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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

(Universidad del Perú. Decana de América)


FACULTAD DE EDUCACIÓN
Escuela Académico Profesional de Educación física

TITULO:LA ONTOLOGIA

INTEGRANTES:
 Yeni vasquez collazos
 Carlos Hilario Muñoz
 Gabriel Danian
 Elías dolores Alva
INTRODUCCIÓN DE LA ONTOLOGÍA

“EL ESTUDIO DEL SER: ONTOLOGÍA”


La Ontología se divide en dos planos que no cabe confundir: el de la Ontología general
(que puede llevar el nombre de materia ontológico general, materia trascendental o
materia indeterminada), que estudia el Ser, la realidad, y la Ontología especial, que
estudia los contenidos dados a escala de la conciencia operatoria y que conforman al
Mundo como realidad ontológica. La distinción entre Ontología general y especial es
abstracta, aunque ambas se refieren a lo mismo: al Ser, a la realidad. La cuestión
fundamental de la Ontología general es concebir al Ser como una pluralidad infinita
que desborda a la conciencia frente a los distintos monismos e idealismos.

Se introduce el concepto de materia para evitar confundir los conceptos con la


Metafísica, que se define como la transposición de las propiedades y categorías del
mundo a la materia. Es muy importante constatar la posición de la filosofía hegeliana,
y es que la característica del hegelianismo es su negación del Ser como realidad
diferente del mundo: el Ser, al margen del Ente, es nada. Defiende la regresión real de
la Idea de Materia y la tesis de que la Materia no puede considerarse reducida a las
materialidades cósmicas.

La palabra "ontología", empezó a usarse recién a partir de comienzos del siglo XVII:
designaba el estudio de todas las cuestiones relacionadas con el conocimiento de los
géneros supremos de los Entes, pero se toma en cuenta a Parménides como padre de
la filosofía, cuando dice que cualquier elemento natural, antes de tener alguna
característica específica, tiene una sin la cual no existiría, la de Ser.

