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QUEJOSO: ESTACIÓN DE SERVICIO


TEZONTEPEC, S.A. DE C.V.
AMPARO DIRECTO NÚMERO:
ESCRITO INICIAL.

H. TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO NOVENO


CIRCUITO, EN TURNO.

LUIS EDUARDO AVILES RUBIO, en mi


carácter de Administrador Único de la empresa
denominada ESTACION DE SERVICIO TEZONTEPEC,
SOCIEDAD ANONIMA, DE CAPITAL VARIABLE,
personalidad que tengo debidamente acreditada ante la
autoridad donde emana el acto reclamado, en términos de
lo preceptuado por el artículo 11 segundo párrafo de la
Ley de Amparo, mediante copia certificada de la Escritura
Pública número 6,363, pasada ante la Fe del Notario
Público número catorce, con ejercicio en el Distrito Judicial
de Pachuca de Soto, Estado de Hidalgo, Licenciada ANA
ELENA FLORES CARRILLO, misma que adjunte anexo
al escrito de contestación a la demanda ante el juez de
origen, señalando como domicilio para oír y recibir todo
tipo de notificaciones y documentos las listas que se
publican por los medios electrónicos (INTERNET),
autorizando para tales efectos en términos de lo prescrito
por el artículo 12 de la Ley de Amparo a los Licenciados
ANGEL LAZARO CHAVEZ BENITEZ, MARIO
SALDIERNA CAMPOS, ante Usted, comparezco y
expongo:
Que con fundamento en lo prescrito por los
artículos 170 fracción I, 174, y demás relativos de la Ley
de Amparo, vengo por medio del presente escrito y en
representación de la hoy quejosa, a solicitar el amparo y
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protección de la Justicia Federal en contra de la sentencia


definitiva de fecha veinticuatro de noviembre del año dos
mil catorce, dictada por la Segunda Sala Civil y Familiar
del Tribunal Superior de justicia del Estado de Hidalgo, en
los autos del Toca número 723/2014-II, en virtud de que
causa enormes gravámenes a mi representada, mismos
que haré valer en el capítulo correspondiente:
A efecto de dar cumplimiento a lo que
establece el artículo 175 de la Ley de amparo, manifiesto:

I. NOMBRE Y DOMICILIO DEL QUEJOSO Y


DE QUIEN PROMUEVE EN SU NOMBRE: Ya han
quedado expresados.

II. NOMBRE Y DOMICILIO DE LOS


TERCERO INTERESADOS: ADALBERTO JACINTO
LUGO VALDES Y/0 ADALBERTO JASINTO LUGO
VALDEZ Y/O ADALBERTO JACINTO LUGO VALEDEZ y
MARIA DE LA LUZ HERNANDEZ RODRIGUEZ, quien
tiene su domicilio en Camino del Recreo número treinta y
dos, Edificio H, departamento ciento uno, colonia El
Recreo, delegación Azcapotzalco, C.P. 02070, México,
Distrito Federal.

III. AUTORIDAD RESPONSABLE:


MAGISTRADOS QUE INTEGRAN LA SEGUNDA SALA
CIVIL Y FAMILIAR DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE
JUSTICIA EN EL ESTADO DE HIDALGO.

IV. ACTO RECLAMADO: Sentencia definitiva


de fecha veinticuatro de noviembre del año dos mil
catorce, dictada en los autos del Toca número 723/2014-II,
por los Magistrados que integran la Segunda Sala Civil y
Familiar del Tribunal Superior de Justicia en el Estado de
Hidalgo.
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V. LA FECHA EN QUE SE NOTIFICO EL


ACTO RECLAMADO AL QUEJOSO: veintisiete de
noviembre del año dos mil catorce.

VI. LOS PRECEPTOS QUE, CONFORME A


LA FRACCION I DEL ARTÍCULO 1o DE LA LEY DE
AMPARO, CONTIENEN LOS DERECHOS HUMANOS
CUYA VIOLACION SE RECLAMA EN EL PRESENTE
JUICIO DE GARANTIAS: 1, 14, 16 y 17 Constitucionales.

VII. LOS CONCEPTOS DE VIOLACION.

PRIMERO.- La resolución que ahora se


impugna, viola flagrantemente en detrimento de mi
representada, los preceptos constitucionales 1, 14, 16 y
17, en relación con los artículos 1º, 44, 80, 90, 253
fracción II y demás relativos del Código de
Procedimientos Civiles del Estado de Hidalgo, al precisar
en su Considerando SEPTIMO, lo siguiente:

“…SÉPTIMO.- Los agravios PRIMERO, SEGUNDO,


QUINTO, y SÉPTIMO se encuentran relacionados al
referirse a una falta de legitimación, porque a decir del
recurrente, el titular del inmueble reclamado en juicio
y cuya titularidad se acredita documentalmente y el
actor en este juicio son personas distintas.
Esto, porque el nombre del actor es ADALBERTO
JACINTO LUGO VALDEZ mientras que el título
exhibido se refiere a ADALBERTO JACINTO LUGO
VALDÉS e incluso ADALBERTO JASINTO LUGO
VALDEZ y la diferencia de nombre también respecto
de REYNALDA VALDEZ DE LUGO por REYNALDA
VALDES DE LUGO.
Estos argumentos son INFUNDADOS, en virtud de que
desde el escrito de demanda, el actor dijo llamarse
ADALBERTO JACINTO LUGO VALDEZ y que también
era conocido como ADALBERTO JASINTO LUGO
VALDEZ, además, en los anexos de la demanda se
aprecia, concretamente a foja 7, que se plasmó su
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apellido como VALDES en la escritura pública número


29,656 como ADALBERTO JACINTO LUGO VALDES
Y/0 ADALBERTO JASINTO LUGO VALDEZ, lo mismo
en la escritura número 30,482, foja 17 del expediente.
De esto se concluye que el propio actor ha señalado
como usa diferente ortografía en su nombre propio
pero finalmente se trata de la misma persona y en la
contestación de demanda, el ahora recurrente, no
señaló ninguna inconformidad por la aparente
diferencia en los nombres, por el contrario, en el
hecho número 5, se refirió al actor como ADALBERTO
JACINTO LUGO VALDES Y/O ADALBERTO JASINTO
LUGO VALDEZ, lo mismo en las excepciones II y IV así
como en las pretensiones y hechos de la
reconvención, así que no hay duda de que el propio
demandado ahora recurrente reconoció que se trata
de la misma persona sin que además hiciera
referencia alguna a la diferencia de nombre de
REYNALDA VALDEZ DE LUGO por REYNALDA
VALDEZ DE LUGO, por tanto, es INFUNDADO que se
trate de personas distintas…”
Dichos argumentos resultan infundados, ya
que el tercero interesado ADALBERTO JACINTO LUGO
VALDES Y/0 ADALBERTO JASINTO LUGO VALDEZ
Y/O ADALBERTO JACINTO LUGO VALEDEZ debió de
haber promovido ante la autoridad jurisdiccional un
pronunciamiento sobre su verdadero nombre, antes de
instaurar demanda en contra de mi representada. En
efecto, el presente juicio debe de resolverse en estricto
derecho, sin suplir deficiencia de las partes y en igualdad
de circunstancias, sin afectar la esfera de sus garantías
individuales, en ese contexto, no puede una parte
comparecer a deducir sus derechos en donde se ostenta
con un nombre y los documentos base de acción aparece
con otros nombres, y que se pueda considerar que son
meras faltas de ortografía como indebidamente lo razona
la Sala señalada como autoridad responsable, quien
resuelve de manera parcial y suple deficiencias de la parte
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actora del juicio natural, dejando en estado de indefensión


a mi representada, pues se transgreden en su detrimento
los imperativos 1, 14, 16 y 17 constitucionales, en relación
con los artículos 1º, 44, 80, 90, 253 fracción II.
Sirve de sustento jurídico la jurisprudencia que a
continuación transcribo:

“LEGITIMACION ACTIVA EN LA CAUSA. ES UNA


CONDICIÓN NECESARIA PARA LA PROCEDENCIA DE
LA ACCIÓN Y SÓLO PUEDE ANALIZARSE DE OFICIO
POR EL JUZGADOR AL MOMENTO DE DICTAR
SENTENCIA.

