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PRUEBAS CALIFICADAS Y PRUEBAS NO CALIFICADAS

Andrés Alzate Arenas

Paula Andrea Parra Pulido

Aldair José Pérez Viloria

Aida Lorena Ramírez Antolines

Universidad Sergio Arboleda

Escuela Mayor de Derecho

Pruebas Judiciales II

Grupo 5

10 de septiembre de 2020.

Bogotá D.C

PRUEBAS CALIFICADAS Y PRUEBAS NO CALIFICADAS

Dentro de la clasificación de los medios de prueba, se encuentran las pruebas calificadas y las
pruebas no calificadas, dicha clasificación solamente es predicable en materia laboral.
Debido a la congestión que presentaba la sala de Casación Laboral de la Corte Suprema de
Justicia, se presentó un proyecto de ley que se convertiría en la Ley 16 de 1969, y en el
artículo 7 menciona para efectos de las pruebas calificadas que el error de hecho será
motivo de casación laboral solamente cuando provenga de falta de apreciación o apreciación
errónea de un documento auténtico, de una confesión judicial o de una inspección judicial;
pero es necesario que se alegue por el recurrente sobre este punto, demostrando haberse
incurrido en tal error y siempre que éste aparezca de manifestó en los autos; los demás
medios de pruebas no son susceptibles del recurso de casación por lo que se consideran
pruebas no calificadas.

Frente al artículo 7º de la Ley 16 de 1969, se presentó demanda de inconstitucionalidad


debido a que el actor estimaba que las norma demandada violaba el preámbulo y los artículos
5, 13, 23, 29, 31 y 229 de la Constitución Política; sin embargo la norma fue declarada
exequible por la Sentencia de la Corte Constitucional C-140 de 1995.

En la sentencia C-140 de 19995, cuyo Magistrado Ponente fue el Dr. Vladimiro Naranjo
Mesa, la Corte tuvo las siguientes consideraciones para declarar exequible la norma:

1. El debido proceso y las formas propias de cada juicio.

La Corte inicia haciendo un recuento de lo que el derecho al debido proceso es, la garantía
que con este se obtiene y las áreas jurídicas en las que aplica. Asimismo plasma una serie de
principios que rigen la carta política. Hace también mucho énfasis la Corte en que el principio
de legalidad, por el cual solo se puede juzgar a una persona por leyes preexistentes al
momento de la comisión de una acción, así como también enfatiza en respetar las formas
propias de cada juicio.

Estas formalidades propias se encuentran señaladas en cada uno de los procesos y son
diferentes en cada uno, estas garantizan la apropiada defensa, así como la seguridad jurídica
del litigio. Estas formalidades y procesos son aprobados y modificados por el legislador, cuya
autonomía para legislar está dada por la carta política y es independiente a ella, lo cual no
quiere decir que vaya en contravención a la misma. finaliza la Corte este argumento
apuntando a que siendo el legislador quien señala los procesos para cada área del derecho en
especial, por ende la Corte no tiene competencia para evaluar los mismos, ya que la
constitución Política habla de un debido proceso en general.

2. El proceso laboral

El proceso laboral tiene unas características que lo diferencian de los demás


procedimientos establecidos en la legislación colombiana: Una de estas es que se parte del
supuesto de que las partes intervinientes en el litigio no se encuentran en un plano de
igualdad, toda vez que se presenta una diferencia económica derivada de la relación
capital-trabajo, garantizando así, a quienes no cuentan con la capacidad económica
suficiente, es decir a los trabajadores. Por otro lado, el legislador quiso que el proceso
laboral se guiará por el principio de oralidad y publicidad donde todas las actuaciones y
diligencias judiciales, incluyendo la práctica y sustanciación de pruebas, deberán
efectuarse en forma oral. Según el principio de inmediación, el juez deberá practicar
personalmente todas las pruebas, a menos que se trate de una situación que físicamente
resulta imposible de atender, en este caso se deberá acudir a la figura de la comisión, es
decir, el juez, al estar encargado de dirigir el litigio para garantizar su rápido
adelantamiento.

