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Hacia la segunda mitad del siglo XVIII en el contexto del fin del Antiguo Régimen, comienza a
utilizarse el término constitución con un sentido político-jurídico, utilizándose como una nueva
forma del estado. Poco a poco, se fueron admitiendo diferentes principios y en los primeros escritos
en los que se utiliza el término constitución, se hace de la siguiente manera:
2) Norma cualificada.
La constitución obliga, tiene fuerza vinculante, no es un programa político y debe ser respetada.
Es la primera ley, la norma suprema. El ordenamiento jurídico surge de ella y encuentra su base
en ella.
El profesor García Pelayo decía que la constitución es un complejo normativo en el que de una
manera exhaustiva y sistemática se establecen las funciones del estado, los órganos que
desempeñan esas funciones, así como los derechos individuales de la persona. En ese conjunto de
normas hay una coherencia y las normas están ordenadas. Se ocupa sobre todo de dos materias:
o Funciones del estado y órganos: función legislativa, el Parlamento aplica leyes; función ejecutiva,
el gobierno dirige la nación; función judicial, los jueces y tribunales aplican las leyes.
o Derechos individuales de las personas: son naturales.
El catedrático de historia del derecho Tomás y Valiente, tomando en consideración el contexto
histórico en el que se aprueban las primeras constituciones, define la constitución como una ley
nueva superior a cualquier otra, expresión de la voluntad constituyente de la nación que declara y
garantiza los derechos naturales y sagrados del hombre.
o Ley nueva porque la constitución rompe con el pasado y el régimen de la monarquía absoluta,
siendo una nueva forma de gobierno.
o Superior a cualquier otra porque tiene carácter supremo, está por encima de todas las demás
leyes. Ninguna otra ley puede contestar la superioridad de la constitución y ninguna puede ir en
su contra, de lo contrario, sería inconstitucional.
o Expresión de la voluntad constituyente de la nación porque las primeras constituciones fueron
aprobadas por una asamblea representada por el pueblo.
o Garantiza los derechos naturales del hombre, que son prepolíticos y anteriores al nacimiento del
estado que el hombre conserva porque no renunció a ellos en el pacto.
De todo esto, deriva el contenido mínimo del concepto de constitución, el núcleo duro. Se expresa el
contenido mínimo de una nación en el artículo 16 de la Declaración de Derechos del Hombre y el
Ciudadano de 1789: “Una sociedad en la que la garantía de los derechos no está asegurada, ni la
separación de poderes determinada, no tiene Constitución”.
Cualquier país para que pueda ser considerado constitucional, tiene que cumplir estos dos requisitos
fundamentales: separación de poderes y reconocimiento de derechos del ciudadano.
Con respecto al carácter supremo de la constitución, es destacable que las primeras constituciones
eran perfectamente conscientes de que eran la primera norma del ordenamiento jurídico, se
reconocían a sí mismas como la cúspide de la pirámide que conforma el ordenamiento jurídico. En
ella se incluyen los principios fundamentales del estado. La primera constitución americana decía en
el artículo 6.2 que la constitución es la ley suprema del estado, y añadía que los jueces están
obligados a aplicar la constitución por encima de cualquier otra norma que la contradiga.
En nuestra constitución de 1978, en el artículo 9.1 se alude al carácter supremo del texto
constitucional: “Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del
ordenamiento jurídico”.
3.2. TIPOS DE CONSTITUCIONES.
Desde que se aprobó la primera constitución en 1787 hasta hoy, la constitución ha evolucionado
porque la propia realidad lo ha hecho. Este paso del tiempo hace que se puedan distinguir distintos
tipos de constituciones.
o Clasificación que distingue entre constituciones rígidas y flexibles. Se debe a James Bryle. Se
centra en la reforma constitucional.
- CONSTITUCIONES RÍGIDAS. Las propias constituciones regulan la reforma constitucional:
solo se puede cambiar y modificar la constitución siguiendo el procedimiento establecido.
La constitución es la ley suprema, por lo que para cambiarla se necesita un elevado
consenso parlamentario. A lo largo de la historia, algunas constituciones, no todas,
regulaban ellas mismas su propio cambio.
La Constitución actual, la española de 1978 es una Constitución rígida; en el título décimo,
se puede estudiar cómo debe reformarse la Constitución.
- CONSTITUCIONES FLEXIBLES. Estas constituciones no contemplan ningún procedimiento
especial para la reforma constitucional. La Constitución no se pronuncia sobre la reforma
constitucional y no incluye un capítulo dedicado a ello. La Constitución se puede cambiar
aprobando en el parlamento una ley cualquiera posterior y contraria a la Constitución.
Las constituciones del siglo XIX en Europa eran flexibles. La constitución no era la norma
suprema, porque bastaba que el parlamente se reuniera y aprobara otra ley para cambiar
la constitución.
En ambos casos, la Constitución se puede cambiar. En las rígidas es mucho más difícil porque
hay un procedimiento para hacerlo, mientras que con las flexibles se hace simplemente
aprobando otra ley.
A lo largo de nuestra historia constitucional, España ha tenido varias constituciones y la
mayoría de ellas eran flexibles. Las únicas rígidas fueron la de 1812, la de 1869, la de 1931 y la
actual de 1978.
Hoy en día, cualquier constitución para ser una constitución de verdad debe ser rígida, las
flexibles ya no se dan, aunque si existieron durante el siglo XIX en Europa.
o Clasificación que distingue según quien apruebe la constitución entre constituciones otorgadas
(cartas otorgadas), constituciones pactadas o paccionadas y constituciones populares o
democráticas.
- CARTAS OTORGADAS. Son aprobadas por el rey y sus consejeros. El rey redacta la
constitución y la otorga al pueblo. Algunos autores las tratan como concesiones del rey al
pueblo, la nación. En el fondo, las cartas otorgadas son imposiciones del rey a la nación y
está claro que se aprueban en un contexto histórico en el que el rey es el dueño del
sistema político pero, como ha pasado ya el Antiguo Régimen, el rey tiene que adaptarse y
aparentar ser constitucionalista.
En la historia española la carta otorgada más conocida es el Estatuto Real de 1834. Más
interesante es la carta otorgada japonesa de 1889.
- CONSTITUCIONES PACTADAS. Nacen del pacto entre el rey y las Cortes, que representan
a los ciudadanos. El rey pierde poder con las revoluciones liberales del siglo XVIII y tiene
que pactar con las Cortes un texto constitucional, donde se refleja la voluntad del pueblo
y el poder del rey está limitado.
En el preámbulo de la constitución de 1876 se dice que “la constitución ha sido aprobado
en unión y de acuerdo el rey con las Cortes”. Pactan el rey y Cánovas.
o CONSTITUCIONES POPULARES. Son aprobadas por el Parlamento, integrado por
representantes del pueblo que se reúnen en asambleas. Son las constituciones de
nuestros tiempos. Hoy en día, todas las constituciones son populares y democráticas.
Igualmente, las primeras también lo fueron: surgieron de revoluciones frente al monarca.
Así, fueron constituciones populares la constitución estadounidense de 1787 la francesa
de 1791 y otras más actuales como las francesas de 1946 ó 1958, la italiana de 1947, la
portuguesa de 1976 y la de Weimar de 1919.
Este es el esquema que suelen respetar las constituciones de hoy en día, y sin duda la constitución
actual de 1978 respeta esta estructura.