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Administración, Aplicación Y Calificación De Los Tests


Sin importar qué tan cuidadosamente se elabore una prueba, los resultados no tienen ningún
valor si no se administra y califica ésta en forma adecuada. La necesidad de contar con
procedimientos y guías establecidos para administrar y calificar pruebas psicológicas y
educativas es reconocida por todas las organizaciones profesionales dedicadas a la evaluación
de personas.

El procedimiento que debe seguirse para aplicar una prueba o cualquier otro instrumento
psicométrico depende del tipo de que se trate (individual o colectiva, con tiempo
predeterminado o sin éste, cognoscitiva o afectiva), lo mismo que de la edad cronológica, la
educación, los antecedentes culturales y el estado físico y mental de los examinados. No sólo
la disposición, la habilidad para resolver pruebas y la motivación de los examinados afectan el
desempeño, sino también la apariencia y el comportamiento de quien aplica la evaluación, así
como la situación. Sobre todo, en el caso de pruebas individuales, son importantes la habilidad
y la personalidad del examinador.

Deberes del examinador antes de la prueba:

Programación, consentimiento informado, familiarizarse con la prueba, garantizar condiciones


de evaluación satisfactorias, reducir los fraudes.

Deberes del examinador durante la prueba:

Seguir las instrucciones de la prueba, permanecer alerta, establecer una relación interpersonal,
prepararse para manejar problemas especiales, flexibilidad, pruebas orales, aplicar una
prueba, ingenio para resolver pruebas, cambiar las respuestas.

Deberes del examinador después de la prueba:


Después de administrar una prueba individual, el examinador debe recoger y guardar en lugar
seguro todos los materiales de la prueba. Es preciso animar a los examinados sobre su
desempeño, tal vez darles alguna pequeña recompensa si se trata de niños y conducirlos al
lugar adecuado. En evaluaciones clínicas, en general es importante consultar con el padre o
acompañantes del examinado, quizás antes y después de la prueba. Al terminar la prueba,
también se dará información sobre lo que se hará con los resultados a los examinados y/o a
sus acompañantes.

Las pruebas adaptativas: Históricamente, no se ha seguido con precisión en todas las pruebas
un procedimiento de aplicación de pruebas en el que se presenten los mismos reactivos a
todos los examinados. No obstante, en general se ha permitido poca flexibilidad al determinar
los reactivos.

Calificación de los tests: Los diseñadores profesionales de tests no esperan a que se elabore y
administre una prueba antes de decidir qué procedimiento de calificación usarán. En una
prueba realizada por maestros consistente en varias partes que incluyen distintos contenidos o
tipos de reactivos, es posible que el maestro quiera obtener calificaciones separadas de las
diversas partes, así como un resultado general de la prueba en su conjunto.

Las pruebas de ensayo pueden hacerse más efectivas al estructurar la tarea con claridad, de
modo que la interpretación de una pregunta no varíe mucho de una persona a otra. La
calificación puede basarse entonces en la calidad de la respuesta.
Una ventaja exclusiva de las pruebas objetivas es la eficiencia y precisión con que pueden
calificarse. Mientras quienes evalúan pruebas de ensayo dedican en general horas para leer las
respuestas y revisar su corrección, un empleado puede calificar una prueba objetiva de
manera rápida y precisa mediante una plantilla o una máquina. De modo que es posible
regresar las pruebas a los estudiantes cuando aún tienen en mente el material visto en ellas.

Después de haber administrado y calificado las pruebas, es preciso calificar los resultados. En
el caso de pruebas realizadas por el maestro, la evaluación de los resultados en general implica
asignar letras o notas. La asignación de notas es un proceso bastante subjetivo, dependiente
no sólo de la prueba misma, sino de las expectativas del evaluador y de las calificaciones
obtenidas por otros estudiantes. El sistema de asignación de notas, en que A se considera
excelente o superior, B superior al promedio o bueno, C es el promedio, D es inferior al
promedio o deficiente, y F es insuficiente o reprobado, es una forma de interpretación de
resultados o de evaluación del desempeño.

Las notas en letra implican la evaluación del desempeño académico mediante la aplicación de
diversas pruebas de aprovechamiento a los estudiantes. Interpretar las calificaciones en dichas
pruebas puede ser un proceso muy complejo, dependiendo del tipo de prueba y los propósitos
para los que se aplique.

Los examinados deben estar preparados, motivados para desempeñarse bien y relativamente


exentos de tensión y de otras condiciones distractoras. En general, las circunstancias de
prueba deben ser física y psicológicamente cómodas, de modo que los examinados se sientan
dispuestos a realizar su mejor esfuerzo. Como regla general, debe informarse a los examinados
sobre el o los objetivos de la prueba, cuándo y dónde se administrará, cuál será el formato y el
material que aborda. Los examinadores también deben intentar entablar un buen rapport con
los examinados, en particular en el caso de pruebas aplicadas de manera individual. Quienes
administran la mayoría de las pruebas individuales deben tener un título o certificado formal
expedido por un organismo gubernamental apropiado o ser supervisados por otro examinador
certificado.

El ingenio para resolver pruebas, los aciertos al adivinar, cambiar las respuestas y hacer
trampas son algunos de los factores que pueden inflar los resultados en una prueba objetiva;
alardear, usar una redacción rebuscada o buena caligrafía tienen el mismo efecto en las
pruebas de ensayo.

Muchas pruebas objetivas se califican con ayuda de computadoras u otras máquinas


especiales. En general, la calificación a máquina es superior en términos de velocidad y
precisión, pero menos flexible que la realizada a mano. En las pruebas adaptativas, donde la
secuencia de las preguntas presentadas al examinado varía de acuerdo con su posición
estimada en la variable especificada y con sus respuestas a reactivos anteriores, el tiempo de
administración se reduce considerablemente.

Se han investigado a fondo los efectos de asignar distinto peso en la calificación para
diferentes tipos de reactivos objetivos o para distintas respuestas a un reactivo. En general, no
se recomiendan ponderaciones previas para calificar pruebas que consistan en 20 o más
reactivos. Las calificaciones en pruebas de aula también pueden convertirse en notas, ya sea
usando un conjunto establecido de porcentajes como los especificados en el método Cajori o
de una manera más subjetiva.

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