Está en la página 1de 9

Materia: Gestión de las Instituciones de la Educación Superior

Profesora: Alejandra Santos Souza


Clase Nº 7
Fecha: 23 de abril de 2020

 La Bibliografía que deberán leer para esta clase es:

 Pugliese, Juan Carlos (2014), 2.8. La reforma universitaria hoy. 3. Las políticas de
educación superior en la agencia de la sociedad del conocimiento
 KROSTCH, Pedro (2000), Capítulo 3: Modelos Analíticos para la Comprensión de la
Educación Superior en “Sistemas Educativas y Reformas Comparadas”.
 KROTSCH, Pedro (1993) “La universidad argentina en transición”, en Revista Sociedad
Nro. 1, Facultad de Ciencias Sociales, UBA, pp. 5-30.

Hola a todxs!

Ya hemos presentado a la Reforma Universitaria, tal como fue trabajada en la clase 4 a partir
del planteo de Juan Carlos Pugliese en el punto 2.8. de la Carpeta de Trabajo. También
intentamos rescatar y describir al particular fenómeno que ocurrió en la Argentina a
principios del siglo XX.

Hemos tomado a la Reforma del 18, como uno de los hechos históricos de mayor
significación en la historia de la universidad argentina. Su relevancia radica en que la
dinámica y los resultados de ese proceso marcaron los temas de la agenda universitaria en la
mayor parte del siglo XX. Aquí se responde en cierta forma el interregno que algunos de
ustedes consultaron entre la creación de las primeras universidades y la generación de los
50.

Por otro lado, la emergencia de un proceso de cambios institucionales dentro de la


universidad implicó la generación de un espacio de apropiación por la interpretación del
sentido y el impacto de la Reforma, el cual definió el debate social y político sobre la realidad
social argentina.

Clase Nº 7 Pág. Nº 1
En esta línea es que proponemos pensar a la Reforma contextualizada en una historia
general de la universidad argentina y describirlo como un proceso de larga duración que no
puede circunscribirse solamente a los hechos de la revuelta estudiantil. No podemos dejar de
mencionar que la reforma está relacionada con el contexto de democratización del sistema
político local durante la primera década del siglo. De esta forma, se combinaron la demanda
por mayor participación de los nuevos sectores medios, beneficiados por la urbanización y la
modernización y representados por la Unión Cívica Radical, y la decisión de una elite de
ideología reformista liberal que acepaba modificar el régimen político, en la medida que podía
asegurar una mayor integración y control de la sociedad y legitimar mejor su autoridad.

Según Chiroleau (2000) “La universidad era entonces una meta y un “oscuro objeto
de deseo” para los sectores medios, en ascenso”. Por eso la reforma fue parte de una
puja por mantener y ganar posiciones en el sistema social. El debate sobre la reforma se
asentó en una fuerte crítica a la universidad tradicional y en la necesidad de renovar la
enseñanza y de reorganizar el sistema universitario.

El legado más importante de la reforma ha sido la aparición de dos sólidas tradiciones: la


tradición reformista que defendía enfáticamente el ideario democrático de co-gobierno y
autonomía universitaria y la otra, la tradición anti-reformista que, a partir de la década del
40, ha reinterpretado, en otro sentido, la democratización del sistema universitario local.

Coincidimos con Diego Pereyra cuando señala que “La Ley de Educación Superior intentó con
éxito muy parcial la articulación de estas dos tradiciones, incorporando en un marco
legislativo global a la autonomía universitaria como un derecho fundamental y como una
garantía para el funcionamiento del sistema y, al mismo tiempo, introduciendo una cultura de
la evaluación y control que reconoce la responsabilidad que tienen las universidades ante la
sociedad.”

Lo que posibilitó la Ley de Educación Superior

Nos proponemos introducirlos a conocer y profundizar situaciones y escenarios para analizar


en el marco de la reforma del sistema de Educación Superior argentino, el rol que
desempeñan los órganos de coordinación y consulta del propio sistema.

Clase Nº 7 Pág. Nº 2
La Educación Superior debe ser tratada como una cuestión de Estado, construyendo
consensos a partir de las propias y lógicas diferencias de los actores involucrados en el
sistema. La Educación Superior argentina que, no escapa de la realidad del resto de los
países latinoamericanos, está conformada por un sistema diversificado y complejo, que
tiende a través de diversos mecanismos la articulación interna, a veces, desconectados y
autistas, y en la mayoría de los casos apostando a la calidad de la educación y adecuando a
las distintas demandas educativas de la sociedad.

