Está en la página 1de 5

FISIOLOGÍA DEL APARATO REPRODUCTOR FEMENINO

Dra. Ligia M., González P. Residente de primer año

Ciclo ovárico. Es todo el tiempo trascurrido desde que empiezan a crecer los folículos
hasta que se desarrolla el folículo de De Graff continuando con la involución de este
folículo. La liberación del oocito en la ovulación divide el ciclo ovárico en dos fases bien
definidas: maduración folicular y fase de cuerpo lúteo.

Maduración de la ovogonia (4to a 6to día)

Folículo primario o preantral.


Las ovogonias de la corteza del ovario aumentan de tamaño y reciben el nombre de ovocitos, los
cuales se rodean de las células foliculares.
El primer signo del inicio del desarrollo folicular es la transformación de las células planas que
rodean el oocito en el folículo primordial en células cúbicas. Este hecho se produce simultáneamente en
varios folículos, que, por lo general están localizados en un mismo ovario. Este fenómeno puede tener lugar
varios ciclos antes de que se inicie la selección folicular. En un momento determinado del final de la fase
lútea de un ciclo, este grupo de folículos comienza un proceso de crecimiento más acelerado para formar lo
que se denomina cohorte folicular, de la cual se seleccionará el folículo dominante, que será el único que
ovule en ese ciclo.3
Entre las células foliculares y el ovocito existe una membrana homogénea, denominada zona
pelucida. Las células foliculares(cúbicas) al proliferar, determinan la formación de la capa de la granulosa.
Por fuera de esta membrana, las células del estroma ovárico inician también una clara diferenciación,
formando células redondeadas con citoplasmas ricos en lipoides, y aumentan su volumen y su vascularización
para formar la teca interna, que desempeñara un papel importante en la secreción de los estrógenos.
Rodeando la teca interna se encuentra una capa fibrosa llamada teca externa, distinción que hoy día carece e
sentido. Entre granulosa y teca se interpone una membrana basal que representa el límite hasta el que llegan
los vasos de la teca. La granulosa y cumulus no tienen vasos y reciben los nutrientes por difusión a través de
dicha membrana.

Folículo secundario o antrales.


Entre las células de la granulosa comienzan a aparecer pequeñas vacuolas, que al confluir, pasan a
formar en ella una cavidad llena de líquido transparente: el antro folicular o cavidad antral, que da como
resultado un folículo de aspecto vesicular. La cavidad folicular va creciendo de tamaño, en forma progresiva,
al aumentar él liquido folicular probablemente segregado por las células de la capa granulosa.

Folículo de De Graaf.
No todos los folículos que componen dicha cohorte van a seguir el mismo destino. La mayoría de
ellos sufren un proceso degenerativo e involutivo(atresia). Uno de los folículos de la cohorte continúa su
crecimiento para convertirse en folículo dominante. Este folículo dominante agranda aún más su cavidad
antral y va aproximándose a la superficie del ovario, donde hace prominencia en forma de una vesícula
ricamente vascularizada. Al final de su desarrollo alcanza un diámetro de 16 a 22 mm, ocupando así casi la
mitad del ovario y pasando a denominarse folículo maduro, terciario, folículo de De Graaf o folículo
preovulatorio.
En este momento, una sección del folículo a través del plano ecuatorial y que pasase por el oocito,
mostraría las siguientes estructuras:
a. El ovocito y las células de la granulosa que lo rodean quedan relegadas a un extremo del
folículo: Acumulo prolígero. Las células más internas adoptan una disposición radial y tienen al ovocito como
centro, son las células de la corona radiada, que tienen gran importancia en la biología del oocito, pues, en
efecto, unas finas prolongaciones de estas células penetran a través de la zona pelúcida hasta tomar contacto
con el propio oocito, al que se supone que no sólo nutren, sino que le transmiten la información precisa en
cada una de las etapas de su desarrollo.
En oocito, que con un diámetro entre 150 y 200 micras es la célula más grande del cuerpo humano.
El oocito de encuentra envuelto pro una gruesa membrana de mucopolisacáridos, la zona pelúcida.
b. El antro folicular se encuentra en su máximo tamaño y está lleno de un líquido claro
como agua de roca: El liquor folliculi. Las paredes del antro se encuentran tapizadas pro células de la
granulosa que se disponen tan sólo en dos o tres capas y que asientan sobre una membrana basal muy
aparente: la membrana vítrea o de Slaviansky.

