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Ideología y

teoría sociológica
Irving M. Zeitlin

Amorrortu editores
Buenos Aires
l. El Iluminismo: sus fundamentos
filosóficos

Más que los pensadores de cualquier época anterior, los hombres


del Iluminismo adherían firmemente a la convicción de que la
mente puede aprehender el universo y subordinarlo a las necesi-
dades humanas. La razón se convirtió en el dios de estos filósofos,
quienes se inspiraron principalmente en los avances científicos de
los siglos precedentes. Tales avances los llevaron a ·una nueva
concepción del universo basada en la aplicabilidad universal de
las leyes naturales. Utilizando los conceptos y las técnicas de las
ciencias físicas, emprendieron la tarea de crear un mundo nuevo
basado en la razón y la verdad. Esta última fue el objetivo fun-
damental de los intelectuales de dicha época; pero no la verdad
basada en la revelación, la tradición o la autoridad, sino aquella
cuyos pilares gemelos serían la razón y la observación.
Si la ciencia había revelado la acción de las leyes naturales en el
mundo físico, quizá podían descubrirse leyes similares en el mun-
do social y cultural. Así, los pbilosopbes investigaron todos los
aspectos de la vida social; estudiaron y analizaron las instituciones
políticas, religiosas, sociales y morales, las sometieron a una críti-
ca implacable desde el punto de vista de la razón y reclamaron un
cambio en aquellas que la contrariaban. Por lo general, descu-
brían que los valores y las instituciones tradicionales eran irracio-
nales. Esto solo era otra manera de decir que las instituciones vi-
gentes eran contrarias a la naturaleza del hombre, y por tanto,
inhibían su crecimiento y su desarrollo: las instituciones irrazona-
bles impedían a los hombres realizar sus potencialidades. Por ello,
estos pensadores hicieron una guerra constante a lo irracional, y la
crítica se convirtió en su arma más importante. Combatieron lo
que consideraban superstición, fanatismo o intolerancia; lucharon
contra la censura y· exigieron libertad de pensamiento; atacaron
los privilegios de las clases feudales y sus restricciones sobre la
clase industrial y la comercial; por último, intentaron secul.ar
la ética. Conocían perfectamente las conquistas intelectuales posi-
tivas logradas hasta entonces, pero eran también críticos, escépti-
cos y seculares. Fundamentalmente, fue la fe en la razón y en la
ciencia lo que dio un impulso tan vigoroso a su obra y los llevó a
ser humanitarios, optimistas y confiados.
Algunos estudiosos del Iluminismo han sostenido, sin embargo,
que «los pbilosopbes estaban inás cerca de la Edad Media, menos
liberados de los preconceptos del pensamiento cristiano medieval
de lo que ellos pensaban y de lo que se ha supuesto comúnmen-

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aspecto positivo. Lo que le da una cualidad nueva y original no es
te> .1 Más que sus logros efectivos y sus afirmaciones, son sus ne- tanto la peculiaridad de sus doctrinas, axiomas y teoremas, sino el
gaciones las que nos han impresionado y llevado a atribuir a su
proceso de criticar, dudar y demoler, así como el de construir.
obra un carácter moderno. Los «pbilosopbes demolieron la Ciudad Con el tiempo, esta unidad de tendencias «negativas> y <positi-
de Dios de San Agustín, pero solo para reconstruirla con materia- vas> se quebró, y después de la Revolución Francesa, según vere-
les más modernos»." Ernst Cassirer, que quizá sea el más grande mos, ambas se manifiestan como principios filosóficos separados
historiador de la filosofía del siglo XVIII, comparte esta opinión
hasta cierto punto. «Sus enseñanzas dependían de los siglos ante- y antagónicos ..
riores --escribe Cassirer- en mucho mayor medida de lo que
pensaban los hombres de la época ( ... ) Más que aportar y poner
en circulación ideas nuevas y originales, ordenaron, tamizaron, de-
sarrollaron y aclararon esa herencia> 3 Sin embargo, como con pa- El espíritu del Iluminismo
ciencia demostró Cassirer, el Iluminismo creó realmente una for-
ma de pensamiento filosófico que era original en su totalidad, pues Para los pensadores del Iluminismo, todos los aspectos de la vida
solo con respecto al contenido siguió dependiendo de las lucubra- y la obra del hombre estaban sujetos a examen crítico: las diver-
ciones de los siglos precedentes. Sin duda, sus construcciones in- sas ciencias, la revelación religiosa, la metafísica, la estética, etcé-
telectuales se erigieron sobre los cimientos colocados por los pen- tera. Percibían claramente un gran número de poderosas fuerzas
sadores del siglo xvn -Descartes, Spinoza, Leibniz, Bacon, Hob- capaces de arrastrarlos, pero se negaban a abandonarse a ellas. La
bes y Locke-, y reelaboró sus ideas principales; pero en esta autocrítica, la comprensión de su propia actividad, de la sociedad
misma reelaboración aparecieron un nuevo significado y nuevas y la época en que actuaron, constituían una función esencial del
perspectivas. El filosofar se convirtió en algo diferente. pensamiento. Mediante el conocimiento, la comprensión y la iden-
Los pensadores del siglo XVIII habían perdido la fe en los sistemas tificación de las fuerzas y tendencias principales de su tiempo, los
metafísicos cerrados y autosuficientes del siglo anterior; habían hombres podían determinar la dirección de esas fuerzas y controlar
perdido la paciencia ante una filosofía confinada a axiomas defi- sus consecuencias. La razón y la ciencia permitían al hombre al-
nidos e inmutables y a realizar deducciones a partir de ellos. En canzar grados cada vez mayores de libertad y, por ende, un cre-
mayor medida que antes, la filosofía va a convertirse en la acti- ciente nivel de perfección. El progreso intelectual -idea que im-
vidad mediante la cual es posible descubrir la forma fundamental pregna todo el pensamiento de esa época- debía servir constan-
de todos los fenómenos naturales y espirituales. • Ya no debe se- temente para promover el progreso general del hombre. ·
pararse a la filosofía de la ciencia, la historia, la jurisprudencia y A diferencia de los pensadores del siglo xvn, para quienes la ex- .
la política; más bien, aquella debe ser la atmósfera en la que plicación debía partir de la deducción estricta y sistemática, los
estas puedan existir y ser efectivas> (pág. vii). Se da gran impor- pbilosopbes construyeron su ideal de explicación y comprensión
tancia a las investigaciones e indagaciones; el pensamiento del según el modelo de las ciencias naturales contemporáneas. No se
Iluminismo no es solo reflexivo, ni se contenta con tratar en forma inspiraban en Descartes, sino principalmente en Newton, cuyo
exclusiva verdades axiomáticas. Atribuye al pensamiento una fun- método no era la deducción pura, sino el análisis. Newton estaba
ción creadora y crítica, <el poder y la tarea de moldear la vida interesado en-Ios <hechos>, en los datos de la experiencia; sus
misma" ( pág. viii). La filosofía ya no es una mera cuestión de principios y el objetivo de sus investigaciones descansaban, sobre
pensamiento abstracto, sino que adquiere la función práctica de todo, en la experiencia y la observación; para resumir, tenía una
criticar las instituciones existentes para demostrar que son irrazo- base empírica. El fundamento de sus indagaciones era la suposi-
nables e innaturales. El Iluminismo exige el reemplazo de estas ción de que en el mundo material rigen el orden y la ley universa-
instituciones y de todo el orden anterior por otro nuevo, más ra- les. Los hechos no son una mezcla caótica y fortuita de elementos
zonable, natural y, por ende, necesario. La realización del nuevo separados; por el contrario, parecen incorporarse a ciertas pautas
orden es la demostración de su verdad. El pensamiento del Ilu- y presentar formas, regularidades y relaciones definidas. El orden
minismo tiene, pues, tanto un aspecto negativo y crítico como un es inmanente al universo, creía Newton, y no se lo descubre me-
diante principios abstractos, sino mediante la observación y la acu-
1 Carl Becker, The Heavenly City of the Eighteenth-Century Pbilosopbers, mulación de datos. Esta es la metodología que caracteriza al siglo·
New Haven: Yale University Press, 1932, pág. 29. XVIII, y su enfoque peculiar la distingue de la que adoptaron los
2 Ibíd., pág. 31. filósofos continentalesd el siglo xvn. Condillac, por ejemplo, en
3 Las restantes citas de este capítulo están tomadas de Ernst Cassirer, The su Traité des Svstémes (Tratado de los sistemas, 1749), basán-
Pbilosopby of the Enligbtenment, Princeton, New Jersey: Princeton Uni- dose en Locke, justifica explícitamente esta metodología y critica
versity Press, 1951. Esta cita se encuentra en la pág. vi; los otros números
de página se indicarán entre paréntesis después de la cita. (Filosofía del a los grandes sistemas del siglo xvn por no haber adherido a ella.
Iluminismo, México, Fondo de Cultura Econ6mica, 2a. ed., 1950.) Para todos los fines prácticos, los racionalistas del siglo xvn ig-

