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Nuestro país ha avanzado en el desarrollo de estrategias y acciones orientadas a mejorar la calidad de vida

de la niña y el niño. En ese sentido y aprovechando las lecciones aprendidas, se plantea al país una política,
cuya construcción se centra en resultados y evidencia científica para lograr que las niñas y niños alcancen un
desarrollo adecuado.
Los lineamientos “Primero la Infancia” aprobados a través del Decreto Supremo N° 010-2016-MIDIS, señalan
la ruta por la que el país debe ir, con un trabajo intersectorial y teniendo como norte la visión que se desea
alcanzar:
El desarrollo infantil es el proceso por el cual todo niño o niña pasa, en el cual se viven diferentes
experiencias, se desarrollan física y emocionalmente, pero sobre todo aprenden. 
Los primeros años de vida son sumamente importantes para el desarrollo integral de nuestros hijos y para
que estos vayan introduciéndose adecuadamente en la sociedad. 
Este proceso convierte a los niños en ciudadanos saludables, responsables y productivos para sí mismos, su
familia y la sociedad. Para poder completar esta etapa, es imprescindible garantizar un nacimiento
saludable, el cual favorecerá un desarrollo cognitivo y físico adecuado, lograr el apego seguro, autonomía,
comunicación verbal efectiva y lograr controlar sus emociones . 
Los derechos de las niñas y los niños
Durante el proceso de desarrollo tanto como las niñas y los niños están sujetos a derechos que
deben de ser cumplidos en su totalidad y respetados por igual, el estado está obligado a reconocer y
garantizar sus derechos para ampliar sus capacidades y oportunidades, independientemente de la
procedencia, raza o género. 
Lista de derechos principales que se deben de cumplir 
Derecho a la igualdad sin discriminación de raza, religión o nacionalidad 
Derecho a una protección especial para que puedan crecer física y socialmente sanos y
libres 
Derecho a un nombre y nacionalidad 
Derecho a una alimentación, vivienda y atención médica adecuada 
Derecho a la educación y atenciones especiales para los niños con discapacidad
Derecho a la atención y a la ayuda 
Derecho a ser protegido contra el abandono y trabajo infantil 
La primera infancia es la mejor inversión 
El estado y la sociedad están bastante ligados con la primera infancia, ya que son los responsables
de proteger e invertir en esta para que se desarrolle adecuadamente y lograr que se envuelvan
adecuadamente en los distintos entornos.
De acuerdo a la inversión netamente se ha podido demostrar  que la inversión en intervenciones
orientadas a la infancia genera mayores ingresos a las familias. Es por ello que, un país que invierta
en los primeros cinco años de vida de sus ciudadanas y ciudadanos, tendrá un mayor ahorro debido
al menor gasto futuro en intervenciones de recuperación.
Se tiene que tener en cuenta y poner siempre por delante que la intervención temprana en cuanto a
la primera infancia, reduce riesgos de enfermedades, deserción escolar, criminalidad y de ayuda
estatal a través de programas sociales por ende al cuidar de los niños aseguramos el futuro de
nuestra sociedad. 
- De los 0 a los 6 meses: Durante los primeros meses de vida en cuando el niño experimenta
más cambios, sobre todo en el ámbito psicomotor. Durante los 3 primeros meses de vida el
bebé tiene plena dependencia de los padres. Les necesita para alimentarse y comenzar a descubrir
el mundo que les rodea. A partir de los 3 meses, sin embargo, comienza su maratón de
aprendizaje. El bebé comienza a interactuar con las personas que le rodean y descubre que sus
actos implican una reacción. Comienza a sonreír, a sacar la lengua, a pedir con los brazos que le
sostengan en el regazo... Es capaz de mantenerse sentado con apoyo, y luego lo conseguirá hacer
sin él.
También comienza el balbuceo. El bebé intentará unir fonemas con mayor o menor acierto. 
- De los 6 a los 12 meses: La etapa de los 6 a los 12 meses en la etapa del descubrimiento.
El bebé comienza a gatear, y según se acerque al año de edad, será capaz de sostenerse de pie e
incluso dar unos pasos. 
Aumenta su independencia y su curiosidad por explorarlo todo. De ahí que se lo lleve todo a la
boca. Es una etapa de riesgos y hay que tenerlo en cuenta y preparar la casa para evitar
accidentes. 
El lenguaje también avanza y el bebé aprende nuevas palabras. Aprende a decir 'mamá', 'papá' y a
nombrar y señalar otros objetos. También descubren que no están solos, que hay más niños, y
aunque aún tímidamente, comienzan a interactuar con ellos.
