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Las políticas educativas neoliberales

Desde sus orígenes el sistema educativo argentino estuvo atravesado por


dinámicas clasistas, racistas y sexistas que fueron mutando en función de la
emergencia de múltiples dinámicas, actores, que circularon en el sistema
educativo formal
Más que un “injerto contaminante”, el neoliberalismo educativo encontró un
terreno fértil para reformular la direccionalidad y el sentido de la educación
pública.
El modelo de instrucción pública, aunque con matices, expresó un modo particular
de reproducción de desigualdades en la distribución de conocimientos y
reconocimientos.
El neoliberalismo viene a desarrollar un nuevo modo de desigualdad adecuado a
las nuevas condiciones de reproducción del capitalismo bajo la cobertura de
prácticas represivas y asistencialistas.

¿Por qué se caracteriza? La introducción de un lenguaje empresarial, la


emergencia de nuevos dispositivos de regulación y control, la intensificación del
trabajo docente, la pauperización de las mayorías sociales (incluidos los
trabajadores de la educación), los nuevos mecanismos de gobierno, y las
reformulaciones en la construcción del currículum.
La gran brecha social y la marginalidad fue la plataforma sobre la que se diseñaron y
ejecutaron las líneas directrices de la Transformación Educativa.

Se percibe, la aparición de altos índices de violencia doméstica y estructural que


atraviesan las aulas.

Los jóvenes perciben falta de horizonte, desconexión con el mundo adulto que solo
los ve como potenciales consumidores o como blancos para la represión.

En un clima de época en la que la cultura dominante, y luego sentido común,


responsabiliza a cada quien, de su destino, la escuela se va reciclando en un hospital
de campaña (lugar para recibir la comida, ámbito de contención).
No enseña, pero es el lugar en que la niñez desposeída deja de convertirse en una
carga presupuestaria para ser personas con nombre y apellido.

Las transformaciones del sistema educativo bajo el marco legal de la Ley Federal de
Educación constituyen un terremoto en tierra arrasada. Uno de los motivos que
legitimó todo esto fue precisamente la percepción generalizada de crisis del sistema
tradicional.

Un punto novedoso, es que intelectuales de la izquierda educativa fue el sustento


tecnocrático de la reforma educativa.
Estos agentes abrieron el cause a la direccionalidad neoliberal que reclamaban los
organismos multilaterales de crédito y a la transformación de la sociedad argentina:
otorgaron legitimidad a la reforma.

¿Qué los motivaba a involucrarse? En primer lugar, promover la construcción de


políticas de Estado, que perduren más allá de la gestión de gobierno. El gobierno
aplicó un método de cooptación individual como institucional, es decir generó la idea
de apoyo de las Universidades públicas en la que trabajaban estas personas.
El Estado Neoliberal reformuló su papel en relación al sistema educativo. Si antes la
clase dominante se autodesignó representante del bien común y “civilizadora”, ahora
se trata de generar oportunidades de negocios y atender el conflicto social a través
de un Estado Evaluador que despliega estrategias que combinan asistencialismo y
privatización.

Pese a su retórica participativa, el Estado se reservaba el derecho a definir fines,


contenidos, procedimientos, prácticas, mecanismos ce regulación y control y
distribución de recursos.

Así, en el recorrido desarrollado alrededor de la naturaleza transformada del Estado


capitalista democrático hacia el Estado neoliberal pudieron verse sus mutaciones en
cuanto a funciones, objetivos y modos de intervención del Estado, así como una
redefinición de las políticas públicas entre las que destaca las educativas.
Banco Mundial

Los diferencia de la Nueva Derecha la necesidad de operar sobre las políticas


realmente existentes. Deben traducir los valores del egoísmo y la competencia a
políticas concretas, viables.

La orientación era clara: la conformación de un modelo de mercado, luego


acompañado por la contención de la pobreza.

La educación como clave del desarrollo: La relación entre educación y desarrollo,


producción, crecimiento y desarrollo personal aparecen directamente ligados.
Establecen una relación causal: la educación es la base del crecimiento económico,
ya que es la base del capital humano que es esencial para lograr salarios altos y un
crecimiento económico sostenido.
Reconoce que la fuerza de trabajo es lo único que tienen los trabajadores y la educación tiene un
rol salvacionista. Se silencian las decisiones vinculadas a la distribución de la riqueza.

De la contención de la pobreza a la soberanía del consumidor: El circuito del mercado se


justificaría en el legítimo privilegio de los padres de elegir la educación de sus hijos. En el objetivo
de mercantilizar la educación, la descentralización tiene un rol clave.