Es por esto, que todo referente al proceso laboral presentó una verdadera innovación en
materia procesal, al permitir que el juez laboral forme “libremente su convencimiento,
inspirándose en los principios científicos de la prueba y atendiendo las circunstancias
relevantes del pleito y la conducta procesal observada por las partes”. Siendo así, una
facultad que el legislador otorgó al encargado de administrar justicia para que él funde su
decisión en el análisis personal o subjetivo de los elementos probatorios allegados o
practicados dentro del proceso, lo cual significa, necesariamente, que el juez de instancia
se encuentra en la plena libertad de asignar diversos valores jurídicos a esas pruebas,
según su apreciación, su convencimiento, su criterio y su raciocinio jurídico, es decir, el
juez sigue un sistema de sana crítica o persuasión personal. Por esto se puede entender
que la participación directa del juez, el contacto permanente con el proceso y la
evaluación personal de las pruebas por él mismo practicadas, constituyen las bases
esenciales del proceso laboral y, por lo mismo, su gran diferencia con otros
procedimientos contemplados en el ordenamiento jurídico colombiano.

3. La casación en materia laboral y la causal acusada:

El recurso extraordinario de casación de acuerdo al tratamiento dado por la corte


constitucional a lo largo de los años en sus múltiples preceptos legales le da un sentido
singular propio de la complejidad de la figura, que de acuerdo a la sentencia en cuestión no se
puede tomar bajo ningún argumento como una tercera instancia, más bien, debe ser entendido
acorde al sentido dado por el mismo legislador que le asigna una posición de tutela frente a la
jurisprudencia, es decir es un recurso excepcional que busca primordialmente la unidad
jurisprudencial y no tiene como fin propiamente la composición del litigio. Sin embargo, es
evidente que si la corte presencia una distinción entre la norma y el fallo en instancia se ve en
la obligación de dictar un fallo antípoda.
En ese sentido, el legislador de acuerdo a la importancia de este elemento jurídico señaló que
solo se podía solicitar cuando se justificaba debidamente por el actor que el juez incurrió en
un error de derecho (aquel que se padece al razonar para aplicar las normas jurídicas a los
hechos - Camacho Joana, 2002), o cuando se incurrió en un error de hecho (La
Administración, antes de tomar una decisión administrativa, debe proceder a la
representación y valoración de los hechos... precisamente en esa apreciación de los hechos la
Administración también comete equivocaciones- Camacho Joana, 2002); en este último error,
el legislador consideró apropiado conforme a las problemáticas del derecho laboral limitar la
presentación de la demanda de casación a las tres causales del artículo 7° de la ley 16 de
1969.
En relación con esto la corte constitucional observa necesario hacer hincapié sobre el móvil
de dicha disposición legal; señalando que:
“No debe olvidarse que el juez que dirige el proceso tiene un contacto directo y
permanente con el proceso y, lo que es más importante, evalúa en forma personal y
autónoma cada una de las pruebas, asignándole a cada una de ellas su respectivo
valor jurídico. De ello resulta que mal podría el juez de casación entrar a evaluar si
el juez de instancia apreció correctamente o no un testimonio u otra prueba cuya
relevancia no pueda ser definida objetivamente. Por ello, en estos casos la casación
sólo se permite del error de hecho por indebida apreciación de un documento
auténtico, una confesión judicial o una inspección judicial, y siempre y cuando ese
yerro altere sustancialmente el resultado del proceso.”

En conclusión, la corte expresa que la razón de la limitación se vincula al principio de


inmediación bajo el cual los jueces deben percibir directamente la práctica de pruebas para
tomar la decisión acertada, en este contexto el juez de casación no puede emitir un juicio
objetivo sobre la interpretación del juez de instancia al no estar presente en la práctica de
pruebas, por ejemplo, en el interrogatorio de un testigo y, por ende, debe conservar fe en la
correcta valoración de las pruebas del juez que las presenció y dirigir su juicio sobre
elementos verdaderamente objetivos que por falta de apreciación o apreciación errónea
(como la inspección judicial o un documento auténtico) perturbare la providencia final del
juez.

4. La causal contemplada en el artículo 7o de la Ley 16 de 1993, no vulnera los derechos


fundamentales a la igualdad y al debido proceso de las personas que deseen acudir a
demandar en casación.

