TEZONTEPEC, S.A. DE C.V. AMPARO DIRECTO NÚMERO: ESCRITO INICIAL.
H. TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO NOVENO
CIRCUITO, EN TURNO.
LUIS EDUARDO AVILES RUBIO, en mi
carácter de Administrador Único de la empresa denominada ESTACION DE SERVICIO TEZONTEPEC, SOCIEDAD ANONIMA, DE CAPITAL VARIABLE, personalidad que tengo debidamente acreditada ante la autoridad donde emana el acto reclamado, en términos de lo preceptuado por el artículo 11 segundo párrafo de la Ley de Amparo, mediante copia certificada de la Escritura Pública número 6,363, pasada ante la Fe del Notario Público número catorce, con ejercicio en el Distrito Judicial de Pachuca de Soto, Estado de Hidalgo, Licenciada ANA ELENA FLORES CARRILLO, misma que adjunte anexo al escrito de contestación a la demanda ante el juez de origen, señalando como domicilio para oír y recibir todo tipo de notificaciones y documentos las listas que se publican por los medios electrónicos (INTERNET), autorizando para tales efectos en términos de lo prescrito por el artículo 12 de la Ley de Amparo a los Licenciados ANGEL LAZARO CHAVEZ BENITEZ, MARIO SALDIERNA CAMPOS, ante Usted, comparezco y expongo: Que con fundamento en lo prescrito por los artículos 170 fracción I, 174, y demás relativos de la Ley de Amparo, vengo por medio del presente escrito y en representación de la hoy quejosa, a solicitar el amparo y 2
protección de la Justicia Federal en contra de la sentencia
definitiva de fecha veinticuatro de noviembre del año dos mil catorce, dictada por la Segunda Sala Civil y Familiar del Tribunal Superior de justicia del Estado de Hidalgo, en los autos del Toca número 723/2014-II, en virtud de que causa enormes gravámenes a mi representada, mismos que haré valer en el capítulo correspondiente: A efecto de dar cumplimiento a lo que establece el artículo 175 de la Ley de amparo, manifiesto:
I. NOMBRE Y DOMICILIO DEL QUEJOSO Y
DE QUIEN PROMUEVE EN SU NOMBRE: Ya han quedado expresados.
II. NOMBRE Y DOMICILIO DE LOS
TERCERO INTERESADOS: ADALBERTO JACINTO LUGO VALDES Y/0 ADALBERTO JASINTO LUGO VALDEZ Y/O ADALBERTO JACINTO LUGO VALEDEZ y MARIA DE LA LUZ HERNANDEZ RODRIGUEZ, quien tiene su domicilio en Camino del Recreo número treinta y dos, Edificio H, departamento ciento uno, colonia El Recreo, delegación Azcapotzalco, C.P. 02070, México, Distrito Federal.
III. AUTORIDAD RESPONSABLE:
MAGISTRADOS QUE INTEGRAN LA SEGUNDA SALA CIVIL Y FAMILIAR DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA EN EL ESTADO DE HIDALGO.
IV. ACTO RECLAMADO: Sentencia definitiva
de fecha veinticuatro de noviembre del año dos mil catorce, dictada en los autos del Toca número 723/2014-II, por los Magistrados que integran la Segunda Sala Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia en el Estado de Hidalgo. 3
V. LA FECHA EN QUE SE NOTIFICO EL
ACTO RECLAMADO AL QUEJOSO: veintisiete de noviembre del año dos mil catorce.
VI. LOS PRECEPTOS QUE, CONFORME A
LA FRACCION I DEL ARTÍCULO 1o DE LA LEY DE AMPARO, CONTIENEN LOS DERECHOS HUMANOS CUYA VIOLACION SE RECLAMA EN EL PRESENTE JUICIO DE GARANTIAS: 1, 14, 16 y 17 Constitucionales.
VII. LOS CONCEPTOS DE VIOLACION.
PRIMERO.- La resolución que ahora se
impugna, viola flagrantemente en detrimento de mi representada, los preceptos constitucionales 1, 14, 16 y 17, en relación con los artículos 1º, 44, 80, 90, 253 fracción II y demás relativos del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Hidalgo, al precisar en su Considerando SEPTIMO, lo siguiente:
“…SÉPTIMO.- Los agravios PRIMERO, SEGUNDO,
QUINTO, y SÉPTIMO se encuentran relacionados al referirse a una falta de legitimación, porque a decir del recurrente, el titular del inmueble reclamado en juicio y cuya titularidad se acredita documentalmente y el actor en este juicio son personas distintas. Esto, porque el nombre del actor es ADALBERTO JACINTO LUGO VALDEZ mientras que el título exhibido se refiere a ADALBERTO JACINTO LUGO VALDÉS e incluso ADALBERTO JASINTO LUGO VALDEZ y la diferencia de nombre también respecto de REYNALDA VALDEZ DE LUGO por REYNALDA VALDES DE LUGO. Estos argumentos son INFUNDADOS, en virtud de que desde el escrito de demanda, el actor dijo llamarse ADALBERTO JACINTO LUGO VALDEZ y que también era conocido como ADALBERTO JASINTO LUGO VALDEZ, además, en los anexos de la demanda se aprecia, concretamente a foja 7, que se plasmó su 4
apellido como VALDES en la escritura pública número
29,656 como ADALBERTO JACINTO LUGO VALDES Y/0 ADALBERTO JASINTO LUGO VALDEZ, lo mismo en la escritura número 30,482, foja 17 del expediente. De esto se concluye que el propio actor ha señalado como usa diferente ortografía en su nombre propio pero finalmente se trata de la misma persona y en la contestación de demanda, el ahora recurrente, no señaló ninguna inconformidad por la aparente diferencia en los nombres, por el contrario, en el hecho número 5, se refirió al actor como ADALBERTO JACINTO LUGO VALDES Y/O ADALBERTO JASINTO LUGO VALDEZ, lo mismo en las excepciones II y IV así como en las pretensiones y hechos de la reconvención, así que no hay duda de que el propio demandado ahora recurrente reconoció que se trata de la misma persona sin que además hiciera referencia alguna a la diferencia de nombre de REYNALDA VALDEZ DE LUGO por REYNALDA VALDEZ DE LUGO, por tanto, es INFUNDADO que se trate de personas distintas…” Dichos argumentos resultan infundados, ya que el tercero interesado ADALBERTO JACINTO LUGO VALDES Y/0 ADALBERTO JASINTO LUGO VALDEZ Y/O ADALBERTO JACINTO LUGO VALEDEZ debió de haber promovido ante la autoridad jurisdiccional un pronunciamiento sobre su verdadero nombre, antes de instaurar demanda en contra de mi representada. En efecto, el presente juicio debe de resolverse en estricto derecho, sin suplir deficiencia de las partes y en igualdad de circunstancias, sin afectar la esfera de sus garantías individuales, en ese contexto, no puede una parte comparecer a deducir sus derechos en donde se ostenta con un nombre y los documentos base de acción aparece con otros nombres, y que se pueda considerar que son meras faltas de ortografía como indebidamente lo razona la Sala señalada como autoridad responsable, quien resuelve de manera parcial y suple deficiencias de la parte 5
actora del juicio natural, dejando en estado de indefensión
a mi representada, pues se transgreden en su detrimento los imperativos 1, 14, 16 y 17 constitucionales, en relación con los artículos 1º, 44, 80, 90, 253 fracción II. Sirve de sustento jurídico la jurisprudencia que a continuación transcribo:
“LEGITIMACION ACTIVA EN LA CAUSA. ES UNA
CONDICIÓN NECESARIA PARA LA PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN Y SÓLO PUEDE ANALIZARSE DE OFICIO POR EL JUZGADOR AL MOMENTO DE DICTAR SENTENCIA.
