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Es la serie de procesos naturales,mediante los cuales la madre expulsa los productos de la concepción
maduros o casi maduros (feto,placenta y membranas ),el parto demanda de la mujer un esfuerzo físico y
emocional totales
La mujer en trabajo de parto puede ser encontrada en uno de los diferentes estadios del parto y se debe
tomar conductas de acuedo al estadio y las necesidades o demandas de la mujer.
2. OBJETIVO.
3. INTRODUCCIÓN.
Presentación. La parte que se presenta es aquella porción del cuerpo fetal que está más
avanzada dentro el conducto del parto o en su máxima proximidad. En situaciones longitudinales
puede ser la cabeza o la pelvis, que originan las presentaciones cefálica y pélvica,
respectivamente. Cuando la situación es transversa, la parte que se presenta es el hombro y se
percibe a través del cuello uterino en la exploracion vaginal.
Actitud o postura fetal. En los últimos meses
del embarazo, el feto asume una postura
característica que se conoce como actitud o
habito. Como regla, el feto forma una masa
ovoide que se ajusta con la forma irregular de la
cavidad uterina, se pliega o dobla sobre sí
mismo de suerte que el dorso se hace
notoriamente convexo; la cabeza está muy
flexionada de modo que el mentón entra casi en
contacto con el tórax. Los muslos están
flexionados sobre el abdomen; las piernas están
dobladas en las rodillas y los arcos de los pies
descansan sobre las caras anteriores de las
piernas. En las presentaciones cefálicas, los
brazos suelen cruzarse sobre el tórax o
ubicarse de manera paralela a los lados,
mientras el cordón umbilical yace en el espacio
entre ellos y las extremidades pélvicas. Esa
postura característica es producto de la forma
de crecimiento del feto y su acomodación dentro
de la cavidad uterina.
3. Se precisan después las posiciones de las dos fontanelas. Los dedos se deslizan hacia el
extremo anterior de la sutura sagital y se encuentra e identifica la fontanela correspondiente;
después, con un movimiento de deslizamiento se pasan los dedos a lo largo de la sutura hasta
el otro extremo de la cabeza, donde se localiza y diferencia la fontanela posterior.
4. La altura de la presentación o el grado hasta el cual esta ha descendido en la pelvis puede
también establecerse en ese momento. Mediante esas maniobras se localizan fácilmente las
diversas suturas y fontanelas
La frecuencia cardiaca fetal puede encontrarse en un rango de 110 a 160 lpm, cuando esta por
arriba de estas cifras se considera taquicardia y debajo de esta bradicardia. Para realizar el
conteo se escuchan los latidos durante 6 segundos y se multiplican por 10, ya que 6 segundos
es la décima parte de un minuto, y así obtenemos la frecuencia fetal de un minuto.
Los cambios posiciónales en la presentación del feto que se requieren para su traslado dentro
del conducto pélvico constituyen los mecanismos del trabajo de parto. Los movimientos
cardinales del trabajo de parto son encajamiento, descenso, flexión, rotación interna, extensión,
rotación externa y expulsión.
DESCENSO. Este movimiento es el primer requisito para el nacimiento del recién nacido. En
nulíparas, el encajamiento puede
ocurrir antes del inicio del trabajo de parto y tal vez no haya descenso adicional hasta el inicio
del segundo periodo. En multíparas, el descenso suele iniciarse con el encajamiento y es
secundario a una o más de cuatro fuerzas: 1) presión de Liquido amniótico, 2) presión directa
del fondo sobre la pelvis durante las contracciones, 3) esfuerzos de pujo por acción de los
músculos abdominales matemos y 4) extensión y enderezamiento del cuerpo fetal.
FLEXIÓN. Tan pronto como la cabeza en descenso encuentra resistencia, sea del cuello
uterino, las paredes o piso pélvicos, se Presenta normalmente una flexión de la cabeza. En ese
movimiento, se desplaza el mentón hasta alcanzar un contacto intimo con el tórax fetal y así se
cambia al diámetro suboccipitobregmatico, más corto, por el diámetro occipitofrontal, más largo.