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notaban los hechos, los fenómenos del mundo real. Se elevaba a los intelectuales del Iluminismo. Era para ellos un magnífico
la categoría de dogma a ideas y conceptos aislados. El espíritu triunfo de la razón y la observación, del nuevo método- que toma-
racional dominaba completamente el conocimiento. Por ello, Con- ba los hechos observados y ofrecía una interpretación para expli-
dillac aduce la necesidad de un nuevo método que una lo «positivo> car lo observado, de modo que si esta era correcta podía guiar
y científico con lo racional. Es necesario estudiar los fenómenos a los observadores en su búsqueda de nuevos hechos.
mismos para conocer sus formas y conexiones inmanentes. Con- Lo nuevo y original en el pensamiento del Iluminismo es, pues, la
dillac, D'Alembert y otros exigen la aplicación de este nuevo adopción sin reticencias del modelo metodológico de la física de
método como requisito para el progreso intelectual. La lógica de Newton; y lo más importante para nuestra consideración de los
este método es nueva, en verdad, pues no es «la Iógica de la fundamentos filosóficos de la teoría sociológica es el hecho de
escolástica ni la del concepto puramente matemático; es, más bien, que, inmediatamente después de su adopción, su empleo se ge-
la "lógica" de los hechos> ( pág. 9). · neralizó, abarcando otros ámbitos, fuera de la matemática y la.
Después de observar el proceder real de la ciencia, los pbilosopbes física. El método científico llegó a ser una herramienta indispen-
concluyeron que la síntesis de lo «positivo> y lo «racional> no era sable para el estudio de todos los fenómenos. «Por mucho que
un ideal inalcanzable, sino plenamente realizable. Las ciencias de difieran entre sí las conclusiones de los pensadores y las escuelas
la naturaleza estaban demostrando su propia validez; podía perci- individuales -escribe Cassirer-, concuerdan en esta premisa epis-
birse claramente su progreso como el resultado de la marcha temológica. El Tratado de metafísica de Voltaire, el Discurso
triunfal del nuevo método científico. En el transcurso de un preliminar de D'Alembert y la Investigación sobre los principios
siglo y medio la ciencia había realizado una serie de significativos de la teología natural· y la moral de Kant coinciden todos en este
avances y luego, con Newton, había dado un paso hacia adelante punto * ( pág. 12). Nuevamente, podemos comparar esto con el
de carácter verdaderamente cualitativo: la compleja multiplicidad sentido que daban los racionalistas del siglo XVII al término «ra-
de los fenómenos naturales fue reducida a una única ley universal zón». Según Descartes, Spinoza y Leibniz, para elegir a los pen-
y comprendida como tal. Se trataba de una victoria impresionante sadores más típicos de ese período, la razón era el dominio de las
del nuevo método. Los pbilosopbes observaron que la ley general «verdades eternas», que lo son tanto para el hombre como para
de la gravitación de Newton no fue el resultado -exclusivo de la Dios. No era esta la concepción del siglo XVIII, que, según sostiene
teorización ni de la experimentación o la observación esporádica, Cassirer, «tomaba la razón en un sentido diferente y más modes-
desprovistas de una guía teórica; su descubrimiento fue el fruto de to. Ya no es la suma total de las "ideas innatas" anteriores a toda
la rigurosa aplicación del método científico. Newton completó lo experiencia y reveladoras de la esencia absoluta de las cosas. Aho-
que otros habían comenzado. Conservó, usó y dio forma concreta ra se la considera más como una adquisición que como una he-
al método que antes de él emplearon Kepler y Galileo, y cuya ca- rencia. No es el cofre de la mente en el que se halla atesorada la
racterística principal era la interdependencia de los aspectos ana- verdad, como una moneda; es más bien la fuerza intelectual ori-
líticos y sintéticos. ginal que guía el descubrimiento y la determinación de la ver-
Utilizando el descubrimiento de Galileo de que los cuerpos en dad ( ... ) Todo el siglo XVIII entiende la razón en este sentido;
caída libre adquieren una aceleración constante, y la observación no como un sólido conjunto de conocimientos, principios y ver-
de Kepler de que existe una relación fija entre la distancia de un dades, sino como una especie de energía, una fuerza que solo es
planeta con respecto al Sol y la velocidad de su revolución, New- totalmente comprensible en su acción y en sus efectos» ( pág. 13).
ton llegó a la ley según la cual el Sol atrae a los planetas con una La razón no se inclina ni ante lo meramente fáctico, los simples
fuerza directamente proporcional a sus masas e inversamente pro- datos de la experiencia, ni ante las «evidencias> de la revelación, la
porcional al cuadrado de la distancia entre ellos. Luego pudo de- tradición o la autoridad. La razón, junto con la observación, es un
mostrar que todos los cuerpos del universo adquirieron sus posi- medio para el logro de la verdad. Aun los autores de la Enciclo-
ciones y su movimiento por la fuerza de la gravitación. Además, la pedia tenían sobre ella este punto de vista: no serviría sola-
fuerza que mantiene a los planetas en su órbita provoca también mente para brindar conocimiento e información, sino también, y
la caída de los cuerpos en la tierra. Esa ley regía en todo el uni- en especial, para cambiar el modo tradicional de pensar, «pour
verso. El universo finito se había convertido en una máquina in- cbanger la fa;;on commune de penser> (pág. 14). El cambio, en
finita, eternamente en movimiento, gracias a su energía y mecanis- verdad, se hizo cada vez más evidente y entonces se aplicó el aná-
mos propios. La causalidad externa explicaba su funcionamiento 1 isis a los fenómenos y problemas psicológicos y hasta sociológicos.
desprovisto en apariencia de propósito o significado. El espacio, el Era indudable que también en estos campos la razón se convertía
tiempo, la masa, el movimiento y la fuerza, eran los elementos
esenciales de este universo mecánico, que podía captarse en su * Con respecto a la obra de Kant, Zeitlin debe referirse a Untersuchung
totalidad aplicando las leyes de la ciencia empírica y de la mate- über die Detalicbkeit der Grundsdtze Theologie und der Moral (Investiga-
mática. Esta concepción ejerció una influencia incalculable sobre ción sobre la evidencia de los principios de la Teología y de la Moral), tra-
bajo presentado al concurso de la Academia de Berlín en 1764. (N. del E.}

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=n un instrumento poderoso, si se empleaba el método especial con- En realidad, Berkeley afirmaba que solo existe el espíritu y que
sistente en el análisis de· elementos separados y la reconstrucción este espíritu es Dios. :Así, se defendía al espíritu, el objeto de la
sintética. religión, atacando a la materia, el objeto de la ciencia. David
Los pensadores del siglo xvm conocían dos tendencias filosóficas Hume dio un paso más: la mente-no puede conocer nada fuera de
e intelectuales del siglo anterior que habían permanecido relativa- sí misma; por lo tanto, para el hombre todo conocimiento del
mente aisladas una de otra y que, por ende, no se habían influido mundo externo es imposible. Examinaremos la obra de Hume más
recíprocamente de manera significativa: la filosofía racionalista por adelante, pues a partir de ella lmmanuel Kant dio comienzo a su
una parte, y la filosofía empirista por la otra. Descartes ejerció propio sistema filosófico.
una influencia fundamental en el surgimiento de la primera co- Muchos filósofos. franceses; en cambio, trasladaron las ideas de
rriente, mientras que Galileo apeló a la experimentación y Bacon Locke al materialismo científico, proceso que estuvo relacionado
explicó sus virtudes particulares. Una manera de considerar el probablemente con el rígido y caprichoso absolutismo imperante
aporte especial del Iluminismo es, pues, señalar su constante es- en Francia y con el hecho de que este fuera apoyado por la Igle-
fuerzo por fundir esos enfoques filosóficos distintos, logrando así sia. El materialismo aparecía como un arma ideológica efectiva
una metodología unificada. Los pbilosopbes creían haber sinteti- contra el dogma de la Iglesia. Condillac expuso y desarrolló la
zado los mejores elementos de ambas corrientes filosóficas. La teoría de Locke sobre el origen del conocimiento. El más conse-
filosofía empirista tuvo un profundo ascendiente sobre el pensa- cuente, a este respecto, fue Holbach, quien rechazaba toda causa
miento de estos hombres; desde este punto de vista, la influencia espiritual y reducía la conciencia y el pensamiento al movimiento
de John Locke, el gran exponente del empirismo, fue casi tan de moléculas en el cuerpo material. Mientras que Helvecio, Hol-
importante como la de Newton. Puesto que la obra de Locke bach y Lá Mettrie fueron exponentes del materialismo, Condillac,
desafió ciertas ideas predominantes, y como su propio enfoque fue aunque .aceptaba la teoría de Locke en la mayoría de sus puntos
luego puesto en tela de juicio · por otros, será útil examinar bre- esenciales, introdujo eh ella importantes cambios, cuyas implica-
vemente la teoría de este pensador acerca del origen de las ideas . ciones iba a desarrollar Kant más tarde. En su descripción de las
En su famoso Ensayo sobre el entendimiento humano," -Locke ideas de Condillac, Cassirer dice que la mente, a partir de los
sostenía, en oposición a algunos de sus contemporáneos, que las datos sensoriales más simples que recibe, «adquiere gradualmente
ideas no son innatas en la mente humana. Por el contrario, al na- la capacidad de concentrar su atención en ellos, de compararlos y
. cer, la mente es una tabula rasa, esto es, se halla en blanco y vacía; distinguirlos, y de separarlos y combinarlos> ( pág. 18). Condillac
solo a través de la experiencia penetran en ella las ideas. La fun- , atribuye, pues, un cierto papel creador y activo a la mente; el
ción de la mente es reunir las impresiones y los materiales que conocimiento se obtiene de alguna manera _por medio de la men-
suministran los sentidos. Según esta concepción, el papel de la 1 e y su capacidad de razonamiento. Mientras que la teoría de Loe-
mente es esencialmente pasivo, con poca o ninguna función crea- ke atribuía un papel pasivo al observador -este. era un· mero
dora u organizadora, y es evidente que tal punto de vista debía receptor de impresiones sensoriales y su mente no desempeñaba
prestar gran apoyo a los métodos empíricos y experimentales: solo un papel activo en la organización de lai mismas-, Condillac sos-
podía aumentarse el conocimiento ampliando las experiencias de tiene que, una vez que se despierta en el hombre la facultad de
los sentidos. Por otra parte Locke promovió aún más el método pensamiento y de razonamiento, deja de ser pasivo y de adaptarse
científico consistente en concentrar la atención en las magnitudes simplemente al orden existente. Ahora el pensamiento puede avan-
medibles e ignorar los otros aspectos de los objetos investigados, zar e incluso levantarse contra la realidad social, «convocarla ante
al proponer una clasificación de las cualidades de la materia en d tribunal de la razón y poner en duda sus títulos legales a la
primarias y secundarias: es posible experimentar directa e inme- verdad y la validez. Y la sociedad debe resignarse a ser tratada
diatamente la extensión, el número y el movimiento; en cambio, corno la realidad física sujeta a investigación> ( pág. 18). Condi-
el color y el sonido no tienen existencia fuera de la mente del ll.rr, en su Tratado de las sensaciones,* declara: la sociología debe
observador. Posteriormente, la epistemología de Locke condujo convertirse en una ciencia cuyo método «consiste en enseñarnos a
al idealismo y al escepticismo entre los filósofos ingleses, y al ma- reconocer en la sociedad un' "cuerpo artificial", compuesto de
terialismo entre los franceses. p.utes que ejercen una influencia recíproca>. Así, Condillac asigna
En Inglaterra, el obispo Berkeley, por ejemplo, sostuvo que la 1111 papel decisivo al juicio y a la razón aun en el acto de percep-
distinción de Locke entre cualidades «primarias» y «secundarias» áín más simple; y esto era cierto tanto en la percepción del mun-
era muy dudosa y difusa: ninguna cualidad tiene existencia fuera do natural como en la del mundo social. Los sentidos, por sí solos,
de la mente del que percibe. Esto equivalía a decir que la materia 11t111rn pueden crear el mundo tal como lo conocemos en nuestra
no existe, o al menos que no era posible demostrar .su existencia. , 1;1iciencia; la cooperación de la mente es una necesidad absoluta.
* Madrid: Aguilar, 1963. •
1
ll111·nos Aires, EUDEBA, 1963,