Ovulación(14vo día)

Todo el proceso de maduración del folículo dominante ha durado aproximadamente dos semanas.
Microscópicamente el folículo ovárico al crecer se acerca a la superficie del órgano, proceso que se
ve acompañado por aumento del líquido intercelular. Microscópicamente se observa un ensanchamiento de
los espacios intercelulares entre las células de la granulosa y que forman el cumulus: Estos factores hacen
que el folículo estalle liberándose en el peritoneo el óvulo, rodeado por sus células foliculares: Corona
radiante, y él liquido folicular. Una vez expulsado el óvulo el folículo se retrae y da lugar a la formación del
cuerpo lúteo. La rotura folicular, o dehiscencia folicular, tiene lugar en su punto más prominente, donde se
forma una zona cónica, avascular y clara, que se denomina el stigma. La formación del estigma y su ulterior
rotura es el resultado de una serie de fenómenos enzimáticos en los que el activador del plasminógeno
desempeña un papel fundamental. La plasmina, formada al actuar el activador sobre el plasminógeno,
activaría a la colagenasa para disolver la membrana basal en la zona de rotura.
El óvulo recién liberado ha sufrido dentro del folículo cambios de gran importancia biológica:
Primera división reduccional o de maduración:
→Primer corpúsculo polar
→Ovocito secundario haploide

Ovulación: Segunda división, mitosis ecuacional:


→Segundo corpúsculo polar
→Ovocito

Cuerpo hemorrágico
Tras la ovulación se produce el colapso de la cavidad folicular, que se arruga y repliega, y aparecen
abundantes focos de hemorragia desde los vasos de la teca, lo que da lugar a la formación de un coágulo
hemático central y un tapón de fibrina que cierra el estroma de la ovulación. El folículo hemorrágico, es de
corta veda porque pronto se inician los fenómenos que caracterizan a la segunda fase del ciclo ovárico.
Fase de cuerpo lúteo.
Esta fase tiene, en condiciones normales, una duración de 14 + 2 días, que la anterior, y se subdivide
en cuatro períodos:
a. Proliferación
-presencia de una extraordinaria actividad mitótica y
consiguiente división celular
-Diferenciación especial y se transforman en células lúteinicas
b. Vascularización. A partir de los capilares de la teca se produce una gran proliferación de
vasos(angiogénesis) que van invadiendo los espacios entre las células lutéinicas.
c. Florescencia. Es la fase de máxima actividad endocrina del cuerpo lúteo. Este aparece
como una glándula de 17 a 20 mm de diámetro, de un color amarillento debido a su riqueza en lipoides, y en
la que el coágulo central ha sido completamente reabsorbido. El culmen de su actividad se alcanza al octavo
día de esta fase.
d. Regresión o involución. Si no se ha producido embarazo, el cuerpo lúteo inicia su
involución hacia el décimo día después de la ovulación. Las células luteínicas se hacen vacuoladas y
degeneran, al tiempo que se inicia una invasión de fibroblastos. Pero sobre todo se produce una intensa
infiltración por leucocitos y macrófagos. Estas células, mediante un mecanismo específico, único y propio,
llevan a cabo una brusca liberación de radicales de oxígeno. Estos radicales tienen una acción deletérea
sobre las células del cuerpo lúteo, lo que, unido a la producción de sustancias del tipo de la prostaglandina F-
2-alfa, otras citocinas y factores inhibidores del crecimiento celular, lleva a una rapidísima involución de la
glándula. Posteriormente todo lo que era el cuerpo lúteo queda sustituido por un tejido conectivo que
permanece en el ovario como una cicatriz fibrosa: el corpus albicans.
Cuerpo lúteo(cíclico)
La estructura del folículo que permanece en la superficie del ovario tras la ovulación contiene capas
de la teca y de la granulosa. La concentración elevada de LH anterior a la ovulación convierte a estas células
en células luteinicas, que crecen tras la ovulación y adquieren un color amarillento: Cuerpo lúteo(las células
de la granulosa producen, grandes cantidades de progesterona y menores de estrógeno y las células de la teca
segregan los andrógenos androsterona y androsterodiona que se convierten en su mayor parte en hormonas
femeninas por la célula de la granulosa). Las células del cuerpo lúteo necesitan la estimulación por parte del
pico preovulatorio de LH para transformarse y proliferar. El cuerpo lúteo produce grandes cantidades de
progesterona y estrógenos durante aproximadamente 12 días bajo él estimulo continuo de la concentración
descendiente de LH. A los dos días de la involución del cuerpo lúteo comienza la menstruación. El cuerpo
lúteo es reemplazado por el tejido cicatrizal(conjuntivo) par formar el cuerpo albicans.
La concentración de FSH y LH por la hipófisis anterior comienza a aumentar debido a la ausencia de
inhibición hipotalamica por los estrógenos y la progesterona. Conforme aumenta la concentración sanguínea
de las hormonas estimulantes de la hipófisis empieza a formarse a formarse un grupo nuevo de folículos.