ROTACION INTERNA. Este movimiento consta de un giro de la cabeza, de suerte que el
occipucio se mueva de manera gradual hacia la sinfisis del pubis, desde su posición original, 0
menos a menudo, en dirección posterior hacia la concavidad del sacro (figs. 17-15 a 17-17). La
rotación interna es indispensable para que concluya el trabajo de parto, excepto cuando el feto
es extraordinariamente pequeño.
Calkins (1939) estudio a mas de 5 000 mujeres en trabajo de parto hasta el momento de la
rotación interna y concluyo que en casi 66% la rotación interna concluye en el momento en que
la cabeza alcanza el piso pélvico; en casi 25%, la rotación interna concluye muy poco después
de que la cabeza alcanza el piso pélvico, y en casi 5% no ocurre rotación anterior. Cuando la
cabeza no ha rotado al alcanzar el piso pélvico, suele hacerlo durante las siguientes una a dos
contracciones en multíparas. En nulíparas, la rotación suele ocurrir durante las siguientes tres a
cinco contracciones.
EXTENSION: Después de la rotación interna, la cabeza fetal muy flexionada llega a la vulva y
presenta extensión. Si la cabeza así flexionada no se extiende al alcanzar el piso pélvico sino
que se desliza más hacia adelante, pudiese impactarse en la porción posterior del perineo y en
un momento dado atravesar los tejidos del perineo mismo de manera forzada. Cuando la
cabeza hace presión sobre el piso pélvico, entran en acción dos fuerzas. La primera, ejercida
por el útero, actúa más en dirección posterior, y la segunda, provista por el piso pélvico
resistente y la sínfisis del pubis, lo hace en una dirección más anterior. EI vector resultante se
dirige a la abertura bulbar, que así produce extensión de la cabeza. Esto lleva a la base del
occipucio a hacer contacto directo con el borde inferior de la sínfisis del pubis.
Con la distensión progresiva del perineo y la abertura vaginal, aparece de modo gradual un
porcentaje cada vez mayor del occcipucio. La cabeza nace conforme el occipucio, bregma,
frente, nariz, boca, y por último el mentón pasan sucesivamente sobre el borde anterior del
perineo. Apenas después de nacer, la cabeza se inclina hacia adelante de manera que el
mentón descansa sobre la región anal materna.
ROTACION EXTERNA. Una vez que ha nacido la cabeza, presenta restitución. Si el occipucio
originalmente se dirigía a la izquierda, rota hacia la tuberosidad isquiática izquierda; si al
principio se dirigía a la derecha, rota a la derecha. La restitución de la cabeza fetal a la posición
oblicua es seguida por la conclusión de la rotación externa hasta la variedad de posición
transversa, un movimiento que se corresponde con la rotación del cuerpo y sirve para llevar su
diámetro biacromial en relación con el diámetro anteroposterior del plano de salida de la pelvis.
Así, un hombro es anterior, ubicado detrás de la sínfisis del pubis, y el otro es posterior. Ese
movimiento al parecer se lleva a cabo por los mismos factores pélvicos que produjeron la
rotación interna de la cabeza.
El mayor impedimento para la comprensión del trabajo de parto normal es el conocer su inicio. La
definición extricta del trabajo de parto, presencia de contracciones uterinas que producen
borramiento y dilación demostrable del cuello uterino, no ayuda fácilmente al clínico a
determinar cuando en realidad se ha iniciado el trabajo de parto, por que ese diagnostico se
confirma solo en retrospectiva. Se pueden utilizar varios métodos para definir su inicio. Se
cuantifica el principio como la hora a la que se hacen regulares las contracciones dolorosas.
Infortunadamente, la actividad uterina que causa molestias pero que no representa un trabajo de
parto normal pudiese presentarse en cualquier momento del embarazo. El falso trabajo de parto
suele detenerse de manera espontánea o pudiese avanzar rápido hasta la presencia de
contracciones eficaces. Un segundo método define el inicio del trabajo de parto a partir del ingreso
a la unidad de atención del trabajo de parto. Se han hecho esfuerzos para codificar los criterios de
admisión, que a término requieren la presencia de contracciones uterinas dolorosas acompañadas
con una de las siguientes circunstancias:
1.- Ruptura de membranas, 2.- Expulsión del tapón mucoso, 3.- borramiento completo del cuello
uterino.
