Está en la página 1de 12

SISTEMA FEUDAL

Unidad 1
La Sociedad Feudal

La práctica de los reyes de repartir tierras entre los aristócratas y, luego, con
la caída del imperio carolingio implicaron la fragmentación del poder político en
Europa occidental. El resultado fue el surgimiento de un nuevo sistema social: el
feudalismo.
¿Qué es el feudalismo? Es la organización de la sociedad basada en dos
grupos sociales fundamentales: señores y campesinos.
Los Señores feudales constituían un grupo heterogéneo. Entre ellos existían
diferencias importantes en cuanto a las funciones que cumplían, su riqueza, y su
prestigio y poder. Así, había señores laicos (miembros de la nobleza militar) y
señores eclesiásticos (que integraban la jerarquía de la iglesia).
A su vez, los reyes y los señores feudales de cada reino estaban reguladas
por un vínculo personal, las relaciones feudovasalláticas. El Vasallaje era un pacto
mediante el cual un señor se declaraba vasallo del rey, estableciéndose una relación
de dependencia política. En este acuerdo el Señor se comprometía a: Entregar un
feudo, ya sean tierras o derechos; proteger al vasallo y su familia; educar al hijo del
vasallo en su corte. Por otro lado, el Vasallo se comprometía a: guardar lealtad y
fidelidad a su señor; formar parte de su corte; prestarle ayuda militar en la guerra;
prestarle ayuda económica en ocasiones especiales.
Los Campesinos eran los productores directos. A ellos pertenecían los
medios de producción (arados, hoces y animales de tiro) con los que trabajaban la
tierra a partir de la mano de obra familiar. El objetivo principal de esta economía
campesina era la subsistencia. Sin embargo, tenían que producir un volumen
superior al requerido ya que también tenían que proveer el sustento de la nobleza,
el clero y otros sectores que no trabajaban la tierra. La relación entre los
campesinos y los señores feudales era de servidumbre. Esta era una relación de
subordinación y explotación: los siervos debían prestar diferentes servicios y,
además, pagar rentas a sus señores.

‘‘La Teoría de los tres Órdenes’’

El funcionamiento de la sociedad feudal respondía a una lógica jerárquica


basada en la explotación de los campesinos por parte de los señores. Para justificar
este orden, los miembros de la Iglesia elaboraron una explicación: La teoría de los
tres órdenes. Esta teoría sostenía que el orden social respondía a la voluntad de
Dios. Por lo tanto, no podía ser cuestionado ni modificado por los hombres.
Según la teoría la sociedad estaba dividida en tres estamentos: Oratores,
estaba formada por las jerarquías eclesiásticas, que se adjudicaba la función de orar
por la salvación de la comunidad. Bellatores, integrado por los guerreros y los
señores. Debían proteger a la Iglesia y a la comunidad. Laboratores, integrada por
los campesinos, que debían trabajar para mantener a los integrantes de la
comunidad.

Bibliografía:
- Bianchi Susana, ‘Historia social del mundo occidental. Del feudalismo a la sociedad contemporánea’. Universidad de
Quilmes. 2013
La desigualdad en el sistema feudal

La sociedad europea entre los siglos x y xiv era profundamente desigual. Una
minoría de la población, compuesta por los señores feudales, tanto laicos como
eclesiásticos, concentraba la riqueza. Los señores (y, en el caso de los laicos, también sus
familias) gozaban del privilegio de no trabajar la tierra. Podían alimentarse a diario y
convidar a sus invitados con los alimentos que los campesinos producían para ellos.
Las familias campesinas tenían que producir todo lo necesario para su subsistencia
y, también, generar un excedente, que entregaban a los señores laicos y religiosos bajo la
forma de diversos tributos.
- Tributos en trabajo, o corveas. Era obligación de los campesinos trabajar en la
reserva señorial y, también, realizar reparaciones en el castillo o en otros espacios
que el administrador dispusiera.
- Tributos en especie. Los campesinos debían entregar a los señores parte de la
producción de sus mansos, tal como gallinas o huevos. Asimismo, si usaban los
hornos o los molinos que eran propiedad del señor, debían pagar parte del pan o la
harina producidos. En ciertos casos, a las mujeres se les exigía trabajo de costura o
tejidos.
- Tributos en dinero. En los casos en que los campesinos tenían la posibilidad de
vender parte de su producción en las ciudades, debían entregar al señor parte del
dinero obtenido. Sin embargo, durante el feudalismo el uso de dinero era escaso, ya
que los feudos prácticamente se autoabastecían.