MOMENTOS DE LA ONTOLOGIA
La ontología griega
La ontología estudia el ser en cuanto ser; el interés por estudiar el ser se origina en la
historia de la filosofía, cuando surge la necesidad de dar explicaciones racionales, no
mitológicas, a los fenómenos del mundo físico, también debemos recordar que el
carácter universal de la filosofía, tuvo su origen en la necesidad de un conocimiento
valido a todo fenómeno, y en las deficiencias de los conceptos inicialmente
desarrollados, para ser llevados a la práctica concreta en los fenómenos físicos, o
sociales. Es por esto que muchos pensadores se dedicaron a reflexionar sobre cuál
podría ser el fundamento del mundo físico, pero que pasa, nosotros al observar a los
objetos que percibimos en el mundo físico nos damos cuenta que existen objetos
líquidos, sólidos o gaseosos, que algunos se componen de materia inerte, como la
piedra, y otros, de materia viva. Es así como encontramos diferentes elementos
físicos, pero la razón nos exige pensar en un solo elemento constitutivo de los demás.
Dicho elemento fue propuesto por algunos pensadores quienes suponían que podría
ser: el agua (Tales de Mileto), el fuego (Heráclito de Éfeso), el aire (Anaxímenes), y la
combinación de los cuatro (Empédocles), pero Anaximandro propuso una solución
lógica, es decir que dicho elemento, debería ser indeterminado (a lo que llamó
Ápeiron). Pero fue Parménides quien propuso otra solución. Este pensador sostuvo
que existen dos caminos para llegar al conocer, que son los sentidos, y la razón, por los
sentidos se llega a lo cambiable, a lo inseguro, y a lo desconfiable en los objetos, y por
la razón se llega a lo universal, confiable e inmutable. Tomando el segundo camino
Parménides encontró algo común e indispensable a todo objeto: Cualquier elemento
natural antes de tener alguna característica específica, tiene una sin la cual no existiría,
la de Ser, este ser es un elemento fundamental y no una característica que tienen las
cosas.
Desde entonces se constituye a la Ontología como Ontos = Ser y logos= estudio, en
este caso lo real es igual al ser, y el ser es igual al fundamento de toda realidad.
Platón considera que la realidad se divide en dos mundos, el mundo sensible y el
inteligible, a esta división le llama dualismo ontológico.
El mundo sensible está formado por los objetos que están al alcance de nuestra vista,
estos tienen una vida finita, al igual que los seres vivos nacen y mueren, al decir esto
se sobreentiende que no son perfectos pues la perfección es eterna.
El mundo inteligible el cual está formado por la realidad más absoluta; las ideas, las
cuales perduran sin variar a lo largo del tiempo y son los modelos de los objetos del
mundo sensible. Además, estos “objetos” no pueden ser analizados por nuestros
sentidos sino por nuestra parte racional.
Las ideas son las esencias de las cosas sensibles porque para que haya un hombre
justo antes tiene que haber una idea de hombre y otra de justicia, por tanto, es una
imitación imperfecta del mundo inteligible.
Según Platón la tarea de todo filósofo es realizar un camino que comprenderá desde el
mundo sensible al mundo de las ideas y contemplar la idea de bien, como el mismo
dice es “la ascensión al ser”.
Esto tiene unas implicaciones muy profundas en nuestro entendimiento del mundo.
Necesitamos una explicación suprasensible de lo existente porque la física, la ciencia,
