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Recurso de casación laboral –

Aspectos a considerar
La casación laboral es el último recurso que el trabajador o empleador
tienen para que la justicia resuelva o se pronuncie sobre su caso, y le
compete a la sala laboral de la Corte suprema de justicia resolverlo.
El proceso laboral se inicia con la demanda instaurada ante un juez laboral, quien
decidirá en primera instancia.
La parte vencida en esa primera instancia, si no está conforme con la decisión del
juez, puede recurrir al tribunal para que revise, modifique o revoque la decisión de
primera instancia.

La parte vencida en esa segunda instancia, que puede ser la misma que en la
primera, o la parte que en la primera había vencido, puede recurrir a la Corte
suprema de justicia para que revise la sentencia del tribunal, y actúe en
consecuencia modificándola, revocándola o confirmándola, y de ser el caso,
profiera una sentencia de instancia.
Lo anterior es la regla general, pues no siempre se surte ese proceso, ya que
existe la casación per saltum, que se salta la segunda instancia, la de apelación
ante el tribunal.

Finalidad del recurso de casación en materia


laboral.
La finalidad del recurso extraordinario de casación laboral, es que la corte
suprema de justicia entre a definir si la sentencia de inferior instancia la cual se
impugna, fue proferida en arreglo a la ley o esta fue aplicada o interpretada
indebidamente.
Es importante precisar que el recurso de casación laboral no es una tercera
instancia propiamente dicha, donde se alega si se tiene derecho o no a lo que se
reclama, pues esa discusión se desarrolla principalmente en la primera instancia.
En el recurso de casación lo que la Corte revisa, es que la decisión del tribunal se
haya ajustado a la ley, sin entrar a evaluar la procedencia o no de los derechos
discutidos.
Al respecto la sala laboral de la Corte suprema de justicia en sentencia del 7 de
febrero de 2012, radicación 36.764, con ponencia del magistrado Rigoberto
Echeverri Bueno, precisó:
«Recuérdese que, como lo ha explicado, con profusión, esta Sala de la Corte, es
carga del recurrente en casación controvertir todos los soportes del fallo que
impugna porque aquellos que deje libres de críticas seguirán sirviendo de pivote a
la decisión, en la medida en que las acusaciones exiguas, precarias o parciales
carecen de la virtualidad suficiente en el horizonte de la aniquilación de una
sentencia en el, de por sí estrecho, ámbito de la casación del trabajo y de la
seguridad social.
No se olvide que el recurso extraordinario de casación no otorga a la Corte
competencia para revisar el juicio, en la perspectiva de resolver a cuál de los
contendientes judiciales le acompaña la razón, desde luego que su misión, a
condición de que el recurrente sepa plantear bien la acusación, se circunscribe a
enjuiciar la sentencia gravada a los efectos de establecer si el juez, al
pronunciarla, observó las normas jurídicas que debía aplicar para definir
rectamente la controversia jurídica llevada a su examen.
No se olvide que el recurso extraordinario de casación no otorga a la Corte
competencia para revisar el juicio, en la perspectiva de resolver a cuál de los
contendientes judiciales le acompaña la razón, desde luego que su misión, a
condición de que el recurrente sepa plantear bien la acusación, se circunscribe a
enjuiciar la sentencia gravada a los efectos de establecer si el juez, al
pronunciarla, observó las normas jurídicas que debía aplicar para definir
rectamente la controversia jurídica llevada a su examen.
En verdad, el recurso de casación revela el ejercicio de la más pura dialéctica, en
tanto que comporta el enfrentamiento de la sentencia y de la ley. Exige de parte
del recurrente una labor de persuasión, en el propósito de hacerle ver a la Corte
que la presunción de legalidad y acierto que ampara a la decisión judicial gravada
no deja de ser una simple apariencia o enunciación formal.»
Entender la finalidad del recurso de casación es imperativo porque de ese
entendimiento puede depender el éxito o el fracaso del recurso de casación.
El tribunal al emitir su sentencia pudo haberse equivocado de dos formas:
1. El tribunal violó, no aplicó o aplicó incorrectamente la ley sustantiva al
proferir la sentencia

2. El tribunal realizó una incorrecta valoración o apreciación de las pruebas, o


no las consideró.

El recurrente debe demostrar que el tribual incurrió en uno de esos errores, o en


los dos, y en ese sentido debe encaminar el recurso de casación, que exige una
ritualidad especial que pasa a exponerse.

Causales de casación laboral.


El recurso extraordinario de casación laboral procede cuando se presentan las
causas o motivos señalados por el artículo 86 del código procesal del trabajo:
1. Ser la sentencia violatoria de la ley sustancial, por infracción directa,
aplicación indebida o interpretación errónea.

2. El error de hecho será motivo de casación laboral solamente cuando


provenga de falta de apreciación o apreciación errónea de un documento
auténtico, de una confesión judicial o de una inspección judicial.
3. Contener la sentencia de decisiones que hagan más gravosa la situación de
la parte que apeló de la de primera instancia, o de aquella en cuyo favor se
surtió la consulta.

