Está en la página 1de 7

UNIDAD 3: ARISTÓTELES

INTRODUCCIÓN
Aristóteles fue alumno de la Academia de Platón hasta que falleció su maestro, fue educador del futuro rey
Alejandro Magno de Macedonia y posteriormente fundó su escuela, el Liceo, en Atenas. Sus obras fueron
recopiladas por Andrónico de Rodas, que las publicó agrupadas por temas.
Era un meteco en Atenas y no podía participar en la vida política, pero su interés por el tema es tan grande
como el de Platón. Él había ingresado en la Academia cuando la Teoría de las Ideas estaba sometida a fuerte
crítica.
El pensamiento de Aristóteles estuvo dominado por 2 intereses de tipo teórico:
- Resolver las deficiencias de la Teoría de las Ideas
- Desarrollar la ciencia empírica a través de una metodología adecuada (la observación).
Para Platón la auténtica realidad es el mundo inmutable y perfecto de las Ideas porque son la esencia de las
cosas y lo que nos rodea es solo una copia imperfecta. Aristóteles pronto tuvo dudas sobre esta concepción de
la realidad y describe los siguientes inconvenientes:
- Al explicar así el mundo, Platón lo duplica y ahora hay que explicar los dos mundos.
- Si el mundo sensible es solo una copia imperfecta, existe un mundo perfecto. En este mundo ¿existe
también una idea de todo lo malo y sucio? Aristóteles rechaza la existencia de ideas perfectas de todo
lo malo y negativo del mundo.
- Aristóteles considera que la esencia de una cosa, aquello que es su causa, no puede existir separada de
esa misma cosa.
- Otro grave inconveniente que descubre es que no consigue explicar el movimiento y el cambio del
mundo sensible. ¿Cómo puede ser el mundo perfecto la explicación y la causa del un mundo
cambiante e imperfecto?
LOS GRADOS DEL CONOCIMIENTO
Aristóteles distingue dos tipos de conocimiento:
Conocimiento sensible: se adquiere mediante las sensaciones obtenidas mediante los sentidos externos y
organizadas mediante la memoria. Se caracteriza por ser un conocimiento de lo particular y lo concreto, no de
lo universal. Es el grado más bajo del conocimiento, es inmediato, pero no científico. Lo denomina
experiencia y lo compartimos con algunos animales.
Conocimiento intelectual: es un conocimiento de lo universal, no de lo particular. Es el conocimiento propio
del ser humano porque solo se puede alcanzar mediante el “nous” (la capacidad racional del ser humano
propia del intelecto, de la mente). Distingue varios grados dentro del conocimiento intelectual:
- “tekhne” (arte): superior a la experiencia, pero no muy elaborado. Es conocimiento de lo universal
pero no de lo necesario. Conocimiento propio de las ciencias poéticas.
- “phronesis” (prudencia): es un saber acerca de lo universal, pero no de lo necesario, acerca de las
acciones de la vida humana y las conductas de los hombres. Conocimiento propio de las ciencias
prácticas.
- “episteme” (ciencias): es un saber sobre lo universal y lo necesario, funciona de forma demostrativa
y es descrito por la Lógica. El esquema que sigue es el del silogismo. Se parte de dos enunciados
llamados premisas y se puede obtener una conclusión. Como este esquema no puede alargarse hasta el
infinito, las premisas no necesitarán ser demostradas y se llamarán premisas primeras o principios.
- “nous” (intelecto): entendimiento o mente. Es aquello que nos permite conocer los primeros
principios mediante la intuición intelectual. Pueden ser: particulares (principios válidos para una sola
ciencia) o generales (válidos para toda ciencia). A los principios generales los denomina axiomas y a
los propios de cada ciencia los denomina tesis, que se dividen en postulados y definiciones.
- “sophía” (sabiduría): es la forma plena del conocimiento. Conocemos los primeros principios por el
nous y los demostramos por medio de la episteme. Las verdades derivadas son llamadas por
Aristóteles, teoremas.
CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS DE CIENCIAS
a) Ciencias de lo necesario: son ciencias en sentido pleno.
- Matemáticas: estudian la cantidad
- Filosofía natural: posteriormente llamada física, estudia el movimiento.
- Filosofía primera o metafísica. Se divide en dos: teología (estudia la divinidad) y ontología (estudia el
ser, la sustancia)
b) Ciencias de lo posible: tratan del tipo de objetos que pueden darse o no, son solo posibles.