no nos puede dar respuesta a todo; las causas físicas definen y esclarecen el ámbito
natural, pero ¿cómo explicar una causa no física? Por ejemplo, si nos hallamos en lo
alto de una montaña podremos inferir que han sido nuestras piernas y brazos, el
cuerpo, quien nos ha llevado hasta allí. Ello nos habla sobre el cómo, pero no el por
qué. La causa de estar allí radicará en algo muy diferente (nuestra voluntad, un
rescate, un trabajo, etc.). Así, Platón diferencia y dispone de dos planos de ser,
separados pero conectados; la realidad material que percibimos es el efecto de una
causa no material. Estos dos planos son el fenoménico, el plano visible, de los sentidos,
y el inteligible, accesible tan sólo por la mente. Ambos planos permiten explicar y
analizar toda acción, toda causa, lo cual es un paso adelante en relación a las tesis
monistas de Parménides y Heráclito y su confrontación.
Las ideas, supuso posteriormente Platón en una de sus muchas revisiones de esta
teoría, están jerarquizadas entre sí. Forman una especie de pirámide en cuya cima se
halla la idea del Bien, la idea Suprema. Toda idea verdadera participa del Bien, y este
supone la causa y la comprensión de todas ellas. Hay tantas ideas como realidades
distintas hay en el mundo sensible; por esto, toda idea mental propia, concepto o
pensamiento, ya sea moral, estético, matemático o filosófico, así como todo cuerpo u
objeto, presentan su contrapartida en el mundo suprasensible. No obstante, las ideas
platónicas son mucho más 'reales' que aquello a lo que nosotros denominamos como
tal, porque aquellas son la causa y la posibilidad del mundo físico. Aquellas existen por
sí mismas, independientes, pero este no tendría lugar sin ellas, es dependiente directo
de su existencia.
Echemos un vistazo a algunas de sus características fundamentales: en primer lugar, y
como ya hemos dicho, son inmutables, lo que permite poder definirlas. Repetimos: un
gato puede nacer, crecer y morir, pero la idea de gato jamás cambia, porque supone el
sustrato o molde del que parte todo gato. Las ideas se hallan fuera del tiempo, son
atemporales, por tanto, el universo y todo lo que contiene, vida o materia, podría
dejar de ser y, sin embargo, las ideas que los forjan seguirían siendo como son. Por
otra parte, toda idea es única en sí misma; puede haber muchos gatos diferentes, pero
su idea es la misma para todos, porque todos ellos parten de un molde único.
Además, son inteligibles, esto es, la razón puede llegar a saber de ellas, pero no así los
sentidos, que tan sólo son aptos para comprender el mundo sensible que nos rodea.
Por último, aunque ¿todo lo presente en el cosmos, así como nosotros mismos, somos
entes y objetos imperfectos (pues, ¿cómo podría ser una copia algo perfecto?), sólo las
ideas alcanzan la perfección.
La teoría de las Ideas de Platón supone, por una parte, una superación completa del
escepticismo de los sofistas, porque se propone la existencia de un conocimiento
verdadero, al que podemos
acceder inteligiblemente. Y, por otra, una abolición del relativismo ético de
Protágoras, pues también existen nociones morales universales. Asimismo, esta teoría
sugiere la posibilidad de construir un estado perfecto, de modo que la política pueda
participar de la excelencia del mundo suprasensible (algo que Platón trató de mostrar
en su República).

