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UNIDAD 7: ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN DE LA PREVENCIÓN EN LA EMPRESA.

ACTUACIÓN EN CASO DE ACCIDENTE

El objetivo de esta unidad es que el alumno al finalizar la misma pueda:


- Comprender la necesidad de planificar la acción preventiva.
- Identificar los elementos que integran la gestión de la prevención.
- Analizar la función de la representación de los trabajadores en materia de
prevención.
- Reflexionar sobre la importancia de vigilar la salud de los trabajadores.
- Describir la secuencia de acciones que se sigue en la valoración de los heridos
en una situación de emergencia.
- Distinguir y clasificar los grados de gravedad de una víctima en un accidente
- Conocer y aplicar los primeros auxilios ante las situaciones más frecuentes.

ÍNDICE

1. LA ACCIÓN PREVENTIVA Y SUS PRINCPIOS………..……………………………………………….... 2

2. REPRESENTACIÓN DE LOS TRABAJADORES EN LA PREVENCIÓN............................. 4

3. GESTIÓN DE LA PREVENCIÓN. PLAN DE PREVENCIÓN …………………………………………. 5

4. ORGANIZACIÓN DE LA PREVENCIÓN......................................................................... 6

5. LA EVALUACIÓN DE LOS RIESGOS LABORALES...................................................... 8

6. MEDIDAS DE PROTECCIÓN. PLAN DE AUTOPROTECCIÓN……................................. 11

7. SEÑALIZACIÓN……………………………………………………................................................ 13

8. PROTECCIÓN ANTE EL FUEGO…………………….………………………………………………………… 13

9.ACTUACIÓN EN EMERGENCIAS. PRIMEROS AUXILIOS………………..……………….……….. 16

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1. LA ACCIÓN PREVENTIVA Y SUS PRINCIPIOS

En cumplimiento del deber de protección, el empresario deberá garantizar la


seguridad y la salud de los trabajadores a su servicio.

El empresario realizará la gestión de la prevención de los riesgos laborales mediante la


integración de la actividad preventiva en la empresa y la adopción de cuantas medidas
sean necesarias en materia de plan de prevención de riesgos laborales, evaluación de
riesgos, información, consulta, participación y formación de los trabajadores, vigilancia
de la salud y mediante la constitución de una organización y la aportación de los medio
necesarios.

Un sistema de gestión de prevención de riesgos laborales debe basarse en unos


elementos fundamentales.

La acción preventiva debe realizarse de acuerdo con los principios que establece la Ley
de Prevención de Riesgos Laborales.

Política preventiva - Principios en los que se basa la acción preventiva.


- Funciones y responsabilidades en todos los niveles
jerárquicos.
Organización de la - Modalidad de organización elegida: servicio de
prevención prevención/trabajador designado, asunción por el
empresario.
- Representante de los trabajadores: delegado de
prevención, comité de seguridad y salud.
Plan de prevención La PRL deberá integrarse en el sistema general de la
empresa a través de un plan de prevención de riesgos
cuyos instrumentos son:
- Evaluación de riesgos.
- Planificación de la acción preventiva.
Ejecución Supone levar a la práctica lo planteado en las fases
anteriores.
Auditoría interna del Además de las auditorías internas, debe realizarse una
sistema preventivo evaluación periódica de la eficacia del sistema preventivo
(ej.: índice de siniestralidad)

El empresario aplicará las medidas que integran el deber general de prevención, con
arreglo a los siguientes principios generales:
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PRINCIPIO CONTENIDO EJEMPLO
Evitar los riesgos Deben adoptarse las medidas Sustituir máquinas que
necesarias para eliminar los produzcan ruido por otras que
riesgos que pueden evitarse para no lo hagan.
el resto de utilización medidas de
protección.
Evaluar los riesgos que no Aquellos riesgos que no hayan Si el riesgo de ruido no ha
pueden evitarse sido evitados serán evaluados podido evitarse, se evaluará su
para determinar su probabilidad probabilidad y el daño que
y la severidad de los daños que puede causar.
pudieran producirse
Combatir los riesgos en su Se deberán tomar medidas que Evitar que el ruido se
origen permitan controlar el riesgo transmita por el aire
cuando éste surge encerrado el proceso que lo
genera.
Adaptar el trabajo a la Los puestos de trabajo y su Facilitar a un trabajador sillas
persona (ergonomía) contenido deben diseñarse de ergonómicas regulables en
manera que se adapte a la altura que le permitan evitar
persona sin posturas forzadas malas posturas
Tener en cuenta la Se deben utilizar equipos, Comprar equipos que eviten
evolución de la técnica procesos o sustancias que eviten riesgos.
la aparición de riesgos cuando la
técnica lo permita.
Sustituir lo peligroso por Se trata de sustituir productos Utilizar sustancias menos
lo que entrañe poco o peligrosos por otros que lo sean nocivas que el amianto.
ningún peligro en menor grado.
Planificar la prevención Deberán planificarme todas Planificar el levantamiento de
aquellas medidas que supongan cargas
una mejora de las condiciones de
seguridad
Adoptar medidas que Deberán adoptarse medidas Poner pantallas que absorban
antepongan la protección tanto en el foco del riesgo como el ruido antes que facilitar
colectiva a la individual el medio antes de utilizar equipos cascos, tapones, etc
de protección individual
Dar las debidas La formación y la información Es imprescindible que un
instrucciones adecuadas sobre riesgos y sobre trabajador sea informado
la manera de prevenirlos es sobre los riesgos que entrañe
fundamental para cualquier el uso de una máquina nueva
política preventiva. y la manera de utilizarla.

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2. REPRESENTACION DE LOS TRABAJDORES EN LA PREVENCIÓN

Los órganos de representación colectiva especializada en materia preventiva según la


Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) son los delegados de prevención y el
comité de seguridad y salud.

DELEGADOS DE PREVENCIÓN:

Son los representantes de los trabajadores en la empresa con funciones específicas en


materia de prevención de riesgos laborales. Sus competencias son:

- Colaborar en la mejora de la acción preventiva.


- Promover y fomentar las buenas prácticas preventivas de los
trabajadores.
- Ser consultados, con carácter previo a su ejecución, acerca de las
decisiones en materia de seguridad y salud en el trabajo.
- Vigilar y controlar el cumplimiento de la normativa de prevención de
riesgos laborales.

COMITÉ DE SEGURIDAD Y SALUD:

Para su formación se requiere que los centros de trabajo tengan al menos 50


empleados.
Es el órgano paritario y colegiado de participación y consulta de las actuaciones de la
empresa en materia de prevención de riesgos laborales. Sus competencias son:

- Participar en la elaboración, puesta en práctica y evaluación de los


planes de prevención.
- Informar a la empresa de las deficiencias existentes y de su corrección.
- Conocer y analizar los daños para la salud de los trabajadores.

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3. GESTIÓN DE LA PREVENCIÓN. PLAN DE PREVENCIÓN

El Plan de prevención de riesgos laborales es la herramienta a través de la cual se


integra la actividad preventiva de la empresa en su sistema general de gestión y se
establece su política de prevención de riesgos laborales. La documentación del plan de
prevención es obligatoria, pero no constituye en sí misma garantía de efectividad.