La legitimación activa en la causa no es un


presupuesto procesal sino una condición para obtener
sentencia favorable, esto es, se trata de una condición
necesaria para la procedencia de la acción, y consiste
en la identidad del actor con la persona a cuyo favor
está la ley, por lo que el actor estará legitimado en la
causa cuando ejercita un derecho que realmente le
corresponde, de tal manera que la legitimación ad
causam atañe al fondo de la cuestión litigiosa y, por
ende, es evidente que sólo puede analizarse de oficio
por el juzgador en el momento en que se pronuncie la
sentencia definitiva y no antes”.

DÉCIMO PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN


MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Por su parte el artículo 243, en su fracción II,


establece:

ARTICULO 253. TODA CONTIENDA


JUDICIAL PRINCIPIARA POR DEMANDA EN LA CUAL
SE EXPRESARAN:
I. …
II. EL NOMBRE DEL ACTOR Y LA CASA QUE SEÑALE
PARA OIR NOTIFICACIONES…”.
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De tal suerte que dicho precepto legal no


faculta a una persona ostentarse con diversos nombres al
instaurar una demanda, sino que refiere categóricamente
“NOMBRE DEL ACTOR” de manera singular, ahora bien,
el diccionario ABC define al nombre de la siguiente
manera: “…es la designación que se le da a una
persona, animal o cosa tangible para distinguirla del
resto de sus pares y darle una identidad única que no
sea plausible de confusión con otra similar…”
Luego entonces, no cabe la menor duda que el ahora
tercero interesado debió de haber definido jurídicamente
cuál es su verdadero nombre, solicitando ante la autoridad
jurisdiccional un pronunciamiento al respecto, pues no se
puede jugar con la administración de justicia ni se puede
favorecer de manera parcial a las partes supliendo sus
deficiencias, como indebidamente lo hizo el Ad quem en la
resolución que ahora se impugna.

En lo que hace al artículo 1º del Código de


Procedimientos Civiles, prescribe:

“ARTICULO 1. EL EJERCICIO DE LAS ACCIONES


CIVILES REQUIERE:
III. LA CAPACIDAD PARA EJERCITAR LA ACCION
POR SI, O POR LEGÍTIMO REPRESENTANTE;…”
En el presente caso, al actor no le asiste
razón ni derecho para reclamar de mi representada las
prestaciones que enuncia en su escrito inicial de
demanda, en virtud de que el documento donde funda su
acción, ya precisado en párrafos que anteceden, se
encuentra a nombre de ADALBERTO JACINTO LUGO
VALDES, persona muy diversa a la actor principal y en
ese entendido, procede de pleno derecho la excepción
SINE ACTIONE AGIS, planteada por mi representada en
su escrito de contestación a la demanda, ya que no pude
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tenerse por acreditada una acción, cuando el actor


principal no se encuentra debidamente legitimado.

Por su parte, el artículo 44 del mismo


ordenamiento legal, establece:

ARTICULO 44. TODO EL QUE, CONFORME A LA LEY


ESTE EN EL PLENO EJERCICIO DE SUS DERECHOS
CIVILES PUEDE COMPARECER EN JUICIO.
En el presente juicio, al actor no le compete
comparecer al presente juicio, para deducir las
prestaciones que reclama, en virtud de que el documento
donde funda su acción se encuentra a nombre de persona
diversa, que si bien pudiera tratarse de la misma persona,
ello lo debe resolver previamente al deducir su información
testimonial en términos del artículo 879 del Código de
Procedimientos Civiles del Estado de Hidalgo, pero en el
juicio natural, nunca acreditó que ADALBERTO JACINTO
LUGO VALDES, ADALBERTO JACINTO LUGO
VALDEZ o ADALBERTO JASINTO LUGO VALDEZ
fueran la misma persona y en la sentencia que se
impugna, la Sala señalada como autoridad responsable,
suple deficiencias de la actora, dejando en pleno estado
de indefensión a mi representada, ya que el Ad quem en
ningún momento fundamenta el motivo por el cual una
persona se deba de ostentar con tres nombres distintos al
instaurar una demanda y que solo se pueda considerar
como meras faltas de ortografía, ya que con dicha
resolución se atenta en detrimento de mi representada
contra lo prescrito por los numerales 1º, 44, 80, 90, 243,
en su fracción II, y demás relativos del cogido adjetivo
de la materia.

Ahora bien, la resolución que ahora se


impugna precisa en este considerando que mi
representada no impugno lo relativo a las diferencias de
los nombres con los que se ostenta en el juicio donde
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emanan los actos reclamados el actor principal, pero la


Jurisprudencia antes transcrita, prescribe que la
legitimación activa es una condición necesaria para la
procedencia de la acción y consiste en la identidad del
actor con la persona a cuyo favor esta la ley, luego
entonces si el actor principal comparece con un nombre
diverso al que aparece en los documentos base de su
acción, ello trae como consecuencia que no se tenga por
legitimado en el presente juicio, incluso ello debe ser
considerado oficiosamente por el resolutor en sentencia
definitiva, que es el momento procesal para pronunciarse
al respecto.

SEGUNDO.- La resolución que ahora se


impugna, viola flagrantemente en detrimento de mi
representada, los preceptos constitucionales 1, 14, 16 y
17, en relación con los artículos 80, 415, 420, y demás
relativos del Código de Procedimientos Civiles del Estado
de Hidalgo, al precisar en su Considerando OCTAVO, lo
siguiente:

“…OCTAVO. En los agravios identificados como


TERCERO y parte del SEXTO el recurrente sostiene
que la prueba testimonial no merece valor probatorio
en virtud de que los testigos fueron tachados
mediante el incidente respectivo ante la falta de
coincidencia de sus menciones con las del actor,
concretamente al señalar solo al actor como
propietario del inmueble “La Barranca” cuando el
propio actor señala al demandado también como
propietario, además, que los testigos no refieren al
nombre correcto de la demandada ni su ubicación o
dirección.
Este agravio es INFUNDADO en virtud de que el
Juzgador determinó que la prueba testimonial ofrecida
por el actor y a cargo de los testigos LUIS ENRIQUE
SALVADOR PÉREZ y JUAN S. SILVA MEDINA, merece
valor probatorio peno no obstante de la tacha de
testigos interpuesta por el ahora recurrente con
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independencia de que no se hayan referido correcta y


completamente a la ubicación del inmueble y la
denominación de la empresa demandada, pues lo
importante es que se refirieron en concreto al
inmueble denominado “La Barranca”, mismo que se
encuentra en el Municipio de Tezontepec de Aldama,
Hidalgo; sin que el hecho de señalar propietario al
actor del predio “La Barranca” invalide su testimonio
como sostiene el recurrente, pues no hay duda de que
el inmueble del que es propietario es una segregación
de ese inmueble, más una adición que culminó en una
consolidación en una sola unidad topográfica, como
ya se dijo en el considerando que antecede, por tanto,
no hay duda de que el inmueble del demandado
originalmente forma parte de ese inmueble de
mayores dimensiones denominado “La Barranca” y
que la empresa demandada es propietaria de una
fracción del mismo…”.
Dichos argumentos resultan inoperantes por
ilegales. En efecto, la valoración que hace la autoridad de
apelación, respecto de la testimonial ofrecida por el actor
principal de los señores LUIS ENRIQUE SALVADOR
PEREZ Y JUAN S. SILVA MEDINA, viola las reglas
fundamentales sobre la prueba, ya que si bien es cierto
que el valor de la prueba testimonial queda al prudente
arbitrio del juzgador, ello no debe violar dichas reglas, ya
que la prueba testimonial debe ser valorada en su
integridad, como lo es que los testigos coincidan tanto en
lo esencial como en lo incidental del acto; que den razón
fundada de su dicho y que coincida su ofrecimiento con la
narración de los hechos materia de la Litis y en el presente
caso, dichos testigos fueron tachados por mi representada
mediante el incidente respectivo, mismo que ha sido
desestimado en la resolución que ahora se impugna, y ello
deja en estado de indefensión a mi representada, ya que
es necesario que ese H. Tribunal Colegiado revise
escrupulosamente la testificación de los deponentes antes
mencionados, para poder apreciar que los mismos
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efectuaron manifestaciones que no coinciden con la