La legitimación activa en la causa no es un
presupuesto procesal sino una condición para obtener sentencia favorable, esto es, se trata de una condición necesaria para la procedencia de la acción, y consiste en la identidad del actor con la persona a cuyo favor está la ley, por lo que el actor estará legitimado en la causa cuando ejercita un derecho que realmente le corresponde, de tal manera que la legitimación ad causam atañe al fondo de la cuestión litigiosa y, por ende, es evidente que sólo puede analizarse de oficio por el juzgador en el momento en que se pronuncie la sentencia definitiva y no antes”.
DÉCIMO PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Por su parte el artículo 243, en su fracción II,
establece:
ARTICULO 253. TODA CONTIENDA
JUDICIAL PRINCIPIARA POR DEMANDA EN LA CUAL SE EXPRESARAN: I. … II. EL NOMBRE DEL ACTOR Y LA CASA QUE SEÑALE PARA OIR NOTIFICACIONES…”. 6
De tal suerte que dicho precepto legal no
faculta a una persona ostentarse con diversos nombres al instaurar una demanda, sino que refiere categóricamente “NOMBRE DEL ACTOR” de manera singular, ahora bien, el diccionario ABC define al nombre de la siguiente manera: “…es la designación que se le da a una persona, animal o cosa tangible para distinguirla del resto de sus pares y darle una identidad única que no sea plausible de confusión con otra similar…” Luego entonces, no cabe la menor duda que el ahora tercero interesado debió de haber definido jurídicamente cuál es su verdadero nombre, solicitando ante la autoridad jurisdiccional un pronunciamiento al respecto, pues no se puede jugar con la administración de justicia ni se puede favorecer de manera parcial a las partes supliendo sus deficiencias, como indebidamente lo hizo el Ad quem en la resolución que ahora se impugna.
En lo que hace al artículo 1º del Código de
Procedimientos Civiles, prescribe:
“ARTICULO 1. EL EJERCICIO DE LAS ACCIONES
CIVILES REQUIERE: III. LA CAPACIDAD PARA EJERCITAR LA ACCION POR SI, O POR LEGÍTIMO REPRESENTANTE;…” En el presente caso, al actor no le asiste razón ni derecho para reclamar de mi representada las prestaciones que enuncia en su escrito inicial de demanda, en virtud de que el documento donde funda su acción, ya precisado en párrafos que anteceden, se encuentra a nombre de ADALBERTO JACINTO LUGO VALDES, persona muy diversa a la actor principal y en ese entendido, procede de pleno derecho la excepción SINE ACTIONE AGIS, planteada por mi representada en su escrito de contestación a la demanda, ya que no pude 7
tenerse por acreditada una acción, cuando el actor
principal no se encuentra debidamente legitimado.
Por su parte, el artículo 44 del mismo
ordenamiento legal, establece:
ARTICULO 44. TODO EL QUE, CONFORME A LA LEY
ESTE EN EL PLENO EJERCICIO DE SUS DERECHOS CIVILES PUEDE COMPARECER EN JUICIO. En el presente juicio, al actor no le compete comparecer al presente juicio, para deducir las prestaciones que reclama, en virtud de que el documento donde funda su acción se encuentra a nombre de persona diversa, que si bien pudiera tratarse de la misma persona, ello lo debe resolver previamente al deducir su información testimonial en términos del artículo 879 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Hidalgo, pero en el juicio natural, nunca acreditó que ADALBERTO JACINTO LUGO VALDES, ADALBERTO JACINTO LUGO VALDEZ o ADALBERTO JASINTO LUGO VALDEZ fueran la misma persona y en la sentencia que se impugna, la Sala señalada como autoridad responsable, suple deficiencias de la actora, dejando en pleno estado de indefensión a mi representada, ya que el Ad quem en ningún momento fundamenta el motivo por el cual una persona se deba de ostentar con tres nombres distintos al instaurar una demanda y que solo se pueda considerar como meras faltas de ortografía, ya que con dicha resolución se atenta en detrimento de mi representada contra lo prescrito por los numerales 1º, 44, 80, 90, 243, en su fracción II, y demás relativos del cogido adjetivo de la materia.
Ahora bien, la resolución que ahora se
impugna precisa en este considerando que mi representada no impugno lo relativo a las diferencias de los nombres con los que se ostenta en el juicio donde 8
emanan los actos reclamados el actor principal, pero la
Jurisprudencia antes transcrita, prescribe que la legitimación activa es una condición necesaria para la procedencia de la acción y consiste en la identidad del actor con la persona a cuyo favor esta la ley, luego entonces si el actor principal comparece con un nombre diverso al que aparece en los documentos base de su acción, ello trae como consecuencia que no se tenga por legitimado en el presente juicio, incluso ello debe ser considerado oficiosamente por el resolutor en sentencia definitiva, que es el momento procesal para pronunciarse al respecto.
SEGUNDO.- La resolución que ahora se
impugna, viola flagrantemente en detrimento de mi representada, los preceptos constitucionales 1, 14, 16 y 17, en relación con los artículos 80, 415, 420, y demás relativos del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Hidalgo, al precisar en su Considerando OCTAVO, lo siguiente:
“…OCTAVO. En los agravios identificados como
TERCERO y parte del SEXTO el recurrente sostiene que la prueba testimonial no merece valor probatorio en virtud de que los testigos fueron tachados mediante el incidente respectivo ante la falta de coincidencia de sus menciones con las del actor, concretamente al señalar solo al actor como propietario del inmueble “La Barranca” cuando el propio actor señala al demandado también como propietario, además, que los testigos no refieren al nombre correcto de la demandada ni su ubicación o dirección. Este agravio es INFUNDADO en virtud de que el Juzgador determinó que la prueba testimonial ofrecida por el actor y a cargo de los testigos LUIS ENRIQUE SALVADOR PÉREZ y JUAN S. SILVA MEDINA, merece valor probatorio peno no obstante de la tacha de testigos interpuesta por el ahora recurrente con 9
independencia de que no se hayan referido correcta y
completamente a la ubicación del inmueble y la denominación de la empresa demandada, pues lo importante es que se refirieron en concreto al inmueble denominado “La Barranca”, mismo que se encuentra en el Municipio de Tezontepec de Aldama, Hidalgo; sin que el hecho de señalar propietario al actor del predio “La Barranca” invalide su testimonio como sostiene el recurrente, pues no hay duda de que el inmueble del que es propietario es una segregación de ese inmueble, más una adición que culminó en una consolidación en una sola unidad topográfica, como ya se dijo en el considerando que antecede, por tanto, no hay duda de que el inmueble del demandado originalmente forma parte de ese inmueble de mayores dimensiones denominado “La Barranca” y que la empresa demandada es propietaria de una fracción del mismo…”. Dichos argumentos resultan inoperantes por ilegales. En efecto, la valoración que hace la autoridad de apelación, respecto de la testimonial ofrecida por el actor principal de los señores LUIS ENRIQUE SALVADOR PEREZ Y JUAN S. SILVA MEDINA, viola las reglas fundamentales sobre la prueba, ya que si bien es cierto que el valor de la prueba testimonial queda al prudente arbitrio del juzgador, ello no debe violar dichas reglas, ya que la prueba testimonial debe ser valorada en su integridad, como lo es que los testigos coincidan tanto en lo esencial como en lo incidental del acto; que den razón fundada de su dicho y que coincida su ofrecimiento con la narración de los hechos materia de la Litis y en el presente caso, dichos testigos fueron tachados por mi representada mediante el incidente respectivo, mismo que ha sido desestimado en la resolución que ahora se impugna, y ello deja en estado de indefensión a mi representada, ya que es necesario que ese H. Tribunal Colegiado revise escrupulosamente la testificación de los deponentes antes mencionados, para poder apreciar que los mismos 10
