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Planificación de la plantación:
1.
1.INJERTOS Y PORTAINJERTOS.
El injerto es una forma de multiplicación vegetativa, poniendo en contacto dos partes vegetales
para formar una sola planta, reuniendo dicha planta todas las características de ambos vegetales.
Injerto en la vid.
En el caso de la vid se hace imprescindible su uso por la necesidad de dotar a la vitis vinifera de
resistencia a la filoxera. (Plaga más importante de la vid)
Portainjerto:
Se utiliza para combatir en zona afectada por la filoxera, o invasión de nematodos ya que son
dos grandes problemas que afectan a la vid y la solución más directa es el uso de portainjertos.
En la vid la temperatura óptima para el injerto es de 24-27°C con más de 29°C se obtiene una
producción abundante de tejido de callo. A menos de 20°C la producción de callo es lenta y por
debajo de 15°C no existe.
2- Humedad:
Las células de parénquima que forman el tejido de callo son de paredes delgadas y muy
sensibles a la deshidratación, si se exponen al aire. Las células muy turgentes son más capaces de
dar un callo abundante que aquellas que están en condiciones de marchitez.
Si el patrón está en fase de reposo o crecimiento lento es más difícil la multiplicación de células
de cambium en el injerto.
Si se pone en contacto sólo una reducida porción de las regiones cambiales del patrón y de la
variedad, la unión será deficiente.
Contaminación con patógenos:
En ocasiones entran en las heridas, producidas al injertar, bacterias y hongos que causan la
pérdida del injerto.
Hasta ahora no se han obtenido resultados prácticos con el empleo de estas sustancias
(reguladores de crecimiento, auxinas y kinetinas o la combinación de éstas con ácido abscísico)
2.MULTIPLICACIÓN DE LA VID.
Características de la multiplicación de la vid:
2.1. Portainjertos
A finales del siglo XIX, el uso de portainjertos derivado de especies de Vitis América
salvó al cultivo de la vid de la extinción en Europa debido a la introducción, en el material de
siembra importado, de insectos como el pulgón de la filoxera (Daktulosphaira vitifoliae).
Otro dato importante para tener en cuenta es que el portainjerto también puede ser de
una especie distinta a la de la variedad, pero por lo general debe existir proximidad taxonómica
entre ambos miembros. Cuanto más alejados filogenéticamente están los componentes de la
combinación, mayores son las posibilidades de que se produzcan problemas de compatibilidad
entre ellos. Esos problemas se manifiestan de distintas maneras y dan lugar a lo que se denomina
incompatibilidad o falta de afinidad, que puede conducir al rechazo y muerte del injerto. El
síntoma más claro de incompatibilidad es la rotura en la zona de unión. Un hinchamiento o
crecimiento anormal por encima o por debajo de la zona de unión puede ser, aunque no
necesariamente, una manifestación de incompatibilidad que se produce con cierto retardo. No
obstante, también hay registros de casos de vides injertadas plantadas en campo definitivo que,
al cabo de unos años, luego de un periodo de adaptación “normal”, la planta muere.
• los híbridos V. riparia x V. rupestris, para buscar aptitudes intermedias entre las especies
parentales;
• la especie americana V. berlandieri, resistente a la caliza, pero difícil de estaquillar; fue
hibridada con V. vinífera, V. riparia y V. rupestris;
• Vitis Solonis, encontrado en América en los suelos salinos, muy húmedos; • los
híbridos complejos entre las especies ya citadas, como por ejemplo ([vinífera x
rupestris] x riparia) o (riparia x [cordifolia x rupestris]).
• la resistencia la filoxera;
• el vigor conferido;
• la facilidad de estaquillado y de injerto;
• la resistencia a la caliza;
• la adaptación a las condiciones del medio; sequia, humedad. Sal;
• la acción sobre el ciclo vegetativo del injerto y sobre la calidad de las uvas.
Estos portainjertos confieren al injerto un vigor de débil a medio en general, y a veces fuerte
cuando los suelos son profundos con un balance hídrico no limitante. Son bastante resistentes a
la caliza, pero temen el exceso de humedad y son
Teléki 5 BB difiere del 161-49 C sobre todo por su menor resistencia la clorosis (20% de caliza
activa o 40 de IPC); manifiesta a menudo la tilosis y la asfixia radicular en tierra fuerte los
primeros años; tiene el defecto, en el caso de injerto en campo, de inducir al franqueamiento de
la variedad.