- Ciencias prácticas: estudian la conducta humana. Son la ética y la política.
- Ciencias poéticas: tratan de lo relacionado con la producción. Poesía, gramática, arquitectura, etc.
LA LÓGICA DE PREDICADOS ARISTÓTELICA
La lógica de predicados consiste en partir de una serie de enunciados llamados premisas para llegar a otro
llamado conclusión, la consecuencia que se da por necesidad lógica. El esquema más simple es el silogismo
que enlaza sujeto y predicado.
LA FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA
Aristóteles estudia y observa la naturaleza y la mayor parte de su obra es el resultado de este estudio empírico.
Incluso la metafísica está unida de forma inseparable a la observación.
El problema del cambio.
Una de las preocupaciones de los filósofos griegos fue encontrar una explicación clara para la naturaleza y por
ello investigaron sobre el cambio y el movimiento. Los primeros filósofos ya se percataron de que la realidad
es diversa y múltiple, en continua transformación (Heráclito). Sin embargo, Parménides cuestiona los datos
proporcionados por los sentidos y niega el cambio o paso del ser al no ser.
La teoría platónica de las ideas supone una síntesis de Heráclito y Parménides: por un lado tenemos el mundo
sensible, que se caracteriza por la transformación y el cambio; por otro lado el mundo abstracto y perfecto de
las ideas se caracteriza por su eternidad y ausencia de cambio.
Aristóteles considera que Platón no llegó a integrar estas explicaciones y no considera su respuesta como una
explicación de la naturaleza y el cambio. Para entender la explicación de Aristóteles es necesario comprender
su física (ciencia del movimiento) y su metafísica (ciencia del ser) porque es necesario entender el concepto
de realidad para hacer lo mismo con el cambio y el movimiento.
Aristóteles es el primero en introducir la idea de que “el Ser se dice de muchas maneras” y utiliza para ello el
término categorías.
El ser y las categorías
Las categorías son los distintos géneros o modos de ser; los distintos modos por los que un predicado puede
ser atribuido a un sujeto. Las categorías, además de ser modos de predicación, son modos de ser y modos de la
realidad.
Las categorías son 10: el primero es la sustancia y los 9 siguientes son los accidentes (cantidad, cualidad,
acción, pasión, relación, lugar, tiempo, posición, estado).
Clases de seres
Aristóteles define dos clases de seres: los naturales (tienen en sí mismos el principio del movimiento y el
reposo) y los artificiales (fruto de la técnica o el arte). Estos últimos también pertenecen a la naturaleza por
sus materias primas (madera, piedra, mármol, etc.)
La realidad sustancial
La realidad es todo aquello que es y existe, es decir, la sustancia. Las sustancias son los individuos concretos
que nos rodean, todo lo que nos rodea son sustancias y esas sustancias concretas son la única y auténtica
realidad. Hay 4 caracteres definitorios para definir sustancia:
- Lo que no es inherente a otro ni se predica de él.
- Lo que puede subsistir por sí mismo.
- Lo que es algo determinado.
- Lo que tiene unidad intrínseca y no es solo una suma de partes.
Toda sustancia es algo concreto, en un lugar y un momento determinados; por ello forma parte del mundo
sensible y material, del mundo físico. Pero debemos tener en cuenta que la realidad sustancial de Aristóteles
es una síntesis de los dos mundos platónicos.
Las categorías accidentales se refieren a una sustancia y sirven para describirla, pero es necesario también
definirla y para ello debemos distinguir entre:
- Género: se trata de la clase de seres a que pertenece la sustancia, determina las características
comunes entre los miembros de la misma clase.
- Diferencia específica: es la diferencia que caracteriza a un conjunto del resto de miembros de ese
mismo género o clase.
La sustancia primera es el objeto concreto y la sustancia segunda es su definición. Los accidentes están en el
sujeto y no existen independientes de él. Las definiciones no están en el sujeto, son objetivas, abstractas y
universales por lo que permiten la ciencia.
El hilemorfismo
Toda sustancia existente es un compuesto de materia y forma. En todo individuo concreto se puede distinguir
entre la materia de la que está formada el objeto y la esencia o forma, que es aquello que le hace ser lo que es.
