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Historia Social General

1.2. La sociedad feudal


En el año 771, Carlos -conocido posteriormente como Carlomagno- había si-
do consagrado rey de los francos. Pronto emprendió una serie de campañas
militares que le permitieron extender considerablemente sus dominios. Des-
pués de la conquista de Italia, se proclamó Emperador de Roma, en una ce-
remonia en la que el Papa le impuso la corona imperial (800). De este mo-
do, con apoyo de la Iglesia, Carlomagno se proponía restaurar el Imperio,
reconstituir el orden ecuménico. Sin embargo, a pesar de la vasta tarea or-
ganizativa, este Imperio tuvo corta vida. A la muerte de Carlomagno lo suce-
dió su hijo Ludovico, pero fue entre sus nietos que se desencadenó una lar-
ga lucha por el poder cuyo resultado fue la división del Imperio (Tratado de
Verdún, 843).
A partir de la disgregación del Imperio carolingio, las guerras civiles y la
oleada de invasiones del siglo IX (musulmanes, eslavos y magiares, y nor-
mandos) crearon graves condiciones de inseguridad que debilitaron las mo-
narquías y aumentaron el poder de la nobleza. En efecto, primero los prínci-
pes, luego los condes, por último los señores locales se autonomizaron con
respecto al poder central: se apropiaron de las prerrogativas que les habían
sido delegadas, les otorgaron carácter hereditario y las incorporaron a dinas-
tías que quedaron confirmadas de hecho. Esta fragmentación llevó a que los
marcos territoriales fueran cada vez más reducidos, ajustados a las posibili-
dades de ejercer una autoridad efectiva. Pero esta fragmentación, funda-
mentalmente, implicaba una adaptación de la organización política a las es-
tructuras de la vida económica. De este modo, se afianzaron las
condiciones que permitieron el establecimiento de relaciones feudales que
alcanzaron su punto de madurez en el siglo XI.
El feudalismo no se dio en una forma totalmente semejante en toda Eu-
ropa. La región central del feudalismo europeo -donde se dio en su forma
más clásica- se puede encontrar en aquellas regiones donde hubo una sín-
tesis equilibrada de elementos romanos y elementos germánicos, especial-
mente en el norte de Francia y algunas de sus zonas limítrofes. Al sur, sobre
todo en la Provenza y en Italia, hubo un predominio del legado romano. Allí,
por ejemplo, la vida urbana nunca declinó completamente y se mantuvieron
normas del derecho romano. En el Este y en el Norte (Inglaterra, Alemania,
Escandinavia), donde los elementos romanos habían echado raíces muy dé-
biles, hubo un predominio del legado germánico: se puede señalar, por ejem-
plo, la permanencia de agricultores libres organizados en aldeas. Incluso, en

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Alemania, el feudalismo se consolidó recién en el siglo XII. De un modo u


otro, a pesar de diferencias de matices o de desfasajes cronológicos, es in-
dudable que el feudalismo apareció en Europa como la organización social
predominante.

1.2.1. Señores y campesinos

¿Qué es el feudalismo? Es la organización de la sociedad basada en dos


Ver imagen 1.3. Los grupos sociales fundamentales: señores y campesinos.
campesinos: “Les Très Los campesinos eran los productores directos. A ellos pertenecían los
Riches Heures du Duc medios de producción (arados, hoces y animales de tiro) con los que traba-
de Berry”, Calendario:
jaban la tierra a partir de la mano de obra familiar. El objetivo principal de
Febrero, Siglo XV.
esta economía campesina era la subsistencia. Sin embargo, tenían que pro-
ducir un volumen superior al requerido ya que también tenían que proveer el
sustento de la nobleza, el clero y otros sectores que no trabajaban directa-
mente la tierra, pasando el excedente a esos otros grupos sociales directa-
mente o a través del mercado. Aunque también hubo asentamientos disper-
sos, una característica de la vida campesina, en la mayor parte de Europa,
era la asociación de familias en comunidades mayores, villas o aldeas, re-
montándose a siglos las bases de esa convivencia.
Dentro de la comunidad campesina se desarrollaron formas de coopera-
ción práctica que, según Rodney Hilton formaron la base de una identidad
común. Esta cooperación práctica era exigida por el mismo sistema agrícola.
En los campos abiertos que rodeaban las villas de tipo nuclear se entremez-
claban las fajas de terreno de las distintas explotaciones familiares y allí se
trabajaba sin distinción alguna entre las tierras de uno u otro campesino.
Además, para evitar el desgaste del suelo, sobre todo en la zona norte de
Europa, se aplicó el sistema de rotación trienal, donde las parcelas se agru-
paban en tres sectores: mientras uno se cultivaba con cereales -base de la
alimentación- los otros se dejaban en barbecho. Más allá de los campos de
labranza, se extendían los bosques y baldíos, que podían ser utilizados por
la comunidad aldeana para la recolección y para la pastura de su ganado.

HILTON, RODNEY (1984), Introducción y Cap. 1: “La naturaleza


de la economía campesina medieval”, en: Siervos liberados.
Los movimientos campesinos medievales y el levantamiento in-
glés de 1381, Siglo XXI, Madrid, pp. 7-78.

Dentro de la aldea se desarrollaban también otras actividades. En estas


economías de autoabastecimiento, el hilado y el telar eran una ocupación
accesoria corriente entre las mujeres campesinas. Pero además había arte-
sanos más especializados en trabajar la madera, el cuero y los metales. Si
bien la mayoría de los campesinos eran capaces de reparar e incluso fabri-
car sus herramientas, en algunos casos se requería el concurso de especia-
listas. El más importante era el herrero que fabricaba las piezas para arados
y carretas, herraba caballos y bueyes, forjaba hoces, guadañas y cuchillos y
proporcionaba los ganchos y clavos para las construcciones. Como señala
Hilton, la forja del herrero era uno de los centros de la vida rural y los miste-
rios de su oficio le otorgaban un prestigio casi mágico.

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La comunidad campesina no era una comunidad de iguales. La estratifi-


cación surgía de la polarización de fortunas entre un aldeano más pobre y
otro más rico, entre quien sólo contaba con sus manos y rústicos instrumen-
tos para trabajar la tierra y quien contaba con una o dos yunta de bueyes, o
entre quienes tenían una parcela más extensa y los minifundistas que de-
bían completar su sustento trabajando en la tierra de los más ricos. Sin em-
bargo, nadie dudaba de que pertenecían a un mismo grupo social. Las ba-
rreras sociales que los separaban de los señores resultaban infranqueables
y habían sido construidas para tal fin: evitar el ascenso social aun en los ni-
veles inferiores de la aristocracia.
Otro de los grupos que formaban parte de las comunidades rurales era el
de los asalariados carentes de tierra. Eran una pequeña minoría -su carácter
mayoritario hubiera puesto fin al campesinado, caracterizado por la explota-
ción de tipo familiar- pero constituían un elemento importante. Una parte
significativa de ellos estaba formado por quienes estaban ocupados en el
dominio o reserva señorial como aradores, carreteros, boyeros o pastores.
Muchos de los que trabajaban directamente las tierras del señor vivían en
barracas, trabajaban a cambio de la comida y su situación era próxima a la
de la esclavitud.
La situación de los campesinos variaba mucho: desde la de campesino li-
bre hasta la de siervo pasando por distintos tipos de condición semiservil.
Sin embargo, a partir del siglo IX, en toda Europa hubo una tendencia a ab-
sorber al campesinado libre sometiéndolo al poder señorial, generalizando
los lazos de servidumbre. Esto implicaba para los campesinos una serie de
obligaciones a cambio, teóricamente, de la protección que brindaba el señor.
La principal obligación y la más pesada era el pago del censo, una parte im-
portante de la cosecha que podían variar según las regiones y la codicia se-
ñorial. Además, los campesinos debían realizar prestaciones personales, en
las tierras del señor algunos días de la semana o en algunas épocas del
año, cuando la cosecha o la vendimia exigían más mano de obra. A esto se
sumaba el pago de distintos derechos que tenían que ser pagados con mo- Ver imágenes 1.4. y
neda o con la mejor res como por ejemplo, el de contraer matrimonio o aun 1.5. sobre el Señorío.
el de “heredar la condición servil”.
Una pregunta queda en pie: ¿de dónde provenía el poder que los señores
ejercían sobre los campesinos? Los señores fundaban sus derechos, en par-
te, en el dominio sobre tierras que habían obtenido por derecho de conquis-
ta o por otorgamiento del rey. Pero fundamentalmente se consideraba que
esos derechos se basaban en la protección que, mediante las armas, los
señores ofrecían a los campesinos, principio que -como veremos- fue siste-
matizado por la Iglesia en un modelo de orden ecuménico.
Otros factores también concurrieron para afirmar el dominio señorial y de-
rivaron del proceso de fragmentación del poder real. En rigor, la administra- El término ban deriva del gótico
bandωo que significa signo o
ción de la justicia constituía la característica esencial de la monarquía: el po-
bandera, de ahí se desprenden
der del rey se expresaba en su capacidad para otorgar justicia, en función de dos acepciones que tienen cier-
la interpretación de los textos sagrados o de la costumbre, es decir, el dere- ta relación con el nombre de es-
cho consuetudinario. Por lo tanto, cuando se fragmentó el poder monárquico, te derecho: 1. grupo de gente
armada y 2. parcialidad o núme-
lo que se fragmentó fue precisamente esa capacidad para administrar la jus- ro de gente que favore-
ticia. Y ese poder que pasó a los señores bajo la forma del derecho de ban. ce y sigue el partido de
La costumbre establecía que el derecho de ban se ejercía sobre un terri- alguno. La traducción de este
torio que se podía recorrer en una jornada de cabalgata: allí el ejercicio de la término en español es banda.
(Diccionario de la Real Acade-
justicia adquiría la forma del cobro de multas y peajes e incluso de saqueos mia Española, 1992).

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sistemáticos sobre las posesiones de los campesinos. Para poder ejercer


este derecho, los señores del ban tuvieron que recurrir a numerosos auxilia-
res, los ministeriales, que participaban de los beneficios y que por lo tanto
fueron los agentes más activos de este derecho. Sin embargo había un lími-
te para a las exacciones: el límite estaba fijado por la costumbre y la memo-
ria colectiva. Si los señores intentaban sobrepasar ese límite podían surgir
las formas de solidaridad campesina y fundamentalmente las formas de re-
sistencia que -como ocurrió en el siglo XIV- podían desembocar en abiertas
rebeliones contra el poder señorial.
La nobleza terrateniente también era una clase profundamente estratifi-
cada. Los miembros de los niveles superiores de esa jerarquía nobiliaria, re-
lacionados por vínculos familiares y que controlaban grandes extensiones de
tierra, dominaban toda la sociedad incluido el resto de la nobleza. Por deba-
jo de esa pequeña minoría, se encontraban tanto familias nobles que conta-
ban con cuantiosas riquezas y capacidad de influencia como pequeños terra-
tenientes cuyos recursos no superaban a los de los campesinos más ricos.
Pero esa jerarquía nobiliaria no mostraba una moderada graduación: las dis-
tancias entre los escasos nobles realmente poderosos y la masa de nota-
bles locales era muy grande. Sin embargo, esta distancia procedía de la dis-
paridad de riquezas y de poder, pero no una disociación en diferentes rangos
nobiliarios. Todos ellos pertenecían a la clase señorial y la distancia que los
separaba de los otros grupos sociales era abismal.

1.2.2. Monarquías y nobleza feudal

Otra de las características de esa jerarquía nobiliaria era el hecho de que sus
miembros estaban ligados verticalmente por lazos de fidelidad y dependen-
cia. En efecto, la fragmentación del poder era una situación de hecho que los
reyes reconocieron y formalizaron mediante relaciones de vasallaje, es decir,
por vínculos voluntarios directos de persona a persona. A través de este sis-
tema, el monarca entregaba un feudo, normalmente en forma de dominio te-
rritorial, a un señor a cambio de un juramento de fidelidad, juramento que
transformaba al beneficiario en vasallo del rey. Pero el procedimiento podía
repetirse: los grandes vasallos del rey podían entregar feudos a cambio de ju-
ramentos de fidelidad a otros señores, teniendo así a sus propios vasallos, y
así sucesivamente. De este modo, se conformaba una sociedad jerarquizada,
en cuya cúspide estaba el rey, pero cuyo poder efectivo quedaba reducido al
que podía ejercer sobre esos vasallos directos que le debían fidelidad.
Los vasallos tenían a su vez obligaciones con su señor. Las principales
eran dos: consejo y ayuda. Para prestar “consejo”, los vasallos debían acu-
dir cuando el señor los convocaba para dar su opinión sobre temas que iban
desde la administración del señorío hasta cuestiones de paz y de guerra.
Esas reuniones indudablemente recreaban la asamblea de guerreros de la
tradición germánica y resultaban la ocasión propicia para que el señor ho-
menajeara a sus vasallos con torneos y banquetes. De este modo, la impor-
tancia efectiva de estas reuniones radicaba en constituir una verdadera de-
mostración de la influencia, de la riqueza y del poder señorial.
La segunda obligación era más pesada. Podía incluir distintos tipos de
“ayuda”, pero fundamentalmente implicaba el auxilio militar: el vasallo debía
participar con su señor en la guerra. Para ello, debían mantener un número,
a veces muy elevado, de caballeros y escuderos que vivían en el castillo con

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el señor y que constituían su hueste. En castellano antiguo, esta hueste se


denominaba “criazón”, porque los jóvenes destinados a la caballería se cria-
ban junto con el señor y junto a él aprendían el oficio de las armas. Estos
caballeros también estaban ligados al señor por un juramento de fidelidad y
debían acompañarlo en sus empresas de guerra: los enemigos de su señor
eran sus enemigos.
De este modo, el ejército feudal estaba formado por los aportes de las
huestes señoriales, según vínculos de fidelidad establecidos por juramento.
Si el rey quería hacer la guerra, dependía básicamente de la fidelidad de sus
vasallos. Es cierto que el rey tenía la posibilidad de quitar las tierras y des-
terrar del reino a los que no cumplían con su juramento. Así, por ejemplo, a
fines del siglo XI, el rey Alfonso VI de Castilla proclamó contra el Cid la “ira
regia”, y lo expulsó del reino después de retirarle el señorío de Vivar. Pero
esto sucedió en España, cuyas fronteras lindaban con tierras ocupadas por
los musulmanes. En este caso, los reyes conservaron más poder por ser los
jefes directos de los ejércitos y por poseer -cuando la suerte de las armas
los favorecía- más tierras para repartir entre sus vasallos.
En cambio, en otras regiones de Europa (sobre todo en las actuales Fran-
cia y Alemania), los reyes fueron perdiendo cada vez más un poder político y
militar que quedó en manos de la clase feudal. A partir del siglo XI, en una
amplia zona de Europa los señores dejaron de reconocer a los reyes su de-
recho a retirarle las tierras que, de este modo, se transformaron en propie-
dad de las grandes familias señoriales. Fue entonces cuando se consolidó
el poder de la nobleza feudal que, además del poder militar, detentaba de
manera inalienable el poder económico a través de la tierra. Al mismo tiem-
po comenzó a desarrollarse un nuevo concepto de la libertad: si anterior-
mente se consideraba que todos los hombres libres debían estar sometidos
a la autoridad real, a partir de la consolidación del feudalismo, la libertad
fue concebida como un privilegio -el de escapar a las obligaciones deshonro-
sas y especialmente a las fiscales- que sustrajo enteramente al clero y a la
nobleza de las presiones del poder.

1.2.3. Propiedad y familia señorial

La Iglesia también participaba del poder feudal. En efecto, durante mucho


tiempo reyes y señores le habían entregado tierras en calidad de donaciones
con el objetivo de salvar sus almas. De este modo, los altos dignatarios
eclesiásticos, como los obispos o los abades de los monasterios, poseían
señoríos eclesiásticos que incluso, en algunos casos, gozaban de inmunida-
des, es decir, estaban exentos de la administración de la justicia real. En
síntesis, estos grandes dignatarios formaban parte de la nobleza feudal. Es-
to no quiere decir que todo el clero formara parte de la clase señorial. Den-
tro del señorío podía haber clérigos que prestaban sus servicios profesiona-
les análogos a los del molinero o del encargado del horno. Dentro de la
aldea podía haber algún sacerdote que a cambio de sus servicios recibía
una parcela para cultivar con su familia. Este sector del clero estaba mucho
más cerca de los campesinos que de los señores, pero es indudable que la
Iglesia como institución y sus altos dignatarios integraban el poder feudal.
Los señores laicos y los señores eclesiásticos además de formar parte de
la misma clase social también estaban relacionados por estrechos vínculos
de parentesco. Según la tradición germana, a la muerte del padre la tierra se

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dividía entre todos sus hijos. Pero en la sociedad feudal, para evitar una ex-
cesiva fragmentación se instauró el mayorazgo, por el que heredaba única-
mente el hijo mayor. De este modo, los hijos segundones entraban al servicio
de la Iglesia donde, dado su origen social, pronto alcanzaban altas posicio-
nes. También las hijas solteras menores de las familias señoriales debían en-
trar en la Iglesia: ingresaban a algún convento en el que, por su carácter de
nobles y por la dote que aportaban, ocupaban cargos importantes. Sin em-
bargo, estas jóvenes profesaban -es decir hacían sus votos perpetuos- a
edad consideradas avanzadas en la época, previendo que, ante la muerte de
sus hermanas mayores, tuvieran que casarse para perpetuar los linajes.
Los varones tercerones o que se negaban a entrar en la Iglesia podían
quedar en el castillo formando parte de la hueste de su hermano mayor. Pe-
ro los que se negaban a esta suerte generalmente partían en aventura con
el objetivo de hacerse un nuevo patrimonio. Podían hacerse mercenarios ba-
jo el mando de algún caudillo o simplemente deambular por el mundo en
busca de una fortuna, que podía concretarse en el matrimonio con alguna ri-
ca heredera. La literatura recogió las aventuras y los amores de esta juven-
tus, que cantaron los trovadores provenzales del siglo XII y, posteriormente,
las novelas de caballería. En cierto sentido -como veremos más adelante-
estos jóvenes fueron parte del “motor” que impulsó la expansión europea. A
ellos los encontraremos, a partir del siglo XI, engrosando los contingentes
de las Cruzadas que partían hacia Tierra Santa e incluso, a partir del siglo
XVI, participando de la conquista de América.

1.2.4. La Iglesia y el orden ecuménico

Un rasgo de la sociedad feudal fue el alto nivel de sus conflictos. En primer


lugar, estos se dieron entre la Iglesia y los poderes seculares. Como mu-
chos obispados eran también feudos tenían una doble dependencia: por un
lado, en tanto sedes eclesiásticas, dependían del Papado, y por otro, en tan-
to feudos dependían de un rey o del Emperador del Sacro Imperio Romano
Germánico a quien debían vasallaje.
Esta situación, desde fines del siglo XI, se constituyó en la fuente de un
prolongado conflicto conocido como la Querella de las Investiduras. Pero
también, entre los señores, el ejercicio del derecho de ban, el establecimien-
to de los límites entre los distintos dominios y la permanencia de una men-
talidad heroica que consideraba al botín como el bien más legítimamente
ganado se encontraban en las bases de interminables combates. La guerra
era considerada una actividad normal de las clases señoriales. Y los sa-
queos y depredaciones afectaban sobre todo a la economía campesina im-
poniendo una economía que se basaba en el pillaje.
Sin embargo, desde las últimas etapas de la feudalización, la Iglesia in-
DUBY, GEORGE, (1985), Ter- tervino como factor de moderación, imponiendo lo que se conoció como la
cera parte: “Las conquistas Paz de Dios. El fenómeno comenzó al sur de la Galia, pero a lo largo del si-
campesinas. Media- glo XI se extendió por toda Europa Occidental. Como señala George Duby,
dos del siglo XI-fines
del siglo XII”, en: Guerreros los principios de la Paz de Dios eran muy simples: Dios había delegado en
y campesinos. Desarrollo ini- los reyes la misión de la paz y la justicia, pero como estos eran incapaces
cial de la economía europea, de cumplirla, Dios había reasumido estos poderes y los había entregado a
Madrid, Siglo XXI, pp. 199-
sus servidores los obispos, auxiliados por los señores locales.
342.
Para ejecutar este principio, los obispos reunían a los grandes nobles en
Concilios donde se impusieron ciertas normas sobre la guerra y se estable-

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ció que quien las violara caería en la excomunión. Esas reglas fueron muy
sencillas: no se podía combatir ciertos días de la semana, en fiestas religio-
sas o en los días de mercado; no se podía luchar en ciertos lugares como
en los atrios de las iglesias o en los cruces de los caminos; no se podía ata-
car a los sectores considerados más vulnerales como los clérigos y los po-
bres. Es cierto que la eficacia de la Paz de Dios fue relativa y que Europa no
dejó de estar libre de tumultos señoriales. Sin embargo, al imponerse algu-
nas normas se pudieron registrar ciertos cambios en los comportamientos.
Sin duda tuvo influencia en las estructuras más profundas de la vida eco-
nómica: al evitar que se impusiera una economía basada en el pillaje, favore-
ció la consolidación del feudalismo. Pero fundamentalmente, la Paz de Dios
creó una nueva moral acerca de la guerra, una nueva moral que desvió los po-
deres de agresión que contenía la sociedad feudal fuera de los límites de la
cristiandad. Si contra los cristianos no se podía luchar, contra los “infieles”,
contra los enemigos de Dios no sólo era lícito sino deseable combatirlos. En
síntesis, de la paz de Dios derivó el “espíritu de cruzada” de esos señores que
se dirigieron a Tierra Santa en defensa de la religión. Pero hay algo más: al
bendecir a los cruzados y sus espadas, la Iglesia legitimó la función guerrera
de la nobleza feudal, transformándola en el brazo armado de la cristiandad.
Esta moral desembocó en una peculiar imagen de la sociedad que contri-
buyó a la consolidación de sus estructuras. En efecto, hacia el año mil llegó
a su madurez el modelo de los tres órdenes, teoría lentamente elaborada en-
tre los intelectuales eclesiásticos. Esta teoría, que incluía sin dificultad las
relaciones de subordinación y dependencia, presentaba a las desigualdades
sociales formando parte de un plan divino. Según su formulación, desde la
creación Dios había otorgado a los hombres tareas específicas que determi-
naban una particular y jerarquizada organización de la sociedad. En la cúspi-
de se colocaba el primer orden, el de los oratores, el clero que tenía la mi-
sión de orar por la salvación de todos; en segundo lugar, estaban los
bellatores (del latín, bella = guerra), es decir, la nobleza guerrera que comba-
tía para defender al resto de sociedad; por último, los laboratores, es decir,
los campesinos que debían trabajar la tierra para mantener con su trabajo a
la gente de oración y a la gente de guerra.
Este esquema se impuso muy rápidamente en la conciencia colectiva
sosteniendo un profundo consenso acerca de cómo debía funcionar el cuer-
po social: presentaba una visión organicista de la sociedad percibida como
un todo armónico, en el que cada una de sus partes desempeñaba una fun-
ción designada por Dios. De este modo, este modelo de sociedad, que se
consideraba ecuménico, se impuso con la misma fuerza de la naturaleza:
era un orden sagrado y, por lo tanto, inmutable. Permitía fundamentalmente
legitimar la explotación señorial considerada el precio de la seguridad que
los señores ofrecían.

1.3. Las transformaciones de la sociedad feudal

1.3.1. El proceso de expansión

Hacia el siglo XI comenzaron a registrarse una serie de síntomas: las fuen-


tes señalan que las iglesias eran más grandes y lujosas, que había más ani-
mación en los caminos, que los mercados eran más activos. Eran signos de

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una expansión económica e incluso demográfica, expansión estrechamente


vinculada con la consolidación del feudalismo y con un mayor desarrollo de
las fuerzas productivas.

La expansión demográfica y agrícola


El aumento de la productividad se vinculó con la introducción de una serie
de perfeccionamientos técnicos. El proceso no fue simple ni lineal. Es cierto
que aún influía una mentalidad que consideraba que el trabajo no era cues-
tión de señores. Pero también es cierto que la revalorización del trabajo que
hizo la Iglesia -a través de las órdenes religiosas, como la de San Benito de
Nursia que consideraba que “labrar es orar”- junto con la necesidad de au-
mentar el excedente permitieron introducir nuevas técnicas: los molinos hi-
dráulicos, que exigieron obras de desagüe o endicamiento; el empleo de ara-
dos de hierro, el uso de la tracción animal con un collar de estructura rígida
que permitía un aprovechamiento intensivo de la fuerza de los animales; el
herrado y un paulatino reemplazo de los bueyes por los caballos. Algunos
señores fueron activos difusores de estas técnicas. Los Condes de Flandes,
por ejemplo, en los Países Bajos alentaron y sostuvieron la construcción de
diques para ganar tierras al mar y contener los ríos. Más tarde, los príncipes
alemanes llamaron a estos técnicos flamencos para desecar las márgenes
del Elba inferior.
El aumento de la producción agrícola permitía alimentar a más gente. De
allí que pronto se reflejara en un aumento de la población. Pero esta expan-
sión demográfica también creó problemas. La ocupación humana se hizo ex-
cesivamente densa en las zonas más antiguamente pobladas del área roma-
nogermánica y las tierras se volvieron escasas: era necesario incorporar
nuevas tierras a la actividad productiva. A partir de las últimas décadas del
siglo XI se comenzó entonces llevar a cabo un amplio movimiento de rotura-
ción, es decir, crear campos de cultivo a expensas de las extensiones incul-
tas. Esto fue posible por el empuje demográfico, pero también por los per-
feccionamientos técnicos que permitieron desecar pantanos, endicar ríos y,
con la aparición de la sierra hidráulica, atacar bosque de maderas duras.
Los primeros movimientos de roturación fueron de iniciativa campesina.
Los campesinos ampliaron el claro aldeano, ganando las tierras incultas que
rodeaban a la aldea. Estas nuevas tierras se dedicaban en los primeros
tiempos a las pasturas -lo que benefició la cría de animales de tiro y mejoró
el equipo de arar- y luego al cultivo de cereales, lo que aumentó la produc-
ción de alimentos. Pero además de esta ampliación del claro aldeano, los
campesinos iniciaron movimientos más audaces como la creación de nue-
vos núcleos de poblamiento. El motor de este movimiento fueron los más
pobres, los hijos de familias campesinas demasiado numerosas que no po-
dían hallar alimento en las tierras familiares. Esto implicaba trasladarse al
corazón de los espacios incultos, en los que nadie o muy pocos habían pe-
netrado anteriormente, para atacarlos desde su interior: allí los campesi-
nos, roturando y desecando tierras, creaban nuevos núcleos de poblamiento
y nuevos espacios para el cultivo.
Pero los señores más sensibles al espíritu de lucro también advirtieron
las ventajas del procedimiento. De este modo, las roturaciones se transfor-
maron en una empresa señorial, en un movimiento que cubrió el siglo XII.
Esto consistió muchas veces en la apertura de nuevas tierras, muchas ve-
ces muy distantes del núcleo originario, generalmente, en las zonas fronteri-

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zas. Uno de los casos más notables lo constituyó el de los señores alema-
nes que conquistaron las tierras de los eslavos. Estos señores impulsaron
una vigorosa colonización en los territorios ubicados en las márgenes dere-
chas de los ríos Elba y Saale, que fueron ocupados por campesinos de Sajo-
nia y de Turingia y que permitió un avance posterior de la colonización que
en el siglo XIII alcanzó hasta Lituania y el golfo de Finlandia.
Este tipo de colonización implicaba el trasvasamiento de poblaciones a
distancias muy largas y adquirió la forma de una verdadera empresa en la
que el señor debía adelantar fondos para instalar colonos, roturar, desecar
pantanos, talar bosques. Además, para alentar a los campesinos a trasla-
darse se les prometían ciertas ventajas: por acuerdos orales o escritos, los
pobladores de estas villasnuevas quedaban liberados de algunas cargas. Da-
da la magnitud de la empresa, los señores debieron incluso contratar a loca-
tores, verdaderos agentes de colonización, encargados de dar a conocer a
los campesinos las condiciones de la empresa, de trasladarlos y de distri-
buir las tierras. De este modo, el primitivo núcleo europeo comenzaba a ex-
pandir sus fronteras.

La expansión hacia la periferia


La expansión hacia la periferia se encontraba estrechamente vinculada con
la oleada de invasiones que desde el siglo VIII en el caso de los musulma-
nes, en el Mediterráneo, y desde el siglo IX en el caso de los normandos, en
el norte; y de magiares y eslavos, en el este, habían asolado a Europa. Co-
mo ya señalamos, estas invasiones habían demostrado la impotencia de los
poderes centrales frente a las amenazas sobre sus extensas fronteras y
consolidó el poder de los señores a quienes correspondió la protección de
sus tierras. Pero estas invasiones también atrajeron la atención hacia las
nuevas zonas de las que provenía el ataque y hacia las que se dirigió, más
tarde, una enérgica contraofensiva.
En efecto, en la defensa primero, y en el ataque después, el primitivo nú- Ver ilustración 1.6: ma-
pa de la expansión de
cleo europeo estableció contactos con regiones con las que hasta entonces
Europa (siglos XI-XIII).
había tenido muy escasa comunicación. Es cierto que, en un primer momen-
to, los invasores habían producido un fuerte retroceso territorial en las cos-
tas del Mediterráneo, del mar del Norte y del Báltico y en las zonas del Elba
y del Danubio. Pero a mediados del siglo X, la combatividad de los agresores
disminuyó, mientras aumentaba la capacidad ofensiva de los señores: de
este modo, en el siglo XI comenzó una enérgica contraofensiva. La Paz de
Dios además había confirmado a la nobleza en su carácter de defensora de
la cristiandad: era necesario combatir a los “infieles”, a los enemigos de
Dios.
Donde primero se manifestó la capacidad contraofensiva fue sobre las
fronteras del Elba y del Danubio donde se movían eslavos y magiares, con-
traofensiva que permitió una expansión hacia el este, en donde los señores
alemanes iniciaron el proceso de colonización agrícola al que ya nos referi-
mos. El movimiento de expansión hacia el norte adquirió características di-
ferentes. Durante los siglos IX y X, los normandos habían lanzado una serie
de ataques desde las costas del Báltico y del Mar del Norte y habían hecho
pie en el continente: en el año 911, el rey de Francia, Carlos el Simple debe
cederles un territorio, la Normandía, donde se estableció un señorío norman-
do. En Italia, a lo largo del siglo XI, los señores de Lombardía habían llama-
do a grupos normandos para luchar contra los musulmanes y a cambio de

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estos servicios habían entregado tierras a los principales jefes de estas


bandas. En síntesis, aparecieron enclaves normandos que se convirtieron
en puntos de contacto con el área del Báltico y del Mar del Norte. Además,
la conversión del mundo nórdico al cristianismo permitió que la organización
eclesiástica se transformara en una importante vía de conexión. De este
modo se establecieron con zonas periféricas lazos económicos, políticos y
culturales que transformaron al primitivo núcleo europeo en el centro de un
ámbito mucho más vasto.
Pero también la expansión a la periferia se dirigió hacia el área del Medi-
terráneo Oriental a través de una enérgica ofensiva de los señores -en su ca-
lidad de defensores de la fe- contra los musulmanes de Levante. La noticia
de la caída de Jerusalén en manos de los “infieles” movieron desde el siglo
XI, con el objetivo de rescatar el Santo Sepulcro, a organizar esas empresas
militares que se conocen como las Cruzadas. Como resultado de la primera
Cruzada (1095) -a la que marcharon señores franceses, alemanes, flamen-
cos y los normandos del sur de Italia- se establecieron algunos señoríos
cristianos en Antioquía, Trípoli y Jerusalén. Esos señoríos tuvieron una exis-
tencia efímera pero ejercieron una influencia fundamental, no sólo en la re-
gión donde estaban enclavados sino en toda el área del Mediterráneo, al in-
tensificar las comunicaciones, sobre todo cuando esos enclaves cristianos
se transformaran en importantes emporios marítimos.

La expansión mercantil y urbana


El movimiento de las Cruzadas quedó estrechamente vinculado a una inten-
sa corriente mercantil. En efecto, la “defensa de la fe” y las actividades co-
merciales muy pronto quedaron confundidas. Raymond D´Agiles, capellán
del Conde de Toulouse, era explícito al respecto:

❘❚❚ “No debo omitir hablar de aquellos que, llenos de celo por nuestra muy san-
ta expedición, no temían navegar a través de los vastos y desconocidos espa-
cios del mar Mediterráneo y del Océano. Los ingleses, informados de la empre-
sa que tenía por objeto vengar a Nuestro Señor Jesucristo de aquellos que se
habían apoderado indignamente de la tierra natal del Señor y de sus apóstoles,
entraron en el mar de Inglaterra, hicieron la vuelta de España después de haber
atravesado el Océano, y surcando enseguida el mar Mediterráneo llegaron des-
pués de grandes esfuerzos al puerto de Antioquía. Los navíos de esos ingleses
nos fueron entonces infinitamente útiles. Gracias a ellos tuvimos los medios pa-
ra llevar a cabo las operaciones de sitio y para comerciar con la isla de Chipre y
otras islas.” (RAYMOND D´AGILES: Historia Francorum qui ceperunt Hierusalem). ❚❚❘

A esos enclaves cristianos transformados en emporios marítimos llegaron


pisanos, venecianos, genoveses, ingleses y normandos que abrieron una im-
portante corriente mercantil y muy rápidamente la posibilidad de importar
mercaderías de Oriente quedó en manos de navegantes y mercaderes cris-
tianos. Este comercio marítimo se complementaba con el comercio por tie-
rra que benefició sobre todo a las ciudades-puertos del Mediterráneo como
Génova, Venecia, Marsella, Barcelona. Estas ciudades se tranformaron en
importantes centros mercantiles donde se concentraban los productos
orientales de lujo: especias, tinturas, orfebrería y, sobre todo, telas de fabri-

34
Historia Social General

cación oriental, los damascos provenientes de Damasco, las gasas de Gaza


y las muselinas de Mousul.
También en el norte se estableció una fuerte corriente comercial, sobre
todo en las ciudades alemanas que, a través de los pasos alpinos, se co-
nectaban con Venecia y otras ciudades italianas. Aparecieron así importan-
tes núcleos como Colonia, Brujas, Hamburgo, Lübeck que controlaban el co-
mercio de telas, pieles, sal y maderas duras que se extendía por el Báltico,
el Mar del Norte y el Atlántico. Incluso estas ciudades formalizaron sus rela-
ciones para proteger la navegación, unificar los esfuerzos y llegar a acuerdos
comerciales. Así surgió esa liga de ciudades conocida como la Liga Hanseá-
tica o Hansa Germánica.
De este modo, la expansión a la periferia permitió el surgimiento de dos
grandes áreas comerciales marítimas, el Mediterráneo y el área del Báltico-
Mar del Norte, que a su vez se comunicaron entre sí por vías fluviales y te-
rrestres dando origen a una vasta red mercantil. Esta red tenía como uno de
sus principales centros la zona de Champagne, en Francia, en donde se de-
sarrollaban ferias anuales que pronto se transformaron en el principal cen-
tro del comercio internacional.
Al calor de las actividades mercantiles crecieron las ciudades: se repo-
blaron los antiguos centros urbanos, pero también surgieron nuevos. Esto
fue posible además por otros factores: por el crecimiento demográfico que
caracterizó al largo período que se extiende entre los siglos XI y XIII y por el
aumento de la producción agrícola que permitía alimentar a un creciente nú-
mero de personas dedicadas a tareas no agrarias. En síntesis, a partir del
siglo XI también se registró un movimiento de expansión de la vida urbana.
En Italia, el comercio internacional permitió el crecimiento de ciudades-
puertos como Venecia, Génova, Pisa, Amalfi. Además, crecieron otras en la
medida que el desarrollo del comercio favorecía la producción de manufactu-
ras: fue el caso de Florencia, donde se desarrollaron las artesanías de pa-
ños finos, de seda, de perfumes y pieles, o de las ciudades flamencas como
Gantes, Ypres y Bruselas especializadas en tejidos finos, encajes y tapices.
Pero también la misma animación que comenzaba a haber en los caminos
fue un factor de crecimiento urbano: fue el caso de París, situada en el pun-
to estratégico de cruce de varias rutas, y fue el caso de aquellas que jalona-
ban los caminos hacia Roma o hacia Santiago de Compostela convertidas
en centros de peregrinación. Y las ciudades se transformaron en centros de
actividades estrechamente vinculadas al surgimiento de nuevos grupos so-
ciales.

1.3.2. Las transformaciones de la sociedad

Los burgueses en el mundo feudal


En el primer tercio del siglo XI, conforme avanzaba el desarrollo mercantil,
apareció y se difundió un nuevo tipo social: el mercader profesional.

GUREVIC, ARON J.(1990), “El mercader”, en: Jacques Le Goff


(ed.), El hombre medieval, Madrid, Alianza, pp. 255-294.

35
Mundo musulman
Capítulo II
PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS
La construcción del Puente del Mundo y la economía
global en la era afroasiática de los descubrimientos,
500-1500

Si co1no filósofo desea uno instruirse acerca de lo


que ha tenido lugar en el globo, ante todo debe volver
sus ojos hacia Oriente, cuna de todas las artes, al que
Occidente debe todo.
VOLTAIRE

Los especialistas occidentales, al menos a partir


del siglo XIX, han intentado encontrar maneras de ver
[la] zona afroeuroasiática de la civilización como si
estuviera compuesta por diferentes mundos históricos
... Un resultado muy útil [de esto] sería dejar a Euro-
pa ... con una historia que no necesita integrarse en la
del resto de la humanidad salvo en los ténninos dicta-
dos por la propia historia europea ... [Pero a partir del
año] 500 d. C. se produjeron una serie de mejoras acu-
mulativas en el mundo de la técnica, especialmente en
las [instituciones] militares e incluso financieras, el
comercio amplió su radio de acción, como por ejem-
54 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 55

plo en el África subsahariana, que de hecho entró al pítulos IV, VI y VII). Además, como demostraremos en este y en
fin a formar parte de la zona de la civilización afroeuro-
los dos siguientes capítulos, el período anterior al año 1500 fue tes-
asiática ... [Como] la interacción entre las regiones
-a consecuencia [de la acción] del Islan1 o de los
tigo de un considerable progreso económico en Oriente, que al mis-
mongoles, o de los préstamos científicos o artísticos mo tiempo desmiente la teoría eurocéntrica del despotismo orien-
[etc.] era tan frecuente y afectaba ... a China y ... a la tal. Demuestro también que «el protagonismo del poder económico
Europa occidental, [ello irnplica necesariamente] que global» durante el período anterior al año 1800 correspondió a di-
dichos desarrollos [en el campo de la técnica.! no pue- versas sociedades orientales. Existen dos tipos genéricos de poder
den desligarse por completo unos de otros.
económico global que podríamos llamar, siguiendo a Michael Mann,
MARSHALL HooosoN «extensivo» e «intensivo».' En el terreno económico, el poder ex-
tensivo tiene que ver con la capacidad que tiene un estado o una re-
gión de proyectar sus tentáculos económicos hacia el mundo exte-
La imagen habitual del mundo antes de 1500 que ofrece el rior, mientras que el poder intensivo alude al alto grado de poder
eurocentrismo contiene dos rasgos fundamentales: en primer lugar, «productivo» existente dentro de sus propias «fronteras». Debemos
un mundo atrapado en lo que se llama una «tradición» estancada; y diferenciar estos conceptos precisamente porque en cada época ha
en segundo lugar, un mundo fragmentado, dividido entre civiliza- habido diferentes regiones que han gozado de preeminencia en una
ciones regionales aisladas y atrasadas que eran gobernadas por es- de estas dos formas de poder global o en las dos a la vez. Así, por
tados despóticos «irracionales» (sobre todo en Oriente). En conse- ejemplo, aproximadamente entre los años 650 y 1000, el Oriente
cuencia, resulta inconcebible imaginar un mundo globalmente Medio y el norte de África musulmán alcanzaron los grados más
interdependiente con anterioridad al año 1500. Por otra parte, el altos de poder extensivo e intensivo, aunque hacia 1100 el protago-
eurocentrismo supone que hasta 1500, con la aparición de Europa nismo del poder intensivo había pasado a China (donde permane-
como civilización avanzada, no dio comienzo la era europea de los ció hasta el siglo XIX, véase el capítulo III). No obstante, el Orien-
descubrimientos. Y este hecho a su vez condujo al derrumbamien- te Medio y el norte de África mantuvieron el liderazgo del poder
to de las murallas que habían mantenido separadas las grandes extensivo hasta más o menos el siglo xv, cuando China tomó el re-
civilizaciones, allanando así el camino a la futura edad de la globa- levo, aunque siguieron gozando de niveles muy significativos de
lización occidental, surgida en el siglo x1x y madurada después poder intensivo y extensivo hasta bien entrado el siglo xvm. Esta
de 1945. imagen fue remodelada conscientemente por los intelectuales euro-
La imagen eurocéntrica que todos conocemos es un mito ante céntricos durante el siglo XIX, para [re ]presentar primero a Venecia
todo Ysobre todo porque ya en el siglo VI, durante la era afroasiáti- y luego a Portugal, España, los Países Bajos y Gran Bretaña como
ca de los descubrimientos, dio comienzo una economía global que las principales potencias globales a partir del año 1000.
rompió el aislacionismo de las civilizaciones. Y, como veremos, En resumen, la finalidad de este capítulo es descubrir la imagen
los llamados pioneros europeos entraron en este circuito global original (esto es, la que existía antes de que la borrara el eurocen-
preexistente casi siempre en los términos dictados por los árabes de trismo). No obstante, aunque he dedicado tres capítulos a analizar
Oriente Medio, los persas y los africanos (véanse asimismo los ca- los numerosos logros económicos de Oriente, por fuerza no pueden
56 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 57

ofrecer más que un bosquejo somero. Pues, como nos recuerda en- año J 500, tras el advenimiento de la llamada era europea de los
carecidamente Perry Anderson, descubrimientos. Concretament e son seis las refutaciones eurocén-
tricas que se han presentado a la tesis de que la globalización dio
el desarrollo asiático no puede ser reducido en modo alguno a una comienzo antes del año 1500. 3 En primer lugar se da por hecho que
categoría uniforme, abandonada una vez que fueron establecidos las grandes civilizaciones regionales vivían aisladas unas de otras.
los cánones de la evolución europea ... Sólo en la noche de nuestra En segundo lugar, esta tesis se basa a su vez en el supuesto de que
ignorancia asumen la misma tonalidad todas las fonnas extrañas. 2 los costes políticos eran demasiado altos para permitir el comercio
global, dado que los déspotas orientales intentaban acabar con todo
Por lo tanto, en la medida en que me ha sido posible he intenta- tipo de beneficios comerciales y fiscales. En tercer lugar, no habría
do descomponer Oriente en los grandes elementos que lo integran, podido existir un comercio global significativo antes del año 1500
Y ninguno de ellos puede ser pintado con los mismos pinceles. Es- debido a la ausencia de instituciones capitalistas (por ejemplo, en-
pero, pues, que el lector me perdone si en este y en los dos capí- tidades de crédito, cambistas, bancos, derecho mercantil, etc.). En
tulos siguientes me fijo fundamentalm ente en el Oriente Medio cuarto lugar, un comercio significativo a escala global habría sido
musulmán, el norte de África, China, Japón, la India y el Sudeste simplemente imposible porque las tecnologías relacionadas con el
Asiático.
transporte eran demasiado rudimentarias. Y en la medida en que
El presente capítulo se divide en dos secciones. La primera pudiera existir algún tipo de comercio global, éste sería insignifi-
pone de manifiesto el papel pionero que los norteafricanos y los cante, pues habría afectado sólo a los artículos de lujo, que, por de-
musulmanes de Oriente Medio desempeñaron en la creación de una finición, eran consumidos únicamente por una ínfima minoría de la
economía global después del año 500 y sigue la pista del liderazgo población mundial (más o menos un 10 por 100). En quinto lugar,
del poder global. La segunda estudia la expansión del poder exten- en la medida en que pudieran existir flujos globales, éstos habrían
sivo del Islam y de su paso a Egipto, poniendo de manifiesto al mis- sido demasiado lentos para ser significativos. Y en sexto lugar,
mo tiempo los contornos de la economía global entre los años 1000 aunque hubiera habido algún proceso global en funcionamiento, no
y 1500.
habría sido lo bastante sólido para tener unas repercusiones reorga-
nizativas importantes sobre las diversas sociedades del mundo.
Empezaré por presentar mis seis contrapropuestas, antes de ela-
Los ORÍGENES ORIENTALES DE LA ECONOMÍA GLOBAL: LA ERA borarlas a lo largo de este mismo capítulo (y de los capítulos III-
AFROASIÁTJCA DE LOS DESCUBRIMIENTOS (DESPUÉS DE 500 E. V.) IX). En primer lugar, a partir del año 500 persas, árabes, africanos,
javaneses, judíos, indios y chinos crearon y mantuvieron hasta más
La creación de la globalización oriental después del año 500 o menos el año 1800 una economía global, a través de la cual las
grandes civilizaciones del mundo permanecieron en todo momento
La tesis de que la globalización comenzó cuando menos ya en en contacto (de ahí la expresión globalización oriental). En segun-
el siglo VI necesariament e va en contra de la machacona insistencia do lugar, las diversas regiones fueron gobernadas por regímenes
del eurocentrismo en que la globalización sólo surgió después del que crearon un ambiente pacífico y mantuvieron muy bajas las ta-
1
1

58 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 59


sas impuestas al tráfico mercantil con el fin de facilitar el comercio En quinto lugar, aunque es indudablemente cierto que la veloci-
global. En tercer lugar, a partir del año 500 fueron creadas y pues- dad de los transportes globales era con frecuencia muy lenta, los
tas en vigor una serie de instituciones capitalistas lo bastante racio- flujos globales tuvieron unas consecuencias reorganizativas con-
nales para mantener el comercio global (las analizaremos en deta- siderables sobre todas las sociedades del mundo. Este hecho nos
lle en el capítulo VI). Como ha señalado Janet Abu-Lughod, conduce directamente a mi sexta tesis, según la cual el significado
fundamental de la economía global radicó no en el tipo ni en el vo-
las distancias, medidas en tiempo, eran calculadas en el mejor de lumen del comercio que llevó a cabo, sino en que constituyó una
los casos por semanas y meses, pero se tardaba años en atravesar cinta transportadora hecha a la medida a través de la cual se difun-
todo el circuito [global]. Y sin embargo se llevaban mercancías de dieron por Occidente las «carteras de recursos» orientales más
un sitio a otro, se fijaban precios, se acordaban tipos de cambio, se avanzadas (por ejemplo, ideas, instituciones y tecnologías). Estos
hacían contratos, se ampliaban créditos --en fondos o en mercan- flujos globales condujeron en último término a una configuración
cías situadas en otro lugar-, se formaban sociedades y, evidente-
radicalmente nueva de las sociedades de buena parte del mundo.
mente, se llevaba una contabilidad y se respetaban los acuerdos. 4
En efecto, el tema principal de mi libro pretende demostrar este ar-
gumento poniendo de relieve cómo la difusión de las «carteras de
En cuarto lugar, aunque evidentemente las tecnologías relacio- recursos» optimizadas (es decir, las orientales) a través de la glo-
nadas con el transporte no estuvieran en ninguna parte tan adelan- balización oriental fue tan significativa que sirvió de trampolín
tadas como lo están hoy, resultaron suficientes para llevar a cabo para la ascensión de Occidente (véanse los capítulos V-IX).
un comercio global. Además, la suposición eurocéntrica de que el Por último, cabría poner alguna objeción a mi tesis alegando
comercio global afectaba sólo a un 1Opor 100 aproximadamente de que no todas las regiones del globo estuvieron totalmente interrela-
la población mundial -y por lo tanto era insignificante- ha sido cionadas. Pero la idea de que todo el mundo deba estar estrecha-
puesta en entredicho en primera instancia por Charles Tilly. Este mente unido antes de que podamos afirmar que es global resulta
autor califica las relaciones globales de significativas en Ja medida problemática incluso para la época actual. Una vez más, como dice
en que «las acciones de los que ostentaban el poder en una zona de- Janet Abu-Lughod,
terminada de la red ... afectaban ... visiblemente al bienestar de al
menos una minoría significativa [digamos una décima parte] de Ja ningún sistema mundial es global, en el sentido de que todas las
población de otra región de la red». 5 Otros autores han sugerido partes están articuladas unas con otras de manera homogénea, inde-
que el comercio de artículos de lujo tuvo numerosas repercusiones pendientemente de si el papel que desempeñan es central o perifé-
importantes en la reproducción de estados y sociedades de todo el rico. Incluso hoy día, el mundo, que ha alcanzado el máximo grado
6
mundo. No obstante, sea como fuere, la mayoría del comercio glo- de integración global de toda la historia, está dividido en importan-
bal afectó en realidad a productos de consumo masivo, que reper- tes subesferas o subsistemas, como el sistema del Atlántico Norte ...
cutían sobre una proporción de la población mundial bastante su- la costa del Pacífico ... China, que sigue siendo un sistema en sí
perior al 10 por 100 (argumento sobre el que volveré en varios misma, [etc.]. 7
capítulos).
60 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 61

Desde luego la globalización ha sido un fenómeno dinámico a nadas de viaje el doble de largas, eran más baratos, podían ser or-
lo largo del tiempo e indudablemente es cierto que su «grado de ex- ganizados con más facilidad y no necesitaban calzadas. Esto signi-
tensión» ha variado con el paso del tiempo. Y la globalización mo- ficó que las largas rutas terrestres que cruzaban el Asia central po-
derna durante el período 1800-2000 es en algunos aspectos funda- dían ahora ser atravesadas con relativa facilidad. Tan importante
mentales muy diferente de su predecesora oriental. No obstante, fue este hecho que, según ha dicho recientemente McNeill, fue
cabe afirmar que la globalización existió antes [y por supuesto des-
pués] de 1500 en la medida en que hubo flujos significativos de análogo ... al fenómeno mucho mejor conocido de la apertura de las
mercancías, recursos, monedas, capitales, instituciones, ideas, tec- rutas oceánicas por los navegantes europeos a partir de 1500. Ara-
nologías y pueblos entre unas regiones y otras, hasta el punto de bia, junto con los oasis y desiertos del Asia central, las estepas si-
que repercutieron en las sociedades de buená parte del globo pro- tuadas más al n011e, y el África subsahariana fueron las regiones
vocando su transformación. A pesar de todo, Robert Holton sostie- más afectadas ... [y] entraron en un contacto mucho más estrecho
ne que con los centros establecidos de la vida civilizada -fundamen-
talmente con Oriente Medio y con China- de lo que había sido
posible hasta entonces. En consecuencia, entre los años 500 y
una historia global no tiene por qué adoptar la forma de un único 1000 d. C. aproximadamente [se desarrolló] un sistema mundial ...
proceso unificador [o metanarración] como, por ejemplo, el triunfo intensificado. 10
de la razón o de la civilización occidental. Ni debería suponerse que
implica un proceso inexorable de homogeneización con arreglo a Pero el acontecimiento clave en este sentido fue la aparición de
un único patrón ... [Lo] mínimo que se requiere para que podamos
una serie de imperios mundiales interconectados que permitieron el
hablar de un solo hilo conductor global es que existan intercone-
desarrollo de un ambiente marcadamente pacífico dentro del cual
xiones tangibles entre las distintas regiones, que den lugar al in-
tercambio y a la interdependencia.'
pudo florecer el comercio terrestre (y marítimo). 11 La ascensión de
la China de los T' ang (618-907) y el imperio musulmán de los
omeyas y los abasíes en Oriente Medio (661-1258), así como el de
Evidentemente mi definición es menos «minimalista» que Ja los fatimitas en el norte de África (909-1171 ), fueron factores de-
que ofrece Holton.
cisivos para la aparición de una red comercial global suficiente-
Tomo el año 500 e. v. como el punto de partida aproximado de mente extensa. Como señala Philip Curtin, «el poderío simultáneo
la globalización oriental. Según explica Wílliam McNeill, aunque de los abasíes y de los T'ang hizo que a los mercaderes que partici-
existía una serie de incipientes lazos globales que se remontarían al paban en el comercio a larga distancia les resultara relativamente
primer milenio a. e. v. (o incluso más atrás), hacia el año 500 ya ha- fácil realizar sus viajes cruzando Asia y el norte de África». 12
bían sido rellenados casi todos los intersticios que habían impedido Y aunque Jack Goody, André Wink y Nigel Harris ven conexiones
el contacto entre las regiones. 9 Especial importancia tuvo el resur- globales que se remontan incluso al año 3500 a. e. v. o incluso a
gimiento del transporte a lomos de camello que tuvo lugar entre los épocas anteriores, admiten que la gran expansión del comercio glo-
años 300 y 500. Se comprobó que los camellos eran unos «vehícu- bal tuvo lugar a partir del año 600. 13 En resumen, como ha sosteni-
los» muy superiores a los caballos o los bueyes. Podían hacer jor- do recientemente McNeill, la prosperidad y la comercialización del
¡'

62 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 63

mundo árabe y del mundo chino (y del Sudeste Asiático) actuaron una importancia considerables. Pues se extendía por todo el conti-
como un fuelle gigantesco que avivó las llamas de una incipiente nente afroasiático y por las rutas marítimas que van de Europa oc-
14
economía global. Cabe señalar aquí que la famosa tesis de Piren- cidental a China y Corea por el este, y África, Polinesia (y tal vez
ne, según la cual las invasiones islámicas rompieron la unidad de la la Australia de los aborígenes) por el sur. ¿Cómo se alcanzaron se-
Europa occidental y la Europa oriental (Bizancio), y el comercio no mejantes logros en aquella época?
se reanudó hasta que se produjo el cambio de milenio, debe ser in-
vertida:

El Islam, pionero de la globalización: la ascensión del poder


Existió una estrecha relación entre el mundo franco y el mundo
extensivo e intensivo islámico
árabe, y ... el Renacimiento carolingio, los logros de las ciudades-
estado de Italia, y el desarrollo de la Liga Hanseática no fueron obs-
taculizados, sino que vieron allanado su camino, por los contactos Los musulmanes árabes de Oriente Medio basaron su labor en
con el Oriente musulmán ... Parece bastante seguro que el comercio los logros conseguidos por los persas sasánidas, que se remonta-
resurgió en muchos lugares [de Europa] a finales del siglo vm y du- rían posiblemente al siglo m y con toda seguridad al IV . 16 Después
rante la siguiente centuria ... Así, pues, contradiciendo a Pirenne de 610, Oriente Medio comenzó su ascensión hacia la categoría de
muchos historiadores hablan hoy día de la «islamización» econó- potencia global con la «revelación» de Mahoma. Antes de esa fecha,
mica de la Europa de los primeros siglos de la Edad Media. 15 el Oriente Medio estaba sumamente fragmentado y se había visto
sometido a diversos intentos de colonización por parte de Persia,
Así, pues, con la creación del Imperio carolingio en 751 en Ja Siria y el Egipto bizantino. Una de las grandes aportaciones de Ma-
Europa occidental y la aparición de las diversas ciudades-estado homa fue que contribuyó a forjar una unidad a través del poder del
comerciales de Italia a lo largo de los siglos VIII y IX, el sistema Islam. Y uno de los aspectos más significativos del Islam era su in-
mercantil global se extendió hasta Europa, uniéndose así los dos clinación por el comercio y la actividad capitalista racional. Con-
extremos del continente euroasiático en una red ininterrumpida de viene subrayar que esto se contradice inmediatamente con la idea
imperios mundiales interconectados. En consecuencia, la globali- eurocéntrica de que el Islam era una religión regresiva que obsta-
zación no es exclusiva del siglo xx ni está en consonancia única- culizó cualquier posibilidad de desarrollar una actividad capitalis-
mente con esta época. No sólo dio comienzo durante la «Época Os- ta, por no hablar de una actividad capitalista racional. Pero parece
cura» de Europa, sino que en último término su significación olvidarse, consciente o inconscientemente, que el propio Mahoma
radicó en el hecho de la que la glob¡¡lización oriental fue la coma- había sido un mercader en commenda (o qirdd). A los veintitantos
drona, si no la madre, del Occidente medieval y moderno. años se casó con una acaudalada coraixí (los coraixíes se habían
El nacimiento de la globalización oriental debe mucho al Orien- enriquecido gracias al comercio caravanero y a la actividad banca-
te Medio y al norte de África islámico. Los musulmanes (y los ne- ria). Curiosamente los habitantes de
gros) del norte de África, así como los musulmanes de Oriente Me-
dio fueron los verdaderos pioneros del capitalismo global, pues
La Meca -la tribu de los coraixíes- hicieron fructificar su ca-
contribuyeron a tejer una economía global de unas proporciones y pital por medio del comercio y de los préstamos a interés de un
64 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 65

modo que Weber calificaría de racional ... Los mercaderes del im- Resulta asimismo significativo el hecho de que el Corán esta-
perio musulmán encajaban perfectamente con los criterios [racio- blezca la importancia de las inversiones. Y aunque habitualmente
nales] aplicados por Weber a la actividad capitalista. Aprovechaban consideramos que la Sharla (la ley sagrada islámica) es la fuente
cualquier oportunidad que se les presentara de obtener beneficio, y del despotismo y del atraso económico, en realidad fue creada
calculaban sus inversiones, sus cobros y sus beneficios en términos como medio de evitar los abusos de poder de los gobernantes y los
monetarios. 17
califas, y además contenía claras disposiciones relativas al derecho
mercantil. Como es natural, existía un motivo racional de que los
A la luz de estos hechos, resulta curioso constatar algunos de mercaderes islámicos fueran firmes partidarios de la Sharla. Ade-
los vínculos existentes entre el Islam y el capitalismo que podemos
más, hay claros signos de que en el Islam existía una mayor libertad
encontrar en el Corán. Según el detallado examen realizado por él personal que en Ja Europa medieval. Los cargos eran adjudicados
mismo, Maxime Rodinson afirma que el Corán «no simplemente
con arreglo a unas «responsabilidades contractuales igualitarias».
dice que uno no debe olvidar nunca su propia porción del mundo,
Éstas comportaban unas ideas de racionalidad que, según Hodgson,
sino que afirma también que conviene compaginar la práctica de la estaban más cerca del concepto moderno de Gesellschaft que de los
religión con la vida material, comerciando incluso durante las pe-
conceptos tradicionales de Gemeinschaft. 19
regrinaciones, y llega incluso a sostener el beneficio comercial
En último término, la ventaja relativa del Islam radicaba en su
dándole el nombre de "Munificencia de Dios"». El Islam decretaba considerable poder «extensivo». El Islam consiguió conquistar un
que Jos hombres de negocios podían realizar una peregrinación con
espacio horizontal, hecho que podemos comprobar con la máxima
más eficacia que un individuo que efectuara un trabajo meramente
claridad en su capacidad de extenderse y difundirse a lo largo de
físico. De hecho el Corán afirma que
grandes regiones del globo, así como en su capacidad de expandir
el capitalismo. El centro del Islam, La Meca, fue a su vez uno de los
si sacas provecho haciendo lo que es lícito, tu acción es una djihdd
centros de la red mercantil global. El poder del Islam se difundió
... Y si lo inviertes en beneficio de tu familia y tu parentela, será un
rápidamente a partir del siglo VII, hasta el punto de que el Medite-
sadaqa [esto es, una obra piadosa de caridad]; y ciertamente, un
dírham [una dracma o moneda de plata] ganado lícitamente con el rráneo se convirtió de hecho en un lago musulmán, y la «Europa
comercio vale más que diez dírham ganados de otra forma. occidental» pasó a ser un promontorio dentro de la economía glo-
bal afroasiática. El Islam ejercería una influeIJcia particularmente
Y el dicho de Mahoma que afirma que «la pobreza es casi como poderosa en el desarrollo de Europa (véanse los capítulos V· VII)
una apostasía», sobre todo, aunque no desde luego de manera exclusiva, a través de
la España musulmana. Ante todo el mundo musulmán constituyó ni
implica que el verdadero siervo de Dios debería ser acaudalado o, más ni menos que el Puente del Mundo, a través del cual muchas
cuando menos, económicamente independiente. Las casetas de los «carteras de recursos» y mercancías orientales pasaron a Occiden-
cambistas en la gran mezquita de la ciudad-campamento de Kufa te entre 650 y c. 1800. El crecimiento de las ciudades y el tipo de
posiblemente ilustren el hecho de que en el Islam no existía nece- las casas construidas por los musulmanes resultan particularmente
sariamente conflicto entre negocio y religión. 18 ilustrativos del poder extensivo del Islam. La religión islámica
66 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 67

prohibía las casas altas de varios pisos porque levantarse hacia veces a través de la influencia religiosa y otras por medio de la in-
Dios se consideraba una arrogancia. En general, para el Islam, era fluencia comercial (y a menudo por ambos conductos a la vez). Su
moralmente censurable conquistar el espacio vertical. Por consi- envergadura económica fue extraordinaria para la época, hasta tal
guiente, el signo de mayor piedad sería humillarse a los ojos de punto que un estudioso ha afirmado, y con razón, que «debemos
Dios, prosternarse y bajar la cabeza al suelo ante la grandeza de Dios. aceptar el hecho evidente de que [los árabes] fueron, entre otros,
Análogamente, se dice en Las mil y una noches que mostrar respe- unos pioneros del comercio en aquellos remotos países, y que aca-
to por el soberano es «besar la tierra entre las propias manos». En so, como sugiere Tibbets, actuaron de intermediarios en el comer-
resumen, la idea de jihad (djihdd) proclamaba que los musulmanes cio entre China y el Sudeste Asiático». 22 Desde luego en el siglo IX
debían conquistar no el espacio vertical, sino el horizontal o exten- --como confirman varios documentos de la época- existía una
sivo, por medio de la religión y el comercio. En consecuencia, sur- larga línea continua de actividades comerciales transcontinentales
gieron ciudades por todo el Oriente Medio, que rápidamente for- abierta por los mercaderes islámicos que iba desde China hasta el
maron las grandes nervaduras de la red económica global. Mediterráneo. 23
La imagen de una densa red comercial y urbana contradice la Los omeyas (661-750) y los abasíes (750-1258) en Oriente Me-
visión tradicional del eurocentrismo, según la cual el Islam era un dio, y los fatimitas en el norte de África tuvieron una importancia
desierto poblado por nómadas. Como dice Marshall Hodgson, el especial, pues contribuyeron a unir las diversas arterias del comer-
Islam no era «un "monoteísmo del desierto", nacido del reverencial cio a larga distancia, conocidas ya en la Antigüedad, que iban des-
asombro de los beduinos ante la vasta amplitud del cielo y de la tie- de el océano Índico hasta el Mediterráneo. Entre ellas estaban las
rra ... El Islam surgió de una larga tradición de religión urbana y es- rutas del mar Rojo y del golfo Pérsico. La capital abasí, Bagdad, es-
taba tan orientado hacia las ciudades como cualquier otra variante taba comunicada con la ruta del golfo Pérsico, que a su vez se abría
de dicha tradición». 2º Maxime Rodinson refuerza la afirmación ge- a través del océano Índico hacia el mar de China Meridional y el
neral que hacemos aquí cuando dice: mar de China Oriental. Un autor de la época, al-Ya'qübi (c. 875)
llamaba a Bagdad «la ribera del mundo», mientras que al-Mansür
La densidad de las relaciones comerciales existentes dentro del proclamaba que «no existe obstáculo entre nosotros y China; todo
mundo musulmán constituía una especie de mercado mundial ... de lo que hay en el mar puede llegar por él hasta nosotros». 24 También
unas dimensiones desconocidas hasta entonces. El desarrollo de los eran importantes otros puertos islámicos, especialmente S!raf, en
intercambios había hecho posible la especialización regional en la el golfo Pérsico (en la costa de Irán, al sur de Sh!raz), que era el
industria y la agricultura ... El mundo musulmán no sólo conoció un principal destino de los productos procedentes de China y del Su-
sector capitalista, sino que dicho sector fue, al parecer, el más ex- deste Asiático. La ruta del mar Rojo (vigilada por Egipto) tenía
tenso y desarrollado de la historia antes de [la época moderna]. 21 también una importancia especial (véase la sección siguiente).
Además de las rutas marítimas, quizá la más famosa fuera la ruta
El Islam se propagó no sólo hacia el oeste, es decir hacia Euro- terrestre que conducía a China y por la cual transitaban las carava-
pa, sino también hacia el este, es decir por la India, el Sudeste Asiá- nas atravesando las ciudades iraníes de Tabriz, Hamadan y Nisha-
tico y China, y hacia el sur, esto es hacia el interior de África, unas pur, para llegar hasta Bukhara y Sarnarcanda, en Transoxiana, y
68 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 69

que después continuaba por un lado hacia China y por otro hacia la bían emigrado al África oriental ya en los siglos IHV e. v. La nave-
India. Marco Polo (¿el «lbn Battüta europeo»?) quedó particular- gación islámica fue bajando por Ja costa del África oriental hasta
mente impresionado, lo mismo que el propio Ibn Battüta: llegar a Sufaah, en Mozambique, y Qanbalu (Madagascar). Había
minas de oro en varios Jugares, entre otros en Etiopía y en Zimba-
Los habitantes de Tabriz viven del comercio y de la industria ... bwe, mientras que Kilwa (hoy día en el sur de Tanzania) era el prin-
La ciudad tiene un emplazamiento tan favorable que es un mercado cipal centro de distribución comercial. 28 El famoso viajero islámi-
de productos procedentes de la India y de Bagdad, de Mosul y Or- co Ibn Battiita decía de Kilwa que era «Una de las ciudades más
muz, y de muchos otros lugares, y muchos mercaderes latinos vie- hermosas y mejor construidas» que había visto a Jo largo de sus
nen aquí a comprar las mercancías importadas de tierras extrañas. múltiples viajes por buena parte del mundo. 29 Los africanos impor-
Es también un mercado de piedras preciosas, que se encuentran taban abalorios, cauris, cobre en bruto y objetos elaborados con di-
aquí en gran abundancia. Es una ciudad en la que obtienen grandes cho metal, grano, frutas y uvas, trigo y, posteriormente, tejidos (casi
beneficios los mercaderes ambulantes. 25 en su totalidad productos de consumo masivo, no artículos de lujo).
Las relaciones comerciales más intensas que mantenían los puertos
Los musulmanes dependían particularmente del comercio con del África oriental afectaban a la India, Adén, Suhar y Siraf. Y este
numerosos puertos de África (no sólo del norte de África). Ello se comercio a larga distancia contribuyó también a estimular el co-
debía a varios motivos; el primero era que Egipto dominaba una de mercio con el interior del continente africano. 30
las rutas comerciales más importantes que unía el Lejano Oriente Asimismo sería un error pensar que el África occidental estaba
con Occidente (véase la próxima sección); y el 'Segundo, que los comercialmente aislada de la costa oriental y que fueron los euro-
mercados africanos constituían probablemente la rama más benefi- peos los que la «trajeron a la vida» después de 1492. 31 De hecho, a
ciosa del comercio exterior del Islam. Aunque el eurocentrismo raíz de Ja llegada de los musulmanes a la zona en fecha muy ante-
desdeña la relevancia de África en el sistema mercantil internacio- rior, algunos centros de distribución occidentales como Sijilmassa
nal antes de 1500, el comercio africano distaba mucho de ser insig- (en Marruecos) y A wdaghast experimentaron un crecimiento nota-
nificante y existió mucho antes de que llegaran los europeos. No ble y el litoral oriental y el occidental quedaron interrelacionados,
menos significativo es el hecho de que el reino aksumita de Abi- tanto en las regiones del norte como en la zona subsahariana. 32 No
sinia se jactaba de los mercaderes negros que llevaban a cabo un obstante, los lazos comerciales en el interior de África habían co-
importante comercio con Ja India antes incluso de la llegada del Is- menzado mucho antes de la llegada de los musulmanes (como ya
lam.26 La descripción, por lo demás magistral, que hace la profeso- hemos señalado), Jo mismo que todo tipo de formas de producción,
ra Abu-Lughod de la economía global es curiosa tan sólo porque tales como la minería de oro, Ja producción de cobre y la fundición
omite el sudeste de África. 27 Pero el comercio marítimo proceden- de hierro. 33 Curiosamente, hablando de Méroe (capital del reino de
te de la costa sudorienta! del continente había sido importante in- Kush a finales del primer milenio a. e. v.), importante centro de pro-
cluso antes de la llegada de los musulmanes; su carácter extensivo ducción de hierro, el arqueólogo Sayce Ja calificaba de «la Bir-
nos lo revela el hecho de que existía un tráfico regular con zonas mingham del África central». Además, Sufalah (antes de la llegada
tan alejadas de Oriente como Polinesia. Además, los indonesios ha- de los musulmanes) tenía no sólo las mejores minas de hierro, sino
70 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 71

también las más grandes, y su producción iba dirigida en parte a Ja norte de África musulmán. Eric Jones afirma del califato abasí que
exportación a la India. 34 fue la primera región en alcanzar el crecimiento económico per cá-
Conviene señalar también que el comercio global se vio favore- pita (supuestamente el leitmotiv del capitalismo moderno ). 4 Fer-°
cido de forma significativa por la acción de los mercaderes judíos nand Braudel describía la actividad económica del mundo musul-
y por el reino de Srivijaya en Sumatra. De hecho, este último actuó mán después del año 800 en los siguientes términos:
como eje del comercio global en el llamado «Lejano Oriente», lo
mismo que lo hizo el Oriente Medio y el norte de África en Occi- El calificativo «Capitalista» no es demasiado anacrónico. De un
dente. Como comenta Jerry Bentley, extremo a otro de las relaciones mundiales del Islam, los especula-
dores se dedicaron profusamente al comercio. Un autor árabe, Ha-
riri, hacía decir a un mercader: «Quiero enviar azafrán de Persia a
el comercio entre el sur de China y Ceilán y la India adquirió tales
China, donde he oído decir que alcanza precios muy elevados, y
proporciones que los reyes de Sr!vijaya, cuya sede estaba en Pa-
luego embarcar porcelana china con destino a Grecia, brocados
lembang, al sudeste de Sumatra, organizaron uh imperio insular
griegos a la India, hierro indio a Aleppo, vidrio de Aleppo al Ye-
que durante buena parte de los siglos VII-XIII controló todo el co-
men, y telas rayadas yemeníes a Persia». En Basara, se establecían
mercio que pasaba por las aguas del Sudeste Asiático. 35
acuerdos entre mercaderes por medio de lo que hoy día llamaría-
mos un sistema de acreditación. 41
La mayor parte de las autoridades reconocen que la ascensión
de Srlvijaya se vio favorecida de forma significativa por la recupe- En este sentido fueron decisivas las numerosas innovaciones
ración del comercio chino en tiempos de la dinastía T' ang. 36 y se (productivas) intensivas, lo mismo que los perfeccionamientos tec-
convirtió en un punto de confluencia decisivo del comercio proce- nológicos y conceptuales, que llevó a cabo el Islam, Como explica-
dente de Oriente Medio, India y China. 37 Curiosamente, el famoso remos en el capítulo VI, la posible invención, y el desarrollo com-
viajero chino I-Ching contó la llegada de unas treinta y cinco naves probable de la vela latina permitió la navegación a larga distancia,
procedentes de Persia sólo durante su estancia de seis meses en el especialmente en el océano Índico. Lo mismo ocurrió con el desa-
lugar en 671. También tuvieron importancia los judíos (o «merca- rrollo del astrolabio, junto con los numerosos avances realizados
deres radanitas» ). 38 Su papel lo describen detalladamente un autor por la astronomía y las matemáticas islámicas (véanse asimismo los
de la época, Ibn Khurradhbih, y los documentos de Geniza (en El capítulos VII y VIII). La fabricación del papel comenzó después de
Cairo ). 39 El término «radanita» derivaba, al parecer, de la expresión 751.
persa rha dan (que significa «los que conocen la ruta»). En parti- La manufactura de tejidos revistió particular importancia: Siria
cular, esos mercaderes desempeñaron un papel importantísimo en e Irak tuvieron mucha fama por sus sedas, mientras que Egipto es-
el comercio y las finanzas del mundo islámico, en Bagdad hasta taba en la vanguardia de la fabricación de telas de lino y lana. Los
aproximadamente el siglo x y posteriormente en El Cairo, en ~l musulmanes utilizaban además unos tintes impresionantes. La in-
Egipto fatimita, a partir de 969. fluencia islámica queda patente en los numerosos términos arábi-
Por último, entre 650 y 1000 aproximadamente, el protagonis- gos (y persas) que fueron importados a las distintas lenguas euro-
mo del poder intensivo global correspondió al Oriente Medio y el peas. Se necesitaban productos químicos llamados mordentes para
72 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 73

fijar los colores, especialmente el álcali (de la palabra arábiga al-


kali, «cenizas»). El «azafrán» procede del árabe zafaran. El térmi- PODER GLOBAL EXTENSIVO Y LOS CONTORNOS DE LA ECONOMÍA
no «damasco» deriva del nombre de la ciudad de Damasco, «mu- GLOBAL, C. 1000-1517
selina» del nombre de Mosul, y «organdí» del nombre de la ciudad
de Urgench, en Asia central. «Moer» procede del término arábigo La mejor descripción de los contornos de la economía global en
mukhayyir (que significa «lo mejor»), y «tafetán» deriva de taftan el período inmediatamente posterior al año 1000 ha sido realizada
(verbo persa que significa «hilar» ). 42 por Janet Abu-Lughod en su magistral volumen Befare European
Cabe señalar también que los musulmanes dominaron a los eu- Hegemony. La autora revela la existencia de tres rutas principales
ropeos en lo tocante a la producción de hierro, y ese dominio se que unían ocho subsistemas regionales, y que analizaré sucesiva-
prolongó hasta el siglo XVIII en la producción de acero. Además, la mente.
producción islámica se extendía al refinado del azúcar, la construc-
ción, la fabricación de muebles, el vidrio, el curtido·de pieles, la ce- La ruta norte y el imperio mongol: ¿las «tribus benignas
rámica y la cantería. 43 Curiosamente, la producción egipcia de caña del infierno»?
de azúcar fue una de las industrias globales más importantes y el
sukkar refinado (de donde procede nuestro vocablo «azúcar») fue Un significativo empuje hacia la consecución de la globaliza-
exportado de manera extensiva a casi todo el mundo. El Islam do- ción oriental fue el que dio la aparición del Imperio mongol en el
minó también la energía a través de los molinos de viento y de siglo xm. Este imperio unió Oriente y Occidente dando lugar a un
agua, que eran utilizados para facilitar la producción industrial. No- espacio comercial continuo. Si bien es cierto que en el siglo XII los
table también es el hecho de que la zona correspondiente a Oriente turcos seljúcidas se desplazaron hacia el oeste y llegaron a contro-
Medio y norte de África sacó durante largo tiempo una ventaja re- lar una zona que ocupaba prácticamente todo Irak y el Creciente
lativa a Europa en lo tocante a los conocimientos científicos y a las Fértil, fueron Chingiz (Gengis) Khan y los mongoles los que logra-
tecnologías militares (véase el capítulo VIII). ron conquistar buena parte del continente euroasiático. Curiosa-
No menos importante fue la creación de toda una serie de insti- mente -vistas las cosas desde la perspectiva eurocéntrica tradicio-
tuciones capitalistas (relacionadas con las sociedades, el derecho nal- Chingiz Khan prefirió no conquistar la Europa atrasada,
mercantil, la banca, el crédito y muchas otras cuestiones), en las quedándose sólo con la parte oriental (principalmente la Rusia de
que descansaban no sólo la producción, las inversiones y el comer- Kiev), y concentrar sus esfuerzos en el botín más precioso, China.
cio islámico, sino también todo el comercio global (véase el capí- A finales del siglo xm la mayor parte del continente euroasiático
tulo VI). estaba en poder de los mongoles. El hecho trascendental es que este
En definitiva, como reza la conclusión que extrae atinadamente imperio territorial relativamente unificado -la pax Mongolica-
Eric Jones, «el número de avances técnicos y económicos de los supuso la existencia de una región en paz en la que pudo florecer el
abasíes ... demuestra que el pasado [islámico] fue todo menos in- capitalismo. Permitió por un lado el desarrollo de un comercio a
mutable».44 larguísima distancia o global que ocupaba una extensión de más de
8.000 kilómetros entre China y Europa, y por otro la difusión a Oc-
74 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 75

cidente (y otros lugares) de las ideas y tecnologías superiores de tura!, pues venía a complementar las curiosas imágenes que tenían
Oriente. 45 Las restricciones institucionales y los costes políticos se de los pueblos orientales, como los blemias (que tenían el rostro en
redujeron entre otras razones porque los mongoles se mostraron el pecho), los esciópodas (que tenían una sola pierna y utilizaban su
muy receptivos ante los numerosos mercaderes que atravesaban su descomunal pie a modo de sombrilla), los antropófagos (que tenían
imperio. En efecto, Balducci Pegolotti, el famoso contemporáneo la cabeza por debajo de los hombros), y por último los cinocéfalos
de Marco Polo, decía de la «ruta de la seda» que era «perfectamen- (los hombres con cabeza de perro). 48
te segura de día y de noche». Las concepciones europeas de los mongoles -por no hablar de
Igualmente curiosas en este sentido son las ideas eurocéntricas otros pueblos de Oriente- se basaban en varios mitos. En primer
de que los mongoles o «tártaros» (como los llamaban los europeos) lugar, la tribu de los tártaros había sido prácticamente aniquilada
eran fundamentalmente destructivos y enemigos de la actividad por Chingiz Khan. En segundo lugar, los mongoles se mostraron
económica progresista. Como señala Abu-Lughod, sumamente indiferentes ante «los bárbaros pelirrojos» del atrasado
Occidente. Y en tercer lugar, además de suministrar productos de
los mongoles fueron situados inicialmente en la misma región mi- Oriente, el Imperio mongol prestó de manera indirecta otros servi-
tológica reservada a otras criaturas extrañas que poblaban el mun- cios sumamente beneficiosos para Europa en la medida en la que
do desconocido de Asia. A partir de una mala interpretación del tér- constituyó la correa de transmisión a través de la cual algunas «car-
mino tátaro (nombre sólo de uno de los grupos tribales que más teras de recursos» orientales especialmente adelantadas pasaron a
tarde se unieron para formar la confederación mongola), los mon- Occidente (como veremos en sucesivos capítulos). No obstante,
goles fueron identificados como los tártaros, es decir, los pueblos
este influyente circuito comercial se hallaba ya en decadencia a
procedentes de la región bíblica del Tártaro o Infierno. Resulta di-
mediados del siglo XIV. Tras iniciar la lucha en Samarcanda, Ta-
fícil entender cómo, al mismo tiempo, pudo quererse ver en ellos a
merlán contribuyó a poner fin a la Pax Mongolica, y lo mismo cabe
unos potenciales aliados de la Cristiandad en su gue1rn santa contra
los musulmanes. [No obstante] quizá esas criaturas provenientes de decir de la desolación causada por la Peste Negra.
las tierras de Gog y Magog [los heraldos del Apocalipsis] (otro dé- Pero estos acontecimientos no supusieron el fin de la economía
bil intento de identificar su procedencia) pudieran ser movilizadas global capitaneada por Oriente. Antes bien, el comercio fue canali-
en su lucha (contra los musulmanes). 46 zándose progresivamente hacia la ruta central y especialmente ha-
cia la del sur. ·
Un cronista de la época, Matthew Paris, caracterizaba la «inva-
sión tártara» o mongola de 1240 en los siguientes términos: «Una
nación detestable de Satán, a saber las incontables huestes de los La ruta central: el mantenimiento del poder extensivo islámico
tártaros, se desataron abandonando su montañosa sede y perforan- en Oriente Medio
do las sólidas peñas [del Cáucaso] entraron en tropel como demo-
nios».47 Describía incluso a los «tártaros» como hombres con cabe- Según Abu-Lughod, la ruta central daba comienzo en la costa
zas de tamaño desproporcionado que comían carne humana. A los mediterránea de Siria y Palestina, cruzaba el pequeño desierto y se
europeos de la Edad Media todo esto les parecía perfectamente na- internaba en la llanura de Mesopotamia hacia Bagdad, antes de en-
76 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 77

lazar por fin con una ruta terrestre y otra marítima. La ruta terrestre
proseguía por Persia hasta Transoxiana, y luego doblaba hacia el La ruta sur: la dependencia europea de la hegemonía comercial
sudeste hasta llegar al norte de la India, continuando en línea recta de Egipto, 1291-1517
hacia el este hasta Samarcanda y luego atravesando el desierto has-
ta China. La ruta marítima seguía el curso del río Tigris desde Bag- Esta ruta unía el complejo Alejandría-El Cairo-mar Rojo con el
dad, pasando por Basara, hasta su desembocadura en el golfo Pér- mar Arábigo y el océano Índico (y más allá). A partir del siglo XIII,
sico, y luego continuaba por los reinos mercantiles de Omán, Sira, Egipto se convirtió en la principal puerta de entrada hacia Oriente.
Ormuz o Qais (guardianes de las comunicaciones entre el golfo y el Como postula Abu-Lughod, «quien controlara la ruta marítima ha-
océano Índico). Aunque esta ruta adquirió especial importancia a cia Asia podría establecer los términos del comercio para una
partir del siglo VI, su influencia sería extraordinaria cuando Bagdad Europa en aquellos momentos en retirada. Desde el siglo XIII y has-
se convirtiera en el principal centro del comercio musulmán des- ta el siglo XVI esa potencia fue Egipto». 49 En efecto, entre 1291 y
pués del año 750. Pero cuando la capital abasí fue sáqueada por los 1517 casi el 80 por 100 de todo el comercio que llegaba por mar a
mongoles en 1258, la ruta experimentó una decadencia temporal. Oriente era controlado por los egipcios. Pero cuando cayó Bagdad,
No obstante, cuando Irak pasó posteriormente a ser gobernado Al-Qahirah --cuyo nombre fue europeizado posteriormente como
desde Persia, la ruta del golfo se reactivó. Esta ruta central fue im- El Cairo-- se convirtió en la capital del mundo islámico y en el
portante además porque permitió unas relaciones comerciales centro en torno al cual giraba el comercio global (aunque este se-
«profundamente simbióticas» entre los reinos de los cruzados y los gundo proceso había dado comienzo ya en la época fatimita, allá
mercaderes musulmanes que acudían a ellos con productos proce- por el siglo x). Los estudiosos eurocéntricos subrayan el hecho de
dentes del lejano Oriente. que el comercio internacional europeo con Oriente se interrumpió
El principal puerto de los cruzados en Oriente Medio, Acre, es- a partir de 1291 (tras la caída de Acre), cuando Egipto pasó a do-
tuvo controlado hasta 1291 por los venecianos, que excluyeron de minar el comercio del mar Rojo con Oriente a expensas de los
él a sus rivales pisanos y genoveses. No obstante, aunque los vene- europeos cristianos. Y eso fue lo que supuestamente impulsó a unos
cianos dominaran el sistema mercantil europeo, su participación en navegantes, los hermanos Vivaldi, a salir en 1291 en busca de una
el sistema global se llevó a cabo siempre en los términos dictados ruta más meridional hacia las Indias a través del cabo de Buena Es-
por los musulmanes de Oriente Medio y sobre todo del norte de peranza. Pero semejante afirmación resulta problemática. Si bien
África. es cierto que la caída de Acre en 1291 indujo al papa Nicolás IV a
Cuando Constantinopla cayó en poder de los bizantinos en publicar numerosas bulas prohibiendo las actividades comerciales
1261, los genoveses fueron favorecidos en detrimento de los vene- con el «infiel», el hecho es que los venecianos lograron soslayar to-
cianos, que se vieron obligados así a centrar su interés en la ruta dos los impedimentos y firmar nuevos tratados con el sultán en
central y en la meridional. Pero luego, tras la caída de Acre en 1355 y 1361. Y hasta 1517 Venecia sobrevivió debido al imp01tan-
1291, los venecianos no tuvieron más remedio que recurrir a la ruta te papel que desempeñó Egipto en la economía global. Adernás,
sur, dominada por los egipcios. Venecia y Génova no fueron las «pioneras» del comercio global,
sino sus adaptadoras, colándose por los intersticios de la economía
78 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS ISLÁMICOS Y AFRICANOS 79

global liderada por asiáticos y africanos y comerciando casi siem- de esclavos no musulmanes. Esta novedad selló el destino del tráfi-
pre en los ténninos impuestos por los musulmanes de Oriente Me- co de esclavos de los genoveses, que vieron cómo los egipcios de-
dio, y especialmente por los egipcios. En particular, los mercaderes jaban de necesitar sus servicios. No obstante, las relaciones privile-
europeos encontraron cortado el paso al llegar a Egipto. Cuando giadas de Venecia con Egipto siguieron vivas, pero sólo debido a la
sus barcos atracaban en Alejandría, eran recibidos por los funcio- buena voluntad de los egipcios.
narios del servicio de aduanas, que subían a bordo y supervisaban Concluye así la descripción de los contornos de la economía
el desembarco de las mercancías. En concreto, los cristianos nece- global dirigida por Oriente por un lado, y de la hegemonía del co-
sitaban un permiso o visado especial para pisar tierra y pagaban mercio del Asia occidental y del norte de África sobre Europa por
una tasa mucho más alta que los mercaderes musulmanes. Los eu- otro. Pero también conviene señalar que incluso después de 1517
ropeos debían alojarse en sus propios barrios, que se regían según se mantuvo la hegemonía comercial islámica sobre Europa. Pues el
sus leyes. Sin embargo, no estaban autorizados a abandonar sus ba- bastón de mando del poder extensivo islámico pasó de Egipto al
nios en Alejandría y por lo tanto dependían enteramente de los Imperio otomano, que mantuvo su control sobre los portugueses en
mercaderes egipcios y de los funcionarios del gobierno. A pesar de el océano Índico (véase el capítulo VII). Además, otros centros del .
todo, los venecianos y los europeos en general acataron este régi- poder económico musulmán -la India de los mongoles y el Sudeste
men, porque era allí donde podían tener acceso a muchos produc- Asiático-- siguieron siendo lo bastante fuertes como para ofrecer
tos fabricados en distintos lugares de Oriente. De hecho, Venecia resistencia y dominar a los mercaderes europeos hasta aproximada-
logró hacer fortuna tan sólo debido al acceso que tuvo al comercio mente el año 1800 (véasen los capítulos IV y VII). No obstante, a
oriental a través del norte de África. despecho de la magnitud del poder extensivo musulmán y pese al
Por último, conviene señalar que Venecia y Génova siguieron hecho de que Oriente Medio siguió siendo el Puente del Mundo du-
teniendo el privilegiado acceso del que gozaron a la economía glo- rante buena parte del segundo milenio, el protagonismo del poder
bal liderada por africanos y asiáticos sólo debido a una gran dosis intensivo global pasó no a Italia después del año 1000 ni a Portugal
de suerte (más que a su fuerza económica). Los retos geopolíticos después del año 1500, sino a China en el año 1100. Y allí perma-
que plantearon a Egipto los mongoles y los cruzados dieron lugar a neció hasta el siglo xix.
una reorganización militar de la sociedad egipcia. Como la organi-
zación militar de los mamelucos de Egipto se caracterizaba por el
empleo de esclavos, que no podían ser reclutados entre la pobla-
ción musulmana, Venecia y Génova.obtuvieron permiso para man-
tener sus relaciones comerciales a cambio de suministrar a Egipto
esclavos que no fueran musulmanes. A partir de 1261, los genove-
ses desempeñaron un papel decisivo en el suministro de esclavos
circasianos no musulmanes, que eran embarcados en los puertos de
Crimea. Pero posteriormente, los numerosos cambios geopolíticos
introducidos en el siglo XIV liberaron a los egipcios de la necesidad
Mundo Chino
Capítulo III
PIONEROS CHINOS
El primer milagro industrial y el mito
del aislacionismo chino, c. 1000-1800

Cuando Marco Polo viajó a Oriente e informó de


lo que había visto, mezclando verdad y falsedad, pero
en último término diciendo parte de verdad, los occi-
dentales se negaron a creerle. A finales de la Edad
Media, el relato de sus viajes era considerado un libro
de cuentos ... Era como si los occidentales fueran in-
capaces de creer en la realidad de las maravillas de
Oriente.
JACQUES LE ÜOFF

Los historiadores ... europeos todavía [no se han]


dado cuenta de que la irrupción de la civilización
europea medieval después del año 1000 d. C. coinci-
dió con un desvío hacia el este del centro [productivo]
del sistema mundial, que pasó de Oriente Medio a
China. No es sorprendente, si tenemos en cuenta la an-
terior pre-ocupación de nuestros medievalistas por las
historias nacionales de Inglaterra y Francia, proyec-
tando implícitamente de manera retrospectiva al pasa-
do de toda la humanidad las circunstancias propias de
finales del siglo x1x, cuando el imperio francés y el
82 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 83

imperio británico ocupaban la mayor parte del globo.


Es preciso dar un auténtico salto con la Jrriaginación EL PRIMER MILAGRO INDUSTRIAL: LA CHINA SUNG DEL SIGLO XI
para reconocer la prirnacía de China.

WILLIAM H. McNEILL Como explicamos en el capítulo IX, los especialistas en historia


económica dan por supuesto convencionalmente que los orígenes o
Jos ingredientes necesarios para elaborar la receta de la industriali-
Hacia el año 1100 el protagonismo del poder intensivo global zación se encontrarían en la Gran Bretaña del siglo XVIII. Pero lo
había pasado a China y allí permanecería hasta el siglo XIX. China que no nos dicen es que el maestro de cocina de la industrialización
desarrolló además un poder extensivo considerable y llegó a domi- fue China, no Gran Bretaña. El «milagro industrial» chino se pro-
nar a este respecto a partir del siglo xv (aunque el Oriente Medio dujo a lo largo de un período de 1.500 años y culminó con la revo-
musulmán seguiría constituyendo un punto vital de la economía lución Sung, unos seiscientos años antes de que Gran Bretaña inicia-
global). ra su fase de industrialización. Vale la pena fijar con detalle nuestra
Esta afirmación se contradice con la imagen que ofrece el euro- atención en el milagro industrial chino, pues fue el acontecimiento
centrismo. Expondré en dos fases mi crítica de la forma en que éste más importante de la historia del poder intensivo global entre 1100 y
presenta habitualmente a China. La primera sección pone de mani- 1800. En efecto, fue la difusión de Jos numerosos logros tecnológicos
fiesto que China experimentó lo que yo llamo el «primer milagro y conceptuales de la China Sung lo que determinó de manera sig-
industrial», en virtud del cual muchas de las características que nificativa la irrupción de Occidente (véanse los capítulos VI-IX).
asociamos con la revolución industrial británica del siglo xvrn ha-
bían aparecido ya hacia el año 1100. La segunda sección aborda el
desinterés general del eurocentrismo por los logros alcanzados por La (r)evolución del hierro y el acero, de 600 a. e. v. a 1100 e. v.
Ja China Sung, so pretexto de que los sucesivos gobiernos chinos,
típicos del despotismo oriental, malograron las semillas del progre- El milagro del hierro y el acero de China se remonta al año
so industrial plantadas por los Sung, consiguiendo que la economía 600 a. e. v., con la aparición del primer objeto de hierro fundido,
experimentara un declive acelerado. Esto justificaría, a su vez, Ja que data de 513 a. e. v., mientras que el acero empezó a producirse
supuesta retirada del mundo que protagonizó China a partir de en el siglo na. e. v. 1 No obstante, el asombroso crecimiento de esta
1434, cuando el estado prohibió el comercio exterior y se encerró rama de la industria entre 800 y 1100 parece un hecho incontrover-
en su sistema tributario imperial. tible, aunque los detalles relativos a su volumen no estén precisa-
Y o ofrezco una imagen diferente, que pone de manifiesto Ja mente claros. En un famoso artículo Robert Hartwell calculaba que
existencia si no de una economía global sinocéntrica, sí desde lue- la producción de hierro chino per cápita se multiplicó por seis entre
go la de un sistema económico global en el que China desempeñó 806 y 1078.2 En términos de producción bruta anual, China producía
un papel principal a partir de 1434. En los capítulos IV y VII apor- 13.500 toneladas de hierro en 806, unas 90.400 en 1064 y 125.000
to además otros testimonios detallados que sustentan el hecho in- en 1078. Dos comparaciones resultarán ilustrativas: en primer Ju-
discutible del liderazgo de China. gar, el hecho de que el conjunto de Europa no produciría cantida-
84 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 85

des mayores hasta 1700, y que incluso en 1788 Gran Bretaña sólo colgantes, puertas y atalayas blindadas, puentes, y prensas y tipos
producía 76.000 toneladas. En segundo lugar, la relación de los de imprenta. Éstos son sólo una muestra de los objetos que había en
precios (calculada como la relación existente entre el valor del hie- la época. Hartwell añade a su lista sierras, pernos, cerrojos, horni-
rro respecto al del arroz) se situaba a razón de 177:100 en la Szech- llos, lámparas, clavos, agujas, alfileres, calderas, címbalos, y guar-
wan de época Sung en 1080, y a razón de 135: 100 en Shensi, lo que niciones de tambores. De manera más general, Donald Wagner lle-
indica que el precio del hierro era bastante bajo. Cabría señalar asi- ga a la conclusión de que «la producción masiva de objetos de
mismo que estas provincias no constituían un caso atípico, pues los hierro fundido fue importantísima ... y los maestros herreros "pro-
precios eran incluso más bajos en el nordeste de China. Pero el dato to-industriales" labraron grandes fortunas», proceso al que el autor
estadístico más sorprendente en este sentido es que incluso en 1700 sigue la pista hasta el siglo m a. e. v. 3
la cifra equivalente en Gran Bretaña era de 160:100, lo que acaso No menos impresionantes en este sentido son las técnicas de fa-
suponga un precio tres veces más alto que el que podía encontrarse bricación que se inventaron. Los chinos produjeron una gran varie-
en los mercados del nordeste de China en el siglo x1,.Por último, en dad de formas de hierro, utilizando hierro fundido para fabricar pa-
977 la relación de precios chinos había subido a razón de 632: 100, las y rejas de arado (además de cañones), al tiempo que producían
lo cual nos hablaría de una reducción del precio del hierro de casi hierro forjado para fabricar hojas de todo tipo (por ejemplo, espa-
un 400 por 100 en el curso de apenas cien años. Gran Bretaña tar- das y cuchillos). Este hecho resulta particularmente significativo
dó más de doscientos años, de 1600 a 1822, en alcanzar una reduc- porque los europeos utilizaron sólo hierro forjado durante casi toda
ción de precios semejante. No obstante, Joseph Needharn ha suge- la Edad Media. «Parece de hecho que el mundo chino ... llegó di-
rido que los datos relativos a la producción de hierro que ofrece rectamente al hierro fundido, sin pasar, corno hicieron los países
4
Hartwell son un tanto exagerados para el período en cuestión europeos, por el largo estadio intermedio del hierro forjado». El
(asunto sobre el que volveré más adelante). A pesar de todo, ten- hierro fundido era muy superior, debido a su mayor fortaleza. Y fue
drían que tener un margen de error enorme para invalidar la con- precisamente el hecho de que China alcanzara el dominio de un
clusión de que la China Sung experimentó un crecimiento masivo, material corno el hierro fundido, mucho más barato, lo que hizo
cuando no «revolucionario», de la producción de hierro, que los que Jos efectos de la revolución industrial se extendieran tanto a lo
británicos no igualarían hasta casi siete siglos después. largo y ancho del país.
Los estudiosos eurocéntricos a menudo desdeñan esta conquis- A su vez, todo esto fue posible debido a los logros alcanzados
ta aduciendo que el uso del hierro en China se limitaba sólo a las ar- en el campo de la fundición, trascendentales para la producción de
mas y a las artes decorativas, y no a las herramientas ni a la pro- hierro fundido. A este respecto tuvieron particular importancia los
ducción. Pero el hecho es que el hierro se utilizaba para fabricar altos hornos y el fuelle de pistón (aunque ambos eran conocidos ya
objetos y herramientas de la vida cotidiana, como esperaríamos que desde hacía unos 1.400 años). El fuelle suministraba el flujo conti-
ocurriera en una revolución industrial. Entre esos instrumentos ca- nuo de aire necesario para mantener las altas temperaturas requeri-
bría citar euchillos, hachas, cinceles, barrenos, martillos y mazos, das (975 ºC). Se utilizaba ya en el siglo rv a. e. v. y en 31 e. v. era
rejas de arado, palas y vertederas, ejes de carretilla, ruedas, herra- movido por energía hidráulica. Además, los chinos producían ace-
duras, sartenes y cacerolas, ollas, campanas, cadenas para puentes ro (material derivado del hierro fundido) ya en el siglo 11 a. e. v.,
86 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 87

mientras que Europa no llegó a desarrollar la producción de acero de los altos hornos ya en el año 31 e. v. Y lo que es más significa-
hasta la Edad Moderna. Particularmente importante en este sentido tivo, el empleo de un vástago de émbolo y de la correa de transmi-
es el hecho de que el acero chino era producido en el siglo v e. v. sión en el fuelle hidráulico guardaba un parecido asombroso con la
mediante un proceso de «co-fusión» en el que se mezclaban el hie- máquina de vapor (para ulteriores detalles véase el capítulo IX).
rro forjado y el fundido. Por otra parte, los canales y compuertas mecánicas fueron un in-
5
Otro avance sorprendente fue el que se consiguió en el siglo XI vento importantísimo (el de estas últimas data de 984). Y el trans-
con la sustitución del carbón vegetal por la hulla o carbón de piedra porte del carbón mineral, el hierro y el acero por los canales permi-
(teniendo en cuenta la escasez de la madera). Se trata de un hecho tió su distribución al sur del país, hecho que fue fundamental para
enormemente significativo justo porque el eurocentrismo insiste en el milagro industrial chino, entre otras cosas porque supuso poder
que fue un logro que los británicos fueron los primeros en alcanzar satisfacer la gigantesca demanda interna de estos tres materiales.
muchos siglos después. Eso sí, Gran Bretaña se parece a China en Cabe señalar también que los chinos explotaron el petróleo y el gas
que ambos países utilizaron el carbón mineral para resolver el pro- natural como combustibles, para su utilización en la cocina y en la
blema de la deforestación. Los notables avances conseguidos en el iluminación, probablemente ya en el siglo IV a. e. v. 6 En efecto, el
terreno de la fabricación de tejidos son otro rasgo del milagro Sung alcance de esta innovación nos lo revela el hecho de que en torno al
que suele atribuirse a los británicos del siglo XVIII. La industria chi- siglo x e. v. se producían en masa lámparas de asbesto permanen-
na de la seda comenzó ya en el siglo XIV a. e. v. Y cabe afirmar que tes destinadas a la iluminación de los hogares.'
la innovación tecnológico-industrial más avanzada se llevó a cabo
en el sector textil con la adopción generalizada de la máquina de hi-
lar movida por energía hidráulica que se utilizaba en la elaboración Los impuestos, el papel, la imprenta y el desarrollo
del cáñamo y la seda (véanse los capítulos VI y IX). Por notables de una economía comercializada
que fueran todos estos logros en la producción de hierro y acero y
en el terreno de la industria textil, no eran más que la punta de un Una innovación especialmente significativa de la época Sung
gran iceberg industrial. Y es que esa producción implicaba una fue Ja creación de un sistema fiscal basado en el empleo de dinero
enorme red de infraestructuras capaces de sustentarla. en metálico. Mientras que el papel moneda (jei-ch' ien) fue inven-
tado en torno al siglo IX con fines crediticios, a comienzos del siglo
x pasó a convertirse en papel moneda «de verdad» utilizado como
Las revoluciones en el ámbito del transporte y la energía valor de cambio. En 1161 el estado emitía diez millones de billetes
al año. Significativamente, estas innovaciones fueron copiadas
Mientras que en Europa los molinos de agua empezaron a ser posteriormente por los europeos, y entre los ingleses no se popula-
utilizados en principio para moler grano, y su aplicación a la elabo- rizaron hasta 1797. 8 Cada vez más a menudo se exigía el pago de
ración de hierro no se produjo en el sur de Alemania hasta el año Jos impuestos en metálico, y no en especie. De ese modo, del 4 por
1025 aproximadamente, en China ocurrió lo contrario. Los molinos 100 que se cobraba en 749 en concepto de tributo, los impuestos
de agua chinos se desarrollaron ante todo para impulsar los fuelles exigidos en metálico ascendieron rápidamente a mediados del si-
88 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 89

glo XI al 52 por 100. Este hecho revistió particular importancia por- De manera similar, R. Bin Wong comenta que los gobiernos
que obligó a los campesinos a emprender actividades mercantiles. chinos «creían que una presión fiscal ligera permitía prosperar al
Los intercambios comerciales calaron en los niveles más bajos de pueblo, y como se pensaba que un pueblo próspero era fundamen-
la sociedad, de modo que hasta los campesinos más pobres no te- tal para el mantenimiento de un estado poderoso, los niveles impo-
nían más remedio que cultivar sus productos para venderlos en el sitivos se mantuvieron bajos». 12 De hecho, las cargas fiscales im-
mercado. Como dice McNeill, «la proliferación de los intercam- puestas por los gobiernos centrales fueron enormemente bajas,
bios comerciales -locales, regionales o interregionales- permitió situándose acaso en torno al 6 por 100 del producto nacional. 11
incrementos espectaculares de la productividad total, cuando entra- Mientras que el eurocentrismo pinta la economía china como un
ron en funcionamiento todas las ventajas de la especialización ana- sistema agrario basado en la mera subsistencia, lo cierto es que el
lizadas posteriormente de forma tan persuasiva por Adam Smith». 9 comercio del período Sung no sólo conoció un altísimo desairnllo,
Y pasa a citar a un escritor del siglo x1v que dice: sino que el estado obtenía la mayor parte de sus ingresos fiscales
del sector comercial. También es significativo el hecho de que los
En nuestros días, donde haya una aglomeración de apenás diez ca- comerciantes pagaran unos impuestos mucho menores que los pro-
sas, siempre hay un mercado ... En la estación propicia, la gente cam- ductores agrícolas. 14 Los innumerables iuformes de los misioneros
bia lo que tiene por lo que no tiene, subiendo o bajando los precios jesuitas en China resultan también muy instructivos en este sentido;
con arreglo al cálculo que efectúe del deseo o la desconfianza mos- muchos de ellos confirman que el estado dejaba en paz a los mer-
trada por los demás, con el fin de obtener el beneficio menos peque-
caderes para que pudieran seguir llevando a cabo sus negocios. 15
ño posible. Ésa es, por supuesto, la forma habitual de todo el mundo.'º
Un testimonio sorprendente del profundo grado de comercia-
lización alcanzado durante la dinastía Sung es el desarrollo de
A diferencia de la imagen eurocéntrica del estado chino, pre-
ciudades medianas y grandes. Yoshinobu Shiba señala que resulta
sentado como clásico ejemplo de despotismo oriental, Eric Iones
difícil calcular el volumen de la población urbana debido a la desi-
dice que el gobierno
gualdad de los datos disponibles para el período Sung. Las estima-
ciones correspondientes al distrito de Yin hablan de una población
abandonó su función de asignar y reasignar tierras a cambio de ser-
urbana equivalente más o menos al 13 por 100 del total, a un 7 por
vicios laborales y de impuestos en especie y empezó a cobrar los
100 en el distrito de She, y a un 37 por 100 en el de Tan-t'u. Aun
tributos en metálico. Esta política de no intervención facilitó el cre-
cimiento del mercado privado de bienes raíces ... [El] estado no era así, la urbanización no sólo fue más pronunciada en China que en
capaz ni de reprimir los cambios económicos que no consideraba Europa, sino que China se jactaría de poseer algunas de las duda-
deseables, ni tampoco, conviene señalar, reservó para el emperador .des más populosas del mundo. Por ejemplo, Hang-chou tenía entre
Y sus funcionarios todos los beneficios del cambio. Ni el estado ni 1,5 y 5 millones de habitantes (según los distintos cálculos). 16
los que tenían prebendas se quedaban con todas las ganancias a tra- El desarrollo de una economía monetaria está significativamen-
vés de los impuestos ... De haberlo hecho, habrían acabado con el te vinculado con otra innovación decisiva: la imprenta y la fabrica-
incentivo a la respuesta al abastecimiento que de hecho podemos ción de papel (cuyos orígenes se rastrean en los capítulos VI y VIII).
observar. 11 ·
Cabe señalar que el uso generalizado del papel moneda estampado
PIONEROS CHINOS 91
90 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE

20
fue uno de Jos numerosos aspectos de China que impresionaron a muy superiores a Jos de sus homólogos europeos. Además, la agri-
Marco Polo. No menos sorprendente es el hecho de que se utiliza- cultura china continuó teniendo unos niveles impresionantes du-
ra el papel de tantas maneras, a cuál más ingeniosa, empezando por rante los siete siglos siguientes (véase la próxima sección). No menos
las armaduras (por ser un material duro que no se oxidaba), el reves- significativa fue la iniciativa del gobierno Sung llamada «política
timiento de paredes, las prendas de vestir, como material higiénico, de los jóvenes retoños» (chhing miao fa). El gobierno daba incen-
en la fabricación de cometas, en los tejidos, etc. La industria pape- tivos a los agricultores para que invirtieran en sus explotaciones y
lera china se vio espoleada asimismo por la enorme demanda de li- concedía préstamos a intereses muy convenientes. «[T]al vez su
bros existente. La Academia Nacional con sede en la capital, Khai- mayor éxito fuera el modo en que la población rural, sensible a los
feng, y luego en Hang-chou emprendió una actividad editorial a beneficios de la nueva tecnología, se mostró dispuesta a experi-
• . . . • 21
gran escala. No obstante, la confección y venta de libros no esta- mentarla y a mejorarla por propia 1mciat1va».
ban restringidas al estado, sino que también afectaban a la esfera
privada.
La revolución en el ámbito de la navegación