La normativa legal obliga a las empresas a diseñar y llevar a cabo un sistema de


gestión de la prevención, que facilite una prevención efectiva y eficiente en la realidad
del trabajo. Dicha información se recoge en un documento denominado Plan de
Prevención, que debe tener un contenido mínimo:
–La identificación de la empresa, de su actividad productiva, el número y
características de los centros de trabajo y el número de trabajadores.

–La estructura organizativa de la empresa, identificando las funciones y


responsabilidades que asume cada uno de sus niveles jerárquicos, y los cauces
de comunicación entre ellos en relación con la prevención de riesgos laborales.

–La organización de la producción y los procedimientos organizativos existentes


en la empresa, en relación con la prevención de riesgos laborales.

–La organización de la prevención en la empresa, indicando la modalidad


preventiva elegida y los órganos de representación existentes.

–La política, los objetivos y metas que en materia preventiva pretende alcanzar
la empresa, así, como los recursos humanos, técnicos, materiales y económicos
de los que va a disponer al efecto.

Los instrumentos para la aplicación del Plan de prevención son la evaluación de riesgos
y la planificación de la acción preventiva.

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4.ORGANIZACIÓN DE LA PREVENCIÓN
La organización de las empresas en materia de prevención de riesgos laborales se
refiere tanto a la opción que toma la empresa entre las diversas modalidades para
organizar las actividades y recursos en materia de prevención, como a la participación
de los trabajadores a través de sus órganos de representación en esta materia.

MODALIDADES DE LA ORGANIZACIÓN DE LA PREVENCIÓN:

Según la LPRL, las empresas pueden optar entre varias modalidades para organizar la
prevención:

1. Asunción por el propio empresario: el empresario puede asumir la prevención


personalmente, siempre que cumpla los siguiente requisitos:
–Que la empresa tenga hasta 10 trabajadores, o hasta 25 si sólo hay un
centro de trabajo.
–Que nos e trate de una actividad peligrosa, de las incluidas en el Anexo I
del Reglamento sobre Servicios de Prevención.
–Que se encuentre en el centro de manera habitual.
–Que tenga la capacidad correspondiente, excepto para la vigilancia de la
salud.
–Las funciones no asumidas deben cubrirse con una entidad externa.

2. Trabajadores designados: el empresario podrá designar a uno o varios


trabajadores para ocuparse de la actividad preventiva de la empresa. Los
trabajadores designados deberán:
–Tener la capacidad necesaria. Este requisito implica que deben tener la
formación adecuada, la cual dependerá de la complejidad de las
funciones que deban desempeñar en la empresa.
–Disponer del tiempo necesario.
–Disponer de los medios precisos.
–Ser suficientes en número.

3. Servicio de prevención propio: se constituirá con personal de la empresa, que


se dedicará de manera exclusiva a esta actividad, y que dispondrá de los
medios materiales y humanos necesarios para realizar las actividades
preventivas. El empresario está obligado a constituirse en alguno de los
siguientes supuestos:
–Que la empresa tenga más de 500 trabajadores.
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–Que aunque cuente con un numero de entre 250 y 500 trabajadores, la
empresa alguna de las actividades del Anexo I del Reglamento sobre los
Servicios de Prevención.
–Que la autoridad laboral así lo decida por la peligrosidad de la
actividad, salvo que se acuda a la modalidad de servicio de prevención
ajeno.

4. Servicio de prevención ajeno: este servicio está constituido por entidades


especializadas dedicadas al apoyo y asesoramiento a las empresas en materia
de prevención de riesgos laborales.
–Estas empresas deberán estar acreditadas por la autoridad laboral. El
empresario deberá acudir a un servicio de prevención ajeno cuando no
lo asuma personalmente (total o parcialmente), y cuando la designación
de uno o varios trabajadores resulte insuficiente.

5. Mediante un servicio de prevención mancomunado: el servicio es prestado por


una misma entidad a distintas empresas, siempre que garantice la misma
operatividad y eficacia que con un servicio de prevención individual. Se podrá
acordar:
- Cuando varias empresas desarrollen simultáneamente actividades en un
mismo centro de trabajo, edificio o centro comercial.
- Cuando se decida, por acuerdo entre los representantes de los
trabajadores y empresarios, para empresas que pertenezcan al mismo
sector productivo o grupo empresarial y se ubiquen en un mismo
polígono industrial o área geográfica.

Las empresas que no hubieran contratado el servicio de prevención con una entidad
especializada, deberán someter su sistema de prevención al control de una auditoría o
evaluación externa, salvo las empresas de menos de 50 trabajadores que ejerzan
actividades que se consideren no peligrosas de acuerdo al reglamento.

La auditoría deberá llevarse a cabo dentro de los 12 meses siguientes al momento en


que se disponga de la planificación de la actividad preventiva, y se repetirá cada 4
años, excepto cuando se trate de actividades especialmente peligrosas del RD
39/1997, que se realizará cada 2 años, o siempre que lo requiera la Autoridad Laboral.

5.EVALUACIÓN DE LOS RIESGOS LABORALES

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Se define “riesgo laboral” como la posibilidad de que un trabajador sufra un
determinado daño derivado del trabajo. Para estimar el grado de peligrosidad de este
riesgo potencial, se valorarán conjuntamente la probabilidad de que se produzca el
daño y la gravedad de sus posibles consecuencias si éste llega a materializarse.
Aplicando de forma conjunta estos dos parámetros, se obtiene la siguiente tabla de
valoración del nivel de riesgo:
CONSECUENCIAS
LD D ED
PROBABILIDAD B T TO MO
M TO MO I
A MO I IN

En ella, por poner algún ejemplo, se puede observar que un riesgo que tenga una
probabilidad baja de que ocurra y cuyas consecuencias para la salud, si éste se
materializa, fueran ligeramente dañinas, produce un nivel de riesgo trivial (T). Sin
embargo un suceso que tenga una probabilidad alta de que ocurra pero cuyas
consecuencias para la salud fueran extremadamente dañinas, si finalmente se
consuma, determina un nivel de riesgo intolerable (IN).

Consecuencias:
LD: Ligeramente Dañino. Por ejemplo: Daños superficiales: cortes y magulladuras
pequeñas, irritación de los ojos por polvo. Molestias e irritación, por ejemplo: dolor de
cabeza, disconfort.

D: Dañino. Por ejemplo, Laceraciones, quemaduras, conmociones, torceduras


importantes, fracturas menores. Sordera, dermatitis, asma, trastornos músculo-
esqueléticos, enfermedad que conduce a una incapacidad menor.

ED: Extremadamente dañino. Amputaciones, fracturas mayores, intoxicaciones,


lesiones múltiples, lesiones fatales. Cáncer y otras enfermedades crónicas que acorten
severamente la vida.
Probabilidad:
B: Baja. Una probabilidad es baja si: el daño puede ocurrir en muy raras ocasiones.
M: Media. Una probabilidad es media si: el daño puede ocurrir en algunas ocasiones.
A: Alta. Una probabilidad es alta si: el daño ocurrirá siempre, o casi siempre, mientras
persistan esas condiciones peligrosas.

