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JUICIO DE AMPARO DIRECTO.

QUEJOSO.- FORTINO LOBATOS


BAMBOA.
AUT. RESP.- CC. MAGISTRADOS QUE
INTEGRAN LA H. QUINTA SALA
DEL HONORABLE SUPREMO
TRIBUNAL DE JUSTICIA EN EL
ESTADO DE JALISCO.

CC. MAGISTRADOS QUE INTEGRAN LA H. QUINTA SALA DEL H.


SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA EN EL ESTADO DE JALISCO.

PRESENTE.

FORTINO LOBATOS GAMBOA, mexicano,


casado, mayor de edad, originario y vecino de la Población de Mezquitic,
Jalisco, agricultor, autorizando en los términos del artículo 27 de la Ley de
Amparo al C. Lic. JOSE DE JESUS RAMOS FRAUSTO para que en mi
nombre y representación reciba toda clase de notificaciones, aún aquéllas que
conforme a la ley deban realizarse de manera personal y quien designa y yo
acepto como domicilio procesal para tal efecto, el ubicado en esta Ciudad de
Guadalajara, Jalisco, en la finca marcada con el número 2575 de la calle Río
Ebro en la Colonia Atlas, ante Usted con respeto comparezco para:

EXPONER:

Que por medio de este escrito, por mis propios


derechos y con apoyo en lo dispuesto por los artículos 103 y 107
Constitucionales, Reglamentarios del Juicio de Garantías, comparezco ante
Usted solicitando EL AMPARO Y PROTECCION DE LA JUSTICIA
FEDERAL en contra de los Actos de las Autoridades que en su oportunidad
correspondiente y dentro del presente líbelo dejare señaladas como
Responsables, toda vez que con dichos Actos he sido violentado en mis
derechos.

Ahora bien, en cumplimiento a lo ordenado por los


artículos 111 y 166 de la Ley de Amparo a continuación formulo el siguiente:
SEÑALAMIENTO:

I.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL QUEJOSO.-


Han quedado debidamente asentados en líneas precedentes.

II.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL TERCERO


PERJUDICADO.- Tienen tal carácter el C. ELEUTERIO LOBATOS
GAMBOA, con domicilio en la finca marcada con el número 26 de la calle
Independencia en la Ciudad de Colotlán, Jalisco, LIC. RENATO HARO
ORTEGA, Notario Público número 1 Uno en la Municipalidad de
Colotlán, Jalisco, C. JEFE DEL REGISTRO PUBLICO DE LA
PROPIEDAD con domicilio bien conocido en la Ciudad de Colotlán,
Jalisco, y C. DIRECTOR DE IMUESTOS INMOBILIARIOS Y
CATASTRO de la Población de MEZQUITIC, JALISCO, con domicilio
bien conocido en dicha Población, quienes pueden ser notificados de la
tramitación del presente Juicio en los domicilios ya específicados con
antelación.

III.- AUTORIDADES RESPONSABLES.- Tienen


dicho carácter los CC. Magistrados integrantes de la H. Quinta Sala del
Honorable Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco, con domicilio
bien conocido en Palacio Judicial en esta Ciudad de Guadalajara, Jalisco. Así
mismo tiene el carácter antes indicado el C. Secretario adjunto a la Sala antes
mencionada, con el propio domicilio.

IV.- ACTO RECLAMADO.- Reclamo de las


Autoridades que he dejado señaladas como Responsables, la SENTENCIA de
fecha 31 treinta y uno de Enero de esta anualidad, pronunciada dentro de
los autos del Toca de Apelación número 1637/2000, relativo al Juicio Civil
Sumario marcado con el número 811/98 del índice del Juzgado Mixto de
Primera Instancia del Décimo Tercer Partido Judicial del Estado con
residencia en la Ciudad de Colotlán, Jalisco, Juicio que promueve en mi contra
el C. Eleuterio Lobatos Gamboa, que resuelve el Recurso de Apelación
planteado en autos del principal por el suscrito.

V.- FECHA DE LA NOTIFICACION DE LA


SENTENCIA.- La Sentencia que constituye el Acto Reclamado me fue
notificada en forma personal en fecha 9 nueve de Febrero del actual.

VI.- PRECEPTOS CONSTITUCIONALES QUE


SE ESTIMAN VIOLADOS.- Artículos 14 y 16 de la Constitución General
de la República Mexicana.
VII.- PRECEPTOS LEGALES QUE SE
APLICARON INEXACTAMENTE Y QUE SE DEJARON DE
APLICAR.- En cuanto a los primeros, lo son los numerales 8°, 411
fracciones II, III y IV y 1052 del Código de Procedimientos Civiles del
Estado de Jalisco; así mismo el numeral 2145 y 2146 del Código Civil de la
propia Entidad Federativa; por los que ve a los que se dejaron de aplicar, lo
constituye el artículo 362, 369, 371, 374 y 403, de la Ley Adjetiva Civil del
Estado.

VIII.- CONCEPTOS DE VIOLACION.- La


Sentencia que constituye el Acto Reclamado viola mis Garantías Individuales
consagradas en los preceptos Constitucionales citados con anterioridad,
porque nadie puede ser privado de la vida, de la libertad o de sus propiedades,
posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los Tribunales
previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales
del procedimiento, y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al
hecho; y porque en los juicios del orden civil como acontece en el caso a
estudio, toda sentencia deberá ser conforme a la letra de la ley, a la
interpretación jurídica de la ley, y a falta de una y otra se fundara en los
principios generales del derecho. Así mismo porque nadie puede ser
molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en
virtud de mandamiento escrito de autoridad competente en el que se funde y
motive la causa legal del procedimiento.

La Responsable en la Sentencia que constituye el


Acto Reclamado al resolver el Recurso de Apelación planteado en autos del
Juicio original por mi colitigante, no razona su juicio.

En efecto, la Responsable al emitir el dictado de su


Sentencia decididamente se dedica a CONFIRMAR la resolución emitida por
el inferior, sin que en la especie existiera fundamento legal para proceder a tal
confirmación, como se verá en el presente escrito de Garantías.

La Autoridad Responsable al emitir su


determinación, al comenzar el Tercero de los Considernados en que se
contiene la misma, textulamente y atemporalmente expone: """Al analizarse
con detenimiento los agravios expresados por el recurrente, este Tribunal
considera que son en parte fundados pero a la poster inoperantes, y en
parte del todo infundados e inoperantes para variar el sentido de la
sentencia combatida..." Ese razonamiento denota primero que la
Responsable no analizó detenidamente como lo afirma la resolución del
inferiro, menos aún los agarvios que el suscrito realicé a través de mi abogado
patrono, por los siguientes motivos:
Previo a realizar las manifestaciones coducentes en
este escrito, es menester solicitar a ese Organo Superior de Justicia al que me
dirijo, que desde estos momentos me acojo al beneficio de la SUPLENCIA
DE LA QUEJA EN MATERIA CIVIL a que se refiere el criterio visible en
la Novena Epoca, sostenido por los Tribunales Colegiados de Circuito y su
Gaceta en el Semanario Judicial de la Federación, Tomo IX, Marzo de
1999, página 1337, el cual en términos de lo establecido por el ordinal 193
de la Ley de Amparo resulta de observancia obligatoria para este
Tribunal, el que cito bajo el siguiente:

"RUBRO: SUPLENCIA DE LA DEFICIENCIA DE LA QUEJA


EN LAS "MATERIAS CIVIL Y ADMINISTRATIVAS,
PROCEDENCIA DE LA.- "De lo dispuesto por el artículo 76 Bis,
fracción VI de "la Ley de Amparo, se desprende que es procedente suplir
"la deficiencia de los conceptos de violación o de "los agravios
"en otras materias" cuando se "advierta que ha habido en
contra del quejoso o "del particular recurrente una violación
"manifiesta de la ley que lo haya dejado "sin defensa;
de lo que se sigue, que la "suplencia prevista en esa fracción
opera en "los amparos en las materias administrativa y
"civil, toda vez que el legislador, al emplear las "palabras
"en otras materias", se refiere "a las que no están
expresamente reguladas en "las primeras cinco fracciones del
artículo "citado, y que son, precisamente, la civil y la
"administrativa."

Luego, la Sala Responsable al dictar su resolución


dice que estudia conjuntamente los agravios vertidos en cuanto a la ausencia
de Congruencia en la resolución y la falta de fundamentación y motivación de
que adolece la de primer grado, estudio que emprendió por economía procesal,
y que al respecto dice: ""...que aún cuando ciertamente el natural no
hubiese mencionado expresamente en la sentencia cuáles son los
elementos que constituyen la acción de nulidad, no significa que la
sentencia primaria no hubiese sido fundada y motivada, pues de igual
manera la acción no encuentra justificada con el material probatorio
aportado al sumario...""" Tal razonamiento en concepto del suscrito
transgrede el principio de congruencia a que se refiere el ordinal 87 de la Ley
Adjetiva Civil para el Estado de Jalisco, porque precisamente éste contiene la
obligación para el inferior de analizar tanto el escrito inicial, el de
contestación y todos los actos potsreiores, dentro del cual encaja el de
reconvención; luego, cómo es posible que la Responsable diga que no obstante
que el inferior no haya mencionado los elementos de la acción de nulidad
ejercida de mi parte, ello no signifique falta de fundamentación y motivación,
si ello se realiza precisamente para a posteriori determinar el porqué no se
probó dicha acción, lo que en el caso a estudio no acontece.

Expuse dicho agravio, porque precisamente el inferior al


dictar su resolución, NADA DICE DE LOS DIVERSOS DEMANDADOS
NOTARIO PUBLICO NUMERO 1 UNO EN COLOTLAN, JALISCO,
JEFE DEL REGISTRO PUBLICO DE LA PROPIEDAD DE DICHA
CIUDAD Y DIRECTOR DE IMPUESTOS INMOBILIARIOS Y
CATASTRO DE LA POBLACION DE MEZQUITIC, JALISCO, pues a
éstos ni los condena ni los absuelve, por lo cual, efectivamente se viola el
principio en comento, se deja de analizar la acción de nulidad emprendida de
mi parte lo que es una obligación para el Juez A Quo y se me priva de defensa,
defectos éstos en los que incurre de nueva cuenta la Responsable, pues
únicamente manifiesta al respecto que de cualquier manera dicha acción no se
probó, sin mencionar insisto cuáles fueron las circunstancias que los llevaron a
concluir en tal forma. Por ende y acogiendome al beneficio en comento,
solicito sea estudiado lo anterior, precisamente porque ello es una transgresión
a mis derechos constitucionales anteriormente mencionados.

Luego sigue diciendo la Responsable que los únicos


supuestos en lo que procede la Nulidad son los establecidos en los numerales
2145 y 2146 de la Ley Sustantiva Civil de la Entidad, precisando cada uno de
ellos; sigue diciendo que la diferencia entre INEXISTENCIA Y NULIDAD
consiste en que ésta debe ser invocada por las partes para su procedencia y
aquélla debe ser de estudio oficio para el Juez. Que así mismo como en autos
no se probo causa alguna para la procedencia de mi acción de nulidad, pues no
se contempla en ninguno de los supuestos establecido por los precpetos
legales inmediatamente citados, el inferior resolvió acorde a derecho.