La revolución agrícola o revolución «Verde» Es célebre la afirmación que hacía Francis Bacon en su Novum
Organum (1620) en el sentido de que los tres descubrimientos más
En el siglo VI e. v. China tenía ya casi todos los aspectos que re- importantes del mundo fueron la imprenta, la pólvora y la brújula.
lacionamos con la revolución agrícola británica de los siglos xvm Sorprendentemente, los tres fueron inventados en China (véase la
y XIX (véase el capítulo IX para un análisis más extenso ). 17 Como próxima sección y el capítulo VI). Cabe señalar también que fueron
dice Robert Temple: los chinos los que en torno al año 1000 descubrieron que el polo
magnético y el polo norte no eran exactamente idénticos. Más tarde,
No es exagerado afirmar que China estaba en la situación de Es- en el siglo xv, este descubrimiento permitió la elaboración de los
tados Unidos y la Europa occidental de hoy día, y que Europa esta- mapas más exactos conocidos hasta entonces.
ba en la situación, pongamos por caso, de[l] Marruecos [actual]. Acaso el aspecto más sorprendente de la revolución experimen-
Sencillamente, no había comparación entre la agricultura primitiva tada por la navegación china sea el desarrollo de los barcos. Éstos
y desesperada de Europa antes del siglo xvm y la ... agricultura impresionaban tanto por sus dimensiones como por su número.
avanzada de China después del siglo rv a. C. 18 Así, mientras que en 1588 los buques ingleses más grandes despla-
zaban apenas 400 toneladas, los juncos chinos desplazaban mucho
En efecto, durante el período Sung la superioridad de la agri- antes más de 3.000 (véase asimismo el capítulo VII). Además, los
cultura china era tal que un historiador eurocéntrico se ha visto in- juncos de mayores dimensiones disponían de numerosos elementos
cluso obligado a admitir que «[para] Europa en su conjunto, la situa- absolutamente geniales, como por ejemplo el casco cuadrado, el ti-
ción de la China del siglo xn no fue alcanzada hasta el siglo XX». 19 món de popa, las velas de proa a popa, y los compartimentos estan-
Los agricultores chinos gozaban de unos niveles de producción cos, elementos asimilados todos ellos mucho después por los euro-
92 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 93

peos (véanse los capítulos VI y IX). En particular, el número de fuego y el cañór¡. Pero todos estos inventos fueron realizados en
barcos -grandes y pequeños- existente da testimonio no sólo China durante la «primera revolución militar» entre 850 y 1290.
de la revolución experimentada por la navegación china, sino tam- Una de las formas más habituales que tiene el eurocentrisrno de
bién del carácter comercial de su economía. En el siglo vrn trabaja- menospreciar este hecho es decir que los chinos sólo utilizaban la
ban en el Yangtze unas 2.000 embarcaciones, que transportaban un pólvora para los fuegos artificiales y que no la aplicaban en el te-
cargamento total equivalente más o menos a un tercio de lo que rreno militar (es decir, se apela a la «cláusula de China» típica de
transportaba la marina mercante británica mil años después. Como los orientalistas). Curiosamente, en la película épica Las aventuras
es bien sabido, Marco Polo calculaba que sólo en el bajo Yangtze de Marco Polo se cuenta que el primer invento chino del que tuvo
había 15.000 barcos. En el siglo XVII, el jesuita español Álvarez Se- conocimiento el viajero veneciano fueron los espagueti, y el segun-
medo llegó a contar no menos de 300 embarcaciones remontando do una explosión de pólvora. En la pantalla vernos a Marco Polo
el Yangtze en una sola hora. 22 Por último, Gang Deng pone de ma- comentar a propósito de esta última: «¿Sólo se utiliza como jugue-
nifiesto que en tiempos de la dinastía Sung del norte había unos te?». La inocente respuesta de los chinos no se hace esperar: «Sí, y
12.000 navíos dedicados al transporte de grano, número que ascen- para los fuegos artificiales». El veneciano sugiere entonces: «Pero
día a más de 20.000 en la época Ch 'ing, y a unos 130.000 barcos podría ser un aima muy valiosa en la guerra». Los chinos, sin em-
dedicados al transporte privado a finales del siglo xvrn. 23 En defi- bargo, responden: «No, sería demasiado horrible, causaría dema-
nitiva, la conclusión a la que llega Temple parece bastante acertada: siadas muertes». El diálogo viene a reproducir certeramente uno de
los mitos eurocéntricos más habituales, a saber, el de que aunque
Probablemente sería prudente decir que los chinos fueron los
los chinos fueron los inventores de la pólvora, los europeos, mucho
mayores navegantes de la historia. Durante casi dos mil años dis-
más creativos, fueron los encargados de utilizarla en la guerra.
pusieron de barcos y técnicas de navegación tan adelantadas res-
pecto al resto del mundo que las comparaciones resultan tremenda- Aunque los chinos ya habían inventado la pólvora en tomo al
mente embarazosas. Cuando Occidente logró por fin ponerse a su año 850,25 a comienzos del siglo x ya la empleaban en sus lanzalla-
nivel, fue sólo a costa de adaptar de un modo u otro los inventos que mas y en 969 fue utilizada para disparar flechas. En 1231 fue em-
habían hecho los chinos. Durante la mayor parte de la historia, los pleada en bombas, granadas y cohetes (en forma· de mortero metido
europeos utilizaron barcos decididamente inferiores a los chinos en en un tubo de hierro). Y en el siglo XIV era utilizada para fabricar
todos los aspectos imaginables [incluso en 1800]. 24 minas terrestres y marítimas. 26 Los chinos inventaron también lan-
zacohetes que podían disparar 320 proyectiles de una vez, arma que
Needharn califica de «equivalente medieval de la bazuka usada con
La primera revolución militar: China, c. 850-1290 tanta profusión en la segunda guerra rnundial». 27 Curiosamente, los
chinos desarrollaron asimismo en el siglo XIV un cohete con alas y
Como veremos en el capítulo VIII, el eurocentrisrno ensalza el aletas que, de nuevo según Needham, «guardaba un fuerte parecido
genio militar de los europeos que supuestamente abrió la senda de ... con los famosos cohetes V-1 de la segunda guerra rnundial». 28
la primera gran «revolución militar» (1550-1660). Los grandes avan- Los orígenes de la pistola podrían remontarse a la «lanza de
ces tecnológicos fueron los que supusieron la pólvora, las armas de fuego» de mediados del siglo x. La primera pistola que disparaba
94 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 95

balas de hierro fue inventada alrededor de 1259 y ya se usaba un


tambor metálico hacia 1275». 29 Conclusión inicial china
Aproximadamente en 1288 (es decir, con treinta y ocho años de
antelación respecto al primer cañón europeo) ya había sido inven- Por último, estamos en condiciones de volver a evaluar uno de
tado un cañón rudimentario llamado «eruptor». 30 Y hay testimonios lo~ principios fundamentales del eurocentrismo, a saber, el que afir-
convincentes de la transmisión de este invento chino a Europa ma que sólo los europeos occidentales desarrollaron unas «miras me-
(véase el capítulo VIII). cánicas». Las palabras de Frederic Lane no pueden ser más típicas:
Y ya, por último, uno de los aspectos más llamativos de la re-
volución militar china es el correspondiente a la marina. La arma- La necesidad no explica nada ... Mientras que los artistas del Le-
da de los Sung llegó a contar con 20.500 navíos. 31 Esta flota china jano Oriente se complacían en pintar flores, peces y caballos, Leo-
habría podido eclipsar a cualquier potencia europea, y con toda nardo da Vinci y Francesco di Giorgio Martini estaban obsesionados
probabilidad a la totalidad de las fuerzas navales'combinadas del por la maquinaria. [Los] filósofos [europeos] llegaron a considerar
continente. el universo una enorme pieza de relojería, el cuerpo humano una
Y un detalle importante es que los sistemas armamentísticos de máquina, y a Dios un «relojero» extraordinario. 34
las embarcaciones experimentaron una mejora constante. En 1129
el trabuquete lanzaba bombas de pólvora y formaba parte del ar- Pero a la luz de Jos extraordinarios inventos mecánicos chinos
mamento habitual, y en 1203 algunos buques iban acorazados con semejante visión ya no se sostiene. De hecho --como demostraré
planchas de hierro. La marina militar china se jactaba de tener unos en mi libro-- durante buena parte del período que analizamos los
antecedentes asombrosos. Por ejemplo, a finales del siglo VI, el bu- europeos inventaron muy pocas cosas por sí solos. Las únicas ver-
que de guerra «de cinco banderas» contaba con cinco puentes que daderas innovaciones que introdujeron antes del siglo XVIII fueron
alcanzaban los 30 metros de altura y podía transportar unos 800 el tornillo o rosca de Arquímedes, el cigüeñal o árbol de levas, y los
hombres. Además iba equipado con «armas chocantes» o «hierros procesos de la destilación alcohólica. 35 Y aunque los europeos
perforadores» -pértigas de unos 15 metros de longitud provistas mostraron una enorme capacidad de asimilar muchos de los descu-
en la punta de poderosos pinchos de hierro-- que iban enganchados brimientos tecnológicos chinos a lo largo de los setecientos años si-
a las cubiertas superiores. Actuaban a modo de martillos gigantes- guientes, la propensión a la asimilación no es lo mismo que las mi-
cos, que se abatían sobre las embarcaciones enemigas y las destruían. ras mecánicas «innovadoras». Y si alguien demostró tener esas
Y ya en el siglo m había «fortalezas flotantes cuadradas», que ocu- miras, fueron Jos chinos, no los europeos.
paban más de 108.000 metros cuadrados, tenían torres muy altas y La reacción eurocéntrica más habitual consiste en desdeñar los
daban cabida a más de 2.000 hombres. 32 logros económicos alcanzados en Ja China Sung calificándolos de
En definitiva, las palabras de Temple constituyen una vez más «revolución fallida», en Ja que el progreso económico no tardó en
una buena conclusión: «Los chinos ... eran fabricantes de armas a ser engullido por el iceberg del estado despótico oriental, hundién-
una escala que nadie habría podido soñar en Occidente hasta la dose sin dejar rastro. 36 Aparte de que esa actitud tan despectiva no
Edad Moderna». 33 puede dar cuenta de Jos asombrosos avances iniciados durante el
96 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 97

período Sung, la economía china no sufrió ninguna regresión ni se esos dos motivos, pues, el eurocentrismo descarta la posibilidad
hundió sin dejar rastro a partir ele 1279. Su considerable pujanza de que China pudiera ser el centro del comercio mundial a partir de
permitió a China situarse hasta el siglo XIX en el centro de la eco- 1280 y especialmente de 1434. Por el contrario, se nos dice, China
nomía global o muy cerca de él. volvió a sumirse en el aislacionismo.
Esta llamada retirada da lugar a dos de las teorías más impor-
tantes en relación con la historia universal eurocéntrica. En primer
EL MITO DEL AISLACIONISMO Y EL ESTANCAMIENTO ECONÓMICO lugar, tuvo unas consecuencias enormes, en la medida en que su-
CHINO: CHINA, «PRIMUS INTER PARES», 1434-1800 puestamente produjo un vacío ele poder en Oriente que enseguida
se encargó ele llenar la superioridad de los europeos a partir de
Durante casi todo el segundo milenio, el comercio chino fue tan 1500. En palabras ele David Landes,
importante que varios autores antieurocéntricos han calificado la
economía global anterior a 1800 ele «sinocéntrica». 37 En realiclacl, el abandono del programa de grandes viajes [en tiempos de Cheng
aunque en efecto China fue la primera potencia del mundo, en últi- Ho] se integraba en una política más general de clausura, de aleja-
miento de los azares y las tentaciones del mar. Esta introversión de-
mo término la mejor forma de calificarla sería decir que fue un pri-
liberada, uno de los grandes puntos de inflexión de la historia de
mus inter pares. La distribución del poder económico en el mundo
China, no habría podido llegar en un momento peor, pues no sólo
sometido a la globalización oriental era «policéntrica», y todos los
desarmó al país frente al incipiente poder europeo, sino que lo puso
países y regiones, China, India, Oriente Medio y el norte ele África, en una actitud complaciente y tenaz en contra de las enseñanzas y
el Sudeste Asiático y Japón, desempeñaron papeles significativos. las novedades que no tardarían en traerles los viajeros europeos. 38
No obstante, la mayor parte de los estudiosos desdeñan el éxito
cosechado por China después del siglo xv basándose en dos gran- En segundo lugar, esta prohibición hizo que China quedara se-
des argumentos incluidos en la «cláusula de China». En primer lu- parada ele la gran corriente del comercio internacional (que supues-
gar, como ya hemos señalado, aunque admiten que se produjo un tamente dio comien.zo a partir ele 1500), de modo que a partir de ese
desarrollo significativo durante el período Sung, dicho desarrollo momento su economía quedó agotada de hecho. Citando una vez
es despreciado y calificado ele «revolución fallida», en la que el más a Landes, «el aislacionismo se convirtió en sinónimo de Chi-
crecimiento cesó al poco tiempo. Y en segundo lugar, la publica- na. Redondo, completo, aparentemente sereno, provisto de una ar-
ción por la dinastía Ming ele la prohibición imperial del comercio monía inefable, el Celeste Imperio siguió ronroneando durante va-
exterior en 1434 hizo que se cerrara de inmediato cualquier venta- rios siglos más, inaccesible e imperturbable. Pero el mundo pasó de
na que tuviera abierta China a la posibilidad de crear un nuevo largo ante él». 39 Así, pues, esa retirada explica supuestamente el
mundo. Y ello se debió a que la economía china entró en decaden- gran salto atrás que dio China, al tiempo que permitió el gran salto
cia, lo que obligó a las autoridades a retirarse del comercio interna- hacia adelante que dio Europa a partir de 1500. Es evidente, pues,
cional. El comercio internacional chino, afirman, fue sustituido por que es mucho lo que depende de esta cuestión. Frente a la imagen
el sistema tributario regresivo característico del país, sistema que eurocéntrica habitual, yo ofrezco cuatro contrapropuestas que ana-
se hallaba completamente al margen de la economía global. Por lizaré sucesivamente.
98 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 99

ciones. 42 El sistema tributario tenía un carácter más voluntario que


El mito de la retirada de China: la continuidad del comercio forzoso. Esto se debía a que acceder al mercado chino pagando
internacional chino después de 1434 unas cantidades nominales en concepto de tributo constituía para
los llamados vasallos un medio de enriquecerse. ¿Cómo se explica-
La imagen convencional de la retirada de China es errónea en ría, si no, que portugueses, españoles y holandeses solicitaran repe-
primera instancia porque los historiadores occidentales hacen una tidamente integrarse en el sistema en calidad de vasallos? Además,
interpretación demasiado literal de la prohibición oficial y del sis- los estados vasallos a menudo rivalizaban entre sí para pagar tribu-
tema tributario chino. La lectura literal de la prohibición oficial se to, una vez más con el fin de acceder por esa vía a la lucrativa eco-
basa hasta cierto punto en el problema de su interpretación errónea. nomía china. Y toda una variedad de soberanos extranjeros, entre
Los documentos oficiales quedan distorsionados por el afán que te- otros el sultán de Malaca, los emires de Brunei, los reyes ChOla de
nía el gobierno chino por salvaguardar aparentemente el ideal con- Coromandel y los príncipes de Malabar, se mostraron celosos por
fucianista (es decir, aislacionista). Además, esa retírada se conside- pagar tributo con el fin de obtener la protección de China frente a
ra equivocadamente confirmada por la existencia de ún sistema cualquier enemigo vecino. Como señala Anthony Reíd, algunos
tributario imperial regresivo, basado supuestamente en la coerción «estados», por ejemplo Java, Siam o Malaca, insistieron tanto en
y en modalidades de tributo administradas por el estado, y no en los enviar delegaciones tributarias que llegaron incluso a itTitar a las
intercambios comerciales. Pero las interpretaciones convenciona- autoridades chinas.43 Prueba del carácter voluntario del sistema es
les no saben entender ni el sistema tributario ni el carácter de la que cuando los vasallos se veían privados de su estatus de tributa-
prohibición. rios a menudo reaccionaban de manera violenta. Por ejemplo, a fi-
La primera objeción a este respecto es que el sistema tributario nales del siglo XVI Japón invadió Corea (estado vasallo de los
era también un sistema comercial. Como señala Rodzinski, el sis- Ming) para obligar a China a reanudar las relaciones tributarias, e
tema tributario incluso amenazó con invadir la propia China si se negaba. Otra es-
trategia adoptada a menudo por los mercaderes asiáticos era pro-
no era a menudo, de hecho, más que una forma aparente tras la cual veerse de credenciales falsas, presentándose como emisarios que
se ocultaba un comercio exterior de gran envergadura. En muchos acudían a pagar tributo, expediente utilizado a modo de «piadosa
casos los mercaderes extranjeros, especialmente los de Asia cen- hoja de parra tras la cual se ocultaba una actividad comercial co-
tral, se presentaban a sí mismos como portadores de un tributo fic- rriente y moliente»; 44 y una vez más, todo el mundo estaba al co-
ticio en nombre de estados imaginarios con el único fin de llevar a rriente de los hechos y ocasionalmente así lo reconocen incluso los
cabo sus transacciones. 40 documentos de época Ming.
Hay tres grandes razones que hacen de la prohibición un mito.
Además, al tiempo que se ampliaban las relaciones tributarias En primer lugar, como ya hemos señalado, el sistema tributario era
chinas, se expandieron también las relaciones comerciales en el en parte un sistema comercial encubierto. En segundo lugar, mu-
este y el sudeste de Asia. 41 Así lo admitían incluso a veces algunos chos mercaderes particulares chinos llevaban a cabo sus transac-
documentos oficiales chinos. Habría que añadir varias puntualiza- ciones soslayando la prohibición oficial de varias maneras. Iróni-
100 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 101

camente, la imagen eurocéntrica del sistema portugués de cartaz más, comerciaban por el este y por el oeste, y estaban en conexión
como signo de la dominación europea no tiene en cuenta el hecho con Fukien, en China. 46 Por último, existía también un comercio de
de que para los chinos, en particular, tener un cartaz significaba po- contrabando muy boyante. Y como los funcionarios del gobierno a
der hacerse pasar por portugueses y saltarse a la torera la prohibi- menudo colaboraban con los contrabandistas, resultaba a todas lu-
ción Ming. Además, buena parte del comercio chino se confundía ces imposible mantener en vigor la prohibición. De hecho, tan vo-
con el japonés (pero era en realidad piratería china) y gozaba de luminoso era el comercio de contrabando que durante la década de
una prosperidad enorme. Pero quizá el método más habitual de sos- 1560 el gobierno de los Ming acabó cediendo y legalizó el princi-
layar la prohibición lo encontramos en la práctica comercial canto- pal puerto contrabandista (Moon).
nesa. Según comenta Philip Curtin, El tercer motivo por el cual podemos decir que la prohibición es
un mito radica en el hecho de que no todo el comercio privado que-
todos los cargamentos superiores al tributo oficial eran desembar- dó prohibido. Buena parte de él quedó oficialmente ratificado en
cados con éste y marcados con la etiqueta dastre ~bordo de los bar- tres grandes puertos: Macao, Chang-chou, en la provincia de Fu-
cos tributarios», siendo retenidos hasta que llegara de Beijing el
kien, y Su-chou, en la provincia occidental de Shensi. Más tarde, en
permiso necesario para venderlos ... [S]i la embarcación extranjera
la época Ch'ing el comercio se llevó a cabo a través de las ciudades
tenía que zarpar, se veía obligada a cargar lastre para garantizar la
de Amoy, Ningbo y Shanghai. Como dicen Lach y Kley:
seguridad de la travesía. Y así en el viaje de regreso llevaba pro-
ductos chinos a modo de lastre. De esa manera el «lastre» [es decir,
Los primeros observadores occidentales, como, por ejemplo
la mercancía] que los barcos transportaban en un sentido y otro era
Mendoza, tuvieron la impresión de que los mercaderes de Fukien
más importante que el tributo que lo justificaba. 45
comerciaban ilegalmente en el exterior con la connivencia de las
autoridades locales. [Pero] los autores del siglo XVII -Matlief sería
El monarca del reino de las islas de R yilkyil era especialmente
uno de los primeros- no tardaron mucho en darse cuenta de que
creativo, y animaba a los mercaderes particulares chinos de Fujian
los mercaderes de la zona de Chang-chou disponían de permiso ofi-
a establecerse en su país, desde el cual habrían podido realizar lu- cial para comerciar más allá de las fronteras del imperio. 47
crativas transacciones comerciales con China. A cambio, todo lo
que debía hacer era enviar de vez en cuando a China la delegación Varios autores han apuntado hacia la importancia de los lazos
tributaria de rigor. Todo esto formaba parte de una estrategia más comerciales existentes entre China y el Sudeste Asiático. 48 En par-
general emprendida por los mercaderes particulares chinos, que ticular, Manila constituía un centro de distribución sumamente im-
trasladaban su sede a otros lugares de la zona para poder exportar portante para todo el sistema de comercio global porque allí obtenía
sus mercancías a China. Durante la primera mitad del siglo XVI, los China buena parte de su plata (a través de los galeones españoles).
mercaderes chinos se extendieron por todos los rincones del mar de En efecto, sólo entre 1570 y 1642 fueron enviados anualmente a
la China Meridional, zona muy estratégica desde el punto de vista Manila unos veinticinco barcos chinos por término medio. 49 Y es-
comercial, desde Indochina, Malasia y Siam, cruzando el arco de tos contactos siguieron siendo importantes durante gran parte del
islas que va de Sumatra a Timor, hasta Filipinas. Y siguieron do- período posterior a la «prohibición», pero de hecho se intensifica-
minando esta red comercial hasta bien entrado el siglo XIX. Ade- ron a finales del siglo XVIII. so El argumento fundamental estriba, sin
102 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 103

embargo, en que la mayor parte de la plata del mundo fue absorbi- la existen~ia de distintas ratios entre ambos metales implica teóri-
da por China, lo que confirmaría que su economía no sólo estaba camente que se podía utilizar una onza de oro para comprar unas
integrada plenamente en la economía global, sino que era lo bas- once onzas de plata en Amsterdam, y transportar el metal a China y
tante vigorosa como para disfrutar de un sólido excedente comer- cambiar allí las once onzas por unas dos onzas de oro. Las dos on-
cial. Por consiguiente, vale la pena analizar brevemente un poco zas de oro podían llevarse de nuevo a Europa y cambiarlas por vein-
más este punto. tidós de plata, que a su vez podían ser llevadas de nuevo a China,
Hay cuatro razones fundamentales que explican por qué la pla- donde su valor volvería a doblarse.''
ta del mundo tendió a gravitar hacia China. En primer lugar, a me-
diados del siglo xv se produjo la conversión de la economía a la Este sistema de arbitraje global vio el constante desvío de pla-
moneda de plata. En segundo lugar, la solidez de la economía chi- ta hacia China, donde era cambiada por oro. Éste, a su vez, era ex-
na generó una fuerte demanda interna de este metal. En tercer lu- portado al extranjero, principalmente a Europa, donde era cambia-
gar, las exportaciones de China superaban en gran medida a sus im- do por plata y a continuación enviado de nuevo a China, donde era
portaciones. Y en cuarto lugar, el precio de la plata respecto al oro cambiado otra vez por oro. Llamo a este sistema «proceso de reci-
en China era el más alto del mundo (la proporción oro y plata exis- claje global de plata»: «global» porque adoptaba la forma de un
tente en China se situaba en un 1:6, si la comparamos con la pro- circuito cerrado que iba de las Américas a Eurasia para acabar en
porción 1:14 existente en Europa). 51 Así lo reconocía Adam Smith: China, de donde volvía a Occidente y a Europa. De ahí que el tér-
«En China, país más rico que cualquier lugar de Europa, el valor de mino «desagüe» resulte problemático: Y es evidente que los chi-
los metales preciosos es mucho más alto que en cualquier parte nos no eran unos meros acumuladores de tesoros (como explicaré
de Europa». 52 en el capítulo IV). Curiosamente, incluso a partir de 1640, cuando
La economía de China fue el eje central en la medida en que disminuyeron los beneficios del arbitraje, la plata siguió fluyendo
constituía un desagüe por el que se colaba gran parte de la plata hacia China debido a que la demanda de este producto seguía sien-
existente en el mundo. Curiosamente, hacia 1640, el erario chino do muy fuerte. Este hecho refuta de inmediato la «cláusula de Chi-
ganaba unos 750.000 kilos de plata al año. Podemos calibrar el ni- na» esgrimida por el eurocentrismo, según la cual a partir del pe-
vel de riqueza de China por el hecho de que «incluso un "pobre" ríodo Sung la economía china «simplemente se frenó». Además,
comerciante de telas de Shanghai poseía un capital de unas cinco corno han sostenido Flynn y Giraldez, el hecho es que la conver-
toneladas de plata, y las familias más ricas poseían [un capital de] sión de la economía china a la plata a mediados del siglo xv fue
varias toneladas de plata». 53 extremadamente importante para la suerte futura de los europeos.
No obstante, el término «desagüe» resulta equívoco sólo porque Pues como señala atinadamente Porneranz, «Si China no ... hubie-
da la impresión de que la plata desaparecía en China para no reapa- ra tenido una economía tan dinámica [basada en una moneda de
recer nunca más. El hecho de que el precio de la plata china res- plata que le permitió] ... absorber las enormes cantidades de este
pecto al oro fuera tan alto y que en cualquier otro sitio fuera más metal extraídas de las minas del Nuevo Mundo a lo largo de tres
bajo, dio lugar a un sistema global de arbitraje. 54 Como explican siglos, esas minas habrían acabado siendo ruinosas al cabo de unas
Flynn y Giraldez, pocas décadas». 56
104 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE
PIONEROS CHINOS 105
Así, pues, para resumir, es evidente que de un modo u otro, los En tiempos del emperador Hung-hsi, de la dinastía Ming, China
mercaderes chinos continuaron con el comercio extremadamente lu- volvió a los valores confucianistas tradicionales que hacían hinca-
crativo que habían venido desarrollando con o sin autorización oficial. pié en el aislamiento del resto del mundo. Los primeros soberanos
Por consiguiente, numerosos especialistas eurocéntricos se han dejado Ming habían mirado al exterior (como demostrarían las expedicio-
seducir con demasiada facilidad por la retórica oficial. Como conclu- nes de Chéng Ho), aunque no estuvieran interesados en emprender
ye acertadamente Jacques Gemet, «existía un abismo enorme entre la una política imperialista. Pero cuando el emperador Hung-hsi ac-
normativa oficial y la realidad de la situación comercial; las restriccio- cedió al trono (en 1424), se inclinó por la restauración de las prác-
nes (oficiales] impuestas al comercio podrían inducimos a suponer ticas del confucianismo, que debían situarse en el corazón del esta-
que China quedó aislada en el momento mismo en que el tráfico ma- do chino. En 1434 la dinastía Ming declaró oficialmente muerto el
rítimo se hizo más intenso>>. 57 Pero, si como es lo más seguro, las auto- c'omercio internacional chino. Pero si continuó desarrollándose una
ridades chinas hicieron la vista gorda ante ese sistema de comercio actividad comercial significativa, ¿a qué venía esa pretensión de
privado ilegal generalizado, se nos plantea de inmediato la siguiente ser un reino aislado, en el que las relaciones con el mundo exterior
cuestión: ¿Por qué insistieron en fingir oficialmente que la prohibición se basaban sólo en el falso sistema soberanista de vasallaje tributa-
era eficaz? Para responder a esta pregunta deberemos enfrentamos a rio? El sistema de tributos había sido para el estado chino un medio
otra concepción equivocada muy habitual del eurocentrismo. fundamental de mantener su legitimidad en el interior. Pero impli-
caba -y eso era lo más importaute- la ejecución del saludo reve-
rente por parte de los emisarios de los estados vasallos. Y ese salu-
El mito de la «prohibición» del comercio internacional en China: do era el símbolo decisivo del Mandato Celeste del emperador. Así,
la política de identidad china pues, era esencial mantener el mito del sistema tributario, aunque
sólo fuera para perpetuar la legitimidad del estado en el interior. 58
Vol viendo sobre mi segunda contrapropuesta, la historia euro- De ahí que la significación política del sistema tributario radicara
céntrica insiste en que la prohibición oficial del comercio exterior en el hecho de que el emperador tuviera que demostrar a su propia
fue un resultado inevitable de la decadencia económica china. Y de población que contaba con el acatamiento del mundo «bárbaro»
manera similar, si los chinos hubieran tenido pretensiones imperia- (de ahí el sistema tributario), aunque en la práctica el sistema ele tri-
les por aquel entonces, su decadencia económica habría justificado butos supusiera también un comercio lucrativo tanto para los vasa-
su retirada y su aislamiento. Pero teniendo en cuenta los testi- llos como para los mercaderes chinos.
monios de la continuidad del come!"ciO chino expuestos más arriba, Este juego imperial de entelequia de legitimidad y de engaño
resulta evidente que la prohibición no es más que un mito. Yo sos- comercial ha sido captado perfectamente por Joseph Fletcher, por
tengo aquí que el mito de la prohibición se mantuvo para reprodu- lo que vale la pena incluir esta extensa cita suya:
cir la legitimidad del estado chino (a su vez vinculada con la iden-
tidad china). Pues el hecho es que el sistema de tributos era más que
Las autoridades chinas estaban encantadas de ser engañadas. El
un simple sistema comercial encubierto. El mito de la prohibición prestigio [es decir, la legitimidad] del emperador no se veía realza-
se mantuvo por decisión política, no por una necesidad económica. do si sus ministros ponían de manifiesto la verdadera naturaleza de
106 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 107

sus «vasallos», y la cürte podía escoger mejor la mercancía si los de China, y, teniendo como tenía una armada tan formidable, habría
mercaderes ... tenían que llevarla consigo a la capital. En conse- sido muy fácil, si así lo hubiera querido, que la otra mitad también
cuencia, embajadas de pacotilla con credenciales igualmente de pa- cayera en ellas. China habría podido convertirse en una gran poten-
cotilla iban y venían constantemente a la corte china. Tanto merca- cia colonial un siglo antes de que diera comienzo la gran edad de la
deres como ministros eran cómplices de lo que podríamos llamar exploración [sic] y la expansión europea. Pero no fue así. 6 '
un secreto a voces ... Según [el padre] Ricci [misionero jesuita de la
época], «los propios chinos (que no ignoran, ni mucho menos, el
engaño) engañan a su rey, adulándolo de manera servil, como si El hecho es que, si se lo hubieran propuesto, los chinos podrían
verdaderamente todo el mundo pagara impuestos al reino de China, haber emprendido una misión imperial por la mayor parte del
mientras que, por el contrario, sería más cierto decir que es China la mundo.
que paga tributos a esos reinos». Y si en algo se equivocaba Ricci ¿Por qué no lo hicieron? A estas alturas debería estar ya bien
era sólo en creer que el emperador no estaba también al comente claro que no fue debido al carácter inadecuado de sus condiciones
del juego. 59 • materiales. Se debió a que prefirieron renunciar al imperialismo,
en buena medida como consecuencia de su particular identidad.
En efecto, era un juego de engaños al que estaban encantados de Como ha señalado de modo parecido Felipe Fernández-Annesto,
jugar los llamados estados vasallos, pues, como señala atinada-
mente Bin Wong, «los gobiernos extranjeros permitían general- el «destino manifiesto» de China no se produjo y el dominio mun-
mente que los chinos abrigaran esa idea [de superioridad de China] dial, que por un momento pareció a punto de ser suyo, fue abando-
sin tener por qué aceptarla necesariamente ellos». 6º Pues a todas lu- nado ...
ces redundaba en beneficio de sus intereses comerciales seguir ju- La renuncia [de China] sigue siendo uno de los ejemplos más nota-
gando. bles de reticencia colectiva de la historia [universal]. 62
Es evidente, pues, que no fue la decadencia económica, sino Ja
necesidad de mantener la legitimidad --estrechamente relacionada En definitiva, pues, el único problema que plantea esta prohibi-
con la identidad china- lo que indujo a las autoridades del Celeste ción ficticia es que los estudiosos eurocéntricos se han dejado se-
Imperio a fingir que la prohibición funcionaba. Pero paradóji- ducir con demasiada facilidad por la creencia de que fue un hecho
camente hay un sentido en concreto en el que los chinos sí que em- y al mismo tiempo no han sido capades de entender su función so-
prendieron la retirada. Y es que no se retiraron de la economía glo- cial.
bal, sino que se «abstuvieron» de desarrollar la política de poder A su vez, este error de interpretación ha dado pie a una de las
imperial que poco después arraigaría en los estados de la península mayores falacias de la historia universal eurocéntrica, a saber, la de
Ibérica. que fue la retirada de la economía global por parte de los chinos lo
Como señalaba Louise Levathes, que creó el vacío que posteriormente llenarían los europeos, de-
bido a su superioridad, a partir del año 1500. Sin embargo, lo cier-
a [comienzos del siglo xrn] ... China extendió su esfera ... de in- to es que no se produjo ningún vacío (véase asimismo el capítu-
fluencia por todo el océano Índico. Medio mundo estaba en manos lo VII).
108 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 109

ducción de hierro se recuperó a partir de 1420.65 A comienzos del


El mito de la decadencia de la economía china: la preeminencia siglo xx Fang Xing calcula que se producían unas 170.000 tonela-
de China, 1100-180011840 das de «hierro nacional» (comparadas con las 125.000 toneladas de
1078). 66 Además, Peter Golas llega a la conclusión de que la pro-
A partir de 1100 el poder intensivo de China no tuvo rival en el ducción de hierro probablemente llegara a su punto culminante en
mundo. Pero si es así, ¿qué debemos hacer con el comentario des- el siglo xvIII. 67 Señala asimismo que China gozó en el siglo XIX de
pectivo eurocéntrico, según el cual la revolución industrial Sung niveles muy altos de producción de hulla, parte de la cual se en-
fue en realidad una «revolución fallida»? Para los especialistas contraba en pozos mucho más grandes que los descubiertos en
eurocéntricos, la economía post-Sung se agotó principalmente como Europa, y que el carbón mineral se utilizaba en todos los sectores de
consecuencia de la reimplantación del despotismo oriental, que se la economía. Además, existen pruebas convincentes de que la pro-
vio obligado a instaurar la prohibición del comercio debido a su de- ducción de hierro en Guangdong se basaba en un modelo capitalis-
bilidad económica y a la decadencia de su producción. Irónicamen- ta formal. 68 El milagro industrial de la dinastía Sung no fue un epi-
te, esta tesis se basa a menudo en los datos aportados por Robert sodio aislado de la historia de China. La economía no sólo siguió
Hartwell acerca de la producción de hierro y acero, que sugieren boyante, sino que sería una economía con importantes ramificacio-
que dicha producción se redujo rápidamente a partir de 1279. O, se- nes para las perspectivas de desarrollo de muchas otras regiones del
gún la expresión típica de esta tesis habitual del eurocentrismo rea- mundo, y muy especialmente de Europa (véanse los capítulos VI-
lizada por Fernand Braudel: IX). ¿De qué otras pruebas, pues, disponemos, que revelen los sig-
nificativos niveles del poder intensivo de China después de 1280?
Lo extraordinario es que después de estos inicios tan increíbles, la Un indicio del elevado poder intensivo de China estaría en su
metalurgia china no siguiera adelante después del siglo xm. Las base productiva agrícola. En el siglo XVI, la economía se había re-
fundiciones y fo1jas chinas no hicieron más descubrimientos, sino cuperado de los estragos de la peste negra. Los beneficios de la
que simplemente repitieron los viejos procesos. La fundición de co- agricultura no sólo habían incrementado en un 60 por 100 entre fi-
que -si es que llegó a ser conocida- no se desarrolló. Resulta di- nales del siglo XIV y el año 1600, sino que además sobrepasaban de
fícil averiguarlo, y más aún explicarlo. 63
largo los niveles alcanzados en cualquier lugar de Europa. Por otro
lado, buena parte del excedente de la agricultura china era destina-
El primer problema que plantea el desdén eurocéntrico es que el do a Ja exportación. No se trataba de una economía agrícola atrasa-
comercio internacional chino siguió boyante (como ya hemos ex- da basada en la mera subsistencia, sino que la producción agrícola
plicado), lo mismo que el comercio interno. 64 El segundo problema estaba muy comercializada y dependía del comercio internacio-
de la tesis eurocéntrica radica en que los cálculos de Hartwell son nal. 69 En definitiva, varios autores han elaborado detalladamente
discutibles no tanto porque exageran marginalmente los logros del una impresionante imagen del desarrollo agrícola chino en el siglo
período Sung, sino sobre todo porque subestiman los niveles de xvm. 70 Gernet incluso la califica de «época de prosperidad» y llega
producción de hierro y acero posteriores. Kenneth Pomeranz su- a la conclusión de que la agricultura china seguía muy por delante
giere que, al contrario de lo que se pensaba en otro tiempo, Ja pro- de la de Europa. 71 Cabe señalar también que entre más o menos
110 LOS ORÍGENES ORIENTALES DE OCCIDENTE PIONEROS CHINOS 111

1700 y 1850 los índices de crecimiento de la población china al- Por último, como explicamos en el capítulo IX, hasta el siglo xvm
canzaron unos niveles fenomenales, que sólo serían alcanzados en los europeos reconocieron el espíritu de lo que vengo sosteniendo
Gran Bretaña después de la industrialización del país. Ello implica aquí. Hasta 1780 no empezarían a revisar esta idea en lo que pro-
un incremento enorme de la producción agrícola y de la producción bablemente constituya uno de los casos más fantásticos de cons-
de grano per cápita, hecho que sin duda supone un potencial técni- trucción de una imagen social emprendida por los europeos en el
72
co enorme. Iones coincide con esta opinión, y sugiere que se pro- último milenio. En un momento dado, los chinos eran «todo un
dujo una sustitución de mano de obra por capital, fenómeno que ejemplo y todo un modelo de civilización avanzada», y al siguien-
continuó hasta después de la época Sung. 73 te no eran más que «un pueblo caduco [marcado por] la paraliza-
El elevado poder intensivo de China se vio reflejado también en ción eterna». Desgraciadamente, los especialistas en historia uni-
la exuberancia de su producción y de su comercio. En primer Jugar, versal de tendencias eurocéntricas (occidentales y chinos) han
cuantiosas importaciones de plata afluían al país procedentes de decidido erróneamente interiorizar el «argumento de la paraliza-
todo el mundo (hecho que, como ya hemos señalado, supone una ción», 75 cuando deberían haber centrado su interés en la idea de
prueba importante de la superioridad de la capacidad de producción China como civilización dinámica y avanzada durante la mayor
de China). En segundo lugar, había un importante conjunto de in- parte del segundo milenio.
fraestructuras capitalistas de carácter privado. 74 En particular, Ja Mi última contrapropuesta dice que antes de 1839 China fue ca-
banca privada era superior a la pública. Shansi constituía el princi- paz de controlar a los europeos a los que concedía permiso oficial
pal centro de la banca privada, y a comienzos del siglo XIX los ocho para acceder a sus mercados, y de derrotar en el terreno militar a los
bancos más grandes de China tenían más de treinta sucursales a Jo que, sin gozar de ese permiso, se atrevieran a desafiarla. Como tra-
largo Yancho del país. La inversión en el comercio y la industria era taré esta cuestión con más detalle en el capítulo VII, la dejaré de
superior a la agricultura, incrementándose considerablemente el po- momento aquí. En una palabra, parece lógico llegar a la conclusión
der de los mercaderes. En tercer lugar, la producción algodonera era de que China ni se retiró de la economía global a partir de 1434 ni
gigantesca, lo que exigía grandes cantidades de materia prima. A fi- su economía se agotó. De ese modo, resulta que la afirmación de
nales del siglo XVIII, China importaba de la India más algodón que Landes (citada anteriormente) en el sentido de que «el aislacionis-
el que importaba Gran Bretaña de América. A esto debemos añadir mo se convirtió en sinónimo de China» mientras que el mundo ex-
los argumentos aportados en el capítulo 4, a saber, que la renta per terior pasaba de largo ante ella, no es más que otro mito eurocén-
cápita en China era más o menos igual a Ja de Gran Bretaña en 1750; trico. Y la misma conclusión cabe aplicar a la India, el Sudeste
que su PIB era tan alto como el de Gran Bretaña en 1850; y que su Asiático y Japón, como veremos a continuación.
participación en la producción mundial de manufacturas era más
alta que la de Gran Bretaña hasta 1860. Por consiguiente, Ja preocu-
pación de muchos sinólogos eurocéntricos por relacionar el desarro-
llo económico chino con la irrupción de la influencia occidental a
partir de 1839 no reconoce el considerable progreso económico al-
canzado mucho antes del advenimiento de los británicos.
Crisis del Feudalismo
1.4. La crisis del siglo XIV

1.4.1. La crisis del feudalismo

Tras la expansión de los siglos XI y XII, en las últimas décadas del siglo XIII
comenzaron a registrarse los primeros signos de estancamiento. Se frenaba
el movimiento de roturaciones y se observaban retrocesos: suelos periféri-
cos, agotados por los cultivos, paulatinamente fueron abandonados. El retro-
ceso de la agricultura se puede explicar, en parte, por razones climáticas - la
“pequeña edad del hielo”, es decir, el enfriamiento del hemisferio norte- pe-
ro sobre todo por el estado de las técnicas que no lograban salvar ciertos
obstáculos.
La rotación trienal no permitía, en zonas menos fértiles, que los suelos
descansaran lo suficiente; para aumentar el rendimiento hubiera sido nece-
sario abonar la tierra, pero el abono -el estiércol- resultaba insuficiente. Pa-
ra obtener mayor cantidad de abono hubiera sido necesario aumentar el nú-
mero de animales. Pero esto resultaba muy difícil para las comunidades
rurales pequeñas, por la imposibilidad de alimentarlo: aumentar los campos
de pastura significaba reducir los campos de cereales. Dicho de otra mane-
ra, la alimentación del ganado era incompatible con la alimentación humana.
A esto se sumaban otros problemas, el desmonte intensivo (sobre todo des-
pués que se comenzó a aplicar la sierra hidráulica) determinó la falta de ma-
dera, pero además el agua no contenida por los bosques destruyó las capas
arables superficiales. En síntesis, los cultivos disminuyeron.
Dentro de las manufacturas, básicamente en la textil, también comenza-
ron a registrarse dificultades. Es cierto que en este sector las técnicas ha-
bían continuado desarrollándose, pero las prescripciones de los gremios
muchas veces prohibían emplearlas. Fue el caso, por ejemplo, del torno de
hilar. Estas medidas no eran sólo producto de una mentalidad conservado-
ra, deseosa de mantener la calidad del producto, sino que atendían al carác-
ter limitado de sus mercados. La introducción de técnicas podía aumentar la
producción generando una crisis de sobreproducción, con la consiguiente
caída de los precios.
También se detuvo la expansión a la periferia. Por ejemplo, los señores
alemanes detuvieron su expansión en Lituania; en los reinos españoles, la
frontera con los musulmanes se mantuvo durante dos siglos en el reino de
Granada. También el movimiento de las Cruzadas llegó a su fin después del
fracaso del efímero Imperio latino en Oriente, y la caída de San Juan de Acre
(1291) puso fin a la aventura. Se había cerrado la etapa de los largos viajes:
el mismo título de la obra de Marco Polo, el Libro de las Maravillas, era ex-
plícito del carácter excepcional de su expedición (1271-1295). Junto con los

47
Universidad Virtual de Quilmes

viajes, se redujo la actividad comercial: las ciudades del Hansa redujeron su


área de influencia y las ferias de Champagne entraban en decadencia
(1300) mientras eran reemplazadas por otras vías secundarias.
Esta reducción comercial también se vinculó con la escasez de moneda,
con la falta de metálico. En efecto, los monarcas comenzaban -como veremos-
a recuperar su poder e intentaban levantar sus reinos. Pero para ello necesita-
ban metálico: necesitaban pagar ejércitos que se impusiesen a las autono-
mías feudales, necesitaban pagar una burocracia que organizara el Estado. Pa-
ra esto recurrieron en gran escala a los préstamos, lo que provocó la crisis de
varios banqueros -como el caso de los Bousignori en 1297-; pero también, pa-
ra aumentar la masa monetaria, los reyes comenzaron a acuñar moneda con
distintas aleaciones, lo que produjo devaluación y problemas de inflación que
repercutieron en la inseguridad de las transacciones comerciales.
Todos estos síntomas se acentuaron en el curso del siglo XIV. Sin duda,
el más grave fue la disminución de la superficie cultivada (que obligó a algu-
nas ciudades italianas a importar cereales de Danzing), que demostraba la
fragilidad de la economía. Entre 1313 y 1317 se produjo la primera de las
muchas crisis que se dieron a lo largo del siglo. Una mala cosecha pronto
se traducía en falta de alimentos y hambrunas, y una población mal alimen-
tada resultaba presa fácil de pestes y epidemias. Pero el problema radicaba
en que el ciclo carestía-hambruna-epidemia, era un ciclo que se reproducía a
sí mismo. En efecto, la hambruna y la peste despoblaban los campos, no
sólo por el aumento de la mortandad sino por la huida de los campesinos
hacia las ciudades, generalmente mejor abastecidas por las políticas comu-
nales. El resultado era la falta de mano de obra para las tareas rurales, una
nueva mala cosecha, carestía, hambruna y epidemias. A mediados de siglo,
la “Guerra de los Cien Años” -conflicto en el que participaron varios países
europeos pero fundamentalmente Inglaterra y Francia (1339-1453)- acentuó
la crisis agrícola, sobre todo, en los campos franceses. Los incendios y las
depredaciones que las caballadas inglesas infligían a los campesinos y sus
sembrados provocaron más muertes que las mismas acciones bélicas. En
síntesis, a las malas cosechas, las hambrunas y las epidemias se sumaban
los efectos de la guerra.

ROMANO, RUGGIERO - TENENTI, ALBERTO (1972) Cap. 1: “La


´crisis´ del siglo XIV”, en: Los fundamentos del mundo moder-
no, Historia Universal Siglo XXI, volumen 12, Madrid, Siglo
XXI, pp. 3-39.

En 1348, llegaba a Europa la Peste Negra. Era la peste bubónica, de origen


asiático, trasmitida por las pulgas de las ratas que comenzó a propagarse
desde los puertos del Mediterráneo, y que al caer sobre una población pro-
fundamente debilitada por hambrunas y epidemias causó verdaderos estra-
gos. En 1348, la Peste Negra llegaba a Italia y a Francia; en 1349, alcanza-
ba a Inglaterra y a Alemania; en 1350, a los países escandinavos. De este
modo, la población europea quedaba reducida a sus dos terceras partes. La
caída demográfica recién pudo recuperarse en el siglo XVI.
Pero la crisis del siglo XIV fue fundamentalmente una crisis social: la cri-
sis de las estructuras feudales. En el transcurso de la Guerra de los Cien

48
Historia Social General

Años, los cambios en las tácticas militares, con mayor peso de la infantería Ver imágenes sobre
y la arquería (incluso la artillería en las primeras décadas del siglo XV) con- los cambios en las
técnicas de guerra.
movieron la función guerrera de la nobleza feudal, a caballo y con pesadas
1.15. Demanda del
armaduras. Graal, miniatura del
Incluso, la importancia que comenzaba a adquirir la arquería quedaba re- siglo XV y 1.16. El si-
flejada en las leyendas que comenzaron a madurar en el siglo XIV, como la tio de Orleans por el
Conde de Salisbury,
de Robin Hood y Guillermo Tell. Pero el poder de la nobleza se vio debilitado 1484.
fundamentalmente por la crisis de la agricultura y la huida de los campesi-
nos: la caída de la producción significaba la disminución de las rentas. Es
cierto que los señores intentaron solucionar el problema aumentando las
cargas sobre los siervos, es decir reforzando la servidumbre, como ocurrió
por ejemplo en Europa Oriental. Pero en otras regiones esto sólo sirvió para
acentuar los problemas de alimentación y la huida de los campos.
El abandono de los campos de cultivo posibilitó la extensión de las pastu-
ras y de la ganadería, sobre todo ovina, que transformaron a España y a Ingla-
terra en los grandes productores de lana para las manufacturas europeas.
Pero también la existencia de tierras que habían quedado vacantes permitió
a apropiarse de ellas a algunos campesinos que vieron mejorar su situación.
Esto condujo la formación de una clase de medianos y pequeños propietarios
libres -que en Inglaterra fueron llamados yeomen- que ya no dependían de
ningún señor sino que se vinculaban directamente con el mercado. Algunos
de ellos acuñaron fortuna, campesinos ricos -como los squire en Inglaterra o
los junker en Alemania- que aspiraron a formas de ennoblecimiento y, sobre
todo, a tener alguna participación en la administración política.
Estos nuevos propietarios ya no podían invocar antiguos derechos con-
suetudinarios sobre los campesinos, por lo tanto, para explotar la tierra de-
bieron -dada la extensión de su propiedad y una mayor complejidad de los
cultivos- contratar mano de obra asalariada. También los señores debieron
contratar trabajadores asalariados o -más frecuentemente- arrendar sus tie-
rras a campesinos libres. De un modo u otro, esto significaba la disminución
de la servidumbre y, por lo tanto, de la base del orden feudal. Al mismo tiem-
po, comenzaba a conformarse un mercado de mano de obra asalariada rural.
La crisis también se sintió dentro de las manufacturas. Afectó, sobre to-
do, a la producción suntuaria, de alto costo y de alta calidad, controlada por
los gremios, que entró en crisis por la falta de moneda y por la restricción de
sus reducidos mercados. Sin embargo, esto también abrió la posibilidad de
otras transformaciones. Algunos comerciantes, para escapar de la rigidez de
las corporaciones urbanas, comenzaron a aprovechar la larga tradición textil
campesina. Estos comerciantes compraban la materia prima y la entregaban
a los campesinos que realizaban el tejido con sus propios instrumentos, lue-
go el comerciante recogía el producto terminado, pagando por la cantidad
producida, y se encargaba de su comercialización. Comenzaban a desarro-
llarse así las manufacturas domésticas rurales.
Si bien el acabado y el teñido de los tejidos se efectuaba en las ciudades,
dentro del ámbito de las corporaciones, muchas veces los gremios de tejedo-
res urbanos vieron en las manufacturas domésticas una fuerte competencia.
En algunas ciudades, como en Gantes, los gremios urbanos organizaron ex-
pediciones armadas para destruir los telares campesinos. A pesar de esto, la
nueva forma de producción manufacturera se extendió ampliamente, sobre
todo en las zonas de actividad ganadera, como un complemento de las ta-
reas rurales. Esto ocurrió en Inglaterra, pero también en los Países Bajos,

49
Universidad Virtual de Quilmes

Alemania, Italia y Francia. Esta nueva producción textil era de más baja cali-
dad que los antiguos paños -incluso la producción de extendió al lino y al cá-
ñamo-, sin embargo, tuvo amplia acogida entre la burguesía y los sectores
campesinos más ricos que ya dejaban de hilar y tejer. Además de textiles,
con el mismo sistema comenzaron a producirse cuchillos, clavos, y objetos
de madera. En síntesis, como consecuencia de la crisis tanto la agricultura
como las manufacturas sufrieron importantes transformaciones que pusieron
en jaque los pilares del antiguo orden social.
La crisis del antiguo orden implicó también profundos conflictos sociales.
En primer lugar, movimientos campesinos. La inquietud social en el ámbito
rural se había expresado en la huida de los campos, y muchas veces esta
inquietud tomó la forma de la marginalidad y el vagabundeo, o incluso de es-
tallidos desesperados, violentos y cortos. Pero hubo también movimientos
de mayor envergadura que expresaron las dificultades de reacomodamiento,
FOSSIER, ROBERT derivadas de los cambios que se estaban viviendo, como la Jacquerie france-
(1996), Tercera Par- sa de 1358 y el levantamiento inglés de 1381. Como señala Fossier, estos
te: “La aceleración, 1270- movimientos no fueron el resultado de una miseria exacerbada sino la reac-
1520”, en: La sociedad me-
dieval, Barcelona, Crítica, ,
ción de campesinos que habían comenzado a mejorar y temían perder su si-
pp. 371-477. tuación. Los motivos que estaban atrás de los levantamientos -la falta de
consideración de los nobles, el desorden de la hacienda real, las fluctuacio-
nes monetarias- dejaban indiferentes a los más miserables pero eran asun-
tos de importancia para los campesinos medios en la medida que consti-
tuían el marco de su vida social. En este sentido, estos movimientos, aún
sin demasiada organización ni objetivos precisos, reflejaban las transforma-
ciones que se estaban produciendo en la estructura de la sociedad.
También la época fue propicia para los movimientos urbanos. Desde fi-
nes del siglo XIII y a lo largo del siglo XIV, se ampliaron los movimientos en
contra del poder político de las oligarquías urbanas: hubo agitación social en
las ciudades flamencas (1280); se levantaron Gantes, Lieja y Brujas por
nuevos impuestos (1292); hubo estallidos en Florencia y otras ciudades ita-
lianas (1300); se amotinaron los artesanos de París (1306). Pero también
apareció un nuevo tipo de movimiento que marcaba la crisis de las antiguas
corporaciones. Se comenzaban a invocar el derecho al trabajo -en 1337, al
grito de “Libertad y Trabajo” se amotinaron los bataneros de Gantes- y pro-
blemas vinculados a contratos y salarios, como en los levantamientos de te-
jedores en los Países Bajos entre 1320 y 1332; en la rebelión de los ciom-
pi (tejedores) en Florencia en 1378, y en los disturbios en varias ciudades
de Francia entre 1379 y 1383. Los movimientos urbanos -como los rurales-
fueron duramente reprimidos pero también permitían percibir la quiebra de
las antiguas formas corporativas.
Muchos de estos movimientos estuvieron revestidos de ideas religiosas.
Si la religión era el sistema cultural e ideológico de toda la sociedad, también
la protesta asumía lenguaje y formas religiosas. La protesta religiosa asumió
varias formas. En Francia, ya desde 1256, jóvenes de ambos sexos, dedica-
dos al vagabundeo y la mendicidad, engrosaron las bandas de místicos (be-
guines) que llevaban una vida de pobreza dedicados al trabajo manual. En In-
glaterra, pese a la represión, durante mucho tiempo persistió el movimiento
de los “lolardos,” cuyas ideas resonaron en la rebelión campesina de 1381.
En efecto, los lolardos habían recogido y llevado hasta sus últimas conse-
cuencias algunos de los principios de John Wyclyff (1320-1384) –monje de
Oxford considerado herético– quien pretendía demoler el funcionamiento de

50
Historia Social General

las estructuras clericales de su época a través del mito del retorno al cristia-
nismo primitivo. Los lolardos condenaron la corrupción, la molicie, la riqueza
y el lujo desmesurado que corroían a la Iglesia en una crítica religiosa que se
confundía con la crítica social. En toda Europa, aparecieron también los “fla-
gelantes”, bandas de hombres que recorrían las ciudades autocastigándose
con correas con puntas de hierro (1349). Movimiento milenarista, ellos se
preparaban para el fin del mundo y el advenimiento de la “edad de oro”, edad
que caracterizaban como un mundo más justo sin ricos ni pobres.
En síntesis, los movimientos religiosos que estallaron en el siglo XIV fue-
ron movimientos heréticos e igualitarios y estaban señalando la crisis de la
conciencia cristiana colectiva. Y esto se vinculaba también con el profundo
impacto que la crisis producía sobre las mentalidades. La presencia cons-
tante de la muerte, sobre todo durante los años de la Peste Negra que diez-
mó a la población europea, transformaba la imagen de Dios: el Dios pater-
nal era reemplazado por la imagen de un Dios vengativo, el Dios de la ira.
Pero se transformaba también la misma idea de la muerte. Si antes la muer-
te era representada como un ángel, como un tránsito indoloro, a partir de
1350, comenzó a representarse como un ser cadavérico armado que causa-
ba estragos a su alrededor. La muerte fue personificada como un poder au-
tónomo, independiente de Dios, que podía actuar arbitrariamente por propia
iniciativa.
Ante la idea de la arbitrariedad de la muerte surgieron entonces actitu-
des polarizadas. Unos procuraron salvar el alma, asumiendo una religiosi-
dad más pura que permitía prepararse para la muerte. Y esta idea de purifi-
cación alimentó a los movimientos heréticos. Pero también, la cercanía de la
muerte reforzó las actitudes hedonistas. Ante lo efímero de la vida, se valo-
ró el goce, el erotismo y los placeres sensoriales. Esta fue la actitud que
quedó plasmada en dos importantes textos literarios de la época, el Deca-
merón de Boccaccio (1313-1375) y los Cuentos de Cantórbery, de Chaucer
(¿1340?-1400).
Pero la literatura también comenzó recoger y registrar manifestaciones -
antes desechadas- de la cultura popular de tono fuertemente satírico. La
“cencerrada”, por ejemplo, era un alborotador y ruidoso ritual -apóstrofes,
clamores, gestos obscenos y de burla- que los jóvenes dedicaban a las per-
sonas de mayor edad que habían cometido algún acto de transgresión: el
más frecuente era el matrimonio que violaba los límites habituales de la
edad. Pero muchas veces, también la “cencerrada,” en sus burlas mostra-
ba elementos de crítica social, al mismo tiempo que con la música, el rui-
do, los bailes, los gestos proclamaban el triunfo del placer de sensorial. La
Iglesia era hostil a estos rituales por su carácter licenciosos y por las más-
caras que deformaban la figura natural del hombre hecha por Dios a su se-
mejanza. De allí que en 1329 se amenazó, vanamente, con la excomunión
a sus participantes. Pero esto tampoco impidió que la “cencerrada” fuera
recogida por otros sectores sociales: como el culto autor de la Roman de Ver imagen 1.17. Cul-
Fauvel. tura popular: “Cence-
rrada”, miniatura de
Roman de Fauvel, pri-
mer tercio del siglo
XIV.
Obra blasfematoria y crítica, el Roman de Fauvel satirizaba el estado deplorable
de la corte de los reyes Felipe IV y Felipe V y enunciaba una profecía sobre el si-
niestro fin de ese mundo. Según el argumento, Fauvel -que vivía en un establo-
es conducido por la Fortuna al palacio real donde rápidamente -en medio de los

51
Universidad Virtual de Quilmes

halagos cortesanos- se transforma en el señor más poderoso de mundo. En su es-


pléndida corte, contrae matrimonio con la Dama Vana Gloria, unión de la que
nacerán innumerables pequeños “Fauveles” que se esparcirán como una plaga
por el mundo entero.
Escuchar tema musi-
En 1316, un amigo del autor, también magistrado de la Corte de París, puso mú-
cal 1.18.: Le Roman
de Fauvel, Clemencic sica a la obra a partir de partituras originales (compuestas por Philippe de Vitry pa-
Consort (Selección). ra tal fin) o adaptando otras composiciones anteriores (algunas de las cuales se re-
montan a fines del siglo XII).