realidad, son vagas, imprecisas e incongruentes con lo
manifestado por la actora en su escrito inicial de demanda.
Por principio de cuenta, ambos testigos manifiestan al dar
respuesta a la primera directa, “que su presentante es
propietario del predio denominado LA BARRANCA,
ubicado en Avenida Insurgentes sin número”. Al
respecto, es necesario aclarar que mi representada tiene
la propiedad de una superficie de 1,249.80 dentro del
predio denominado “LA BARRANCA”, o sea, que el actor
principal no es el único propietario del predio denominado
“LA BARRANCA”; por otra parte, el domicilio donde se
encuentra ubicado el predio propiedad de mi representada
es el siguiente: Avenida Insurgentes Número cuarenta y
cinco de la Comunidad de Panuaya, Municipio de
Tezontepec de Aldama, Hidalgo, tal y como quedó
acreditado mediante la documental pública consistente en
el oficio de fecha veinticinco de noviembre del dos mil
ocho, mismo que fuera anexado al escrito de contestación
a la demanda en copia certificada, firmado por el
INGENIERO ARQUITECTO FELIX BECERRIL PORRAS,
Director de Obras Publicas de Tezontepec de Aldama,
Estado de Hidalgo, con lo que se acredita que dichos
testigos mienten al referir que su presentante es el único
propietario del predio denominado “LA BARRANCA” y el
domicilio que refieren respecto de la ubicación de dicho
predio, no corresponde a la realidad. No omito manifestar
que el actor refiere en el hecho uno de su escrito inicial de
demanda, de manera errada y confundida lo siguiente: “…
Que soy legítimo propietario y poseedor de una
fracción del predio denominado “La Barranca” que se
ubica en la Carretera Tezontepec-Los Hoyos, en el
municipio de Tezontepec del Aldama, Estado de
Hidalgo, el cuan tiene una superficie aproximada de
10,286.25 metros cuadrados…”, contradiciéndose con lo
expuesto por éste en los hechos tres y cuatro del escrito
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de demanda, ya que en éstos hechos reconoce que mi


representada es propietaria de dos fracciones de terreno
con superficies de OCHOCIENTOS METROS
CUADRADOS Y CUATROCIENTOS CINCUENTA
METROS CUADRADOS, respectivamente, además, es
necesario destacar que el predio antes mencionado
perteneció en propiedad no solo al C. ADALBERTO
JACINTO LUGO VALDES, ADALBERTO JACINTO
LUGO VALDEZ o ADALBERTO JASINTO LUGO
VALDEZ, sino también a su señora esposa MARIA DE LA
LUZ HERNANDEZ RODRIGUEZ a quien tuvo que
llamarse a juicio, en virtud de surtir efectos la hipótesis de
litisconsorte en el juicio de origen, dada la falsedad y
omisión del actor principal de no referirla como su
copropietaria en su escrito inicial de demanda. Ahora bien,
los testigos que ofreciera la parte actora, en ningún
momento manifestaron que mi representada tuviera la
posesión del inmueble que reclama el actor en el
presente juicio, ya que en principio de cuenta,
manifiestan que su presentante es propietario del predio
denominado “LA BARRANCA”, cuando mi representada
es propietaria de una fracción de terreno que se ubica
dentro del predio denominado LA BARRANCA, con una
extensión de 1,249.80; no precisan la denominación
correcta o razón social de mi representada, ya que
refieren a “LA ESTACION DE SERVICIOS
TEZONTEPEC”, y la denominación de mi representada es
“ESTACION DE SERVICIO TEZONTEPEC, SOCIEDAD
ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE”; el domicilio que
refieren como ubicación del aludido predio es el ubicado
en Insurgentes sin número, cuando la ubicación correcta
de dicho predio es: Avenida Insurgentes Número
cuarenta y cinco de la Comunidad de Panuaya,
Municipio de Tezontepec de Aldama, Hidalgo. No omito
manifestar que los tercero interesados en el escrito inicial
de demanda refieren contrariamente que el predio que
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reclaman se encuentra ubicado en la carretera


Tezontepec. Los Hoyos, en el Municipio de Tezontepec de
Aldama, Hidalgo; por su parte el testigo LUIS ENRIQUE
SALVADOR PEREZ, al dar respuesta a la cuarta directa,
manifestó: “…que LA ESTACION DE SERVICIOS
TEZONTEPEC, ocupa una superficie de mil
cuatrocientos metros cuadrados…”; y por su parte el
testigo JUAN SILVA MEDINA al responder a la quinta
directa manifiesta: “…que la superficie que ocupa LA
ESTACION DE SERVICIOS TEZONTEPEC, es de mil
trecientos o mil seiscientos metros, que no sabe
exactamente…”, contradicciones que se hacen a todas
luces inverosímiles y sin que éstos hayan precisado la
superficie de terreno que demanda el actor en el presente
juicio y por si fuera poco, dichos testigos nunca emplearon
la palabra “POSESION”, ya que no podemos confundir
las diversas clases de posesión que contempla nuestro
código sustantivo de la materia, como lo son, la posesión
originaria, la derivada, la jurídica o virtual y la real o
material, misma que se debe acreditar plenamente
mediante la prueba testimonial de manera fehaciente y no
mediante meras deducciones o aseveraciones mendaces
como lo fue en el presente caso, pues ambos testigos son
vagos, imprecisos, incongruentes, no son uniformes y solo
confunden más las contradicciones expresadas por el
actor en su escrito inicial de demanda.
En tales condiciones, no se les puede otorgar
valor crediticio a la prueba testimonial de los ahora tercero
interesados, como indebidamente lo hizo la Sala
resolutora, quien suple múltiples deficiencias de la actora,
al grado de otorgar valor crediticio pleno a
manifestaciones mendaces, contradictorias y a todas luces
inverosímiles y que no abonan algún beneficio a lo
expresado por los actores en la Litis planteada, pues
nunca manifestaron que mi representada se encuentre
poseyendo el inmueble que reclaman.
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Sirven de sustento jurídico las


Jurisprudencias que a continuación transcribo:
“POSESION. LA PRUEBA TESTIMONIAL ES IDONEA
PARA ACREDITARLA.
La testimonial adminiculada con otros medios de
prueba, es la idónea para demostrar la posesión
material de un inmueble, porque son los testigos,
quienes mediante sus sentidos han percibido la
realidad del caso concreto de que se trate y pueden
informar acerca de los hechos que les consten y de
ahí inferir bajo qué condición se detenta un
inmueble”.
SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL
DEL PRIMER CIRCUITO

“PRUEBA TESTIMONIAL SU VALORACION.

Aunque el valor de la prueba testimonial queda al


prudente arbitrio del juzgador, ello no debe violar las
reglas fundamentales sobre la prueba, pues no puede
admitirse que por el hecho de que los testigos fueron
uniformes en sus declaraciones sobre determinado
hecho, tenga que otorgársele valor probatorio pleno a
sus dichos, pues la prueba debe ser valorada en su
integridad, como lo es que los testigos coincidan
tanto en lo esencial como en lo incidental del acto;
conozcan por sí mismos los hechos sobre los que
declaran y no por inducción ni referencia de otras
personas; que expresen por qué medios se dieron
cuenta de los hechos sobre los que depusieron aun
cuando hubieren sido tachados por la contraparte;
que justifiquen la verosimilitud de su presencia en el
lugar de los hechos; que den razón fundada de su
dicho y que coincida su ofrecimiento con la narración
de los hechos materia de la Litis”.
OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL
DEL PRIMER CIRCUITO.
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Así las cosas, en el presente caso, la


autoridad señalada como responsable viola las reglas
fundamentales sobre la valoración de la prueba
testimonial, ya que otorga valor crediticio pleno a lo
expuesto por los testigos de la actora, cuando éstos
refieren circunstancias imprecisas y que no coinciden con
lo expuesto por el actor en el juicio de origen, ya que,
como lo vuelvo a repetir, el actor manifestó en el hecho
uno de su escrito inicial de demanda, lo siguiente: “…Que
soy legítimo propietario y poseedor de una fracción
del predio denominado “La Barranca antes “La
Habitación” que se ubica en la Carretera Tezontepec-
Los Hoyos, en el municipio de Tezontepec del
Aldama, Estado de Hidalgo, el cual tiene una
superficie aproximada de 10,286.25 metros
cuadrados…”, siendo dicha superficie la totalidad del
predio denominado “LA BARRANCA”, o sea que, no se
le puede dar crédito a lo expuesto por los testigos cuando
difieren de lo expuesto por el propio actor en su escrito de
demanda, ya que no se aprecia verosimilitud en sus
deposiciones y mucho menos coinciden éstos en lo
esencial e incidental de lo reclamado por el actor en el
presente juicio, pues en ningún momento refieren la
palabra “POSESION”, siendo ésta el tema toral de la
acción intentada por el actor, que en el presente caso lo
es la ACCION PLENARIA DE POSESION y si no se
acredita con exactitud y de manera fehaciente la
posesión que se demanda mediante la prueba testimonial,
no se le puede otorgar valor crediticio alguno a lo que
nunca refirieron los testigos deponentes en el presente
juicio, como indebidamente lo hizo el Ad quem en la
resolución que ahora se combate y menos aún refieren
los citados testigos que mi representada tenga la
posesión del inmueble que demanda el actor en la
presente controversia.
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TERCERO.- La resolución que ahora se


