a muy superiores a Jos de sus homólogos europeos. Además, la agri-
Marco Polo. No menos sorprendente es el hecho de que se utiliza- cultura china continuó teniendo unos niveles impresionantes du-
ra el papel de tantas maneras, a cuál más ingeniosa, empezando por rante los siete siglos siguientes (véase la próxima sección). No menos
las armaduras (por ser un material duro que no se oxidaba), el reves- significativa fue la iniciativa del gobierno Sung llamada «política
timiento de paredes, las prendas de vestir, como material higiénico, de los jóvenes retoños» (chhing miao fa). El gobierno daba incen-
en la fabricación de cometas, en los tejidos, etc. La industria pape- tivos a los agricultores para que invirtieran en sus explotaciones y
lera china se vio espoleada asimismo por la enorme demanda de li- concedía préstamos a intereses muy convenientes. «[T]al vez su
bros existente. La Academia Nacional con sede en la capital, Khai- mayor éxito fuera el modo en que la población rural, sensible a los
feng, y luego en Hang-chou emprendió una actividad editorial a beneficios de la nueva tecnología, se mostró dispuesta a experi-
• . . . • 21
gran escala. No obstante, la confección y venta de libros no esta- mentarla y a mejorarla por propia 1mciat1va».
ban restringidas al estado, sino que también afectaban a la esfera
privada.
La revolución en el ámbito de la navegación
La revolución agrícola o revolución «Verde» Es célebre la afirmación que hacía Francis Bacon en su Novum
Organum (1620) en el sentido de que los tres descubrimientos más
En el siglo VI e. v. China tenía ya casi todos los aspectos que re- importantes del mundo fueron la imprenta, la pólvora y la brújula.
lacionamos con la revolución agrícola británica de los siglos xvm Sorprendentemente, los tres fueron inventados en China (véase la
y XIX (véase el capítulo IX para un análisis más extenso ). 17 Como próxima sección y el capítulo VI). Cabe señalar también que fueron
dice Robert Temple: los chinos los que en torno al año 1000 descubrieron que el polo
magnético y el polo norte no eran exactamente idénticos. Más tarde,
No es exagerado afirmar que China estaba en la situación de Es- en el siglo xv, este descubrimiento permitió la elaboración de los
tados Unidos y la Europa occidental de hoy día, y que Europa esta- mapas más exactos conocidos hasta entonces.
ba en la situación, pongamos por caso, de[l] Marruecos [actual]. Acaso el aspecto más sorprendente de la revolución experimen-
Sencillamente, no había comparación entre la agricultura primitiva tada por la navegación china sea el desarrollo de los barcos. Éstos
y desesperada de Europa antes del siglo xvm y la ... agricultura impresionaban tanto por sus dimensiones como por su número.
avanzada de China después del siglo rv a. C. 18 Así, mientras que en 1588 los buques ingleses más grandes despla-
zaban apenas 400 toneladas, los juncos chinos desplazaban mucho
En efecto, durante el período Sung la superioridad de la agri- antes más de 3.000 (véase asimismo el capítulo VII). Además, los
cultura china era tal que un historiador eurocéntrico se ha visto in- juncos de mayores dimensiones disponían de numerosos elementos
cluso obligado a admitir que «[para] Europa en su conjunto, la situa- absolutamente geniales, como por ejemplo el casco cuadrado, el ti-
ción de la China del siglo xn no fue alcanzada hasta el siglo XX». 19 món de popa, las velas de proa a popa, y los compartimentos estan-
Los agricultores chinos gozaban de unos niveles de producción cos, elementos asimilados todos ellos mucho después por los euro-
92 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 93
peos (véanse los capítulos VI y IX). En particular, el número de fuego y el cañór¡. Pero todos estos inventos fueron realizados en
barcos -grandes y pequeños- existente da testimonio no sólo China durante la «primera revolución militar» entre 850 y 1290.
de la revolución experimentada por la navegación china, sino tam- Una de las formas más habituales que tiene el eurocentrisrno de
bién del carácter comercial de su economía. En el siglo vrn trabaja- menospreciar este hecho es decir que los chinos sólo utilizaban la
ban en el Yangtze unas 2.000 embarcaciones, que transportaban un pólvora para los fuegos artificiales y que no la aplicaban en el te-
cargamento total equivalente más o menos a un tercio de lo que rreno militar (es decir, se apela a la «cláusula de China» típica de
transportaba la marina mercante británica mil años después. Como los orientalistas). Curiosamente, en la película épica Las aventuras
es bien sabido, Marco Polo calculaba que sólo en el bajo Yangtze de Marco Polo se cuenta que el primer invento chino del que tuvo
había 15.000 barcos. En el siglo XVII, el jesuita español Álvarez Se- conocimiento el viajero veneciano fueron los espagueti, y el segun-
medo llegó a contar no menos de 300 embarcaciones remontando do una explosión de pólvora. En la pantalla vernos a Marco Polo
el Yangtze en una sola hora. 22 Por último, Gang Deng pone de ma- comentar a propósito de esta última: «¿Sólo se utiliza como jugue-
nifiesto que en tiempos de la dinastía Sung del norte había unos te?». La inocente respuesta de los chinos no se hace esperar: «Sí, y
12.000 navíos dedicados al transporte de grano, número que ascen- para los fuegos artificiales». El veneciano sugiere entonces: «Pero
día a más de 20.000 en la época Ch 'ing, y a unos 130.000 barcos podría ser un aima muy valiosa en la guerra». Los chinos, sin em-
dedicados al transporte privado a finales del siglo xvrn. 23 En defi- bargo, responden: «No, sería demasiado horrible, causaría dema-
nitiva, la conclusión a la que llega Temple parece bastante acertada: siadas muertes». El diálogo viene a reproducir certeramente uno de
los mitos eurocéntricos más habituales, a saber, el de que aunque
Probablemente sería prudente decir que los chinos fueron los
los chinos fueron los inventores de la pólvora, los europeos, mucho
mayores navegantes de la historia. Durante casi dos mil años dis-
más creativos, fueron los encargados de utilizarla en la guerra.
pusieron de barcos y técnicas de navegación tan adelantadas res-
pecto al resto del mundo que las comparaciones resultan tremenda- Aunque los chinos ya habían inventado la pólvora en tomo al
mente embarazosas. Cuando Occidente logró por fin ponerse a su año 850,25 a comienzos del siglo x ya la empleaban en sus lanzalla-
nivel, fue sólo a costa de adaptar de un modo u otro los inventos que mas y en 969 fue utilizada para disparar flechas. En 1231 fue em-
habían hecho los chinos. Durante la mayor parte de la historia, los pleada en bombas, granadas y cohetes (en forma· de mortero metido
europeos utilizaron barcos decididamente inferiores a los chinos en en un tubo de hierro). Y en el siglo XIV era utilizada para fabricar
todos los aspectos imaginables [incluso en 1800]. 24 minas terrestres y marítimas. 26 Los chinos inventaron también lan-
zacohetes que podían disparar 320 proyectiles de una vez, arma que
Needharn califica de «equivalente medieval de la bazuka usada con
La primera revolución militar: China, c. 850-1290 tanta profusión en la segunda guerra rnundial». 27 Curiosamente, los
chinos desarrollaron asimismo en el siglo XIV un cohete con alas y
Como veremos en el capítulo VIII, el eurocentrisrno ensalza el aletas que, de nuevo según Needham, «guardaba un fuerte parecido
genio militar de los europeos que supuestamente abrió la senda de ... con los famosos cohetes V-1 de la segunda guerra rnundial». 28
la primera gran «revolución militar» (1550-1660). Los grandes avan- Los orígenes de la pistola podrían remontarse a la «lanza de
ces tecnológicos fueron los que supusieron la pólvora, las armas de fuego» de mediados del siglo x. La primera pistola que disparaba
94 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 95
período Sung, la economía china no sufrió ninguna regresión ni se esos dos motivos, pues, el eurocentrismo descarta la posibilidad
hundió sin dejar rastro a partir ele 1279. Su considerable pujanza de que China pudiera ser el centro del comercio mundial a partir de
permitió a China situarse hasta el siglo XIX en el centro de la eco- 1280 y especialmente de 1434. Por el contrario, se nos dice, China
nomía global o muy cerca de él. volvió a sumirse en el aislacionismo.
Esta llamada retirada da lugar a dos de las teorías más impor-
tantes en relación con la historia universal eurocéntrica. En primer
EL MITO DEL AISLACIONISMO Y EL ESTANCAMIENTO ECONÓMICO lugar, tuvo unas consecuencias enormes, en la medida en que su-
CHINO: CHINA, «PRIMUS INTER PARES», 1434-1800 puestamente produjo un vacío ele poder en Oriente que enseguida
se encargó ele llenar la superioridad de los europeos a partir de
Durante casi todo el segundo milenio, el comercio chino fue tan 1500. En palabras ele David Landes,
importante que varios autores antieurocéntricos han calificado la
economía global anterior a 1800 ele «sinocéntrica». 37 En realiclacl, el abandono del programa de grandes viajes [en tiempos de Cheng
aunque en efecto China fue la primera potencia del mundo, en últi- Ho] se integraba en una política más general de clausura, de aleja-
miento de los azares y las tentaciones del mar. Esta introversión de-
mo término la mejor forma de calificarla sería decir que fue un pri-
liberada, uno de los grandes puntos de inflexión de la historia de
mus inter pares. La distribución del poder económico en el mundo
China, no habría podido llegar en un momento peor, pues no sólo
sometido a la globalización oriental era «policéntrica», y todos los
desarmó al país frente al incipiente poder europeo, sino que lo puso
países y regiones, China, India, Oriente Medio y el norte ele África, en una actitud complaciente y tenaz en contra de las enseñanzas y
el Sudeste Asiático y Japón, desempeñaron papeles significativos. las novedades que no tardarían en traerles los viajeros europeos. 38
No obstante, la mayor parte de los estudiosos desdeñan el éxito
cosechado por China después del siglo xv basándose en dos gran- En segundo lugar, esta prohibición hizo que China quedara se-
des argumentos incluidos en la «cláusula de China». En primer lu- parada ele la gran corriente del comercio internacional (que supues-
gar, como ya hemos señalado, aunque admiten que se produjo un tamente dio comien.zo a partir ele 1500), de modo que a partir de ese
desarrollo significativo durante el período Sung, dicho desarrollo momento su economía quedó agotada de hecho. Citando una vez
es despreciado y calificado ele «revolución fallida», en la que el más a Landes, «el aislacionismo se convirtió en sinónimo de Chi-
crecimiento cesó al poco tiempo. Y en segundo lugar, la publica- na. Redondo, completo, aparentemente sereno, provisto de una ar-
ción por la dinastía Ming ele la prohibición imperial del comercio monía inefable, el Celeste Imperio siguió ronroneando durante va-
exterior en 1434 hizo que se cerrara de inmediato cualquier venta- rios siglos más, inaccesible e imperturbable. Pero el mundo pasó de
na que tuviera abierta China a la posibilidad de crear un nuevo largo ante él». 39 Así, pues, esa retirada explica supuestamente el
mundo. Y ello se debió a que la economía china entró en decaden- gran salto atrás que dio China, al tiempo que permitió el gran salto
cia, lo que obligó a las autoridades a retirarse del comercio interna- hacia adelante que dio Europa a partir de 1500. Es evidente, pues,
cional. El comercio internacional chino, afirman, fue sustituido por que es mucho lo que depende de esta cuestión. Frente a la imagen
el sistema tributario regresivo característico del país, sistema que eurocéntrica habitual, yo ofrezco cuatro contrapropuestas que ana-
se hallaba completamente al margen de la economía global. Por lizaré sucesivamente.
98 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 99
camente, la imagen eurocéntrica del sistema portugués de cartaz más, comerciaban por el este y por el oeste, y estaban en conexión
como signo de la dominación europea no tiene en cuenta el hecho con Fukien, en China. 46 Por último, existía también un comercio de
de que para los chinos, en particular, tener un cartaz significaba po- contrabando muy boyante. Y como los funcionarios del gobierno a
der hacerse pasar por portugueses y saltarse a la torera la prohibi- menudo colaboraban con los contrabandistas, resultaba a todas lu-
ción Ming. Además, buena parte del comercio chino se confundía ces imposible mantener en vigor la prohibición. De hecho, tan vo-
con el japonés (pero era en realidad piratería china) y gozaba de luminoso era el comercio de contrabando que durante la década de
una prosperidad enorme. Pero quizá el método más habitual de sos- 1560 el gobierno de los Ming acabó cediendo y legalizó el princi-
layar la prohibición lo encontramos en la práctica comercial canto- pal puerto contrabandista (Moon).
nesa. Según comenta Philip Curtin, El tercer motivo por el cual podemos decir que la prohibición es
un mito radica en el hecho de que no todo el comercio privado que-
todos los cargamentos superiores al tributo oficial eran desembar- dó prohibido. Buena parte de él quedó oficialmente ratificado en
cados con éste y marcados con la etiqueta dastre ~bordo de los bar- tres grandes puertos: Macao, Chang-chou, en la provincia de Fu-
cos tributarios», siendo retenidos hasta que llegara de Beijing el
kien, y Su-chou, en la provincia occidental de Shensi. Más tarde, en
permiso necesario para venderlos ... [S]i la embarcación extranjera
la época Ch'ing el comercio se llevó a cabo a través de las ciudades
tenía que zarpar, se veía obligada a cargar lastre para garantizar la
de Amoy, Ningbo y Shanghai. Como dicen Lach y Kley:
seguridad de la travesía. Y así en el viaje de regreso llevaba pro-
ductos chinos a modo de lastre. De esa manera el «lastre» [es decir,
Los primeros observadores occidentales, como, por ejemplo
la mercancía] que los barcos transportaban en un sentido y otro era
Mendoza, tuvieron la impresión de que los mercaderes de Fukien
más importante que el tributo que lo justificaba. 45
comerciaban ilegalmente en el exterior con la connivencia de las
autoridades locales. [Pero] los autores del siglo XVII -Matlief sería
El monarca del reino de las islas de R yilkyil era especialmente
uno de los primeros- no tardaron mucho en darse cuenta de que
creativo, y animaba a los mercaderes particulares chinos de Fujian
los mercaderes de la zona de Chang-chou disponían de permiso ofi-
a establecerse en su país, desde el cual habrían podido realizar lu- cial para comerciar más allá de las fronteras del imperio. 47
crativas transacciones comerciales con China. A cambio, todo lo
que debía hacer era enviar de vez en cuando a China la delegación Varios autores han apuntado hacia la importancia de los lazos
tributaria de rigor. Todo esto formaba parte de una estrategia más comerciales existentes entre China y el Sudeste Asiático. 48 En par-
general emprendida por los mercaderes particulares chinos, que ticular, Manila constituía un centro de distribución sumamente im-
trasladaban su sede a otros lugares de la zona para poder exportar portante para todo el sistema de comercio global porque allí obtenía
sus mercancías a China. Durante la primera mitad del siglo XVI, los China buena parte de su plata (a través de los galeones españoles).
mercaderes chinos se extendieron por todos los rincones del mar de En efecto, sólo entre 1570 y 1642 fueron enviados anualmente a
la China Meridional, zona muy estratégica desde el punto de vista Manila unos veinticinco barcos chinos por término medio. 49 Y es-
comercial, desde Indochina, Malasia y Siam, cruzando el arco de tos contactos siguieron siendo importantes durante gran parte del
islas que va de Sumatra a Timor, hasta Filipinas. Y siguieron do- período posterior a la «prohibición», pero de hecho se intensifica-
minando esta red comercial hasta bien entrado el siglo XIX. Ade- ron a finales del siglo XVIII. so El argumento fundamental estriba, sin
102 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 103
embargo, en que la mayor parte de la plata del mundo fue absorbi- la existen~ia de distintas ratios entre ambos metales implica teóri-
da por China, lo que confirmaría que su economía no sólo estaba camente que se podía utilizar una onza de oro para comprar unas
integrada plenamente en la economía global, sino que era lo bas- once onzas de plata en Amsterdam, y transportar el metal a China y
tante vigorosa como para disfrutar de un sólido excedente comer- cambiar allí las once onzas por unas dos onzas de oro. Las dos on-
cial. Por consiguiente, vale la pena analizar brevemente un poco zas de oro podían llevarse de nuevo a Europa y cambiarlas por vein-
más este punto. tidós de plata, que a su vez podían ser llevadas de nuevo a China,
Hay cuatro razones fundamentales que explican por qué la pla- donde su valor volvería a doblarse.''
ta del mundo tendió a gravitar hacia China. En primer lugar, a me-
diados del siglo xv se produjo la conversión de la economía a la Este sistema de arbitraje global vio el constante desvío de pla-
moneda de plata. En segundo lugar, la solidez de la economía chi- ta hacia China, donde era cambiada por oro. Éste, a su vez, era ex-
na generó una fuerte demanda interna de este metal. En tercer lu- portado al extranjero, principalmente a Europa, donde era cambia-
gar, las exportaciones de China superaban en gran medida a sus im- do por plata y a continuación enviado de nuevo a China, donde era
portaciones. Y en cuarto lugar, el precio de la plata respecto al oro cambiado otra vez por oro. Llamo a este sistema «proceso de reci-
en China era el más alto del mundo (la proporción oro y plata exis- claje global de plata»: «global» porque adoptaba la forma de un
tente en China se situaba en un 1:6, si la comparamos con la pro- circuito cerrado que iba de las Américas a Eurasia para acabar en
porción 1:14 existente en Europa). 51 Así lo reconocía Adam Smith: China, de donde volvía a Occidente y a Europa. De ahí que el tér-
«En China, país más rico que cualquier lugar de Europa, el valor de mino «desagüe» resulte problemático: Y es evidente que los chi-
los metales preciosos es mucho más alto que en cualquier parte nos no eran unos meros acumuladores de tesoros (como explicaré
de Europa». 52 en el capítulo IV). Curiosamente, incluso a partir de 1640, cuando
La economía de China fue el eje central en la medida en que disminuyeron los beneficios del arbitraje, la plata siguió fluyendo
constituía un desagüe por el que se colaba gran parte de la plata hacia China debido a que la demanda de este producto seguía sien-
existente en el mundo. Curiosamente, hacia 1640, el erario chino do muy fuerte. Este hecho refuta de inmediato la «cláusula de Chi-
ganaba unos 750.000 kilos de plata al año. Podemos calibrar el ni- na» esgrimida por el eurocentrismo, según la cual a partir del pe-
vel de riqueza de China por el hecho de que «incluso un "pobre" ríodo Sung la economía china «simplemente se frenó». Además,
comerciante de telas de Shanghai poseía un capital de unas cinco corno han sostenido Flynn y Giraldez, el hecho es que la conver-
toneladas de plata, y las familias más ricas poseían [un capital de] sión de la economía china a la plata a mediados del siglo xv fue
varias toneladas de plata». 53 extremadamente importante para la suerte futura de los europeos.
No obstante, el término «desagüe» resulta equívoco sólo porque Pues como señala atinadamente Porneranz, «Si China no ... hubie-
da la impresión de que la plata desaparecía en China para no reapa- ra tenido una economía tan dinámica [basada en una moneda de
recer nunca más. El hecho de que el precio de la plata china res- plata que le permitió] ... absorber las enormes cantidades de este
pecto al oro fuera tan alto y que en cualquier otro sitio fuera más metal extraídas de las minas del Nuevo Mundo a lo largo de tres
bajo, dio lugar a un sistema global de arbitraje. 54 Como explican siglos, esas minas habrían acabado siendo ruinosas al cabo de unas
Flynn y Giraldez, pocas décadas». 56
104 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE
PIONEROS CHINOS 105
Así, pues, para resumir, es evidente que de un modo u otro, los En tiempos del emperador Hung-hsi, de la dinastía Ming, China
mercaderes chinos continuaron con el comercio extremadamente lu- volvió a los valores confucianistas tradicionales que hacían hinca-
crativo que habían venido desarrollando con o sin autorización oficial. pié en el aislamiento del resto del mundo. Los primeros soberanos
Por consiguiente, numerosos especialistas eurocéntricos se han dejado Ming habían mirado al exterior (como demostrarían las expedicio-
seducir con demasiada facilidad por la retórica oficial. Como conclu- nes de Chéng Ho), aunque no estuvieran interesados en emprender
ye acertadamente Jacques Gemet, «existía un abismo enorme entre la una política imperialista. Pero cuando el emperador Hung-hsi ac-
normativa oficial y la realidad de la situación comercial; las restriccio- cedió al trono (en 1424), se inclinó por la restauración de las prác-
nes (oficiales] impuestas al comercio podrían inducimos a suponer ticas del confucianismo, que debían situarse en el corazón del esta-
que China quedó aislada en el momento mismo en que el tráfico ma- do chino. En 1434 la dinastía Ming declaró oficialmente muerto el
rítimo se hizo más intenso>>. 57 Pero, si como es lo más seguro, las auto- c'omercio internacional chino. Pero si continuó desarrollándose una
ridades chinas hicieron la vista gorda ante ese sistema de comercio actividad comercial significativa, ¿a qué venía esa pretensión de
privado ilegal generalizado, se nos plantea de inmediato la siguiente ser un reino aislado, en el que las relaciones con el mundo exterior
cuestión: ¿Por qué insistieron en fingir oficialmente que la prohibición se basaban sólo en el falso sistema soberanista de vasallaje tributa-
era eficaz? Para responder a esta pregunta deberemos enfrentamos a rio? El sistema de tributos había sido para el estado chino un medio
otra concepción equivocada muy habitual del eurocentrismo. fundamental de mantener su legitimidad en el interior. Pero impli-
caba -y eso era lo más importaute- la ejecución del saludo reve-
rente por parte de los emisarios de los estados vasallos. Y ese salu-
El mito de la «prohibición» del comercio internacional en China: do era el símbolo decisivo del Mandato Celeste del emperador. Así,
la política de identidad china pues, era esencial mantener el mito del sistema tributario, aunque
sólo fuera para perpetuar la legitimidad del estado en el interior. 58
Vol viendo sobre mi segunda contrapropuesta, la historia euro- De ahí que la significación política del sistema tributario radicara
céntrica insiste en que la prohibición oficial del comercio exterior en el hecho de que el emperador tuviera que demostrar a su propia
fue un resultado inevitable de la decadencia económica china. Y de población que contaba con el acatamiento del mundo «bárbaro»
manera similar, si los chinos hubieran tenido pretensiones imperia- (de ahí el sistema tributario), aunque en la práctica el sistema ele tri-
les por aquel entonces, su decadencia económica habría justificado butos supusiera también un comercio lucrativo tanto para los vasa-
su retirada y su aislamiento. Pero teniendo en cuenta los testi- llos como para los mercaderes chinos.
monios de la continuidad del come!"ciO chino expuestos más arriba, Este juego imperial de entelequia de legitimidad y de engaño
resulta evidente que la prohibición no es más que un mito. Yo sos- comercial ha sido captado perfectamente por Joseph Fletcher, por
tengo aquí que el mito de la prohibición se mantuvo para reprodu- lo que vale la pena incluir esta extensa cita suya:
cir la legitimidad del estado chino (a su vez vinculada con la iden-
tidad china). Pues el hecho es que el sistema de tributos era más que
Las autoridades chinas estaban encantadas de ser engañadas. El
un simple sistema comercial encubierto. El mito de la prohibición prestigio [es decir, la legitimidad] del emperador no se veía realza-
se mantuvo por decisión política, no por una necesidad económica. do si sus ministros ponían de manifiesto la verdadera naturaleza de
106 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 107
sus «vasallos», y la cürte podía escoger mejor la mercancía si los de China, y, teniendo como tenía una armada tan formidable, habría
mercaderes ... tenían que llevarla consigo a la capital. En conse- sido muy fácil, si así lo hubiera querido, que la otra mitad también
cuencia, embajadas de pacotilla con credenciales igualmente de pa- cayera en ellas. China habría podido convertirse en una gran poten-
cotilla iban y venían constantemente a la corte china. Tanto merca- cia colonial un siglo antes de que diera comienzo la gran edad de la
deres como ministros eran cómplices de lo que podríamos llamar exploración [sic] y la expansión europea. Pero no fue así. 6 '
un secreto a voces ... Según [el padre] Ricci [misionero jesuita de la
época], «los propios chinos (que no ignoran, ni mucho menos, el
engaño) engañan a su rey, adulándolo de manera servil, como si El hecho es que, si se lo hubieran propuesto, los chinos podrían
verdaderamente todo el mundo pagara impuestos al reino de China, haber emprendido una misión imperial por la mayor parte del
mientras que, por el contrario, sería más cierto decir que es China la mundo.
que paga tributos a esos reinos». Y si en algo se equivocaba Ricci ¿Por qué no lo hicieron? A estas alturas debería estar ya bien
era sólo en creer que el emperador no estaba también al comente claro que no fue debido al carácter inadecuado de sus condiciones
del juego. 59 • materiales. Se debió a que prefirieron renunciar al imperialismo,
en buena medida como consecuencia de su particular identidad.
En efecto, era un juego de engaños al que estaban encantados de Como ha señalado de modo parecido Felipe Fernández-Annesto,
jugar los llamados estados vasallos, pues, como señala atinada-
mente Bin Wong, «los gobiernos extranjeros permitían general- el «destino manifiesto» de China no se produjo y el dominio mun-
mente que los chinos abrigaran esa idea [de superioridad de China] dial, que por un momento pareció a punto de ser suyo, fue abando-
sin tener por qué aceptarla necesariamente ellos». 6º Pues a todas lu- nado ...
ces redundaba en beneficio de sus intereses comerciales seguir ju- La renuncia [de China] sigue siendo uno de los ejemplos más nota-
gando. bles de reticencia colectiva de la historia [universal]. 62
Es evidente, pues, que no fue la decadencia económica, sino Ja
necesidad de mantener la legitimidad --estrechamente relacionada En definitiva, pues, el único problema que plantea esta prohibi-
con la identidad china- lo que indujo a las autoridades del Celeste ción ficticia es que los estudiosos eurocéntricos se han dejado se-
Imperio a fingir que la prohibición funcionaba. Pero paradóji- ducir con demasiada facilidad por la creencia de que fue un hecho
camente hay un sentido en concreto en el que los chinos sí que em- y al mismo tiempo no han sido capades de entender su función so-
prendieron la retirada. Y es que no se retiraron de la economía glo- cial.
bal, sino que se «abstuvieron» de desarrollar la política de poder A su vez, este error de interpretación ha dado pie a una de las
imperial que poco después arraigaría en los estados de la península mayores falacias de la historia universal eurocéntrica, a saber, la de
Ibérica. que fue la retirada de la economía global por parte de los chinos lo
Como señalaba Louise Levathes, que creó el vacío que posteriormente llenarían los europeos, de-
bido a su superioridad, a partir del año 1500. Sin embargo, lo cier-
a [comienzos del siglo xrn] ... China extendió su esfera ... de in- to es que no se produjo ningún vacío (véase asimismo el capítu-
fluencia por todo el océano Índico. Medio mundo estaba en manos lo VII).