En síntesis, si bien la Cristiandad continuaba siendo presentada como un to-


do armónico y el cristianismo seguía siendo el sistema cultural e ideológico
de toda la sociedad, la crisis del siglo XIV comenzó a manifestar las ruptu-
ras. En primer lugar, la crítica al sistema eclesiástico y a lo que se conside-
raban “falsos” valores religiosos anunciaba la ruptura que implicó la Refor-
ma en el siglo XVI. Además, como veremos, comenzaba a conformarse cada
vez con más vigor una cultura laica que ponía su acento en la razón. Es cier-
to que los herejes fueron condenados a la hoguera y que muchos intelectua-
les fueron perseguidos y enviados a prisión. Incluso, el Obispo de París llegó
condenar una serie de proposiciones de Tomás de Aquino -a pesar de que
había sido canonizado en 1323- donde se distinguía la fe de la razón para
unirlas después en una relación necesaria. Sin embargo, el movimiento con-
tinuó para culminar en la constitución de una cultura laica que tendrá su pri-
mera expresión en el Humanismo de los siglos XV y XVI.

Ciudades y monarquías
Ver imagen 1.19. La El efecto más notable de la crisis del siglo XIV fue el crecimiento de las ciu-
ciudad burguesa: Am- dades. La multiplicación de barrios nuevos, adosados a las ciudades, provo-
brogio Lorenzetti: Ale- có una brusca dilatación del espacio urbano. Esta ampliación quedó regis-
goría del buen gobier-
no, Fresco del palacio trada en la construcción de nuevas murallas: la mayoría de ellas se
Público, Siena c. levantaron entre 1300 y 1380. El caso de París es paradigmático: si las mu-
1338. rallas del siglo XII rodeaban 275 hectáreas, las construidas en 1360 conte-
nían 450 hectáreas. Eran ciudades también donde la preocupación por la
apariencia resultaba más notable. Las disposiciones municipales buscaban
el decoro -ordenaban la limpieza de las inmundicias, procuraban que los car-
niceros establecieran los mataderos fuera de loas murallas- al mismo tiem-
po que las casas burguesas aparecían con nuevos adornos. Era una ciudad
-de una gran heterogeneidad social- donde claramente los más ricos impo-
nían un “orden burgués”.
Era también una ciudad que se vinculaba cada vez más con el campo. En
efecto, la quiebra de los marcos señoriales, permitió a la ciudad extender el
dominio sobre su entorno. Los burgueses ricos acentuaron las inversiones
rurales, pero eran hombres que no estaban acostumbrados a las tareas agrí-
colas, por lo tanto, arrendaban las tierras o las explotaban con la ayuda de
un administrador. Lo significativo era tal vez el cambio de actitud: la búsque-
da permanente y conciente de la ganancia, expresada en el dinero que se
transformaba en la medida del poder. En síntesis, la crisis nobiliaria abría
las puertas del comercio de la tierra a nuevos inversores urbanos.
Junto con esta poderosa burguesía urbana, también se recortaron cada
vez con mayor claridad nuevos grupos sociales, reclutados de las filas bur-
guesas: los juristas -hombres de leyes-, o los nuevos funcionarios al servicio

52
Historia Social General

de la administración. La presencia de estos, como la de los jefes de las ban-


das de guerreros mercenarios que actuaban mediante un contrato o “con-
dotta” -de allí la figura del “condottiero”-, se vinculaba estrechamente con
las modificaciones que se estaban produciendo dentro de las monarquías.
Indudablemente, la debilidad de los señores feudales permitía el mayor for-
talecimiento de las monarquías, la consolidación de esas entidades territo-
riales que constituían los reinos. La prueba más notable la constituyó tal vez
la Guerra de los Cien Años que iniciada en 1339 como una lucha feudal cul-
minó a mediados del siglo XV como una lucha entre monarquías. En sínte-
sis, la profesionalización de la guerra, la aparición de sistemas fiscales para
mantenerla, la validación de la política y la administración como una ocupa-
ción sentó las bases del poder de los reyes y de la formación de los nuevos
Estados.

53
pre modernidad
CONEXIONES
130
límnlaI relaciones estratégicas que conforman los términos en
dertas
Z Ä i S e n á v i d a s homafas. l a s t r e s modos son instmmcn.os ÍV.. EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN "
í I r a p c n r c X c o n e x i o n e s cruciales edmeadas.entre los enropeosen.
-•>
c x l S T n " los demás habitantes del globo, con el fin de qnc podamos
apreciar las consecuencias de tales conexiones. NINGúN observador que hubiera mirado el mundo en el año 800 habría
advertido la península europea. Roma había caído y ninguna potencia
" ^centralizada había tomado su lugar; una multitud de dominios tributarios
• •
estrechos se disputaban los derechos a la herencia romana hecha pedazos.
jEl centro de gravedad política y económica se había desplazado hacia el
. este, hacia Bizancio, "la nueva Roma", y al califato musulmán. Pero ape-

nas 600 años después, en 1400, el observador habría encontrado una
fe Europa muy diferente y un cambio muy acentuado en sus relaciones
con las colindantes Asia y África. Un buen número de principados se
• • habían fusionado y formado varias entidades administrativas, las cuales
competían airosamente con sus vecinos del sur y este y se hallaban a punto
de lanzarse en grandes aventuras al otro lado de los mares. ¿Qué había
pasado?
Para responder esta pregunta debemos considerar cuando menos tres
problemas interrelacionados. En primer lugar, los cambios habidos en el
•. comercio de grandes distancias, que alteraron la posición de Europa, que
'. .
- •, dejó de ser un borde dependiente del Asia y se transformó en un territorio
, ' l» clave del desarrollo comercial. ¿De qué índole fueron estos cambios? En
• • •':' •
segundo, el hecho de que los muchos, pequeños y dispersos principados
del año 800 se habían transformado en reinos consolidados en lo político
' . y en lo militar. ¿Qué intervino en esta consolidación? Tercero, varios de
estos regímenes consolidados buscaron nuevas fronteras, en abierta colabo-
ración entre gobernantes guerreros y la clase mercantil. ¿Qué fuerzas im-
«I
pulsaron a dichos Estados hacia la expansión, y cuál fue la naturaleza
de la colaboración en cada caso?

E L CAMBIO EN LAS PAUTAS DEL COMERCIO A GRAN DISTANCIA

La región del Mediterráneo occidental y la del suroeste de Asia estaban


• vinculadas por añejas conexiones. Periódicamente, el equilibrio del poder
pasaba del sector occidental a su contraparte oriental y luego volvía a
• Occidente. La arqueología nos ofrece un cuadro en que Asia domina en
.
producción de excedentes, formación dq Estados, especialización en arte-
" sanías, construcción de ciudades y comercio'a grandes distancias. La pre-
• • . sencia de Egipto y Mesopotamia en el Egeo en el segundo milenio a . c , puso
• t-'i • J
ea marcha el crecimiento del comercio con el occidente de Europa, el
K . 131 *

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132 , CONEXIONES EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN 133


cual proporcionó al sector oriental algunos recursos, a cambio de los cua> oriente. El comercio con el Cáucaso, el interior de Asia, Arabia, la In-
les transfirió artículos valiosos a los jefes de Occidente. Fenicios y carta- dia y China se hizo más importante que las conexiones comerciales con el
gineses .siguieron los pasos de los comerciantes egéós; virio luego un cambio -Mediterráneo occidental. Este comercio' mediterráneo, hoy marginal, lo
en la marea. En el siglo m a . c , la expansión griega abrió las puertas, a continuaron comerciantes de Siria y, sobre todo, judíos, por ejemplo, los
*'una corriente casi ininterrumpida de pueblos provenientes del sureste de mamados radanitas o al-radhaniva (quizá del persa rah dan, que significa
Europa [que] se volcaron en Siria, Babilonia e Irán" (Qhirshman, 1954: lí'cónoccr el camino"), que conectaban "las tierras de los francos" con
225). La expansión romana siguió el mismo curso y convirtió a Egipto en -Egip to y a Egipto con China.
el granero de Roma. S^Es poco lo que sabemos sobre la historia económica del mundo musul-
Vino luego la prolongada caída del Imperio romano; gradualmente mán, pero podemos esbozar algunos de sus aspectos sobresalientes. Em-
el campo se impuso sobre las ciudades. Económicamente, a partir del pezando en el siglo vm, los países islámicos sufrieron una revolución
100 d . c , las diversas partes del imperio se fueron volviendo autosuficien- ' agrícola que trajo consigo cambios en plantas y en estirpes de plantas, en
tcs. La producción de alimentos no podía abastecer a las ciudades; las costumbres agrícolas y en tecnología de riego. Esta revolución inició una
gran expansión de la colonización y de la recolonización. El sector agrícola
artesanías urbanas abandonaron las ciudades y se establecieron en el inte-
produjo rendimientos crecientes que se re-enviaron a la intensificación-
rior. La notable estructura política y jurídica de Roma que se había I
agrícola y que fundamentaron una expansión del comerico y de la vida
"centrado en organizar un poder abrumador exigiendo inexorablemente*
urbana. A partir del siglo rx el mundo islámico disfrutó de un monopolio
•orden y obediencia en una esfera de vida limitada" (Deutsch, 1954:10),
virtual sobre el oro del Sudán y los tesoros de Egipto e Irán. Todo lo cual
fue perdiendo su eficacia. Los ejércitos provinciales se volvieron casi au-
aumentó enormemente la escala de las relaciones comerciales del Islam y
tónomos, y las provincias fronterizas del imperio ganaron presencia frente
su producción artesanal, tanto para élites internas como para consumidores
al centro del imperio.
¿externos de artículos de lujo.
Cuando un caudillo segundón, Odoakar el Heruliano, soltó el golpe
final en el occidente a un ejército romano, Roma "cayó", pero únicamente] • Vemos, pues, que el Islam y el cristianismo de Oriente se habían divi-
en su órbita occidental. Sobrevivió un milenio,en sus dominios orienta-« dido gran parte del litoral del Mediterráneo; sin embargo, ambos dieron la
les, Bizancio, la nueva Roma. Bizancio mantuvo su rumbo sobre las sendas espalda al mar. La herencia desmoronada de la Roma occidental cayó
señaladas por la expansión griega, pero conservando las instituciones y en manos de la cristiandad occidental, y luego surgió un cúmulo de Estados
el derecho de Roma, una avanzada vida urbana, una lealtad religiosa tributarios encabezados por los jefes teutones a los que apoyaban sus guar- •
días. En la cristiandad occidental no había ciudades comparables con .
común al cristianismo oriental y una moneda de oro que fue la envidia de]
Occidente hasta el siglo XL En el siglo vi creó, además, una marina po-j Constantinopla, con no menos de 200 000 habitantes (Russell, 1958), Bag-
derosa que cerró los accesos occidental y meridional a Bizancio a la vez] dad, con unos 400 000 (Adams, 1965:115) o Córdoba con 90 000 (Rus-
que permitió al Estado extenderse hasta los linderos del Mar Negro, de] sell, 1972:178). Aunque las artesanías urbanas se habían establecido en
donde tomó grandes cantidades de trigo, madera y esclavos. De hecho] el campo, las zonas rurales de Europa habían vuelto a caer en la agricul-
su poderío fue más helespontino que mediterráneo; esta última región lal tura de subsistencia y el intercambio localizado. No habían desaparecido
abandonó en manos de otros pretendientes. los mercaderes europeos dedicados al comercio de grandes distancias (Ver-
Casi toda la región mediterránea se dividió entre el Islam y el cristia-1 cáuteren, 1967), pero sus actividades resultaron opacadas a partir de los
nismo occidental. El islam se desbordó rápidamente, a partir de la ciudad I siglos vi al vm por sirios y judíos que conectaron el Levante con la penín-
de La Meca, centro y confluencia de caravanas, y en el curso del siglo vnj sula europea, que se convirtió en terreno "explotado para beneficio de
conquistó todo el norte de África, Durante el segundo decenio del si-; ^Siria, Alejandría y Constantinopla" (Lewis, 1951:14). Europa propor-
glo vm, los ejércitos musulmanes ocuparon casi to.da la península ibérica;; cionaba principalmente esclavos y madera, y recibía a cambio algunos
en el siglo rx cayó en sus manos la isla de Sicilia. Cuando la capital del; artículos de lujo.
califato islámico se pasó de Damasco a Bagdad a mediados del siglo vm, Los esclavos europeos llegaron al Cercano Oriente no únicamente por
el centro de gravedad islámico se mudó hacia el este, alejándose del Medi- las rutas marítimas del Mediterráneo, sino también, junto con pieles pre-
terráneo, en un movimiento que fue paralelo al cambio de Bizancio hacia. ciosas y otros productos, al Mar Negro, siguiendo el curso de los ríos de

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EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN 135


134 CONEXIONES
ques cada vez mayores que le llegaban de todos lados. Venecia se convirtió
í Rusia. Los llevaban los varangian rus, una rama de pueblos marineros de hecho en agente comercial de Bizancio y acaparó gran parte de su
}y saqueadores que había salido de sus viks, o caletas de Escandinavia, para 1
comercio marítimo. *
hostigar los litorales de Europa y para llevar esclavos'a los mercados del J
Cercano Oriente. En el siglo rx empezaron a subyugar y colonizar por- CONSOLIDACIóN POLíTICA
ciones de Inglaterra y Normandía, del litoral báltico y de Rusia. En esta
etapa, es posible concebir a la península europea como un territorio rodea- Y mientras las ciudades portuarias italianas cobraban importancia en la
do de agua por tres lados, dominado por un comercio de grandes dis- región del Mediterráneo, las tierras rurales del interior, al sur y al -norte
tancias cuyo centro se hallaba en el Helesponto y el Levante. de los Alpes, iban quedando atrapadas en procesos de consolidación eco-
nómica y política, los cuales operaban en dos niveles: uno local y otro re- '•
¿'gional. Vimos ya que la declinación de Roma en el Mediterráneo occiden-
Surgen los puertos italianos , tal significó un colapso y un desmantelamiento de la superestructura
^jurídica y política de Roma, así como una retirada simultánea de las arte-
En el curso del siglo rx, se metieron en este comercio nuevos competidores sanías urbanas al campo. La ruralización y la difusión crecientes de la
que provenían de las ciudades portuarias que eran enclaves bizantinos -tecnología artesanal proporcionaron la base técnica para el desarrollo de
situados a lo largo de la costa de Italia. Los más importantes eran Ve- una nueva forma de organización político-económica. Esta forma agrupó
necia, al fondo del Adriático, y Amalfi, sobre el Golfo de Salerno. Al prin- ;
a los cultivadores alrededor del fortín de un lord (del anglosajón hlaf-
cipio -fueron modestos intermediarios en un comercio que no era de gran • weard, o guardián del pan, el que da de comer a los dependientes) super-
importancia para las potencias que gobernaban el Levante. Partiendo de ordenado. -Los cultivadores se asignaban a los lords conforme a acuerdos
sus posiciones"' iniciales de agentes de negocios, ambas ciudades aprove- ¿de dependencia, cuyos orígenes y características precisas variaban muchí-
charon la gradual intensificación de su comercio. simo, y que definían de diferentes maneras la transferencia' de tributo de
En 977 el mercader árabe Ibn Hawqal dice que Amalfi era "la población los productores de excedentes a los tomadores de excedentes. Estos acuer-
más próspera de Lombardía, la más noble, la más ilustre, por razón de sus dos fundamentaban el poder militar y político de un determinado tomador
condiciones, la más rica y opulenta" (citado en López y Raymond, 1955: de excedentes en sus relaciones con sus camaradas, así como el poder de los
5 4 ) . Sin embargo, pronto fue víctima de vecinos depredadores. Por su tomadores de excedentes como clase.
parte, Venecia ascendió más y más; intercambió hierro, madera, equipos Después del año 1000 los excedentes así producidos aumentaron consi-
navales y esclavos de Occidente por sedas, especies y marfiles de Oriente, a derablemente, como resultado de la intensificación y extensión del cultivo.
lo que agregó sal de sus lagunas y productos de su industria del vidrio. '•Esto fue particularmente cierto en regiones situadas al norte de los Alpes,
En el siglo x otros dos puertos de la Lombardía italiana se lanzaron en • donde la introducción de la rotación trienal por medio del arado pesado
una carrea de expansión comercial y militar: Pisa y Genova, sobre el Mar I arrastrado por caballos dio por resultado un aumento absoluto eri los exce-
Tirreno. Ante las correrías de los musulmanes convirtieron en buques sus I dentes. Al despejar los densos bosques que cubrían la Europa -continental
botes pesqueros y atacaron venturosamente Córdoba, Cerdeña y el litoral • y arar la llanura europea aumentó el monto de la tierra arable que
del norte de África. podía producir excedentes. Ambos procesos ocurrieron bajo la autoridad
Gracias a sus triunfos en el comercio y en la guerra, estas ciudades ita- de señores tomadores de tributos, y ambos, a su vez, aumentaron el po-
lianas empezaron a inclinar el fiel del intercambio entre las mitades orien- der de la clase dominante.
tal y occidental del Mediterráneo en favor de esta última. Como no tenían Una mayor producción de excedentes acrecentó todavía más la capa-
territorio en el interior que dedicar a la agricultura, su frontera de ex- cidad militar de esta clase, que descansaba en su aptitud de sostener el
pansión era el comercio marítimo. Esto las colocó en situación de ser las alto costo de los caballos y armaduras de guerra.
principales beneficiarias de la nueva unión de poder e influencia que se pre- \.E1 movimiento hacia la consolidación política bajo un reino central
sentó en el Mediterráneo después del año 1000. Para entonces, Bizancio dependía de la aptitud combinada de extraer tributo para pagar la guerra
había puesto en marcha una política de consolidación militar en tierra; y para desarrollar un potencial bélico proporcionado a la escala de la
encomendó a sus campesinos armados que la defendieran contra los ata-

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136 CONEXIONES EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN 137


tarea política. En esencia, había tres modos en que esto podía lograrse,. por acrecentar los recursos reales por medio de la conquista externa. Aprir
!Unö era la ;expansión h a d a afuera, contra potencias enemigas y para apo- sionado en sus provincias germánicas originales (Urdeutschland) por com-
derarse de excedentes de enemigos externos. Otro era descubrir recursos, petidores poderosos, la única estrategia que le quedaba para ampliar los
fueran internos o bien adquiridos como botín, que se vendían a comer- recursos reales era la conquista externa. Tal estrategia exigía fundamen-
ciantes a cambio de artículos o créditos que eran muy convenientes. El talmente poner a Italia en la corona imperial alemana. Este empeño falló
último consistía en aumentar el dominio real, el territorio del cual el rey en 1176, año en que las ciudades-Estados lombardas se unieron y derro-
podía extraer apoyo directo sin la interferencia de intermediarios. Los na- taron al emperador en Legnano, lo cual, de paso, puso fin a las aspiracio-
cientes Estados europeos siguieron estas tres estrategias, entremezclándolas nes centralizantes de los reyes alemanes.
de modo diferente en momentos diferentes y obtuvieron resultados tam-
I
bién diferentes. • •
.... .• • _ ^ , -,- :,. . i Comercio
' La guerra en el exterior
Una segunda estrategia que consistía en la comercialización de productos,
El apoderarse de recursos externos fue la estrategia dominante que si- cosechados o ganados en la guerra, cobró fuerza al lado de otros medios
guieron las potencias ibéricas de Portugal, León-Castilla y Aragón en su para hacerse de excedentes. El comercio y la guerra se alimentaban for-
reconquista de la España musulmana. Las Cruzadas fueron otro intento zosamente uno al otro; al mismo tiempo entrañaban diferentes principios
por usar esta estrategia, que siguieron los reyes de Francia e Inglaterra de organización. El comercio indujo la formación de compañías comer-.
poco después de su consolidación inicial en el poder (1096-1291). El cíales y las federaciones de comerciantes. Y la guerra dio gran valor a los
motivo declarado de las Cruzadas fue la reconquista de la Tierra Santa especialistas militares, a los que había que alimentar y abastecer por medio
que estaba en manos de los infieles. En otro nivel, sin embargo, las Cru- de una base segura de tributarios. A veces colaboraban los comerciantes
zadas fueron esfuerzos por consolidar sistemas políticos incipientes atacanv y ios militares; otras, estaban en malos términos. Edward W. Fox ha
do a enemigos muy debilitados. Bizancio se estaba retirando hacia sus dicho:
territorios centrales, y dejaba el grueso de su comercio en manos de los
El feudalismo, como sistema, se nutrió de la producción agrícola de innu-
venecianos. El califato abasida de Bagdad se vio asolado por rebeliones
merables feudos individuales, de hecho estaba unido muy sueltamente de-,
internas y por ataques nómadas externos, quizá porque el éxito mismo de bido a la circulación de mensajes y hombres en la practica de la protección
su comercio a gran distancia había gravado en exceso a su campesinado militar. Para poder existir, la sociedad comercial dependía de la circula-
productor de tributos (véase Anderson, 1974:509). A final de cuentas, ción de mercancías, transportadas por agua cuando ello era posible, y de,
las Cruzadas fallaron, y en ningún caso produjeron beneficios directos a los mensajes, en forma de órdenes y pagos. Se trata de operaciones muy dife-
reyes del noroeste de Europa. rentes, sobre las que hay evidencia tradicional que indica que de ordina-
Los verdaderos beneficiarios de las Cruzadas fueron las ciudades por- rio no se mezclan [1971:57]. . . • -
tuarias italianas a las que se pagó por los servicios de acarreo que prestaron,
que comerciaron con el botín obtenido y que, en la estela de las gue- En cierta medida, podemos visualizar el crecimiento de Estados euro-
rras, establecieron colonias extraterritoriales tanto en Bizancio como en" el peos durante la Edad Media como una contienda entre bloques políticos
Levante musulmán. Conforme franceses e ingleses se retiraban, los merca- que descansaban en núcleos agrícolas y en el poder militar, por una parte,
deres italianos —ahora reforzados en número e influencia por la creciente I y por la otra en redes mercantiles situadas a lo largo de rutas de tráfico
participación de las ciudades italianas del interior— pudieron lanzar su fluviales y marítimas. La suerte corrida por las ferias dé Champagne nos
gran expansión en comercio y en finanzas "desde Groenlandia hasta Pe- ofrece un ejemplo muy expresivo. Estas ferias eran visitadas por comer-
kín", según expresión de Robert López. En su expansión, esta red comer- ciantes italianos que acudían a intercambiar mercancías del Mediterráneo
cial italiana, saltando los Alpes, inició contactos con poblaciones sur- por productos septentrionales a través de la garganta formada por los ríos
germanas y, cruzando la Renania, con Flandes e Inglaterra. Ródano y Saona. Florecieron mientras se-mantuvieron independientes del
El emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico hizo otro intento reino de Francia y del Sacro Imperio Romano de la nación germánica.

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EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN 139
CONEXIONES
138
demos de enjaezar animales de tiro se refiere a esta región. Desde esta
_Cuando en 1285 él reino de Francia se apoderó de la región, las ferias de-;
base inicial, los reyes de Francia procedieron á ensanchar su dominio directo.
cunaron a resultas de un aumento en los impuestos, guerras. crecientes y
por medio de la guerra, de la ayuda del clero y de estrategias matrimo-
restricciones a la importación de lanas inglesas y de telas de Flandes.
niales. Ya para 1328 el dominio real y los feudos de la Corona francesa
Entonces el comercio se dirigió a las rutas costeras marítimas y a las rutas
abarcaban casi todo lo que hoy es Francia.
terrestres situadas entre el norte, de Italia y el valle del Rin. A lo largo de
^•Inglaterra se formó cuando un grupo de vikingos franceses procedentes
la ruta marítima aumentó el número de corporaciones y ligas mercantiles
£<cíe Normandía, crearon, por la fuerza de las armas, una "Normandía In-
que buscaban autonomía, tales como los consolats de Cataluña, la Her-
glesa" (Douglas, 1969:29) al otro lado del Canal de la Mancha. El núcleo
mandad de las Marismas de los puertos del Cantábrico y las hermandades
Cde esta Normandía Inglesa lo creó Guillermo el Conquistador cuando re-
comerciales o nansas que en el siglo xra se extendieron desde Colonia y la
partió feudos entre sus seguidores pero reservándose un dominio directo,
Renania hacia Lübeck y Hamburgo. A lo largo de rutas que remontaban
dentro de cada señorío, mayor que el de cualquier vasallo. No tardaron
los Alpes y llegaban al Rin, se formaron Estados de paso íntimamente
en chocar los dominios inglés y francés. Los reyes de Francia e Inglaterra
ligados con los movimientos de mercancías por arriba de las montañas;
pelearon durante siglos la posesión de la "Francia" occidental y meridional.
entre ellos cabe mencionar la Confederación Suiza y el Tirol. A lo lar-
Hasta el siglo xm los "ingleses" controlaron la mejor parte de "Francia",
go del alto Danubio y el Rin, los siglos xm y xrv presenciaron un flore-
de la cual fueron expulsados en 1453.
cimiento de casas de comercio en las poblaciones del sur de Alemania y I
Todos los Estados europeos crecieron lentamente, como entidades com-
de confederaciones mercantiles como la Liga Suaba, la Liga Renana y la i
puestas de, diferentes segmentos y acrecencias. Sus límites pudieron haber
Hermandad de las Diecisiete Poblaciones de Flandes y Brabante. Aunque
sido muy diferentes, lo cual hubiera creado un mapa de Europa muy di-
ninguna de estas federaciones mercantiles fue independiente de señores
ferente del conjunto de países que en nuestros días consideramos como
militares basados en la tierra, "las ciudades de la faja de las rutas comer-
entidades nacionales inalienables. Este mapa imaginario bien" pudo haber
ciales del Mediterráneo al Mar del Norte y al Báltico fueron a lo largo de
mostrado un imperio con base marítima que comprendiera Escandinavia, el
muchos siglos lo bastante fuertes como para frustrar cualquier intento
litoral septentrional de Europa e Inglaterra; un Estado que comprendiera
de administración militar" (Rokkan, 1975:576).
el oeste de Francia y las Islas Británicas; una unión del oriente de Francia
y del occidente de Alemania o un Estado que comprendiera los valles del
Ródano y del Rin, situado como cuña entre Francia y Alemania; una unión
Se ensancha el dominio real
' . • de Alemania con el norte de Italia; un Estado que abarcara Cataluña y el
sur'de Francia; una Península Ibérica dividida en una porción septen-
La tercera estrategia tendiente a la consolidación política, la expansión de
trional de reinos cristianos y una meridional musulmana. Cada uno de
un dominio central, ocurrió en las regiones que luego serían Francia c
estos casos representa una posibilidad que existió en un cierto tiempo, y cada
Inglaterra. Ésta fue una ruta muy diferente a la seguida en la península
uno sugiere que los límites geopolíticos que dividen a la Europa contem-
ibérica. Portugal y Castilla eran, predominantemente, Estados depreda-
poránea requieren alguna explicación y que no se deben tomar sin antes
dores, que vivían de los recursos de la España musulmana. El embrión del '•
hacer de ellos un buen análisis.
Estado portugués fue la hermandad militar armada de los Caballeros de
Aviz, cuyo Gran-Maestro fue el primer rey portugués (1384). Del mismo
modo, el Estado de Castilla descansaba en las órdenes religioso-militares FORMACIóN DE ESTADOS Y EXPANSIóN
de Calatrava, Alcántara y Santiago, todas ellas fundadas en el siglo xn.
En contraste, Francia e Inglaterra se consolidaron alrededor de los domi- Las guerras y el comercio con el exterior, y la consolidación interna crea-
nios personales de sus reyes. ron nuevos Estados en Europa e invirtieron la relación entre el Oriente
El núcleo de la Francia futura fue el dominio directo de la dinastía dominante y el empobrecido Occidente, que había caracterizado otros
Capeto; esta región, llamada Francia, abarcaba los valles del Sena y del tiempos. Pero hacia el 1300 pareció menguar el ritmo del crecimiento de
Loira. Su importancia agrícola la atestigua el hecho de que la primera Europa; la agricultura dejó de crecer, debido tal vez a que la tecnología
prueba documental de una rotación trienal de cosecha y de medios mo-


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CONEXIONES EUROPA, PRELUDIÓLA XA EXPANSIÓN 141


140
en uso alcanzó los límites de su productividad. El clima se volvió adver- Los grandes organismos que de aquí surgieron fueron Estados a los.que.
so, ló cual hizo que el abasto de alimentos se hiciera precario e inciertoj caracterizó un alto grado de concentración del mando, sea que estuviera
Las epidemias se cebaron en -gran número de personas a quienes había, en manos de un gobernante único f su cohorte, como en Portugal y Es-
debilitado una dieta pobre. SirT embargo, al parecer las dificultades eco- . paña, o en un comité de la oligarquía gobernante, como en.las Provincias
lógicas no fueron más que un aspecto de una crisis mayor, a la que a veces Unidas de Holanda. A tales Estados se les entiende mejor como coalicio-
se ha llamado "la crisis del feudalismo". Para pagar sus ; guerras y ex- nes políticas entre el ejecutivo centralizador y la clase de comerciantes. El
pansiones, "los tomadores de tributos militares, elevaron te extracción de pEstado compraba armas y barcos. Las mercancías ganadas por la fuerza
excedentes, lo que' produjo una creciente oleada de resistencia y rebelión »jdélas armas pagaban a los mercenarios, la manufactura de armas y caño-
:
de los campesinos. nes y la. construcción de más barcos. Los mercantes armados que saquea-
La salida a esta crisis era descubrir nuevas fronteras. Económicamente, ban* en ultramar necesitaban del Estado para que los escudara contra
ésto era necesario para generar así nuevos excedentes. En la práctica ello :f competidores y para que aportara el personal necesario para retener y
significó avanzar hacia nuevos terrenos donde cultivar j n á s alimentos, consolidar los territorios recién ganados. Al mismo tiempo el Estado nece-
así como hallar nuevos conservadores de los alimentos. También significó sitaba de los comerciantes para que prestaran dinero a la Corona o a los
la posibilidad de obtener bienes de lujo a precios más bajos, o si no, más capitanes de las expediciones; para reunir, embarcar y vender las mercan-
oro y más plata para poder comprarlos. También significó la esperanza de • cías necesarias en las avanzadas del reino. Diferentes autores han subra-
detener el flujo de dinero hacia el Oriente, problema que había preocu- yado la índole burocrática del Estado expansionista, o su base en la pro-
pado a los propios romanos y que para el año 1200 se había vuelto grave. : ducción de excedentes por parte de tenedores rurales del poder o su
La solución a la crisis exigía un aumento en la escala e intensidad de la relación con comerciantes inclinados al saqueo en ultramar y las utilidades
guerra: un aumento en la producción de armamentos y barcos, en el en- fáciles. Los Estados que iban surgiendo eran todas estas cosas, si bien en
trenamiento de soldados y marineros y en el financiamiento de operaciones cada uno de ellos los elementos constitutivos se combinaban de modos
y avanzadillas militares. diferentes.
Económicamente, la crisis del feudalismo se resolvió hallando, tomando :;• Los Estados clave que. llevaron a cabo la expansión allende los mares
y distribuyendo recursos existentes situados más allá de las fronteras de fueron Portugal, Castilla-Aragón, las Provincias Unidas, Francia e In-
Europa. El movimiento hacia el Nuevo Mundo, el establecimiento de fuer- glaterra. Cada uno fue el producto de circunstancias distintas y de las estra-
tes y factorías en las costas de África, haber entrado en los mares de China tegias igualmente distintas con que enfrentaron tales circunstancias. Cada
uno desarrolló un conjunto distinto de clases dispuestas alrededor del
y en el Océano Indico y la propagación del comercio de pieles en los
pivote del Estado. Todos ellos destinaron gente y recursos a la tarea de la
bosques boreales de América y Asia no fueron otra cosa que modos en
conquista y del comercio, y todos ellos pusieron su sello en alguna porción
que se buscaron y satisficieron estas metas. Nuevas mercancías entraron
del globo, con lo cual afectaron a numerosas poblaciones. Todos ellos se
en los circuitos de intercambio: tabaco, cacao, papas, tulipanes. El oro de
esforzaron por alejar a los demás de los recursos en el exterior y en casa
África y la plata de las Americas hicieron que Europa viviera en un lujo
y por reducir la aptitud de los competidores para continuar en el juego de
extremo.
la expansión. Nos ocuparemos de cada una de estas formaciones políti-
Con todo, no era suficiente acrecentar la suma de riquezas que circu-
cas e indicaremos cómo se desarrollaron, cómo usaron los recursos de la
laban en Europa y multiplicar la variedad de sus formas. "La acumulación
guerra y de la expansión mercantil y cómo alcanzaron el límite de una
originaria" requería que hubiera no sólo apoderamiento de recursos, sino economía política basada en la riqueza mercantil.
también su concentración, organización y distribución. Estas operaciones
pronto dejaron atrás las capacidades de las empresas o gremios comercia-
les, o de cualquier organismo de soldados y funcionarios. Esta situación
llevó a la constitucion-.de organismos de gran fuste que pudieran contro- Portugal
-.
lar tan gran expansión y tan gran esfuerzo mercantil y que además pu-
dieran aportar el esfuerzo del populacho productor de excedentes hacia Portugal fue el primero de los Estados europeos en llegar a ser un centro
de actividad expansionista en la búsqueda de la riqueza. Es también,
tales metas.


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EUROPA, PRELUDIO A L A EXPANSIÓN 143
.142 - ' CONEXIONES
probablemente, el menos entendido de los Estados que participaron en la sus grandes bosques de teca, o en Bahía, donde se usaban maderas duras
-expansión. Al término de la Edad Media europea era un país pobre que de Brasil. Para compensar su falta de marineros el país se hizo de más y
no llegaba al millón de habitantes. Pronto, empero, se hizo de colonias en más esclavos europeos, asiáticos y africanos.
lugares tan distantes como Brasil en América, Mozambique en África y • En casa, las rentas de la agricultura y los impuestos al trabajo sostenían
Malaca en Asia Sudoriental. Todavía en 1725 el arzobispo de Goa podía -: una nobleza militar exenta de impuestos y protegida contra arrestos arbi-
abrigar el sueño de un imperio portugués, fincado "en las infalibles pro- I trarios, amén de un numeroso establecimiento religioso. En el siglo xrv
mesas de Dios sobre el sometimiento de todo el globo" (citado en Boxer, ; J una caída en la población a resultas de la Peste Negra creó presiones hacia
1973a:376). Así las cosas, para 1800 había caído a la condición de poten- rentas más bajas en el campo, pero la promesa de salarios más altos llevó
cia segundona. A posteriori, parece punto menos que extraordinario el ¡tía los campesinos a las ciudades. Es probable que esta escasez de mano de
poderío y el fervor de su expansión inicial, fundada en una base estrechí- 4 obra agrícola haya inducido a la nobleza arrendadora a tomar las armas
sima de recursos ecológicos. §cHr a buscar otras fuentes de mano de obra en el exterior. De los 150 000
•esclavos africanos tomados por los portugueses entre 1450 y 1500 (Boxer,
Portugal empezó como un feudo fronterizo del reino español de León.
,1973a: 31), algunos fueron enviados a las recién ocupadas islas de Madeira
Al igual que León creció gradualmente conforme las bandas de caballeros
.y Azores, productoras de azúcar y trigo; otros fueron vendidos en Italia y
merodeadores y de colonos marchaban hacia el sur y penetraban en los •
España, y muchos fueron a dar a Portugal donde significaron una nueva
terrenos de la Iberia musulmana. Pero a diferencia de España logró tem-
fuente de trabajo esclavo. Al mismo tiempo, los nobles militares perdieron
pranamente su definición política. En 1147 Lisboa cayó en manos portu-
una buena parte de su poder político después de la guerra con Castilla
guesas y en 1249, Silves, el último fortín musulmán, fue tomado por las
(1385), pues una mayoría de la "vieja nobleza" fue muerta o exiliada por
tropas de Portugal. En 1385 el nuevo reino echó de sus fronteras a
haberse alineado con los castellanos. Esto despejó el camino a los nobles
los castellanos y mantuvo su integridad bajo una dinastía fundada por el
"nuevos" que apoyaban a la dinastía de Aviz y también acrecentó la im-
gran maestro de la orden rcligiosa-militar de Aviz. portancia relativa de la clase mercantil.
Pese a que más adelante los portugueses llegarían a los más remotos con-
fines del globo, el país siguió dependiendo en el curso de su historia de la Muy especialmente en Lisboa y Oporto los comerciantes alcanzaron más
agricultura. Esto ha sido verdad a pesar de que gran parte del territorio prominencia a fines del siglo xrv. Traficaban en productos agrícolas, pri-
mero en granos y luego en aceite de oliva, vino, corcho y colorantes para
es tan empinado o pedregoso que no es cultivable, de que las lluvias son
telas inglesas. De las salinas de Setúbal proporcionaban a Europa buena
escasas c irregulares y de que, por consecuencia, las cosechas son magras.
parte de la sal que necesitaba para preservar la carne y el pescado.
Sin embargo, el grueso de la población trabajaba la tierra, en su mayoría
Pese a estos adelantos, tal vez no sea apropiado hablar de una eman-
conforme a acuerdos de arrendamiento que garantizaban una prolongada
• cipación creciente de la clase de los comerciantes respecto a los controles
ocupación a los cultivadores mediante pagos en especie o en dinero (que
tributarios, cosa que han hecho algunos autores. El mayor comerciante de
cubrían de un décimo a la mitad del producto anual), y que se comple-
todos sería la Corona, a la cual puso en este camino el infante Dom Hen-
mentaban con dos o tres días de trabajo no remunerado por semana.
rique (mejor conocido como el príncipe Enrique el Navegante). Dom
Esta dependencia de la agricultura orientó el interior del país a alejarse
Henrique ha pasado a la historia por su interés en la navegación y en la
del mar. Había pesca en la corriente fría que corre frente a Portugal y la cartografía, aunque para financiar sus actividades tuvo que obtener ingresos
costa occidental de África, pero había que batallar con mareas y vientos del comercio en África Occidental y en las islas del Atlántico, de derechos
hostiles y con la ausencia de puertos de abrigo. Pese a sus hazañas marí- de pesca frente a Algarve, de la importación a Portugal de colorantes y .
timas, Portugal nunca tuvo una población marinera muy numerosa, ni azúcar y del control de la fabricación del jabón, todo lo cual levantó repe-
suficientes navegantes para sus barcos del mar océano. Tampoco tuvo mu- tidas protestas en el seno de la asamblea portuguesa. Fue también el ar-
chos barcos; el país tenía poca madera propia para hacer barcos, de modo quitecto de la toma de Ceuta (1425), uno de los puntos terminales en el
que buena parte de ella y de avíos marítimos debían importarse. Inclusive comercio de oro a través del Sahara, amén de que obtenía provecho
en el apogeo de su poderío, Portugal no tuvo arriba de 300 barcos tras- de la captura y venta de esclavos, que era un negocio adyacente en los
atlánticos (Boxer, 1973a:56). Después de la expansión ultramarina, casi viajes efectuados por los litorales africanos. Con posterioridad, la Corona
todos los barcos portugueses se construyeron o en Goa, en la India, con

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EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN 145
144 CONEXIONES
'impuestos tributarios ("feudales") y a conflictos abiertos en las ciudades
se reservó el monopolio sobre.la importación de oro, esclavos, especias y entre el patriciado mercantil y los pequeños artesanos y comerciantes.
marfil, y sobre los derechos de exportación y re-exportación.' Aunque los' La unión de Castilla y Aragón unció dos socios muy desiguales y aseguró
comerciantes se beneficiaron tíon toda esta actividad,, mediante concesiones? el predominio de Castilla sobre Aragón, que ya ^era "una sociedad en
y contratos, nunca se hicieron del poder necesario para alterar de^úrrmodoI "retirada" (Elliott, 1966:42). Otorgó un papel destacadísimo en el nuevo
significativo la estructura de clase del país. Estado ibero a los nobles propietarios de inmensos hatos de ovejas. .Se
V . - U ¿habían organizado en una poderosa asociación de ovejeros, la Mesta, que
podía promover sus intereses sociales y políticos relacionados con el Estado
Castilla-Aragón (España) a cambio de pagar impuestos a la Corona. La exportación de lana caste-
llana'por los puertos del norte ligó esta periferia cantábrica a los intereses
En la península ibérica había otra potencia, España, que logró su unidad i de la nobleza militar castellana.
política en 1469 al unirse las coronas de Castilla y Aragón. Cuando las \ La decisiva inclinación castellana hacia una economía pastoral no sólo'
invasiones germánicas provenientes del norte y las invasiones islámicas j ahogó el desarrollo industrial de España, sino que redujo la aptitud de
del sur despedazaron la unidad administrativa de la provincia romana de otras clases para poner en jaque el dominio de los militares tomadores
Hispania, algunos Estados pequeños sobrevivieron en el norte, los que gra- de tributos. La guerra y él apoderamiento de pueblos y recursos, no el
dualmente se consolidaron en los dos Estados de la Corona de Castilla y desarrollo comercial e industrial, llegó a ser el modo dominante de repro-
de la Corona de León, que incluían el Principado de Cataluña y el ducción social. Vistas así las cosas, la conquista del Nuevo Mundo no
Reino de Aragón. es más que una prolongación de la Reconquista dentro de la propia penín-
En el siglo xrv la unión de estas dos entidades estaba muy lejos. Cas- sula ibérica. La afluencia de la plata del Nuevo Mundo a partir del si-
tilla, que marchaba contra los árabes de Andalucía, acabó aprisionada en glo xvi redujo todavía más el desarrollo industrial de España, pues produjo
un papel militar en que distribuía las tierras conquistadas entre los nobles alzas de precios e inflación, lo cual hizo que no pudiera competir con los
* militares que capitaneaban la conquista. Esto produjo, a fines del siglo xv, productos industriales de Holanda.
una división tal de la propiedad de la tierra en que el 2 o el 3% de la Sin embargo, la plata del Nuevo Mundo acrecentó los ingresos de la
población tenía el 9 7 % de la tierra, por lo común en manos de un puñado I Corona. Juntas, las ovejas de España y la plata de las Americas, costearon
. de familias (Elliott, 1966:111). La ocupación dominante en las tierras d e l grandes operaciones militares de España en Europa y el crecimiento de •
Castilla llegó a ser la ganadería, sobre todo la cría de ovejas, cuya lana | • uña burocracia real que excedía con mucho las posibilidades de la eco-
de merino iba a dar a Holanda, donde se convertía en finas telas. nomía española. Se compensó el déficit en los gastos mediante préstamos
: Por el contrario, las tierras de la Corona de Aragón fueron colonizadas de financieros extranjeros a los que halagaba en extremo prestar sobre
gradualmente por individuos que creaban comunidades pequeñas en que -futuras importaciones de plata o sobre impuestos que se cobrarían por la
.se distribuía la tierra con mucha más uniformidad que en Castilla. Al venta de lana. Fue así como España nunca contó con una política econó-
mismo tiempo, la Corona de Aragón había conjuntado el Principado mica coherente. La burocracia imperial se limitó a actuar como conducto-
de Cataluña, muy orientado hacia el comercio, y un Aragón que primor- ra de la riqueza hacia los cofres de Italia, el sur de Alemania y los Países
dialmente era rural. En los siglos xm y xrv Cataluña fue un próspero Es- Bajos. La expulsión entre 1609 y 1614 de 250 000 musulmanes no conver-
tado comercial que tenía conexiones marítimas hasta el Levante. Sin •: sos, que vivían en el sur de España, debilitó aún más la agricultura del país
embargo, en el siglo xv menguó ante la competencia de Genova, la cual no] pues detuvo los pagos por renta a los señores, los cuales a su vez no pudie-
nada más redujo la influencia de Cataluña en el Mediterráneo sino que; ron pagar sus deudas e hipotecas. A mediados del siglo xvn hasta las expor-
-la pasó por alto pues entró en relaciones comerciales y financieras con Cas-; taciones españolas de lana empezaron a perder terreno ante la competen-
tilla. Esta coalición de financieros genoveses y de nobles castellanos prpduc-1 cia inglesa. Declinó la navegación y para fines del siglo xvi los navieros
tores de lana ahogó el crecimiento comercial de Cataluña y minó la efica-:! españoles ya no podían competir eficientemente con las nuevas técnicas de
cia de la producción y exportación de textiles de Cataluña. A fines del los astilleros del norte de Europa. El capital fluyó más y más hacia prés-
siglo xrv y durante el xv, se deterioró aún más la economía de Cataluña tamos privados y bonos del gobierno que ganaban más intereses que las
debido a una serie de fieros levantamientos de los campesinos contra los

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CONEXIONES EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN 147;
146
inversiones directas en empresas productivas. La España del 1600 era ya., mtas de la flota de la plata que provenía del Hemisferio Occidental. Fue
ese mundo de" descomposición- y desencanto! que,-:Miguel, de Cervantes1 asi como en la primera mitad del siglo xvi Ambcres llegó a ser el centro
J
describe tan magistralmente en el Quijote. La economía española se había de un sistema internacional de crédito y de pagos. No pasó mucho tiempo
transformado en un simple vehículo,de riqueza comercial destinado a otras* ¿n que los banqueros de Genova y Baviera tuvieran derechos hipotecarios
economías,.''una madre para los extranjeros, una madrastra para los es-i sobre la flota de la plata de América y sobre los impuestos de Castilla
pañoles". _v por haber adelantado dinero a la Corona imperial; de esta suerte, la plata
i j' • fluyó a Amberes y de ahí pasó a los conductos internacionales.
Los circuitos internacionales de la riqueza mercantil No duró mucho, sin embargo, el predominio de Amberes y de sus padri-
.vjios. En 1550 la Corona española sufrió su primera quiebra. Poco después,
Fue así-como tanto en Portugal como en Castilla-Aragón los comerciantes en 1556, los Países Bajos se sublevaron; los rebeldes "mendigos del mar"
extranjeros acabaron por desempeñar una función estratégica en el desem- aislaron Amberes del mar y en 1576 las tropas españolas entraron a saco
peño de la economía. Portugal buscó y halló la riqueza y el apoyo mer- , en la ciudad a cambio de las pagas que se les debían. En 1575-1576 la
cantil que necesitaba en la ciudad italiana de Genova, que por ese entonces .Corona española sufrió su segunda quiebra, en la cual arrastró a las casas
peleaba con Venecia por el control del comercio con el Levante y que comerciales de Baviera. Por su parte, los genoveses se mantuvieron firmes
estaba ansiosa por dar su apoyo al comercio portugués por considerarlo y apretaron su asimiento sobre los recursos imperiales, que ahora fluían con
un medio de romper los asfixiantes límites del Mediterráneo. Los comer- lernas abundancia hacia Genova. El resultado fue que "a partir de 1579,
ciantes genoveses aparecieron en Portugal en el siglo xin, y para principios quizá desde 1577, se convirtieron en los amos de los pagos internaciona-
les, de las fortunas, de Europa y del mundo, en los amos, sin rival y bien
del xrv Lisboa se había convertido en un gran centro del comercio genovés. |
atrincherados, de la plata política de España", (Braudel, 1972:393).
Los genoveses también se establecieron en Sevilla, pero en el siglo xv; y •
,, Con el tiempo, es decir a principios del siglo xvu, Amsterdam y las ciu-
en ese siglo y el siguiente ayudaron a España a financiar sus viajes al dades holandesas aliadas con ella, desalojaron a los genoveses. Amsterdam
Hemisferio Occidental. Destacados participantes en este proceso fueron | se convirtió en el centro del sistema internacional de pagos de Europa;
las familias Spinola, Centurioni, Giustiniani y Doria. Ciertamente no fue I recibía la plata de España^ y el oro de Portugal a cambio de mercancías
accidente que Colón trabajara para los Centurioni en Lisboa en 1477 y j manufacturadas en el norte de Europa. Buena parte de este poderío se
que en 1478 pasara su luna de miel viajando a Madeira a fin de comprar I debió a qué los "Nuevos Cristianos" portugueses, bautizados o criptojudíos,
azúcar para esa familia (Pike, 1966:154, n. 58; 206, n. 2 ) . Francisco] habían emigrado a Amsterdam para evitar la persecución económica y
Pinclo (Pinelli, en italiano) dio dinero para el primero y segundo viajes I religiosa de Iberia. Habían desempeñado un papel destacado en el comer-
de Colón. A los financieros genoveses se les unieron muy pronto los Fugger ] cio de.los portugueses de esclavos y azúcar con el Nuevo Mundo; ahora
y Weiser de Augsburgo, en el sur de Alemania, cuya creciente prosperi-1 ponían sus dineros y su saber a disposición de los holandeses.
dad a partir de mediados del siglo xv estuvo muy relacionada con el co-
mercio entre el sur de Alemania y Veneciá y con operaciones mineras en
los Alpes y Cárpatos. Las Provincias Unidas
El desarrollo financiero de Genova y Baviera cimentó el auge de la ciu-
•. dad de Ambcres, que está situada en el estuario del río Escalda en Braban- España y Portugal, además de batallar con los problemas propios de sus
te. Al comenzar el siglo era un puerto segundón, pero entre 1437 y 1555 ^inmensos imperios, se toparon con un nuevo rival en los marinos y pesca-
saltó de unos 17 000 habitantes a más de 100 000 (Russell, 1972:117;] dores de Holanda. Los holandeses descollaron en el curso del siglo xv en
Smith, 1967:395). Además de tener acceso a las vías marítimas, era el el comercio marítimo entre el Báltico y el occidente de Europa; en sus
término de la ruta terrestre de Venecia al Rin y un eslabón en la cadena vajes hacia el oeste llevaban granos y maderas del Báltico así como metales
de ciudades hanseáticas de los mares del norte. Cuando el duque de Bur- de Suecia y de regreso llevaban sal y telas. Después de que en 1452 los
gundia, en cuyos dominios estaba Amberes, llegó a ser el emperador arenques migraron del Báltico a las aguas del Mar del Norte, intensifi-
Carlos V, la red de la ciudad creció al grado de que llegó a abarcar las caron su pesca, a la que, llamaban su "principal mina de oro". Este co-

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CONEXIONES EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN 149
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mercio con el Báltico siguió siendo económicamente más.importante que
el comercio holandés con Asia y las Indias Occidentales. • La expansión
de Holanda hacia otros mares significó la continuación'de esta dedica-
respuesta a la depresión aumentó sus exportaciones de granos y que empezó
a gravar las mercancías holandesas; de este modo alentó la sustitución de
importaciones holandesas con artículos hechos en Inglaterra. A la eco-
ñ
nomía holandesa también la afectaron guerras costosas, pues para librarlas
ción al comercio marítimo.
hubo que aumentar los impuestos.
Para financiar estas empresas ultramarinas, los holandeses se atuvieron |¿;'<¿Por qué, entonces, las Provincias Unidas no volvieron la vista hacia el
inicialmente al capital extranjero, en particular al de banqueros italianos desarrollo industrial? Por varias razones. Primera, la navegación, la cons-
y del sur de Alemania. Cuando Garlos V incorporó Holanda a su imperio trucción de barcos y actividades relacionadas siguieron siendo importantes
transoceánico, concedió también a sus comerciantes los privilegios de y remunerativas. Segunda, los rendimientos de la actividad mercantil eran
que disfrutaban los comerciantes y los puertos españoles. De este modo, elevados, sin duda más que las inversiones en la industria textil. Tercera,
los comerciantes holandeses aprovecharon también el flujo de metálico que 1 $ ¡en jas Provincias Unidas la agricultura era ya de capital intensivo y espe-
provenía de Lisboa y Sevilla, con lo cual amasaron el capital suficiente 1 cializada y pagaba salarios buenos; no había, pues, un populacho rural
para realizar operaciones comerciales independientemente de financieros -pobre que proporcionara trabajo industrial barato, como era el caso de
extranjeros. "™ -Inglaterra. Cuarta, todo el desarrollo holandés estaba fundado en la habili-
La Reforma protestante y la conversión de Holanda al protestantismo dad del país para capitalizar aptitudes y servicios, no en una base recia de.
desembocó en una ruptura con la católica España y en una guerra de ochen- recursos propios. Era poca su población. De 275 000 en 1514 había subi-
ta años entre los dos países. Cosa paradójica fue que de esta guerra, las do a 883 000 en 1680; cayó de nuevo a 783 000 en 1750. De hecho es-
Provincias Unidas surgieron más poderosas, no nada más en lo militar sino \ caseaba la mano de obra incluso para empleos navieros, por lo que en el
también en lo financiero. La revuelta aglutinó una alianza entre varias ' siglo xvm se contrató a marinos escandinavos y del norte de Alemania para
poblaciones holandesas, cada una de ellas gobernada por su élite local de hacerse cargo de naves holandesas. Por otra parte, el país carecía de carbón
oligarcas comerciantes, y también una alianza entre estas élites marítimas y hierro, que abundaban en Inglaterra. Finalmente, la república había
y los señores tributarios de las provincias terrestres. Como la nueva repú- sido siempre un Estado compuesto por ciudades-Estados casi autónomas;
blica recibió con los brazos abiertos a disidentes religiosos valones y flamen- cada una tenía su propia oligarquía. Lo que les había dado una dirección
cos y también judíos portugueses y españoles, empezó de inmediato con común fue el predominio de Amsterdam y el éxito que tuvieron durante
un buen capital humano. Antes de 1585 los barcos holandeses apare- I la fase del ascenso del país. En un periodo de dificultades crecientes, la
cían rara vez en el Mediterráneo; después de esa fecha fueron visitantes i intensificación de las luchas entre facciones significó un estorbo que se inter-
frecuentes de la región. El tráfico holandés directo con Brasil significó . puso entre los diversos miembros de la alianza holandesa para formular
hacia 1621 entre la mitad y dos tercios del intercambio de este país y y emprender una política común. Tal vez por ello, a partir de 1688, el
Europa. A lo largo de la prolongada guerra los comerciantes holandeses capital holandés fluyó cada vez más hacia Inglaterra donde fue invertido
siguieron tratando con el enemigo; las marinas de España y Portugal nece- en la Compañía Inglesa de las Indias Orientales, en el Banco de Ingla-
sitaban la madera y avíos navales que los holandeses acarreaban desde el terra y en la deuda nacional inglesa así como en industrias de reciente
Báltico; la principal fuente de ingresos de los holandeses para continuar creación. En este terreno, Holanda pagó ''la pena de ir a la cabeza". El
la guerra fueron los impuestos que pagaron los comerciantes holandeses dominio pasó a manos de su rival principal.
por permisos para traficar con el enemigo (Boxer, 1973b:23-24). En el
siglo xvn, y como resultado de este comercio tan ambicioso, Amsterdam
se convirtió en el centro del comercio europeo en efectivo, lugar que con- •
Francia
servaría 200 años.
Sin embargo, durante la segunda mitad del siglo xvn la hegemonía El caso de Francia es una respuesta más a la crisis del feudalismo; estuvo
holandesa llegó a su máximo y luego empezó a declinar. El grano del aquí el hogar del clásico feudalismo político, que se valió de la forma ju-
;. Báltico perdió importancia en los mercados de Europa, lo cual redujo la rídica de vínculos entre señores y vasallos para alzar un gran edificio de
influencia holandesa (Glamann, 1971:42-44). Al mismo tiempo, las Pro- relaciones escalonadas, del cual, el rey ocupaba la parte más alta. Aquí
vincias Unidas empezaren a resentir la competencia de Inglaterra, que en

