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Improcedencia del recurso de casación

Antecedente jurídico
El recurso de casación busca la rescisión de una sentencia, fundamentalmente busca
erradicar la arbitrariedad de una sentencia judicial emitida que contiene una inadecuada
aplicación de la ley siendo la Corte Suprema de Justicia la que expide dicha sentencia,
evaluando la correcta aplicación de la norma fundamental. Del mismo modo, se tiene
que evaluar su función nomofiláctica o uniformadora que responde a resguardar el
cumplimiento de la ley, respetando el principio de constitucionalidad. Este aspecto da
seguridad jurídica porque cuando se presenta el recurso de casación se produce la
satisfacción jurídica de las pretensiones de las partes. Para el jurista italiano Luigi
Ferrajoli el contenido universal de la casación judicial tenía dos modelos normativos
distintos: el modelo paleoiuspositivista del Estado legislativo de derecho (consistía que
con el nacimiento del Estado moderno se produce la monopolización jurídica); y el
modelo neoiuspositivista del Estado constitucional de derecho (controlaba la
constitucionalidad de las leyes ordinarias – la Constitución es la norma superior; no
puede cambiar de orden). Por lo tanto, la calidad de cosa juzgada la podemos definir a
través de este citado precedente vinculante (Nro. 006-2006-PCC/TC); que será cosa
juzgada cuando se respeta los fallos del Tribunal Constitucional será considerada
sentencia definitiva.
El recurso de casación es una institución orgánica y funcional procesal porque
solamente se dice de un determinado órgano. Además, cuenta con carácter no
suspensivo porque deriva del carácter general que se atribuye a los recursos conforme al
artículo 412 del Código Procesal Penal. El recurso de casación no impide la ejecución
provisional de la resolución impugnada, salvo aquellas decisiones vinculadas a la
libertad del imputado.
Fuente: Glave (2012). El Recurso de Casación en el Perú.
https://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechoysociedad/article/view/13107/13718