Cuando una mujer acude con membranas integras, se supone que la dilatación de 3 a 4
centímetros del cuello uterino o mayor constituye un umbral razonablemente confiable para el
diagnostico del trabajo de parto. En este caso, el principio del trabajo de parto corresponde al
momento del ingreso hospitalario.
Suponiendo que se ha confirmado el diagnostico, ¿Cuáles son las expectativas de avance del
trabajo de parto normal? Friedman inicio un abordaje científico (1954) al describir un patrón
sigmoideo característico del trabajo de parto mediante la graficación de la dilatación del cuello
uterino con respecto al tiempo. Ese abordaje grafico basado en observaciones estadísticas cambio
la atención del trabajo de parto. Fiedman creo el concepto de tres divisiones funcionales del trabajo
de parto para describir los objetivos fisiológicos de cada una. Aunque el cuello uterino se dilata
poco durante la división preparatoria, sus componentes de tejido conectivo cambian mucho. La
sedación y la analgesia regional son capaces de detener esta parte del trabajo de parto. La división
de dilatación, durante la cual la dilatación avanza a su taza más rápida, no es modificada por la
sedacion o analgesia regional. La división pélvica se inicia con fase de desaceleración de la
dilatación del cuello uterino. Los mecanismos clásicos de trabajo de parto, que incluyen a los
movimientos cardinales fetales en presentación cefálica, encajamiento, flexión, descenso, rotación
interna, extensión y rotación externa, ocurren sobre todo durante la división pélvica del trabajo de
parto en la practica obstetricia actual, rara vez se identifica claramente el inicio de la división
pélvica. El tipo de la dilatación del cuello uterino durante las divisiones preparatoria y de dilatación
del trabajo de parto normal corresponde a una curva sigmoidea. Se definen dos fases de la
dilatación del cuello uterino. La fase latente corresponde a la división preparatoria y la fase activa,
a la de dilatación. Friedman subdividió la fase activa en fase de aceleración, de máxima pendiente,
y fase de desaceleración.
FASE LATENTE.
El inicio de la fase latente del trabajo de parto definido por Friedman (1972), corresponde al
momento en que la madre percibe contracciones regulares. La fase latente de la mayor parte de
las mujeres termina entre los 3 y 5 centímetros de dilatación, un umbral que puede ser
clínicamente útil por que define los limites de la dilatación, mas allá de los cuales es de esperar un
trabajo de parto activo.
Friedman y sachtleven (1963) definieron como fase latente prolongada a aquella mayor de 20
horas en la nulípara y de 14 horas en la multípara. Los factores que alteran la duración de la fase
latente incluyen sedacion excesiva o analgésica epidural; un estado desfavorable del cuello uterino
que es grueso, sin borramiento o dilatación; y el falso trabajo de parto. Después de una sedacion
intensa, 85% de las mujeres avanza hasta el trabajo de parto activo. Otro 15% presenta cese de
las contracciones y, por tanto, tenia un trabajo de parto falso. Finalmente, 5% experimenta
persistencia de una fase latente anormal, y requiere estimulación con oxitocina. La amniotomia se
desalentó por la incidencia de 10% de falso trabajo de parto. Sokol, informo de una incidencia de 3
a 4 % de prolongación de la fase latente independiente de la paridad. Friedman (91972 informó
que la prolongación de la fase latente es benigna.
Este concepto de una fase latente tiene gran importancia para comprensión del trabajo de parto
humano normal por que este es mucho mas prolongado cuando se incluye la fase latente. Para
ilustrar mejor esto se muestran 8 curvas de trabajo de parto de nulípara en quienes se diagnostico
el proceso a partir de su ingreso hospitalario, más que desde el inicio de las contracciones
regulares. Cuando se define al trabajo de parto de manera similar, hay una notoria similitud de las
curvas individuales.
El avance de trabajo de parto en nulípara tiene importancia particular por que esas curvas revelan
todo un cambio rápido en la velocidad de la pendiente de la dilatación cervical entre los 3 y 5 CMS.
Así, se puede considerar de manera confiable que la dilatación del cuello uterino deb3 a 5 CMS o
más, en presencia de contracciones uterinas, es representativa del umbral de trabajo de parto
activo. De modo similar, esas curvas proveen útiles guías para la atención del trabajo de parto.
