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ORG.INTERNAL POLIT. EDUC. DE AMÉR. LAT.

MONCADA LÓPEZ CAROLINA JACQUELINE

TAREA 3: RESUMEN

LA POLÍTICA DE EDUCACIÓN SUPERIOR EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

En este texto es posible identificar y analizar los ejes de las políticas públicas en educación
superior durante el siglo XX en la región, buscando profundizar en los tipos de respuestas que se
han dado y en las desigualdades que ellas generaron. Se formula la hipótesis que en el actual
contexto de la globalización es que efectivamente se están formulando políticas públicas en
educación superior, y que, en las etapas anteriores, las políticas fueron reacciones o respuestas a
exigencias de la coyuntura política.

Política y autonomía universitaria

La primera reforma de la educación superior en América Latina estuvo marcada por el influjo del
movimiento reformista de Córdoba. XX. Las tensiones de universidad vs gobierno al comienzo y de
sociedad vs gobierno posteriormente, construyó lentamente en toda la región la universidad
autónoma y cogestionada, pública y gratuita, laica y profesionalizante. Fue el resultado
institucional y normativo de las luchas políticas que recorrieron el siglo XX, y cuyas conquistas
estuvieron, en casi todos los casos, asociadas a luchas estudiantiles, alianzas partidarias entre la
universidad y la política, y a la tensión entre los diversos modelos de desarrollo (expansión hacia
adentro, modelos de exportación primarios)

El objetivo político fue, en función de criterios de libertad académica y de creación de espacios de


poder, restarle sucesivamente poder a los gobiernos, para transferírselo a las universidades y a
partir de ello ir construyendo instituciones autónomas en el marco de una nueva cultura urbana
progresista. Algunos de estos procesos derivaron en la construcción de “repúblicas universitarias”,
en ese camino de irle quitando soberanía al Estado y construyendo la autonomía en términos
prácticos. A partir de esos empoderamientos, la política pública de educación superior se comenzó
a generar y producir al interior de las universidades autónomas en sus consejos universitarios que
fungían de instancia parlamentaria, judicial y ejecutiva. Esta autonomía de las universidades frente
al Estado no sólo fue el resultado de la redistribución de cuotas de poder, sino que ello fue
concordante con un modelo de desarrollo basado en la sustitución de importaciones que crecía sin
articularse a los centros académicos y que produjo la formación de las minorías profesionales que
requería el modelo.

La política de la diferenciación institucional en la educación superior

El sector público

La instauración de regímenes democráticos en casi toda la región en los años ochenta y noventa
estimuló, además, un significativo proceso de regionalización de la educación superior que se
expresó en fuertes demandas de diversos grupos regionales para la creación de instituciones
universitarias, tanto públicas como privadas.

El sector privado
Mas allá de la diversificación pública, la respuesta más sólida y significativa a las nuevas demandas
estudiantiles y a la tensión entre Estado y universidades, no fue exclusivamente la creación de
nuevas instituciones públicas, sino que, por motivos tanto políticos como económicos, la respuesta
pública se orientó hacia la desregulación de la educación, promoviendo el surgimiento y expansión
de la educación privada, e inclusive dentro de ésta la educación como negocio.

En general, la educación privada fue la respuesta a las presiones para cubrir la creciente demanda
estudiantil, derivada de la expansión de la educación media en un contexto de restricciones
financieras de los gobiernos; estuvo basada en una visión desde los estados sobre los
instrumentos para gestionar la presión de las universidades públicas por más presupuesto y
autonomía.

Los nuevos escenarios de políticas públicas en la educación superior

En los nuevos escenarios tecnológicos y económicos se verifica un nuevo eje de las políticas
públicas en educación superior en el marco de la aceleración de la competencia económica, la
educación superior ha pasado a tener cada vez un rol más significativo. La política educativa en el
sector terciario, asume un nuevo escenario, tanto por el incremento de los actores producto de la
diferenciación y diversificación institucional, como por los nuevos desafíos y exigencias que se le
plantean a la educación en el contexto global de una sociedad de la información donde
crecientemente el incremento de la producción está asociado al componente de capital humano e
investigación científica. Este contexto pone al Estado como el único posible regulador a escala
nacional que permita pasar de una amplia cantidad de instituciones dispersas, competitivas,
diversas, casi feudales, a funcionar como un eficaz sistema de educación superior, como un
servicio nacional.

