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Actividad 2: Ensayo

Lic. Gabely Fernanda De Santos Escobedo

Universidad Iexpro

Maestría En Psicología Clínica Y De La Salud

Epistemología Y Psicología De La Salud

Dra. Lina Edelmira Mancilla Vera

Jueves 14 de marzo del 2024


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INTRODUCCIÓN

La Conferencia de la Organización Mundial de la Salud de Alma Ata define la


Atención Primaria de la Salud como:

La asistencia sanitaria esencial basada en métodos y tecnologías prácticos,


científicamente fundados y socialmente aceptables, puesta al alcance de todos los
individuos y familias de la comunidad mediante su plena participación y a un costo que
la comunidad y el país puedan soportar, en todas y cada una de las etapas de su
desarrollo con un espíritu de autorresponsabilidad y autodeterminación. La atención
primaria forma parte integrante tanto del sistema nacional de salud, del que constituye la
función central y el núcleo principal, como del desarrollo social y económico global de la
comunidad. Representa el primer nivel de contacto de los individuos, la familia y la
comunidad con el sistema nacional de salud, llevando lo más cerca posible la atención
de salud al lugar donde residen y trabajan las personas, y constituye el primer elemento
de un proceso permanente de asistencia sanitaria (OMS, 1978, p. 1).

Por lo tanto, la atención primaria, como su nombre lo dice, es el primer elemento


de la asistencia médica brindada por el sistema nacional de salud y está fundamentada
en el método científico, debiendo de estar al alcance de todos los integrantes de una
comunidad, a un costo accesible y estando orientada hacia la atención de los problemas
de salud del individuo y la comunidad, prestando los servicios de promoción, prevención,
tratamiento y rehabilitación necesarios para resolver dichos problemas. Es importante
saber que dichos servicios pueden coexistir ya que son complementarios y una persona
puede necesitar servicios de promoción de la salud y tratamiento de enfermedad a la vez
o rehabilitación y promoción de la salud, por ejemplo.

La promoción de la salud comprende el enseñar y orientar a la comunidad a


mejorar el estilo de vida que se lleva, así como tener una adecuada higiene, ingesta
alimenticia según los requerimientos nutricionales de cada individuo, así como la
actividad física regular y me atrevería a incluir herramientas emocionales y conductuales
de autocuidado, para así fomentar el máximo disfrute y calidad de vida en los individuos.
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La prevención de enfermedad se refiere a la acción realizan los servicios de salud


considerando a los individuos y a las poblaciones como expuestas a factores de riesgo
biopsicosociales identificables, que suelen ser con frecuencia asociados a diferentes
conductas de riesgo de los individuos.

El tratamiento es el conjunto de estrategias que tienen como objetivo curar o aliviar


enfermedades físicas o mentales presentadas en el paciente; mientras que la
rehabilitación se refiere al conjunto de intervenciones diseñadas para optimizar el
funcionamiento y reducir la discapacidad en individuos con condiciones de salud en
interacción con su entorno.

Partiendo del modelo biomédico se comenzó a tener mayor interés en la


psicología en el campo de la psicología y la promoción de la salud “debido al cambio en
la prevalencia de enfermedades infecciosas a enfermedades crónicas, el coste elevado
de los cuidados de salud, y un mayor énfasis en la calidad de vida” (Redondo, 2013 p.
64 citado de Oblitas, 2008).

Y así es como ingresa el campo de la Psicología a tener mayor relevancia después


de tener un lugar inexistente en la atención primaria de salud.

DESARROLLO

La atención primaria de la salud

Según Holtzman, W., Evans, R., Kennedy, S., y Iscoe, I. (1998) a medida que el
interés médico por la enfermedad ha dejado de concentrarse en las causantes físicas,
se ha mostrado una preocupación mayor por las aflicciones humanas y su dinámica, las
técnicas del cambio comportamiento para mejorar la salud, instruidas por los psicólogos
de la salud, fueron útiles para modificar los patrones de mortalidad y morbilidad de las
enfermedades (p. 264-265).

