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sistemas de conducción:
1.1-SISTEMAS DE CONDUCCIÓN:
Es el conjunto de decisiones que determinan la disposición de los órganos aéreos de las cepas
en el espacio. Siendo el resultado de la integración de opciones que elige el viticultor, antes de
plantar, como el marco de plantación (densidad y disposición de plantación), orientación de las
filas de las cepas; más tarde, en el momento de plantar, la determinación de la futura
geometría de las plantas (forma de conducción), y por último las decisiones que toma
anualmente, como la carga de poda, los despuntes, la eliminación de los pámpanos,
deshojados, etc.
Consecuencias de la elección:
La superficie foliar: Habrá que exponerla bien para intensificar la actividad fotosintética, con
densidades que favorezcan la aireación y temperaturas adecuadas.
Los racimos: se deberá de intentar conseguir un buen microclima para ellos, ya que el color, la
acidez y los aromas de los mostos resultantes dependen de la temperatura y luminosidad que
incide sobre las uvas.
Tipos de sistemas:
a) Sistema pequeña expansión vegetativa: (en vaso)
❖ Características:
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• Estos sistemas completan su formación al 3ª año, logrando su plena producción.
❖ Ventajas:
• Simplicidad de la forma.
❖ Desventajas:
• Sistema espaldera sencilla: La cepa tiene un sólo tronco, recto. A una altura entre 50- 70 cm.
del suelo y una vez llega al primer alambre se conduce horizontalmente a lo largo de un sólo
alambre, formando uno o dos brazos.
Las distintas podas que se emplean para la formación de la cepa en este sistema de
conducción son los siguientes:
1.- Pulgar y Vara, conocido también por Guyot.; Para la formación de la cepa utilizaremos
podas en seco y en verde, según desarrollo de la cepa.
2.- Cordón Horizontal: Se elegirá una u otra según el vigor de la planta. En la práctica se suelen
combinar ambos.
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• Calles poco anchas, ya que dificultan la entrada de tractores, se entrelaza la vegetación de las
filas contiguas impidiendo la entrada de luz, la de los operarios y obligando a intervenciones
frecuentes de poda en verde, las cuales retrasan considerablemente la maduración.
• Troncos curvados
❖ Características:
❖ Ventajas:
❖ Desventajas:
❖ Características:
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La poda de formación de la lira es la siguiente:
• Elegir el mejor brote y conducirlo verticalmente al centro de los dos alambres (utilizar tutores
o un alambre central para atar los brotes).
• En junio, o cuando el vigor lo permita, despuntar por encima del alambre, eliminar todos los
nietos, excepto dos bien situados para formar los brazos.
• En la poda siguiente cortar por los alambres y atar los brazos a los mismos.
Los sistemas de doble cortina sólo son viables en suelos fértiles, con agua de riego o suficiente
humedad. Tienden a disminuir el vigor de las cepas, canalizando el exceso del vigor hacia la
uva.
• Con una orientación de 10 – 15º desde la vertical con el fin de lograr la división efectiva del
follaje.
❖ Ventajas:
• Buen manejo de la luz y del espacio ocupado por las vides, sin embargo, son sistemas mucho
más complejos en su manejo.
❖ Desventajas:
• Instalación cara, debido a que lleva más material que una espaldera sencilla.
❖ Características:
Parral bajo.
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El ancho del pasillo (espacio libre entre crucetas) no debe ser inferior a 2,5 m., para permitir el
tránsito por el terreno durante el cultivo. Los postes se separarán entre sí 3 m. como máximo.
Parral alto.
La vid es formada a una altura próxima a los 2 m. Los postes del parral se disponen a marco
real 4 x 4 m. Sobre los mismos se teje una malla de alambre trenzado que soportará la
vegetación del cultivo.
Los requerimientos básicos para poder conseguir una mecanización media son respetar los
marcos de plantación. Las plantas se disponen a 2 m. entre filas y 1,5 –2 m. entre cepas.
