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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS CENTRALES

“ROMULO GALLEGO”

AREA DE CIENCIAS POLITICAS

UNIDAD CURRICULAR: INTRODUCCION AL DERECHO

TRABAJO

PROFESOR: INTEGRANTE:

JOSE FRANCISCO LOPEZ. LIANNY GOMEZ C.I.21.337.789

SECCION 9

SAN JUAN DE LOS MORROS MARZO DEL 2020

INTRODUCCION
Dentro del siguiente trabajo se ampliaran temas de gran importancia para la
Carrera de Derecho, ya que, nos dará una visión general relacionada con el día a
día de cada persona, logrando entender la relación y diferencias que existen entre
la Moral y el Derecho y aplicarlas dentro de la sociedad en que vivimos, así
mismo conoceremos conceptos básicos como la moral pública y el derecho a la
intimidad que poseemos como ciudadanos dentro de nuestra Constitución.

Entenderemos a la Religión desde el punto de vista del Derecho, conociendo


algunas normas religiosas aplicadas en la Religión, todo esto ligado de gran
manera a los convencionalismos sociales que forman parte de nuestro entorno, y
buscaremos entender la relación existente entre la Costumbre Jurídica y los
Convencionalismos Sociales.

Por ultimo ampliaremos un tema importante como lo es la Justicia, y se definirá la


Justicia absoluta y relativa para entender claramente cuando estamos presentes a
una Injusticia, ya que la Justicia principalmente busca la equidad y lograr defender
a todas las personas vulnerables o que se les este violentando sus derechos.
TEORIAS SOBRE LA RELACION Y DISTINCION ENTRE LA MORAL Y
EL DERECHO.

Las relaciones entre la Moral y el Derecho constituyen una de las cuestiones más
importantes y complejas de la Filosofía del Derecho, sobre todo si se tiene en
cuenta que afectan al concepto del Derecho, a su aplicación, a las relaciones entre
legalidad y justicia o al espinoso tema de la obediencia al Derecho. La Moral y el
Derecho hacen referencia a una parte importante del comportamiento humano y
se expresan, en gran medida, con los mismos términos (deber, obligación, culpa,
responsabilidad). Se puede decir que el contenido del Derecho tiene una clara
dependencia de la moral social vigente, de la misma forma que toda moral social
pretende contar con el refuerzo coactivo del Derecho para así lograr eficacia
social.

Las teorías en relación con la Moral y el Derecho se pueden sintetizar de la


siguiente manera:

 Confusión entre ambos conceptos.


 Separación tajante, y
 Consideración de ambos conceptos como distintos, sin perjuicio de las conexiones
entre ambos.

Compartimos la tesis que establece la necesaria distinción entre la Moral y el


Derecho, acompañada de una serie de conexiones muy relevantes. En tal sentido,
se ha podido decir que la distinción entre Derecho y Moral no debe dificultar el
esfuerzo por constatar las conexiones entre ambas normatividades en la cultura
moderna, ni la lucha por la incorporación de criterios razonables de moralidad en
el Derecho, ni tampoco la crítica desde criterios de moralidad al Derecho válido.
Veamos a continuación los aspectos fundamentales de las diferentes teorías.

1. Tesis de la subordinación del Derecho a la Moral.


Este modelo subordina totalmente el Derecho a la Moral e inspira los
ordenamientos jurídicos de base autocrática, totalitaria o dictatorial.
2. Tesis de la separación absoluta.
Esta teoría sostiene que los criterios de moralidad e inmoralidad de una conducta
son totalmente independientes de los criterios de legalidad e ilegalidad de la
misma. Su mejor expresión se encuentra en el positivismo jurídico más radical,
que considera relativos todos los valores morales y de justicia, siendo objeto de
crítica en cuanto que el ordenamiento jurídico siempre traduce valores y
concepciones morales vigentes o aceptados socialmente con carácter
predominante.
3. Tesis que establece distinciones y conexiones.
Esta tesis sostiene que hay un campo común a la Moral y al Derecho y es el que
tiene que ver con las exigencias necesarias para una convivencia social estable y
suficientemente justa. En consecuencia, un Derecho que se pretenda correcto ha
de incluir en grado aceptable unos mínimos éticos. Pero no se confunden: hay un
campo de la Moral que no tiene como objetivo transformarse en normas jurídicas
y un ámbito dentro del Derecho que puede ser indiferente desde el punto de vista
moral.

El Derecho y la Moral se encuentran íntimamente relacionados, pero son órdenes


normativos distintos no equiparables y, por ello, es necesario precisar estas
diferencias y relaciones.

A lo largo de la historia del pensamiento se han propuesto sobre todo cuatro


criterios básicos de distinción entre el Derecho y la Moral, que en realidad
responden a un mismo hilo conductor.