Procedibilidad casatoria
A diferencia de la apelación en que se obtiene un nuevo examen del caso; el recurso o el
tribunal de casación se circunscribe sobre la base inmutable de los hechos fijados en la
instancia a examinar lo que se denomina la concepción causal del fallo o bien
desentendiéndose de este la regularidad del proceder que haya conducido a el; según la
típica expresión del póstumo jurista español Emilio Gómez Orbaneja acerca del
fundamento de una casación.
Todo esto está consagrado en el artículo 432, apartado 2 del Código Procesal Penal. Y
toda esta línea se debe realizar dentro de las causales o motivos de casación
expresamente invocados por el recurrente aquí rige el principio: “tantum apellatum
quantum devolutum”: “este principio latino manifiesta que el órgano judicial revisor
que conoce de la apelación debe avocarse sobre aquello de lo cual se ha apelado”.
Por lo tanto, el recurso de casación no es una tercera instancia, no es una segunda
apelación revisionista del proceso; solo permite un control (in iure), a diferencia de la
apelación que permite un control (in factum) y permite por consiguiente un fallo
sustitutorio que es lo que los tribunales de apelación deben tener en cuenta, ellos no son
tribunal de casación, ellos pueden modificar la cuestión de hecho, no quedarse en
nulidades sino dar la certeza para la posibilidad de construir básicamente líneas de
sustitución del fallo y de completar, corregir, subsanar e incluso defectos de motivación.
En la apreciación de la motivación no es lo mismo el rol que compete a la apelación que
compete a la casación. Los tribunales de apelación no son minitribunales de casación
que es un vicio que estamos notando en la actualidad al revisar las sentencias de vista o
de segunda instancia con citas evidentemente impertinentes o descontextualizadas de
otros órganos máximos. (Es de aclarar, que el límite de la competencia del tribunal de
casación son los motivos del recurso osea los agravios, pero no los fundamentos).
El motivo del recurso de casación es el vicio acusado con indicación de las normas
violadas. En tanto, el fundamento, la argumentación es la interpretación del recurrente
para persuadir al tribunal acerca de su tesis. En consecuencia, un tribunal supremo de
casación puede estar de acuerdo con la existencia del vicio denunciado, pero por un
razonamiento distinto y esto explica por ejemplo en el procedimiento casatorio el
recurrente puede en el momento oportuno introducir un escrito de ampliación o de
complementación de razonamiento; puede incluso variar el razonamiento para modificar
el vicio denunciado lo que no se puede modificar es el agravio denunciado, pero puede
cambiar de posición. Lo que no se puede al socaire de esta posibilidad de rectificar,
profundizar argumentos, introducir de contrabando nuevos motivos o agravios.
Ahora bien, la casación solo se ocupa si el fallo contiene una violación de la ley, se
circunscribe a la (quaestio iuris). Recalcando que la apelación trabaja tanto (quaestio
iuris) como (quaestio facti). Al recurso de casación le son ajenas las indagaciones sobre
los hechos; rige por tanto en casación siempre el llamado principio de intangibilidad de
los hechos. Su espacio natural es el control de la corrección en la aplicación del derecho
objetivo; y debe de haber por tanto una conexión causal entre la lesión del derecho y el
contenido de la sentencia. Este presupuesto, violación de la ley debe entenderse en un
sentido amplio, incluyendo en lo expresado por el jurista alemán Günther Jakobs, el
quebrantamiento como las reglas de la lógica, máxima de la experiencia o
conocimientos científicos con traducciones, confusiones, incluso lagunas.
La situación de hecho es tomada por el tribunal de casación como ya establecida. La
presencia de errores legales que no influya en la parte dispositiva del fallo apelado o
recurrido no causan nulidad; este punto está expresamente reconocido en el artículo
432, inciso 3 del nuevo Código Procesal Penal. Una ampliación a la cuestión de hecho
es el control de logicidad o el control también de la infracción de la presunción de
inocencia desde los motivos 4 y 1 del artículo 429 del Código Procesal Penal. A partir
del cual, corresponde, compete funcionalmente si así lo plantea el recurrente a la Corte
Suprema controlar la licitud de las pruebas practicadas en las que se fundamenta el
fallo, así como su suficiencia cualitativa para desvirtuar la presunción de inocencia y la
razonabilidad y coherencia interna de las inferencias realizadas respecto del juicio de
hecho.
Es importante indicar aquí que esto no es un análisis fáctico es de manera sencilla una
revisión, un examen desde el denominado (derecho probatorio) y el denominado
derecho a la motivación; ambas instituciones de carácter normativo tienen elementos
que integran su condición esencial, tiene reglas que es de controlar por parte del tribunal
de casación y que son materia o pueden serlo de denuncia en vía de casación y acá sería
una casación de carácter material y normativa por eso la casación no es una suerte de
apelación disfrazada sino que se limita a controlar si el derecho vinculado a las
exigencias probatorias y a las exigencias de motivación se han cumplido efectivamente,
aunque el riesgo en este aspecto por lo difuso de los conceptos es realmente grave; y es
lo que se evidencia cuando se revisa una casación y se sustenta en el motivo en la causal
de falta de motivación y en la causal de presunción de inocencia. Asimismo, cuando se
hace un análisis desde las exigencias normativas no indirectamente se puede pedir una
valoración distinta de la actividad o de las pruebas recabadas en autos que el tribunal de
casación no interviene en (la quaestio facti) dato que es importante. La inamovilidad de
los hechos es pues un presupuesto inmodificable del que parte la Corte Suprema y si se
advierte que lo único que se busca es una revaloración de los hechos la declaración de
inadmisibilidad es pues contundente e inmediata.