La pirámide feudal

Para comprender mejor el funcionamiento de la sociedad feudal, suele


representásela en forma de pirámide. En la base de la pirámide se encontraba el grupo más
numeroso, compuesto por los siervos, campesinos y artesanos. En el nivel siguiente, se
ubicaban los señores laicos y religiosos, quienes también se ordenaban de manera
jerárquica, ya que, como se verá más adelante, se relacionaban a través de juramentos de
fidelidad y dependencia. En la cúspide de la pirámide, estaban ubicados el Rey y el Papa,
aunque el poder de estas autoridades estaba limitado a sus propios dominios.
La estructura de la pirámide feudal se reflejaba en el modo en que se distribuía la
tierra. El Rey era, al menos en teoría, el poseedor de todas las tierras, y como tal, las
entregaba a los señores más importantes. Estos, a su vez, reservaban parte de la tierra
para sí y repartían al resto entre los señores de menor jerarquía. En todos los niveles de
esta escala de distribución, se desprenden porciones que eran entregadas a los
campesinos para que las trabajaran.
En esta organización social, se diferenciaban claramente dos grandes grupos: el de
los privilegiados y el de los no privilegiados. El grupo de los privilegiados, integrado por los
señores y los ecleasiásticos, estaba compuesto por aquellos que poseían tierras y no
pagaban impuestos. Los campesinos, que formaban el grupo de los no privilegiados,
estaban sometidos a los dueños de la tierra; por lo tanto, debían trabajarlas para sus
señores y entregarles parte de sus frutos.

Bibliografía

- Manual Cs. Sociales, editorial Edelvives, lina Convergente. Año 2018. pp 262
CIUDADES MEDIEVALES

Tras la caída del Imperio romano de Occidente, a fines del S. V, las ciudades de
Europa occidental habían perdido su importancia económica y habían pasado a tener solo
funciones religiosas, administrativas y militares. Sin embargo, esta situación comenzó a
cambiar a partir del siglo XI con el renacimiento de la vida urbana.

¿Cuáles fueron las causas?

- El aumento de la producción agrícola produjo una expansión económica. El


consecuente mejoramiento de las condiciones de vida contribuyó, a su vez, al
crecimiento demográfico. ¿Cómo se dio este aumento de la producción? En este
momento, se llevaron a cabo técnicas nuevas, las mismas fueron: Utilización de
arados de vertedera de hierro, que reemplazaron a los de madera; El invento de la
collera, un collar de cuero que permitió incorporar al caballo como animal de tiro en
reemplazo del buey, que era más lento y menos resistente; El empleo del molino
hidráulico para moler granos y; La rotación trienal de cultivo, esta última consistía en
dividir el campo en tres partes, solamente se cultivaban dos al año (una con
productos de invierno, la otra con cereales de verano), mientras que el tercero se
dejaba descansar. De este modo, aumentaba la superficie cultivada y se
diversificaron los productos obtenidos.
- Los campesinos, al tener mayor producción, pudieron vender en el mercado los
excedentes de su producción a cambio de monedas que usaban para pagar el
tributo señorial. Además, el aumento de la producción permitió alimentar a un
creciente número de personas que no se dedicaban a tareas agrícolas. Entonces,
muchos campesinos migraron hacia las ciudades atraídos por las posibilidades de
dedicarse a la actividad artesanal y comercial, y también huir de las exigencias
señoriales.
- Otra de las causas del renacer de las ciudades fue la reactivación del comercio.
Muchas de las ciudades convertidas en centros de intercambio comercial y de
producción artesanal prosperaron gracias a sus cercanías con puertos, vías fluviales
y rutas terrestres. Otras poblaciones crecieron cerca de monasterios poderosos que
ofrecían protección o alrededor de los castillos fortificados. Como a estos castillos se
los conocía como burgos, empezó a llamarse así también a las nuevas ciudades.

¿Cómo estaban organizadas esta nuevas ciudades?