En primer lugar, Thomasius –filósofo del Derecho del siglo XVll, perteneciente a la
escuela del iusnaturalismo racionalista– observó que la Moral se ocupa de los
actos humanos internos y el Derecho de los actos externos. Esta tesis debe ser
matizada. En realidad, no existen actos puramente externos, pues todos los actos
humanos tienen también un componente interno, en la medida en que emanan de
la inteligencia y de la voluntad del hombre; sí existen, en cambio, actos humanos
puramente internos, que permanecen en el interior del hombre sin manifestarse
externamente. Por lo tanto, se puede afirmar reformulando la tesis de Thomasius
que la Moral se ocupa de todos los comportamientos humanos puesto que todos
presentan una dimensión interior, mientras que el Derecho se ocupa tan sólo de
los comportamientos humanos que se manifiestan al exterior. En consecuencia,
para el Derecho no son relevantes los actos puramente internos, de acuerdo con
lo definido, es decir, aquellos que no tienen ningún tipo de manifestación externa,
y si el Derecho quisiese ordenar la esfera de los actos puramente internos se
estaría excediendo de sus límites. Aquí encontramos ya una primera distinción
entre el Derecho y la Moral: una distinción de objeto, en virtud de la cual el objeto
del Derecho es más reducido que el de la Moral. Pero más allá de esta diferencia
de objeto, poco significativa sólo nos dice que determinados comportamientos
humanos, los puramente internos, no están sujetos a la regulación jurídica lo que
interesa sobre todo subrayar es que el Derecho enfoca los actos humanos
precisamente desde la óptica externa. El punto de partida de la regulación jurídica
es la dimensión externa de la conducta, mientras que, por el contrario, el punto de
partida de la regulación moral es su dimensión interna.
Una consecuencia de esta diferencia de perspectivas entre el Derecho y la Moral
es la que subraya Kant: mientras que el Derecho exige tan sólo la obediencia
material o externa, esto es, la realización del acto mandado o la omisión del acto
prohibido, sin importarle el motivo de dicha obediencia, la Moral exige en cambio
la obediencia formal o interna: exige una adhesión interna a la norma, que no es
relevante en cambio para el Derecho.
Precisamente, porque al Derecho sólo le interesa el cumplimiento externo de las
normas, puede recurrir a la coacción para obtener ese cumplimiento, lo que en
cambio no tiene sentido en el ámbito Moral, en el que lo relevante es el
cumplimiento de los preceptos éticos por una adhesión interior. Éste es otro rasgo
diferencial entre el Derecho y la Moral, la coercibilidad, que consiste en que el
Derecho puede recurrir a la coacción para garantizar el cumplimiento de sus
preceptos.
Existe un tercer rasgo del Derecho, que de alguna manera es la razón que
subyace a las dos diferencias anteriores: mientras que la Moral contempla a la
persona humana como tal, y la contempla en su totalidad, el objeto de la
consideración jurídica es tan sólo el conjunto de las posiciones o funciones típicas
que la persona despeña en el ámbito del Derecho comprador, vendedor, acusado,
demandante, etc., lo que equivale a decir las posiciones o funciones típicas que
esta desempeña en relación con los demás, puesto que es esa relación el objeto
propio de la regulación jurídica, que no se ocupa de las conductas humanas que
permanecen estrictamente confinadas a la esfera individual.
Precisamente, porque el centro de atención del Derecho es, como hemos
señalado, la conducta humana relacional, una última diferencia con respecto a la
Moral radica en la estructura de las normas; concretamente, las normas jurídicas
tienen una estructura imperativo-atributiva, es decir, están presididas por la
reciprocidad entre derechos y deberes, de tal suerte que, en el ámbito jurídico,
siempre hay frente a mi derecho un deber de otro y frente a mi deber un derecho
de otro; reciprocidad que está ausente en las normas morales, que tienen una
estructura puramente imperativa. Las obligaciones son comunes a la Moral y el
Derecho. Por el contrario, los derechos son características específicas del
Derecho.

DERECHO INTIMIDAD Y MORALIDAD PÚBLICA.

La necesidad de intimidad es inherente a la persona humana, ya que, para que el


hombre se desarrolle y geste su propia personalidad e identidad es menester que
goce de un área que comprenda diversos aspectos de su vida individual y familiar
que esté libre de la intromisión de extraños. Así pues, debemos entender que
todos los seres humanos tenemos una vida privada conformada por aquella parte
de nuestra vida que no está consagrada a una actividad pública y que por lo
mismo no está destinada a trascender e impactar a la sociedad de manera directa
y en donde en principio los terceros no deben tener acceso alguno, toda vez que
las actividades que en ella se desarrollan no son de su incumbencia, ni les
afectan.
 