108 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 109
1700 y 1850 los índices de crecimiento de la población china al- Por último, como explicamos en el capítulo IX, hasta el siglo xvm
canzaron unos niveles fenomenales, que sólo serían alcanzados en los europeos reconocieron el espíritu de lo que vengo sosteniendo
Gran Bretaña después de la industrialización del país. Ello implica aquí. Hasta 1780 no empezarían a revisar esta idea en lo que pro-
un incremento enorme de la producción agrícola y de la producción bablemente constituya uno de los casos más fantásticos de cons-
de grano per cápita, hecho que sin duda supone un potencial técni- trucción de una imagen social emprendida por los europeos en el
72
co enorme. Iones coincide con esta opinión, y sugiere que se pro- último milenio. En un momento dado, los chinos eran «todo un
dujo una sustitución de mano de obra por capital, fenómeno que ejemplo y todo un modelo de civilización avanzada», y al siguien-
continuó hasta después de la época Sung. 73 te no eran más que «un pueblo caduco [marcado por] la paraliza-
El elevado poder intensivo de China se vio reflejado también en ción eterna». Desgraciadamente, los especialistas en historia uni-
la exuberancia de su producción y de su comercio. En primer Jugar, versal de tendencias eurocéntricas (occidentales y chinos) han
cuantiosas importaciones de plata afluían al país procedentes de decidido erróneamente interiorizar el «argumento de la paraliza-
todo el mundo (hecho que, como ya hemos señalado, supone una ción», 75 cuando deberían haber centrado su interés en la idea de
prueba importante de la superioridad de la capacidad de producción China como civilización dinámica y avanzada durante la mayor
de China). En segundo lugar, había un importante conjunto de in- parte del segundo milenio.
fraestructuras capitalistas de carácter privado. 74 En particular, Ja Mi última contrapropuesta dice que antes de 1839 China fue ca-
banca privada era superior a la pública. Shansi constituía el princi- paz de controlar a los europeos a los que concedía permiso oficial
pal centro de la banca privada, y a comienzos del siglo XIX los ocho para acceder a sus mercados, y de derrotar en el terreno militar a los
bancos más grandes de China tenían más de treinta sucursales a Jo que, sin gozar de ese permiso, se atrevieran a desafiarla. Como tra-
largo Yancho del país. La inversión en el comercio y la industria era taré esta cuestión con más detalle en el capítulo VII, la dejaré de
superior a la agricultura, incrementándose considerablemente el po- momento aquí. En una palabra, parece lógico llegar a la conclusión
der de los mercaderes. En tercer lugar, la producción algodonera era de que China ni se retiró de la economía global a partir de 1434 ni
gigantesca, lo que exigía grandes cantidades de materia prima. A fi- su economía se agotó. De ese modo, resulta que la afirmación de
nales del siglo XVIII, China importaba de la India más algodón que Landes (citada anteriormente) en el sentido de que «el aislacionis-
el que importaba Gran Bretaña de América. A esto debemos añadir mo se convirtió en sinónimo de China» mientras que el mundo ex-
los argumentos aportados en el capítulo 4, a saber, que la renta per terior pasaba de largo ante ella, no es más que otro mito eurocén-
cápita en China era más o menos igual a Ja de Gran Bretaña en 1750; trico. Y la misma conclusión cabe aplicar a la India, el Sudeste
que su PIB era tan alto como el de Gran Bretaña en 1850; y que su Asiático y Japón, como veremos a continuación.
participación en la producción mundial de manufacturas era más
alta que la de Gran Bretaña hasta 1860. Por consiguiente, Ja preocu-
pación de muchos sinólogos eurocéntricos por relacionar el desarro-
llo económico chino con la irrupción de la influencia occidental a
partir de 1839 no reconoce el considerable progreso económico al-
canzado mucho antes del advenimiento de los británicos.
Crisis del Feudalismo
1.4. La crisis del siglo XIV
Tras la expansión de los siglos XI y XII, en las últimas décadas del siglo XIII
comenzaron a registrarse los primeros signos de estancamiento. Se frenaba
el movimiento de roturaciones y se observaban retrocesos: suelos periféri-
cos, agotados por los cultivos, paulatinamente fueron abandonados. El retro-
ceso de la agricultura se puede explicar, en parte, por razones climáticas - la
“pequeña edad del hielo”, es decir, el enfriamiento del hemisferio norte- pe-
ro sobre todo por el estado de las técnicas que no lograban salvar ciertos
obstáculos.
La rotación trienal no permitía, en zonas menos fértiles, que los suelos
descansaran lo suficiente; para aumentar el rendimiento hubiera sido nece-
sario abonar la tierra, pero el abono -el estiércol- resultaba insuficiente. Pa-
ra obtener mayor cantidad de abono hubiera sido necesario aumentar el nú-
mero de animales. Pero esto resultaba muy difícil para las comunidades
rurales pequeñas, por la imposibilidad de alimentarlo: aumentar los campos
de pastura significaba reducir los campos de cereales. Dicho de otra mane-
ra, la alimentación del ganado era incompatible con la alimentación humana.
A esto se sumaban otros problemas, el desmonte intensivo (sobre todo des-
pués que se comenzó a aplicar la sierra hidráulica) determinó la falta de ma-
dera, pero además el agua no contenida por los bosques destruyó las capas
arables superficiales. En síntesis, los cultivos disminuyeron.
Dentro de las manufacturas, básicamente en la textil, también comenza-
ron a registrarse dificultades. Es cierto que en este sector las técnicas ha-
bían continuado desarrollándose, pero las prescripciones de los gremios
muchas veces prohibían emplearlas. Fue el caso, por ejemplo, del torno de
hilar. Estas medidas no eran sólo producto de una mentalidad conservado-
ra, deseosa de mantener la calidad del producto, sino que atendían al carác-
ter limitado de sus mercados. La introducción de técnicas podía aumentar la
producción generando una crisis de sobreproducción, con la consiguiente
caída de los precios.
También se detuvo la expansión a la periferia. Por ejemplo, los señores
alemanes detuvieron su expansión en Lituania; en los reinos españoles, la
frontera con los musulmanes se mantuvo durante dos siglos en el reino de
Granada. También el movimiento de las Cruzadas llegó a su fin después del
fracaso del efímero Imperio latino en Oriente, y la caída de San Juan de Acre
(1291) puso fin a la aventura. Se había cerrado la etapa de los largos viajes:
el mismo título de la obra de Marco Polo, el Libro de las Maravillas, era ex-
plícito del carácter excepcional de su expedición (1271-1295). Junto con los
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Historia Social General
Años, los cambios en las tácticas militares, con mayor peso de la infantería Ver imágenes sobre
y la arquería (incluso la artillería en las primeras décadas del siglo XV) con- los cambios en las
técnicas de guerra.
movieron la función guerrera de la nobleza feudal, a caballo y con pesadas
1.15. Demanda del
armaduras. Graal, miniatura del
Incluso, la importancia que comenzaba a adquirir la arquería quedaba re- siglo XV y 1.16. El si-
flejada en las leyendas que comenzaron a madurar en el siglo XIV, como la tio de Orleans por el
Conde de Salisbury,
de Robin Hood y Guillermo Tell. Pero el poder de la nobleza se vio debilitado 1484.
fundamentalmente por la crisis de la agricultura y la huida de los campesi-
nos: la caída de la producción significaba la disminución de las rentas. Es
cierto que los señores intentaron solucionar el problema aumentando las
cargas sobre los siervos, es decir reforzando la servidumbre, como ocurrió
por ejemplo en Europa Oriental. Pero en otras regiones esto sólo sirvió para
acentuar los problemas de alimentación y la huida de los campos.
El abandono de los campos de cultivo posibilitó la extensión de las pastu-
ras y de la ganadería, sobre todo ovina, que transformaron a España y a Ingla-
terra en los grandes productores de lana para las manufacturas europeas.
Pero también la existencia de tierras que habían quedado vacantes permitió
a apropiarse de ellas a algunos campesinos que vieron mejorar su situación.
Esto condujo la formación de una clase de medianos y pequeños propietarios
libres -que en Inglaterra fueron llamados yeomen- que ya no dependían de
ningún señor sino que se vinculaban directamente con el mercado. Algunos
de ellos acuñaron fortuna, campesinos ricos -como los squire en Inglaterra o
los junker en Alemania- que aspiraron a formas de ennoblecimiento y, sobre
todo, a tener alguna participación en la administración política.
Estos nuevos propietarios ya no podían invocar antiguos derechos con-
suetudinarios sobre los campesinos, por lo tanto, para explotar la tierra de-
bieron -dada la extensión de su propiedad y una mayor complejidad de los
cultivos- contratar mano de obra asalariada. También los señores debieron
contratar trabajadores asalariados o -más frecuentemente- arrendar sus tie-
rras a campesinos libres. De un modo u otro, esto significaba la disminución
de la servidumbre y, por lo tanto, de la base del orden feudal. Al mismo tiem-
po, comenzaba a conformarse un mercado de mano de obra asalariada rural.
La crisis también se sintió dentro de las manufacturas. Afectó, sobre to-
do, a la producción suntuaria, de alto costo y de alta calidad, controlada por
los gremios, que entró en crisis por la falta de moneda y por la restricción de
sus reducidos mercados. Sin embargo, esto también abrió la posibilidad de
otras transformaciones. Algunos comerciantes, para escapar de la rigidez de
las corporaciones urbanas, comenzaron a aprovechar la larga tradición textil
campesina. Estos comerciantes compraban la materia prima y la entregaban
a los campesinos que realizaban el tejido con sus propios instrumentos, lue-
go el comerciante recogía el producto terminado, pagando por la cantidad
producida, y se encargaba de su comercialización. Comenzaban a desarro-
llarse así las manufacturas domésticas rurales.
Si bien el acabado y el teñido de los tejidos se efectuaba en las ciudades,
dentro del ámbito de las corporaciones, muchas veces los gremios de tejedo-
res urbanos vieron en las manufacturas domésticas una fuerte competencia.
En algunas ciudades, como en Gantes, los gremios urbanos organizaron ex-
pediciones armadas para destruir los telares campesinos. A pesar de esto, la
nueva forma de producción manufacturera se extendió ampliamente, sobre
todo en las zonas de actividad ganadera, como un complemento de las ta-
reas rurales. Esto ocurrió en Inglaterra, pero también en los Países Bajos,
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Alemania, Italia y Francia. Esta nueva producción textil era de más baja cali-
dad que los antiguos paños -incluso la producción de extendió al lino y al cá-
ñamo-, sin embargo, tuvo amplia acogida entre la burguesía y los sectores
campesinos más ricos que ya dejaban de hilar y tejer. Además de textiles,
con el mismo sistema comenzaron a producirse cuchillos, clavos, y objetos
de madera. En síntesis, como consecuencia de la crisis tanto la agricultura
como las manufacturas sufrieron importantes transformaciones que pusieron
en jaque los pilares del antiguo orden social.
La crisis del antiguo orden implicó también profundos conflictos sociales.
En primer lugar, movimientos campesinos. La inquietud social en el ámbito
rural se había expresado en la huida de los campos, y muchas veces esta
inquietud tomó la forma de la marginalidad y el vagabundeo, o incluso de es-
tallidos desesperados, violentos y cortos. Pero hubo también movimientos
de mayor envergadura que expresaron las dificultades de reacomodamiento,
FOSSIER, ROBERT derivadas de los cambios que se estaban viviendo, como la Jacquerie france-
(1996), Tercera Par- sa de 1358 y el levantamiento inglés de 1381. Como señala Fossier, estos
te: “La aceleración, 1270- movimientos no fueron el resultado de una miseria exacerbada sino la reac-
1520”, en: La sociedad me-
dieval, Barcelona, Crítica, ,
ción de campesinos que habían comenzado a mejorar y temían perder su si-
pp. 371-477. tuación. Los motivos que estaban atrás de los levantamientos -la falta de
consideración de los nobles, el desorden de la hacienda real, las fluctuacio-
nes monetarias- dejaban indiferentes a los más miserables pero eran asun-
tos de importancia para los campesinos medios en la medida que consti-
tuían el marco de su vida social. En este sentido, estos movimientos, aún
sin demasiada organización ni objetivos precisos, reflejaban las transforma-
ciones que se estaban produciendo en la estructura de la sociedad.
También la época fue propicia para los movimientos urbanos. Desde fi-
nes del siglo XIII y a lo largo del siglo XIV, se ampliaron los movimientos en
contra del poder político de las oligarquías urbanas: hubo agitación social en
las ciudades flamencas (1280); se levantaron Gantes, Lieja y Brujas por
nuevos impuestos (1292); hubo estallidos en Florencia y otras ciudades ita-
lianas (1300); se amotinaron los artesanos de París (1306). Pero también
apareció un nuevo tipo de movimiento que marcaba la crisis de las antiguas
corporaciones. Se comenzaban a invocar el derecho al trabajo -en 1337, al
grito de “Libertad y Trabajo” se amotinaron los bataneros de Gantes- y pro-
blemas vinculados a contratos y salarios, como en los levantamientos de te-
jedores en los Países Bajos entre 1320 y 1332; en la rebelión de los ciom-
pi (tejedores) en Florencia en 1378, y en los disturbios en varias ciudades
de Francia entre 1379 y 1383. Los movimientos urbanos -como los rurales-
fueron duramente reprimidos pero también permitían percibir la quiebra de
las antiguas formas corporativas.
Muchos de estos movimientos estuvieron revestidos de ideas religiosas.
Si la religión era el sistema cultural e ideológico de toda la sociedad, también
la protesta asumía lenguaje y formas religiosas. La protesta religiosa asumió
varias formas. En Francia, ya desde 1256, jóvenes de ambos sexos, dedica-
dos al vagabundeo y la mendicidad, engrosaron las bandas de místicos (be-
guines) que llevaban una vida de pobreza dedicados al trabajo manual. En In-
glaterra, pese a la represión, durante mucho tiempo persistió el movimiento
de los “lolardos,” cuyas ideas resonaron en la rebelión campesina de 1381.
En efecto, los lolardos habían recogido y llevado hasta sus últimas conse-
cuencias algunos de los principios de John Wyclyff (1320-1384) –monje de
Oxford considerado herético– quien pretendía demoler el funcionamiento de
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Historia Social General
las estructuras clericales de su época a través del mito del retorno al cristia-
nismo primitivo. Los lolardos condenaron la corrupción, la molicie, la riqueza
y el lujo desmesurado que corroían a la Iglesia en una crítica religiosa que se
confundía con la crítica social. En toda Europa, aparecieron también los “fla-
gelantes”, bandas de hombres que recorrían las ciudades autocastigándose
con correas con puntas de hierro (1349). Movimiento milenarista, ellos se
preparaban para el fin del mundo y el advenimiento de la “edad de oro”, edad
que caracterizaban como un mundo más justo sin ricos ni pobres.
En síntesis, los movimientos religiosos que estallaron en el siglo XIV fue-
ron movimientos heréticos e igualitarios y estaban señalando la crisis de la
conciencia cristiana colectiva. Y esto se vinculaba también con el profundo
impacto que la crisis producía sobre las mentalidades. La presencia cons-
tante de la muerte, sobre todo durante los años de la Peste Negra que diez-
mó a la población europea, transformaba la imagen de Dios: el Dios pater-
nal era reemplazado por la imagen de un Dios vengativo, el Dios de la ira.
Pero se transformaba también la misma idea de la muerte. Si antes la muer-
te era representada como un ángel, como un tránsito indoloro, a partir de
1350, comenzó a representarse como un ser cadavérico armado que causa-
ba estragos a su alrededor. La muerte fue personificada como un poder au-
tónomo, independiente de Dios, que podía actuar arbitrariamente por propia
iniciativa.
Ante la idea de la arbitrariedad de la muerte surgieron entonces actitu-
des polarizadas. Unos procuraron salvar el alma, asumiendo una religiosi-
dad más pura que permitía prepararse para la muerte. Y esta idea de purifi-
cación alimentó a los movimientos heréticos. Pero también, la cercanía de la
muerte reforzó las actitudes hedonistas. Ante lo efímero de la vida, se valo-
ró el goce, el erotismo y los placeres sensoriales. Esta fue la actitud que
quedó plasmada en dos importantes textos literarios de la época, el Deca-
merón de Boccaccio (1313-1375) y los Cuentos de Cantórbery, de Chaucer
(¿1340?-1400).
Pero la literatura también comenzó recoger y registrar manifestaciones -
antes desechadas- de la cultura popular de tono fuertemente satírico. La
“cencerrada”, por ejemplo, era un alborotador y ruidoso ritual -apóstrofes,
clamores, gestos obscenos y de burla- que los jóvenes dedicaban a las per-
sonas de mayor edad que habían cometido algún acto de transgresión: el
más frecuente era el matrimonio que violaba los límites habituales de la
edad. Pero muchas veces, también la “cencerrada,” en sus burlas mostra-
ba elementos de crítica social, al mismo tiempo que con la música, el rui-
do, los bailes, los gestos proclamaban el triunfo del placer de sensorial. La
Iglesia era hostil a estos rituales por su carácter licenciosos y por las más-
caras que deformaban la figura natural del hombre hecha por Dios a su se-
mejanza. De allí que en 1329 se amenazó, vanamente, con la excomunión
a sus participantes. Pero esto tampoco impidió que la “cencerrada” fuera
recogida por otros sectores sociales: como el culto autor de la Roman de Ver imagen 1.17. Cul-
Fauvel. tura popular: “Cence-
rrada”, miniatura de
Roman de Fauvel, pri-
mer tercio del siglo
XIV.
Obra blasfematoria y crítica, el Roman de Fauvel satirizaba el estado deplorable
de la corte de los reyes Felipe IV y Felipe V y enunciaba una profecía sobre el si-
niestro fin de ese mundo. Según el argumento, Fauvel -que vivía en un establo-
es conducido por la Fortuna al palacio real donde rápidamente -en medio de los
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Ciudades y monarquías
Ver imagen 1.19. La El efecto más notable de la crisis del siglo XIV fue el crecimiento de las ciu-
ciudad burguesa: Am- dades. La multiplicación de barrios nuevos, adosados a las ciudades, provo-
brogio Lorenzetti: Ale- có una brusca dilatación del espacio urbano. Esta ampliación quedó regis-
goría del buen gobier-
no, Fresco del palacio trada en la construcción de nuevas murallas: la mayoría de ellas se
Público, Siena c. levantaron entre 1300 y 1380. El caso de París es paradigmático: si las mu-
1338. rallas del siglo XII rodeaban 275 hectáreas, las construidas en 1360 conte-
nían 450 hectáreas. Eran ciudades también donde la preocupación por la
apariencia resultaba más notable. Las disposiciones municipales buscaban
el decoro -ordenaban la limpieza de las inmundicias, procuraban que los car-
niceros establecieran los mataderos fuera de loas murallas- al mismo tiem-
po que las casas burguesas aparecían con nuevos adornos. Era una ciudad
-de una gran heterogeneidad social- donde claramente los más ricos impo-
nían un “orden burgués”.
Era también una ciudad que se vinculaba cada vez más con el campo. En
efecto, la quiebra de los marcos señoriales, permitió a la ciudad extender el
dominio sobre su entorno. Los burgueses ricos acentuaron las inversiones
rurales, pero eran hombres que no estaban acostumbrados a las tareas agrí-
colas, por lo tanto, arrendaban las tierras o las explotaban con la ayuda de
un administrador. Lo significativo era tal vez el cambio de actitud: la búsque-
da permanente y conciente de la ganancia, expresada en el dinero que se
transformaba en la medida del poder. En síntesis, la crisis nobiliaria abría
las puertas del comercio de la tierra a nuevos inversores urbanos.
Junto con esta poderosa burguesía urbana, también se recortaron cada
vez con mayor claridad nuevos grupos sociales, reclutados de las filas bur-
guesas: los juristas -hombres de leyes-, o los nuevos funcionarios al servicio
52
Historia Social General
53
pre modernidad
CONEXIONES
130
límnlaI relaciones estratégicas que conforman los términos en
dertas
Z Ä i S e n á v i d a s homafas. l a s t r e s modos son instmmcn.os ÍV.. EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN "
í I r a p c n r c X c o n e x i o n e s cruciales edmeadas.entre los enropeosen.
-•>
c x l S T n " los demás habitantes del globo, con el fin de qnc podamos
apreciar las consecuencias de tales conexiones. NINGúN observador que hubiera mirado el mundo en el año 800 habría
advertido la península europea. Roma había caído y ninguna potencia
" ^centralizada había tomado su lugar; una multitud de dominios tributarios
• •
estrechos se disputaban los derechos a la herencia romana hecha pedazos.
jEl centro de gravedad política y económica se había desplazado hacia el
. este, hacia Bizancio, "la nueva Roma", y al califato musulmán. Pero ape-
•
nas 600 años después, en 1400, el observador habría encontrado una
fe Europa muy diferente y un cambio muy acentuado en sus relaciones
con las colindantes Asia y África. Un buen número de principados se
• • habían fusionado y formado varias entidades administrativas, las cuales
competían airosamente con sus vecinos del sur y este y se hallaban a punto
de lanzarse en grandes aventuras al otro lado de los mares. ¿Qué había
pasado?
Para responder esta pregunta debemos considerar cuando menos tres
problemas interrelacionados. En primer lugar, los cambios habidos en el
•. comercio de grandes distancias, que alteraron la posición de Europa, que
'. .
- •, dejó de ser un borde dependiente del Asia y se transformó en un territorio
, ' l» clave del desarrollo comercial. ¿De qué índole fueron estos cambios? En
• • •':' •
segundo, el hecho de que los muchos, pequeños y dispersos principados
del año 800 se habían transformado en reinos consolidados en lo político
' . y en lo militar. ¿Qué intervino en esta consolidación? Tercero, varios de
estos regímenes consolidados buscaron nuevas fronteras, en abierta colabo-
ración entre gobernantes guerreros y la clase mercantil. ¿Qué fuerzas im-
«I
pulsaron a dichos Estados hacia la expansión, y cuál fue la naturaleza
de la colaboración en cada caso?
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EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN 139
CONEXIONES
138
demos de enjaezar animales de tiro se refiere a esta región. Desde esta
_Cuando en 1285 él reino de Francia se apoderó de la región, las ferias de-;
base inicial, los reyes de Francia procedieron á ensanchar su dominio directo.
cunaron a resultas de un aumento en los impuestos, guerras. crecientes y
por medio de la guerra, de la ayuda del clero y de estrategias matrimo-
restricciones a la importación de lanas inglesas y de telas de Flandes.
niales. Ya para 1328 el dominio real y los feudos de la Corona francesa
Entonces el comercio se dirigió a las rutas costeras marítimas y a las rutas
abarcaban casi todo lo que hoy es Francia.
terrestres situadas entre el norte, de Italia y el valle del Rin. A lo largo de
^•Inglaterra se formó cuando un grupo de vikingos franceses procedentes
la ruta marítima aumentó el número de corporaciones y ligas mercantiles
£<cíe Normandía, crearon, por la fuerza de las armas, una "Normandía In-
que buscaban autonomía, tales como los consolats de Cataluña, la Her-
glesa" (Douglas, 1969:29) al otro lado del Canal de la Mancha. El núcleo
mandad de las Marismas de los puertos del Cantábrico y las hermandades
Cde esta Normandía Inglesa lo creó Guillermo el Conquistador cuando re-
comerciales o nansas que en el siglo xra se extendieron desde Colonia y la
partió feudos entre sus seguidores pero reservándose un dominio directo,
Renania hacia Lübeck y Hamburgo. A lo largo de rutas que remontaban
dentro de cada señorío, mayor que el de cualquier vasallo. No tardaron
los Alpes y llegaban al Rin, se formaron Estados de paso íntimamente
en chocar los dominios inglés y francés. Los reyes de Francia e Inglaterra
ligados con los movimientos de mercancías por arriba de las montañas;
pelearon durante siglos la posesión de la "Francia" occidental y meridional.
entre ellos cabe mencionar la Confederación Suiza y el Tirol. A lo lar-
Hasta el siglo xm los "ingleses" controlaron la mejor parte de "Francia",
go del alto Danubio y el Rin, los siglos xm y xrv presenciaron un flore-
de la cual fueron expulsados en 1453.
cimiento de casas de comercio en las poblaciones del sur de Alemania y I
Todos los Estados europeos crecieron lentamente, como entidades com-
de confederaciones mercantiles como la Liga Suaba, la Liga Renana y la i
puestas de, diferentes segmentos y acrecencias. Sus límites pudieron haber
Hermandad de las Diecisiete Poblaciones de Flandes y Brabante. Aunque
sido muy diferentes, lo cual hubiera creado un mapa de Europa muy di-
ninguna de estas federaciones mercantiles fue independiente de señores
ferente del conjunto de países que en nuestros días consideramos como
militares basados en la tierra, "las ciudades de la faja de las rutas comer-
entidades nacionales inalienables. Este mapa imaginario bien" pudo haber
ciales del Mediterráneo al Mar del Norte y al Báltico fueron a lo largo de
mostrado un imperio con base marítima que comprendiera Escandinavia, el
muchos siglos lo bastante fuertes como para frustrar cualquier intento
litoral septentrional de Europa e Inglaterra; un Estado que comprendiera
de administración militar" (Rokkan, 1975:576).
el oeste de Francia y las Islas Británicas; una unión del oriente de Francia
y del occidente de Alemania o un Estado que comprendiera los valles del
Ródano y del Rin, situado como cuña entre Francia y Alemania; una unión
Se ensancha el dominio real
' . • de Alemania con el norte de Italia; un Estado que abarcara Cataluña y el
sur'de Francia; una Península Ibérica dividida en una porción septen-
La tercera estrategia tendiente a la consolidación política, la expansión de
trional de reinos cristianos y una meridional musulmana. Cada uno de
un dominio central, ocurrió en las regiones que luego serían Francia c
estos casos representa una posibilidad que existió en un cierto tiempo, y cada
Inglaterra. Ésta fue una ruta muy diferente a la seguida en la península
uno sugiere que los límites geopolíticos que dividen a la Europa contem-
ibérica. Portugal y Castilla eran, predominantemente, Estados depreda-
poránea requieren alguna explicación y que no se deben tomar sin antes
dores, que vivían de los recursos de la España musulmana. El embrión del '•
hacer de ellos un buen análisis.
Estado portugués fue la hermandad militar armada de los Caballeros de
Aviz, cuyo Gran-Maestro fue el primer rey portugués (1384). Del mismo
modo, el Estado de Castilla descansaba en las órdenes religioso-militares FORMACIóN DE ESTADOS Y EXPANSIóN
de Calatrava, Alcántara y Santiago, todas ellas fundadas en el siglo xn.
En contraste, Francia e Inglaterra se consolidaron alrededor de los domi- Las guerras y el comercio con el exterior, y la consolidación interna crea-
nios personales de sus reyes. ron nuevos Estados en Europa e invirtieron la relación entre el Oriente
El núcleo de la Francia futura fue el dominio directo de la dinastía dominante y el empobrecido Occidente, que había caracterizado otros
Capeto; esta región, llamada Francia, abarcaba los valles del Sena y del tiempos. Pero hacia el 1300 pareció menguar el ritmo del crecimiento de
Loira. Su importancia agrícola la atestigua el hecho de que la primera Europa; la agricultura dejó de crecer, debido tal vez a que la tecnología
prueba documental de una rotación trienal de cosecha y de medios mo-
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EUROPA, PRELUDIO A L A EXPANSIÓN 143
.142 - ' CONEXIONES
probablemente, el menos entendido de los Estados que participaron en la sus grandes bosques de teca, o en Bahía, donde se usaban maderas duras
-expansión. Al término de la Edad Media europea era un país pobre que de Brasil. Para compensar su falta de marineros el país se hizo de más y
no llegaba al millón de habitantes. Pronto, empero, se hizo de colonias en más esclavos europeos, asiáticos y africanos.
lugares tan distantes como Brasil en América, Mozambique en África y • En casa, las rentas de la agricultura y los impuestos al trabajo sostenían
Malaca en Asia Sudoriental. Todavía en 1725 el arzobispo de Goa podía -: una nobleza militar exenta de impuestos y protegida contra arrestos arbi-
abrigar el sueño de un imperio portugués, fincado "en las infalibles pro- I trarios, amén de un numeroso establecimiento religioso. En el siglo xrv
mesas de Dios sobre el sometimiento de todo el globo" (citado en Boxer, ; J una caída en la población a resultas de la Peste Negra creó presiones hacia
1973a:376). Así las cosas, para 1800 había caído a la condición de poten- rentas más bajas en el campo, pero la promesa de salarios más altos llevó
cia segundona. A posteriori, parece punto menos que extraordinario el ¡tía los campesinos a las ciudades. Es probable que esta escasez de mano de
poderío y el fervor de su expansión inicial, fundada en una base estrechí- 4 obra agrícola haya inducido a la nobleza arrendadora a tomar las armas
sima de recursos ecológicos. §cHr a buscar otras fuentes de mano de obra en el exterior. De los 150 000
•esclavos africanos tomados por los portugueses entre 1450 y 1500 (Boxer,
Portugal empezó como un feudo fronterizo del reino español de León.
