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PREGUNTAS UNIDAD II ADMINISTRACIÓN PUBLICA

1.- ESTADO
El Estado es una forma de organización política que cuenta con poder administrativo y soberano
sobre una determinada zona geográfica. Esta organización política se constituye en un determinado
territorio y tiene el poder de ordenar y administrar la vida en sociedad. También se denomina Estado
al conjunto de instituciones que tienen la finalidad de administrar los asuntos públicos.

2.- ELEMENTOS DEL ESTADO

El Estado tiene tres elementos básicos: población, territorio y poder.

Población: Es el conjunto de personas que viven en el Estado. En algunos casos puede compartir
entre ellos la raza o creencia religiosa, pero esto no es un requisito.
Territorio: Es el espacio físico o área geográfica donde vive la población. Puede ser continuo o
discontinuo, insular o continental, pero siempre con carácter permanente.
Poder: Se refiere a la capacidad del Estado de organizar a la población y al territorio

3.- TIPOS HISTÓRICOS FUNDAMENTALES DE ESTADO:

Ellos son el Estado antiguo oriental, el Estado griego, el Estado romano, el Estado medieval y el
Estado Absolutista.

• ESTADO ANTIGUO ORIENTAL


Tiene dos caracteres específicos:
- DESPOTISMO ORIENTAL: Caracterizado por el arbitrio absoluto del dominante y una total
ausencia de derechos en los dominados.
- TEOCRACIAS: Se refiere a la fundamentación de tal poder y al orden de valores en que la
organización descansa. En las teocracias el detentador del poder representa al poder divino.
Las organizaciones políticas orientales antiguas fueron: La China, la egipcia, la babilónica o
mesopotámica, la israelita, la asiría, la persa, la hindú y la fenicia.

• ESTADO GRIEGO
Georg Jellinek sintetiza los aspectos esenciales de este estado diciendo que es una asociación de
ciudadanos, unitaria, independiente y que tiene por base leyes y autoridades propias. Esta
asociación tiene el doble carácter: ESTATISTA y RELIGIOSO. El principio superior para la
administración y el derecho es la conformidad a la LEY. A causa de esto el ciudadano tiene un
círculo de derechos perfectamente determinado y reconocido, del cual la ciencia del ESTADO solo
ha sabido poner de manifiesto y hacer penetrar en la conciencia científica, la parte referente al
ejerciciode los poderes del Estadopor el individuo.

• ESTADO ROMANO
El Estado se forma partiendo de una Ciudad – Estado: LA CIVITAS. En Roma también el Estado se
identifica con la comunidad de ciudadanos, lo que indica que la RES PUBLICA es la comunidad
del pueblo.
El Estado romano tiene su origen y caracteres muy similares a los de la polis griega (grupo social
reducido, unidad religiosa y participación ciudadana), aunque, a diferencia del griego, el romano
tiene conciencia de la existencia de la RES PUBLICA.
Su posterior evolución (lenta y prolongada) difiere de la de la POLIS; en el caso de ROMA, sus
sucesivas conquistas la llevan a configurar el IMPERIO. Surge una nueva entidad política que
descansa en nuevas instituciones: el imperio y el poder del princips como vinculación comulativa a
un solo hombre de todos los poderes sobre la humanidad
conocida. Mediante la LEX REGIA los juristas romanos entienden que ese poder personal que se
constituye por una suma de poderes se ejerce por delegación del pueblo que constituyó la
comunidad de derecho originaria de la ciudad. HAURIOU dice que el Derecho Público debe a
Roma dos conceptos muy importantes que, a partir del fin de la Edad Media, jugaran un papel
capital en la formación de los ESTADOS MODERNOS, se trata del concepto de: SOBERANÍA y
del concepto de IMPERIUM.