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150 CONEXIONES EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN 151
la^fuerza principal de la consolidación política era convertir la pirámid pada, vendiendo cargos y títulos de nobleza a comerciantes, y profesio-
feudal, encabezada por el rey, en una urdimbre de relaciones de patronea, nales. Entre esta nueva nobleza figuraron campesinos contribuyentes que
clientes que abarcaba toda Francia y que se hallaba bajo el rey debido á adelantaron dinero a la Corona a cambio del derecho para cobrar impues-
que controlaba los recursos superiores (véase Koenigsberger, 1971:6). En tos y retenerlos. A final de cuentas, el campesinado y los empresarios mer-
Francia se logró esta transformación mediante la concentración de exee-' cantiles y.manufactureros eran quienes pagaban los impuestos. El ingreso
dentes agrícolas internos y no por la expansión allende los mares. Al mis- obtenido por los impuestos era enorme, diez veces mayor, por ejemplo, que
mo tiempo, la Corona francesa evitó, en un grado mucho mayor que los e l obtenido en Inglaterra (Finer, 1975:128) y su misma cuantía aplas-
gobernantes de Portugal o Castilla-Aragón, depender de financieros inter- taba a la agricultura y asfixiaba al comercio y a la industria. El campe-
nacionales y de los consiguientes embrollos internacionales. sinado estaba agobiado; la burguesía también, apenas podía sobrevivir
Ya vimos cómo lo que sería Francia emergió de una pequeña pero fértil (VVallerstein, 1974:297).
región central que controlaba los cursos medios de los ríos Sena y Loira. -• Este conjunto de relaciones que privaba entre el rey, la vieja nobleza, la
Al principio el rey no era más que un simple primus inter pares frente a nueva nobleza y el campesinado fue despedazado por la Revolución fran-
otros poderosos feudatarios, pero extendiendo el poder real directo en todasfl cesa de 1789. La revolución fue hecha por labriegos que se alzaron para
direcciones, aumentó su poder hasta que, hacia 1328, ya cubría la mitad d e * sacudirse a sus nobles rentistas, por artesanos y jornaleros pobres de París y
lo que hoy día es Francia. La otra mitad se hallaba en los feudos de la por burgueses agobiados. Fue una revolución contra la aristocracia én
Corona. Sin embargo, en este proceso de expansión los reyes de Francia cuanto que liberó al campesinado del pago de tributos y despejó el camino
no sólo echaron a los ingleses y a sus señores feudales, sino que ganaron para que los miembros del Tercer Estado pudieran ocupar cargos públi-
ascendencia sobre rivales potenciales en Aquitania al oeste y en Occi- cos. No fue, empero, una revolución que abriera paso al desarrollo del
tania al sur. Esto puso a disposición de la Corona nuevos recursos agríco- capitalismo. La "burguesía" que liberó no era una clase de capitalistas
las y sometió al centro político de París los linderos marítimos del oeste industriales, sino una "pequeña" burguesía de artesanos, tenderos, comer-
y del sur, inclusive las ciudades comerciales de Nantes, Burdeos y Tolosa. A ciantes en pequeño y empresarios de poca monta. La industrialización en
partir del siglo xv, las exigencias económicas y políticas del núcleo, fun- gran escala en Francia tendría que aguardar a la segunda mitad del si-
dado en la tierra, de la monarquía francesa, controló y limitó la actividad glo XK. •'-.-'
mercantil a lo largo del borde atlántico, lo cual tuvo grandes consecuencias
en cuanto a la participación de Francia en el curso de la expansión euro- Los límites de la circulación mercantil
pea (Fox, 1971).
Aunque el rey consolidó su control sobre Francia, no pudo ni quiso Hemos visto cómo tres Estados europeos —Portugal, España y las Provin-
desafiar abiertamente los derechos de la nobleza para quitar excedentes al cias Unidas— experimentaron una fase de expansión mercantil en ultramar
campesinado. Los campesinos tenían el derecho de pagar rentas en dinero y cómo después sufrieron una terrible contracción. Un cuarto Estado,
o en especie, no en trabajos realizados en la heredad de un tomador de Francia, encauzó sus energías hacia la consolidación interna, para lo cual
tributos. Fue el campesinado el que tuvo a su cargo la producción; los redujo las actividades de su frontera marítima mediante la centralización
señores tomaban su parte de las cosechas como tributo que vendían en el del poder en París.
mercado. En este sentido, el rey no era otra cosa que el noble más elevado, fyLa alianza del Estado y de los comerciantes que permitió el ascenso de
que vivía de lo que le dejaba su propio dominio. El gran tamaño de su Portugal empezó en los primeros años del siglo xv, adquirió impulso en el
dominio lo hacía correspondientemente más poderoso, pero como la noble- xvi y declinó en el xvn. El tratado de Methuen de 1703, que permitió
v za estaba exenta de impuestos, eran limitados los recursos de la Corona. la entrada a Portugal de textiles ingleses a cambio de la importación de
El rey trató de aprovechar relaciones de comercio y crédito con ciudades vino de Oporto por Inglaterra, no hizo más que dar forma a esa decli-
~ italianas para hacerse de recursos, pero la declinación de esas ciudades re- nación. España, la unión de Estados encabezados por los reyes de Castilla,
dujo sus posibilidades de obtener fondos. creció en el siglo xvi y creó un imperio que iba de la Florida a Chile y
Por último, el rey quiso resolver este problema creando una nobleza de las islas del Caribe a Filipinas. Sin embargo, al comenzar el siglo xvn,
propia, la nobleza del manto en contraposición con la nobleza de la cs- España iba de bajada y empezaba a vivir de fantasías de grandezas pa-

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152 CONEXIONES : EUROPA, PRELUDIO A LA EXPANSIÓN 153

sadas en medio de realidades.de marchitamiento. Ni los vigorosos esfuer- T: duda de que los comerciantes de Europa hicieron dinero y amontonaron
zos de ía dinastía borbónica realizados en el siglo xvm, para frenar esa riquezas; comerciaban en pieles, especias, esclavos, oro y plata. Lograron la
declinación por medio de medidas de una "ilustración aplicada" resul- especialización mediante el desarrollo del comercio de t artículos básicos;
taron. Por su parte, las Provincias Unidas se rebelaron exitosamente con- cambiaban granos crecidos en un lugar por sal producida en otro, telas
tra España en 1566, y en los agios xvi y xvn se ensancharon allende los ^tejidas en un sitio por hierro fundido en otro. Crearon redes comercia-
mares; pero a fines del siglo xvn, ante la presión creciente de los ingleses les que permitieron conjuntar hombres y utensilios para producir mercan-
llegaron a los límites de su poderío. En el siglo xvra Francia trató de. scías en cantidades aún'más grandes para centralizar las ventas. Afectaron
expulsar a los ingleses de la India y de la América del Norte. Pero como y transformaron los sitios y rutas de la circulación. Ejercieron el comercio,
había desatendido el crecimiento de su industria y de su capacidad naval, |tal y como lo entendió Ibn Jaldún, el sociólogo berberisco del siglo xrv,
enfrentó esta tarea como potencia esencialmente terrestre incapaz de en- - que escribió lo siguiente:
frentar a la armada y a la industria de Inglaterra. -/
El siglo xvn desempeñó un papel decisivo en estos negocios de Estado. «.'.¿Debemos saber que el comercio es la búsqueda de ganancias mediante el
Estados que habían tenido éxito al enfrentar "la crisis del feudalismo" en aumento del fondo inicial cuando uno compra mercancías a un precio fa-
el siglo xv, se vieron arrastrados en el xvn por una depresión económica y v-yorable y las revende a un precio mayor; estas mercancías pueden ser escla-
por dificultades políticas. Esto se vio con más claridad en la península , vos, cereales, animales o textiles. A este aumento se le llama utilidad,
la cual se obtiene guardando la mercancía y esperando una fluctuación al
ibérica. Ahí, todos los excedentes que se habían generado se usaron en
alza en la tendencia del mercado, que produce una gran utilidad; o bien
actividades políticas y militares del Estado y en el enorme consumo de la transportando a otra región la dicha mercancía, donde hay más demanda
corte; La guerra y el pillaje constantes favorecieron la persistencia de de ella; esto también produce una buena utilidad. [Citado en Rodinson,
los señores tributarios e inclusive acrecentaron su poder.. La prolongación 1966:47.]
de la Reconquista en las Americas fortaleció el poder militar y social del
rey y los nobles, a la vez que inducía el estancamiento económico de las ciu- Los mercaderes europeos llegaron inclusive a alterar aquí y allá la orga-
dades y del campo. Al mismo tiempo, el creciente costo de la guerra nización y las condiciones del trabajo empleado en la producción de una
consumía recursos o los entregaba a los acreedores de la Corona. En Fran- mercancía para su venta. Sin embargo, lo que no hicieron fue usar suf
cia, los excedentes se concentraron en las manos del rey y se usaron para riqueza como capital para adquirir y transformar medios de producción••'
aplastar o para comprar la oposición en casa y para hacer la guerra fue- y ponerlos en movimiento mediante la compra de fuerza de trabajo ofrej
ra de ella, con detrimento de las opciones alternativas económicas, y po- cido en venta por una .clase de trabajadores. '
líticas. En el Estado holandés fueron más modestas las exigencias del
gobierno, y no fueron tan acentuados los gastos fuertes. Sin embargo, la
expansión comercial mundial recalcó el papel de los comerciantes holan- *•• Inglaterra
deses, si bien indujo el desarrollo de manufacturas que fueran complemen-
tarias del comercio y la navegación, por ejemplo, astilleros y equipos Sólo Inglaterra daría el paso de la acumulación y distribución de riqueza
navales. Lo ocurrido en Holanda demuestra que no fueron los grandes gas- mercantil a una completísima transformación capitalista. Sin embargo,
tos de la guerra o de la vida cortesana como tal lo que generó la crisis, si vemos a la Inglaterra anterior a 1400, se nos aparece como el candidato
sino más bien el no saber convertir las ganancias de la guerra y de la más inapropiado para llevar a cabo tan profunda transformación. Por su
actividad comercial en actividades generadoras de excedentes. Esta apti- posición geográfica frente a la costa de Europa estaba fuera de centro;
tud depende de la conversión de la riqueza mercantil en capital. además el curso de su desarrollo se antoja demasiado peculiar comparado
Tras las crisis económicas y políticas de los Estados del siglo xvn, se con el de los Estados de la tierra firme europea. Su conquista en 1066 por
hallaba una crisis mayor, causada por la incapacidad de la riqueza mer- descendientes de habla francesa de vikingos noruegos impuso un sistema
cantil para alterar y transformar las formas de encauzar el trabajo a la fiscal y judicial unificado bajo el mando del rey. En cuanto a su opera-
creación de nuevos recursos. Ya hemos trazado la distinción entre el capi- ción, este sistema se atenía más a la cooperación de los nobles que a la ope-
talismo y el empleo de la riqueza para obtener un provecho. No hay ración de una burocracia centralizada y compleja de tipo francés. Por

. .
LAS SOCIEDADES INDÍGENAS EN AMÉRICA

Breve síntesis histórica sobre el hombre americano hasta el siglo XIII


El homo sapiens sapiens surgió en África, y desde allí se difundió a todos los continentes. Los primeros gru-
pos llegaron a América hace por lo menos 25.000 años. En esa época, debido al congelamiento de grandes masas
de agua, el mar descendió casi 50 metros y quedaron unidos Asia y América en la zona donde actualmente se en-
cuentra el Estrecho de Bering. Esto permitió el tránsito de animales en busca de alimentos, y de seres humanos
que los perseguían con el mismo fin. De este modo, América se pobló de norte a sur en distintas oleadas, una de
las cuales llegó al actual territorio argentino hace unos 12.000 años.
Actualmente, los antropólogos admiten que existió variedad étnica y cultural en los grupos que poblaron nuestro
continente: vinieron bandas de mongoles y esquimales por el norte, y comunidades de Indonesia, Malasia, Mela-
nesia, Polinesia y Australia a través del Océano Pacífico, e incluso de Tasmania y Nueva Zelanda. Es probable que
los indios canoeros de las islas de los canales fueguinos (sur de Tierra del Fuego e islas aledañas) hayan venido
navegando con sus canoas entre los archipiélagos del Pacífico Sur y el rosario de islas que acercan Antártida y
Tierra del Fuego en una época climática más benigna; probar lo contrario (es decir, que canoeros cruzaron cami-
nando desde el norte de América del Norte hasta los canales fueguinos y que adaptaron su cultura a un clima tan
complicado como el del sur de Tierra del Fuego) es muy difícil.
Como en otras partes del planeta, alrededor de 20.000 años antes de Cristo existían en América grupos de cazadores
especializados que fabricaban puntas de proyectil, raspadores y buriles; se ubicaron en las praderas y se mezclaron con
grupos de recolectores que habían llegado antes que ellos. Años más tarde, el clima se hizo más moderado, y cambia-
ron la vegetación y la fauna. Los hombres modificaron su cultura, y hacia el 8.000 a.C. muchos pulían la piedra y elabo-
raban puntas de proyectil con pedúnculo, lo que facilitó su enastado (colocación en un asta o palo para fabricar flechas
o dardos). Muy característica de Sudamérica es la boleadora, que podía ser de una, dos o tres bolas de piedra; las bo-
leadoras más antiguas se encontraron en llanuras, pampas o puna y tienen unos 5.000 años de antigüedad.
En la puna se instalaron grupos cazadores de guanaco, llama, alpaca y vicuña. También había recolectores de se-
millas de tierras áridas, que se adaptaron muy bien a la dificultad del medio.
Los recolectores de moluscos y cazadores de fauna marina vivían en los litorales marítimos y fluviales, aprovechando
también la caza y recolección de huevos de las aves acuáticas y los vegetales del lugar. Muchas veces fabricaron
sus anzuelos con espinas de pescado y usaron conchas marinas como utensilios; otros pescaban con arpón, cuya
punta tallaban en piedra. Este tipo de pesca era individual. En las costas peruanas, en cambio, entre los años 3.000
y 2.500 a.C., desarrollaron la pesca en forma colectiva, con redes tejidas con algodón. La organización para su
sustento les permitió formar poblaciones numerosas y estables a lo largo de esa costa del Pacífico.
La producción de alimentos comenzó cuando los seres humanos observaron el ciclo de vida de vegetales y animales, y
paulatinamente los domesticaron. El hombre seleccionó determinados tipos de vegetales para su cultivo e hizo que al-
gunas especies se alteraran genéticamente. Por ejemplo, en América el maíz sería una forma mutada de otra planta, el
teosintle, que tiene granos pequeños y no es tan útil para el hombre. Hay trescientas variedades de maíz, que pueblos
diferentes cultivaron durante muchísimos años. El contacto cultural entre diferentes comunidades produjo la difusión y el
intercambio de cultivos. Ése es el caso de la mandioca, la batata, el maní o la piña, originales de las zonas tropicales hú-
medas de América, que se adaptaron a las condiciones semiáridas de otras regiones; del mismo modo, los cultivos que
comenzaron en zonas semiáridas, como el algodón, penetraron en la selva de las tierras bajas.
La agricultura se desarrolló más tempranamente en las regiones andina, centroamericana, mexicana, algunas zonas bajas
tropicales y en el Este de Norteamérica; su aparición se dio entre los 8.500 y los 3.500 años a.C. Hubo pueblos que no
cultivaron sino que simplemente recolectaban. Los instrumentos para la agricultura americana eran el bastón plantador,
la azada (hecha con piedra labrada, o con omóplato de bisonte tallado, o de madera dura), y combinaciones de ambas.
Las civilizaciones peruanas inventaron el chaquitajlla, que era una especie de arado-pala con la que se hacía un hueco
para depositar la semilla; el rendimiento era muy superior a otras formas de siembra aunque requería mayor cantidad de
mano de obra. El progreso de la agricultura se dio a lo largo de cientos de años, en las variedades de especies vegeta-
les cultivadas, en el perfeccionamiento de la preparación del suelo, en el uso de abonos, en las técnicas de riego; en cam-
bio, los instrumentos de labranza americanos siguieron siendo prácticamente los mismos a través de los siglos.

22
LAS SOCIEDADES INDÍGENAS EN AMÉRICA

Los aztecas

Largas peregrinaciones a partir de una región llamada Aztlán o “lugar de garzas” hicieron que los
mexicas o aztecas se establecieran en un islote del lago Texcoco, en el año 1325, por orden (según
cuenta la leyenda) de su dios Huitzilopochtli. Allí fundaron su capital México-Tenochtitlán, en medio
del lago que en esa época cubría el valle central de México, en la altiplanicie central mexicana. Esta
tribu, nómade en un principio, se impuso implacablemente a los pueblos vecinos. Su dominio se
extendió hasta la región central y oriental de México, llegando en partes al golfo de México y a la
costa del Pacífico. Pero dentro de ese territorio subsistían pueblos independientes, y la enemistad
de estas poblaciones hacia los aztecas –especialmente por parte de los tlaxcaltecas- fue un factor
muy importante que contribuyó a la conquista de México por los españoles, en 1520.

En cuanto a la población existente en el momento de la conquista, varían los cálculos y las ci-
fras que mencionan los españoles: entre 4.500.000 y 22.500.000 en todo el imperio, y entre
72.000 y 300.000 personas en la capital.

Su idioma era el náhuatl.

Organización política

El imperio azteca se basaba en la triple alianza de los gobernadores de México, Texcoco y Ta-
cuba. La primera, México-Tenochtitlán, era la que dirigía la confederación azteca. A fines del
siglo XV, el imperio controlaba treinta y ocho provincias, que abarcaban casi medio millón de
kilómetros cuadrados, o sea, la cuarta parte del actual territorio mexicano.

Si bien la extensión era muy grande, la organización del imperio no estaba bien consolidada
en todos los puntos, y por eso pudo ser vencida por los españoles, que aprovecharon los flan-
cos débiles constituidos por las poblaciones que no querían ser dominadas por los aztecas.
Estos pueblos rebeldes se aliaron a los conquistadores, sin saber que esa alianza les iba a ser
mucho más costosa que la dominación azteca.

Poco después de la fundación de México-Tenochtitlán, los aztecas, para ganar prestigio, solicita-
ron a la ciudad de Colhuacán que les diera un soberano, descendiente de los reyes de aquella re-
gión, para que los gobernara. Así, en 1376, se inició la etapa de consolidación del prestigio mexica
en el valle del Anáhuac.

El gobierno estuvo, desde entonces, a cargo de un emperador o Huey-tlatoani, que debía ser
elegido entre los descendientes del primer rey o pertenecer a la nobleza. Por debajo del empe-
rador o soberano máximo estaba el Cihuacoatl, que ocupaba temporalmente el lugar del pri-
mero en las acciones de guerra, o por enfermedad o fallecimiento del monarca. Además, el
Cihuacoatl presidía el Gran Tribunal y los asuntos religiosos. Los últimos emperadores fueron
Moctezuma II, que murió estrangulado por los españoles en 1520; Cuitláhuac, que murió por
la viruela poco después, y finalmente Cuahutémoc, que dirigió la defensa del imperio y de la
ciudad de Tenochtitlán frente a los invasores españoles. Prisionero de Hernán Cortés, fue ahor-
cado por éste y su gente en 1525, después de haber sufrido grandes tormentos, en las tierras
bajas de Guatemala.

El Gran Tribunal o Consejo Supremo era consultado por el monarca ante problemas graves; estaba
integrado por representantes de cada calpulli, y se encargaba generalmente de elegir funcionarios.

36
CA P Í T U L O 1

Expansión del imperio Azteca

Sociedad

La base de la organización social era el calpulli, que en un prin-


cipio era una especie de clan familiar, con autoridades civi-
les y religiosas propias. Cuando se fundó la ciudad, se le dio
a cada calpulli un territorio, por lo que, al situarse geográfi-
camente, el concepto “calpulli” se asimiló al de “barrio”. En cada
calpulli, sus integrantes compartían los terrenos, que no eran
propios sino del clan, dictaban sus propias leyes y adoraban a
divinidades propias de su tradición familiar. Como ya dijimos,
cada calpulli mandaba su vocero al Consejo Supremo.

En cuanto a las clases sociales, estaban los nobles (o pipiltin),


entre los que sobresalían los señores (o teuctli), familiares del
soberano, a menudo grandes terratenientes que ocupaban
puestos de confianza en el gobierno. En cambio, los nobles co-
munes ocupaban cargos de escasa importancia en la organi-
zación civil y militar del imperio.

Por debajo de éstos estaban los plebeyos (o macehualtin), que


formaban la gran masa del pueblo, cuya obligación era pagar
tributos y servicios personales a la nobleza o al gobierno.

Finalmente, los esclavos (tlacotin) constituían la clase más baja de


la sociedad azteca. El trato era menos riguroso para el individuo
que en la sociedad europea, ya que podían tener libertad indivi- Moctezuma según la visión de los
dual, poseer bienes, y la condición de esclavitud no se transmitía europeos

37
LAS SOCIEDADES INDÍGENAS EN AMÉRICA

por herencia, es decir que generalmente sus hijos eran libres. Era esclavo quien era capturado en la
guerra, o quien se vendía a sí mismo o a sus propios hijos a cambio de ciertos beneficios.

Los comerciantes (o pochtecas) conformaban un estrato aparte de esta sociedad aquí descrip-
ta: tenían un culto propio a sus divinidades, instituciones especiales para ellos, ya sea para
justicia o administración, no tenían la obligación de realizar trabajos personales para el Es-
tado, y los terrenos que ocupaban eran propios. En muchos casos cumplían la función de em-
bajadores o espías del emperador; en general, cuando se los veía en una región no domina-
da antes por los aztecas, era señal de que pronto llegarían las tropas dominadoras. Es por ello
que su actividad era muchas veces más importante para el emperador que la de los nobles.

Por supuesto, en este estado tan militarista, con la función de expansión y conquista, los gue-
rreros también ocupaban un lugar muy destacado.

Economía

La base de la economía era la agricultura, y los aztecas perfeccionaron el sistema de humedad


para la siembra. Ésta se realizaba en un principio sobre los islotes del lago Texcoco, pero cuan-
do fue insuficiente el terreno disponible, se cultivó sobre islotes artificiales llamados chinam-
pas. Los hacían en partes del lago poco profundas, clavándoles ramas de sauce de las cuales
brotaban raíces, y fijaban el terreno en forma de cuadrado o rectángulo. Depositaban capas de
tierra y lodo extraídos del fondo de los lagos hasta que sobresalían unos treinta centímetros
del nivel del agua. La fertilidad y productividad de este sistema de cultivo era altísima, lo que
posibilitaba la vida a una alta concentración urbana. Como mencionamos, en Teotihuacán se
había utilizado anteriormente este sistema agrícola, y todavía se sigue practicando en algu-
nos lugares de México. Cultivaban maíz, calabazas, pimientos, habas, melón, cacao, tomates,
tabaco, etc. Con el cacao fabricaban el chocolatl, que se bebía mezclado con pimentón, no como
postre sino como bebida fuerte o medicamento, por ejemplo, contra picaduras de insectos pon-
zoñosos. Con la fibra fermentada del magüey hacían una bebida llamada pulque. La forma de
cultivo era comunal, puesto que cada calpulli tenía tierras propias para producir el sustento
de todo el grupo humano.

Como en Teotihuacán, el cobro de tributos a los pueblos sometidos cumplía un papel impor-
tante para su economía, por lo cual los aztecas aplicaban la conquista militar. La organiza-
ción de amplios sistemas tributarios fortaleció la integración económica de extensos territo-
rios y otorgó más poder a la clase dominante. Asimismo, el poder se fortalecía por obras de
ingeniería hidráulica y de canalización de los lagos de la cuenca interna del Valle de Anáhuac:
esto permitía la comunicación acuática veloz, que integraba todo el valle. Se calcula que, en
el momento de la conquista española, en estos lagos existían por lo menos doscientas mil
canoas.

El comercio se realizaba por trueque; el precio de la mercadería variaba según la escasez o abun-
dancia de ésta. Se utilizaban semillas de cacao como valor de cambio, o para completar diferen-
cias de precio. El comercio se realizaba en mercados locales o regionales, adonde llegaban produc-
tos de todas las regiones del Imperio. El papel de los comerciantes ya fue descripto anteriormente;
a los pueblos conquistados se les imponía, además de tributo, el monopolio comercial.

Con respecto a la metalurgia, produjeron algunos avances con fines utilitarios; trabajaban el
cobre y el oro, pero no llegaron a producir bronce.

38
CA P Í T U L O 1

Religión

El investigador mexicano Ángel Palerm sostiene que la religión


azteca, sobre todo el culto a Huitzilopochtli, expresaba una ver-
dadera ideología imperialista. El principal dios de los aztecas
les había prometido, a cambio de los sacrificios humanos que
exigía, el dominio del mundo. La armonía del universo depen-
día de dioses que recuperaban su vigor a través de la sangre de
los hombres más eminentes y, en especial, de los guerreros va-
lerosos, provistos a los dioses mediante la guerra. En algunos
relatos se informa que practicaban la antropofagia con los cuer-
pos sacrificados. Una de las posibles causas de este ritual es la
creencia de que, consumiendo el cuerpo del guerrero valeroso,
se incorporaría en uno el espíritu de aquél, lo que aumentaría
así la propia fuerza. Otra de las posibles explicaciones es que
se pensaba que el sacrificado era un emisario al dios, y que con-
sumiéndolo se estaría más cerca de la divinidad. Huitzilopochtli en forma humana

Los sacrificios humanos aztecas estremecieron desde el co-


mienzo a los españoles. Los aztecas confundieron a los pri-
meros conquistadores con los dioses, y les enviaron todo tipo
de ofrendas, incluso sacrificaron cautivos para ellos y rocia-
ron con su sangre la comida. La impresión que les dio esto a
los recién llegados (que mataban con otra intencionalidad)
hizo que difundieran en Europa el hecho de que no pasaba día
sin que inmolaran por lo menos a una persona.

El sacrificio anual de mayor emotividad se realizaba en home-


naje a Tezcatlipoca. Con un año de anticipación los sacerdotes
elegían a un prisionero joven para representar al dios, y duran-
te ese año lo educaban en distintas artes –por ejemplo, tocar
la flauta de cerámica-, lo vestían con trajes muy bellos, y todo
el mundo lo reverenciaba como si fuera la imagen viviente del
dios. Cuando comenzaba el mes del sacrificio, lo casaban con Huitzilopochtli telleriano
cuatro vírgenes –que tenían los nombres de cuatro diosas-, y
se hacían grandes fiestas. El día señalado, era acompañado por
las mujeres en una embarcación por el lago hasta llegar a la
islita donde estaba el templo. Allí se dirigía sólo a la pirámide,
subiendo lentamente los peldaños y quebrando las flautas de
cerámica que había utilizado para adorar al dios. En la plata-
forma, cuatro sacerdotes lo recostaban sobre la piedra del sa-
crificio y le sujetaban los brazos y las piernas. Un quinto sa-
cerdote le abría rápidamente el pecho con un cuchillo de sílice,
y le arrancaba el corazón con la mano, para ofrecérselo a la di-
vinidad. La sangre se recolectaba en un vaso sagrado, y su co-
razón luego se quemaba en homenaje al dios.

A veces también se ofrecía a hombres en sacrificio en una lucha


semejante a la de los gladiadores en la Roma antigua: la vícti-
ma debía combatir contra guerreros bien armados hasta morir.

39
LAS SOCIEDADES INDÍGENAS EN AMÉRICA

Además de su dios principal Huitzilopochtli (el colibrí), los aztecas habían adoptado otros dio-
ses de diferentes pueblos, como Tlaloc, dios olmeca de la lluvia; Quetzalcóatl (serpiente em-
plumada), dios de la sabiduría divina de origen tolteca, y Tezcatlipoca, uno de los dioses cre-
adores, de origen mixteca.

Los incas: el Tawantinsuyu


Breve historia del imperio incaico

Hacia el año 1200 d.C. los incas constituían una comunidad que se instaló en la región de
Cusco, al sur peruano, en un valle de la Cordillera Oriental de los Andes. En ese lugar antes se
habían desarrollado diversas culturas, pero la ciudad de Cusco como capital del imperio fue
fundada por los Incas. Dos siglos después de que se asentaran en ese valle cercano al lago Ti-
ticaca, el Tawantinsuyu se transformó en el imperio más grande de la América indígena: se
expandió hasta Ecuador por el Norte, hasta el río Maule (Chile) y Mendoza por el sur, por el
oeste hasta el océano Pacífico y por el este hasta la selva Amazónica (sin penetrar en ella). Los
incas estructuraron una administración estatal e incorporaron a numerosas etnias locales a
su imperio. La relación entre el Estado y estos pueblos permitió la organización de un circui-
to económico y el aprovechamiento de producción especializada entre regiones ecológicas di-
ferentes y con recursos naturales (variedades de patatas, cocales, salinas, pastura de rebaños).

La historia de los incas se conoce en parte gracias a las tradiciones orales (período legendario)
y, a partir del siglo XV, por fuentes orales más directas, escritos indígenas, mestizos y españo-
les. La cronología de los primeros ocho soberanos incas es aproximada. El imperio, en su fase
local, fue fundado por Manco Cápac, y a él le siguieron once o doce Incas más (según se consi-
dere a Huáscar o a Atahualpa como soberanos, o a ambos).

La consolidación estatal del Tawantinsuyu fue organizada bajo el reinado de Pachacuti Inca
Yupanqui (o también “Pachacútec”); quien, tras vencer a una nación enemiga (los “chancas”),
inició en 1440 la expansión del imperio. Los siguientes soberanos continuaron con el ensan-
chamiento de sus fronteras. El Tawantinsuyu terminó, abruptamente, en 1532 d.C., año en que
comenzó la conquista española en ese territorio.

El emperador Huayna Cápac gobernó mientras los españoles habían llegado a América pero no
a Perú (1493-1525). Sin embargo, fue afectado por los conquistadores: murió enfermo de virue-
la, peste que trajeron consigo los españoles y cuyo virus llegó antes que ellos al territorio perua-
no. Antes de fallecer, Huayna Cápac repartió el imperio entre sus hijos Huáscar (legítimo) y
Atahualpa (natural, pero su favorito) (1525-1532). Estos herederos lucharon entre sí para contro-
lar todo el Tawantinsuyu, y esta pugna por el poder se convirtió en guerra civil. Huáscar tenía el
apoyo del centro y sur del Tawantinsuyu, y Atahualpa contaba con la ayuda del ejército y del
pueblo del norte. Los españoles aprovecharon las consecuencias de esta lucha fratricida: gracias
a esta situación, los europeos encontraron debilitado el imperio y lograron destruirlo, y some-
ter al pueblo incaico. Los conquistadores apresaron a Huáscar y a Atahualpa, y acusaron al se-
gundo de haber ordenado la muerte del primero. Esa fue una de las acusaciones por las que lo
LAS SOCIEDADES INDÍGENAS EN AMÉRICA

asesinaron en 1533, pese a que habían obtenido por parte del pueblo incaico un fabuloso “res-
cate” consistente en una habitación llena de artículos de oro, plata y piedras preciosas, desde el
piso hasta la altura de una mano extendida hacia arriba.

Con el fin de dominar a la población del Tawantinsuyu, los españoles nombraron un inca, To-
parpa, pero la gente no lo aceptó. Manco II se rebeló en 1536, y se refugió en las montañas de
Vilcabamba. Allí lo sucedieron Sayri Túpac (1542), Titu Cussi (que se convirtió al cristianismo
bajo el nombre de Diego de Castro) y Túpac Amaru, ajusticiado en plena juventud por el quin-
to virrey español, Francisco de Toledo, en 1571.

Tomando su nombre y sus principios, José Gabriel Condorcanqui se llamó Túpac Amaru II y se re-
beló en contra de los españoles dos siglos más tarde, para tratar de salvar al pueblo incaico de los
sacrificados trabajos que lo estaban diezmando. Por supuesto, también fue muerto de la manera
más espantosa en 1781.

Cronología incaica

Imperio legendario (Fase local) Imperio histórico (Fase de expansión)


1200 - 1230: Manco Cápac 1438 - 1471: Pachacuti Inca Yupanqui
1230 - 1260: Sinchi Roca 1471 - 1493: Túpac Inca Yupanqui
1260 - 1290: Lloque Yupanqui 1493 - 1525: Huayna Cápac
1290 - 1320: Mayta Cápac 1525 - 1532: Huáscar /Atahualpa
1320 - 1350: Cápac Yupanqui
1350 - 1380: Inca Roca
1380 - 1400: Yáhuar Huacac
1400 - 1438: Viracocha Inca

48
CA P Í T U L O 1

Organización política
El Tawantinsuyu

La capital del imperio Tawantinsuyu era Cusco


(que quiere decir “Ombligo del mundo”), situada
a 3.400 metros de altura, que contaba en el siglo
XVI con unos 300.000 habitantes. Allí residía el
Inca, monarca absoluto que era simultáneamen-
te el jefe civil, religioso y militar del Estado. La su-
premacía del emperador incaico estaba basada en
el poder del Sol, a quien representaba sobre la Tie-
rra. Al tener carácter divino, se le rendía un culto
especial: su vajilla era sólo de oro y plata, sus ves-
timentas de lana de vicuña (la más fina) y usaba
una diadema de plumas en la cabeza. Cuando
moría era momificado y su momia se guardaba en
el Templo del Sol; su esposa oficial debía ser su
hermana (puesto que ella también tenía sangre
sagrada) aunque podía tener otras mujeres, entre
ellas las vírgenes consagradas al culto del Sol.

El Tawantinsuyu se dividía en cuatro provincias o


suyus, como los puntos cardinales, dependientes
de Cusco: el Chinchaysuyu en el Noroeste (región
principal, donde se habían ubicado la mayoría de
las civilizaciones andinas más importantes), el An-
tisuyu en el Noreste/Norte de Cusco, bordeando la
selva; el Contisuyu en el Suroeste y el Collasuyu al
Sureste/Sur (éste era el más grande, y abarcaba el
altiplano, casi toda Bolivia, mitad Norte de Chile,
y Noroeste de Argentina).

Cada suyu estaba gobernado por un cápac o apo, elegido entre los parientes del Inca. Los cua-
tro cápac formaban el consejo supremo del Inca, por lo cual el poder central conocía todo lo
que pasaba en el imperio o Tawantinsuyu. Para hacer este control más efectivo, había en cada
provincia un gobernador residente o tucuyrico, perteneciente a la alta nobleza, y éstos tenían
a su mando los curacas, jefe de cada ayllu o comunidad.

Forma de dominio

Las comunicaciones estaban aseguradas por los excelentes caminos, que facilitaban la rápi-
da circulación de la información: se extendían en forma recta, fuera como fuese la superficie
del terreno, para que los chasquis, veloces corredores que estaban esperando en los tambos o
postas, transportaran las noticias sin darse respiro. Es decir, el camino tenía, a intervalos re-
gulares, puestos provistos con alimentos y gente dispuesta a realizar ese servicio; de este
modo, en dos días se podía unir Cusco con la costa.

Para conquistar nuevos pueblos y sus territorios, se hacía primero una campaña de propagan-
da para que la población viera los beneficios que implicaría su incorporación al Tawantinsu-
yu. Si no se lograba convencerlos, se los invadía militarmente. Se les imponía, una vez venci-

49
LAS SOCIEDADES INDÍGENAS EN AMÉRICA

dos, el culto al Sol –Viracocha– y el idioma oficial, el quechua o quichua. Además, los hijos de los
caciques eran trasladados al Cusco, y se les daba una educación acorde a su categoría; de ese modo,
los Incas se aseguraban obediencia pacífica, por miedo a que se tomaran venganza con sus hijos.

A veces, pese a todos estos recaudos, los pueblos se levantaban, por lo que los Incas traslada-
ban poblaciones enteras o grupos de personas a regiones alejadas del Tawantinsuyu. El pue-
blo, fuera de su hábitat conocido, se sentía descolocado, desarraigado, triste. Al mismo tiem-
po que esparcían comunidades a diferentes lugares del imperio, transplantaban pueblos ya
aculturados por los incas entre los rebeldes para que les transmitan su cultura. Denominaban
mitimae a ese sistema de dispersión de poblaciones o grupos. También, el concepto mitimae era
un sinónimo de “extranjero” a la etnia originaria; era la persona perteneciente a una comuni-
dad trasladada desde su lugar de origen a otra zona del imperio de los incas para cumplir dis-
tintas tareas, principalmente económicas y militares; eran “colonos” enviados por el imperio.
Los gobernantes hacían este procedimiento de desplazar familias desde su lugar de origen a
tierras lejanas con diversos objetivos: colonización de nuevos territorios, explotación de re-
cursos no disponibles en el centro administrativo, defensa de fronteras conflictivas, etc. Cuen-
ta el conquistador español Pedro Cieza de León que los incas trataban de que los territorios
adonde los enviaban a vivir tuviesen características similares al lugar de origen, y se les pro-
veía de viviendas, tierras y enseres necesarios. Fieles al Inca, los colonos imperiales o mitimae,
eran transferidos a regiones recientemente sometidas, o eran ubicados en zonas más suscep-
tibles de recibir ataques exteriores, para la defensa del imperio. Simultáneamente, si existía
población en el lugar a ser ocupado por los mitimae, era trasladada a otra región para la pro-
ducción de cultivos necesarios dentro del Tawantinsuyu. También los mitimae podían cumplir
la función de controlar recursos: algunos eran ubicados, por ejemplo, en forma permanente
en la selva, para tener acceso a los cocales.

Hubo pueblos que no pudieron ser dominados –como los chiriguanos- porque produjeron le-
vantamientos que pusieron en peligro la estabilidad del imperio. Por consiguiente, en las zonas
de frontera los incas establecían mitimaes guarnecidos en pucarás, que permanecían a la de-
fensiva, sin atacar.

Organización social

El pueblo o Hatunruna (campesinos/artesanos) vivía en comunidades, la mayoría rurales. En


ellas, la base de la organización era la familia. Sólo el padre o jefe de la familia tenía derechos
políticos; él era la autoridad del hogar, por sobre la esposa y los hijos. Además, podía tener la
jefatura de 5, 10, 50 o 100 familias.

Éstas se agrupaban en general por parentesco, en las unidades sociales básicas llamada ay-
llus. Cada ayllu tenía lazos culturales y religiosos, y compartía un territorio que incluía tierras
de cultivo y de pastoreo. Sus integrantes se preocupaban por asegurar el bienestar de todos,
incluidos viudas, campesinos o enfermos. Su sistema de asistencia mutua era un rasgo sobre-
saliente: el trabajo colectivo o comunitario permitía que las familias se ayudaran unas a otras
para la siembra, la recolección o la construcción de nuevas viviendas. Éstas se edificaban en
caso de nuevos matrimonios, ya que cada pareja recibía una casa y una porción de tierra que
alcanzara para el sustento de los dos; cuando nacían los niños, se aumentaba la superficie que
le correspondía. Los varones no se podían casar antes de los veinticuatro años, pero tampoco
había solteros, puesto que se los consideraba “hombres” recién cuando se casaban. Es así que
al llegar a los veinticinco años, en un rito anual, los jóvenes se juntaban en la plaza y elegían

50
CA P Í T U L O 1

esposa. Debido a que la familia era la base de la organización


incaica, el matrimonio era muy importante, por lo que el Inca
participaba de la ceremonia. El matrimonio se iniciaba en casa
de los padres de la novia: el prometido vivía con ella durante un
año antes de formalizar la unión definitiva, luego de lo cual ya
constituían una familia.

Los artesanos especializados vivían generalmente en zonas


urbanas; algunos se trasladaban a distintos puntos del impe-
rio donde se requiriera su oficio. Todos debían trabajar; los pre-
ceptos fundamentales del pueblo incaico eran: no ser menti-
roso, no ser ladrón, no ser asesino, no ser haragán, no ser libertino.
Para los que infringían las leyes había castigos muy severos, dis- Ornamento para el lóbulo encontrado
en la tumba del sacerdote - inca
puestos con el fin de mantener el orden social y político.

Las autoridades distribuían el trabajo basado en la reciprocidad


entre los miembros del ayllu y la redistribución por parte del Es-
tado. A unos les daban el trabajo del campo, a otros la construc-
ción de terraplenes, a otros el mantenimiento de las rutas, la caza
de aves o el pastoreo. La gente que trabajaba en las empresas pú-
blicas era mantenida, junto con sus familias, por el Estado.

Asimismo recibían sostén del Estado las familias cuyo jefe ser-
vía en el ejército. El servicio militar era obligatorio, ya que para
mantener un imperio tan extenso se requería un ejército nu-
meroso y bien disciplinado; sus armas eran arcos y flechas,
propulsores, hachas de bronce, rompecabezas de madera, bron-
ce o piedra. Los guerreros usaban casco y se protegían con co-
razas de algodón muy apretado.

Los cargos políticos y militares más importantes eran ocupa-


dos por los nobles. Cuchillo de sacrificio inca

Éstos en general eran familiares de los Incas, aunque también


se incluía en la nobleza a quienes se destacaran por sus ser-
vicios. Asimismo se consideraba nobles a los antiguos jefes de
las naciones sometidas, y a sus familias, pero –por razones de
seguridad- jamás se les otorgaban puestos políticos. Los no-
bles mostraban su condición con adornos en las orejas que
estiraban mucho sus lóbulos, por lo que se les decía “orejo-
nes”. Uno de los privilegios que tenían los nobles y los curacas
(llamados “caciques” por los españoles) es que podían tener
varias mujeres; la gente común debía ser monogámica.

Entre la gente que no hacía trabajos manuales, y que gozaba


de gran prestigio, estaban los sacerdotes (el Sumo Sacerdote
era el Inca) con tareas específicas: adivinos, hipnotizadores,
sacrificadores, y los amautas o sabios, o maestros, que eran
los encargados de enseñarles las tradiciones y la historia in- Koricancha, Iglesia de Santo
caica a los jóvenes nobles. Domingo

51
LAS SOCIEDADES INDÍGENAS EN AMÉRICA

Los nobles estaban auxiliados por los yanas (denominados


yanaconas por los españoles), gente a su servicio que debía
protegerlos, y que también trabajaban para el Estado, ya sea
en la administración de las tierras del Templo del Sol como
de los almacenes que había en distintos puntos del Tawan-
tinsuyu. Los yanas eran servidores perpetuos, desvinculados
de sus ayllus, y trasladados a grandes distancias de su lugar
de origen. No eran muy numerosos. La conquista española
multiplicó el número de yanaconas empleados en el servicio
personal.

La economía andina
Tierras del Inca
La estructura de la economía andina se caracterizaba por su
organización vertical.
Las tierras del Inca
La producción agrícola variaba según la altura de las tierras,
Por Nathan Wachtel y se complementaba con los recursos que provenían de diver-
sos puntos del imperio. El abastecimiento de bienes dentro
“Consideremos las tierras llama- del Tawantinsuyu se garantizaba por medio de prestaciones
das del Inca. Entre ellas es pre-
rotativas de trabajo (denominadas mita o turno; tenían una
ciso distinguir tres categorías di-
duración en tiempo limitada) y del tributo.
ferentes. Las tierras de la primera
categoría se cultivan en común,
Todas las tierras, ubicadas en distintos pisos ecológicos (sierra,
como hemos visto, por los miem-
bros del ayllu, y su producto es costa y montaña), se dividían en
almacenado para las necesida- ➜ tierras del Sol,
des del Estado. Las tierras de la ➜ tierras del Inca, y
segunda categoría pertenecen
colectivamente a las panacas, es ➜ tierras de las comunidades (ayllus).
decir, a los linajes de origen real.
Por último, las tierras de la tercera La relación establecida entre el Estado Inca y las etnias con-
categoría son propiedad del Inca quistadas se basaba justamente en la distribución tripartita
en un sentido individual. Así como de las tierras. Los trabajadores concurrían comunitariamente
en el valle de Chincha, algunas a las tierras del Inca y de la Iglesia, para cultivarlas al ritmo
tierras son llamadas del primer de las danzas y los cantos religiosos.
Inca, del segundo, etc., cerca del
Cusco, ciertas tierras particular- Por ejemplo, la etnia aymara, ubicada en la actual Bolivia, en
mente extensas pertenecen a las torno al lago Titicaca, conformaba una serie de reinos que fue-
momias de los emperadores; no ron incorporados al Estado Inca, como región del Collasuyu
son cultivadas por tributarios (entre ellos, los Canas, Canchis, y Lupagas). Estos pueblos vi-
(cuyo tiempo de trabajo está limi- vían en las zonas altas, en la Puna –donde se cultivaban unas
tado en el año) sino por servido- 700 variedades de papas– y tenían una economía pastoril en
res perpetuos, los yanas. Su pro- la que predominaban las llamas y las alpacas. Pagaban al Inca
ducto asegura además de la tributos en productos textiles. Además, los aymaras proveían
subsistencia de estos últimos, el
de contingentes al ejército incaico.
culto del Inca muerto y el mante-
nimiento de sus descendientes.
Los incas no conocían la moneda. Todos los intercambios y
Paralelamente, los curacas po-
las relaciones económicas estaban basadas en dos principios:
seen tierras particulares”.
por un lado, la reciprocidad o ayuda mutua comunitaria entre

52
CA P Í T U L O 1

los miembros de los ayllus, y por otro lado, la redistribución, función del Estado, que permi-
tía centralizar y almacenar recursos de distintas regiones.

En la mita los miembros de los ayllus trabajaban en las obras públicas (construcción de caminos,
puentes, y templos), eran reclutados por el Estado según las necesidades y durante un lapso de-
terminado, y en todos los casos los mitayos junto con sus familias eran mantenidos por el Inca.

También, algunas comunidades entregaban al Inca un tributo textil, la materia prima (lana de
llama y algodón) era suministrada por el Estado y los tejidos se almacenaban.

Recursos económicos
Entre los incas, la unidad de producción era el ayllu, donde existían tierras comunales y otras
que se distribuían según las necesidades de cada familia. Las tierras de pastoreo estaban des-
tinadas a la cría de llamas y alpacas; además, obtenían lana de una especie no domesticada:
la vicuña, y carne del guanaco. Pese a no domesticarlos, cuidaban mucho su reproducción, no
cazaban indiscriminadamente; para cortarles la lana, por ejemplo, los atraían mediante una
cría atada que llamaba a su madre, los enlazaban y los esquilaban. El uso que hacían de los
otros animales era completo: la llama, además de ser utilizada como animal de carga, propor-
cionaba carne fresca con la que luego elaboraban carne seca salada o charqui; pieles para la
confección de calzado, bolsas, etc.; huesos para enseres domésticos (peines, agujas, etc.). Los
excrementos eran utilizados como combustible y, lo más importante, la lana para los tejidos.
En general los habitantes que vivían en las zonas más altas eran quienes se ocupaban de la
ganadería.

Las tierras destinadas al cultivo se trabajaban en parcelas que se distribuían muy bien de
acuerdo con la productividad del terreno, que podía ser más fértil o más rocoso, estar más alto
o más bajo. En las laderas de las montañas se aprovechaba el terreno, que se cultivaba en forma
de terrazas o grandes escalones, que preparaban haciendo terraplenes y rellenando con tie-
rra fértil, y cada planta se cultivaba en el piso ecológico adecuado. En los escalones más altos
se sembraba papa, que se consumía fresca o en chuño (papa deshidratada mediante heladas,
que se convertía en harina y duraba años). El maíz se cultivaba en las terrazas más bajas o en
los valles; se podía consumir fresco como choclo, y con él se fabricaba también bebida o se
producía harina. Tenían más de cincuenta especies de plantas cultivadas: calabazas, pimien-
tos, porotos, batatas, mandioca, maní, tomates, algodón, etcétera. A fin de que cada familia
tuviera una producción variada, se le otorgaba una parcela cultivable en sitios de diferentes
alturas.

Para el riego artificial se construían acequias, canales y represas. Como vemos, las grandes ci-
vilizaciones americanas, para poder mantener grandes núcleos poblacionales, combinaban el
sistema de cultivo por terrazas con el de riego. Por supuesto, el mantenimiento de tales siste-
mas llevaba tiempo y mano de obra, que había en cantidad. Cuando llegaron los españoles y
obligaron a los indios a trabajar en otras tareas –por ejemplo, en las minas- estos sistemas de
cultivo se descuidaron y cayó la productividad, además de que no se podía sembrar tanta su-
perficie como antes. Los españoles despreciaron el uso de la chaquitajlla o palo sembrador que
usaban los incas, y para hacer más rápido trataron de imponer el uso del arado. Éste remue-
ve más tierra de la necesaria, y la tierra libre queda sometida a la erosión del viento, que des-
gasta y empobrece la zona de cultivo. Por todas estas razones el pueblo comenzó a estar mal
alimentado y a ser atacado por enfermedades antes desconocidas.