impugna, viola flagrantemente en detrimento de mi
representada, los preceptos constitucionales 1, 14, 16 y
17, en relación con los artículos 80 del Código de
Procedimientos Civiles, 10 de la Constitución Política del
Estado de Hidalgo, 2251 Código Civil, 1, 2, 3, 4
fracciones I, XLI, 5, 32, 36, 49, 50, 51 de la Ley de
Asentamientos Humanos, Desarrollo Urbano y
Ordenamiento Territorial del Estado de Hidalgo y 27 de la
Ley Orgánica de la Administración Pública para el Estado
de Hidalgo. Lo anterior, en virtud de que en su
considerando NOVENO, prescribe:

“…NOVENO. Los agravios CUARTO y SEXTO, se


encuentra estrechamente relacionados al referirse a la
posesión por parte del demandado de una fracción
restante del inmueble del actor, misma que se tuvo
por demostrada y de ahí la precedencia de la acción
plenaria de posesión.
El recurrente sostiene que por su parte, nunca
confesó la posesión de la fracción a que refiere el
actor ni se hizo referencia al vocablo “posesión” en la
contestación de demanda, además que la testimonial
no merece valor probatorio en virtud de que los
testigos no refieren a la denominación y domicilio
correcta de la demandada.
También tiene relación el agravio séptimo, donde
además de sostener que no hay identidad por la
diferencia del nombre del actor, y qua ya ha sido
analizado anteriormente, el recurrente sostiene que
para efectos de la acción principal, se le otorgó valor
probatorio pleno al croquis anexo a la demanda, del
que no hubo reconocimiento por la parte demandada,
no se trata de un dictamen pericial ni se encuentra
corroborado con algún otro medio de prueba.
Además, que la prueba pericial no se desahogó
porque el dictamen de la parte actora fue exhibido
fuera de termino por lo que era preciso un dictamen
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en materia de topografía o un apeo y deslinde para


delimitar la fracción motivo del juicio.
Estos argumentos son INFUNDADOS, en razón de
que, tal como se determinó en la sentencia recurrida,
los términos de la contestación de la demanda puede
tomarse como una confesión de la posesión de la
fracción del predio que se reclama y de ahí la
procedencia de la acción intentada.
Es así, porque como se dejó precisado en el
considerando quinto de esta resolución, la Litis del
juicio versa sobre una invasión del demandado, es
decir, el actor era propietario de la totalidad del
inmueble denominado “La Barranca” y una fracción
del ese inmueble, fue vendido al señor MARTIN GIL
ZERAFIN CANDELARIA CERÓN, lo que se hizo
constar en la escritura número 29,656 de fecha 9 de
febrero del 2008, con unas medidas de 30 metros al
norte y sur y 26.66 metros al oriente y poniente, con
las colindancias descritas en el punto 3 de la
demanda.
Posteriormente, el 18 de diciembre de 2008, el señor
MARTIN GIL ZERAFIN CANDELARIA CERÓN en unión
de su esposa MARÍA EVANGELINA OMAÑA NÁJERA;
vendieron esa fracción del inmueble a la ESTACIÓN
DE SERVICIO TEZONTEPEC S.A. DE C.V., más una
fracción del actor ADALBERTO JACINTO LUGO
VALDEZ también del predio “La Barranca”, pues aún
conserva el resto del inmueble luego de la primera
venta.
La adición fue de la misma anchura de 30 metros por
15 metros de fondo y por virtud de esa consolidación,
el inmueble propiedad de la demandada ESTACIÓN DE
SERVICIO TEZONTEPEC, S.A. DE C.V., pasó a tener
una dimensión de 30 metros al norte y sur y 41.44
metros al oriente y poniente.
Este hecho fue confesado en el punto 5 de la
contestación de la demanda al referir el ahora
recurrente que el codemandado MARTIN GIL ZERAFIN
CANDELARIA CERÓN compró una fracción de 30 por
17

26 metros del inmueble denominado “La Barranca” al


actor y luego la vendieron a la ESTACIÓN DE
SERVICIO TEZONTEPEC, S.A. DE C.V. con una adición
por parte del acto al referirse a la consolidación que
denomina “fusión de predios” a que se refiere el actor
en el hecho cuatro de la demanda.
Ahora bien, la discusión suscitada en este juicio, es el
hecho de que la parte demandada ESTACIÓN DE
SERVICIO TEZONTEPEC, S.A. DE C.V. delimitó el
inmueble más allá de los 41.66 metros de fondo,
producto de la consolidación extendiéndose 14.21
metros por 30 metros de ancho, sobre el resto del
inmueble denominado “La Barranca”.
El argumento de la parte demandada consistió en que
comenzó a construir en el predio de su propiedad a
partir del límite del derecho de vía de la carretera
Tezontepec- Los Hoyos.
Esta manifestación lleva implícita una confesión en el
sentido de que la delimitación la realizó luego de que
la dirección de obras le indicó el derecho de vía.
Por ello es que en la sentencia recurrida se determinó
probada la acción, puesto que la construcción se
realizó a parir del alineamiento señalado por la
Dirección de Obras Públicas, lo que se había ilustrado
con el croquis que anexo a la demanda y los testigos
de la parte actora quienes señalaron que la Estación
de Servicio Tezontepec está ubicada en el predio
denominado “La Barranca”, por tanto, las
manifestaciones de la demanda y sus anexos forman
una unidad, así como los términos de la contestación
de demanda, pueden conducir a la procedencia de la
acción con independencia de que no se haya
desahogado la prueba pericial en materia de
topografía, incluso prescindiendo de la testimonial,
pues como se ha dicho, la Litis se ha establecido
sobre la base de que el demandado no respeto los
límites de la adquisición sino como determino el Juez
en la foja 198 del expediente, que a la demandada
ESTACIÓN DE SERVICIO TEZONTEPEC, S.A. DE C.V.
18

le resultó más cómodo toma una superficie que le


corresponde al actor una vez que le fue indicado que
debía dejar un derecho de vía de 20 metros, hasta
completar las medidas de su título de propiedad.
Por tanto, el hecho de haber manifestado que su
construcción la realizó luego del alineamiento denota
una aceptación de la invasión, tal como se resolvió en
primera instancia, por lo que ésta consideración
esencial es suficiente para sostener el sentido del fallo
recurrido…”.
Dichos argumentos resultan inconsistentes
por infundados, toda vez que la Sala señalada como
responsable expresa en la resolución que ahora se
impugna, lo siguiente: “…los términos de la
contestación de la demanda puede tomarse como una
confesión de la posesión de la fracción del predio que
se reclama y de ahí la procedencia de la acción
intentada.
Es así, porque como se dejó precisado en el
considerando quinto de esta resolución, la Litis del
juicio versa sobre una invasión del demandado,…”.
Dicha aseveración no coincide con las
constancias de autos, toda vez que mi representada
nunca manifestó en el juicio de origen que tuviera la
posesión la fracción del predio que se reclama con la
acción intentada. En efecto, mi representada ni siquiera
refiere la palabra “POSESION” al dar contestación a los
hechos de la demanda y por su parte el actor, es quien
confiesa tener la posesión del inmueble que nos ocupa, al
referir en el hecho uno de su escrito de demanda, lo
siguiente: “…Que soy legítimo propietario y poseedor
de una fracción del predio denominado “La Barranca
antes “La Habitación” que se ubica en la Carretera
Tezontepec-Los Hoyos, en el Municipio de Tezontepec
del Aldama, Estado de Hidalgo, el cual tiene una
superficie aproximada de 10,286.25 metros
19