Para el demandado, la norma demandada va contra los derechos fundamentales al debido


proceso y a la igualdad, ya que no se permite no se permite llevar a casación lla práctica de
todas las pruebas que se practican en el proceso laboral (como, por ejemplo, los testimonios),
situaciones éstas que sí son avaladas en los casos de casación en materia civil y penal.
Al respecto la Corte explicó que no puede sostenerse que una disposición legal vulnera el
debido proceso, cuando esa misma norma es la que está definiendo en qué consiste una parte
esencial de determinado proceso, como lo es la que regula la demanda de casación en materia
laboral.
Adicionalmente la decisión de restringir en casación el error de hecho para sólo tres medios
probatorios (documento auténtico, confesión judicial e inspección judicial), responde a la
imposibilidad del juez de casación de apreciar las consideraciones subjetivas y valorativas
que tuvo el juez de instancia al ser, en virtud de lo ordenado por la ley, quien dirigió y
practicó personalmente las pruebas a lo largo del litigio. Es decir que garantiza también el
derecho de defensa, pues hace que el juez de casación fundamente sus argumentaciones en
hechos objetivos y no en meras especulaciones respecto de la forma de pensar de quienes
administran justicia en materia probatoria, tanto en primera como en segunda instancia.

“Para la Corte Suprema de Justicia, es el juez de primera instancia a quien le


corresponde la valoración de las pruebas, por lo que al superior le compete ejercer
un control de legalidad no debiendo en principio separarse de las apreciaciones de
su inferior sobre el grado de credibilidad que le hubiera merecido la exposición de
un testigo, ya quien fue el juez quien directamente oyó rendir su declaración, salvo
que esa valoración sea contradicha con medios de convicción como ocurre con el
documento auténtico, la confesión judicial y la inspección judicial, permitan registrar
de manera evidentemente objetiva e irrefragable hechos distintos u opuestos a los
afirmados en el testimonio”.

Por otra parte, la Corte consideró que no se vulnera el derecho fundamental a la igualdad ya
que el hecho de que la Constitución y la ley hubiesen establecido la posibilidad de que los
asociados puedan presentar una demanda de casación ante la Corte Suprema de Justicia, no
significa que esa institución deba regularse por unos principios y procedimientos idénticos
para los asuntos penales, civiles y laborales. Por el contrario, como cada proceso tiene una
naturaleza, unas características, y unas reglas propias.

Por las razones expuestas, la Corte encontró que el artículo 7º de la Ley 16 de 1969 no
vulnera ningún precepto constitucional y, por ende declara su constitucionalidad, es decir que
la clasificación que se conoce como prueba calificada y prueba no calificada es ajustada a la
ley y se predica en materia laboral.

5. Salvamento de voto

No obstante, hay un salvamento de voto por parte de los magistrados Fabio Moron Díaz,
Eduardo Cifuentes Muñoz y Carlos Gaviria Díaz.

Los magistrados de la corporación inician su salvamento de voto recapitulando cuales son


procesos que taxativamente son susceptibles de recurso extraordinario de casación, pues en
materia laboral, este recurso cabe sólo excepcionalmente. Es así pues que en Colombia este
recurso fue vinculado a la vida jurídica mediante el art. 87 del antiguo código de
procedimiento del trabajo, el cual fue modificado por el artículo 60 del decreto 528 de 1964
así como el artículo 23 de la ley 16 de 1968 y el 7mo de la ley 16 de 1969.
Esta normatividad permitía que excepcionalmente se aplicara el recurso de casación contra
procesos laborales con errores sustanciales (in iudicando) mas no en los formales (in
procedendo). Esto contraviene con el área civil, en donde ambos errores son susceptibles del
ya mencionado recurso.
De las primeras posturas que decide defender el salvamento de voto, es que esta sentencia,
violaría la ley sustancial mediante determinadas pruebas ya que “el fallador puede violar la
ley sustantiva por error de hecho con la falta de apreciación o apreciación errónea de un
documento auténtico, de una confesión judicial o de una inspección ocular, según lo establece
el artículo 7o. de la Ley 16 de 1969” con este articulo, se “redujo las posibilidades de la vía
de hecho o violación de la ley por error de hecho, en la apreciación o falta de apreciación de
las pruebas mencionadas” y a causa de esto, se limita el "documento auténtico", la "confesión
judicial", o la "inspección ocular".

