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Este documento resume las reglas establecidas por la Corte Constitucional sobre la inclusión de insumos médicos en el Plan de Beneficios en Salud. Explica que pañales, cremas anti escaras y sillas de ruedas manuales no están expresamente excluidos del PBS. También cubre el transporte intermunicipal si el paciente es remitido a otra ciudad. Finalmente, aclara que el servicio de enfermería está incluido en el PBS aunque su solicitud debe hacerse vía judicial incluso cuando hay una prescripción médica.
Este documento resume las reglas establecidas por la Corte Constitucional sobre la inclusión de insumos médicos en el Plan de Beneficios en Salud. Explica que pañales, cremas anti escaras y sillas de ruedas manuales no están expresamente excluidos del PBS. También cubre el transporte intermunicipal si el paciente es remitido a otra ciudad. Finalmente, aclara que el servicio de enfermería está incluido en el PBS aunque su solicitud debe hacerse vía judicial incluso cuando hay una prescripción médica.
Este documento resume las reglas establecidas por la Corte Constitucional sobre la inclusión de insumos médicos en el Plan de Beneficios en Salud. Explica que pañales, cremas anti escaras y sillas de ruedas manuales no están expresamente excluidos del PBS. También cubre el transporte intermunicipal si el paciente es remitido a otra ciudad. Finalmente, aclara que el servicio de enfermería está incluido en el PBS aunque su solicitud debe hacerse vía judicial incluso cuando hay una prescripción médica.
INCLUSIÓN DE INSUMOS MÉDICOS EN EL PLAN DE BENEFICIOS EN
SALUD
Es innegable la recurrente utilización de la vía judicial, invocando la
Acción de Tutela, motivada por la necesidad de amparar derechos tan imprescindibles y básicos como la salud y la vida en condiciones dignas. De la afirmación anotada de forma previa se tiene consistente evidencia, sobre todo por las sentencias emitidas por los jueces de tutela. Sin embargo, en algunas ocasiones, dichos fallos dan evidencia de la intención del juez de proceder con la negación de las súplicas en derecho alegadas por los accionantes, aun cuando existen suficientes y válidas razones de hecho para justificar una decisión opuesta y, por tanto, favorable a la, inicialmente, expresada por la autoridad judicial. Lo dicho a la brevedad fue el caso de una persona quien, actuando en calidad de agente oficiosa de su hermano, un adulto de la tercera edad con diversos padecimientos y patologías en su salud, accedió a la administración de justicia en procura de la obtención del amparo a los derechos fundamentales a la salud y la vida en condiciones de dignidad en vista de la negativa de la EPS e IPS a la que se encontraba afiliado el ciudadano para proporcionar insumos médicos que, en criterio de estos últimos, se encontraban excluidos del Plan de Beneficios en Salud (PBS). Para esta oportunidad, la Corte Constitucional en sede de revisión y a través de la sentencia de Tutela T-389 de 2022 cita las reglas jurisprudenciales cimentadas por la misma corporación judicial para corregir, dar un alivio y atender en derecho situaciones análogas a la mencionada previamente. En esa medida, la Magistrada Ponente de esta providencia judicial indica que la Corte ha sentado una serie de sub-reglas de procedencia o no del reconocimiento y acceso a ciertos servicios y tecnologías de salud que, si bien no amilanan la causa de la patología del paciente, la ausencia de aquellos servicios sí implica una exposición innecesaria a sufrimiento, dolor y padecimiento; o pueden conducir al nacimiento de otras lesiones, infecciones o enfermedades que hacen más indigna y sufriente la situación lamentable inicial del doliente. Es el caso, por ejemplo, del insumo de pañales. Según la mencionada sentencia, y por virtud de una decisión judicial anterior (Sentencia C-313 de 2014), este insumo médico no está expresamente excluido del PBS. Es decir, si media la existencia de una prescripción médica, es viable la utilización del recurso de amparo judicial (Acción de Tutela) para que se solicite su orden y consecuente entrega. No obstante lo anterior, también queda abierta la alternativa de la solicitud de dicho insumo a la autoridad judicial constitucional sin orden médica; en dicha hipótesis y dependiendo el caso, puede llegar a “ordenar el suministro directo de los pañales condicionado a la posterior ratificación de la necesidad por parte del médico tratante”. El fenómeno interpretativo de concesión o no del insumo aplica en iguales términos para el caso de las cremas anti escaras y la disposición de sillas de ruedas de impulso manual. Las reglas a las que se sujeta la provisión de los insumos en salud antes descritos no aplican en lo concerniente a servicios adicionales, como es el caso del transporte intermunicipal. Es decir, este transporte particular sí está incluido en el PBS, en la medida que toda EPS debe “contar con una red de prestación de servicios completa”. Así, pues, se entiende que en caso de que un paciente sea remitido a una IPS o entidad prestadora de servicios en salud ubicada en un municipio distinto al de su lugar de domicilio, el concepto por transporte deberá ser asumido con cargo a la Unidad de Pago por Capitación (UPC) que se paga a la EPS. De lo contrario, se estaría ante un indeseable obstáculo que impide el pleno acceso a los servicios por vocación de la garantía del derecho a la salud; conducta, que, como es bien sabido, es reprochada y censurada por la jurisprudencia constitucional colombiana. Merece mención especial el caso del servicio de enfermería, situación un tanto enrevesada. Según la sub regla jurisprudencial recogida en la sentencia, dicho servicio está efectivamente incluido en el PBS, al ser una prestación extra hospitalaria que no está limitada a la obtención de una prescripción médica para hacer uso de ella, en la medida que también queda abierta la vía del amparo judicial, en que será un juez constitucional quien lo autorice. No obstante, lo anterior, el mencionado servicio de salud debe ser ‘directamente’ ordenado a través de la vía judicial (mecanismo de Tutela), tanto en los casos de ausencia como de existencia de una orden médica que lo habilita, panorama que genera una ambigüedad y carga innecesaria que no debería ser asumida por el paciente objeto del servicio cuando ya se ha obtenido una autorización del médico tratante frente a la prestación. Ante la enmarañada situación del servicio de enfermería, cuando su solicitud ‘directa’ debe hacerse por vía judicial, pese a que media una autorización médica que la prescribe y teniendo de presente que es un servicio incluido en el PBS, es más que sensato mostrar inconformismo ante el doble perjuicio que el fenómeno ocasiona. Por un lado, entorpece el acceso oportuno e inmediato de auxilios médicos que, por su lógica y naturaleza, no pueden dar lugar a una espera injustificada. Y, por otra parte, deja descubierta la filtración de casos solicitantes análogos a la hipótesis aquí planteada, lo que ocasiona que los despachos se atiborren de solicitudes en derecho por vía de Tutela que perfectamente pueden ser atendidas vía administrativa (más no judicial) con tan solo hacer una lectura y armonización de la jurisprudencia y la normatividad relativa al servicio de enfermería incluido dentro del PBS.