• Este es un sistema casi exclusivo para uva de mesa los emparrados deben de ser lo
suficientemente altos de 1.80 a 2.10 m, para no interferir con las labores agrícolas.
• El sarmiento seleccionado para futuro tronco debe de tener como diámetro mínimo en su
extremo 10 mm.
❖ Ventajas:
• Los racimos están bien ventilados y no son dañados por los rayos solares. Los racimos son de
mejor calidad.
• Facilita la cosecha.
❖ Desventajas:
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Además de la optimización de la captación de la energía solar, otros objetivos del sistema de
conducción son:
Los sistemas de conducción en formas bajas: vasos, con formas libres, de poca altura y sin
apoyos, se han destinado tradicionalmente a comarcas de clima seco, caluroso y de alta
luminosidad, sin posibilidad de riego, donde su índice de densidad vegetal (IDF: es la relación
entre las hojas exteriores productivas respecto del total de hojas del viñedo) es relativamente
bajo, pero suficiente para la maduración de la carga de uva de estos viñedos y mejorando
sensiblemente la calidad cuando el año produce una cosecha escasa, pero depreciándose
notablemente en las campañas de mayor producción. Las podas suelen ser cortas, con poca
“carga” o número de yemas, creándose una gran concentración de hojas alrededor de la
planta, defendiéndose de este modo de la temperatura exterior y de las importantes pérdidas
de agua por transpiración, pero, por otra parte, cediendo posibilidades de maduración por el
abundante sombreado de las hojas. Cuando los vasos son más altos, se eleva el IDF, mejorando
las posibilidades de captación luminosa, pero siendo el viñedo más sensible a las sequías. En
los viñedos viejos de largo brazos, este problema no suele suceder, por contar con un potente
sistema radicular capaz de captar el agua con mayor facilidad.
Los sistemas de conducción en formas altas: espalderas y parrales, con formas altas apoyadas,
de podas más largas con mayor carga, son tradicionalmente propias de comarcas del clima
más frío, de mayor humedad y menores condiciones heliotérmicas; empleándose variedades
más vigorosas y con mayores producciones. En este caso la vid se defiende del exceso de
humedad, de las enfermedades que ésta pudiera provocar y de la falta de iluminación,
haciendo todo lo contrario a las sepas en vaso, es decir abrir su vegetación y lográndose un IDF
más elevado. Pero no por estas razones necesariamente se obtiene de las formas altas
vendimias de calidad, pues las elevadas producciones y en las condiciones climáticas del año o
de la comarca, condicionan también los resultados.
Resumiendo:
A la hora de elegir un nuevo sistema de conducción hay que tener como objetivo el conseguir
una buena iluminación dentro de la masa vegetativa y facilitar el cultivo. Hay que tener en
cuenta que los sistemas de conducción se deben adaptar a las condiciones de clima y ambiente
que existen en cada zona.
Para elegir un determinado sistema de conducción, se deben tener en cuenta una serie de
aspectos técnicos y económicos.
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Dentro de los aspectos técnicos podemos mencionar los siguientes:
• Variedad de uva.
• Posibilidad de mecanizar.
• Configuración de la parcela.
• Sistema tradicional: en el que las plantas se encuentran parte del año sobre el suelo, y
cuando se acerca el envero se levantan con la ayuda de estacas de madera (“horquetas”) las
cuales permiten que el viñedo quede en un plano horizontal a unos 60 cm. del suelo hasta
finalizar la vendimia. Tras la misma, la viña queda tendida sobre el terreno hasta el siguiente
año.
• Altura del tronco: Cuanto más alto más sensibilidad a la sequía (mayor demanda de agua) y
generalmente menos riesgos de enfermedades.
• Sistemas de poda: Corta, (o poda a pulgares, tres o menos yemas fértiles por vara), larga
(más de tres yemas), mixta (combina varas largas con pulgares cortos).
• Alineación inadecuada.
Condicionantes
La orientación de las líneas de plantación se puede ver afectada por diversos factores:
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• La forma de la parcela (largo - ancho); la plantación se realizará en el sentido de mayor
longitud de la parcela, con vistas a la mecanización del cultivo.