El sistema se basa en el pluralismo, la autonomía y la libertad de enseñanza, y se apunta a


que todos los actores e instituciones involucrados se desempeñen con plena transparencia y
responsabilidad ante la sociedad.

La Educación Superior en Argentina ha sufrido importantes cambios, ya hemos visto que las
instituciones han realizando grandes esfuerzos para mejorar la calidad de los servicios que
ofrecen y lo siguen haciendo con una gama diversos de resultados. Adecuar su oferta a las
necesidades sociales; incrementar sus actividades de investigación, jerarquizar la tarea de
sus docentes; sostener el acceso, permanencia y egresos de los alumnos, gobernarse
democráticamente; administrar con eficiencia y eficacia sus recursos; y hacer extensión y
transferencias tecnológicas y de servicios a la sociedad, diversificando sus fuentes de ingreso
son todas las acciones políticas y técnicas en las que se encuentran desde las más antiguas
hasta las de reciente creación, estas son todas las exigencias que poseen las instituciones.

A través del Estado con sus diferentes gobiernos y políticas y respectivas gestiones, se han
hecho esfuerzos que se han dirigido a proveer un marco normativo global que regule el
desarrollo del sector y a generar instrumentos que actúen como incentivos para el
mejoramiento y la reforma del sistema.

El proceso de reforma de la Educación Superior tiene como ejes de transformación la relación


entre las instituciones universitarias tanto de gestión estatal como privadas y el Estado y la
gestión política, administrativa y financiera, y será en este marco de análisis en el que se
centrará en esta presentación. Intentaremos analizar desde la planificación normativa hasta

Clase Nº 7 Pág. Nº 3
cuáles son las estrategias que debería aplicar el Estado para poder lograr una participación
más activa y comprometida de las instituciones involucradas.

Hoy por hoy la LES se ha quedado en el tiempo, necesitaríamos una normativa más moderna
que contemple los desafíos y obligaciones que le competen a la educación superior hoy y
contemple también las problemáticas comunes de los sujetos que componen la educación
superior. Probablemente este sea el nuevo camino a construir, en un marco de un sistema
complejo con muchas instituciones y con una diversidad y heterogeneidad que ha sucedido
en el tiempo. Las articulaciones de la universidad y las instituciones formadoras y técnicas es
un trabajo que queda por hacer, y que apuntaría a la integración en todas sus dimensiones
(docentes, alumnos, investigación, proyectos comunes, etc.). En esto últimos años la SPU ha
perfilado a unos renovados CPRES. Y algún esfuerzo se está haciendo desde el Instituto
Nacional de Formación Docente con respecto a las propuestas de formación y de
acompañamiento a la docencia. Seguramente a partir de este año, pandemia de por medio,
estos espacios podrán volver a recobrar el dinamismo de otrora.

El Rol del Estado

Consideramos que el Estado no debe desligarse de las tareas de planeamiento y


financiamiento de la educación en todos sus niveles, según lo contemplado en la
Constitución Nacional y en la Ley Nacional de Educación (2006). La generación del
conocimiento deriva de la capacidad científica, y la posibilidad para utilizar ese conocimiento
depende tanto de la tecnología como de la política gubernamental. Por otro lado, la
responsabilidad del Estado y la Universidad se debería compartir a la hora de afrontar con
eficacia las distintas tareas que la sociedad le demanda a la Universidad.

La responsabilidad del Estado es indelegable, como generador de una política científico-


tecnológica en equilibrio con las políticas de las instituciones que conforman el sistema de
educación superior. Sin una capacidad de investigación científica en las universidades y otros
organismos del Estado ningún país podrá asegurar a su pueblo un desarrollo autosustentable.
La cuestión del financiamiento y la planificación aparecen como puntos claves para el
tratamiento de este tema. Estas líneas de acción se están trabajando y promoviendo desde el

Clase Nº 7 Pág. Nº 4
Estado con el objetivo de generar criterios de equidad para la programación y distribución de
los recursos.