Contrario a lo aduecido por la Resposanble, se insiste en


que las diferencias referidas de su parte al particular, son MERAMENTE
TEORICAS, y de que así mismo dicha Autoridad se olvida de que la acción
enderezada en autos del de origen, se entabló en contra de un procedimiento
de JURISDICCION VOLUNTARIA, DILIGENCIAS DE
INFORMACION AD PERPETUAM, basandome en irregularidades
cometidas en dicho trámite, las cuales huelga decir, están contenidas en las
propias actuaciones de dicho trámite, actuaciones que deberían haber probado
con fe plena de conformidad a lo establecido en el artículo 402 del
Enjuiciamiento Civil para el Estado y que al no haberlo advertido así la
Resposnable, viola en mi perjuicio las Garantías Constitucionales ya
precisadas en este escrito.

En efecto, la nulidad intentada en este Juicio, el suscrito lo


hice basado en la NULIDAD DE UN PROCEDIMIENTO, el que estimé
como FRAUDULENTO y que en el mismo trámite están establecidas las
carencias mencionadas en mi escrito inicial, lo que lógicamente no fue ni tan
siquiera advertido por la Responsable, menos aún advirtió que ese trámite de
jurisdicción voluntaria con la sola oposición hace prosperar mi acción, pues
son trámites que se llevan sin audiencia de terceros, los que nunca alcanzan la
autoridad de la cosa juzgada y que por ende, la sola manifestación de mi parte
en el sentido de que en dicho trámite se incumplieron las formalidades
esenciales del procedimiento, hubiere hecho procedente mi acción, todo ello
insisto en el supuesto de que la responsable hubiere analizado las actuaciones
en donde se contienen esas irregularidades, expediente 653/992 relativo a las
diligencias de jurisdicción voluntarias atacadas de NULAS.

Sobre este particular es deseo del suscrito, citar los


siguientes criterios de jurisprudencia, los cuales resultan de observancia
obligatoria para este Tribunal en términos de lo establecido por el numeral 193
de la Ley de Amparo, los cuales el primero de ellos es visible en la Novena
Epoca, sostenido por los Tribunales Colegiados de Circuito en el
Semanario Judicial de la Federación, Tomo VIII, Noviembre de 1998,
página 550, bajo el suiguiente:

"RUBRO: NULIDAD DE JUICIO CONCLUIDO, EN QUE


CONSISTE LA "ACCION DE, Y DE QUE DISPOSICION LEGAL
DERIVA. "(LEGISLACION DEL ESTADO DE MEXICO).- No
obstante que "por regla general no procede la nulidad de un
"juicio con la tramitación de otro, en atención al
"principio de la cosa juzgada; sin embargo, "existe una
excepción a esa regla, y lo es: cuando "el primer procedimiento
se haya tramitado en "forma fraudulenta; a ésta pretensión se
le "denomina acción de nulidad de un juicio concluido
"por ser resultado de un proceso fraudulento, y "consiste en
la falta de verdad o simulación en "que incurra quien lo
promueve, solo o con la "colusión de los demandados o
diversas personas, "para instigar o inducir a la autoridad
"jurisdiccional a actuar en la forma que les "interesa, en
perjuicio de un tercero. Ello porque "la materia de este procedimiento es
la violación al "debido proceso legal, por lo quien intente la acción
"sólo debe acreditar: a).- El hecho en que funda el "acto
fraudulento, objeto del juicio; y, b).- Que le "cause un perjuicio la
resolución que se toma en "tal juicio; por tanto, aunque esta acción de
nulidad "absoluta no esta reglamentada en forma específica en "el
Estado de México, a falta de disposición expresa, "deriva de la
aplicación general contenida en el "artículo 8° del Código Civil del
Estado de México, que "determina: "Los actos ejecutados contra
el tenor de "las leyes prohibitivas o de interés público, serán "nulos,
excepto en los casos en que la ley ordene lo "contrario."

EL ANTERIOR CRITERIO TRANSCRITO TIENE RELACION


CON LA JURISPRUDENCIA SOSTENIDA POR LA TERCERA SALA,
TESIS 1215, APENDICE 1988, SEGUNDA PARTE, PAGINA 1953,
BAJO EL RUBRO "NULIDAD DE JUICIO CONCLUIDO. SOLO
PROCEDE RESPECTO DEL PROCESO FRAUDULENTO" cita que se
realiza para todos los efectos legales a que haya lugar.

El que es visible en la Octava Epoca, sostenida por los


Tribunales Colegiados de Circuito en el Semanario Judicial de la
Federación, Tomo III, Segunda Parte-1, Enero a Junio de 1989, página
396, bajo el siguiente:

"RUBRO: INFORMACION AD PERPETUAM, NATURALEZA


DE LA "ACCION DE, NULIDAD DE LAS DILIGENCIAS DE.- Si
de las "constancias de autos se desprende que el actor dedujo "la
acción de nulidad de una información ad perpetuam en "cuanto a que el título
con el que el demandado pretende "amparar la propiedad de la
construcción en litigio en "determinado predio, no se trata en realidad
de una "acción de nulidad de actuaciones procesales, sino de la
"ineficacia de la mencionada información como título
"suficiente para acreditar el dominio sobre el inmueble, "en atención a
que el agraviado afirma que éste le "pertenece".

También se cita el que es visible en la Octava Epoca,


sostendia por los Tribunales Colegiados de Circuito en el Semanario
Judicial de la Federación, Tomo IX, Mayo de 1992, página 453, bajo el
siguiente:

"RUBRO: INFORMACION AD PERPETUAM, DADA SU


PROPIA "NATURALEZA, RESULTA INNECESARIO DEMANDAR
LA NULIDAD DE "LAS DILIGENCIAS DEL JUICIO DE.- Es
innecesario que en "un procedimiento contencioso deba demandarse la
nulidad "de las diligencias de información ad perpetuam, porque "al
tramitarse sin audiencia de contraparte, en el "momento en que parte
legítima se oponga a ellas, esas "actuaciones quedan sin eficacia."

Luego bajo estas directrices cómo es posible que primero el


inferior, y posteriormente la Alzada consideren a las diligencias de
información ad perpetuam como aquellas con las que en el sumario de origen
se acredita el JUSTO TITULO y que las mismas prueben además la BUENA
FE, elementos éstos a los que se refiere el numeral 8° del Código Adjetivo
Civil para el Estado de Jalisco, y que son parte constitutiva de la acción
intentada por el actor en el principal. También es preciso destacar que bajo las
condiciones anotadas inmediatamente, es inconcuso que, el suscrito intente la
acción de nulidad en contra del procedimiento concluido por fraudulento, por
lo cual, contrario a lo aducido por la Resposanble, no se trata de las hipótesis
establecidas en los ordinales 2145 y 2146 del Código Sustantivo, citados por
ella misma.

Que así mismo, al haber intentado dicha acción en contra


del trámite de jurisdicción voluntaria en comento, es incuestionable que por el
sólo hecho de ponerse en duda su autenticidad, resultaba ese trámite
insuficiente para acreditar el JUSTO TITULO Y LA BUENA FE en su
adquisición, el que tanto el inferior como el Tribunal de Alzada sientan por
probado con los elementos de convicción expresados en sendas resoluciones.
Al respecto, estimé que el A Quo hizo una errónea
valoración del material probatorio, hipótesis que vuelve a repetir la Alzada,
pues efectivamente valora de manera deficiente y amañada la prueba
Testifical, la que se insiste no obstante de ser de libre apreciación para el Juez,
éste no puede apartarse de ciertos criterios que le impone el recto juicioy en
los principios generales de la lógica, los cuales de explorado derecho se
advierte fueron ausentes en sendas resoluciones, es decir, en la emitida por el
A Quo y aquella mediante la cual el Ad Quem confirma aquella.

Para sostener lo anterior es menester traer a colisión dos


criterios de jurisdprudencia los cuales se citan:

“RUBRO: PRUEBAS, APRECIACION DE LAS, POR


AUTORIDAD “JUDICIAL.- Tratándose de la facultad de los jueces
para la apreciación de “las pruebas, la legislación mexicana adopta el
sistema mixto de “valoración, pues si bien concede arbitrio judicial al
juzgador, para la “apreciación de ciertas pruebas (testimonial,
pericial o presuntiva), ese “arbitrio no es absoluto, sino restringido por
determinadas reglas basadas “en los principios de la lógica, de
las cuales no debe separarse, pues “al hacerlo, su apreciación
aunque no infrinja directamente la ley, si viola “los principios lógicos
en que descansa, y dicha violación puede dar “materia al examen
constitucional.”
QUINTA EPOCA. A.D. 4510/36; A.D. 3804/39; A.D. 7486/40; 4312/40;
A.D. 6233/40. Segunda Sala, Tesis 1493, Apéndice 1988, Segunda Parte,
pag. 2379.

“RUBRO: PRUEBAS, APRECIACION DE LAS.- Tratándose de


pruebas “testimonial, pericial y presunciones, el sistema adoptado por
nuestra “legislación es dejar en gran parte al arbitrio judicial la
apreciación de ellas, “sin embargo, ese no es absoluto, al estar
restringido a determinadas reglas “basadas en los principios generales
de la lógica, de los que el juez no debe “separarse."
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO CIRCUITO.
OCTAVA EPOCA. INSTANCIA: Tribunales Colegiados de Circuito.
FUENTE: Semanario Judicial de la Federación. TOMO: IX-Abril, pag.
591.

“PRUEBAS. METODO A EMPLEAR EN LA VALORACION DE


LAS. “(LEGISLACION DEL ESTADO DE JALISCO).- Las pruebas
deben ser “examinadas primero de manera individual, con el propósito
de advertir si “satisfacen o no los requisitos de ley, en caso de que las
pruebas incumplan “con alguno de los requisitos señalados en la
norma, procede desestimarlas “de acuerdo con el principio inmerso en
el artículo 297 párrafo segundo del “Código de Procedimientos Civiles
para el Estado de Jalisco, en cambio, si “reúnen los requisitos procede
establecer su alcance probatorio al tenor del “artículo 418 del mismo
ordenamiento y posteriormente, han de apreciarse “en conjunto
mediante su enlace o confrontación, según el caso a fin de “lograr la
verdad jurídica."
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER
CIRCUITO.
OCTAVA EPOCA. INSTANCIA: Tribunales Colegiados de Circuito.
FUENTE: Semanario Judicial de la Federación. TOMO: IX-Abril, pag.
295.

En efecto, la VALORACION que ambas Instancia


debieron realizar es la siguiente: cuando el suscrito ataque el testimonio
relativo a la protocolización de las diligencias de información ad perpetuam,
por ese simple hecho se ponía en duda la autenticidad de las mismas, lo que
aunado al dicho de los testigos presentados de mi parte, en el sentido de que
tanto el suscrito como mi hermano (actor en el principal) ejercíamos la
posesión en el inmueble sujeto a litis en un período de cuarenta años
inmediato a la tramitación del juicio primario, que así mismo ese inmueble lo
recibimos de manos de nuestro padre, quien a su vez lo hubo recibido de
manos de nuestro abuelo AUSENCIO LOBATOS, lo que además quedó de
manifiesto en actuaciones, es decir, a fojas 127 de actuaciones se contiene el
desahogo de diversa Inspección Judicial, en donde se hacen constar cuestiones
trascendentales como el hecho de que el inmueble sujeto a litis, anterior a que
mi hermano (actor en el principal) lo adquiriera por prescripción positiva, se
encontraba a nombre de AUSENCIO LOBATOS y no de quien dijo haberlo
recibido, pues éste en las diligencias atacadas de nulas dijo que había
adquirido el inmueble materia de ese trámite por compra realizada a ELISEO
ROBLES VELASCO, quien jamás aparece como propietario del inmueble en
mención, cuestión ésta que pasó desadvertida para ambas Instancias; así
mismo del desahogo de dicha probanza y de la propia documental en donde se
contiene la protocolización de las diligencias de información ad perpetuam
atacadas de nulas, se desprende que, los testigos que en ellas declararon no
son explicítos en sus emisiones, es decir, no explican la razón del cómo se dan
cuenta de la posesión que dijeron detenta Eleuterio Lobatos Gamboa, por lo
cual DONDE EXISTE LA MISMA CONDICION DEBE EXISTIR LA
MISMA RAZON, circunstancia ésta que también el suscrito esgrimí como
base para la nulidad intentada en autos y la que por sí sola debió de tenerse en
cuenta para la procedencia de la misma, mediante la adminiculación de las
probanzas de referencia, lo anterior con apoyo en lo establecido por los
artículos 399, 400, 408 y 411 todos del Enjuiciamiento Civil para el Estado
de Jalisco, sin que en la especie se pueda seguir sosteniendo que uno de los
testigos haya dicho que los hechos le constan porque terceras personas se lo
manifestaron, pues huelga decir que el testigo dijo que le constaban los hechos
porque las partes en conflicto se lo dijeron, sin que dichas partes sean terceros,
que es a lo que se refiere la fracción II del artículo 411 del Código Adjetivo
Civil para el Estado.