cuadrados…”. Por lo que no puede tenerse por


acreditado el tercer elemento constitutivo de la acción
plenaria de posesión, como indebidamente lo refiere el Ad
quem en el presente apartado ya que en stricto sensu se
debe otorgar valor crediticio pleno a la confesión
expresada por ADALBERTO JACINTO LUGO VALDEZ
en el hecho uno de su escrito de demanda, pues éste
manifestó ser legítimo propietario y poseedor del predio
denominado “LA BARRANCA”, lo anterior, en términos
de lo prescrito por los artículos 398, 400, 402 y demás
relativos del Código de Procedimientos Civiles, ya que el
Ad quem, suple deficiencias de los tercero interesados; se
aparta de la lógica más elemental y del derecho y deja en
todo momento en estado de indefensión a mi
representada, violando flagrantemente en su detrimento,
las garantías de seguridad jurídica, legalidad e igualdad
entre las partes, mostrando incluso un enorme interés en
favorecer a toda costa los intereses de la parte actora en
el juicio principal, pues incluso, el escrito inicial de
demanda no cumple con lo preceptuado en el articulo 253
fracción V, del código adjetivo de la materia, ya que dicha
demanda no es clara ni precisa, sino omisa y la narración
de hechos contiene aseveraciones mendaces que la
hacen a todas luces inverosímil, como ha quedado
procesado en párrafos que anteceden y ello, deja en
estado de indefensión a mi representada y por lo
consiguiente, no se encuentra corroborada con elemento
de prueba y convicción alguno, sino por el contrario, se
contradice con los documentos base de acción y con la
testificación desahogada.

Ahora bien, no puede considerarse que mi


representada haya invadido una fracción de predio que
reclama el actor principal en el presente juicio, como
indebidamente lo refiere el Ad quem en la resolución que
ahora se combate, ya que la palabra invasión proviene del
20

latín “invasio”, y se define como entrar por la fuerza u


ocupar irregularmente un lugar y la acción intentada por el
actor principal no requiere para su procedencia que el
demandado haya invadido el predio reclamado, sino que
exige para la precedencia de la “ACCION PLENARIA DE
POSESION”: 1.- Que tiene justo título para poseer; 2.-
Que es de buena fe; 3.- Que el demandado posee el bien
a que refiere el título; 4.- Que es mejor el derecho del
actor para poseer que el que alega el demandado. En
ese contexto, la Sala señalada como responsable utiliza el
término “INVASION”, como si se tratara de una acción
diversa a la intentada por los tercero interesados en el
juicio natural.

Por otra parte, en este mismo considerando


la autoridad señalada como responsable, establece lo
siguiente: “…la parte demandada ESTACIÓN DE
SERVICIO TEZONTEPEC, S.A. DE C.V. delimitó el
inmueble más allá de los 41.66 metros de fondo,
producto de la consolidación extendiéndose 14.21
metros por 30 metros de ancho, sobre el resto del
inmueble denominado “La Barranca…”; “…que a la
demandada ESTACIÓN DE SERVICIO TEZONTEPEC,
S.A. DE C.V. le resultó más cómodo tomar una
superficie que le corresponde al actor una vez que le
fue indicado que debía dejar un derecho de vía de 20
metros, hasta completar las medidas de su título de
propiedad…”.

En efecto, dichos argumentos se apartan de


la lógica más elemental y del derecho, ya que, en
principio de cuenta, tenemos que partir de la base que los
ahora tercero interesados ADALBERTO JACINTO LUGO
VALDES Y/0 ADALBERTO JASINTO LUGO VALDEZ
Y/O ADALBERTO JACINTO LUGO VALEDEZ y MARIA
DE LA LUZ HERNANDEZ RODRIGUEZ, adquirieron
21

mediante escritura privada de compraventa de fecha seis


de octubre de mil novecientos ochenta y dos, otorgada a
su favor por la señora REYNALDA VALDES DE LUGO un
predio rústico con denominado “LA BARRANCA”, con
una superficie original de DIEZ MIL DOSCIENTOS
OCHENTA Y SEIS METROS, VEINTICINCO
CENTIMETROS CUADRADOS, ubicado en la carretera
TEZONTEPEC-LOS HOYOS sin número, en el municipio
de Tezontepec de Aldama, Hidalgo.

Siendo el caso que, mediante escritura 29,656


de fecha nueve de febrero del dos mil ocho, dichos tercero
interesados deciden vender una fracción del predio rustico
denominado “LA BARRANCA”, con una superficie de
800 metros cuadrados a los C. MARTIN GIL ZERAFIN
CANDELARIA CERON y su señora esposa MARIA
EVANGELINA OMAÑA NAJERA, en tal concepto, los
ahora tercero interesados, antes de fraccionar el predio
rústico denominado “LA BARRANCA”, debieron de haber
obtenido los permisos y autorizaciones municipales, en
términos de lo prescrito por los artículos 4º fracciones I,
XLI y 49 de la Ley de Asentamientos Humanos, Desarrollo
Urbano y Ordenamiento Territorial del Estado de Hidalgo.
Lo anterior, a efecto de que la Dirección de Obras
Públicas del Municipio de Tezontepec de Aldama Hidalgo,
les precisara a partir de donde podían vender, ya que
éstos no podían lucrar con el derecho de Vía Pública, cuya
naturaleza es inalienable y por lo consiguientes no puede
transferirse en propiedad; o en su defecto, debieron de
haber promovido el correspondiente apeo y deslinde, para
no incurrir incluso en el delito de fraude.

En ese orden de ideas, el artículo 49 de la Ley


antes citada, prescribe:

“ARTÍCULO 49.- LOS PROPIETARIOS O


POSEEDORES DE ÁREAS O PREDIOS, INCLUYENDO
LAS DEPENDENCIAS Y ENTIDADES FEDERALES,
22

ESTATALES Y MUNICIPALES QUE PRETENDAN


REALIZAR UNA ACCIÓN URBANA EN EL TERRITORIO
DEL ESTADO, DEBERÁN OBTENER LAS
AUTORIZACIONES QUE PARA SU USO SEAN
NECESARIAS”.
Por su parte, el artículo 4º, en sus fracciones
I y XLI respectivamente, de la misma ley en cita, nos
define que se entiende por “ACCION URBANA”; y por
“VIA PUBLICA”, al versar:

“…I.- ACCIÓN URBANA: EL PROCESO DE


APROVECHAMIENTO, ACONDICIONAMIENTO Y
UTILIZACIÓN DEL TERRITORIO PARA EL
ASENTAMIENTO HUMANO, MEDIANTE LA
INTRODUCCIÓN O MEJORAMIENTO DE
INFRAESTRUCTURA, EQUIPAMIENTO Y SERVICIOS,
ASÍ COMO POR EL FRACCIONAMIENTO,
URBANIZACIÓN, FUSIÓN, SUBDIVISIÓN,
LOTIFICACIÓN, RELOTIFICACIÓN, EDIFICACIÓN,
CAMBIO DE RÉGIMEN A PROPIEDAD EN
CONDOMINIO U OTROS TENDIENTES A LA
TRANSFORMACIÓN, USO O APROVECHAMIENTO
DEL SUELO;…”
“…XLI.-VÍA PÚBLICA: EL INMUEBLE DE DOMINIO
PÚBLICO Y USO COMÚN DESTINADO AL LIBRE
TRÁNSITO, INALIENABLE E IMPRESCRIPTIBLE;…”.
De tal suerte que, si los ahora tercero
interesados decidieron efectuar una acción urbana,
consistente en fraccionar el predio rústico de su propiedad
denominado “LA BARRANCA” para enajenar, una
superficie de ochocientos metros cuadrados a los C.
MARTIN GIL ZERAFIN CANDELARIA CERON y su
señora esposa MARIA EVANGELINA OMAÑA NAJERA,
luego entonces, éstos antes de proceder a ejercer la
acción urbana de fraccionar el predio rústico de su
propiedad para vender una fracción de terreno, debieron
de haber solicitado a la autoridad municipal los permisos
correspondientes, para que a su vez, la Dirección de
23

Obras Públicas de Tezontapec del Aldama, Hidalgo, les


precisara lo relativo al derecho “VIA PÚBLICA”, misma
que se define como un inmueble de dominio público y de
uso común destinado al libre tránsito, inalienable e
imprescriptible, de tal suerte que la vía pública no pudieron
los tercero interesados haberla enajenado a MARTIN GIL
ZERAFIN CERON y su señora esposa MARIA
EVANGELINA OMAÑA NAJERA, como indebidamente
éstos lo han venido sosteniendo en el juicio donde
emanan los actos reclamados de manera fraudulenta; y
tanto el juez de origen como la autoridad de apelación les
han dado la razón de manera indebida y abusando de la
autoridad jurisdiccional que la Ley les confiere. Por lo que
mi representada se reserva el derecho de hacer del
conocimiento del Ministerio Público dichos hechos, que al
parecer del suscrito, son de carácter delictivo.