La transformación de la educación superior supone asentar sobre nuevas bases la relación


Estado-instituciones de educación superior. Al Estado le corresponde resguardar la fe pública
que la sociedad deposita en los establecimientos de educación superior, garantizar niveles de
equidad y calidad en la formación de sus egresados y maximizar la eficiencia y la eficacia en
el uso de los recursos destinados por la sociedad a este sistema. Sin embargo, son las
instituciones las que deben diseñar e implementar las estrategias de cambio para mejorar la
calidad y pertinencia de los servicios que ofrecen, incrementar su vinculación con el sector
productivo, diversificar sus fuentes de recursos, gobernarse y administrarse en forma
autónoma y responsable, así como demostrar mayor eficiencia y transparencia en el uso de
los fondos públicos.

En la clase 5 presentamos el rol de la CONEAU y sus alcances como órgano descentralizado.


Ahora hablaremos de otros órganos que trabajan en la coordinación del Planeamiento del
sistema.

Los Órganos de Coordinación y Planificación de la Educación Superior

Sin ánimo de ser reiterativa me interesa que les quede claro como es el sistema de
coordinación y planeamiento de la educación superior para el nivel universitario. De aquí
emanan los controles del Estado y la regulación del sistema en el marco de lo propuesto por
la Ley de Educación Superior y las normativas que apoyan a la misma.

La Ley de Educación Superior incorpora, aunque no en forma obligatoria, la inclusión de un


"Consejo Social" como órgano colegiado integrado por miembros de la comunidad. Es la
misma figura que incluye la ley española. Con esta incorporación se facilita la inclusión de
elementos de coordinación externa a la institución. Hay varias universidades creadas en los
últimos 15 y 20 años que lo han implementado.

Clase Nº 7 Pág. Nº 5
En el nivel de los sistemas multiuniversitarios, existen dos instancias de coordinación del
sistema pero con un grado de autoridad reducido. Estos son: el Consejo
Interuniversitario Nacional (CIN) (http://www.cin.edu.ar/), integrado por los
rectores de las universidades nacionales y que integran a su vez el Consejo de
Universidades, y los Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior
(CPRES). El Consejo de Universidades, dentro del cual se encuentra el CIN, tiene a su cargo
la coordinación la coordinación de políticas y estrategias de desarrollo universitario y es el
ámbito de concertación de las políticas formuladas por el gobierno. Los CPRES tienen por fin
tratar de alcanzar consensos para coordinar la planificación de la oferta de carreras a nivel
regional. Los CPRES son creados por la Ley Nº 24.521 como uno de los órganos de
coordinación y consulta del sistema universitario (Art. Nº 71), sobre la base de la experiencia
de los Consejos de Planificación Universitaria Regional (CPUR), creados por el Ministerio de
Cultura y Educación en 1993. Hasta la creación de estos últimos, no existían instancias
regionales en la que confluyeran las universidades estatales y privadas con los gobiernos
provinciales correspondientes.

El Consejo de Rectores de las Universidades Privadas (CRUP)


(http://www.crup.org.ar/) es un órgano de representación y consulta para las entidades
miembros y ante el Estado, que tiene por funciones representar en forma conjunta a todos
los establecimientos autorizados, programar el planeamiento de la enseñanza universitaria
privada y coordinar la labor con los órganos competentes del Ministerio de Educación y de los
Consejos de Rectores de las Universidades Estatales y Provinciales. El CRUP emite opinión
ante el Ministerio de Educación en los casos previstos por las normas legales, en los
problemas que afecten a la universidad privada o a su conjunto y presta colaboración y
fomenta la mutua ayuda entre las entidades miembros, para la consecución de los fines y
objetivos propios de una universidad y de la iniciativa privada en la enseñanza superior
universitaria.

Entre las instancias de acreditación y evaluación del sistema que define la Ley de Educación
Superior, la más importante es la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación
Universitaria (CONEAU http://www.coneau.gov.ar/) que es un organismo descentralizado,

Clase Nº 7 Pág. Nº 6
bajo la jurisdicción del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación y que ya lo hemos
trabajado en profundidad en la clase anterior.

La posibilidad de la Planeación del sistema de educación superior

Si tomamos en cuenta los lineamientos de la planificación normativa hallaremos puntos de


coincidencia con la planificación en los diferentes órganos mencionados.