El carácter de la casación
En el artículo 433, apartados 1 y 2 bajo la decisión de la Corte Suprema de la Sala
Penal, considerará a la casación, estimada si es fundada, carácter rescindente; toda
casación por su propia naturaleza tiene el citado carácter rescindente (esto quiere decir
que se anula una sentencia de vista). Pero, además, si correspondiere podrá tener un
carácter rescisorio siempre que en un último caso no sea necesario un nuevo debate.
En este aspecto está el carácter de la casación porque esto en los últimos tiempos se ha
desarrollado para evitar dilaciones indebidas y porque el recurso de casación ha dejado
de ser un recurso político para ser un recurso jurisdiccional y el órgano que lo ve ya no
es un órgano dependiente del Congreso sino es un órgano propio de la jurisdicción,
cabeza del Poder Judicial.
El recurso de casación por infracción de norma material y en determinados casos por
quebrantamiento de norma procesal en la modalidad de defecto estructural de resolución
tiene un carácter rescindente y rescisorio de modo tal que si la Corte Suprema estimara
el recurso de casación anulará la resolución impugnada y dictará otra ajustada a derecho
como un criterio finalista de apreciación; será pues para un fallo sustitutorio; no resulte
necesario un nuevo debate vinculado a la actuación probatoria básicamente de las
llamadas pruebas personales que requieren inmediación. Este aspecto es de corte
dogmático porque los vicios de procedimiento para el recurso de casación, en este caso
los vicios de actividad son de dos clases: defectos de tramitación o vicios de
procedimiento y defecto estructural de la propia resolución. Cuando se da el segundo
caso será posible en principio un fallo sustitutorio, un juicio rescisorio, unido al primer
juicio rescindente, depende de la naturaleza del vicio que se observa para establecer en
primer lugar si habrá de dictarse un juicio rescisorio y a continuación si esto es posible
en abstracto se va ha concretar si esto no podría implicar una necesidad de nueva
audiencia o no. Por lo tanto, son dos momentos claves que le compete apreciar al
tribunal correspondiente. Pero, si se trata de un vicio de actividad por defecto de
tramitación o vicio de procedimiento implica la inobservancia del rito establecido para
llegar a la sentencia, cuando se afecta a la regularidad del juicio y se genera alguna
suerte de indefensión material en las partes nunca puede haber un juicio rescisorio solo
será rescindente y se volverá al órgano de mérito que resulte de imprescindible para que
este dicte de acuerdo al procedimiento legalmente previsto la decisión que corresponda.

Presupuestos procesales del recurso de casación


1. Presupuesto objetivo del recurso de casación: Se trata del objeto impugnable
relacionado con el criterio general de admisibilidad objetiva, conforme al
artículo 427 del Código Procesal Penal, el cual circunscribe las siguientes
resoluciones: sentencias definitivas, autos de sobreseimiento, autos llamados
equivalentes. Son aquellos que ponen fin al procedimiento o extinguen la acción
penal en la instancia. Y luego los autos que deniegan de modo especial: la
extinción, la conmutación, reserva o suspensión de la pena. En todos estos casos
las decisiones han de ser emitidas en Segunda Instancia por el tribunal de
apelaciones. Y, esto es claro, porque con la fórmula de como se ha trabajado el
Código Procesal Penal hace que un tribunal superior solamente emita sentencias,
resoluciones de mérito en vía de apelación. Este aspecto se denomina
clásicamente (sentencias y autos de vista). Pero en este punto, hay un tema muy
importante; las sentencias definitivas; la definitividad lo que produce es
reconocer que las sentencias pueden ser sentencias procesales o sentencias
definitivas. Las llamadas sentencias anulatorias es cuando se absuelve un grado;
parecería dentro del criterio jurisprudencial que no son objeto de casación;
solamente son objeto de casación las sentencias definitivas porque resuelven el
objeto procesal. Sobre esta base se configuran luego un segundo paso; dos
limitaciones puntuales: los delitos de objeto de imputación inicial o de acusación
tienen conminado en su extremo mínimo pena privativa de libertad mayor de
seis años, esto es lo que se llama la summa gravaminis; esta no puede abarcar a
la totalidad de la pretensión originariamente accionada sino a la parte
cuestionada. Y, en segundo lugar, las denominadas medidas de seguridad;
solamente las de internación. El artículo 75 del Código Penal señala: “La
duración de la medida de internación no podrá exceder el tiempo de duración de
la pena privativa de libertad que hubiera correspondido aplicarse por el delito
cometido”. Por otro lado, en la reparación civil rige como summa gravaminis al
igual que lo fijado en el Código Procesal Civil un monto superior igual a
cincuenta Unidades de Referencia Procesal (URP) o cuando el objeto de
restitución no pueda ser valorado económicamente; un caso típico son los bienes
culturales. Asimismo, la regla de excepción general, excepción a los citados
criterios solo sentencias y autos definitivos en tanto estén referidos imputaciones
por delitos llamados graves cuyo mínimo legal es de seis años de privación de
libertad; sobre este aspecto fundamental se ha reconocido una excepción a la
regla que es el supuesto de la (casación excepcional) que el Tribunal de
Casación aun cuando no aparezcan estas bases constituidas podrá aceptar la
casación siempre que resulte necesaria la intervención del supremo para el
desarrollo de la doctrina jurisprudencial; es pues en rigor a la prueba de la
verdad un modelo de certiorari; “supone otorgarle a la Corte Suprema la
posibilidad de generar su propia competencia discrecional, a fin de que ella
misma decida qué casos va a conocer, teniendo en cuenta razones de interés
general suficiente que expliquen su actuación”. Y que por esta vía se introduce
lo que se denomina el interés casacional para lograr unificación jurisprudencial y
jurisprudencia sobre normas sobre supuestos en los cuales la Suprema Corte no
ha fijado criterio alguno sobre el particular.