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Se hace evidente, pues, por qué el Iluminismo es el punto de parti- 2. Montesquieu {1689-1755)
da más lógico para quien esté interesado en los orígenes de la
teoría sociológica. En ese período puede verse, con más claridad
que en los anteriores, el surgimiento del método científico. La
razón, por sí sola, no nos proporciona un conocimiento de la reali-
dad; tampoco puede lograrse este a través del uso exclusivo de
la observación y la experimentación. El conocimiento de la reali-
dad natural o social depende de la unidad de la razón y la obser-
vación en el método científico. Los pensadores del Iluminismo
estaban tan interesados en la sociedad y la historia como en la Con excepción de Juan Bautista Vico, que no ejerció ninguna in-
naturaleza, y las consideraban como una unidad indisoluble. Al fluencia sobre el Iluminismo ( y que fue relativamente descono-
estudiar la naturaleza, inclusive la naturaleza del hombre, se pue- cido fuera de Italia hasta su descubrimiento por Jules Michelet,
de conocer no solo lo que es, sino también lo que es posible. De en 1824), fue Montesquieu el primer pensador de los tiempos
igual modo, estudiando la sociedad y la historia se puede conocer modernos que intentó construir una filosofía de la sociedad y de
no solo el funcionamiento del orden fáctico existente, sino tam- la historia. Vico había leído a Francis Bacon y, simultáneamente
bién sus posibilidades intrínsecas. Estos pensadores eran «negati- con los pbilosopbes, y -al pa_recer- en forma independiente de
vos» en cuanto mantenían siempre una actitud crítica frente al ellos, pensó que debía ser posible aplicar al estudio de la sociedad
orden existente, el cual, según opinaban, ahogaba las potenciali- y fa historia humanas el método propugnado por Bacon para el
dades del hombre y no permitía que lo posible emergiera del «es». estudio del mundo natural. En· 1725, Vico escribió y publicó una
Estudiaban científicamente el orden fáctico existente para apren- obra inspirada en esta convicción: Principios de una nueva ciencia
der a trascenderlo. Estas premisas, como veremos, fueron acep- que trata de la naturaleza común de las naciones, a través de los
tadas, modificadas o rechazadas durante el desarrollo posterior del males se muestran también nuevos principios de la ley natural de
pensamiento sociolágico. Así, buena parte de la sociología occi- los pueblos." «La naturaleza de las cosas -escribía Vico- no
dental se desarrolló como una reacción al Iluminismo. Pero antes consiste más que en el hecho de que ellas surgen en ciertas épocas
de axaminar esta reacción será conveniente analizar a dos pbiloso- y de ciertas maneras. Siempre que se hallan presentes las mismas
pbes que pueden ser considerados como los precursores de la teo- circunstancias, ocurren los mismos fenómenos y no otros.> 1 Así,
ría sociológica. Vico percibía orden, regularidad y quizás hasta causación en el
mundo natural; y esto, creía, era igualmente verdadero en lo que
se refiere al ámbito social: «el mundo social es ciertamente obra
de los hombres; lo cual significa que podemos y debemos hallar
sus principios en las modificaciones de la inteligencia humana mis-
ma. Los gobiernos deben adecuarse a la naturaleza de los gober-
nados; los gobiernos son incluso un resultado de esta naturaleza>,"
Sin embargo, en los escritos de Vico las ideas fundamentales del
Iluminismo, las referentes al progreso humano y a la perfectibili-
dad del hombre en el ámbito secular, no aparecen por ninguna
parte: Siguió siendo esencialmente medieval y teológico en su vi-
sión del mundo y consideró que el mejoramiento y la salvación
dependen de la gracia de Dios. Aunque concibió fases sucesivas
de desarrollo, estas eran cíclicas y repetitivas más que progresivas,
en el sentido que el Iluminismo daba a este término.
Moritesquieu, en cambio, fue un verdadero hijo de su época, pues
se emancipó totalmente de la herencia medieval.3 Su preocupación
'' Traducida por José Carner, Colegio de México, 2 vols., 1941.
l Edmund Wilson, To The Finland Station, Garden City, Nueva York:
Doubleday and Company, Inc., 1940, pág. 3.
2 Ibíd., pág. 3.
3 En este examen, además de las fuentes originales, me baso en la obra
de Cassirer ya citada y en las siguientes: John Plamenatz, Man and Society,
Londres: Longmans, Green and Co., Ltd., 1963; Emile Durkheim, Montes-

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por las regularidades estaba más cercana a la concepción moder- lativa, y se hallan subordinadas a la forma del todo. La educación
r na; buscaba las leyes del desarrollo social e histérico, y este era v la justicia, las formas de matrimonio y la familia, y las institu-
· ,u propósito principal en el estudio de los hechos sociales. No ciones políticas, no solo ejercen una influencia recíproca, sino que
estudiaba los hechos por sí mismos, sino para descubrir las leyes dependen también de la forma básica del Estado; el carácter de
que se manifiestan a través de ellos. En su prefacio a El espíritu de· este, a su vez, descansa en esos aspectos de la sociedad. Si bien
las leyes," Montesquieu escribía: «Comencé a examinar a los hom- los tipos ideales de Montesquieu son formas estáticas utilizadas
bres con la creencia de que la infinita variedad de sus leyes y en el estudio de laLestrncturas sociales, de ningún modo duda
costumbres no era únicamente un producto de sus caprichos. For- acerca de su utilidad para el estudio de los procesos. Si.el examen
mulé principios y luego vi que los casos particulares se ajustaban
de una sociedad revela determinada interdependencia entre sus
a ellos; la historia de todas las naciones no sería más que la elementos, y si una serie de sociedades tienen tantas cosas en
consecuencia ele 'tales principios y _ toda ley especial está ligada a común que se las puede clasificar en el mismo tipo, entonces los
otra, o depende de otra más general.> Los hechos particulares se
procesos de funcionamiento de estas sociedades también pueden
roiiviéiten en el medio para alcanzar la comprensión de las formas manifestar ciertas tendencias características similares. Ni estos
y tendencias generales, Al exponer su concepción de estas formas,
procesos ni el destino delos pueblos están determinados por ac-
se transforma en el primer pensador que utilizó de manera conse- cidentes.
cuente, en su análisis de la sociedad y la historia, la construcción l •:n su estudio sobre la civilización romana, por ejemplo, se pro-
teórica que hoy llamamos \e tipos ideales». Su obra principal, El
puso demostrar que existen causas culturales y físicas que deter-
espíritu Je las leyes, y en medida algo menor todos sus otros
escritos, son análisis basados en tipos políticos y sociológicos. Se minan el nacimiento, el mantenimiento y la ·caída de sistemas de
trataba de una herramienta intelectual indispensable, capaz de dar poder y hasta de civilizaciones. Aunque se ha hablado mucho de
la atención que presta Montesquieu a las condiciones físicas, como
sentido a lo que de otro modo parecía una. maraña incomprensible
d clima, el suelo, etcétera, en realidad las considera fundamental-
de hechos. mente como factores limitativos y les asigna mucha menor impor-
Existen diversas formas de gobierno que reciben los nombres de
tancia que a las variables socioculturales en la determinación de
república, aristocracia, monarquía y despotismo, y que no cons-
las formas de gobierno, las leyes y otras instituciones.
tituyen agregados de propiedades adquiridas en forma accidental,
Montesquieu fue quizás el más objetivo de todos los pbilosopbes.
sino que son más bien la expresión de ciertas estructuras sociales Estaba tan interesado en los e hechos», que Condorcet observó en
subyacentes. Tales estructuras permanecen ocultas mientras solo una oportunidad que aquel hubiera actuado mejor si no «se hu-
observamos los fenómenos políticos y sociales, es decir, los he- biera ocupado más de buscar las razones de lo existente que de
chos. Estos son en primera instancia tan complejos y variados que discernir lo' que debe ser» .5 Después de realizar un estudio em-
parecen desafiar toda comprensión. Sin embargo, es posible en- pírico bastante cuidadoso de las sociedades pasadas y contempo-
tenderlos, escribe Cassirer al describir la concepción de Montes- ráneas para determinar las causas de la variedad de las institu-
quieu, <tan pronto como aprendemos a remontarnos de las apa- ciones, llegó a la conclusión de que no había ningún gobierno
riencias a los principios, de la diversidad de las formas empíricas que fuera universalmente apropiado. Las instituciones políticas
a las fuerzas que las moldean. Reconocemos entonces entre la deben adecuarse a las peculiaridades de la sociedad en la que de-
abundante variedad de repúblicas individuales el tipo de la re- ben funcionar. Si Montesquieu se diferenciaba en algo de sus
pública, y entre las incontables monarquías de la historia descu- contemporáneos era por su moderación, tan evidente en su obra,
brimos el tipo de la monarquía> .4 ¿Qué principios subyacentes y por su insistencia en que no 'Se puede legislar para todos los
tienen los tipos? La república se basa en la virtud cívica, la mo- hombres y todos los lugares partiendo de la suposición de que
narquía se funda en elhonor, y el despotismo en el temor. Nue- existen leyes universalmente aplicables. No vacilaba en señalar
vamente, se trata de tipos ideales. Ninguna forma política real tanto virtudes como defecto; en todas las formas de gobierno. Su'
refleja con exactitud sus cualidades ideales; pero son quizás estas
moderación y su objetividad evidentes suministraron a todos los
cualidades las que nos permiten estudiar las formas reales. partidos del espee,¡:ro político argumentos en apoyo de sus respec-
Montesquieu considera que todas las instituciones que constitu- tivas posiciones.
yen una sociedad están en una relación interdependiente y corre- Aunque quizá Montesquieu haya tenido una actitud algo menos
quieu and Rousseau, 4nn .Arbor: The University of Michigan Press, 1960; crítica que la de sus contemporáneos, compartía sin embargo el
Werner Stark, Montesquieu: Pioneer of the Sociology of Knowledge, Lon- ideal de estos acerca de la1 libertad humana., - Pero también aquí
dres: Routledge and Kegan Paul Ltd., 1960. su enfoque es un tanto diferente. Una de sus principales preocu-
* Universidad de Puerto Rico, 1965. paciones era el poder y su relación con la libertad. Es menester
4 Ernst Cassirer, Tbe Pbilosopby of tbe Enligbtenment, Princeton: Prin-
ceton University Press, 1951, págs. 210-11. 5 Carl Becker, Tbe Heavenly City of the Eigbteentb-Century Pbilosopbers,
New Haven: Yale University Press, 1932, pág. 101.