53
Modernidad
I. I N T R O D U C C I Ó N

LA TESIS central de esta obra es que el mundo de la humanidad constituye


un total de procesos múltiples interconectados y que los empeños por
descomponer en sus partes a esta totalidad, que luego no pueden rearmarla,
falsean la realidad. Conceptos tales como "nación", "sociedad" y "cultura"
designan porciones y pueden llevarnos a convertir nombres en cosas. Sólo
entendiendo estos nombres como hatos de relaciones y colocándolos de nuevo
en el terreno del que fueron abstraídos, podremos esperar evitar inferencias
engañosas y acrecentar nuestra comprensión.
En cierto nivel se ha vuelto lugar común decir que todos habitamos "un
mundo". Hay vinculaciones ecológicas: en Nueva York se deja sentir la
gripe que hay en Honk Kong; a las vides de Europa las destruye el piojo
americano. He aquí algunas conexiones demográficas: los jamaiquinos
emigran a Londres; los chinos a Singapur. Hay vinculaciones económicas:
un cierre de pozos petroleros en el Golfo Pérsico hace parar generadoras en
Ohio; una balanza de pagos desfavorable a los Estados Unidos lleva dólares
del país a las cuentas bancarias en Francfort o Yokohama; en la Unión
Soviética se producen automóviles Fiat italianos; los japoneses construyen
en Sri Lanka un sistema hidroeléctrico. Veamos algunas vinculaciones
políticas: guerras libradas en Europa producen reverberaciones en todo el
planeta; tropas norteamericanas intervienen en los bordes de Asia; soldados
finlandeses patrullan la frontera entre Israel y Egipto.
Lo anterior es cierto no nada más en cuanto al presente, sino también en
cuanto al pasado. Enfermedades provenientes de Eurasia devastaron la
población nativa de América y Oceania, La sífilis pasó del Nuevo al
Viejo Mundo. Los europeos, con sus plantas y animales, invadieron las
Americas; la papa, la planta del maíz y la yuca, procedentes de las Ame-
ricas se propagaron por todo el Viejo Mundo. Por la fuerza se llevó a
grandes números de africanos al Nuevo Mundo; trabajadores de China
y la India, obligados bajo contrato, se enviaban al sudeste de Asia y a las
Indias Occidentales. Portugal creó un establecimiento en Macao, frente
a la costa de China. Los holandeses, con mano de obra bengalí, edificaron
Batavia; en las Indias Occidentales niños irlandeses eran vendidos como
siervos. Los esclavos africanos escapados hallaban refugio en las colinas
de Surinam. Europa aprendió a copiar los textiles de la India y la porce-
lana china, a beber el chocolate americano, a fumar el tabaco, oriundo de
América, y a usar los números árabes.
Se trata de hechos bien conocidos que indican contacto y conexiones,
15

'-Í.V-. . - .
INTRODUCCIÓN 17
16 CONEXIONES

vínculos e interrelaciones. Sin embargo, en su gran mayoría, los investiga- Si por doquier encontramos conexiones, ¿por qué nos empeñamos en
dores a quienes volvemos la vista, insisten en no tomarlos en consideración. convertir fenómenos dinámicos e interconectados en cosas estáticas y
Historiadores, economistas y politólogos toman a algunas naciones por desconectadas? Parte de esto se debe, probablemente, a la forma en que
separado como marco básico de sus estudios. La sociología sigue dividiendo hemos aprendido nuestra propia historia. Nos han enseñado, tanto en las
aulas como fuera de ellas, que existe una entidad llamada Occidente, y que
al mundo en sociedades separadas. Inclusive la antropología, que en otro
podemos pensar en este Occidente como si fuera una sociedad de civili-
tiempo se ocupó de cómo los rasgos culturales se difundieron por el mundo,
zación independiente de, y opuesta a, otras sociedades y civilizaciones.
divide su materia en casos distintivos: cada sociedad con su cultura carac-
Inclusive muchos de nosotros crecimos creyendo que este Occidente tenía
terística es concebida como un sistema integrado y unido, que se contrasta
una genealogía, conforme; a la cual la Grecia antigua dio origen a Roma,
con otros sistemas igualmente integrados.
Roma a la Europa cristiana, la Europa cristiana al Renacimiento, el Re-
Si esta diferenciación social y cultural y esta separación mutua fueran
nacimiento a la Ilustración y la Ilustración a la democracia política y a la
una característica de lo que es humano, cabría esperar hallarla con más
Revolución industrial. La industria, cruzada con la democracia, produjo
facilidad entre los llamados primitivos, entre "la gente sin historia", su-
a su vez a los Estados Unidos, en donde encarnaron los derechos a la vida,
puestamente aislada del mundo exterior y de otros pueblos similares. Con
base en este supuesto, ¿cómo podríamos interpretar los descubrimientos a la libertad y a la búsqueda de la felicidad.
arqueológicos de mercancías europeas que aparecen en la frontera del Es engañosa esta pauta de desarrollo, primeramente porque convierte
Niágara ya desde 1570, en tanto que sitios de 1670 del subgrupo onondaga la historia en un relato de éxito moral, en una carrera en el tiempo en que
de los iroqueses casi no tienen artículos de manufactura nativa, a excep- cada corredor pasa la antorcha de la libertad al siguiente equipo. De este
ción de pipas? Al otro lado del Atlántico, la organización y las orientaciones modo la historia se convierte en un relato sobre el desarrollo de la virtud,
de grandes poblaciones africanas se transformaron grandemente por causa sobre cómo los buenos ganan a los malos. Con frecuencia, esto acaba
del tráfico de esclavos. Mientras que los esclavistas europeos se limitaban convirtiéndose en el relato de cómo los ganadores demuestran que son
a llevar esclavos de la costa de África a su destino en las Americas, la virtuosos y buenos por el solo hecho de ganar. Si la historia no es más que
porción del abasto del tráfico estaba completamente en manos africanas. el efecto de un propósito moral en el tiempo, entonces aquellos que se
Según palabras del mercantilista inglés Malachy Postlethwayt, estos fueron convierten en defensores de ese propósito se vuelven automáticamente
los "cimientos africanos" sobre los cuales se edificó "la magnífica superes- agentes predilectos de la historia.
tructura del comercio y del poderío naval norteamericanos". Desde Sene- Este esquema es engañoso en otro sentido. Si la historia no es más que
gambia, en África Occidental, a Angola, población tras población fue un relato sobre el desarrollo de un propósito moral, entonces cada eslabón
absorbida en este comercio, el cual se ramificó profundamente tierra adentro de la genealogía, cada corredor de la carrera se convierte en simple
y afectó a gente que nunca había visto un comerciante europeo en el precursor de la apoteosis final y no es una copia de los procesos sociales y
litoral. Por consiguiente, cualquier relato sobre negros krúes, fantis, asantes, culturales que dejan sentir su efecto en su tiempo y lugar apropiados. Así,
ijaws, ibos, congos, zubas, lundas o ngolas que se ocupe de cada grupo ¿qué aprenderíamos de la antigua Grecia, por ejemplo, si la interpretáramos
como una "tribu" autosuficiente lee equivocadamente el pasado africano únicamente como una Señorita Libertad prehistórica, que sostiene la antor-
y también el presente. Además, el comercio con los iroqueses y el África cha del propósito moral en la oscuridad de la noche bárbara? Poco conoci-
Occidental afectó a su vez a Europa. Entre 1670 y 1760 los iroqueses miento tendríamos sobre los conflictos de clase que agobiaron a las ciudades
pidieron telas teñidas de azul y escarlata hechas en el Valle de Stroudwater griegas, o sobre la relación entre los hombres libres y sus esclavos. No ten-
en Gloucestershire. Este fue también uno de los primeros terrenos en que dríamos razón para preguntarnos por qué había más griegos peleando en las
los tejedores ingleses perdieron su autonomía y se convirtieron en manufac- filas de los reyes persas que en las filas de la Alianza Helénica contra los
tureros a sueldo. Quizá hubo una interconexión entre el comercio norte- persas. Poco o nada nos interesaría saber que había más griegos viviendo
americano y el inicio de la revolución industrial en el Valle del Stroud. Y en el sur de Italia y Sicilia, llamada entonces la Magna Grecia, que en la
a la inversa, los 5 500 o más mosquetes que se enviaron a la Costa de Oro Grecia propiamente dicha. Tampoco tendríamos razón alguna para pre-
en sólo tres años (1658-1661) enriquecieron a los armeros de Birmingham, guntarnos por qué poco tiempo después había más mercenarios griegos
donde se hicieron (Jennings, 1977: 99-100; Daaku, 1970: 150-151). en los ejércitos extranjeros que en los cuerpos militares de sus ciudades de

I
INTRODUCCIÓN 19
18 CONEXIONES
pudo haber surgido una República- Floridana poliglota, una América'
origen. Los colonos griegos que vivían fuera de Grecia, los mercenarios Misísipiana y francófona, una Nueva Vizcaya hispánica, una República
griegos de los ejércitos extranjeros y los esclavos de Tracia, Frigia o Pafla- deT los Grandes Lagos, una' Columbia, que comprendiera los actuales
gonia que trabajaban en hogares griegos, todo ello implica relaciones Oregon, Washington y la Columbia Británica. Esta retroproyección care-
helénicas con griegos y no griegos fuera de Grecia. Sin embargo, nuestro cería de sentido únicamente si supusiéramos la existencia de un impulso
esquema guía no nos induciría a formular preguntas sobre estas relaciones. divino hacia la unidad geopolítica del continente norteamericano. En vez
En ninguna parte se ve mejor este esquema productor de mitos que en las de eso, en realidad nos invita a explicar en términos materiales lb-due
versiones de la historia de los Estados Unidos contenidas en los libros de ocurrió en cada uno de esos momentos críticos, a explicar por qué algunas
texto. Ahí, se celebra una orquestación compleja de fuerzas antagónicas relaciones predominaron sobre otras. Así pues, ni la antigua Grecia, ni
en vez del desenvolvimiento de una esencia intemporal; En esta perspectiva, Roma, ni la Europa cristiana, ni el Renacimiento, ni la Ilustración, ni la
los linderos siempre cambiantes de los Estados Unidos y su reiterada Revolución industrial, ni la democracia y ni siquiera los Estados Unidos
participación en guerras internas y externas, declaradas y no declaradas, fueron nunca una cosa impulsada hada su meta en desarrollo por algún'
se apeñuscan merced al criterio teleológico de que trece colonias aferradas empuje divino inmanente, sino más bien un conjunto de relaciones temporal
al borde oriental del continente, plantarían, en menos de un rigió, la y espa'cialmente cambiantes y cambiables, o de relaciones entre conjuntos
bandera norteamericana en las playas del Pacífico. Sin embargo, este resul- de relaciones.
tado final fue solamente la consecuencia debatida de muchas relaciones con-
tradictorias. Las colonias proclamaron su independencia, a pesar de que una Se trata de una cuestión que no es puramente académica. Al convertir
mayoría de su población: colonos europeos, americanos nativos y esclavos los nombres en cosas creamos falsos modelos de realidad. Al atribuir a las
africanos estaba en favor de los tones. La nueva república estuvo a punto naciones, sociedades o culturas, la calidad de objetos internamente ho-
de irse a pique en relación con el asunto de la esclavitud, el cual trató de mogéneos y externamente diferenciados y limitados, creamos un modelo
solucionar en una serie de avenencias llenas de problemas, creando dos del mundo similar a una gran mesa de pool en la cual las entidades giran
naciones federadas, cada una con su propia zona de expansión. Ciertamente, una alrededor de la otra como si fueran bolas de billar duras y redondas.
en el nuevo continente había tierra de sobra para tomarla, pero, claro, De ésta suerte resulta fácil clasificar el mundo conforme a sus diferentes
primero había que quitársela a los americanos nativos que la habitaban y colores y declarar que "el Este es Este, que el Oeste es Oeste y que nunca
luego convertirla en una finca llamativa. Jefferson compró muy barato tal par se juntará". De este modo se contrapone un Oeste quintaesencia!
el territorio de la Louisiana, pero sólo después de que la revuelta de los a un Este igualmente quintaesencial, donde la vida era barata, y las multi-
esclavos haitianos contra sus amos franceses quitó a esta región su impor- tudes esclavizadas sufrían una gran variedad de despotismos. Más adelante,
tancia dentro del esquema francés según el cual era una fuente de alimentos conforme pueblos de otros climas empezaron a hacer valer su indepen-
para las plantaciones del Caribe. La ocupación de la Florida cegó una dencia política y económica respecto al Este y al Oeste por igual, atribuimos
de las principales salidas de escape de la esclavitud. La guerra con México a estos nuevos solicitantes de posición histórica, un Tercer Mundo de
hizo que la región del suroeste fuera apropiada y segura para la esclavitud y subdesarrollo, una categoría residual de bolas.de billar conceptuales, que
el algodón. Los terratenientes hispánicos que estaban en el camino de la contrastaba con el desarrollado Oeste y el Este en desarrollo. Inevitablemen-
marcha norteamericana hacia el Pacífico, se convertían en "bandidos" te, tal vez estas categorías abstractas a las que se atribuía realidad se con-
cuando defendían su propiedad contra los advenedizos anglonorteameri- virtieron en instrumentos intelectuales en la prosecución deJa Guerra Fría.
canos. Luego, el Norte y el Sur, el primero que importaba su fuerza de Hubo el mundo "moderno" del Oeste, y el mundo del Este, que había caído
trabajo de Europa y el otro de África, libraron una de las guerras más en las garras del comunismo, que a su vez era una "enfermedad de la
sangrientas de la historia; durante un tiempo el derrotado Sur se convirtió modernización" (Rostow, 1960). Y, finalmente, hubo el Tercer Mundo,
en una colonia del victorioso Norte. Con posterioridad cambió la alineación todavía atado a la "tradición" y estrangulado por sus propios esfuerzos por
entre las regiones, pues la "faja del sol" ganó predominio conforme la alcanzar la modernización. Si el Oeste pudiera tan sólo hallar el modo de
influencia del industrial Noreste declinaba. Era evidente que la república romper tal estrangulamiento, quizá.pudiera salvar a la víctima de la infec-
ni era indivisible ni tenía límites fijados por Dios. ción incubada y propagada por el Este, y colocar al Tercer Mundo en la
senda de la modernización, en la senda de la vida, de la libertad y de la
Se concibe con facilidad que las cosas pudieron haber sido diferentes.
20 CONEXIONES INTRODUCCIÓN 21
búsqueda de felicidad del Oeste. La horrible consecuencia de este modo descontento que enfrentaba a la "sociedad" contra el orden político e
de concebir al mundo fue la teoría de la "urbanización del reclutamiento ideológico llevó a desórdenes, rebeliones y revoluciones. El espectro del
forzado" (Huntington, 1968: 655), según la cual a los vietnamitas se les desorden y de la revolución planteó el interrogante de cómo el orden social
podría llevar a la modernización obligándolos a concentrarse en las ciudades podía ser restaurado y mantenido, más bien dicho, de cómo el orden social
merced a bombardeos aéreos y la defoliación de sus campos. Los nombres se podía alcanzar. La sociología esperó poder resolver "la cuestión social".
se volvieron cosas y a las cosas señaladas con una X se les podía considerar Tenía, como observó Rudolph Heberle, "un origen eminentemente políti-
como blancos de guerra. co. . . Saint Simon, Auguste Comte y Lorenz Stein concibieron a la nueva
ciencia de la sociedad como antídoto contra el veneno de la desintegración
social" (citado en Brarhson, 1961: 12, n. 2).
SURGEN LAS CIENCIAS SOCIALES Estos primeros sociólogos lograron lo anterior separando el campo de las
relaciones sociales del de la economía política. Destacaron lazos observables
La costumbre de considerar a entidades tales como iroqueses, Grecia, Persia, y también poco estudiados que unen a la gente con la gente como indivi-
o los Estados Unidos como entidades fijas contrapuestas recíprocamente duos, como grupos y asociaciones o como miembros de instituciones. Luego
por virtud de una arquitectura interna estable y de límites externos fijos, adoptaron este campo de relaciones sociales como materia de su interés.
estorba nuestra aptitud para entender su mutuo encuentro y confrontación. Ellos y sus sucesores llevaron este interés a diferentes postulados teóricos
En verdad, esta tendencia ha dificultado entender estos encuentros y con- a los que usaron para separar a la sociología de la ciencia política y de la
frontaciones. El disponer bloques imaginarios de construcción en pirámides economía política. Voy a condensar estos postulados comunes:
llamadas Este y Oeste o Primero, Segundo y Tercer Mundos sólo viene a 1) En el curso de la vida social los individuos se relacionan entre sí.
complicar esta dificultad. Esto nos hace pensar en que es probable que Tales relaciones pueden ser abstraídas del contexto económico, político o
estemos enfrentando algunas limitaciones conceptuales en nuestro estudio ideológico en que se encuentran, y ser tratadas de un modo sui generis.
de fenómenos sociales y políticos, y no solamente una aberración temporal. Son autónomas, por sí constituyen un reino propio, el reino de lo social.
Cabe pensar que en algún punto crítico del pasado escogimos una opción 2) El orden social depende del crecimiento y extensión de las relaciones
equivocada, una mala elección que perturba nuestro entendimiento presente. sociales entre individuos. A mayor densidad de estos lazos y a mayor
Este parteaguas crítico es identificable. Ocurrió a mediados del siglo amplitud de su alcance, mayor será el orden de la sociedad. Así pues, la
pasado, cuando el estudio de la naturaleza y variedades de la especie maximización de los vínculos de parentesco y vecindad, de grupo y asocia-
humana se escindió en especialidades y disciplinas separadas y desiguales. ción aumentará el orden social. A la inversa, si estos vínculos no se maxi-
Esta escisión fue funesta, pues no sólo desembocó en el estudio intensivo mizan, queda en entredicho el orden social. El desarrollo de muchos y
y especializado de aspectos particulares de la especie humana, sino que variados vínculos disminuye también el peligro de la polarización en clases.
convirtió las razones ideológicas de esa escisión en una justificación de las 3) La formación y el mantenimiento de estos vínculos están relacionados
especializaciones intelectuales. En ninguna parte se ve esto más obviamente fuertemente con la existencia y propagación de creencias y costumbres comu-
que en el caso de la sociología. Antes de la sociología tuvimos a la economía nes entre los individuos que participan en ellas. El consenso moral, espe-
política, que es un campo de estudio interesado en "la riqueza de las cialmente cuando se basa en creencias no examinadas y en la aceptación
naciones", la producción y distribución de riquezas dentro y entre entidades no racional de la costumbre, alienta la maximización de los lazos sociales;
políticas y las clases que las componen. En el siglo xvui, con la aceleración en cambio la expectativa de una simple utilidad y el ejercicio de una razón
de la empresa capitalista, esa estructura de Estado y clases sufrió una presión meramente técnica tienden a debilitarlos.
cada vez mayor por parte de grupos y categorías sociales nuevos y "crecien-
4) El desarrollo de relaciones sociales y la propagación de costumbres y
tes" que clamaban por el reconocimiento de sus derechos frente a aquellos
creencias asociadas crean una sociedad concebida como una totalidad de
grupos defendidos y representados por el Estado. Intelectualmente, el
relaciones sociales entre individuos. Las relaciones sociales constituyen la
problema adoptó la forma de hacer valer frente al Estado la validez de
sociedad; a su vez, la sociedad es la sede de la cohesión, la unidad a la cual
vínculos nuevos de carácter social, económico, político e ideológico que hoy
se podrán atribuir la predecibilidad y el orden. Si las relaciones sociales
día están conceptualizados como "sociedad". Esta creciente oleada de
son ordenadas y recurrentes, la sociedad tendrá una estructura interna
Primeros Años de la Conquista de América

164 EN BUSCA DE LA RIQUEZA

el comercio de pieles avanzaba hacia el oeste siguiendo el.curso del río San
Lorenzo y rumbo a los Grandes Lagos, se suscitó una prolongada lucha V. LOS IBEROS EN AMÉRICA
en la que los ingleses buscaron ahogar el avance francés. Este conflicto EMS
terminaría en 1763, año en que los ingleses se quedaron con Canadá. Al EN 1493 regresó Colón de su primer viaje al Caribe en la creencia, que
otro extremo del globo, la Compañía Inglesa de las Indias Orientales piántuvo hasta su muerte, de que había llegado a islas situadas frente a
enfrentaría la feroz competencia de la Compañía Francesa de la India ja costa oriental de Asia. Un, año después, Castilla-Aragón y Portugal
(fundada en 1664). Esta contienda se resolvió también en favor de In- firmaron el Tratado de Tordesillas que delimitó sus esferas en las tierras
glaterra: deudas ruinosas de guerra hicieron quebrar en 1769 a la Com- frecién descubiertas. Se trazó una línea divisoria a 370 leguas al oeste de
pañía Francesa. las Islas del Cabo Verde. Castilla, creyendo que ahora controlaba una ruta
Así pues, en menos de dos siglos, las potencias europeas ensancharon el directa al Oriente, reclamó todas las tierras situadas al oeste de esa línea,'
alcance de sus actividades comerciales a todos los continentes y convirtieron por cuya razón adquirió la mayor parte del Hemisferio Occidental. Por-
en campo de batalla a todo el mundo. La busca de la plata de las Amén? tugal, resuelto sobre todo a alejar a los españoles del Atlántico del Sur,
cas, el comercio de pieles, el tráfico de esclavos y la codicia de las especias tomó todas las tierras al este de la línea, y por ello se posesionó de Brasil.
de Asia produjo interdependencias nuevas y no previstas que cambiaron Portugal, ocupado en establecer su hegemonía sobre el Atlántico del Sur
profundamente las vidas de la gente. y sobre el Asia monzónica, tardó en consolidar sus pretensiones sobre el
Nuevo Mundo, en tanto que Castilla-Aragón se apresuraron a asegurar
jos fabulosos tesoros de las "Indias".
En sólo veinte años después del descubrimiento de América los caste-
i llanos consolidaron sus bases en las Grandes Antillas y en el Istmo de
'Panamá. En 1521 terminó la conquista de México por Hernán Cortés,
con la destrucción de Tenochtitlan, la capital mexica. En 1533 Pizarro
capturó la capital inca de Cuzco y, en 1541, los castellanos pusieron los
fundamentos de una nueva ciudad, Santiago de Chile. Estas Indias perte-
necían a la Corona de Castilla y eran administradas por representantes
rdirectos de los reyes de España con sedes en la ciudad de México, centro
del Virreinato de la Nueva España, y en Lima, centro del Virreinato
de Perú.
En este reino hijo de la conquista, los premios de la victoria eran fama
y fortuna y ambos dependían, se pensaba, del trabajo de las poblaciones
ilativas. A esto se debió que la nueva sociedad se dividiera desde sus orí-

genes entre "los naturales de la tierra" y los españoles. A los naturales se
•les categorizaba bajo el rubro de "indios", pese a que había diferencias mar-
cadas en sus lenguas y culturas. Sobre los naturales estaban los españoles
• • —los conquistadores, sus descendientes y los llegados posteriormente que
aspiraban a esta misma condición—, a todos los cuales se definió como
••
• 'gente de razón". Esta gente de razón no pertenecía tampoco a la misma
clase. Entre los conquistadores figuraron nobles y comuneros, ricos y po-
• - bres, que después de la conquista se dividieron aún más en varias capas,
- con frecuencia antagónicas: los capitanes, de riqueza y de poder reales; los
• • hombres de recursos, aptitudes e influencia moderados; un grupo de segui-
165

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LOS IBEROS EN AMÉRICA


167
dores hambrientos a los que se llamó paniaguados y que por sus servicios
recibmn alimentación techo y sueldo; y una nube de vagos, q u ^ v S T »
los linderos de las redes en desarrollo de relaciones socialen T o T e l l o s
^compartían un mteres en mantener su común superioridad como c o n q u e
a d o r e s sobre los conquistados. Fueron el elemento dominante en S ciu-
dades, que atraparon a las tierras conquistadas en una red de control e l
• b o l ; asi constituyeron los cimientos del poder español en las í „ d b s E s t í
•ciudades tuvieron e mismo plano general que giraba alrededor de u n "
plaza cen ral que albergaba el ayuntamiento y fa iglesia y que también
S e r v i a de lugar de reunión del mercado regular y de las J e n L Z
c o n v o c a d a s urgentemente. Estas ciudades, con su cabildo o l i g á r c W ^
r S ' "indio" ° tra COSa qUC - m Í
— de
« - ^ cspU eCn° £
Los colonizadores esperaban acabar p o r controlar a estos indios- sin
rCCUrS
• S Ä ° b á S Í C ° S U f r i Ó i n m c d ¡ a — t e una d e c l i ñ a c S c T

L A GRAN MORTANDAD

La "gran mortandad» afectó primeramente las islas del Caribe de donde


salto a la tierra firme de los litorales bajos de Meso y Sudamérica en
ouaan e
-general. Finalmente penetró en las mesetas HH ; n t „ ™ ¡ ™ca en
tenido a los grandes Estados azteca ch beh" e t a V ' ^ ^ ^

|decon¡o de 1520 eseaba casi ^ L T ^ Z ^ t á l s oo!

•males respiratorios. Entre 1520 v Ifinn h,,h n « ^ secuencia con


des epidemias en Mesoamérica v L l v ^ h u t o < u a n . d o m e n o s cat
° ' c e gran-

-• •
España y Portugal en el Nuevo Mundo

.(••_-. • •
V
LOS IBEROS EN AMÉRICA 169
168 EÑ BUSCA DE LA RIQUEZA
es dependían también de un sistema finamente calibrado de transferencias
la ir^fisificacióiL^^iaLCscJ^yitud y de Jas correrías en busca de esclaví
eSHmentos, mediante la concentración y redistribución de tributos en los
T a n sólo Nicaragua perdió en la primera mitad del siglo xvi unos 200 O1
Andes, y mediante distribución de tributos y acuerdos de mercado en Meso-
habitantes a manos de los traficantes de esclavos que vendían sus pre;
américa. Cuando estas mecánicas se destruían, los excedentes disponibles
en las islas del Caribe, y en Panamá y Perú (MacLeod, 1973:52). En l no podían llegar a las poblaciones que los necesitaban; el resultado era
establecimientos portugueses de Brasil hubo también grandes cantidades di RféTrnuchos morían. Finalmente, estos mecanismos ordenadores depen-
esclavos indios. Hacia 1560 había unos 40 000 nativos^dmericanos traba dían, a su vez, del papel político e ideológico de las clases gobernantes; la
jando como esclavos en el noreste de Brasil (Hemming, 1978:143). Duj dislocación de la élite nativa y la imposición de normas españolas de go-
rante el último tercio del siglo xvi, las relaciones sociales de los nativos s "bierno y de religión minaron profundamente este papel.
habían degradado a tal punto que los indios de Bahía se alzaron.en un gi IfMuy poco tiempo después, los europeos empezaron también a apropiarse
movimiento milenario, la Santidade, en el cual la gente dejó de cultiv Hje'tierras y aguas para sus fincas, molinos y pastizales, y a reclutar pobla-
alimentos para sí con la esperanza de que Dios los liberara de la esclavituí
¡Ifciones nativas para que trabajaran para ellos. Tal como había ocurrido
e hiciera que los europeos se volvieran sus esclavos. En total, se calcul
|Íeri España, en muchas partes de Mesoamérica las ovejas empezaron a
que los bandeirantes de Sao Paulo en sus correrías en busca de esclavos ha:
"comer" hombres. En los Andes, el desarrollo paralelo de la agricultura
de haber aportado al noroeste de Brasil unos 350 000 esclavos nativos di
europea en la costa y de la minería en las altas mesetas del interior trastocó
América durante el periodo de la esclavitud en Brasil. Dado que la mayo:
jijas*relaciones ecológicas sincronizadas entre la costa, el piedmont, la me-
aparte de las poblaciones de las tierras bajas estaban organizadas conform!
seta y la puna (véase el capítulo n).' Esta nueva agricultura y pastoralismo
a modos basados en el parentesco, sangrías tan tremendas de fuerza a
se basaba en cosechas traídas del Viejo Mundo, por ejemplo, trigo, ade-
trabajo redujeron considerablemente su capacidad para hacer valer |
:. mas de los productos nativos de maíz, o papas, amén de que introdujo
reproducir aquellos derechos que hacían posible su supervivencia.
-'¿animales de rebaños que eran desconocidos en América antes de la Con-
Tanto en Mesoamérica como en las regiones andinas, poblaciones ni
. quista, tales como caballos, ganado vacuno, ovejas, cabras y cerdos. Sin
merosas habían sido el sostén de sistemas tributarios complejos tales comí
ijlembargo, el nuevo sistema de producción de alimentos no era tan intensivo
la confederación azteca y el dominio de los incas. En estos sitips la catas
como la horticultura hidráulica de las poblaciones prehispánicas, ni siquie-
trófica declinación de la población ayudó a la fragmentación de las enüj
ra donde se construyeron presas, se cavaron canales y se regaron tierras.
dades políticas existentes. Se ha calculado la población prehispánica de Esta menor intensidad e integración de los cultivos requería una fuerza de
Mesoamérica en 25 000 000 y la del dominio inca entre 6 000 000 (Rowe)1 ^trabajo menor, gracias a lo cual la caída de la población se pudo capotear.
y 30 000 000 (Dobyns). Sea cual fuere la cifra base, el hecho es que la]
Una agricultura basada en el cuidadoso cultivo, en el avenamiento y en
declinación diezmó a la población. En Mesoamérica llegó a un mínima
gfgl-escalonamiento de parcelas de tamaño reducido.
de 1 500 000 (hacia 1650), aunque luego se recuperó lentamente. El nú-]
mero de habitantes de las audiencias españolas de Lima y Charcas, en
Bajo y Alto Perú respectivamente, cayó de 5 000 000 en tiempo de la Con-1
LA RIQUEZA DE LA AMéRICA ESPAñOLA
quista a menos de 300 000 en los decenios de 1780 y 1790 (Kubier,
1946:340). Tras la plata
Es probable que la desnutrición haya acrecentado la virulencia de 1:
nuevas enfermedades (véase Feinman, 1978). El abasto de alimente Antes que otra cosa, los iberos buscaban en el Nuevo Mundo tesoros en
tanto en Mesoamérica como en los Andes, dependía, ante todo, de sistem; forma de metales; al principio esto significó oro; en las Antillas se halló
intensivos muy bien organizados del uso de la tierra. Cualquier dislocación ;bro a "placer, pero "los sitios productores eran pocos, pequeños y de poca
de estos sistemas, por guerra, amenazas externas o muerte por enferme^ •profundidad" (Sauer, 1966:198). En poco tiempo se sacrificó a la po-
dad de una parte de la fuerza de trabajo, ponía en entredicho la super íblación nativa en su extracción. Fueron efímeros los depósitos auríferos
vivencia del resto de la población. El que se rompieran obras hidráulicas 3 del istmo centroamericano. Sólo Colombia —"Castilla de oro", como se le
el que se interrumpieran los intercambios entre regiones especializadas era llamó— produjo cantidades de importancia. Aportó la mayor parte de los
productos diferentes disparaba consecuencias ramificantes. Ambas regió?

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LÖS IBEROS EN AMÉRICA 171
170" >JEN BUSCA DE LA RIQUEZA
torio. De sobrevivir a los seis meses de arduos trabajos, tendrían que viajar
185 OOO kilos de oro enviados a Sevilla entre 1503 y 1660, cantidad que otros dos meses para volver a Chuicuito. Una vez en casa debían depender
acrecentó en un quinto la existencia europea de oro (Elliott, 1966:180,). e sus' vecinos hasta que pudieran levantar su propia cosecha y criar un
& Finalmente, fue la producción de plata el puntal de la riqueza española, nuevo rebaño de llamas. Además, en su aldea estaban sujetos a otros mitas
y consiguientemente el principal indicador de la fuerza o debilidad del c n cuanto a labores domésticas, de transportes, de servicio de correos, de

control real. M hospedería (tambos) y de obras en caminos (Kubier, 1946:372-373). Por


En 1545'los españoles hallaron los primeros depósitos de plata; un catea- sí fuera poco, en los siglos xvn y xvm era común obligar a los aldeanos a
dor indio descubrió en lo que hoy es Bolivia la montaña de plata de producir artesanías y a aportar comida, forrajes y madera a las ciudades
600 metros de altura de San Luis Potosí. Vinieron luego una sucesión de fi- (Villamarín y Vülamarín, 1975:73). Los aldeanos residentes (hatun-
lones en las cadenas montañosas de México: en Zacatecas en 15.46, en Gua- runas) también debían pagar tributo.
najuato en 1548, en Taxco en 1549, en Pachuca en 1551, en Sombrerete
y Durango en 1555, y en Fresnillo en 1569. Potosí acabó siendo sinónimo
de una riqueza más~ allá de los sueños de la avaricia. Su escudo de armas
proclamaba que era "el tesoro. del mundo, la reina de todas las monta-
ñas, la envidia de todos los reyes". Para 1611 era la mayor y la más rica
de todas las ciudades de las Americas, con una población de 160 000 ha-
bitantes. Estaba situada en una región de gran altura sobre el mar, 4 000 me- »
tros, tan inhóspita, que había que importar toda la comida, en tanto
que las esposas de los españoles tenían que irse a vivir a valles más ba-
jos para criar a sus hijos. Para explotar los minerales de la montaña
mágica, los señores de las mismas recurrieron a los nativos americanos.
En 1603 en Potosí había 58 800 indios trabajando, de los que 43 200 eran
obreros libres; 10 500 eran mingas o contratados. El resto, 5 100, eran
mitayos o trabajadores reclutados, que en su mayoría-se hacían cargo del
peligroso transporte de cestas de mineral por traicioneras escalas hasta la
boca de la mina. Desde el tiempo de los incas había una rotación obli-
gatoria del trabajo reclutado (mita); los españoles lo extendieron para el
servicio de las minas. Institucionalizado en 1570, ordenaba que todos los
poblados aportaran un séptimo de su población adulta de varones para
trabajar en las minas o en obras públicas. Teóricamente los obreros no
debían trabajar más de dieciocho semanas cada siete años, debían recibir
1 su paga y trabajar en condiciones supervisadas por los inspectores reales.
Los salarios recibidos debían permitir que los mineros pudieran pagar su
tributo, que ahora era pagadero en plata. Vasija'de madera (kero) de estilo anterior a la Conquista, región del Cuzco,
Lo cierto es que los hechos fueron más duros que la teoría. Por ejem- que representa una escena de caza con jinetes españoles. (Fotografía cortesía
plo, a fines del siglo xvi, la provincia de Chuicuito, en las riberas del Lago del Museo del Indio Americano, Fundación Heye)
Titicaca, enviaba 2 200 varones adultos cada año a las minas de Potosí.
Como estos trabajadores reclutados iban con sus familias, el viaje de casi Durante el periodo de marcado descenso de la población se mantuvieron
500 kilómetros y dos meses de duración significaba mover no menos de constantes las cuotas de servicios y de tributos; es decir, que las autorida-
7 000 personas, así como de 30 000 a 50 000 llamas para llevar sus cosas des locales tenían que reclutar hombres con más frecuencia de la autori-
y proveer de comida durante el recorrido. En Potosí, los mitayos trabaja- zada por la ley, cobrar contribuciones más altas a quienes se quedaban en
ban cuatro meses en las minas y otros dos en servicio adicional obliga-

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' LOS IBEROS EN AMÉRICA 175
174 EN BUSCA DE LA RIQUEZA

ricanos. La flota de Nueva España cargaba en Veracruz y la peruana en áa el tráfico americano, absorbía sumas mayores para barcos, abaste-
puertos de Colombia ,y Panamá. Ambas flotas convergían en La Ha-] Pimientos y protección. El que España confiara en la exportación de pro-
baña, después de haber visitado algunos puertos antillanos, y ponían las^ Kiictos primarios tales como lana, vino y aceite de oliva para adquirir
velas rumbo a la desembocadura del Guadalquivir en España. Blbastös navales, estaño, telas, pescado y cereales acabó por crear un pro-
Entre 1503 y 1660 llegaron a Sevilla procedentes de América más de Bflemá de balanza de.pagos que se saldó con exportaciones de plata.
7 000 000 de libras de plata, lo cual triplicó la cantidad que de ese metal
había en Europa (Elliott, 1966:180). De este total, la Corona se quedaba Exportaciones secundarias: colorantes y cacao en polvo
con casi un 40%, sea como ajuste de impuestos americanos o en pago del
quinto real sobre toda la producción argentífera. Sin embargo, ni toda la í Aunque la plata fue la exportación principal de la América española, la
plata de las Americas pudo detener la quiebra de la Corona española; así cochinilla, el índigo y el cacao tuvieron su importancia. La cochinilla del
de gravada estaba por sus empresas militares en Europa y en el resto "nopal es un insecto que produce un colorante rojo. Se requieren unos
del globo. Hasta más o menos 1550 el -emperador Carlos V recibía entre 70 000 insectos para producir una libra del colorante. Encomenderos y
200 000 y 300 000 ducados anuales de plata americana, pero como gas- corregidores presionaban a las comunidades de nativos, sobre todo en la
taba 1 000 000, en 37 años acumuló una deuda de 39 000 000 de ducados, provincia de Oaxaca (México), para que cogieran y procesaran estos insec-
en su mayor parte a acreedores extranjeros. Felipe II, más parco que su tos. En la segunda mitad del siglo xvi creció la importancia de la cochini-
padre, recibió unos 2 000 000 de ducados de plata americana en el dece- lla, que después de la plata ocupó el segundo lugar en las exportaciones
nio de 1590, amén de casi 8 000 000 en impuestos cobrados en Castilla I ¡je la Nueva España. El índigo, otro colorante, produce un tinte azul de
. y en ingresos eclesiásticos. Sin embargo, para esas fechas gastaba ya más gran fijeza. Se obtiene macerando las hojas de un arbusto y luego dejan-,
de 21 000 000 de ducados al año (Elliott, 1966:203, 282-283). Al mismo do que el caldo resultante se haga panes. Fue producido por vez primera
tiempo, esta entrada de plata elevó los precios en una economía interna ya usando trabajo temporal de nativos, en el mismo litoral del Pacífico de
debilitada por una declinación en la producción de alimentos, por un alza América Central que primeramente había producido cacao. En el si-
en las exportaciones de madera para pagar importaciones extranjeras glo xvn, por razones de menor costo de transporte, la industria del índigo
más baratas y por un fuerte aumento en la importación de mercancías fue a dar principalmente a Yucatán; ahí floreció hasta el siglo xrx.
manufacturadas para usarse en España y en las Indias. Así pues, la en- En tiempos prehispánicos el cacao se había cultivado en la vertiente
trada de la plata de América sirvió de muy poco para aliviar los problemas del Pacífico de la América Central. Bajo los españoles, se obligó a la po-
financieros de la Corona, en tanto que sí aceleró la declinación de la in- blación nativa a pagar con cacao sus tributos y algunas mercancías. Hubo
dustria española en favor de los competidores de España. funcionarios y encomenderos que exigieron entregas de cacao a cultiva-
dores de las tierras altas, que tuvieron que bajar a la costa para trabajar
España sufrió un alza de precios generalizada y enorme, que acrecentó
el cacao y poder así pagar sus tributos. Sin embargo, las altas tasas de
el precio de las mercancías no sólo para el pueblo, sino también para la
mortalidad limitaron la producción de cacao, al grado de que América
propia Corona. Los testigos contemporáneos de esta "revolución en los
Central cedió el puesto de primer productor a las plantaciones que usaban
precios" así como historiadores economistas posteriores opinaron que la
esclavos en los litorales tropicales de Ecuador y Venezuela.
causa primaria de ella fue el enorme ingreso de dinero. Ciertamente
un abasto mayor de dinero puede haber sido una causa importante, pero no
basta para explicar la crisis económica en su totalidad. Quizá la mayor
demanda de mercancías europeas en las Americas haya hecho subir los La sangría del comercio exterior
precios en el siglo xvi; hubo también una mayor demanda interna de mer-
cancías. Cuando las dependencias americanas se volvieron más autosu- Del Nuevo Mundo, España se llevaba plata, oro, cacao, cochinilla c índigo
ficientes en bienes y servicios, ello quizá influyó adversamente sobre la y regresaba artículos manufacturados y de lujo de precio muy elevado. Una
madre patria. Además, la mayor parte de la plata salía de España: así, buena parte, tal vez la mayor, de estas mercancías se originaba fuera de
a fines del siglo xvi, tres quintos de todo el metal que llegaba a España España, sobre todo en el noroeste de Europa; el precio que se les fijaba
iban al exterior en pago de deudas reales y privadas; igualmente, conforme era tal que producía impuestos y derechos aduaneros al Estado, así como
176 EN BUSCA DE LA RIQUEZA LOS IBEROS EN AMÉRICA 177

utilidades monopólicas a los vendedores. El intercambio estaba en ma- iones económicas elave del reino estuvieran lejos de las áreas prehis-
nos de los comerciantes que en'el lado europeo estaban organizados en el ¡cas de horticultura y colonización intensivas y que ahora fueran las
consulado o gremio de comerciantes de Sevilla, y en el extremo americano ¡genas de plata de la Sierra Madre de la Nueva España y el hosco altiplano
en los gremios gemelos de Nueva España y Lima. En el lado europeo el Efe Bolivia. Esto produjo cambios muy profundos en la producción de
gremio hacía pareja con la Casa de Contratación, la gran dependencia -alimentos y de materias primas. Significó una gran alteración en las polí-
del gobierno que tenia a su cargo la supervisión de naves, personas y nicas de gobierno: del-interés inicial en asegurar el control real de gober-
mercancías que iban a las Indias y venían de ellas, y el cobro de impuestos nantes y gobernados a políticas dirigidas primordialmente a maximizar la
i^ninería y garantizar sus abastecimientos. Estos cambios crearon una nueva
y aduanas para las arcas del rey. Intencionalmente, el comercio estaba
[geografía y alteraron las condiciones ecológicas, económicas y políticas de
encajonado en cauces estrechos, cuyo fin era que se realizara exclusiva-
las poblaciones conquistadas.
mente por entidades monopólicas que usaban barcos españoles y agentes
Estos cambios estaban estrechamente vinculados. La disminución de la
de la misma nacionalidad. No fue creado por los principios del libre
noblación nativa y la destrucción de los controles políticos que eran fun-
juego de la oferta y la demanda; más bien era, según frase de Carmag-
rdamentales a la horticultura intensiva nativa, exigieron nuevas formas de
nani, "comercio constreñido", constreñido por la demanda del lado euro-
peo (1975:31). 1 •producción de productos alimenticios y de ganado para las minas y pobla-
ciones. La minería creó una fuerte demanda de alimentos y bebidas para
De hecho, este comercio constreñido abarcaba dos ciclos diferentes de
•abastecer trabajadores y animales, de pieles y cueros para hacer cuerdas y
transacciones, uno trasatlántico y otro interamericano. Para activar el ciclo , galbos, sebo para velas y grasa para antorchas con que iluminar los tiros,
trasatlántico, los comerciantes europeos compraban mercancías con dinero mercurio para la extracción del mineral de plata, pólvora, madera para
y las enviaban a factores o agentes (habilitadores) que vivían en el Nue- • alimentar las fundiciones y grandes cantidades de animales de carga
vo Mundo, esperando que se las pagaran con mercancías americanas que para trabajo y transportes. La nueva economía agrícola debía también dar
al venderse dejaran buenas utilidades. Al inicio del ciclo había una inver-
sión de dinero en el lado europeo de la transacción, y una conversión de <
v- comer a las poblaciones españolas, que eran el sostén de la red del con-
de
trol español, a los establecimientos eclesiásticos situados en poblados y en el
mercancías en dinero y utilidades en Europa, al fin del ciclo. Sin embargo, campo, y a los lugares de parada situados a lo largo de las rutas de tráfico
en las Americas no había cambio de dinero por dinero, sino sólo cambió de que ligaban las minas, las poblaciones y los puertos. Las necesidades de
mercancías por mercancías. Los factores americanos adelantaban las mer- las minas y los requerimientos del consumo básico urbano exigían, además,
cancías europeas a los dueños de minas o empresarios de cochinilla, que :que los productos resultaran lo más barato que fuera posible.
debían a justar cuentas con sus factores entregando mercancías americanas.^
La Corona ayudó de modos muy diversos al crecimiento de este sistema.
Pero en tanto que en Europa subían los precios de las mercancías manu-
Como el mercurio era un ingrediente esencial en el procesamiento del
facturadas, los valores de cambio de la plata y de las mercancías america- mineral de plata y era un costo importante en esa industria, la Corona se
nas declinaban. Esta desproporción orillaba a los productores americanos esforzó por garantizar su abasto a precios bajos. Su producción y venta
a mantener bajos o a reducir los costos de producción. Después veremos eran un .monopolio real; los mineros peruanos.lo recibían de la mina real
cómo este ciclo contribuyó al resurgimiento del dominio tributario en la de Huancavelica y los de la Nueva España de la mina española de Al-
agricultura y en la ganadería del Nuevo Mundo. También ocasionó mu- madén. Mediante graneros públicos la Corona siguió la política de asegu-
chos fraudes y coerciones en los sistemas conforme a los cuales se obtenían rar alimentos a las minas y poblados a precios regulados. Y, sobre todo, la
la cochinilla y el índigo de los productores nativos. política real buscaba transferir tierra y labor a empresarios agrícolas; esto
significó que abandonaba su política de querer mantener su control so-
NUEVOS SISTEMAS DE ABASTECIMIENTO
berano sobre la población india.
La intención inicial de la Corona fue negar a los conquistadores todo
A medida que la minería de plata asumía un papel central en la economía control directo sobre la tierra y sobre el trabajo indio. Quería evitar la
de las Indias hispanas, iba dominando y reformando la estructura de los constitución de una clase independiente de señores * tributarios y por eso
dominios españoles del Nuevo Mundo. El atenerse a la minería hizo que insistió al principio en conceder los servicios de los americanos nativos
178 EN BUSCA DE LA RIQUEZA LOS IBEROS EN AMÉRICA 179

únicamente conforme a sus propios términos. Esto se logró mediante la eran mejores que los encomenderos; dependían de los oficiales reales
expedición de concesiones temporales (encomiendas). La encomienda per- 'respondían de las demandas de la población y de las minas. Sin embar-
' mitía al beneficiario de ella emplear en su servicio el tributo y el" trabajo o, la evolución de las haciendas no adoptó en todas partes la misma
de un cierto número de indios a cambio de cristianizar sus almas paga- ^forrna ni siguió el mismo ritmo. Aparecieron primeramente en territorios
nas. ' Sin embargo, la encomienda no daba al encomendero derechos sobre . feubpoblados en que el ganado podía criarse con pocas manos; luego"cre-
tierras indias ni acceso ilimitado a los servicios de los indios; la Corona se : ícieron en lugares en que las aldeas nativas o los corregidores reales inte-
reservaba estos derechos. La Corona esperaba que surgiera una sociedad resados en la mano de obra y los tributos nativos se oponían a las peticio-
7
dividida en un sector de conquistadores y un sector indio aparte. Por ello ¿es de las haciendas sobre tierras y mano de obra. Por eso, en las elevadas
• mesetas peruanas las haciendas fueron un fenómeno del siglo xvm", no an-
trató de interponer a sus funcionarios reales entre los españoles empleadores
terior. En general, los encomenderos que obtuvieron sus títulos en el
de indios y los indios. t .
siglo xvi, se hicieron de la propiedad' de las haciendas un siglo después.
Después de 1542 los encomenderos estuvieron obligados a presentar una
Legalmente, la concesión de una encomienda no podía producir una ha-
instancia oficial al funcionario real si querían que se les asignaran nativos
cienda : las concesiones de encomienda eran donaciones reales que ni daban
para tareas específicas. Se daba por sentado que el funcionario, al recibir
derechos a la tierra ni permitían al agraciado establecer los términos de
estas peticiones, las jerarquizaba y asignaba trabajadores sobre una base
servicios o tributos del trabajo de los nativos. En cambio, la hacienda
rotacional y veía que se les pagara conforme a una tasa estipulada. Esta se fundaba por completo en la propiedad de la tierra y en la aptitud del
forma de asignación de trabajo se conoció oficialmente con el nombre de propietario para negociar directamente los términos de la contratación
repartimiento. Sin embargo, en Mesoamcrica se le siguió llamando con de trabajadores.
la palabra náhuatl para el trabajo forzado en obras públicas, cuatéquitl, y
en los Andes se le siguió llamando mita, palabra quechua. La mayoría de los trabajadores de las haciendas eran nativos america-
Otro medio que se empleó para apartar a los españoles de la población nos. A veces los terratenientes se hacían de trabajadores quitando su tierra
india fue la abolición formal, en 1542, de la esclavitud india. Se declaró i, los establecimientos nativos; o traían migrantes que habían abandonado
que la esclavitud de los indios era ilegal en todas partes, excepto en zonas sus aldeas, tan cargadas de tributos, para establecerse en otra parte. Tam-
fronterizas donde las poblaciones rebeldes se negaban a aceptar la sobera- bién los dueños de las haciendas ofrecían pagar el tributo de sus trabaja-
dores, o darles crédito en alguna otra forma. Al parecer, en siglos posterio-
nía española. Esto significó que hasta los años 1680 fue posible que los
res se desarrolló el estado de servidumbre debido a deudas, e incluso se
araucanos del sur de Chile fueran aprisionados y esclavizados. Esto fue s
estableció el endeudamiento hereditario.
también aplicable en las fronteras noroccidcntales de México donde hasta
bien entrado el siglo xix siguieron esclavizados los indios apaches, navajos Por lo general, al trabajador se le daba acceso a una porción de la tierra
y shoshones (Bailey, 1966). Sin embargo, en las regiones centrales de la de la hacienda a cambio de los servicios convenidos y de la entrega de las
ocupación española, se abolió la esclavitud de los indios, o cuando menos cosechas al dueño. El dueño se reservaba el casco de la hacienda (el cen-
se redujo considerablemente. Esta prohibición de la esclavitud no se exten- tro), con la maquinaria de procesamiento, el abasto estratégico de agua
y la tierra más propia para cosechar el mejor producto; dejaba a sus in-
dió, sin embargo, a los africanos, que se siguieron importando en grandes
quilinos-trabajadores las tierras más pobres y alejadas de su propiedad.
números para remplazar a la menguante población nativa, sobre todo
De este modo la hacienda llegó a ser una entidad basada en una estruc-
en las tierras bajas.
tura doble de cultivo de productos comerciales y de servidumbre real por
La hacienda parte del propietario y el cultivo comercial por siervos-inquilinos. Una
ampliación del mercado provocaba la ampliación del sector del propietario
Gradualmente las encomiendas fueron sustituidas por las haciendas, que a expensas de los siervos-inquilinos; una declinación del mercado favore-
eran fincas trabajadas por gente que se establecía en ellas y que dependía cía a los inquilinos.
directamente de los dueños de la tierra. La Corona no contaba con el Las haciendas servían a propósitos diferentes. Las que eran de dueños
personal ni los recursos suficientes para estimular su crecimiento, en tanto de minas o talleres proporcionaban los productos necesarios para estas
que empresarios agrarios con pleno control de la tierra y de la mano de operaciones a un costo muy bajo o sin costo. Otras producían para un
180 EN BUSCA DE LA RIQUEZA LOS IBEROS EN AMÉRICA 181
mercado regional creado por la demanda de poblaciones cercanas, centros Comunidades indias
mineros o puertos. Algunas regiones geográficas se especializaron en la
producción de alimentos para tales mercados. En el Valle Central de Chile Poblados y minas acababan rodeados por haciendas y, a su vez, éstas eran
se cultivaba trigo para Perú; los valles agrícolas de Cochabamba y Sucre rodeadas por establecimientos de pobladores nativos sobrevivientes. Este
alimentaban al Alto Perú (Bolivia); el Valle de México y la región del- patrón de asentamiento estaba orientado hacia las minas, aunque no era
Bajío daban el grano que se consumía en la ciudad de México y en los meramente ecológico o geográfico. Estaba organizado con base en la
centros mineros. En la seca región septentrional de México se criaba gana- economía política que encarnaba, en la cual los niveles inferiores propor-
do para poblaciones y minas, como también se hacía en la cuenca del cionaban excedentes a los niveles que estaban arriba de ellos. Los mineros
río de la Plata. Algunas tierras bajas se especializaron en la producción d e ' vendían a los comerciantes, que sacaban, a su vez, precios elevados por
azúcar y licor destilado para los mercados internos; en las mesetas mexica- mercancías europeas manufacturadas. Luego, los dueños de las minas
nas se cultivaban magueyes de los que se obtenía el aguamiel para la pre- orillaban a los dueños o administradores de las haciendas para que les ven-
paración del pulque; la vertiente tropical de los Andes producía hojas de dieran materias primas y comida a precios bajos. Por su parte los hacenda-
coca. Por doquier había haciendas propiedad de establecimientos religiosos dos presionaban a las comunidades nativas y las encasillaban en la de-
o de grupos de familias de clase alta, que comprendían parroquianos y pendencia servidumbre-inquilinato en las fincas o en el empleo ocasional
dependientes. A veces cambiaba la función de la hacienda —dejaba -de con sueldos muy bajos. Dentro de esta jerarquía, las comunidades indí-
ser el granero de un poblado y abastecía a una mina o dejaba de estar genas ocupaban el último peldaño.
orientada hacia el mercado y se volvía de subsistencia—. También eran fja sido cosa común que estas repúblicas de indios, como las llamaron
sensibles a los cambios del mercado y sus operaciones crecían o menguaban los españoles, sean vistas por los antropólogos como repositorios de un
según fluctuaba la demanda. pasado prehispánico intocado por tres siglos de dominación hispánica. Lo
Pese a esta adaptabilidad de las haciendas, su crecimiento potencial cierto es que a estas comunidades les dio forma organizacional la burocra-
estaba limitado por el tamaño de la demanda real y por las dificultades ! cia colonial, como componentes integrales del Estado español y de su siste-
del transporte. Al parecer operaban mejor, con más utilidad, cuando ven- ma económico. Al ordenar el establecimiento de estas unidades, la Corona
dían en un mercado, local o regional, seguro pero restringido, en el cual la perseguía un doble propósito: romper el aparato de poder anterior a la
escasez relativa garantizaba buenos niveles de precios. Esto era cierto, por Conquista y asegurar la separación y fragmentación de las jurisdicciones
ejemplo, en haciendas que producían un producto primario europeo, como resultantes. Aunque la destrucción de los grandes Estados de los incas,
el trigo, del cual había un mercado seguro aunque pequeño de consumi- mexicas o chibehas permitió el resurgimiento de algunas pretensiones an-
dores europeos. Tal fue el caso también en que ventas obligatorias al gra- tiguas al gobierno y a la lealtad, en general el resultado de eso fue la sus-
nero público impedían que compitieran en precio las comunidades nativas titución de los Estados anteriores a la Conquista por pequeños señoríos
que podían producir más barato. tributarios y por comunidades locales.
En general, las haciendas no fueron empresas muy lucrativas; en su A la alta nobleza india se le asimiló formalmente dentro de la nobleza
mayoría estaban endeudadas y con frecuencia iban a dar a manos de nue- española y se le confirmaron sus pretensiones a tributos, propiedades y
vos dueños, principalmente de organismos eclesiásticos que casi siempre las pensiones, pero se le privó de todo acceso al mando y al poder. Su conver-
hacían producir bien. David Brading describió condiciones generales de la sión al cristianismo aseguró su rompimiento con las fuentes de influencia
América hispana al caracterizar a la hacienda mexicana como ideológica anteriores a la Conquista, y la integró a las actividades en curso
de la Iglesia. A las órdenes inferiores de la nobleza india —principales en
un desaguadero que recibía de continuo el capital excedente acumulado en Mesoamérica, kurakas en los Andes— se les encargó la supervisión de las
la economía de exportación. Las fortunas creadas en la minería y en el comunidades locales. Al igual que los jefes africanos que tres siglos después
comercio se invertían en tierras, donde se disipaban gradualmente o acaba- los ingleses pusieron a mandar sobre las poblaciones africanas en "gobierno
ban en los cofres de la Iglesia. La consecuencia fue que la clase de ha- indirecto", esta nobleza acabó mediando entre conquistadores y conquis-
cendados se renovara continuamente. [1977:140] tados.
Ante las autoridades externas representaban a sus mandantes, pero
182 EN BUSCA DE LA RIQUEZA LOS IBEROS EN AMÉRICA 183

a la vez se esforzaban por mantener su jurisdicción interna mediante el dades nativas cuando intereses externos amenazaban sus fuentes de poder
ejercicio de pretensiones y lealtades tradicionales. ' ' de lucro!/ Al mismo tiempo, ante una mayor demanda de mano de
Las comunidades sobre las que 'se les dio autoridad no eran las mismas ibra de parte de empresarios industriales y agrícolas debida al decremento
que habían existido antes de la Conquista. Muchas comunidades anteriores ide la población nativa, muchos se inclinaron a bajar el nivel de su celo
a la Conquista habían casi desaparecido ante el embate de la Peste Negra, como defensores del pueblo. La Corona descubrió también que su interés
pero se formaron otras nuevas conjuntando restos de poblaciones bajo un I en maximizar sus ingresos mediante impuestos y emolumentos con fre-
control administrativo y eclesiástico más estrecho. Esta política general I -cuencia se oponía a su papel de protectora de los naturales. Si algún co-
española de re-establecimiento y concentración redefinió la naturaleza de lono usaba la mano de obra y los recursos naturales en un cierto modo
las comunidades locales, no sólo demográfica, sino también económica y que prometiera dar más entradas a la Corona, era cosa común que se
administrativamente. A cada comunidad nueva se le dio identidad legal, hicieran a un lado las consideraciones políticas o morales. Esto fue más
con su propio consejo administrativo local, o cabildo, y también identidad y más cierto a medida que los empresarios dejaron de interesarse en los
eclesiástica, con su capilla o iglesia local dedicada a un santo patrón. Ade- ' bienes que eran valiosos antes de la Conquista como cacao, plumas precio-%
más, se les definió económicamente pues se les dieron derechos sobre tierras ' sas y telas de algodón y se interesaron en reordenar la tierra y el traba- \
y recursos del poblado, y también obligaciones de pagar tributo. En estas jo, para cultivar trigo, explotar minas de plata, producir telas de lana,
colectar cochinilla o criar ovejas laneras. Cuando lo que hablaba era el
exacciones se incluían tributos en especie para la Corona, en bienes y servi-
' dinero, hablaba en español, no en náhuatl o quechua.
cios para el encomendero español, para el señor indio reconocido, y trabajo
obligatorio en obras públicas como construcción de presas y caminos. Finalmente, esta reordenación de recursos con vistas a producir bienes
Los funcionarios reales, o corregidores de indios, vigilaban el sector ad- para minas y poblados dio origen a nuevos grupos que no eran parte de
ministrativo indio compuesto por estas comunidades. Hubo tribunales las comunidades indias; entre ellos había artesanos, peones y sirvientes que
indios especiales para atender litigios planteados por los representantes lega- trabajaban en o cerca de los nuevos establecimientos, c intermediarios
les. Esta estructura administrativa estaba inspirada en la intención original que llevaban mercancías de un lado a otro. Esta creciente población de
de la Corona de mantener apartados a indios y españoles. Sin embargo, los indios y mestizos acabó por llenar en poco tiempo los intersticios sociales
tribunales indios pronto se vieron atiborrados por quejas contra los con- y económicos que había entre las comunidades y la pirámide tributaria
quistadores y empresarios españoles que se empeñaban en incorporar a formal, y empezó a conectar gente cuyas actividades e intereses estaban
sus haciendas tierras de indios y cursos de agua. A veces, la élite india más allá de lo local. Las quejas constantes de los funcionarios reales de
local de principales o kurakas, encargada de administrar los recursos y que algunos extraños penetraban en comunidades indias donde atendían
obligaciones de la comunidad, alargaba el alcance de su poder, coludién- sus propios intereses, y de que miembros de las comunidades indias estaban
dose con españoles extraños a sus poblados. Por su parte, la posición pri- dejando sus jurisdicciones para unirse con extraños mestizos o cholos, de-
vilegiada de los corregidores les permitía aprovecharse comercialmente de muestran que los linderos de las comunidades eran permeables y nego-
ciables.
sus cargos. Así, como en Perú, podían cobrar tributo, venderlo en subasta,
volverlo a comprar a la mitad de su valor en el mercado hasta el monto del Además, las comunidades no eran internamente ni unitarias ni indife-
tributo debido y luego revenderlo al precio del mercado (Rowe, 1957:163). renciadas. En un cierto momento, una comunidad podía unirse bajo un
Podían comprar a bajo precio a los comerciantes del poblado y forzar a los principal suyo contra las intrusiones de empresarios o hacendados españo-
indios a comprar esas mercancías a precios elevados, o también, comprar les. En otro momento, ese principal, que en sus tratos con la gente a él
a los indios y vender esas mercancías más caras en otro lugar. Por último, encomendada se hubiera vuelto similar a los hacendados o empresarios,
podían convertirse en empresarios por su propia cuenta. Por ejemplo, en podía aliarse con los españoles o ser acusado por sus partidarios de haberlo
el occidente de Guatemala un corregidor podía comprar algodón en rama hecho. Y en todas partes, comerciantes y cultivadores, habiéndose vuelto
en la costa, obligar a las indias de su distrito a hilarlo y tejerlo para luego acaudalados dentro de una comunidad, podrían entrar en conflicto con
.vender la tela a los mismos indios o colonos ganando una buena utilidad autoridades superiores, inclusive con su propio señor indio y presentarse
(véase MacLeod, 1973:316). a sí mismos como voceros de su comunidad contra la tiranía. Estos mis-
Estos jefes indios y funcionarios reales se unían para defender sus comu- mos comerciantes y cultivadores, arrastrados al mercado por causa de la
LOS IBEROS EN AMÉRICA 185
184 EN BUSCA DE LA RIQUEZA

producción de cochinilla o tela de algodón, podrían entonces cerrar la co- este amplio marco ideológico y en su lugar puso la salvación cristiana. Al
munidad para mantener un monopolio intermedio de derechos sobre el Kpismo tiempo, a esta liturgia dominante se unió la creencia y práctica local
fo.ä cargo de misioneros que se esforzaban por anclarla en creencias locales y
trabajo. de practicantes locales que buscaban que fuera expresión de intereses lo-
En los dos virreinatos, a las comunidades se les autorizó a manejar sus cales. El resultado fue el desarrollo de estructuras religiosas que variaban
asuntos internos por medio de una jerarquía de funcionarios locales dota- I de una comunidad a otra y que en su localocentrismo ideológico semeja-
dos de títulos y cargos españoles basados en prototipos también españoles. I ban la separación política de las comunidades.
Al mismo tiempo, la Iglesia constituyó organismos eclesiásticos con base Lo cual significa que las comunidades indias eran porciones dependien-
en las cofradías españolas, que se encargaron de representar los ritos del tes de un sistema político y económico mayor. No eran ni restos "triba-
calendario católico. En los grandes establecimientos españoles e hispani- les" del pasado prehispánico, ni un tipo estático de comunidad campesina
zantes, estos dos tipos de organismos, civiles y religiosos, se mantuvieron caracterizado por un conjunto de atributos fijos. Se desarrollaron en la
bien diferenciados, pero en las comunidades indias fue cosa común la mez- lucha a muerte entre conquistadores y conquistados y estuvieron sujetas
colanza de jerarquías civiles y religiosas; en estos casos, se alternaba el a la acción recíproca de intereses externos e internos. El Estado español
ejercicio de un cargo secular con el patrocinio de un acto religioso. Este les concedió derechos a tierras e ingresos pero las obligó a aportar tributos y
patrocinio solía exigir fuertes desembolsos para cohetes, fuegos artificiales, trabajo como parte de sus obligaciones políticas; con frecuencia resultaron
adornos, incienso y velas, músicos y comida y bebida que se distribuía en- indefensas ante las depredaciones de terratenientes, funcionarios y clérigos.
tre los participantes. Esto solía significar que sólo los miembros pudientes A veces eran tales las exacciones, que se rebelaban, se negaban a cooperar o
de la comunidad podían aspirar a los puestos más altos y costosos de la escapaban. A las comunidades se les permitía gobernarse por medio de
jerarquía eclesiástica y de la autoridad política, que exigían una buena sus jerarquías civiles-religiosas. Estos funcionarios locales podían defender
dosis de redistribución económica. Y a la inversa-, esta redistribución aca- la comunidad contra autoridades externas y competidores de fuera, pero
bó por desempeñar una parte importante en la economía de los recipientes también podían ensancharse a expensas de sus compañeros de aldea o
a los que hizo económica, política y religiosamente dependientes de las traicionar sus intereses en favor de potencias externas.
operaciones de la oficialidad sacralizada. O sea, que las jerarquías civiles-
Desde el punto de vista del orden colonial hispánico general, las comu-
religiosas instalaron dentro de las comunidades un sistema de dominación
nidades indias no fueron sus fundamentos primarios sino más bien apoyos
elitista, pero al mismo tiempo permitieron que la élite representara a toda
laterales y secundarios. El centro de este orden era la actividad minera y
la comunidad ante autoridades y tenedores externos del poder.
las actividades que la abastecían. Por su parte, las comunidades indias
La jerarquía también tenía a su cargo los ritos que relacionaban a la
actuaban como almacenes de trabajo y como fuentes de productos agríco-
comunidad con lo sobrenatural; cosa característica de ellos fue que tuvieran
las y artesanales baratos. Cuando los indios debían pagar tributo en
un doble carácter, en parte cristiano y en parte pagano. Al cristianismo
dinero tenían que trabajar como asalariados o producir algo para vender
le preocupa más definir el tiempo sagrado que el espacio sagrado; aun-
en el mercado. Alternativamente, satisfacían obligaciones tributarias me-
que no desdeña los santos lugares, como son Jerusalén, Roma, Asís o
diante pagos en especie. Estaban sujetos a trabajar en las obras públicas
Lourdes, se centra más bien en hechos ocurridos en el tiempo, como son
o privadas que los corregidores reales consideraran de importancia públi-
la Caída, la Redención, el Juicio y la Resurrección. En contraste, las reli-
ca. Costeaban con su pobreza el sistema de extracción imperial.
giones prehispánicas estaban fuertemente ancladas en términos espaciales;
usaban porciones de espacio para demarcar segmentos de tiempo, atributos
de grupos sociales, aspectos de la naturaleza y cohortes de cosas sobrena-
BRASIL Y EL CARIBE
turales. La fusión del calendario litúrgico cristiano con devociones pre-
hispánicas conectó el marco del tiempo de la salvación cristiana con los
referentes ecológicos de tradiciones precristianas. En tiempos prehispánicos Mientras los españoles erigían su reino de las Indias sobre un fundamento
estos referentes ecológicos locales formaron parte de una organización ideo- de plata, los portugueses se aplicaron a la producción de azúcar en plan-
lógica muy amplia de espacio sagrado, organizado y mantenido por la taciones en las tierras tropicales bajas del litoral de Brasil. La agricultura
amplia entidad política inca, mexica o chibeha. La Conquista destruyó hispánica de Nueva España y Perú fue encauzada a satisfacer las necesi-