La creación de una nueva institucionalidad de la educación superior

La construcción de nuevos aparatos reguladores del Estado en materia de educación superior


constituye un proceso reciente en toda la región que refleja el creciente papel del Estado en la
fiscalización, supervisión y control de la educación superior, que al introducir una significativa
regulación ha creado una nueva tensión entre autonomía y gobierno, entre autonomía y sistema,
entre competencia y complementariedad. de enseñanza. Este amplio proceso en curso ha
significado que los estados se han dotado de una capacidad regulatoria sobre el sector público y
de orientación de los recursos financieros fijando estándares básicos para las instituciones y los
programas, las formas de gestión, las carreras docentes o la garantía de los derechos estudiantiles.

Los sistemas de aseguramiento de la calidad como eje de la política pública

Estas regulaciones implican el establecimiento de mecanismos y procedimientos que restringen la


“libertad de enseñanza”, al establecer diversas barreras de ingreso, tanto nacionales como
internacionales, y estableciendo condiciones mínimas para el mantenimiento del suministro del
servicio educativo. Con estos instrumentos, el mercado libre de la educación superior privada
comienza a estar acotado y regulado en diversa proporción e intensidad por las políticas estatales.
Pero también con estas instituciones la “autonomía” de las universidades públicas está siendo
acotada, en el marco de la rendición de cuentas, el control financiero, y la formulación de políticas
de regulación al exterior de las universidades autónomas.
En el nuevo panorama institucional, si bien el sistema universitario dual o binario se mantiene, se
agrega una nueva figura jurídica, y un nuevo actor: las agencias o instituciones de aseguramiento
de la calidad de la educación superior. Estas nuevas instituciones promueven una serie de valores
y roles en el marco de una nueva regulación de la educación superior y constituyen una novedosa
estructura institucional dentro de los sistemas universitarios de la región, con responsabilidades
tanto con relación al sistema superior interno como al sistema educativo internacional. En general
se basan en consensos; tienen transparencia en sus decisiones; imparcialidad y autonomía de los
centros de poder; son de tipo voluntario, utilizan mecanismos presenciales de autoevaluación,
evaluación de pares y evaluación externa. Las agencias de aseguramiento de la calidad en la región
están articuladas a partir de un conjunto de criterios que han sido resultado de una compleja
dinámica de negociación entre las universidades autónomas, IES privadas, colegios profesionales y
gobiernos, que ha conformado un núcleo por el cual una parte significativa de la política de
educación superior no reposa en los niveles ejecutivos.

Las políticas de internacionalización de la educación superior

La globalización impulsa a la educación superior y la investigación hacia un espacio global, en el


cual la educación superior “sin fronteras” surge como una realidad en el marco de un proceso
lleno de amenazas y oportunidades. La globalización es la etapa del proceso económico en el cual
se avanza hacia la internacionalización del sector de servicios, en un escenario basado en ventajas
comparativas y especializaciones orientadas a la exportación de servicios, en el cual la
internacionalización de la educación transnacional cobra cada vez mayor importancia y se
comienza a perfilar como el eje más dinámico de la educación superior en los próximos años.

la educación virtual también es vista desde la óptica de su eficacia como un instrumento para
motivar la competencia, ofrecer la prestación de servicios educativos a menores costos en un
contexto de estancamiento de la cobertura, así como de modalidades pedagógicas más flexibles.
En este sentido, se manifiesta, en la mayor parte de los casos, una fuerte ambivalencia en las
visiones desde los estados latinoamericanos entre la protección a los sistemas universitarios
locales o la apertura a una mayor presencia de nuevos proveedores educacionales externos.

LA DIALÉCTICA DE LA ESPERANZA Y LA DESILUSIÓN EN POLÍTICAS DE EDUCACIÓN

México está transitando hacia un nuevo estadio de desarrollo que genéricamente se denomina
“modernización”. En los últimos 15 años las políticas públicas se han transformado, buscando
definir y realizar un nuevo paradigma de relaciones entre el Estado y la educación superior. El
surgimiento de un nuevo Estado desarrollista caracteriza esta transición que se ha empeñado en
un programa continuo de reformas sociales e institucionales para adaptar a la sociedad y la
economía mexicanas al blanco móvil de la globalización.