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distribuir el poder entre los individuos y los grupos de una so- plicaba las victorias y las conquistas romanas como efectos de
ciedad para asegurar el máximo de libertad. Los hombres no son condiciones sociales y políticas específicas. El éxito de aquellas,
libres porque tengan derechos naturales o porque se rebelen cuan- que exigió cambios en la estructura política, condujo inevitable-
do la opresión se hace intolerable; son libres en la medida en que mente a la declinación y, por último, a la caída. Interpretó el de-
se distribuya y se organice el poder para impedir que se abuse de rrumbe final como una consecuencia del éxito del comienzo,
él, o al menos para reducir este peligro al mínimo. Se conserva y este transformó de tal modo toda la estructura de la sociedad que
mejor la libertad allí donde los grupos interesados o los sectores destruyó las condiciones mismas que llevaron al éxito.
públicos organizados se controlan mutuamente y controlan el go- Montesquieu consideraba que las instituciones de una sociedad se
bierno, y donde las leyes establecen debidamente la posibilidad de hallan íntimamente vinculadas entre sí; examinaba incluso las for-
hacerlo. mas de pensamiento en su relación con esas instituciones. Puesto
Montesquieu alimentó durante toda su vida una insaciable curio- que fue uno de los primeros en adoptar este enfoque, se lo puede
sidad por otros países y otras culturas, y su enfoque comparativo considerar como un precursor de la subdisciplina llamada sociolo-
de la sociedad y la cultura se basaba en gran parte en sus propios gía del conocimiento.7 Contemplaba a un pueblo no como a una
viajes y en los relatados por otros.6 Cuando no viajaba realmente, multitud de individuos, sino como a una sociedad que se distin-
fantaseaba qué lo hacía. Por ejemplo, escribió· y publicó sus Car- guía de otras por sus costumbres e instituciones; estas constituían
tas persas/ en 1721, por razones de metodología comparativa. variables tan inextricablemente interrelacionadas, que un cambio
Dos viajeros persas escriben a un amigo que está en su patria y le importante en una de ellas no puede menos que afectar a las res-
transmiten sus impresiones de Francia como cultura extranjera. tantes. Consideraba las instituciones políticas, económicas y de
De esta manera, Montesquieu podía adoptar, al menos en su ima- otro género como aspectos de la vida de un pueblo relacionados,
ginación, otra perspectiva y contemplar las instituciones france- a su vez, con otros aspectos. Y por lo común hacía hincapié en lo
sas. a través de ojos extraños. Era una manera de ejemplificar la social, más que en lo no social. A pesar de lo que afirman algunas
variedad y relatividad de las instituciones humanas. Aunque en interpretaciones tradicionales, Montesouieu no era un determinis-
verdad nunca viajó fuera pe Europa, en 1728 y 1729 visitó Ale- 1a del clima o de la geografía.TTomaba a estos en consideración,
mania, Austria, Italia, Holanda y, finalmente, Inglaterra, perma- pero los trataba como condiciones extrasociales que imponen cier-
neciendo allí unos dos años. Su experiencia en este país ejerció tos límites, al menos temporariamente, a una sociedad. Conceptua-
un profundo influjo sobre él, pues durante toda su vida continuó ba transitorio y variable el efecto Iimitador de estas condiciones,
sumamente impresionado por el sistema político inglés, en parti- porque cuanto más lejos está un pueblo de la naturaleza -esto es,
cular por la separación constitucional de poderes. De retorno a manto más desarrolladas están sus instituciones y su tecnología-,
Francia, preparó su obra principal, El espíritu de las leyes, y luego tanto menor es la influencia que ejercen sobre él las condiciones
una segunda, titulada Consideraciones sobre la grandeza y la de- no sociales.
cadencia de los romanos,*'~ publicada en 1734. Cuando finalmente Con el término «espíritu», Montesquieu alude al carácter dísñnti-
apareció El espíritu de las leyes, en 1748, despertó un entusiasmo vo de un sistema de leyes. La forma en que estas se relacionan
inmediato y casi universal en los círculos intelectuales europeos. entre sí y con otros aspectos de la vida de un pueblo diferencia a
Los nuevos problemas que planteaba y las suposiciones novedosas una sociedad de otra. Aunque se interesa por los orígenes de las
que empleó, junto con su intento obvio de ser objetivo, le gana- instituciones, considera este tema menos importante que el de las
ron reputación de originalidad. Este atributo ya era evidente en su funciones y consecuencias de las mismas, como resulta evidente
primera obra, las Cartas persas, donde quizá por vez primera se en su tesis acerca del ascenso y la caída de los romanos.
examinaban muchas instituciones de una sociedad europea desde Su sociología del conocimiento, aunque rudimentaria, ya anticipa
el punto de vista de un extraño. muchos -si no todos- de los postulados principales acerca de
La obra de Montesquieu sobre los romanos también era profunda- una sociedad y su conciencia. Existe una íntima relación entre es-
mente innovadora, pues estudiaba la sociedad y las instituciones tos aspectos de la vida de un pueblo, entre el pensar y el actuar .
romanas no solo con el fin de describirlas, sino también para La visión que tengamos de las costumbres y las ideas de una
elaborar una teoría que pudiera explicar el nacimiento, el desarro- sociedad depende de la posición social que ocupemos y, por ende,
llo y la decadencia de la civilización romana. En su exposición de la perspectiva cultural que hayamos adoptado. Las reacciones
trataba las instituciones romanas como elementos funcionalmente de sus viajeros persas revelan que Montesquieu comprendía esto
interdependientes e interrelacionados de un sistema complejo. Ex- muy bien: comienzan a dudar de sus costumbres y de su ideolo-
. gía tan pronto como abandonan su propia sociedad, y cuanto ma-
6 Para estos y otros detalles biográficos, véase John Plamenatz, op. cit., yor es el tiempo que permanecen en Europa, tanto menos extra-
pág. 253 y sigs.
* Las cartas persas, Barcelona: Fama, 1965. 7 Véase Werner Stark, op. cit.
** Madrid: Espasa-Calpe, Colección Austral.

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ñas les parecen las nuevas costumbres. Montesquieu postulaba la ¿Acaso nadie vio este problema, antes de Montesquieu? Sí, sin
génesis social de las ideas y la interdependencia funcional de la duda alguna, pero de manera muy limitada. Aristóteles, por ejem-
acción social y las ideas; si bien aduce a veces causas físicas, tam- plo, empleó el concepto de tipo, pero lo circunscribió a las formas
bién es cierto que, por lo general, las subordina a las condiciones políticas. Además, por mucho que difirieran dos sociedades, si am-
socioculturales. Tenía más conciencia que la mayoría de sus con- has estaban gobernadas por reyes se contentaba con clasificarlas
temporáneos de la <variedad cultural> humana. como monarquías. Sus tipos, por ende, nos dicen muy poco acerca
Atribuía al hombre una naturaleza constante y ubicua, modificada de la naturaleza de una sociedad específica y su sistema de gobier-
por cada cultura específica; además, dentro de una sociedad y una no. Aristóteles estableció una tradición al respecto, y fue seguido
cultura "determinadas, la posición 'que cada uno ocupa en la divi- por gran número de filósofos que adoptaron su clasificación y no
sión del trabajo -las ocupaciones y profesiones- tiende a deter- hicieron ningún intento de modificarla o elaborar otra. Como ob-
minar su carácter y su visión de la vida. Como veremos en un servó Durkheim, esos filósofos «pensaban que era imposible com-
examen posterior, sin embargo, Montesquieu no siempre es con- parar algún otro aspecto de las sociedades humanas que no fuera
secuente, pues en ocasiones habla de leyes de la naturaleza que la forma del Estado». «Los otros factores -la moral, la religión,
considera eternas y universales. Los hombres deben tratar de des- la vida económica, la familia, etc.- ( ... ) parecían tan fortuitos
cubrir tales leyes y verdades, y lograr la armonía entre ellas y su y variables que nadie pensaba en reducirlos a tipos. Sin embargo,
sociedad. Este es un ideal al que es posible aproximarse, pero que tales factores tienen un vínculo estrecho con la naturaleza de las
nunca se alcanza; pues el hombre, aunque posea las más lúcidas sociedades; son la sustancia concreta de la vida y, por consiguien-
facultades de razonamiento, no puede conocer esas verdades, a te, el objeto de estudio de la ciencia social> 9 Precisamente porque
causa del error y la ignorancia. Mucho más tarde, como veremos, Montesquieu prestó atención a la «sustancia concreta de la vida>
Mannheim haría algunas sugerencias acerca de la manera posible y empleó el método de los tipos ideales para aprehenderla, su obra
de ampliar y trascender dichas perspectivas limitadas; según él, puede considerarse innovadora en un grado significativo y cons-
ciertos grupos de la sociedad eran potencialmente capaces de su- picuo.
perar, al menos en parte, las limitaciones de su punto de mira. Pero la ciencia exige algo más que descripción y clasificación; tam-
Puede considerarse definidamente a Montesquieu, pues, como un bién supone interpretación y explicación. Estos procesos presu-
precursor de la teoría y el método sociológicos. Su constante in- ponen un orden determinado en los fenómenos, tales como las
terés por las leyes del desarrollo y su empleo del esquema teórico relaciones causales. Los sucesos percibidos no son arbitrarios ni
de los tipos ideales, constituyeron algo innovador en su época, si fortuitos; ni la interpretación es la imposición de un orden total-
lo comparamos con los métodos de sus predecesores y sus con- mente subjetivo -un orden que solo existe en la mente- a una
temporáneos. Se lo juzga, pues, como . a un precursor impor- realidad en esencia caótica y errática, es decir, desordenada.
tante, en cuanto delineó el ámbito de la sociología y abrió caminos También fue este uno de los supuestos que guió a Montesquieu en
en el esbozo de un método para esta disciplina. Es en este sentido su análisis social. En su obra principal, El espíritu de las leyes, no
que Emile Durkheim se refiere a Montesquieu como a un pré- solo describe las leyes, las costumbres y otras prácticas diversas
curseur .8 Para comprobar que la atención que a este pensador se <le una serie de pueblos, sino que también trata de descubrir los
ha prestado está totalmente justificada, es necesario examinar más orígenes y las razones de ser de instituciones específicas. Por lo
minuciosamente su obra. general, su actitud no es valorativa, más bien trata de comprender;
Para Montesquien, el estudio de la <realidad> es una empresa así, aporta sugerencias acerca de las condiciones que hicieron posi-
enormemente complicada, que presenta muchos problemas difí- ble la poligamia, las <religiones falsas> y la esclavitud. Cree que
ciles. Una de las tareas de la ciencia es describir las realidades estas pueden incluso haber sido necesarias, en las condiciones que
que estudia; pero si estas realidades difieren entre sí en un grado él observa. Aunque trata de ser objetivo, también ansía hacer
tal que resulta imposible clasificarlas o ubicarlas en tipos, enton- recomendaciones que parecen derivar de sus análisis. La demo-
ces desafían toda comprensión racional. Si no hubiera en esas cracia, señala, solo es apropiada para estados pequeños; por lo
realidades ningún elemento . común, seda menester considerarlas tanto, agrega, una democracia debe abstenerse de ampliar excesi-
una por una e independientemente unas de otras; pero puesto que vamente sus fronteras.
cada fenómeno individual supone un número infinito . de propie- El uso que hace Montesquieu de los tipos ideales difiere también
dades, esta sería una tarea inút il e irrealizable. En suma, sin clasi- en otros aspectos del de sus predecesores. Sus tipos no tenían
ficación y sin tipologías, la ciencia es imposible, y por lo tanto pretensión alguna de trascender el tiempo y el lugar. Reconocía
también lo sería una ciencia de los fenómenos humanos. que las costumbres, las leyes y otras instituciones de las socieda-
des varían junto con las demás condiciones de su existencia. Dis-
'8 Emile Durkheim, Montesquieu and Rousseau, Ann Arbor: The Univer-
sity of Michígan Press, 1960. · [Traducción al inglés de Montesquieu et 9 Ibíd., pág. 9.
Rousseau, précurseurs de la Sociologie, París, 1953. (N. del E.)]

