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Señor

JUEZ PROMISCUO MUNICIPAL DE LORICA (REPARTO)


E. S. D.

REF: ACCIÓN DE TUTELA articulo 86 C.P.

Accionante: CELIA FERNANDA DORIA HERNÁNDEZ en representación de su


madre CATALINAHERNÁNDEZ NIEVES.
Accionado: EPS NUEVA EPS

CELIA FERNANDA DORIA HERNÁNDEZ, mayor de edad, domiciliada en la ciudad


de Santa Cruz de Lorica, identificada con cedula de ciudadanía N°.1003062459 de Lorica,
teléfono 3234372239 e-mail cfernanda2297@gmail.com actuando en representación
de mi madre quien es una persona de la tercera edad CATALINA HERNÉNDEZ NIEVES
,también mayor de edad identificada con la C.C.N°30.651.860 de Lorica, con todo el
respeto me dirijo a ustedes en ejercicio de la ACCIÓN DE TUTELA consagrada en el
Art. 86 de nuestra Constitución Política en contra la E.P.S. NUEVA EPS representada
legalmente por el señor Gerente o quien haga sus veces, o por el apoderado especial que
para tal efecto se designe en el momento de la notificación, a fin de que previo los tramites
procésales previstos en el decreto 2591 de 1991, con el objeto que se protejan LOS
DERECHOS FUNDAMENTALES A LA VIDA, A LA SALUD, A LA INTEGRIDAD
FÍSICA, A LA
SEGURIDAD SOCIAL, consagrados en La Constitución Política, se están vulnerado por
esas entidades según lo indico en la siguiente relación de:

HECHOS:

PRIMERO: Mi madre se encuentra afiliado al Sistema General de Seguridad Social,


através del Régimen Contributivo NUEVA E.P.S.

SEGUNDO: Mi madre CATALINA HERNÁNDEZ NIEVES ha presentado distintos


cuadros de dolores estomacales e imposibilidad para poder comer los alimentos,
razones por las cuales fue necesario hacerle recurrentes visitas al servicio de
urgencias en lorica, posterior a eso y al no desaparecer ningún episodio de la
sintomatología se procede a que sea atendida por un especialista
GASTROENTEROLOGO que manifestado el caso procede a realizarle exámenes de
todo tipo y el diagnostico arroja padecimiento de ACALASIA DEL CARDIAS tipo II, por
este tipo de condición se hace necesario que sea atendida por el CIRUJANO
GASTROENTEROLOGO quien a su vez manifiesta que se debe intervenir
quirúrgicamente a través de una MIOTOMÍA CRICOFARINGEA POR VÍA
ENDOSCOPICA que a su vez es el procedimiento La miotomía cricofaríngea es
una técnica quirúrgica introducida hace años para el tratamiento de
la disfagia asociada a disfunción del músculo cricofaríngea con o
sin divertículo de Zenker, mostrando resultados exitosos que revierten
la sintomatología y mejoran la calidad de vida del paciente.

En este orden de ideas manifestamos que el procedimiento antes descrito, no se ha


podido ejecutar ya que en los establecimientos hospitalarios en el departamento de
Antioquia y la ciudad de Bogotá no se practica dicho procedimiento y han rechazado de
manera inmediata la remisión de la EPS y sumado a ello se pide que la NUEVA EPS
en esta oportunidad que gestione de manera eficaz el lugar donde sí se realice el
procedimiento tal como consta en las ordenes, historias clínicas allegadas, por otro lado,
somos personas que no contamos con los recursos necesarios para gastos de traslado,
alojamiento, alimentación, hospedaje, copagos y todos los costos requeridos para cada
tratamiento o cita dentro y por fuera de la ciudad, así mismo la de su acompañante.

TERCERO: El tratamiento de esta patología se hace necesario para que la paciente pueda
mejorar su calidad de vida y por ello gozar del derecho a la salud que tiene establecido en
la constitución política de Colombia.

CUARTO: En mi condición de hija solicito lo antes mencionado y destacar que: no poseo


los recursos para costear el procedimiento quirúrgico, estadía, viáticos, copagos
relacionados con los tratamientos requeridos.

FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE LA VIOLACIÓN

Los fundamentos fácticos citados en el acápite de hechos dan cuenta de la violación a los
derechos fundamentales invocados para el presente caso los cuales se encuentran
consagrados en la Constitución Política.

Ha sostenido la Corte Constitucional de manera reiterada SENTENCIA T 148-16 que:


El cubrimiento de los gastos de transporte para los pacientes y sus
acompañantes por parte de las Entidades Prestadoras de Salud. Reiteración de
jurisprudencia.

El servicio de transporte no es catalogado como una prestación médica en sí. No


obstante, se ha considerado por la jurisprudencia constitucional y, actualmente, por el
ordenamiento jurídico, como un medio que permite el acceso a los servicios de salud,
pues, en ocasiones, de no contar con el traslado para recibir lo requerido, conforme
con el tratamiento médico establecido, se impide la materialización de la mencionada
garantía fundamental.

Así, la Resolución 5521 de 2013, “por medio de la cual se define, aclara y actualiza
integralmente el Plan Obligatorio de Salud”, establece que se procede a cubrir el
traslado acuático, aéreo y terrestre de los pacientes, cuando se presenten patologías
de urgencia o el servicio requerido no pueda ser prestado por la IPS del lugar donde el
afiliado debería recibir el servicio, incluyendo a su vez el transporte para atención
domiciliaria (artículo 124). Por lo tanto, en principio, son estos eventos los que deben
ser cubiertos por las EPS.
No obstante, esta Corporación ha sostenido, como se observó en párrafos anteriores y
lo ha reiterado en sus pronunciamientos, que el servicio de salud debe ser prestado de
manera oportuna y eficiente, libre de barreras u obstáculos de acceso, por tanto, en

aquellos casos en que el paciente requiera un traslado que no esté contemplado en la


citada Resolución y tanto él como sus familiares cercanos carezcan de recursos
económicos necesarios para sufragarlo, es la EPS la llamada a cubrir el servicio, en la
medida en que, de no hacerlo, se pueden generar graves perjuicios en relación con la
garantía del derecho fundamental a la salud.
Ante estos eventos, la jurisprudencia constitucional ha señalado que al juez de tutela le
compete entrar a analizar la situación fáctica que se le presenta, pues se deben
acreditar las reglas establecidas por este Tribunal como requisito para amparar el
derecho y trasladar la obligación a la EPS de asumir los gastos derivados del servicio de
transporte, a saber:

(…) que (i) ni el paciente ni sus familiares cercanos tienen los recursos económicos
suficientes para pagar el valor del traslado y (ii) de no efectuarse la remisión se pone
en riesgo la vida, la integridad física o el estado de salud del usuario.

Ahora bien, en cuanto a la capacidad económica del afiliado esta Corte ha señalado
que cuando este afirma que no cuenta con los recursos necesarios para asumir los
servicios solicitados, lo cual puede ser comprobado por cualquier medio, incluyendo los
testimonios, se invierte la carga de la prueba. Por consiguiente, es la EPS la que debe
entrar a desvirtuar tal situación, en la medida en que cuenta con las herramientas para
determinar si es verdadera o no.

Por otro lado, relacionado también con el tema del transporte, se encuentra que pueden
presentarse casos en que el paciente necesita de alguien que lo acompañe a recibir el
servicio, como es el caso de las personas de edad avanzada, de los niños y niñas, o
que el tratamiento requerido causa un gran impacto en la condición de salud de la
persona. En ese orden, “si se comprueba que el paciente es totalmente dependiente de
un tercero para su desplazamiento y que requiere de “atención permanente para
garantizar su integridad física y el ejercicio adecuado de sus labores cotidianas” (iii) ni
él ni su núcleo familiar cuenten con los recursos suficientes para financiar el traslado la
EPS adquiere la obligación de sufragar también los gastos de traslado del
acompañante.

