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EL INICIO DEL CÓMPUTO DE PLAZO DE LA PENA SUSPENDIDA

Para los efectos del inicio del cómputo del plazo del periodo de prueba, se considera el
artículo 418, numeral 1, del Código Procesal Penal1, esto es, si contra la sentencia de
primera instancia que impone una suspensión de la ejecución de la pena, se interpone
recurso de apelación, la sentencia suspende su ejecución. Este último vocablo debe
interpretarse como que no puede iniciarse el período de prueba hasta que quede firme la
sentencia (Sentencia de Casación número 601-2019/Lima Norte, veintidós de febrero de
dos mil veintiuno, fundamentos de derecho primero y segundo).

SEGUNDO. Que a los efectos del dies a quo del periodo de prueba se tiene en cuenta el
artículo 418, apartado 1, del Código Procesal Penal. Es decir, si contra la sentencia de
primera instancia que impone una suspensión de la ejecución de la pena se interpone
recurso de apelación la sentencia suspende su ejecución –entendido este último vocablo
como que no puede iniciarse el período de prueba hasta que quede firme la sentencia–.

Respecto a la ejecución de la pena de inhabilitación, el Acuerdo Plenario número 10-


2009/CJ-116 precisó que esta pena se ejecuta una vez que la sentencia condenatoria que
la impuso adquirió firmeza. Por ende, el plazo de ejecución se inicia desde esa fecha y no
antes —como lo establece en el fundamento 9 y es doctrina legal—. Así, deben interpretar
las instancias de mérito.

9°. En conclusión, resulta obvio, entonces, que los alcances de la pena de inhabilitación
respecto del Acuerdo Plenario número 2-2008/CJ-116, del 18 de julio de 2008, funcionan
plenamente en aquellos Distritos Judiciales en los que se dictó la referida pena con arreglo
al NCPP, en especial los fundamentos jurídicos 9° y 11°. Esta pena se ejecuta una vez que la
sentencia condenatoria que la impuso adquirió firmeza. Por ende, el plazo de ejecución se
inicia desde esa fecha, no antes. Distinto es el caso de la pena de inhabilitación impuesta
bajo el régimen procesal del ACPP, pues la impugnación que se interpone contra ella no
tiene efecto suspensivo. Así las cosas, concedido el recurso impugnatorio, se remitirán las
copias pertinentes al Juez de Ejecución –el Juez Penal según el ACPP y la Ley Orgánica del
Poder Judicial- para que inicie el procedimiento provisional de ejecución, según las reglas
sancionadas en los fundamentos jurídicos 15° al 16°. Por otro lado, en aplicación supletoria
del artículo 380° del Código Procesal Civil, si la sentencia es anulada o revocada se declarará
la ineficacia de todo lo actuado sobre la base de su vigencia. El Juez Penal, en este caso,
precisará las actuaciones que quedan sin efecto atendiendo a lo resuelto por el superior.

Las sentencias firmes son aquellas que ya no admiten recursos porque son


definitivas. No hay recurso que presentar o bien porque no lo estipula la Ley o porque se
ha pasado el plazo para presentarlo.

1
Artículo 418 Efectos.-
 1. El recurso de apelación tendrá efecto suspensivo contra las sentencias y los autos de sobreseimiento, así
como los demás autos que pongan fin a la instancia.
Sentencia firme, la que ha adquirido autoridad de cosa juzgada, es decir, contra
la que no puede interponerse ningún recurso y puede ejecutarse en todos sus
extremos.
La sentencia firme es la resolución ante la cual ya no cabe ningún recurso,
ordinario ni extraordinario. Se entiende como cosa juzgada sin posibilidad de
recurrir. Los motivos pueden ser porque así lo establece la ley o porque han
prescritos los plazos legales para hacerlo.

Al respecto este Colegiado tiene dicho que una resolución adquiere el carácter de
firme cuando se ha agotado todos los recursos que prevé la ley para impugnarla
dentro del proceso ordinario

resolución judicial firme, debe entenderse a aquella contra la que se ha agotado


los recursos previstos por la ley procesal de la materia

La sentencia queda consentida por no haberse interpuesto recurso impugnatorio


alguno y ejecutoriada cuando se agotaron las instancias respectivas.

Las resoluciones definitivas son aquellas que ponen fin a la primera instancia (o a un


recurso). Con ese nombre, podría parecer que no se pueden modificar y, en cierto
sentido, es así. No obstante, contra una resolución definitiva, si no es firme, aún cabe
algún recurso y, por tanto, un tribunal superior puede revocar, anular o modificar su fallo
de forma total o parcial. Digamos que una sentencia definitiva sigue caracterizándose por
una cierta provisionalidad. Es como el final de una película de miedo en que parece que el
asesino muere, pero no se encuentra el cadáver.
 
Las resoluciones que son realmente definitivas son las resoluciones firmes. Contra ellas
no cabe recurso alguno, ya sea porque la ley no lo prevé o porque ya ha transcurrido el
plazo establecido y ninguna de las partes lo ha presentado. La película acaba y el
guionista no se reserva ningún as en la manga para resucitar a nadie en una segunda
parte. Cuando una resolución es firme tiene autoridad de cosa juzgada

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