De las anteriores causas surgen las vías de ataque o argumentación en el recurso


de casación que a continuación se abordan.

Vías de ataque en el recurso de casación.


Cuando se solicita la casación de una sentencia, la sentencia del tribunal debe ser
atacada según el tipo de yerro en que haya incurrido el tribunal, que ya señalamos
que son de dos tipos:
1. El tribunal violó, no aplicó o aplicó incorrectamente la ley sustantiva al
proferir la sentencia (errores jurídicos).

2. El tribunal realizó una incorrecta valoración o apreciación de las pruebas, o


no las consideró (Errores fácticos o probatorios).

Dependiendo del error que se quiera demostrar en el recurso de casación se debe


elegir la vía de ataque, que son dos: Por la vía directa y por la vía indirecta, así:
 Error jurídico: Vía directa.
 Error de hecho: Vía indirecta.

Ataque por la vía directa.


El ataque por la vía directa es necesario cuando el recurrente alega errores
jurídicos del tribunal al proferir sentencia.
El error jurídico se puede presentar en tres formas:
1. Falta de aplicación de la ley.

2. Aplicación indebida de la ley.

3. Interpretación errónea de la ley.

La sala laboral de la Corte suprema de justicia en sentencia 33682 del 17 de


marzo de 2010, las explicó de la siguiente forma:
«La primera de ellas: falta de aplicación, opera cuando el juzgador no utiliza la
disposición que se ajusta al asunto sometido a examen; la segunda: aplicación
indebida, se acredita siempre que el sentenciador escoge erradamente el precepto
que regula el caso, con la consecuente inaplicación de la norma que recoge de
forma correcta el supuesto fáctico y; la tercera: interpretación errónea, se
manifiesta en el evento que si bien el fallador selecciona adecuadamente la norma
aplicable al asunto debatido, le otorga un entendimiento equivocado, haciéndole
producir efectos jurídicos que no emanan de su contenido normativo.»
En el ataque por la vía directa no permite cuestionamientos probatorios o fácticos,
que son propios de la vía indirecta.
Ataque por la vía indirecta.
Cuando los errores que se endilgan a la sentencia del tribunal que se busca casar
no son de orden jurídico sino fáctico o probatorio, la sentencia se debe atacar por
la vía indirecta.
La Corte suprema de justicia en sentencia 68947 del 22 de enero de 2020,
manifestó:
«Así las cosas, la Sala pone de presente que la formulación del presente cargo
resulta inapropiada, en la medida en que se hace una mezcla inadecuada de las
vías directa e indirecta, pese a que son excluyentes y autónomas, teniendo en
cuenta que la primera se soporta en un desacierto en la aplicación de las
disposiciones jurídicas vigentes en cada caso concreto, mientras que la segunda
se funda en la comisión de un yerro manifiesto en la estimación de los medios de
convicción aportados al proceso o su falta de valoración, el cual lleva a una
conclusión fáctica distinta a la que llegó el juez de segundo grado. Al respecto,
esta Sala en sentencia CSJ SL6119 -2017 sostuvo:
En efecto, cuando se acude a la vía directa, la sustentación de la demanda de
casación debe ser estrictamente jurídica, en la medida que se parte de la plena
conformidad de la recurrente con las conclusiones fácticas y probatorias a las que
arribó el Tribunal. En ese asunto, al involucrar temas fácticos, la censura hace una
mixtura de las vías directa e indirecta de violación de la ley sustancial, las cuales
son excluyentes, por razón de que la primera lleva a un error jurídico, mientras que
la segunda, conduce a la existencia de uno o varios yerros fácticos, por lo que su
análisis debe ser diferente y su formulación por separado.»
Todo error relacionado con la valoración probatoria del proceso, ya sea que no se
valoren las pruebas o que se les de una valoración equivocada, se debe
encaminar por la vía indirecta.

Combinación de las vías directa e indirecta.


Hemos leído en las sentencias referidas que las vías directa e indirecta son
excluyentes, lo que no implica que no se puedan alegar los dos errores, porque es
posible que le tribunal en una misma sentencia haya incurrido en errores jurídicos
y probatorios, por lo tanto, la sentencia se puede atacar por las dos vías, pero en
cargos separados.
Así lo recuerda la sala laboral de la Corte suprema de justicia en sentencia 40550
del 22 de enero de 2013:
«Observa la Sala que, en el único cargo formulado, el recurrente acusa la
sentencia de violar directa e indirectamente la normatividad señalada, aseveración
que no corresponde a la lógica que orienta el recurso de casación, donde la
acusación por la violación de la ley debe plantearse bien por la vía directa, o bien
por la vía indirecta, según sea la naturaleza de las premisas motivo de
inconformidad. Si el recurrente no comparte el razonamiento de orden jurídico del
fallador de instancia, entonces deberá optar por la vía directa; pero, si en lo que no
esta de acuerdo es con relación a las inferencias de orden fáctico, la vía de la
acusación ha de ser la indirecta.  Y si es el caso de que no se comparten ni los
razonamientos de orden jurídico ni los de orden fáctico, el ataque se podrá hacer,
pero en cargos separados.»
En tal caso, cada vía se debe encaminar en cargos separados, uno por la vía
directa y otro por la vía indirecta, nunca las dos vías en un mismo cargo.

