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Universidad Libre

Facultad de ciencias de la Salud


Programa de Medicina
Área de Ciencias sociales, humanas y comunitarias. Asignatura:
Metodología de la investigación II Docente: PhD Diana María Rodríguez
González

Estudiante: Juan Diego Tenorio Guzman Grupo B Fecha 28 febrero /2023


Taller No 7.
CAPITULO 8. QUE SIGNIFICA SER UN PRACICANTE ESPIRITUAL DE
MEDICINA Y COMPASIÓN

La principal diferencia entre un practicante espiritual y una persona normal es


que cuando se forma un pensamiento en la mente de un practicante espiritual,
el grado de apego a las cosas como si fueran sólidas, reales y permanentes no
es tan fuerte. El practicante espiritual se esfuerza por ver las cosas como son
en realidad, no como parecen. Cuando empiezas a liberarte de aquello que te
hace ver todo como si fuera sólido y permanente, empiezas a caminar por el
sendero que te puede permitir disminuir el efecto de las emociones negativas y
las oscuridades cognitivas, y que puede permitir que se desplieguen tus
buenas cualidades naturales.

Cambiar la forma en que contemplamos la realidad.Sin embargo, alcanzar una


mente relajada y en paz no es tan facil como apretar el botón de una máquina
que compremos. Podemos apreciar la verdadera naturaleza de la realidad
cuando descansamos libres de pensamientos, pero sin dejar de ser muy
perceptivos. Esto difiere de nuestra perspectiva habitual, en la que creemos
que si no tenemos pensamientos o conceptos sobre una experiencia, entonces
no hay forma de procesar esa información. Tenemos que superar ese miedo a
que la ausencia de pensamientos signifique que no vayamos a ser capaces de
funcionar.

Podemos decir que vemos porque, en realidad, hay un objeto que vemos. Pero
cuando nada está presente, también podemos decir que vemos que no hay
nada ahí. Sentimos que si no podemos ver un objeto concreto, no deberíamos
decir veo. Pero podemos estar de acuerdo en que ver también se refiere a
observar que, de hecho, no hay nada que ver. Aunque no se pueda ver el
espacio, el hecho de que no haya nada que ver también es una experiencia
válida. Podemos tener la experiencia de confirmar que no hay nada allí.
Sabemos que el espacio existe, aunque no lo podamos ver o palpar.

Cuando la cualidad cognoscente de nuestra mente se apega y aferra a


cualquier cosa que experimenta, el apego se convierte en la base para que las
emociones egoístas entren. Sin embargo, cuando la cualidad cognoscente de
esta mente no se apega a nada en absoluto, sino que simplemente
experimenta, eso es lo que se llama estado despierto original. Sin embargo, en
el mismo momento en que la cualidad del conocimiento se apega y aferra a
cualquier otro concepto, en ese preciso instante se forman emociones
confundidas y egoístas, y una acción kármica. Tanto la inteligencia como la
compasión proceden directamente de nuestra cognición vacía, cuando ésta no
se apega a nada.

Hay dos aspectos de la inteligencia completamente desarrollada, o la


inteligencia de un buda. Uno consiste enver claramente la naturaleza de las
cosas exactamente como son, el otro consiste en percibir, clara y
perfectamente, todo lo que existe. En la filosofía budista, estos dos aspectos de
la inteligencia se llaman el conocimiento de la naturaleza incondicionada de las
cosas vistas como son y el conocimiento de la percepción condicionada de las
cosas independientes. De los dos aspectos de la inteligencia conocer la
naturaleza de las cosas y percibir todas las cosas, la ciencia está más
interesada en el último.

Cuando investigamos nuestro entorno científicamente, sentimos que los


hechos de la realidad son autoevidentes; existen en la forma en que se nos
presentan. Buda también enseñó acerca de la realidad, pero cuando lo hizo se
concentró en los dos tipos de inteligencia. Cuando no preguntamos ni
investigamos muy de cerca, parece como si el tiempo y la materia realmente
existieran. Pero si miramos de cerca, no podemos encontrar nada por ningún
lado que sea realmente tiempo o materia. A pesar de esto si existen y estan
presentes en nosotros asi no podamos verlo.

Hay dos maneras de ver la realidad. Una es el modo percibido (cómo las cosas
parecen ser), y la otra es el modo real (cómo son realmente). Pero en realidad,
verdadera y fundamentalmente, no hay una cosa real que sea percibida, y
tampoco hay una persona real que perciba. También se le llama la naturaleza
de las cosas. Si algo aparece sólo como resultado de ciertas condiciones
previas, significa que carece de una verdadera identidad independiente. Esta
falta de identidad independiente se puede aplicar también al concepto de
tiempo. No se puede decir que el pasado exista, porque es algo que ya está en
el pasado. El momento presente tampoco se puede precisar, porque el
momento que tú defines en un instante de tiempo como presente ya ha
transcurrido y forma parte del pasado.

Para termina y concluir este capítulo se puede decir que nosotros tenemos la
capacidad de la sabiduría, y también la capacidad de ser compasivos. Por eso,
si practicamos y cultivamos esta capacidad, nosotros también podemos ser
budas. Esto se llama el buda que surge de dentro, de dentro de nosotros
mismos porque todos tenemos el potencial de ser purificados y perfeccionados.
Nos convertimos en budas al reconocer y ejercitar un potencial que ya está
presente en nosotros.

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