En palabras de Porter: "...los programas federales que se instrumentan a nivel nacional


plantean desde sus reglas de juego, supuestos difíciles de cuestionar, al menos dentro de la
dinámica de trabajo interna."

Es decir, en el marco de los CPRES, las discusiones y planteos pasan generalmente por
cuestiones que el Ministerio de Cultura y Educación necesita que se traten. Un ejemplo de
ello, es pensar que está pasando actualmente con el Programa Seguimos Educando (educ.ar)
y lo que proponen la mayoría de las jurisdicciones, esto es una eterna tensión entre la
administración central y las jurisdicciones.

Estamos de acuerdo que en la formulación de políticas educativas así como en la planeación


educativa no hay recetas porque cada caso es único y por lo tanto no es posible aplicar una
misma racionalidad a todos por igual. No hay recetas ni fórmulas que puedan aplicarse
nacionalmente. Por ello, la planificación en la base, como planificación operacional, trata con
problemas particulares, es el cimiento sobre el que tiene que construirse la planificación
directiva, que trata con lo genérico que incluye lo particular.

Asimismo, el hecho de que los órganos de planificación y coordinación del sistema de


educación superior estén en el escenario de la educación superior a partir de 1995, y que
hayan sido pocos los logros, nos hace pensar que la planificación normativa, es la causante
de que actualmente las instituciones miembros sean escépticas respecto de las actividades.

En ese contexto, es difícil pensar que la planificación entendida en estos términos es


considerada como una carga externa y no como una respuesta a las necesidades internas de

Clase Nº 7 Pág. Nº 7
las instituciones y de las regiones a las que ellas pertenecen. "La planeación normativa
ha operado como mera formalidad que no esté articula con los problemas
concretos de la acción."

Estos últimos dos años se ha estado dando un nuevo impulso a los CPRES, pero su gran
obstáculo en el funcionamiento pasa porque las decisiones que se toman no son vinculantes,
y ello le quita la presencia que necesitan en las regiones.

"La falta de políticas institucionales y por lo tanto de planeación que tradicionalmente


caracteriza a nuestros Institutos de Educación Superior se reducirá en la medida en que sus
autoridades se vinculen, no a aquellos actores sociales que tan sólo reproducen las rutinas
inerciales pasivas e improductivas de la actualidad, sino a aquellos actores que buscan la
creación de nuevas situaciones en las que se expanda la capacidad de formular políticas
académicas, planificar y decidir, invitando y permitiendo la participación de un mayor número
de académicos, técnicos y administrativos que conforma su personal".

El Estado Nacional ha avanzado y más allá de la autonomía universitaria ha buscado una


planificación más moderna y flexible. En este sentido se está respondiendo con estrategias
para modificar y transformar la realidad existente. La planeación debe ser un método de
gobierno, pero también debe ser una herramienta flexible, útil y eficaz para enfrentar las
necesidades tanto a nivel regional como central.

No podemos dejar de mencionar que desde el 2003 a la fecha han sido muchas las acciones
que el Ministerio de Educación de la Nación ha bajado como parte de la línea política hacia el
sistema universitario. Ello ha producido impactos muy significativos e interesantes tanto en el
espacio académico así como en aquellas acciones en donde se intenta articular a las
instituciones con la región o con lo local. De ahí que su surjan programas específicos con un
alto grado de participación. El Estado ha destinado un importante financiamiento para el
desarrollo de estos programas y acciones hasta el 2015.

Nos queda pendiente el planeamiento de los institutos de educación superior que es otro
escenario, porque no está centralizado y depende de cada jurisdicción pero a la vez existe el

Clase Nº 7 Pág. Nº 8
Instituto Nacional de Formación Docente que promueves políticas para todas las
jurisdicciones. Pero no está articulado con las políticas de educación superior en las
universidades, lo cual se hace difícil a la hora de pensar un planeamiento del sistema esa
escisión que se produce y promueve la propia Ley de Educación Superior.

Cierre de clase:

Con esta clase se ha buscado lo siguiente:

o Retomar el sentido de la reforma y la vigencia e impacto en la actua-


lidad.

o El rol del estado en el sistema universitario

o Los órganos de planeamiento del Estado, sus alcances en el sistema.

Saludos para todos,

Alejandra

Clase Nº 7 Pág. Nº 9

También podría gustarte