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HECHOS:
TERCERO: El tratamiento de esta patología se hace necesario para que la paciente pueda
mejorar su calidad de vida y por ello gozar del derecho a la salud que tiene establecido en
la constitución política de Colombia.
Los fundamentos fácticos citados en el acápite de hechos dan cuenta de la violación a los
derechos fundamentales invocados para el presente caso los cuales se encuentran
consagrados en la Constitución Política.
Así, la Resolución 5521 de 2013, “por medio de la cual se define, aclara y actualiza
integralmente el Plan Obligatorio de Salud”, establece que se procede a cubrir el
traslado acuático, aéreo y terrestre de los pacientes, cuando se presenten patologías
de urgencia o el servicio requerido no pueda ser prestado por la IPS del lugar donde el
afiliado debería recibir el servicio, incluyendo a su vez el transporte para atención
domiciliaria (artículo 124). Por lo tanto, en principio, son estos eventos los que deben
ser cubiertos por las EPS.
No obstante, esta Corporación ha sostenido, como se observó en párrafos anteriores y
lo ha reiterado en sus pronunciamientos, que el servicio de salud debe ser prestado de
manera oportuna y eficiente, libre de barreras u obstáculos de acceso, por tanto, en
(…) que (i) ni el paciente ni sus familiares cercanos tienen los recursos económicos
suficientes para pagar el valor del traslado y (ii) de no efectuarse la remisión se pone
en riesgo la vida, la integridad física o el estado de salud del usuario.
Ahora bien, en cuanto a la capacidad económica del afiliado esta Corte ha señalado
que cuando este afirma que no cuenta con los recursos necesarios para asumir los
servicios solicitados, lo cual puede ser comprobado por cualquier medio, incluyendo los
testimonios, se invierte la carga de la prueba. Por consiguiente, es la EPS la que debe
entrar a desvirtuar tal situación, en la medida en que cuenta con las herramientas para
determinar si es verdadera o no.
Por otro lado, relacionado también con el tema del transporte, se encuentra que pueden
presentarse casos en que el paciente necesita de alguien que lo acompañe a recibir el
servicio, como es el caso de las personas de edad avanzada, de los niños y niñas, o
que el tratamiento requerido causa un gran impacto en la condición de salud de la
persona. En ese orden, “si se comprueba que el paciente es totalmente dependiente de
un tercero para su desplazamiento y que requiere de “atención permanente para
garantizar su integridad física y el ejercicio adecuado de sus labores cotidianas” (iii) ni
él ni su núcleo familiar cuenten con los recursos suficientes para financiar el traslado la
EPS adquiere la obligación de sufragar también los gastos de traslado del
acompañante.
Así las cosas, si bien el ordenamiento prevé los casos en los cuales el servicio de
transporte se encuentra cubierto por el POS, existen otros eventos en los que, pese a
encontrarse excluidos, el traslado se torna de vital importancia para poder garantizar la
salud de la persona, por consiguiente, el juez de tutela debe analizar la situación
particular, a fin de evidenciar si ante la carencia de recursos económicos tanto del
afectado, como de su familia, sumado a la urgencia de la solicitud, es obligatorio para
la EPS cubrir los gastos que se deriven de dicho traslado, en aras de evitar imponer
barreras u obstáculos a la garantía efectiva y oportuna del derecho fundamental a la
salud.
- Procedencia excepcional de la acción de tutela para reclamar el reembolso de
gastos médicos.
Sin embargo, esta Corporación ha reconocido que hay circunstancias especiales que
ameritan la intervención del juez constitucional, de manera excepcional, para obtener el
reembolso del dinero pagado por servicios de salud no suministrados por las EPS, en
los siguientes casos:
(ii) Cuando dicho servicio haya sido ordenado por médico tratante adscrito a la E.P.S.
encargada de garantizar su prestación.
De lo anterior, la Sala concluye que, por regla general, no procede la acción de tutela para
el reembolso de gastos médicos (reclamación de una suma de dinero), toda vez que
siendo su propósito la salvaguarda de los derechos fundamentales ante eventuales
vulneraciones o amenazas ocasionadas por la acción u omisión de entidades (públicas
o privadas - que tienen el deber constitucional y legal de prestar el servicio público de
salud), en principio, no es factible tutelar los derechos a la salud y a la seguridad social,
cuando la debida atención médica ya ha sido suministrada, garantizándose con ello la
protección de los derechos en conflicto.
ii) Que ni el paciente ni sus familiares cercanos cuenten con los recursos
económicos suficientes para pagar el valor del traslado. De conformidad con lo
manifestado por los actores en el escrito de tutela sobre su falta de capacidad
económica y con base en la presunción que en el mismo sentido se tiene respecto de las
personas que se encuentran afiliadas al Régimen Subsidiado de Salud, la Sala
puede colegir que ni Blanca Nieves Chaparro ni Hernán Bermúdez Conde tienen los
recursos económicos suficientes para continuar sufragando por sí mismos o a través de
sus familias el traslado, la alimentación o los gastos que demanda un acompañante,
que les permita acceder efectivamente al servicio de salud.
Las aseveraciones expuestas por parte de los actores en los escritos de tutela no fueron
desvirtuadas por las entidades accionadas, y en seguimiento del principio de la buena fe,
la Sala da por probada la falta de capacidad económica de los tutelantes.
Con todo, ha de repararse en el hecho de que en los expedientes bajo estudio no obra
concepto alguno ni en la historia clínica ni en las certificaciones expedidas por los
médicos tratantes que advierta sobre la necesidad de que los actores acudan a
las sesiones de hemodiálisis con un tercero acompañante para hacer posible su
desplazamiento o para garantizar su integridad física y la atención de sus necesidades
más apremiantes. Debe tenerse en cuenta, en todo caso, que el tratamiento en
faseterminal de hemodiálisis que reciben los actores es de 4 días a la semana
incluida lasesión de control, con una intensidad que oscila entre 4 y 6 horas, lo cual se
traduce en una diligencia que, de ordinario, aunado a los tiempos que toman los
traslados de ida y vuelta, se prolonga durante todo el día.
PRETENSIONES
TERCERO: Lo anterior es sin perjuicio de que la EPS NUEVA EPS, para que
pueda repetir contra el fondo de solidaridad y garantía, FOSYGA, a fin de que le
reintegren las sumas canceladas para los citados efectos, con conformidad con lo
dispuesto en el Decreto 806 de 1998.
DERECHOS VIOLADOS
COMPETENCIA
Es usted competente señor juez por la naturaleza constitucional del asunto y por tener
jurisdicción en el lugar donde ocurrió la vulneración del derecho fundamental invocado
conforme al Art. 37 Decreto 2591 de 1991.
JURAMENTO
Bajo la gravedad de juramento manifestamos que no hemos instaurado otra tutela con
fundamento en los mismos hechos y derechos materia de esta acción, según Art.
37del Decreto 2591 /91
INFRACTOR
PRUEBAS Y ANEXOS