Es inevitable que, como seres humanos, podamos contraer alguna enfermedad,


ya que no sólo nuestro comportamiento y estilos de vida saludable influyen en el
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padecimiento de las mismas, teniendo en cuenta el componente genético heredable, más


sin embargo si un paciente tenía predisposición genética a padecer algún trastorno
mental, si tuvo una infancia y un contexto emocionalmente saludable, por ejemplo, es
posible que (teniendo en cuenta cada caso individual) no presente algún trastorno
mental, presentando algunos síntomas, pero sin cumplir con los criterios diagnósticos de
dicho trastorno o de presentarlo es más probable que cuente con las herramientas
emocionales que le ayuden en el proceso de enfermedad, que si hubiera tenido una
crianza y contexto adversos.

Si es importante fomentar la promoción de la salud física, lo es también la salud


mental, ya que cada una de cuatro personas presentarán un trastorno mental a lo largo
de su vida, siendo los más comunes la ansiedad y depresión en la población no sólo
mexicana, si no a nivel mundial. Lamentablemente no se le da la misma importancia a la
promoción, prevención y tratamiento de la salud mental, tanto es así que frecuentemente
es visible que los servicios de salud se enfocan en el tratamiento de las enfermedades,
descuidando la promoción y la prevención de las mismas, además que en temas de
tratamiento de la enfermedad, por ejemplo en la consulta en los servicios de salud hay
pacientes que reportan que sus médicos minimiza o resta importancia a la sintomatología
emocional, donde además resultan estigmatizados con respuestas por parte de
losespecialista como: “de que se preocupa”, “tan joven y con ansiedad”, “sólo son
nervios” “usted no tiene nada”, “las pruebas físicas no muestran nada”, en ocasiones sin
canalizar al paciente a servicios de atención psicológica o psiquiátrica, incrementando
las preocupaciones del paciente y causando iatrogenia psicológica.

Estilos de vida y promoción de la salud

Holtzman, W., Evans, R., Kennedy, S., y Iscoe, I. (1998) afirman que los
psicólogos de la salud tienen la firme convicción de que el estilo de vida y la salud o la
enfermedad están correlacionados.

Esto pudo corroborarse según los resultados emitidos por el Inspector General de
Sanidad de los Estados Unidos en 1976, donde afirmaba que la mitad de todas las
muertes ocurridas en aquel año en el país eran debidas a estilos de vida nocivos (p. 265).
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Por lo tanto, el papel del psicólogo de la salud, abanderado de las técnicas


conductuales, alcanzó mayor notoriedad, ya que éste podía influir en el comportamiento
mismo de la enfermedad, haciendo que se convierta o no en una enfermedad crónica,
degenerativa o mortal, trayendo consecuencias a nivel físico, emocional y social a
quienes las padecen. Agregando que para los sistemas de salud de cada país es más
costosa la atención y tratamiento de un paciente enfermo, que el promover la salud y el
prevenir la enfermedad de dicho paciente.

El profesional de psicología debe participar en el mejoramiento de los sistemas de


salud, desarrollando e implementando un programa de promoción de la salud según lo
que afirma (Redondo, 2013 p. 68 citado de Ballester y Gil, 2010).

Lo anterior hace referencia a que el psicólogo de salud tiene que velar que las
conductas a promover a la población deben tener como objetivo la máxima calidad de
vida de las personas, y que éstas conductas promovidas tienen que tener procedimientos
a seguir entendibles para la población junto con la metodología que demuestre la validez
y confiabilidad de los resultados.

Es importante que también el psicólogo de la salud, en ésta búsqueda de


promover la salud, fomente entornos óptimos que busquen el mejoramiento de entornos
saludables tomando en cuenta la participación de los individuos y de los grupos, para
adaptar los esfuerzos de promoción de la salud a las necesidades de los individuos.

Según Redondo, (2013), el psicólogo de salud tendría que tener en cuenta la


relación entre los estilos de vida, conductas de salud o riesgo de un individuo o de un
grupo y de ésta forma realizar un programa de intervención adecuado para poder
fomentarlo en el individuo o grupo al que se le planea promover estilos de vida saludables
(p. 69).

