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Tema 1. El Siglo XVIII.

La época de la Ilustración
1. Antiguo Régimen e Ilustración
1.1 ¿Qué fue el Antiguo Régimen?
Los revolucionarios franceses utilizaron la expresión de Antiguo Régimen para designar
la situación anterior a la Revolución Francesa.
Sus características eran las siguientes:
- un sistema político absolutista, imperante en la mayoría de los países
- una economía agraria
- una sociedad estamental dominada por los grupos privilegiados
- una gran influencia de la religión sobre las personas, la cultura, la educación y el arte.

Después, la historiografía utilizó este término para designar la época comprendida entre
los siglos XV y XVIII.
1.2 ¿En qué consistió la Ilustración?
En el siglo XVIII, estos cambios fueron promovidos por la Ilustración, un movimiento
ideológico surgido en Francia cuyas ideas más destacadas fueron las siguientes:

➜ La confianza en la razón o inteligencia humana como único medio para entender el


mundo y alcanzar el progreso y la felicidad. Al siglo XVIII se le conoce también como el
«Siglo de la Razón» o el «Siglo de las Luces».

➜ La fe en el progreso humano, conseguido gracias a los avances de la ciencia.

➜ La crítica al Antiguo Régimen, por considerarlo un obstáculo para alcanzar el


progreso y la felicidad humanas: el absolutismo, los grupos sociales privilegiados, la
intolerancia religiosa; y promovieron todas las actividades económicas, el desarrollo de
la ciencia, la educación y la cultura.
1.3 La difusión del pensamiento ilustrado
La Ilustración alcanzó su mayor fuerza en Francia, donde destacaron importantes
teóricos como Montesquieu, Rousseau y Voltaire.
Desde este país, las ideas ilustradas se difundieron por Europa y América a través de tres
vías: los salones o tertulias, celebradas en casas particulares; los nuevos medios de
comunicación, como revistas, periódicos, panfletos y folletos; y la Enciclopedia, una
obra de 28 volúmenes publicada por Diderot y D’Alembert entre 1751 y 1772. En ella se
recogía el pensamiento ilustrado y se resumía el saber de su época, acompañado de
numerosos grabados.
2. Cambios políticos
2.1 Las críticas a la monarquía absoluta
En el Antiguo Régimen se había impuesto en Europa la monarquía absoluta de derecho
divino, que consideraba que el poder del rey provenía de Dios. Por eso, el monarca
concentraba los poderes legislativo, ejecutivo y judicial; dirigía la economía y el ejército.
Además, prescindía de convocar Cortes o Parlamentos, donde estaban representados
los tres estamentos: la nobleza, el clero y el pueblo.
Los sistemas políticos parlamentarios, donde el poder del rey estaba limitado por un
Parlamento, fueron escasos, siendo Inglaterra el caso más destacado.
En el siglo XVIII, algunos ilustrados criticaron el absolutismo:
- Voltaire propuso limitar el poder del rey mediante un Parlamento
- Montesquieu defendió la separación de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial
- Rousseau afirmó que la soberanía o poder reside en la nación o conjunto de los
ciudadanos, por lo que los gobernantes deben guiarse por la voluntad general de estos.