Así las cosas, si bien el ordenamiento prevé los casos en los cuales el servicio de
transporte se encuentra cubierto por el POS, existen otros eventos en los que, pese a
encontrarse excluidos, el traslado se torna de vital importancia para poder garantizar la
salud de la persona, por consiguiente, el juez de tutela debe analizar la situación
particular, a fin de evidenciar si ante la carencia de recursos económicos tanto del
afectado, como de su familia, sumado a la urgencia de la solicitud, es obligatorio para
la EPS cubrir los gastos que se deriven de dicho traslado, en aras de evitar imponer
barreras u obstáculos a la garantía efectiva y oportuna del derecho fundamental a la
salud.
- Procedencia excepcional de la acción de tutela para reclamar el reembolso de
gastos médicos.

Este Tribunal Constitucional ha indicado que, en principio, la acción de tutela es


improcedente para el obtener el reembolso de gastos médicos, toda vez que la presunta
afectación o amenaza del derecho fundamental a la salud.
(en la que pudo incurrir la EPS) se entiende ya superada con la prestación de este. A lo
anterior, se suma el hecho de que el ordenamiento jurídico tiene previstos otros
mecanismos de defensa judicial a los que puede acudir el usuario para obtener el
reembolso de los gastos médicos en que pudo incurrir y respecto de los cuales considera
que legalmente no está obligado a asumir.

Sin embargo, esta Corporación ha reconocido que hay circunstancias especiales que
ameritan la intervención del juez constitucional, de manera excepcional, para obtener el
reembolso del dinero pagado por servicios de salud no suministrados por las EPS, en
los siguientes casos:

(i) Cuando se niegue la prestación de un servicio de salud incluido en el Plan


Obligatorio de Salud, sin justificación legal.
Sobre este aspecto, conviene reiterar que el acceso a cualquier servicio de salud
cuya prestación se requiera y que se encuentre previsto en los Planes Obligatorios
de Salud, es derecho fundamental autónomo. De tal suerte que su negación
comporta la vulneración del derecho a la salud, y, en esa medida, es posible acudir
al juez de tutela, en procura de obtener su protección.

(ii) Cuando dicho servicio haya sido ordenado por médico tratante adscrito a la E.P.S.
encargada de garantizar su prestación.

Por regla general, para que proceda la autorización de un servicio de salud se


requiere que el mismo haya sido ordenado por un médico adscrito a la EPS
encargada de garantizar su prestación. No obstante, de forma excepcional, es
posible ordenar su suministro, incluso por vía de tutela, aun cuando aquel haya
sido prescrito por un médico particular, cuando el concepto de este último no es
considerado por la EPS, ni para controvertirlo ni para confirmarlo.

En otras palabras, es procedente la orden de rembolso de gastos médicos por vía


de tutela cuando el servicio requerido fue prescrito por un médico particular,
siempre y cuando la EPS obligada a su prestación, no haya controvertido dicha
opinión médica con base en criterios científicos o técnicos, y el servicio se requiera
con necesidad.

De lo anterior, la Sala concluye que, por regla general, no procede la acción de tutela para
el reembolso de gastos médicos (reclamación de una suma de dinero), toda vez que
siendo su propósito la salvaguarda de los derechos fundamentales ante eventuales
vulneraciones o amenazas ocasionadas por la acción u omisión de entidades (públicas
o privadas - que tienen el deber constitucional y legal de prestar el servicio público de
salud), en principio, no es factible tutelar los derechos a la salud y a la seguridad social,
cuando la debida atención médica ya ha sido suministrada, garantizándose con ello la
protección de los derechos en conflicto.

i) Que el procedimiento o tratamiento se considere indispensable para


garantizar los derechos a la salud o a la integridad. La Sala encuentra
que el no acceso a las terapias de hemodiálisis prescritas a la accionante
amenaza no solo la efectividad del derecho a la salud, sino que también la
vida en condiciones dignas y la integridad personal de éstos, situación que

ii) resulta manifiesta si se tienen en cuenta las enfermedades que padecen -


diabetes mellitus e insuficiencia renal crónica en fase terminal- y el hecho de
que los médicos tratantes conceptuaran sobre la inexorable necesidad de la
práctica de las terapias para lograr mantenerse con vida. De suerte que el
efectivo suministro del tratamiento se torna indispensable para estabilizar sus
cuadros clínicos.