SO4 (selección Oppenheim de Teléki n°4), de origen alemán, presenta la misma resistencia la
clorosis que el Teléki 5 BB; responde mejor al estaquillado y al injerto que 161-49 C y el Teléki 5
BB, teme menos la sequia y tolera los subsuelos
húmedos. Confiere al injerto un desarrollo rápido, un
gran vigor y una fuerte producción pero un
retraso en la maduración, lo que es perjudicial para un
buen fin de la maduración; el grado alcohólico de los
vinos
es a menudo insuficiente mientras que la acidez
permanece elevada, con taninos duros y gustos
herbáceos;
este exceso de vigor en tierra de fertilidad media o alta
favorece la podredumbre gris; es un portainjerto que
manifiesta la asfixia radicular y la tilosis durante los
primeros años en tierras fuertes y a la salida de otoños e
inviernos lluviosos; sensible a la carencia de magnesio y al
desecamiento del raspón (dando vinos ácidos y delgados).
maduración,
sobre todo en terrenos fríos, por lo que no conviene a las
variedades tardías en terrenos fríos; da excelentes resultados en las
tierras argilo-calcáreas bastante profundas, en las gravas y los
suelos argilo-gravosos donde el subsuelo es filtrante.
Estos portainjertos manifiestan una muy buena resistencia a las clorosis y una buena adaptación
a déficits hídricos importantes. Confieren a la variedad un fuerte vigor, pudiendo ser excesivo en
suelo profundo y con reserva hídrica suficiente; sin embargo, son portainjertos adaptados a las
zonas mediterráneas y para dar vigor en suelos superficiales, secos, calcáreos, donde favorecen
la calidad.
99 Richter, responde bien al estaquillado y muy bien al injerto en cabeza o en Cadillac, pero el
injerto de taller es difícil.
Confiere vigor y productividad con menos calidad que el 110R y una sensibilidad mayor a la de
podredumbre gris.
Estos portainjertos presentan interés por su resistencia en los suelos muy calcáreos, pero
manifiestan a veces sensibilidad a filoxera.
primavera; confiere
un vigor, inferior al del 140 Ru y sensiblemente parecido al del 41B;
induce una maduración más precoz y, a igual rendimiento, una
riqueza en azucares ligeramente superior a la del 41B; sin embargo,
manifiesta carencia en magnesio después de abonados potásicos excesivos; puede ser plantado
en todos los suelos calcáreos, excepto en los demasiado superficiales, en lugar del 41B; por
contra, en los suelos calcáreos, superficiales y secos, es preferible plantar el 140 Ru.
44-43 Mal`egue (Riparia x [Riparia x Cordifolia]) tiene un vigor medio, se multiplica bien; pero es
poco resistente a la clorosis; teme la humedad y sobre todo confiere al injerto la carencia
magnésica.
Los híbridos complejos de Riparia x Vinífera x Rupestris: 196-17 Castel y 4010 Castel son
sensibles a la clorosis (6% de caliza activa), poco multiplicados y prácticamente reservados al Sur
Oeste en los suelos pobres, húmedos en invierno y en primavera.
Gravesac, obtenido por el INRA mediante cruzamiento de 161-49 C con 3309 C; la cepa madre es
vigorosa y buena productora de madera pero confiere un vigor medio al injerto; este portainjerto
tiene una buena aptitud para el enraizamiento y el injerto, una buena afinidad con las principales
variedades, una resistencia media a la caliza (IPC=20); esta aconsejado para suelos ácidos,
arenosos o arenoso-gravosos, húmedos en primavera, para la producción de vino de calidad.
Vialla, hibrido de Riparia x Labrusca, sensible al 4% de caliza activa, de mala resistencia a los
ataques de filoxera, no es utilizado más que en los suelos esquistosos del Beaujolais.
Finalmente, los híbridos derivados de Solonis, 1616 Couderc y 216-3 Castel, presentan como
interés esencial su resistencia a la salinidad. En efecto, salvo el 1103P y quizás el 196-17 Castel,
todos los portainjertos citados anteriormente temen la presencia de sal. A esta resistencia, que
alcanza el 0,1% en el caso del 216-3 Cl, se añade una tolerancia satisfactoria a la humedad. Estos
portainjertos encuentran su utilización en los viñedos del litoral mediterráneo.
99 Richter 3,2%
Rupestris de Lot 10,2% 14,0%
2. DENSIDAD DE PLANTACIÓN
De una manera general las densidades de plantación utilizadas en España son más bajas
que las que se presentan en la viticultura europea, en la que llegan a darse densidades
elevadísimas, máximas en zonas fértiles con climas más fríos y húmedos.