En la imagen podemos observar una ilustración de una ciudad medieval. En ella


encontramos los siguientes aspectos: Puertas de ingreso a la ciudad; Ayuntamiento que era
el lugar donde se administraba la ciudad; Murallas que protegían la ciudad de posibles
ataques; Calles muy estrechas e irregulares; Catedral que solía ser el edificio más alto y
destacado de una ciudad, era la sede del obispo. Y por último la presencia de plazas
grandes en donde se realizaban ferias en donde se reunían los mercaderes para ofrecer
sus productos.
Los Burgueses: Habitantes de las ciudades

A los habitantes de las ciudades o burgos donde se desarrollaba este intenso


intercambio de productos se los llamaba burgueses. Ellos no eran guerreros, no eran
clérigos, ni trabajaban la tierra. Se trataba de un nuevo sector social, que por lo general no
debía pagar tributos como los campesinos. Por el contrario, los burgueses eran
económicamente independientes, ya que algunos se dedicaban al comercio, otros a
producir bienes y otros a actividades bancarias. Dentro de la ciudad existía una
diferenciación social dentro de este sector: unos eran muy ricos (banqueros, propietarios de
grandes talleres o principales comerciantes) , la mayoría de la población estaba formada por
tenderos modestos y artesanos, y también había un grupo de pobres y marginados, que no
tenían trabajo y mendigaban para sobrevivir.

Bibliografía:
- Bianchi Susana, ‘Historia social del mundo occidental. Del feudalismo a la sociedad contemporánea’. Universidad de
Quilmes. 2013
CRISIS DEL SIGLO XIV

Europa atravesó un período de expansión económica, demográfica y territorial entre


los siglos XI y XIII. Sin embargo, en el siglo XIV este proceso no solo se detuvo, sino que se
produjo un retroceso al cual conocemos como la Crisis del siglo XIV.

¿Por qué se desencadenó?


Hasta entonces, la expansión agrícola había sido causa, y a su vez efecto, del
aumento demográfico. Sin embargo, esta expansión tuvo límites: empezaron a quedar
menos tierras disponibles para roturar y las que ya estaban cultivadas eran cada vez menos
fértiles y se encontraban agotadas por la explotación excesiva. A esto se sumó el comienzo
de la llamada Pequeña Edad de Hielo, un período en el que grandes extensiones del
planeta se enfriaron. Como resultado, hubo malas cosechas y el hambre se extendió, sobre
todo entre la población campesina.
Aunque la población había aumentado, las personas estaban peor alimentadas que
en siglos anteriores y quedaron más expuestas a varias enfermedades que eran comunes
en la Edad Media. De ellas, la más mortífera de todas fue la llamada peste negra. Hoy se
sabe que no era una enfermedad, sino tres (peste bubónica, peste neumónica y
septicémica), todas causadas por una única bacteria y transmitidas por las pulgas de las
ratas.

Revueltas populares
El brutal descenso demográfico provocó que disminuyera el tributo obtenido por los
señores. Ante esta situación, la mayoría de ellos trató de mantener el nivel de sus rentas y
para eso explotó aún más a los siervos, aumentando los impuestos y exigiendoles un mayor
ritmo de trabajo. Esto originó un gran descontento entre los campesinos, que se manifestó a
lo largo del siglo XIV a través de la huida y el abandono de los campos.
También hubo levantamientos campesinos: los rebeldes quemaban castillos y
asesinaban miembros de la nobleza. Los señores reprimieron estos levantamientos con
gran crueldad: mediante la tortura y la decapitación de los líderes campesinos y el asesinato
en masa de los rebeldes.
Con la intención de calmar estos intentos de sublevación, algunos señores liberaron
a sus campesinos de las obligaciones más pesadas asociadas a su condición de siervos
(para evitar que huyeran o se rebelaran) y otros empezaron a pagar un salario por su
trabajo. Estos nuevos vínculos ponían de manifiesto la crisis en la relaciones de
servidumbre que habían vinculado a los señores y los campesinos hasta entonces.

Consecuencias de la crisis

- La población de Europa se redujo drásticamente y recién recuperaría la cantidad de


habitantes que tenía antes de la peste dos siglos más tarde.
- Los campesinos que lograron sobrevivir a la crisis mejoraron su situación gracias al uso de
las tierras despobladas y que la servidumbre comenzó a declinar.
- Mientras tanto, en las ciudades la crisis provocó la reducción de la actividad comercial y
de la producción textil de lujo.
- Los reyes reforzaron su poder, ya que recuperaron algunas atribuciones que habían sido
apropiadas por los señores, como la administración de justicia, el reclutamiento de ejércitos
y el cobro de impuestos.
- Se crearon cortes o parlamentos, que eran muy diferentes de los actuales: solo estaban
representados los nobles, los clérigos y los gobernantes de las ciudades, y se reunían para
establecer impuestos o aprobar gastos extraordinarios.