Pues bien, contrario a todo ello, ambas Instancias


reconcieron que la protocolización del trámite de Jurisdicción Voluntaria
Diligencias de Información Ad Perpetuam eran eficaces para acreditar el
primero de los elementos de la acción intentada en autos por mi demandante,
lo cual no tiene razón jurídica de sostenerse y seguir reinando, pues contrario a
ello, dicha documental acredita únicamente lo en ella asentada, sin que sirva
precisamente para acreditar la posesión en juicio contencioso como lo es el
presente en el que comparezco, sin que en dicho trámite se hubiere acreditado
de manera plena todos los requisitos para que operara la prescricpión, sin que
se haya acreditado la buena fe, y si por el contrario existir demasiados que
presumen la mala fe, como lo es el hecho de que los testigos no deponen sobre
la razón de su dicho en cada una de las preguntas que se le formularon, como
lo establece el oridnal 374 del Código Adjetivo Civil para el Estado, sin que se
les haya prevenido en el sentido prevenido en el diverso arábigo 369 del
propio Código, cuestiones éstas que insisto la Responsable no toma en al
pronunciarse respecto del recurso de apelación del que deviene el presente
Juicio Garante.

Luego el Título de propiedad con el que la responsable dio


por probado los elementos de JUSTO TITULO Y BUENA FE, resultan
insuficientes para ese fin pues a lo más dicha documental podría tener
VALOR PRESUNTIVO pero no como la calificaron ambas instancias.
Luego entonces, efectivamente dicho título deviene insuficiente para acreditar
esos elementos de la acción, precisamente por las manifestaciones
anteriormente vertidas. Empero lo anterior, el suscrito cito a continuación los
siguientes criterios de jurisprudencia, los cuales todos tienen relación directa e
inmediata con lo antes aseverado de mi parte, los que resultan de observancia
obligatoria para este Tribunal en términos de lo establecido en el numeral 193
de la Ley de Amparo, bajo los siguientes lineamientos:

Octava Epoca
Instancia: TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: IX, Marzo de 1992
Página: 220

“INFORMACION AD PERPETUAM, NO TIENE VALOR


PROBATORIO “PARA ACREDITAR LA POSESION. Las
informaciones ad perpetuam “sólo tienen por objeto acreditar o
justificar un derecho en el que no tiene “más interés sino la persona
que promueve, y por su carácter de “actuaciones de jurisdicción
voluntaria no puede tener valor probatorio en “cuanto a la posesión, ni
como instrumento público, ni como información “testimonial; y, por
ende, su protocolización notarial sólo implica la “autenticidad de la
información en cuanto a su existencia.”

TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO CIRCUITO.

Amparo directo 531/90. José Guadalupe Hernández Torres. 14 de marzo de


1991. Unanimidad de votos. Ponente: Francisco A. Velasco Santiago.
Secretario: Arturo Jesús Becerra Martínez.
Octava Epoca
Instancia: TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: VI, Segunda Parte-2, Julio a Diciembre de 1990
Página: 554

“INFORMACION AD PERPETUAM. VALOR PROBATORIO EN


MATERIA “DE POSESION Y PROPIEDAD. Las informaciones ad
perpetuam sólo “tienen por objeto acreditar algún hecho o justificar un
derecho, en los que “no tiene interés, más que la persona que
promueve. Ahora bien, por su “carácter de actuaciones de jurisdicción
voluntaria no pueden tener valor “probatorio, en cuanto a la posesión,
ni como instrumento público ni como “información testimonial; lo
primero, porque su protocolización sólo implica “la autenticidad de la
información, en cuanto a su existencia, pero no en lo “que respecta al
fondo; y, lo segundo, porque las declaraciones de las “personas que en
ellas intervienen, no engendran de manera alguna, los “efectos de la
prueba testimonial, por no satisfacer las garantías de “publicidad y de
protección del derecho de contradicción reconocido a las “partes, por
las normas que regulan la recepción de la prueba en el juicio; “por
ello, tales diligencias no constituyen un título de propiedad, sino que
“sólo debe concedérseles el valor de una presunción siempre y cuando
“estén debida y oportunamente protocolizadas.”

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.

Amparo directo 215/90. Candelario López Loeza. 19 de junio de 1990.


Unanimidad de votos. Ponente: Jaime Manuel Marroquín Zaleta.
Secretaria: María Guadalupe Herrera Calderón.

Octava Epoca
Instancia: SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL
DEL PRIMER CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: I, Segunda Parte-1, Enero a Junio de 1988
Página: 351

“INFORMACION AD PERPETUAM, SE REQUIERE ACREDITAR


TODOS “LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA
PRESCRIPCION POSITIVA “EN LA.- Es inexacto que para la
procedencia de diligencias de información “ad perpetuam, sólo deba
acreditarse la posesión en forma pacífica, “continua y pública, y por
más de diez años en el evento de que sea de “mala fe, porque si uno de
los requisitos que establece el artículo 1151 del “Código Civil para el
Distrito Federal, es que la posesión sea en concepto “de propietario,
ello obliga a la promovente a comprobar la causa “generadora de su
posesión, pues de esta manera se podrá justificar si se “le transmitió el
dominio o solamente la ocupación, y desde qué fecha, ya “que
conforme al artículo 826 del código de comento, la única posesión
“susceptible de producir la prescripción, es la que se adquiere y
disfruta en “concepto de dueño, por el término y condiciones a que se
refiere el diverso “artículo 1152 del indicado cuerpo de leyes.”

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL


PRIMER CIRCUITO.

Amparo en revisión 347/88. Josefina Romero Alvarez. 13 de mayo de 1988.


Unanimidad de votos. Ponente: Martín Antonio Ríos. Secretario: Mario
Alberto Adame Nava.

Novena Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS CIVIL Y
DE TRABAJO DEL SEGUNDO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Diciembre de 1996
Tesis: II.1o.C.T.96 C
Página: 436

“PRESCRIPCION ADQUISITIVA. LA BUENA FE DEBE


PROBARSE “(LEGISLACION DEL ESTADO DE MEXICO). Si el
actor en la usucapión “se ostenta como poseedor de buena fe, al ser un
elemento de la acción, “debe probarlo, como lo ordena el artículo 269
del Código de “Procedimientos Civiles del Estado de México, aun
cuando no hubiere “controvertido el demandado la posesión como de
mala fe.”

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS CIVIL Y DE


TRABAJO DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 789/95. Carmen Culebro viuda de Hernández, en su


carácter de albacea de la sucesión intestamentaria a bienes de Ernesto
Hernández Pantoja. 1o. de agosto de 1996. Unanimidad de votos. Ponente:
Salvador Bravo Gómez. Secretario: José Fernando García Quiroz.

Octava Epoca
Instancia: SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XIV, Julio de 1994
Página: 645

“JUSTO TITULO, QUE DEBE ENTENDERSE POR. EN LOS


JUICIOS “SOBRE POSESION. La expresión justo título puede tener
dos “acepciones: ya sea como el documento que acredite la propiedad;
y otra “como la causa o el motivo legítimo o de buena fe que da
derecho a una “persona a poseer o tener alguna cosa en su poder. De
tal manera que en “los juicios sobre posesión, por justo título no debe
entenderse el “documento con que se justifique el dominio sino la causa
legítima o de “buena fe de la tenencia o posesión de la cosa, ya que de
interpretarse de “la primera manera, la acción publiciana sería inútil,
puesto que teniendo el “título que demuestre la propiedad, la acción
procedente sería la “reivindicatoria; por el contrario, cuando la parte
actora carece del “documento de propiedad, puede intentarse la acción
plenaria de posesión, “pues ésta, como ya se dijo, tiende a proteger la
posesión legítima de un “bien, siempre que se encuentre su origen en
un acto lícito y de buena fe.”

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.

Amparo directo 152/89. Luis Sigfredo Ortega Amezcua. 23 de mayo de 1989.


Unanimidad de votos. Ponente: José Galván Rojas. Secretario: Jorge Núñez
Rivera.

Luego al referime el suscrito a que el actor en el principal


debió de haber ejercitado la ACCION REIVINDICATORIA y NO LA
PLENARIA DE POSESION, por tener TITULO PERFECTO,
efectivamente es acertado mi dicho y la Responsable al respecto expone que el
actor actúo acertadamente al ejercitar dicha acción, porque dice pretende
demostrar el mejor derecho que tiene sobre el suscrito en el inmueble en
controversia, en el cual no se pueden incluir cuestiones de propiedad, además
de que dice dicho título es el que se contiene en el artículo 8° del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de Jalisco.

Contrario a ello tenemos que, la ACCION PLENARIA


DE POSESION compete al ADQUIRENTE CON JUSTO TITULO Y DE
BUENA FE, que no esta en posesión de la cosa a la que tiene derecho y se
ejercita contra quien posee con menor derecho, teniendo como finalidad
restituir a la persona que tiene mejor derecho la cosa con sus frutos y
accesiones. Además de lo anterior dicha acción no compete al propietario de
la cosa, sino al poseedor jurídico, y se da a favor del poseedor que no ha
usucapido o bien que esta en vías de prescripción, más no a la persona que ya
ha prescrito a su favor el inmueble, pues a éste como propietario de dicho
bien, le compete la REIVINDICATORIA.

Lo anterior así es, y basta imponerse de los autos para


arribar a la conclusión de que el actor para probar su JUSTO TITULO lo fue
la Escritura Pública número 11,189 tirada en el protocolo del Licenciado
Renato Haro Ortega, Notario Público número 1 Uno en funciones en la
Municipalidad de Colotlán, Jalisco, documento en el cual se hace constar que
de POSEEDOR se convierte en PROPIETARIO ELEUTERIO LOBATOS
GAMBOA, circunstancia ésta última que debe estimar este Alto Tribunal
Impartidor de Justicia, por tratarse de que efectivamente por dicha
circunstancia, el actor debió haber ejercitado la ACCION REAL
REIVINDICATORIA. Más aún, en el primero de los puntos de hechos de su
escrito inicial de demanda expresamente dijo el actor: """El suscrito soy
propietario legítimo de ....""" manifestación que por si sola corrobora lo
antes aseverado de mi parte.