Así las cosas, la Sala señalada como


responsable omitió valorar en la resolución que se
impugna, la documental publica, consistente en la
escritura número 29,656 de fecha nueve de febrero del
año dos mil ocho, pasada ante la fe del Notario Público
número uno, del Distrito Judicial de Mixquiahuala de
Juárez, Licenciado FERNANDO FIDEL RUIZ MORENO,
que fuera agregada por el actor a su escrito inicial de
demanda, misma que precisa en su CLAUSULA
PRIMERA, lo siguiente: “…EL SEÑOR ADALBERTO
JACINTO LUGO VALDES Y/O ADALBERTO JASINTO
LUGO VALDEZ Y SU ESPOSA LA SEÑORA MARIA DE
LA LUZ HERNANDEZ RODRIGUEZ, VENDEN REAL Y
JURIDICAMENTE DE HOY Y PARA SIEMPRE Y EL
SEÑOR MARTIN GIL ZERAFIN CANDELARIA CERON,
COMPRA Y ADQUIERE PARA SI, UNA FRACCION DEL
PREDIO RUSTICO DESCRITO Y DESLINDADO EN EL
ANTECEDENTE PRIMERO DE ESTA ESCRITURA, CON
TODAS SUS ENTRADAS, SALIDAS, USOS,
24

COSTUMBRES, SERVIDUMBRES, ACTIVAS Y


PASIVAS, LIBRE DE TODA RESPONSABILIDAD Y
GRAVAMEN…”.

De tal suerte que el Notario Público que


intervino en la elaboración de la escritura referida en el
párrafo que antecede, actuó en términos de lo prescrito
por el artículo 50 de Ley de Asentamientos Humanos,
Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial del Estado
de Hidalgo, mismo que a la letra dice:

“ARTÍCULO 50.- TODOS LOS ACTOS, CONVENIOS Y


CONTRATOS RELATIVOS A LA TRANSMISIÓN DE
PROPIEDAD, DEBERÁN CONTENER LAS CLÁUSULAS
RELATIVAS A LOS USOS, DESTINOS O RESERVAS
DE ÁREAS O PREDIOS ASIGNADOS CONFORME A
LOS PROGRAMAS DE DESARROLLO URBANO Y
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
CORRESPONDIENTES”.
Luego entonces, si bien es cierto que los
ahora tercero interesados no solicitaron los permisos
municipales correspondientes para fraccionar el predio
rústico de su propiedad y tampoco promovieron el
correspondiente apeo y deslinde, tales omisiones
quedaron salvadas al precisar el fedatario público en la
escritura traslativa de dominio que la venta se efectuaba:
CON TODAS SUS ENTRADAS, SALIDAS, USOS,
COSTUMBRES, SERVIDUMBRES, ACTIVAS Y
PASIVAS, LIBRE DE TODA RESPONSABILIDAD Y
GRAVAMEN…”, cláusula que las partes de la relación
contractual estuvieron de acuerdo, tan es así, que firmaron
dicha escritura de compraventa y en ese entendido, quedó
contemplado que se debía respetar el derecho de “VÍA
PUBLICA”, misma que en ningún momento pudo haber
estado a la venta por parte de los ahora tercero
interesados, por ser de naturaleza inalienable, ya que
conforme al artículo 2251 del Código Civil para el Estado
25

de Hidalgo, no puede venderse sino lo que es de su


propiedad y en ese contexto, queda más que evidente que
los razonamientos de la Sala señalada como autoridad
responsable son meramente apreciaciones subjetivas que
no tienen sustento legal alguno al afirmar que mi
representada, hoy quejosa, delimitó su inmueble más allá
de los 41.66 de fondo, extendiéndose 14.21 metros por 30
metros de ancho, sobre el resto del inmueble denominado
“LA BARRANCA”, y que le resultó a mi representada
mas cómodo tomar una superficie que le corresponde al
actor, situación que no coincide con la realidad jurídica, ya
que el resolutor de apelación debió de haber acatado lo
preceptuado por el artículo 36 del la Ley en cita, misma
que establece:

“ARTÍCULO 36.- LAS AUTORIDADES


ADMINISTRATIVAS Y JUDICIALES, EN LOS
PROCESOS CUYAS RESOLUCIONES Y SENTENCIAS
IMPLIQUEN LA TRANSMISIÓN, TRANSFORMACIÓN,
FRAGMENTACIÓN O APROVECHAMIENTO DE ÁREAS
O PREDIOS EN UN ASENTAMIENTO HUMANO,
DEBERÁN SUJETARSE AL CUMPLIMIENTO DE LOS
PROGRAMAS QUE PREVÉ ESTA LEY”.

En síntesis, la autoridad de apelación


consideró en la resolución que se impugna mediante el
presente juicio de garantías, que los ahora tercero
interesados sí estaban facultados legalmente para
enajenar el derecho de “VIA PÚBLICA” a los C. MARTIN
GIL ZERAFIN CERON y su señora esposa MARIA
EVANGELINA OMAÑA NAJERA y por consiguiente, que
debían de haber restado de los ochocientos metros que
adquirieron en propiedad, cuatrocientos veintiséis metros,
que es lo que se tuvo que respetar como derecho de vía, o
en su defecto, que mi representada restara del terreno de
su propiedad, el derecho de vía. En tales condiciones, es
de magnificarse que dicha autoridad señalada como
26

responsable, se pasa por alto lo pactado por las partes en


la CLAUSULA PRIMERA de la documental pública antes
precisada y lo preceptuado en los artículos 14, 16 y 17 de
la constitución federal, en relación con los artículos 10 de
la Constitución Política del Estado de Hidalgo, 2251
Código Civil, 1, 2, 3, 4 fracciones I, XLI, 5, 32, 36, 49, 50,
51 de la Ley de Asentamientos Humanos, Desarrollo
Urbano y Ordenamiento Territorial del Estado de Hidalgo y
27 de la Ley Orgánica de la Administración Pública para el
Estado de Hidalgo, afectándose con dicha resolución, la
esfera jurídica de mi representada, ahora quejosa, al
transgredir en su detrimento los principios de legalidad,
seguridad jurídica e imparcialidad.

Igualmente es de destacarse que los


codemandados C. MARTIN GIL ZERAFIN CERON y su
señora esposa MARIA EVANGELINA OMAÑA NAJERA
manifestaron en el hecho cinco de su escrito de
contestación a la demanda, que vendieron a mi
representada la fracción de terreno de ochocientos metros
cuadrados que habían adquirido de los tercero
interesados, delimitándose dicha propiedad a partir los
veinte metros que corren del eje de la carretera
Tezontepec-Los Hoyos hacia el predio denominado “La
Barranca”, que se hizo constar en el alineamiento
precisado por el Municipio de Tezontepec de Aldama,
Hidalgo, manifestaciones que el Ad quem no tomó en
consideración en la resolución que ahora se impugna y
con lo que se acredita que mi representada no gestionó el
oficio de fecha 25 de noviembre del año 2008 como lo
considera esa autoridad resolutora, situación que siempre
fue del conocimiento de los tercero interesados, tan es así
que éstos vendieron a mi representada una superficie de
cuatrocientos cincuenta metros, mediante escritura 30,482
de fecha 18 de diciembre del año 2008 y no fue sino hasta
que mediante escrito de fecha 15 de febrero del 2013 en
27

que los tercero interesados instauran demanda en contra


de mi representada, cuando se había construido y puesto
en funcionamiento la negociación mercantil de mi
representada, o sea que pasaron casi cinco años para
éstos maquinaran mediante dolo y mala fe, obtener un
lucro indebido en detrimento de la hoy quejosa al
reclamarle un predio del cual nunca fueron desposeídos,
sino que mi representada comenzó a construir su
negociación a partir de donde le vendieron los C. MARTIN
GIL ZERAFIN CERON y su señora esposa MARIA
EVANGELINA OMAÑA NAJERA, en base al oficio antes
referido y en base a lo que éstos pactaron con los tercero
interesados en la CLAUSULA PRIMERA de la escritura
número 29,656.