Nivel del riesgo:

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La solución preventiva a la identificación de estos niveles de riesgos, requiere medidas
específicas proporcionales a la gravedad del nivel de riesgo detectado. Así, si el nivel
de riesgo obtenido, al valorarse la probabilidad de que ocurra y sus posibles
consecuencias, es:

T: Trivial, no se requiere acción preventiva específica. Pues su incidencia en la Salud de


los trabajadores es nimia.

TO: Tolerable, no se necesita mejorar la acción preventiva. Sin embargo se deben


considerar soluciones más rentables o mejoras que no supongan una carga económica
importante. Se requieren comprobaciones periódicas para asegurar que se mantiene la
eficacia de las medidas de control.

MO: Moderado, se deben hacer esfuerzos para reducir el riesgo, determinando las
inversiones precisas. Las medidas para reducir el riesgo deben implantarse en un
período determinado.
Cuando el riesgo moderado está asociado con consecuencias extremadamente
dañinas, se precisará una acción posterior para establecer, con más precisión, la
probabilidad de daño como base para determinar la necesidad de mejora de las
medidas de control.

I: Importante, no debe comenzarse el trabajo hasta que se haya reducido el riesgo.


Puede que se precisen recursos considerables para controlar el riesgo. Cuando el
riesgo corresponda a un trabajo que se está realizando, debe remediarse el problema
en un tiempo inferior al de los riesgos moderados.

IN: Intolerable, no debe comenzar ni continuar el trabajo hasta que se reduzca el


riesgo. Si no es posible reducir el riesgo, incluso con recursos ilimitados, debe
prohibirse el trabajo.

EVALUACIÓN DE RIESGOS:

Actualmente se reconoce que la evaluación de riesgos es la base para una gestión


activa de la seguridad y la salud en el trabajo.
Es obligación del empresario realizar una evaluación inicial de riesgos, y a partir de
ésta, planificar la acción preventiva.

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La evaluación de riesgos es un proceso destinado a estimar la magnitud de los riesgos
que no puedan evitarse, obteniendo la información necesaria para que el empresario
esté en condiciones de tomar una decisión apropiada sobre la necesidad de adoptar
medidas preventivas y, en tal caso, sobre el tipo de medidas que deben adoptarse.

Si los resultados de la evaluación pusieran de manifiesto situaciones de riego, el


empresario realizará aquellas actividades preventivas necesarias para eliminar o
reducir y controlar tales riesgos.

Su núcleo central consiste en examinar detalladamente todos los aspectos del trabajo
que puedan causar daños a los trabajadores. Este examen no estará completo si no
recoge la opinión de los trabajadores, porque son los y las que mejor conocen su
puesto de trabajo.

Para poder evaluar, hay que estar capacitado para reconocer las condiciones de
trabajo que generan riesgos. También a veces es necesario realizar mediciones (y
algunas de estas sólo pueden ser realizadas por personal con titulación específica).

Muchos criterios de riesgo están recogidos en normativa, pero también se pueden


mejorar mediante negociación colectiva, e incluso pueden ser acordados en el comité
de seguridad y salud de una empresa.

La evaluación de riesgos laborales engloba los siguientes pasos:


1. Identificar los peligros presentes, por áreas y/o por puestos de trabajo.
2. Identificar quién puede sufrir daños, contemplando la posibilidad de que haya
colectivos especialmente sensibles a determinados riesgos.
3. Evaluar los riesgos e identificar medidas que se deben adoptar.
4. Documentar los hallazgos, detallando las medidas ya adoptadas y las
pendientes.
5. Planificar las medidas pendientes e implementarlas.
6. Revisar la evaluación y actualizarla cuando sea necesario.,

6. MEDIDAS DE PROTECCIÓN

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Las medidas de protección se aplican con el fin de proteger contra los riesgos que no
se han podido evitar o que no se han eliminado en su totalidad.

Uno de los principios de la acción preventiva señala que hay que adoptar medidas que
antepongan la protección colectiva a la individual.

Las medidas de protección se clasifican, por lo tanto, en dos grandes grupos:


– Protección colectiva: dirigida a todas las personas expuestas a un riesgo.
Tienen prioridad respecto a las demás. Ej.: insonorización de un local
– La protección individual protegen exclusivamente al individuo que las
lleva. Se utilizarán cuando las colectivas sean ineficaces, no sea posible
utilizarlas o como complemento de las mismas.
Para ello, se utilizan los equipos de protección individual (EPI), que son
equipos que lleva el trabajador o que los sujeta él mismo, para que lo
proteja de determinados riesgos.
Deben proporcionar una protección eficaz, estar homologados, y ser de
uso personal.
Los EPIs deben ser proporcionados por la empresa, así como la
formación necesaria para su correcta utilización.
El trabajador por su parte debe utilizarlos y cuidarlos, así como notificar
cualquier defecto o daño que sufra.

Una situación de emergencia puede generar daños a las personas, instalaciones y


medio ambiente.

Para evitar o minimizar dichos daños, en la empresa se debe prever y organizar


adecuadamente el modo de actuación ante las emergencias.

Existe legislación que obliga a determinadas empresas, según su tamaño, tipo de


actividad y cantidad de sustancias peligrosas empleadas, a que se dispongan de un
plan de Autoprotección.

El plan de autoprotección es el documento en el que se recogen el sistema de control y


gestión de la seguridad en las empresas ante una situación de emergencia.

Debe registrarse en el organismo público competente y revisarse con una periodicidad


no superior a 3 años.

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El documento del Plan de Autoprotección se estructurará siguiendo el contenido
básico que figura en el anexo II del R.D. 393/2007, debiendo ser elaborado por
personal con la capacidad técnica adecuada, teniendo en cuenta:
o Ubicación geográfica de la empresa.
o Características constructivas del edificio.
o Accesos y salidas del recinto.
o Disponibilidad de medios extintores de protección (hidrantes, BIE…).
o Localización y características de las instalaciones y servicios.
o Actividades que se desarrollen en cada planta o sección.
o Número y características físicas/psíquicas de los ocupantes.
o Inventario, análisis y evaluación de riesgos tanto de la actividad de la
empresa como los procedentes del exterior que le puedan afectar.
o Plan de actuación ante emergencias en el que se explica qué hacer en
un incendio, una inundación, amenaza de bomba, etc.

La elaboración de los planes de actuación se hará teniendo en cuenta la gravedad de la


emergencia, las dificultades de controlarla y sus posibles consecuencias y la
disponibilidad de medios humanos.

En función de la gravedad de la emergencia, se suele clasificar en distintos niveles:


· Conato de emergencia: situación que puede ser controlada y solucionada
de forma sencilla y rápida por el personal y medios de protección del
local, dependencia o sector.
· Emergencia parcial: situación que para ser dominada requiere la
actuación de equipos especiales del sector. No es previsible que afecte a
sectores colindantes.
· Emergencia general: situación para cuyo control se precisa de todos los
equipos y medios de protección propios y la ayuda de medios de socorro
y salvamento externos. Generalmente comportará evacuaciones totales o
parciales.