En cualquiera de los dos casos se tendrá en cuenta el tipo de maquinaria a emplear, es decir, el
grado de mecanización que deseemos (máxima mecanización: línea más larga).
• Terrenos llanos
En terrenos llanos la orientación de las filas será la norte-sur, siempre que permita la
mecanización del cultivo. En el caso de que la parcela no permita líneas de al menos 50 m. con
la orientación indicada, se tratará de orientarlas en el sentido más largo de la parcela y así
optimizar la mecanización.
• Terrenos en pendiente
• Para pendientes inferiores al 8-10%, la erosión no suele ser importante. Las líneas de cultivo
se orientarán en el sentido de la máxima pendiente. Se pueden mecanizar así todas las labores.
Para disminuir la erosión en los lugares en los que la disponibilidad de agua lo permita
mantendremos un enyerbado del suelo utilizando para ello gramíneas y leguminosas.
• Si la pendiente del terreno oscila entre el 10 y el 20% para evitar la erosión por escorrentía
plantaremos siguiendo las curvas de nivel. La mecanización es más difícil pero posible en
algunas labores.
• En pendiente mayor al 20% habrá que abancalar el terreno, construyendo terrazas cuya
longitud disminuya con la importancia de la pendiente. Si las terrazas son amplias permitirán
una buena mecanización, en caso contrario ésta se vería muy reducida, comprometiendo la
rentabilidad del cultivo.
Sin embargo, existen viticultores que parar viñedos de colinas, con pendientes bastante
acusadas, prefieren seguir la dirección de la máxima pendiente para conseguir que los
tractores marchen de arriba abajo o viceversa sin inclinarse lateralmente, con peligro de
vuelco, realizando entonces la labor de “serpiado” en las entrelíneas para evitar la erosión y
almacenar el agua de las lluvias, que percola lentamente en el suelo.
Los postes prefabricados pueden ser clavados directamente en el suelo sin necesidad de
disponer de una zapata de hormigón.
• Galvanizado
Los Perfiles, tanto abiertos como los cerrados, con muescas laterales son adecuados para las
espalderas con un solo plano de vegetación y las liras.
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Una de las grandes ventajas es que al venir ranurados cada 10 cm. de forma general, permiten
la movilidad de alambres laterales, pudiendo ir colocándolos a diferentes alturas según vaya
creciendo la vegetación, con lo que se evita el atado de cada pámpano o el empleo de rafia.
Para espalderas: es aconsejable que tengan por lo menos 2,5 m., para enterrar 0,6 m. y dejar
una altura de vegetación de 1,9 m., ya que los viñedos poseen un buen vigor, y si dejamos
menos longitud nos obliga a tener que dar un despunte severo o a enrollar todas las varas en
el último alambre. La separación máxima entre postes en una misma fila no debe superar los 6
m.
Para parral bajo: la altura mínima que deben tener es de 1,5 m., para enterrarlos 0,5m.,
dejando una altura de un metro libre. No se deben de distanciar más de 4 m.
• El diseño y el espesor del perfil generalmente varía entre 1,2 y 2 mm. y en el diseño, cuantos
más nervios tenga, mayor resistencia le confiere.
• Que las ranuras para el asiento del alambre no coincidan a la misma altura, sino que se
alternen, ya que suponen una zona de fragilidad.
• Cuando sean perfiles cerrados es importante el que se disponga de tapones de cierre, para
que una vez instalados eviten que entre el agua.
• Madera (importante)
Este material presenta un buen agarre en el suelo. La calidad depende de la especie de la que
se hayan obtenido, ya que algunas resisten mejor la pudrición. Generalmente deben ser
tratados. Las especies más utilizadas son:
El pino: posee poca resistencia natural, motivo por el que debe de recibir un tratamiento en
autoclave, adquiriendo una resistencia excelente. Los que mejor resistencia adquiere son
aquellos que se han dejado secar durante 3 a 6 meses antes de ser tratados. Poseen un mejor
aspecto estético al ser redondos y con la superficie lisa. Suelen venir garantizados por 20 años.