Volviendo de nuevo Friedman (1955), la duración promedio de la fase activa del trabajo de parto en
nulípara era de 4.9 horas. La desviación estándar de 3.4 horas es bastante grande. Por tanto, se
informo que la fase activa, tenia un máximo estadístico de 11.7 horas. De hecho, las velocidades
de dilatación del cuello uterino variaron desde un mínimo de 1.2 hasta 6.8 centímetros por hora.
Friedman (1972) también observo que las multíparas avanzaban algo mas rápido en la fase activa
del trabajo de parto, con una velocidad mínima de 1.5cms por hora. En su análisis de la fase activa
del trabajo de parto, Friedman describe de manera concomitante las velocidades de descenso fetal
y dilatación del cuello uterino. El descenso se inicia en la última etapa de la dilatación activa, a
partir de 7 a 8 CMS en nulípara, y se hacen más rápidas después de los 8 CMS. Las anomalías de
la fase activa del trabajo de parto son bastante frecuentes. Sokol (1977) informo que 25% de los
trabajos de parto en nulípara se complicaban por anomalías de la fase activa, en tanto 15% de las
multíparas representaba ese problema. Friedman subdividió los problemas de fase activa en
trastornos de retrazo y detención. Definió al retrazo como una velocidad baja de dilatación o
descenso, que para las nulípara era menor de 1.2 CMS de dilatación o de 1 cm. de descenso por
hora. Para multíparas, se definió al retrazo como la presencia de dilatación menos de 1.5 CMS o
descenso menor de 2cms por hora. Definió la detención coco un cese completo de la dilatación o el
descenso. Se definió a la detención de la dilatación como el transcurrir de 2 horas sin haber
cambios cervicales y a la detención del descenso. Se definió a loa detención del descenso como
el trascurrir de una hora sin observar descenso fetal.
El pronostico de trastornos de prolongación y detención difirió de modo considerable. Friedman
encontró que casi 30% de las mujeres con trastorno de prolongación tenia desproporción céfalo
pélvica, en comparación con 45% de aquellas en las que se detecto un trastorno de detenció
Los factores que contribuyen a los trastornos de prolongación y detención fueron sedacion
excesiva, analgesia vaginal y posición anómala fetal. Friedman recomendó en ambos tipos de
trastornos una exploración de feto y pelvis para diagnosticar una desproporción céfalo pélvica. El
tratamiento recomendado para los trastornos de prolongación fue expectante, en tanto que se
recomendó el uso de oxitocina, para los trastornos de detención, en ausencia de desproporción
céfalo pélvico, es notorio que de las 500 mujeres estudiadas, solo 2% fue objeto de cesárea. Por
tanto los trastornos de la fase activa en general no son motivo de cesárea. Ese hecho debe tenerse
en mente cuando se considera la importancia de diversas anomalías del trabajo de parto descritas
por Friedman.
Endricks (1970) puso en duda las conclusiones de Friedman acerca de la evolución del trabajo de
parto humano normal. Sus principales diferencias incluyeron: 1.- ausencia de una fase latente, 2.-
ninguna fase de desaceleración, 3.- brevedad del trabajo de parto. 4.- dilatación a velocidades
similares después de 4 CMS para nulípara y multíparas. Disputaron el concepto de una fase
latente por que observaron que el cuello uterino se dilataba y borraba lentamente durante las 4
semanas precedentes al trabajo de parto. Según ellos la “fase latente” en realidad avanzaba
durante varias semanas. Esos investigadores observaron que el trabajo de parto era relativamente
rápido de manera especifica el tiempo promedio transcurrido desde el ingreso hasta la dilatación
completa fue de 4.8 horas para nulípara y 3.2 horas para multíparas
Ha habido varios informes donde los investigadores revaloraron las curvas de trabajo de parto en
Friedman. Zhang (2002) gratifico datos detallados de 1329 nulípara en trabajo de parto espontáneo
a termino. La curva promedio de trabajo de parto difirió de manera notoria de la de Friedman. El
cuello se dilato con mas lentitud en la fase activa y requirió 5.5 gras para avanzar de 4 a 10 CMS,
en comparación con las 2.5 gras en la curva de Friedman. Alexander en un estudio realizado en el
parklan hospital, encontraron que la analgesia epidural prolongaba la fase activa de la curva de
trabajo de parto de Friedman por 1 hora, incremento resultante de una velocidad ligeramente
menor, pero significativa de dilatación del cuello uterino 1.4 cms en mujeres que recibieron
analgesia epidural a diferencia de 1.6 cms por hora en las que no la recibieron. Gurewictch (2002-
2003) estudiaron las curvas de trabajo de parto y descenso de mujeres con mayor o menor paridad
y concluyeron que el mal avanza de 4 a 6 cms no debe considerarse anormal y que no ha de
esperarse que las mujeres con alta paridad avanzaran mas rápido que aquellas con menor
paridad.