CICLO ENDOMETRIAL
Fase proliferativa: Se inicia por la secreción de estrógenos en los folículos en desarrollo. Al inicio de cada
ciclo la mayor parte del endometrio se ha perdido con la menstruación, y solo queda una delgada capa de
estroma endometrial las únicas células que permanecen se encuentran en las criptas endometriales y partes
profundas de las glándulas endometriales. Los estrógenos segregados por los folículos en desarrollo durante
la primera fase del ciclo estimulan una rápida proliferación de las células epiteliales y del estroma.
Hay recuperación completa del endometrio a los 4-7 días de la menstruación.
Durante los 10 días siguientes los efectos estimulantes de los estrógenos causan el desarrollo y
engrosamiento del endometrio en unos 4 mm de espesor.

Fase secretoria: Se produce por cambios desencadenados por la progesterona.


Tras la ovulación el cuerpo lúteo segrega grandes cantidades de estrógenos y progesterona. La
progesterona produce engrosamiento del endometrio y el desarrollo de sus funciones secretoras. A su vez el
estroma de la mucosa uterina se edematisa, sobre todo en la zona basal- estrato esponjoso-. La zona apical del
endometrio posee células de estroma tumefactos y abundantes -estrato compacto-.
Al inicio de la fase las glándulas tienen forma cilíndrica y poseen rica carga glucogénica al final de la
fase el epitelio se hace cúbico y una porción del citoplasma pasa a formar parte de la secreción en la luz
glandular. El glucógeno y los polisacáridos se depositan en el polo basal de las células glandulares en la
tercera semana del ciclo y en la cuarta se le encuentra en el polo apical para terminar vertiéndose en la
secreción. Las glándulas segregan líquido y las células endometriales acumulan lípido y glucógeno en su
citoplasma, tomando el aspecto morfológico de glándulas en serrucho. La vascularisación del endometrio
continua su desarrollo para responder a las necesidades crecientes del tejido. Las arteriolas dispuestas
perpendicularmente a la mucosa, llegan hasta la zona compacta poseen múltiples tortuosidades, arteriolas
espiraladas.
En el momento culminante de la fase secretora, una semana después de la ovulación el endometrio
tiene un espesor de unos 6 mm.

Fase menstrual: Se produce a los dos días de la involución del cuerpo lúteo.
Sin la estimulación de la progesterona y estrógeno producidos por el cuerpo lúteo el endometrio sufre
una rápida involución, aproximadamente 65% de su grosor previo. Aproximadamente 24 horas antes de la
menstruación los vasos sanguíneos se vuelvan espásticos, lo que produce isquemia y finalmente necrosis
tisular.
El tejido necrótico aparece en áreas hemorrágicas y gradualmente las capas externas se separan de la
pared uterina a 48 horas, aproximadamente, del inicio de la menstruación toda la superficie del endometrio se
ha descamado.
La distensión de la cavidad uterina, la elevada concentración de prostaglandinas E 2 liberada por los
tejidos isquemicos y necróticos y las concentraciones bajas de progesterona contribuyen a estimular las
contracciones uterinas que expulsan el tejido desprendido y la sangre. El líquido menstrual es habitualmente
incoagulable, debido a la presencia de fibrinolisina, liberada por el tejido endometrial.

