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SALUD MENTAL Y ADICCIONES

Introducción.

En los últimos años el área del conocimiento que se encarga de estudiar el


comportamiento humano ha adquirido mayor importancia para mejorar la calidad
de vida de la población. Debido a que las principales causas de muerte en todo el
mundo se relacionan con enfermedades no trasmisibles, se estima que cerca de
74% de las muertes a nivel mundial son por dichas causas (OMS, 2023). Se
recomienda que los tratamientos para los pacientes con enfermedades no
transmisibles integren a un especialista de salud mental para poder mejorar la
adherencia al tratamiento, debido a que dichas enfermedades tienen como
principal factor de riesgo y protección los comportamientos. Entre los que resaltan:
poca actividad física, mala alimentación y consumo de sustancias adictivas (Peters
et al., 2019; OMS, 2023). Resulta complicado identificar si la salud mental
antecede al consumo de sustancias o si el consumo de sustancias antecede al
deterioro de la salud mental, pero lo que sí se puede reconocer es que ambas
variables mantienen una fuerte correlación (Granados et al., 2019; Rehm & Shield,
2019: Chandler, 2022) Por esa razón, el presente curso tiene como finalidad que
los profesionales de la salud conozcan los conceptos que se relacionan a salud
mental y adicciones, comprendan la relación que existe entre ambas variables y
los tratamientos enfocados a la prevención, cesación y control de recaídas.
Justificación.

La salud mental es un conjunto de premisas que conllevan al ser humano a una


integración de la salud física, psicológica y social, esta característica hace que los
individuos sin darse cuenta puedan ver interrumpida su salud al llevar actividades
que no convengan a su organismo, ni a su entorno psicosocial. La Organización
Mundial de la Salud identifico el rezago a nivel global en la atención de la salud
mental en las naciones y por esa razón en mayo de 2012, la 65.a Asamblea
Mundial realizó un proyecto de acción con un enfoque integral y multisectorial,
estableciendo una mayor atención a la promoción, prevención, tratamiento,
rehabilitación, atención y recuperación en la Salud. Así mismo adoptó la resolución
sobre la necesidad de una respuesta integral y coordinada de los sectores
sanitarios y sociales de los países para abordar el tema de salud mental a nivel
mundial. Con el lema «no hay salud sin salud mental” (WHO, 2020).

La Salud Mental es definida por la Organización Mundial de la Salud como: El


estado de bienestar en el cual el individuo es conscientes de sus propias
capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de
manera productiva y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
Lamentablemente se estima que a nivel mundial existen cerca de 1000 millones
de personas que viven con algún trastorno mental, en México hay cerca de 15
millones en estas condiciones y se considera que esta población suele ser de las
más desatendidas (Diaz et al., 2022). Debido a que somos seres biopsicosociales
son múltiples los factores que influyen sobre el deterioro de la Salud Mental, entre
los que resaltan: los factores genéticos, violencia social, pobreza, estilo de vida
poco saludable, consumo de sustancias psicoactivas y enfermedades crónica no
transmisibles.
Por lo general las personas que presentan complicaciones en la salud mental
presentan conductas poco saludables, como lo es el consumo de sustancias
adictivas. Existen diferentes razones que explican esta relación: se ha abordado
desde un enfoque genético en aquellas personas con trastornos psicóticos y se ha
mencionado que el consumo de tabaco tiene un papel terapéutico para algunos de
los síntomas psicóticos. En el caso de los pacientes esquizofrénicos, por ejemplo,
la prevalencia puede llegar hasta más de un 50% de fumadores. (Bobes et al.,
2010) Así mismo el paciente psiquiátrico que es reforzado y estructurado por
cigarrillos puede mantener una mayor adherencia a las indicaciones del personal
de alud, tal vez por esta razón (que no es justificable), el sistema sanitario tolera y
facilita el hábito tabáquico en los enfermos mentales. Por otra parte, es reconocido
que las personas que presentan trastornos emocionales como ansiedad y
depresión tienen una prevalencia alta en el consumo de sustancias adictivas,
debido que afecta al estado de ánimo y hace la persona tenga más riesgo de
abuso y adicción (Contreras et al., 2020).

En la relación que hay entre la Salud Mental y el Consumo de sustancias aditivas,