Lo que se puede pedir y lo que no en casación.


El recurso extraordinario de casación laboral exige una gran técnica, y debido a
ello suele fracasar por errores comunes que se suelen cometer, así que es bueno
saber qué se puede pedir y que no en este recurso, lo que se puede ilustrar en la
sentencia 42963 del 21 de agosto de 2013, de la sala laboral de la Corte suprema
de justicia:
«Ciertamente, como lo anota la réplica, la demanda de casación presenta
deficiencias de técnica, comenzando con el alcance de la impugnación señalado,
pues no es apropiado solicitar que, una vez casada la sentencia impugnada, en
instancia se revoquen las decisiones de primer y segundo grado.
Es bien sabido que si se casa la sentencia de forma total, como lo está solicitando
el censor, esta desaparece y, en instancia, no habría providencia de tribunal que
revocar por sustracción de materia.  En este evento, lo que seguiría es resolver lo
pertinente frente a la decisión de primera instancia.
Por otra parte, se recuerda que, cuando se recurre en casación contra la sentencia
de segunda instancia, las razones de impugnación deben dirigirse únicamente
contra esta decisión, sin que pueda, por esta vía, controvertirse lo decidido por el a
quo. Por tanto, son impertinentes los ataques formulados en el recurso contra la
decisión del Juzgado Tercero Laboral del Circuito de Cúcuta.»
Resumiendo, tenemos que el recurso de casación debe cuestionar única y
exclusivamente la sentencia de segunda instancia, y no cuestionar lo decidido en
primera instancia, y no solicitar que en instancia se revoque la sentencia de
segunda instancia, sino que la corte se pronuncie sobre la sentencia de primera
instancia una vez casada la sentencia de segunda instancia que ha sido atacada.
Otro aspecto a considerar, es que en el recurso de casación se deben atacar
todos los pilares que sustentan la sentencia atacada, de modo que no se pueden
hacer ataques parciales, como lo hace notar la sentencia 36764 del 7de febrero de
2012, de la sala laboral de la Corte suprema de justicia:
«Recuérdese que, como lo ha explicado, con profusión, esta Sala de la Corte, es
carga del recurrente en casación controvertir todos los soportes del fallo que
impugna porque aquellos que deje libres de críticas seguirán sirviendo de pivote a
la decisión, en la medida en que las acusaciones exiguas, precarias o parciales
carecen de la virtualidad suficiente en el horizonte de la aniquilación de una
sentencia en el, de por sí estrecho, ámbito de la casación del trabajo y de la
seguridad social.»
Por lo anterior, hay que identificar con claridad los argumentos en que se sustentó
el tribunal para decidir, pues si uno de ellos se queda sin ser cuestionado la
sentencia se mantiene en pie.
Cuantías para el recurso de casación laboral.
No todos los procesos laborales pueden optar al recurso extraordinario de
casación laboral, pues ello depende de la cuantía en discusión, que está fijada por
el artículo 86 del código de procesal del trabajo:
«Sentencias susceptibles del recurso. A partir de la vigencia de la presente ley
y sin perjuicio de los recursos ya interpuestos en ese momento, sólo serán
susceptibles del recurso de casación los procesos cuya cuantía exceda de ciento
veinte (120) veces el salario mínimo legal mensual vigente.»
Si la cuantía de las pretensiones es igual o inferior a 120 salarios mínimos el
recurso de casación laboral no es procedente.

Recurso de casación Per Saltum.


El artículo 89 del código procesal del trabajo contempla el llamado recurso de
casación Per Saltum, y se requiere cumplir los siguientes requisitos:
«El recurso de casación per saltum contra las sentencias de los Jueces del Círculo
judicial del Trabajo de que trata la letra b) del artículo 86, se propondrá y se
concederá o denegará dentro de los términos y en la misma forma que el de
apelación.
La parte que desee saltar la instancia de apelación deberá obtener el
consentimiento escrito de la contraparte o de su apoderado, que deberá
presentarse personalmente por su signatario ante el mismo Juez. La impugnación
en casación por salto sólo podrá fundarse en la causal primera del artículo 87.»
Resumiendo, tenemos:
1. Sólo aplica para procesos con cuantía superior a 120 salarios mínimos.

2. La parte interesada debe contar con e consentimiento escrito de la


contraparte.

3. La solicitud se debe presentar personalmente ante el mismo juez.

Con ello se busca saltarse la apelación ante el tribunal, y recurrir directamente a la


Corte suprema de justicia.

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