efectuaron manifestaciones que no coinciden con la
realidad, son vagas, imprecisas e incongruentes con lo manifestado por la actora en su escrito inicial de demanda. Por principio de cuenta, ambos testigos manifiestan al dar respuesta a la primera directa, “que su presentante es propietario del predio denominado LA BARRANCA, ubicado en Avenida Insurgentes sin número”. Al respecto, es necesario aclarar que mi representada tiene la propiedad de una superficie de 1,249.80 dentro del predio denominado “LA BARRANCA”, o sea, que el actor principal no es el único propietario del predio denominado “LA BARRANCA”; por otra parte, el domicilio donde se encuentra ubicado el predio propiedad de mi representada es el siguiente: Avenida Insurgentes Número cuarenta y cinco de la Comunidad de Panuaya, Municipio de Tezontepec de Aldama, Hidalgo, tal y como quedó acreditado mediante la documental pública consistente en el oficio de fecha veinticinco de noviembre del dos mil ocho, mismo que fuera anexado al escrito de contestación a la demanda en copia certificada, firmado por el INGENIERO ARQUITECTO FELIX BECERRIL PORRAS, Director de Obras Publicas de Tezontepec de Aldama, Estado de Hidalgo, con lo que se acredita que dichos testigos mienten al referir que su presentante es el único propietario del predio denominado “LA BARRANCA” y el domicilio que refieren respecto de la ubicación de dicho predio, no corresponde a la realidad. No omito manifestar que el actor refiere en el hecho uno de su escrito inicial de demanda, de manera errada y confundida lo siguiente: “… Que soy legítimo propietario y poseedor de una fracción del predio denominado “La Barranca” que se ubica en la Carretera Tezontepec-Los Hoyos, en el municipio de Tezontepec del Aldama, Estado de Hidalgo, el cuan tiene una superficie aproximada de 10,286.25 metros cuadrados…”, contradiciéndose con lo expuesto por éste en los hechos tres y cuatro del escrito 11
de demanda, ya que en éstos hechos reconoce que mi
representada es propietaria de dos fracciones de terreno con superficies de OCHOCIENTOS METROS CUADRADOS Y CUATROCIENTOS CINCUENTA METROS CUADRADOS, respectivamente, además, es necesario destacar que el predio antes mencionado perteneció en propiedad no solo al C. ADALBERTO JACINTO LUGO VALDES, ADALBERTO JACINTO LUGO VALDEZ o ADALBERTO JASINTO LUGO VALDEZ, sino también a su señora esposa MARIA DE LA LUZ HERNANDEZ RODRIGUEZ a quien tuvo que llamarse a juicio, en virtud de surtir efectos la hipótesis de litisconsorte en el juicio de origen, dada la falsedad y omisión del actor principal de no referirla como su copropietaria en su escrito inicial de demanda. Ahora bien, los testigos que ofreciera la parte actora, en ningún momento manifestaron que mi representada tuviera la posesión del inmueble que reclama el actor en el presente juicio, ya que en principio de cuenta, manifiestan que su presentante es propietario del predio denominado “LA BARRANCA”, cuando mi representada es propietaria de una fracción de terreno que se ubica dentro del predio denominado LA BARRANCA, con una extensión de 1,249.80; no precisan la denominación correcta o razón social de mi representada, ya que refieren a “LA ESTACION DE SERVICIOS TEZONTEPEC”, y la denominación de mi representada es “ESTACION DE SERVICIO TEZONTEPEC, SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE”; el domicilio que refieren como ubicación del aludido predio es el ubicado en Insurgentes sin número, cuando la ubicación correcta de dicho predio es: Avenida Insurgentes Número cuarenta y cinco de la Comunidad de Panuaya, Municipio de Tezontepec de Aldama, Hidalgo. No omito manifestar que los tercero interesados en el escrito inicial de demanda refieren contrariamente que el predio que 12
reclaman se encuentra ubicado en la carretera
Tezontepec. Los Hoyos, en el Municipio de Tezontepec de Aldama, Hidalgo; por su parte el testigo LUIS ENRIQUE SALVADOR PEREZ, al dar respuesta a la cuarta directa, manifestó: “…que LA ESTACION DE SERVICIOS TEZONTEPEC, ocupa una superficie de mil cuatrocientos metros cuadrados…”; y por su parte el testigo JUAN SILVA MEDINA al responder a la quinta directa manifiesta: “…que la superficie que ocupa LA ESTACION DE SERVICIOS TEZONTEPEC, es de mil trecientos o mil seiscientos metros, que no sabe exactamente…”, contradicciones que se hacen a todas luces inverosímiles y sin que éstos hayan precisado la superficie de terreno que demanda el actor en el presente juicio y por si fuera poco, dichos testigos nunca emplearon la palabra “POSESION”, ya que no podemos confundir las diversas clases de posesión que contempla nuestro código sustantivo de la materia, como lo son, la posesión originaria, la derivada, la jurídica o virtual y la real o material, misma que se debe acreditar plenamente mediante la prueba testimonial de manera fehaciente y no mediante meras deducciones o aseveraciones mendaces como lo fue en el presente caso, pues ambos testigos son vagos, imprecisos, incongruentes, no son uniformes y solo confunden más las contradicciones expresadas por el actor en su escrito inicial de demanda. En tales condiciones, no se les puede otorgar valor crediticio a la prueba testimonial de los ahora tercero interesados, como indebidamente lo hizo la Sala resolutora, quien suple múltiples deficiencias de la actora, al grado de otorgar valor crediticio pleno a manifestaciones mendaces, contradictorias y a todas luces inverosímiles y que no abonan algún beneficio a lo expresado por los actores en la Litis planteada, pues nunca manifestaron que mi representada se encuentre poseyendo el inmueble que reclaman. 13
Sirven de sustento jurídico las
Jurisprudencias que a continuación transcribo: “POSESION. LA PRUEBA TESTIMONIAL ES IDONEA PARA ACREDITARLA. La testimonial adminiculada con otros medios de prueba, es la idónea para demostrar la posesión material de un inmueble, porque son los testigos, quienes mediante sus sentidos han percibido la realidad del caso concreto de que se trate y pueden informar acerca de los hechos que les consten y de ahí inferir bajo qué condición se detenta un inmueble”. SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO
“PRUEBA TESTIMONIAL SU VALORACION.
