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COMPARACION ARISTOTELES Y PLATON

Las filosofías de Aristóteles y Platón son, quizás, las más influyentes en el pensamiento de la
cultura occidental. Pues la mayoría de las corrientes filosóficas y científicas que surgieron
posteriormente las han utilizado como fundamento de sus planteamientos. Ahora bien,
aunque Aristóteles fue discípulo de Platón, este tuvo muchos desacuerdos con su maestro. Es
por ello que presentaremos las principales diferencias entre las filosofías de ambos.
En primer lugar , al momento de explicar el ser de las cosas, Platón plantea que existen dos
mundos: uno sensible (físico) y otro inteligible (el de las ideas). El primero está conformado
por todo aquello que podemos experimentar a través de los sentidos. En cambio,el mundo de
las ideas es verdadero, incorruptible e inmutable. Allí habitan las ideas universales y
necesarias, las que son la esencia de todo lo que existe. Aristóteles, en cambio, niega la
existencia de un mundo inteligible. Para él solo hay un mundo verdadero: el sensible, que
está conformado por sustancias, las que están formadas por materia y forma (su esencia).
En cuanto a la explicación del conocimiento humano, Platón defendía que el verdadero
conocimiento se adquiría accediendo al mundo de las ideas.En este sentido, Platón es
defensor de las ideas innatas y la inmortalidad del alma. Por su parte, Aristóteles defiende
que el origen de la verdad se encuentra en el mundo sensible. Para este pensador sólo se
puede adquirir conocimiento científico a través de sus causas. Para Aristóteles no existen
ideas innatas. En su lugar, afirma que la mente es una tabula rasa y que solo a través de un
proceso de abstracción es posible llegar a la forma. Otra diferencia entre las filosofías de
Aristóteles y Platón es la concepción de lo éticamente bueno. Para Platón, la ética y el
conocimiento están relacionadas. Ya que la única forma de acceder al bien y la perfección
moral es a través del acercamiento progresivo a la verdad. Aristóteles, en cambio, formula
una ética finalista y eudemonista, al defender que la finalidad de la vida es alcanzar la
felicidad.
Finalmente, Platón plantea un dualismo antropológico. Pues afirmaba que todas las personas
están constituidas por dos sustancias diferentes e independientes: el cuerpo y el alma. En
cambio, para Aristóteles el ser humano es una sola sustancia, compuesta de materia (cuerpo)
y forma (alma).
Aunque se evidencian profundas diferencias entre las filosofías de Aristóteles y Platón, no se
puede negar la influencia que el maestro tuvo en su discípulo. Y es que en algo sí se parecen,
pues ambos plantearon un esencialismo

La ética

La ética de Aristóteles se basa en el concepto de felicidad. El planteamiento de Aristóteles es


bastante simple, una acción es correcta si me hace feliz y es incorrecta si no me hacer feliz. El
pensamiento de Aristóteles dice que la consecuencia de una acción genera felicidad o no.
Las éticas teleológicas
Este tipo de ética atiende, para determinar si una acción es correcta o incorrecta, a las
consecuencias derivadas de tal acción. Para Aristóteles, las acciones son correctas si
proporcionan felicidad e incorrectas las acciones que no la proporcionan. Por lo tanto, la
felicidad sería el fin de toda acción y la búsqueda de la felicidad, la finalidad de toda vida
humana.
Aristóteles define la virtud como excelencia o areté, y esta se encuentra en el alma, la que
imprime vida a los cuerpos y su objeto, es la felicidad. Aristóteles distingue dos tipos de
virtudes:
La virtud ética o moral son adquiridas a través del hábito y la costumbre y se encarga de
dominar la parte sensitiva o irracional del alma y de regular las relaciones entre los
individuos.
La virtud dianoética o intelectual, es la virtud propia del intelecto (nous) o del pensamiento
(nóesis), y se aprenden por medio de la educación o la enseñanza, teniendo su origen en la
diánoia, que es la parte racional del alma. Estas virtudes son el entendimiento, la ciencia, la
sabiduría, el arte y la prudencia.

La Cosmología de Aristóteles
El filósofo afirma que existen dos regiones en el Universo, el sublunar y el mundo supralunar.
El mundo sublunar está formados por los 4 elementos: tierra, agua, aire, fuego. En cambio en
el mundo supralunar es eterno, incorruptible, y está formador por éter, que significa brillante,
y se le conoce como el quinto elemento. El error de Aristóteles, consiste en creer que la tierra
no se mueve, cuando la experiencia dice todo lo contrario. Y es que la cosmología de
Aristóteles es teleológica y teológica, al considerar que todo tiene un fin y que ese fin es el
motor inmóvil, que determina la propia naturaleza y al ser humano, imprimiendo
movimientos en todo lo que hay, estando él mismo inmóvil.
Si bien Aristóteles negaba la teoría de las ideas de Platón, que separaba las ideas de las cosas,
sí defendía la existencia de un universo dual, ya que el pensador, suponía que el universo se
dividía entre mundo sublunar y el mundo supra-lunar. Toda la cosmología de Aristóteles
contienen consideraciones metafísicas y que, además, termina con la demostración de la
existencia del primer motor, ya que, de no ser así, aseguraba, no existiría el devenir.