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cernía ciertos tipos generales, por ejemplo, la monarquía, pero pública. Esto es particularmente cierto en lo que respecta a una
también veía que las. monarquías específicas varían según el tiem- democracia. Distinguimos una especie de homogeneidad social y,
po y el lugar. Por ello, las reglas nunca pueden ser válidas para por ende, de orden. Hay restricciones definidas sobre la exagera-
todas las sociedades o para todos los pueblos. Prestaba tanta da acumulación de riqueza y de poder, pues se sospecha que tal
atención a las constantes como a las variables. Independientemen- exceso socavaría la solidaridad y la existencia misma de la repú-
te de la forma particular de una sociedad, la naturaleza del hom- blica. Así, la democracia puede corromperse y transformarse en
bre exige la satisfacción de ciertas necesidades básicas. una aristocracia; cuanto más democrática es la república, tanto
más «perfecta» es. En este tipo de sociedad se da mucha impor-
tancia al bienestar de todos. Una república democrática es, pues,
relativamente pequeña, igualitaria y homogénea, y se caracteriza
La clasificación de las sociedades propuesta por por la solidaridad.
Montesquieu En la monarquía, surgen ya las clases sociales. La agricultura, el
comercio y la industria, y en general una división del trabajo cada
vez más compleja, crean un complicado sistema de estratificación,
Cuando Montesquieu habla de una república ( que · puede ser una del que carecía la república, pero que llega a su máximo desarrollo
aristocracia o una democracia), una monarquía o un despotismo, en la monarquía. Sin embargo, es en esta y no en la democracia
se refiere a sociedades totales, no solo a sistemas políticos, como en donde Montesquieu ve mayores posibilidades de libertad políti-
el caso de Aristóteles. Asimismo, estos tipos no derivan de un ca. Las clases no solo frenan y limitan el poder del monarca, sino
principio a priori, sino que se fundan en la observación. Su exa- que además lo hacen entre sí mismas. Cada una de ellas impide
men de un gran número de sociedades, su estudio de. la historia, que las otras lleguen a ser demasiado poderosas; así, pueden pro-
los relatos de viajeros y sus propios viajes le sirven de material mover sus intereses especiales, pero con moderación. Puesto que
empírico comparativo para esta clasificación y para las conclusio- la monarquía es estructuralmente compleja y está compuesta de
nes que extrae. Cuando habla, por ejemplo, de la «república>, clases y grupos con grados variables de riqueza, poder y prestigio,
piensa en las ciudades-estados griegas e italianas, en Atenas, Es- surgen también como fuerzas poderosas el interés personal, la
parta y Roma. Trata principalmente de mostrar que existe una envidia, la rivalidad y el interés de clase. Los individuos y los
relación definida entre los sistemas políticos y otras condiciones grupos tienden ahora a descuidar el bienestar general de la so-
sociales y no sociales. La monarquía se adapta a las condiciones ciedad y a favorecer los intereses personales y de clase. Así, Mon-
de las grandes naciones de la Europa moderna. Los pueblos de la tesquieu anticipa la doctrina utilitarista, pues sostiene que las
antigüedad también tenían <reyes»: los griegos, los germanos y rivalidades personales y de clase llevan a los miembros de la
los latinos, por ejemplo. Pero, según Montesquieu, estos reyes sociedad a cumplir con sus respectivas funciones de la mejor
eran muy diferentes del monarca absoluto de la Europa moderna, manera posible, lo cual conduce en última instancia al bien co-
sobre el que basaba su tipo ideal. Tambíén se conoce la existencia mún. También el honor se convierte en un incentivo importante,
de formas variadas de despotismo en diversos lugares y períodos, en la vida pública de una monarquía, pues los hombres tratan de·
resultantes a menudo de la corrupción de otras formas políticas. elevar su status todo lo posible. ,
Pero solo en Oriente halla el despotismo su encarnación «natural» Tenemos, por último, el tercer tipo, el despotismo. O bien todos
ó «perfecta». De este modo, cuando presenta sus tipos, señala que los órdenes de la sociedad se debilitan hasta el punto de que no
se los debe distinguir entre sí no solo por tratarse de sistemas pueden ofrecer ninguna resistencia organizada al déspota, o bien
diferentes de gobierno, sino también porque son sistemas que el régimen se convierte en una «democracia> en -la que todos, ex-
están funcionalmente interrelacionados con otras- condiciones. In- cepto el gobernante, son iguales en cuanto a su condición de ser-
cluye entre estas, por ejemplo, el monto de población de una vidumbre. Si la virtud es la base de la participación en la repúbli-
sociedad, la distribución de las personas en ella y su estructura. ca, y el honor lo es en la monarquía, el temor es la base de la
Se encuentra la forma republicana, arguye, en villas y ciudades, y sumisión a un déspota.
es más apropiada para una población pequeña. Cuando esta crece Montesquieu distinguía, pues, diversos tipos de sociedades, que
más allá de· cierto punto, la forma republicana se derrumba. En diferían en muchos aspectos importantes. Prestaba tanta atención
cambio, el estado despótico aparece en grandes sociedades y se a las diferencias entre las sociedades como a sus semejanzas. El
extiende 'por vastas regiones, sobre todo en Asia. El estado mo- razonamiento subyacente en esta clasificación es válido todavía
nárquico se halla entre los dos primeros: es de tamaño medio, hoy. Comprendió que el aumento de complejidad de las estructu-
pues tiene una población mayor que la de la república, aunque ras económicas y sociales, el acrecentamiento de las diferencias de
menor que la del estado despótico. Pero lo más importante es que riqueza, la aparición de estratos, etcétera, provocaba cambios en
se diferencian en lo atinente a sus respectivas estructuras sociales. la estructura política. Se percató del hecho de que una república
Todos los ciudadanos son ieuales y hasta semejantes en una re-

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como la Atenas o la Roma antiguas, donde la propiedad privada blica, como hemos visto, tiene una población pequeña y está con-
se hallaba poco desarrollada, lógicamente presentaría el mayor tenida dentro de límites relativamente estrechos. Todo ciudadano
grado de solidaridad social; y que una sociedad moderna, caracte- está al tanto de los asuntos de la comunidad. Como en lo que
rizada por una compleja división del trabajo y por la existencia respecta a la posesión de la riqueza hay poca o ninguna diferencia
de clases y de grupos especiales de intereses, debía presentar un entre los ciudadanos, las condiciones son aproximadamente las
grado menor de ella. En este último caso, cada individuo establece mismas para todos ellos. Aun los líderes de la comunidad tienen
una tajante distinción entre su persona y su grupo especial de una autoridad muy limitada y son considerados como los primeros
intereses por una parte, y la sociedad por la otra. La solidaridad entre iguales. Pero en el caso de que el volumen de la sociedad
social, en la medida en que puede existir en la sociedad moderna, aumente -si la población crece y se amplían los límites geo-
brota de una fuente distinta. Ya no depende de la igualdad y la gráficos- todos los aspectos de la sociedad variarán de manera
semejanza, sino precisamente de la división del trabajo, que crea concomitante. El individuo ya no puede percibir a la sociedad en
la interdependencia de _individuos y grupos. Más tarde, Durkheim su conjunto; tiende a ver solamente los intereses de su propio
tomó esta idea de Saint-Simon ( quien a su vez la había tomado grupo especial o clase. La creciente estratificación da origen a
de Montesquieu) y. elaboró su propia clasificación de tipos de puntos de vista y objetivos divergentes; y las grandes diferencias
sociedades y tipos correspondientes de solidaridad. en la propiedad rrivada provocan una gran desigualdad en el
Antes de concluir con el examen de la clasificación de las socie- poder político. E líder es ahora un soberano que está muy por
dades propuesta por Montesquieu, debemos dirigir· 1a atención encima de todos los demás. A medida que se han producido estos
hacia un cuarto tipo que él describió. Hay sociedades que viven cambios, la sociedad ha evolucionado inevitablemente de la forma
de la caza y la cría de ganado. Es típico de ellas el contar con republicana de gobierno a la monárquica. Si estos desarrollos con-
una población pequeña y poseer la tierra en común. Las costum- tinúan en la misma dirección, la monarquía desembocará en el
bres, y no las leyes, regulan la conducta. Los ancianos gozan de despotismo, necesario ahora para controlar a las masas.
la autoridad suprema, pero tales sociedades son tan celosas de Para Montesquieu, pues, la estructura y los cambios de una socié-
su libertad, que no toleran ningún poder permanente. Montes- dad están determinados por variables demográficas y sociales. El
quieu las divide, además, en dos subtipos: salvajes y bárbaros. crecimiento de la población y la expansión de los límites geográ-
Los salvajes son, por lo general, cazadores que viven en sociedades ficos, que son variables fundamentales, provocarán cambios en
pequeñas y relativamente nómadas, mientras que los bárbaros todos los otros aspectos. Aunque la creciente división del trabajo
crían ganado, viven en sociedades mayores y son relativamente y el aumento de la propiedad privada ( con el consiguiente acre-
sedentarios. Estas distinciones son aún defendibles y útiles para centamiento de las diferencias de riqueza) acompañan a la transi-
el estudio de las sociedades tradicionales y de aquellas que care- ción del tipo republicano al tipo monárquico de sociedad y pare-
cen de un sistema de escritura. El cuarto tipo, en particular, mues- cen ser funcionalmente interdependientes, el volumen de la socie-
tra con claridad que Montesquieu no adoptó simplemente la cla- dad es para Montesquieu la causa principal de estos cambios. Más
sificación de Aristóteles, sino que elaboró un sistema original. tarde, Durkheim adoptará el mismo punto de vista.
Las interpretaciones tradicionales de la teoría de Montesquieu han
pasado por alto su reconocimiento de las variables sociales y han
Montesquieu y su concepción de las leyes llamado la atención, en cambio, hacia otras variables: la geogra-
fía, la topografía, la fertilidad del suelo, el clima, la proximidad
Como declaramos al principio, la originalidad de Montesquieu en ( o la lejanía) con respecto al mar, etcétera. Montesquieu atribuía
lo que se refiere a la sociología reside básicamente en dos puntos: a todos estos factores una influencia restrictiva sobre la estructura
su clasificación de las sociedades en tipos, que le permitió com- de una sociedad; son las «ccmstantes» retardantes cuya ausencia o
pararlas unas con otras en todos sus aspectos importantes; y su a
presencia orientan una sociedad en una dirección particular. Pero
preocupación por las «leyes_~_e!lt<>es,_ por las relaciones necesarias en su pensamiento estos factores eran menos importantes que las
.. .que surgen de la nat~a de las cosas. Las leyes no se aplican variables sociales.
solo a la naturaleza, sino también a las sociedades humanas. En Montesquieu adopta un enfoque «sociológico> de todas las institu-
el ámbito social, las leyes dependen de la forma de una sociedad; ciones de una sociedad y lo aplica al análisis de las costumbres y
así, las leyes de una república difieren de las de una monarquía. las leyes. La costumbre tiene ciertos correlatos sociales definidos
La forma de la sociedad, a su vez, depende de ciertas condiciones, que son diferentes de los de la ley. Las costumbres surgen espon-
una de las principales es el «volumen de la sociedadsI" La repú- táneamente de la existencia social; las leyes, en cambio, son es-
tablecidas por un legislador de una manera formal y explícita. En
10 Este concepto, así como otros que examinaremos luego, en el capítulo este último caso, también la «ley» emerge espontáneamente. La
sobre Durkheim, muestra hasta qué punto era grande su deuda intelectual estructura social de mayor complejidad parece requerir ciertas
con Montesquieu.