En nuestro país, en terrenos relativamente fértiles o bien abonados, frescos o húmedos,
en las zonas vitícolas de climas con verano poco riguroso y con cepas de podas cortas, son
frecuentes densidades de plantación de hasta 4.000 cepas por hectárea (10.000 m 2), e incluso
superiores, pero ello es en escasa superficie relativa, mientras que en la parte meridional de la
meseta central, en los suelos más pobres, y en las situaciones menos frescas, desciende por
debajo de las 1.500 cepas por hectárea, llegando a valores inferiores. La densidad media
ponderada en las diversas situaciones de viñedos, queda establecida para nuestro país entre
2.000 a 2.500 cepas por hectáreas.
Almería 1.600
Cádiz 4.000
Córdoba 3.157
Granada 2.500
Huelva 2.500
3. DISPOSICIÓN DE PLANTACIÓN
Las disposiciones de plantación tradicional en España correspondían a marco real y tresbolillo en
las que las distancias de separación de plantas vecinas eran idénticas, lo que permitía una mejor
explotación del suelo por las raíces, pero como consecuencia de la mecanización del viñedo se
han impuesto las plantaciones en calles por las que pueden pasar los tractores y aperos
agrícolas, siendo menor la separación de las cepas en la línea, con lo que cada cuatro cepas
forman un rectángulo, por lo que también se las denomina de marco rectangular.
- Plantaciones irregulares:
Las cepas se sitúan sin ordenación aparentemente preconcebida, no guardando ninguna
disposición geométrica. Realmente estas plantaciones se tienden a establecer a distancias entre
cepas relativamente uniformes, pero su situación en el terreno se determina con arreglo a los
obstáculos naturales que presenta, a su fertilidad y en suma a la capacidad de desarrollo propio y
de las cepas vecinas, resultando unos viñedos imposibles de mecanizar, en los que todas las
labores tienen que hacerse abrazo, lo que es económicamente prohibitivo.
- Plantaciones según líneas de nivel:
Son consecuencias de la aplicación de los métodos de conservación de suelos, cuando
éstos tienen una pendiente acusada, que en general excede del 4%.
Las distancias entre líneas de cepas plantadas a nivel se procurarán sean iguales a las
distancias tradicionales de plantación, pero como consecuencia de no ser el terreno regular, las
curvas de nivel no son paralelas, acercándose en los puntos en que aumenta la pendiente y
separándose cuando disminuye. Como consecuencia la separación entre las líneas de cepas en
las plantaciones a nivel no es constantes, como ocurre en los sistemas normales de plantación, lo
que obliga, para lograr un mejor aprovechamiento de terreno, a variar el intervalo entre cepas
de una misma línea.
A veces, para evitar el excesivo trabajo que representa trazar a nivel todas las líneas, se realizan
a nivel sólo una de cada tres o cuatro, intercalando entre cada dos filas de cepas a nivel, otras
dos o tres separadas por distancias iguales entre sí. Las labores de cultivo siempre se realizan
entre las líneas, no pudiendo cruzarlas.
de las plantaciones a marco real, pero si por las que quedan en la plantación en calles, cuya
separación es mayor que el intervalo de las cepas en la línea, todo ello conservando una misma
densidad de plantación.
- Plantación a tresbolillo:
Las plantaciones a tresbolillo, en las que cada tres cepas contiguas forman un triángulo
equilátero, presentan una mayor uniformidad que las realizadas a marco real. Para una misma
densidad de plantación la separación de plantas en el tresbolillo es mayor que en el marco
real, o lo que es lo mismo, para una misma separación de plantas se obtiene una mayor
densidad de plantación en el tresbolillo, y consecuentemente una aparente mejor explotación
del terreno.
Las labores de cultivo pueden ser dadas en las plantaciones a tresbolillo según tres
direcciones, paralelas a los lados del triángulo equilátero que forman cada tres cepas continuas;
pero anchura de las calles corresponden a la altura de dicho triángulo, y ello reviste
principalmente su inferioridad respecto el marco real, que permite el paso de máquinas más
importantes.
OPERACIONES PREVIAS
Decidida la plantación de un viñedo se deben acometer una serie de operaciones previas
a la plantación que son las siguientes:
• Eliminación de todo resto de vegetación anterior (viñas, malezas, anterior cultivo,
etc). • Supresión de masas rocosas, si fuese necesario.