Ciertamente, el concepto de vida privada es muy difícil de definir con precisión,
pues tiene connotaciones diversas dependiendo de la sociedad de que se trate,
sus circunstancias particulares y la época o el periodo correspondiente. Sin
embargo, dentro de esta esfera de vida privada podemos considerar a las
relaciones personales y familiares, afectivas y de filiación, las creencias y
preferencias religiosas, convicciones personales, inclinaciones políticas,
condiciones personales de salud, identidad y personalidad psicológica,
inclinaciones sexuales, comunicaciones personales privadas por cualquier medio,
incluso algunos llegan a incluir la situación financiera personal y familiar.
 
La necesidad de intimidad podemos decir que es inherente a la persona humana y
que el respeto a su vida privada manteniendo alejadas injerencias no deseables e
indiscreciones abusivas, permitirá que la personalidad del hombre se desarrolle
libremente. De esta forma, la protección a la vida privada se constituye en un
criterio de carácter democrático de toda sociedad.
 
Sin duda alguna, el respeto a la vida privada y a la intimidad tanto personal como
familiar se constituye en un valor fundamental del ser humano, razón por la cual el
derecho ha considerado importante tutelarlo y dictar medidas para evitar su
violación así como para intentar subsanar los daños ocasionados. De esta
manera,  surge el llamado derecho a la privacidad, a la vida privada o simplemente
derecho a la intimidad, como un derecho humano fundamental por virtud del cual,
se tiene la facultad de excluir o negar a las demás personas del conocimiento de
ciertos aspectos de la vida de cada persona, que solo a ésta le incumben. Este
derecho que tiende a proteger la vida privada del ser humano, es un derecho
complejo que comprende y se vincula a su vez con varios derechos específicos
que tienden a evitar intromisiones extrañas o injerencias externas en estas áreas
reservadas del ser humano como son:
 
  El derecho a la inviolabilidad del domicilio, el derecho a la inviolabilidad de
correspondencia, el derecho a la inviolabilidad de las comunicaciones
privadas, el derecho a la propia imagen, el derecho al honor, el derecho a la
privacidad informática, el derecho a no participar en la vida colectiva y a aislarse
voluntariamente, el derecho a no ser molestado.
 
Igualmente este derecho se relaciona con muchos otros, como son: el derecho a
la no exteriorización del pensamiento e ideas como parte de la libertad de
expresión, la libertad de religión y creencias, la libertad de procreación y de
preferencia sexual, la libertad de pensamiento y de preferencia política, así como
muchos otros derechos de índole familiar. Por supuesto, también es importante
mencionar la relación del derecho a la privacidad con los derechos de libertad de
expresión, de imprenta y de información, ya que como veremos, la vida privada
constituye un límite al ejercicio de estas libertades.
 
La moral son las reglas o normas por las que se rige la conducta de un ser
humano en concordancia con la sociedad y consigo mismo. Esta conducta a lo
largo de toda su vida, dará una contribución, en su grupo social, que determinará
el comportamiento correcto o incorrecto de acuerdo a sus creencias, normas y
circunstancias.

Este término tiene un sentido positivo frente a los de inmoral, es decir que van
contra la moral y amoral que se refiere a todo aquello sin moral.

La existencia de acciones y actividades susceptibles de valoración moral se


fundamenta en el ser humano como sujeto de actos voluntarios. Por tanto, la
moral se relaciona con el estudio de la libertad y abarca la acción del hombre en
todas sus manifestaciones.

En los Estados Unidos la Moral Publica se entiende en el contexto más amplio del
poder de policía y se explica la evolución del derecho sobre la materia hasta llegar
al presente. En la segunda, se procura encontrar una definición razonable de
Moralidad Pública, útil tanto para el caso Estadounidense como para otros
ordenamientos jurídicos que incorporan aquel concepto. Se concluye, por un lado,
que para que la moralidad pública esté comprometida, debe existir una conducta
verdadera y realmente inmoral. Este es un parámetro objetivo, que no se satisface
con apelaciones a la tradición o a la opinión mayoritaria. Por otro lado, la conducta
debe ser pública en el sentido de realizarse en público o tener otras aristas
públicas relevantes. En la tercera parte se aporta una caracterización positiva de
la moralidad pública como conjunto de manifestaciones del recto obrar de los
miembros de una comunidad que más inmediatamente repercuten en la esfera
pública y se realiza una aclaración en materia terminológica.

La moral pública integra un conjunto de condiciones de la vida social que hacen


posible, tanto a la comunidad como a cada uno de sus miembros, el logro más
adecuado de una convivencia regulada por unas normas y parámetros
establecidos objetivamente.

LA RELIGION Y EL DERECHO.