,1973a: 31), algunos fueron enviados a las recién ocupadas islas de Madeira
Al igual que León creció gradualmente conforme las bandas de caballeros
.y Azores, productoras de azúcar y trigo; otros fueron vendidos en Italia y
merodeadores y de colonos marchaban hacia el sur y penetraban en los •
España, y muchos fueron a dar a Portugal donde significaron una nueva
terrenos de la Iberia musulmana. Pero a diferencia de España logró tem-
fuente de trabajo esclavo. Al mismo tiempo, los nobles militares perdieron
pranamente su definición política. En 1147 Lisboa cayó en manos portu-
una buena parte de su poder político después de la guerra con Castilla
guesas y en 1249, Silves, el último fortín musulmán, fue tomado por las
(1385), pues una mayoría de la "vieja nobleza" fue muerta o exiliada por
tropas de Portugal. En 1385 el nuevo reino echó de sus fronteras a
haberse alineado con los castellanos. Esto despejó el camino a los nobles
los castellanos y mantuvo su integridad bajo una dinastía fundada por el
"nuevos" que apoyaban a la dinastía de Aviz y también acrecentó la im-
gran maestro de la orden rcligiosa-militar de Aviz. portancia relativa de la clase mercantil.
Pese a que más adelante los portugueses llegarían a los más remotos con-
fines del globo, el país siguió dependiendo en el curso de su historia de la Muy especialmente en Lisboa y Oporto los comerciantes alcanzaron más
agricultura. Esto ha sido verdad a pesar de que gran parte del territorio prominencia a fines del siglo xrv. Traficaban en productos agrícolas, pri-
mero en granos y luego en aceite de oliva, vino, corcho y colorantes para
es tan empinado o pedregoso que no es cultivable, de que las lluvias son
telas inglesas. De las salinas de Setúbal proporcionaban a Europa buena
escasas c irregulares y de que, por consecuencia, las cosechas son magras.
parte de la sal que necesitaba para preservar la carne y el pescado.
Sin embargo, el grueso de la población trabajaba la tierra, en su mayoría
Pese a estos adelantos, tal vez no sea apropiado hablar de una eman-
conforme a acuerdos de arrendamiento que garantizaban una prolongada
• cipación creciente de la clase de los comerciantes respecto a los controles
ocupación a los cultivadores mediante pagos en especie o en dinero (que
tributarios, cosa que han hecho algunos autores. El mayor comerciante de
cubrían de un décimo a la mitad del producto anual), y que se comple-
todos sería la Corona, a la cual puso en este camino el infante Dom Hen-
mentaban con dos o tres días de trabajo no remunerado por semana.
rique (mejor conocido como el príncipe Enrique el Navegante). Dom
Esta dependencia de la agricultura orientó el interior del país a alejarse
Henrique ha pasado a la historia por su interés en la navegación y en la
del mar. Había pesca en la corriente fría que corre frente a Portugal y la cartografía, aunque para financiar sus actividades tuvo que obtener ingresos
costa occidental de África, pero había que batallar con mareas y vientos del comercio en África Occidental y en las islas del Atlántico, de derechos
hostiles y con la ausencia de puertos de abrigo. Pese a sus hazañas marí- de pesca frente a Algarve, de la importación a Portugal de colorantes y .
timas, Portugal nunca tuvo una población marinera muy numerosa, ni azúcar y del control de la fabricación del jabón, todo lo cual levantó repe-
suficientes navegantes para sus barcos del mar océano. Tampoco tuvo mu- tidas protestas en el seno de la asamblea portuguesa. Fue también el ar-
chos barcos; el país tenía poca madera propia para hacer barcos, de modo quitecto de la toma de Ceuta (1425), uno de los puntos terminales en el
que buena parte de ella y de avíos marítimos debían importarse. Inclusive comercio de oro a través del Sahara, amén de que obtenía provecho
en el apogeo de su poderío, Portugal no tuvo arriba de 300 barcos tras- de la captura y venta de esclavos, que era un negocio adyacente en los
atlánticos (Boxer, 1973a:56). Después de la expansión ultramarina, casi viajes efectuados por los litorales africanos. Con posterioridad, la Corona
todos los barcos portugueses se construyeron o en Goa, en la India, con
i• •
' • • . - - .• •• •
EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN 145
144 CONEXIONES
'impuestos tributarios ("feudales") y a conflictos abiertos en las ciudades
se reservó el monopolio sobre.la importación de oro, esclavos, especias y entre el patriciado mercantil y los pequeños artesanos y comerciantes.
marfil, y sobre los derechos de exportación y re-exportación.' Aunque los' La unión de Castilla y Aragón unció dos socios muy desiguales y aseguró
comerciantes se beneficiaron tíon toda esta actividad,, mediante concesiones? el predominio de Castilla sobre Aragón, que ya ^era "una sociedad en
y contratos, nunca se hicieron del poder necesario para alterar de^úrrmodoI "retirada" (Elliott, 1966:42). Otorgó un papel destacadísimo en el nuevo
significativo la estructura de clase del país. Estado ibero a los nobles propietarios de inmensos hatos de ovejas. .Se
V . - U ¿habían organizado en una poderosa asociación de ovejeros, la Mesta, que
podía promover sus intereses sociales y políticos relacionados con el Estado
Castilla-Aragón (España) a cambio de pagar impuestos a la Corona. La exportación de lana caste-
llana'por los puertos del norte ligó esta periferia cantábrica a los intereses
En la península ibérica había otra potencia, España, que logró su unidad i de la nobleza militar castellana.
política en 1469 al unirse las coronas de Castilla y Aragón. Cuando las \ La decisiva inclinación castellana hacia una economía pastoral no sólo'
invasiones germánicas provenientes del norte y las invasiones islámicas j ahogó el desarrollo industrial de España, sino que redujo la aptitud de
del sur despedazaron la unidad administrativa de la provincia romana de otras clases para poner en jaque el dominio de los militares tomadores
Hispania, algunos Estados pequeños sobrevivieron en el norte, los que gra- de tributos. La guerra y él apoderamiento de pueblos y recursos, no el
dualmente se consolidaron en los dos Estados de la Corona de Castilla y desarrollo comercial e industrial, llegó a ser el modo dominante de repro-
de la Corona de León, que incluían el Principado de Cataluña y el ducción social. Vistas así las cosas, la conquista del Nuevo Mundo no
Reino de Aragón. es más que una prolongación de la Reconquista dentro de la propia penín-
En el siglo xrv la unión de estas dos entidades estaba muy lejos. Cas- sula ibérica. La afluencia de la plata del Nuevo Mundo a partir del si-
tilla, que marchaba contra los árabes de Andalucía, acabó aprisionada en glo xvi redujo todavía más el desarrollo industrial de España, pues produjo
un papel militar en que distribuía las tierras conquistadas entre los nobles alzas de precios e inflación, lo cual hizo que no pudiera competir con los
* militares que capitaneaban la conquista. Esto produjo, a fines del siglo xv, productos industriales de Holanda.
una división tal de la propiedad de la tierra en que el 2 o el 3% de la Sin embargo, la plata del Nuevo Mundo acrecentó los ingresos de la
población tenía el 9 7 % de la tierra, por lo común en manos de un puñado I Corona. Juntas, las ovejas de España y la plata de las Americas, costearon
. de familias (Elliott, 1966:111). La ocupación dominante en las tierras d e l grandes operaciones militares de España en Europa y el crecimiento de •
Castilla llegó a ser la ganadería, sobre todo la cría de ovejas, cuya lana | • uña burocracia real que excedía con mucho las posibilidades de la eco-
de merino iba a dar a Holanda, donde se convertía en finas telas. nomía española. Se compensó el déficit en los gastos mediante préstamos
: Por el contrario, las tierras de la Corona de Aragón fueron colonizadas de financieros extranjeros a los que halagaba en extremo prestar sobre
gradualmente por individuos que creaban comunidades pequeñas en que -futuras importaciones de plata o sobre impuestos que se cobrarían por la
.se distribuía la tierra con mucha más uniformidad que en Castilla. Al venta de lana. Fue así como España nunca contó con una política econó-
mismo tiempo, la Corona de Aragón había conjuntado el Principado mica coherente. La burocracia imperial se limitó a actuar como conducto-
de Cataluña, muy orientado hacia el comercio, y un Aragón que primor- ra de la riqueza hacia los cofres de Italia, el sur de Alemania y los Países
dialmente era rural. En los siglos xm y xrv Cataluña fue un próspero Es- Bajos. La expulsión entre 1609 y 1614 de 250 000 musulmanes no conver-
tado comercial que tenía conexiones marítimas hasta el Levante. Sin •: sos, que vivían en el sur de España, debilitó aún más la agricultura del país
embargo, en el siglo xv menguó ante la competencia de Genova, la cual no] pues detuvo los pagos por renta a los señores, los cuales a su vez no pudie-
nada más redujo la influencia de Cataluña en el Mediterráneo sino que; ron pagar sus deudas e hipotecas. A mediados del siglo xvn hasta las expor-
-la pasó por alto pues entró en relaciones comerciales y financieras con Cas-; taciones españolas de lana empezaron a perder terreno ante la competen-
tilla. Esta coalición de financieros genoveses y de nobles castellanos prpduc-1 cia inglesa. Declinó la navegación y para fines del siglo xvi los navieros
tores de lana ahogó el crecimiento comercial de Cataluña y minó la efica-:! españoles ya no podían competir eficientemente con las nuevas técnicas de
cia de la producción y exportación de textiles de Cataluña. A fines del los astilleros del norte de Europa. El capital fluyó más y más hacia prés-
siglo xrv y durante el xv, se deterioró aún más la economía de Cataluña tamos privados y bonos del gobierno que ganaban más intereses que las
debido a una serie de fieros levantamientos de los campesinos contra los
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CONEXIONES EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN 147;
146
inversiones directas en empresas productivas. La España del 1600 era ya., mtas de la flota de la plata que provenía del Hemisferio Occidental. Fue
ese mundo de" descomposición- y desencanto! que,-:Miguel, de Cervantes1 asi como en la primera mitad del siglo xvi Ambcres llegó a ser el centro
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describe tan magistralmente en el Quijote. La economía española se había de un sistema internacional de crédito y de pagos. No pasó mucho tiempo
transformado en un simple vehículo,de riqueza comercial destinado a otras* ¿n que los banqueros de Genova y Baviera tuvieran derechos hipotecarios
economías,.''una madre para los extranjeros, una madrastra para los es-i sobre la flota de la plata de América y sobre los impuestos de Castilla
pañoles". _v por haber adelantado dinero a la Corona imperial; de esta suerte, la plata
i j' • fluyó a Amberes y de ahí pasó a los conductos internacionales.
Los circuitos internacionales de la riqueza mercantil No duró mucho, sin embargo, el predominio de Amberes y de sus padri-
.vjios. En 1550 la Corona española sufrió su primera quiebra. Poco después,
Fue así-como tanto en Portugal como en Castilla-Aragón los comerciantes en 1556, los Países Bajos se sublevaron; los rebeldes "mendigos del mar"
extranjeros acabaron por desempeñar una función estratégica en el desem- aislaron Amberes del mar y en 1576 las tropas españolas entraron a saco
peño de la economía. Portugal buscó y halló la riqueza y el apoyo mer- , en la ciudad a cambio de las pagas que se les debían. En 1575-1576 la
cantil que necesitaba en la ciudad italiana de Genova, que por ese entonces .Corona española sufrió su segunda quiebra, en la cual arrastró a las casas
peleaba con Venecia por el control del comercio con el Levante y que comerciales de Baviera. Por su parte, los genoveses se mantuvieron firmes
estaba ansiosa por dar su apoyo al comercio portugués por considerarlo y apretaron su asimiento sobre los recursos imperiales, que ahora fluían con
un medio de romper los asfixiantes límites del Mediterráneo. Los comer- lernas abundancia hacia Genova. El resultado fue que "a partir de 1579,
ciantes genoveses aparecieron en Portugal en el siglo xin, y para principios quizá desde 1577, se convirtieron en los amos de los pagos internaciona-
les, de las fortunas, de Europa y del mundo, en los amos, sin rival y bien
del xrv Lisboa se había convertido en un gran centro del comercio genovés. |
atrincherados, de la plata política de España", (Braudel, 1972:393).
Los genoveses también se establecieron en Sevilla, pero en el siglo xv; y •
,, Con el tiempo, es decir a principios del siglo xvu, Amsterdam y las ciu-
en ese siglo y el siguiente ayudaron a España a financiar sus viajes al dades holandesas aliadas con ella, desalojaron a los genoveses. Amsterdam
Hemisferio Occidental. Destacados participantes en este proceso fueron | se convirtió en el centro del sistema internacional de pagos de Europa;
las familias Spinola, Centurioni, Giustiniani y Doria. Ciertamente no fue I recibía la plata de España^ y el oro de Portugal a cambio de mercancías
accidente que Colón trabajara para los Centurioni en Lisboa en 1477 y j manufacturadas en el norte de Europa. Buena parte de este poderío se
que en 1478 pasara su luna de miel viajando a Madeira a fin de comprar I debió a qué los "Nuevos Cristianos" portugueses, bautizados o criptojudíos,
azúcar para esa familia (Pike, 1966:154, n. 58; 206, n. 2 ) . Francisco] habían emigrado a Amsterdam para evitar la persecución económica y
Pinclo (Pinelli, en italiano) dio dinero para el primero y segundo viajes I religiosa de Iberia. Habían desempeñado un papel destacado en el comer-
de Colón. A los financieros genoveses se les unieron muy pronto los Fugger ] cio de.los portugueses de esclavos y azúcar con el Nuevo Mundo; ahora
y Weiser de Augsburgo, en el sur de Alemania, cuya creciente prosperi-1 ponían sus dineros y su saber a disposición de los holandeses.
dad a partir de mediados del siglo xv estuvo muy relacionada con el co-
mercio entre el sur de Alemania y Veneciá y con operaciones mineras en
los Alpes y Cárpatos. Las Provincias Unidas
El desarrollo financiero de Genova y Baviera cimentó el auge de la ciu-
•. dad de Ambcres, que está situada en el estuario del río Escalda en Braban- España y Portugal, además de batallar con los problemas propios de sus
te. Al comenzar el siglo era un puerto segundón, pero entre 1437 y 1555 ^inmensos imperios, se toparon con un nuevo rival en los marinos y pesca-
saltó de unos 17 000 habitantes a más de 100 000 (Russell, 1972:117;] dores de Holanda. Los holandeses descollaron en el curso del siglo xv en
Smith, 1967:395). Además de tener acceso a las vías marítimas, era el el comercio marítimo entre el Báltico y el occidente de Europa; en sus
término de la ruta terrestre de Venecia al Rin y un eslabón en la cadena vajes hacia el oeste llevaban granos y maderas del Báltico así como metales
de ciudades hanseáticas de los mares del norte. Cuando el duque de Bur- de Suecia y de regreso llevaban sal y telas. Después de que en 1452 los
gundia, en cuyos dominios estaba Amberes, llegó a ser el emperador arenques migraron del Báltico a las aguas del Mar del Norte, intensifi-
Carlos V, la red de la ciudad creció al grado de que llegó a abarcar las caron su pesca, a la que, llamaban su "principal mina de oro". Este co-
• • •
, :
CONEXIONES EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN 149
148
mercio con el Báltico siguió siendo económicamente más.importante que
el comercio holandés con Asia y las Indias Occidentales. • La expansión
de Holanda hacia otros mares significó la continuación'de esta dedica-
respuesta a la depresión aumentó sus exportaciones de granos y que empezó
a gravar las mercancías holandesas; de este modo alentó la sustitución de
importaciones holandesas con artículos hechos en Inglaterra. A la eco-
ñ
nomía holandesa también la afectaron guerras costosas, pues para librarlas
ción al comercio marítimo.
hubo que aumentar los impuestos.
Para financiar estas empresas ultramarinas, los holandeses se atuvieron |¿;'<¿Por qué, entonces, las Provincias Unidas no volvieron la vista hacia el
inicialmente al capital extranjero, en particular al de banqueros italianos desarrollo industrial? Por varias razones. Primera, la navegación, la cons-
y del sur de Alemania. Cuando Garlos V incorporó Holanda a su imperio trucción de barcos y actividades relacionadas siguieron siendo importantes
transoceánico, concedió también a sus comerciantes los privilegios de y remunerativas. Segunda, los rendimientos de la actividad mercantil eran
que disfrutaban los comerciantes y los puertos españoles. De este modo, elevados, sin duda más que las inversiones en la industria textil. Tercera,
los comerciantes holandeses aprovecharon también el flujo de metálico que 1 $ ¡en jas Provincias Unidas la agricultura era ya de capital intensivo y espe-
provenía de Lisboa y Sevilla, con lo cual amasaron el capital suficiente 1 cializada y pagaba salarios buenos; no había, pues, un populacho rural
para realizar operaciones comerciales independientemente de financieros -pobre que proporcionara trabajo industrial barato, como era el caso de
extranjeros. "™ -Inglaterra. Cuarta, todo el desarrollo holandés estaba fundado en la habili-
La Reforma protestante y la conversión de Holanda al protestantismo dad del país para capitalizar aptitudes y servicios, no en una base recia de.
desembocó en una ruptura con la católica España y en una guerra de ochen- recursos propios. Era poca su población. De 275 000 en 1514 había subi-
ta años entre los dos países. Cosa paradójica fue que de esta guerra, las do a 883 000 en 1680; cayó de nuevo a 783 000 en 1750. De hecho es-
Provincias Unidas surgieron más poderosas, no nada más en lo militar sino \ caseaba la mano de obra incluso para empleos navieros, por lo que en el
también en lo financiero. La revuelta aglutinó una alianza entre varias ' siglo xvm se contrató a marinos escandinavos y del norte de Alemania para
poblaciones holandesas, cada una de ellas gobernada por su élite local de hacerse cargo de naves holandesas. Por otra parte, el país carecía de carbón
oligarcas comerciantes, y también una alianza entre estas élites marítimas y hierro, que abundaban en Inglaterra. Finalmente, la república había
y los señores tributarios de las provincias terrestres. Como la nueva repú- sido siempre un Estado compuesto por ciudades-Estados casi autónomas;
blica recibió con los brazos abiertos a disidentes religiosos valones y flamen- cada una tenía su propia oligarquía. Lo que les había dado una dirección
cos y también judíos portugueses y españoles, empezó de inmediato con común fue el predominio de Amsterdam y el éxito que tuvieron durante
un buen capital humano. Antes de 1585 los barcos holandeses apare- I la fase del ascenso del país. En un periodo de dificultades crecientes, la
cían rara vez en el Mediterráneo; después de esa fecha fueron visitantes i intensificación de las luchas entre facciones significó un estorbo que se inter-
frecuentes de la región. El tráfico holandés directo con Brasil significó . puso entre los diversos miembros de la alianza holandesa para formular
hacia 1621 entre la mitad y dos tercios del intercambio de este país y y emprender una política común. Tal vez por ello, a partir de 1688, el
Europa. A lo largo de la prolongada guerra los comerciantes holandeses capital holandés fluyó cada vez más hacia Inglaterra donde fue invertido
siguieron tratando con el enemigo; las marinas de España y Portugal nece- en la Compañía Inglesa de las Indias Orientales, en el Banco de Ingla-
sitaban la madera y avíos navales que los holandeses acarreaban desde el terra y en la deuda nacional inglesa así como en industrias de reciente
Báltico; la principal fuente de ingresos de los holandeses para continuar creación. En este terreno, Holanda pagó ''la pena de ir a la cabeza". El
la guerra fueron los impuestos que pagaron los comerciantes holandeses dominio pasó a manos de su rival principal.
por permisos para traficar con el enemigo (Boxer, 1973b:23-24). En el
siglo xvn, y como resultado de este comercio tan ambicioso, Amsterdam
se convirtió en el centro del comercio europeo en efectivo, lugar que con- •
Francia
servaría 200 años.
Sin embargo, durante la segunda mitad del siglo xvn la hegemonía El caso de Francia es una respuesta más a la crisis del feudalismo; estuvo
holandesa llegó a su máximo y luego empezó a declinar. El grano del aquí el hogar del clásico feudalismo político, que se valió de la forma ju-
;. Báltico perdió importancia en los mercados de Europa, lo cual redujo la rídica de vínculos entre señores y vasallos para alzar un gran edificio de
influencia holandesa (Glamann, 1971:42-44). Al mismo tiempo, las Pro- relaciones escalonadas, del cual, el rey ocupaba la parte más alta. Aquí
vincias Unidas empezaren a resentir la competencia de Inglaterra, que en
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150 CONEXIONES EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN 151
la^fuerza principal de la consolidación política era convertir la pirámid pada, vendiendo cargos y títulos de nobleza a comerciantes, y profesio-
feudal, encabezada por el rey, en una urdimbre de relaciones de patronea, nales. Entre esta nueva nobleza figuraron campesinos contribuyentes que
clientes que abarcaba toda Francia y que se hallaba bajo el rey debido á adelantaron dinero a la Corona a cambio del derecho para cobrar impues-
que controlaba los recursos superiores (véase Koenigsberger, 1971:6). En tos y retenerlos. A final de cuentas, el campesinado y los empresarios mer-
Francia se logró esta transformación mediante la concentración de exee-' cantiles y.manufactureros eran quienes pagaban los impuestos. El ingreso
dentes agrícolas internos y no por la expansión allende los mares. Al mis- obtenido por los impuestos era enorme, diez veces mayor, por ejemplo, que
mo tiempo, la Corona francesa evitó, en un grado mucho mayor que los e l obtenido en Inglaterra (Finer, 1975:128) y su misma cuantía aplas-
gobernantes de Portugal o Castilla-Aragón, depender de financieros inter- taba a la agricultura y asfixiaba al comercio y a la industria. El campe-
nacionales y de los consiguientes embrollos internacionales. sinado estaba agobiado; la burguesía también, apenas podía sobrevivir
Ya vimos cómo lo que sería Francia emergió de una pequeña pero fértil (VVallerstein, 1974:297).
región central que controlaba los cursos medios de los ríos Sena y Loira. -• Este conjunto de relaciones que privaba entre el rey, la vieja nobleza, la
Al principio el rey no era más que un simple primus inter pares frente a nueva nobleza y el campesinado fue despedazado por la Revolución fran-
otros poderosos feudatarios, pero extendiendo el poder real directo en todasfl cesa de 1789. La revolución fue hecha por labriegos que se alzaron para
direcciones, aumentó su poder hasta que, hacia 1328, ya cubría la mitad d e * sacudirse a sus nobles rentistas, por artesanos y jornaleros pobres de París y
lo que hoy día es Francia. La otra mitad se hallaba en los feudos de la por burgueses agobiados. Fue una revolución contra la aristocracia én
Corona. Sin embargo, en este proceso de expansión los reyes de Francia cuanto que liberó al campesinado del pago de tributos y despejó el camino
no sólo echaron a los ingleses y a sus señores feudales, sino que ganaron para que los miembros del Tercer Estado pudieran ocupar cargos públi-
ascendencia sobre rivales potenciales en Aquitania al oeste y en Occi- cos. No fue, empero, una revolución que abriera paso al desarrollo del
tania al sur. Esto puso a disposición de la Corona nuevos recursos agríco- capitalismo. La "burguesía" que liberó no era una clase de capitalistas
las y sometió al centro político de París los linderos marítimos del oeste industriales, sino una "pequeña" burguesía de artesanos, tenderos, comer-
y del sur, inclusive las ciudades comerciales de Nantes, Burdeos y Tolosa. A ciantes en pequeño y empresarios de poca monta. La industrialización en
partir del siglo xv, las exigencias económicas y políticas del núcleo, fun- gran escala en Francia tendría que aguardar a la segunda mitad del si-
dado en la tierra, de la monarquía francesa, controló y limitó la actividad glo XK. •'-.-'
mercantil a lo largo del borde atlántico, lo cual tuvo grandes consecuencias
en cuanto a la participación de Francia en el curso de la expansión euro- Los límites de la circulación mercantil
pea (Fox, 1971).
Aunque el rey consolidó su control sobre Francia, no pudo ni quiso Hemos visto cómo tres Estados europeos —Portugal, España y las Provin-
desafiar abiertamente los derechos de la nobleza para quitar excedentes al cias Unidas— experimentaron una fase de expansión mercantil en ultramar
campesinado. Los campesinos tenían el derecho de pagar rentas en dinero y cómo después sufrieron una terrible contracción. Un cuarto Estado,
o en especie, no en trabajos realizados en la heredad de un tomador de Francia, encauzó sus energías hacia la consolidación interna, para lo cual
tributos. Fue el campesinado el que tuvo a su cargo la producción; los redujo las actividades de su frontera marítima mediante la centralización
señores tomaban su parte de las cosechas como tributo que vendían en el del poder en París.
mercado. En este sentido, el rey no era otra cosa que el noble más elevado, fyLa alianza del Estado y de los comerciantes que permitió el ascenso de
que vivía de lo que le dejaba su propio dominio. El gran tamaño de su Portugal empezó en los primeros años del siglo xv, adquirió impulso en el
dominio lo hacía correspondientemente más poderoso, pero como la noble- xvi y declinó en el xvn. El tratado de Methuen de 1703, que permitió
v za estaba exenta de impuestos, eran limitados los recursos de la Corona. la entrada a Portugal de textiles ingleses a cambio de la importación de
El rey trató de aprovechar relaciones de comercio y crédito con ciudades vino de Oporto por Inglaterra, no hizo más que dar forma a esa decli-
~ italianas para hacerse de recursos, pero la declinación de esas ciudades re- nación. España, la unión de Estados encabezados por los reyes de Castilla,
dujo sus posibilidades de obtener fondos. creció en el siglo xvi y creó un imperio que iba de la Florida a Chile y
Por último, el rey quiso resolver este problema creando una nobleza de las islas del Caribe a Filipinas. Sin embargo, al comenzar el siglo xvn,
propia, la nobleza del manto en contraposición con la nobleza de la cs- España iba de bajada y empezaba a vivir de fantasías de grandezas pa-
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152 CONEXIONES : EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN 153
sadas en medio de realidades.de marchitamiento. Ni los vigorosos esfuer- T: duda de que los comerciantes de Europa hicieron dinero y amontonaron
zos de ía dinastía borbónica realizados en el siglo xvm, para frenar esa riquezas; comerciaban en pieles, especias, esclavos, oro y plata. Lograron la
declinación por medio de medidas de una "ilustración aplicada" resul- especialización mediante el desarrollo del comercio de t artículos básicos;
taron. Por su parte, las Provincias Unidas se rebelaron exitosamente con- cambiaban granos crecidos en un lugar por sal producida en otro, telas
tra España en 1566, y en los agios xvi y xvn se ensancharon allende los ^tejidas en un sitio por hierro fundido en otro. Crearon redes comercia-
mares; pero a fines del siglo xvn, ante la presión creciente de los ingleses les que permitieron conjuntar hombres y utensilios para producir mercan-
llegaron a los límites de su poderío. En el siglo xvra Francia trató de. scías en cantidades aún'más grandes para centralizar las ventas. Afectaron
expulsar a los ingleses de la India y de la América del Norte. Pero como y transformaron los sitios y rutas de la circulación. Ejercieron el comercio,
había desatendido el crecimiento de su industria y de su capacidad naval, |tal y como lo entendió Ibn Jaldún, el sociólogo berberisco del siglo xrv,
enfrentó esta tarea como potencia esencialmente terrestre incapaz de en- - que escribió lo siguiente:
frentar a la armada y a la industria de Inglaterra. -/
El siglo xvn desempeñó un papel decisivo en estos negocios de Estado. «.'.¿Debemos saber que el comercio es la búsqueda de ganancias mediante el
Estados que habían tenido éxito al enfrentar "la crisis del feudalismo" en aumento del fondo inicial cuando uno compra mercancías a un precio fa-
el siglo xv, se vieron arrastrados en el xvn por una depresión económica y v-yorable y las revende a un precio mayor; estas mercancías pueden ser escla-
por dificultades políticas. Esto se vio con más claridad en la península , vos, cereales, animales o textiles. A este aumento se le llama utilidad,
la cual se obtiene guardando la mercancía y esperando una fluctuación al
ibérica. Ahí, todos los excedentes que se habían generado se usaron en
alza en la tendencia del mercado, que produce una gran utilidad; o bien
actividades políticas y militares del Estado y en el enorme consumo de la transportando a otra región la dicha mercancía, donde hay más demanda
corte; La guerra y el pillaje constantes favorecieron la persistencia de de ella; esto también produce una buena utilidad. [Citado en Rodinson,
los señores tributarios e inclusive acrecentaron su poder.. La prolongación 1966:47.]
de la Reconquista en las Americas fortaleció el poder militar y social del
rey y los nobles, a la vez que inducía el estancamiento económico de las ciu- Los mercaderes europeos llegaron inclusive a alterar aquí y allá la orga-
dades y del campo. Al mismo tiempo, el creciente costo de la guerra nización y las condiciones del trabajo empleado en la producción de una
consumía recursos o los entregaba a los acreedores de la Corona. En Fran- mercancía para su venta. Sin embargo, lo que no hicieron fue usar suf
cia, los excedentes se concentraron en las manos del rey y se usaron para riqueza como capital para adquirir y transformar medios de producción••'
aplastar o para comprar la oposición en casa y para hacer la guerra fue- y ponerlos en movimiento mediante la compra de fuerza de trabajo ofrej
ra de ella, con detrimento de las opciones alternativas económicas, y po- cido en venta por una .clase de trabajadores. '
líticas. En el Estado holandés fueron más modestas las exigencias del
gobierno, y no fueron tan acentuados los gastos fuertes. Sin embargo, la
expansión comercial mundial recalcó el papel de los comerciantes holan- *•• Inglaterra
deses, si bien indujo el desarrollo de manufacturas que fueran complemen-
tarias del comercio y la navegación, por ejemplo, astilleros y equipos Sólo Inglaterra daría el paso de la acumulación y distribución de riqueza
navales. Lo ocurrido en Holanda demuestra que no fueron los grandes gas- mercantil a una completísima transformación capitalista. Sin embargo,
tos de la guerra o de la vida cortesana como tal lo que generó la crisis, si vemos a la Inglaterra anterior a 1400, se nos aparece como el candidato
sino más bien el no saber convertir las ganancias de la guerra y de la más inapropiado para llevar a cabo tan profunda transformación. Por su
actividad comercial en actividades generadoras de excedentes. Esta apti- posición geográfica frente a la costa de Europa estaba fuera de centro;
tud depende de la conversión de la riqueza mercantil en capital. además el curso de su desarrollo se antoja demasiado peculiar comparado
Tras las crisis económicas y políticas de los Estados del siglo xvn, se con el de los Estados de la tierra firme europea. Su conquista en 1066 por
hallaba una crisis mayor, causada por la incapacidad de la riqueza mer- descendientes de habla francesa de vikingos noruegos impuso un sistema
cantil para alterar y transformar las formas de encauzar el trabajo a la fiscal y judicial unificado bajo el mando del rey. En cuanto a su opera-
creación de nuevos recursos. Ya hemos trazado la distinción entre el capi- ción, este sistema se atenía más a la cooperación de los nobles que a la ope-
talismo y el empleo de la riqueza para obtener un provecho. No hay ración de una burocracia centralizada y compleja de tipo francés. Por
. .
