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FUNDAMENTACIÒN

La etapa de la adolescencia está marcada por un acelerado desarrollo en los ámbitos físico,
cognitivo, social y emocional. Es una etapa favorable para que los y las estudiantes avancen en
autonomía y en la comprensión integral del mundo que los rodea. Por ello, es propicio
fomentar en las alumnas y los alumnos el desarrollo de la identidad, la propia imagen y
opinión, el desarrollo de la capacidad de monitorear y regular sus desempeños −para facilitar
la metacognición y la autorregulación−, y el fortalecimiento de la empatía y el respeto por
diferentes miradas sobre un mismo tema. La interacción se vuelve un tema central en esta
etapa del desarrollo.

Los y las estudiantes empiezan a interesarse más por participar en intercambios sociales, a la
vez que las opiniones de los pares adquieren mayor importancia. En este contexto, el
desarrollo de una identidad y opinión propia se vuelve fundamental, así como también contar
con las herramientas necesarias para reaccionar adecuadamente frente a las ideas de otros. En
este periodo, las y los estudiantes transitan por procesos de fortalecimiento del pensamiento
formal, el que les permite hacer relaciones lógicas, desarrollar el pensamiento crítico,
comprender conceptos abstractos y vincular concepciones aparentemente disímiles
(Alexander, 2006). Así, es una etapa oportuna para desarrollar una visión más crítica del
mundo y para robustecer su capacidad de análisis, de planificación y de establecer hipótesis, lo
que, a su vez, les permite plantear otras formas de resolver problemas.

En la adolescencia, las y los estudiantes además empiezan a abrir sus ámbitos de interés y a
relacionarse con sus pares en términos de gustos, valores y creencias. En esta etapa, se
remarca la necesidad de visualizar una relación entre su aprendizaje y sus vidas, lo que
promueve su motivación a aprender. Asimismo, el desarrollo de una mayor independencia y
autonomía puede llevar a los y las estudiantes a reflexionar sobre las experiencias de
aprendizaje que experimentan, y a elegir la que les parece más atractiva.

incluye ejemplos de actividades que pretenden ser significativas y desafiantes para las y los
estudiantes adolescentes, pues plantean problemas vinculados con su cotidianeidad y con
referentes concretos que conducen hacia la comprensión de conceptos progresivamente más
abstractos La implementación del presente Programa requiere que él o la docente guíe a sus
estudiantes a conectar los aprendizajes del ámbito escolar con otros ámbitos de sus vidas y
con su propia cultura o la de otros. Para ello, es necesario que conozca los diversos talentos,
necesidades, intereses y preferencias de las alumnas y los alumnos

Las actividades se diseñaron como un reto que motive a las alumnas y los alumnos a buscar
evidencia y usar argumentos coherentes y bien documentados para solucionarlas. Para ello, los
alumnos y las alumnas deberán movilizar sus conocimientos propios de cada asignatura,
aplicar habilidades de pensamiento superior (concluir, evaluar, explicar, proponer, crear,
sintetizar, relacionar, contrastar, entre otras) y fortalecer aspectos actitudinales, como la
confianza en las propias capacidades, la curiosidad, la rigurosidad y el respeto por los demás,
entre otros

Al planificar para un curso determinado, se recomienda considerar los siguientes aspectos: >
La diversidad de intereses, niveles y ritmos de aprendizaje de las y los estudiantes de un mismo
curso. > El tiempo real con que se cuenta, de manera de optimizar el recurso temporal
disponible. > Las prácticas pedagógicas, propias o de otros, que –en contextos similares– han
dado resultados satisfactorios. > Los recursos disponibles para el aprendizaje de la asignatura

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