2. Presupuesto subjetivo: Implica dos cosas: el agravio o el gravamen que indica


que la resolución cuestionada produzca una lesión al interés del impugnante; y
luego el derecho de conducción procesal que está vinculado a la legitimación
activa del recurrente. Esto quiere decir que el demandante actúe con base en la
titularidad de un determinado derecho o interés que alegue.

3. Presupuestos formales: La Sala Penal Superior solo se limita a cuestiones de


carácter formal. La citada sala superior ante quien se interpone el recurso de
casación deberá realizar un examen de aspectos de carácter formal; de manera
concreta se refiere a los requisitos que están vinculados a la admisibilidad del
recurso de casación. Por ejemplo, el plazo de interposición, las partes
legitimadas para interponer, la forma como se interpone el recurso (véase el
artículo 405 del Código Procesal Penal).
Fuente: Exposición del recurso de casación. Dr. César San Martín. (2013).
https://www.youtube.com/watch?v=rgUZ0k9BeBc&t=1827s

Improcedencia del recurso de casación


Por ejemplo, en la (Casación Nº 256 – 2018) no procede el recurso de casación
excepcional porque no se ajusta al artículo 430, numeral 3 del Código Procesal Penal en
materia de tutela de derechos solicitado por la defensa técnica de Tomás Unsihuay
Hilario contra la Resolución Nº 10, del catorce de agosto del dos mil diecisiete por el
delito de secuestro en perjuicio de Cristian Raúl Culquicóndor Daza. El recurso de
casación es un recurso extraordinario y limitado porque su procedencia se debe de
fundar en causales taxativas previstas en la ley, su debido ámbito de aplicación se debe
de basar en la correcta aplicación del derecho material, con la observancia de las normas
del debido proceso; además de la doctrina jurisprudencial que unifique los criterios de
los tribunales de justicia. Asimismo, el artículo 427, numeral 1 del Código Procesal
Penal refiere: “El recurso de casación procede contra las sentencias definitivas, los autos
de sobreseimiento, y los autos que pongan fin al procedimiento, extingan la acción
penal o la pena o denieguen la extinción, conmutación, reserva o suspensión de la pena,
expedidos en apelación por las Salas Penales Superiores”. Por lo tanto, en la citada
casación, el casacionista no señaló temas en los cuales el Supremo Tribunal debe
desarrollar doctrina jurisprudencial para identificar las razones que motiven el
pronunciamiento para un recurso de casación de acuerdo como lo establece el artículo
430, numeral 3 del Código Procesal Penal: “Si se invoca el numeral 4) del artículo 427,
sin perjuicio de señalarse y justificarse la causal que corresponda conforme al artículo
429, el recurrente deberá consignar adicional y puntualmente las razones que justifican
el desarrollo de la doctrina jurisprudencial que pretende. En este supuesto, la Sala Penal
Superior, para la concesión del recurso, sin perjuicio de lo dispuesto en el numeral
anterior, constatará la existencia de la fundamentación específica exigida en estos
casos”. Finalmente, la Corte Suprema de Justicia de la República – Sala Penal
Transitoria, declararon los magistrados inadmisible el recurso de casación excepcional
interpuesta por el acusado Tomás Unsihuay Hilario contra la Resolución Nº 10, del
catorce de agosto del dos mil diecisiete por el delito de secuestro, en perjuicio de
Cristian Raúl Culquicóndor Daza porque el artículo 504, numeral 2 del Código Procesal
Penal señala: “Las costas serán pagadas por quien interpuso un recurso sin éxito o se
desistió de su prosecución. Si gana el recurso, las costas se impondrán a quien se opuso
a su pretensión impugnatoria, en la proporción que fije el órgano jurisdiccional. Si no
medió oposición al recurso que ganó el recurrente, no se impondrán costas”. Además,
de lo citado en el artículo 497, apartado 2 sobre las costas en el proceso. Por este motivo
se declaró improcedente el recurso de casación excepcional porque el recurrente no fijo
las costas procesales en materia procesal como: honorarios, copias, trámites
administrativos, etc.
Fuente: https://iuslatin.pe/wp-content/uploads/2022/09/CASACION-N%C2%B0-256-
2018-Huanuco.pdf (Casación Nº 256 – 2018).

