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Reflexión lectura: Tendencias de los paradigmas de investigación en educación.

Itzel Ashanty Moreno Heras


Si bien, para determinar que una disciplina es científica, ésta debe conllevar un
método científico, mismo que se puede demostrar a través de la investigación
especializada en un área en específico, como lo es la educación, la cual se
mantiene como una disciplina contemporánea por su antigüedad, precediendo a la
pedagogía, sociología, psicología, etc.
Me parece muy interesante cómo la educación ha ingresado a la ciencia a través
de la experimentación dentro de la pedagogía científica, debido a que, aún en la
actualidad, el obtener la medición del aprendizaje y lo que éste conlleva, resulta
una tarea compleja de la cual se han observado distintas estrategias; lo que
también resulta indispensable para lograr una investigación educativa es
establecer correctamente lo que se pretende investigar, que, a pesar de parecer
una actividad sencilla, realmente es más profundo, esto porque en ocasiones se
puede llegar a confundir la verdadera intensión de la investigación.
Por ello, se proponen algunos aspectos indispensables en la investigación
educativa, entre ellos se mencionan los supuestos paradigmáticos de los cuales
se parte la misma. No obstante, resulta fundamental comprender la concepción de
un paradigma, por lo cual, en la lectura analizada se define la siguiente:
“…la noción de paradigma como una forma de concebir el mundo, en la que
se articulan conceptos, experiencias, métodos y valores y se recuerda que
en esa concepción subyacen, de algún modo, ciertos supuestos acerca de
lo que es el universo, el hombre, la sociedad, la cultura y el conocimiento..”
(Yuni, J. y Urbano, C. 2003).
Siendo el paradigma un factor fundamental para la realización de una
investigación de ésta índole, de la cual todo investigador debe apropiarse para
llevar a cabo su labor, esto se logra mediante la aceptación del mismo paradigma
y lo que le integra.
Dentro de los paradigmas de investigación educativa, se menciona el Positivista,
el cual hace mención a la naturaleza del contexto, donde el investigador debe
llevar a cabo un proceso científico, basándose en el empirismo, con una visión
analítica y racional, teniendo como objetivo el poder explicar, predecir y controlar
los fenómenos dentro de la práctica educativa, utilizando herramientas de índole
cuantitativa para ello. Asimismo, en este paradigma se plantea un problema de
investigación que surge de un postulado existente, así como su diseño es
estructurado; por otro lado, la muestra debe ser, indispensablemente, cuantitativa,
para el uso de procedimientos que conlleven la estadística. Teniendo lo anterior, el
positivismo utiliza técnicas de recolección de datos fiables y válidos, que
garanticen la objetividad de la investigación, para, de este modo, realizar un
análisis e interpretación de datos de manera exacta.
Por otro lado, se menciona el paradigma interpretativo, mismo que comprende un
enfoque cualitativo, guiándose por la fenomenología, donde el investigador tiene la
tarea de interpretar y comprender la conducta humana, esto se logrará a través de
los significados de quienes intervienen en la práctica educativa, estudiando así
aspectos como las motivaciones, creencias e intenciones de los mismos. Este
paradigma utiliza a los grupos sociales como los originarios del problema a
investigar, misma que se va ajustando según se requiera, lo que permite un diseño
de investigación flexible y abierto. Por lo tanto, las técnicas de recogida de datos
son de manera cualitativa, tomando en cuenta los aspectos subjetivos de la
misma, lo que permite un análisis e interpretación de datos que se adapta al
momento en que se avanza el proceso de investigación, puesto que se convierte
en un factor cíclico que puede ir cambiando según sea necesario.
También se hace mención al paradigma sociocrítico, el cual viene a tomar, en una
manera ecléctica, aspectos dentro de los paradigmas positivista e interpretativo,
donde el investigador utiliza su criterio mediante la autorreflexión crítica respecto a
los procesos de la práctica educativa para obtener un acercamiento más
específico de la realidad, por lo cual, son partidarios de la investigación-acción, y,
de esta manera, lograr cambios estructurales en la práctica educativa. Dentro de
éste paradigma, el problema de investigación está situado en la realidad actual,
misma que busca mejorar a grupos o individuos, por lo cual parte de la acción; su
diseño de investigación es dialéctico, por lo cual lleva un proceso en espiral a
través de la muestra, siendo ésta un grupo propio de investigadores. De igual
manera, la técnica de recogida de datos utiliza tanto aspectos cuantitativos como
cualitativos, siendo éstos los de mayor énfasis, por lo cual, para el análisis e
interpretación de los datos se lleva a cabo un diálogo entre el grupo de
investigadores, donde involucran factores personales, sociales históricos y
políticos.
Por último, se hace mención al paradigma constructivista social, misma que tiene
un sentido holístico, debido a que se construye a base de la interacción entre el
investigador y el objeto de su estudio, con lo cual se busca comprender e
interpretar la realidad de la práctica educativa.
De esta manera, cada uno de los paradigmas apoyan el trabajo de la investigación
educativa, y, si bien todos utilizan metodologías muy distintas entre sí, no cabe
duda que cada uno de ellos busca la validez y confiabilidad en sus resultados, y
resulta primordial que todo investigador pueda conocer y apropiarse de éstos
según la finalidad de su investigación.
Contreras, L. M., (2011). Tendencias de los paradigmas de investigación en
educación. Investigación y Postgrado, 26(2), 179-202.

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