Aunque el valor de la prueba testimonial queda al
prudente arbitrio del juzgador, ello no debe violar las reglas fundamentales sobre la prueba, pues no puede admitirse que por el hecho de que los testigos fueron uniformes en sus declaraciones sobre determinado hecho, tenga que otorgársele valor probatorio pleno a sus dichos, pues la prueba debe ser valorada en su integridad, como lo es que los testigos coincidan tanto en lo esencial como en lo incidental del acto; conozcan por sí mismos los hechos sobre los que declaran y no por inducción ni referencia de otras personas; que expresen por qué medios se dieron cuenta de los hechos sobre los que depusieron aun cuando hubieren sido tachados por la contraparte; que justifiquen la verosimilitud de su presencia en el lugar de los hechos; que den razón fundada de su dicho y que coincida su ofrecimiento con la narración de los hechos materia de la Litis”. OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. 14
Así las cosas, en el presente caso, la
autoridad señalada como responsable viola las reglas fundamentales sobre la valoración de la prueba testimonial, ya que otorga valor crediticio pleno a lo expuesto por los testigos de la actora, cuando éstos refieren circunstancias imprecisas y que no coinciden con lo expuesto por el actor en el juicio de origen, ya que, como lo vuelvo a repetir, el actor manifestó en el hecho uno de su escrito inicial de demanda, lo siguiente: “…Que soy legítimo propietario y poseedor de una fracción del predio denominado “La Barranca antes “La Habitación” que se ubica en la Carretera Tezontepec- Los Hoyos, en el municipio de Tezontepec del Aldama, Estado de Hidalgo, el cual tiene una superficie aproximada de 10,286.25 metros cuadrados…”, siendo dicha superficie la totalidad del predio denominado “LA BARRANCA”, o sea que, no se le puede dar crédito a lo expuesto por los testigos cuando difieren de lo expuesto por el propio actor en su escrito de demanda, ya que no se aprecia verosimilitud en sus deposiciones y mucho menos coinciden éstos en lo esencial e incidental de lo reclamado por el actor en el presente juicio, pues en ningún momento refieren la palabra “POSESION”, siendo ésta el tema toral de la acción intentada por el actor, que en el presente caso lo es la ACCION PLENARIA DE POSESION y si no se acredita con exactitud y de manera fehaciente la posesión que se demanda mediante la prueba testimonial, no se le puede otorgar valor crediticio alguno a lo que nunca refirieron los testigos deponentes en el presente juicio, como indebidamente lo hizo el Ad quem en la resolución que ahora se combate y menos aún refieren los citados testigos que mi representada tenga la posesión del inmueble que demanda el actor en la presente controversia. 15
TERCERO.- La resolución que ahora se
impugna, viola flagrantemente en detrimento de mi representada, los preceptos constitucionales 1, 14, 16 y 17, en relación con los artículos 80 del Código de Procedimientos Civiles, 10 de la Constitución Política del Estado de Hidalgo, 2251 Código Civil, 1, 2, 3, 4 fracciones I, XLI, 5, 32, 36, 49, 50, 51 de la Ley de Asentamientos Humanos, Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial del Estado de Hidalgo y 27 de la Ley Orgánica de la Administración Pública para el Estado de Hidalgo. Lo anterior, en virtud de que en su considerando NOVENO, prescribe:
“…NOVENO. Los agravios CUARTO y SEXTO, se
encuentra estrechamente relacionados al referirse a la posesión por parte del demandado de una fracción restante del inmueble del actor, misma que se tuvo por demostrada y de ahí la precedencia de la acción plenaria de posesión. El recurrente sostiene que por su parte, nunca confesó la posesión de la fracción a que refiere el actor ni se hizo referencia al vocablo “posesión” en la contestación de demanda, además que la testimonial no merece valor probatorio en virtud de que los testigos no refieren a la denominación y domicilio correcta de la demandada. También tiene relación el agravio séptimo, donde además de sostener que no hay identidad por la diferencia del nombre del actor, y qua ya ha sido analizado anteriormente, el recurrente sostiene que para efectos de la acción principal, se le otorgó valor probatorio pleno al croquis anexo a la demanda, del que no hubo reconocimiento por la parte demandada, no se trata de un dictamen pericial ni se encuentra corroborado con algún otro medio de prueba. Además, que la prueba pericial no se desahogó porque el dictamen de la parte actora fue exhibido fuera de termino por lo que era preciso un dictamen 16
en materia de topografía o un apeo y deslinde para
delimitar la fracción motivo del juicio. Estos argumentos son INFUNDADOS, en razón de que, tal como se determinó en la sentencia recurrida, los términos de la contestación de la demanda puede tomarse como una confesión de la posesión de la fracción del predio que se reclama y de ahí la procedencia de la acción intentada. Es así, porque como se dejó precisado en el considerando quinto de esta resolución, la Litis del juicio versa sobre una invasión del demandado, es decir, el actor era propietario de la totalidad del inmueble denominado “La Barranca” y una fracción del ese inmueble, fue vendido al señor MARTIN GIL ZERAFIN CANDELARIA CERÓN, lo que se hizo constar en la escritura número 29,656 de fecha 9 de febrero del 2008, con unas medidas de 30 metros al norte y sur y 26.66 metros al oriente y poniente, con las colindancias descritas en el punto 3 de la demanda. Posteriormente, el 18 de diciembre de 2008, el señor MARTIN GIL ZERAFIN CANDELARIA CERÓN en unión de su esposa MARÍA EVANGELINA OMAÑA NÁJERA; vendieron esa fracción del inmueble a la ESTACIÓN DE SERVICIO TEZONTEPEC S.A. DE C.V., más una fracción del actor ADALBERTO JACINTO LUGO VALDEZ también del predio “La Barranca”, pues aún conserva el resto del inmueble luego de la primera venta. La adición fue de la misma anchura de 30 metros por 15 metros de fondo y por virtud de esa consolidación, el inmueble propiedad de la demandada ESTACIÓN DE SERVICIO TEZONTEPEC, S.A. DE C.V., pasó a tener una dimensión de 30 metros al norte y sur y 41.44 metros al oriente y poniente. Este hecho fue confesado en el punto 5 de la contestación de la demanda al referir el ahora recurrente que el codemandado MARTIN GIL ZERAFIN CANDELARIA CERÓN compró una fracción de 30 por 17
26 metros del inmueble denominado “La Barranca” al
actor y luego la vendieron a la ESTACIÓN DE SERVICIO TEZONTEPEC, S.A. DE C.V. con una adición por parte del acto al referirse a la consolidación que denomina “fusión de predios” a que se refiere el actor en el hecho cuatro de la demanda. Ahora bien, la discusión suscitada en este juicio, es el hecho de que la parte demandada ESTACIÓN DE SERVICIO TEZONTEPEC, S.A. DE C.V. delimitó el inmueble más allá de los 41.66 metros de fondo, producto de la consolidación extendiéndose 14.21 metros por 30 metros de ancho, sobre el resto del inmueble denominado “La Barranca”. El argumento de la parte demandada consistió en que comenzó a construir en el predio de su propiedad a partir del límite del derecho de vía de la carretera Tezontepec- Los Hoyos. Esta manifestación lleva implícita una confesión en el sentido de que la delimitación la realizó luego de que la dirección de obras le indicó el derecho de vía. Por ello es que en la sentencia recurrida se determinó probada la acción, puesto que la construcción se realizó a parir del alineamiento señalado por la Dirección de Obras Públicas, lo que se había ilustrado con el croquis que anexo a la demanda y los testigos de la parte actora quienes señalaron que la Estación de Servicio Tezontepec está ubicada en el predio denominado “La Barranca”, por tanto, las manifestaciones de la demanda y sus anexos forman una unidad, así como los términos de la contestación de demanda, pueden conducir a la procedencia de la acción con independencia de que no se haya desahogado la prueba pericial en materia de topografía, incluso prescindiendo de la testimonial, pues como se ha dicho, la Litis se ha establecido sobre la base de que el demandado no respeto los límites de la adquisición sino como determino el Juez en la foja 198 del expediente, que a la demandada ESTACIÓN DE SERVICIO TEZONTEPEC, S.A. DE C.V. 18
le resultó más cómodo toma una superficie que le
corresponde al actor una vez que le fue indicado que debía dejar un derecho de vía de 20 metros, hasta completar las medidas de su título de propiedad. Por tanto, el hecho de haber manifestado que su construcción la realizó luego del alineamiento denota una aceptación de la invasión, tal como se resolvió en primera instancia, por lo que ésta consideración esencial es suficiente para sostener el sentido del fallo recurrido…”. Dichos argumentos resultan inconsistentes por infundados, toda vez que la Sala señalada como responsable expresa en la resolución que ahora se impugna, lo siguiente: “…los términos de la contestación de la demanda puede tomarse como una confesión de la posesión de la fracción del predio que se reclama y de ahí la procedencia de la acción intentada. Es así, porque como se dejó precisado en el considerando quinto de esta resolución, la Litis del juicio versa sobre una invasión del demandado,…”. Dicha aseveración no coincide con las constancias de autos, toda vez que mi representada nunca manifestó en el juicio de origen que tuviera la posesión la fracción del predio que se reclama con la acción intentada. En efecto, mi representada ni siquiera refiere la palabra “POSESION” al dar contestación a los hechos de la demanda y por su parte el actor, es quien confiesa tener la posesión del inmueble que nos ocupa, al referir en el hecho uno de su escrito de demanda, lo siguiente: “…Que soy legítimo propietario y poseedor de una fracción del predio denominado “La Barranca antes “La Habitación” que se ubica en la Carretera Tezontepec-Los Hoyos, en el Municipio de Tezontepec del Aldama, Estado de Hidalgo, el cual tiene una superficie aproximada de 10,286.25 metros 19
cuadrados…”. Por lo que no puede tenerse por
acreditado el tercer elemento constitutivo de la acción plenaria de posesión, como indebidamente lo refiere el Ad quem en el presente apartado ya que en stricto sensu se debe otorgar valor crediticio pleno a la confesión expresada por ADALBERTO JACINTO LUGO VALDEZ en el hecho uno de su escrito de demanda, pues éste manifestó ser legítimo propietario y poseedor del predio denominado “LA BARRANCA”, lo anterior, en términos de lo prescrito por los artículos 398, 400, 402 y demás relativos del Código de Procedimientos Civiles, ya que el Ad quem, suple deficiencias de los tercero interesados; se aparta de la lógica más elemental y del derecho y deja en todo momento en estado de indefensión a mi representada, violando flagrantemente en su detrimento, las garantías de seguridad jurídica, legalidad e igualdad entre las partes, mostrando incluso un enorme interés en favorecer a toda costa los intereses de la parte actora en el juicio principal, pues incluso, el escrito inicial de demanda no cumple con lo preceptuado en el articulo 253 fracción V, del código adjetivo de la materia, ya que dicha demanda no es clara ni precisa, sino omisa y la narración de hechos contiene aseveraciones mendaces que la hacen a todas luces inverosímil, como ha quedado procesado en párrafos que anteceden y ello, deja en estado de indefensión a mi representada y por lo consiguiente, no se encuentra corroborada con elemento de prueba y convicción alguno, sino por el contrario, se contradice con los documentos base de acción y con la testificación desahogada.