ii) Que ni el paciente ni sus familiares cercanos cuenten con los recursos
económicos suficientes para pagar el valor del traslado. De conformidad con lo
manifestado por los actores en el escrito de tutela sobre su falta de capacidad
económica y con base en la presunción que en el mismo sentido se tiene respecto de las
personas que se encuentran afiliadas al Régimen Subsidiado de Salud, la Sala
puede colegir que ni Blanca Nieves Chaparro ni Hernán Bermúdez Conde tienen los
recursos económicos suficientes para continuar sufragando por sí mismos o a través de
sus familias el traslado, la alimentación o los gastos que demanda un acompañante,
que les permita acceder efectivamente al servicio de salud.

Las aseveraciones expuestas por parte de los actores en los escritos de tutela no fueron
desvirtuadas por las entidades accionadas, y en seguimiento del principio de la buena fe,
la Sala da por probada la falta de capacidad económica de los tutelantes.

(iii) Que de no efectuarse la remisión se ponga en riesgo la vida, la integridad


física o el estado de salud del usuario. En punto al último de los presupuestos, la
Sala concluye que de no efectuarse la remisión se pone en riesgo la vida misma de los
pacientes que, por su falta de recursos económicos, se verían enfrentados a situaciones
límite, como el hecho de no trasladarse para asistir a las terapias y tratamientos que
requieren, con las consecuencias que de ello se deriven.

Acreditados los requisitos exigidos por la jurisprudencia de esta Corporación para


proceder a reconocer el subsidio de transporte y la alimentación en los días de terapia, ha
de puntualizar esta Sala de Revisión que el proceder desplegado por las EPS-S
demandadas condujo al quebrantamiento de los derechos constitucionales
fundamentales a la vida, a la seguridad social y a la salud de los actores, al clasificar el
servicio de transporte y la alimentación como una prestación médica no incluida en el Plan
Obligatorio de Salud, creando así una barrera que les impide el efectivo acceso al servicio
de salud necesario para mantenerse con vida, aun a pesar de su manifiesta
incapacidad para seguir soportando la carga que les significaba asumir los costos de
su traslado.

La procedencia de tales prestaciones, para los jueces de instancia, se limitó al estudio de


las reglas jurisprudenciales confeccionadas para servicios excluidos de la cobertura del
POS y al miramiento laxo de la situación personal y económica de los accionantes,
dejándose de lado la existencia de unas sub-reglas específicas que admiten el
transporte como una prestación que permite el acceso a los servicios médicos y que
autorizaban al juez para estudiar las especificidades propias que los asuntos demandan
para, con cimiento en ellas, efectuar los condicionamientos a que hubiere lugar, esto
es, concediendo el traslado en ambulancia u ordenando el desembolso del respectivo
subsidio de transporte. Sub-reglas que, vale resaltar, continúan siendo vinculantes tanto
para las entidades que pertenecen al Sistema de Seguridad Social como para los
jueces, en la medida en que la actualización de los Planes Obligatorios de Salud
establecida en el acuerdo 029 de 2011 no supuso modificación alguna del tema de
transporte frente al Acuerdo 008 de 2009.

No siendo suficiente lo anterior, la Sala también encuentra que se vulneraron los


principios de accesibilidad e integralidad que hacen parte del derecho fundamental a la
salud, pues de nada sirve autorizar la realización de un determinado procedimiento
médico, si al mismo tiempo no se proporcionan los medios indispensables para hacerlo
realmente efectivo.
Finalmente, la jurisprudencia constitucional también se ha dado a la tarea de fijar unos
requisitos para proceder al reconocimiento de los gastos de traslado para un
acompañante, a saber: (i) el paciente es totalmente dependiente de un tercero para su
desplazamiento, (ii) requiere atención permanente para garantizar su integridad física
yel ejercicio adecuado de sus labores cotidianas y (iii) ni él ni su núcleo familiar cuenten
con los recursos suficientes para financiar el traslado”.