Dado que la competencia se funda en la posibilidad de elección de ofertas disímiles, lo disímil de


la oferta es la calidad y eficiencia de la educación a ofrecer. Descentralizar para favorecer la
“libertad de elección”. Su principal objetivo es la eficiencia y esto se logra mediante la competencia
entre escuelas públicas y entre estas y las privadas.
Esta formulación tiene implicancias políticas y pedagógicas. En primer lugar, se
definen contenidos nacionales que deben ser transmitidos para una evaluación
estandarizada que permita establecer rankings de rendimiento. Todo esto condiciona
el qué y el para qué enseñar.

Por otro lado, la transmisión de conocimientos presupone una mirada tecnocrática, ya


que dicho conocimiento es transmitido como patrón de verdad.

En segundo lugar, hay un silenciamiento de la dimensión política, es decir el proceso


de selección de los conocimientos, el para qué. Entonces el estado fija contenidos y
evalúa después.
Por otro lado, la autonomía es una prioridad destacada por el BM, porque permitiría
utilizar los recursos disponibles de acuerdo con las condiciones locales y
comunitarias.

Entre la diversidad que propone un mercado libre y la sujeción a un contenido


estandarizado y medible, el argumento de la libre elección pierde consistencia.

Estado y Mercado en educación, los planteos sobre el financiamiento educativo La


función del gobierno es la aplicación de medidas financieras racionales que
favorezcan la iniciativa privada.

Esta ineficiencia en asignación de recursos, por ejemplo, el supuesto subsidio a las


clases privilegiadas esconde el interés de avanzar en arancelar la educación superior.
Otro argumento, o supuesto, es que, si los estudiantes tuvieran que pagar por
estudiar, estudiarían más.

Se desprende una afirmación contundente: el financiamiento público no alcanza y


nunca va a alcanzar. Por otro lado, la asignación de recursos en tanto rentabilidad de
la inversión.

El arancelamiento serviría tanto para reasignar recursos como para lograr justicia
social. Se esbozan como alternativas de financiamiento la implementación de un
mercado de créditos, que permitiría a los más pobres y esforzados desarrollar sus
aspiraciones académicas
Dichos créditos otorgados por el Estado, porque es una inversión riesgosa para los
bancos privados.

Otro mecanismo, es las becas selectivas. Las concepciones meritocráticas, selectivas


e individualistas orientadas a seleccionar a pobres talentosos.

La enseñanza, los resultados, la competencia Los planes de estudios deben privilegiar


los aspectos que aseguren el crecimiento económico

Otra tensión, es la escisión entre una educación que debe ser una mercancía
libremente elegida y una versión para los pobres que la entiende como proveedora de
herramientas para formar trabajadores adaptables.
Plantean como problema el tiempo que media entre la reforma de los sistemas
económicos de los países y las de sus sistemas de educación.

Equidad, calidad, focalización Para el BM la equidad tiene dos aspectos principales: el


derecho de todos a la educación básica y la obligación del gobierno que no se niegue
la misma a candidatos calificados por ser pobres o que sean de alguna minoría.
Arancel crédito, y becas sería la fórmula compleja para dar respuesta a un
financiamiento centrado en el aporte privado.

Otra bandera del BM es la calidad. La misma tiene dos caras. Por un lado, presupone
mayor adquisición de conocimientos y se mide a través de operaciones de
evaluaciones estandarizadas.
Por el otro, apunta al logro de empleabilidad del alumno individual en actividades
generadores de ingreso.

Responsabilización a la víctima Aparecen discursos que legitiman la desigualdad por


ejemplo aquellos que dicen que “la principal capacidad y motivación para aprender de
los niños es la familia (…)” Para resolver esto propone políticas focalizadas, para
mejorar la relación costo-beneficio.

Política gradualista Propone dar prioridad a las reformas de menor costo político y
administrativo, además de reconocer las circunstancias específicas de cada país.
Pone el foco en la tradición y en los “intereses arraigados”. Su principal función, según
ellos, es el de asesoramiento más que el de financiamiento.
Cepal-Unesco

Intelectuales de izquierda orgánica elaboraron un documento en 1992 denominado


“Educación y conocimiento: eje de la transformación productiva con equidad”.
Reconocen el sistema competitivo de las sociedades capitalistas actuales, y el foco se
pone en las inclusiones y exclusiones en el cual el papel central es desempeñado por
el conocimiento.

Al ocultar otros factores (el poder de clase, factores vinculados a la producción de


riquezas o la dominación por medios militares) se alinean al discurso neoliberal,
aunque dicen combatirlo.

La retórica de la sociedad del conocimiento opera en el mejor de los casos como una
utopía inalcanzable para nuestros países.
Pone el foco en la educación como garantía para atender las necesidades de las
personas y empresas, reproduciendo la lógica neoliberal.

También proponen en avanzar en modalidades que privilegien mayor autonomía con


una creciente responsabilidad en los resultados.