Las distintas emergencias requerirán la intervención de personas y medios para


garantizar en todo momento:

· La alerta, que de la forma más rápida posible pondrá en acción a los


equipos del personal de primera intervención interiores e informará a los
restantes equipos del personal interiores y a las ayudas externas.
· La alarma para la evacuación de los ocupantes.
· La intervención para el control de las emergencias.
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· El apoyo para la recepción e información a los servicios de ayuda exterior.

7. LA SEÑALIZACIÓN

La correcta señalización resulta eficaz como técnica de seguridad complementaria,


pero no debe olvidarse que, por sí misma, nunca elimina el riesgo.

¿Cuándo se debe aplicar?


1. Cuando se ponga de manifiesto la necesidad de :
– Llamar la atención de la existencia de determinados riesgos (por
ejemplo.. advertencia sobre la presencia de materias inflamables).
– Alertar cuando se produzca una situación de emergencia. ( ejemplo..
señal acústica de evacuación)
– Facilitar la localización de determinados medios e instalaciones
(ejemplo señal de localización de extintor.)
– Orientar para que se realicen determinadas maniobras (ejemplo señal
gestual o verbal de parada.).

2. Como complemento al resto de las actuaciones preventivas, cuando ninguna


limita el riesgo en su totalidad.

Clases de señales:
• Prohibición: Prohíbe un comportamiento que pueda producir un peligro. Panel
en forma redonda , pictograma negro sobre fondo blanco, bordes y banda
transversal rojo.

• Obligación: Señal que obliga a un comportamiento determinado. Panel con


forma redonda, pictograma blanco sobre fondo azul.

• Advertencia: Advierte de un riesgo o peligro. Panel en forma triangular,


pictograma negro sobre fondo amarillo y bordes negros.

• Señal relativa a los equipos de lucha contra incendios : Indicación relativa a los
dispositivos de salvamento ( extintor, manguera..) . Forma rectangular o
cuadrada, pictograma blanco sobre fondo rojo.

• Salvamento o socorro: Indicación relativa a salidas de socorro o primeros


auxilios, o a los dispositivos de salvamento, duchas de seguridad, lavaojos ,
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entre otras. Panel de forma rectangular o cuadrada, con pictograma blanco
sobre fondo verde.

8. PROTECCIÓN FRENTE AL FUEGO


El fuego es una oxidación rápida en la que se produce emisión de luz y calor. Cuando
éste se propaga da lugar a un incendio, pudiendo ocasionar pérdidas personales y
materiales considerables.

Los incendios generan gases tóxicos que desplazan el oxígeno del aire produciendo un
efecto asfixiante, siendo la principal causa de las muertes producidas en los incendios.
También pueden producir humos y gases calientes cuya inhalación provoca
quemaduras internas y externas. El calor causa fatiga, deshidratación y bloqueo
respiratorio. Las llamas producen quemaduras externas. Y no hay que olvidar tampoco
el pánico que produce un incendio, que puede alterar el comportamiento correcto
ante tal situación.

La seguridad contra incendios contempla todo un conjunto de medidas destinadas no


sólo a evitar el inicio del mismo, sino a controlar y eliminar su propagación.
Cuando la actuación trata de evitar el inicio la denominamos PREVENCIÓN DEL
INCENDIO. Bastará con eliminar alguno de los factores del fuego para evitar el inicio,
que son los siguientes:

Combustible es toda sustancia capaz de arder,


ya sea liquido, sólido o gaseoso.
Comburente: el oxígeno es habitual.
Calor: es necesario que exista un foco que proporcione
calor suficiente para que el fuego se produzca.

Clases de incendios:
 Clase A: Fuego de materias sólidas, generalmente de naturaleza orgánica,
donde la combustión se realiza normalmente con formación de brasas. Ej.:
maderas, papel, cartón, telas, plástico, etc.
 Clase B: Fuego de líquidos o de sólidos licuables. Ej.: gasolina, ceras, alcohol,
grasas, etc.
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 Clase C: Fuego de gases inflamables. Ej: butano, hidrógeno, gas natural, etc.
 Clase D: Fuego de metales. Ej.: sodio, potasio, magnesio.

Métodos para extinguir incendios:

• Por sofocación Con este método se pretende eliminar el oxígeno. Para este fin
se utilizan las mantas, se arroja tierra, etc.

• Por enfriamiento Aquí se intenta bajar la temperatura de los materiales


combustibles para que no ardan. En este método se utiliza agua.

• Por dispersión o aislamiento del combustible Este método impide la


propagación del fuego poniendo barreras para que el fuego no llegue a más
materiales combustibles (cortafuegos).

• Por inhibición de la reacción en cadena Con este método se intenta cortar la


reacción en cadena, para ello se utilizan sustancias químicas. Los extintores de
polvo químico y de halón funcionan mediante este método.

Si se produce un fuego, se utilizarán las siguientes medidas de protección:


- Controlarlo con equipos de protección y lucha contra el fuego.Los
equipos de protección y lucha contra el fuego son los sistemas de
detección y alarma, los extintores, la boca de incendio equipada (BIE), la
columna seca, hidrante, rociado (sprinkler), pulsador de alarma y el
alumbrado de emergencia.
- En fuegos no controladoso importantes, activar el pulsador de alarma y
avisar inmediatamente a los responsables de actuar en emergencias.
- Abandonar rápidamente la zona, con calma.
- Cerrar puertas y ventanas para no avivar el fuego, y no propagar el
humo a otras dependencias.
- Si hay nube de humo, salir a ras del suelo, gateando.
- Si el fuego o el humo nos atrapa, encerrarse en un lugar lo más bajo
posible y tapar la entrada de humo.

9. ACTUACIÓN EN EMERGENCIAS. PRIMEROS AUXILIOS


Los PRIMEROS AUXILIOS son la primera ayuda que se le otorga al accidentado, antes
de ser atendido por el personal sanitario y de ser trasladado a un centro asistencial.
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Son medidas terapéuticas urgentes que se aplican a las víctimas de accidentes o
enfermedades repentinas hasta disponer de tratamiento especializado.

El propósito de los primeros auxilios es aliviar el dolor y la ansiedad del herido o


enfermo y evitar el agravamiento de su estado. En casos extremos son necesarios para
evitar la muerte hasta que se consigue asistencia médica.

Los primeros auxilios no son tratamientos médicos. Son acciones de emergencia para
reducir los efectos de las lesiones y estabilizar el estado del accidentado. Y esto último
es lo que le concede la importancia a los primeros auxilios, de esta primera actuación
va a depender en gran medida el estado general y posterior evolución del herido.

En el ámbito laboral, la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales establece que


el empresario deberá analizar las posibles situaciones de emergencia y adoptar las
medidas necesarias en materia de primeros auxilios, designando al personal encargado
de poner en práctica tales medidas.