Los diámetros mínimos que deben de tener los postes son: los intermedios, de 2,5 m., deben
tener un diámetro entre 6-8 cm.; mientras que los extremos de 3 m., el diámetro ronda entre
los 8 a 12 cm.
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• Cerrados: Se colocan a las dos primeras alturas, uno para sujetar el alambre del riego, en el
caso que se disponga de regadío, y el otro para sujetar el alambre de formación; porque estos
dos alambres son fijos.
2.2. ANCLAJES
Su finalidad consiste en evitar que los postes extremos cedan al empuje que
• Estaca de madera: normalmente tratada, con una longitud de 70 cm., y sobresale del suelo
de 10 a 15 cm.
Una buena práctica para aumentar la fijación del anclaje en el suelo, consiste en plantar una
cepa justo encima, de forma que el sistema radicular de la planta aumenta el grado de
sujeción.
• El primero: tiene la función de sujetar la tubería porta goteros, en aquellas parcelas que
disponen de riego. Su altura varía entre los 40 y 50 cm.
• El tercero y el cuarto: ambos se colocan por duplicado, con la finalidad de poder meter a la
vegetación en medio de los mismos, evitándose de esta forma el tener que atar todas las
varas. El primero se sitúa aproximadamente a 1,3 m. sobre el suelo y el último en el extremo
superior de los postes (1,9 m.).
• Metálicos
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Es el material más usado, al tener una duración prolongada. El principal inconveniente son las
dilataciones que se producen con las temperaturas, y la facilidad de oxidarse en ambientes
salinos, en zonas cercanas al mar.
Existen en el mercado diferentes tipos de alambres con diferentes calidades, uno de los que
mejor comportamiento presenta es el Alambre Crapal 4 que viene recubierto con una aleación
del 95% de Zinc y 5% de Aluminio, lo que le proporciona una mayor resistencia frente a la
oxidación. Otros que presentan buenas aptitudes son los alambres triples galvanizados.
• Sintéticos
Es un material que al ser plástico no se oxida, siendo resistente a ambientes salinos, las
principales desventajas son los frecuentes cortes producidos durante la poda, el no permitir el
uso de prepodadoras y la necesidad de protegerlos en la zona que está en contacto con los
postes, para evitar su rotura por rozamiento.
2.4. TENSORES
Son los elementos que tienen por finalidad el mantener una tensión óptima en los alambres.
• Vallado
Consiste en colocar una valla alrededor de la parcela para evitar la entrada de conejos.
• Protectores individuales
Generalmente son de polipropileno reciclable, motivo por el que se conocen como ecotubos.
Otro modelo de protector individual que hay en el mercado consiste en unas mallas plásticas
que protegen a las plantas de la acción de los conejos.
3.TIPOS DE PODA
3.2. OBJETIVOS FUNDAMENTALES DE LA PODA
Son principalmente tres:
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•Limitar el número de yemas adaptándolo a la capacidad de crecimiento de la cepa y a las
posibilidades ofrecidas por el medio en que ésta se desarrolla.
• Adecuar la cosecha a las posibilidades de maduración con el fin de conseguir una calidad
adecuada.
• Conseguir una producción regular, evitar la "vecería”, (consiste en que tras un año de
abundante cosecha de uvas se sucede otro en el que la cosecha es más pequeña, todo ello
claro en vides que no han sido podas).
Consecuencias de no podar:
• Brotación irregular.
Se denomina fertilidad al número de racimos que es capaz de dar una yema. • Las yemas de
madera vieja no son fértiles. (chupón)
• Las yemas basilares (las de la unión del sarmiento con el brazo) son poco fértiles. • Las yemas
axilares o latentes son fértiles, son las que producen cosecha. La fertilidad de las yemas
aumenta según se alejan de la base hasta la mitad del sarmiento aproximadamente, luego
vuelve a disminuir. El inicio de la fertilidad depende de la variedad. Las variedades muy fértiles
lo son desde la primera yema (Pedro Ximenez), por lo que admiten podas cortas.