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leyes definidas que se adapten en grado máximo a la misma. Pero dones de su medio modificándolas. Este acto supone una inter-
estas permanecen ocultas e implícitas, creía Montesquieu, si al- pretación de cuáles son esas condiciones y, por consiguiente, ya
gún legislador no las discierne y las formula explícitamente. Tales que están sujetos a la ignorancia y el error, los hombres muy a
leyes, sin embargo, pueden entrar en conflicto con los requisitos menudo crearán condiciones contrarias a su naturaleza. Sin em-
de una sociedad, porque lo que exige la naturaleza de una socie- bargo, los grados de libertad que permitieron al hombre instituir
dad es una cuestión de juicio. Los hombres pueden apartarse de la esclavitud, que es contraria a la verdadera naturaleza de una
esta naturaleza porque sus juicios están sujetos a la ignorancia y república, también le permiten eliminarla una vez reconocido su
al error. Se introduce, así, un elemento contingente. Una sociedad error.
sería lo que prescribe su naturaleza, si no fuera por la ignorancia Para resumir, Montesquieu parece haber pensado en dos clases de
y los errores de quienes interpretan estas prescripciones. · leyes -ambas <naturalesv-L. una del mundo físico y otra de la
La concepción que Montesquieu tenía de la ley como expresión vida humana. La primera funciona de manera automática, «natu-
de la relación necesaria entre las cosas encierra elementos ambi- ralmente>. La ·segunda se refiere a las «leyes de la naturaleza de
guos. Parece creer que estudiando una sociedad es posible descu- la vida humana> que deben regular las actividades de los hom-
brir sus leyes (lo que su naturaleza exige) y, por tanto, crear· las bres. Pero en la práctica, resulta imposible actuar. de acuerdo con
formas legales y otras instituciones que mejor se adapten a esa na- estas leyes, a causa de las perspectivas inevitablemente limitadas
turaleza. La creación de tales instituciones supone una interpreta- de los hombres en cada una de sus posiciones sociales, y también
ción de cuál es la verdadera naturaleza de una sociedad y, por lo por el hecho de que sus actos no se hallan totalmente _determina-
tanto, está sujeta a error. Si faltara este elemento contingente dos. Montesquieu postula unos pocos grados menores de libertad:
__é_la ignorancia y/ o el error- el hombre concebiría leyes en total está en la naturaleza humana actuar por inspiración propia.11
acuerdo con la naturaleza de la sociedad, y en apariencia esto sería La experiencia y la observación son importantes para Montes-
beneficioso. La vida social del hombre estaría totalmente deter- quien: más que cualquiera de sus contemporáneos, subordina la
minada, y los elementos de la sociedad presentarían una articula- deducción a estos procesos. Sin embargo, a pesar de su puesto
ción e integración perfectas. Los elementos contingentes que Mon- descollante como precursor del método de la ciencia social, a
tesquieu introduce parecen implicar que el hombre nunca puede menudo expone los hechos breve y resumidamente, sin tomarse
alcanzar una articulación tan perfecta. Además, estos elementos el trabajo de verificarlos ni siquiera cuando son controvertidos.
conducen a no pocas desviaciones de las leyes naturales. Por ejem- Era demasiado crédulo, por ejemplo, con respecto a relatos de
plo, aunque la institución de la esclavitud se hallaba presente en viajeros que merecían muy poca confianza. Además, como obser-
todas las repúblicas griegas e italianas antiguas, Montesquieu in- vaba· Durkheim, cuando « ... afirma que existe una relación causal
siste en que ella repugna a la naturaleza de la república. Si los entre dos hechos, no se preocupa por mostrar que en todos los
hombres no hubieran cometido errores en la interpretación de esta casos ( o al menos en la mayoría) aparecen simultáneamente, desa-
naturaleza, la esclavitud no habría surgido. En una república, la parecen simultáneamente o varían de la misma manera>.12 A veces
esclavitud es innatural y, por consiguiente, innecesaria. ¿Sobrt define sus tipos por una sola característica observada en una so-
qué basa Montesquieu este juicio? Aparentemente, en la república ciedad. Por ejemplo, siendo gr~ admirador de la constitución in-
ideal que tiene en la mente. La esclavitud puede ser el resultado glesa, considera la separación de poderes, que solamente se ha-
inevitable de ciertas condiciones sociales, pero una de estas con- llaba en Inglaterra, como' esencial a una monarquía. La libertad
diciones es la interpretación errónea que hace el hombre de la inglesa, creía, era un resultado de la separación constitucional de
naturaleza y exigencias verdaderas de una república. Esta verda- la autoridad ejecutiva, legislativa y judicial. En apariencia, no
dera naturaleza, que no expresa lo que es, sino lo que debe ser, comprendió el papel de las revoluciones del siglo XVII en el esta-
ha permanecido oculta a los ojos de los miembros de la sociedad. blecimiento de la supremacía del Parlamento sobre el poder eje-
Algunas de las leyes sociales de Montesquieu son, pues, como las cutivo y sobre el judicial.
leyes de la naturaleza, es decir, inherentes a los fenómenos, pero Sin duda, es siempre erróneo rastrear el nacimiento de ciertas
otras no cumplen con este requisito. En el ámbito social, las leyes ideas hasta un pensador determinado. Sin embargo, puede consi-
están a veces por encima de los fenómenos, donde no se recono- derarse a Montesquieu como un precursor importante del pensa-
cen y son, en consecuencia, inoperantes. miento sociológico, pues usó los conceptos de tipo ideal y de ley
Probablemente, la ambigüedad de la concepción de las «leyes» sus- con mayor coherencia que cualquiera de sus predecesores o con-
tentada por Montesquieu deriva de su reconocimiento de ciertos temporáneos, comprendió la necesidad de los estudios comparati-
grados de libertad en el hombre. Los hombres no son criaturas vos y sostuvo la suposición de que los elementos de una sociedad
irreflexivas que se adaptan de manera pasiva y automática a las son funcionalmente interdependientes.
condiciones existentes. Montesquieu parece comprender, al menos
intuitivamente, que los hombres también actúan sobre las condi- 11 Véase Werner Stark, op. cit., pág. 210.
12 Durkheim, op, cit., pág. 53.

32 33
3. Rousseau (1712-1778) ,nedir el grado de represión impuesto por una sociedad específica.
O, lo que es lo mismo, ofrecería un medio· relativamente objetivo
y no ideológico para evaluar el grado de perfección y de libertad
proporcionado por un «estado civil» específico. Si fuera posible
determinar cómo los hombres se apartaron de su condición natural
y cómo se impusieron a sí mismos un orden social que estaba en
conflicto con esta con.'tción, quizá sería posible saber cómo debe
hacerse para cambiar ese -rden y reemplazarlo por otro mejor.

Rousseau fue un típico pensador del Iluminismo y compartió con


sus contemporáneos varias premisas e ideales prerrevolucionarios.
Sería erróneo interpretar el interés de Rousseau por el «estado El estado de naturaleza
de naturaleza» como prueba de un anhelo por esa condición per-
dida a la que los hombres deben volver para recuperar su libertad Al desarrollar este concepto, Rousseau se lanzó a un experimento
y su felicidad. Para Rousseau, la libertad del hombre continuaba intelectual en extremo imaginativo, pero, como veremos, el con-
siendo un ideal fundamental, pero no se lo podía alcanzar me- cepto también se basa en la experiencia. Rousseau sabía que nun-
diante el rechazo de toda sociedad y civilización o volviendo a lo ca se había dado un estado tal en el que los hombres vivieran
que entonces se denominaba estado natural. La perfectibilidad del antes de la sociedad y fuera de ella; en su estado <presocial», los
hombre, su libertad y su felicidad, como asimismo el creciente hombres· no eran hombres. Dice con claridad que es un estado
dominio sobre su propio destino, todo ello dependía de una clara «que ya no existe, que quizá nunca existió y que probablemente
somprensión de las leyes de la naturaleza. Al igual que los otros nunca existirá, pero del cual es necesario tener ideas exactas para
pbilosopbes, Rousseau creía que la naturaleza y la sociedad opera- formarnos un juicio adecuado acerca de nuestro estado actual>,"
ban de acuerdo con tales leyes; y como Montesquieu, que la socie- El «hombre natural» no es más que el hombre despojado de lo
dad puede aparrarse de las exigencias de sus leyes naturales. Los que ha adquirido en sociedad. Imaginémoslo desprovisto de todas
hombres actúan por sí mismos; son ellos quienes deben interpretar sus cualidades sociales, y lo que resta es el hombre biopsicológico,
esas leyes. A causa de sus perspectivas limitadas y de un conoci- o el hombre reducido a lo que hubiera llegado a ser en caso de
miento insuficiente, los seres humanos se equivocan, es decir, ac- vivir realmente en el aislamiento. Es evidente que usa esta idea
túan de manera contraria a su naturaleza, al establecer un orden en un sentido heurístico puro cuando · insiste en que no debe to-
social que viola tal naturaleza básica, El principal objetivo de marse su descripción del hombre natural como una verdad his-
Rousseau era, pues, hallar un orden social cuyas leyes estuvieran tórica, sino como una condición hipotética. La especulación
en la máxima armonía con las leyes fundamentales de la natura- acerca. del estado primitivo puede arrojar alguna luz sobre la na-
leza. Buscaba una alternativa del orden prevaleciente, el cual, a turaleza básica del hombre.
su juicio, impedía el perfeccionamiento del hombre y hasta defor- Aun los salvajes ofrecen una imagen muy inexacta del estado de
maba y violaba su naturaleza. naturaleza, pues a pesar de su condición primitiva se hallan muy
Para Rousseau, por lo tanto, había dos condiciones, la natural y lejos de dicho estado. Por lo tanto, arguye Rousseau, quienes han
la social; y aunque el abismo entre ellas era ya muy grande, po- imputado al hombre natural tendencias crueles y guerreras se
dían, en gran medida, reconciliarse. A fin de lograrlo, es necesario equivocan: le han atribuido características adquiridas en sociedad.
tener siempre presente ese doble aspecto del hombre. Para afir- ¿Cómo es posible, entonces, lograr una idea adecuada de ese es-
mar que el orden social está en conflicto con la naturaleza del tádo hipotético? Comprendiendo de manera cabal la complejidad
hombre, es menester conocer algo de esa naturaleza. ¿Cómo pue-
de decirse que el hombre social violenta al hombre natural a me- 1 Jean Jacques Rousseau, The Social Contract and Discourses, traducido al
nos que realmente se sepa algo acerca del hombre natural? ¿Y ingléscon una introducción por G. D. H. Cole; Nueva York: E. P. Dutton
cómo puede conocerse al «hombre natural> si en ninguna parte and Company Inc., 1950, pág. 191. [De El contrato social, publicado en
viven los hombres fuera de la sociedad? Precisamente el propósi- Amsterdam en 1762, existen varias versiones en castellano; la primera de
ellas apareció en Madrid en 1880; los «Discursos» son tres; agregamos entre
to de indagar estas cuestiones fue lo que llevó a Rousseau a pos- guiones su fecha de aparición en el idioma original, y la de su primera ver-
tular la noción del hombre en «estado de naturaleza». Se trataba sión en castellano: a) «Las ciencias y las artes en· relación con las costum-
de un esquema teórico hipotético, de un recurso heurístico me- bres» -1749; Madrid: 1915-. b) «El origen y los fundamentos de la
diante el cual podía despojarse teóricamente al hombre de sus desigualdad entre los hombres» -1753; Madrid: 1915-. e) «Cartas a
aspectos sociales y culturales. Esto brindaría un concepto del D'Alembert» (Lettre a D'Alembcrt contre les spectacles -1758; no existe
traducción completa al castellano->. ( N del E.).]
hombre natural que podía servir como una especie de patrón para