La exigencia de un mayor compromiso financiero de la sociedad con la educación


reconoce que el financiamiento más que una política pública se convierte en un
problema que debe ser resuelto por los interesados.

El financiamiento público debe atender al mejoramiento de la calidad y la eficiencia de


las instituciones.
Finalmente propone mecanismos de financiamiento a la demanda, es decir según los
estudiantes matriculados, y por otro lado por los proyectos educativos de la institución.

Ocupa un lugar en la agenda la creación de modos de acreditación de instituciones,


programas, por ejemplo, la Coneau.

En este marco se sostiene la necesidad de un Estado que preste apoyo a la base


empresarial para que ejerza plenamente sus responsabilidades en el ámbito
productivo.

La idea que se puede alcanzar el desarrollo a partir del desarrollo del conocimiento
encubre al menos tres falacias:
La primera, es que el crecimiento es condición necesaria pero no suficiente para el
mejoramiento en el nivel de vida de todos los miembros de una sociedad. Son las
políticas económicas las que definen los modelos de crecimiento (y desarrollo).

Segundo, es falsa la afirmación que el conocimiento resuelve lo que no resuelve la


política económica.

Tercero, la competitividad no resuelve por si solas los problemas de nuestras


sociedades.

En última instancia, lo que hace es reeditar los debates del desarrollismo y la teoría de
la dependencia en nuevas circunstancias. La Cepal ignora factores como que el
Imperio impone su dominación por vía de sus ideas y de la fuerza.
La educación para la competitividad: Convergencias con la propuesta del BM. En
primer lugar, pone el foco en la autonomía, es decir superar controles minuciosos.
Propone que cada establecimiento asuma la responsabilidad ante los aspectos
académicos, administrativos y financieros de su proyecto educativo.

También propone una evaluación local en función del curriculum, si bien con los pisos
establecidos a nivel nacional.

En el diagnóstico de por qué no se pudo avanzar en dichas propuestas hay que tener
en cuenta lo siguiente según la Cepal. En primer lugar la resistencia de los sindicatos.
En segundo lugar se hace referencia a la inflexibilidad de la reglamentación (del
estatuto docente, por ejemplo). En tercer lugar, la limitada y desigual distribución de
las capacidades de gestión.
Una segunda medida, es la creación de mecanismos de regulación política. Se propone una
redefinición del papel del estado, que debe aumentar sus capacidades normativas y de orientación
global del sistema. Señala la conveniencia de crear comités independientes y representativos de la
comunidad que trasciendan los límites internos del sistema (educativo). En cuanto al empleo
propone la creación de organismos independientes de certificación con representación de las
autoridades estatales y del sector empresarial (es significativa la ausencia de representantes del
mundo del trabajo).

Un tercer elemento es la creación de instancias de coordinación y concertación. Propone


mecanismos de información y evaluación del trabajo docente y estudiantil, a través de los cuales
los usuarios podrán demandar que se eleve la calidad de la enseñanza, los establecimientos
mejorar su desempeño, y las autoridades centrar su empeño en los rendimientos más bajos que
afecten la equidad.
Todo esto esconde una concepción neutral de la educación.

Por último, pone el foco en el trabajo docente, en la necesidad de lograr dedicación


exclusiva, estabilidad, pero avanzando en niveles de flexibilización salarial (incentivos
y bonificaciones).

Direccionalidad y consecuencias posibles de su aplicación

Tienen dos objetivos, crear un mercado educativo y por el otro la contención social.
Mercado y asistencialismo son los nudos básicos de la propuesta.

Hay que explicitar ciertas cosas. En primer lugar, lo importante de enseñar es la


apropiación de un paquete de contenidos que son medidos y comparados en una
etapa determinada del proceso.
El mercado va premiando y castigando a docentes e instituciones en función del éxito
en la transmisión de esos saberes.

Quienes más se “esfuercen” y tengan “mejores resultados” en las evaluaciones


estandarizadas tendrán mayor demanda de matrícula y por lo tanto de financiamiento.

Los contenidos a evaluar son producto del aporte de especialistas; el trabajo docente
debe estructurarse para lograr los objetivos requeridos; los debates tradicionales
sobre la democratización de la educación fueron orientados en un nuevo sentido: la
configuración de un proceso en lo que lo importante es la cantidad de lo aprendido,
aprendizajes no cuestionados, que se imbrican en una dinámica competitiva de niños,
docentes, e instituciones en donde hay premios y castigos según los resultados.
La práctica pedagógica, en lugar de constituirse como una relación que es
social, histórica y política parece devenir en una relación de compraventa cuyo
precio se define a partir de la competencia entre oferta institucionales.

La negación de la dimensión política, y la pretendida patina tecnocrática con


que se pretende ocultar los sesgos clasistas del mercado educativo,
constituyen un elemento distintivo de la propuesta neoliberal.

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