2.- Carga
Se entiende por tal la cantidad de yemas fértiles o francas dejadas en una cepa.
3.- Vigor
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La actividad de un brote o pámpano depende de su posición, las yemas más próximas a la
punta son las que primero y más se desarrollan. También crece ésta con la verticalidad, por
ello es conveniente arquear las varas largas dejadas en la cepa.
El tamaño de los racimos y de las bayas (granos de uva) para una misma variedad es tanto
mayor cuanto menos sea su número en una cepa.
Se debe tender a que los racimos disfruten de un microclima adecuado, esto es, buena
iluminación, aireación e insolación.
Para este fin se elegirá el brote más cercano a la base. En el caso de brazos horizontales, para
prolongarlo se podará sobre una yema que “mire” hacia abajo.
8.- Armonización
La poda debe buscar una armonía entre la vocación de la vid, el vigor de la cepa y las
posibilidades del medio.
Se realiza durante el período de reposo de la cepa, desde la caída de la hoja hasta la brotación.
En esta época es cuando se afecta menos el vigor de la cepa. Las podas muy adelantadas o
muy atrasadas hacen perder vigor a la planta. La primera no permite que la planta acumule
reservas. La segunda hace que la cepa pierda sustancias que ya han sido puestas en
movimiento, ambas retrasan la brotación.
Sirve para eliminar los sarmientos de la temporada anterior y recortar las maderas de dos años
y más, y favorece la regeneración de la planta. No se debe podar con temperaturas demasiado
bajas debido a que las heladas vuelven la madera quebradiza y ésta se puede astillar con los
cortes. Además, con temperaturas bajo cero la madera tarda más en cicatrizar y corre más
riesgos de sufrir enfermedades como la yesca y la eutipiosis.
• Poda en verde
Complementa la poda de invierno y se realiza sólo si han crecido demasiado los brotes, para
rebajar el rendimiento de la planta y obtener así una mejor calidad de las uvas. Se realiza al
final de la primavera, una vez que la vid ha brotado. Se eliminan las yemas, los pámpanos
(sarmientos verdes jóvenes) y las hojas sobrantes para descargar la planta, y los brotes mal
ubicados que serán poco fértiles.
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Otras podas
Poda de formación:
Cuando la vid es joven y acaba de ser plantada, las primeras podas determinan la forma y el
tipo de crecimiento de la planta. Existen distintos tipos de podas de formación dependiendo
del sistema de conducción elegido. Este tipo de poda se suele realizar durante los tres o cuatro
primeros años, y siempre en invierno y en primavera.
Podas de fructificación:
Cuando la vid ha adquirido su forma definitiva, las podas de fructificación sirven para
mantener la forma de la vid y controlar su crecimiento. La selección y reducción de los
sarmientos y de las yemas que brotan cada año permitirá que los racimos de uvas se
beneficien de una mayor insolación y de una mejor ventilación. Así aumentarán su
rendimiento, su calidad y su resistencia a las plagas.
Prepoda y poda:
La primera fase de la poda es la prepoda, que prepara y facilita el trabajo del podador. Se
limpia las vides de hojas secas, racimos no recolectados y zarcillos, y se cortan los sarmientos
secos dejando bastante longitud, ya que será el podador quien afinará la poda. En los sistemas
en espalderas, con sarmientos largos y altos apoyados en los alambres, y calles bastante
anchas, la prepoda puede ser mecanizada: la prepoda corta las ramas secas por encima de
cierta altura.
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3.6.4. PODA EN PÉRGOLA PARA LOS PARRALES
Estos sistemas convienen para las vides ornamentales o la producción de uva de mesa. Tienen
como particularidad una altura de empalizamiento que varía de 1,50 a 2,50 metros. Se puede
tratar de un sistema Guyot múltiple (de 3 a 6 varas fructíferas), o de un sistema Cordón de
Royat múltiple (de 2 a 10 brazos horizontales portadores).
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