El derecho y la religión han sido en toda la historia dos dimensiones de la


existencia humana mutuamente imbricadas. El derecho es, para decirlo con una
definición clásica, lo justo, la cosa justa “ipse res iusta” decían los antiguos
juristas, y es también un poder o facultad inherente al sujeto para reclamar lo que
es suyo; finalmente, el derecho como ley es la regla o principio directivo de la
convivencia. La religión como vínculo de lo humano y lo sagrado expresa una
realidad objetiva, pero también subjetiva, en cuanto dimensión constitutiva de la
existencia. Es decir que hay en ella a su vez una dimensión individual y una
dimensión social. En ambas dimensiones hay una exigencia de justicia, y es en
ellas donde se produce una mutua imbricación entre derecho y religión, pero
también en la concepción de lo justo que es, digamos así, la estrella polar del
derecho, hay una referencia que se remite a lo religioso. Esto explica que el
derecho haya tenido un fundamento religioso y que históricamente sea una
expresión secular de la norma religiosa. Tenemos tres ejemplos correspondientes
a las tres grandes religiones: el derecho canónico en la religión católica, el
derecho hebreo la Halajá en el judaísmo y la Sharia en el islam. Es el llamado
derecho.
El Derecho confesional es un derecho cuya jurisdicción corresponde en principio a
los fieles de una confesión, en cambio el estado confesional extiende su
jurisdicción a todos los ciudadanos, independientemente de su religión. Pero
desde luego no debe identificarse el Derecho confesional con el Estado
confesional, aunque a veces hayan sido unidos. La sharia literalmente: el camino
del manantial es un código de conducta moral que constituye un cuerpo de
derecho, a diferencia de la Biblia, que no contiene en sentido propio una
codificación en el sentido jurídico. Si bien es una regla de conciencia personal, en
varios países la sharia ha sido instituida como ley civil. El Derecho canónico del
griego kanon, regla o norma es el derecho propio de la Iglesia católica, o sea es el
ordenamiento jurídico que regla los derechos y deberes de los fieles católicos, y su
expresión actual es básicamente el Código sancionado en 1983 para la iglesia de
rito latino y el aprobado por la Santa Sede siete años más tarde para la de rito
oriental. Su nombre deriva de sus disposiciones o artículos, llamados cánones.
Entre los canonistas se ha discutido sobre la naturaleza del Derecho de la Iglesia
católica, que como tal no constituye propiamente una teología o una disciplina
teológica. El Derecho canónico posee una técnica y una metodología jurídicas, no
teológicas: es, por tanto, derecho. Al mismo tiempo, se lo distingue del derecho
sagrado y del derecho divino. Finalmente, se lo distingue del Derecho eclesiástico,
como veremos al final de esta exposición. Estas distinciones suenan un tanto
abstrusas y pueden parecer leguleyas y me temo que haciéndolas consiga
marearlos o confundirlos, pero no lo son porque de ellas derivan consecuencias.
El Derecho canónico es derecho sagrado, es un ius sacrum en virtud de la
materia, pero es derecho y no una teología. Hay una dimensión de justicia en el
misterio de la Iglesia que es inherente a su esencia y misión y en ese sentido el
Derecho canónico es la expresión científica de la dimensión de justicia eclesial. De
otra parte, los canonistas han distinguido tradicionalmente entre derecho divino y
derecho humano, atendiendo a su fuente. El derecho divino ius divinum es el
conjunto de factores que componen la dimensión de justicia inherente al misterio
de la Iglesia o dicho de otro modo, el complejo de factores que componen la
dimensión jurídica eclesial.
LAS NORMAS RELIGIOSAS Y SUS CARACTERISTICAS.

Una norma es una directriz o prohibición que sirve para regular la conducta o el
comportamiento humanos en un ámbito específico de la vida. Y también sabemos
que existen muchos tipos de normas, dependiendo de la autoridad que las emita y
del orden de cosas que aspire a controlar.

Así, las normas religiosas son aquellas emanadas de alguna autoridad religiosa,


como una iglesia, burocracia sacerdotal o líder espiritual. Consecuentemente,
son aceptadas y practicadas por su feligresía, con el objeto de respetar algún
tipo de principios místicos o espirituales, que constituyen la doctrina de su fe.

Dicho en términos más simples, las normas religiosas son aquellas a las que
una comunidad o individuo se adhieren para respetar los lineamientos vitales
que su Dios, o su conjunto de creencias, determinan que son correctos
o morales. Por lo tanto, solamente atañen a quienes practican esa fe
específica o siguen ese culto puntual.

Generalmente no poseen trascendencia jurídica, ni son capaces de infligir en


quien las irrespeta mayor castigo que el rechazo de la comunidad religiosa. Sin
embargo, en algunos países de gobierno teocrático las normas religiosas
pueden coincidir con las normas jurídicas que rigen la vida política, económica y
social.

Generalmente las características de las normas religiosas tienen que ver con la


vida íntima, la relación con los demás y las formas de organizar el rezo, así como
actitudes generales en torno a la vida y a la existencia.

Pueden ser muy distintas entre sí, dependiendo de la religión a la cual


pertenezcan, y en líneas generales sirven para reforzar la filosofía o la visión de
mundo que ésta, muy en el fondo, propone. Dependiendo de lo estricta de la
religión, por ende, las normas pueden ser más prohibitivas o más laxas, más
concretas o más generales.