En los individuos concretos se pueden encontrar las dos dimensiones que se corresponderían con las dos
variedades propuestas por Platón en su teoría ontológica. Por una parte, la materia, su componente físico; y
por otra, la forma, el conjunto de cualidades específicas de una cosa que hacen que sea lo que es y no algo
distinto. Estos dos componentes solo son escindibles teóricamente, en un proceso de abstracción. En realidad,
materia y forma constituyen un compuesto inseparables y no dos mundos.
Esta teoría que defiende la composición material y formal de toda sustancia, se denomina hilemorfismo
(“Hyle” es materia; “morphe” es forma). la materia es el soporte o sustrato de la forma, ya que sin materia no
hay sustancia. Pero la materia por sí sola tampoco es nada concreto: sin la forma, sin la esencia no constituyen
ninguna sustancia.
El movimiento o cambio
Todo lo que existe, todo lo que es, es una sustancia. Es evidente que todas las sustancias se transforman,
aparecen y desaparecen, ninguna es inmune al paso del tiempo y todas desaparecen.
Según Parménides, esto era imposible: lo que es no puede haber surgido de la nada, ni tampoco puede acabar
en la nada. La generación, la transformación y la destrucción de las cosas es algo aparente, el ser es algo
perfecto y eterno.
Para Aristóteles, el tratamiento de Parménides sobre el ser no es el adecuado y tampoco lo es su negación del
cambio natural, propio de todas las cosas. El error de Parménides es el hecho de no darse cuenta de que hay
diversos modos de ser o no ser (una semilla no es propiamente un árbol, pero podría llegar a serlo).
Todas estas maneras de ser son maneras relativas de no ser. La distinción entre no ser relativo y no ser
absoluto lleva a una distinción típicamente aristotélica entre la potencia y el acto. La semilla no es un árbol en
acto, pero sí lo es en potencia. El árbol es árbol en acto, pero en potencia puede ser una mesa, un armario, etc.
- Potencia: capacidad que posee la materia de una sustancia de asumir o recibir una forma diferente de
la que tiene.
- Acto: es la realidad actual de cualquier sustancia y consiste en la forma particular que haya recibido la
materia en un momento dado, en la concreción de la materia en una forma. El acto es una
actualización de una potencia.
El binomio acto y potencia es lo que hace posible la explicación del fenómeno físico del movimiento o
cambio, es decir, la adquisición de una nueva forma por parte de la materia. Todo ser está siempre en acto de
alguna cosa y tiene diferentes potencias o potencialidades. Esto explica el dinamismo del mundo. El cambio
para Aristóteles consiste en el paso de potencia a acto.
Clases de movimiento
Existen dos clases o modos de ser: sustancia y accidentes. Se entiende por sustancia aquel ente que existe en sí
y por accidente aquel que existe en otro. Esta distinción permite diferenciar dos clases de movimientos:
- Sustancial: consiste en el cambio de sustancia, cuando una sustancia desaparece y otra nueva surge en
su lugar. Son cambios que se dan por generación y por corrupción.
- Accidental: es el cambio en el que permanece la sustancia, pero varía alguno de los accidentes. Puede
ser: cualitativo (se modifica la cualidad), cuantitativo (cambia la cantidad, aumenta o disminuye) y
locativo (varía el lugar o en el espacio).
Elementos del movimiento
Si el movimiento es el paso de la potencia al acto, resulta evidente que la nada no puede ser potencia de
ningún ser. De la nada, nada puede surgir, es necesario que el movimiento parta de algo, que llegue a algo y
que se realice en algo. Tenemos:
Punto de partida→ un sustrato material→ un punto de llegada
Las cuatro causas
La explicación al cambio se va a completar con el concepto de causa: todo aquello que es necesario para que
se produzca un fenómeno. Aquello de lo que algo está hecho (materia), aquello que determina la estructura de
la materia (forma), aquello que inicia el cambio (eficiencia) y aquel objetivo que persigue (finalidad) son
consideradas sus causas. Ejemplo de la estatua de Zeus:
- Mármol: causa material
- Modelo del artista: causa formal
- Artista de la obra: causa eficiente
- Honrar al dios del templo: causa final
El teleologismo
De las cuatro causas, la causa final implica mayores repercusiones porque afirmar que todo fenómeno
responde a un objetivo dado supone defender que la naturaleza no hace nada en vano. Al igual que el hombre
actúa en busca de unos objetivos, toda la naturaleza está animada de tendencias hacia fines determinados.
