0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
17 vistas4 páginas
Los videojuegos se han convertido en una industria madura y lucrativa, que generará más de 150.000 millones de dólares en 2019. Han dominado el entretenimiento audiovisual al contar con 2.500 millones de jugadores a nivel mundial. Además, los videojuegos también se han incorporado a la educación a través del aprendizaje basado en juegos, utilizando aspectos positivos de los videojuegos para dinamizar y motivar a los estudiantes en su aprendizaje de una manera divertida y práctica. Dent
Los videojuegos se han convertido en una industria madura y lucrativa, que generará más de 150.000 millones de dólares en 2019. Han dominado el entretenimiento audiovisual al contar con 2.500 millones de jugadores a nivel mundial. Además, los videojuegos también se han incorporado a la educación a través del aprendizaje basado en juegos, utilizando aspectos positivos de los videojuegos para dinamizar y motivar a los estudiantes en su aprendizaje de una manera divertida y práctica. Dent
Los videojuegos se han convertido en una industria madura y lucrativa, que generará más de 150.000 millones de dólares en 2019. Han dominado el entretenimiento audiovisual al contar con 2.500 millones de jugadores a nivel mundial. Además, los videojuegos también se han incorporado a la educación a través del aprendizaje basado en juegos, utilizando aspectos positivos de los videojuegos para dinamizar y motivar a los estudiantes en su aprendizaje de una manera divertida y práctica. Dent
Hace tiempo que la industria de los videojuegos perdió la inocencia. Hoy es un
sector maduro y admirado por su músculo tecnológico, su capacidad innovadora y su visión empresarial privilegiada. Los números no engañan: cerrará 2019 con unos ingresos globales de más de 150.000 millones de dólares y un crecimiento interanual del 9,6%, según la compañía de inteligencia de mercado Newzoo.
Con estas cifras es normal que los videojuegos dominen el ocio
audiovisual, muy por delante de la música y el cine. Ni siquiera Hollywood ha podido con un rival que cuenta con 2.500 millones de jugadores en el mundo y, en concreto, éxitos como Fortnite con 139 millones de usuarios activos. La fiebre por este videojuego traspasa fronteras y ya inquieta a un gigante como Netflix más que Disney y HBO, sus competidores directos en la batalla por liderar los contenidos audiovisuales en streaming.
LAS CLAVES DEL 'GAME-BASED LEARNING'
Los beneficios de los videojuegos han llegado también a la enseñanza con
el game-based learning o aprendizaje basado en los juegos electrónicos. Este método educativo utiliza lo bueno de los videojuegos para transmitir conocimientos a los estudiantes y se fundamenta en tres puntos clave:
Dinamiza la educación: transforman el aprendizaje en un juego
divertido, emocionante y sin clases aburridas. Esto hace que los alumnos asimilen y retengan los contenidos casi sin darse cuenta.
Incrementa la motivación: convierten a los estudiantes en los
protagonistas de la historia y premian su esfuerzo con medallas, vidas extra, bonus, etc. Así consiguen captar y mantener su interés por aprender.
Facilita la práctica: permiten aplicar los conocimientos adquiridos sin
crear situaciones de peligro. Este es el cometido, por ejemplo, de los simuladores de aviación y navegación. Consejos para introducir los videojuegos en el aula.
Consejos para introducir los videojuegos en el aula [PDF]Enlace externo,
se abre en ventana nueva.
VIDEOJUEGOS PARA EL APRENDIZAJE: LOS 'SERIOUS GAMES'
Dentro del game-based learning existen unos videojuegos educativos
conocidos como serious games (videojuegos serios). Este segmento específico para la enseñanza tiene como finalidad formar a los estudiantes en materias concretas, el aprendizaje de idiomas o el entrenamiento de profesionales como policías, pilotos, bomberos o personal sanitario, entre otros. Los videojuegos educativos constituyen un mercado global en auge que prevé ingresar 17.000 millones de dólares en 2023 —un 485% más que en 2018—, tal y como publica el portal Statista. A continuación, repasamos algunos de ellos: Dragon Box acerca una disciplina como la geometría a los más pequeños.
Extreme Event prepara para afrontar desastres naturales y fomenta el
trabajo colaborativo.
Pacific sirve para entrenar el liderazgo y la gestión de equipos.
Spore es útil para enseñar biología, en concreto la evolución de los
seres vivos.
Duolingo impulsa el aprendizaje de idiomas como el inglés, el francés o
el alemán.
Blood Typing, desarrollado por la Academia Sueca, educa sobre tipos de
sangre y transfusiones.
LOS BENEFICIOS DE JUGAR A VIDEOJUEGOS
El impacto de los videojuegos en la sociedad los ha convertido en objeto de
estudio. Por ejemplo, Andrew Przybylski, psicólogo del Instituto de Internet de la Universidad de Oxford, ya en 2014 publicaba un estudio en la revista Pediatrics en el que establecía cuántas horas debían destinar los niños a los videojuegos. Su conclusión fue que aquellos que jugaban menos de una hora eran emocionalmente más estables, mientras que aquellos que jugaban alrededor de tres horas desarrollaban problemas a la hora de socializar. Por tanto, con moderación los videojuegos, además de mejorar el aprendizaje, impulsan otra serie de beneficios. A continuación, repasamos algunos de ellos:
Mejoran la capacidad de respuesta
Según la Universidad de Rochester agilizan la capacidad de lidiar con
imprevistos al plantear problemas y establecer un tiempo para resolverlos.
Fomentan el trabajo en equipo
Según el californiano Institute for the Future (IFTF) las partidas con varios jugadores con un objetivo común refuerzan la capacidad para resolver problemas de forma colaborativa.
Estimulan la creatividad, la atención y la memoria visual
La Universidad de California asegura que estimulan estos aspectos al plantear
retos que obligan a concentrarse, a usar la imaginación y a recordar los detalles para resolverlos.
Mejoran la estrategia y el liderazgo
Los videojuegos ponen a sus protagonistas en situaciones de mando,
mejorando su capacidad para resolver conflictos, dirigir a otros personajes y tomar decisiones según la Universidad de Pittsburgh.
Enseñan idiomas
Según la Universidad de Helsinki facilitan el aprendizaje de otras lenguas a
través de las instrucciones en pantalla, los chats para comunicarse con otros jugadores o la propia narración de la historia.
Favorecen el pensamiento crítico
El Tecnológico de Monterrey ponía en valor en un artículo el trasfondo ético,
filosófico y social de estos juegos y su capacidad para hacer reflexionar a los jugadores y mejorar su pensamiento crítico.