2.2 El despotismo ilustrado


Hacia mediados del siglo XVIII, algunas ideas ilustradas fueron asumidas por diferentes
monarcas europeos. Surgió así el llamado despotismo ilustrado, que intentó conciliar el
absolutismo con las ideas de progreso de la Ilustración.
Los monarcas siguieron concentrando todo el poder, pero llevaron a cabo reformas
encaminadas a alcanzar el progreso y la felicidad de sus súbditos: impulsaron la
educación, fundaron hospitales, protegieron la agricultura, fomentaron la industria y el
comercio, etc. Esta forma de gobierno quedaba resumida en un principio: «Todo para
el pueblo, pero sin el pueblo».
Los monarcas ilustrados más destacados fueron Luis XV en Francia, Carlos III en España,
José I en Portugal, Catalina II en Rusia, José II en Austria y Federico II en Prusia.
2.3 Las nuevas relaciones internacionales
En el Antiguo Régimen, los estados europeos lucharon por conseguir la hegemonía o
supremacía en el continente y en las colonias. Durante el siglo XVI y parte del XVII, la
casa de Austria impuso la hegemonía hispánica, gracias a la gran herencia territorial
recibida por Carlos I en Europa y al extenso imperio colonial conquistado en América.
Este hecho provocó constantes guerras con las demás potencias europeas. Como
resultado, a mediados del siglo XVII, la monarquía hispánica perdió la hegemonía
europea en favor de Francia, y la hegemonía colonial ante las Provincias Unidas,
Inglaterra y Francia.
En el siglo XVIII, se implantó en el continente el principio del equilibrio europeo,
impulsado por Gran Bretaña. Sostenía que las potencias europeas debían mantener
equilibradas sus fuerzas para impedir que ninguna se impusiese a las demás. En el
terreno colonial, las luchas y las victorias de Gran Bretaña la convirtieron en la mayor
potencia colonial del mundo.
3. Cambios económicos (I)
3.1 Las nuevas políticas económicas
En el Antiguo Régimen se había impuesto el mercantilismo, una política económica que
consideraba que la riqueza de un país procedía de acumular metales preciosos mediante
el comercio.
En el siglo XVIII, las ideas ilustradas apoyaron el nacimiento de nuevas políticas
económicas que desplazaron al mercantilismo, como:
- la fisiocracia, defendida por François Quesnay, sostuvo que la base de la riqueza de un
país es la tierra (agricultura y minería). Además, se opuso al control de la economía por
el Estado y defendió la libertad económica.
- el liberalismo económico, propugnado por Adam Smith en su obra La riqueza de las
naciones (1776), sostuvo que el origen de la riqueza es el trabajo individual, que aspira
a obtener el máximo beneficio particular. Por tanto, el único medio para enriquecer a
las naciones es enriquecer a los individuos, dado que el beneficio particular acaba
beneficiando a toda la sociedad.
En consecuencia, el Estado no debe intervenir en la economía, ya que esta se regula sola
mediante la ley de la oferta y la demanda. Su papel debía limitarse a defender a la
sociedad de amenazas externas; proteger a los individuos de la injusticia; y crear las
obras y servicios públicos.
3.2 El crecimiento demográfico
En el Antiguo Régimen, el crecimiento de la población era escaso. La natalidad era
elevada, debido a la inexistencia de sistemas eficaces de control; y la mortalidad era alta
a causa de la mala alimentación, el atraso de la medicina y la falta de higiene.
En el siglo XVIII, la población europea creció, pasando de 130 a 190 millones de
personas. La causa principal de este crecimiento fue un descenso de la mortalidad,
debido a la mejora de la alimentación, la ausencia de grandes epidemias y la disminución
del número de guerras.
4. Cambios económicos (II)
4.1 Las transformaciones agrarias
En el Antiguo Régimen, la mayoría de la población trabajaba en el campo, sobre todo
en el cultivo de cereales, que en esta época constituían la base de la alimentación. Las
técnicas agrarias empleadas eran rudimentarias.
En el siglo XVIII, la agricultura progresó. Así, se difundieron nuevos cultivos procedentes
de América (maíz, patata…), que diversificaron la alimentación. Y se implantaron
mejoras técnicas en algunos países. El régimen señorial, sin embargo, se mantuvo.
4.2 Los cambios en la artesanía
En el Antiguo Régimen, la producción artesanal era escasa y se centraba en los sectores
textil y del metal. El trabajo se realizaba en talleres urbanos, controlados por los
gremios.
En el siglo XVIII, la producción artesanal creció debido, especialmente, al aumento de la
población y de la demanda. Además, se desarrollaron nuevas formas de producción, con
el fin de evitar el control de los gremios:
- el trabajo a domicilio: lo llevaban a cabo los campesinos en su propio hogar, por
encargo de un empresario.
- las manufacturas: grandes talleres especializados, donde numerosos artesanos
trabajaban a sueldo para el Estado o para un patrón
4.3 Los cambios en el comercio
En el Antiguo Régimen, el comercio interior se realizaba en carros o diligencias a través
de malos caminos, y se celebraba en mercados urbanos semanales, donde se cambiaban
productos agrarios del entorno por productos artesanales. El comercio exterior, por su
parte, se centró en las grandes ciudades portuarias.
En el siglo XVIII, el comercio interior progresó con la mejora de los caminos, la
construcción de canales navegables y el aumento de la producción agraria y artesanal.
5. Sociedad y vida cotidiana
5.1 La sociedad en el Antiguo Régimen
En el Antiguo Régimen se mantuvo la sociedad estamental de origen medieval. Se
caracterizaba por la existencia de tres estamentos a los que, en su mayoría, se
pertenecía por nacimiento:

➜ Los dos estamentos privilegiados eran la nobleza y el clero. No trabajaban, no


pagaban impuestos, tenían sus propias leyes y disfrutaban de muchos privilegios.