Se inicia cuando se completa la dilatación del cuello uterino y termina con el nacimiento del feto. La
duración promedio es de casi 50 minutos para nulípara y 20 minutos para multíparas, pero puede
ser muy variable, en una mujer de mayor paridad con dilatación previa de vagina y perineo pueden
ser suficientes dos o tres esfuerzos expulsivos después de la dilatación completa del cuello uterino
para concluir el nacimiento. Por el contrario, en una mujer con contracción pélvica o un feto grande,
o con esfuerzos de expulsión alterados por analgesia regional o sedacion previa, el segundo
periodo puede ser anormalmente prolongado.
El conocimiento de la duración normal del trabajo de parto humano puede verse obstaculizado por
las muchas variables clínicas que modifican la conducta durante el trabajo de parto en unidades
modernas de obstetricia. Kilpatrick y laros (1989) comunicaron que la duración promedio del
primero y segundo periodos del trabajo de parto era casi 9 horas en nulípara sin analgesia regional
y que el limite superior era de 18.5 horas correspondiente al percentil 95. Los tiempos
correspondientes para multíparas fueron en promedio de casi 6 horas, con un máximo de 13,5
horas correspondiente al percentil 95.
La atención ideal del trabajo de parto y parto implica dos puntos de vista potencialmente opuestos
de parte de los clínicos. En primer lugar, debe reconocerse al parto con un proceso fisiológico
normal que casi todas las mujeres experimentan sin complicaciones. En segundo lugar, las
complicaciones intraparto surgen a menudo de manera rápida e inesperada, y deben preverse. Por
tanto, los clínicos deben hacer de manera simultanea que toda mujer y quienes la apoyan se
sientan cómodos y, no obstante, lograr la seguridad de madre y recién Nacido cuando aparecen
complicaciones súbitas.
Para decidir el ingreso para la atención del parto de la paciente hay que seguir lo siguiente:
Aunque el diagnostico diferencial entre trabajo de parto falso y verdadero en ocasiones es difícil,
suele poder hacerse como sigue con base en las contracciones:
Trabajo de partos verdadero:
En aquellos casos donde no puede establecerse con certeza un diagnostico de trabajo de parto
suele ser prudente observar a la mujer durante un periodo mas prolongado.
3. Exploración vaginal.
Si la cabeza esta muy moldeada o si hay una formación extensa de caput o ambas
circunstancias, tal vez no ha ocurrido el encajamiento, aunque la cabeza parezca estar en la
estación 0.
Vigilancia del bienestar fetal durante el trabajo de parto. Recomienda que durante el primer
periodo de trabajo del parto y en ausencia de anomalías, se revisa la frecuencia cardiaca fetal
inmediatamente después de una contracción almenas cada 30 min. Y después cada 15 min. En el
segundo periodo de trabajo de parto utilizar vigilancia electrónica continua.
Contracciones uterinas.
Con la palma de la mano apoyada ligeramente sobre l útero, el explorador determinar el momento
de inicio de la contracción se sospecha por el grado de firmeza que alcanza el útero. Durante el
tiempo de una contracción eficaz, no se puede hundir la paread del útero con el pulgar u otro dedo,
se trata de una contracción “firme”.
Cuando se rompen las membranas, ha de hacerse una exploración rápida si la cabeza fetal no
estaba definitivamente encajada en la exploración previa. Se revisará de inmediato y durante la
siguiente contracción uterina la frecuencia cardiaca fetal para ayudar a detectar una compresión
oculta del cordón umbilical.
Soluciones intravenosas.
Amniotomía
Es muy importante que la cabeza fetal este bien aplicada sobre el cuello y no se desaloje de la
pelvis, durante el procedimiento para evitar el prolapso del cordón umbilical.
