Está en la página 1de 4

Universidad Da Vinci de Guatemala

Campus Central
Facultad de Música
Técnico en ejecución musical
Lic. Ethel Marina Batres Moreno
Cultura, Identidad y Descolonización.

¿Qué Hago para Descolonizarme?

José Oscar Pérez Gómez

28 de mayo de 2019
Hacia un Pensamiento Descolonizado
Para encaminarnos hacia una descolonización de acciones y pensamientos
debemos tener claro qué es lo que nos lleva a un estado de pensamiento
colonizado y a través de que factores nos vemos obligados consiente e
inconscientemente a seguir un sistema o estilo de vida impuesto por entidades
que ejercen una supremacía hegemónica en nuestro entorno.

Es necesario entonces entender la diferencia entre el colonialismo y la


colonialidad, dado que el colonialismo se da cuando un determinado sistema,
político o económico, por ejemplo, es impuesto por un estado extranjero hacia otro
estado de menor influencia, a través de una dominación de tipo militar y la
colonialidad representa una gran variedad de fenómenos que abarcan desde lo
psicológico y existencial hasta lo económico y militar, y que tienen una
característica común: la determinación y dominación de uno por otro, de una
cultura, cosmovisión, filosofía, religiosidad y un modo de vivir por otros del mismo
tipo. En sentido económico y político, la colonialidad es el reflejo de la dominación
del sector extractivo, productivo, comercial y financiero de los estados y sectores
colonizados por parte de los países industrializados lo que lleva a la dependencia
y del “desarrollo del subdesarrollo”, la subalternidad y marginalidad de las
neocolonias frente al dominio de los imperios dominadores.

El ser humano es colonizado de pensamiento y conducta desde temprana edad


a través de los sistemas educativos a los cuales son expuestos, en el que el
estado puede controlar qué cosas de la historia de su entorno conoce y cómo las
conoce el individuo, esto bajo la influencia de los países de primer mundo que
están en una constante lucha por el control hegemónico de aspectos como la
economía y de determinados territorios que benefician a esta, no de una forma de
conquista a todas luces agresiva y hostil como sucedió en América en el siglo XV
por los reinos europeos, sino a través de sistemas políticos, legislativos,
económicos que buscan el aparente apoyo y beneficio de los países en
subdesarrollo, pero que han utilizado como maneras más sutiles en la intromisión
de las conductas sociales de los individuos para afectar su cultura y que adopten
las creencias que estas grandes metrópolis buscan. Esto para neutralizar la
cultura propia que tiene un pueblo para imponer nuevas creencias culturales,
religiosas y de conducta, para encaminarlos a una dependencia aparentemente
inexistente pues son países “libres y soberanos”.

Entonces ¿cómo vamos a dirigirnos hacia un pensamiento descolonizador que


nos lleve a una libertad de creencias y que nuestro accionar sea, ahora sí, no
dependiente de ninguna influencia de los poderes que busca su propio beneficio?

Para responder a esta pregunta debemos reflexionar y saber en qué entorno


estamos situados y cómo dejamos que esto influya en las acciones que
realizamos como individuos. Puesto que en algo tan subjetivo como lo puede ser
el pensamiento, es muy delgada la línea que llega a dividir un pensamiento
descolonizado a un pensamiento influenciado. Al estar consientes de donde
estamos, podemos entonces encaminarnos a acciones y pensamientos que nos
lleven a una libertad plena y así poder incidir en el pensamiento de los demás,
entendiendo que la colonización cultural consiste en adoptar creencias, de
cualquier índole, de estados extranjeros o ajenos y sustituirlas por nuestras
propias creencias culturales debido a una influencia mayor. Ahora si la
descolonización consistiera en eliminar de la cultura todas esos aspectos
culturales, filosóficos, religiosos, gastronómicos, entre otros, que se fueron
impuestos y que se adoptaron como algo natural a la propia cultura deberíamos
eliminar elementos como calendarios, idiomas, la religión y muchos otros
elementos de la colonización de antes.

Entonces el primer paso hacia la descolonización es entender que es


prácticamente imposible evitar que diferentes culturas coexistan ahora en un
mismo espacio geográfico, pero que sí se puede buscar tener una relación
equilibrada de aprendizaje entre sí, sin que ninguna de ellas se vea puesta en un
papel de Dominante-dependiente. Entonces entendemos que la multiculturalidad
es parte de la descolonización y esta convivencia entre varias culturas dentro de
un espacio físico, geográfico o social que abarca todas las diferencias de aspectos
tales como los religiosos, lingüísticos, racial o étnico puede darnos una pauta para
un pensamiento más neutral. Podemos decir que alcanzamos un pensamiento
descolonizado cuando aún estando en contacto cercano con otras culturas
aprendemos de ellas y no las menospreciamos por su origen, estrato social, y que
somos inclusivos en la búsqueda de un desarrollo social, cultural y económico
equitativo.

Esto roza una delgada línea entre ser solamente tolerantes y no ser inclusivos
en todos los aspectos, es de comprender que la descolonización no es un suceso
que se de en ciertos pueblos y en un solo momento de la historia si no más bien
es un proceso abierto que está en constante evolución y adaptación. Pero dando
el primer paso entendiendo que como seres humanos tenemos diversidad
creencias, podemos entonces encaminarnos hacia acciones más concretas en
otros campos. La multiculturalidad como herramienta crítica y descolonizadora
tiene que apuntar a una reflexión alrededor de los parámetros que dividen a los
individuos pertenecientes a una cultura y que se convierten en aspectos de
desigualdad para convertir estos elementos divisorios en elementos inclusivos.

También podría gustarte