En caso de accidente, es necesario:


- Dominar la situación, manteniendo la serenidad.
- Evaluar la situación rápidamente, sin precipitarse.
- Si hay testigos, es él (el socorrista), quien toma la iniciativa pidiendo ayuda. Así
pues, puede actuar con eficacia e impedir actuaciones nefastas de testigos
bienintencionados pero incompetentes.

El personal encargado de los primeros auxilios en la empresa, que esté presente en el


lugar del accidente, debe seguir unos PRINCIPIOS GENERALES que guíen su actuación.
Es la denominada actuación PAS:

 PROTEGER: (prevenir la agravación del accidente). Sin ponerse en peligro, la


persona que presta los primeros auxilios señalizará el lugar del accidente y
eliminará en la medida de lo posible las amenazas existentes. Sólo si hay peligro
para el accidentado se le desplazará, manteniendo recto el eje cabeza-cuello-
tronco.

 AVISAR: la persona que avisa a los servicios de emergencia debe expresarse


con claridad y precisión. Decir desde donde llama e indicar exactamente el lugar
del accidente. Debe indicarse: el número y estado aparente de los heridos, si
existen factores que pueden agravar el accidente (por ejemplo: caídas de postes
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eléctricos) y el lugar exacto donde se ha producido el accidente. Saber que de la
información que nosotros demos, va a depender tanto la cantidad como la
calidad de medios humanos y materiales, que allí nos lleguen.

 SOCORRER: atender, abrigar, acompañar y tranquilizar al herido hasta que


llegue el personal médico.

Una vez efectuada la actuación PAS y, por tanto, estabilizado el accidentado, el


siguiente paso es realizar una evaluación inicial, cuyo objetivo será determinar el
alcance de las lesiones, establecer prioridades de actuación y adoptar las medidas
necesarias. La actuación se secuencia en tres pasos:
1.- Evaluación del entorno y primer contacto con la víctima: en el lugar del
siniestro se comprueba que no hay otros riesgos (material inflamable, tóxico o
explosivo, derrumbamientos…).

Se sacude ligeramente a la víctima por los hombros o se le pellizca,


preguntándole si se nos escucha o si se encuentra bien. A continuación, se
contacta con el 112 para que acudan los servicios sanitarios, bomberos y policía.

2.- Valoración primaria: verificar las constantes vitales del herido para comprobar
si está consciente, respira o sangra.

Si la víctima responde (consciente), mantenerla en la misma posición y pasar a la


valoración secundaria.

Si la víctima no responde (inconsciente), se procede a actuar según el estado del


lesionado:

- Respira y tiene pulso: colocar en posición lateral de seguridad.


- No respira y tiene pulso: aplicar reanimación respiratoria.
- Ni respira ni tiene pulso: iniciar la reanimación cardiopulmonar.

3.- Valoración secundaria: exploración rápida y ordenada del herido buscando


lesiones, sangre, deformidades, secreciones (sudor, heces, orina, vómitos). Se le
pregunta por su estado para detectar problemas de orientación o memoria.

Durante este proceso se interrogará al enfermo, si está consciente, intentando


obtener la mayor cantidad de información posible por si dejara de estarlo. Se

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anotaran, y posteriormente se trasmitirán a los servicios sanitarios, los siguientes
datos:

 Nombre y apellidos
 Edad
 Constantes vitales (pulso y respiración)
 Enfermedades que padezca o haya padecido
 Medicación que toma habitualmente (anticoagulantes, insulina,..)
 Alergias a algún medicamento
 Si lleva algún informe médico encima
 Si existe hemorragia la cantidad aproximada y el origen,
 Si se está realizando la Reanimación Cardio-Pulmonar, tiempo desde la
parada y tiempo que se está realizando la maniobra
 Si existe intoxicación por fármacos o productos tóxicos, cuándo y qué
cantidad, y si hubo vómitos.
 Localización del dolor
 Hormigueos, "descargas eléctricas", entorpecimiento de las piernas

En numerosas ocasiones, la persona que presta los primeros auxilios, requiere


de materiales para ello.

9.1. TÉCNICAS DE AUXILIO:

POSICIÓN LATERAL DE SEGURIDAD:


 Apartar el brazo que está entre el socorrista y el herido y
ponerlo cerca de la cabeza.

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 Flexionamos la pierna más lejana del herido y acercamos
la mano a la rodilla de dicha pierna sin estirarle el brazo,
sino llevando la rodilla hacia el brazo.
 Haciendo fuerza, hacemos girar al herido desde la rodilla
y el hombro hasta que descanse sobre la rodilla
flexionada, recogemos el brazo que gira externamente
para darle dos puntos de soporte (rodilla y brazo).
 Rectificar la posición de la cabeza para mantener la vía
aérea abierta.
 Le abrimos la boca para facilitar el vómito y escuchamos
si se mantiene la respiración.

REANIMACIÓN RESPIRATORIA:
Se aplica en heridos inconscientes, que no respiran, pero tienen pulso.
Se coloca a la víctima boca arriba sobre un plano duro con los brazos a lo largo del
cuerpo. Se le retira la ropa que oprima la garganta, el tórax o el abdomen, y cadenas,
collares y cuerpos extraños de la boca.

A continuación, se procede a la apertura de vías aéreas con:

- La maniobra frente-mentón: extender


con la mano en la frente la cabeza hacia
atrás y simultáneamente se empuja con la
otra mano el mentón.

- La tracción mandibular: colocar los


dedos detrás del ángulo mandibular,
tirando de ella para elevarla y abrir la
boca.

Si el herido no respira, se procede a las respiraciones de rescate con el método boca-


boca, poniendo los labios alrededor de la boca de la víctima para soplar de manera
constante dentro de esta, mientras se observa la elevación del tórax, o el método
boca-nariz, tapando la boca con la mano e insuflando por la nariz.

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REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR BÁSICA (ERC 2015)
En ocasiones, por diversas causas, la respiración y la circulación de una persona se
interrumpen de forma brusca, inesperada y potencialmente reversible. Esa
interrupción se conoce con el nombre de parada cardiorrespiratoria (PCR). Si esta
situación se prolonga durante algunos minutos, la persona que la sufre muere, porque
sus células dejan de recibir oxígeno y alimento. El cerebro no resiste esta situación más
de 4 o 5 minuto, por este motivo es importante actuar de forma inmediata.

Se debe aplicar tanto cuando la víctima no responde y no respira, o no respira


normalmente.

La víctima debe estar tumbada boca arriba


sobre una superficie lisa y firme.
El socorrista se arrodilla a su lado y pone el
talón de una mano en el centro de su tórax
y el talón de la otra encima de la primera,
entrelazando los dedos. Con los brazos
rectos, comprime fuertemente,
aprovechando su peso, sobre el esternón,
hundiéndolo 4-5cm.

Repetir con una frecuencia de 100 por


minuto (2 compresiones por segundo).

Tras 30 compresiones, combinar con


respiraciones de rescate con la maniobra
frente-mentón, durante aproximadamente
20
1 segundo hasta alcanzar un total de 2
respiraciones de rescate efectivas. Entre
cada una se observará el descenso del
tórax mientras va saliendo el aire, con la
cabeza extendida y el mentón elevado.