A lo anterior es de aplicación exacta los siguientes


criterios:

Octava Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL DECIMO PRIMER
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XI, Febrero de 1993
Página: 197

“ACCIONES REIVINDICATORIA Y PLENARIA DE POSESION O


“PUBLICIANA. CUANDO LA ACTORA TIENE TITULO DE
PROPIEDAD “PERFECTO, DEBE EJERCITAR LA PRIMERA. Si
bien es verdad que los “artículos 723 y 735 del Código Civil, así como
686 del Código de “Procedimientos Civiles, ambos ordenamientos del
Estado de Michoacán, “disponen por su orden, que el propietario es
poseedor originario; que todo “poseedor debe ser mantenido o
restituido en la posesión contra aquellos “que no tengan mejor
derecho; y que el vencido en interdicto para retener o “recuperar la
posesión, puede después usar el juicio plenario de posesión o “el de
propiedad, también lo es que este último precepto debe interpretarse
“en el sentido de que tal sujeto está en condiciones de intentar la
acción “publiciana, si sólo es poseedor civil de buena fe, pero que si
posee la cosa “en concepto de propietario y cuenta con título de
dominio perfecto, la única “acción que le compete, en caso de despojo,
es la reivindicatoria.”

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL DECIMO PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 345/92. Esperanza Ramírez Vallejo. 29 de septiembre de


1992. Unanimidad de votos. Ponente: Joel González Jiménez. Secretario:
Ricardo Díaz Chávez.

Octava Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XII, Julio de 1993
Página: 137
“ACCIONES PUBLICIANA O PLENARIA DE POSESION Y
“REIVINDICATORIA. DIFERENCIACION. La acción plenaria de
posesión “o publiciana, compete al adquirente de buena fe que tiene
derecho a “poseer con justo título, aun cuando no lo acredite como
propietario y se da “contra quien posee con menor derecho, a fin de
obtener la restitución del “bien; en consecuencia, no sería factible
estimar, que el propietario pudiese “ejercitar la acción plenaria de
posesión para recuperar su tenencia, pues “por justo título debe
entenderse el documento con el cual se demuestra la “causa de
posesión de una cosa y no el instrumento que acredita el “dominio,
porque en esta última hipótesis, el propietario podría hacer uso de
“dos diversas acciones para lograr la restitución, como son la
reivindicatoria “y la publiciana, lo cual no puede permitirse, conforme
a la naturaleza “específica del sujeto activo en cada una de ellas, pues
la plenaria de “posesión debe ejercitarla el poseedor con justo título,
que esté en vías de “adquirir la cosa por medio de la prescripción,
mientras que la reivindicatoria “sólo puede intentarla quien
previamente tiene el carácter de dueño; “incluso, el término utilizado
por el legislador; aun cuando no haya prescrito, “es necesario
entenderlo en el sentido de estar por consumarse la “usucapión,
supuesto que únicamente puede presentarse, si el accionante “no es
propietario del bien. Además, el juzgador sólo debe examinar cual de
“los títulos exhibidos por las partes, es mejor para acreditar el derecho
a la “posesión originaria, pues el ejercicio de la acción plenaria, no
implica “análisis de ninguna cuestión de propiedad, ya que la acción
publiciana se “funda en una ficción, que consiste en considerar al
poseedor que no ha “prescrito, como si hubiere ya ocurrido la
prescripción.”

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 1365/90. Lucila Mendoza Peña y otro. 21 de noviembre de


1990. Unanimidad de votos. Ponente: Raúl Díaz Infante Aranda. Secretario:
Rigoberto F. González Torres.

Véase: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, número 74, pág.


15, tesis por contradicción 3a./J.1/94.

Cabe citar a este Tribunal que en el juicio principal


se acreditaron entre otras cosas las siguientes: 1).- Que el actor y el suscrito,
desde hace cuarenta años ejercemos la posesión del inmueble en controversia,
pues así lo informaron los atestes en su deposado; 2).- Que por manifestación
del propio actor en el principal, se acredito que la posesión que detenta fue
INTERRUMPIDA, según el relato cronológico que realiza en su escrito de
cuenta; y, 3).- Que jamás acreditó la BUENA FE en el origen de su posesión,
cuestiones éstas que las vuelvo a poner a consideración de este Tribunal toda
vez que la Responsabole ni aisladamente hizo pronunciamiento al respecto.
Así, se citan los siguientes criterios:
Novena Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS CIVIL Y
DE TRABAJO DEL SEGUNDO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Diciembre de 1996
Tesis: II.1o.C.T.96 C
Página: 436

“PRESCRIPCION ADQUISITIVA. LA BUENA FE DEBE


PROBARSE “(LEGISLACION DEL ESTADO DE MEXICO). Si el
actor en la usucapión “se ostenta como poseedor de buena fe, al ser un
elemento de la acción, “debe probarlo, como lo ordena el artículo 269
del Código de “Procedimientos Civiles del Estado de México, aun
cuando no hubiere “controvertido el demandado la posesión como de
mala fe.”

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS CIVIL Y DE


TRABAJO DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 789/95. Carmen Culebro viuda de Hernández, en su


carácter de albacea de la sucesión intestamentaria a bienes de Ernesto
Hernández Pantoja. 1o. de agosto de 1996. Unanimidad de votos. Ponente:
Salvador Bravo Gómez. Secretario: José Fernando García Quiroz.

Octava Epoca
Instancia: SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DECIMO PRIMER
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: V, Segunda Parte-1, Enero a Junio de 1990
Página: 36

“ACCION PLENARIA DE POSESION, IMPROCEDENCIA DE LA.


Como “el propio quejoso en su demanda inicial adujo que hasta esa
fecha tenía la “posesión del bien inmueble, materia de la reclamación,
“incuestionablemente que la acción intentada al respecto para
recuperar la “cosa demandada deviene improcedente, si se tiene
presente que dicha “acción es de condena y no declarativa.”

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DECIMO PRIMER


CIRCUITO.

Amparo directo 505/89. Gustavo Borja García. 10 de enero de 1990.


Unanimidad de votos. Ponente: Carlos de Gortari Jiménez. Secretario:
Rogelio Séptimo Gabriel.

Finalmente, para los efectos de la tramitación del presente


Juicio Garante, es deseo del suscrito transcribir la totalidad de los agravios
expresados ante la Resposanble, a fin de que este Tribunal los tenga en cuenta
al momento de emitir su resolución y con base en ellos REVOQUE la
resolución emitida por la H. Quinta Sala del Honorable Supremo Tribunal de
Justicia del Estado de Jalisco, y ordene en su lugar la IMPROCEDENCIA
DE LA ACCION EJERCITADA EN AUTOS POR ELEUTERIO
LOBATOS GAMBOA, ASI COMO LA PROCEDENCIA DE LA
ACCION DE NULIDAD QUE EN VIA DE RECONVENCION FUE
PLANTEADA POR EL SUSCRITO.

a).- PRIMER AGRAVIO.- El primero de los agravios que


causa la Resolución recurrida al suscrito, precisamente lo constituye la
violación que el A Quo hace del Principio de Congruencia contenido en el
artículo 87 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado, precepto
legal que literalmente expresa: """Las sentencias deberán ser claras,
precisas y congruentes con la demanda y su contestación, con las demás
pretensiones deducidas oportunamente y con las pruebas recibidas en el
pleito que tengan relación con los hechos sujetos a debate, condenando o
absolviendo al demandado y decidiendo todos los puntos litigiosos que
hubieren sido controvertidos sin tomar en consideración hechos, ni pruebas
distintas. Cuando los puntos litigiosos objeto del debate sean varios, se hará
el pronunciamiento correspondiente a cada uno de ellos. Los jueces y
tribunales tienen la obligación de examinar de oficio los presupuestos
procesales y los elementos de la acción ejercitada."""

Del transcrito precepto legal, se coligue que el


espíritu de dicho numeral lo es, establecer la obligación que tiene la Autoridad
de Instancia (Juez A Quo) de que al resolver debe existir un razonamiento
lógico en su Sentencia, la que deberá de ser en los términos mencionados en
dicho ordinal, basada desde luego en el material probatorio que obra en autos,
en cuanto tengan relación con los hechos controvertidos en la litis; hacer un
pronunciamiento concreto a cada punto y estudiar de oficio los elementos de
la acción y los presupuestos procesales de ésta.

Pues, bien de autos se desprende que lo anterior no


aconteció, si tenemos en cuenta que el precepto legal aludido lleva implícita la
obligación de que el Juez al resolver debe valorar las probanzas, debe además
fundar y motivar su resolución, entendiendo por lo primero la cita de los
preceptos legales aplicables al caso concreto, y por lo segundo, el
razonamiento que la propia Autoridad deba realizar para efectos de sostener su
resolutivo, los cuales de ninguna manera deben ser absolutos, sino que tienen
como límite la actualización del sano juicio y el recto criterio para su
observación. Luego, de la sentencia que se recurre se advierte que el Juez de
los autos, cuando aisladamente se refiere a la acción de nulidad que mi
representado hizo valer en Vía de Acción Reconvencional, la desecha sin que
en su caso explique motivos fundados para su proceder, sin que exista
precepto legal que lo autorice a tal desechamiento, sin que tan siquiera razona
rectamente su juicio. En efecto, al referirse al escrito de reconvención
mencionado, el Juez dice que en los términos apuntados con los esos medios
de prueba no esta probada la acción hecha valer de mi parte, sin analizar a
fondo la acción, es más ni tan siquiera dijo cuáles serían los elementos de
dicha acción, mucho menos aún cuáles serían los presupuestos procesales de
aquélla, ni dijo porqué estimó que no probo mi Representado la acción
mencionada, ni tampoco menciono los preceptos legales que lo autorizaban a
tal desechamiento.

Con ello, indudablemente que el A Quo viola en


agravio de mi representado las Garantías de Legalidad, Seguridad Jurídica,
establecidas a favor de mi mandante en los artículos 14 y 16
Constitucionales, porque la primera de dichas garantías establece en lo
conducente que el derecho debe resolverse conforme a la letra de la ley, en su
defecto, conforme a la interpretación jurídica de la propia ley y en defecto de
uno y otro, conforme a los principios generales del derecho, lo que es obvio
que en autos no acontece, pues se insiste ningún razonamiento jurídico expone
para sostener que la acción que en vía reconvencional hizo valer mi
poderdante, no quedó probada. Lo anterior deviene del análisis de los autos de
origen, los que conforme a lo establecido en el artículo 402 del Código
Adjetivo de la Materia tienen pleno crédito. También viola la Garantía de
seguridad jurídica, porque ésta sería consecuencia de la anterior, en cuanto a
que se dice que la sentencia tiene la presunción de estar dictada conforme a la
ley, pero desvirtuada dicha presunción, consecuentemente se actualiza la
violación invocada, porque entonces estamos al margen de la ley y fuera del
marco legal previamente establecido.

Se insiste, el Juez de los autos debió de haber dicho


cuáles eran los presupuestos procesales de la acción de Nulidad intentada por
mi representado, que en el caso concreto, no son otros que los siguientes: que
exista un documento que no este constituido conforme a la ley, por carecer de
alguna formalidad; y, que ese documento, contenga la propiedad de un
inmueble determinado, propiedad que es controvertida.

Luego los elementos de la acción de Nulidad serían,


de acuerdo a la hermenéutica jurídica de la Doctrina y Jurisprudencia firme y
en lo que interesa a este sumario se traducen en: """ a).- La falta de alguna
formalidad; b).- Que esa formalidad sea de carácter esencial; y, c).- Que la
irregularidad traiga como consecuencia la indefensión a cualquiera de las
partes."""