Asimismo, en el (Expediente Nº 4235-2010-PHC/TC) la demanda de Hábeas Corpus


como recurso de agravio constitucional interpuesta por el abogado César Augusto
Nakazaki Servigón fue declarada infundada porque a su patrocinado el expresidente
Alberto Fujimori Fujimori la Corte Suprema no vulneró su derecho a la pluralidad de la
instancia. Fujimori sostuvo que esta vulneración se produjo cuando como consecuencia
de no haberle permitido acceder a la Segunda Instancia para poder plantear la
recusación contra los magistrados que confirmaron su sentencia condenatoria. No
obstante, el Tribunal Constitucional: “consideró que el contenido constitucionalmente
reconocido del referido derecho no incluye la existencia de una Segunda Instancia en
tales incidentes, a menos que el legislador la haya previsto. En vista de que el legislador
no la ha previsto expresamente, ni tampoco la Corte Suprema ha reconocido su
existencia por vía interpretativa, a juicio del Tribunal Constitucional, su inexistencia no
supone una violación del derecho a la pluralidad de la instancia en los incidentes de
recusación planteados por los Vocales Supremos”. La recusación o inhibición está
establecida en el artículo 150 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial; esta disposición expresa lo siguiente: “La recusación o inhibición de un Vocal
se tramita y resuelve por los otros miembros de la Sala. Dos votos conformes hacen
resolución en las Cortes Superiores y tres en la Corte Suprema. Para completar Sala, si
fuera necesario, se procede conforme al trámite establecido para la resolución de las
causas en discordia”. Del mismo modo, el Tribunal Constitucional fundamentó su
decisión de acuerdo a los trámites especiales que se disponen en el artículo 57 del
Código Procesal Penal que señala: “1) Cuando se trata de miembros de órganos
jurisdiccionales colegiados, se seguirá el mismo procedimiento prescrito en los artículos
anteriores, pero corresponderá decidir al mismo órgano colegiado integrándose por otro
magistrado. Contra lo decidido no procede ningún recurso. 2) Si la recusación es contra
todos los integrantes del órgano judicial colegiado, conocerá de la misma el órgano
jurisdiccional llamado por la Ley”. Finalmente, el artículo 139, inciso 6 de la
Constitución Política del Perú de 1993 versa sobre la pluralidad de instancias como una
garantía consustancial para un debido proceso; siendo esta interpretación jurídica la que
conlleva a deducir que la no existencia de un recurso que cuestione la resolución que
resuelve la recusación no vulnera el derecho a la pluralidad de instancia. Por lo tanto, el
Tribunal Constitucional resolvió declarar infundada la demanda de Hábeas Corpus
interpuesta por el abogado César Augusto Nakazaki Servigón.

Fuente: https://tc.gob.pe/jurisprudencia/2011/04235-2010-HC.pdf (Expediente


Nº 4235-2010-PHC/TC).

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