LAS SOCIEDADES INDÍGENAS EN AMÉRICA
22
LAS SOCIEDADES INDÍGENAS EN AMÉRICA
Los aztecas
Largas peregrinaciones a partir de una región llamada Aztlán o “lugar de garzas” hicieron que los
mexicas o aztecas se establecieran en un islote del lago Texcoco, en el año 1325, por orden (según
cuenta la leyenda) de su dios Huitzilopochtli. Allí fundaron su capital México-Tenochtitlán, en medio
del lago que en esa época cubría el valle central de México, en la altiplanicie central mexicana. Esta
tribu, nómade en un principio, se impuso implacablemente a los pueblos vecinos. Su dominio se
extendió hasta la región central y oriental de México, llegando en partes al golfo de México y a la
costa del Pacífico. Pero dentro de ese territorio subsistían pueblos independientes, y la enemistad
de estas poblaciones hacia los aztecas –especialmente por parte de los tlaxcaltecas- fue un factor
muy importante que contribuyó a la conquista de México por los españoles, en 1520.
En cuanto a la población existente en el momento de la conquista, varían los cálculos y las ci-
fras que mencionan los españoles: entre 4.500.000 y 22.500.000 en todo el imperio, y entre
72.000 y 300.000 personas en la capital.
Organización política
El imperio azteca se basaba en la triple alianza de los gobernadores de México, Texcoco y Ta-
cuba. La primera, México-Tenochtitlán, era la que dirigía la confederación azteca. A fines del
siglo XV, el imperio controlaba treinta y ocho provincias, que abarcaban casi medio millón de
kilómetros cuadrados, o sea, la cuarta parte del actual territorio mexicano.
Si bien la extensión era muy grande, la organización del imperio no estaba bien consolidada
en todos los puntos, y por eso pudo ser vencida por los españoles, que aprovecharon los flan-
cos débiles constituidos por las poblaciones que no querían ser dominadas por los aztecas.
Estos pueblos rebeldes se aliaron a los conquistadores, sin saber que esa alianza les iba a ser
mucho más costosa que la dominación azteca.
Poco después de la fundación de México-Tenochtitlán, los aztecas, para ganar prestigio, solicita-
ron a la ciudad de Colhuacán que les diera un soberano, descendiente de los reyes de aquella re-
gión, para que los gobernara. Así, en 1376, se inició la etapa de consolidación del prestigio mexica
en el valle del Anáhuac.
El gobierno estuvo, desde entonces, a cargo de un emperador o Huey-tlatoani, que debía ser
elegido entre los descendientes del primer rey o pertenecer a la nobleza. Por debajo del empe-
rador o soberano máximo estaba el Cihuacoatl, que ocupaba temporalmente el lugar del pri-
mero en las acciones de guerra, o por enfermedad o fallecimiento del monarca. Además, el
Cihuacoatl presidía el Gran Tribunal y los asuntos religiosos. Los últimos emperadores fueron
Moctezuma II, que murió estrangulado por los españoles en 1520; Cuitláhuac, que murió por
la viruela poco después, y finalmente Cuahutémoc, que dirigió la defensa del imperio y de la
ciudad de Tenochtitlán frente a los invasores españoles. Prisionero de Hernán Cortés, fue ahor-
cado por éste y su gente en 1525, después de haber sufrido grandes tormentos, en las tierras
bajas de Guatemala.
El Gran Tribunal o Consejo Supremo era consultado por el monarca ante problemas graves; estaba
integrado por representantes de cada calpulli, y se encargaba generalmente de elegir funcionarios.
36
CA P Í T U L O 1
Sociedad
37
LAS SOCIEDADES INDÍGENAS EN AMÉRICA
por herencia, es decir que generalmente sus hijos eran libres. Era esclavo quien era capturado en la
guerra, o quien se vendía a sí mismo o a sus propios hijos a cambio de ciertos beneficios.
Los comerciantes (o pochtecas) conformaban un estrato aparte de esta sociedad aquí descrip-
ta: tenían un culto propio a sus divinidades, instituciones especiales para ellos, ya sea para
justicia o administración, no tenían la obligación de realizar trabajos personales para el Es-
tado, y los terrenos que ocupaban eran propios. En muchos casos cumplían la función de em-
bajadores o espías del emperador; en general, cuando se los veía en una región no domina-
da antes por los aztecas, era señal de que pronto llegarían las tropas dominadoras. Es por ello
que su actividad era muchas veces más importante para el emperador que la de los nobles.
Por supuesto, en este estado tan militarista, con la función de expansión y conquista, los gue-
rreros también ocupaban un lugar muy destacado.
Economía
Como en Teotihuacán, el cobro de tributos a los pueblos sometidos cumplía un papel impor-
tante para su economía, por lo cual los aztecas aplicaban la conquista militar. La organiza-
ción de amplios sistemas tributarios fortaleció la integración económica de extensos territo-
rios y otorgó más poder a la clase dominante. Asimismo, el poder se fortalecía por obras de
ingeniería hidráulica y de canalización de los lagos de la cuenca interna del Valle de Anáhuac:
esto permitía la comunicación acuática veloz, que integraba todo el valle. Se calcula que, en
el momento de la conquista española, en estos lagos existían por lo menos doscientas mil
canoas.
El comercio se realizaba por trueque; el precio de la mercadería variaba según la escasez o abun-
dancia de ésta. Se utilizaban semillas de cacao como valor de cambio, o para completar diferen-
cias de precio. El comercio se realizaba en mercados locales o regionales, adonde llegaban produc-
tos de todas las regiones del Imperio. El papel de los comerciantes ya fue descripto anteriormente;
a los pueblos conquistados se les imponía, además de tributo, el monopolio comercial.
Con respecto a la metalurgia, produjeron algunos avances con fines utilitarios; trabajaban el
cobre y el oro, pero no llegaron a producir bronce.
38
CA P Í T U L O 1
Religión
39
LAS SOCIEDADES INDÍGENAS EN AMÉRICA
Además de su dios principal Huitzilopochtli (el colibrí), los aztecas habían adoptado otros dio-
ses de diferentes pueblos, como Tlaloc, dios olmeca de la lluvia; Quetzalcóatl (serpiente em-
plumada), dios de la sabiduría divina de origen tolteca, y Tezcatlipoca, uno de los dioses cre-
adores, de origen mixteca.
Hacia el año 1200 d.C. los incas constituían una comunidad que se instaló en la región de
Cusco, al sur peruano, en un valle de la Cordillera Oriental de los Andes. En ese lugar antes se
habían desarrollado diversas culturas, pero la ciudad de Cusco como capital del imperio fue
fundada por los Incas. Dos siglos después de que se asentaran en ese valle cercano al lago Ti-
ticaca, el Tawantinsuyu se transformó en el imperio más grande de la América indígena: se
expandió hasta Ecuador por el Norte, hasta el río Maule (Chile) y Mendoza por el sur, por el
oeste hasta el océano Pacífico y por el este hasta la selva Amazónica (sin penetrar en ella). Los
incas estructuraron una administración estatal e incorporaron a numerosas etnias locales a
su imperio. La relación entre el Estado y estos pueblos permitió la organización de un circui-
to económico y el aprovechamiento de producción especializada entre regiones ecológicas di-
ferentes y con recursos naturales (variedades de patatas, cocales, salinas, pastura de rebaños).
La historia de los incas se conoce en parte gracias a las tradiciones orales (período legendario)
y, a partir del siglo XV, por fuentes orales más directas, escritos indígenas, mestizos y españo-
les. La cronología de los primeros ocho soberanos incas es aproximada. El imperio, en su fase
local, fue fundado por Manco Cápac, y a él le siguieron once o doce Incas más (según se consi-
dere a Huáscar o a Atahualpa como soberanos, o a ambos).
La consolidación estatal del Tawantinsuyu fue organizada bajo el reinado de Pachacuti Inca
Yupanqui (o también “Pachacútec”); quien, tras vencer a una nación enemiga (los “chancas”),
inició en 1440 la expansión del imperio. Los siguientes soberanos continuaron con el ensan-
chamiento de sus fronteras. El Tawantinsuyu terminó, abruptamente, en 1532 d.C., año en que
comenzó la conquista española en ese territorio.
El emperador Huayna Cápac gobernó mientras los españoles habían llegado a América pero no
a Perú (1493-1525). Sin embargo, fue afectado por los conquistadores: murió enfermo de virue-
la, peste que trajeron consigo los españoles y cuyo virus llegó antes que ellos al territorio perua-
no. Antes de fallecer, Huayna Cápac repartió el imperio entre sus hijos Huáscar (legítimo) y
Atahualpa (natural, pero su favorito) (1525-1532). Estos herederos lucharon entre sí para contro-
lar todo el Tawantinsuyu, y esta pugna por el poder se convirtió en guerra civil. Huáscar tenía el
apoyo del centro y sur del Tawantinsuyu, y Atahualpa contaba con la ayuda del ejército y del
pueblo del norte. Los españoles aprovecharon las consecuencias de esta lucha fratricida: gracias
a esta situación, los europeos encontraron debilitado el imperio y lograron destruirlo, y some-
ter al pueblo incaico. Los conquistadores apresaron a Huáscar y a Atahualpa, y acusaron al se-
gundo de haber ordenado la muerte del primero. Esa fue una de las acusaciones por las que lo
LAS SOCIEDADES INDÍGENAS EN AMÉRICA
asesinaron en 1533, pese a que habían obtenido por parte del pueblo incaico un fabuloso “res-
cate” consistente en una habitación llena de artículos de oro, plata y piedras preciosas, desde el
piso hasta la altura de una mano extendida hacia arriba.
Con el fin de dominar a la población del Tawantinsuyu, los españoles nombraron un inca, To-
parpa, pero la gente no lo aceptó. Manco II se rebeló en 1536, y se refugió en las montañas de
Vilcabamba. Allí lo sucedieron Sayri Túpac (1542), Titu Cussi (que se convirtió al cristianismo
bajo el nombre de Diego de Castro) y Túpac Amaru, ajusticiado en plena juventud por el quin-
to virrey español, Francisco de Toledo, en 1571.
Tomando su nombre y sus principios, José Gabriel Condorcanqui se llamó Túpac Amaru II y se re-
beló en contra de los españoles dos siglos más tarde, para tratar de salvar al pueblo incaico de los
sacrificados trabajos que lo estaban diezmando. Por supuesto, también fue muerto de la manera
más espantosa en 1781.
Cronología incaica
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CA P Í T U L O 1
Organización política
El Tawantinsuyu
Cada suyu estaba gobernado por un cápac o apo, elegido entre los parientes del Inca. Los cua-
tro cápac formaban el consejo supremo del Inca, por lo cual el poder central conocía todo lo
que pasaba en el imperio o Tawantinsuyu. Para hacer este control más efectivo, había en cada
provincia un gobernador residente o tucuyrico, perteneciente a la alta nobleza, y éstos tenían
a su mando los curacas, jefe de cada ayllu o comunidad.
Forma de dominio
Las comunicaciones estaban aseguradas por los excelentes caminos, que facilitaban la rápi-
da circulación de la información: se extendían en forma recta, fuera como fuese la superficie
del terreno, para que los chasquis, veloces corredores que estaban esperando en los tambos o
postas, transportaran las noticias sin darse respiro. Es decir, el camino tenía, a intervalos re-
gulares, puestos provistos con alimentos y gente dispuesta a realizar ese servicio; de este
modo, en dos días se podía unir Cusco con la costa.
Para conquistar nuevos pueblos y sus territorios, se hacía primero una campaña de propagan-
da para que la población viera los beneficios que implicaría su incorporación al Tawantinsu-
yu. Si no se lograba convencerlos, se los invadía militarmente. Se les imponía, una vez venci-
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LAS SOCIEDADES INDÍGENAS EN AMÉRICA
dos, el culto al Sol –Viracocha– y el idioma oficial, el quechua o quichua. Además, los hijos de los
caciques eran trasladados al Cusco, y se les daba una educación acorde a su categoría; de ese modo,
los Incas se aseguraban obediencia pacífica, por miedo a que se tomaran venganza con sus hijos.
A veces, pese a todos estos recaudos, los pueblos se levantaban, por lo que los Incas traslada-
ban poblaciones enteras o grupos de personas a regiones alejadas del Tawantinsuyu. El pue-
blo, fuera de su hábitat conocido, se sentía descolocado, desarraigado, triste. Al mismo tiem-
po que esparcían comunidades a diferentes lugares del imperio, transplantaban pueblos ya
aculturados por los incas entre los rebeldes para que les transmitan su cultura. Denominaban
mitimae a ese sistema de dispersión de poblaciones o grupos. También, el concepto mitimae era
un sinónimo de “extranjero” a la etnia originaria; era la persona perteneciente a una comuni-
dad trasladada desde su lugar de origen a otra zona del imperio de los incas para cumplir dis-
tintas tareas, principalmente económicas y militares; eran “colonos” enviados por el imperio.
Los gobernantes hacían este procedimiento de desplazar familias desde su lugar de origen a
tierras lejanas con diversos objetivos: colonización de nuevos territorios, explotación de re-
cursos no disponibles en el centro administrativo, defensa de fronteras conflictivas, etc. Cuen-
ta el conquistador español Pedro Cieza de León que los incas trataban de que los territorios
adonde los enviaban a vivir tuviesen características similares al lugar de origen, y se les pro-
veía de viviendas, tierras y enseres necesarios. Fieles al Inca, los colonos imperiales o mitimae,
eran transferidos a regiones recientemente sometidas, o eran ubicados en zonas más suscep-
tibles de recibir ataques exteriores, para la defensa del imperio. Simultáneamente, si existía
población en el lugar a ser ocupado por los mitimae, era trasladada a otra región para la pro-
ducción de cultivos necesarios dentro del Tawantinsuyu. También los mitimae podían cumplir
la función de controlar recursos: algunos eran ubicados, por ejemplo, en forma permanente
en la selva, para tener acceso a los cocales.
Hubo pueblos que no pudieron ser dominados –como los chiriguanos- porque produjeron le-
vantamientos que pusieron en peligro la estabilidad del imperio. Por consiguiente, en las zonas
de frontera los incas establecían mitimaes guarnecidos en pucarás, que permanecían a la de-
fensiva, sin atacar.
Organización social
Éstas se agrupaban en general por parentesco, en las unidades sociales básicas llamada ay-
llus. Cada ayllu tenía lazos culturales y religiosos, y compartía un territorio que incluía tierras
de cultivo y de pastoreo. Sus integrantes se preocupaban por asegurar el bienestar de todos,
incluidos viudas, campesinos o enfermos. Su sistema de asistencia mutua era un rasgo sobre-
saliente: el trabajo colectivo o comunitario permitía que las familias se ayudaran unas a otras
para la siembra, la recolección o la construcción de nuevas viviendas. Éstas se edificaban en
caso de nuevos matrimonios, ya que cada pareja recibía una casa y una porción de tierra que
alcanzara para el sustento de los dos; cuando nacían los niños, se aumentaba la superficie que
le correspondía. Los varones no se podían casar antes de los veinticuatro años, pero tampoco
había solteros, puesto que se los consideraba “hombres” recién cuando se casaban. Es así que
al llegar a los veinticinco años, en un rito anual, los jóvenes se juntaban en la plaza y elegían
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CA P Í T U L O 1
Asimismo recibían sostén del Estado las familias cuyo jefe ser-
vía en el ejército. El servicio militar era obligatorio, ya que para
mantener un imperio tan extenso se requería un ejército nu-
meroso y bien disciplinado; sus armas eran arcos y flechas,
propulsores, hachas de bronce, rompecabezas de madera, bron-
ce o piedra. Los guerreros usaban casco y se protegían con co-
razas de algodón muy apretado.
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LAS SOCIEDADES INDÍGENAS EN AMÉRICA
La economía andina
Tierras del Inca
La estructura de la economía andina se caracterizaba por su
organización vertical.
Las tierras del Inca
La producción agrícola variaba según la altura de las tierras,
Por Nathan Wachtel y se complementaba con los recursos que provenían de diver-
sos puntos del imperio. El abastecimiento de bienes dentro
“Consideremos las tierras llama- del Tawantinsuyu se garantizaba por medio de prestaciones
das del Inca. Entre ellas es pre-
rotativas de trabajo (denominadas mita o turno; tenían una
ciso distinguir tres categorías di-
duración en tiempo limitada) y del tributo.
ferentes. Las tierras de la primera
categoría se cultivan en común,
Todas las tierras, ubicadas en distintos pisos ecológicos (sierra,
como hemos visto, por los miem-
bros del ayllu, y su producto es costa y montaña), se dividían en
almacenado para las necesida- ➜ tierras del Sol,
des del Estado. Las tierras de la ➜ tierras del Inca, y
segunda categoría pertenecen
colectivamente a las panacas, es ➜ tierras de las comunidades (ayllus).
decir, a los linajes de origen real.
Por último, las tierras de la tercera La relación establecida entre el Estado Inca y las etnias con-
categoría son propiedad del Inca quistadas se basaba justamente en la distribución tripartita
en un sentido individual. Así como de las tierras. Los trabajadores concurrían comunitariamente
en el valle de Chincha, algunas a las tierras del Inca y de la Iglesia, para cultivarlas al ritmo
tierras son llamadas del primer de las danzas y los cantos religiosos.
Inca, del segundo, etc., cerca del
Cusco, ciertas tierras particular- Por ejemplo, la etnia aymara, ubicada en la actual Bolivia, en
mente extensas pertenecen a las torno al lago Titicaca, conformaba una serie de reinos que fue-
momias de los emperadores; no ron incorporados al Estado Inca, como región del Collasuyu
son cultivadas por tributarios (entre ellos, los Canas, Canchis, y Lupagas). Estos pueblos vi-
(cuyo tiempo de trabajo está limi- vían en las zonas altas, en la Puna –donde se cultivaban unas
tado en el año) sino por servido- 700 variedades de papas– y tenían una economía pastoril en
res perpetuos, los yanas. Su pro- la que predominaban las llamas y las alpacas. Pagaban al Inca
ducto asegura además de la tributos en productos textiles. Además, los aymaras proveían
subsistencia de estos últimos, el
de contingentes al ejército incaico.
culto del Inca muerto y el mante-
nimiento de sus descendientes.
Los incas no conocían la moneda. Todos los intercambios y
Paralelamente, los curacas po-
las relaciones económicas estaban basadas en dos principios:
seen tierras particulares”.
por un lado, la reciprocidad o ayuda mutua comunitaria entre
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CA P Í T U L O 1
los miembros de los ayllus, y por otro lado, la redistribución, función del Estado, que permi-
tía centralizar y almacenar recursos de distintas regiones.
En la mita los miembros de los ayllus trabajaban en las obras públicas (construcción de caminos,
puentes, y templos), eran reclutados por el Estado según las necesidades y durante un lapso de-
terminado, y en todos los casos los mitayos junto con sus familias eran mantenidos por el Inca.
También, algunas comunidades entregaban al Inca un tributo textil, la materia prima (lana de
llama y algodón) era suministrada por el Estado y los tejidos se almacenaban.
Recursos económicos
Entre los incas, la unidad de producción era el ayllu, donde existían tierras comunales y otras
que se distribuían según las necesidades de cada familia. Las tierras de pastoreo estaban des-
tinadas a la cría de llamas y alpacas; además, obtenían lana de una especie no domesticada:
la vicuña, y carne del guanaco. Pese a no domesticarlos, cuidaban mucho su reproducción, no
cazaban indiscriminadamente; para cortarles la lana, por ejemplo, los atraían mediante una
cría atada que llamaba a su madre, los enlazaban y los esquilaban. El uso que hacían de los
otros animales era completo: la llama, además de ser utilizada como animal de carga, propor-
cionaba carne fresca con la que luego elaboraban carne seca salada o charqui; pieles para la
confección de calzado, bolsas, etc.; huesos para enseres domésticos (peines, agujas, etc.). Los
excrementos eran utilizados como combustible y, lo más importante, la lana para los tejidos.
En general los habitantes que vivían en las zonas más altas eran quienes se ocupaban de la
ganadería.
Las tierras destinadas al cultivo se trabajaban en parcelas que se distribuían muy bien de
acuerdo con la productividad del terreno, que podía ser más fértil o más rocoso, estar más alto
o más bajo. En las laderas de las montañas se aprovechaba el terreno, que se cultivaba en forma
de terrazas o grandes escalones, que preparaban haciendo terraplenes y rellenando con tie-
rra fértil, y cada planta se cultivaba en el piso ecológico adecuado. En los escalones más altos
se sembraba papa, que se consumía fresca o en chuño (papa deshidratada mediante heladas,
que se convertía en harina y duraba años). El maíz se cultivaba en las terrazas más bajas o en
los valles; se podía consumir fresco como choclo, y con él se fabricaba también bebida o se
producía harina. Tenían más de cincuenta especies de plantas cultivadas: calabazas, pimien-
tos, porotos, batatas, mandioca, maní, tomates, algodón, etcétera. A fin de que cada familia
tuviera una producción variada, se le otorgaba una parcela cultivable en sitios de diferentes
alturas.
Para el riego artificial se construían acequias, canales y represas. Como vemos, las grandes ci-
vilizaciones americanas, para poder mantener grandes núcleos poblacionales, combinaban el
sistema de cultivo por terrazas con el de riego. Por supuesto, el mantenimiento de tales siste-
mas llevaba tiempo y mano de obra, que había en cantidad. Cuando llegaron los españoles y
obligaron a los indios a trabajar en otras tareas –por ejemplo, en las minas- estos sistemas de
cultivo se descuidaron y cayó la productividad, además de que no se podía sembrar tanta su-
perficie como antes. Los españoles despreciaron el uso de la chaquitajlla o palo sembrador que
usaban los incas, y para hacer más rápido trataron de imponer el uso del arado. Éste remue-
ve más tierra de la necesaria, y la tierra libre queda sometida a la erosión del viento, que des-
gasta y empobrece la zona de cultivo. Por todas estas razones el pueblo comenzó a estar mal
alimentado y a ser atacado por enfermedades antes desconocidas.
53
Modernidad
I. I N T R O D U C C I Ó N
'-Í.V-. . - .
INTRODUCCIÓN 17
16 CONEXIONES
vínculos e interrelaciones. Sin embargo, en su gran mayoría, los investiga- Si por doquier encontramos conexiones, ¿por qué nos empeñamos en
dores a quienes volvemos la vista, insisten en no tomarlos en consideración. convertir fenómenos dinámicos e interconectados en cosas estáticas y
Historiadores, economistas y politólogos toman a algunas naciones por desconectadas? Parte de esto se debe, probablemente, a la forma en que
separado como marco básico de sus estudios. La sociología sigue dividiendo hemos aprendido nuestra propia historia. Nos han enseñado, tanto en las
aulas como fuera de ellas, que existe una entidad llamada Occidente, y que
al mundo en sociedades separadas. Inclusive la antropología, que en otro
podemos pensar en este Occidente como si fuera una sociedad de civili-
tiempo se ocupó de cómo los rasgos culturales se difundieron por el mundo,
zación independiente de, y opuesta a, otras sociedades y civilizaciones.
divide su materia en casos distintivos: cada sociedad con su cultura carac-
Inclusive muchos de nosotros crecimos creyendo que este Occidente tenía
terística es concebida como un sistema integrado y unido, que se contrasta
una genealogía, conforme; a la cual la Grecia antigua dio origen a Roma,
con otros sistemas igualmente integrados.