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de este problema, Rousseau se planteó: ¿Qué experimentos se- sus potencialidades al máximo. El hombre es perfectible y los sis-
ría menester realizar para descubrir al hombre natural? ¿Y cómo temas sociales deben ser juzgados por la medida en que contri-
pueden realizarse esos experimentos en el estado de sociedad? 2 huyen a ese perfeccionamiento. Evidentemente, para hacer tales
Tales experimentos serían sumamente difíciles, si no imposibles. juicios valorativos acerca de sociedades particulares de la manera
Por ello, sugiere algunas técnicas alternativas mediante las cuales más objetiva y menos ideológica posible, es necesario poseer al-
abordar el problema. Una de ellas consiste en observar a los ani- 1:ún concepto relativamente preciso del hombre natural. Esta fue
males en su hábitat natural para enriquecer nuestra comprensión la tarea que Rousseau quiso llevar a cabo cuando propuso su
de la conducta natural no influida por la sociedad. En segundo vsquema teórico ideal, referente al <estado de naturaleza>.
lugar, podemos estudiar a los pueblos primitivos, salvajes, pero ¿ De qué modo concibe Rousseau ese estado ideal que ha de brin-
recordando siempre que estos ya han adquirido un considerable dar un conocimiento más profundo de la naturaleza psicológica
patrimonio sociocultural. Por último, podríamos descontar todos 1 »isica del hombre? Como 'un equilibrio perfecto entre las necesi-
los factores creados por el posterior desarrollo social del hombre, .lades del hombre y los recursos de que dispone: solo desea y
tales como el lenguaje, y apartarlos de nuestro pensamiento. Así, necesita lo que se encuentra en su medio físico inmediato. Al
Rousseau buscaba un patrón objetive y no ideológico por medio igual que otros animales, tiene únicamente sensaciones, y carece
del cual evaluar la sociedad. de conocimiento y lenguaje. Aceptando la teoría de Condillac,
J::onociendo algo acerca de la naturaleza real del hombre, razona- según la cual no existe conocimiento general y abstracto sin el
ba, podemos inquirir si ciertas sociedades históricas se han ade- lenguaje, Rousseau postula que, siendo el lenguaje producto de
'cuado o no, a tal naturaleza. En el caso de concluir que un orden la sociedad, es posible concluir con certidumbre que el hombre
.• ocia! parncuiar !S inadecuado, y por ende decidimos cambiarlo c11 estado de naturaleza no posee lenguaje ni conocimiento. Sus
0 reemplazarlo, el análisis del hombre natural nos brindará los 11ecesídades son muy simples y puramente físicas: alimento, pa-
orincipios que guiarán el proceso de cambio. Para que estos prin- reja y reposo; no puede concebir el futuro y se orienta de manera
cipios se hallen tan libres de ideología como sea posible, debemos exclusiva hacia el presente. El hombre logra la armonía entre su
llegar a ese <hombre natural> dejando de lado todos aquellos ele- 11;1turaleza interna y la naturaleza externa mediante la satisfacción
mentos incorporados al hombre como resultado de su existencia , k todas sus necesidades; L condiciones para el desacuerdo están
0

social. De lo contrario, nuestros juicios serían puramente ideoló- ioralmente ausentes. ¿Cuál es, entonces, la relación, si es que la
gicos, es decir, no haríamos otra cosa que justificar lo que desea- h.ry, entre los seres humanos? Por cierto, no. es un estado de
mos y condenar lo que no deseamos, y en ambos casos el juicio guerra. Rousseau rechaza la noción hobbesiana del estado natural
se basaría en la posición particular que ocupamos en la sociedad como una «guerra de cada uno contra todos>. En la primera parte
y en los intereses que en esta poseemos. En un caso así, probaría- de su Discurso sobre la desigualdad,3 desarrolla su propia concep-
mos un prejuicio por medio de otro, error que Rousseau observó l ión, que se opone a la de Hobbes.

en ciertos pensadores y quería evitar. Hobbes, por ejemplo, se- l ·'.n el estado primitivo, natural, los hombres están aislados entre
gún el punto de vista de Rousseau, había dotado a sus <hombres sí, y no se interesan por sus congéneres. Falta el incentivo para
naturales> de cualidades que en realidad eran un producto social. la guerra, que surge de necesidades insatisfechas. Si tienen lo que
El método de Rousseau exigía, pues, que se restaran todas las necesitan, ¿por qué deberían atacar a otros? Carecen de vínculos
cualidades de origen sociocultural, hasta que solo quedara el <fun- morales o sentimentales, del sentido del deber o de sentimien-
damento natural>. Al referirse al «estado de naturaleza>, por con- tos de simpatía; cada cual vive para sí mismo y lucha por la
siguiente, Rousseau no describía una edad de oro perdida; más .u rtoconservación. Rousseau coincide con Hobbes en que el
bien proponía un recurso metodológico capaz de poner al desnudo hombre natural es egoísta, solitario y quizás hasta brutal; pero
los componentes de la estructura psicológica básica del hombre. no piensa que esto deba desembocar en la guerra. Hobbes no
También en tiempos más recientes se han adoptado enfoques si- había logrado despojar al hombre natural de todos los elementos
milares. Freud, por ejemplo, después de utilizar ciertas premisas .idquiridos en sociedad. La guerra es una institución social y los
acerca de la naturaleza básica del hombre, concluía que existe un hombres aprenden a hacer la guerra, sostenía Rousseau, solo en
irremediable antagonismo entre el hombre natural y el hombre sociedad. El robo, la dominación y la violencia son desconocidos
civilizado. Por otra parte, Marx, como veremos, basaba igualmen- para el hombre natural; la regla no es la violenta sujeción de los
te su teoría en una concepción del hombre natural. El <ser de la otros, sino la indiferencia. El hombre es retraído y tiende a vivir
especie>, idea derivada de Feuerbach, se asemeja en algunos as- separado. Sin embargo, es capaz de simpatía, la cual no arraiga en
pectos a la noción de Rousseau de que existe un hombre natural lo instintivo sino que es, más bien, un producto de su imaginación
y de que el mejor sistema social es aquel que le permite realizar Aun sin conocimiento y sin lenguaje, el hombre tiene la capacidad

2 lbíd., pág. 191. 3 Ibíd., pág. 222 y sigs,

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de colocarse ~n-la ~ituación de otro y exp~imentar sus sentÍ1;filen- el período más feliz para el hombre, . pues aunque ahora podía
'tos; puede simpatizar con otros, y hasta cierto punto expenmen-: alimentar la vanidad y la envidia, también era capaz de experi-
tar sus penas. Pero el hecho de que no sea un lobo para sus se- mentar amor, lealtad y el deseo de agradar. Por estas razones,
mejan tes no significa que se sienta inclinado a unirse a ellos para Rousseau prefiere ese período al estado de naturaleza, cuando el
formar una sociedad. No tiene los medios ni la necesidad de hombre solitario y natural nunca experimentaba tales sentimien-
hacerlo. tos; asimismo lo prefiere porque los hombres todavía no se ha-
En el estado de naturaleza, pues, los hombres son en muchos as- bían convertido en amos y esclavos.
pectos como otros animales: ni buenos ni malos, ni pendencieros El cultivo de las plantas, la domesticación de animales, en ge-
ni dominadores. No existe la educación, el progreso o el lenguaje; neral, la división del trabajo abrieron el camino a todo género de
las generaciones se suceden unas a otras, pero los hijos no se desigualdades sociales, que surgieron entonces por vez primera.
diferencian de sus padres. En suma, los hombres no viven en Algunos hombres comenzaron a prosperar más que otros, a acu-
sociedad y no poseen cultura alguna. · · mular riqueza y a transmitirla a sus hijos. Cuando aparece la
En ese estado, existe un perfecto equilibrio entre el hombre y desigualdad, esta crea mayores oportunidades para el rico que
su medio físico. Pero sobrevienen cambios y el equilibrio se rom- rara el pobre; el rico domina de manera creciente al pobre, que
pe. Esto no es malo, según opina Rousseau, pues revela ciertas se torna --en concordancia- resentido y envidioso. Surgen los
potencialidades en el hombre que antes permanecían ocultas. No estratos y las clases; la sociedad, entonces, se divide y se vuelve
es la necesidad en general lo que se opone a la naturaleza del contra sí misma. Una parte de los pobres se resigna a su condición
hombre, sino cierto tipo de sociedad que divide al hombre vol- de servidumbre, mientras que el resto prefiere vivir saqueando
viéndolo contra sí mismo. a los ricos. Ahora se experimentan y se temen la inseguridad y la
violencia, que perjudican a todos, pero al rico más que al pobre.
En estas circunstancias, el rico concibe un recurso del que todos
podrán beneficiarse, pero el rico más que el pobre: se instituyen
El origen de la sociedad las leyes y surge la sociedad política.
En consecuencia, al igual que Locke, Rousseau creía que el go-
bierno había surgido para proteger a la propiedad, en última inS::
El equilibrio armonioso se habría mantenido si algo no se hubiera tanda para proteger al rico. Los derechos, las obligaciones y las
alterado en e!l medio físico. El nombre nunca habría abandonado normas de propiedad son productos de la sociedad, en la medida
voluntariamente su perpetua primavera sobre la tierra, un paraíso en que por primera vez los hombres aprenden a actuar unos con-
de abundancia y de sol. Probable-mente, con el tiempo, dos pro- tra otros, a atacarse. La guerra no es un conflicto de hombres
cesos obligaron a los hombres a unirse en sociedad: ·«En la propor- individuales en estado de naturaleza: es un fenómeno social. Hob-
ción en que la raza humana se hizo más numerosa. aumentaron las bes se equivoca, arguye Rousseau, al suponer que los hombres
preocupaciones de los hombres ( ... ) Los años estériles, los in- crearon la sociedad y se sometieron a un fuerte poder central
viernos largos y duros, y los veranos ardientes que resecaban los rara escapar a la guerra en el estado de naturaleza. Por. el con-
frutos de la tierra, deben de haber exigido una nueva laboriosi- trario, el hombre hace la guerra como miembro de una comunidad
dad." 4 Entonces los hombres se vieron forzados a unirse y coor- organizada, su propia comunidad, contra otra. Se convierte en
dinar sus esfuerzos; podían hacerlo porque tenían la capacidad guerrero solo después de convertirse en ciudadano.
potencial de vivir en sociedad. Eran suficientemente inteligentes e Pero la agresión y la guerra también surgen dentro de la sociedad
ingeniosos como para responder al desafío; descubrieron que no --es lo que pensadores posteriores llamaron conflicto de clases o
solamente podían adaptarse al cambio de las condiciones naturales, guerra civil- y son el resultado de las desigualdades sociales.
sino también, en grado creciente, doblegar esas condiciones a su Las relaciones sociales entre los hombres, en las que unos son
voluntad colectiva. Primero se formaron familias, que luego se ricos y otros pobres, algunos dominan y los restantes están en
unieron para formar sociedades; a medida que aprendieron a ac- la servidumbre, también dan origen a la hostilidad y los conflic-
tuar de concierto, aprendieron a hablar, y con el lenguaje adqui- tos entre ellos. Con el propósito de controlar esa guerra se es-
rieron la capacidad· de acumular conocimiento y transmitirlo a sus tablece el Estado civil. Esta concepción es totalmente contraria
hijos. El hombte había inventado la cultura. En esta etapa no a la de Hobbes, para quien la guerra en el estado de naturaleza
había aún desigualdad social alguna. Las desigualdades existentes llevaba a los hombres a establecer un Estado civil para su segu-
se daban en el seno de las familias, no entre ellas; los niños de- ridad y protección mutuas. Rousseau, en cambio, sostenía que
pendían de sus padres para la supervivencia. No se trataba de una en el estado natural reinaban la tranquilidad y la paz, y la regla
dependencia perniciosa porque era natural y temporaria. Ese fue era la abundancia, no la escasez, lográndose así un perfecto equi-
4 Ibíd., pág. 236. librio entre el hombre y su ambiente. Los hombres crearon la