Ahora bien, no puede considerarse que mi
representada haya invadido una fracción de predio que reclama el actor principal en el presente juicio, como indebidamente lo refiere el Ad quem en la resolución que ahora se combate, ya que la palabra invasión proviene del 20
latín “invasio”, y se define como entrar por la fuerza u
ocupar irregularmente un lugar y la acción intentada por el actor principal no requiere para su procedencia que el demandado haya invadido el predio reclamado, sino que exige para la precedencia de la “ACCION PLENARIA DE POSESION”: 1.- Que tiene justo título para poseer; 2.- Que es de buena fe; 3.- Que el demandado posee el bien a que refiere el título; 4.- Que es mejor el derecho del actor para poseer que el que alega el demandado. En ese contexto, la Sala señalada como responsable utiliza el término “INVASION”, como si se tratara de una acción diversa a la intentada por los tercero interesados en el juicio natural.
Por otra parte, en este mismo considerando
la autoridad señalada como responsable, establece lo siguiente: “…la parte demandada ESTACIÓN DE SERVICIO TEZONTEPEC, S.A. DE C.V. delimitó el inmueble más allá de los 41.66 metros de fondo, producto de la consolidación extendiéndose 14.21 metros por 30 metros de ancho, sobre el resto del inmueble denominado “La Barranca…”; “…que a la demandada ESTACIÓN DE SERVICIO TEZONTEPEC, S.A. DE C.V. le resultó más cómodo tomar una superficie que le corresponde al actor una vez que le fue indicado que debía dejar un derecho de vía de 20 metros, hasta completar las medidas de su título de propiedad…”.
En efecto, dichos argumentos se apartan de
la lógica más elemental y del derecho, ya que, en principio de cuenta, tenemos que partir de la base que los ahora tercero interesados ADALBERTO JACINTO LUGO VALDES Y/0 ADALBERTO JASINTO LUGO VALDEZ Y/O ADALBERTO JACINTO LUGO VALEDEZ y MARIA DE LA LUZ HERNANDEZ RODRIGUEZ, adquirieron 21
mediante escritura privada de compraventa de fecha seis
de octubre de mil novecientos ochenta y dos, otorgada a su favor por la señora REYNALDA VALDES DE LUGO un predio rústico con denominado “LA BARRANCA”, con una superficie original de DIEZ MIL DOSCIENTOS OCHENTA Y SEIS METROS, VEINTICINCO CENTIMETROS CUADRADOS, ubicado en la carretera TEZONTEPEC-LOS HOYOS sin número, en el municipio de Tezontepec de Aldama, Hidalgo.
Siendo el caso que, mediante escritura 29,656
de fecha nueve de febrero del dos mil ocho, dichos tercero interesados deciden vender una fracción del predio rustico denominado “LA BARRANCA”, con una superficie de 800 metros cuadrados a los C. MARTIN GIL ZERAFIN CANDELARIA CERON y su señora esposa MARIA EVANGELINA OMAÑA NAJERA, en tal concepto, los ahora tercero interesados, antes de fraccionar el predio rústico denominado “LA BARRANCA”, debieron de haber obtenido los permisos y autorizaciones municipales, en términos de lo prescrito por los artículos 4º fracciones I, XLI y 49 de la Ley de Asentamientos Humanos, Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial del Estado de Hidalgo. Lo anterior, a efecto de que la Dirección de Obras Públicas del Municipio de Tezontepec de Aldama Hidalgo, les precisara a partir de donde podían vender, ya que éstos no podían lucrar con el derecho de Vía Pública, cuya naturaleza es inalienable y por lo consiguientes no puede transferirse en propiedad; o en su defecto, debieron de haber promovido el correspondiente apeo y deslinde, para no incurrir incluso en el delito de fraude.
En ese orden de ideas, el artículo 49 de la Ley
antes citada, prescribe:
“ARTÍCULO 49.- LOS PROPIETARIOS O
POSEEDORES DE ÁREAS O PREDIOS, INCLUYENDO LAS DEPENDENCIAS Y ENTIDADES FEDERALES, 22
ESTATALES Y MUNICIPALES QUE PRETENDAN
REALIZAR UNA ACCIÓN URBANA EN EL TERRITORIO DEL ESTADO, DEBERÁN OBTENER LAS AUTORIZACIONES QUE PARA SU USO SEAN NECESARIAS”. Por su parte, el artículo 4º, en sus fracciones I y XLI respectivamente, de la misma ley en cita, nos define que se entiende por “ACCION URBANA”; y por “VIA PUBLICA”, al versar:
“…I.- ACCIÓN URBANA: EL PROCESO DE
APROVECHAMIENTO, ACONDICIONAMIENTO Y UTILIZACIÓN DEL TERRITORIO PARA EL ASENTAMIENTO HUMANO, MEDIANTE LA INTRODUCCIÓN O MEJORAMIENTO DE INFRAESTRUCTURA, EQUIPAMIENTO Y SERVICIOS, ASÍ COMO POR EL FRACCIONAMIENTO, URBANIZACIÓN, FUSIÓN, SUBDIVISIÓN, LOTIFICACIÓN, RELOTIFICACIÓN, EDIFICACIÓN, CAMBIO DE RÉGIMEN A PROPIEDAD EN CONDOMINIO U OTROS TENDIENTES A LA TRANSFORMACIÓN, USO O APROVECHAMIENTO DEL SUELO;…” “…XLI.-VÍA PÚBLICA: EL INMUEBLE DE DOMINIO PÚBLICO Y USO COMÚN DESTINADO AL LIBRE TRÁNSITO, INALIENABLE E IMPRESCRIPTIBLE;…”. De tal suerte que, si los ahora tercero interesados decidieron efectuar una acción urbana, consistente en fraccionar el predio rústico de su propiedad denominado “LA BARRANCA” para enajenar, una superficie de ochocientos metros cuadrados a los C. MARTIN GIL ZERAFIN CANDELARIA CERON y su señora esposa MARIA EVANGELINA OMAÑA NAJERA, luego entonces, éstos antes de proceder a ejercer la acción urbana de fraccionar el predio rústico de su propiedad para vender una fracción de terreno, debieron de haber solicitado a la autoridad municipal los permisos correspondientes, para que a su vez, la Dirección de 23
Obras Públicas de Tezontapec del Aldama, Hidalgo, les
precisara lo relativo al derecho “VIA PÚBLICA”, misma que se define como un inmueble de dominio público y de uso común destinado al libre tránsito, inalienable e imprescriptible, de tal suerte que la vía pública no pudieron los tercero interesados haberla enajenado a MARTIN GIL ZERAFIN CERON y su señora esposa MARIA EVANGELINA OMAÑA NAJERA, como indebidamente éstos lo han venido sosteniendo en el juicio donde emanan los actos reclamados de manera fraudulenta; y tanto el juez de origen como la autoridad de apelación les han dado la razón de manera indebida y abusando de la autoridad jurisdiccional que la Ley les confiere. Por lo que mi representada se reserva el derecho de hacer del conocimiento del Ministerio Público dichos hechos, que al parecer del suscrito, son de carácter delictivo.