Roma a la Europa cristiana, la Europa cristiana al Renacimiento, el Re-
Si esta diferenciación social y cultural y esta separación mutua fueran
nacimiento a la Ilustración y la Ilustración a la democracia política y a la
una característica de lo que es humano, cabría esperar hallarla con más
Revolución industrial. La industria, cruzada con la democracia, produjo
facilidad entre los llamados primitivos, entre "la gente sin historia", su-
a su vez a los Estados Unidos, en donde encarnaron los derechos a la vida,
puestamente aislada del mundo exterior y de otros pueblos similares. Con
base en este supuesto, ¿cómo podríamos interpretar los descubrimientos a la libertad y a la búsqueda de la felicidad.
arqueológicos de mercancías europeas que aparecen en la frontera del Es engañosa esta pauta de desarrollo, primeramente porque convierte
Niágara ya desde 1570, en tanto que sitios de 1670 del subgrupo onondaga la historia en un relato de éxito moral, en una carrera en el tiempo en que
de los iroqueses casi no tienen artículos de manufactura nativa, a excep- cada corredor pasa la antorcha de la libertad al siguiente equipo. De este
ción de pipas? Al otro lado del Atlántico, la organización y las orientaciones modo la historia se convierte en un relato sobre el desarrollo de la virtud,
de grandes poblaciones africanas se transformaron grandemente por causa sobre cómo los buenos ganan a los malos. Con frecuencia, esto acaba
del tráfico de esclavos. Mientras que los esclavistas europeos se limitaban convirtiéndose en el relato de cómo los ganadores demuestran que son
a llevar esclavos de la costa de África a su destino en las Americas, la virtuosos y buenos por el solo hecho de ganar. Si la historia no es más que
porción del abasto del tráfico estaba completamente en manos africanas. el efecto de un propósito moral en el tiempo, entonces aquellos que se
Según palabras del mercantilista inglés Malachy Postlethwayt, estos fueron convierten en defensores de ese propósito se vuelven automáticamente
los "cimientos africanos" sobre los cuales se edificó "la magnífica superes- agentes predilectos de la historia.
tructura del comercio y del poderío naval norteamericanos". Desde Sene- Este esquema es engañoso en otro sentido. Si la historia no es más que
gambia, en África Occidental, a Angola, población tras población fue un relato sobre el desarrollo de un propósito moral, entonces cada eslabón
absorbida en este comercio, el cual se ramificó profundamente tierra adentro de la genealogía, cada corredor de la carrera se convierte en simple
y afectó a gente que nunca había visto un comerciante europeo en el precursor de la apoteosis final y no es una copia de los procesos sociales y
litoral. Por consiguiente, cualquier relato sobre negros krúes, fantis, asantes, culturales que dejan sentir su efecto en su tiempo y lugar apropiados. Así,
ijaws, ibos, congos, zubas, lundas o ngolas que se ocupe de cada grupo ¿qué aprenderíamos de la antigua Grecia, por ejemplo, si la interpretáramos
como una "tribu" autosuficiente lee equivocadamente el pasado africano únicamente como una Señorita Libertad prehistórica, que sostiene la antor-
y también el presente. Además, el comercio con los iroqueses y el África cha del propósito moral en la oscuridad de la noche bárbara? Poco conoci-
Occidental afectó a su vez a Europa. Entre 1670 y 1760 los iroqueses miento tendríamos sobre los conflictos de clase que agobiaron a las ciudades
pidieron telas teñidas de azul y escarlata hechas en el Valle de Stroudwater griegas, o sobre la relación entre los hombres libres y sus esclavos. No ten-
en Gloucestershire. Este fue también uno de los primeros terrenos en que dríamos razón para preguntarnos por qué había más griegos peleando en las
los tejedores ingleses perdieron su autonomía y se convirtieron en manufac- filas de los reyes persas que en las filas de la Alianza Helénica contra los
tureros a sueldo. Quizá hubo una interconexión entre el comercio norte- persas. Poco o nada nos interesaría saber que había más griegos viviendo
americano y el inicio de la revolución industrial en el Valle del Stroud. Y en el sur de Italia y Sicilia, llamada entonces la Magna Grecia, que en la
a la inversa, los 5 500 o más mosquetes que se enviaron a la Costa de Oro Grecia propiamente dicha. Tampoco tendríamos razón alguna para pre-
en sólo tres años (1658-1661) enriquecieron a los armeros de Birmingham, guntarnos por qué poco tiempo después había más mercenarios griegos
donde se hicieron (Jennings, 1977: 99-100; Daaku, 1970: 150-151). en los ejércitos extranjeros que en los cuerpos militares de sus ciudades de
I
INTRODUCCIÓN 19
18 CONEXIONES
pudo haber surgido una República- Floridana poliglota, una América'
origen. Los colonos griegos que vivían fuera de Grecia, los mercenarios Misísipiana y francófona, una Nueva Vizcaya hispánica, una República
griegos de los ejércitos extranjeros y los esclavos de Tracia, Frigia o Pafla- deT los Grandes Lagos, una' Columbia, que comprendiera los actuales
gonia que trabajaban en hogares griegos, todo ello implica relaciones Oregon, Washington y la Columbia Británica. Esta retroproyección care-
helénicas con griegos y no griegos fuera de Grecia. Sin embargo, nuestro cería de sentido únicamente si supusiéramos la existencia de un impulso
esquema guía no nos induciría a formular preguntas sobre estas relaciones. divino hacia la unidad geopolítica del continente norteamericano. En vez
En ninguna parte se ve mejor este esquema productor de mitos que en las de eso, en realidad nos invita a explicar en términos materiales lb-due
versiones de la historia de los Estados Unidos contenidas en los libros de ocurrió en cada uno de esos momentos críticos, a explicar por qué algunas
texto. Ahí, se celebra una orquestación compleja de fuerzas antagónicas relaciones predominaron sobre otras. Así pues, ni la antigua Grecia, ni
en vez del desenvolvimiento de una esencia intemporal; En esta perspectiva, Roma, ni la Europa cristiana, ni el Renacimiento, ni la Ilustración, ni la
los linderos siempre cambiantes de los Estados Unidos y su reiterada Revolución industrial, ni la democracia y ni siquiera los Estados Unidos
participación en guerras internas y externas, declaradas y no declaradas, fueron nunca una cosa impulsada hada su meta en desarrollo por algún'
se apeñuscan merced al criterio teleológico de que trece colonias aferradas empuje divino inmanente, sino más bien un conjunto de relaciones temporal
al borde oriental del continente, plantarían, en menos de un rigió, la y espa'cialmente cambiantes y cambiables, o de relaciones entre conjuntos
bandera norteamericana en las playas del Pacífico. Sin embargo, este resul- de relaciones.
tado final fue solamente la consecuencia debatida de muchas relaciones con-
tradictorias. Las colonias proclamaron su independencia, a pesar de que una Se trata de una cuestión que no es puramente académica. Al convertir
mayoría de su población: colonos europeos, americanos nativos y esclavos los nombres en cosas creamos falsos modelos de realidad. Al atribuir a las
africanos estaba en favor de los tones. La nueva república estuvo a punto naciones, sociedades o culturas, la calidad de objetos internamente ho-
de irse a pique en relación con el asunto de la esclavitud, el cual trató de mogéneos y externamente diferenciados y limitados, creamos un modelo
solucionar en una serie de avenencias llenas de problemas, creando dos del mundo similar a una gran mesa de pool en la cual las entidades giran
naciones federadas, cada una con su propia zona de expansión. Ciertamente, una alrededor de la otra como si fueran bolas de billar duras y redondas.
en el nuevo continente había tierra de sobra para tomarla, pero, claro, De ésta suerte resulta fácil clasificar el mundo conforme a sus diferentes
primero había que quitársela a los americanos nativos que la habitaban y colores y declarar que "el Este es Este, que el Oeste es Oeste y que nunca
luego convertirla en una finca llamativa. Jefferson compró muy barato tal par se juntará". De este modo se contrapone un Oeste quintaesencia!
el territorio de la Louisiana, pero sólo después de que la revuelta de los a un Este igualmente quintaesencial, donde la vida era barata, y las multi-
esclavos haitianos contra sus amos franceses quitó a esta región su impor- tudes esclavizadas sufrían una gran variedad de despotismos. Más adelante,
tancia dentro del esquema francés según el cual era una fuente de alimentos conforme pueblos de otros climas empezaron a hacer valer su indepen-
para las plantaciones del Caribe. La ocupación de la Florida cegó una dencia política y económica respecto al Este y al Oeste por igual, atribuimos
de las principales salidas de escape de la esclavitud. La guerra con México a estos nuevos solicitantes de posición histórica, un Tercer Mundo de
hizo que la región del suroeste fuera apropiada y segura para la esclavitud y subdesarrollo, una categoría residual de bolas.de billar conceptuales, que
el algodón. Los terratenientes hispánicos que estaban en el camino de la contrastaba con el desarrollado Oeste y el Este en desarrollo. Inevitablemen-
marcha norteamericana hacia el Pacífico, se convertían en "bandidos" te, tal vez estas categorías abstractas a las que se atribuía realidad se con-
cuando defendían su propiedad contra los advenedizos anglonorteameri- virtieron en instrumentos intelectuales en la prosecución deJa Guerra Fría.
canos. Luego, el Norte y el Sur, el primero que importaba su fuerza de Hubo el mundo "moderno" del Oeste, y el mundo del Este, que había caído
trabajo de Europa y el otro de África, libraron una de las guerras más en las garras del comunismo, que a su vez era una "enfermedad de la
sangrientas de la historia; durante un tiempo el derrotado Sur se convirtió modernización" (Rostow, 1960). Y, finalmente, hubo el Tercer Mundo,
en una colonia del victorioso Norte. Con posterioridad cambió la alineación todavía atado a la "tradición" y estrangulado por sus propios esfuerzos por
entre las regiones, pues la "faja del sol" ganó predominio conforme la alcanzar la modernización. Si el Oeste pudiera tan sólo hallar el modo de
influencia del industrial Noreste declinaba. Era evidente que la república romper tal estrangulamiento, quizá.pudiera salvar a la víctima de la infec-
ni era indivisible ni tenía límites fijados por Dios. ción incubada y propagada por el Este, y colocar al Tercer Mundo en la
senda de la modernización, en la senda de la vida, de la libertad y de la
Se concibe con facilidad que las cosas pudieron haber sido diferentes.
20 CONEXIONES INTRODUCCIÓN 21
búsqueda de felicidad del Oeste. La horrible consecuencia de este modo descontento que enfrentaba a la "sociedad" contra el orden político e
de concebir al mundo fue la teoría de la "urbanización del reclutamiento ideológico llevó a desórdenes, rebeliones y revoluciones. El espectro del
forzado" (Huntington, 1968: 655), según la cual a los vietnamitas se les desorden y de la revolución planteó el interrogante de cómo el orden social
podría llevar a la modernización obligándolos a concentrarse en las ciudades podía ser restaurado y mantenido, más bien dicho, de cómo el orden social
merced a bombardeos aéreos y la defoliación de sus campos. Los nombres se podía alcanzar. La sociología esperó poder resolver "la cuestión social".
se volvieron cosas y a las cosas señaladas con una X se les podía considerar Tenía, como observó Rudolph Heberle, "un origen eminentemente políti-
como blancos de guerra. co. . . Saint Simon, Auguste Comte y Lorenz Stein concibieron a la nueva
ciencia de la sociedad como antídoto contra el veneno de la desintegración
social" (citado en Brarhson, 1961: 12, n. 2).
SURGEN LAS CIENCIAS SOCIALES Estos primeros sociólogos lograron lo anterior separando el campo de las
relaciones sociales del de la economía política. Destacaron lazos observables
La costumbre de considerar a entidades tales como iroqueses, Grecia, Persia, y también poco estudiados que unen a la gente con la gente como indivi-
o los Estados Unidos como entidades fijas contrapuestas recíprocamente duos, como grupos y asociaciones o como miembros de instituciones. Luego
por virtud de una arquitectura interna estable y de límites externos fijos, adoptaron este campo de relaciones sociales como materia de su interés.
estorba nuestra aptitud para entender su mutuo encuentro y confrontación. Ellos y sus sucesores llevaron este interés a diferentes postulados teóricos
En verdad, esta tendencia ha dificultado entender estos encuentros y con- a los que usaron para separar a la sociología de la ciencia política y de la
frontaciones. El disponer bloques imaginarios de construcción en pirámides economía política. Voy a condensar estos postulados comunes:
llamadas Este y Oeste o Primero, Segundo y Tercer Mundos sólo viene a 1) En el curso de la vida social los individuos se relacionan entre sí.
complicar esta dificultad. Esto nos hace pensar en que es probable que Tales relaciones pueden ser abstraídas del contexto económico, político o
estemos enfrentando algunas limitaciones conceptuales en nuestro estudio ideológico en que se encuentran, y ser tratadas de un modo sui generis.
de fenómenos sociales y políticos, y no solamente una aberración temporal. Son autónomas, por sí constituyen un reino propio, el reino de lo social.
Cabe pensar que en algún punto crítico del pasado escogimos una opción 2) El orden social depende del crecimiento y extensión de las relaciones
equivocada, una mala elección que perturba nuestro entendimiento presente. sociales entre individuos. A mayor densidad de estos lazos y a mayor
Este parteaguas crítico es identificable. Ocurrió a mediados del siglo amplitud de su alcance, mayor será el orden de la sociedad. Así pues, la
pasado, cuando el estudio de la naturaleza y variedades de la especie maximización de los vínculos de parentesco y vecindad, de grupo y asocia-
humana se escindió en especialidades y disciplinas separadas y desiguales. ción aumentará el orden social. A la inversa, si estos vínculos no se maxi-
Esta escisión fue funesta, pues no sólo desembocó en el estudio intensivo mizan, queda en entredicho el orden social. El desarrollo de muchos y
y especializado de aspectos particulares de la especie humana, sino que variados vínculos disminuye también el peligro de la polarización en clases.
convirtió las razones ideológicas de esa escisión en una justificación de las 3) La formación y el mantenimiento de estos vínculos están relacionados
especializaciones intelectuales. En ninguna parte se ve esto más obviamente fuertemente con la existencia y propagación de creencias y costumbres comu-
que en el caso de la sociología. Antes de la sociología tuvimos a la economía nes entre los individuos que participan en ellas. El consenso moral, espe-
política, que es un campo de estudio interesado en "la riqueza de las cialmente cuando se basa en creencias no examinadas y en la aceptación
naciones", la producción y distribución de riquezas dentro y entre entidades no racional de la costumbre, alienta la maximización de los lazos sociales;
políticas y las clases que las componen. En el siglo xvui, con la aceleración en cambio la expectativa de una simple utilidad y el ejercicio de una razón
de la empresa capitalista, esa estructura de Estado y clases sufrió una presión meramente técnica tienden a debilitarlos.
cada vez mayor por parte de grupos y categorías sociales nuevos y "crecien-
4) El desarrollo de relaciones sociales y la propagación de costumbres y
tes" que clamaban por el reconocimiento de sus derechos frente a aquellos
creencias asociadas crean una sociedad concebida como una totalidad de
grupos defendidos y representados por el Estado. Intelectualmente, el
relaciones sociales entre individuos. Las relaciones sociales constituyen la
problema adoptó la forma de hacer valer frente al Estado la validez de
sociedad; a su vez, la sociedad es la sede de la cohesión, la unidad a la cual
vínculos nuevos de carácter social, económico, político e ideológico que hoy
se podrán atribuir la predecibilidad y el orden. Si las relaciones sociales
día están conceptualizados como "sociedad". Esta creciente oleada de
son ordenadas y recurrentes, la sociedad tendrá una estructura interna
Primeros Años de la Conquista de América
•
el comercio de pieles avanzaba hacia el oeste siguiendo el.curso del río San
Lorenzo y rumbo a los Grandes Lagos, se suscitó una prolongada lucha V. LOS IBEROS EN AMÉRICA
en la que los ingleses buscaron ahogar el avance francés. Este conflicto EMS
terminaría en 1763, año en que los ingleses se quedaron con Canadá. Al EN 1493 regresó Colón de su primer viaje al Caribe en la creencia, que
otro extremo del globo, la Compañía Inglesa de las Indias Orientales piántuvo hasta su muerte, de que había llegado a islas situadas frente a
enfrentaría la feroz competencia de la Compañía Francesa de la India ja costa oriental de Asia. Un, año después, Castilla-Aragón y Portugal
(fundada en 1664). Esta contienda se resolvió también en favor de In- firmaron el Tratado de Tordesillas que delimitó sus esferas en las tierras
glaterra: deudas ruinosas de guerra hicieron quebrar en 1769 a la Com- frecién descubiertas. Se trazó una línea divisoria a 370 leguas al oeste de
pañía Francesa. las Islas del Cabo Verde. Castilla, creyendo que ahora controlaba una ruta
Así pues, en menos de dos siglos, las potencias europeas ensancharon el directa al Oriente, reclamó todas las tierras situadas al oeste de esa línea,'
alcance de sus actividades comerciales a todos los continentes y convirtieron por cuya razón adquirió la mayor parte del Hemisferio Occidental. Por-
en campo de batalla a todo el mundo. La busca de la plata de las Amén? tugal, resuelto sobre todo a alejar a los españoles del Atlántico del Sur,
cas, el comercio de pieles, el tráfico de esclavos y la codicia de las especias tomó todas las tierras al este de la línea, y por ello se posesionó de Brasil.
de Asia produjo interdependencias nuevas y no previstas que cambiaron Portugal, ocupado en establecer su hegemonía sobre el Atlántico del Sur
profundamente las vidas de la gente. y sobre el Asia monzónica, tardó en consolidar sus pretensiones sobre el
Nuevo Mundo, en tanto que Castilla-Aragón se apresuraron a asegurar
jos fabulosos tesoros de las "Indias".
En sólo veinte años después del descubrimiento de América los caste-
i llanos consolidaron sus bases en las Grandes Antillas y en el Istmo de
'Panamá. En 1521 terminó la conquista de México por Hernán Cortés,
con la destrucción de Tenochtitlan, la capital mexica. En 1533 Pizarro
capturó la capital inca de Cuzco y, en 1541, los castellanos pusieron los
fundamentos de una nueva ciudad, Santiago de Chile. Estas Indias perte-
necían a la Corona de Castilla y eran administradas por representantes
rdirectos de los reyes de España con sedes en la ciudad de México, centro
del Virreinato de la Nueva España, y en Lima, centro del Virreinato
de Perú.
En este reino hijo de la conquista, los premios de la victoria eran fama
y fortuna y ambos dependían, se pensaba, del trabajo de las poblaciones
ilativas. A esto se debió que la nueva sociedad se dividiera desde sus orí-
•
genes entre "los naturales de la tierra" y los españoles. A los naturales se
•les categorizaba bajo el rubro de "indios", pese a que había diferencias mar-
cadas en sus lenguas y culturas. Sobre los naturales estaban los españoles
• • —los conquistadores, sus descendientes y los llegados posteriormente que
aspiraban a esta misma condición—, a todos los cuales se definió como
••
• 'gente de razón". Esta gente de razón no pertenecía tampoco a la misma
clase. Entre los conquistadores figuraron nobles y comuneros, ricos y po-
• - bres, que después de la conquista se dividieron aún más en varias capas,
- con frecuencia antagónicas: los capitanes, de riqueza y de poder reales; los
• • hombres de recursos, aptitudes e influencia moderados; un grupo de segui-
165
-• •
España y Portugal en el Nuevo Mundo
.(••_-. • •
V
LOS IBEROS EN AMÉRICA 169
168 EÑ BUSCA DE LA RIQUEZA
es dependían también de un sistema finamente calibrado de transferencias
la ir^fisificacióiL^^iaLCscJ^yitud y de Jas correrías en busca de esclaví
eSHmentos, mediante la concentración y redistribución de tributos en los
T a n sólo Nicaragua perdió en la primera mitad del siglo xvi unos 200 O1
Andes, y mediante distribución de tributos y acuerdos de mercado en Meso-
habitantes a manos de los traficantes de esclavos que vendían sus pre;
américa. Cuando estas mecánicas se destruían, los excedentes disponibles
en las islas del Caribe, y en Panamá y Perú (MacLeod, 1973:52). En l no podían llegar a las poblaciones que los necesitaban; el resultado era
establecimientos portugueses de Brasil hubo también grandes cantidades di RféTrnuchos morían. Finalmente, estos mecanismos ordenadores depen-
esclavos indios. Hacia 1560 había unos 40 000 nativos^dmericanos traba dían, a su vez, del papel político e ideológico de las clases gobernantes; la
jando como esclavos en el noreste de Brasil (Hemming, 1978:143). Duj dislocación de la élite nativa y la imposición de normas españolas de go-
rante el último tercio del siglo xvi, las relaciones sociales de los nativos s "bierno y de religión minaron profundamente este papel.
habían degradado a tal punto que los indios de Bahía se alzaron.en un gi IfMuy poco tiempo después, los europeos empezaron también a apropiarse
movimiento milenario, la Santidade, en el cual la gente dejó de cultiv Hje'tierras y aguas para sus fincas, molinos y pastizales, y a reclutar pobla-
alimentos para sí con la esperanza de que Dios los liberara de la esclavituí
¡Ifciones nativas para que trabajaran para ellos. Tal como había ocurrido
e hiciera que los europeos se volvieran sus esclavos. En total, se calcul
|Íeri España, en muchas partes de Mesoamérica las ovejas empezaron a
que los bandeirantes de Sao Paulo en sus correrías en busca de esclavos ha:
"comer" hombres. En los Andes, el desarrollo paralelo de la agricultura
de haber aportado al noroeste de Brasil unos 350 000 esclavos nativos di
europea en la costa y de la minería en las altas mesetas del interior trastocó
América durante el periodo de la esclavitud en Brasil. Dado que la mayo:
jijas*relaciones ecológicas sincronizadas entre la costa, el piedmont, la me-
aparte de las poblaciones de las tierras bajas estaban organizadas conform!
seta y la puna (véase el capítulo n).' Esta nueva agricultura y pastoralismo
a modos basados en el parentesco, sangrías tan tremendas de fuerza a
se basaba en cosechas traídas del Viejo Mundo, por ejemplo, trigo, ade-
trabajo redujeron considerablemente su capacidad para hacer valer |
:. mas de los productos nativos de maíz, o papas, amén de que introdujo
reproducir aquellos derechos que hacían posible su supervivencia.
-'¿animales de rebaños que eran desconocidos en América antes de la Con-
Tanto en Mesoamérica como en las regiones andinas, poblaciones ni
. quista, tales como caballos, ganado vacuno, ovejas, cabras y cerdos. Sin
merosas habían sido el sostén de sistemas tributarios complejos tales comí
ijlembargo, el nuevo sistema de producción de alimentos no era tan intensivo
la confederación azteca y el dominio de los incas. En estos sitips la catas
como la horticultura hidráulica de las poblaciones prehispánicas, ni siquie-
trófica declinación de la población ayudó a la fragmentación de las enüj
ra donde se construyeron presas, se cavaron canales y se regaron tierras.
dades políticas existentes. Se ha calculado la población prehispánica de Esta menor intensidad e integración de los cultivos requería una fuerza de
Mesoamérica en 25 000 000 y la del dominio inca entre 6 000 000 (Rowe)1 ^trabajo menor, gracias a lo cual la caída de la población se pudo capotear.
y 30 000 000 (Dobyns). Sea cual fuere la cifra base, el hecho es que la]
Una agricultura basada en el cuidadoso cultivo, en el avenamiento y en
declinación diezmó a la población. En Mesoamérica llegó a un mínima
gfgl-escalonamiento de parcelas de tamaño reducido.
de 1 500 000 (hacia 1650), aunque luego se recuperó lentamente. El nú-]
mero de habitantes de las audiencias españolas de Lima y Charcas, en
Bajo y Alto Perú respectivamente, cayó de 5 000 000 en tiempo de la Con-1
LA RIQUEZA DE LA AMéRICA ESPAñOLA
quista a menos de 300 000 en los decenios de 1780 y 1790 (Kubier,
1946:340). Tras la plata
Es probable que la desnutrición haya acrecentado la virulencia de 1:
nuevas enfermedades (véase Feinman, 1978). El abasto de alimente Antes que otra cosa, los iberos buscaban en el Nuevo Mundo tesoros en
tanto en Mesoamérica como en los Andes, dependía, ante todo, de sistem; forma de metales; al principio esto significó oro; en las Antillas se halló
intensivos muy bien organizados del uso de la tierra. Cualquier dislocación ;bro a "placer, pero "los sitios productores eran pocos, pequeños y de poca
de estos sistemas, por guerra, amenazas externas o muerte por enferme^ •profundidad" (Sauer, 1966:198). En poco tiempo se sacrificó a la po-
dad de una parte de la fuerza de trabajo, ponía en entredicho la super íblación nativa en su extracción. Fueron efímeros los depósitos auríferos
vivencia del resto de la población. El que se rompieran obras hidráulicas 3 del istmo centroamericano. Sólo Colombia —"Castilla de oro", como se le
el que se interrumpieran los intercambios entre regiones especializadas era llamó— produjo cantidades de importancia. Aportó la mayor parte de los
productos diferentes disparaba consecuencias ramificantes. Ambas regió?
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LÖS IBEROS EN AMÉRICA 171
170" >JEN BUSCA DE LA RIQUEZA
torio. De sobrevivir a los seis meses de arduos trabajos, tendrían que viajar
185 OOO kilos de oro enviados a Sevilla entre 1503 y 1660, cantidad que otros dos meses para volver a Chuicuito. Una vez en casa debían depender
acrecentó en un quinto la existencia europea de oro (Elliott, 1966:180,). e sus' vecinos hasta que pudieran levantar su propia cosecha y criar un
& Finalmente, fue la producción de plata el puntal de la riqueza española, nuevo rebaño de llamas. Además, en su aldea estaban sujetos a otros mitas
y consiguientemente el principal indicador de la fuerza o debilidad del c n cuanto a labores domésticas, de transportes, de servicio de correos, de
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' LOS IBEROS EN AMÉRICA 175
174 EN BUSCA DE LA RIQUEZA
ricanos. La flota de Nueva España cargaba en Veracruz y la peruana en áa el tráfico americano, absorbía sumas mayores para barcos, abaste-
puertos de Colombia ,y Panamá. Ambas flotas convergían en La Ha-] Pimientos y protección. El que España confiara en la exportación de pro-
baña, después de haber visitado algunos puertos antillanos, y ponían las^ Kiictos primarios tales como lana, vino y aceite de oliva para adquirir
velas rumbo a la desembocadura del Guadalquivir en España. Blbastös navales, estaño, telas, pescado y cereales acabó por crear un pro-
Entre 1503 y 1660 llegaron a Sevilla procedentes de América más de Bflemá de balanza de.pagos que se saldó con exportaciones de plata.