Así bajo las condiciones en que el a quo emite su


resolución, se ignora cuáles son los presupuestos procesales y elementos de la
acción de nulidad intentada por el suscrito, y qué elementos de convicción
sirvieron al resolutor para desatender mi demanda reconvencional de nulidad,
precisamente porque jamás lo menciono en su sentencia.
Indudablemente que además de lo anterior el a quo
conculca en perjuicio de mi representado las Garantías de Legalidad y
Seguridad Jurídica, establecida Constitucionalmente en el texto de los
artículos 14 y 16, porque el primero de dichos artículos establece la
obligación de que el juzgador debe resolver las controversias puestas a su
consideración conforme a la letra de la Ley, en su defecto, conforme a la
interpretación de la propia Ley, y en defecto de una y otra, conforme a los
principios generales del derecho; así mismo, porque la sentencia tiene la
presunción de haber sido dictada con apego a la Ley, pero vemos a través del
presente agravio que, no se cumplió tal presunción, porque precisamente en
las condiciones que imperan en dicha resolución, es inconcuso que dicha
sentencia transgrede y violenta el referido principio de Congruencia
mencionado en este inciso, amen de que transgrede el Principio de Igauldad
Procesal, precisamente porque el criterio estampado en la misma, es parcial y
favorece a mi colitigante, como de actuaciones se desprende. Por lo anterior
solicito se REVOQUE la resolución recurrida, en atención de que la misma
no esta apegada a la legalidad.

Por otra parte, este agravio esta íntimamente


relacionado con aquéllos que habrán de ser objeto de perjuicio por separado,
como lo es la Ilegal Valoración de Pruebas que hace el inferior, así como la
falta de fundamentación y motivación, males que por ser materia como se ha
dicho de otros agravios, oportunamente serán abordados como corresponda en
lo subsecuente.

b).- SEGUNDO AGRAVIO.- Este agravio nace


precisamente de LA ILEGAL VALORACION DE PRUEBAS que realiza el
A Quo, en los términos que a continuación se exponen:

Efectivamente en el Tercero de los Considerandos de


la Resolución que se recurre, el A Quo expresamente dice: """ Analizada
que fue la demanda, la contestación a la misma, la reconvención
planteada y la contestación que se dio a esta (SIC) - sin acentuación -, así
como las pruebas ofrecidas y desahogadas por las partes, quien esto
resuelve estima que el actor en el principal cumplió con la carga procesal
que le impone el artículo 286 del Enjuiciamiento Civil para el Estado, esto
es, que acreditó los hechos constitutivos de su acción plenaria de posesión,
y en cambio el demandado no justificó sus excepciones y defensas y
tampoco los hechos constitutivos de su acción de nulidad....""""

Del anterior razonamiento, se deduce que el A Quo


no menciona cuáles son los elementos de la acción, los que ya sentó por
probados por parte de la actora, pues transcribir el precepto legal en que se
contiene la acción respectiva, no cumple tal exigencia; luego, cómo es posible
me pregunto el suscrito, que el Juez dé por probados los elementos de la
acción en comento, sin tan siquiera hacer alusión a ellos, lo que lógicamente
conlleva a deducir que no razona su juicio, y atrevida resulta su forma de
resolver, pues como más adelante se establecerá, tampoco en momento alguno
hace una adminiculación del material probatorio para arribar a la conclusión
manifestada atemporalmente.

Con independencia de lo anterior, y aún suponiendo


sin conceder que se haya cumplido la exigencia anterior, el a quo dice que el
primero de los elementos de la acción el actor lo acredito con la exhibición de
la Documental Pública número 11,189 en donde se contiene la protocolización
de las diligencias de información ad perpetuam que fueron atacadas de
NULAS por mi representado, basando su razonamiento en que en dicha
documental se contiene una interlocutoría de fecha 26 veintiséis de Febrero de
1993 mil novecientos noventa y tres, en donde se declara al colitigante de
poseedor en propietario del inmueble sujeto a litis. Dicha documental el juez
de los autos la califica con valor probatorio pleno y como razonamiento a lo
anterior, únicamente expone lo siguiente: """...con lo que justifica entonces
la causa legítima que tiene para poseer el inmueble en cuestión...""",
citando una tesis aislada de jurisprudencia, la que ni obliga por no ser de las
emitidas por el Circuito a que pertenece el Tribunal que resuelve, pero
esencialmente por no ser Jurisprudencia firme, criterio de referencia por cierto
mal entendido por el propio resolutor, pues en él precisamente se plasma la
idea de lo que debe entenderse por JUSTO TITULO entratándose de
cuestiones posesorias, idea recogida desde el derecho romano y germánico, de
establecer en qué consiste el justo título en esta clase de juicios, a través de la
conjunción del ánimo del corpus y del animus, no como el documento escrito
en donde se contenga tal derecho, que fue lo que finalmente hizo concluir al a
quo, que el actor efectivamente había probado el JUSTO TITULO con la
citada documental, que además fue atacada de nula.

Luego de lo anterior deviene establecer que dicha


probanza aún cuando fue valorada en su justa dimensión, la misma no servía
para probar el justo título a que se refiere el primero de los elementos de la
acción, habida cuenta de que ese documento en autos estaba desvirtuada con
el dicho de los atestes ofertados de mi parte, probanza ésta última que en
beneficio del actor y en perjuicio de mi representado fue mal valorada, pues
dicho Juez se aparta de todo criterio lógico, al mencionar que dicha
testimonial no reúne los requisitos del artículo 411 del Enjuiciamiento Civil
para el Estado de Jalisco,

LA POSESION debe acreditarse idoneamente con la


prueba Testimonial, así lo establecen criterios firmes de la corte, y el a quo al
valorar la referida testimonial es tanta su confusión que mezcla cuestiones de
propiedad con las sujetas a litis que son meramente de posesión definitiva,
pues cuando procede a calificar la probanza testimonial textualmente dice:
"""con respecto a la testimonial que estuvo a cargo de REYNALDO
MADERA AVILA Y ABEL MERCADO BERUMEN, debe indicarse que
tampoco le favorecen, toda vez que aún cuando refieren conocer al actor y al
demandado, así como el predio que motivo el presente juicio y que tanto
ELUTERIO como FORTINO LOBATOS lo tienen en posesión y que era
herencia de GABINO LOBATOS; no obstante tales testimonios fueron no
aptos jurídicamente, pues el primero de los mencionados al exponer las
razones de su dicho, es claro al exponer que conoce lo expuesto porque ellos
mismos (actos y demandado) se lo platicaban en amistad y por eso es que se
daba cuenta, además de que en las repreguntas que le formula el abogado
patrono de la parte actora en el principal sigue insistiendo en que no ha tenido
a la vista ningún documento que acredite a los contendientes en este juicio
como propietarios y que solo lo indica porque ellos mismos se lo comentaron,
y el segundo de los atestantes como razones de sus exposiciones solo dicen
"porque yo conozco ahí y a los señores también los conozco", y en las
repreguntas que le fueron articuladas en el sentido de que si había tenido a la
vista algún documento en donde constará que el inmueble hubiera pertenecido
al padre de los señores ELEUTERIO Y FORTINO LOBATOS GAMBOA,
contestó "no, eso yo no lo se, yo solo se que es del papá"... Luego
posteriormente el juez de los autos niega cualquier valor probatorio a dicha
probanza, porque dice que con ella no se acredita que el inmueble haya
pertenecido a los contendientes en este juicio, y por no reunir los requisitos de
las fracciones II, III y V del artículo 411 del Enjuiciamiento Civil Penal
para el Estado, porque según su criterio los dichos no son claros ni precisos,
no versan sobre situaciones conocidas por los propios atestes sino se basan en
referencias de otros.

Contrario a lo razonado por el a quo, basta analizar el


desahogo de la probanza de mérito para concluir que el juez no estimó el
dicho de los testigos como lo ordena la legislación Jaliscience en ese sentido,
pues más parece la calificación de una prueba confesional en materia penal, en
que solo toma en cuenta el juzgador aquéllas cuestiones que perjudiquen al
que la hace, lo que es contrario a la forma de calificar dicha probanza
testimonial, pues ésta debe valorarse como un todo y no aisladamente como lo
hace el juzgador de mérito. En efecto, el juez de los autos jamás tomo en
cuenta, o al menos no dice nada respecto de la edad, capacidad intelectual,
probidad, instrucción, independencia de criterio de los atestes, lo que a la
postre resulta elemental puesto que resulta innegable que dichos testigos al
manifestar sobre sus generales ambos expusieron ser agricultores, situación
que se insiste el a quo jamás tomo en cuenta; tampoco no dijo nada respecto
de si dichos atestes fueron o no coaccionados para declarar, o al menos de eso
no dice nada el a quo.

Luego, dicha probanza debió de haber sido estimada


como un todo, como un conjunto en lo depuesto y no aisladamente como lo
hace el juzgador de origen; así, respecto de dicha prueba debe decirse que, el
primero de los atestes menciono conocer a ambos contendientes, que conoce
el inmueble sujeto a litis, precisamente porque ambos contendientes lo han
invitado ahí; que precisamente a trabajado con ambos en ese inmueble
cortando mango, un año con uno y otro año con el otro; manifestó además que
desde hace 40 cuarenta años ambos ejercen la posesión; que sabe que ese
inmueble es herencia del padre de las partes en conflicto. Luego bajo esas
condiciones este dicho, aún cuando el ateste manifieste que sabe lo anterior
porque los contendientes se lo han manifestado, debe seguir reinando su dicho
a la tercera y quinta de las preguntas formuladas en las que dijo haber
trabajado con ambos en ese predio, así como también constarle por eso que
ambos ejercen la posesión en el inmueble en litis desde hace más de cuarenta
años.

El segundo de los testigos manifestó conocer a los


promoventes desde hace 50 cincuenta años, así como conocer el inmueble
sujeto a litis y saber que la posesión de dicho inmueble la ejercen ambos
contendientes en este sumario; que lo administran un año cada uno de los
contendientes, que ejercen dicha posesión desde hace más de 40 cuarenta
años, dicho éste que reúne los requisitos establecidos en el artículo 411 del
Enjuiciamiento Civil del Estado de Jalisco, y que por ende, debió de ser
calificado como de pleno valor probatorio y probar que efectivamente ambos
contendientes ejercen el derecho de posesión en el inmueble materia de este
juicio, probanza suficiente para desvirtuar el valor irrogado por el a quo a la
documental atacada de nula, amen de haber servido de base para proceder a
entrar al estudio de la nulidad enderezada por mi representado en contra de la
documental que sirvió al a quo para decretar acreditado el justo título, pues
con esos dichos además se acreditaba el interés de mi parte y la legitimación
para pedir su nulidad y al no haberlo advertido así el a quo, viola y conculca
garantías de mi representado, las que han sido previamente mencionadas y
especificadas en el inciso que antecede.

Luego, la calificación irrogada por el a quo a la


testimonial ofertada de mi parte contraviene el capítulo correspondiente a la
valoración de las pruebas, especialmente el numeral 411 del Código
Adjetivo de la Materia para el Estado, en los términos mencionados y
analizados con inmediata anterioridad.