Así las cosas, la Sala señalada como
responsable omitió valorar en la resolución que se impugna, la documental publica, consistente en la escritura número 29,656 de fecha nueve de febrero del año dos mil ocho, pasada ante la fe del Notario Público número uno, del Distrito Judicial de Mixquiahuala de Juárez, Licenciado FERNANDO FIDEL RUIZ MORENO, que fuera agregada por el actor a su escrito inicial de demanda, misma que precisa en su CLAUSULA PRIMERA, lo siguiente: “…EL SEÑOR ADALBERTO JACINTO LUGO VALDES Y/O ADALBERTO JASINTO LUGO VALDEZ Y SU ESPOSA LA SEÑORA MARIA DE LA LUZ HERNANDEZ RODRIGUEZ, VENDEN REAL Y JURIDICAMENTE DE HOY Y PARA SIEMPRE Y EL SEÑOR MARTIN GIL ZERAFIN CANDELARIA CERON, COMPRA Y ADQUIERE PARA SI, UNA FRACCION DEL PREDIO RUSTICO DESCRITO Y DESLINDADO EN EL ANTECEDENTE PRIMERO DE ESTA ESCRITURA, CON TODAS SUS ENTRADAS, SALIDAS, USOS, 24
COSTUMBRES, SERVIDUMBRES, ACTIVAS Y
PASIVAS, LIBRE DE TODA RESPONSABILIDAD Y GRAVAMEN…”.
De tal suerte que el Notario Público que
intervino en la elaboración de la escritura referida en el párrafo que antecede, actuó en términos de lo prescrito por el artículo 50 de Ley de Asentamientos Humanos, Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial del Estado de Hidalgo, mismo que a la letra dice:
“ARTÍCULO 50.- TODOS LOS ACTOS, CONVENIOS Y
CONTRATOS RELATIVOS A LA TRANSMISIÓN DE PROPIEDAD, DEBERÁN CONTENER LAS CLÁUSULAS RELATIVAS A LOS USOS, DESTINOS O RESERVAS DE ÁREAS O PREDIOS ASIGNADOS CONFORME A LOS PROGRAMAS DE DESARROLLO URBANO Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL CORRESPONDIENTES”. Luego entonces, si bien es cierto que los ahora tercero interesados no solicitaron los permisos municipales correspondientes para fraccionar el predio rústico de su propiedad y tampoco promovieron el correspondiente apeo y deslinde, tales omisiones quedaron salvadas al precisar el fedatario público en la escritura traslativa de dominio que la venta se efectuaba: CON TODAS SUS ENTRADAS, SALIDAS, USOS, COSTUMBRES, SERVIDUMBRES, ACTIVAS Y PASIVAS, LIBRE DE TODA RESPONSABILIDAD Y GRAVAMEN…”, cláusula que las partes de la relación contractual estuvieron de acuerdo, tan es así, que firmaron dicha escritura de compraventa y en ese entendido, quedó contemplado que se debía respetar el derecho de “VÍA PUBLICA”, misma que en ningún momento pudo haber estado a la venta por parte de los ahora tercero interesados, por ser de naturaleza inalienable, ya que conforme al artículo 2251 del Código Civil para el Estado 25
de Hidalgo, no puede venderse sino lo que es de su
propiedad y en ese contexto, queda más que evidente que los razonamientos de la Sala señalada como autoridad responsable son meramente apreciaciones subjetivas que no tienen sustento legal alguno al afirmar que mi representada, hoy quejosa, delimitó su inmueble más allá de los 41.66 de fondo, extendiéndose 14.21 metros por 30 metros de ancho, sobre el resto del inmueble denominado “LA BARRANCA”, y que le resultó a mi representada mas cómodo tomar una superficie que le corresponde al actor, situación que no coincide con la realidad jurídica, ya que el resolutor de apelación debió de haber acatado lo preceptuado por el artículo 36 del la Ley en cita, misma que establece:
“ARTÍCULO 36.- LAS AUTORIDADES
ADMINISTRATIVAS Y JUDICIALES, EN LOS PROCESOS CUYAS RESOLUCIONES Y SENTENCIAS IMPLIQUEN LA TRANSMISIÓN, TRANSFORMACIÓN, FRAGMENTACIÓN O APROVECHAMIENTO DE ÁREAS O PREDIOS EN UN ASENTAMIENTO HUMANO, DEBERÁN SUJETARSE AL CUMPLIMIENTO DE LOS PROGRAMAS QUE PREVÉ ESTA LEY”.
En síntesis, la autoridad de apelación
consideró en la resolución que se impugna mediante el presente juicio de garantías, que los ahora tercero interesados sí estaban facultados legalmente para enajenar el derecho de “VIA PÚBLICA” a los C. MARTIN GIL ZERAFIN CERON y su señora esposa MARIA EVANGELINA OMAÑA NAJERA y por consiguiente, que debían de haber restado de los ochocientos metros que adquirieron en propiedad, cuatrocientos veintiséis metros, que es lo que se tuvo que respetar como derecho de vía, o en su defecto, que mi representada restara del terreno de su propiedad, el derecho de vía. En tales condiciones, es de magnificarse que dicha autoridad señalada como 26
responsable, se pasa por alto lo pactado por las partes en
la CLAUSULA PRIMERA de la documental pública antes precisada y lo preceptuado en los artículos 14, 16 y 17 de la constitución federal, en relación con los artículos 10 de la Constitución Política del Estado de Hidalgo, 2251 Código Civil, 1, 2, 3, 4 fracciones I, XLI, 5, 32, 36, 49, 50, 51 de la Ley de Asentamientos Humanos, Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial del Estado de Hidalgo y 27 de la Ley Orgánica de la Administración Pública para el Estado de Hidalgo, afectándose con dicha resolución, la esfera jurídica de mi representada, ahora quejosa, al transgredir en su detrimento los principios de legalidad, seguridad jurídica e imparcialidad.
Igualmente es de destacarse que los
codemandados C. MARTIN GIL ZERAFIN CERON y su señora esposa MARIA EVANGELINA OMAÑA NAJERA manifestaron en el hecho cinco de su escrito de contestación a la demanda, que vendieron a mi representada la fracción de terreno de ochocientos metros cuadrados que habían adquirido de los tercero interesados, delimitándose dicha propiedad a partir los veinte metros que corren del eje de la carretera Tezontepec-Los Hoyos hacia el predio denominado “La Barranca”, que se hizo constar en el alineamiento precisado por el Municipio de Tezontepec de Aldama, Hidalgo, manifestaciones que el Ad quem no tomó en consideración en la resolución que ahora se impugna y con lo que se acredita que mi representada no gestionó el oficio de fecha 25 de noviembre del año 2008 como lo considera esa autoridad resolutora, situación que siempre fue del conocimiento de los tercero interesados, tan es así que éstos vendieron a mi representada una superficie de cuatrocientos cincuenta metros, mediante escritura 30,482 de fecha 18 de diciembre del año 2008 y no fue sino hasta que mediante escrito de fecha 15 de febrero del 2013 en 27
que los tercero interesados instauran demanda en contra
de mi representada, cuando se había construido y puesto en funcionamiento la negociación mercantil de mi representada, o sea que pasaron casi cinco años para éstos maquinaran mediante dolo y mala fe, obtener un lucro indebido en detrimento de la hoy quejosa al reclamarle un predio del cual nunca fueron desposeídos, sino que mi representada comenzó a construir su negociación a partir de donde le vendieron los C. MARTIN GIL ZERAFIN CERON y su señora esposa MARIA EVANGELINA OMAÑA NAJERA, en base al oficio antes referido y en base a lo que éstos pactaron con los tercero interesados en la CLAUSULA PRIMERA de la escritura número 29,656.