Función de la vejiga.
La distensión vesical debe evitarse por que puede obstaculizar el descenso y llevará una hipotonía
subsiguiente del organo e infección. Si la vejiga esta distendida y la paciente no puede orinar, esta
indicado el sondeo.
Con la dilatación completa del cuello uterino, que indica en el inicio del segundo periodo del trabajo
de parto, una mujer suele empezar a pujar y con el descenso de la presentación manifiesta
urgencia de defecar. Las contracciones uterinas y la fuerza de expulsión acompañante pueden
durar 1.5 min. Y recurrir a intervalos no mayores de 1 min. El segundo periodo de trabajo de parto
es 50 min en nulípara y 20 min en multíparas, pero se trata en un intervalo muy variales.
En casi todos los caso, y pujo es el reflejo y espontáneo durante el segundo periodo de trabajo de
parto, pero en ocasiones una mujer tal vez no utilices fuerza de expulsión con ventajas y es
deseable dirigirla. Sus piernas deberían estar flexionadas a la mitad, de manera que pueda
empujar con ellas contra el colchón. La instrucción debe ser hacer una inspiración profunda tan
pronto como se inicie las siguientes contracciones uterinas y con la boca cerrada ejerce presión
desencadenante exactamente como si estuviera pujando en el escusado. No se les debe instruir a
empujar después de concluir cada contracción uterina. En su lugar el feto y ella deben quedar en
reposo para su recuperación.
Durante este periodo de pujo activo, se ausculta la frecuencia cardiaca fetal de inmediato después
de la contracciones y tal vez sea lenta, pero debe recuperarse hasta cifras normales antes del
siguiente esfuerzo expulsivo. Conforme la cabeza desciende a través de la pelvis, con frecuencia
la mujer expulsa heces. Con un descenso adicional, el primero empieza a hacer profusión y la piel
suprayacente se distiende. Ahora se puede observar el cuero cabelludo del feto a través de la
abertura vulvar. En ese momento, la mujer y el feto están preparados para el nacimiento.
Colocar en posición a la paciente, la más ampliamente usada es la litotomía dorsal. Para una mejor
exposición, se utiliza se utiliza sostenes de piernas o estribos. Al colocar las piernas en su
sostenes, se debe tener cuidado de no separarlas mucho o colocar una mas alta que la otra, ya
que eso ejercerá fuerza de tracción sobre el perineo que fácilmente causan extensión o desgarros
espontáneos de una episiotomía hasta convertirse en una laceración grave. Las pacientes pueden
presentar calambres en las piernas durante el segundo periodo de trabajo de parto, en parte por
compresión de nervios en la pelvis por la cabeza fetal.,
La preparación para el parto debe incluir la limpieza vulvar y perineal. Luego pueden colocarse
campos esteriles. De manera que se cubra toda la región circundante inmediata a la vulva.
PARTO ESPONTANEO:
MANIOBRAS DE RITGEN: cuando la cabeza distiende la vulva y el perineo para abrir el introito
vaginal hasta un diámetro de 5 cms o mas se puede usar una mano enguantada y cubierta por
alguna compresa para ejercer presión sobre el mentón fetal a través del perineo apenas frente al
cóccix. Concomitantemente, la otra mano ejerce presión
superior contrae el occipucio
NACIMIENTO DE LOS HOMBROS
El resto del cuerpo casi siempre sigue a los hombros sin dificultad pero si hay un retrazo
prolongado puede acelerarse su nacimiento por tracción moderada sobre la cabeza o compresión
moderada sobre el fondo uterino. Debe evitarse engancharse los dedos en las axilas porque ello
pueden lesionar los nervios de la extremidad toráxico y producir una parálisis transitoria o tal ves
incluso la permanente. La tracción debe ejercerse solo en dirección del eje longitudinal del recién
nacido, ya que cuando se aplica de manera oblicua produce flexión del cuello y distensión excesiva
del plexo braquial inmediatamente después del nacimiento del producto puede haber un borbotón
del liquido amniótico a menudo teñido con sangre, pero no francamente hepático.
LIMPIEZA DE NASOFARINGE.