Ciclo endocervical
Las células secretoras de moco que tapizan el endocérvix también desarrollan un ciclo en su
actividad, en conexión directa con la función ovárica.
Este ciclo se caracteriza por el aumento progresivo de la secreción de moco a lo largo de la fase
folicular y hasta el momento de la ovulación. A la vez que el moco se hace más abundante ase hace más
fluido, más claro y transparente y aumenta su capacidad para estirarse (filancia). En el período preovulatorio
presenta un índice refractométrico mínimo y tiene la capacidad de cristalizar, al desecarse, en forma de hojas
de helecho del sistema tetragonal. Pasada la ovulación, el moco pierde estas propiedades, se hace denso, tiene
un aspecto sucio y pierde la filancia y la capacidad de cristalizar. Estas modificaciones tienen por objeto
ofrecer a los espermatozoides un medio óptimo de ascenso en los días de ovulación.

Ciclo miometrial
La musculatura lisa uterina también participa de los cambios cíclicos. La musculatura del fondo y
del istmo coordinan, bajo la acción de las hormonas ováricas, sus funciones contráctiles, lo que favorece el
ascenso de los espermatozoides y la nidación del huevo si surge el embarazo. En la fase preovulatoria, el
cuello y el istmo están abiertos, mientras que el miometrio presenta alternativas contráctiles que favorecen el
ascenso espermático. Después de la ovulación, el cuello y el istmo se cierran, mientras que el miometrio
permanece en reposo, lo que favorece la disposición del útero a acoger el huevo y lograr su nidación en la
zona más adecuada: el fondo uterino. Durante la menstruación las contracciones uterinas son evidentes,
mientras que el istmo y el cuello se relajan, lo que favorece la salida de sangre al exterior.

Ciclo vaginal
El epitelio vaginal sufre también importantes modificaciones cíclicas. Es de carácter
poliestratificado y está formado por tres capas: Basal, intermedia y superficial.
Se distinguen dos fases, paralelas a las del endometrio: proliferación y descamación. En el momento
de la menstruación el espesor total del epitelio vaginal es de 150 a 180 micras. Con el ascenso de los
estrógenos se inicia la fase de proliferación. En la capa basal aparecen numerosas mitosis y las capas basal e
intermedia se hacen más espesas por el aumento del número y volumen de las células. Al mismo tiempo
comienza a aparecer glucógeno en los citoplasmas, especialmente en la capa intermedia. Después es la capa
superficial la que también aumenta de grosor. De este modo, en las fechas de la ovulación el epitelio vaginal
ha duplicado su grosor y alcanza de 230 a 300 micras.
Pasada la ovulación se produce la fase de descamación. Primero las células superficiales se hinchan,
lo que hace que todavía aumente más el espesor del epitelio, pero pronto la capa superficial comienza a
borrarse hasta casi desaparecer por la descamación de sus células hacia la luz vaginal. También la capa
intermedia disminuye de grosor y va perdiendo todo su grosor inicial.
En correspondencia con estas fases, la obtención de las células desprendidas del epitelio vaginal y
examinadas mediante estudio citológico permite seguir los cambios hormonales a lo largo del ciclo. Las
células que al comienzo tienen gran citoplasma y son eosinófilas, van haciéndose progresivamente
cariopicnóticas. Después de la ovulación descaman en placas, con el citoplasma plegado y basófilo y con
núcleos vesiculares.

Ciclo tubárico
Las modificaciones tubáricas tienen escaso interés. En la mucosa de la trompa se han descrito una
fase de proliferación y otra de secreción coincidiendo con las mismas fases del endometrio, aunque de mucha
menor relevancia. Su finalidad seria la posible nutrición del huevo en su camino hacia la cavidad uterina.
También la musculatura presenta algunos cambios en su actividad contráctil, relacionados con la función de
captación ovular, fecundación y transmigración del huevo.
Ciclo mamario
La mama también está sujeta a modificaciones cíclicas. Se producen un aumento de volumen y de
tensión mamaria a medida que progresa el ciclo. Ello se debe al aumento de vascularización y a la
proliferación celular, a la que se suma un cierto grado e edema. Estos cambios son máximos en el período
premenstrual, pero son inconstantes y afectan de forma diversa a cada mujer.

BIBLIOGRAFÍA
1. Guyton Hall: Manual de fisiología médica décima edición. McGraw-Hill Interamericana. 2002 81:61-626.
Eapaña
2. F.A Uranga Imaz: Ostetricia práctica. 5TA edición, 3era rimpresión. Editorial Inter-Médica. Argentina. 1985
1:7-13.
3. José Antonio Usandizaga Beguiristain: Tratado de Obstetricia y ginecología. Volumen I: Obstetricia,
capitulo 2:27-34

También podría gustarte