Continuar con 30 compresiones torácicas


por cada 2 respiraciones de rescate.
Únicamente se para cuando la víctima
comienza a respirar.

¿QUÉ HACER ANTE…?

a) UNA OBSTRUCCIÓN DE VÍA AÉREA:

La obstrucción de las vías respiratorias superiores es una situación de urgencia que


puede ser vital si no se practican de forma inmediata las maniobras necesarias para
dejar libres dichas vías.
La vía respiratoria superior comprende el tramo que va desde la cavidad bucal y las
fosas nasales, pasando por la faringe laringe y tráquea.

Las causas más frecuentes de obstrucción de la vía aérea se pueden resumir en dos
grandes grupos:
 En personas conscientes:
o La aspiración de alimentos (atragantamiento) por descoordinación
entre la deglución y la respiración en un momento determinado.
o El paso hacia las vías respiratorias de objetos o cuerpos extraños del
interior de la boca como prótesis dentales, coágulos de sangre, vómito.
 En personas inconscientes:
o La causa más frecuente de obstrucción, es la caída de la lengua hacia
atrás, ocluyendo la faringe.

La obstrucción de la vía aérea puede ser completa o incompleta.

Hemos de comprobar la dificultad al paso del aire que presenta la persona


accidentada, y una vez determinada la situación por la ausencia de movimientos
21
respiratorios o excesivos esfuerzos para respirar procederemos a aplicar las siguientes
maniobras:
 En personas conscientes:
o Si la obstrucción no es completa le animaremos a toser de forma
enérgica para que expulse el cuerpo extraño.
o Si la víctima ya no puede toser más, se le deben dar 5 golpes en la
espalda, entre los omóplatos (las "paletillas"), de forma vigorosa, seca y
seguida, comprobando con cada uno de ellos si se resuelve o no el
atragantamiento. Para ello, el reanimador tiene que colocar a la víctima,
estando en pie, con el tronco ligeramente inclinado hacia delante,
sujetando el pecho con una mano, y con el talón de la otra se aplican los
5 golpes interescapulares.

o Si a pesar de los 5 golpes en la espalda la víctima continua atragantada,


es preciso aplicar compresiones abdominales, haciendo lo que se
denomina maniobra de Heimlich, que consiste en colocarnos por detrás
del paciente, abrazarle de atrás a delante y cruzaremos las manos en la
"boca del estómago", dejando flexionar ligeramente al paciente. De
forma vigorosa aplicaremos 5 compresiones, de delante atrás y de abajo
arriba. Imagen maniobra de Heimlich:

22
Si la víctima es muy obesa o está embarazada, las compresiones se
efectuarán a nivel del pecho.
En caso de que las compresiones tampoco resuelvan el
atragantamiento, debemos alternar golpes en la espalda y
compresiones abdominales, hasta que el problema se resuelva o la
víctima pierda el conocimiento y muestre signos de que se derrumba y
cae al suelo.

 En personas inconscientes:
o Si el atragantamiento es prolongado y provoca la pérdida de
conocimiento, el reanimador tiene que: tender a la víctima en el suelo
con cuidado, activar si no se ha hecho hasta ahora el sistema de
emergencias, realizar la apertura de la vía aérea (maniobra frente-
mentón) y observar dentro de la boca si el objeto causante del
atragantamiento es visible y accesible.

Si es así realizar un barrido digital,


es decir, con los dedos se procede
a retirar el objeto causante del
atragantamiento.

o Comenzar con la RCP, masaje y ventilaciones, a una relación de 30:2,


preferentemente con la cabeza ladeada mientras se hacen las
compresiones, por si el objeto subiera a la boca.

23
B) CONTUSIONES

Son lesiones producidas por un golpe o impacto sobre la piel, sin llegar a romperla, por
lo que no produce herida.

Las contusiones se clasifican (médicamente) en distintos grados, pero es más sencillo


para el socorrista clasificarlas en leves o graves, atendiendo a la profundidad del tejido
que esté afectado.
 Contusiones leves: son aquellas en que la afectación es superficial y se
reconocen por el enrojecimiento de la zona contusionada o por la aparición del
típico «cardenal» (rotura de pequeños vasos sanguíneos).
Síntomas:
- Dolor de intensidad variable ya que depende de la parte del cuerpo donde se
produce la contusión.
- Puede existir inflamación de la zona.

 Contusiones graves: se reconocen por la aparición del hematoma o


colección líquida de sangre (en forma de relieve), producida por la rotura de
vasos sanguíneos de mayor calibre que el capilar.
En las contusiones graves la afectación del tejido subyacente puede afectar a
músculos, nervios, huesos, etc.
Síntomas:
- Dolor manifiesto o incluso muy intenso.
- Inflamación evidente.
- Posible impotencia funcional o aumento intenso del dolor ante la movilidad.

Actuación
Como norma general cabe destacar que la actuación ante las contusiones va
encaminada hacia la aplicación de frío (compresas, hielo...) y reposo de la zona
afectada
Ante una contusión grave es importante no vaciar los hematomas y si es preciso, se
debe inmovilizar la zona y evacuar al herido, en condiciones idóneas, a un centro
hospitalario.

24
C) QUEMADURAS:

Las QUEMADURAS son lesiones que aparecen en la piel por contacto de diversos
agentes.

En función del agente que las produce, pueden ser de tres tipos: térmicas, químicas y
eléctricas. Los factores que determinan la gravedad de una quemadura son:
 Profundidad: condiciona la cicatrización.
 Extensión: el peligro de muerte es directamente proporcional a la superficie
quemada.
 Localización: cara, manos, orificios naturales, genitales, etc.
 Edad: niños y ancianos.
 Riesgos de infección: se produce siempre por la pérdida de la piel.

Según la profundidad se clasifican en tres grados:


Primer grado o eritema: es el enrojecimiento de la piel. Afecta a la epidermis.
Segundo grado: afecta a la epidermis y dermis. Aparecen ampollas que
contienen plasma en su interior.
Tercer grado: afecta a la hipodermis, dermis y epidermis y pueden afectar a
músculos, nervios, vasos sanguíneos, etc. Se caracteriza por una escara de color
negruzco o castaño oscuro. No son dolorosas, por la destrucción de las terminaciones
nerviosas del dolor.

Las QUEMADURAS TÉRMICAS están producidas por el calor: seco (sólidos, metales,
fuego) o húmedo (vapores y líquidos). Son las más frecuentes.
En caso de quemaduras locales, debemos:
- Enfriar la parte quemada, sumergiendo en agua fría.
- Valorar la quemadura.
- Cubrir con tela limpia.
- Trasladar.
- Las ampollas no deben explotarse, sólo cubrirlas.

En caso de grandes quemados, es necesario:


- Tirar al suelo a la víctima y echar encima un abrigo o manta, si sigue ardiendo.
- Pedir ayuda sanitaria, y mientras tanto:
- Aflojar la ropa, sin quitar lo pegado.
- Echar agua fría y limpia (no en exceso para que no entre en shock).
- Quitar todos los objetos de metal.
- No dar de beber.
25
- Cubrir con una sábana limpia y abrigar con mantas.
- Tranquilizar (si está consciente).