En ese orden de ideas y para mejor proveer,


la Sala señalada como responsable debió de haber
considerado oficiosamente el Litisconsorcio Pasivo
Necesario para que fuera llamado al juicio de origen el
Municipio de Tezontepec del Aldama, Hidalgo, quien a
través del Director de Obras Públicas, hizo el
señalamiento mediante oficio de fecha 25 de noviembre
del 2008, que corre agregado en autos, respecto de los
metros que deberían de respetarse como derecho de vía
pública, en tales condiciones, dicho municipio tiene en
uso, goce y disfrute la superficie consistente en 14.21
metros por 30 metros de ancho, sobre el resto del
inmueble denominado “LA BARRANCA”, misma que
hace un total de cuatrocientos veintiséis metros, que se
tuvo que respetar como derecho de vía pública y que es la
superficie que reclaman los ahora tercero interesados en
el juicio de origen. Por lo que, de considerarlo necesario
ese H. Tribunal Colegiado, deberá ordenar reponer el
procedimiento del juicio donde emanan los actos
reclamados para los efectos de que sea llamado a juicio el
representante legal del Municipio de Tezontepec de
28

Aldama, Hidalgo, ya que dicho municipio viene haciendo


uso, goce y disfrute de una superficie de cuatrocientos
veintiséis metros por concepto de derecho de vía pública,
respecto del predio denominado “LA BARRANCA. Sirve
de sustento jurídico las jurisprudencias que a continuación
transcribo:

“LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO. CUANDO


EL TRIBUNAL DE ALZADA ADVIERTA QUE ALGUNA
DE LAS PARTES NO FUE LLAMADA AL JUICIO
NATURAL, OFICIOSAMENTE DEBE MANDAR
REPONER EL PROCEDIMIENTO.

El litisconsorcio pasivo necesario implica pluralidad


de demandados y unidad de acción; de ahí que deban
ser llamados a juicio todos los litisconsortes quienes,
al estar vinculados entre sí por un derecho litigioso,
deben ser afectados por una sola sentencia. En ese
sentido, cuando se interpone un recurso de apelación
y el tribunal de alzada advierte que en el juicio hubo
litisconsortes que no fueron llamados, aunque no
medie petición de parte, en cualquier etapa del
procedimiento debe mandar reponerlo de oficio, para
que el juez de primera instancia los oiga y dicte una
sentencia apegada a los principios de igualdad,
seguridad jurídica y economía procesal, sobre la base
de que debe protegerse en todo momento el derecho
humano de acceso efectivo a la justicia consagrado en
el artículo 17 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. Lo anterior es así, toda
vez que el litisconsorcio constituye un presupuesto
procesal sin el cual no puede dictarse una sentencia
válida, ya que involucra la protección de un derecho
humano y la correlativa obligación de los jueces como
autoridades a protegerlo, por lo que la carga procesal
de citar a todas las partes corresponde al órgano
jurisdiccional”.
CONTRADICCIÓN DE TESIS 469/2012. Entre las
sustentadas por el Primer y el Segundo Tribunales
Colegiados, ambos en Materia Civil del Séptimo
29

Circuito. 30 de enero de 2013. La votación se dividió


en dos partes: mayoría de cuatro votos por lo que
hace a la competencia. Disidente: José Ramón Cossío
Díaz. Mayoría de tres votos respecto del fondo.
Disidentes: José Ramón Cossío Díaz y Jorge Mario
Pardo Rebolledo. Ponente: Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Secretaria: Rocío Balderas Fernández.
TERCERO.- La resolución que ahora se
impugna, viola flagrantemente en detrimento de mi
representada, los preceptos constitucionales 1, 14, 16 y
17, en relación con los artículos 80, 407, y demás relativos
del Código de Procedimientos Civiles del Estado de
Hidalgo, 10 de la Constitución Política del Estado de
Hidalgo, 2251 Código Civil, 1, 2, 3, 4 fracciones I, XLI, 5,
32, 36, 49, 50, 51 de la Ley de Asentamientos Humanos,
Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial del Estado
de Hidalgo y 27 de la Ley Orgánica de la Administración
Pública para el Estado de Hidalgo. Lo anterior, en virtud
de que en su Considerando DECIMO, prescribe:

“…DECIMO. La misma suerte corre el agravio


identificado como OCTAVO, donde el recurrente hace
referencia a la documental pública consistente en el
oficio de fecha 25 de noviembre de 2008, que no fue
objetado por la contraparte, conforme al cual se
acredita que el Director de Obras Públicas de
Tezontepec de Aldama, extendió el alineamiento y
número oficial, se hace constar que se deberá
respetar y no construir en una extensión de 20 metros
a partir del eje de carretera y fue a partir de ese límite,
que le vendieron a la parte demandada pues debe
respetarse la superficie de la vía pública con
independencia de que la hubiera denominado
servidumbre de paso en la contestación de demanda y
es incorrecto que la medida deba realizarse a partir del
asfalto.
Este argumento es INOPERANTE porque
precisamente se tuvo por acreditado que la empresa
demandada en aras de respeta el derecho de vía,
30

realizó la construcción del inmueble que adquirió


después de dicho alineamiento y ello derivó en la
invasión a que se refiere el actor, por tanto, la
información derivada de tal documento en el sentido
de que el demandado debía respetar el derecho de vía
si fue tomado en cuenta expresamente.
Por otra parte, si bien es cierto que el juzgador no hizo
referencia expresa a la excepción de fraude procesal,
su estudio se encuentra implícito en la resolución de
fondo, pues la demandada aquí recurrente señaló que
el actor pretende confundir en el juicio que nos ocupa
al sostener que es propietario de un terreno que
pertenece a la vía pública o sin considerar el derecho
de vía.
Este argumento fue analizado y se determinó que no
fue el actor sino del demandado quien corrió los
límites del inmueble luego de considerar el derecho de
vía y con ello invadió la fracción que reclama el actor,
con la cual, el argumento de excepción si fue objeto
de análisis y pronunciamiento.
Argumentos que siguen siendo inoperantes
por ilegales, ya que la autoridad de apelación no otorga el
valor de mérito que prescribe el numeral 407 del código
adjetivo de la materia a la documental pública consistente
en oficio de fecha 25 de noviembre de 2008, que no fue
objetado por la contraparte, conforme al cual se acredita
que el Director de Obras Públicas de Tezontepec de
Aldama, extendió el alineamiento y número oficial, en
donde se hace constar que se deberá respetar y no
construir en una extensión de 20 metros a partir del eje de
carretera y fue a partir de ese límite que construyó mi
representada en el predio de su propiedad, respetando el
derecho de vía que debieron de haber gestionado los
ahora tercero interesados antes de fraccionar el predio
rustico de su propiedad para enajenar una fracción de
terreno a los C. MARTIN GIL ZERAFIN CERON y su
señora esposa MARIA EVANGELINA OMAÑA NAJERA,
31

ya que no es posible que se deba considerar que los


ahora tercero interesados estaban facultados para vender
un terreno que pertenece a la Vía Pública, toda vez que de
lo argumentado por la Sala señalada como autoridad
responsable se hace evidente que dicha autoridad
considera que el derecho de vía nace al momento en que
se gestiona el alineamiento y lo cierto es, que el derecho
de vía pública nació en el presente caso, a partir de que
se construyó la carretera TEZONTEPEC-LOS HOYOS y
es a partir de entonces que la autoridad municipal de
Tezontepec de Aldama, Hidalgo, por conducto de la
Dirección de Obras Públicas delimitó el ancho de deben
respetar los predios rústicos aledaños, respecto de dicha
carretera, al momento de realizar alguna de las acciones
urbanas que refiere el artículo artículos 4º fracciones I,
XLI de la Ley de Asentamientos Humanos, Desarrollo
Urbano y Ordenamiento Territorial del Estado de Hidalgo,
en el entendido que, la vía pública es la misma carretera
TEZONTEPEC-LOS HOYOS y con dicho alineamiento es
la determinación municipal para respetar el ancho que se
debe considerar respecto de dicha carretera por parte de
los predios rústicos que se van urbanizando.
Luego entonces, si la autoridad de apelación
omite valorar en sus términos la documental pública
consistente en el oficio de fecha 25 de noviembre de 2008
antes referida, misma que se adminicula con la
documental pública consistente en la escritura número
29,656 antes citada, en la que en su cláusula primera
refiere que ambas partes acuerdan en respetar lo relativo
a las entradas, salidas, usos, costumbres, servidumbres,
activas y pasivas y que no es otra cosa que el derecho de
“VÍA PÚBLICA”, y además, se aparta de lo preceptuado
por los artículos 80, 407, y demás relativos del Código de
Procedimientos Civiles del Estado de Hidalgo, 10 de la
Constitución Política del Estado de Hidalgo, 2251 Código
Civil, 1, 2, 3, 4 fracciones I, XLI, 5, 32, 36, 49, 50, 51 de
32