resulta complicado señalar si los trastornos emocionales y psiquiátricos
determinan la dependencia a la alguna sustancia o si el consumo incrementa la
posibilidad de deteriorar la salud mental. Es decir, la salud mental y el consumo de
sustancias psicoactivas no es un proceso lineal, en el cual se reconozcan los
momentos específicos en los cuales un factor favorece al otro. Resulta más
comprensible reconocer que la relación entre ambas variables es recíproca y
cíclica. La que si podemos mencionar de manera contundente es que consumo de
sustancias adictivas representa un problema de salud pública y también de salud
mental. Ya que afecta a millones de personas y es uno de los principales factores
que promueven enfermedad metal y física, en algunos casos puede ocasionar
mortalidad.
A nivel mundial se estima que alrededor de 275 millones de personas
consumieron drogas en todo el mundo durante el 2021 y más de 36 millones de
personas sufrieron trastornos por su consumo, según el Informe Mundial sobre las
Drogas (UNODC, 2021). Estas cifras nos colocan en un panorama completamente
alarmante, si además consideramos que la edad de inicio de consumo de
sustancias adictivas suele ser de entre los 12 y 15 años (CONADIC, 2019). La
persona con dependencia por lo regular compromete su salud mental, debido a
que comienza a disminuir su actividad física, descuida sus hábitos alimenticios
(dieta mala en cantidad y calidad) y una ingesta de líquido de características poco
saludables. Lo que genera espectros de vida disfuncionales que lo incrementa la
posibilidad de desarrollar alguna enfermedad no trasmisible-crónico-degenerativa.
Las cuales son consideradas la epidemia del siglo XXl. Es decir, el consumo de
sustancias adictivas genera un deterioro en la salud física y mental, lo que implica
un estado de comorbilidad en el cual el consumo de sustancias se considera como
un trastorno primario y las enfermedades no transmisibles se pueden clasificar
como trastornos secundarios y naturalmente prevenibles. Sin embargo, pocas
personas en el mundo tienen acceso a servicios de salud mental de calidad. En
los países de ingresos bajos y medios, como es México, se calcula que ha
incrementado considerablemente la prevalencia de personas con trastornos
mentales, neurológicos y por consumo de sustancias, las investigaciones han
identificado que son pocas las personas que reciben tratamiento para su afección
(Gracia et al., 2021). Por otra parte, los pacientes con patología dual (salud mental
/ Adición) presentan condiciones de vida más estresantes y problemas de acceso
al sistema sanitario, por lo que el mejorar su calidad de vida supone todo un reto

También hay que resaltar que, a nivel social la salud mental y las complicaciones
físicas que se dan por el consumo de sustancias adictivas generan mayor
pobreza. Además, las incapacidades que generan ambas variables disminuyen o
frenan el potencial de desarrollo de las personas y por tanto de los núcleos
familiares (OMS, 2022). Si consideramos la definición de Salud Mental brindada
por OMS (2022): se puede reconocer que la salud mental parte del bienestar
personal, favoreciendo la implicación de las conductas adaptativas para afrontar
las demandas ambientales de manera eficaz e impactando de manera positiva en
el entorno social. Lo que se ajusta a lo planteado dentro de la Norma 028 para la
prevención, tratamiento y control de las adicciones, ya dentro de esta norma se
estable objetivos específicos para establecer los procedimientos y criterios para
brindar una atención integral a las personas que presentan dependencia a alguna
sustancia psicoactiva.

Objetivo

El presente curso plantea que el trabajo en la salud de las personas con consumo
de sustancias adictivas, implica mejorar su salud mental, ya que los programas
establecidos en nuestro país tienen un riguroso apego a establecer estilos de vida
saludables. Por todo lo anterior resulta importante que se comprenda al paciente
con consumo de sustancias adictivas de manera más holística. Conociendo los
factores de riesgo y protección, los trastornos afectivos que mantienen correlación
con la etiología, desarrollo y manteniendo, y naturalmente conocer y aplicar los
mejores tratamientos.
Referencias.

Bobes, J., Arango, C., García–García, M., y Rejas, J. (2010). Healthy


lifestyle habits and 10–year cardiovascular risk in schizophrenia spectrum
disorders: an analysis of the impact of smoking tobacco in the CLAMORS
schizophrenia cohort. Schizophrenia Research, 119, 101–109. doi:
10.1016/j.schres.2010.02.1030.
Chandler, T. L., Dombrowski, F., & Matthews, T. G. (Eds.).
(2022). Enfermedad mental concurrente y trastornos por uso de sustancias:
tratamiento integrador basado en la evidencia y aplicación multicultural. Routledge.
Contreras Olive, Y., Miranda Gómez, O., & Torres Lio-Coo, V. (2020).
Ansiedad y depresión en pacientes adictos a sustancias psicoactivas. Revista
Cubana de Medicina Militar, 49(1).
Díaz-Castro, L., Cabello-Rangel, H., Medina-Mora, M. E., Berenzon-Gorn,
S., Robles- García, R., & Madrigal-de León, E. Á. (2022). Necesidades de
atención en salud mental y uso de servicios en población mexicana con trastornos
mentales graves. salud pública de méxico, 62(1, ene-feb), 72-79.
García-Pacheco, J. Á., Ortega, M. D. L. T., & Borges, G. (2021). La carga
de la enfermedad mental en México, 1990-2019: trastornos mentales,
neurológicos, uso de sustancias, suicidio y trastornos somáticos
relacionados. Revista de Psiquiatría y Salud Mental.
Granados, M. O. M., Estrada, F. J. D., & Hernández, J. A. S. (2019). Salud
mental y drogas. TEPEXI Boletín Científico de la Escuela Superior Tepeji del
Río, 6(12), 48-53.
https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/477564/Inform
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Mexicana, N. O. (2009). NOM-028-SSA2-2009-Para la prevención,
tratamiento y control de las adicciones. Mexico: Secretariat of Health.
Organización Mundial de la Salud (2022). Salud mental: fortalecer
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(who.int)
Peters, R., Ee, N., Peters, J., Beckett, N., Booth, A., Rockwood, K., &
Anstey, K. J. (2019). Common risk factors for major noncommunicable disease, a
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Rehm, J. y Shield, K. D. (2019). Carga mundial de morbilidad y el impacto
de los trastornos mentales y adictivos. Informes actuales de psiquiatría, 21, 1-7.
Secretaria de salud (2019) Informe sobre la Situación del Consumo de
Drogas en México y su atención integral. Recuperado de:
World Health Organization; Mental Health Action Plan 2013-2020; retrieved
on 2020/01/28under
https://www.who.int/mental_health/action_plan_2013/mhap_brochure.pdf?ua=1

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