EL INVESTIGADOR UN

HUMANO CON FUNCIONES

ESPECIFICAS
En la ciencia del siglo 21 es muy alta la preocupación por los
problemas éticos y morales de la investigación y esto se ha
agudizado por el carácter mercantilista en que se ha convertido
la ciencia que se encuentra supeditada a los caprichos
burocráticos de los políticos y no de las verdaderas necesidades.

Aunque se requiere unas

competencias científicas
para abordar la ciencia, esta
es un proceso de construcción
social que es realizada por
humanos para el beneficio de
la sociedad.

La ciencia es un acto social y sus

resultados deben ser aplicados para
el beneficio de la comunidad en
general y debe propiciar cambios
sociales y asu vez esos cambios
coadyuvan a avances de la ciencia.

la ciencia no existe por si misma, sino

que es siempre la ciencia de una
sociedad determinada, en un lugar y
una época definidas también

Siendo un proceso de
construcción social la
investigación debe responder
moralmente a la sociedad en
que convive y aunque no
existen reglas explicitas si
existen normas tacitas de
actuación que deben seguir.
En ese proceso de confluencia con
la sociedad, los investigadores
pueden perder su autonomía, su
independencia y por lo tanto su
objetividad y ese es un gran riesgo
que e corre y que puede cubrirse
participando en comunidades
serias de investigadores.
El investigador no es un
desinteresado buscador de
verdades sino un sujeto
socialmente supeditado a la
sociedad donde está inmerso
y donde busca reconocerse
dentro de las comunidades
científicas y es allí donde la
ciencia muestra su verdadera
función social .
Un investigador ético y responsable con
su gente no puede permitir que se copien
notas de todos los lados, sacar
conclusiones con esfuerzos mínimos y
agrandarlos artificialmente con
diagramas, dibujos y prácticas de
mercadotecnia, Plagiar ideas de otros
autores y presentarlas como propias.

Angie Nicolle Guevara Maradiaga

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