la Ley de Asentamientos Humanos, Desarrollo Urbano y


Ordenamiento Territorial del Estado de Hidalgo y 27 de la
Ley, luego entonces, la resolución que ahora se combate
es ilegal y deja en estado pleno de indefensión a la hoy
quejosa, ya que afecta enormemente la esfera de sus
garantías individuales que preconizan los imperativos 1,
14, 16 y 17 de nuestra Carta Magna, ya que la resolución
que ahora se combate, se apoya en apreciaciones
subjetivas que no cuentan con sustento legal alguno, pues
el Ad quem deja de valorar documentales públicas que mi
representada hizo valer ante la autoridad de apelación y
que acreditan plenamente, los siguientes extremos: a) que
el oficio antes referido, delimita en ancho que se debe
respetar, respecto de la carretera TEZONTEPEC-LOS
HOYOS, por concepto de “VÍA PUBLICA”; b) que mi
representada colinda en su parte norte con treinta metros
con la carretera TEZONTEPEC- LOS HOYOS, tal y como
quedó precisado en la CLAUSULA CUARTA de la
escritura número 30,482 antes referida; que cuando los
ahora tercero interesados vendieron una fracción de su
predio rústico a los C. MARTIN GIL ZERAFIN CERON y
su señora esposa MARIA EVANGELINA OMAÑA
NAJERA acordaron de común acuerdo que se debería de
respetar el derecho de vía pública; que el predio rustico de
los ahora tercero interesados pasó a ser predio urbano al
ser fraccionado y al acatar el alineamiento que delimitó el
municipio de Tezontepec de Aldama, Hidalgo, respecto de
los límites del derecho de “VÍA PUBLICA”. Luego
entonces, no queda lugar a duda que la vía pública corre
por cuenta y a cargo de los ahora tercero interesados
como parte originalmente vendedora, a quienes les
correspondía solicitar los permisos correspondientes para
poder ejercer la acción urbana consistente en fraccionar
su predio rustico y así poder vender, ya que si bien es
cierto que la carretera TEZONTEPEC-LOS HOYOS se
encuentra aparentemente delimitada mediante el
33

correspondiente asfalto, también lo es que, al ejercer una


acción urbana se debe de pedir los permisos
correspondientes ante la Dirección de Obras Públicas para
que dicha autoridad precise los límites que se deben
respetar respecto del derecho de VÍA PÚBLICA.
Ahora bien, mediante el oficio antes referido
se acredita que el predio propiedad de mi representada se
encuentra ubicado en Avenida Insurgentes número
cuarenta y cinco, de la comunidad Los Hoyos, Municipio
de Tezontepec de Aldama, Hidalgo, domicilio muy diverso
al que refieren los ahora tercero interesados en el escrito
inicial de demanda, ya que en el inciso a) de su capítulo
de prestaciones refieren que el predio que reclaman,
denominado “LA BARRANCA” se ubica en la carretera
Tezontepec- Los Hoyos, en el Municipio de Tezontepec de
Aldama, Estado de México, en tales condiciones no existe
identidad del predio que reclaman los tercero interesados
en el juicio donde emanan los actos reclamados ya que
incluso, sus testigos contrariamente refieren que el predio
La Barranca se encuentra ubicado en Avenida Insurgentes
sin número, por lo que debieron de haber desahogado
oportunamente la pericial en materia de topografía o
incluso debieron de haber ofrecido la prueba pericial en
materia de agrimensura que es la prueba idónea para
acreditar la identidad de un inmueble y al no haber
acreditado con algún elemento de prueba la identidad del
predio demandado, luego entonces, no puede suplirse sus
deficiencias. Así las cosas, si no se encuentra plenamente
identificado el predio que demandan los tercero
interesados, no se puede considerar que se encuentren
acreditados los elementos constitutivos de la acción
intentada por éstos; como tampoco se debe considerar
que se deban suplir tantas deficiencias como
indebidamente lo hizo el Ad quem en la resolución que
ahora se combate. Sirve de sustento jurídico la
Jurisprudencia que a continuación transcribo:
34

“PERICIAL EN AGRIMENSURA. ES LA PRUEBA


IDÓNEA PARA ACREDITAR LA IDENTIDAD DE
INMUEBLES. Aun cuando la pericial en agrimensura
no es la única prueba con la que se pueda acreditar la
identidad de bienes inmuebles, sin embargo sí es la
idónea para ello, pues con los datos que verifique el
perito se podrá determinar si el bien que se reclama es
o no el mismo que detenta el demandado.”
CUARTO.- La resolución que ahora se
impugna, viola flagrantemente en detrimento de mi
representada, los preceptos constitucionales 1, 14, 16 y
17, en relación con los artículos 1894 y 1896 del Código
Civil en el Estado de Hidalgo. Lo anterior, en virtud de que
en su considerando UNDECIMO, prescribe:

“…UNDÉCIMO. Finalmente, el agravio identificado


como NOVENO es INOPERANTE, en virtud de que el
recurrente sostiene que una vez revocada la sentencia
en lo tocante a la acción principal, habrá de ser
declarada procedente la contrademanda, sin embargo,
tal como se ha determinado, las consideraciones que
sustentan la sentencia recurrida siguen en pie y por
tanto, la improcedencia de la reconvención que
precisamente no prospero por la procedencia de la
acción principal…”.
Argumentos que de igual forma, son
inoperantes por ilegales ya que los actores en el principal,
sorprendieron al juez de origen y a la autoridad de
apelación mediante manifestaciones, vagas, imprecisas y
principalmente falsas, al referir que mi representada le
invadió una fracción de predio de su propiedad, pero una
vez que ese Órgano Colegiado resuelva lo relativo a la
improcedencia de la acción de los ahora tercero
interesados, deberá condenarlos a las prestaciones que
demanda mi representada de manera reconvencional en
términos de lo preceptuado por los artículos 1894 y 1896
del Código Civil en el Estado de Hidalgo, ya que han
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venido obrando ilícitamente al considerar que de los


1,249.80 metros cuadrados que mi representada adquirió
en propiedad, se deba de restar la superficie de
cuatrocientos veintiséis metros cuadrados que
corresponde por concepto de vía pública, cuando la
naturaleza de la vía pública es ser inalienable, o sea, que
no se puede transferir en propiedad y más aun, cuando los
mismos tercero interesados reconocieron en la cláusula
segunda de la escritura número 29,656 referida en
párrafos que anteceden, que se debía respetar ese
derecho de vía pública entre los contratantes al momento
de efectuar sus respectivas edificaciones. De donde se
concluye que los tercero interesados han venido obrando
de manera ilícita causando un enorme daño patrimonial a
mi representada y como consecuencia de sus actos,
deben ser condenados a repararlos, mediante la
correspondiente indemnización que deberá ser
cuantificada en ejecución de sentencia.
Por lo que se debe conceder el amparo y
protección de la Justicia de la Unión a mi representada
hoy quejosa para los efectos de que se revoque la
resolución que se recurre mediante el presente juicio de
garantías y se resuelva en definitiva que mi representada
en ningún momento ha venido poseyendo el predio que
reclaman los tercero interesados en el juicio donde
emanan los actos reclamados y que los límites del
derecho de vía pública corren por cuenta y a cargo de los
tercero interesados por haber ejercido una acción urbana
respecto de su predio rústico al decidir fraccionar para
vender, ya que no puede considerarse que el derecho de
vía se pueda transferir en propiedad como indebidamente
lo ha venido sosteniendo la autoridad señalada como
responsable en la resolución que ahora se combate.
Por lo expuesto y fundado:
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A USTEDES C. MAGISTRADOS, atentamente pido se


sirvan:
UNICO.- Tenerme por presentado con la
personalidad que ostento, interponiendo el presente juicio
de garantías en contra de la resolución dictada por la
autoridad señalada como responsable, debiendo admitirse
y ordenar la substanciación del mismo en términos de Ley.

PROTESTO LO NECESARIO

Pachuca, Hgo. a 7 de enero del año 2015.

LUIS EDUARDO AVILES RUBIO

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