* La ontología medieval
La época medieval se caracterizó por el surgimiento de filósofos cristianos, quienes
intentaron acomodar la idea de la Physis a la de Dios. Es decir que para ellos la physis
es la creación. La doctrina cristiana se constituyó por dos dogmas principales, el dogma
trinitario, en el cual en Dios hay una sola sustancia en tres personas distintas y el
dogma cristológico, que distingue una sola persona, Cristo, como hombre y Dios
perfecto, unión de las dos naturalezas divina y humana. En esta época se tomaron las
mismas categorías metafísica griegas y se adecuaron al cristianismo, por lo que es
criticada por ser una época oscura para la filosofía, sin embargo, respecto a esto Zubiri
escribe
“El cristianismo tiene una idea del mundo distinta a la de los griegos. La idea de
mundo fue uno de los más importantes puntos de encuentro del cristianismo con la
filosofía, y lo que forzó a los pensadores cristianos a elaborar un pensamiento
filosófico propio, Puede decirse que originariamente toda la radical innovación que el
cristianismo introduce en la filosofía es una nueva idea del mundo. Mientras los
metafísicos cristianos, salvo en puntos concretos, absorben, depuran y elevan la
metafísica griega, en cambio rompen con esta por su idea del mundo. Y ante todo por
la raíz de este: el mundo está “creado”. Este es su carácter último y para muchos
pensadores un carácter formal e intrínseco del mundo en ciato tal. Mundo es
entonces la totalidad del ente creado qua creado. Con ello, la metafísica se convierte
en teoría de la creación”.
Para los escolásticos medievales el objeto propio de la metafísica fue un motivo de
gran preocupación y se ocuparon en gran medida de las relaciones entre la metafísica
y la teología. Agustín de Hipona reconcilia el pensamiento platónico con el dogma
cristiano, esta obra se resume en la sentencia de “cree para entender”, pues la verdad
buscada por la filosofía era Dios, y su acción intelectual quien es Cristo. En ontología
San Agustín identifico a Dios con Ser, por ser la identidad, la esencia. Dios es para él la
inteligencia que contiene las ideas de las cosas del mundo sensible, esto significa que
todas las cosas son obra e inspiración del Él.
Pensadores como San Agustín y Santo Tomás de Aquino, se ven hondamente
influenciados por el pensamiento de los griegos, pero especialmente por el
pensamiento cristiano y su concepción de Dios como creador y fundamento de todo lo
existente. Según san Agustín, en Dios, fundamento ontológico, permanecen las ideas
como prototipos o modelos de todas las cosas. Las ideas existen en la mente de Dios
desde toda la eternidad, pues Dios está fuera del tiempo, es atemporal, principio y fin.
Dios, por su infinitud y su amor, crea al mundo y al hombre para que participen de las
ideas eternas que existen en su mente.
Es la concepción de la existencia de una ciudad de Dios, caracterizado por la
eternidad, la infinitud, la perfección, la bondad, la felicidad, la justicia y todo Bien, y
un mundo terreno, donde acontecen las cosas, el mundo y el hombre. Este mundo se
caracteriza por la finitud, la imperfección, lo perecedero, el pecado. El cielo donde
existe Dios es el fundamento de todo. Dios es el principio y el fin de todo lo existente.
* La ontología moderna
La nueva etapa del pensamiento que Descartes inaugura se caracteriza por la
autonomía absoluta de la filosofía y de la razón frente a las autoridades religiosas o
civiles tradicionales. A partir de ahora, la razón no se sentirá sometida a otra
autoridad distinta de ella misma. La razón se considera el juez supremo a quien
corresponde determinar lo verdadero y conveniente en el conocimiento, en la vida
política y en la moral. Matemáticas y Geometría ejemplifican ahora el ideal del nuevo
saber a fomentar.
Por Racionalismo se entiende la primera corriente filosófica de la Modernidad
inaugurada por Descartes y a la que pertenecen también Leibniz, Espinosa y
Malebranche. Sostienen que nuestros conocimientos válidos y verdaderos sobre la
realidad no proceden de los sentidos, sino de la razón, de nuestro entendimiento. Dos
afirmaciones fundamentales respecto al conocimiento:
Nuestro conocimiento acerca de la realidad puede ser construido deductivamente a
partir de ciertas ideas y principios evidentes, independientes de la experiencia -ésta
sólo proporciona materiales necesarios, pero confusos-.
Las ideas y principios son innatos al entendimiento: éste los posee en sí al margen de
toda experiencia sensible. A esto se llama innatismo: hay ideas innatas, connaturales
al entendimiento, que no son generalizaciones a partir de la experiencia sensible.
El logro de la verdad filosófica mediante el uso de la razón. la búsqueda de la verdad.
Intentaba desarrollar un sistema de proposiciones verdaderas en el que no se diese
por supuesto nada que no fuera evidente por sí mismo e indudable. Todo el edificio
debía reposar sobre un fundamento seguro, de forma que el sistema fuera
impermeable a los ataques corrosivos del escepticismo.
Su concepción de la filosofía: «Filosofía significa el estudio de la sabiduría, y por
sabiduría entiendo no solamente la prudencia en la acción, sino también un
conocimiento perfecto de todas las cosas que el hombre puede conocer, tanto para
orientar su vida y conservar su salud como para la invención de todas las artes»
Filosofía incluía en Descartes no sólo la metafísica, sino también la física o filosofía
natural, (el tronco del árbol de las ciencias), de la que se derivan la medicina, la
mecánica y la moral.
En adelante la razón es el punto ontológico a partir del cual se explica toda la realidad
existente. Todo lo pensado existe.