IMPERIOS Y COLONIAS

IMPERIOS Y COLONIAS

Carlos I de España y V de Alemania


La prosperidad de España, su dinamismo y sus posesiones coloniales la
convirtieron, bajo el reinado de los Reyes Católicos, en una potencia euro-
pea. Sin embargo, este territorio no formaba un reino unificado. Luego de
la muerte del príncipe Juan en 1497, la sucesora de Isabel de Castilla (1504)
fue Juana, quien prefirió no hacerse cargo del trono. La política de alianzas
a través de matrimonios había unido a Juana con Felipe de Habsburgo, hijo
del Emperador de Alemania. En la disputa por el poder que Fernando de
Aragón sostuvo con la casa de Austria, Fernando encerró a su hija Juana la
Loca en Tordesillas después de que ella enviudó. Finalmente, cuando murió
Fernando el Católico, asumió su nieto Carlos, parte de una dinastía extran- Armadura del
jera. Una vez finalizada la etapa de conquista de América, la política impe- Emperador Carlos V
rial española se consolidó bajo el Imperio de Carlos V.

Carlos de Habsburgo (1500-1558) fue el primer rey que reunió en su persona las coronas de Cas-
tilla y Aragón, y también el monarca español más poderoso, el que más territorios dominó. Nació
en pleno Renacimiento, en Gante (Flandes, actualmente en Bélgica), y recibió los consejos del
gran humanista Erasmo de Rotterdam. Heredó de sus abuelos, los Reyes Católicos, los reinos de
Castilla, León, Granada, Toledo, Valencia, Galicia, Mallorca, Sevilla, Córdoba, Córcega Nápoles, las
Dos Sicilias, Jaén, Algarves, Algeciras, Gibraltar, Canarias, Aragón y las Indias, (las colonias ame-
ricanas) etc.; por vía paterna (la Casa de Austria), recibió el gobierno de los Países Bajos, los te-
rritorios austríacos y el derecho al trono del Sacro Imperio Romano Germánico. Tomó el trono
español con el nombre de Carlos I en 1516, siendo apenas un quinceañero (mientras vivió, hasta
1555, su madre Juana permaneció recluida por insania). Al principio no fue aceptado por varios
reinos. Aragón condicionó su reconocimiento como Rey hasta que no jurara aceptando los fue-
ros y libertades de los Reinos. Las Cortes de Castilla le pidieron al rey que aprendiera a hablar
castellano, que no nombrara extranjeros como sus autoridades, y que no sacara caballos ni me-
tales preciosos del reino. Carlos no cumplió con lo prometido, y las Comunidades de Castilla se
declararon en guerra. Pero cuando los comuneros aprovecharon para hacer revueltas antiseño-
riales, la nobleza dio su apoyo al emperador, y los rebeldes fueron vencidos.

En 1519 muere el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, y el nuevo mandatario
debía ser designado por los siete príncipes electores. Promesas y dinero (aportado mayormen-
te por el banquero Jacobo Fugger) fue lo que hicieron decidirse a los electores por Carlos, que
pasaba a ser V del Sacro Imperio. Esta gran deuda, más los gastos que tuvo Carlos I o V en las
guerras contra Francia, y la inflación provocada por la cantidad de oro y plata recibidas por la
conquista de América, hicieron que España llegara a la ruina económica. Si bien el XVI fue el
siglo durante el cual España tuvo mayor peso en la política europea, no supo aprovechar esta
circunstancia para lograr el liderazgo económico.

Carlos V, absolutista, limitó las libertades que habían tenido los comuneros, se alió con la Con-
trarreforma católica y dispuso una serie de Consejos (Consejo Real, de Estado, de Hacienda, de
la Inquisición y de Indias; más tarde el Consejo de Guerra y el de las Órdenes monásticas) para
ejercer el gobierno. Las personas que componían los Consejos eran aprobadas personalmen-
te por el Rey. Cuando éste se sintió cansado de gobernar, decidió dividir el imperio entre su
hijo, Felipe II, que se hizo cargo de la herencia española, y su hermano Fernando, que asumió
como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

160
CA P Í T U L O 4

El imperio de Carlos V

Poderoso caballero es don dinero


Francisco de Quevedo (1580-1645)

Madre, yo al oro me humillo: y pues quien le trae al lado


él es mi amante y mi amado, es hermoso, aunque sea fiero,
pues de puro enamorado, poderoso caballero es don
de continuo anda amarillo; dinero.
que pues, doblón o sencillo Es galán, y es como un oro,
hace todo cuanto quiero, tiene quebrado el color,
poderoso caballero es don persona de gran valor
dinero. tan cristiano como moro,
Nace en las Indias honrado que pues da y quita el decoro
donde el mundo le acompaña, y quebranta cualquier fuero
viene a morir en España poderoso caballero es don
y es en Génova enterrado dinero. Poderoso caballero

161
IMPERIOS Y COLONIAS

Actividad

a) Busca en el diccionario el vocabulario que desconoces.


b) Ubica el poema en tiempo y espacio.
c) Responde las siguientes preguntas: ¿A qué continente se refiere al decir que el oro nace en las Indias? ¿Por
qué dice que el oro “viene a morir en España”?
d) Relaciona el préstamo que pidió Carlos I a los banqueros genoveses (en el siglo XVI) con la poesía.
e) ¿Qué valor se le daba al dinero durante el siglo XVII? ¿Tendrá algo que ver con los valores cristianos
inculcados durante toda la Edad Media y el siglo XVI?
f) Encuentra similitudes y diferencias con la actualidad.

El imperio colonial

A fines del siglo XVI, al concluir la etapa de conquista, la monarquía española ocupaba la mayor
extensión de los territorios coloniales. Sus posesiones abarcaban desde América del Norte (Flo-
rida, California, Texas, México) hasta Tierra del Fuego. En Sudamérica sólo quedaban fuera del
dominio español la costa de Brasil (que pertenecía a Portugal) y las Guayanas.

Durante tres largos siglos se extendió el régimen colonial; en Cuba y en Puerto Rico fueron casi
cuatro, y estas islas del Caribe fueron las últimas en liberase del coloniaje.

Todas las regiones americanas que se incorporaron al imperio español se integraron también
a la economía-mundo, fundamentalmente al ciclo de expansión comercial impulsado por los
países marítimos de Europa.

La hegemonía de España en América (Las Indias) se manifestó en la copiosa llegada de oro y


plata al viejo continente. Sin embargo, las riquezas extraídas de América contribuyeron al cre-
cimiento del incipiente capitalismo europeo fuera de España, pero no en el territorio penin-
sular. La abundancia de metales preciosos no favoreció a la modernización de la economía
agraria y feudal española, sino que los tesoros provenientes del imperio colonial estimularon
el carácter parasitario de la monarquía y generaron un efecto ilusorio de abundancia. La gran
cantidad de dinero circulante en la península produjo una fuerte inflación y debilitó la pro-
ducción local. Las manufacturas españolas, que no contaban con la protección de la Corona,
aumentaron de precio, y a los españoles les resultó más conveniente importar los productos
de otras regiones europeas. De este modo, España se convirtió en la intermediaria de un cir-
cuito económico que partía de las colonias americanas, se enriquecía por el comercio mono-
pólico, pero sus ganancias se malgastaban en la compra de mercaderías del resto de Europa
(Bélgica, Holanda, Francia, Italia, Países Bajos). Es decir que España disponía de capitales para
prestar dinero a interés, pero producía muy poco.

Durante los siglos XVII y XVIII el comercio colonial, la minería de la plata y la venta de escla-
vos jugaron un papel fundamental en la acumulación originaria de capitales que impulsó a la
economía europea. En consecuencia, estimularon grandes cambios en Europa Occidental, en
el período de transición del sistema económico feudal hacia el capitalismo. Por el contrario,
en el continente americano, la explotación colonial provocó un período de “desacumulación
originaria” de riquezas.

162
CA P Í T U L O 4

Las autoridades coloniales


Vocabulario
La institución que poseía la máxima autoridad en el gobierno de
los territorios coloniales fue, en general, la monarquía. Para ad- Parasitario:
ministrar los asuntos coloniales españoles en América, Carlos I Característica de los
creó el Consejo de Indias. Desde España se ocupaba del gobier- sistemas, instituciones o
no, redactaba las leyes que debían aplicarse en América (Leyes de personas que, como los
Indias) y realizaba la selección de funcionarios para ocupar pues- parásitos, viven de
tos en América. Además, actuaba como Suprema Corte de Justi- otros,
cia. En caso de denuncias por irregularidades, conflictos o gue- empobreciéndolos pero
rras civiles (como la que ocurrió entre los conquistadores Pizarro sin llegar a matarlos.
y Almagro, el Consejo designaba un Visitador con plenos poderes
(asimismo, los visitadores normalmente estaban encargados de Inflación: Aumento
empadronar a la población indígena tributaria). El Consejo de In- sostenido y
dias, además, inspeccionaba lo actuado por las autoridades co- generalizado del nivel
loniales en América mediante el Juicio de Residencia. de precios de bienes y
servicios a lo largo del
tiempo.
La Casa de Contratación era la institución que se ocupaba del
comercio entre España y sus colonias; hablaremos de ella más
Monopolio: Mercado
adelante.
en el que hay un único
vendedor o productor
Ya vimos que en América, durante el primer momento de la que puede ofertar,
conquista, el poder más importante lo poseía el Adelantado, situación que le permite
que sacaba su provecho del botín que había capturado en sus imponer a sus
saqueos (a los que denominaba “rescates”). Tenía un poder compradores precios
excesivo (similar al de un señor feudal que imponía su ley) excesivos.
para los reyes absolutistas, por lo que, apenas pudieron, lo re-
emplazaron por el Virrey, que gobernaba en nombre del mo-
narca español, lo representaba y debía acatar las Leyes de In-
dias. El virrey era la autoridad máxima en América. Por
abrumadora mayoría, eran españoles: de los 170 virreyes que
gobernaron las colonias hasta 1813, sólo cuatro habían naci-
do en el continente americano.

Durante el siglo XVI, España organizó administrativamente a


los territorios conquistados en dos Virreinatos:

➜ el Virreinato de Nueva España, con capital en México (1535).


Incluía toda la región de América del Norte colonizada por
los españoles y América Central, a excepción de Panamá.

➜ el Virreinato del Perú, con capital en Lima. Incluía a Panamá,


Colombia, Ecuador, Bolivia, Paraguay, norte de Chile, Argen-
tina y Uruguay (1542).

También se designaron Gobernadores en cabeceras de pro- Rey Felipe III y Guamán Poma de
vincias (por ejemplo, en Venezuela, Chile, Buenos Aires o Asun- Ayala, presentando su obra
ción) y Capitanes Generales (en Guatemala, 1544 y Cuba, 1795).

Más tarde, en el siglo XVIII, se dividió el Virreinato del Perú y se


crearon dos nuevos virreinatos: el de Nueva Granada (Colombia,

163
IMPERIOS Y COLONIAS

1718) y el Virreinato del Río de La Plata (1776), y se crearon las Ca-


Vocabulario pitanías Generales de Chile (1778) y Venezuela (1773).

Colegiado: Los tribunales de justicia coloniales eran las Audiencias, in-


organismo compuesto tegradas por los jueces u oidores españoles. La Audiencia, ade-
por una pluralidad de más, ejercía funciones de gobierno en ausencia del virrey, y,
personas. como veremos en el tema Encomiendas…, se ocupaba de los
temas relacionados con los indígenas sometidos.
Oligarquía: forma de
gobierno en la que el Los Cabildos, inspirados en el gobierno municipal castellano,
poder está en manos de eran los órganos de poder local. Eran colegiados, y sus integran-
un reducido grupo de tes estuvieron, desde un comienzo, controlados por los encomen-
personas que deros y vecinos, es decir, por las minorías blancas conquistado-
pertenecen a una ras, y luego generalmente por las oligarquías. Debían dedicarse al
misma clase social, en gobierno y al mantenimiento de las ciudades de Hispanoaméri-
general ca, para lo cual cobraban impuestos; controlaban los precios y
económicamente
las medidas o peso de las mercaderías, así como su distribución.
poderosa.
Asimismo, autorizaban el reparto de tierras entre los vecinos y el
uso de las propiedades que se consideraban comunales.
Vecino: persona
casada, con casa
habitada propia y con También a nivel regional actuaban los Corregidores (alcaldes
una actividad rentable mayores), funcionarios coloniales designados por el rey a pro-
lícita en una ciudad posición del Consejo de Indias. Cumplían funciones fiscales y
colonial española, por lo administrativas en los corregimientos o repartimientos: eran los
cual se le reconocían encargados de recaudar el tributo y reclutar los contingentes
ciertos derechos de indígenas para realizar trabajos.
participación en los
asuntos de la misma. El cargo de corregidor entró en competencia con el de Inten-
dente (autoridad instaurada por los reyes Borbones españo-
Mulato: hijo de negro les en el siglo XVIII). Ambas autoridades se repartieron las fun-
y blanca, o de blanco y ciones y finalmente, debido a los abusos de los corregidores,
negra. éstos fueron reemplazados por los intendentes.

Zambo:
(Americanismo) hijo de
negro e india, o de indio
La sociedad colonial
y negra. Desde ya, los españoles que vinieron a América gozaron de
una posición privilegiada, les era ventajosa la situación colo-
Casta: Linaje. nial, ya que tenían acceso a las encomiendas, tierras, obrajes,
Compartimentación de licencias de comercio y, además, ocupaban los principales car-
la sociedad en grupos gos públicos y religiosos.
sociales cerrados que
no admiten movilidad
Los descendientes de los primeros conquistadores heredaron
social. En América se
grandes propiedades de tierras (plantaciones o minas) y dispu-
denominaba así a las
sieron de abundante mano de obra indígena para trabajarlas.
personas nacidas fruto
Los encomenderos fueron este primer grupo social que, como
de mezclas “raciales”.
Libertos: esclavos recompensa por la conquista, se apropió de servicios y bienes
emancipados o de la comunidad indígena. Junto con los comerciantes españo-
liberados. les y los funcionarios reales conformaron la elite blanca, que
residía en los centros urbanos y comerciales, de los cuales los
más importantes eran México, Lima y las ciudades mineras.

164
CA P Í T U L O 4

Esta elite incluía a los criollos, descendientes de españoles


nacidos en América, que podían participar en el gobierno mu- Vocabulario
nicipal: los cabildos.
Códigos negros:
La idea de los españoles respecto de que los diferentes grupos leyes coloniales para
sociales debían mantenerse en estratos separados no funcionó, controlar a los esclavos
porque desde el comienzo los europeos habían tenido relacio- negros.
nes sexuales con las mujeres del lugar. Cuando todavía no había
suficientes mujeres europeas, los hijos criollos de las indígenas Cantero: encargado de
heredaron, en muchos casos, la posición social de sus padres, extraer piedras de una
pero no podían ser encomenderos o heredar sus fortunas si pro- cantera, o de cortar las
venían de uniones no legítimas. Sólo podían recibir más de un piedras para las
10% de sus bienes si habían sido incluido en testamentos. construcciones.

Por eso la mayoría de los “hijos ilegítimos” vivieron en la mar-


ginalidad, y se los denominaba “mancebos”, “mancebos de la
tierra” (como los primeros fundadores de Buenos Aires) o “crio-
llos de la tierra”. Un siglo después, entre los habitantes del
campo y de acuerdo con su oficio, algunos pasan a denomi-
narse gauderios o gauchos.

O sea que, en las colonias, con el fin de imponer el predominio


de los europeos pese a su inferioridad numérica, se formó un sis-
tema de castas que diferenciaba socialmente a quienes tenían
más o menos mezclas con indios o con negros (mestizos, mula-
tos y zambos). Cada estamento de la sociedad tenía su lugar. La Concolorcorvo
discriminación fue un componente característico de la relación Concolorcorvo es el
con los pueblos indígenas, que pertenecían a las castas inferio- seudónimo del escritor de El
res, ya que estaban destinados a determinadas ocupaciones, mi- lazarillo de ciegos
licias y régimen de trabajo. No los dejaban hacer las tareas para caminantes. Desde Buenos
las cuales tenían habilidad o estaban capacitados, sino solamen- Aries hasta Lima, 1773. El
te las que los españoles o la clase dominante necesitaban. El me- autor afirma que es indio, que
nosprecio hacia el indio, incluso el repudio público, fueron ma- se llama Don Calixto
nifestaciones de los prejuicios de casta de la minoría blanca. Las Bustamante Carlos Inga, que
distinciones coloniales no sólo se originaban en el color de piel nació en Cusco, y que tomó
o las categorías raciales, sino también en las diferencias cultu- ese texto de las memorias de
Don Alonso Carrió de la
rales, el monolingüismo (hablar sólo aymara, quechua, alguna
Vandera. Se acepta que en
lengua originaria), el aspecto, el vestir a la usanza indígena o el realidad, Bustamante fue el
analfabetismo. guía de Alonso Carrió en su
viaje, y éste fue quien escribió
De este modo, el orden colonial significó una “doble opresión” el texto, pero por ser
para los pueblos originarios, que soportaron la explotación funcionario de la Corona no
económica y las prácticas racistas. Estas últimas, originadas quiso dar su nombre. Narra en
en las distinciones de castas, significaron la segregación resi- forma picaresca las
dencial, territorial y cultural. características de la sociedad
colonial, siguiendo el estilo
La condición del negro dentro del régimen colonial fue inferior del Lazarillo de Tormes,
novela picaresca anónima
a la del indio, era un esclavo que se adquiría por compra, y a
española.
quien se negaba humanidad. La inferioridad de los esclavos afri-
canos, de los libertos y de los mulatos estuvo legalmente estipu-
lada en los Códigos negros coloniales.

165
IMPERIOS Y COLONIAS

El gusto por el arte y la creatividad en los indios del Perú


Concolorcorvo afirma en El lazarillo… que los indios del Perú tenían “una habilidad más que ordinaria para todas
las artes y aun para las ciencias, a que se aplica un corto número, ojalá que fuera menor, porque el reino sólo ne-
cesita labradores y artesanos, porque para las letras sobran españoles criollos, a que también se debe agregar el
corto número de indios de conocida nobleza. Los indios comunes se inclinan regularmente a aquellas artes en que
trabaja poco el cuerpo, y sí, para un herrero, por ejemplo, se encuentran veinte pintores, y para un cantero, veinte
bordadores de seda, plata y oro”.

Actividad

a) Comenta con tus palabras el texto de Concolorcorvo.


b) Deduce las características por las que se podría demostrar que este texto fue escrito de acuerdo con la mirada de
un colonizador europeo.
c) ¿Cómo se ejerce la discriminación? ¿Dónde observas racismo en este texto, aunque parezca elogioso?

La economía colonial
El reparto que las potencias europeas hicieron de
América transformó profundamente el modo de
existencia de los pueblos originarios (caribes,
mayas, quechuas, aymaras, guaraníes). El colonia-
je, con su demanda de productos y de trabajo, sig-
nificó una verdadera desestructuración del mundo
indígena.

Las sociedades e imperios, como el inca y el az-


teca, que hasta entonces habían vivido aislados
del resto del mundo, fueron subordinados a las
necesidades de la minoría conquistadora, que
El cerro Rico de Potosí en 1715, por Herman Moll
echó las bases de la economía colonial. Ésta se
orientó rápidamente a los fines mercantiles, a suministrar a Europa los metales preciosos y
una abundante variedad de productos tropicales (azúcar, algodón, café, tabaco, cacao).

Los centros mineros de México y Perú constituyeron las colonias españolas más ricas por su
producción de metales y fue éste el lugar donde, sin duda, la desestructuración del mundo in-
dígena fue más pronunciada aún.

Un ejemplo de estas transformaciones tuvo lugar en el Tawantinsuyu (el antiguo imperio inca)
que quedó subordinado al Virreinato del Perú. El antiguo esplendor de la capital incaica Cusco,
ubicada en los Andes, fue reemplazado por Lima, en la costa peruana. Y las minas de Potosí
constituyeron el nuevo centro de la organización económica.

Por otra parte, la Corona española asumió la propiedad de las antiguas tierras del Inca y del
Sol y ordenó respetar las tierras comunales. De este modo, en las sociedades andinas la co-
munidad agraria (ayllu) subsistió. En Perú y en Bolivia, los indios continuaron cultivando sus
tierras y mantuvieron los cultivos tradicionales (maíz, patata, calabaza, chile).

166
CA P Í T U L O 4

Sin embargo, la conquista trastocó completamente la econo-


mía agraria, redujo la producción y el área cultivada e intro-
dujo nuevos cultivos y obligaciones que provocaron una drás-
tica disminución de la población indígena.

Podemos advertir una clara diferencia regional en los modos


de producción colonial. Por un lado, en las zonas con una alta
proporción de población indígena (México, Guatemala, Perú,
Bolivia) la economía se basó en la explotación de los pueblos
originarios. Aunque la monarquía declaró a los indios hom-
bres libres “vasallos de la Corona de Castilla”, los distintos pue-
blos debían pagar tributos. Además, fueron desplazados de
sus territorios y forzados a cumplir trabajos en los centros mi-
neros u obrajes. Las pautas coloniales de ocupación territo-
rial, en principio permitieron subsistir a las comunidades (ay-
llus), que conservaron sus tierras y constituyeron reservas de
mano de obra para la sociedad conquistadora. Felipe Guamán Poma de Ayala,
Indio defiende del español a su hija

También en la región andina subsistieron los cacicazgos in-


dígenas hereditarios. Los caciques aymaras y quechuas fue-
ron considerados “indios nobles”, a ellos se los eximió del pago
de tributo, y se les permitió vestirse a la usanza española, ca-
balgar, poseer tierras, ganados y mulas dentro de sus territo-
rios. Como contrapartida, los caciques o jefes étnicos tenían
que entregar a los españoles la cuota anual de tributos y mo-
vilizar la fuerza de trabajo de sus comunidades.

Por otro lado, en las zonas más aptas para las plantaciones tro-
picales se introdujeron esclavos africanos (en Cuba, Haití, Ja-
maica, Brasil, Guayanas y sur de EE.UU.). La esclavitud comen-
zó en las islas azucareras del mar Caribe y el comercio de
esclavos adquirió proporciones inéditas. En algunas islas, el nú-
mero de africanos superaba al de sus propietarios blancos, como
en el caso de Haití, con el consiguiente peligro de rebeliones.

Encomiendas, mitas y yanaconazgo


La administración colonial adoptó formas de organización in- Felipe Guamán Poma de Ayala.
caicas, aunque las amplió y las adaptó a un régimen econó- Nueva crónica y Buen gobierno.
El encomendero hace llevarse en
mico que reforzó la servidumbre indígena y la formación de andas como un inca
latifundios o haciendas en manos de los españoles.

De este modo, algunos historiadores sostienen que el feuda-


lismo español se trasplantó a las colonias americanas. El sis-
tema se originó en el de encomiendas que, como recompen-
sa de la conquista, consistió en el reparto de indios confiados
a la tutela de un español (el encomendero) que debía prote-
gerlos y darles instrucción religiosa, y al que estaban obliga-
dos a prestar servicios personales. En principio la encomien-
da no implicaba la concesión de tierras, sólo el derecho a cobrar
tributos y a emplear a los indígenas en trabajos agrícolas o mine-

167
IMPERIOS Y COLONIAS

ros. Sin embargo, fue fácil para el encomendero desvirtuar el sistema y despojar a los indios. Cris-
tóbal Colón había iniciado este sistema en las islas del Caribe. En Cuba, por ejemplo, la distribución
de tierras y encomiendas entre los conquistadores provocaron en pocos años la desaparición de la
población local (los taínos).

Los primeros encomenderos del Perú fueron los miembros de la expedición conquistadora que
participaron en la captura del Inca Atahualpa en Cajamarca. En Cusco, la última ciudad en caer
bajo la dominación española, se constituyeron ochenta encomiendas.

El encomendero español ejercía el control sobre los propios caciques (curacas) de las comuni-
dades o grupos étnicos, que organizaban el trabajo y el cumplimiento de las obligaciones. Los
caciques eran los intermediarios entre las comunidades y el régimen colonial. También se de-
dicaron al comercio de coca, mulas, vinos y chuño en las provincias del virreinato peruano. La
Corona buscó a través de estos privilegios asimilarlos a la sociedad colonial. De este modo sur-
gieron notables familias de caciques andinos, que mantuvieron su posición tradicional y hasta
establecieron uniones legítimas con mujeres españolas. En la región de Cusco, asistían al co-
legio de caciques San Francisco de Borja, eran bilingües, aprendían a leer y escribir, y porta-
ban orgullosos los antiguos símbolos del Sol y de los incas en las ceremonias públicas. El ré-
gimen colonial permitió que se enseñara la tradición incaica.

Durante las primeras décadas de la colonia, los encomenderos solicitaron a los cabildos la ce-
sión de tierras (cesiones que se denominaban mercedes) para chacras y haciendas, avanza-
ron sobre las tierras indígenas y en el proceso de desestructuración de las comunidades.

Los abusos cometidos por los encomenderos y las quejas sobre la explotación indígena die-
ron inicio a una larga polémica. Las denuncias llegaron hasta la Corona española y en 1550
tuvo lugar el debate entre Luís Sepúlveda y el sacerdote Bartolomé de Las Casas. Mientras que
el primero defendió “la servidumbre natural de los indios”, Bartolomé de Las Casas criticó el
régimen de encomiendas e informó al Consejo de Indias sobre la esclavitud, el maltrato y la
necesidad de lograr la conversión de los indígenas a la religión católica. Estos reclamos dieron
su fruto, y fueron aprobadas las primeras disposiciones que limitaron los privilegios de los en-
comenderos y suprimieron la esclavitud de los indios. La monarquía determinó que el indio
colonizado no era siervo del encomendero, sino súbdito del rey. Aunque las leyes protectoras
fueron de muy difícil cumplimiento en las colonias.

Los encomenderos y la explotación indígena


Nathan Wachtel
Es un cuadro siniestro el que describen los indios: trabajan en las tierras del encomendero aún los domingos y días de
fiesta; cultivan también las del curaca; deben cosechar sobre sus propios campos los productos para el tributo; sirven
en el albergue de Arnedo, son objeto de alquiler en Chancay y Lima. Apenas terminan una mita y regresan agotados a
sus casas, vuelven a buscarlos a golpe de látigo para otra mita; si intentan escapar son severamente castigados: uno de
los testigos interrogados, Juan Tanta, cuenta así que le ataron una cuerda al cuello y lo llevaron a la plaza para azotarlo
públicamente. Se trata sin duda, de un trabajo forzado, en sentido estricto: casi todos los indios repiten que lo cumplen
contra su voluntad, sometidos a la violencia. Cierto que, teóricamente, reciben por la jornada un real y cuarto, dicho de
otro modo, el sistema de tributo se transforma en una especie de salariado obligatorio, pero los indios continúan consi-
derando sus relaciones con el señor según los antiguos criterios de reciprocidad: se lamentan únicamente de que el en-
comendero no les suministre las herramientas para la mita y de tener que aportas sus propias tacllas, tampoco les da
nada de comer, salvo cuando van a Vilcahuara, donde reciben una comida escasa al día. Deben, por tanto, aportar tam-
bién su alimento. Y he aquí el colmo: el hermano del encomendero, Diego Arias, que supervisa su trabajo y los acosa, les
busca el quypi y les toma lo mejor que tienen para comer y se lo come. Continúa en Pág. 169

168
CA P Í T U L O 4

Es más, los indios se ven poco a poco desposeídos de sus tierras. El encomendero se apodera de los campos comuni-
tarios o individuales sin pagar compensación alguna. Aunque la superficie de la cual disponen los indios vaya diminu-
yendo, éstos no tienen tiempo de ocuparse de ellas a causa de las múltiples mitas, a tal punto que pierden sus cosechas.

Además, las poblaciones indígenas eran tributarias, es decir, pagaban el tributo a la sociedad
colonial. El tributo era obligatorio para todos los varones entre los 18 y 50 años de edad. Sólo
los caciques, sus hijos y mujeres estaban exentos del pago, que podía realizarse con trabajo
(obras públicas, transportes, obrajes textiles) o en especie. Según la región, variaba la lista de
productos o artesanías locales por medio de las cuales podía pagarse: trigo, hojas de coca, ove-
jas, cueros, sal, tejidos de lana.

La diferencia fundamental entre el régimen español y el anterior tributo a los Incas, fue que des-
apareció la reciprocidad, los indios no recibían nada de parte del encomendero y las cargas del tri-
buto fueron más pesadas. Por ejemplo, para cumplir con el tributo textil, los indios, antes, recibí-
an la materia prima (lana o algodón) del estado Incaico; en cambio, bajo el dominio español ellos
mismos la suministraban de los rebaños comunitarios. Además, el coloniaje impuso nuevas for-
mas del tributo. Las tasas o listas de obligaciones eran determinadas por la Audiencia de Lima. En
1579 el virrey Francisco de Toledo introdujo el tributo en dinero, que empeoró aún más las condi-
ciones del indio, ya que éste se veía obligado a salir de la comunidad y ofrecer el trabajo o a mer-
cantilizar sus productos, por ejemplo, en el mercado de la ciudad minera de Potosí.

En el Virreinato del Perú, algunos sectores indígenas cumplían servicios personales en forma
permanente para los españoles. Conocidos como indios yanaconas, abandonaban sus comu-
nidades o ayllus y estaban completamente desvinculados de la economía de subsistencia. Su
condición era más rigurosa, estaban sujetos a la tierra que trabajaban (pertenecían a las ha-
ciendas) y eran vendidos con ellas, como los siervos feudales.

El yanaconazgo fue una forma de servidumbre (trabajo gratuito) y además, una modalidad de
castigo para los pueblos indígenas que opusieron resistencia a la conquista.

Por otra parte, los pueblos andinos tuvieron que cumplir con la mita, que ya existía en tiem-
pos del Inca como sistema de trabajo obligatorio. El virrey Francisco de Toledo dispuso el res-
tablecimiento de la mita de las comunidades como principal fuente de trabajo en el Alto y Bajo
Perú. La palabra “mita”, de origen quechua (la lengua de los incas) significaba “turno” y con-
sistió en el trabajo obligatorio durante determinados días al año. Existieron distintas clases
de mitas: los servicios domésticos, la mita pastoril, las mitas de correos, tambos y cargas, y la
mita minera en Potosí (las minas de plata situadas en Bolivia).

Las autoridades locales, los corregidores, eran las encargadas de recaudar la cuota anual de
tributos y mitayos. Además, los corregidores españoles encontraron un medio propio de be-
neficio económico mediante el sistema de reparto forzoso de mercaderías. Distribuían entre
las comunidades mulas, hojas de coca y les imponían la compra de productos importados to-
talmente inútiles para los indígenas (telas de lino inglesas, medias de seda, calzados, cintas,
pelucas, hebillas) con la intención de endeudarlos. El reparto constituyó un agravio para las
comunidades, ya que no podían rehusarse a las mercaderías ni a pagar sus precios abusivos.

También, el régimen colonial impuso el sistema de “silleros y cargueros”, que utilizaba a los indí-
genas como “caballos humanos” que cargaban sobre sus hombros a los señores españoles.

169
IMPERIOS Y COLONIAS

Todas estas formas de explotación de la mano


de obra indígena quedaron registradas en los
censos coloniales: los indios tributarios, los
indios yanaconas, los indios mitayos

La minería colonial

La minería constituyó el sector dominante y di-


námico de la economía en las colonias. Aunque
el botín de la conquista no incluía sólo metales
preciosos, sino también hombres y tierras.

El centro minero de Potosí y el cerro de Pasco


fueron los principales yacimientos de plata
en los Andes, además de las minas de mer- El cerro Potosí, según grabado de Theodor de Bry
curio de Huancavelica y las minas mexicanas.

Durante la primera mitad del siglo XVII, el Cerro Rico de Potosí, en el Perú español, se convirtió en
el centro más productivo del mundo y también en el centro de la vida colonial sudamericana.

Varias regiones del Virreinato del Perú enviaban productos para abastecer a la “Villa Imperial”
de Potosí, que llegó a contar con una población aproximada de 150.000 habitantes, mientras
que Lima, la opulenta ciudad de los virreyes, sólo tenía 52.000 habitantes.

El mercado potosino demandó variados recursos agrícolas y ganaderos. Las comunidades ay-
maras de Cochabamba y Chayanta (Bolivia) fueron las principales abastecedoras de granos.
Chile abastecía de trigo, vinos y carne a Potosí. También las provincias argentinas estuvieron
profundamente integradas a la economía minera: Córdoba y Tucumán enviaban mulas, teji-
dos y carretas a las minas. Mientras que Salta y Jujuy ocuparon una posición privilegiada en
el tráfico comercial, ya que las mulas tenían que pastar y transitar por la Quebrada de Huma-
huaca. La principal actividad económica de la puna jujeña fue la cría de ovejas para proveer
lana. Allí, el español Juan José Fernández Campero, conocido como el Marqués de Yavi, pose-
ía grandes propiedades (Tarija y Jujuy) para el pastoreo de mulas destinadas a Potosí, que le
proporcionaron una provechosa fuente de ganancias. Su marquesado (único en territorio ar-
gentino) perduró hasta 1813, cuando se abolieron los títulos de nobleza.

También la producción de yerba mate de Paraguay tenía como principales centros de consu-
mo a Potosí y al Alto Perú.

Actualmente, como señala el escritor uruguayo Eduardo Galeano, Potosí es “una pobre ciudad
de la pobre Bolivia”. No es casual que las regiones que hoy sufren mayor subdesarrollo y mi-
seria sean aquellas que durante la etapa colonial tuvieron sus lazos más fuertes con España.

Los propietarios de las minas debían entregar un quinto de los metales extraídos a la Corona
española (el “quinto real”, o sea, el 20% que le correspondía a la monarquía como impuesto).
Y los metales se obtenían mediante la mita minera. La mano de obra era movilizada por la
fuerza entre las comunidades originarias. Dieciséis provincias del Virreinato del Perú debían
enviar anualmente a Potosí indios adultos para trabajar en forma rotativa en las minas.

170
CA P Í T U L O 4

El reclutamiento de indígenas para el trabajo en las minas fue establecido por el virrey espa-
ñol Toledo, y los caciques de los pueblos eran los responsables de la entrega de la cuota de tra-
bajadores. Los mitayos provenían de las comunidades indígenas aymaras que vivían en la al-
tiplanicie andina. Para llegar a Potosí, los indios debían recorrer a pie largas distancias, a veces
hasta mil kilómetros desde sus pueblos de origen.

La mina fue una insaciable devoradora de hombres: el excesivo trabajo (durante diez meses al año)
en condiciones insalubres provocó el despoblamiento de las tierras indígenas. Entre 1570 y 1620
la población altoandina descendió de 1.045.000 a 585.000 habitantes. En la región de Potosí los in-
dios y sus familias dormían y morían a la intemperie, bajo un clima muy frío correspondiente a
los casi 5.000 metros de altura. El estado de los yacimientos era calamitoso: los caminos en la mina
estaban ciegos y a cada paso los indios tenían que arrastrarse; también eran frecuentes los de-
rrumbes. Además, los mitayos estaban muy mal alimentados, ya que el mísero salario que recibí-
an apenas alcanzaba para las hojas de coca, que masticaban para superar el mal de altura o apu-
namiento, y para la chicha de maíz que les permitía paliar la sensación de hambre. En estas
condiciones, los indios salían de la mina transpirados, cargando el pesado mineral sobre sus es-
paldas, intoxicados por las emanaciones de mercurio en el interior de las galerías, y tenían que
soportar el intenso frío a la salida; muchos enfermaban gravemente y caían muertos.

Durante el siglo XVIII, las minas del Virreinato de Nueva España ubicadas en México (Zacate-
cas y Guanajuato) superaron la producción anual de Potosí.

Potosí: La octava maravilla del mundo


Por Eduardo Galeano, Memoria del fuego
“Todo es carísimo en esta ciudad, la más cara del mundo. Sólo resultan baratas la chicha y las hojas de coca. Los
indios, arrancados a la fuerza de las comunidades de todo el Perú, pasan el domingo en los corrales, danzando en
torno a los tambores y bebiendo chicha hasta rodar por los suelos. Al amanecer del lunes los arrean cerro aden-
tro y mascando coca persiguen, a golpes de barreta, las vetas de plata. Serpientes blanquiverdes que asoman y
huyen por las tripas de ese vientre inmenso, ninguna luz, aire ninguno. Allí trabajan los indios toda la semana, pri-
sioneros, respirando polvo que mata los pulmones y mascando coca que engaña al hambre y disfraza la extenua-
ción, sin saber cuando anochece ni cuándo amanece, hasta que al fin el sábado suena el toque de oración y sa-
lida. Avanzan entonces, abriéndose paso con las velas encendidas, y emergen el domingo al alba, que así de hondos
son los socavones y los infinitos túneles y galerías.”

Las plantaciones esclavistas

El tipo clásico de plantación esclavista tropical se desarrolló


durante el siglo XVII en una amplia zona geográfica que abar-
caba desde el litoral norte de Brasil, bordeando el Caribe, in-
cluidas las grandes Antillas y Antillas menores, hasta el sur
norteamericano.

En Brasil, el primer boom azucarero comenzó en el nordeste,


y luego se extendió hacia el sur a partir del desarrollo de plan-
taciones de algodón, tabaco, café basadas en el trabajo escla-
vo durante el ciclo minero de Minas Gerais.
Esclavos en una plantación brasilera

171
IMPERIOS Y COLONIAS

En Barbados, los holandeses iniciaron el


cultivo de la caña de azúcar: fue la pri-
mera isla donde se expandieron rápida-
mente las plantaciones y la producción
azucarera destinada a la exportación.
Desde allí se extendió a Jamaica, Haití,
las Pequeñas Antillas y Cuba, es decir, al
conjunto de las llamadas “islas azucare-
ras”. Los esclavos formaban parte de las
plantaciones, eran propiedad de los amos
y se heredaban. En el Caribe las cuadri-
llas de esclavos trabajaban duramente
en los ingenios cortando a machete la
caña de la cual obtenían el azúcar en los Vaquerías
cañaverales.

En los Estados Unidos, el sistema de plantaciones con esclavos africanos comenzó en la colo-
nia inglesa de Virginia, famosa por su tabaco, y se desarrolló con el cultivo del algodón a gran
escala en las colonias sureñas que conformaron el llamado “Cinturón Negro”.

La ganadería

Luego de las primeras fundaciones en el litoral rioplatense, el ganado caballar y vacuno co-
menzó a reproducirse libremente, gracias a los inmensos pastizales de la pampa húmeda donde
vivían, se alimentaban y se movían prácticamente sin límites ya que los pobladores tenían di-
ficultad de hacer cercos en grandes extensiones de la llanura. Según una descripción anóni-
ma de 1580 citada por el investigador Ricardo Rodríguez Molas,
“Es muy aparejada esta tierra y comarca de Sancti Spiritus para que allí se críen y multipliquen ganados, especialmente
vacas y ovejas, por ser… tierra rasa en la cual por maravilla se hallarán árboles… con dehesas de inmensa grandeza lle-
nas de mucha yerba tal cual conviene para lo ya dicho (…) Esta granjería bastará a sustentar aquella tierra con grande
perpetuidad porque son tantos los ganados que hay (…) que en diez años su multiplicación hincha toda la tierra”.

Estos relatos se repiten más tarde: en 1611, el gobernador del Río de la Plata se queja de que
hay falta de molienda de trigo aunque la tierra sea llana, por lo que está muy cara la harina,
también de la falta de ropas “porque la gente no es amiga de trabajar ni las mujeres de hilar”;
de la escasez de plata y oro, salvo de la que viene hacia el puerto, y que, en cambio, hay abun-
dancia de ganado vacuno y vale muy barato. Asimismo se lamenta de que no haya sirvientes,
porque los pocos indios están encomendados y los españoles son pobres como para comprar
esclavos (evidentemente, el gobernador no consideraba que los españoles debieran trabajar).

Los gauchos o gauderios eran peones ocasionales; se los llamaba también “changadores”, y la
sociedad colonial consideraba que vivían casi sin trabajar: eran jinetes libres, de caballos atra-
pados y domados por ellos en la llanura, y no tenían patrón. Se alimentaban de los vacunos
cimarrones que cazaban según su necesidad. El cimarrón era el ganado sin dueño, orejano, pero
como es lógico en las sociedades individualistas, se atribuía su pertenencia al personaje o a la
institución más poderosa. Por esta causa, a los gauchos se los consideraba “perjudiciales” o
“vagos y mal entretenidos”. Sin embargo, su presencia fue muy importante para la sociedad
rioplatense, que necesitaba de mano de obra estacional, no permanente.

172
CA P Í T U L O 4

Economía colonial
Actividad

Señala las características que


crees que son despectivas en
este texto de Concolorcorvo
sobre los gauchos.
Discute el tema con tus
compañeros, pensando si la
situación descripta fue real o
exagerada.
¿Qué costumbres
gauchescas seguimos
teniendo?

Vocabulario
Cimarrón: Animal
que, habiendo sido
doméstico, se cría en
libertad y adopta
hábitos salvajes o
naturales para su
especie.

Orejano: Ganado que


no tiene marca que
identifique a su dueño.

Estacional: Que
transcurre en una
estación o época del
año determinada (por
ejemplo, la cosecha, la
siembra, la yerra).

El gaucho vivía, generalmente, en la frontera. La frontera no


era una simple línea que trazaba el límite del territorio espa-
ñol, en la cual de un lado estaban las comunidades indias y
del otro la población colonial, sino que era un amplio espacio
en donde tenían lugar a actividades comunes de ambas so-
ciedades. Era móvil, de acuerdo con las épocas y las relacio-
nes de fuerza. No necesariamente la situación en la frontera
era de conflicto entre ambas sociedades, sino que durante lar-
gos tiempos de paz fue una zona permeable al tráfico comer-
cial y a la vida de gente marginal como los gauchos o de los
indígenas “amigos”.

173
IMPERIOS Y COLONIAS

Gauderios, según Concolorcorvo


Estos son unos mozos nacidos en Montevideo y en los vecinos pagos. Mala camisa y peor vestido, procuran encubrir
con uno o dos ponchos, de que hacen cama con los sudaderos del caballo, sirviéndoles de almohada la silla. Se hacen
de una guitarrita, que aprenden a tocar muy mal y a cantar desentonadamente varias coplas, que estropean, y muchas
que sacan de su cabeza, que regularmente ruedan sobre amores. Se pasean a su albedrío por toda la campaña y con
notable complacencia de aquellos semibárbaros colonos, comen a su costa y pasan las semanas enteras tendidos sobre
un cuero, cantando y tocando. Si pierden el caballo o se lo roban, les dan otro o lo toman de la campaña enlazándolo con
un cabestro muy largo (…) Muchas veces se juntan de éstos cuatro o cinco, y a veces más, con pretexto de ir al campo
a divertirse, no llevando más prevención para su mantenimiento que el lazo, las bolas y un cuchillo. Se convienen un día
para comer la picana de una vaca o novillo: le enlazan, derriban y bien trincado de pies y manos le sacan, casi vivo, toda
la rabadilla con su cuero, y haciéndole unas picaduras por el lado de la carne, la asan mal, y medio cruda se la comen,
sin más aderezo que un poco de sal, si la llevan por contingencia. Otras veces matan sólo una vaca o novillo por comer
el matambre, que es la carne que tiene la res entre las costillas y el pellejo. Otras veces matan solamente por comer una
lengua, que asan en el rescoldo. Otras se les antojan caracuces, que son los huesos que tienen tuétano, que revuelven
con un palito, y se alimentan de aquella admirable sustancia; pero lo más prodigioso es verlos matar una vaca, sacarle el
mondongo y todo el sebo que juntan en el vientre, y con sólo una brasa de fuego o un trozo de estiércol seco de las
vacas, prenden fuego a aquel sebo, y luego que empieza a arder y comunicarse a la carne gorda y huesos, forma una ex-
traordinaria iluminación, y así vuelven a unir el vientre de la vaca, dejando que respire el fuego por la boca y orificio, de-
jándola toda una noche o una considerable parte del día, para que se ase bien, y a la mañana o tarde la rodean los gau-
derios y con sus cuchillos va sacando cada uno el trozo que le conviene, sin pan ni otro aderezo alguno, y luego que
satisfacen su apetito abandonan el resto, a excepción de uno u otro, que lleva un trozo a su campestre cortejo.

(...) La importancia del cuero en el Río de la Plata, según Concolorcorvo


El principal renglón de que sacan dinero los hacendados es el de los cueros de toros, novillos y vacas, que regu-
larmente venden allí de seis a nueve reales, a proporción del tamaño. Por el número de cueros que se embarcan
para España no se pueden inferir las grandes matanzas que se hacen en Montevideo y sus contornos, y en las cer-
canías de Buenos Aires, porque se debe entrar en cuenta las grandes porciones que ocultamente salen para Por-
tugal y la multitud que se gasta en el país. Todas las chozas se techan y guarnecen de cueros, y lo mismo los gran-
des corrales para encerrar el ganado. La porción de petacas en que se extraen las mercaderías y se conducen los
equipajes son de cuero labrado y bruto. En las carretas que trajinan a Jujuy, Mendoza y Corrientes se gasta un nú-
mero muy crecido, porque todos se pudren y se encogen tanto con los soles, que es preciso remudarlos a pocos
días de servicio; y, en fin, usan de ellos para muchos ministerios, que fuera prolijidad referir, y está regulado se
pierde todos los años la carne de 2000 bueyes y vacas, que sólo sirven para pasto de animales, aves e insectos,
sin traer a la cuenta las proporciones considerables que roban los indios pampas y otras naciones.

En esa extensa llanura pululaba el ganado vacuno, que fue objeto de caza indiscriminada, ya
fuera para comercio de vacunos y caballos en pie desde la llanura bonaerense hacia Chile o
desde la Banda Oriental hacia el sur del Brasil, o para extracción de carne para consumo in-
terno y cueros para su exportación (legal o por contrabando). Los Cabildos daban a algunos ve-
cinos la autorización de vaquería, que consistía en una cacería masiva de vacunos cimarro-
nes, realizada con ayuda de los changadores o gauchos. En el siglo XVIII el ganado cimarrón
comenzó a escasear debido al abuso de las matanzas, por lo que las vaquerías fueron prohi-
bidas. La necesidad hizo que los propietarios de ganado cuidaran más su hacienda, y que con-
centraran las reses en zonas más resguardadas, con un arroyo que limitase su territorio. De
esta forma se desarrolló la estancia colonial.

En esa época la producción en la campaña no se limitaba al ganado. Además de los estancieros,


que contaban tanto con mano de obra esclava como asalariada, fija y contratada para tareas esta-
cionales (yerra, faena, cosecha de trigo, etc.) existían en sus tierras los “agregados”, que eran fami-
lias que se instalaban en tierras ajenas con animales y que se ocupaban de la labranza de la tie-
rra, así como también había arrendatarios, que pagaban un alquiler por ellas. La siembra de trigo
era muy importante, no para exportación pero sí para el consumo de las poblaciones, ya que un

174
CA P Í T U L O 4

40% de todos los gastos locales en alimentación pertenecían al consumo de pan. Sin embargo, gran
parte de estos campesinos no tenía título legal de posesión de sus tierras, porque el trámite era
engorroso y porque muchos no habían encontrado dificultad en ocupar terrenos baldíos.