• Nivelación o explanación del terreno, si fuese preciso.
• Mejora del perfil cultural por desfonde o subsolado.
• Mejorar la fertilidad mediante enmiendas y abonados de fondo.
• Realización de las labores complementarias finales antes del replanteo y plantación.
tuvieron antes otros cultivos. Las finalidades de esta labor son las siguientes: • Permitir y
facilitar el desarrollo del sistema radicular, pudiendo éste explorar mayor volumen de suelo.
• Mejorar la permeabilidad del terreno al agua y al aire.
• Limpiar la tierra de raíces, piedras, etc.
• Mejorar o activar la actividad microbiana del suelo.
• Movilizar las reservas de fertilizantes.
• Incorporar las posibles enmiendas y abonados de fondo.
Existen distintos tipos de desfonde, dentro de los cuales se encuentran:
3. DESINFECCIÓN DE SUELOS
En terrenos dedicados anteriormente a cultivos leñosos y especialmente a los que
tuvieron viñedo, es conveniente dejarlos descansar durante un tiempo de 7 a 8 años, para evitar
la propagación de enfermedades viróticas, hongos y nemátodos, antes de establecerse un nuevo
viñedo, aunque durante ese tiempo se pueden aprovechar con cultivos herbáceos anuales. Otra
solución, que acorta e incluso anula este tiempo de espera, consiste en realizar una desinfección
química con algún producto nematocida, tales como:
— Dicloropropano-dicloropropeno (DD) a razón de 1.000 litros/ha de producto comercial.
— Dicloropropeno al 60 por 100 con 600 litros/ha de producto comercial.
— Dicloropropeno y metil-isotiocianato con 300 litros/ha en suelo húmedo y de 3 a 8 semanas
antes de la plantación.
— Bromuro de metilo al 67 por 100 con 750 litros/ha de producto comercial, asociado a veces
con cloropicrina.
- Dibromoetano con 750 litros/ha de producto comercial, prohibido desde el año 1984 por su
peligrosidad.
— Metilditiocarbamato de potasio o sodio (metam potásico o sodio) al 40 a 50 por 100 con dosis
de 1.000 litros/ha de producto comercial.
En cuanto a los fungicidas (se emplean para impedir el crecimiento o eliminar los hongos y
mohos perjudiciales para las plantas) que se pueden aplicar al suelo, son también muy variados,
destacando entre ellos los siguientes: etridiazol, fenaminosulf, nabam o ditiocarbamato disó Scanned
with CamScanner dico,
4. ABONADO DE FONDO
La operación del desfonde es un momento apropiado para incorporar al viñedo junto con
materia orgánica un fondo importante de reserva de potasio y fósforo, elementos muy poco
móviles que así lo permiten.
Aun cuando las aportaciones dependen del resultado de los análisis del suelo, de una
manera general se llega a utilizar hasta 800 unidades por hectárea de P205 y de K20, reduciendo
la primera a 200 unidades/ha en los suelos arenosos a causa de una importante lixiviación “o
extracción de sólido a líquido” de este elemento. La forma de aplicarlos depende del pH del
suelo: en los ácidos el fosfórico se aplica con escorias de desfosforación (escorias Thomas) y la
potasa como sulfato potásico, y en los suelos alcalinos, el fosfórico se aplica con superfosfato de
cal y la potasa con cloruro potásico.
La materia orgánica, también dependiente de los análisis, llega hasta 40 a 60 toneladas
por hectárea de estiércol.
que es cuando el suelo está tempero (cuando posee un grado de humedad y soltura tal que es
capaz de mantener la forma y al mismo tiempo tiene cierto grado de esponjosidad.) y antes de
que la vid esté brotada. El empleo de plantas en pots permite retrasar el período de plantación,
realizándose generalmente en el mes de mayo y en las zonas más frescas hasta mediados de
junio, contando con el riesgo de que se presenten las heladas primaverales.
La plantación directa utilizando sarmientos de Vitis vinifera, necesariamente tiene que
realizarse en hoyos y en suelos no filoxerados, por aporcarse el sarmiento para su mejor
enraizamiento, y no ser resistente a la filoxera. Los hoyos suelen ser prismáticos de unos 40 por
60 centímetros de anchura y longitud y unos 40 a 50 cm de profundidad, cuando se realizan con
azadón a brazo, o con un diámetro de unos 40 cm si lo son con barrena.