* Ontología contemporánea
El ser del hombre, para Heidegger, es el Dasein (literalmente, ser ahí), o sea el yo
mismo, para el cual está siempre en juego su propio ser. Sin embargo, el hombre
entregado con los otros a sus quehaceres cotidianos, se olvida de sí mismo, sus actos
brotan desde fuera de sí. Este sujeto de la existencia cotidiana se masifica, se vuelve
uno dejando de ser yo.
Pero el hombre sabe que su ser está en juego, a diferencia de las cosas que tienen su
ser fijado. La esencia del Dasein se basa en su existencia. Puesto que Heidegger
identifica la esencia con el ser, entonces el ser del hombre se funda en su existencia.
En este contexto, la existencia toma un sentido nuevo, pues se transforma en una
determinación exclusiva del Dasein. El carácter extático
al que alude el término existencia expresa ese estar en juego del ser del Dasein, pues
él llega a ser de acuerdo a su estar abierto a sus posibilidades, eligiendo. Este modo de
ser está siempre en juego, por lo que el hombre no tiene determinaciones a priori
fuera de su existencia. Sus determinaciones surgirán de sus elecciones de tal manera
que la existencia es más originaria que el yo. El yo está abierto a sus horizontes
temporales, es por eso que el tiempo es fundamental para el ser del hombre. La
reflexión, no puede ser una vía de acceso al yo pues al único yo que al que se podría
llegar por esta vía es a uno idéntico, determinado, fijo.
El término Dasein expresa la relación del ser con el hombre y la relación del hombre
con el ser. El ser (Sein) entra en la relación con el hombre en cuanto, al revelársele
está ahí (Da) para el hombre. Éste es el Dasein del ser. El hombre es el Da del Sein, es
decir, el ámbito en que el ser se hace patente. Pero, también, el Da del Sein es el
ámbito en que el hombre es. El Da del Sein es el Da (ahí) del hombre. No es una
relación objetiva, pues el hombre llega a ser hombre dentro de la relación. La palabra
Dasein señala el punto en que se cruzan el hombre y el ser.
El ser-en-el-mundo es otro modo de ser del hombre. Mundo equivale aquí a
horizonte. El mundo es apertura del ser, en cuyo horizonte está la existencia. Este
mundo cambia con los cambios en la historia de la relación del hombre con el ser.
Heidegger ha expresado que “el mundo no es lo que es y cómo es por el hombre, pero
tampoco puede serlo sin él”.
¿Cómo llega Heidegger a la noción de ser-en-el-mundo como estructura originaria del
Dasein?. Vattimo proporciona una idea bastante clara: El ser del hombre consiste en
estar referido a posibilidades; pero concretamente, este referirse no se efectúa en un
coloquio abstracto consigo mismo, sino como existir concretamente en un mundo de
cosas y otras personas. Es posible que esta estructura le permite a Heidegger superar
su propia distinción de hombre como posibilidad, para fundarlo también como una
realidad. Ambas determinaciones ontológicas, irrefutables en su universalidad, se
requieren mutuamente para caracterizar al Dasein. El hombre es posibilidad, pero
también es dueño de una existencia real, la cual, por otra parte, tampoco da cuenta
del hombre total. El Dasein no es simplemente una “presencia a mano”, un estar por
ahí o algo que uno puede tropezar en el mundo. No es sólo un presente fáctico.
El Dasein se temporaliza, si se entiende bien a Heidegger, en el ir a su propio
encuentro desde el mundo. El mundo es aquello hacia lo cual, y por lo cual el Dasein
se temporaliza, es decir, existe. La expresión por lo cual anticipa, originariamente, la
posibilidad que se determina fácticamente. El proyecto originario de la posibilidad del
Dasein es poner-ante-sí-mismo el mundo. Ese acontecer del supraproyecto, en el que
se temporaliza el ser del Dasein, es el ser-en-el-mundo. El Dasein es lo que configura
el mundo. El ente no podría revelarse de ningún modo si no encontrase ocasión de
penetrar en su mundo.
Heidegger ha descubierto varios momentos en el ser-en-el-mundo que caracteriza la
realidad humana. Entonces, el principio ontológico, a partir de Heidegger, ya no es el
mundo de las ideas, Dios o la razón. Ese principio es el ser ahí. El hombre. A partir de
él las cosas empiezan a existir, a ser, en cuanto que él es un proyecto arrojado en el
mundo, que va encontrando las cosas, en tanto que las cosas salen a su encuentro, o
en tanto el hombre se tropieza con ellas, y es allí cuando las cosas empiezan a ser. El
hombre, entonces, es el principio ontológico a partir del cual las cosas empiezan a
existir.