• ESTADO MEDIEVAL
Punto de partida.
La historia de la edad media se inició con la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476
de nuestra era yconcluye con la caída del Imperio Romano de Oriente en el año 1453 aunque hay
autores que la extienden hasta 1492. Al inicio de la Edad Media aparecen formaciones políticas
rudimentarias que lentamente fueron perfeccionándose y ampliándose hasta llegar a constituirse en
Estados, en el verdadero sentido de la palabra,al final de este periodo. En este proceso de formación
de los Estados influye poderosamente la antigua idea de la unidad del Estado. La imagen del
Imperio Romano con su organización firme, la centralización y la concentración del poder,
determinó en parte, seguramente, el nacimiento y el desarrollo de los grandes imperios medievales,
la mayoría de los cuales solo pudieron subsistir corto tiempo, para luego dividirse o desaparecer
totalmente.
Factores generadores del pensamiento medieval Se entiende por factores generadores del
pensamiento medieval las fuerzas históricas, de índole cultural e institucional, que más influyeron
en la organización de la vida social y en la formación de las ideas durante la Edad Media, estas son:
El cristianismo, la Iglesia, la cultura germánica, el feudalismo, el derecho romano, la escolástica y
movimiento universitario, el islamismo, la cultura árabe y la cultura bizantina.

• ESTADO ABSOLUTISTA Y LOS ESTADOS NACIONALES


Concepto:
Es el régimen político y social que existió en los grandes Estados de Europa entre los Siglos XVI y
XVIII y que se caracterizó por la concentración, con base en la teoría de derecho divino de los reyes
de todos los poderes públicos en manos de monarca: la administración, la legislación, la justicia, la
tributación, el ejército. La consolidación de las monarquías absolutas en Europa coincidió con la
formación de los Estados – Nación como en Francia, España e Inglaterra, en este último no puede
hablarse de absolutismo monárquico.

Supuestos que Facilitan la Aparición del Estado Absolutista Los teóricos del Estado moderno han
indicado los siguientes: Económicos: Caracterizados por el tránsito de unas economías cerradas,
autárquicas, hacia unas economías abiertas basadas en el comercio. Sociales: Caracterizados por
una alteración sustancial del sistema de estratificación social medieval, con la aparición de una
clase social emergente, la burguesía, que establecerá un pacto de alianza con los monarcas,
coadyuvando así la liquidación del sistema feudal. Técnicas: Entre las cuales hay que mencionar
los nuevos descubrimientos de la época, v.gr. la imprenta, la pólvora, la brújula. Credenciales: Que
implican una nueva concepción del hombre como centro del Universo, así como una nueva idea de
la libertad contrapuesta al dogmatismo religioso medieval. Factores Internos que Favorecen su
Aparición.

HERMAN HELLER nos habla de los siguientes factores:


•El surgimiento de los ejércitos permanentes.
•La creación de la administración financiera, cuya primera razón de ser será la de pagar
ese ejército profesional y permanente.
•La existencia de una burocracia puesta al servicio de esa administración financiera.
•La necesidad de un único orden jurídico, que proporcione certeza y seguridad jurídica al
nuevo poder político y, a su vez, sea favorecedor de las incipientes relaciones
comerciales.
Ciencia política y razón del Estado: Nicolás Maquiavelo (1469 – 1527). Es el primer teorizador de
la nueva ciencia política, a partir del florentino, esta ciencia se transforma en AUTÓNOMA,
independizándose de la religión, de la moral y de la filosofía.
Su obra más importante se denomina “EL PRINCIPE” en ella por vez primera se encuentra el
término STATO para referirse a la forma de organización política propia de su época que sirve de
base, y es por tanto anterior, a su caracterización como Monarquía o República, aspecto este que si
es mutable. El poder es el gran tema de esta obra, considerado como uno de los ámbitos de
realización del espíritu humano y el fenómeno político visto como la expresión suprema de
laexistencia histórica que involucra todos los aspectos de la vida, es la concepción que subyace en
el PRINCIPE y en la obra general.
•THOMAS HOBBES (1588 – 1679) Nos referimos a este teorizante político inglés en el tema de
las teorías sobre el origen del Estado.
La Teoría del Derecho Divino de Los Reyes:
Como respuesta a las teorías de que el poder político provenía del pueblo, quienes defendían el
absolutismo monárquico y la vigencia de una religión oficial respondieron con la teoría del derecho
divino de los reyes. Se trataba de revivir la creencia de carácter divino de la autoridad civil,
adaptándola a las circunstancias del Siglo XVI
Los principales defensores de esta teoría fueron:

* JUAN BODINO (1530 – 1596), autor del libro “LOS SEIS LIBROS DE LA REPÚBLICA”,
publicada en 1576, con esta obra dicha teoría alcanza una de sus mejores exposiciones. Para
terminar con la crisis del poder en Francia, Bodino levantó toda una teoría política tendente a
unificar el poder en manos de un soberano. Un soberano no limitado ni en el terreno político ni en el
jurídico, ya que, en el primer caso, recibe la soberanía de Dios y, en el segundo, es el soberano
quien, al crear el DERECHO positivo, se sitúa por encima de él.
Reconocida la necesidad de un Estado soberano de poder político ilimitado, independiza la idea de
ESTADO de la de Gobierno, identifica al primero con el poder soberano y al segundo con el aparato
mediante el cual se ejerce dicho poder. Aunque el poder soberano del Estado puede identificarse
bien con la monarquía, la aristocracia o la democracia, él opta por laprimera forma de Gobierno
como la ideal. Así el principal atributo de la república (el derecho de soberanía) sólo se da y se
conserva en la Monarquía. En una república solo uno puede ser soberano, ya que nadie por sí solo
puede dar ni recibir ley de su igual. La monarquía absoluta es lo mejor para la comunidad. Todo
intento de subordinar al soberano a cualquier poder, sea aristocrático o popular conduce a la
anarquía, y cualquier tiranía es mejor que el dominio popular. La soberanía aparece a partir de
BODINO como un atributo esencial del ESTADO y no ya simplemente como un atributo personal
del monarca.

-BOSSUET: (1627 – 1704), en la misma línea del pensamiento de BODINO esta este autor francés
quien en su obra “POLÍTICA SACADA DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS”,pretende justificar
el absolutismo de los reyes con la cita de textos bíblicos. La preocupación de BOSSUET es la de
conseguir la obediencia de los súbditos para someterlos a la autoridad del príncipe, el cual recibe su
poder omnímodo de Dios. Esta autoridad queda revestida de unos caracteres que le confieren
credibilidad; su raíz sagrada (proviene de Dios) su paternalismo, su absolutismo, su racionalismo.
* ROBERT FILMER: Su obra se denominó “EL PATRIARCA”, el punto de partida doctrinal es
parecido al de Bossuet pero mucho más radical en su forma y en su fondo: la obediencia que se
debe a Dios es de la misma naturaleza que la debida a los padres y a los reyes. El poder real se sitúa,
de este modo, en un plano tan absoluto que no le alcanzan ni los juramentos ni las propias leyes que
de él dimana. Sólo está sujeto ala ley natural y divina. El parlamento es un simple órgano consultivo
al que acude el rey para el caso de que necesite conocer una situación de forma más precisa. La
escuela del derecho natural y de gentes: de Vitoria a Suárez La escuela de Salamanca con Francisco
Vitoria y la Compañía de Jesús con Francisco Suárez, reaccionaron duramente ante el utilitarismo
maquiavelista del PRÍNCIPE. La idea de éste de que el fin justifica los medios fue reemplazada por
la doctrina católica en la que se dice que la máxima aspiración del buen príncipe es la búsqueda del
bien común, ante el cual deben subordinarse todos los intereses particulares. Francisco Suárez,
afirma que el poder de hacer la Ley corresponde al conjunto de los hombres y no a un solo
individuo. Su origen es la ley natural, de fuente divina, pero la forma de Gobierno depende de la
libertad del hombre. El absolutismo despótico de algunos príncipes llevó a plantear la tesis de que si
el tirano es usurpador, puede ser asesinado por cualquier ciudadano; por el contrario, si es legítimo,
sólo se autoriza la resistencia pasiva del pueblo.
Francisco Vitoria consideraba que el Estado no era una creación humana, sino algo que surge de la
propia naturaleza. Todos los pueblos, por el mero hecho de serlo, se hallan unidos entre sí por
vínculos de naturaleza común, como son los que derivan de pertenecer a la misma especie humana.
La realidad última es la integración de todos estos pueblos no en un súper – Estado cristiano, sino
en una comunidad de pueblos sobre la tierra

4.- LA PARTICIPACIÓN DEL ESTADO EN LA VIDA ECONÓMICA, POLÍTICA Y


SOCIAL DE UN PAÍS.