Es necesario señalar, de entrada, que el ímpetu reformador no ha sido exclusivo de la educación


superior mexicana. En la mayoría de los países del mundo contemporáneo y desde diversas
perspectivas políticas los gobiernos han apostado a reformar y expandir sus respectivos sistemas
de educación superior. Este furor reformista se ha apoderado de los ministerios de educación de
todos los países de Europa Occidental, tomando impulso de la decisión tomada por la Unión
Europea de crear un espacio educativo europeo.

La herencia de la década perdida de los ochenta y el giro hacia la modernización


la educación en México era una zona de desastre, heredada de la crisis de los años ochenta, que
no sólo fue una crisis económica sino una crisis de un modelo de crecimiento y de instituciones y
de expectativas, entre ellas las educativas. No había consenso en cómo hacerlo, pero todos
coincidían en que era necesario cambiar el rol del estado en la educación. De hecho, muchos se
preguntaban si el Estado acaso jugaba algún papel o tenía algún propósito eficaz en sus complejas
y caóticas interacciones con las instituciones de educación superior. Algunos se preguntaban por la
pérdida de capacidad estatal para fijar prioridades públicas y coordinar tan vital sector de la
sociedad mexicana.

Las decisiones tomadas

Había que hacer algo. Y el único agente disponible para iniciar estos cambios era el Estado. Para
alivio de unos y escándalo de otros, recurrió a una combinación heterodoxa de instrumentos de
mercado y de minuciosa ingeniería estatista. En el sector de universidades públicas, se
incrementó, mediante fondos competidos, la urgente inversión en infraestructura y servicios
académicos básicos, devastados por los años de crisis. Se desarrollaron programas de
mejoramiento y evaluación de la calidad y los esquemas de competitividad en la asignación de
estímulos salariales a los académicos. La evaluación figuró desde el principio de la década de los
noventa como un tema nodal, y quizá por ser motivo de intensa oposición inicial por parte de las
universidades públicas, su desarrollo real fue desigual y un tanto accidentado. Los organismos de
evaluación y acreditación que hoy operan, generalmente en forma independiente de las
instituciones, constituyen un actor de creciente importancia al fortalecerse progresivamente la
exigencia de control de calidad y rendición de cuentas. Los medios masivos de comunicación han
incrementado notablemente su presencia en el debate educativo, influyendo sobre este un
reacomodo político e institucional corresponde por supuesto un cambio cultural.

El giro hacia la planeación estratégica

A partir de 2001 se introduce el Programa Integral de Fortalecimiento Institucional (PIFI) que


integra en un solo proceso los diversos programas existentes y obliga a las universidades públicas,
con énfasis en sus facultades y departamentos, a elaborar planes a mediano plazo con sus
respectivos indicadores de desempeño. La documentación del PIFI 3.0 pone énfasis en los diversos
aspectos.

La exigencia de una planeación cada vez más minuciosa, ahora llevada a nivel de los
departamentos, escuelas y facultades, viene acompañada de la descripción de las características
del Paradigma de un Programa Educativo de Buena Calidad

EL COMERCIO DE LA EDUCACIÓN EN CUESTIONES

Desde 1990, el gobierno federal mexicano empezó a implantar políticas para modificar el
funcionamiento de la educación superior. En la siguiente década y media ocurrieron considerables
cambios: la matrícula creció, se crearon más instituciones, se estableció un procedimiento de
acreditación, las universidades públicas elaboraron planes estratégicos y el financiamiento público
aumentó. Desde una perspectiva histórica, la educación superior ha logrado importantes avances,
puesto que esos cambios parecían imposibles de lograr al final de los ochenta, cuando el sistema
estaba en evidente crisis.
Las políticas y su diseño

El análisis de políticas revisa cuáles son las intenciones del gobierno, quiénes formulan y operan
las políticas y cuáles son las respuestas que dan las instituciones que se buscan cambiar. Los
estudios realizados bajo esta perspectiva en México y en otros países revelan que prácticamente
todos los gobiernos han buscado cambiar sus sistemas mediante ejercicios de evaluación o
acreditación, ligados a un financiamiento condicionado al cumplimiento de las metas formuladas
por la autoridad.

Los estudios sobre políticas en México se han centrado igualmente en la formulación y la


implantación de políticas y su efecto sobre las instituciones, señalando muchas razones del por
qué las políticas pueden fallar. Estos estudios evidencian fallas en la planeación, complicaciones en
la implementación de resistencias de los grupos de interés.