PINZAMIENTO DE CORDÓN
Se corta el cordón umbilical entre dos pinzas colocadas a 4 o 5 cms de distancia del abdomen fetal
y después se aplica una pinza alejada de 2 a 3 cms con respecto al abdomen fetal.
Si después del nacimiento se coloca al recién nacido a nivel del introito vaginal o por debajo
durante 3 minutos no se ocluye de inmediato la circulación feto placentaria por pinzamiento de
cordón, se puede derivar un promedio de 80 mililitros de sangre de la placenta al recién nacido, lo
que provee casi el 50 % grs. de hierro y disminuye la anemia por deficiencia de hierro, en etapas
posteriores de la lactancia.
La política de los autores es pinzar el cordón después de la limpieza exhaustiva de las vías
respiratorias, lo que suele requerir casi 30 segundos el recién nacido no se eleva con respecto al
introito en parto vaginal o mucho mas con respeto al abdomen materno en la cesárea.
Inmediatamente después del nacimiento del producto se revisa el tamaño de fondo uterino y su
consistencia. Si el órgano se mantiene firme y no hay hemorragia poco común, la práctica usual es
una vigilancia cuidadosa hasta que se desprende la placenta. No se utiliza masaje pero se palpa el
fondo con frecuencia para asegurarse que el órgano no se torna atonico y lleno de sangre con el
desprendimiento placentario.
Puesto que los intentos de expulsar la placenta por compresión antes de su despredimentos son
útiles o tal vez peligrosos, los clínicos deben de estar alerta de los siguientes signos de
desprendimiento placentario.
4.- El cordón umbilical sale un poco más de la vagina, lo que indica que la placenta ha descendido.
Estos signos a veces aparecen en el minuto que sigue al nacimiento del recién nacido por
lo general en los 5 minutos posteriores cuando la placenta sea desprendido, hay que verificar que
el útero este firmemente contraído. Se puede pedir a la madre pujar y la presión intra abdominal
puede ser adecuada para expulsar la placenta. Si esos esfuerzo fracasa o sino es posible la
expulsión espontánea por la anestesia, después de asegurar que el útero esta contraído
firmenemte, se hace presión con la mano sobre su fondo para expulsar la placenta desprendida en
dirección a la vagina. Ese método se ha denominado atención fisiológica.
Expulsión de la placenta:
No debe forzarse la exclusión de la placenta por compresión antes de su separación, pues de otra
manera el útero se pude invertir. No debe hacerse tracción sobre el cordón umbilical para extraer
la placenta del útero. La inversión del útero es una de las graves complicaciones vinculadas con el
nacimiento. Conforme se aplica presión descendente hacia la vagina sobre el cuerpo del útero, el
cordón umbilical se mantiene ligeramente tenso. Después se eleva el útero en dirección cefálica
con la mano abdominal. Esa maniobra se repite hasta que la placenta alcanza el introito. Conforme
la placenta atraviesa el introito, se retira la compresión uterina. Después se levanta ligeramente la
placenta alejándola del introito. Se tiene
cuidado de evitar que las membranas se
desgarren y se queden en la cavidad
uterina. Si las membranas empiezan a
desgarrarse, se sujeta con una pinza y se
extrae por tracción suave. Debe
realizarse con cuidado la cara materna
de la placenta para asegurar de que no
haya fragmentos residuales del útero.
Oxitócicos: Después de que se ha vaciado el útero y nace la placenta, el principal mecanismo por
el cual se logra la hemostasia, en el sitio placentario, es la vasoconstricción producida por un
miometrio bien contraído. Se usan en diversas formas la oxitocina, el maleato de metilergonovina, y
los análogos de las prostaglandinas, sobre todo para disminuir la perdida sanguínea mediante el
estimulo de las contracciones miometriales.
4. DESCRIPCIÓN PRÁCTICA.
A. Material:
Pinard
Cinta métrica
Maniquí NOELLE simulación de parto
Bulto de ropa para atención de parto
Instrumental quirúrgico para atención de parto
Cada alumno debe traer mínimo: un par de guantes, gorro, estetoscopio, cubrebocas y
botas quirúrgicas.
B. Organización:
Durante esta práctica se harán 2 equipos donde cada equipo con un instructor aplicará las
técnicas y cada alumno atenderá el parto.
C. Pasos:
5. BIBLIOGRAFIA