Un ejemplo concreto sería el caso de un psicólogo de salud que trabaja con un


grupo de adultos jóvenes que tienen un alto riesgo de desarrollar enfermedades
cardiovasculares debido a sus estilos de vida sedentarios y poco saludables.
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La prevención y el control de riesgos de enfermedad

Respecto a la contribución de los psicólogos a la prevención y control de las


enfermedades Holtzman, W., Evans, R., Kennedy, S., y Iscoe, I. (1998) mencionan que,
apenas en los años sesenta, el Instituto el Instituto Nacional de Investigación Dental de
los Estados Unidos reconoció mediante el apoyo a la investigación en la Universidad de
Houston la aportación de la Psicología de la salud. Este trabajo planteó preguntas sobre
la relación entre las creencias acerca de la salud y el comportamiento real con respecto
a la salud (p. 268).

Lo anterior marcó la pauta para que pudieran estudiarse los patrones de


comportamiento de personas propensas a diferentes enfermedades, tales como las
coronarias, enfermedades cardiovasculares, tabaquismo, cáncer, hipertensión, diabetes,
entre otros, suceso que demuestra la importancia del rol del psicólogo de la salud,
impactando positivamente en los patrones de mortalidad y morbilidad de las
enfermedades.

La psicología de la Salud se incorporó desde una visión preventiva en tres niveles


de intervención básicos de la prevención de las enfermedades prevención primaria,
secundaria y terciaria (Redondo, 2013 p. 67 citado de Martín, Gené y Subías, 2008):

La prevención primaria consiste en la intervención inicial, en donde el objetivo a


seguir es evitar el desarrollo o la aparición de enfermedad, de ésta manera puede reducir
la enfermedad.

La prevención secundaria se ubica en la etapa de reducción de la evolución de la


enfermedad mediante acciones desarrolladas cuando los síntomas y signos no son
aparentes, buscando reducir la prevalencia de la enfermedad; mientras la prevención
terciaria está enfocada a minimizar los efectos negativos de la enfermedad a través del
tratamiento y rehabilitación.

En referencia al ámbito de la prevención primaria, el trabajo del psicólogo de la


salud pudiera ser, por ejemplo, el trabajar con una comunidad con alta incidencia en
estrés laboral organizando talleres o pláticas informáticas sobre gestión de estrés,
autocuidado y técnicas de relajación físicas y mentales, además de colaborar con las
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empresas locales para implementar políticas de bienestar en el lugar de trabajo,


mostrándoles la incidencia positiva que esto puede traer para sus empresas.

Respecto a la prevención secundaria, el rol del psicólogo de la salud pudiera


enfocarse al trabajar con pacientes con factores de riesgo para desarrollar diabetes,
como obesidad y predisposición genética. Realizando entrevista e historia clínica para
identificar las dificultades que podrían presentar para adoptar hábitos de vida saludable
como la dieta y el ejercicio. Para implementar nuevos hábitos el profesionista en
Psicología de la salud pudiera atenderlos en sesiones de psicoeducación para establecer
metas alcanzables con el objetivo de prevenir la diabetes. Además, puede trabajar en
multidisciplinariedad con el especialista en salud interna para monitorear y tratar a los
pacientes.

En relación a la prevención terciaria el psicólogo de la salud pudiera intervenir


con pacientes que han sufrido un infarto de miocardio, brindando apoyo emocional y
psicológico a los pacientes y sus familias mientras se adaptan a los cambios de estilo de
vida, enfrentando la ansiedad relacionada a su condición de salud. Trabajando por
ejemplo con el enfoque cognitivo conductual para ayudar a los pacientes a manejar el
estrés y modificar los pensamientos irracionales que puedan interferir con su
recuperación. Lo anterior descrito de la mano del médico para garantizar una atención
integral.