7 000 000 de libras de plata, lo cual triplicó la cantidad que de ese metal
había en Europa (Elliott, 1966:180). De este total, la Corona se quedaba Exportaciones secundarias: colorantes y cacao en polvo
con casi un 40%, sea como ajuste de impuestos americanos o en pago del
quinto real sobre toda la producción argentífera. Sin embargo, ni toda la í Aunque la plata fue la exportación principal de la América española, la
plata de las Americas pudo detener la quiebra de la Corona española; así cochinilla, el índigo y el cacao tuvieron su importancia. La cochinilla del
de gravada estaba por sus empresas militares en Europa y en el resto "nopal es un insecto que produce un colorante rojo. Se requieren unos
del globo. Hasta más o menos 1550 el -emperador Carlos V recibía entre 70 000 insectos para producir una libra del colorante. Encomenderos y
200 000 y 300 000 ducados anuales de plata americana, pero como gas- corregidores presionaban a las comunidades de nativos, sobre todo en la
taba 1 000 000, en 37 años acumuló una deuda de 39 000 000 de ducados, provincia de Oaxaca (México), para que cogieran y procesaran estos insec-
en su mayor parte a acreedores extranjeros. Felipe II, más parco que su tos. En la segunda mitad del siglo xvi creció la importancia de la cochini-
padre, recibió unos 2 000 000 de ducados de plata americana en el dece- lla, que después de la plata ocupó el segundo lugar en las exportaciones
nio de 1590, amén de casi 8 000 000 en impuestos cobrados en Castilla I ¡je la Nueva España. El índigo, otro colorante, produce un tinte azul de
. y en ingresos eclesiásticos. Sin embargo, para esas fechas gastaba ya más gran fijeza. Se obtiene macerando las hojas de un arbusto y luego dejan-,
de 21 000 000 de ducados al año (Elliott, 1966:203, 282-283). Al mismo do que el caldo resultante se haga panes. Fue producido por vez primera
tiempo, esta entrada de plata elevó los precios en una economía interna ya usando trabajo temporal de nativos, en el mismo litoral del Pacífico de
debilitada por una declinación en la producción de alimentos, por un alza América Central que primeramente había producido cacao. En el si-
en las exportaciones de madera para pagar importaciones extranjeras glo xvn, por razones de menor costo de transporte, la industria del índigo
más baratas y por un fuerte aumento en la importación de mercancías fue a dar principalmente a Yucatán; ahí floreció hasta el siglo xrx.
manufacturadas para usarse en España y en las Indias. Así pues, la en- En tiempos prehispánicos el cacao se había cultivado en la vertiente
trada de la plata de América sirvió de muy poco para aliviar los problemas del Pacífico de la América Central. Bajo los españoles, se obligó a la po-
financieros de la Corona, en tanto que sí aceleró la declinación de la in- blación nativa a pagar con cacao sus tributos y algunas mercancías. Hubo
dustria española en favor de los competidores de España. funcionarios y encomenderos que exigieron entregas de cacao a cultiva-
dores de las tierras altas, que tuvieron que bajar a la costa para trabajar
España sufrió un alza de precios generalizada y enorme, que acrecentó
el cacao y poder así pagar sus tributos. Sin embargo, las altas tasas de
el precio de las mercancías no sólo para el pueblo, sino también para la
mortalidad limitaron la producción de cacao, al grado de que América
propia Corona. Los testigos contemporáneos de esta "revolución en los
Central cedió el puesto de primer productor a las plantaciones que usaban
precios" así como historiadores economistas posteriores opinaron que la
esclavos en los litorales tropicales de Ecuador y Venezuela.
causa primaria de ella fue el enorme ingreso de dinero. Ciertamente
un abasto mayor de dinero puede haber sido una causa importante, pero no
basta para explicar la crisis económica en su totalidad. Quizá la mayor
demanda de mercancías europeas en las Americas haya hecho subir los La sangría del comercio exterior
precios en el siglo xvi; hubo también una mayor demanda interna de mer-
cancías. Cuando las dependencias americanas se volvieron más autosu- Del Nuevo Mundo, España se llevaba plata, oro, cacao, cochinilla c índigo
ficientes en bienes y servicios, ello quizá influyó adversamente sobre la y regresaba artículos manufacturados y de lujo de precio muy elevado. Una
madre patria. Además, la mayor parte de la plata salía de España: así, buena parte, tal vez la mayor, de estas mercancías se originaba fuera de
a fines del siglo xvi, tres quintos de todo el metal que llegaba a España España, sobre todo en el noroeste de Europa; el precio que se les fijaba
iban al exterior en pago de deudas reales y privadas; igualmente, conforme era tal que producía impuestos y derechos aduaneros al Estado, así como
176 EN BUSCA DE LA RIQUEZA LOS IBEROS EN AMÉRICA 177
utilidades monopólicas a los vendedores. El intercambio estaba en ma- iones económicas elave del reino estuvieran lejos de las áreas prehis-
nos de los comerciantes que en'el lado europeo estaban organizados en el ¡cas de horticultura y colonización intensivas y que ahora fueran las
consulado o gremio de comerciantes de Sevilla, y en el extremo americano ¡genas de plata de la Sierra Madre de la Nueva España y el hosco altiplano
en los gremios gemelos de Nueva España y Lima. En el lado europeo el Efe Bolivia. Esto produjo cambios muy profundos en la producción de
gremio hacía pareja con la Casa de Contratación, la gran dependencia -alimentos y de materias primas. Significó una gran alteración en las polí-
del gobierno que tenia a su cargo la supervisión de naves, personas y nicas de gobierno: del-interés inicial en asegurar el control real de gober-
mercancías que iban a las Indias y venían de ellas, y el cobro de impuestos nantes y gobernados a políticas dirigidas primordialmente a maximizar la
i^ninería y garantizar sus abastecimientos. Estos cambios crearon una nueva
y aduanas para las arcas del rey. Intencionalmente, el comercio estaba
[geografía y alteraron las condiciones ecológicas, económicas y políticas de
encajonado en cauces estrechos, cuyo fin era que se realizara exclusiva-
las poblaciones conquistadas.
mente por entidades monopólicas que usaban barcos españoles y agentes
Estos cambios estaban estrechamente vinculados. La disminución de la
de la misma nacionalidad. No fue creado por los principios del libre
noblación nativa y la destrucción de los controles políticos que eran fun-
juego de la oferta y la demanda; más bien era, según frase de Carmag-
rdamentales a la horticultura intensiva nativa, exigieron nuevas formas de
nani, "comercio constreñido", constreñido por la demanda del lado euro-
peo (1975:31). 1 •producción de productos alimenticios y de ganado para las minas y pobla-
ciones. La minería creó una fuerte demanda de alimentos y bebidas para
De hecho, este comercio constreñido abarcaba dos ciclos diferentes de
•abastecer trabajadores y animales, de pieles y cueros para hacer cuerdas y
transacciones, uno trasatlántico y otro interamericano. Para activar el ciclo , galbos, sebo para velas y grasa para antorchas con que iluminar los tiros,
trasatlántico, los comerciantes europeos compraban mercancías con dinero mercurio para la extracción del mineral de plata, pólvora, madera para
y las enviaban a factores o agentes (habilitadores) que vivían en el Nue- • alimentar las fundiciones y grandes cantidades de animales de carga
vo Mundo, esperando que se las pagaran con mercancías americanas que para trabajo y transportes. La nueva economía agrícola debía también dar
al venderse dejaran buenas utilidades. Al inicio del ciclo había una inver-
sión de dinero en el lado europeo de la transacción, y una conversión de <
v- comer a las poblaciones españolas, que eran el sostén de la red del con-
de
trol español, a los establecimientos eclesiásticos situados en poblados y en el
mercancías en dinero y utilidades en Europa, al fin del ciclo. Sin embargo, campo, y a los lugares de parada situados a lo largo de las rutas de tráfico
en las Americas no había cambio de dinero por dinero, sino sólo cambió de que ligaban las minas, las poblaciones y los puertos. Las necesidades de
mercancías por mercancías. Los factores americanos adelantaban las mer- las minas y los requerimientos del consumo básico urbano exigían, además,
cancías europeas a los dueños de minas o empresarios de cochinilla, que :que los productos resultaran lo más barato que fuera posible.
debían a justar cuentas con sus factores entregando mercancías americanas.^
La Corona ayudó de modos muy diversos al crecimiento de este sistema.
Pero en tanto que en Europa subían los precios de las mercancías manu-
Como el mercurio era un ingrediente esencial en el procesamiento del
facturadas, los valores de cambio de la plata y de las mercancías america- mineral de plata y era un costo importante en esa industria, la Corona se
nas declinaban. Esta desproporción orillaba a los productores americanos esforzó por garantizar su abasto a precios bajos. Su producción y venta
a mantener bajos o a reducir los costos de producción. Después veremos eran un .monopolio real; los mineros peruanos.lo recibían de la mina real
cómo este ciclo contribuyó al resurgimiento del dominio tributario en la de Huancavelica y los de la Nueva España de la mina española de Al-
agricultura y en la ganadería del Nuevo Mundo. También ocasionó mu- madén. Mediante graneros públicos la Corona siguió la política de asegu-
chos fraudes y coerciones en los sistemas conforme a los cuales se obtenían rar alimentos a las minas y poblados a precios regulados. Y, sobre todo, la
la cochinilla y el índigo de los productores nativos. política real buscaba transferir tierra y labor a empresarios agrícolas; esto
significó que abandonaba su política de querer mantener su control so-
NUEVOS SISTEMAS DE ABASTECIMIENTO
berano sobre la población india.
La intención inicial de la Corona fue negar a los conquistadores todo
A medida que la minería de plata asumía un papel central en la economía control directo sobre la tierra y sobre el trabajo indio. Quería evitar la
de las Indias hispanas, iba dominando y reformando la estructura de los constitución de una clase independiente de señores * tributarios y por eso
dominios españoles del Nuevo Mundo. El atenerse a la minería hizo que insistió al principio en conceder los servicios de los americanos nativos
178 EN BUSCA DE LA RIQUEZA LOS IBEROS EN AMÉRICA 179
únicamente conforme a sus propios términos. Esto se logró mediante la eran mejores que los encomenderos; dependían de los oficiales reales
expedición de concesiones temporales (encomiendas). La encomienda per- 'respondían de las demandas de la población y de las minas. Sin embar-
' mitía al beneficiario de ella emplear en su servicio el tributo y el" trabajo o, la evolución de las haciendas no adoptó en todas partes la misma
de un cierto número de indios a cambio de cristianizar sus almas paga- ^forrna ni siguió el mismo ritmo. Aparecieron primeramente en territorios
nas. ' Sin embargo, la encomienda no daba al encomendero derechos sobre . feubpoblados en que el ganado podía criarse con pocas manos; luego"cre-
tierras indias ni acceso ilimitado a los servicios de los indios; la Corona se : ícieron en lugares en que las aldeas nativas o los corregidores reales inte-
reservaba estos derechos. La Corona esperaba que surgiera una sociedad resados en la mano de obra y los tributos nativos se oponían a las peticio-
7
dividida en un sector de conquistadores y un sector indio aparte. Por ello ¿es de las haciendas sobre tierras y mano de obra. Por eso, en las elevadas
• mesetas peruanas las haciendas fueron un fenómeno del siglo xvm", no an-
trató de interponer a sus funcionarios reales entre los españoles empleadores
terior. En general, los encomenderos que obtuvieron sus títulos en el
de indios y los indios. t .
siglo xvi, se hicieron de la propiedad' de las haciendas un siglo después.
Después de 1542 los encomenderos estuvieron obligados a presentar una
Legalmente, la concesión de una encomienda no podía producir una ha-
instancia oficial al funcionario real si querían que se les asignaran nativos
cienda : las concesiones de encomienda eran donaciones reales que ni daban
para tareas específicas. Se daba por sentado que el funcionario, al recibir
derechos a la tierra ni permitían al agraciado establecer los términos de
estas peticiones, las jerarquizaba y asignaba trabajadores sobre una base
servicios o tributos del trabajo de los nativos. En cambio, la hacienda
rotacional y veía que se les pagara conforme a una tasa estipulada. Esta se fundaba por completo en la propiedad de la tierra y en la aptitud del
forma de asignación de trabajo se conoció oficialmente con el nombre de propietario para negociar directamente los términos de la contratación
repartimiento. Sin embargo, en Mesoamcrica se le siguió llamando con de trabajadores.
la palabra náhuatl para el trabajo forzado en obras públicas, cuatéquitl, y
en los Andes se le siguió llamando mita, palabra quechua. La mayoría de los trabajadores de las haciendas eran nativos america-
Otro medio que se empleó para apartar a los españoles de la población nos. A veces los terratenientes se hacían de trabajadores quitando su tierra
india fue la abolición formal, en 1542, de la esclavitud india. Se declaró i, los establecimientos nativos; o traían migrantes que habían abandonado
que la esclavitud de los indios era ilegal en todas partes, excepto en zonas sus aldeas, tan cargadas de tributos, para establecerse en otra parte. Tam-
fronterizas donde las poblaciones rebeldes se negaban a aceptar la sobera- bién los dueños de las haciendas ofrecían pagar el tributo de sus trabaja-
dores, o darles crédito en alguna otra forma. Al parecer, en siglos posterio-
nía española. Esto significó que hasta los años 1680 fue posible que los
res se desarrolló el estado de servidumbre debido a deudas, e incluso se
araucanos del sur de Chile fueran aprisionados y esclavizados. Esto fue s
estableció el endeudamiento hereditario.
también aplicable en las fronteras noroccidcntales de México donde hasta
bien entrado el siglo xix siguieron esclavizados los indios apaches, navajos Por lo general, al trabajador se le daba acceso a una porción de la tierra
y shoshones (Bailey, 1966). Sin embargo, en las regiones centrales de la de la hacienda a cambio de los servicios convenidos y de la entrega de las
ocupación española, se abolió la esclavitud de los indios, o cuando menos cosechas al dueño. El dueño se reservaba el casco de la hacienda (el cen-
se redujo considerablemente. Esta prohibición de la esclavitud no se exten- tro), con la maquinaria de procesamiento, el abasto estratégico de agua
y la tierra más propia para cosechar el mejor producto; dejaba a sus in-
dió, sin embargo, a los africanos, que se siguieron importando en grandes
quilinos-trabajadores las tierras más pobres y alejadas de su propiedad.
números para remplazar a la menguante población nativa, sobre todo
De este modo la hacienda llegó a ser una entidad basada en una estruc-
en las tierras bajas.
tura doble de cultivo de productos comerciales y de servidumbre real por
La hacienda parte del propietario y el cultivo comercial por siervos-inquilinos. Una
ampliación del mercado provocaba la ampliación del sector del propietario
Gradualmente las encomiendas fueron sustituidas por las haciendas, que a expensas de los siervos-inquilinos; una declinación del mercado favore-
eran fincas trabajadas por gente que se establecía en ellas y que dependía cía a los inquilinos.
directamente de los dueños de la tierra. La Corona no contaba con el Las haciendas servían a propósitos diferentes. Las que eran de dueños
personal ni los recursos suficientes para estimular su crecimiento, en tanto de minas o talleres proporcionaban los productos necesarios para estas
que empresarios agrarios con pleno control de la tierra y de la mano de operaciones a un costo muy bajo o sin costo. Otras producían para un
180 EN BUSCA DE LA RIQUEZA LOS IBEROS EN AMÉRICA 181
mercado regional creado por la demanda de poblaciones cercanas, centros Comunidades indias
mineros o puertos. Algunas regiones geográficas se especializaron en la
producción de alimentos para tales mercados. En el Valle Central de Chile Poblados y minas acababan rodeados por haciendas y, a su vez, éstas eran
se cultivaba trigo para Perú; los valles agrícolas de Cochabamba y Sucre rodeadas por establecimientos de pobladores nativos sobrevivientes. Este
alimentaban al Alto Perú (Bolivia); el Valle de México y la región del- patrón de asentamiento estaba orientado hacia las minas, aunque no era
Bajío daban el grano que se consumía en la ciudad de México y en los meramente ecológico o geográfico. Estaba organizado con base en la
centros mineros. En la seca región septentrional de México se criaba gana- economía política que encarnaba, en la cual los niveles inferiores propor-
do para poblaciones y minas, como también se hacía en la cuenca del cionaban excedentes a los niveles que estaban arriba de ellos. Los mineros
río de la Plata. Algunas tierras bajas se especializaron en la producción d e ' vendían a los comerciantes, que sacaban, a su vez, precios elevados por
azúcar y licor destilado para los mercados internos; en las mesetas mexica- mercancías europeas manufacturadas. Luego, los dueños de las minas
nas se cultivaban magueyes de los que se obtenía el aguamiel para la pre- orillaban a los dueños o administradores de las haciendas para que les ven-
paración del pulque; la vertiente tropical de los Andes producía hojas de dieran materias primas y comida a precios bajos. Por su parte los hacenda-
coca. Por doquier había haciendas propiedad de establecimientos religiosos dos presionaban a las comunidades nativas y las encasillaban en la de-
o de grupos de familias de clase alta, que comprendían parroquianos y pendencia servidumbre-inquilinato en las fincas o en el empleo ocasional
dependientes. A veces cambiaba la función de la hacienda —dejaba -de con sueldos muy bajos. Dentro de esta jerarquía, las comunidades indí-
ser el granero de un poblado y abastecía a una mina o dejaba de estar genas ocupaban el último peldaño.
orientada hacia el mercado y se volvía de subsistencia—. También eran fja sido cosa común que estas repúblicas de indios, como las llamaron
sensibles a los cambios del mercado y sus operaciones crecían o menguaban los españoles, sean vistas por los antropólogos como repositorios de un
según fluctuaba la demanda. pasado prehispánico intocado por tres siglos de dominación hispánica. Lo
Pese a esta adaptabilidad de las haciendas, su crecimiento potencial cierto es que a estas comunidades les dio forma organizacional la burocra-
estaba limitado por el tamaño de la demanda real y por las dificultades ! cia colonial, como componentes integrales del Estado español y de su siste-
del transporte. Al parecer operaban mejor, con más utilidad, cuando ven- ma económico. Al ordenar el establecimiento de estas unidades, la Corona
dían en un mercado, local o regional, seguro pero restringido, en el cual la perseguía un doble propósito: romper el aparato de poder anterior a la
escasez relativa garantizaba buenos niveles de precios. Esto era cierto, por Conquista y asegurar la separación y fragmentación de las jurisdicciones
ejemplo, en haciendas que producían un producto primario europeo, como resultantes. Aunque la destrucción de los grandes Estados de los incas,
el trigo, del cual había un mercado seguro aunque pequeño de consumi- mexicas o chibehas permitió el resurgimiento de algunas pretensiones an-
dores europeos. Tal fue el caso también en que ventas obligatorias al gra- tiguas al gobierno y a la lealtad, en general el resultado de eso fue la sus-
nero público impedían que compitieran en precio las comunidades nativas titución de los Estados anteriores a la Conquista por pequeños señoríos
que podían producir más barato. tributarios y por comunidades locales.
En general, las haciendas no fueron empresas muy lucrativas; en su A la alta nobleza india se le asimiló formalmente dentro de la nobleza
mayoría estaban endeudadas y con frecuencia iban a dar a manos de nue- española y se le confirmaron sus pretensiones a tributos, propiedades y
vos dueños, principalmente de organismos eclesiásticos que casi siempre las pensiones, pero se le privó de todo acceso al mando y al poder. Su conver-
hacían producir bien. David Brading describió condiciones generales de la sión al cristianismo aseguró su rompimiento con las fuentes de influencia
América hispana al caracterizar a la hacienda mexicana como ideológica anteriores a la Conquista, y la integró a las actividades en curso
de la Iglesia. A las órdenes inferiores de la nobleza india —principales en
un desaguadero que recibía de continuo el capital excedente acumulado en Mesoamérica, kurakas en los Andes— se les encargó la supervisión de las
la economía de exportación. Las fortunas creadas en la minería y en el comunidades locales. Al igual que los jefes africanos que tres siglos después
comercio se invertían en tierras, donde se disipaban gradualmente o acaba- los ingleses pusieron a mandar sobre las poblaciones africanas en "gobierno
ban en los cofres de la Iglesia. La consecuencia fue que la clase de ha- indirecto", esta nobleza acabó mediando entre conquistadores y conquis-
cendados se renovara continuamente. [1977:140] tados.
Ante las autoridades externas representaban a sus mandantes, pero
182 EN BUSCA DE LA RIQUEZA LOS IBEROS EN AMÉRICA 183
a la vez se esforzaban por mantener su jurisdicción interna mediante el dades nativas cuando intereses externos amenazaban sus fuentes de poder
ejercicio de pretensiones y lealtades tradicionales. ' ' de lucro!/ Al mismo tiempo, ante una mayor demanda de mano de
Las comunidades sobre las que 'se les dio autoridad no eran las mismas ibra de parte de empresarios industriales y agrícolas debida al decremento
que habían existido antes de la Conquista. Muchas comunidades anteriores ide la población nativa, muchos se inclinaron a bajar el nivel de su celo
a la Conquista habían casi desaparecido ante el embate de la Peste Negra, como defensores del pueblo. La Corona descubrió también que su interés
pero se formaron otras nuevas conjuntando restos de poblaciones bajo un I en maximizar sus ingresos mediante impuestos y emolumentos con fre-
control administrativo y eclesiástico más estrecho. Esta política general I -cuencia se oponía a su papel de protectora de los naturales. Si algún co-
española de re-establecimiento y concentración redefinió la naturaleza de lono usaba la mano de obra y los recursos naturales en un cierto modo
las comunidades locales, no sólo demográfica, sino también económica y que prometiera dar más entradas a la Corona, era cosa común que se
administrativamente. A cada comunidad nueva se le dio identidad legal, hicieran a un lado las consideraciones políticas o morales. Esto fue más
con su propio consejo administrativo local, o cabildo, y también identidad y más cierto a medida que los empresarios dejaron de interesarse en los
eclesiástica, con su capilla o iglesia local dedicada a un santo patrón. Ade- ' bienes que eran valiosos antes de la Conquista como cacao, plumas precio-%
más, se les definió económicamente pues se les dieron derechos sobre tierras ' sas y telas de algodón y se interesaron en reordenar la tierra y el traba- \
y recursos del poblado, y también obligaciones de pagar tributo. En estas jo, para cultivar trigo, explotar minas de plata, producir telas de lana,
colectar cochinilla o criar ovejas laneras. Cuando lo que hablaba era el
exacciones se incluían tributos en especie para la Corona, en bienes y servi-
' dinero, hablaba en español, no en náhuatl o quechua.
cios para el encomendero español, para el señor indio reconocido, y trabajo
obligatorio en obras públicas como construcción de presas y caminos. Finalmente, esta reordenación de recursos con vistas a producir bienes
Los funcionarios reales, o corregidores de indios, vigilaban el sector ad- para minas y poblados dio origen a nuevos grupos que no eran parte de
ministrativo indio compuesto por estas comunidades. Hubo tribunales las comunidades indias; entre ellos había artesanos, peones y sirvientes que
indios especiales para atender litigios planteados por los representantes lega- trabajaban en o cerca de los nuevos establecimientos, c intermediarios
les. Esta estructura administrativa estaba inspirada en la intención original que llevaban mercancías de un lado a otro. Esta creciente población de
de la Corona de mantener apartados a indios y españoles. Sin embargo, los indios y mestizos acabó por llenar en poco tiempo los intersticios sociales
tribunales indios pronto se vieron atiborrados por quejas contra los con- y económicos que había entre las comunidades y la pirámide tributaria
quistadores y empresarios españoles que se empeñaban en incorporar a formal, y empezó a conectar gente cuyas actividades e intereses estaban
sus haciendas tierras de indios y cursos de agua. A veces, la élite india más allá de lo local. Las quejas constantes de los funcionarios reales de
local de principales o kurakas, encargada de administrar los recursos y que algunos extraños penetraban en comunidades indias donde atendían
obligaciones de la comunidad, alargaba el alcance de su poder, coludién- sus propios intereses, y de que miembros de las comunidades indias estaban
dose con españoles extraños a sus poblados. Por su parte, la posición pri- dejando sus jurisdicciones para unirse con extraños mestizos o cholos, de-
vilegiada de los corregidores les permitía aprovecharse comercialmente de muestran que los linderos de las comunidades eran permeables y nego-
ciables.
sus cargos. Así, como en Perú, podían cobrar tributo, venderlo en subasta,
volverlo a comprar a la mitad de su valor en el mercado hasta el monto del Además, las comunidades no eran internamente ni unitarias ni indife-
tributo debido y luego revenderlo al precio del mercado (Rowe, 1957:163). renciadas. En un cierto momento, una comunidad podía unirse bajo un
Podían comprar a bajo precio a los comerciantes del poblado y forzar a los principal suyo contra las intrusiones de empresarios o hacendados españo-
indios a comprar esas mercancías a precios elevados, o también, comprar les. En otro momento, ese principal, que en sus tratos con la gente a él
a los indios y vender esas mercancías más caras en otro lugar. Por último, encomendada se hubiera vuelto similar a los hacendados o empresarios,
podían convertirse en empresarios por su propia cuenta. Por ejemplo, en podía aliarse con los españoles o ser acusado por sus partidarios de haberlo
el occidente de Guatemala un corregidor podía comprar algodón en rama hecho. Y en todas partes, comerciantes y cultivadores, habiéndose vuelto
en la costa, obligar a las indias de su distrito a hilarlo y tejerlo para luego acaudalados dentro de una comunidad, podrían entrar en conflicto con
.vender la tela a los mismos indios o colonos ganando una buena utilidad autoridades superiores, inclusive con su propio señor indio y presentarse
(véase MacLeod, 1973:316). a sí mismos como voceros de su comunidad contra la tiranía. Estos mis-
Estos jefes indios y funcionarios reales se unían para defender sus comu- mos comerciantes y cultivadores, arrastrados al mercado por causa de la
LOS IBEROS EN AMÉRICA 185
184 EN BUSCA DE LA RIQUEZA
producción de cochinilla o tela de algodón, podrían entonces cerrar la co- este amplio marco ideológico y en su lugar puso la salvación cristiana. Al
munidad para mantener un monopolio intermedio de derechos sobre el Kpismo tiempo, a esta liturgia dominante se unió la creencia y práctica local
fo.ä cargo de misioneros que se esforzaban por anclarla en creencias locales y
trabajo. de practicantes locales que buscaban que fuera expresión de intereses lo-
En los dos virreinatos, a las comunidades se les autorizó a manejar sus cales. El resultado fue el desarrollo de estructuras religiosas que variaban
asuntos internos por medio de una jerarquía de funcionarios locales dota- I de una comunidad a otra y que en su localocentrismo ideológico semeja-
dos de títulos y cargos españoles basados en prototipos también españoles. I ban la separación política de las comunidades.
Al mismo tiempo, la Iglesia constituyó organismos eclesiásticos con base Lo cual significa que las comunidades indias eran porciones dependien-
en las cofradías españolas, que se encargaron de representar los ritos del tes de un sistema político y económico mayor. No eran ni restos "triba-
calendario católico. En los grandes establecimientos españoles e hispani- les" del pasado prehispánico, ni un tipo estático de comunidad campesina
zantes, estos dos tipos de organismos, civiles y religiosos, se mantuvieron caracterizado por un conjunto de atributos fijos. Se desarrollaron en la
bien diferenciados, pero en las comunidades indias fue cosa común la mez- lucha a muerte entre conquistadores y conquistados y estuvieron sujetas
colanza de jerarquías civiles y religiosas; en estos casos, se alternaba el a la acción recíproca de intereses externos e internos. El Estado español
ejercicio de un cargo secular con el patrocinio de un acto religioso. Este les concedió derechos a tierras e ingresos pero las obligó a aportar tributos y
patrocinio solía exigir fuertes desembolsos para cohetes, fuegos artificiales, trabajo como parte de sus obligaciones políticas; con frecuencia resultaron
adornos, incienso y velas, músicos y comida y bebida que se distribuía en- indefensas ante las depredaciones de terratenientes, funcionarios y clérigos.
tre los participantes. Esto solía significar que sólo los miembros pudientes A veces eran tales las exacciones, que se rebelaban, se negaban a cooperar o
de la comunidad podían aspirar a los puestos más altos y costosos de la escapaban. A las comunidades se les permitía gobernarse por medio de
jerarquía eclesiástica y de la autoridad política, que exigían una buena sus jerarquías civiles-religiosas. Estos funcionarios locales podían defender
dosis de redistribución económica. Y a la inversa-, esta redistribución aca- la comunidad contra autoridades externas y competidores de fuera, pero
bó por desempeñar una parte importante en la economía de los recipientes también podían ensancharse a expensas de sus compañeros de aldea o
a los que hizo económica, política y religiosamente dependientes de las traicionar sus intereses en favor de potencias externas.
operaciones de la oficialidad sacralizada. O sea, que las jerarquías civiles-
Desde el punto de vista del orden colonial hispánico general, las comu-
religiosas instalaron dentro de las comunidades un sistema de dominación
nidades indias no fueron sus fundamentos primarios sino más bien apoyos
elitista, pero al mismo tiempo permitieron que la élite representara a toda
laterales y secundarios. El centro de este orden era la actividad minera y
la comunidad ante autoridades y tenedores externos del poder.
las actividades que la abastecían. Por su parte, las comunidades indias
La jerarquía también tenía a su cargo los ritos que relacionaban a la
actuaban como almacenes de trabajo y como fuentes de productos agríco-
comunidad con lo sobrenatural; cosa característica de ellos fue que tuvieran
las y artesanales baratos. Cuando los indios debían pagar tributo en
un doble carácter, en parte cristiano y en parte pagano. Al cristianismo
dinero tenían que trabajar como asalariados o producir algo para vender
le preocupa más definir el tiempo sagrado que el espacio sagrado; aun-
en el mercado. Alternativamente, satisfacían obligaciones tributarias me-
que no desdeña los santos lugares, como son Jerusalén, Roma, Asís o
diante pagos en especie. Estaban sujetos a trabajar en las obras públicas
Lourdes, se centra más bien en hechos ocurridos en el tiempo, como son
o privadas que los corregidores reales consideraran de importancia públi-
la Caída, la Redención, el Juicio y la Resurrección. En contraste, las reli-
ca. Costeaban con su pobreza el sistema de extracción imperial.
giones prehispánicas estaban fuertemente ancladas en términos espaciales;
usaban porciones de espacio para demarcar segmentos de tiempo, atributos
de grupos sociales, aspectos de la naturaleza y cohortes de cosas sobrena-
BRASIL Y EL CARIBE
turales. La fusión del calendario litúrgico cristiano con devociones pre-
hispánicas conectó el marco del tiempo de la salvación cristiana con los
referentes ecológicos de tradiciones precristianas. En tiempos prehispánicos Mientras los españoles erigían su reino de las Indias sobre un fundamento
estos referentes ecológicos locales formaron parte de una organización ideo- de plata, los portugueses se aplicaron a la producción de azúcar en plan-
lógica muy amplia de espacio sagrado, organizado y mantenido por la taciones en las tierras tropicales bajas del litoral de Brasil. La agricultura
amplia entidad política inca, mexica o chibeha. La Conquista destruyó hispánica de Nueva España y Perú fue encauzada a satisfacer las necesi-
•
IMPERIOS Y COLONIAS
IMPERIOS Y COLONIAS
Carlos de Habsburgo (1500-1558) fue el primer rey que reunió en su persona las coronas de Cas-
tilla y Aragón, y también el monarca español más poderoso, el que más territorios dominó. Nació
en pleno Renacimiento, en Gante (Flandes, actualmente en Bélgica), y recibió los consejos del
gran humanista Erasmo de Rotterdam. Heredó de sus abuelos, los Reyes Católicos, los reinos de
Castilla, León, Granada, Toledo, Valencia, Galicia, Mallorca, Sevilla, Córdoba, Córcega Nápoles, las
Dos Sicilias, Jaén, Algarves, Algeciras, Gibraltar, Canarias, Aragón y las Indias, (las colonias ame-
ricanas) etc.; por vía paterna (la Casa de Austria), recibió el gobierno de los Países Bajos, los te-
rritorios austríacos y el derecho al trono del Sacro Imperio Romano Germánico. Tomó el trono
español con el nombre de Carlos I en 1516, siendo apenas un quinceañero (mientras vivió, hasta
1555, su madre Juana permaneció recluida por insania). Al principio no fue aceptado por varios
reinos. Aragón condicionó su reconocimiento como Rey hasta que no jurara aceptando los fue-
ros y libertades de los Reinos. Las Cortes de Castilla le pidieron al rey que aprendiera a hablar
castellano, que no nombrara extranjeros como sus autoridades, y que no sacara caballos ni me-
tales preciosos del reino. Carlos no cumplió con lo prometido, y las Comunidades de Castilla se
declararon en guerra. Pero cuando los comuneros aprovecharon para hacer revueltas antiseño-
riales, la nobleza dio su apoyo al emperador, y los rebeldes fueron vencidos.