Por lo general, las normas religiosas son:

 Incoercibles, esto es, que nadie puede obligarnos a seguirlas, sino que debemos
someternos a ellas voluntariamente.

 Internas, pues generalmente somos nosotros mismos quienes sabemos si las


hemos cumplido o no en nuestra vida cotidiana.

Unilaterales, ya que provienen de una tradición moral y cultural, y no son fruto del


consenso social.

EL DERECHO DE LA IGLESIA CATOLICA.

El Derecho Canónico es el derecho de la Iglesia. Y el derecho es el orden de los


hombres en su aspecto social, el orden jurídico, pues es una dimensión de la
realidad social, que a ella se ajusta y de ella recibe los principios sustanciales que
lo informan.

Por esta causa, la comprensión de lo que es el Derecho Canónico está muy


relacionada con la dimensión y estructura social de la Iglesia. A este respecto,
el Concilio Vaticano II ha mostrado un aspecto poco conocido hasta ese momento,
el de la Iglesia como Pueblo de Dios. Y con ello, una determinada modalidad de
comprender a la Iglesia como grupo social, en el contexto de la totalidad de su
misterio.

Queremos aquí ayudarte a entender el concepto de Derecho Canónico con


preguntas y respuestas breves para entender mejor qué es y cuál es su función.
Con el término Derecho Canónico se designa el derecho vigente en la comunidad
formada por quienes creen en Cristo, agrupados bajo la obediencia de a la Iglesia
católica. Se puede resumir diciendo que es el ordenamiento jurídico de la Iglesia y
por tanto, afecta a todos los bautizados, Entre otras razones se le denomina
canónico al derecho de la Iglesia porque las primeras disposiciones y normas en la
Iglesia recibieron el nombre de canon o cánones, palabra que significa norma o
medida, es por eso que durante el primer milenio la Iglesia celebró un buen
número de concilios. Las disposiciones de esos concilios junto a las normas de
retales que dictaron los distintos Papas a lo largo del tiempo fueron recogidos en
colecciones o recopilaciones.

El Derecho Canónico no es muy distinto del derecho que poseen las sociedades,
salvando las distancias. Es decir, el derecho canónico contiene normas y
disposiciones que se refieren al derecho administrativo, matrimonial, procesal o
penal, como pasa en el derecho de los estados.

LOS CONVENCIONALISMOS SOCIALES Y SUS CARACTERISTICAS.

En un plano más objetivo, es definido como convencionalismo, según


el Diccionario de la Real Academia Española como una norma o práctica admitida
tácitamente, que responde a precedentes o a la costumbre. Partiendo de este
concepto, se puede definir al convencionalismo social como reglas de trato
externo, normas o prácticas convencionales, reglas admitidas del trato social y
hasta moralidad positiva. Suele definirse como reglas que imponen en forma de
costumbres en la sociedad o en un grupo específico de ella, que generalmente
poseen carácter anónimo, no son coercibles, implican una sanción subjetiva e
indeterminada y persiguen el mejor desenvolvimiento de los miembros de
la comunidad o de una parcela de ella. En este sentido, es menester comprender
que la costumbre es el uso, ejercicio o práctica general de una cosa, es el modo
de obrar que tiene una persona o el modo de obrar de una cosa. Cuando el uso se
extiende y generaliza, se convierte en costumbre y, ésta, deviene obligatoria. La
costumbre entraña actos sociales que se expresan de dos maneras: como norma
jurídica consuetudinaria y como norma de trato social.
CARACTERÍSTICAS:

El conjunto de normas de trato social constituye el llamado convencionalismo


social: la cortesía, la delicadeza, la pertinencia, la moda, la buena educación, etc.
Es caracterizado fundamentalmente por los siguientes aspectos:

 Exterioridad: porque regulan aspectos externos de la conducta.


 Es heterónoma: Ya que se presentan por ser reglas de conducta que la
sociedad ha establecido para el acatamiento de sus miembros, estos elementos
los hace variables de país en país, de estado en estado, dentro de cada
sociedad.
 Es Unilateral: Frente al sujeto obligado no va a existir otra persona facultada
para reclamarle la obediencia de lo establecido en la norma.

El estudio de los convencionalismos sociales, es de gran importancia para la


mejora de la sociedad, ya que son reglas que aparecen basadas en la costumbre,
una especie de mandatos que surgen de la colectividad y que son necesarios
llevar a cabo dentro de la misma.

LOS CONVENCIONALISMOS SOCIALES Y LA COSTUMBRE JURIDICA.

Es el conjunto de reglas y principios de comportamiento que se vienen repitiendo


en nuestra sociedad, ya que se contemplan como los preceptos a acatar gracias a
una conciencia común en cuanto a su obligatoriedad. Se trata de un derecho no
escrito, a diferencia de las leyes regulares que componen el ordenamiento jurídico.