➜ El Tercer Estado o estamento no privilegiado incluía al campesinado y a los grupos


urbanos. Trabajaba, pagaba impuestos y carecía de privilegios.
5.2 Los cambios sociales del siglo XVIII
En el siglo XVIII comenzó a resquebrajarse la sociedad estamental.

➜ Los ilustrados criticaron a los privilegiados y defendieron una división social basada
en el mérito, la valía personal y la utilidad social. Así, criticaron a la nobleza por no
desempeñar una función útil para la sociedad, pues su antigua función militar era ahora
desempeñada por ejércitos profesionales. Y criticaron al clero por su elevado número,
su riqueza, y su influencia en la sociedad y en la enseñanza.
➜ La burguesía se convirtió en un grupo cada vez más numeroso y activo. Enriquecida
por sus actividades económicas, consideraba que producía riqueza y que injustamente
carecía de reconocimiento social y de influencia política. De ahí que reclamase un papel
social y político más acorde a sus méritos. El movimiento burgués fue especialmente
importante en Francia, donde a finales de siglo impulsó un proceso revolucionario —la
Revolución Francesa de 1789— que acabaría con el Antiguo Régimen.
5.3 La vida cotidiana
Las diferencias sociales se reflejaban en todos los aspectos de la vida cotidiana,
especialmente en la vivienda, la indumentaria y la alimentación.

➜ La nobleza vivía en mansiones con numerosas estancias. Su indumentaria se


caracterizaba por la riqueza de las telas y de los adornos, y por las pelucas o peinados
complicados. La alimentación era abundante, refinada y diversificada. El alto clero y la
alta burguesía disfrutaban de un nivel de vida similar al de la nobleza.

➜ Los grupos populares habitaban en casas campesinas que comprendían


habitualmente dos habitaciones y las dependencias agrarias; o en casas urbanas de
varios pisos, donde se situaban el taller en la planta baja, y las viviendas de los burgueses
y demás grupos sociales, en la planta superior. Vestían tejidos baratos y su alimentación
era más limitada.
6. El Siglo XVIII en España (I). Los Borbones
6.1 La instauración de los Borbones
El siglo XVIII se inició en España con un problema sucesorio y un cambio dinástico. En
1700, la muerte sin herederos de Carlos II puso fin a la casa de Austria. En su testamento,
el rey designó sucesor a Felipe de Anjou, nieto del rey Luis XIV de Francia, que accedió
al trono con el nombre de Felipe V. Con ello se instauraba en España la casa francesa de
Borbón. El peligro de una posible unión de España y Francia, y la consiguiente ruptura
del equilibrio continental, llevó a las principales potencias europeas a apoyar como
sucesor al archiduque Carlos de Austria, segundo hijo del emperador de Alemania. Con
ello estalló la llamada guerra de Sucesión a la corona española.
6.2 La guerra de Sucesión (1700-1713)
La contienda tuvo un doble carácter: fue una guerra internacional, que enfrentó a
Francia y España contra el emperador de Alemania, Gran Bretaña, las Provincias Unidas,
Saboya y Portugal. Y fue, también, una guerra civil, pues en ella se enfrentaron Castilla,
partidaria de Felipe de Anjou; y la corona de Aragón, que apoyaba al archiduque Carlos,
pues temía que los Borbones implantasen una política centralista, como habían hecho
en Francia.
En España, la guerra resultó favorable a Felipe y se prolongó hasta 1715. En Europa, al
morir el emperador de Alemania y su hijo mayor durante el conflicto, el archiduque
Carlos se convirtió en el nuevo emperador (1711). Si además accedía al trono español,
se restablecería el imperio de Carlos I. Así, los enemigos de los Borbones firmaron las
paces de Utrecht (1713) y Rastatt (1714). En estos tratados aceptaban como rey de
España a Felipe V. A cambio, este renunciaba a sus derechos al trono de Francia, y cedía:
a Austria, las posesiones españolas en Europa (Países Bajos e Italia); a Saboya, la isla de
Sicilia, y a Gran Bretaña, la isla de Menorca, Gibraltar y ciertas ventajas comerciales en
América.
6.3 Los Borbones. Ilustración y reformas
Los primeros Borbones que reinaron en España fueron Felipe V (1700-1746), Fernando
VI (1746-1759) y Carlos III (1759-1788). Con ellos, se introdujeron las ideas ilustradas y
se realizaron importantes reformas.