REPRESENTANTES DE LA ONTOLOGÍA
ONTOLOGIA HERÁCLITO
Biografía. Heráclito de Éfeso, fue un filósofo griego nació hacia el año 535 a.C y falleció
hacia el 484 a.C debido a su vida solitaria y a la oscuridad y misantropías de su filosofía
Fue llamado el oscuro se le puede considerar un como uno de los indicadores de la
metafísica griega, Aunque sus ideas derivan a la escuela jónica de la filosofía griega
El hombre estaba dotado de dos instrumentos para el conocimiento de la verdad, La
sensación y la razón, partiendo de la crítica a la sensitiva ya que de ella se puede
desconfiar pues podían engañarnos, mientras la razón es el juez de la verdad.

Fuego:
El fuego como elemento primordial vivo y eterno.
por su doctrina del fuego, Heráclito es el Targaryen de la filosofía.
Más que el arjé de la realidad, el fuego sería el representante sensible del Lógos. El
fuego puede cambiarse en diferentes formas y, además, su transformación parece ser
la causa de la generación de todas las cosas. Dice Heráclito: "Todas las cosas son un
cambio equivalente por fuego y el fuego por todas las cosas". De la misma manera que
los bienes se cambian por oro y el oro por los bienes, el fuego presidiría como el oro
todos los cambios, pero no como arjé, no como sustrato permanente, sino como la ley
o patrón universal que estaría presente en todas las transformaciones.
Para Heráclito, primero que el fuego no es un elemento físico exactamente
Logos:
De este Lógos que existe siempre incapaces de comprenderlo se muestran los
hombres, antes de haberlo oído y después de haberlo oído".
"Lógos", en griego es una palabra ultra polisémica, rompe los límites de la polisemia.
Puede significar "palabra", "discurso", "razón", "definición", "causa", "inteligencia".
El Lógos no sería una ley que gobierna el cosmos, sino aquel discurso que es verdadero
según el cual acontecen todas las cosas.
La ignorancia del logos la poseen incluso las grandes celebridades, aquellos que son
tenidos por sabios: Hesíodo, Pitágoras, Jenófanes... todos sus conocimientos son
inútiles de cara a alcanzar el Lógos.
En cualquier caso, el Lógos tendría cuatro niveles de validez. Primero, un nivel lógico,
pues el Lógos opera en todas las cosas. Segundo, un nivel ontológico, pues es el
sustrato que confiere unidad a la ordenación del cosmos. Dice Heráclito: "Escuchando
no a mí, sino al Lógos, sabio es reconocer que todas las cosas son una". Tercera, un
nivel epistemológico, pues sólo el Lógos puede ofrecer un conocimiento correcto del
cosmos. Y, por último, un nivel ético, pues sólo el Lógos nos puede ofrecer una regla de
conducta vital adecuada. Esto funciona tanto a nivel ético como a nivel político. Para
Heráclito, los que han conocido el Lógos valen como diez mil hombres. De hecho, para
Heráclito un hombre que hubiera conocido el Lógos tendría mucha mayor legitimidad
para gobernar que no la masa de los ciudadanos.
Cambio La doctrina por la que Heráclito es más conocido es la doctrina acerca del
cambio, del flujo universal de todas las cosas, que se puede sintetizar en la frase
"Panta rei", "Todo fluye".la doctrina del flujo universal es una doctrina metafísica que
coloca el cambio, el devenir, en el núcleo mismo de lo real. Todo fluye y nada
permanece, dice Heráclito. Lo único real y estable es el movimiento, el cambio mismo.
Esto significa que no existe identidad alguna por debajo de los cambios. El flujo
universal del cosmos es incompatible con la permanencia en el cambio. Sin embargo,
tan cierto es que Heráclito dice que todo está en continuo movimiento como que dice
que existe cierta permanencia en el cambio. la doctrina del flujo universal en Heráclito
no tiene nada de metafísica. Se limita a ser la constatación de una observación: que
todo lo sensible está en continuo movimiento y que nada permanece. Eventualmente,
todo muere o se transforma en otra cosa diferente. Pero esto no significa directa ni
necesariamente que no exista ningún tipo de unidad para las cosas. Significa
sencillamente que lo sensible es caduco. Todo está en continuo cambio y movimiento:
tú no eres el mismo ayer que hoy, ni "ahora" que "ahora". Pero esto no es
exactamente lo mismo que decir que no hay ningún tipo de permanencia en el cambio.
Es sólo decir que todo está en perpetuo cambio, pero esto implica un sujeto que sea el
que cambie, que no sea el mismo ahora que antes. Heráclito efectivamente defiende
un flujo universal de todas las cosas sin ninguna permanencia.
El flujo constante de todas las cosas sería una especie de cáscara que habría que
romper a la verdad lógica última del cosmos. Si se rompe y se va más allá, uno
descubre que este flujo constante está gobernado por un Lógos cuya expresión
máxima es la oposición de los contrarios, en permanente lucha.
El flujo incesante de todas las cosas sin ninguna permanencia es una impresión popular
de la doctrina de Heráclito fomentada, eso sí, por autores posteriores