Desde los inicios de la democracia en Venezuela, la participación ciudadana ha constituido un tema


polémico, siendo definida de diversas maneras de acuerdo con la concepción ideológica con que se
estudie. Ésta aparece como un fenómeno asociado a la crisis de representatividad del Estado y de
los partidos políticos como organizaciones debilitadas ante la sociedad, producto de que no han sido
verdaderos representantes de la población; prevaleciendo los intereses de las elites poco afectas a
someter sus prioridades programáticas y la conformación de sus directivas por las bases, generando
lo que plantea Cunill (1991:10),“la conformación de movimientos sociales reclamando nuevas
formas de hacer política y de expresar sus intereses”, cuya mejor expresión en nuestro país se dio
en los acontecimientos ocurridos a inicios de 1989. En la medida en que los servicios sociales
brindados por el Estado fueron puestos en tela de juicio, ganaron mayor popularidad enfoques
alternos que proponían la participación ciudadana y su corresponsabilidad en el diseño de su propio
bienestar; es lo que conocemos como democracia participativa, que se distingue de la
representativa, en el sentido de que la toma de decisiones fundamentales en los asuntos públicos ha
sido propiedad de los partidos y de los funcionarios mismos, acción revertida por un proceso de
involucramiento de los ciudadanos para intervenir en la solución de sus problemas y mejorar sus
condiciones de vida, sin la mediación de los partidos políticos ni de la burocracia de la
administración pública. La presión más fuerte sobre los partidos consiste en querer arrancarles el
monopolio de la intermediación entre Estado y Sociedad. En este orden de ideas señala Restrepo
(1998:29) que “(...) ciudadanos, comunidades, agrupaciones sociales, acentúan su exigencia de
participar en las instituciones, programas y presupuestos estatales (...) sin pasar por la mediación
partidista”.
La responsabilidad por el diseño y ejecución de políticas socioeconómicas con participación
ciudadana, dirige al Estado a crear circunstancias que alienten y apoyen la participación en cuanto a
cooperación en los programas de desarrollo social. Al respecto, López et al (2001: 87) señalan que
“(...) la profundización de la democracia implica ampliar las formas de participación, más allá de
los procesos electorales, e incluso del derecho a la revocación del mandato. En tal sentido,
progresivamente se han ido introduciendo modalidades que permiten a los ciudadanos intervenir en
la toma de decisiones: la iniciativa legislativa, el referéndum consultivo, aprobatorio y abrogatorio
y,finalmente, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos”.
Bajo ésta concepción la solución de los problemas públicos no es potestad exclusiva del Estado,
sino que se considera la intervención de los ciudadanos en la gestión pública, por lo tanto, la
participación no solamente es influir sobre, sino canalizar el papel activo y decisorio de las
comunidades, como vía para profundizar la democracia que implica libertad, capacidad y autonomía
para influir en la toma de decisiones de las políticas públicas.
Por otra parte, se observa una influencia significativa de los organismos multilaterales, entre ellos el
Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo para poner de relieve el tema de la
participación en la agenda pública de los países de América Latina. Estos organismos propician
incluir entre las políticas de Estado la participación, considerándola como estrategia fundamental
para la transformación y el desarrollo de las comunidades. Esta postura la reafirma Kliksberg
(1998:176) cuando señala: “Gran parte de los organismos internacionales están adoptando la
participación como estrategia de acción institucionalizándola como política oficial; todos coinciden
en apoyar la participación, considerándola como el principal factor de desarrollo humano y de
transformación”.
A la luz de lo planteado, se ha propuesto la necesidad de una redefinición teórica de la
participación, basada en la posibilidad de profundizar y fortalecer los espacios para que los sectores
populares desempeñen un plan activo y protagónico, esto vinculado a la transformación de la
sociedad y al replanteamiento del papel del Estado frente a proyectos de sociedad alternativos. La
participación en la medida que propicie el involucramiento real en el plano de las decisiones y de
los fines y objetivos, expresa un aspecto importante relativo a la capacidad de identificación que
adquieren los individuos al organizarse, se trabaja en la línea de ir permitiendo la construcción por
los sectores populares de un proyecto alternativo de sociedad y poder. Ante esta realidad, el trabajo
tiene como propósito explorar la política de participación del Estado venezolano, haciendo énfasis
en su perspectiva y mecanismos de participación diseñados para implementar dicha política. Para tal
fin, el sistema democrático venezolano se dividió en dos etapas; la primera, denominada
democracia representativa que abarca desde los años sesenta hasta mediados de los noventa, y la
segunda, se refiere a la democracia participativa que se inicia en el año 1998 hasta nuestros días.
Para ambos contextos se realizó una revisión teórica, así como, una exploración de las
constituciones nacionales, leyes, normas, entre otras, donde se expresan los lineamientos y
mecanismos implementados para que el ciudadano organizadamente participe en los asuntos
públicos.