En 1519 muere el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, y el nuevo mandatario
debía ser designado por los siete príncipes electores. Promesas y dinero (aportado mayormen-
te por el banquero Jacobo Fugger) fue lo que hicieron decidirse a los electores por Carlos, que
pasaba a ser V del Sacro Imperio. Esta gran deuda, más los gastos que tuvo Carlos I o V en las
guerras contra Francia, y la inflación provocada por la cantidad de oro y plata recibidas por la
conquista de América, hicieron que España llegara a la ruina económica. Si bien el XVI fue el
siglo durante el cual España tuvo mayor peso en la política europea, no supo aprovechar esta
circunstancia para lograr el liderazgo económico.
Carlos V, absolutista, limitó las libertades que habían tenido los comuneros, se alió con la Con-
trarreforma católica y dispuso una serie de Consejos (Consejo Real, de Estado, de Hacienda, de
la Inquisición y de Indias; más tarde el Consejo de Guerra y el de las Órdenes monásticas) para
ejercer el gobierno. Las personas que componían los Consejos eran aprobadas personalmen-
te por el Rey. Cuando éste se sintió cansado de gobernar, decidió dividir el imperio entre su
hijo, Felipe II, que se hizo cargo de la herencia española, y su hermano Fernando, que asumió
como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
160
CA P Í T U L O 4
El imperio de Carlos V
161
IMPERIOS Y COLONIAS
Actividad
El imperio colonial
A fines del siglo XVI, al concluir la etapa de conquista, la monarquía española ocupaba la mayor
extensión de los territorios coloniales. Sus posesiones abarcaban desde América del Norte (Flo-
rida, California, Texas, México) hasta Tierra del Fuego. En Sudamérica sólo quedaban fuera del
dominio español la costa de Brasil (que pertenecía a Portugal) y las Guayanas.
Durante tres largos siglos se extendió el régimen colonial; en Cuba y en Puerto Rico fueron casi
cuatro, y estas islas del Caribe fueron las últimas en liberase del coloniaje.
Todas las regiones americanas que se incorporaron al imperio español se integraron también
a la economía-mundo, fundamentalmente al ciclo de expansión comercial impulsado por los
países marítimos de Europa.
Durante los siglos XVII y XVIII el comercio colonial, la minería de la plata y la venta de escla-
vos jugaron un papel fundamental en la acumulación originaria de capitales que impulsó a la
economía europea. En consecuencia, estimularon grandes cambios en Europa Occidental, en
el período de transición del sistema económico feudal hacia el capitalismo. Por el contrario,
en el continente americano, la explotación colonial provocó un período de “desacumulación
originaria” de riquezas.
162
CA P Í T U L O 4
También se designaron Gobernadores en cabeceras de pro- Rey Felipe III y Guamán Poma de
vincias (por ejemplo, en Venezuela, Chile, Buenos Aires o Asun- Ayala, presentando su obra
ción) y Capitanes Generales (en Guatemala, 1544 y Cuba, 1795).
163
IMPERIOS Y COLONIAS
Zambo:
(Americanismo) hijo de
negro e india, o de indio
La sociedad colonial
y negra. Desde ya, los españoles que vinieron a América gozaron de
una posición privilegiada, les era ventajosa la situación colo-
Casta: Linaje. nial, ya que tenían acceso a las encomiendas, tierras, obrajes,
Compartimentación de licencias de comercio y, además, ocupaban los principales car-
la sociedad en grupos gos públicos y religiosos.
sociales cerrados que
no admiten movilidad
Los descendientes de los primeros conquistadores heredaron
social. En América se
grandes propiedades de tierras (plantaciones o minas) y dispu-
denominaba así a las
sieron de abundante mano de obra indígena para trabajarlas.
personas nacidas fruto
Los encomenderos fueron este primer grupo social que, como
de mezclas “raciales”.
Libertos: esclavos recompensa por la conquista, se apropió de servicios y bienes
emancipados o de la comunidad indígena. Junto con los comerciantes españo-
liberados. les y los funcionarios reales conformaron la elite blanca, que
residía en los centros urbanos y comerciales, de los cuales los
más importantes eran México, Lima y las ciudades mineras.
164
CA P Í T U L O 4
165
IMPERIOS Y COLONIAS
Actividad
La economía colonial
El reparto que las potencias europeas hicieron de
América transformó profundamente el modo de
existencia de los pueblos originarios (caribes,
mayas, quechuas, aymaras, guaraníes). El colonia-
je, con su demanda de productos y de trabajo, sig-
nificó una verdadera desestructuración del mundo
indígena.
Los centros mineros de México y Perú constituyeron las colonias españolas más ricas por su
producción de metales y fue éste el lugar donde, sin duda, la desestructuración del mundo in-
dígena fue más pronunciada aún.
Un ejemplo de estas transformaciones tuvo lugar en el Tawantinsuyu (el antiguo imperio inca)
que quedó subordinado al Virreinato del Perú. El antiguo esplendor de la capital incaica Cusco,
ubicada en los Andes, fue reemplazado por Lima, en la costa peruana. Y las minas de Potosí
constituyeron el nuevo centro de la organización económica.
Por otra parte, la Corona española asumió la propiedad de las antiguas tierras del Inca y del
Sol y ordenó respetar las tierras comunales. De este modo, en las sociedades andinas la co-
munidad agraria (ayllu) subsistió. En Perú y en Bolivia, los indios continuaron cultivando sus
tierras y mantuvieron los cultivos tradicionales (maíz, patata, calabaza, chile).
166
CA P Í T U L O 4
Por otro lado, en las zonas más aptas para las plantaciones tro-
picales se introdujeron esclavos africanos (en Cuba, Haití, Ja-
maica, Brasil, Guayanas y sur de EE.UU.). La esclavitud comen-
zó en las islas azucareras del mar Caribe y el comercio de
esclavos adquirió proporciones inéditas. En algunas islas, el nú-
mero de africanos superaba al de sus propietarios blancos, como
en el caso de Haití, con el consiguiente peligro de rebeliones.
167
IMPERIOS Y COLONIAS
ros. Sin embargo, fue fácil para el encomendero desvirtuar el sistema y despojar a los indios. Cris-
tóbal Colón había iniciado este sistema en las islas del Caribe. En Cuba, por ejemplo, la distribución
de tierras y encomiendas entre los conquistadores provocaron en pocos años la desaparición de la
población local (los taínos).
Los primeros encomenderos del Perú fueron los miembros de la expedición conquistadora que
participaron en la captura del Inca Atahualpa en Cajamarca. En Cusco, la última ciudad en caer
bajo la dominación española, se constituyeron ochenta encomiendas.
El encomendero español ejercía el control sobre los propios caciques (curacas) de las comuni-
dades o grupos étnicos, que organizaban el trabajo y el cumplimiento de las obligaciones. Los
caciques eran los intermediarios entre las comunidades y el régimen colonial. También se de-
dicaron al comercio de coca, mulas, vinos y chuño en las provincias del virreinato peruano. La
Corona buscó a través de estos privilegios asimilarlos a la sociedad colonial. De este modo sur-
gieron notables familias de caciques andinos, que mantuvieron su posición tradicional y hasta
establecieron uniones legítimas con mujeres españolas. En la región de Cusco, asistían al co-
legio de caciques San Francisco de Borja, eran bilingües, aprendían a leer y escribir, y porta-
ban orgullosos los antiguos símbolos del Sol y de los incas en las ceremonias públicas. El ré-
gimen colonial permitió que se enseñara la tradición incaica.
Durante las primeras décadas de la colonia, los encomenderos solicitaron a los cabildos la ce-
sión de tierras (cesiones que se denominaban mercedes) para chacras y haciendas, avanza-
ron sobre las tierras indígenas y en el proceso de desestructuración de las comunidades.
Los abusos cometidos por los encomenderos y las quejas sobre la explotación indígena die-
ron inicio a una larga polémica. Las denuncias llegaron hasta la Corona española y en 1550
tuvo lugar el debate entre Luís Sepúlveda y el sacerdote Bartolomé de Las Casas. Mientras que
el primero defendió “la servidumbre natural de los indios”, Bartolomé de Las Casas criticó el
régimen de encomiendas e informó al Consejo de Indias sobre la esclavitud, el maltrato y la
necesidad de lograr la conversión de los indígenas a la religión católica. Estos reclamos dieron
su fruto, y fueron aprobadas las primeras disposiciones que limitaron los privilegios de los en-
comenderos y suprimieron la esclavitud de los indios. La monarquía determinó que el indio
colonizado no era siervo del encomendero, sino súbdito del rey. Aunque las leyes protectoras
fueron de muy difícil cumplimiento en las colonias.
168
CA P Í T U L O 4
Es más, los indios se ven poco a poco desposeídos de sus tierras. El encomendero se apodera de los campos comuni-
tarios o individuales sin pagar compensación alguna. Aunque la superficie de la cual disponen los indios vaya diminu-
yendo, éstos no tienen tiempo de ocuparse de ellas a causa de las múltiples mitas, a tal punto que pierden sus cosechas.
Además, las poblaciones indígenas eran tributarias, es decir, pagaban el tributo a la sociedad
colonial. El tributo era obligatorio para todos los varones entre los 18 y 50 años de edad. Sólo
los caciques, sus hijos y mujeres estaban exentos del pago, que podía realizarse con trabajo
(obras públicas, transportes, obrajes textiles) o en especie. Según la región, variaba la lista de
productos o artesanías locales por medio de las cuales podía pagarse: trigo, hojas de coca, ove-
jas, cueros, sal, tejidos de lana.
La diferencia fundamental entre el régimen español y el anterior tributo a los Incas, fue que des-
apareció la reciprocidad, los indios no recibían nada de parte del encomendero y las cargas del tri-
buto fueron más pesadas. Por ejemplo, para cumplir con el tributo textil, los indios, antes, recibí-
an la materia prima (lana o algodón) del estado Incaico; en cambio, bajo el dominio español ellos
mismos la suministraban de los rebaños comunitarios. Además, el coloniaje impuso nuevas for-
mas del tributo. Las tasas o listas de obligaciones eran determinadas por la Audiencia de Lima. En
1579 el virrey Francisco de Toledo introdujo el tributo en dinero, que empeoró aún más las condi-
ciones del indio, ya que éste se veía obligado a salir de la comunidad y ofrecer el trabajo o a mer-
cantilizar sus productos, por ejemplo, en el mercado de la ciudad minera de Potosí.
En el Virreinato del Perú, algunos sectores indígenas cumplían servicios personales en forma
permanente para los españoles. Conocidos como indios yanaconas, abandonaban sus comu-
nidades o ayllus y estaban completamente desvinculados de la economía de subsistencia. Su
condición era más rigurosa, estaban sujetos a la tierra que trabajaban (pertenecían a las ha-
ciendas) y eran vendidos con ellas, como los siervos feudales.
El yanaconazgo fue una forma de servidumbre (trabajo gratuito) y además, una modalidad de
castigo para los pueblos indígenas que opusieron resistencia a la conquista.
Por otra parte, los pueblos andinos tuvieron que cumplir con la mita, que ya existía en tiem-
pos del Inca como sistema de trabajo obligatorio. El virrey Francisco de Toledo dispuso el res-
tablecimiento de la mita de las comunidades como principal fuente de trabajo en el Alto y Bajo
Perú. La palabra “mita”, de origen quechua (la lengua de los incas) significaba “turno” y con-
sistió en el trabajo obligatorio durante determinados días al año. Existieron distintas clases
de mitas: los servicios domésticos, la mita pastoril, las mitas de correos, tambos y cargas, y la
mita minera en Potosí (las minas de plata situadas en Bolivia).
Las autoridades locales, los corregidores, eran las encargadas de recaudar la cuota anual de
tributos y mitayos. Además, los corregidores españoles encontraron un medio propio de be-
neficio económico mediante el sistema de reparto forzoso de mercaderías. Distribuían entre
las comunidades mulas, hojas de coca y les imponían la compra de productos importados to-
talmente inútiles para los indígenas (telas de lino inglesas, medias de seda, calzados, cintas,
pelucas, hebillas) con la intención de endeudarlos. El reparto constituyó un agravio para las
comunidades, ya que no podían rehusarse a las mercaderías ni a pagar sus precios abusivos.
También, el régimen colonial impuso el sistema de “silleros y cargueros”, que utilizaba a los indí-
genas como “caballos humanos” que cargaban sobre sus hombros a los señores españoles.
169
IMPERIOS Y COLONIAS
La minería colonial
Durante la primera mitad del siglo XVII, el Cerro Rico de Potosí, en el Perú español, se convirtió en
el centro más productivo del mundo y también en el centro de la vida colonial sudamericana.
Varias regiones del Virreinato del Perú enviaban productos para abastecer a la “Villa Imperial”
de Potosí, que llegó a contar con una población aproximada de 150.000 habitantes, mientras
que Lima, la opulenta ciudad de los virreyes, sólo tenía 52.000 habitantes.
El mercado potosino demandó variados recursos agrícolas y ganaderos. Las comunidades ay-
maras de Cochabamba y Chayanta (Bolivia) fueron las principales abastecedoras de granos.
Chile abastecía de trigo, vinos y carne a Potosí. También las provincias argentinas estuvieron
profundamente integradas a la economía minera: Córdoba y Tucumán enviaban mulas, teji-
dos y carretas a las minas. Mientras que Salta y Jujuy ocuparon una posición privilegiada en
el tráfico comercial, ya que las mulas tenían que pastar y transitar por la Quebrada de Huma-
huaca. La principal actividad económica de la puna jujeña fue la cría de ovejas para proveer
lana. Allí, el español Juan José Fernández Campero, conocido como el Marqués de Yavi, pose-
ía grandes propiedades (Tarija y Jujuy) para el pastoreo de mulas destinadas a Potosí, que le
proporcionaron una provechosa fuente de ganancias. Su marquesado (único en territorio ar-
gentino) perduró hasta 1813, cuando se abolieron los títulos de nobleza.
También la producción de yerba mate de Paraguay tenía como principales centros de consu-
mo a Potosí y al Alto Perú.
Actualmente, como señala el escritor uruguayo Eduardo Galeano, Potosí es “una pobre ciudad
de la pobre Bolivia”. No es casual que las regiones que hoy sufren mayor subdesarrollo y mi-
seria sean aquellas que durante la etapa colonial tuvieron sus lazos más fuertes con España.
Los propietarios de las minas debían entregar un quinto de los metales extraídos a la Corona
española (el “quinto real”, o sea, el 20% que le correspondía a la monarquía como impuesto).
Y los metales se obtenían mediante la mita minera. La mano de obra era movilizada por la
fuerza entre las comunidades originarias. Dieciséis provincias del Virreinato del Perú debían
enviar anualmente a Potosí indios adultos para trabajar en forma rotativa en las minas.
170
CA P Í T U L O 4
El reclutamiento de indígenas para el trabajo en las minas fue establecido por el virrey espa-
ñol Toledo, y los caciques de los pueblos eran los responsables de la entrega de la cuota de tra-
bajadores. Los mitayos provenían de las comunidades indígenas aymaras que vivían en la al-
tiplanicie andina. Para llegar a Potosí, los indios debían recorrer a pie largas distancias, a veces
hasta mil kilómetros desde sus pueblos de origen.
La mina fue una insaciable devoradora de hombres: el excesivo trabajo (durante diez meses al año)
en condiciones insalubres provocó el despoblamiento de las tierras indígenas. Entre 1570 y 1620
la población altoandina descendió de 1.045.000 a 585.000 habitantes. En la región de Potosí los in-
dios y sus familias dormían y morían a la intemperie, bajo un clima muy frío correspondiente a
los casi 5.000 metros de altura. El estado de los yacimientos era calamitoso: los caminos en la mina
estaban ciegos y a cada paso los indios tenían que arrastrarse; también eran frecuentes los de-
rrumbes. Además, los mitayos estaban muy mal alimentados, ya que el mísero salario que recibí-
an apenas alcanzaba para las hojas de coca, que masticaban para superar el mal de altura o apu-
namiento, y para la chicha de maíz que les permitía paliar la sensación de hambre. En estas
condiciones, los indios salían de la mina transpirados, cargando el pesado mineral sobre sus es-
paldas, intoxicados por las emanaciones de mercurio en el interior de las galerías, y tenían que
soportar el intenso frío a la salida; muchos enfermaban gravemente y caían muertos.
Durante el siglo XVIII, las minas del Virreinato de Nueva España ubicadas en México (Zacate-
cas y Guanajuato) superaron la producción anual de Potosí.
171
IMPERIOS Y COLONIAS
En los Estados Unidos, el sistema de plantaciones con esclavos africanos comenzó en la colo-
nia inglesa de Virginia, famosa por su tabaco, y se desarrolló con el cultivo del algodón a gran
escala en las colonias sureñas que conformaron el llamado “Cinturón Negro”.
La ganadería
Luego de las primeras fundaciones en el litoral rioplatense, el ganado caballar y vacuno co-
menzó a reproducirse libremente, gracias a los inmensos pastizales de la pampa húmeda donde
vivían, se alimentaban y se movían prácticamente sin límites ya que los pobladores tenían di-
ficultad de hacer cercos en grandes extensiones de la llanura. Según una descripción anóni-
ma de 1580 citada por el investigador Ricardo Rodríguez Molas,
“Es muy aparejada esta tierra y comarca de Sancti Spiritus para que allí se críen y multipliquen ganados, especialmente
vacas y ovejas, por ser… tierra rasa en la cual por maravilla se hallarán árboles… con dehesas de inmensa grandeza lle-
nas de mucha yerba tal cual conviene para lo ya dicho (…) Esta granjería bastará a sustentar aquella tierra con grande
perpetuidad porque son tantos los ganados que hay (…) que en diez años su multiplicación hincha toda la tierra”.
Estos relatos se repiten más tarde: en 1611, el gobernador del Río de la Plata se queja de que
hay falta de molienda de trigo aunque la tierra sea llana, por lo que está muy cara la harina,
también de la falta de ropas “porque la gente no es amiga de trabajar ni las mujeres de hilar”;
de la escasez de plata y oro, salvo de la que viene hacia el puerto, y que, en cambio, hay abun-
dancia de ganado vacuno y vale muy barato. Asimismo se lamenta de que no haya sirvientes,
porque los pocos indios están encomendados y los españoles son pobres como para comprar
esclavos (evidentemente, el gobernador no consideraba que los españoles debieran trabajar).
Los gauchos o gauderios eran peones ocasionales; se los llamaba también “changadores”, y la
sociedad colonial consideraba que vivían casi sin trabajar: eran jinetes libres, de caballos atra-
pados y domados por ellos en la llanura, y no tenían patrón. Se alimentaban de los vacunos
cimarrones que cazaban según su necesidad. El cimarrón era el ganado sin dueño, orejano, pero
como es lógico en las sociedades individualistas, se atribuía su pertenencia al personaje o a la
institución más poderosa. Por esta causa, a los gauchos se los consideraba “perjudiciales” o
“vagos y mal entretenidos”. Sin embargo, su presencia fue muy importante para la sociedad
rioplatense, que necesitaba de mano de obra estacional, no permanente.
172
CA P Í T U L O 4
Economía colonial
Actividad
Vocabulario
Cimarrón: Animal
que, habiendo sido
doméstico, se cría en
libertad y adopta
hábitos salvajes o
naturales para su
especie.
Estacional: Que
transcurre en una
estación o época del
año determinada (por
ejemplo, la cosecha, la
siembra, la yerra).
173
IMPERIOS Y COLONIAS
En esa extensa llanura pululaba el ganado vacuno, que fue objeto de caza indiscriminada, ya
fuera para comercio de vacunos y caballos en pie desde la llanura bonaerense hacia Chile o
desde la Banda Oriental hacia el sur del Brasil, o para extracción de carne para consumo in-
terno y cueros para su exportación (legal o por contrabando). Los Cabildos daban a algunos ve-
cinos la autorización de vaquería, que consistía en una cacería masiva de vacunos cimarro-
nes, realizada con ayuda de los changadores o gauchos. En el siglo XVIII el ganado cimarrón
comenzó a escasear debido al abuso de las matanzas, por lo que las vaquerías fueron prohi-
bidas. La necesidad hizo que los propietarios de ganado cuidaran más su hacienda, y que con-
centraran las reses en zonas más resguardadas, con un arroyo que limitase su territorio. De
esta forma se desarrolló la estancia colonial.
174
CA P Í T U L O 4
40% de todos los gastos locales en alimentación pertenecían al consumo de pan. Sin embargo, gran
parte de estos campesinos no tenía título legal de posesión de sus tierras, porque el trámite era
engorroso y porque muchos no habían encontrado dificultad en ocupar terrenos baldíos.
Actividad
Deduce qué intereses tenían los estancieros para escribir esa carta al Rey de España.
Señala cómo era el intercambio con las comunidades indígenas en tiempos de paz a fines del siglo XVIII.
Malón Vocabulario
Babasónicos Trance Zomba (1994)
175
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abierto la brecha hacia una evo Jució'n que sería decisiva para 1000a la historia íutura de la lo
..p~o~ª,o',de essie reino sene;glllés,.al!tón<;'!TIo, el comercio atlántico, que sustituyó desde ::!
humanidad, En la misma línea de análisis, afirmaremos que ese desplazamlemo arruinará, , el cstoblec:imielllode los rr.ihécies~n'S~ ¡\)rLQüls (Ú):¡'~J;~o liberó las fller:ws productivas ;:~I
al mismo tiempo, a) mundo á-rabe y al Africa negra sudano-saheliana. Algunas décal!.s sino que., por el contrario, provocó su regresión y uua disgregación de. la 5ocied~d y del 1\'
después, la Europa allánlica ha~ su aparición c'" las costas de África. E) desplazallÚen\9 Estado de los Waalo-waalo, Por eso ,los franceses tu~ieron que recurrir 8 la fuerza para y,' :
del centro de gravedad en Europa, del Mediterráneo al Atlántico. Pero los nuevos romper los vínculos transaharianos anteriores, sometera la región y orientar sus relaciones ' (:1,
intercambios entre Europa y Africa no tendán la misma función que los del períodq exteriores siguiendo las exigencias de la factoría de S;ajn! Louis, pues la sociedad africana t; ¡
precedente, pues se inscribirán en adelante en el marco 'del capitalismo' rnercantilista, ' intentó reaccionar contra esa degradación y el islam constituyó el marco dé esa reacción ¡I '
;:. ,,1
de defensa. Los cómerciantes de Saint Louis pagaban con armas los esclavos que :;:i! '
cOl11prab?~.~í se rompió el anlerior.equilibrio d: poder entre el rey (el'brclk), que contaba:: :);: I
4. El periodo mercantiiista (1600·1800) con un ejercito permanente de cautivos de la COrona (los cyeddo), la asamblea de los ,¿',.,' \~"" I
Grandes quelos J\ombrnba,1l9ossebakb<1\Jr),<l.t1ego¡:.abaJl~e unsjs~ema de be~e[jdosque':)~; "J;;, '
Ya hemos definido el período rncrcautilista" como la etapa durante la cual se se yuxtaponía y 5l\perpoma al lamana.1o(prop"!dad colectiva clánica de las tierras de las :'/," ,t! I
constituirán tos dospolosuelmodo dc producción capimlistn: porun lado.Ia prolctarizacién comunidades aldeanas) y 18s,comurud8de~ aldca~,!s, fundadas sobre ellRnlan8to: Las " .;;¡¡;;,:
que resulta de la degradación de las relaciones feudales y, por otro lado, lu acumulación de costumbres, que los comerciantes de Sainl ',U,UI$ pagaban al brak, Iavorccíari una I,',;!
I~ riqueza-dinero, Cuando los dos polos se reúnan, con la revolución industrial, la riqueza- pcrrnauante guerra civil entre el brak, los tyeddo y los kangam (grandes notables), y el i!! i
dinero se convertirá en capita I yclmodo dcproduccióncapitallsta IOll13rlÍ su forma acabada, saqueo de las comunidades para conscguiresclavos. Los morabitos musulmanes intentaron f,:', ¡:
Durante ese largo período de tres siglos de incubación, la periferia omericana del centro organizar la resistencia de las comunidades. Su objetivo era prohibir la lrala, es decir, la ' ;:,':'
europeo atlántico mercantilista cumplirá una función decisiva en la acumulación de cxportacióude la fuerza de trabajo ípcro no prohibir Inesclavitud interno). Desde cntonces,:': :
riqueza-dinero en manos de IHburguesía comercial atlántica. El Africa negra cumplirá una el islam cambió su carácter. de religión de una casta minoritaria de comercimucs se (:
función no menos importan le: la que hemos calificado éeperijeria de laperiferia. Reducida . convirtió en una reacción popular de resistencia. La primera guerra de los mombitos, i~
al papel de proveedora de mano de obra servil pAra las 'plantaciones de América, Aírica realizada entre 1673)' 1677, pura tratar de convertiré la gente del Río yprohibir allí la trata r:
pierde auionomta y comienza él ser moldeada en Iunción de las exigencias externas: las del . fue un fracaso. Un siglo mástarde, en 1776, In revolución toorodo, de lo región tucolor, ¡: ¡:; ,
mcrcautilisrno. Por fin, recordemos que las plantaciones de América; a pesar de su forma expulsó a 111aristocracia guerrera y liquidó la trala negrcra. Pero Iraeasé la tentativa de 105 >,i
de organización csclavista, no definen formaciones sociales autónomas (que serían tucolor de liberar el Waalo y el Kayor con ayuda de los morabitos autóctouos, pues Sainí ;:'U.
csclavistas). Como ya hemos dicho, el 1110do de producción esclavista es aquf sólo un Louis apoyó a la nrisiocracln vinculada CQJI la trata uegrera. . :;"
elemento de una formación social no esclavista. Dicho de otro modo: el esclavisrno 110es En segundo Jugar, el estudio del caso de WaaJo tiene gran interés porque allí se ;¡,
ti modo dominante de la formacíón, que es el mercantilista, y el comercio monopólico- yuxtaponcu la trata de esclavos y la de la goma, Peor esta última no tiene de ¡Ú ngü n modo "'
que baja su control y para su propio beneficio lanza en el mercado europeo los productos los tlUSlIlOS efectos que la primera sobre'lasocicdad africana, La exportación de productos ':"
de Ips plamaciones, activando así la disgregación de las relaciones feudales· domina la (en lugar de la fuerzade trabajo) no tiene necesarillmen¡e~cfecIQS'devasI8dores sino ¡¡lit:, U"
plantación, Por consiguiente, la formación periférica americana es un elemento de Una al contrario, puede pronroveralgunos progresos. Ese tipodeexponacióri no eScara(leríslico;,':; ,
estructura mundial cuyo centro de gravedad está en la Europa atlántica. del periodo mcrcantilisu en el conjunto de Aírica, 'ljue provee casi ünlcameute esclavos, ':', r'
Los efectos devastadorcs que tuvo la trata negrera mercantilista para el Africa se pero aquí desempeña excepcionalmente UII papel tan importante como el Iníliro d~c,,' ~I!:;'
conocen algo mejor ahora, gracias, entre otras cosas, a los trabajos de historiadores esclavos, porque éstos (como ocurre conel oro de Galal1l), provienen sobre todo de la ruta;:;:., ... ,;;I<;¡ :
liberados del prejuicio colonial y racista. Nos proponemos presentara continuación una de de Gambia. Waalo provee gome,pero también lo hacen, especialmente, los moros lrarz8!i;~¿, ":1'-:, '
las más recientes y brillantes de esas obras: el Reina de Waalo (1659-1859) de Boubacar
, que la pueden exportar ya sea porSaintLouis, para los franceses, ya sea por Portcndickj':f'.\:::n
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Barry. " !, abierto a la competencia de ingleses {holandeses, p~n:. cerrar la ruta de Portendick, los' ,,~::j"
i franceses ayudaron A 105 trarzas a instalarse sobre el Río, y más \~rde, durante la guerra e! .