Las QUEMADURAS QUÍMICAS son las menos frecuentes. Pueden estar causadas por
productos ácidos o cáusticos. Las medidas en este tipo son:
- Lavar con agua abundante.
- Retirar ropas y objetos impregnados.
- Cubrir con tela limpia.
- Trasladar.
- En el caso que la quemadura sea en los ojos, después de lavar con agua
abundante durante 20 minutos, se cubren ambos.

Por último, las QUEMADURAS ELÉCTRICAS, las fases de actuación son:


- Rescate o desenganche del accidentado:
. Cortar la corriente, o,
. Separar a la persona con un elemento no conductor (aislante).
- Petición de ayuda.
- Primeros auxilios:
. Colocar en posición de seguridad (decúbito lateral) si está inconsciente.
. Reanimación cardio- respiratoria (si es necesario).

D) HEMORRAGIAS:

Las HEMORRAGIAS se producen cuando un vaso sanguíneo se rompe y la sangre se


vierte al exterior del mismo. Podemos clasificarlas en: externas, exteriorizadas e
internas:

Las HEMORRAGIAS EXTERNAS se producen cuando, además de un vaso sanguíneo,


también se rompe la piel, y la sangre sale al exterior del cuerpo. Los pasos de
actuación, en este caso, son:
- Acostar a la persona afectada. Si es posible, la cabeza de la persona debe estar
más abajo que el tronco o las piernas, para aumentar el flujo sanguíneo al
cerebro. Si la herida se encuentra en una extremidad y si es posible conviene
elevar el sitio de sangrado para disminuir el flujo sanguíneo.
- Limpiar cuidadosamente la herida que sangra.
- Aplicar presión directamente en la herida con un paño limpio, si se empapa,
aplicar encima del mojado otro, sin retirar el primero.
- Mantener presión hasta que pare el sangrado y cuando éste pare, envolver la
herida con un vendaje compresivo.
26
- Si el sangrado no para con la presión directa se puede intentar la compresión
arterial directa en el vaso que irriga la zona lesionada: en primer lugar debe
localizarse por palpación el pulso de la arteria correspondiente y después
ejercer una compresión firme y constante con los dedos o con el puño.
- En último extremo aplicar torniquete, con indicación de la hora de aplicación.

El torniquete ha de aplicarse entre la herida y el corazón. Una vez aplicado, debe


quitarse sólo en presencia de un facultativo. No debe emplearse, a ser posible, cuerda,
alambre u otros objetos finos que puedan "cortar" al comprimir; lo usual es utilizar un
pañuelo triangular plegado o algo similar con suficiente anchura (5 cm.
aproximadamente.). Es muy importante reflejar en un papel grande prendido a la
víctima o escribiendo directamente en la piel, preferentemente en la frente (el sudor
puede borrar algunas tintas), la hora y la localización del torniquete y debe procurarse
mantenerlo a la vista no ocultándolo con ropa u otros objetos. Aflojar cada 20
minutos.

Las HEMORRAGIAS INTERNAS son aquéllas en las que la sangre no sale al exterior del
cuerpo (contusiones en tórax, abdomen, cráneo...). Las medidas de actuación son las
siguientes:
 En caso de hematoma: Poner una bolsa de hielo sobre la piel para facilitar la
contracción de los vasos sanguíneos.
 En caso de shock hipovolémico: Se caracteriza por una disminución de la
presión sanguínea y un aumento de la tasa cardiaca. Sus síntomas son: palidez,
piel fría y húmeda, respiración lenta, pulso débil y rápido... Las medidas a aplicar
son:
- Tumbar a la persona, con las piernas ligeramente elevadas.
- Aflojar las ropas.
- Abrigarle.
- No darle de beber. Si pide agua, se le mojan los labios.

Las HEMORRAGIAS EXTERIORIZADAS son aquéllas en las que una hemorragia interna,
vierte la sangre al exterior del cuerpo a través de un orificio natural del cuerpo (oídos,
boca, nariz...). Podemos diferenciar entre:
 Hemorragia Nasal (Epistaxis): La actuación en este caso consiste en taponar la
nariz, manteniendo la cabeza recta, con una gasa empapada en agua oxigenada.
 Otorragia: salida de sangre por el oído. Medidas:
 Posición lateral de seguridad sobre el oído sangrante.
 Almohadillado bajo la cabeza.

27
Traslado en posición lateral de seguridad, sobre el oído sangrante, con
paciente correctamente inmovilizado.
 NO taponar
 Hemoptisis: salida de sangre por la boca procedente del aparato respiratorio o
Hematemesis: salida de sangre por la boca procedente del aparato digestivo:
 Frío local.
 Posición decúbito supino semisentado.
 Traslado urgente, guardando muestra del esputo.
 Valorar la presencia de síntomas del shock hemorrágico.

E) FRACTURAS:

Las FRACTURAS son la rotura de un hueso generalmente por un traumatismo aunque,


a veces, en personas mayores, pueden provocarse espontáneamente.
Las fracturas pueden ser:
 Abiertas: cuando existe una herida porque el hueso roto ha rasgado la
piel.
 Cerradas: cuando no existe herida.
 Alineadas: los fragmentos óseos no se han movido.
 Desplazadas: los fragmentos óseos se desvían por las tensiones
musculares.

La existencia de la fractura se reconoce por:


 Dolor que aumenta con la movilización de la zona.
 Deformidad, desdibujo, (según el grado de desviación de los
fragmentos), acortamiento, etc.
 Inflamación y amoratamiento.
 Impotencia funcional acusada.

En el caso de FRACTURA EN UNA EXTREMIDAD, las medidas a aplicar son:


- Inmovilizar: Con vendas, férulas, tablillas... alineando, sin forzar, la extremidad.
- Trasladar a centro asistencial.

En el caso de FRACTURA DE COLUMNA VERTEBRAL, POLIFRACTURADOS o


POLITRAUMATIZADOS, el protocolo de actuación es el siguiente:
1) Pedir ayuda sanitaria.
2) Revisar y vigilar las constantes vitales.

28
3) No mover al herido, salvo que corra riesgo vital o para las maniobras de
reanimación.
4) Si está consciente: Tranquilizar e impedir que se mueva.
5) Si no está consciente: Revisar y limpiar boca de cuerpos extraños. Abrir vía
aérea.
6) Aflojar las ropas y abrigar.
7) No proporcionar nada por vía oral.
8) En caso de hemorragias: vendaje compresivo.

F) LIPOTIMIA:

Déficit transitorio del riego sanguíneo cerebral. Los síntomas son mareo, sudoración,
pesadez, debilidad en piernas y pérdida de conocimiento de forma breve. Actuación:

 A) Ante los primeros síntomas:


o Sentarlo con la cabeza entre los muslos o tumbado con los miembros
inferiores elevados.
o Aflojarle la ropa.
o Airear el lugar y evitar curiosos.
 B) Ante pérdida de conocimiento:
o P.A.S.
o Tumbarlo con los miembros inferiores elevados.
o Colocarlo en posición lateral de seguridad (PLS).
o Proteger tanto del frío como del calor.
o Vigilar constantemente al herido: respiración, pulso.
o Avisar a los servicios sanitarios.
Qué no hacer:
 Dar de beber o comer al herido.