5.- NOCIÓN ESTADO DE DERECHO

El Estado de derecho es una forma de organización del Estado que se caracteriza por la igualdad de
todos los ciudadanos ante la ley, incluidos aquellos que detentan el poder. Así pues, eliminando el
carácter despótico del Estado. El concepto de “Estado de derecho” surge en el siglo XIX, en
Alemania. Y tiene como fundamento oponerse a la idea de que el Estado está por encima de todo,
incluso de las leyes. Así, surge para dar cierta protección, dentro de un marco jurídico, a los
habitantes de un Estado.

A partir de lo mencionado anteriormente, han surgido numerosas interpretaciones y calificaciones


de este concepto. Hay definiciones que, estrictamente, se ciñen al derecho como valor único. Es
decir, que un Estado de derecho es solamente aquel en el que existe el imperio de la ley. Pero con el
paso del tiempo y la aparición y extensión de las democracias occidentales, el Estado de derecho
parece incluir otros valores y principios. Como garantizar derechos políticos y libertades civiles, la
democracia como sistema de gobierno, imparcialidad de la justicia, etc.

Y esto lo vemos claramente con la definición de Estado de derecho que hace la ONU: “Un principio
de gobernanza en el que todas las personas, instituciones y entidades, públicas y privadas, incluido
el propio Estado, están sometidas a leyes que se promulgan públicamente, se hacen cumplir por
igual y se aplican con independencia, (…). Asimismo, exige que se adopten medidas para garantizar
el respeto de los principios de primacía de la ley, igualdad ante la ley, separación de poderes,
participación en la adopción de decisiones, legalidad, no arbitrariedad, y transparencia procesal y
legal”.
La participación en la adopción de decisiones se refiere a que la ciudadanía participe en la vida
pública y gubernamental. Y esto se consigue a través de la democracia, ya que es el único sistema
que hasta la fecha ha permitido, aunque en la práctica de forma muy difusa y a veces irrelevante,
participar en la vida política.