Así, debe concluirse que la documental consistente


en las diligencias de información ad perpetuam, jamás acreditan el justo título
que menciona la ley, y mucho menos que éste haya sido adquirido de buena
fe, máxime que el trámite en comento nunca causa estado ni alcanza la
autoridad de la cosa juzgada, precisamente porque tratándose de trámites en
donde únicamente el interesado es el promovente y no se le da participación a
nadie más, dichos procedimientos no pueden establecerse a la par de los
juicios contenciosos. Luego, teniendo el Juez la obligación de analizar
oficiosamente la acción de las partes, falto a dicho deber, porque jamás analiza
la acción de nulidad hecha valer por mi representado, la que debió de analizar
precisamente en mérito de todas las irregularidades esenciales que le fueron
mencionadas en el escrito reconvencional de demanda, entre las cuales y en lo
que interesa cabe destacar las siguientes: que con la testimonial rendida en
aquel trámite de jurisdicción voluntaria, no era suficiente para acreditar la
posesión alegada por Eleuterio Lobatos Gamboa en dicho trámite, porque no
acreditaba el concepto de propietario, tampoco acreditaba tener la posesión de
manera pública, continúa y pacíficamente, tal como lo ordena la Ley al
respecto, pues en dichos trámites se debe acreditar dichos elementos a
saciedad. En efecto, el dicho de los testigos en ese sentido lo fue en el sentido
de concretarse a contestar un "SI" sin agregar nada al respecto, es decir, si
les constaba que Eleuterio era poseedor en calidad de propietario, dijeron si
únicamente, que si tenía la posesión pública, pacífica y continuamente
mencionaron que si, dichos insuficientes para acreditar la posesión alegada en
ese trámite, incumpliendo así además lo establecido por los artículos 866,
867, 868 y 869 del Código Sustantivo actualmente derogado pero aplicable a
este negocio en términos de lo establecido por el ordinal Octavo Transitorio
de la nueva Legislación Civil Sustantiva para el Estado de Jalisco, en
relación con los arábigos 1180 y 1181 de la propia codificación, en cuanto a
que los primeros mencionan lo que se debe entender por la posesión en las
condiciones establecidas por la Ley, y los últimos mencionados, establecen el
cómo se deben prescribir los inmuebles y el tiempo necesario para ello.

Luego, cómo es posible que Eleuterio Lobatos


Gamboa haya demostrado la existencia de ese derecho, si nunca tuvo la
posesión exclusivamente él, máxime si como el mismo lo reconoce en su
deposado al absolver posiciones que dejó de ejercer dicha posesión porque
supuestamente mi representado se la hubo arrebatado, lo cual sin ser cierto,
pero siendo una confesión del actor en el principal debe entenderse que dicha
posesión se interrumpió y que además, no reunía las características relativas a
la temporalidad, a la continuidad y a que era pacífica.

Estos elementos de prueba, adminiculados a la


documental pública que mi representado exhibió y que hizo consistir en el
certificado de no adeudo de contribuciones de agua, número 585 a nombre de
FORTINO LOBATOS GAMBOA, sostenían lo antes razonado, pues tal
documental es obvio que tiene el valor de prueba plena conforme a los
artículos 329, 330, 399 y 400 del Código Adjetivo de la Materia. Así en
esos mimos términos debió de haber servido al a quo para sostener lo antes
razonado, los nueve recibos de contribuciones del inmueble afecto a nombre
de Ausencio Lobatos, pues tales documentales tiene al igual que la anterior
pleno valor probatorio, y habiéndose ofertado en autos la presuncional legal y
humana, obviamente que debería de ser la conclusión jurídica a la que se
hubiera allegado, pues finalmente lo que el juez busca en cada juicio es la
verdad legal y determinar y resolver el derecho, hipótesis que en las
condiciones en que determino el presente juicio, no se cumple.

Así, cabe decir que al particular le resultan aplicable


los siguientes criterios de jurisprudencia, los que también son de observancia
obligatoria en términos de los establecido en el artículo 193 de la Ley de
Amparo, los cuales se citan bajo los siguientes:
“RUBRO: PRUEBAS, APRECIACION DE LAS, POR
AUTORIDAD “JUDICIAL.- Tratándose de la facultad de los jueces
para la apreciación de “las pruebas, la legislación mexicana adopta el
sistema mixto de “valoración, pues si bien concede arbitrio judicial al
juzgador, para la “apreciación de ciertas pruebas (testimonial,
pericial o presuntiva), ese “arbitrio no es absoluto, sino restringido por
determinadas reglas basadas “en los principios de la lógica, de
las cuales no debe separarse, pues “al hacerlo, su apreciación
aunque no infrinja directamente la ley, si viola “los principios lógicos
en que descansa, y dicha violación puede dar “materia al examen
constitucional.”
QUINTA EPOCA. A.D. 4510/36; A.D. 3804/39; A.D. 7486/40; 4312/40;
A.D. 6233/40. Segunda Sala, Tesis 1493, Apéndice 1988, Segunda Parte,
pag. 2379.

“RUBRO: PRUEBAS, APRECIACION DE LAS.- Tratándose de


pruebas “testimonial, pericial y presunciones, el sistema adoptado por
nuestra “legislación es dejar en gran parte al arbitrio judicial la
apreciación de ellas, “sin embargo, ese no es absoluto, al estar
restringido a determinadas reglas “basadas en los principios generales
de la lógica, de los que el juez no debe “separarse."
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO CIRCUITO.
OCTAVA EPOCA. INSTANCIA: Tribunales Colegiados de Circuito.
FUENTE: Semanario Judicial de la Federación. TOMO: IX-Abril, pag.
591.

“PRUEBAS. METODO A EMPLEAR EN LA VALORACION DE


LAS. “(LEGISLACION DEL ESTADO DE JALISCO).- Las pruebas
deben ser “examinadas primero de manera individual, con el propósito
de advertir si “satisfacen o no los requisitos de ley, en caso de que las
pruebas incumplan “con alguno de los requisitos señalados en la
norma, procede desestimarlas “de acuerdo con el principio inmerso en
el artículo 297 párrafo segundo del “Código de Procedimientos Civiles
para el Estado de Jalisco, en cambio, si “reúnen los requisitos procede
establecer su alcance probatorio al tenor del “artículo 418 del mismo
ordenamiento y posteriormente, han de apreciarse “en conjunto
mediante su enlace o confrontación, según el caso a fin de “lograr la
verdad jurídica."
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER
CIRCUITO.
OCTAVA EPOCA. INSTANCIA: Tribunales Colegiados de Circuito.
FUENTE: Semanario Judicial de la Federación. TOMO: IX-Abril, pag.
295.

Octava Epoca
Instancia: TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: IX, Marzo de 1992
Página: 220

“INFORMACION AD PERPETUAM, NO TIENE VALOR


PROBATORIO “PARA ACREDITAR LA POSESION. Las
informaciones ad perpetuam “sólo tienen por objeto acreditar o
justificar un derecho en el que no tiene “más interés sino la persona
que promueve, y por su carácter de “actuaciones de jurisdicción
voluntaria no puede tener valor probatorio en “cuanto a la posesión, ni
como instrumento público, ni como información “testimonial; y, por
ende, su protocolización notarial sólo implica la “autenticidad de la
información en cuanto a su existencia.”

TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO CIRCUITO.

Amparo directo 531/90. José Guadalupe Hernández Torres. 14 de marzo de


1991. Unanimidad de votos. Ponente: Francisco A. Velasco Santiago.
Secretario: Arturo Jesús Becerra Martínez.

Octava Epoca
Instancia: TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: VI, Segunda Parte-2, Julio a Diciembre de 1990
Página: 554

“INFORMACION AD PERPETUAM. VALOR PROBATORIO EN


MATERIA “DE POSESION Y PROPIEDAD. Las informaciones ad
perpetuam sólo “tienen por objeto acreditar algún hecho o justificar un
derecho, en los que “no tiene interés, más que la persona que
promueve. Ahora bien, por su “carácter de actuaciones de jurisdicción
voluntaria no pueden tener valor “probatorio, en cuanto a la posesión,
ni como instrumento público ni como “información testimonial; lo
primero, porque su protocolización sólo implica “la autenticidad de la
información, en cuanto a su existencia, pero no en lo “que respecta al
fondo; y, lo segundo, porque las declaraciones de las “personas que en
ellas intervienen, no engendran de manera alguna, los “efectos de la
prueba testimonial, por no satisfacer las garantías de “publicidad y de
protección del derecho de contradicción reconocido a las “partes, por
las normas que regulan la recepción de la prueba en el juicio; “por
ello, tales diligencias no constituyen un título de propiedad, sino que
“sólo debe concedérseles el valor de una presunción siempre y cuando
“estén debida y oportunamente protocolizadas.”

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.

Amparo directo 215/90. Candelario López Loeza. 19 de junio de 1990.


Unanimidad de votos. Ponente: Jaime Manuel Marroquín Zaleta.
Secretaria: María Guadalupe Herrera Calderón.
Octava Epoca
Instancia: SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL
DEL PRIMER CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: I, Segunda Parte-1, Enero a Junio de 1988
Página: 351

“INFORMACION AD PERPETUAM, SE REQUIERE ACREDITAR


TODOS “LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA
PRESCRIPCION POSITIVA “EN LA.- Es inexacto que para la
procedencia de diligencias de información “ad perpetuam, sólo deba
acreditarse la posesión en forma pacífica, “continua y pública, y por
más de diez años en el evento de que sea de “mala fe, porque si uno de
los requisitos que establece el artículo 1151 del “Código Civil para el
Distrito Federal, es que la posesión sea en concepto “de propietario,
ello obliga a la promovente a comprobar la causa “generadora de su
posesión, pues de esta manera se podrá justificar si se “le transmitió el
dominio o solamente la ocupación, y desde qué fecha, ya “que
conforme al artículo 826 del código de comento, la única posesión
“susceptible de producir la prescripción, es la que se adquiere y
disfruta en “concepto de dueño, por el término y condiciones a que se
refiere el diverso “artículo 1152 del indicado cuerpo de leyes.”

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL


PRIMER CIRCUITO.

Amparo en revisión 347/88. Josefina Romero Alvarez. 13 de mayo de 1988.


Unanimidad de votos. Ponente: Martín Antonio Ríos. Secretario: Mario
Alberto Adame Nava.

Bajo las condiciones narradas y según criterios


transcritos, las diligencias que al a quo le sirvieron para acreditar el justo
título, no son aptas para acreditar la posesión en el juicio contradictorio,
menos aún para probar el justo título que la ley requiere en cuanto al primero
de los elementos de la acción intentada por el actor en el principal, pues en él,
esta íntimamente ligado el relativo a acreditar que la posesión se adquirió en
calidad de propietario, que la posesión es pública, pacífica y continúa, lo que
se insiste en dicho trámite no aconteció. Por ello se pide se declare la
improcedencia de la acción plenaria de posesión que el a quo hizo prosperar, y
en su lugar, se decrete procedente la acción de nulidad intentada en autos por
mi representado, pues huelga decir que con las probanzas ofertadas de su
parte, efectivamente se acreditó el derecho a pedir tal nulidad, y luego,
acreditado también las irregularidades esenciales del trámite atacado de nulo,
es inconcuso que lo que se impone es decretar la nulidad del mismo, pues
dichas irregularidades se contienen en la propia documental valorada por el
juez como de pleno valor probatorio.
Sirven de apoyo a lo anterior los siguientes criterios
jurisprudenciales que se citan, los que resultan de observancia obligatotria
para este Tribunal en términos de lo establecido en los artículos 192 de la
Ley de Amparo y 238 de la Nueva Ley Orgánica del Poder Judicial del
Estado de Jalisco, bajo los siguientes rubros:

Novena Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS CIVIL Y
DE TRABAJO DEL SEGUNDO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Diciembre de 1996
Tesis: II.1o.C.T.96 C
Página: 436

“PRESCRIPCION ADQUISITIVA. LA BUENA FE DEBE


PROBARSE “(LEGISLACION DEL ESTADO DE MEXICO). Si el
actor en la usucapión “se ostenta como poseedor de buena fe, al ser un
elemento de la acción, “debe probarlo, como lo ordena el artículo 269
del Código de “Procedimientos Civiles del Estado de México, aun
cuando no hubiere “controvertido el demandado la posesión como de
mala fe.”