En primer lugar, rnienjras el c:omerc;:¡g\ral1!i.apariano
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circunstancias introducirán en la región una contradicción secundaria muy particular, confühd~n aquí en el intenic;-d-tiiiaustrializara Egipio, financiando la industrialzacién por
I entre los waalo y los trarzas, Esta contradicción cxplíca el fracaso de la guerra de los la presión del Estado sobreelcampesinado, ti monopolio del comercio exterior y, cuando
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morabitos del siglo XVII, conducida simultáneame~\le por los morabitos hostiles a la trata
negrers y por los moros que ejercían una creciente presiónsobre el Waalo pan monopolizar
la gOffil!. - ,
l· fuera posible, por el saqueo de las colonias.
Hasta 1850, el propio ejército egipcio se dedica a la caza de escla vos y a 1 saqueo de
¡os productos del Sudán; después de esa fecba, cede elJugaralas tribus némades sudanesas
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ElI todas las regiones de Africa donde operó, la trata negrera mercantilista tuvo (en especial a los haqara) que venden los escla vos que hall tomado a los comercia ntes turcos.
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efectos devastadores análogos, Desde Sainl Louis hasta Quelimane, R partir de lacosta, coptos, sirios y europeos ·instalados por cuenta del jedive. Esas operaciones producen
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I afectó a la casi totalidad del continente-con excepción de su parte noreste (Sudán, Etiopía,
Soma lía , Africa oriental). Merece recordarse, porejemplo.Ia analogía entre la historia de
rápidamente transformaciones en la organización llamada de" feudalismo nórnade", C1I.si
estatal, con base territorial.dominada poruna nobleza guerrera. Ea las zonas conquistadas
I I Waalo y la del reino del Ccngo!'. También aquí la trata negrera provoca la desintegracién de agricultu ra sedentaria, el ejército egipcio destruía las antiguas jefaturas y sometía a los
j 1 del poder captra Iy la anarquía qlle abre la vía pa ra las razzias de los yaga. Los ejemplos aldeanos a un impuesto en productos (granos y cereales) destinado a alimentar a l¡¡
I I similares pojírían multiplicarse. En lodo el continente, la anarquía y las guerras, la fuga administración y u.I ejército de los conquistadores. Los egipcios fabricaban jeques,
de las poblaciones hacia las regiones de diflcil acceso, que tarnbiénson, por eso mismo, las enea rga dos de recauda rel impuesto, quede ese modo se enriquecían rápidamente. Además,
! I nlJls miserables (como lo atestiguan las zonas ·de
refugio de los palecnigrñicos de las se quitaban las mejores tierras a las colectividades y se las entregaban a los beys egipcio>
! montañas sobrepobladas del Africa Occidental), ruvieron corno saldo una aterradora ya algunos jeques sudaneses. Se sacabanalgunos campesinos de sus aldeas yse los enviaba
\ disminución de la poblacién, Se detuvieron los procesos de integración de los pueblos y de 8 esas tierras -como semiesclavos y'semísicrvos- cuya producción, comercializable, debía.
construcción de amplios conjuntos que se desarrollaban en la época prernercantilista, y en enriqueceraltesoro egipcio. Los campesinos, perseguidos por los némades y empobrecidos
. su lugar hubo dispersión, aislarnicmo y mezcla, en medida tan inconcebible que, como se por los jeques, acudían a los pueblos creados por el ejército en los cruces de rutas y en los
sabe, dieron origen a algunos de los más senos bandkaps contemporáneos. confines de 111 zona de razzia. Se instala un artesauado separado de la agricultura, miemras
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! i No podemos concluir este capírulo sin abordar el período mercantilista oriental. "se introducen en las explotaciones agrícolas entregadas n,los beys y alas jeques los métodos
Confesamos que vacilamos antes de definir de este modo las relaciones del mundo oriental agricolas egipcios, de mayor productividad. Desde 1870, el imptuesto en especie es
(egipcio yárabe)conel Africa nilótica y de la costa oriental (MarRajo y Océano Indico basta reemplazado por el impuesto en dinero, lo que se vuelve posible por los progresos del
Mozambique]. Ni el Imperiootomano. ni el Egipto de Moharned Ají, y mucho menos excedente comercializado. El país se unifica, se islamiza y se arabiza,
todavía los sultanatos sudarábicos eran formaciones mercantilistas análogas .8 las de La revuelta mabdistade 1881-1898 es la del pueblo oprimido por ese sistema: el
Europa, desde el Renacimiento a la revolución industrial. En esas regiones casi no ocurrió pueblo de las comunidades aldeanas, el de los campesinos-esclavos delos dominios y el dl'
ladisgreg8cióndelasrelacioneSp~~pilalislas:condiciónnecesariaparaquesecolIstilUyern losartesanos.esclavos y mendigos de las ciudades. La rebeliónvictoricsa expulsé al ejército
un proletariado. Mobamed Ají ímenró superar ese obstáculocreando una organización egipcio. a los beys ya los jeques. 'Pero después de la muerte del Ma hdi, el Eslado, que se
estatal que aquí no analizaremos, pues lo que queremos destacarson las líneas de fuerza organizó alrededor del califa Abdallah, cambió de contenido. Los jefes de la rebelión,
deja evolución del Sudán que Mobamed AJí conquistará en la primera Initad del siglo salidos del pucblo.asl como los jefes baqara que seunen a choa.recrganizarcnen beneficio
XIXIl. Durante el período mercantilista se constiruyen en Sudán dos sultanatos fundados propio un Estado análogo al de los egipcios: se apropian de los domines y perciben los
sobre e,1comercio de larga distancia (con Egipto y Oriente): el de Darfur, sólido todavía impuestos por sí mismos. Es verdad que el Estado mahdista prohibía, la expoliación de
cuando se realiza la conquista egipcia, y el Fung, entre los dos Nilos, debilitado por las esclavos -los que, por otra parte, ya habían perdido mucha de la importancia que habia n
gUClTdS con Etiopía. Mobamed A1l tiene u 11objetivo muy simple: consegu ir en Sudá u, por tenido en los orígenes de la conquista, debido 8 que esa fuerza de trabajo era ocupada en
.el pillaje, 0:;0,
esclavos y algunos productos (sobre todo marfil) que podrá exportar para el país. Pero el Estado mahdista pretende seguir explotando a las masas para su propio'
reforzar la industrialización de Egipto. Se trata de un procesode acumulación primitiva beneficio y, para alcanzar esos fines, destruye 11 los elementos populares nucleados
análogo al de la época mercantilista para Europa, y por eso hablamos de ruercautilismo alrededor de la familiadel Mahdi. Se pol\e en prisión 11 la familia del profeta y se ejecuta
orienta! •• salvo que-como la revoluciénindustrialya había ocurrido en Europa y el pachá n trece de los jefes militares del pueblo. Por otra parte, paulatinamente, el Estado ma hdista
de Ehipto lo sabía, el período mercantilista y el del capitalismo industrial acabado se reinicia la exportación de esclavos, pero esta vez para su beneficio: el califa Abdalla ti
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::';'¡"':':"':';~~~:·"*::J1."~·~~.'i"·.
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organizó la alza de.esclavos entre lospueblos vecinos lid /\Jto l''¡¡'', ""1.:;;,':;.:, ." ':;:!opía :". ¡¡•.ibujaen el centro: materias primas y productos agrícolas, La condición para que SC3
··que él considera h~c.:"!:r;J".i~.r('.<·y '.·,:.nscrvÓ muchos de db', par". rdon::.;·":' ':'~ v Sil iuteresautc el úll<!.rc<J1l11¡io que provee al centro de esos productos es la que revela la leona
economía, pero autorizó 3 lo:; co.uerciantcs (que ;;,;;.,] ~:r,:":-,·.:"t ~:1!T. :;.,¡:I: ••.. ~~.;>:)a d~.1inlcrcarp.!:,;,.; ,.k.sigual\-, ! "
exporta rlos. . Sin ~mh~ IgO, I;.asl~Iines dd siglo XIX, el caphal central sólo dispone de medios
El ejército dr.) califa, que hobia pcrdiuu el carácte: ¡.H,ll'l.d,¡rI¡LlPo le b:i·:. ::)0 IIU lI1uy linuj¡,&)~ pfiFit realizar es!" (lbj~H\iij:..S6Ió.b'lumdo u(.¡a'~l!tdJIII monopollzacién en ti
hiena en tiempos de In rebelión, no resistió a ¡ti expedición c·;'\(lni,~1(le los ingk'.'·· '.'fines centro será poxible la exportación de capital a gran escala.y, a partir de entonces, el t'llB!a1
de siglo. . . . ; "111 raI dispondrá del medio para ir 8 organizar di recia mente, en In periferia, con 'ni¿arcis"Wl"·;.·" ,
Noca be dudaque tambiéula trata negrera organizada a partirdc Zanzfba. "~,dsjglo .nodernos, la producción que: le. conviene en los condiciones que leconvienen. Hasia .
XIXY se inscribe en un marco mercantilista, Durante siglos, el comercio árab!"::· ,.:,.'costa ';atonC'CS,s610 puede contar con la capacidad de las formaciones sociales locales para
se inscribirá en un marco prernercantilista. poniendo en relación esas regiones :'eJ Africa lIóaplllrse "espontáneamente" y "por sí mismas" n las nuevas exigencias del sistema.
negra con india; lnsulindia yaun Chilla. Enese caso, losproductos fueron más importantes América puede hacerlo; en 111 India, el poder colonial inglés puede imponerlo, lo mismo .
.que', los esclavos, lal corno da fe, aquí también, la muy escasa población negra de la Arabia que los holandeses en Indonesia; en algunos países de Oriente (Imperio 0101\1811 Y Egiplo)
.dclsury de los países limítrofes dcl océano Indico. La única excepción 13constituye la época losesfuerzosconjunros de la "adaptación interna espon\lÍ:rma"yde las posesiones exteriores .....:
en que el califa abasida organizó en el bajo lrak plantaciones de caña de azúcar, para las dan plgunos resultados. Pero no nos ocuparemos abó:tn de este asunto. Inclusive.ue ):.. :+¡~
que importó esclavos negros, breve capítulo que se cierra con la rebelión de los esclavos obtendrán algunos éxltos en la misma Aíricatropical, pOI' obra exclusiva de la adaptaciún .~.
':', :"'~~,
(rebelión Qannata), En elsigloXIX, repentinamente IRtrata f')egrenl adquiere proporciones interna de lASsociedades africanas. Hay algllni'is estudios que analizan el mecanismo dt" '", '~~.~~:.
mucho ;'lá,; irnportatucapucs sc abren para é~la 'do:\ nuevos mercados. En primer IUglIr, ' la adaptación.
la isla de Reunión se reabastece con ellos (11 los que se llama "trabajadores contracruales") Entre ellos, e~lá la obra de Boubacar Barry. El proyecto de colonización agrlcula
l
desde que los ingleses han prohibido la trata. Después, la misma isla de Zanzfbar, Desde de Waalo, para couvcrtirlo en un país de plantación (al~,,;lón,caña de azúcar, tabaco, ctc.,
1840, el sultán ha Ira nsferido a ella su capital, que hasta entonces era Omán, Poco a poco, , Iormuladoporprimcra vczporelgobcmador inglés deSa int l.ouis, O'Hara.a finesdel siglo
esta hlcce en la isla u'na economía de plentaciénesclavista que produce clavo de olor, objeto XVIIl, será reactunlizado durante la Revolución y cl lmpcrio francés, como consecuencia
de comercio de los europeos, Desde ese momento, Zanzfbar, que era una factoría, se de In revuelta de los esclavos de Santo Domingo. El gobcnil3dorSchmallz"compro"WnnIQ
convierte en una plantación, siguiendo un modelo muypróximo al de las Antillas, Reunión en 1819 y entonces empezó la experiencia. Barry nnalizn su fracaso, La primera causa fue'
'! M~UliC'Ío, En C'ÍerID modo, Zanzíbar es una antilla árabe. Así vemos, UIJ3 vez más, la resistencia de las comunidades aldeanas que se ncga ron a ser desposcidas 'en Iavor de
analizando la (rala a partirde Zanzfbar, quc la intcgraciónen el sistema.capitalista mundial los plantadorcs europeos, aunque no contaron con el ":f'0Y,0 de la aristocracia local, <jUt
es responsable por el desarrollo de una InlI3 negrcra muy devastadora, sin analogía con el recibió en compensación "costumbres" cbmplemenlari~s, La segunda causa reside en la
comercio de larga distancia del periodo prccapitalista. . , falta de mallo de obra, pues 110había 'ninguna razón para que los campesinos abandonaran
sus comunidades para convertirse en proletarios en lasplautaciones. El br(lklas proveyó
con algunosesclavos de hecho, aunque se los llamaba "contratados ternporarios". Pero,
5. La uuegracián o/ sisiema.capitatista acabado: El siglo XlX en esa época, 1"colonización sólo disponía de medíos "de remiendo"; habrá que cspernr
IR conquista colonial par~ que se apliquen .medios en serio para abrir la vla n la
La trata ncgrcra desaparece cuando se acaba el mercantilismo, es decir, en general, proletarización: imposiciones fiscales, desposcsioaes puras y simples, trabajo forzado, l:J1
C'(Jnla revolución industrial. Entoncesel capitalismo alcanza en el centrosu fonna acabada; una palabra, Iodos los medios que se utilizaron después de 1880 en Afric.a, siguiendo
la función de] mercantilismo -l~ acumu laciónprirnitiva de la riqueza-pierde su importancia; modalidades mvy análogas a las que utilizaron antes 105ingleses en la India, los bolandescs
el centro de gravedad del CIIpilal se desplaza dcl sectorcomercial bada la nueva industria. en Indonesia, los franceses en Argelia y los egipcios en :Sudán. De todos modos, el frac?so
La anligua periferia -la América de las plantaciones- y su periferia -el Africa de la trata de la coloruzación agrícola se manifiesta en 1831, pero eslt tentatlva acentuó el odio del ¡"':;f~:'1
negrcra· deben ceder su lugar B una nueva periferia, la que tendrá C01110 función proveer pueblo contra su aristocracia y preparo la adhesión al Islam, Al margen ~'c1 poder, se .¡ Qr4';
. ¡ productos que permitan reducir el valor delcapital constante y el del capital variable que organizaron comunidades musulmanas de defensa, siguiendo al sérigne ,;¡l (IUC pagan
r,, "'k';:··t~
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LA IRRUPCIÓN EUROPEA EN AMÉRICA Y LA RESISTENCIA INDÍGENA
138
CA P Í T U L O 3
La corriente conquistadora del Norte provino del Perú. Su primera fundación, la Ciudad del Barco,
debió ser trasladada tres veces por problemas de jurisdicción con el gobernador de Chile (Pedro de
Valdivia). El cuarto traslado lo realizó un caudillo delegado de Valdivia, Francisco de Aguirre, que
así dio origen a la más antigua ciudad argentina, Santiago del Estero (en 1553). De todos modos, el
virrey del Perú dispuso que esta ciudad quedara bajo su dominio. Las ciudades que sí quedaron
bajo la órbita de la corriente del Oeste, proveniente de Chile (hasta la creación del Virreinato del
Río de la Plata en 1776), fueron Mendoza (1561), San Juan (1561) y San Luis (1594). Perú gobernó toda
la región serrana del centro y norte del país, que se llamaba Tucumán, y fundó diversas ciudades:
Tucumán (1565), Córdoba (1573), Salta (1582), La Rioja (1591), Jujuy (1593), Catamarca (1683).
Actividad
Corrientes colonizadoras del territorio argentino
a) Señala en el mapa las ciudades de la corriente del Norte, las del Este y las del Oeste.
b) ¿Por qué en el cuadro no figura la fundación de Don Pedro de Mendoza?
c) ¿Cuál es la ciudad más antigua del país?
d) ¿Qué poblaciones aborígenes habitaban los territorios dominados por esas tres corrientes?
¿Cuáles eran nómades y cuáles sedentarios?
139
LA RIQUEZA EL C O M E R C I O Y LA C O N Q U I S T A EN EL O R I E N T E 287
286
(Wertheim, 1973!«'). S ó l o ^ p E , situada en la periferia de las rutas if El instrumento que permitió a los portugueses y a otras potencias
comerciales, siguió I O T W I I ^ ^ I hinduismo. Así pues, el islamismo y el Reuropeas desbordarse en Asia fue el velero armado de cañones. Hacia
comercio iban de la mano en los mares de Asia; por ello cuando los I|l400 d.c. los armadores europeos empezaron a combinar la vela cuadra-
europeos entraron en esos mares, entraron también en el dominio del p S a ' o de cruzamcn de sus modelos tradicionales con la vela latina de los
I árabes. La vela cuadrada del palo del trinquete daba al barco cierta
islamismo.
I ventaja cuando navegaba ciñcndo el viento; y la latina de los árabes
en el palo principal y en el de mesana le daba velocidad en la carrera.
LOS PORTUGUESES EN ASIA
I.'Otro adelanto fue poner cañones en las naves. Durante el siglo xiv se
generalizó el uso del cañón tanto en Europa como en Asia, pero en el
La llegada de los portugueses a la costa swahili del África Oriental los
H y los armeros europeos empezaron a superar a los asiáticos no nada
puso de inmediato en contaqto con la red comercial musulmana del
I más en cantidad sino sobre todo en calidad. Además, después de 1500
sur de Asia. El almirante portugués Alfonso de Albuquerque captó de
se generalizó en Europa la instalación de cañones no sólo en la cubierta
inmediato la naturaleza de esta red y ubicó sus sitios estratégicos de pre-
superior y en los castillos, sino también en la cubierta principal, para lo
sión. En rápida sucesión, los portugueses se apoderaron de los principa-
I cual se abrieron troneras en el casco de la nave. El resultado fue el
les puntos fuertes de los musulmanes a lo largo de las riberas asiáticas.
galeón, mitad navio de guerra, mitad mercante, un poderoso velero equi-
Fueron Goa, en la costa Konkan de la India, en el reino de Bijapur; pado con cañones. En lo sucesivo, los méritos de la guerra naval ya no
Ormuz, punto opulento de transbordos entre la India y Persia situado -pertenecían al capitán que embestía o abordaba a su oponente sino al
en una isla árida en la entrada del Golfo Pérsico; y Malaca, poderosa artillero naval que sabía cómo maniobrar su barco para ponerlo en po-
ciudad de 50 000 habitantes, emporio del comercio de especias con las sición de disparar de costado. Así, en 1509 Albuquerque destruyó la flota
Molucas. Goa la tomaron en 1510; Ormuz en 1515; Malaca en 1519. conjunta mameluco-egipcia y gujarati en Diu, y abrió a la expansión portu-
A la ocupación de estas bases clave siguió la construcción de feitorias, I guesa las rutas marítimas de las aguas meridionales.
fuertes y factorías portugueses, a lo largo de los litorales, de Sofala en
el África Sudoriental, a Témate, en las Molucas. Finalmente, los asen- • Los portugueses buscaban sobre todo especias, principalmente pimien-
tamientos se establecieron en lugares controlados por otras potencias so- ta, "la sustancia de las Indias", como Lisboa recordó al virrey en 1587.
beranas, por ejemplo Sao Tomé de Meliapór sobre la costa Coromandel, Esta demanda de pimienta se debió a la necesidad que tenía Europa de
especias de toda clase. Eran necesarias como conservadores de la carne
Hughli en Bengala y Macao sobre la costa de China.
y el pescado, debido en parte a que el ganado no se podía conservar
vivo en los establos a lo largo de los interminables inviernos y a que la
carne de los animales sacrificados en el otoño debía ser salada y adobada
para que pudiera guardarse. Otro factor fue la influencia de la cocina
oriental, que presentó a los europeos especias poco conocidas. La pi-
mienta y el jengibre fueron en ese orden las especias más importantes;
una buena parte de la demanda europea de pimienta se satisfizo con la
malagueta que los portugueses llevaron del África Occidental. Aunque
se comerció en grande este producto, las ganancias que dejaba de nin-
gún modo igualaron a las de la pimienta del Sur y del Sudeste de Asia.
La pimienta llegó inclusive a servir como moneda en algunas partes de
Europa. Como el oro, era durable y fácilmente divisible, amén de que con
frecuencia se recibía para pagar impuestos.
Mercado y casas de mercaderes en la portuguesa Goa. Grabado en cobre por
Theodor de Bry, 1598. (Cortesía del Departamento de Libros Raros y Ma- Este tráfico de especias entre Asia y Europa tiene una historia antigua,
nuscritos, Biblioteca Pública de la ciudad de Nueva York. Fundaciones Astor, tanto, que se remonta a los tiempos clásicos. En tiempos de la llegada
Lenox y Tilden) de los portugueses, las terminales orientales del comercio estaban en ma-
EL COMERCIO Y LA CONQUISTA EN EL ORIENTE 289
288 EN BUSCA DE LA RIQUEZA
re patria, "se incrustaron", según frase de Vitorino Magalhács Godinho
nos de los chinos, que cosechaban clavo, nuez moscada y macia en las 1969:783), "en el mundo del Oriente".
islas del Sudeste de Asia para llevarlas a Malaca; después de Malaca
los comerciantes musulmanes agregaban canela de Ceilán y pimienta
de la India y todo lo llevaban a los puertos de la costa de Malabar y a
LOS HOLANDESES EN ASIA
Gujarat. Allí, recibían la carga los factores de los comerciantes musul-
manes establecidos en el África Oriental, Arabia o Egipto y la trans-
Hacia 1600 los portugueses empezaron a resentir la competencia de los
portaban a los puertos del MarJBWk y del Golfo Pérsico. Luego venía holandeses. Su esfuerzo en las Indias al finalizar el siglo xvi estuvo ini-
una porción terrestre del v i a ^ a Rpuertos del Mediterráneo oriental. cialmente a cargo de diferentes compañías competidoras, pero en 1602
1
" ^ ^ W e ^ ^ K s t a siria, comerciantes venecianos los Estados Generales otorgaron la concesión a la Vercenigte Oost-Indis-
p R ^ ^ a muy caro y lo revendían en toda Europa. che Compagnie (voc), o sea la Compañía Holandesa de las Indias Orien-
e entrometieron en este comercio y por un tiempo lo tales, que fue muy diferente a sus contrapartes portuguesas. El rey de
ofrecían la pimienta a precios mas bajos; nunca, sin Portugal tenía el monopolio del comercio de especias, pero los particu-
embargo, 4HB(¡£n el monopolio total del comercio. Prefirieron contro- lares podían invertir en el empeño comercial. El comercio privado en
lar la naveg»CTOn en los mares del Asia, para lo cual obligaron a los artículos no monopolizados se llevaba a cabo al mismo tiempo, y por
capitanes a llevar una licencia portuguesa (un cartaz) y a pagar dere- medio de los comerciantes asiáticos, que el comercio de las especias. En
chos aduaneros en los fortines portugueses. Consiguientemente, "la na- cambio, la Compañía Holandesa tuvo un monopolio absoluto sobre el
vegación portuguesa en esta región no fue otra cosa que una madeja comercio holandés. Se le otorgó el derecho de hacer la guerra a los so-
más de la trama y urdimbre del comercio entre puertos malayo-indone- beranos locales y de pactar la paz; de construir fuertes y de organizar
sios" (Boxer, 1973a:49). Cuando en 1521 los portugueses intentaron administraciones locales. En tanto que su oficina matriz estaba a cargo
ensanchar su cabeza de playa en China, fueron derrotados decisiva- de un cuerpo de directores, los Diecisiete Caballeros, el gobernador ge-
mente por la flota de la guardia costera china. En lo sucesivo, se valie- neral que representaba a la Compañía en el Occidente tenía gran ampli-
ron de su asimiento en Macao para hacerse de una participación en tud de juicio para establecer tácticas y poner en ejecución decisiones
el comercio de China, pero sujetándose a los términos del emperador. sobre la marcha. La meta principal de la organización fue establecer
Hubo, pues, límites al comercio portugués. Los portugueses tuvieron un dominio, pronto y completo, sobre la producción y distribución de
especias.
éxito contra reyes de Estados marítimos política y militarmente desuni-
dos y contra colonias mercantes porque se apegaron a una estrategia Los ataques holandeses contra los fortines portugueses de los mares de
política unificada según la cual abrían nuevas oportunidades económicas Asia empezaron en 1605 con la captura de Tidore y Amboyna en las
a sus amigos y agentes y cerraban las puertas a sus enemigos. Contro- Molucas. Comprendiendo que estos fortines estaban demasiado lejos del
laron las principales rutas marítimas y aprovecharon las redes del trans- centro del comercio asiático, la Compañía Holandesa trató de apoderar-
porte comercial de Asia pero nunca establecieron su dominio sobre nin- se de Malaca en 1606, pero como falló en su intento, arrebató al sultán
de Bantam el pequeño puerto javanés de Jakarta, donde construyeron
guna porción continental interna. Organizaron puertos de escala y los
su gran fortín de Batavia, que defendieron venturosamente, en 1628-
usaron para aumentar su participación en el comercio entre litorales
1629, del ataque del Estado javanés de Mataram. En 1638 iniciaron
asiáticos. En tanto tuvieron el monopolio del control del Océano Indico
su acción contra los portugueses de Ceilán, y veinte años después, en
disfrutaron de las utilidades de la pimienta y de otras especias. Así las I 1658, se quedaron con el control de la isla y de su producción de canela.
cosas, hacia 1630 ya era indudable que no eran lo bastante fuertes En 1641 expulsaron a los portugueses de Malaca, y en 1662 hicieron
como para cerrar el Golfo Pérsico a competidores que quisieran trans- lo mismo con los españoles que habían acudido en ayuda de los por-
portar especias por esa vía de agua, cuya guarda estaba ahora en manos tugueses. La conquista de Malaca dio a los holandeses una gran ventaja
de los turcos, cada vez más poderosos. El resultado fue que los asenta- sobre el reino de Mataram, que exportaba arroz a la península malaya.
mientos portugueses en el este empezaron a considerar que su sobre- En 1677 derrotaron a dicho Estado y en 1684 lograron conquistar Java.
vivencia dependería más bien de Asia y no de sus relaciones con la ma-
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El imperio mughal
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