El psicólogo de la salud podrá utilizar las herramientas que sean útiles en cada
caso, siendo estas la evaluación, la entrevista e historia clínica, la observación y los
cuestionarios psicológicos

Riesgos psicosociales

Para atender las necesidades de salud de los individuos, el psicólogo de la salud


en sus acciones tendrá que tomar en cuenta los factores psicosociales de riesgo que
presentan, además de los biomédicos, enfatizando la necesidad urgente de atención en
materia de salud mental, ya que se estima que en el año 2019, una de cada 8 personas
en el mundo presentaba algún trastorno mental, lo que equivale a 970 millones de
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personas, entre ellas 301 millones sufrían un trastorno de ansiedad, seguidas de 280
millones de personas que padecían depresión, según lo que informó la OMS (2022) en
su artículo digital sobre trastornos mentales, haciendo referencia a los resultados
expuestos por el Instituto de Instituto de Sanimetría y Evaluación Sanitaria en su estudio
Global Health Data Exchange (2019).

Los riesgos psicosociales reducen la capacidad de los individuos, familias y


comunidades de enfrentarse a las necesidades y exigencias del medio, incluyendo las
enfermedades.

Éstos pueden estar descritos como la desorganización social, delincuencia,


violencia, desintegración familiar, dieta deficiente, circunstancias sociales y económicas
desfavorables, mala gestión del estrés, accidentes de trabajo y de tráfico en aumento,
abuso de alcohol, tabaco y drogas y asilamiento social, entre otros.

Estilos de vida

Los estilos de vida saludables que resultarían como factores protectores para la
aparición de alguna enfermedad, por lo general están relacionados a llevar una dieta
balanceada, tener actividad física regular, mantener un peso saludable, evitar el
consumo de tabaco, limitar el consumo de alcohol, tener un adecuado manejo de estrés,
dormir lo suficiente y realizar actividades donde exista interacción social.

Dichos estilos de vida saludables deberán ser promovidos por el profesionista en


Psicología de la salud en compañía del equipo multidisciplinario requerido según el caso,
para lograr incidir positivamente en la salud física y mental de las personas.

CONCLUSIÓN

El profesional en Psicología de la salud, en lo que respecta a la atención de los


procesos de salud – enfermedad, debe enfocarse a la promoción de la salud, prevención
de la enfermedad, tratamiento y rehabilitación de los individuos, teniendo especial
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atención en la relación que éstas tienen con los estilos de vida, conductas de riesgo y
riesgos psicosociales que presenten los individuos a tratar.

Es también materia del psicólogo de salud participar en el mejoramiento de los


sistemas de salud, desarrollando e implementando programas de promoción de la salud
buscando la máxima calidad de vida de las personas, tanto en el área de investigación,
aplicación y formación de programas de promoción de la salud. Es importante además
que se involucre en la visión preventiva y de tratamiento de las enfermedades, en sus
tres niveles, prevención primaria, prevención secundaria y prevención terciaria; sin dejar
de lado su influencia en las áreas de investigación involucrándose con otras ramas de
origen biomédico, atendiendo temas diversos como la salud reproductiva, la salud de los
niños (as), de los adolescentes, adultos y adultos mayores; adquiriendo las competencias
y herramientas adecuadas que sean útiles e impacten de forma positiva a las
necesidades de los servicios de salud.

Cabe mencionar que lo anteriormente descrito respecto al rol del profesionista en


Psicología de la salud, debe ser acompañado siempre por el trabajo en conjunto de un
equipo multidisciplinario que pueda dar respuesta a las necesidades de los individuos,
brindándoles de esta forma una atención integral.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Holtzman, W., Evans, R., Kennedy, S., y Iscoe, I. (1998). Psicología y salud:
Contribuciones de la psicología al mejoramiento de la salud y de la atención de salud,
pp. 264, 265 y 268.

Organización Mundial de la Salud. (1978). Atención Primaria de la Salud. Informe


de la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria Alma Ata. Pp. 1.

Organización Mundial de la Salud (2022). Trastornos mentales,


https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-
disorders#:~:text=Esta%20nota%20descriptiva%20se%20centra,personas)%20padec%
C3%ADan%20un%20trastorno%20mental

Redondo, D. (2013). Rol del profesional en atención primaria de la salud. Rev.


electrónica de estudiantes Esc. de psicología. Pp. 64, 67, 68 y 69.

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