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS CIVIL Y DE


TRABAJO DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 789/95. Carmen Culebro viuda de Hernández, en su


carácter de albacea de la sucesión intestamentaria a bienes de Ernesto
Hernández Pantoja. 1o. de agosto de 1996. Unanimidad de votos. Ponente:
Salvador Bravo Gómez. Secretario: José Fernando García Quiroz.

Octava Epoca
Instancia: SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XIV, Julio de 1994
Página: 645

“JUSTO TITULO, QUE DEBE ENTENDERSE POR. EN LOS


JUICIOS “SOBRE POSESION. La expresión justo título puede tener
dos “acepciones: ya sea como el documento que acredite la propiedad;
y otra “como la causa o el motivo legítimo o de buena fe que da
derecho a una “persona a poseer o tener alguna cosa en su poder. De
tal manera que en “los juicios sobre posesión, por justo título no debe
entenderse el “documento con que se justifique el dominio sino la causa
legítima o de “buena fe de la tenencia o posesión de la cosa, ya que de
interpretarse de “la primera manera, la acción publiciana sería inútil,
puesto que teniendo el “título que demuestre la propiedad, la acción
procedente sería la “reivindicatoria; por el contrario, cuando la parte
actora carece del “documento de propiedad, puede intentarse la acción
plenaria de posesión, “pues ésta, como ya se dijo, tiende a proteger la
posesión legítima de un “bien, siempre que se encuentre su origen en
un acto lícito y de buena fe.”

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.

Amparo directo 152/89. Luis Sigfredo Ortega Amezcua. 23 de mayo de 1989.


Unanimidad de votos. Ponente: José Galván Rojas. Secretario: Jorge Núñez
Rivera.

Octava Epoca
Instancia: SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DECIMO PRIMER
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: V, Segunda Parte-1, Enero a Junio de 1990
Página: 36

“ACCION PLENARIA DE POSESION, IMPROCEDENCIA DE LA.


Como “el propio quejoso en su demanda inicial adujo que hasta esa
fecha tenía la “posesión del bien inmueble, materia de la reclamación,
“incuestionablemente que la acción intentada al respecto para
recuperar la “cosa demandada deviene improcedente, si se tiene
presente que dicha “acción es de condena y no declarativa.”

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DECIMO PRIMER


CIRCUITO.

Amparo directo 505/89. Gustavo Borja García. 10 de enero de 1990.


Unanimidad de votos. Ponente: Carlos de Gortari Jiménez. Secretario:
Rogelio Séptimo Gabriel.

Con independencia de lo anterior la acción de nulidad


debió de haber sido estudiada por el a quo previo al estudio de la acción
principal (publiciana), precisamente porque al haber opuesto mi representado
reconvencionalmente la nulidad del título con el que el Juez de los autos da
por acreditado el elemento relativo al justo título, precisamente para
determinar si ese título era apto para acreditar el elemento en comento, pues al
haberse cuestionado la autenticidad del mismo, obvio era que el juez de los
autos debió primeramente pronunciarse con respecto de la acción de nulidad y
después, ante la no acreditación de ésta proceder al estudio de la acción
principal. En efecto, para robustecer lo anterior cito el siguiente criterio de
jurisprudencia, el que se debe aplicar analógicamente al caso concreto, criterio
que bajo la voz de:
Novena Epoca
Instancia: SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL
DEL SEGUNDO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Enero de 1999
Tesis: II.2o.C.144 C
Página: 907

“REIVINDICACIÓN, EXCEPCIÓN DE NULIDAD DEL TÍTULO


BASE DE “LA ACCIÓN. PROCEDE SU ESTUDIO PREVIO A LA
ACCIÓN DE. Para “la procedencia de la acción reivindicatoria el
actor debe probar, entre otros “elementos, la propiedad de la cosa que
reclama; luego, si el demandado al “contestar la instaurada en su
contra opuso la excepción de nulidad del “título base de la acción, por
la propia naturaleza del juicio el juzgador debe “estudiar en tal caso,
en primer término, la excepción planteada y definir “ese punto, para
saber si el título de la parte actora, cuestionado sobre su “validez, es
apto o no para acreditar la propiedad del inmueble que se “pretende
reivindicar y con ello demostrar el primer elemento de la acción
“intentada. Por tanto, si el ad quem es omiso en hacer el estudio en
dicha “forma, resulta evidente que su actuación infringió las garantías
de legalidad “y seguridad jurídica.”

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL


SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 647/98. Irene Solís Ortega y coags. 10 de noviembre de


1998. Unanimidad de votos. Ponente: Alfonso Francisco Trenado Ríos,
secretario de tribunal autorizado por el Pleno del Consejo de la Judicatura
Federal para desempeñar las funciones de Magistrado. Secretario:
Everardo Shaín Salgado.

Concluyendo, el juez de los autos sentó acreditado el


primero de los elementos de la acción Publiciana, con un documento que no
obstante tener valor probatorio pleno, no es apto para acreditar el justo título a
que se refiere el primer elementos de la acción de referencia, el que además no
sirve para acredita la propiedad, no sirve para acreditar la posesión en juicio
contradictorio y que aunado a todo ello, dicha documental fue cuestionada y
acreditado el interés legítimo para su cuestionamiento, el que huelga decir, en
los términos de la testimonial analizada en líneas anteriores, quedó acreditada
la acción de nulidad, habida cuenta de que en la propia documental
cuestionada se contienen las irregularidades esenciales al procedimiento y ya
mencionadas en este escrito de agravios.

Así mismo, ese documento jamás sirve para acreditar


la posesión pública, pacífica y continúa, amen de las confesiones obtenidas
por el demandado reconvencionalmente en este juicio. Cabe citar en este
apartado que efectivamente el actor en el principal jamás acredito, ni en este
juicio ni en el trámite de jurisdicción voluntaria, haber adquirido el inmueble
de manera legal y tampoco acredito el hecho generador de su posesión, pues
en autos consta que el propio actor en el principal manifiesta, más no probo,
que hubo adquirido dicho inmueble por compra realizada al señor Eliseo
Robles Velázquez, quien no tenía la disposición de dicho inmueble, y que
incluso el inmueble de marras esta registrado a nombre de Ausencio Lobatos.
Luego cómo es posible sostener el criterio del a quo, si éste en su resolución
jamás se preocupó tan siquiera de hacer una debida concatenación de pruebas,
y concluir al menos de manera que pareciera legítima, que efectivamente
Eliseo Robles Velázquez vendió el inmueble en litis a favor de Eleuterio
Lobatos Gamboa, para estar en aptitud de presumir el concepto de dueño a que
alude la Ley Civil en lo conducente a la presente manifestación que en vía de
agravio se vierte.

Luego el segundo de los elementos de la acción, se


refiere precisamente a que el título mencionado en el primer elemento, haya
sido adquirido de buena fe. No obstante de que existe la presunción de la
buena fe, y de que a quien alegue la mala fe corresponde probarla, mi
representado con el desahogo de la testimonial referida en líneas anteriores
probó precisamente la mala fe del promovente de las diligencia atacadas de
nulas, puesto que en ella se acredito que la posesión del inmueble
controvertido en este sumario y al que se refieren las citadas diligencias de
jurisdicción voluntaria son el mismo, dicho inmueble desde hace 40 cuarenta
años esta en posesión tanto del actor en el principal, como de mi representado,
cuestiones éstas que no fueron advertidas por el a quo y las que solicito se
tengan en cuenta al momento de resolver en definitiva, pues
independientemente de que se halla o no acreditado que dicho inmueble
pertenecía a la una diversa sucesión, basta con acreditar el interés legítimo
para demandar la nulidad para que ésta prospere, pues sostener lo contrario
sería como hacer nugatorio el derecho en perjuicio de las partes.

Ante la falta de acreditación de los elementos antes


mencionados, se hacía innecesario entrar a estudiar los dos elementos
restantes, precisamente por ocioso dicho estudio y por inconducente, pero no
obstante ello el a quo dio por probada la acción en los términos de su
resolución, la que ha sido atacada en este escrito de apelación.

Por lo anterior solicito a este Tribunal Superior de


Justicia se sirva REVOCAR la resolución recurrida por no poder sustentarse
el criterio del juez estampado en la misma, por no existir artículo alguno en la
Legislación aplicable que sostenga los razonamientos y fundamentos expuesto
por el Juez de origen.

c).- TERCER AGRAVIO.- Este agravio deviene


del hecho de que el Juez de la causa, una vez que califica la documental del
actor en el principal con valor probatorio pleno y la considera apta para
acreditar el justo título, y la confunde con cuestiones de propiedad y no
meramente posesorias como las tratadas en el sumario, trata a dicho título
como perfecto, y en esas condiciones existe de nueva cuenta otra causa de
improcedencia de la acción, que se hace consistir en que el actor en el
principal bajo las condiciones narradas y toda vez que estimó el propio actor
que su título era perfecto, debió de haber ejercitado la acción reivindicatoria y
no la plenaria de posesión, atentos a la calidad del título con el que promovía.

En apoyo a lo anterior traigo el siguiente criterio de


jurisprudencia mismo que se cita bajo el rubro:

Octava Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL DECIMO PRIMER
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XI, Febrero de 1993
Página: 197

“ACCIONES REIVINDICATORIA Y PLENARIA DE POSESION O


“PUBLICIANA. CUANDO LA ACTORA TIENE TITULO DE
PROPIEDAD “PERFECTO, DEBE EJERCITAR LA PRIMERA. Si
bien es verdad que los “artículos 723 y 735 del Código Civil, así como
686 del Código de “Procedimientos Civiles, ambos ordenamientos del
Estado de Michoacán, “disponen por su orden, que el propietario es
poseedor originario; que todo “poseedor debe ser mantenido o
restituido en la posesión contra aquellos “que no tengan mejor
derecho; y que el vencido en interdicto para retener o “recuperar la
posesión, puede después usar el juicio plenario de posesión o “el de
propiedad, también lo es que este último precepto debe interpretarse
“en el sentido de que tal sujeto está en condiciones de intentar la
acción “publiciana, si sólo es poseedor civil de buena fe, pero que si
posee la cosa “en concepto de propietario y cuenta con título de
dominio perfecto, la única “acción que le compete, en caso de despojo,
es la reivindicatoria.”