Estas reglas y principios de comportamiento se traspasan de generación en


generación a través del boca a boca. Los romanos las llamaban mores
maiorum, que significa «las costumbres de los ancestros». En la antigua Roma
estas reglas transmitidas de viva voz eran salvaguardadas por los sacerdotes, y
por ello se restringía su uso a la clase alta.
En ese entonces, la aplicación de estas costumbres como una normativa era
privilegio de unos pocos. El resto de personas desconocían y no se les aplicaba
estas reglas pasadas de una generación a otra.

La costumbre solo tiene lugar cuando existen dos factores: uno objetivo, que
consiste en la repetición de conductas por parte de los miembros de la sociedad
durante largo tiempo; y otro subjetivo, que comprende la necesaria relevancia
jurídica de cumplir aquello que proclama la costumbre.

A diferencia de los usos sociales, la costumbre es de obligado cumplimiento y


puede ser requerido ante un tribunal. En los sistemas jurídicos anglosajones, la
costumbre tiene gran importancia y es un elemento central del Common Law.

ASPECTOS DE LA JUSTICIA.

La justicia representa un conjunto de criterios y actitudes necesarios para que


las relaciones entre las personas, las instituciones y los grupos humanos sean
adecuadas y equilibradas. Es un concepto social profundamente arraigado en la
filosofía moral y en la ética, considerado un bien común de las sociedades.

En ese sentido, la justicia se ejerce prohibiendo, autorizando o regulando las


diversas interacciones entre los elementos de una sociedad. Se realiza según un
marco de normas aceptado y tenido por justo por la totalidad de la misma
basada en dos fundamentos o razones:

 Fundamento cultural. Aquello que la sociedad en su conjunto decide que es bueno


y malo, apropiado o no, y otros aspectos sobre las relaciones interpersonales y su
modo de organización.

 Fundamento formal. Aquello que los organismos encargados de la justicia de una


sociedad administran, en base a las escrituras jurídicas que esta última acepta,
defiende y valora, y por ende obedece a un tipo de procedimientos.
Por esa razón la justicia es considerada un valor en sí misma y como un objetivo
a perseguir, aunque en el fondo sus límites sean determinados por factores
históricos y culturales. Todo sistema de gobierno es, entre otras cosas, una
forma específica de impartir la justicia.

DEFINICION DE JUSTICIA SEGÚN ALGUNOS AUTORES Y REQUISITOS.

Algunos conceptos de justicia son:

 Para Platón (siglo V a. C.), la justicia es una armonía social, y por ende podría


ser únicamente impartida por los individuos más sabios, encargados de la
conducción de la sociedad en su modelo republicano.

 Para Aristóteles (siglo IV a. C.), en cambio, la justicia era una igualdad


proporcional, o sea, dar a cada quien lo suyo o lo que le corresponde, en base a
su contribución a la sociedad, sus necesidades y sus méritos.

 Para Domicio Ulpiano (siglo III d. C.), la justicia ha de ser una constante y
perpetua voluntad de darle a cada ciudadano lo que le corresponde.

 Para Tomás de Aquino (siglo XIII d. C.), la justicia es la ley natural, el conjunto
de derechos que Dios le otorga al hombre apenas nace. Aquí se fundamentó lo
que hoy son los Derechos Humanos.

Olaso menciona algunos requisitos esenciales de la justicia:

1. Alteridad de personas: La relación de justicia existe siempre entre dos


personas. El elemento esencial de las relaciones de justicia lo constituye pues,
el hombre, el prójimo. Pero, la historia demuestra que el egoísmo es restrictivo
y siempre ha encontrado pretexto para ignorar al prójimo y cercenar sus
derechos.
2. Existencia de un deber y de un derecho: Es el carácter atributivo de la justicia:
lo que se atribuye al otro supone en él un auténtico derecho subjetivo y un
deber jurídico en el obligado.

3. Igualdad: La justicia debe basarse sobre la igualdad y de no realizarse ésta


exactamente, exige por lo menos proporcionalidad entre hechos y
consecuencias. Las relaciones de unos ciudadanos con otros deben estar
presididas por la igualdad. Así pues, el medio de la justicia es lo igual y lo
injusto lo desigual, o sea la equidistancia tanto entre las personas como entre
las cosas.
4. Objetividad: La justicia está determinada por un justo medio objetivo,
determinado por lo que es suyo.

LA JUSTICIA SOCIAL.

La justicia social es un concepto no aceptado por todos. Según algunos


está incluido en la justicia distributiva, pero según otros tiene que ver con la lucha
por la igualdad de oportunidades, la condena de la injusticia social y de la
discriminación.

Por eso ha sido bandera de muchos movimientos políticos y sociales que


aspiran a la igualdad social y a la justa distribución de las riquezas. El día 20 de
febrero de cada año se celebra el Día Mundial de la Justicia Social, de acuerdo
al calendario de la ONU.