Este problema, en su norma anterior, es decir, artículo 60 del Decreto 528 de 1964 “era
viable, en plena vigencia de la "tarifa legal", sólo se exigía que la prueba erróneamente
apreciada o no apreciada” ya que establecía "haya dado por establecido un hecho con un
medio probatorio no autorizado por la ley". Hace parte de un procedimiento laboral, lo que
lleva a que siga vigente, así mismo, se expidió el Código de Procedimiento Civil, dispuso que
las pruebas deberán ser apreciadas en conjunto "de acuerdo con las reglas de la sana crítica",
con lo que se descartó en estas materias el principio de la tarifa de pruebas, lo cual resulta en
concordancia fundante de lo previsto.

Posteriormente, la reflexión del salvamento de voto se dirige a uno de los aspectos más
señalados por la parte actora en su demanda, la violación del derecho de petición, en donde el
planteamiento se fija en el derecho constitucional que tienen todas las personas de presentar
de forma respetuosa sus peticiones y en consecuencia el deber de recibir una pronta
resolución a dicho trámite, deber, que es más amplio para el estado debido a su posición de
garante de derechos fundamentales.

En este sentido, los magistrados recalcan que previamente en una sentencia de la corte ya se
había mencionado que el derecho de postulación era un derecho que activaba la
administración de justicia de acuerdo a las reglas preexistentes y en consecuencia en cada
caso se ciñe un camino que va a terminar en la aplicación del derecho sustantivo. Se deja
entonces entrever, que, si bien es claro que el legislador puede determinar reglas para la
correcta administración de justicia, de acuerdo a los demás puntos del propio salvamento de
voto se está violando este derecho al impedir a la población presentar postulaciones que
objetivamente podrían ser válidas para consagrar el derecho sustancial.

Por otro lado, en el salvamento de voto, se plantea que la regulación demandada sí contraria
al debido proceso, ya que en los procesos laborales hay una gran amplitud en la apreciación
de la prueba y el limitar sólo al documento auténtico, la confesión judicial y la inspección
judicial la causal de casación a que se refiere el artículo 7º de la ley 16 de 1969, resulta
contraria a aquellos fines propios del debido proceso en la casación, por cuanto es de su
esencia que con ella se logre la unificación de la jurisprudencia, la defensa del derecho
sustantivo (art. 228 C.N.), y el interés maltratado por la indebida aplicación de la ley, no sólo
con base en algunas pruebas.

En efecto, la ley procesal laboral le concede a la Corte, en tanto ésta actúa como Tribunal de
Casación, que si bien no tiene funciones de instancia tampoco le limita que se forme
racionalmente su convencimiento sobre los hechos del proceso, sin sujeción a una
determinada gama única de pruebas, ya que no existe ningún criterio válido para afirmar
como principio que una prueba pueda tener mayor fuerza de convicción que otra.

De igual forma, se plantea que se niega el acceso a la justicia ya que se desnaturaliza las
funciones del Tribunal de casación, ya que lo que busca la Constitución Política en materia de
casación, es hacer menos rígidas las previsiones en esta materia para de esa forma darle
prevalencia al derecho sustancial.

Conclusión

Finalmente, a modo de reflexión teniendo como fundamento los distintos salvamentos de


voto es apropiado mencionar que, si bien el razonamiento realizado por la Corte es coherente
y apropiado en un estado social de derecho; en el mundo actual debido a la multiplicidad de
pruebas y a la constante evolución tecnológica podrían existir medios de prueba objetivos
distintos a los consagrados en el mencionado artículo que pueden provocar discrepancia entre
un juez de casación y uno de instancia, ya que esta forma de clasificar las pruebas viola el
principio de igualdad, con definir una prueba más calificada que otra no solo afectaría la
igualdad entre las partes, sino el mismo proceso ya que lo ideal es que todas las pruebas
deben valer lo mismo y al negar el recurso de casación para unas pruebas y para otras no, se
estaría afectando al debido proceso.

Bibliografía

Corte Constitucional. Sentencia C-140 del veintinueve (29) de marzo de mil novecientos
noventa y cinco (1995). Expediente D-632. M.P.: Dr. Vladimiro Naranjo Mesa.

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