La organización y administración de la educación superior

Podemos considerar las políticas como la introducción de nuevas reglas de juego que buscan
cambiar el comportamiento de actores. A su vez, estas políticas están sujetas a otro conjunto de
reglas –las de la política– que influyen en lo que parece factible o legítimo en el terreno de la
acción gubernamental. Los arreglos institucionales dentro del campo político pueden influir en la
formulación de políticas.

Estos análisis raras veces contemplan a la franja intermedia entre los elaboradores de las políticas
y los recipientes en la base. Fijarse en esta franja intermedia implica preguntarse cómo está
organizado el sistema, cómo se administra y si existen condiciones o reglas que permiten regular
el sistema de tal forma que se puedan lograr los objetivos de las políticas.

Todos los sistemas educativos tienen alguna forma de regulación: reglas para definir qué califica
como educación superior, qué programas se pueden ofrecer y bajo cuáles condiciones, quién
reúne las condiciones para ser profesor o estudiante, cómo se deben administrar las finanzas de la
institución o del sistema. Existen, sin embargo, importantes variaciones entre países en cuanto a
qué se regula, quién lo hace y cómo se hace.

Las políticas en los noventa

Las políticas puestas en marcha por el gobierno federal desde el inicio de los noventa enfrentaban
un sistema altamente diverso, no sólo en tamaño de las instituciones, sino en cuanto a las reglas
de operación. Ello significa que el principal esfuerzo gubernamental tuvo que orientarse hacia el
“ordenamiento” o la “racionalización” del sistema, tratando de introducir reglas básicas y de
unificar las reglas a lo largo y ancho del sistema. Este esfuerzo, a su vez, abarcó prácticamente
todos los aspectos claves de la administración. Durante los noventa, el gobierno federal intentó
introducir reglas para la asignación del financiamiento, la carrera docente, los sistemas de
información, la planeación y evaluación, la coordinación del sistema y la admisión de estudiantes.
Para ello, se creó una amplia gama de políticas específicas, ligada a programas especiales.

El resultado de lo anterior es que los efectos de las políticas sobre el sistema en su conjunto han
sido sumamente diversos. Parte de las instituciones no ha sido objeto explícito de políticas, sobre
todo el sector privado. No obstante, este sector ha pasado por cambios importantes, entre otros
el crecimiento del número de instituciones, académicos y estudiantes que alberga. Igualmente,
algunas instituciones en este sector cuentan ya con la acreditación para la mayor parte de su
oferta educativa.

Ahora bien, aunque queremos subrayar que esta situación se debe en gran parte a la organización
peculiar del sistema mexicano, donde las pocas reglas tienen muchas excepciones, no queremos
sugerir que los problemas se resolverán con una reforma de la ley para la educación superior. Más
bien, se requiere establecer consensos alrededor de asuntos académicos básicos, unificar
instancias de coordinación, aclarar el ámbito de responsabilidad de los diferentes actores, bajo la
idea que es necesario lograr la institucionalización de reglas básicas comunes. Además de
introducir nuevas leyes y reglamentos, ello implicaría abolir varios usos y costumbres del pasado.

Comunidades epistémicas: una propuesta para estudiar el papel de los expertos en la definición de
políticas en la educación superior en México.

Con el término “comunidades epistémicas” se analizar la influencia que redes de expertos en


educación superior han tenido en la instauración de políticas públicas en México en los pasados
diez años. Si bien se puede comprobar que la comunidad epistémica, especialmente del área
científica, le dio contenido a la política, difícilmente puede señalarse que ellos decidieron esta
reforma. Los que tomaron directamente las decisiones fueron sin lugar a dudas otros actores. Al
respecto, el estudio enfatiza la diversificación y mutación de las comunidades a través de redes
como nueva forma de organización disciplinaria, que, en el caso mexicano, permitió su
consolidación frente a otras “comunidades” en su capacidad de influir en la elaboración de las
políticas destinadas a la educación superior.

Estos sujetos pueden ser vistos como mediadores entre los mundos de la investigación y la
política, aunque ellos aceptan que ambos mundos están aún separados. También se discute el rol
de estos intermediarios, académicos quienes han construido carreras “dentro y fuera”, yendo y
viniendo de la academia al gobierno, tomando periodos sabáticos en sus universidades o centros
de investigación para ocupar posiciones como responsables en el gobierno. En el campo de la
educación superior este tema no es ajeno en lo absoluto y mucho menos en el contexto mexicano.
Es obvio que existen múltiples sujetos desempeñando estas posiciones. Sin embargo, este es un
buen ejemplo de uno de los temas que en México se habla poco y se discute menos. Varios
especialistas han escrito acerca de las características de este campo, las principales tensiones y
relaciones fragmentadas que existen entre las esferas de la investigación y la definición de
políticas.