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL DECIMO PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 345/92. Esperanza Ramírez Vallejo. 29 de septiembre de


1992. Unanimidad de votos. Ponente: Joel González Jiménez. Secretario:
Ricardo Díaz Chávez.

Octava Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XII, Julio de 1993
Página: 137

“ACCIONES PUBLICIANA O PLENARIA DE POSESION Y


“REIVINDICATORIA. DIFERENCIACION. La acción plenaria de
posesión “o publiciana, compete al adquirente de buena fe que tiene
derecho a “poseer con justo título, aun cuando no lo acredite como
propietario y se da “contra quien posee con menor derecho, a fin de
obtener la restitución del “bien; en consecuencia, no sería factible
estimar, que el propietario pudiese “ejercitar la acción plenaria de
posesión para recuperar su tenencia, pues “por justo título debe
entenderse el documento con el cual se demuestra la “causa de
posesión de una cosa y no el instrumento que acredita el “dominio,
porque en esta última hipótesis, el propietario podría hacer uso de
“dos diversas acciones para lograr la restitución, como son la
reivindicatoria “y la publiciana, lo cual no puede permitirse, conforme
a la naturaleza “específica del sujeto activo en cada una de ellas, pues
la plenaria de “posesión debe ejercitarla el poseedor con justo título,
que esté en vías de “adquirir la cosa por medio de la prescripción,
mientras que la reivindicatoria “sólo puede intentarla quien
previamente tiene el carácter de dueño; “incluso, el término utilizado
por el legislador; aun cuando no haya prescrito, “es necesario
entenderlo en el sentido de estar por consumarse la “usucapión,
supuesto que únicamente puede presentarse, si el accionante “no es
propietario del bien. Además, el juzgador sólo debe examinar cual de
“los títulos exhibidos por las partes, es mejor para acreditar el derecho
a la “posesión originaria, pues el ejercicio de la acción plenaria, no
implica “análisis de ninguna cuestión de propiedad, ya que la acción
publiciana se “funda en una ficción, que consiste en considerar al
poseedor que no ha “prescrito, como si hubiere ya ocurrido la
prescripción.”

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 1365/90. Lucila Mendoza Peña y otro. 21 de noviembre de


1990. Unanimidad de votos. Ponente: Raúl Díaz Infante Aranda. Secretario:
Rigoberto F. González Torres.

Véase: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, número 74, pág.


15, tesis por contradicción 3a./J.1/94.

En esas condiciones resulta innegable que el actor


pues, debió ejercitar la acción reivindicatoria y no la plenaria de posesión que
enderezó en autos, pues aún cuando el artículo 2 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado menciona que la acción prospera en juicio
bajo las condiciones que presumiblemente serían aplicables al presente caso,
en la especie dicho precepto legal no le es aplicable precisamente a virtud de
los criterios sentados, pues precisamente prospera dicho precepto legal cuando
no exista disposición legal, interpretación o principio de derecho que indique
lo contrario y que con ello impida tal aplicación. En efecto, dichos criterios
transcritos precisamente surgen para resolver y establecer una solución al
conflicto plateado, por tanto se sostiene que si el actor consideró su título
perfecto y el a quo lo estimó como tal, dicha Autoridad de Instancia debió de
haber decretado la improcedencia de la acción por no corresponder a las
prestaciones solicitadas.

Por lo tanto, es necesario que la H. Sala que toque


conocer del presente recurso advierta las irregularidades mencionadas en este
pliego de agravios y oportunamente con base en ellos, REVOQUE la
sentencia que ahora se recurre, declarando la improcedencia de la acción por
cualquiera de las causa expresadas anteriormente pues todas resultan
procedentes para ese fin. En consecuencia de lo anterior, también debió de
haber decretado la procedencia de la acción de nulidad intentada en autos por
mi representado por los motivos expuestos en este pliego de agravios, los que
por otra parte son fundados y suficientes para esos fines.

Comentando, el actor jamás acreditó tener algún


derecho sobre el inmueble sujeto a controversia y el título que para tal fin
exhibe el mismo no acredita ser justo ni apto para acreditar la posesión, y
contrario a ello mi representado acreditó precisamente tener un derecho en ese
inmueble, por lo cual en el caso a estudio resultaría mejor el derecho del
suscrito para poseer ese inmueble que el del actor en el principal, pues debe
recordarse que el medio idóneo para acreditar ese derecho de posesión, es la
prueba testimonial, y la única apta para acreditar la posesión en ese inmueble,
lo es la que desahogo mi representado en autos. Se concluye que el actor en el
principal no acreditó tener mejor derecho que mi representado para poseer el
inmueble en controversia, por lo que de nueva cuenta se impone decretar la
improcedencia de la acción.

d).- CUARTO AGRAVIO.- El cuarto agravio


deviene de conjuntar todas las anteriores irregularidades, pues se hace
consistir en la FALTA DE FUNDAMENTACION Y MOTIVACION que
el a quo dejó de aplicar en la resolución que se recurre.

Al respecto el artículo 16 Constitucional establece


en lo conducente: “””Nadie puede ser molestado en su persona, familia,
domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de
autoridad competente, que funde y motive la causa legal del
procedimiento....”””

El espíritu de dicho precepto Constitucional consiste


en que la autoridad al emitir sus resoluciones debe fundar y motivar las
mismas, entendiendo por lo primero, la cita de los preceptos legales que crea
aplicables al caso concreto, y por lo segundo el razonamiento jurídico que
sostenga esa cita de preceptos legales.

La resolución comentada carece y adolece de esas


irregularidades porque en la especie, cuando el Juez a quo declara
improcedente la acción reconvencional planteada en autos por mi
representado, jamás cita artículo alguno en el que se autorice su proceder, y
más aún nunca explica el razonamiento que le sirve de base a ello, por lo cual,
bajo esas condiciones la sentencia que se recurre es conculcatoria de garantías.

Por todo lo expuesto en este pliego de agravios


solicito a los Magistrados que toquen conocer del presente recurso, se sirvan
REVOCAR la resolución de primer orden, por que la misma es incongruente,
existe ilegal valoración de pruebas en ella, no es procedente la acción
intentada por establecerlo así criterios jurisprudenciales, y porque además,
existe falta de fundamentación y motivación. En su lugar solicito decrete la
procedencia de la acción de NULIDAD intentada por mi representado en este
sumario, pues ante la falta de reenvío el Tribunal Ad Quem esta facultado
precisamente para adoptar la postura del juez natural.

En tales hipótesis, lo que se impone es revocar el


fallo de la Sala resolutora para efecto de que deje insubsistente el dictado de la
resolución recurrida en este Garante.

La resolución de fecha 31 treinta y uno de Enero del


actual, viola en agravio del suscrito lo establecido por el artículo 16
Constitucional, en atención de que dicho numeral, establece que todas las
resoluciones de las Autoridades competentes, deberan ser fundadas y
razonadas, carencia también ésta, en la Resolución que constituye el Acto
Reclamado.

Dicha resolución emitida por la Sala resolutora no


tiene en cuenta lo establecido por el artículo 16 Constitucional, en cuanto a
las Garantías de Legalidad, de Seguridad Jurídica y de Audiencia que asegura
el precepto legal invocado.

Dicha resolución emitida por la Sala resolutora no


tiene en cuenta lo establecido por el artículo 14 Constitucional, en cuanto a
que se incumplieron las formalidades esenciales del procedimiento en los
términos expuestos con anterioridad.

La reiteración de los conceptos de violación que se


vienen vertiendo a lo largo de este estudio, obedece substancialmente a la
postura del Tribunal resolutor que a toda costa en su Sentencia desconoce y
niega la validez y alcances jurídicos del inferior al valorar las probanzas
ofertadas en autos, otorgando insospechados e ilegales alcances jurídicos a los
argumentos hechos por la parte actora en el principal y con ello violentar en
mi perjuicio las Garantías Individuales consagradas en la carta Magna en sus
artículos 14 y 16 invocados con inmediata anterioridad del Pacto Federal.

Ahora bien, para todo aquello que por inadvertencia


o por otras causas hayan pasado desapercibidas por el suscrito y no hayan sido
alegadas como conceptos de violación, en este escrito, desde ahora le solicito
tome en cuenta al momento de resolver el presente Juicio la totalidad de lo
actuado en el Juicio de origen del cual deviene el acto reclamado, así como de
manera general desde este momento solicito verme beneficiado con lo
establecido por el artículo 76 Bis fracción VI de la Ley de Amparo.

INCIDENTE DE SUSPENSION.

Con apoyo en lo establecido por los arábigos 124,


125 y relativos y aplicables de la Ley de Amparo, expresamente solicito de Su
Señoría LA SUSPENSION DEL ACTO RECLAMADO, para el efecto de
que las cosas se mantengan en el estado que actualmente guardan hasta en
tanto no se resuelva el fondo del presente Juicio de Garantías, medida que es a
todas luces procedente acorde con lo establecido por el primero de los
arábigos anteriormente citados, amen de que en la especie no se sigue
perjuicio al interés social, ni se contravienen disposiciones de orden público.

Por lo antes expuesto, fundado y razonado a


Ustedes CC. Magistrados que integran la H. Quinta Sala del H. Supremo
Tribunal de Justicia en el Estado de Jalisco, atenta y respetuosamente,

PIDO:

Se me tenga por presente y dentro de tiempo y forma


legales, interponiendo demanda de amparo directo en contra de la Resolución
emitida por esta propia Autoridad y en los términos de los artículos 1o fr. I, 5
fr. I, 21, 27, 158, 163, 165 y demás relativos y aplicables de la Ley de
Amparo, y se haga la remisión al Tribunal Colegiado en Materia Civil en
Turno que deba conocer de la presente Demanda de Garantías.

AL H. TRIBUNAL COLEGIADO QUE TOQUE CONOCER DEL


PRESENTE JUICIO GARANTE, atenta y respetuosamente,
PIDO:

Se me tenga dentro de tiempo y forma legales


interponiendo demanda de Amparo Directo y se admita la misma por estar
ajustada a derecho y en contra de la Sentencia de fecha 31 treinta y uno de
Enero del actual, dictada por los CC. Magistrados integrantes de la H. Quinta
Sala del Honorable Supremo Tribunal de Justicia en el Estado de Jalisco,
dentro del Toca de Apelación número 1637/2000, relativo a los autos del
Juicio Civil Sumario número de expediente 811/98, del índice del Juzgado
Mixto de Primera Instancia del Décimo Tercer Partido Judicial del Estado con
sede en la Ciudad de Colotlán, Jalisco, promovido en mi contra por Eleuterio
Lobatos Gamboa.

Se me conceda la Suspensión de la Sentencia que


constituye el Acto Reclamado para los fines anteriormente indicados.

Cumplidos que sean los trámites procesales dicte


Resolución concediéndome el Amparo y Protección de la Justicia Federal en
los términos ya solicitados, DECLARANDO IMPROCEDENTE LA
ACCION PELNARIA DE POSESION INTENTADA EN AUTOS DEL
DE ORIGEN POR ELEUTERIO LOBATOS GAMBOA EN CONTRA
DEL SUSCRITO Y EN CONSECUENCIA DE ELLO, DECLARE LA
PROCEDENCIA DE LA ACCION DE NULIDAD INTENTADA POR
EL SUSCRITO EN VIA RECONVENCIONAL EN CONTRA DEL
ANTES MENCIONADO.

Mande pedir a las Responsables sus Informes


Previo y Con Justificación, los cuales deberan rendir dentro de los términos a
que se refieren los artículos 131 y 149 respectivamente de la Ley de la
Materia.

Desde estos momentos ofrezco como Pruebas de mi


parte, las actuaciones del Juicio Civil Ordinaro marcado con el número de
expediente 811/98 promovido en mi contra por Eleuterio Lobatos Gamboa, las
cuales acorde a lo establecido por el artículo 402 del Enjuiciamiento Civil del
Estado, tienen pleno valor probatorio y de las cuales se desprende la violación
de Garantías invocadas en este escrito.

Tenga como mi autorizado en los términos del


numeral 27 de la Ley de Amparo a los Profesionistas que he mencionado y
como domicilio para recibir notificaciones el que he dejado asentado en el
preámbulo de este libelo de Garantías.
ATENTAMENTE.

Guadalajara, Jal. a 23 de Febrero de 2001.

FORTINO LOBATOS GAMBOA.

ACEPO CARGO CONFERIDO Y PROTESTO SU FIEL Y


LEGAL DESEMPEÑO.

LIC. JOSE DE JESUS RAMOS FRAUSTO.

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