La relación de la sociedad colonial con los indígenas no sometidos


Para las distintas civilizaciones amerindias, la llegada de los invasores europeos significó un gran
problema, por todas las consecuencias que hemos mencionado en estos capítulos. Sin embargo,
la sociedad criolla europea tiene tan incorporada la visión del conquistador, que naturaliza la do-
minación hablando del “problema del indio” cuando se refiere a la conflictiva relación que hubo
entre los pobladores de los territorios colonizados (quitados a los indígenas) y los indios libres. Se
resalta la violencia del malón (ataque indígena sorpresivo), la situación trágica de las cautivas (mu-
jeres capturadas por los indios), las muertes, el saqueo, la crueldad, y se no se menciona que en la
misma época también los blancos atacaban a las poblaciones aborígenes en las “malocas”, incen-
diaban, robaban y asesinaban, y “rescataban” a cautivas que generalmente pasaban a ser tratadas
mucho peor que en las tolderías indígenas, por haber sido sus mujeres.
Hacemos esta reflexión porque en el siglo XVIII el tema del malón se convirtió en un problema
para los hacendados.
La escasez de ganado silvestre hizo que los indios que practicaban el intercambio con otras
regiones saquearan ganado de las estancias. Las autoridades intentaron crear una frágil línea
de frontera, con fortines para vigilancia. Los gauchos y los indios amigos fueron utilizados en
numerosas ocasiones por la sociedad colonial dominante para luchar en cuerpos de milicias,
o para establecer poblaciones como La Carlota en Córdoba, que contuvieran los avances de in-
dios. Por supuesto, una de las causas de estos ataques era la venganza de injusticias y atroci-
dades cometidas por los “blancos”. Algunos hacendados preferían no hostigar a las comuni-
dades indígenas, porque sostenían que si el indio estaba conforme con el comercio que hacía,
no atacaba a las estancias que avanzaban sobre la línea de frontera.

Actividad
Deduce qué intereses tenían los estancieros para escribir esa carta al Rey de España.
Señala cómo era el intercambio con las comunidades indígenas en tiempos de paz a fines del siglo XVIII.

Malón Vocabulario
Babasónicos Trance Zomba (1994)

Malón, malón, malón, malón diabólico Maloca: Casa comunal (en la


Malón, malón, malón, malón diabólico que habitan varias familias) de las
Malón, malón, malón, malón diabólico... etnias amazónicas. También se
Trepa en los montes, nada en los ríos, denominó “maloca” al asalto a sus
grita en la noche, entra al desierto. poblaciones por parte de los
blancos, con matanzas, saqueos e
Se desintegra el sol, calma su sed con vos, incendios. Por extensión, este
duerme en la tierra en que lo alimenta. término se empleó para los
Son una tribu sin fe, sanguinarios. malones indígenas, como
No dudarán de sacarte del paso, sinónimo. Actualmente, en
te pisarán como un buey enojado. algunas regiones, se dice “ir como
Será mejor que corras ya, sal de su pasto. en maloca” o “maloqueando”,
...Malón, malón, malón, malón diabólico... cuando todo un grupo de amigos
va a casa de un integrante.

175
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abierto la brecha hacia una evo Jució'n que sería decisiva para 1000a la historia íutura de la lo
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al mismo tiempo, a) mundo á-rabe y al Africa negra sudano-saheliana. Algunas décal!.s sino que., por el contrario, provocó su regresión y uua disgregación de. la 5ocied~d y del 1\'
después, la Europa allánlica ha~ su aparición c'" las costas de África. E) desplazallÚen\9 Estado de los Waalo-waalo, Por eso ,los franceses tu~ieron que recurrir 8 la fuerza para y,' :
del centro de gravedad en Europa, del Mediterráneo al Atlántico. Pero los nuevos romper los vínculos transaharianos anteriores, sometera la región y orientar sus relaciones ' (:1,
intercambios entre Europa y Africa no tendán la misma función que los del períodq exteriores siguiendo las exigencias de la factoría de S;ajn! Louis, pues la sociedad africana t; ¡
precedente, pues se inscribirán en adelante en el marco 'del capitalismo' rnercantilista, ' intentó reaccionar contra esa degradación y el islam constituyó el marco dé esa reacción ¡I '
;:. ,,1
de defensa. Los cómerciantes de Saint Louis pagaban con armas los esclavos que :;:i! '
cOl11prab?~.~í se rompió el anlerior.equilibrio d: poder entre el rey (el'brclk), que contaba:: :);: I
4. El periodo mercantiiista (1600·1800) con un ejercito permanente de cautivos de la COrona (los cyeddo), la asamblea de los ,¿',.,' \~"" I
Grandes quelos J\ombrnba,1l9ossebakb<1\Jr),<l.t1ego¡:.abaJl~e unsjs~ema de be~e[jdosque':)~; "J;;, '
Ya hemos definido el período rncrcautilista" como la etapa durante la cual se se yuxtaponía y 5l\perpoma al lamana.1o(prop"!dad colectiva clánica de las tierras de las :'/," ,t! I
constituirán tos dospolosuelmodo dc producción capimlistn: porun lado.Ia prolctarizacién comunidades aldeanas) y 18s,comurud8de~ aldca~,!s, fundadas sobre ellRnlan8to: Las " .;;¡¡;;,:
que resulta de la degradación de las relaciones feudales y, por otro lado, lu acumulación de costumbres, que los comerciantes de Sainl ',U,UI$ pagaban al brak, Iavorccíari una I,',;!
I~ riqueza-dinero, Cuando los dos polos se reúnan, con la revolución industrial, la riqueza- pcrrnauante guerra civil entre el brak, los tyeddo y los kangam (grandes notables), y el i!! i
dinero se convertirá en capita I yclmodo dcproduccióncapitallsta IOll13rlÍ su forma acabada, saqueo de las comunidades para conscguiresclavos. Los morabitos musulmanes intentaron f,:', ¡:
Durante ese largo período de tres siglos de incubación, la periferia omericana del centro organizar la resistencia de las comunidades. Su objetivo era prohibir la lrala, es decir, la ' ;:,':'
europeo atlántico mercantilista cumplirá una función decisiva en la acumulación de cxportacióude la fuerza de trabajo ípcro no prohibir Inesclavitud interno). Desde cntonces,:': :
riqueza-dinero en manos de IHburguesía comercial atlántica. El Africa negra cumplirá una el islam cambió su carácter. de religión de una casta minoritaria de comercimucs se (:
función no menos importan le: la que hemos calificado éeperijeria de laperiferia. Reducida . convirtió en una reacción popular de resistencia. La primera guerra de los mombitos, i~
al papel de proveedora de mano de obra servil pAra las 'plantaciones de América, Aírica realizada entre 1673)' 1677, pura tratar de convertiré la gente del Río yprohibir allí la trata r:
pierde auionomta y comienza él ser moldeada en Iunción de las exigencias externas: las del . fue un fracaso. Un siglo mástarde, en 1776, In revolución toorodo, de lo región tucolor, ¡: ¡:; ,
mcrcautilisrno. Por fin, recordemos que las plantaciones de América; a pesar de su forma expulsó a 111aristocracia guerrera y liquidó la trala negrcra. Pero Iraeasé la tentativa de 105 >,i
de organización csclavista, no definen formaciones sociales autónomas (que serían tucolor de liberar el Waalo y el Kayor con ayuda de los morabitos autóctouos, pues Sainí ;:'U.
csclavistas). Como ya hemos dicho, el 1110do de producción esclavista es aquf sólo un Louis apoyó a la nrisiocracln vinculada CQJI la trata uegrera. . :;"
elemento de una formación social no esclavista. Dicho de otro modo: el esclavisrno 110es En segundo Jugar, el estudio del caso de WaaJo tiene gran interés porque allí se ;¡,
ti modo dominante de la formacíón, que es el mercantilista, y el comercio monopólico- yuxtaponcu la trata de esclavos y la de la goma, Peor esta última no tiene de ¡Ú ngü n modo "'
que baja su control y para su propio beneficio lanza en el mercado europeo los productos los tlUSlIlOS efectos que la primera sobre'lasocicdad africana, La exportación de productos ':"
de Ips plamaciones, activando así la disgregación de las relaciones feudales· domina la (en lugar de la fuerzade trabajo) no tiene necesarillmen¡e~cfecIQS'devasI8dores sino ¡¡lit:, U"
plantación, Por consiguiente, la formación periférica americana es un elemento de Una al contrario, puede pronroveralgunos progresos. Ese tipodeexponacióri no eScara(leríslico;,':; ,
estructura mundial cuyo centro de gravedad está en la Europa atlántica. del periodo mcrcantilisu en el conjunto de Aírica, 'ljue provee casi ünlcameute esclavos, ':', r'
Los efectos devastadorcs que tuvo la trata negrera mercantilista para el Africa se pero aquí desempeña excepcionalmente UII papel tan importante como el Iníliro d~c,,' ~I!:;'
conocen algo mejor ahora, gracias, entre otras cosas, a los trabajos de historiadores esclavos, porque éstos (como ocurre conel oro de Galal1l), provienen sobre todo de la ruta;:;:., ... ,;;I<;¡ :
liberados del prejuicio colonial y racista. Nos proponemos presentara continuación una de de Gambia. Waalo provee gome,pero también lo hacen, especialmente, los moros lrarz8!i;~¿, ":1'-:, '
las más recientes y brillantes de esas obras: el Reina de Waalo (1659-1859) de Boubacar
, que la pueden exportar ya sea porSaintLouis, para los franceses, ya sea por Portcndickj':f'.\:::n
I
Barry. " !, abierto a la competencia de ingleses {holandeses, p~n:. cerrar la ruta de Portendick, los' ,,~::j"
i franceses ayudaron A 105 trarzas a instalarse sobre el Río, y más \~rde, durante la guerra e! .
En primer lugar, rnienjras el c:omerc;:¡g\ral1!i.apariano
, ••••••

- del cual participaba Waalo .' había refo~do


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del periodo.,,.',,;'premercantilista
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circunstancias introducirán en la región una contradicción secundaria muy particular, confühd~n aquí en el intenic;-d-tiiiaustrializara Egipio, financiando la industrialzacién por

I entre los waalo y los trarzas, Esta contradicción cxplíca el fracaso de la guerra de los la presión del Estado sobreelcampesinado, ti monopolio del comercio exterior y, cuando

!
¡
morabitos del siglo XVII, conducida simultáneame~\le por los morabitos hostiles a la trata
negrers y por los moros que ejercían una creciente presiónsobre el Waalo pan monopolizar
la gOffil!. - ,
l· fuera posible, por el saqueo de las colonias.
Hasta 1850, el propio ejército egipcio se dedica a la caza de escla vos y a 1 saqueo de
¡os productos del Sudán; después de esa fecba, cede elJugaralas tribus némades sudanesas
I

!
,

I
ElI todas las regiones de Africa donde operó, la trata negrera mercantilista tuvo (en especial a los haqara) que venden los escla vos que hall tomado a los comercia ntes turcos.
I I
efectos devastadores análogos, Desde Sainl Louis hasta Quelimane, R partir de lacosta, coptos, sirios y europeos ·instalados por cuenta del jedive. Esas operaciones producen
I i
¡
i J
I afectó a la casi totalidad del continente-con excepción de su parte noreste (Sudán, Etiopía,
Soma lía , Africa oriental). Merece recordarse, porejemplo.Ia analogía entre la historia de
rápidamente transformaciones en la organización llamada de" feudalismo nórnade", C1I.si
estatal, con base territorial.dominada poruna nobleza guerrera. Ea las zonas conquistadas
I I Waalo y la del reino del Ccngo!'. También aquí la trata negrera provoca la desintegracién de agricultu ra sedentaria, el ejército egipcio destruía las antiguas jefaturas y sometía a los
j 1 del poder captra Iy la anarquía qlle abre la vía pa ra las razzias de los yaga. Los ejemplos aldeanos a un impuesto en productos (granos y cereales) destinado a alimentar a l¡¡
I I similares pojírían multiplicarse. En lodo el continente, la anarquía y las guerras, la fuga administración y u.I ejército de los conquistadores. Los egipcios fabricaban jeques,
de las poblaciones hacia las regiones de diflcil acceso, que tarnbiénson, por eso mismo, las enea rga dos de recauda rel impuesto, quede ese modo se enriquecían rápidamente. Además,
! I nlJls miserables (como lo atestiguan las zonas ·de
refugio de los palecnigrñicos de las se quitaban las mejores tierras a las colectividades y se las entregaban a los beys egipcio>
! montañas sobrepobladas del Africa Occidental), ruvieron corno saldo una aterradora ya algunos jeques sudaneses. Se sacabanalgunos campesinos de sus aldeas yse los enviaba
\ disminución de la poblacién, Se detuvieron los procesos de integración de los pueblos y de 8 esas tierras -como semiesclavos y'semísicrvos- cuya producción, comercializable, debía.
construcción de amplios conjuntos que se desarrollaban en la época prernercantilista, y en enriqueceraltesoro egipcio. Los campesinos, perseguidos por los némades y empobrecidos
. su lugar hubo dispersión, aislarnicmo y mezcla, en medida tan inconcebible que, como se por los jeques, acudían a los pueblos creados por el ejército en los cruces de rutas y en los
sabe, dieron origen a algunos de los más senos bandkaps contemporáneos. confines de 111 zona de razzia. Se instala un artesauado separado de la agricultura, miemras
'j
! i No podemos concluir este capírulo sin abordar el período mercantilista oriental. "se introducen en las explotaciones agrícolas entregadas n,los beys y alas jeques los métodos
Confesamos que vacilamos antes de definir de este modo las relaciones del mundo oriental agricolas egipcios, de mayor productividad. Desde 1870, el imptuesto en especie es
(egipcio yárabe)conel Africa nilótica y de la costa oriental (MarRajo y Océano Indico basta reemplazado por el impuesto en dinero, lo que se vuelve posible por los progresos del
Mozambique]. Ni el Imperiootomano. ni el Egipto de Moharned Ají, y mucho menos excedente comercializado. El país se unifica, se islamiza y se arabiza,
todavía los sultanatos sudarábicos eran formaciones mercantilistas análogas .8 las de La revuelta mabdistade 1881-1898 es la del pueblo oprimido por ese sistema: el
Europa, desde el Renacimiento a la revolución industrial. En esas regiones casi no ocurrió pueblo de las comunidades aldeanas, el de los campesinos-esclavos delos dominios y el dl'
ladisgreg8cióndelasrelacioneSp~~pilalislas:condiciónnecesariaparaquesecolIstilUyern losartesanos.esclavos y mendigos de las ciudades. La rebeliónvictoricsa expulsé al ejército
un proletariado. Mobamed Ají ímenró superar ese obstáculocreando una organización egipcio. a los beys ya los jeques. 'Pero después de la muerte del Ma hdi, el Eslado, que se
estatal que aquí no analizaremos, pues lo que queremos destacarson las líneas de fuerza organizó alrededor del califa Abdallah, cambió de contenido. Los jefes de la rebelión,
deja evolución del Sudán que Mobamed AJí conquistará en la primera Initad del siglo salidos del pucblo.asl como los jefes baqara que seunen a choa.recrganizarcnen beneficio
XIXIl. Durante el período mercantilista se constiruyen en Sudán dos sultanatos fundados propio un Estado análogo al de los egipcios: se apropian de los domines y perciben los
sobre e,1comercio de larga distancia (con Egipto y Oriente): el de Darfur, sólido todavía impuestos por sí mismos. Es verdad que el Estado mahdista prohibía, la expoliación de
cuando se realiza la conquista egipcia, y el Fung, entre los dos Nilos, debilitado por las esclavos -los que, por otra parte, ya habían perdido mucha de la importancia que habia n
gUClTdS con Etiopía. Mobamed A1l tiene u 11objetivo muy simple: consegu ir en Sudá u, por tenido en los orígenes de la conquista, debido 8 que esa fuerza de trabajo era ocupada en
.el pillaje, 0:;0,
esclavos y algunos productos (sobre todo marfil) que podrá exportar para el país. Pero el Estado mahdista pretende seguir explotando a las masas para su propio'
reforzar la industrialización de Egipto. Se trata de un procesode acumulación primitiva beneficio y, para alcanzar esos fines, destruye 11 los elementos populares nucleados
análogo al de la época mercantilista para Europa, y por eso hablamos de ruercautilismo alrededor de la familiadel Mahdi. Se pol\e en prisión 11 la familia del profeta y se ejecuta
orienta! •• salvo que-como la revoluciénindustrialya había ocurrido en Europa y el pachá n trece de los jefes militares del pueblo. Por otra parte, paulatinamente, el Estado ma hdista
de Ehipto lo sabía, el período mercantilista y el del capitalismo industrial acabado se reinicia la exportación de esclavos, pero esta vez para su beneficio: el califa Abdalla ti

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organizó la alza de.esclavos entre lospueblos vecinos lid /\Jto l''¡¡'', ""1.:;;,':;.:, ." ':;:!opía :". ¡¡•.ibujaen el centro: materias primas y productos agrícolas, La condición para que SC3
··que él considera h~c.:"!:r;J".i~.r('.<·y '.·,:.nscrvÓ muchos de db', par". rdon::.;·":' ':'~ v Sil iuteresautc el úll<!.rc<J1l11¡io que provee al centro de esos productos es la que revela la leona
economía, pero autorizó 3 lo:; co.uerciantcs (que ;;,;;.,] ~:r,:":-,·.:"t ~:1!T. :;.,¡:I: ••.. ~~.;>:)a d~.1inlcrcarp.!:,;,.; ,.k.sigual\-, ! "
exporta rlos. . Sin ~mh~ IgO, I;.asl~Iines dd siglo XIX, el caphal central sólo dispone de medios
El ejército dr.) califa, que hobia pcrdiuu el carácte: ¡.H,ll'l.d,¡rI¡LlPo le b:i·:. ::)0 IIU lI1uy linuj¡,&)~ pfiFit realizar es!" (lbj~H\iij:..S6Ió.b'lumdo u(.¡a'~l!tdJIII monopollzacién en ti
hiena en tiempos de In rebelión, no resistió a ¡ti expedición c·;'\(lni,~1(le los ingk'.'·· '.'fines centro será poxible la exportación de capital a gran escala.y, a partir de entonces, el t'llB!a1
de siglo. . . . ; "111 raI dispondrá del medio para ir 8 organizar di recia mente, en In periferia, con 'ni¿arcis"Wl"·;.·" ,
Noca be dudaque tambiéula trata negrera organizada a partirdc Zanzfba. "~,dsjglo .nodernos, la producción que: le. conviene en los condiciones que leconvienen. Hasia .
XIXY se inscribe en un marco mercantilista, Durante siglos, el comercio árab!"::· ,.:,.'costa ';atonC'CS,s610 puede contar con la capacidad de las formaciones sociales locales para
se inscribirá en un marco prernercantilista. poniendo en relación esas regiones :'eJ Africa lIóaplllrse "espontáneamente" y "por sí mismas" n las nuevas exigencias del sistema.
negra con india; lnsulindia yaun Chilla. Enese caso, losproductos fueron más importantes América puede hacerlo; en 111 India, el poder colonial inglés puede imponerlo, lo mismo .
.que', los esclavos, lal corno da fe, aquí también, la muy escasa población negra de la Arabia que los holandeses en Indonesia; en algunos países de Oriente (Imperio 0101\1811 Y Egiplo)
.dclsury de los países limítrofes dcl océano Indico. La única excepción 13constituye la época losesfuerzosconjunros de la "adaptación interna espon\lÍ:rma"yde las posesiones exteriores .....:
en que el califa abasida organizó en el bajo lrak plantaciones de caña de azúcar, para las dan plgunos resultados. Pero no nos ocuparemos abó:tn de este asunto. Inclusive.ue ):.. :+¡~
que importó esclavos negros, breve capítulo que se cierra con la rebelión de los esclavos obtendrán algunos éxltos en la misma Aíricatropical, pOI' obra exclusiva de la adaptaciún .~.
':', :"'~~,
(rebelión Qannata), En elsigloXIX, repentinamente IRtrata f')egrenl adquiere proporciones interna de lASsociedades africanas. Hay algllni'is estudios que analizan el mecanismo dt" '", '~~.~~:.
mucho ;'lá,; irnportatucapucs sc abren para é~la 'do:\ nuevos mercados. En primer IUglIr, ' la adaptación.
la isla de Reunión se reabastece con ellos (11 los que se llama "trabajadores contracruales") Entre ellos, e~lá la obra de Boubacar Barry. El proyecto de colonización agrlcula

l
desde que los ingleses han prohibido la trata. Después, la misma isla de Zanzfbar, Desde de Waalo, para couvcrtirlo en un país de plantación (al~,,;lón,caña de azúcar, tabaco, ctc.,
1840, el sultán ha Ira nsferido a ella su capital, que hasta entonces era Omán, Poco a poco, , Iormuladoporprimcra vczporelgobcmador inglés deSa int l.ouis, O'Hara.a finesdel siglo
esta hlcce en la isla u'na economía de plentaciénesclavista que produce clavo de olor, objeto XVIIl, será reactunlizado durante la Revolución y cl lmpcrio francés, como consecuencia
de comercio de los europeos, Desde ese momento, Zanzfbar, que era una factoría, se de In revuelta de los esclavos de Santo Domingo. El gobcnil3dorSchmallz"compro"WnnIQ
convierte en una plantación, siguiendo un modelo muypróximo al de las Antillas, Reunión en 1819 y entonces empezó la experiencia. Barry nnalizn su fracaso, La primera causa fue'
'! M~UliC'Ío, En C'ÍerID modo, Zanzíbar es una antilla árabe. Así vemos, UIJ3 vez más, la resistencia de las comunidades aldeanas que se ncga ron a ser desposcidas 'en Iavor de
analizando la (rala a partirde Zanzfbar, quc la intcgraciónen el sistema.capitalista mundial los plantadorcs europeos, aunque no contaron con el ":f'0Y,0 de la aristocracia local, <jUt
es responsable por el desarrollo de una InlI3 negrcra muy devastadora, sin analogía con el recibió en compensación "costumbres" cbmplemenlari~s, La segunda causa reside en la
comercio de larga distancia del periodo prccapitalista. . , falta de mallo de obra, pues 110había 'ninguna razón para que los campesinos abandonaran
sus comunidades para convertirse en proletarios en lasplautaciones. El br(lklas proveyó
con algunosesclavos de hecho, aunque se los llamaba "contratados ternporarios". Pero,
5. La uuegracián o/ sisiema.capitatista acabado: El siglo XlX en esa época, 1"colonización sólo disponía de medíos "de remiendo"; habrá que cspernr
IR conquista colonial par~ que se apliquen .medios en serio para abrir la vla n la
La trata ncgrcra desaparece cuando se acaba el mercantilismo, es decir, en general, proletarización: imposiciones fiscales, desposcsioaes puras y simples, trabajo forzado, l:J1
C'(Jnla revolución industrial. Entoncesel capitalismo alcanza en el centrosu fonna acabada; una palabra, Iodos los medios que se utilizaron después de 1880 en Afric.a, siguiendo
la función de] mercantilismo -l~ acumu laciónprirnitiva de la riqueza-pierde su importancia; modalidades mvy análogas a las que utilizaron antes 105ingleses en la India, los bolandescs
el centro de gravedad del CIIpilal se desplaza dcl sectorcomercial bada la nueva industria. en Indonesia, los franceses en Argelia y los egipcios en :Sudán. De todos modos, el frac?so
La anligua periferia -la América de las plantaciones- y su periferia -el Africa de la trata de la coloruzación agrícola se manifiesta en 1831, pero eslt tentatlva acentuó el odio del ¡"':;f~:'1
negrcra· deben ceder su lugar B una nueva periferia, la que tendrá C01110 función proveer pueblo contra su aristocracia y preparo la adhesión al Islam, Al margen ~'c1 poder, se .¡ Qr4';
. ¡ productos que permitan reducir el valor delcapital constante y el del capital variable que organizaron comunidades musulmanas de defensa, siguiendo al sérigne ,;¡l (IUC pagan
r,, "'k';:··t~
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14 15

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LA IRRUPCIÓN EUROPEA EN AMÉRICA Y LA RESISTENCIA INDÍGENA

La ocupación europea del actual territorio argentino


Durante el siglo XVI distintos grupos de conquistadores pugnaron por apropiarse del territorio rio-
platense, con diferentes expectativas. Algunos náufragos de la expedición de Solís que habían que-
dado en la isla Santa Catalina (famosa actualmente por las playas de Florianópolis) dieron las pri-
meras referencias sobre esta región a otros navegantes. Los relatos dicen que Alejo García, que
aprendió en el lugar el idioma guaraní, lideró un grupo que decidió buscar las riquezas del cerro
de plata que gobernaba el mítico “Rey Blanco”. Hizo probablemente un camino similar al que años
después (en 1542) realizó el Adelantado Viajes de Alejo García y Sebastián Gaboto
Álvar Núñez Cabeza de Vaca, por lo que
se considera a Alejo García como “el des-
cubridor del Paraguay”. Allí, prosiguen las
narraciones, atravesó el Chaco y siguió
hacia el Perú, donde logró –con sus com-
pañeros y una hueste de guerreros gua-
raníes– apoderarse de una fortuna me-
diante el saqueo sorpresivo a una ciudad
incaica. Pero luego murió en un enfren-
tamiento con indios guaycurúes. Los que
pudieron regresar a Santa Catalina con-
taron esta historia a otros exploradores,
como Sebastián Gaboto (en 1526). Gabo-
to pensó que sería más apropiado llegar
a ese reino desde el Río de Solís, que por
ser supuestamente la entrada fluvial al
cerro de plata, fue denominado “Río de la
Plata”. Este piloto mayor dejó en Santa
Catalina a quienes se opusieron al pro-
yecto. En el camino fundó “reales” o pe-
queñas fortalezas que sirvieran como
base a la posterior conquista, entre ellas
la de Sancti Spiritus, que se considera la
primera población europea en estos pa-
rajes. La búsqueda de ese mítico reino re-
pleto de riquezas (llámese Ciudad de los
Césares, el Dorado, el imperio del Rey Blan-
co o Trapalanda) fue lo que motivó la mayor
parte de las “entradas” o incursiones “tie-
rra adentro” del Cono Sur.

A todos los poblados que se asentaron en


el actual territorio argentino, con expedi-
ciones que partieron directamente desde España, o desde alguna ciudad fundada por conquista-
dores provenientes del Océano Atlántico, se los clasifica dentro de la corriente “colonizadora” del
Este. Como ya dijimos, era imposible colonizar (es decir, fundar colonias) sin conquistar previamente
el territorio, por lo que las fundaciones de poblaciones se llevaron a cabo en un marco de violen-
cia. La mayor parte de los poblamientos que fracasaron tuvieron como causa la resistencia indí-
gena, o el conflicto por el poder con algún otro conquistador. El asentamiento de Santa María del
Buen Aire construidopor Pedro de Mendoza en 1536 se frustró al poco tiempo, por lo que su pobla-
ción se trasladó a la recientemente fundada Asunción (1537). El adelantado Álvar Núñez Cabeza
de Vaca, que llegó a Asunción desde Santa Catalina, intentó fundar un puerto en el Río de la Plata,

138
CA P Í T U L O 3

pero no pudo hacerlo debido a Corrientes fundadoras de ciudades


la hostilidad de los indígenas, en el actual territorio argentino
que ya habían conocido las ca-
racterísticas de los españoles.
Esto hizo que el lugar no se po-
blara hasta cuarenta y cuatro
años después, con Juan de
Garay, quien poco antes había
fundado Santa Fe (1573). El ob-
jetivo, entonces, era “abrir puer-
tas a la tierra”. Es decir, facilitar
la salida hacia España a quienes
permanecían “tierra adentro”.
Esto significaba que Juan de
Garay debía fundar un puerto
para conectar a la ciudad de
Asunción con el Océano Atlán-
tico, y al Alto Perú (importante
país minero) con España. Res-
pondía a una estrategia de la
monarquía española para reci-
bir más directamente las rique-
zas altoperuanas, y para afian-
zar la conquista de la región. Sin
embargo, no le fue fácil a Garay
reclutar a la gente para ir a po-
blar una zona belicosa, pese a que había prometido tierras, indios en encomienda y potros (que se
habían reproducido en las llanuras, tras la primera fundación). Los reclutas fueron, finalmente, diez
españoles y cincuenta “mancebos de la tierra” (criollos mestizos, fruto de las numerosas mujeres
indias que tenían “a su servicio” en Asunción los españoles).

La corriente conquistadora del Norte provino del Perú. Su primera fundación, la Ciudad del Barco,
debió ser trasladada tres veces por problemas de jurisdicción con el gobernador de Chile (Pedro de
Valdivia). El cuarto traslado lo realizó un caudillo delegado de Valdivia, Francisco de Aguirre, que
así dio origen a la más antigua ciudad argentina, Santiago del Estero (en 1553). De todos modos, el
virrey del Perú dispuso que esta ciudad quedara bajo su dominio. Las ciudades que sí quedaron
bajo la órbita de la corriente del Oeste, proveniente de Chile (hasta la creación del Virreinato del
Río de la Plata en 1776), fueron Mendoza (1561), San Juan (1561) y San Luis (1594). Perú gobernó toda
la región serrana del centro y norte del país, que se llamaba Tucumán, y fundó diversas ciudades:
Tucumán (1565), Córdoba (1573), Salta (1582), La Rioja (1591), Jujuy (1593), Catamarca (1683).

Actividad
Corrientes colonizadoras del territorio argentino
a) Señala en el mapa las ciudades de la corriente del Norte, las del Este y las del Oeste.
b) ¿Por qué en el cuadro no figura la fundación de Don Pedro de Mendoza?
c) ¿Cuál es la ciudad más antigua del país?
d) ¿Qué poblaciones aborígenes habitaban los territorios dominados por esas tres corrientes?
¿Cuáles eran nómades y cuáles sedentarios?

139
LA RIQUEZA EL C O M E R C I O Y LA C O N Q U I S T A EN EL O R I E N T E 287
286

(Wertheim, 1973!«'). S ó l o ^ p E , situada en la periferia de las rutas if El instrumento que permitió a los portugueses y a otras potencias
comerciales, siguió I O T W I I ^ ^ I hinduismo. Así pues, el islamismo y el Reuropeas desbordarse en Asia fue el velero armado de cañones. Hacia
comercio iban de la mano en los mares de Asia; por ello cuando los I|l400 d.c. los armadores europeos empezaron a combinar la vela cuadra-
europeos entraron en esos mares, entraron también en el dominio del p S a ' o de cruzamcn de sus modelos tradicionales con la vela latina de los
I árabes. La vela cuadrada del palo del trinquete daba al barco cierta
islamismo.
I ventaja cuando navegaba ciñcndo el viento; y la latina de los árabes
en el palo principal y en el de mesana le daba velocidad en la carrera.
LOS PORTUGUESES EN ASIA
I.'Otro adelanto fue poner cañones en las naves. Durante el siglo xiv se
generalizó el uso del cañón tanto en Europa como en Asia, pero en el
La llegada de los portugueses a la costa swahili del África Oriental los
H y los armeros europeos empezaron a superar a los asiáticos no nada
puso de inmediato en contaqto con la red comercial musulmana del
I más en cantidad sino sobre todo en calidad. Además, después de 1500
sur de Asia. El almirante portugués Alfonso de Albuquerque captó de
se generalizó en Europa la instalación de cañones no sólo en la cubierta
inmediato la naturaleza de esta red y ubicó sus sitios estratégicos de pre-
superior y en los castillos, sino también en la cubierta principal, para lo
sión. En rápida sucesión, los portugueses se apoderaron de los principa-
I cual se abrieron troneras en el casco de la nave. El resultado fue el
les puntos fuertes de los musulmanes a lo largo de las riberas asiáticas.
galeón, mitad navio de guerra, mitad mercante, un poderoso velero equi-
Fueron Goa, en la costa Konkan de la India, en el reino de Bijapur; pado con cañones. En lo sucesivo, los méritos de la guerra naval ya no
Ormuz, punto opulento de transbordos entre la India y Persia situado -pertenecían al capitán que embestía o abordaba a su oponente sino al
en una isla árida en la entrada del Golfo Pérsico; y Malaca, poderosa artillero naval que sabía cómo maniobrar su barco para ponerlo en po-
ciudad de 50 000 habitantes, emporio del comercio de especias con las sición de disparar de costado. Así, en 1509 Albuquerque destruyó la flota
Molucas. Goa la tomaron en 1510; Ormuz en 1515; Malaca en 1519. conjunta mameluco-egipcia y gujarati en Diu, y abrió a la expansión portu-
A la ocupación de estas bases clave siguió la construcción de feitorias, I guesa las rutas marítimas de las aguas meridionales.
fuertes y factorías portugueses, a lo largo de los litorales, de Sofala en
el África Sudoriental, a Témate, en las Molucas. Finalmente, los asen- • Los portugueses buscaban sobre todo especias, principalmente pimien-
tamientos se establecieron en lugares controlados por otras potencias so- ta, "la sustancia de las Indias", como Lisboa recordó al virrey en 1587.
beranas, por ejemplo Sao Tomé de Meliapór sobre la costa Coromandel, Esta demanda de pimienta se debió a la necesidad que tenía Europa de
especias de toda clase. Eran necesarias como conservadores de la carne
Hughli en Bengala y Macao sobre la costa de China.
y el pescado, debido en parte a que el ganado no se podía conservar
vivo en los establos a lo largo de los interminables inviernos y a que la
carne de los animales sacrificados en el otoño debía ser salada y adobada
para que pudiera guardarse. Otro factor fue la influencia de la cocina
oriental, que presentó a los europeos especias poco conocidas. La pi-
mienta y el jengibre fueron en ese orden las especias más importantes;
una buena parte de la demanda europea de pimienta se satisfizo con la
malagueta que los portugueses llevaron del África Occidental. Aunque
se comerció en grande este producto, las ganancias que dejaba de nin-
gún modo igualaron a las de la pimienta del Sur y del Sudeste de Asia.
La pimienta llegó inclusive a servir como moneda en algunas partes de
Europa. Como el oro, era durable y fácilmente divisible, amén de que con
frecuencia se recibía para pagar impuestos.
Mercado y casas de mercaderes en la portuguesa Goa. Grabado en cobre por
Theodor de Bry, 1598. (Cortesía del Departamento de Libros Raros y Ma- Este tráfico de especias entre Asia y Europa tiene una historia antigua,
nuscritos, Biblioteca Pública de la ciudad de Nueva York. Fundaciones Astor, tanto, que se remonta a los tiempos clásicos. En tiempos de la llegada
Lenox y Tilden) de los portugueses, las terminales orientales del comercio estaban en ma-
EL COMERCIO Y LA CONQUISTA EN EL ORIENTE 289
288 EN BUSCA DE LA RIQUEZA
re patria, "se incrustaron", según frase de Vitorino Magalhács Godinho
nos de los chinos, que cosechaban clavo, nuez moscada y macia en las 1969:783), "en el mundo del Oriente".
islas del Sudeste de Asia para llevarlas a Malaca; después de Malaca
los comerciantes musulmanes agregaban canela de Ceilán y pimienta
de la India y todo lo llevaban a los puertos de la costa de Malabar y a
LOS HOLANDESES EN ASIA
Gujarat. Allí, recibían la carga los factores de los comerciantes musul-
manes establecidos en el África Oriental, Arabia o Egipto y la trans-
Hacia 1600 los portugueses empezaron a resentir la competencia de los
portaban a los puertos del MarJBWk y del Golfo Pérsico. Luego venía holandeses. Su esfuerzo en las Indias al finalizar el siglo xvi estuvo ini-
una porción terrestre del v i a ^ a Rpuertos del Mediterráneo oriental. cialmente a cargo de diferentes compañías competidoras, pero en 1602
1
" ^ ^ W e ^ ^ K s t a siria, comerciantes venecianos los Estados Generales otorgaron la concesión a la Vercenigte Oost-Indis-
p R ^ ^ a muy caro y lo revendían en toda Europa. che Compagnie (voc), o sea la Compañía Holandesa de las Indias Orien-
e entrometieron en este comercio y por un tiempo lo tales, que fue muy diferente a sus contrapartes portuguesas. El rey de
ofrecían la pimienta a precios mas bajos; nunca, sin Portugal tenía el monopolio del comercio de especias, pero los particu-
embargo, 4HB(¡£n el monopolio total del comercio. Prefirieron contro- lares podían invertir en el empeño comercial. El comercio privado en
lar la naveg»CTOn en los mares del Asia, para lo cual obligaron a los artículos no monopolizados se llevaba a cabo al mismo tiempo, y por
capitanes a llevar una licencia portuguesa (un cartaz) y a pagar dere- medio de los comerciantes asiáticos, que el comercio de las especias. En
chos aduaneros en los fortines portugueses. Consiguientemente, "la na- cambio, la Compañía Holandesa tuvo un monopolio absoluto sobre el
vegación portuguesa en esta región no fue otra cosa que una madeja comercio holandés. Se le otorgó el derecho de hacer la guerra a los so-
más de la trama y urdimbre del comercio entre puertos malayo-indone- beranos locales y de pactar la paz; de construir fuertes y de organizar
sios" (Boxer, 1973a:49). Cuando en 1521 los portugueses intentaron administraciones locales. En tanto que su oficina matriz estaba a cargo
ensanchar su cabeza de playa en China, fueron derrotados decisiva- de un cuerpo de directores, los Diecisiete Caballeros, el gobernador ge-
mente por la flota de la guardia costera china. En lo sucesivo, se valie- neral que representaba a la Compañía en el Occidente tenía gran ampli-
ron de su asimiento en Macao para hacerse de una participación en tud de juicio para establecer tácticas y poner en ejecución decisiones
el comercio de China, pero sujetándose a los términos del emperador. sobre la marcha. La meta principal de la organización fue establecer
Hubo, pues, límites al comercio portugués. Los portugueses tuvieron un dominio, pronto y completo, sobre la producción y distribución de
especias.
éxito contra reyes de Estados marítimos política y militarmente desuni-
dos y contra colonias mercantes porque se apegaron a una estrategia Los ataques holandeses contra los fortines portugueses de los mares de
política unificada según la cual abrían nuevas oportunidades económicas Asia empezaron en 1605 con la captura de Tidore y Amboyna en las
a sus amigos y agentes y cerraban las puertas a sus enemigos. Contro- Molucas. Comprendiendo que estos fortines estaban demasiado lejos del
laron las principales rutas marítimas y aprovecharon las redes del trans- centro del comercio asiático, la Compañía Holandesa trató de apoderar-
porte comercial de Asia pero nunca establecieron su dominio sobre nin- se de Malaca en 1606, pero como falló en su intento, arrebató al sultán
de Bantam el pequeño puerto javanés de Jakarta, donde construyeron
guna porción continental interna. Organizaron puertos de escala y los
su gran fortín de Batavia, que defendieron venturosamente, en 1628-
usaron para aumentar su participación en el comercio entre litorales
1629, del ataque del Estado javanés de Mataram. En 1638 iniciaron
asiáticos. En tanto tuvieron el monopolio del control del Océano Indico
su acción contra los portugueses de Ceilán, y veinte años después, en
disfrutaron de las utilidades de la pimienta y de otras especias. Así las I 1658, se quedaron con el control de la isla y de su producción de canela.
cosas, hacia 1630 ya era indudable que no eran lo bastante fuertes En 1641 expulsaron a los portugueses de Malaca, y en 1662 hicieron
como para cerrar el Golfo Pérsico a competidores que quisieran trans- lo mismo con los españoles que habían acudido en ayuda de los por-
portar especias por esa vía de agua, cuya guarda estaba ahora en manos tugueses. La conquista de Malaca dio a los holandeses una gran ventaja
de los turcos, cada vez más poderosos. El resultado fue que los asenta- sobre el reino de Mataram, que exportaba arroz a la península malaya.
mientos portugueses en el este empezaron a considerar que su sobre- En 1677 derrotaron a dicho Estado y en 1684 lograron conquistar Java.
vivencia dependería más bien de Asia y no de sus relaciones con la ma-

s&
I

290 EN BUSCA DE LA RIQUEZA EL COMERCIO Y LA CONQUISTA EN EL ORIENTE 291


Puesto que los portugueses habían perdido Ormuz a manos de los per- » i á s facilidad que los portugueses, cuya base era Goa. Segundo, para los
sas desde 1622, sólo quedaron en poder de los portugueses sus posesiones | Koländeses resultaba fácil hallar soldados y navegantes, no sólo en su
de Goa y Macao. ^¿ Baís, sino también contratando mercenarios franceses, alemanes, escan-
r
Entre las más preciadas posejj^Bfcdc los mares del sur destacaban ídinavos y, antes de 1652, ingleses. En cambio, los portugueses estaban
las Molucas, fuente de c l a ^ j f l i R c a d a y del vellón de la nuez mos- •tan agobiados por la necesidad de conseguir soldados para las Indias,
cada, llamado maei^^(^mcipanHoductor de clavo era la isla de Am- Bfjiíe tuvieron que reclutar a los delincuentes de sus propias cárceles. Ter-
boyna, en t a n | ^ | B ^ a macia y la nuez moscada .se cosechaban en la Hfero, los comandantes holandeses eran mejores en tácticas navales, te-
isla de BajjdÄ^rgobernante teórico de estas islas era el sultán de Ter- \ ^iían hombres entrenados y un margen mucho mayor que los portugueses
^la Compañía Holandesa el derecho al monopolio sobre < .Jen el despliegue de sus amplios recursos. Los portugueses todavía hacían
stas espe^^^^cambio de la promesa de protegerlo contra los españoles ' l a guerra naval por medio del abordaje o del espolón; en los combates
r
que estaban^entas Filipinas. Entonces los holandeses entraron en tratos terrestres seguían cargando al grito de Santiago e a elles (Santiago y
formales con los jefes locales de Amboyna y Banda (los llamados orang a ellos); en sus operaciones estaban sometidos a un mando ineficiente
§»: centralizado. Por si fuera poco, los portugueses dependían en gran
haya, literalmente, "hombres ricos") para tener el derecho exclusivo a
medida de motivaciones religiosas, en tanto que para los holandeses la
recibir especias. ;
principal motivación era el comercio "y no lo pondrían en peligro por
Pero ni la concesión formal del sultán ni los contratos con los jefeci-
predicar una doctrina" (Meilink-Roelofz, 1962:181). Sin embargo, el
tos locales pudieron evitar que otros comerciantes, tanto asiáticos como
factor principal fue sin duda que Holanda era rica y que Portugal se
europeos, compraran las mercancías ni que los nativos se las vendieran.
empobrecía más y más. Esta diferencia en su riqueza fue consecuencia
Por eso, para asegurar su control, los holandeses fueron despiadados al
evitar la competencia. En 1621 mataron a la gente de Banda o la de-
I del crecimiento generalizado de las actividades • comerciales de la oligar-
quía mercantil holandesa mientras que Portugal no tardó en resentir
portaron a Batavia, y la sustituyeron con colonos holandeses (perkeniers) .su pobreza interna básica y su necesidad de importar cereales, telas y
a quienes les dieron parcelas de tierra plantadas con mirísticas (árboles manufacturas. En la confrontación entre holandeses y portugueses una
de la nuez moscada) y los servicios de esclavos de la Compañía, para burguesía mercantil derrotó a una élite de aristócratas marinos mercantes.
su cultivo. El control sobre la producción de clavo se logró destruyendo ; Pese a los éxitos de los holandeses sobre los portugueses, su victoria en
todas las plantaciones excepto las de Amboyna y de unas cuantas islas •'^1-Oriente resultó hueca. Cierto que la Compañía tuvo utilidades, pero
adyacentes. Al sultán de Ternate se le compensó su pérdida de ingresos su costo fue elevado, fue el costo de la guerra. Además, justo cuando
mediante pagos que en los libros de la compañía aparecen bajo el rubro los holandeses consolidaron su control sobre el comercio de especias, estas
de "dinero de extirpación". A partir de 1625 expediciones periódicas de empezaron a perder su atractivo en el mercado europeo. Tratando de
naves locales empezaron a visitar terrenos productores de clavo, no au- conservar su monopolio aun pagando un gran precio por ello, la Com-
torizados, para derribar árboles "piratas". Por otra parte, se reforzó la pañía Holandesa ahogó las actividades de los comerciantes asiáticos y
mano de obra disponible en Amboyna rcubicando por la fuerza a 12 000 trastornó el comercio de reinos y principados ribereños; Malaca no re-
personas que en 1651 llevaron de West Ceram. Con la toma de Maca- cuperó jamás su antigua posición; por consiguiente, Mataram, en Java,
sar en 1669 los holandeses acabaron con las operaciones ilegales en es- que había abastecido de arroz a Malaca, perdió su conexión con el co-
pecias; también con ello se hicieron del control de una bahía que se había mercio de la isla. Igualmente, el comercio de Bantam, en el noreste de
convertido en refugio de comerciantes musulmanes descontentos provenien- Java, que en un tiempo fue un gran emporio que daba arroz y esclavos
tes de otras regiones. a las islas de las especias así como a los puertos de Malaya y Java, fue
Varios factores explican la superioridad holandesa sobre los portugue- jeencauzado hacia Batavia. Declinaron los principados ribereños; los
ses en la batalla por las Indias. En primer lugar, las Provincias Unidas reinos productores de arroz terminaron siendo satélites de la compañía.
tenían muchos más barcos que los portugueses, además de que eran más Swis habitantes de las islas donde se habían destruido los claveros se
ligeros, mejor construidos, más maniobrables y con un cañón que tam- dedicaron al cultivo del sagú como fuente primordial de alimento. Las
bién era mejor. Como tenían bases en las islas, los holandeses podían actividades de la Compañía Holandesa trastrocaron las redes comercia-
estar más tiempo ch el mar y adoptar iniciativas de carácter local con
i EL C O M E R C I O Y LA C O N Q U I S T A EN EL O R I E N T E 293
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"de pro- como representantes de gobernantes indios. No fue sino hasta 1665 cuan-
les de los mares del luir y en s i Ä j f a r pusieron la mira d o Bombay se volvió colonia inglesa: pasó a su poder como parte de
distante.
ducción de unas cuantas mercar^Hfe valiosas en un mei ^ía dote de la portuguesa Catalina de Braganza por su matrimonio con
;
Carlos II. De inmediato Carlos cedió la colonia a la Compañía Inglesa de
las Indias Orientales a cambio de un préstamo. En 1690 la Compañía es-
LOS INGLESES EN LA INDIA tableció en Calcuta un modesto asentamiento.
Durante la mayor parte de este siglo, los comerciantes ingleses de-
Los ingleses, al igual que los portugueses, se encontraron al principio en pendieron de la buena voluntad de los gobernantes mughalcs. Sus pri-
desventaja en relación- con los holandeses; sin embargo, no tardaron meros asentamientos en Surat, en Madras y en otros puntos de la costa
mucho en volver a su favor esa desventaja. La Compañía Inglesa de las tuvieron que avenirse a condiciones preexistentes. Los ingleses podrían
Indias Orientales no estaba tan estrechamente centralizada como la Com- tratar de alterar estas condiciones mediante procesos económicos o so-
pañía Holandesa. Su monopolio no fue tan severo como el de esta última, ciales, pero no por medios de fuerza. Al comerciar en Surat se valieron
por lo que muchos comerciantes ingleses comerciaban lado a lado con la .del puerto principal del Estado de Mughal, que exportaba textiles e ín-
Compañía Inglesa. Por otra parte, los ingleses tenían menos capital y digo provenientes de una amplia región de tierra adentro. Surat era
menos dinero contante que los holandeses. La Compañía Holandesa también el principal puerto de embarque de la lia}, la peregrinación a la
empezó con un capital ocho veces mayor que el de la Compañía Ingle- Meca. El transporte por mar se hallaba en manos de musulmanes que
sa. Lo cierto es que con frecuencia los ingleses tuvieron que pedir pres- comerciaban con los puertos árabes del Mar Rojo; el corretaje, el co-
tado a los príncipes y notables nativos (Meilink-Roelofz, 1962:194). Al mercio y los préstamos de dinero estaban dominados por linajes pode-
comenzar el siglo xvn los holandeses tenían casi el doble de barcos que los rosos de comerciantes hindúes. Por su parte, los corredores estaban en
ingleses, los cuales no tardaron en aceptar el monopolio holandés sobre el contacto con jefes aldeanos de regiones de producción primaria. Todos
comercio de especias, muy particularmente después de 1619, año en que los corredores sacaban productos de su propia región. Controles tan
falló el intento inglés de tomar por la fuerza Banda. Después de estable- strechos dejaron a los ingleses poco campo para maniobrar. Pero en el
cer factorías en Siam y Japón en 1612 y 1613, respectivamente, acaba- siglo XVIII, cuando se desvaneció el poder de los mughalcs y los belicosos
ron por cerrarlas en 1623. La ejecución en Amboyna de comerciantes marathas se apoderaron de gran parte del interior de Surat, algunas de
ingleses a manos de los holandeses aceleró aún más la retirada inglesa . las familias de comerciantes locales buscaron la protección de la Compa-
de sus demasiado extendidas posiciones. Cierto es que el comercio indo- ñía. En este punto, la rebelión y el desorden político empezaron a estor-
nesio siguió siendo importante para los ingleses hasta ya bien entrado bar el comercio de Surat al Occidente, por lo que los ingleses, siguiendo
el siglo xvn, pero también lo es que gradualmente quitaron su atención • a sus socios comerciales parsis, se mudaron a Bombay.
de Indonesia y la llevaron a la India. Conforme declinaban Surat y el comercio con Occidente, el comer-
Cuando entraron en el subcontinente indio, los ingleses no fueron ni cio con Oriente —China, las Filipinas c Indonesia— aumentaba. Los
como cruzados religiosos, como los portugueses, ni en busca descarada comerciantes ingleses eran particularmente bienvenidos en la costa Co-
de poderío politico, como los holandeses. Su meta no era ni moral ni romandel del sureste de la India. En esta costa, que estaba fuera del
política, sino económica. No tenían ni la organización ni el capital para alcance del Estado de Mughal, no estaban bloqueados por clanes co-
construir nuevos fuertes ni para equipar barcos de guerra. Por si fuera merciales poderosos como en Surat, y podían relacionarse con muchos
poco, tenían conciencia de la superioridad marítima de los holandeses; . comerciantes en pequeño para aprovechar la floreciente producción tex-
haciendo una virtud de la necesidad aceptaron la soberanía de los go- til del interior. Además, según arreglos mutuamente beneficiosos, los
bernantes locales. Se valieron de negociaciones para obtener ventajas ingleses podían ser oficiales navales en los barcos indios y los indios con-
comerciales y usaron a los gobiernos que los recibían como amigos para tratar agentes y capitanes de carga para trabajar con los ingleses.
que los protegieran contra los portugueses y holandeses. Por ello, esta-, Madras, que llegó a ser la principal base inglesa, nos ofrece un vis-
blecieron una factoría en Masulipatam, en Golconda (1611) y otra enj lumbre de la forma en que estaban estructuradas las relaciones entre
Surat, en las fronteras occidentales del Estado de Mughal (1612). Del los comerciantes extranjeros y la población local. La ciudad, dominada
un jefe segundón hindú adquirieron ?ladras en 1639 y lo administraron]
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EN BUSCA DE LA RIQUEZA EL COMERCIO Y LA CONQUISTA EN EL ORIENTE 295
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por el Fuerte St. George, edificado por los ingleses se componía de una Ü
ciudad "blanca" y de una ciudad "negra". La blanca albergaba 50
empleados europeos de la Compañía Inglesa de las Indias Orientales 25 co-
merciantes europeos übies, 60 europeos capitanes de barco, junto con
nueve casas armenias y seis judías, tres o cuatio eurasiaticas de clase
alta y uno que otro mercader indio. La población blanca tenia una
guarnición de 200 soldados europeos y 400 no europeos que eran in-
fantes y artilleros. En la ciudad negra vivían más de 10 000 personas de
la localidad. En el puerto de Madras, los barcos europeos desembarca-
ban joyería de plata y coral producida especialmente para el comercio
de Oriente por judíos de Leghorn; a su vez, se llevaban te de China, pi-
mienta de Indonesia, dólares españoles de plata de las Filipinas y textiles
de Coromandel. Sin embargo, Madras cedió el puesto a Calcuta al aumen-
tar su comercio de exportación con China a fines del siglo xvn.

El imperio mughal

Eo Calcuta los ingleses volvieron a toparse con los mughales. Cuando


el imperio mughal estaba en su cénit estuvieron bajo su dominio, y
luego quedaron atrapados en las vicisitudes de su declinación. Se ha
vuelto cosa común decir que la India mughal fue la India "tradicional",
aunque lo cierto es que el Estado de Mughal fue un fenómeno político
reciente. Fue creado por los turcos timúridos que llegaron del Turkestan, •.,;,í,„M„I,II,
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que desde principios del siglo xvi empezaron a incursionar en la India y I i • ••'.:-: ¿ •-'•••%,;,
que, en 1527, proclamaron a su jefe Babur, el primer emperador mughal. La India mughal
Bajo Akbar, nieto de Babur, cristalizó el sistema mughal c instituciona-
lizó un sistema turco del Asia Central que concedía posiciones predo-
minantes de poder a militares, a los cuales jerarquizaba conforme al talones, camisa y una chaqueta prototípica del moderno "saco Nehru"),
número de tropas bajo su mando. Esta élite militar, los mansabdares, su afición a la poesía, a la caligrafía y la pintura de miniaturas así
daba también los burócratas de mayor rango. En tiempos de Akbar, como su uso del persa y del hindi persianizado (urdu), sirvieron como
alrededor de la tercera parte de estos burócratas salieron de la fuerza modelos de los jefes inferiores dentro del reino. A su vez, la vida cortesana
original que había llegado a la India procedente del Turkestán; un y palaciega creó artesanos y artesanías en poblaciones y en regiones
tercio estaba compuesto de musulmanes persas, jagatais y usbecos; y el completas que acabaron especializándose en ciertas artesanías. Como los
último tercio comprendía hindúes locales (sobre todo rajputs) y capi- miembros de la élite recibían sus emolumentos en efectivo, impulsaban
tanes musulmanes. Con el tiempo creció la proporción de jefes milita- el comercio en artículos de lujo y en mercancías de subsistencia. Esta
res de la localidad. .'situación creó a su vez una clase de comerciantes que además de comer-
Estos mansabdares formaron una élite cosmopolita y crearon una cul- ciar prestaban el dinero que necesitaba la élite para costear sus lujos.
tura cortesana cosmopolita, cuyos mejores ejemplos fueron excelentes I A los miembros de esta élite mansabdar se les recompensaba con
armaduras y armas, textiles y tapetes costosos y palacios con interiores privilegios (jagires) para cobrar tributos en regiones determinadas. Es-
y jardines de gran lujo. Sus gustos artísticos, sus estilos de vestir (pan- ; tos privilegios eran vitalicios pero no hereditarios. En eso se parecieron

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