La Metafísica
Este discípulo de Platón, primero y profesor de Alejandro Magno después, nos habla de su
visión sobre la metafísica. Todo lo que existe tiene 10 elementos fundamentales, divididos en
dos grandes grupos: substancia y accidentes. La substancia está compuesta de materia y
forma, es la unión de los dos elementos. Pese a que el pensamiento de Aristóteles sobre la
metafísica es distinto al de Platón los elementos son los mismos. Para Aristóteles los objetos
son único objeto o ser pero con su forma y materia. El objeto de la metafísica aristotélica es
la crítica a la teoría de las Ideas de Platón, ya que, a pesar de que Aristóteles cree en la
existencia de universales, no considera que estos se encuentren fuera de las cosas, sino dentro
de ellas.
En lugar de afirmar la existencia de dos mundos, uno material y otro inmaterial, Aristóteles
sitúa estos dos elementos en la substancia. No hay, pues, una realidad sensible y otra
inteligible, sino que la substancia, que es la forma privilegiada del ser, es un compuesto de
materia y forma.
Además, la teoría de las Ideas no ofrece una explicación del cambio y la permanencia,
cuando su formulación, se debe precisamente al problema planteado por Heráclito y
Parménides. La oposición de Aristóteles se basa en la inmutabilidad de las ideas.
La forma privilegiada del ser, que se dice de muchas formas, es la substancia, la cual es
definida por el discípulo de Platón como todo aquello que no necesita de nada más para
existir. Por otro lado, están los accidentes de la substancia, que se dan en la misma y no
pueden existir fuera de ella. La substancia es una de las categorías del ser, junto a los
accidentes, que pertenecen a la primera. Las distintas categorías del ser, hacen que el ser sea
lo que es, y cambie, sin dejar de ser lo que es.
El ser aristotélico solo es uno, pero admite distintas acepciones. Todas las formas de ser,
remiten a la substancia, lo que aseguran la unidad del ser. La materia, lo particular, no se
puede conocer, pero sí la forma, lo universal. La materia es el modo de ser que hace que el
objeto sea aquello que es y no otra cosa y es pasiva.
Ser en potencia y ser en acto
Parménides aseguraba que el movimiento o el cambio (en la antigua Grecia se empleaba el
mismo término para ambos), no podía existir, ya que no es posible el paso del no-ser al ser.
Platón, con su teoría de las Ideas no supo dar respuesta a este problema, pero sí Aristóteles,
que define el movimiento como el paso de un no-ser relativo, que sería el ser en potencia, al
ser en acto.
El ser en acto es la substancia en un momento dado, tal y como se presenta al individuo y tal
y como la conoce El ser en potencia, se refiere a la capacidad de llegar a ser, de poder ser
algo distinto a lo que se es, de cambiar.

POLITICA
La política de Aristóteles es una derivación de su ética, que se basa en la idea de que el
objetivo del ser humano es la felicidad y esta solo es posible dentro de la ciudad. Un aspecto
fundamental de la teoría política de Aristóteles es su consideración del ser humano como un
animal político, o zoon politikón. Para él, el ser humano es un ser social por naturaleza,
incapaz de sobrevivir separado del grupo, si bien sus objetivos dentro del mismo pueden ser
distintos. La sociedad, así como las leyes son "naturales", según Aristóteles y los seres
humanos se unen, primero para procrear y después, forman comunidades donde hay
"maestros naturales", que son aquellos que tienen capacidad para el gobierno y "esclavos
naturales", esto es, mano de obra.
Aristóteles determina un sistema político basado en dos variables: el número de gobernantes
y el objetivo de cada uno, es decir, si persiguen el bien público o el bien particular.
Así pues, según el número de gobernantes y el objetivo de los mismos, Aristóteles va a
definir su sistema de gobierno:
Monarquía: es el gobierno de uno solo, el más virtuoso y noble de la ciudad, pero se
corrompe, degenerando en tiranía, el gobierno de una sola persona pero que únicamente
busca su propio beneficio.
Aristocracia: es el gobierno de unos pocos, los más virtuosos, pero se corrompen debido a su
afán de ambición y degenera en oligarquía, o el gobierno de los más ricos.
Democracia: es el gobierno de la mayoría, pero la inestabilidad económica y las crisis
sociales hacen que degenere en demagogia, que intenta manipular a los ciudadanos.
Aristóteles defiende una forma de gobierno que es una combinación de democracia y
aristocracia y que se llama Politeia, y por medio del cual, las tierras son repartidas entre los
ciudadanos y serían los esclavos los que la cultivarían. El pensador griego apuesta por una
sociedad de clase media, que fomente el ocio de sus ciudadanos permitiendo que puedan
dedicarse a sus profesiones: jueces, comerciantes y sacerdotes. De esta forma se evitarían las
revueltas.

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