Todo en la naturaleza tiende a un fin: mejorar y perfeccionarse, actualizando así sus potencias. Es una
concepción teleológica o finalista.
De la cosmología a la teología
La naturaleza está compuesta por sustancias que se hallan en constante movimiento y cambio. El Universo es
un cosmos finito en el espacio y eterno en cuanto al tiempo y se encuentra dividido en dos mundos: el
sublunar o terrestre y el supralunar o celeste (más allá de la Luna). Tanto si es rectilíneo (mundo sublunar)
como circular (mundo supralunar), en ambos mundos el movimiento necesita un motor que lo produzca,
puesto que todo lo que se mueve es movido por otro. Pero la serie de seres que se mueven y a su vez son
movidos por otro no puede llegar al infinito. Es necesario llegar a un primer motor que posea en sí mismo el
movimiento en acto y sea la causa de todo movimiento. Se deduce la existencia del Primer Motor Inmóvil que
tendría la capacidad de mover todo el Universo.
El Primer Motor Inmóvil
Esta sustancia inmóvil o Causa Primera del Universo es un acto puro. Si el movimiento consiste en la
actualización de una potencia, y potencia es sinónimo de movimiento, el Motor Inmóvil debe estar exento de
todo movimiento. El Primer Motor es forma pura sin materia, porque la materia implica potencialidad y
movimiento. El Primer Motor mueve como causa final, no como causa eficiente, ya que todo el Universo se
mueve y transforma para llegar a la perfección. Este Primer Motor es Dios, en el sentido de causa suprema del
universo. La Cosmología nos lleva a la Teología.
LA ANTROPOLOGÍA ARISTOTÉLICA
El ser humano, igual que el resto de los seres vivos, es un ser animado, es decir, tiene un alma. Alma y Vida
son dos conceptos casi sinónimos: el alma es lo que da la vida a la materia del cuerpo, es principio de vida y
su posesión permite distinguir a los seres vivos de los inertes. Al igual que Platón, Aristóteles va a mantener
una postura dualista respecto al ser humano: es un compuesto de alma y cuerpo, materia y forma, potencia y
acto. Pero no establece una oposición entre alma y cuerpo como si fueran de naturaleza contraria; son
complementarios y no opuestos. De la misma forma que la materia y la forma forman la sustancia, el alma y el
cuerpo forman un individuo.
Poseer alma es propio de todo ser animado, es un principio vital. Encontraremos tres tipos de alma o
funciones que esta va a cumplir:
- Alma vegetativa: función nutricional, asimila y aprovecha los recursos, propia de las plantas.
- Alma sensitiva: función apetitiva y motora, capacidad para percepción y para trasladarse en el
entorno, propia de todos los animales, incluidos nosotros.
- Alma intelectiva: función reflexiva, capacidad de conocimiento, reflexión, deliberación, es propia del
ser humano.
LA ÉTICA EUDEMONISTA O DE LA FELICIDAD
La ética es un saber práctico, trata del modo en qué los seres humanos debemos organizar la vida para poder
vivir bien y ser felices. Pero el ser humano está dotado de un alma racional, lo que le permite pensar,
reflexionar, y decidir más allá del condicionamiento. La ética tiene sentido, porque deberá guiar el
comportamiento de los seres humanos.
La ética de Aristóteles tiene una importante dimensión teleológica: el hombre tiende siempre hacia unos fines
determinados que se le configuran como bienes. Y todos los fines y bienes a los que tiende el hombre existen
en función de un fin último: la felicidad (eudaimonía) será ese bien supremo, deseable por sí mismo, no
subordinado a ningún otro.
El bien supremo del ser humano solo podrá ser la actividad que le es peculiar y solo él sabe desarrollar
adecuadamente. La actividad propia del ser humano no puede ser simplemente vivir (lo comparte con todos
los seres vivos), tampoco puede ser sentir (común a todos los animales); la actividad peculiar del ser humano
debe ser la razón y la actividad del alma según la razón. Esa es la virtud del hombre y aquí estará el bien
supremo.
Las virtudes dianoéticas
Aquello que es propio del hombre no es su dimensión vegetativa, ni su dimensión sensitiva, sino su dimensión
racional o dimensión intelectiva. La actividad racional es la actualización de sus potencialidades intelectuales
y allí encuentra su felicidad.