Las comunidades epistémicas cuentan con al menos siete características que las definen.

a) Agenda común. Se trata de los puntos coincidentes en la agenda de investigación, que


posteriormente se puede traducir en una agenda de políticas públicas en un campo determinado.

b) Está Integrada por redes. Una comunidad epistémica es una red conformada por otras redes.

c) Sistema de creencias y valores compartidos. El tema de compartir valores y creencias es un


asunto generalizado en las comunidades científicas. Finalmente, las comunidades científicas son
de los pocos grupos que se mantienen juntos por propósitos comunes, comparten normas y
creencias sin la necesidad de tener lazos familiares, ecológicos o políticos.
d) Tamaño compacto. Las comunidades epistémicas son relativamente pequeñas.

e) Dan mayor peso a las relaciones informales que formales. Esta es una característica muy
importante puesto que en las comunidades epistémicas dominan las relaciones informales que los
acuerdos formales o institucionales.

f) Prestigio y credenciales académicas. Tanto el prestigio como sus méritos académicos son el
capital más importante con el que cuenta una comunidad epistémica y que la permite distinguirse
de otras redes o grupos.

g) Diversidad profesional. La identidad profesional no es el principal elemento integrador en una


comunidad epistémica.

Existieron además varias limitaciones metodológicas como el carácter anónimo de las entrevistas
en una investigación donde los sujetos son tan importantes, y, por tanto, sus nombres e
instituciones. También se dio un fenómeno muy interesante a lo largo de las entrevistas, que tiene
que ver con el reconocimiento o negación por parte de los académicos a ubicarse dentro de un
grupo o siquiera red. Las identificaciones siempre fueron de carácter institucional, pero
prácticamente nunca de tipo informal o de cualquier otro. Por un lado, casi nadie se asumió como
miembro de ningún grupo, pero, por otro lado, les resultaba muy fácil ubicar a otros colegas como
parte de grupos, “yo no pertenezco a ningún grupo, pero tal investigador sí”, fue una de las
respuestas más comunes entre los entrevistados.

Conclusión
Si bien, comprender el texto no es meramente sencillo por diversos aspectos que me gustaría
resaltar a continuación; En un primer momento podemos reconocer que el articulo está enfocado
desde los inicios y un poco orientado hacia la actualidad, y realmente no puede ser tomado tan
actual por el tiempo que lleva de publicación, sabemos que las cosas siguen avanzando y no son
estáticas así que se requieren de nuevas visiones como aportaciones científicas al campo de la
educación.

Como mencionaba no solo es quedarse con lo que uno lee, y este texto brinda la oportunidad de
crear un panorama nuevo en nuestras mentes partiendo así desde el origen. Sin embargo, uno
podría cuestionarse “¿el origen de qué?” podemos plantear el origen del surgimiento de las
escuelas, tanto públicas como privadas y con esto mismo el acompañamiento de las dificultades
políticas como científicas que se presentan en ese caminar.

Desde ahí podemos analizar como realmente el ser humano es listo y hábil , se fija en los
problemas de los demás y busca darles una resolución, sin embargo, no muchos estarán de
acuerdo con lo que se dice o se propone, otros tantos pueden salir perjudicados y demás aspectos
por mencionar y algo similar sucedió con la investigación comprendida.

Desde un inicio es posible comprender que, si hoy en día hay problemas políticos en ese entonces
más, las accesibilidades a las escuelas eran menores a las que hoy en día se viven. Por esto mismo
se fue viendo la necesidad de crear nuevas instituciones tecnológicas, politécnicas y autónomas
con la finalidad de satisfacer esas necesidades y es ahí cuando empiezan a derivarse distintas
problemáticas. En primer momento el gobierno seguía interviniendo una vez más en estas
escuelas, sin embargo, no todas sus interacciones eran buenas y a la hora de tomar la decisión de
muchas escuelas o al menos unas cuantas deciden tomar su autonomía hay un cambio radical, el
gobierno se ve limitado a estas participaciones , ya no es requerido como anteriormente,
obviamente quitando autoridad a este mismo. Los cambios no son sencillos, pero podemos decir
que al menos por parte de la UNAM, fue un cambio que favoreció.