ONTOLOGIA PARMÉNIDES:
Biografía: Parménides de Elea pertenece al grupo de filósofos presocráticos. No se
conservan demasiados datos de la vida de este filósofo. Se estima que nació en Elea,
ciudad griega situada en la Italia meridional; en el año 540 a .C. Allí surgirá una de las
grandes escuelas filosóficas más importantes de la Antigua Grecia: la Escuela Eleática.
Tradicionalmente se atribuye la creación a Jenófanes de Colofón, pero algunos
apuntan a que pudo ser su fundador el propio Parménides. Parménides se inicia en la
filosofía de la mano de los pitagóricos, pero termina por distanciarse y desarrollar su
propio pensamiento filosófico. Su filosofía será muy apreciada por filósofos posteriores
como Platón. Su pensamiento es uno de los pilares de la Escuela Eleática. Además de
dedicarse a la filosofía, Parménides participó activamente en la vida política de su
ciudad, contribuyendo en la constitución de las leyes.
Obra: Aunque no se sabe a ciencia cierta si escribió más obras a lo largo de su vida, la
que ha llegado a nuestros días es Sobre la naturaleza, poema compuesto de versos
hexámetros donde expone su filosofía. La primera parte de este poema es un mito en
el que Parménides relata cómo es conducido hasta la Diosa de la Verdad, ante la cual
tiene una revelación de carácter filosófico. La parte central del Poema se centra en
esta revelación y se divide en dos partes: La vía de la verdad: Parménides expone su
pensamiento filosófico. La vía de la opinión: Describe una cosmología que considera
engañosa.
Pensamiento: En la primera parte de su poema, Parménides nos expone su
pensamiento filosófico bajo una premisa fundamental: lo que es, el Ser, puede
pensarse; lo que no es, el No-ser, no puede pensarse. Es una afirmación del ser como
unidad y un rechazo del devenir o el cambio como multiplicidad. Es decir que la unidad
es la verdad, lo que existe, y todo lo que implica multiplicidad no es más que una
ilusión.
El Ser: Una de las aportaciones principales de la filosofía de Parménides es
precisamente su definición del Ser, al que le atribuye una serie de características.
Unidad. El ser no puede ser más que “uno”, si fuera otra cosa distinta al “uno” sería el
no-ser. Indivisible. En relación a la unidad, el ser es indivisible y compacto. El vacío
sería el no-ser, y el no-ser no existe. Finito. El ser es finito y esférico. Estas ideas
probablemente las tomó de los pitagóricos, que relacionaban dichas características
con lo determinado. Inmutable. El Ser no puede cambiar. Si el Ser cambia o se mueve
deja de Ser. Indestructible. El Ser es, si deja de ser ya no puede ser el Ser. Ingénito. El
Ser no ha podido ser engendrado, ya que entonces habría sido creado por el No-ser, y
el No-ser no existe.
El camino al conocimiento: En su obra también trata el problema del conocimiento.
Parménides nos plantea dos opciones para llegar al conocimiento. Una es la vía de la
verdad y la otra es la vía de opinión. La primera vía se basa en la razón, y es el único
camino verdadero para llegar al conocimiento. La segunda vía, la de la opinión, se basa
en los sentidos que crean la ilusión de cambio y multiplicidad, por lo que son
engañosos. La vía de la opinión implica la aceptación de la existencia del no-ser, por lo
que nunca nos podrá conducir al conocimiento de la verdad. Es trabajo del hombre
elegir un camino u otro.
Conclusión: El pensamiento filosófico de Parménides, expuesto en su obra Sobre la
naturaleza puede resumirse en una serie de premisas: La realidad es única, y de ella no
puede surgir la multiplicidad. Negación del cambio. El cambio y el movimiento no
pueden existir, son simples ilusiones. Primacía de la verdad (o razón) sobre la opinión
(o sentidos). La realidad se relaciona con la razón. El primer principio no es otro que el
Ser: Lo que es, es. Lo que no es, no es. Parménides es considerado como el primer
metafísico y fundador de la ontología, por ser el primero que sitúa al ser o al ente
como principio. Su poema supone, además, un uso de la dialéctica y de la deducción
lógica totalmente novedoso en su época. Hasta la filosofía de Parménides, la pregunta
fundamental de la filosofía era sobre el origen del universo. Él es el primero en situar al
Ser como objeto principal del pensamiento filosófico. Este hecho tendrá una gran
influencia en la filosofía desarrollada posteriormente en Grecia y en la historia de la
filosofía.

ONTOLOGIA EN PLATÓN
427 antes de Cristo y 347 antes de Cristo fue discípulo de Crátilo alumno de Heráclito y
posteriormente de Sócrates de quién tomaría gran parte de su pensamiento de familia
aristocrática Platón tomaba la filosofía como un camino hacia el quehacer político la
teoría platónica puede desarrollarse a partir de dos mitos la alegoría de la caverna que
ejemplifica su teoría antológico no geológica y el mito del carro alado qué ejemplifica
su teoría sobre la naturaleza humana y sobre la estructura del Estado según plantón
todas las cosas han sido creadas a partir de su modelo un material estos modelos y
materiales o ideas eran inmutables mientras que los que fue creado a partir de esas
ideas serían mortal y tendrían sus características propias.

ONTOLOGIA EN AREISTOTELES
Aristóteles nació en 384 a. C. Fallecimiento en 322 a.c a los (62) años. En la ciudad de
Estagiran. Hijo de Nicómaco. Su padre era el médico oficial de la corte macedonia en
pela.

En 367 a. C., cuando Aristóteles tenía 17 años, su padre murió y su tutor Proxeno de
Atarneo lo envió a Atenas, por entonces un importante centro intelectual del mundo
griego, para que estudiase en la Academia de Platón. Allí permaneció por veinte años.
Aristóteles nació en 384 a. C. Fallecimiento en 322 a.c a los (62) años. En la ciudad de
Estagiran. Hijo de Nicómaco. Su padre era el médico oficial de la corte macedonia en
pela.

Fue un hombre muy completo que estudió lógica, biología, filosofía natural, ontología,
psicología, ética, política, gramática, estética y anatomía.¨ARISTOTELES¨
Fue un hombre muy completo que estudió lógica, biología, filosofía natural, ontología,
psicología, ética, política, gramática, estética y anatomía.

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