6.- RELACIÓN ENTRE ADMINISTRACIÓN PUBLICA Y ESTADO DE DERECHO

En función de la lógica de los hechos planteados, aún cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿cuál es el
escenario futuro de la conciliación del Estado y la administración pública? La respuesta implica
plantear que el rasgo del siglo xxi será enfrentar importantes retos para estudiar al Estado. En
primer lugar, nos enfrentamos a serias dificultades metodológicas para su estudio; nuevas
cuestiones políticas, sociales, económicas y culturales son la base para constituir diferentes
enfoques multidisciplinarios. En segundo lugar, las cualidades conocidas y reconocidas que
sustentan y le dan origen son cada vez más una abstracción, pues las decisiones finales son
inspiradas por circunstancias exógenas y son tomadas por técnicos, por administradores o por
individuos concretos. En tercer lugar, el Estado en algunas ocasiones es el sujeto de la acción; en
otras, la arena donde ésta se desenvuelve. Deja de ser un fenómeno universal y generalmente
aceptado y día con día se está constituyendo como un fenómeno histórico, determinado a un espacio
y un tiempo. Encuentra en la actualidad, su acción limitada por una serie de estructuras
internacionales. En la medida que las relaciones y estructuras internacionales se consoliden, ya no
será el único actor, empero no debe de perder su espíritu protagónico.

Pese a las nuevas realidades que se presentan, el Estado es el corazón de la teoría política
occidental, ya que se constituye como la organización que permite la participación y representación
política por excelencia. El curso de la administración pública en el siglo xxi tiende a estar
caracterizado por una disminución en la centralidad de los recursos de lo público y un aumento de
lo administrativo. Ésta, en buena medida, tendrá que instituir espacios públicos donde converjan
agentes institucionales provenientes de la sociedad civil interesados de igual manera en la
resolución de un problema público. De este modo, su permanencia dependerá de cómo haga frente a
dos peligros: el peligro de los excesos de precisión y el peligro de los excesos de generalización.
Hay condiciones para que la administración pública y toda acción de gobierno se constituyan en una
acción pública, en espacios públicos institucionalizados del Estado donde confluyen esfuerzos
gubernamentales, públicos, privados y sociales para resolver una problemática determinada. Con lo
expuesto, todo apunta a plantear que la búsqueda de una conciliación entre el Estado y la
administración pública será dirigida a una conciliación entre las transformaciones institucionales
que van más allá del ajuste estructural u organizacional, la estabilidad macroeconómica, la apertura
comercial y la práctica de algunas privatizaciones, en particular, a asignaciones más eficientes, a
definiciones y garantías más seguras de los derechos de propiedad y a un sistema legal fuerte y
estable. El curso de acción que marcará las tendencias de conciliación entre el Estado y la
administración pública estará caracterizado por la capacidad que se posea para diseñar los marcos
reguladores y para construir y dirigir redes interorganizacionales que consoliden espacios públicos.
Estas son algunas acciones recurrentes que tendrán que emprender el Estado para tratar de dirigir u
orientar las condicionantes externas:

a) superar definitivamente el populismo político mediante la consolidación y avance de la


democracia de calidad y el Estado de derecho. Esta afirmación implica una agenda de reformas
políticas que habrá de incluir mejoras al sistema electoral y de partidos, incrementar la información
y transparencia, diferenciar y especializar la función pública, facilitar la emergencia y la
participación política, como acto-res de todos los grupos de interés e ideológicos con especial
consideración de las comunidades indígenas y las mujeres, continuar y racionalizar el proceso de
descentralización político-administrativo, erradicar el clientelismo y el patrimonialismo político de
los aparatos administrativos a través del desarrollo y consolidación de un servicio profesional de
carrera, garantizar la efectiva división de funciones y la sumisión de todos ellos y de los ciudadanos
a la ley y, en particular, erradicar la arbitrariedad, reducir la discrecionalidad y someter a
responsabilidad judicial el ejercicio de los poderes públicos;
b) superar el sistema económico mercantilista tradicional mediante su transformación en auténtica
economía institucional, única hoy capaz de garantizar el crecimiento económico, condición
insuficiente pero necesaria del desarrollo;

c) salvaguardar la cohesión y avanzar en la equidad social mediante políticas y programas de lucha


contra la marginación y la pobreza, de garantía de servicios sociales básicos como el abastecimiento
de agua, salud, educación y previsión social.

Para todo ello, es necesario replantear la vieja institucionalidad de las burocracias centralizadas que
han sido incapaces de garantizar la universalidad de los servicios mediante la transferencia de
recursos y responsabilidades a las administraciones descentralizadas, al sector privado y a las
organizaciones de la sociedad civil, según los casos.

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