En ese orden de ideas y para mejor proveer,
la Sala señalada como responsable debió de haber considerado oficiosamente el Litisconsorcio Pasivo Necesario para que fuera llamado al juicio de origen el Municipio de Tezontepec del Aldama, Hidalgo, quien a través del Director de Obras Públicas, hizo el señalamiento mediante oficio de fecha 25 de noviembre del 2008, que corre agregado en autos, respecto de los metros que deberían de respetarse como derecho de vía pública, en tales condiciones, dicho municipio tiene en uso, goce y disfrute la superficie consistente en 14.21 metros por 30 metros de ancho, sobre el resto del inmueble denominado “LA BARRANCA”, misma que hace un total de cuatrocientos veintiséis metros, que se tuvo que respetar como derecho de vía pública y que es la superficie que reclaman los ahora tercero interesados en el juicio de origen. Por lo que, de considerarlo necesario ese H. Tribunal Colegiado, deberá ordenar reponer el procedimiento del juicio donde emanan los actos reclamados para los efectos de que sea llamado a juicio el representante legal del Municipio de Tezontepec de 28
Aldama, Hidalgo, ya que dicho municipio viene haciendo
uso, goce y disfrute de una superficie de cuatrocientos veintiséis metros por concepto de derecho de vía pública, respecto del predio denominado “LA BARRANCA. Sirve de sustento jurídico las jurisprudencias que a continuación transcribo:
“LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO. CUANDO
EL TRIBUNAL DE ALZADA ADVIERTA QUE ALGUNA DE LAS PARTES NO FUE LLAMADA AL JUICIO NATURAL, OFICIOSAMENTE DEBE MANDAR REPONER EL PROCEDIMIENTO.
El litisconsorcio pasivo necesario implica pluralidad
de demandados y unidad de acción; de ahí que deban ser llamados a juicio todos los litisconsortes quienes, al estar vinculados entre sí por un derecho litigioso, deben ser afectados por una sola sentencia. En ese sentido, cuando se interpone un recurso de apelación y el tribunal de alzada advierte que en el juicio hubo litisconsortes que no fueron llamados, aunque no medie petición de parte, en cualquier etapa del procedimiento debe mandar reponerlo de oficio, para que el juez de primera instancia los oiga y dicte una sentencia apegada a los principios de igualdad, seguridad jurídica y economía procesal, sobre la base de que debe protegerse en todo momento el derecho humano de acceso efectivo a la justicia consagrado en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Lo anterior es así, toda vez que el litisconsorcio constituye un presupuesto procesal sin el cual no puede dictarse una sentencia válida, ya que involucra la protección de un derecho humano y la correlativa obligación de los jueces como autoridades a protegerlo, por lo que la carga procesal de citar a todas las partes corresponde al órgano jurisdiccional”. CONTRADICCIÓN DE TESIS 469/2012. Entre las sustentadas por el Primer y el Segundo Tribunales Colegiados, ambos en Materia Civil del Séptimo 29
Circuito. 30 de enero de 2013. La votación se dividió
en dos partes: mayoría de cuatro votos por lo que hace a la competencia. Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Mayoría de tres votos respecto del fondo. Disidentes: José Ramón Cossío Díaz y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rocío Balderas Fernández. TERCERO.- La resolución que ahora se impugna, viola flagrantemente en detrimento de mi representada, los preceptos constitucionales 1, 14, 16 y 17, en relación con los artículos 80, 407, y demás relativos del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Hidalgo, 10 de la Constitución Política del Estado de Hidalgo, 2251 Código Civil, 1, 2, 3, 4 fracciones I, XLI, 5, 32, 36, 49, 50, 51 de la Ley de Asentamientos Humanos, Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial del Estado de Hidalgo y 27 de la Ley Orgánica de la Administración Pública para el Estado de Hidalgo. Lo anterior, en virtud de que en su Considerando DECIMO, prescribe:
“…DECIMO. La misma suerte corre el agravio
identificado como OCTAVO, donde el recurrente hace referencia a la documental pública consistente en el oficio de fecha 25 de noviembre de 2008, que no fue objetado por la contraparte, conforme al cual se acredita que el Director de Obras Públicas de Tezontepec de Aldama, extendió el alineamiento y número oficial, se hace constar que se deberá respetar y no construir en una extensión de 20 metros a partir del eje de carretera y fue a partir de ese límite, que le vendieron a la parte demandada pues debe respetarse la superficie de la vía pública con independencia de que la hubiera denominado servidumbre de paso en la contestación de demanda y es incorrecto que la medida deba realizarse a partir del asfalto. Este argumento es INOPERANTE porque precisamente se tuvo por acreditado que la empresa demandada en aras de respeta el derecho de vía, 30
realizó la construcción del inmueble que adquirió
después de dicho alineamiento y ello derivó en la invasión a que se refiere el actor, por tanto, la información derivada de tal documento en el sentido de que el demandado debía respetar el derecho de vía si fue tomado en cuenta expresamente. Por otra parte, si bien es cierto que el juzgador no hizo referencia expresa a la excepción de fraude procesal, su estudio se encuentra implícito en la resolución de fondo, pues la demandada aquí recurrente señaló que el actor pretende confundir en el juicio que nos ocupa al sostener que es propietario de un terreno que pertenece a la vía pública o sin considerar el derecho de vía. Este argumento fue analizado y se determinó que no fue el actor sino del demandado quien corrió los límites del inmueble luego de considerar el derecho de vía y con ello invadió la fracción que reclama el actor, con la cual, el argumento de excepción si fue objeto de análisis y pronunciamiento. Argumentos que siguen siendo inoperantes por ilegales, ya que la autoridad de apelación no otorga el valor de mérito que prescribe el numeral 407 del código adjetivo de la materia a la documental pública consistente en oficio de fecha 25 de noviembre de 2008, que no fue objetado por la contraparte, conforme al cual se acredita que el Director de Obras Públicas de Tezontepec de Aldama, extendió el alineamiento y número oficial, en donde se hace constar que se deberá respetar y no construir en una extensión de 20 metros a partir del eje de carretera y fue a partir de ese límite que construyó mi representada en el predio de su propiedad, respetando el derecho de vía que debieron de haber gestionado los ahora tercero interesados antes de fraccionar el predio rustico de su propiedad para enajenar una fracción de terreno a los C. MARTIN GIL ZERAFIN CERON y su señora esposa MARIA EVANGELINA OMAÑA NAJERA, 31
ya que no es posible que se deba considerar que los
ahora tercero interesados estaban facultados para vender un terreno que pertenece a la Vía Pública, toda vez que de lo argumentado por la Sala señalada como autoridad responsable se hace evidente que dicha autoridad considera que el derecho de vía nace al momento en que se gestiona el alineamiento y lo cierto es, que el derecho de vía pública nació en el presente caso, a partir de que se construyó la carretera TEZONTEPEC-LOS HOYOS y es a partir de entonces que la autoridad municipal de Tezontepec de Aldama, Hidalgo, por conducto de la Dirección de Obras Públicas delimitó el ancho de deben respetar los predios rústicos aledaños, respecto de dicha carretera, al momento de realizar alguna de las acciones urbanas que refiere el artículo artículos 4º fracciones I, XLI de la Ley de Asentamientos Humanos, Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial del Estado de Hidalgo, en el entendido que, la vía pública es la misma carretera TEZONTEPEC-LOS HOYOS y con dicho alineamiento es la determinación municipal para respetar el ancho que se debe considerar respecto de dicha carretera por parte de los predios rústicos que se van urbanizando. Luego entonces, si la autoridad de apelación omite valorar en sus términos la documental pública consistente en el oficio de fecha 25 de noviembre de 2008 antes referida, misma que se adminicula con la documental pública consistente en la escritura número 29,656 antes citada, en la que en su cláusula primera refiere que ambas partes acuerdan en respetar lo relativo a las entradas, salidas, usos, costumbres, servidumbres, activas y pasivas y que no es otra cosa que el derecho de “VÍA PÚBLICA”, y además, se aparta de lo preceptuado por los artículos 80, 407, y demás relativos del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Hidalgo, 10 de la Constitución Política del Estado de Hidalgo, 2251 Código Civil, 1, 2, 3, 4 fracciones I, XLI, 5, 32, 36, 49, 50, 51 de 32