G) CONVULSIONES:
Suelen darse en pacientes epilépticos. La epilepsia es una enfermedad neurológica
producida por una lesión cerebral y que puede provocar crisis convulsivas potentes
llamadas "ataques o crisis epilépticas". Los signos y síntomas que presenta son: caída
al suelo con pérdida de conciencia, ojos cerrados o entreabiertos y en blanco, boca
cerrada, encajada, convulsiones (movimientos repetitivos e involuntarios) y en ocasión
relajación de esfínteres.

La actuación a seguir en estos casos es:


29
 Durante las convulsiones:
o Pedir ayuda.
o Retirar los objetos de alrededor que puedan dañar a la víctima.
o Aflojar la ropa que pueda comprimirle.
o Evitar que se lastime sujetando a la persona sin violencia. Proteger la
cabeza.
o No intentar abrir la boca.
o Gire de lado a la víctima si presenta vómito.
 Cuando cese la crisis:
o Colocar al paciente en posición lateral de seguridad.
o Esperar hasta que llegue la asistencia sanitaria.
Qué no hacer:
 Taponar la boca.
 Si tiene la boca cerrada, intentar colocarle un objeto entre sus dientes.

9.3. CLASIFICACIÓN DE LOS HERIDOS:

En una situación con múltiples víctimas, lo habitual es que los recursos sanitarios
disponibles sean insuficientes para la demanda sanitaria, por lo que es fundamental
aplicar de inmediato un procedimiento de clasificación rápida de los pacientes,
también conocido como “triage”.

El triage permite activar de forma priorizada y ordenada la cadena asistencial y su


aplicación práctica debe consistir en una serie de procedimientos sencillos, fáciles de
recordar, rápidos, dinámicos, repetitivos y continuos sobre cada una de las víctimas. El
objetivo es lograr que la asistencia sanitaria en la emergencia, a pesar de ser prestada
con los recursos disponibles y no los deseables, consiga la supervivencia del mayor
número posible de víctimas.

El triage implica tomar decisiones complejas, basadas en una información incompleta


de las víctimas, en un medio hostil, bajo presión emocional, ante un número
indeterminado de lesionados y con medios limitados.

El procedimiento de clasificación incluye el “etiquetado” de las víctimas, con la


asignación un código (número, símbolo o color) entendible por todos los intervinientes
implicados. Este etiquetado debería favorecer el proceso de continuidad asistencial
con la trasmisión de la información relevante entre los diferentes escalones y
profesionales, así como cumplir con la función de registro preliminar de los pacientes.

La priorización de las víctimas se hace en base a:


- La gravedad del paciente.
30
- Posibilidad de supervivencia con los medios disponibles.
- Máximo periodo en que puede diferirse el tratamiento.

En la clasificación de las víctimas:


- Se prioriza el interés colectivo sobre el individual.
- La conservación de la vida tiene prioridad sobre la de un miembto funcional y la
función sobre el defecto anatómico.
- Las principales amenazas para la vida están constituidas por la asfixia, la
hemorragia y el shock.

COLOR PRIORIDAD DESCRIPCIÓN


VERDE 3 Puede esperar sin riesgo vital.
Asistencia demorable 4-6 horas.
AMARILLO 2 Sin riesgo vital inmediato.
Pueden esperar como máximo 1 hora a ser atendidos.
ROJO 1 Requiere tratamiento y estabilización inmediata.
NEGRO 4 Fallecido o sin posibilidades de sobrevivir.

9.2. EL BOTIQUÍN EN LAS EMPRESAS:


31
En el Anexo VI del RD 486/1997 sobre disposiciones mínimas de seguridad y
salud en los Lugares de Trabajo se establece que:

1. Los lugares de trabajo dispondrán de material para primeros auxilios en caso


de accidente, que deberá ser adecuado, en cuanto a su cantidad y
características, al número de trabajadores, a los riesgos a que estén expuestos y
a las facilidades de acceso al centro de asistencia médica más próximo. El
material de primeros auxilios deberá adaptarse a las atribuciones profesionales
del personal habilitado para su prestación.

2. La situación o distribución del material en el lugar de trabajo y las facilidades


para acceder al mismo y para, en su caso, desplazarlo al lugar del accidente,
deberán garantizar que la prestación de los primeros auxilios pueda realizarse
con la rapidez que requiera el tipo de daño previsible.

3. Sin perjuicio de lo dispuesto en los apartados anteriores, todo lugar de trabajo


deberá disponer, como mínimo, de un botiquín portátil que contenga
desinfectantes y antisépticos autorizados, gasas estériles, algodón hidrófilo,
venda, esparadrapo, apósitos adhesivos, tijeras, pinzas y guantes desechables.
4. El material de primeros auxilios se revisará periódicamente y se irá
reponiendo tan pronto como caduque o sea utilizado.

5. Los lugares de trabajo de más de 50 trabajadores deberán disponer de un


local destinado a los primeros auxilios y otras posibles atenciones sanitarias.
También deberán disponer del mismo los lugares de trabajo de más de 25
trabajadores para los que así lo determine la autoridad laboral, teniendo en
cuenta la peligrosidad de la actividad desarrollada y las posibles dificultades de
acceso al centro de asistencia médica más próximo.

6. Los locales de primeros auxilios dispondrán, como mínimo, de un botiquín,


una camilla y una fuente de agua potable. Estarán próximos a los puestos de
trabajo y serán de fácil acceso para las camillas.

7. El material y locales de primeros auxilios deberán estar claramente


señalizados.

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En resumen…

La normativa legal obliga a las empresas a diseñar y llevar a cabo un sistema de


gestión de la prevención.

En todas las empresas existe un protocolo de actuación ante situaciones de


emergencia, y un plan de autoprotección.

Prevalecerá siempre la protección colectiva sobre la individual.

La evaluación de riesgos es la base para una gestión activa de la seguridad y la salud en


el trabajo, siendo obligación del empresario realizar una evaluación inicial de riesgos, y
a partir de ésta, planificar la acción preventiva.

Los empresarios deben hacer uso de la señalización ya que aunque en sí misma no


elimina los riesgos, contribuye a minimizar los accidentes.

Ante un accidente, hay que clasificar a los heridos para establecer la prioridad en la
atención sanitaria.

Los primeros auxilios son las técnicas y procedimientos de carácter inmediato,


limitado, temporal, profesional o de personas capacitadas o con conocimiento técnico
que es brindado a quien lo necesite, víctima de un accidente o enfermedad repentina.

La formación en primeros auxilios resulta de vital importancia dada la alta incidencia


de accidentes, y la mejora que supone en la atención y recuperación del paciente la
aplicación de las técnicas de primeros auxilios.

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