LA JUSTICIA ABSOLUTA Y RELATIVA.

Todas las relaciones de justicia entre dos personas, todos los derechos subjetivos
y obligaciones exigidos por la Justicia, están regulados por las normas jurídicas,
que imponen un cumplimiento exterior justo, independientemente de la intención y
voluntad del sujeto. Es entonces cuando aparece la Ley que obliga a cumplir el
acto jurídico. Por tanto, se puede considerar a la justicia en un sentido objetivo
como el ordenamiento jurídico que obliga a dar a cada uno lo que le corresponde
en sociedad (Mouchet y Zorraquín, mencionados por Olaso, 1988).

Las normas jurídicas realizan la justicia de dos maneras: absoluta y relativa.

1. Justicia absoluta.

Normas jurídicas que son expresión de normas morales obligatorias, inmutables,


que no pueden ser de otra manera. Ejemplo: las normas del derecho penal.

2. Justicia relativa

Normas que no son inmutables porque se refieren a instituciones que pueden


organizarse de una u otra manera, para las cuales hay varias soluciones lícitas y
posibles. Ejemplo: las normas que organizan las formas del Estado.

LA JUSTICIA GENERAL O LEGAL.

Tiene como objeto el bien común, razón por la que hemos dicho que se debe
regular las relaciones de los particulares con la sociedad. Hay que tener en cuenta
que aquello a lo que estamos obligados por ley en relación con los demás, se
deriva de la naturaleza del bien común, y no del conjunto de preceptos positivos
que se recogen en las leyes y códigos; y nos referimos a la ley natural; ya que,
ninguna acción humana puede tener un fin que contradiga al bien común dado que
somos seres sociales.

PARTICULARIDAD DE LA JUSTICIA DISTRIBUTIVA Y CONMUTATIVA.

La Justicia Distributiva: Regula las relaciones del bien común de la sociedad con
los particulares. En ningún caso esta forma de justicia obliga a la distribución del
bien común

Puesto que, no existiría como tal, o lo reduciríamos a una cuestión sólo material.
Este tipo de justicia obliga a que, en caso de que haya que distribuir un bien
común entre los miembros de una sociedad, dicho reparto sea proporcionado a los
méritos de los beneficiarios, del mismo modo que la contribución de estos al
conjunto ha de ser proporcional a sus posibilidades. Es así como regula
simplemente el modo en que se ha de distribuir ese bien común, no la cantidad
material del mismo, que compete a la justicia legal.

La Justicia Conmutativa: También se denomina justicia inorgánica. Rige las

Relaciones entre personas particulares, pues es la virtud que inclina a una


persona

a ceder a otra persona lo que le pertenece. La palabra conmutativa deriva del


término latino “commutatio”, que significa intercambio.

Este tipo de justicia se aplica, sobre todo, en contratos y compraventas. Se


establece en la línea de los contratos privados, buscando la igualdad entre lo que
se da y lo que se recibe. Lo justo en las situaciones que se derivan de
la aplicación de la justicia conmutativa es dar y recibir lo igual por lo igual, sin
atender a las capacidades o condiciones subjetivas de las personas, usurpar sus
derechos o quitarle algo. Las principales faltas contra la justicia conmutativa son el
robo, el fraude y la injusta damnificación. La deuda de justicia conmutativa es
exacta, como el precio de un bien en el mercado, ni más ni menos. Por ello,
Aristóteles también la denomina justicia aritmética. Esta forma es la que con
mayor exactitud muestra el concepto de justicia.
El hombre tiene capacidad y derecho de poseer y servirse de las cosas para su
utilidad, pero no debe poseer los bienes exteriores como propios, sino que debe.

INJUSTICIA E ILEGALIDAD.

La injusticia es la falta o ausencia de justicia, de bien común y de equilibrio, en


referencia a un suceso, a un acto o a una situación de hecho (statu quo). La
injusticia puede formar parte de un grupo social y también de sujetos individuales.
El término injusticia se refiere generalmente a la ilegalidad, a la negligencia, a la
mala conducta o al abuso que no ha sido corregido, o bien sancionado por el
sistema legal y/o sistema judicial, y también al no respeto por los derechos tanto
de los individuos como de la sociedad en conjunto. Así, la injusticia es el beneficio
de algunos en pos del perjuicio de otros.

La injusticia no aparece solamente en la Ley y en el incumplimiento de esta, sino


en el día a día, cuando alguno de los valores, como el respeto, la verdad, el amor
al prójimo, la solidaridad o la ética, no se toman en cuenta y son dejados de lado.
Por lo tanto, un cambio de actitud ante pequeñas o grandes situaciones que nos
parecen injustas será el único camino hacia el logro de sólidas estructuras de
justicia.

JUSTICIA Y EQUIDAD.