la Ley de Asentamientos Humanos, Desarrollo Urbano y
Ordenamiento Territorial del Estado de Hidalgo y 27 de la Ley, luego entonces, la resolución que ahora se combate es ilegal y deja en estado pleno de indefensión a la hoy quejosa, ya que afecta enormemente la esfera de sus garantías individuales que preconizan los imperativos 1, 14, 16 y 17 de nuestra Carta Magna, ya que la resolución que ahora se combate, se apoya en apreciaciones subjetivas que no cuentan con sustento legal alguno, pues el Ad quem deja de valorar documentales públicas que mi representada hizo valer ante la autoridad de apelación y que acreditan plenamente, los siguientes extremos: a) que el oficio antes referido, delimita en ancho que se debe respetar, respecto de la carretera TEZONTEPEC-LOS HOYOS, por concepto de “VÍA PUBLICA”; b) que mi representada colinda en su parte norte con treinta metros con la carretera TEZONTEPEC- LOS HOYOS, tal y como quedó precisado en la CLAUSULA CUARTA de la escritura número 30,482 antes referida; que cuando los ahora tercero interesados vendieron una fracción de su predio rústico a los C. MARTIN GIL ZERAFIN CERON y su señora esposa MARIA EVANGELINA OMAÑA NAJERA acordaron de común acuerdo que se debería de respetar el derecho de vía pública; que el predio rustico de los ahora tercero interesados pasó a ser predio urbano al ser fraccionado y al acatar el alineamiento que delimitó el municipio de Tezontepec de Aldama, Hidalgo, respecto de los límites del derecho de “VÍA PUBLICA”. Luego entonces, no queda lugar a duda que la vía pública corre por cuenta y a cargo de los ahora tercero interesados como parte originalmente vendedora, a quienes les correspondía solicitar los permisos correspondientes para poder ejercer la acción urbana consistente en fraccionar su predio rustico y así poder vender, ya que si bien es cierto que la carretera TEZONTEPEC-LOS HOYOS se encuentra aparentemente delimitada mediante el 33
correspondiente asfalto, también lo es que, al ejercer una
acción urbana se debe de pedir los permisos correspondientes ante la Dirección de Obras Públicas para que dicha autoridad precise los límites que se deben respetar respecto del derecho de VÍA PÚBLICA. Ahora bien, mediante el oficio antes referido se acredita que el predio propiedad de mi representada se encuentra ubicado en Avenida Insurgentes número cuarenta y cinco, de la comunidad Los Hoyos, Municipio de Tezontepec de Aldama, Hidalgo, domicilio muy diverso al que refieren los ahora tercero interesados en el escrito inicial de demanda, ya que en el inciso a) de su capítulo de prestaciones refieren que el predio que reclaman, denominado “LA BARRANCA” se ubica en la carretera Tezontepec- Los Hoyos, en el Municipio de Tezontepec de Aldama, Estado de México, en tales condiciones no existe identidad del predio que reclaman los tercero interesados en el juicio donde emanan los actos reclamados ya que incluso, sus testigos contrariamente refieren que el predio La Barranca se encuentra ubicado en Avenida Insurgentes sin número, por lo que debieron de haber desahogado oportunamente la pericial en materia de topografía o incluso debieron de haber ofrecido la prueba pericial en materia de agrimensura que es la prueba idónea para acreditar la identidad de un inmueble y al no haber acreditado con algún elemento de prueba la identidad del predio demandado, luego entonces, no puede suplirse sus deficiencias. Así las cosas, si no se encuentra plenamente identificado el predio que demandan los tercero interesados, no se puede considerar que se encuentren acreditados los elementos constitutivos de la acción intentada por éstos; como tampoco se debe considerar que se deban suplir tantas deficiencias como indebidamente lo hizo el Ad quem en la resolución que ahora se combate. Sirve de sustento jurídico la Jurisprudencia que a continuación transcribo: 34
“PERICIAL EN AGRIMENSURA. ES LA PRUEBA
IDÓNEA PARA ACREDITAR LA IDENTIDAD DE INMUEBLES. Aun cuando la pericial en agrimensura no es la única prueba con la que se pueda acreditar la identidad de bienes inmuebles, sin embargo sí es la idónea para ello, pues con los datos que verifique el perito se podrá determinar si el bien que se reclama es o no el mismo que detenta el demandado.” CUARTO.- La resolución que ahora se impugna, viola flagrantemente en detrimento de mi representada, los preceptos constitucionales 1, 14, 16 y 17, en relación con los artículos 1894 y 1896 del Código Civil en el Estado de Hidalgo. Lo anterior, en virtud de que en su considerando UNDECIMO, prescribe:
“…UNDÉCIMO. Finalmente, el agravio identificado
como NOVENO es INOPERANTE, en virtud de que el recurrente sostiene que una vez revocada la sentencia en lo tocante a la acción principal, habrá de ser declarada procedente la contrademanda, sin embargo, tal como se ha determinado, las consideraciones que sustentan la sentencia recurrida siguen en pie y por tanto, la improcedencia de la reconvención que precisamente no prospero por la procedencia de la acción principal…”. Argumentos que de igual forma, son inoperantes por ilegales ya que los actores en el principal, sorprendieron al juez de origen y a la autoridad de apelación mediante manifestaciones, vagas, imprecisas y principalmente falsas, al referir que mi representada le invadió una fracción de predio de su propiedad, pero una vez que ese Órgano Colegiado resuelva lo relativo a la improcedencia de la acción de los ahora tercero interesados, deberá condenarlos a las prestaciones que demanda mi representada de manera reconvencional en términos de lo preceptuado por los artículos 1894 y 1896 del Código Civil en el Estado de Hidalgo, ya que han 35
venido obrando ilícitamente al considerar que de los
1,249.80 metros cuadrados que mi representada adquirió en propiedad, se deba de restar la superficie de cuatrocientos veintiséis metros cuadrados que corresponde por concepto de vía pública, cuando la naturaleza de la vía pública es ser inalienable, o sea, que no se puede transferir en propiedad y más aun, cuando los mismos tercero interesados reconocieron en la cláusula segunda de la escritura número 29,656 referida en párrafos que anteceden, que se debía respetar ese derecho de vía pública entre los contratantes al momento de efectuar sus respectivas edificaciones. De donde se concluye que los tercero interesados han venido obrando de manera ilícita causando un enorme daño patrimonial a mi representada y como consecuencia de sus actos, deben ser condenados a repararlos, mediante la correspondiente indemnización que deberá ser cuantificada en ejecución de sentencia. Por lo que se debe conceder el amparo y protección de la Justicia de la Unión a mi representada hoy quejosa para los efectos de que se revoque la resolución que se recurre mediante el presente juicio de garantías y se resuelva en definitiva que mi representada en ningún momento ha venido poseyendo el predio que reclaman los tercero interesados en el juicio donde emanan los actos reclamados y que los límites del derecho de vía pública corren por cuenta y a cargo de los tercero interesados por haber ejercido una acción urbana respecto de su predio rústico al decidir fraccionar para vender, ya que no puede considerarse que el derecho de vía se pueda transferir en propiedad como indebidamente lo ha venido sosteniendo la autoridad señalada como responsable en la resolución que ahora se combate. Por lo expuesto y fundado: 36
A USTEDES C. MAGISTRADOS, atentamente pido se
sirvan: UNICO.- Tenerme por presentado con la personalidad que ostento, interponiendo el presente juicio de garantías en contra de la resolución dictada por la autoridad señalada como responsable, debiendo admitirse y ordenar la substanciación del mismo en términos de Ley.
Ley de Amparo, reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos 2016: Comentada y con jurísprudencia
Ley de Amparo, reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Comentada y con jurisprudencia. 2017