Bibliografía:
- Bianchi Susana, ‘Historia social del mundo occidental. Del feudalismo a la sociedad contemporánea’. Universidad de
Quilmes. 2013
18/4/23, 16:00 Las revueltas campesinas en Flandes en el siglo XIV

 EL PERIÓDICO  APÓYAMOS     NEWSLETTER

 HEMEROTECA  EDICIÓN: ESP | AME | CAT

EL OBRERO PERIODISMO TRANSVERSAL

Apóyanos ⮕ 
Actualizado 1:35 AM
CEST, 19 Abr 2023
Hemeroteca...
h
DESTACADOS Los socialistas ante el republicanismo en el siglo XIX

Las revueltas campesinas en Flandes en el siglo XIV

Compartir Twittear Compartir Correo electrónico

Compartir Impresión

20 Marzo 2018 Escrito por Eduardo Montagut Publicado en Textos Obreros

(Tiempo de lectura: 2 - 3 minutos)

La crisis agraria bajomedieval azotó gravemente en el Flandes marítimo. Entre


1314 y 1317 se produjo una profunda crisis de subsistencia, afectando a los
precios agrícolas. Entre 1321 y 1322 se volvieron a sufrir malas cosechas. La
situación en el ámbito urbano no era mucho mejor por la presión que ejercía la
competencia de los paños italianos sobre los flamencos A esta situación se sumó
como precipitante el propósito del conde Luis I de Flandes de subir los impuestos
en un momento especialmente difícil.

Así pues, en el año 1323 estalló una revuelta campesina de grandes dimensiones
y con repercusiones en Brujas e Ypres, entre los trabajadores del ámbito textil, los
bataneros y tejedores. Campesinos y artesanos se enfrentaron a la política fiscal
establecida y al tradicional diezmo eclesiástico.

https://elobrero.es/planeta/10741-las-revueltas-campesinas-en-flandes-en-el-siglo-xiv.html 1/6
18/4/23, 16:00 Las revueltas campesinas en Flandes en el siglo XIV

En el ámbito rural, los protagonistas fueron los campesinos de tipo medio. Se


organizaron en bandas, y se empleó el toque de campanas en los pueblos como
reclamo para la rebelión.

La rebelión duró cinco años y tiñó de sangre el Flandes marítimo, ya que se


calcula que pudieron perecer unas tres mil personas entre los dos bandos
enfrentados. El problema siempre para estudiar estas revueltas reside en el hecho
de que la mayoría de las fuentes históricas proceden del poder vencedor y hacen
una interpretación harto sesgada del movimiento, incidiendo en una visión muy
negativa de los rebeldes.

Es importante destacar que en esta rebelión tuvieron un evidente protagonismo


personajes de alta alcurnia, especialmente Guillaume de Deken, que pretendió
establecer un gobierno paralelo al del conde. También habría que citar a Nicolaas
Zannekin, líder de los burgueses de Brujas.

La gravedad de la situación hizo que el rey de Francia, Felipe VI, interviniera en


apoyo del conde Luis, venciendo a los rebeldes en la batalla de Cassel en agosto
de 1328. El conde había caído prisionero de las milicias. No debemos olvidar que
el levantamiento campesino se complicó con otras cuestiones como las derivadas
de la cesión del puerto de La Esclusa al conde de Namur, tío de Luis, y que
provocó la ira de los burgueses de Brujas.

Bibliografía:

FOURIN G., Los levantamientos populares en la Edad Media, Madrid, 1976.

THOMPSON, E. P., Tradición, revuelta y consciencia de clase. Estudios sobre la


crisis de la sociedad preindustrial, Barcelona, 1984.

MOLLAT DU JOURDAIN, M., Uñas azules, Jacques y Ciompi: las revoluciones


populares en Europa en los siglos XIV y XV, Madrid, 1989.

GARCÍA DE CORTÁZAR, J. Á., SESMA J. A., Historia de la Edad Media. Una síntesis
interpretativa, Madrid, 2006.

MONSALVO ANTÓN, J.M., Los conflictos sociales en la Edad Media, Madrid, 2016.
EDUARDO MONTAGUT

Doctor en Historia. Autor de trabajos de investigación en Historia Moderna y


Contemporánea, así como de Memoria Histórica.

https://elobrero.es/planeta/10741-las-revueltas-campesinas-en-flandes-en-el-siglo-xiv.html 2/6

También podría gustarte