La plantación utilizando plantas de raíz desnuda, barbados o plantas-injerto se puede
efectuar en hoyos rectangulares, realizados a brazo o con barrena de las mismas dimensiones
anteriores en zanjas continuas, a barrón y mecánicamente.
Las plantaciones en pots se pueden también realizar en hoyos y zanjas continuas, pero
generalmente se hacen con plantador o su similar barrón. Dadas las peculiaridades de la planta
en plena vegetación, es preciso realizar un riego en el momento de la plantación y repetirlo dos a
tres veces más con un intervalo de una semana, según condiciones climáticas.
Es práctica útil al hacer una plantación con planta injertada o después de practicar el injerto en
campo que será conducida en formas altas, poner en cada pie un tubo de plástico flexible,
aporcando la base y sujetándolo por el lado opuesto al primer alambre o tutorándolo, por
dentro del cual se desarrollarán verticalmente los pámpanos brotados del pie de vid con una
gran rapidez, sin peligro de que los tronche el viento y al abrigo de conejos y otras especies que
pudieran destruirlos. En el comercio se venden tubos rígidos de PVC con el mismo objeto, que no
es necesario atar o tutorar, como asimismo los tubos flexibles de plástico enrollados como una
manguera, que hay que cortar con la longitud deseada y abrirlos antes de su colocación.
Ante la plantación con barbados y plantas-injerto, se presenta la duda de su elección: si
emplear barbados porta-injertos que hay que injertar en campo posteriormente, o si hacerlo
con plantas injerto de una forma definitiva.
Aún cuando en nuestro país la mayoría de los viñedos se vienen estableciendo con porta
injertos, barbados, es, sin embargo, cada vez más frecuente el que el viticultor, ante nuevas
plantaciones, duda si seguir haciéndolo así o proceder a la plantación directa con barbados ya
injertados, plantas-injerto obtenidas en vivero.
En una viticultura progresiva se impondrá, más o menos tarde, la utilización masiva de
barbados injertados, dejándose las plantaciones con barbados y posterior injertación de campo
solamente para casos especiales.
La rapidez de ejecución de una nueva plantación; la mayor uniformidad lograda en los
viñedos así establecidos, al no existir las marras por mala soldadura; la mayor acomodación a
condiciones ambientales adversas a la injertación y la posibilidad de poder prescindir de buenos
injertadores, mano de obra especializada cada vez más difícil de encontrar, son ventajas
indiscutibles que se logran con la utilización de barbados injertados en plantación directa, todos
repercutibles en su planteamiento económico. Es norma general aplicada a la viticultura, sobre la
utilización en la producción de elementos "prefabricados" en lugar de simples.
Más utilizada es la
plantación a "barrón", que se clava
en el terreno con movimientos
oscilantes, levantándolo y
dejándolo caer libremente o ayudándose en ocasiones con una maza pesada, para hacer el
agujero en donde se introduce la planta. A veces el barrón lleva una cruceta transversal para
facilitar el trabajo.
También se utiliza en las plantaciones la "lanza hidráulica", que consiste en un tubo
conectado a una cuba de agua remolcada por un tractor, por intermedio de una bomba. El
operario introduce la planta en el suelo sujeta a la extremidad del punzón, por medio de una
pinza u horquilla, por donde sale a voluntad agua a presión, que le va abriendo camino conforme
penetra, hasta la profundidad deseada, retirando a continuación la lanza y quedando la planta
rodeada de tierra mojada con unos dos litros de agua, lo que es favorable en muchas situaciones
con terrenos nada o poco pedregosos. Frecuentemente un operario se limita a abrir los agujeros,
e inmediatamente otro que le sigue introduce la planta, ayudado a veces por una horquilla de
plantación. En todo caso la planta debe quedar bien compactada evitando bolsas de aire a su
alrededor.
realizado.
- Profundidad regulada por la altura de la reja surcadora y los apoyos o patines traseros,
juntamente con la altura del enganche. La reja se regula también en anchura (apertura del surco
y cómodo paso de las plantas) y en posición longitudinal (más retrasada en suelos ligeros y
secos).
— Anchura de las líneas de plantación.
— Distancia entre plantas. Esta distancia (d) viene determinada por la relación de transmisión (i)
entre las ruedas de la plantadora y el plato distribuidor, con un determinado número de pinzas
(k) y el diámetro de las ruedas (D).
xD
d = ----------- i
k
Nueva plantación
de viñedo utilizando tubos de plástico flexible para su más rápido desarrollo y protección de las
plantas.