- De los 12 a los 24 meses: El niño al fin comienza a andar. Ahora un nuevo mundo se abre
ante él. Su autonomía aumenta y se da cuenta de que es capaz de hacer muchas cosas por sí
mismo. Sin embargo, se acerca a la etapa de las rabietas y los celos. Aún es incapaz de entender
ciertas normas y límites. 
Durante esta época muestra un gran apego por sus padres.
- De los 2 a los 4 años: Durante esta etapa, el desarrollo social y cognitivo cobra gran
relevancia. Empiezan a  interactuar más con los demás niños y descubren el campo artístico: la
pintura, los libros... Y en cuanto al lenguaje, al fin son capaces de formar frases, aunque a menudo
se 'tropiezan' y no son capaces de expresar sus pensamientos en orden.
- De los 4 a los 6 años: Al fin empiezan a dominar todos los campos, tanto el del
lenguaje como el psicomotor y el cognitivo. Son capaces de saltar, trepar y bailar con facilidad.
Expresan pensamientos y perfeccionan sus dibujos y representaciones artísticas. Buscan a los
demás niños porque les encanta el juego colectivo.

Los seis primeros años de vida de un niño son un maratón espectacular del desarrollo, tanto a
nivel físico y cognitivo como a nivel psicológico y social. Los niños aprenden a gran velocidad y
desarrollan habilidades motoras, sociales y cognitivas que marcarán su en parte su personalidad
futura. Veamos las características generales del desarrollo del niño de 0 a 3 años:
– Desarrollo psicomotor
El desarrollo físico de los niños en sus tres primeros años de vida se rige por tres leyes universales:
ley o principio cefalocaudal, según la cual el desarrollo se va sucediendo en un avance desde la
cabeza a la “cola” o pies; la ley proximodistal, que regula el desarrollo en la dirección de lo más
“cercano a lo más distante”, desde lo más próximo al eje corporal a lo más alejado. En esta etapa,
se adquieren dos automatismos básicos: la prensión y la locomoción.
– Desarrollo mental o cognitivo
El niño evoluciona en su desarrollo, desde el nacimiento a la adolescencia, a través de cuatro
etapas: la sesoriomotora (desde el nacimiento a los 2 años); la preoperacional (de los 2 a los 7
años); la operacional concreta (de los 7 a los 11 años) y la operacional formal (desde los 12 en
adelante). Cada etapa es el resultado de la interacción de factores hereditarios y ambientales y
resulta distinta de las demás desde el punto de vista cualitativo. En la primera etapa, que es la que
nos ocupa, el niño pasa de tener reflejos primarios a convertirse en un ser que demuestra una
perspicacia rudimentaria en su comportamiento.
– Desarrollo afectivo y de la personalidad.
Existen varias teorías, las más influyentes atribuyen a los niños un carácter innato en tres tipos de
emociones (amor, ira y temor) y, de otro lado, se sostiene que los bebés solo tienen una emoción:
la excitación.
Y, de 3 a 6 años, ¿cuál es el desarrollo de nuestros hijos?
Se trata de un período fundamental ya que se inicia la socialización a través del colegio y su grupo
de amigos, lo que supone la configuración de una personalidad determinada.
– Desarrollo psicomotor
Las características generales en este desarrollo son la maduración del sistema muscular y nervioso
y la estructura ósea, habiendo aparecido ya la primera dentición. Algunos factores, como la
desnutrición o la privación de afectos, tienen una incidencia significativa en el proceso de
crecimiento, mostrando los niños/as desnutridos retrasos en el desarrollo óseo, y circunferencias
craneales más pequeñas que aquellos otros bien alimentados. Resulta una etapa en que tiene gran
importancia las destrezas motoras y hay un evidente avance en la coordinación de los músculos
mayores y menores y en la coordinación oculo-manual.
– Desarrollo mental, cognitivo y del lenguaje
Durante este periodo cronológico el niño y la niña representan un pensamiento más flexible, pero
sin tener aún la madurez que un adulto, no posee todavía pensamiento abstracto. El lenguaje en
este periodo es fundamentalmente egocéntrico y socializado. Otra de las características típicas de
este período es el juego.
– Desarrollo afectivo y de la personalidad
El autoconcepto desempeña un papel central en el psiquismo del individuo, siendo de gran
importancia para su experiencia vital, su salud psíquica, su actitud hacia sí mismo y hacia los
demás en definitiva, para el desarrollo constructivo de su personalidad. Además, se produce una
conducta de apego como resultado de una relación afectiva fundamentalmente madre-hijo, que
va a tener una relevancia importante en la configuración de la personalidad del individuo.
Igualmente, se lleva a cabo un reconocimiento o autoconocimiento de sí mismo, comenzando por
la propia imagen, diferenciando el yo del no-yo, para descubrir al final de esta etapa la existencia
de los otros.
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