Lograr un mundo con equidad y justicia no demanda solo la buena voluntad de la


gente. Es necesario sobre todo un esfuerzo por vencer el sistema social injusto en
sus raíces, por enfrentar a los grandes poderes que acumulan riqueza y provocan
la polarización social. Una sociedad justa y equitativa es aquella en que las
necesidades básicas de sus miembros están cubiertas. Cuando la gente tiene
oportunidades y garantías para un trabajo digno, educación gratuita y de calidad,
cuidado preventivo de la salud y buenos centros de atención, transporte
adecuado, seguridad, promoción de las culturas e identidades, espacios de
esparcimiento, posibilidad de practicar sus creencias y expresar libremente el
pensamiento propio. Todo ello requiere de un estado eficiente con honestidad en
el manejo de los bienes públicos, de un adecuado sistema de distribución social, y
del uso racional de los recursos naturales. Como no son inagotables, aún más,
como en el último siglo se aceleró su explotación al límite de acabar con ellos, la
sociedad justa y equitativa no puede ser depredadora de la naturaleza, ni tener
como modelo el desarrollo económico de los países capitalistas avanzados.
Nuestra gente debe vivir bien, con austeridad y responsabilidad; sin lujos
absurdos, sin aspirar a más de lo necesario, sin poner en riesgo al planeta. Para
conseguirlo, es necesario un estado fuerte, que no solo regule a la sociedad, sino
que controle la producción y los servicios estratégicos. Pero también se necesita
que la población pueda desarrollar sus iniciativas económicas particulares, en un
sistema en que lo público y lo privado puedan conjugarse. Justicia y equidad no
solamente se consiguen cuando las necesidades económicas están cubiertas,
sino también cuando rige una democracia efectiva, es decir cuando las personas
participan en las decisiones, elige a sus gobernantes y puede reclamar el derecho
de discrepar y expresar sus ideas. La democracia requiere de instituciones que la
garanticen. También exige la posibilidad de que la gente se organice libremente y
tenga condiciones para que funcionen bien las organizaciones. Tenemos derecho
a aspirar a un mundo de justicia y equidad, pero al mismo tiempo tenemos la
obligación de coadyuvar para construirlo. Por ello, además reclamar, debemos
actuar sin esperar que lo hagan los otros. Desde nuestros propios espacios
podemos contribuir para una sociedad justa y equitativa, haciendo lo que debemos
hacer, desarrollando la democracia y un sentido justo de la vida.
CONCLUSION

Se puede concluir de todo lo investigado que la Moral y el Derecho van siempre de


la mano para realizar cualquier tipo de acciones, ya que ambas se rigen por un
conjunto de normas que nos llevan a actuar de manera correcta ante la sociedad,
y al no ser así sabemos que tendremos una consecuencia y seremos reprobados
por las personas que forman parte en nuestra sociedad.

En muchos momentos de nuestra vida la Religión influye de gran manera en


nuestras acciones, ya que, consideramos que si realizamos un acto que la religión
no lo acepta se dice tendremos en cualquier momento un castigo divino, es decir,
un castigo sobrenatural y no legal, aquí juega un papel importante los
Convencionalismos Sociales, ya que, ellos se rigen por valores que hemos ido
recopilando a lo largo de nuestra vida, es decir, desde que somos niños.

No debemos olvidar que para exigir Justicia, debemos ser justos sin importar que
esto afecte a un ser querido, ya que, la vida trata de un aprendizaje constante, y
sabemos que todo acto tiene su propia consecuencia, es por ello que nuestro fin
siempre debe ser la Justicia, buscando la equidad para todos.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Teorías sobre la Relación y Distinción entre Moral y Derecho.

Gregorio Peces Barba, Eusebio Fernández y Rafael de Asís: Curso de Teoría del


Derecho, Marcial Pons, Madrid, 2000.

https://www.gestion-sanitaria.com/2-moral-derecho.html

Derecho Intimidad y Moralidad Pública.

FUENTES

http://es.wikipedia.org/wiki/Moral
http://www.monografias.com/trabajos7/expu/expu.shtml
http://www.revistacriterio.com.ar/editoriales/la-moral-publica/
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La Religión y el Derecho.
http://www.institutoacton.com.ar/articulos/72artbosca17.pdf

Las Normas Religiosas y sus Características.


https://concepto.de/normas-religiosas/

El Derecho y la Iglesia Católica.

https://catholic-link.com/derecho-canonico/

Los Convencionalismos Sociales y sus Características.

https://www.monografias.com/trabajos-pdf5/convencionalismos-sociales/
convencionalismos-sociales.shtml

Los Convencionalismos Sociales y la Costumbre Jurídica

https://www.lifeder.com/costumbre-juridica/
La Justicia Absoluta y Relativa

https://html.rincondelvago.com/teoria-del-derecho-venezolano.html

Injusticia e ilegalidad.

https://www.significados.com/injusticia/

Justicia y Equidad.

https://www.elcomercio.com/opinion/equidad-y-justicia.html

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