Las virtudes dianoéticas son aquellas virtudes relacionadas con la capacidad de reflexión y de deliberación y
por tanto con la capacidad para entender cómo es el mundo. Hay 5 virtudes dianoéticas:
- Prudencia: es la razón práctica o juicio, nos hace reconocer cuáles son los medios que nos acercan al
bien y la manera en que se pueden llevar esos medios de acción a la práctica.
- Arte: es la capacidad de saber hacer o producir un objeto de forma racional según unas reglas.
- Sabiduría: comprensión teórica de la realidad mediante el uso de la razón contemplativa o teórica
- Ciencia: conocimiento objetivo de todo aquello que es universal y necesario, puede demostrarse
científicamente
- Inteligencia intuitiva: habilidad humana que nos permite captar los principios más generales.
Las virtudes dianoéticas o intelectuales son teóricas y tienen por ello un valor por sí mismas y en su ejercicio
radica el ideal de vida y la posibilidad de máxima felicidad.
Las virtudes éticas
El ser humano es feliz cuando actúa y vive de acuerdo con aquello que le es propio y lo más característico del
ser humano es la racionalidad. Pero el ser humano tiene necesidades, deseos, apetencias que tiene que
satisfacer porque también tiene un alma sensitiva y vegetativa. Por ello son necesarias también las virtudes
éticas, que están relacionadas con la manera de actuar en el mundo, controlando nuestras pasiones y nuestros
deseos.
El ser humano actuará correctamente y será virtuoso cuando sus deseos y costumbres se encuentren dentro de
lo racional, una racionalidad que debe escoger en cada circunstancia según un término medio óptimo entre dos
extremos de conducta. Estos extremos serán ambos negativos, tanto por exceso como por defecto. La pauta
ética más adecuada será siempre buscar el término medio, la moderación. Consciente de que este término
medio depende de cada caso y situación, considera que solo la prudencia y la razón de cada uno garantizan la
elección correcta de este medio.
LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA
La ética y la política son dos ámbitos inseparables: si la ética organiza y orienta el comportamiento individual
hacia el bien individual, la función de la política es organizar la vida y el comportamiento colectivo para
asegurar el bien común. Tienen el mismo objetivo: el bienestar y la felicidad humana. Pero la ética estará
subordinada a la política porque es preferible el bien de la comunidad a la felicidad de un solo individuo y
porque el individuo como ser social solo puede desarrollarse en el marco de la polis o sociedad.
El hombre, un animal político
El ser humano es, según Aristóteles, por naturaleza y condición un ser esencialmente político, social y cívico
(zoon politikon). En el seno de la comunidad es donde el hombre puede realizarse como tal y desarrollar todas
sus posibilidades. Este carácter social hace que las personas necesiten tener el marco de la ciudad para
desarrollarse.
El ciudadano
Aristóteles acepta el prejuicio de la tradición griega según el cual la mujer es inferior al hombre y según el
cual hay hombres que son esclavos por naturaleza. Señala que para ser ciudadanos de una polis no bastará con
habitar en su territorio, ni gozar del derecho a iniciar una acción judicial. Para ser ciudadano es necesario
participar en los tribunales, tomar parte en la administración de la justicia y participar en la asamblea. Los
ciudadanos de una polis son más limitados que los habitantes.
Los regímenes políticos
El ser humano se realiza en sociedad, pero no todas las organizaciones sociales favorecen y potencian por
igual el desarrollo y la felicidad de sus miembros. Aristóteles niega la posibilidad de un estado perfecto y cada
comunidad deberá encontrar la organización que se adapte mejor a sus necesidades y recursos. Lo más
importante para que la vida social sea satisfactoria es la estabilidad dentro de la polis. La mejor comunidad
será la más moderada, en la que los ciudadanos no serán ni muy ricos ni muy pobres. Creía que el mejor
régimen político estará entre la oligarquía y la monarquía.

INTERÉS DE LA COMUNIDAD
MONARQUÍA Gobierno de uno
ARISTOCRACIA Gobierno de pocos
REPÚBLICA Gobierno de muchos

INTERÉS PARTICULAR
TIRANÍA Interés del monarca
OLIGARQUÍA Interés de los ricos
DEMOCRACIA Interés de los pobres

También podría gustarte