Con todo, ha de repararse en el hecho de que en los expedientes bajo estudio no obra
concepto alguno ni en la historia clínica ni en las certificaciones expedidas por los
médicos tratantes que advierta sobre la necesidad de que los actores acudan a
las sesiones de hemodiálisis con un tercero acompañante para hacer posible su
desplazamiento o para garantizar su integridad física y la atención de sus necesidades
más apremiantes. Debe tenerse en cuenta, en todo caso, que el tratamiento en
faseterminal de hemodiálisis que reciben los actores es de 4 días a la semana
incluida lasesión de control, con una intensidad que oscila entre 4 y 6 horas, lo cual se
traduce en una diligencia que, de ordinario, aunado a los tiempos que toman los
traslados de ida y vuelta, se prolonga durante todo el día.

Los efectos secundarios de la terapia de hemodiálisis son diversos, mucho más


severos en pacientes en fase terminal que pueden verse descompensados fácilmente,
teniendo en cuenta, por ejemplo, el padecimiento de otras afecciones igualmente
complejas que terminan por agravar las circunstancias particulares de salud y
calidad de vida. Esto último ocurre en los asuntos que se estudian por la Sala, habida
consideración de sus edades -mayores de 61 años- y las patologías que
adicionalmente sufren, como es la diabetes mellitus y obstrucción arterial crónica,
sin dejar por fuera que en uno de loscasos al paciente le fue amputado un miembro
inferior

PRETENSIONES

PRIMERO: Que se me ampare los derechos fundamentales a la vida, a la salud, a


laintegridad física, a la seguridad social, consagrados todos en la Constitución Política
de manera integral, Derechos estos que han sido vulnerados por la EPS NUEVA
EPS. En la medida que no son autorizados los costos de transporte
alimentación, hospedaje del afiliado y un acompañante.

SEGUNDO: Que como consecuencia de la declaración anterior se ordene al


representante legal de la entidad tutelada que dentro del término legal de 48 horas
proceda a impartir la orden para sufragar todos los costos de transporte, alimentación,
hospedaje, copagos y costos requeridos para cada medicamento, tratamiento o citas
médicas dentro y fuera de la ciudad de residencia para mi madre CATALINA
HERNÁNDEZ NIEVES Así mismo ordene la atención integral de la señora CATALINA
HERNÁNDEZ NIEVES.

TERCERO: Lo anterior es sin perjuicio de que la EPS NUEVA EPS, para que
pueda repetir contra el fondo de solidaridad y garantía, FOSYGA, a fin de que le
reintegren las sumas canceladas para los citados efectos, con conformidad con lo
dispuesto en el Decreto 806 de 1998.
DERECHOS VIOLADOS

Artículo 86, 46 Inciso II, 11, 1, 12 y 16 de la Constitución Política, Decreto reglamentario


de la tutela, 2591 de 1991, 306 de 1992

COMPETENCIA

Es usted competente señor juez por la naturaleza constitucional del asunto y por tener
jurisdicción en el lugar donde ocurrió la vulneración del derecho fundamental invocado
conforme al Art. 37 Decreto 2591 de 1991.

JURAMENTO

Bajo la gravedad de juramento manifestamos que no hemos instaurado otra tutela con
fundamento en los mismos hechos y derechos materia de esta acción, según Art.
37del Decreto 2591 /91

INFRACTOR

La presente acción de tutela se dirige contra la EPS NUEVA EPS,


representadoslegalmente por su señor Gerente o quien haga sus veces o lo
reemplace.

PRUEBAS Y ANEXOS

Solicito tener y practicar como pruebas las siguientes:

1.Copia de la orden de remisiones emitidas y rechazadas

2.Fotocopia de la cédula de ciudadanía

3.Fotocopia de la historia clínica


NOTIFICACIONES

Al representante legal de NUEVA EPS, recibirá notificaciones en la calle1A N°12 –


69avenida Holaya Herrera de la ciudad de Lorica.

La accionante en el corregimiento Palo de Agua, Lorica, email:


cfernanda2297@gmail.com teléfonos: 3234372239 y 3218853766

Del Señor Juez. Atentamente,

CELIA FERNANDA DORIA HERNÁNDEZ


CC: 1003062459 de Lorica.

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