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sociedad solo después de que se alterara ese equilibrio y final- pacidades mentales. En la sociedad, algunos hombres gozan de
mente desapareciera. La condición social condujo a la desigualdad, privilegios en detrimento de otros, algunos son más ricos, más
la desigualdad a la guerra y la guerra al Estado civil. respetados y más poderosos que otros, y estas diferencias no son
Según Rousseau, el hombre es perfectible, y esto lo distingue de naturales. Las instituciones y convenciones sociales invisten a cier-
otros animales. La perfectibilidad solo se realiza por medio de la tos individuos y grupos de una e superioridad>; en el estado de
vida social, pero el hombre ya la poseía potencialmente en el naturaleza, esos mismos individuos y grupos no serían superio-
estado de naturaleza. Con la sociedad, aparecen las desigualdades res, y hasta podrían ser inferiores. Con las mismas palabras de
y surge el Estado civil. Este Estado es incompatible con el hom- Rousseau, ces simplemente contrario a la ley de la naturaleza,
bre natural porque, lejos de permitirle su autorrealización, lo cualquiera sea la forma en que se la defina, que los niños manden
reprime y lo deforma. Al hombre se le impidió alcanzar lo que a los viejos, los tontos a hombres sabios y que los pocos privile-
<podría haber sido>, de existir condiciones sociales distintas. giados se sacien de superfluidades mientras la multitud hambrien-
Rousseau concibe la sociedad de esta etapa como un nuevo tipo ta no puede satisfacer las necesidades básicas de la vida>." Las
de entidad. Es un organismo único y definido, distinto de los desigualdades no naturales, perpetuadas por la institución social
individuos que lo componen. Pero puesto que solo el individuo llamada herencia, pronto adquieren estabilidad y legitimidad. Así,
es real y natural -la sociedad no lo es- esta constituye un pro-
el hombre, independiente y libre en un comienzo, ahora es el
ducto de la interacción y la interdependencia. Como la componen instrumento y la víctima de otros hombres. <El hombre nace
individuos, que son su materia y sustancia, por así decir, la so- libre; y en todas partes se halla encadenado> 8
ciedad nunca puede alcanzar la unidad de un organismo natural. Pero si la sociedad tal como está constituida actualmente viola
<Es imposible -dice Rousseau- impedir que cada uno tenga la naturaleza del hombre, ¿será esto cierto de toda sociedad, in-
una existencia individual y separada y que atienda a sus propias dependientemente de su forma? ¿Es esa violación intrínseca a
necesidades.> 5 Sea cual fuere la unidad que la sociedad tenga, ella toda organización social, a la civilización en general? ¿Existe un
es una función de la necesidad mutua, de la coerción y -con antagonismo irremediable entre la naturaleza del hombre y la vida
menos frecuencia- de la razón. En la sociedad de seres desigua- en sociedad, o es posible reconciliadas? Para Rousseau, el sufri-
les que ha surgido ahora, esta <necesidad mutua> es sumamente miento que causa la civilización parece exceder en mucho a su
asimétrica y hasta espuria. Rousseau escribe: <Me necesitáis, por- «grandeza>. Sin embargo, puesto que el hombre es razonable,
que yo soy rico y vosotros sois pobres. Hagamos, pues, un con- quizá los males presentes puedan ser eliminados y conducir a un
trato, Os haré el honor de permitiros que me sirváis, con la nuevo nivel de perfección, superior aun a su estado original. La
condición de que me deis lo poco que os quede, por la molestia situación dominante no era inevitable ni necesaria. Rousseau pro-
que me tomaré en mandaros> 6 ponía, por ello, emancipar al individuo, no liberándolo totalmen-
Puesto que tal relación supone elementos coercitivos, Rousseau te de la sociedad, cosa que consideraba imposible, sino liberán-
responde a Hobbes que este <contrato> es absurdo e insensato. dolo de una forma particular de sociedad. El problema era hallar
En lugar de unir internamente sus voluntades individuales, los una forma de sociedad en la que cada uno de sus miembros es-
miembros se ven obligados a unirse en una sociedad que es tuviera protegido por el poder unificado de toda la organización
intrínsecamente inestable y desprovista de fundamento ético. política, y en la que cada individuo, aunque ligado a otros, per-
Para que la autoridad tenga un valor moral, el individuo deberá maneciera libre e igual a los demás, sin obedecer a nadie más
someterse libremente a la voluntad general. La unidad social debe que a sí mismo. En resumen, ccada hombre, al darse a todos, no
basarse en la libertad; y esta incluye la sumisión activa del indi-
se da a nadie; y puesto que no hay ningún asociado sobre el
viduo a la voluntad general, no a otro individuo o grupo. Pero
cual no adquiera el mismo derecho que él otorga a los otros
esto se halla lejos de ser así, sostiene Rousseau, en la sociedad
sobre sí mismo, obtiene una compensación para todo lo que
tal como es actualmente. Los hombres no están unidos por la
pierde y una fuerza acrecida para la conservación de lo que tie-
razón en la libertad, sino que están divididos por desigualdades
ne». 9 Esta es la solución ideal que propone Rousseau en su Con-
artificiales y ligados por la fuerza. Tal sociedad es contraria a la
naturaleza del hombre y, por tanto, irracional. Las desigualdades trato social.
sociales prevalecientes no guardan relación directa con las dife-
rencias naturales, diferencias de edad, salud, fuerza física y ca-
5 Citado en Durkheim, Montesquieu and Rousseau, Ann Arbor: The Uní-
versity of Michigan Press, 1960, pág. 84.
6 Del artículo de Rousseau «Economie Politique», Encyclopédie, París, 7 Rousseau, op. cit., pág. 272.
1755, vol. V, pág. 347. Citado en Cassirer, The Pbilosopby of tbe Enligh- 8 Ibíd., pág. 3.
tenment, Princeton: Princeton University Press, 1951, pág. 260. 9 Ibíd., pág. 14.

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El contrato social to crítico antes de que pase. «Todo el Contrato social propugna
el establecimiento de una sociedad pequeña, según el modelo de
La nueva sociedad, o contrato social, permite la absorción del la antigua ciudad-estado o de la República ::le Ginebra.> 10 Final-
individuo en la voluntad común, general, sin perder su propia mente, deben prevalecer la paz y la abundancia. Aunque el papel
voluntad, porque al darse a esta voluntad común se da a una del legislador es muy importante, su éxito depende de ciertas
fuerza impersonal, en realidad, casi a una fuerza de la naturaleza. condiciones, que en el mejor de los casos son problemáticas.
Cuando un hombre se somete a ella, el resultado no es de ningún Rousseau parece haber creído que la nueva sociedad se crearía
modo una dependencia inmoral. Pierde poco o nada, y gana en por obra de alguna figura carismática, que surgiría de una mane-
compensación la seguridad de que será protegido por toda la ra imprevisible, de modo totalmente accidental. Siempre y cuando
fuerza de la sociedad contra las intrusiones de individuos y gru- esto suceda, y hallándose presentes las otras condiciones objeti-
pos. Es ahora miembro de una sociedad de iguales; ha recuperado vamente necesarias, será posible el éxito. Pero, en definitiva,
una igualdad que no es diferente de la que tenía en estado de Rousseau era algo pesimista.
naturaleza, pero bajo una nueva forma y en un nivel superior. Posteriormente, cuando el gobierno de Polonia le pidió un con-
Ahora, la libertad y la igualdad no solo están resguardadas, sino sejo práctico y, por ende, debió abordar concretamente el proble-
que son más perfectas que en el estado de naturaleza. Rousseau ma de transformar una sociedad, Rousseau propugnó un cambio
veía una gran diferencia moral entre la sujeción a un individuo y lento y sugirió la creación de varios mecanismos democráticos
la sujeción a toda la comunidad. El interés general se expresa en formales. Emancipad a los siervos, aconsejaba, solo cuando estos
el hecho de que todos desean la felicidad de cada uno. Sin em- demuestren estar preparados para la libertad, porque los hombres
bargo, cuando Rousseau comenzó a examinar los requisitos de tal que han estado en la servidumbre no pueden convertirse en
sociedad hizo muchas concesiones. ciudadanos de un día para otro. No os deshagáis de lo «viejo»
En la nueva sociedad -había sostenido Rousseau-, la soberanía es con premura, sino cambiadlo lentamente. La asamblea nacional
inalienable e indivisible. Pero reconocía la imposibilidad de que debe ser elegida por asambleas provinciales; el ejecutivo debe ser
en la práctica se diera una democracia sin representantes y sin la designado por el poder legislativo; y el rey debe gozar de mucho
delegación de poderes, salvo en una comunidad pequeña. Com- honor pero de poco poder. Por último, los electos deben estar
prendía que la fuerza del gobierno, aunque se titulara fuerza estrictamente obligados a seguir determinadas instrucciones. En
pública y aunque declarara representar a la voluntad general, suma, Rousseau ve el cambio social como un proceso deliberado y
lento.11
podía usurpar el poder y actuar contra el bien común. El gobierno
es una amenaza constante para la libertad del hombre, pero es Más tarde, cuando los revolucionarios franceses dirigieron su aten-
indispensable; es el elemento corruptor de la sociedad y conti- ción a Rousseau, ignoraron esta parte de sus enseñanzas; solo
nuamente amaga socavar la soberanía del pueblo. Así, el juicio de después de la Revolución, la reacción romántico-conservadora con-
Rousseau en lo concerniente a la realización de su sociedad buena tra el Iluminismo y la Revolución descubrió y elaboró su defensa
no era totalmente confiado y optimista. Si el gobierno que la de- del cambio «orgánico>.
mocracia requiere constituye una amenaza constante para es- Para concluir, son varias las razones por las que puede conside-
ta, entonces la «aristocracia> podría ser la mejor forma de rarse a Rousseau como un precursor de la sociología. Gracias a
gobierno. Este parecía ser el mejor compromiso entre la demo- la atención que prestó al «hombre natural> y al recurso metodo-
cracia y la monarquía. La aristocracia debía ser un gobierno lógico que empleó para deducirlo, logró una exacta concepción
compuesto por una minoría elegida sobre la base de la edad y la de la cultura, de lo que el hombre adquiere en sociedad, por ella
experiencia. Pero aun en este caso, la sabiduría y la paciencia di- y de ella. Asimismo, fue uno de los primeros en estudiar de mane-
vinas deberán guiar a los gobernantes. Sin embargo, hasta los le- ra relativamente sistemática los orígenes, las formas y las conse-
. gisladores más sabios, pacientes y capaces están condenados al fra- cuencias de la desigualdad social. Comprendió claramente que la
caso en ausencia de ciertas condiciones previas. Para que la legisla- existencia de clases y los conflictos entre estas influyen sobre todos
ción facilite la profunda transformación deseada, las personas a las los aspectos de la vida de los hombres. La desigualdad tiene con-
que está dirigida no deben ser demasiado jóvenes ni demasiado secuencias inhumanas definidas y engendra la lucha y la guerra
viejas, pues en el último caso se aferran a sus costumbres y son entre las distintas sociedades, y dentro de ellas. Por último, vio
inmunes al cambio, y si son demasiado jóvenes no están prepa- l.is posibilidades del cambio. Debe haber un modo, creía, de
rados para los esfuerzos y la disciplina que se necesitan. Por cambiar o remodelar la sociedad que el hombre mismo ha creado
lo tanto, la nación tampoco debe ser tan grande que carezca de pero donde ya no es su propio amo.
homogeneidad, pues cuando esta se halla ausente es imposible 10 Durkheim, op, cit., pág. 120.
el surgimiento de una voluntad general. Tampoco debe ser tan 11 Véase John Plamenatz, Man and Society, Londres: Longmans, Green
pequeña que no pueda mantenerse. Debe aprovecharse el momen- :111d Co. Ltd., 1963, págs. 387-88.

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