Una vez que se planea esto, sigue el estar preparado el tomar conciencia que lo que se busca es
formar y brindar apoyo a todos aquellos que busquen superarse y esto lo podemos ver a través de
las becas, de la escuela a distancia y de múltiples programas que se fueron implementado con la
finalidad de seguir creciendo como institución , como comunidad y de manera individual. Se busca
impartir conocimientos y prácticas de calidad y aquí mismo cuando quizá la política no está tan
afuera de esto, debido a que otras instituciones o programas se encargar de averiguar las
condiciones, es decir, la evalúa y posteriormente las compara con estándares positivos, permite
ver sus fortalezas y sus debilidades.

Las organizaciones políticas como educativas no fueran las únicas participes en este desarrollo,
podemos reconocer la fuerte influencia de la globalización. Nuevas ideologías y nuevas propuestas
para mejorar a la educación.

Como mencionaba estos aspectos de construcción se fueron desarrollando y para ser más
específicos podemos notar un cambio más sobresaliente a partir de los años noventa. Se busca un
diseño especifico de currículo, como metodologías, evaluaciones para alumnos y después verificar
que lo docentes estuvieran calificados. Y es aquí cuando llega el momento de la intervención de
los investigadores, los cuales también pasan por una serie de complicaciones, las cuales se ven
afectadas a la hora de publicar como solucionar adversidades. Entender este campo llevaría una
investigación más, sin embargo, por lo que se nos fue presentado podemos entender que este
grupo de personas se dedican a investigar de manera meticulosa temas de suma importancia en la
sociedad, cabe destacar que unos tantos se enfocaran solo en el ámbito escolar, buscarán seguir
procedimientos rigurosos, investigaciones profundas que permitan entender y acercarse al
contexto.

Este tipo de documentos nos permite realizar una comparación y no solo al tema de investigación,
si no que este nos permite entender qué muchos otros documentos son más cerrados y permiten
ver la realidad como es, esta muestra la cruda realidad sin temor de expresar, sabiendo lo que se
hace bien , lo que esta mal y no hay solución, problemas que se han ido arrastrando y hoy en día
se ven las consecuencias.

Del mismo modo, el articulo nos habla de la globalización, el cual trata de cubrir los diversos
aspectos que influyen en este tema, ver los cambios que se presenta por esta compatibilidad. La
globalización es uno de los temas centrales que casi siempre se retoma en la mayoría de temas, si
bien sabemos esta nos permite compartir como entender los intereses de los demás países o
continentes. Es importante saber que no es posible tomar una idea tal cual y plasmarla. Es
importante saber que debemos de investigar y realizar las modificaciones necesarias para un buen
efecto en el proyecto llevado a cabo.
En lo personal me gustó este artículo, a pesar de ser largo es bastante interesante, todo el tiempo
habla de aspectos se suma importancia y los sabe explicar, además de ellos nos invita a analizar las
situaciones de los demás países, nos invita a ponernos en las posturas de los diversos autores y
sobre todo entender el porqué de lo que se plantea. No es una lectura que se acabe en un día o
quizá sí, pero es necesario, anotar, cuestionarse e indagar, indagar periodos, personas y
propuestas.

Después de tantos conocimientos y estudios se nos ha presentado una nueva perspectiva, la cual
es útil para nuestra formación académica y cultural.

Es importante tomar con seriedad estos temas y estos mismos nos permitirán reflexionar y
descubrir.

Bibliografía

Kent, R. (2003) Análisis temático: políticas públicas en educación superior ¿hacia una nueva
agenda? En La dialéctica de la esperanza y la desilusión en políticas de educación superior en
México.

Maldonado, A. (2003) Análisis temático: políticas públicas en educación superior ¿hacia una nueva
agenda Comunidades epistémicas: Una propuesta para estudiar el papel de los expertos en la
definición de políticas en educación superior en México.

Rama, C. (2005) Análisis temático: políticas públicas en educación superior ¿hacia una nueva
agenda? En la política de educación superior en américa latina y el caribe.
Wietse. (2004) Análisis temático: políticas públicas en educación superior ¿hacia una nueva
agenda? En El comercio de la educación en cuestiones

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