➜ Las ideas ilustradas arraigaron en una minoría de intelectuales y políticos


pertenecientes a la burguesía y, en menor medida, a la baja nobleza y el clero. Entre los
ilustrados españoles destacaron el padre Feijoo, Jovellanos, Campomanes,
Floridablanca y Aranda.

➜ Las reformas se iniciaron en el reinado de Felipe V; y alcanzaron su esplendor con


Carlos III. Pero su alcance fue limitado, a causa del escaso desarrollo de la burguesía en
España; de la oposición de la nobleza y del clero; y de la indiferencia o la manifiesta
hostilidad del pueblo.
7. El Siglo XVIII en España (II). Las Reformas Borbónicas
7.1 Las reformas políticas
Los Borbones consolidaron en España la monarquía absoluta, que evolucionó hacia el
despotismo ilustrado; e implantaron la centralización político-administrativa.

➜ La monarquía absoluta concentró todo el poder en la persona del rey. Para


conseguirlo, los Borbones apartaron a la nobleza del poder; intervinieron en los asuntos
de la Iglesia; apenas convocaron a las Cortes; y gobernaron con ayuda de secretarios o
ministros, que se encargaban de los diversos asuntos de gobierno.

➜ La centralización político-administrativa fue impuesta por Felipe V mediante los


Decretos de Nueva Planta de 1707, 1715 y 1716. Estos suprimían las leyes y las
instituciones propias de Aragón, Valencia, Cataluña y Mallorca, e implantaban el modelo
castellano. Solo el País Vasco y Navarra mantuvieron sus fueros. Además, se impuso una
nueva división provincial, garantizando así el control del gobierno sobre todo el
territorio.
7.2 Las reformas económicas
La Ilustración favoreció la creación de Sociedades Económicas de Amigos del País, que
difundieron las innovaciones de la época.

➜ En agricultura se extendieron nuevos cultivos americanos, como el maíz y la patata;


y se impulsó el uso de abonos, la reducción del barbecho, y el regadío. También se
buscaron tierras libres para cultivar, repoblando amplias extensiones de terreno en
Sierra Morena.

➜ En industria se promovió la modernización de las técnicas; se criticó el control de los


gremios; y se fomentaron las manufacturas, como las reales fábricas dedicadas a la
construcción naval y a la producción de armas y artículos de lujo: paños, seda, vidrio,
tapices y porcelana.

➜ El comercio interior se impulsó con la mejora del transporte: los caminos se


ensancharon y empedraron, se construyeron puentes y se diseñó una red radial de
carreteras que unía Madrid con los principales puertos de la periferia. También se
revitalizó el comercio exterior, especialmente desde que se decretó la libertad de
comercio con las colonias americanas (1778).
7.3 Las reformas sociales
En la sociedad, se criticó a los privilegiados por su falta de utilidad social y se eliminó la
incompatibilidad legal entre nobleza y trabajo; se expulsó a los jesuitas, contrarios a las
reformas ilustradas; y se decretaron honrosas todas las profesiones. Además, se
reformaron algunas costumbres populares, con medidas como la prohibición del
sombrero de ala ancha y de la capa larga, que dificultaban la identificación de los
malhechores; lo que motivó el llamado motín de Esquilache.
7.4 La nueva política exterior
Los Borbones se propusieron recuperar los territorios perdidos en Europa y preservar
las colonias americanas. Para lograr estos objetivos, se aliaron con Francia mediante los
llamados Pactos de Familia (1733, 1743, 1761).

➜ Felipe V emprendió una campaña para recuperar algunas posesiones europeas.

➜ Fernando VI se inclinó por una política exterior neutral.

➜ Carlos III, participó en dos conflictos aliado con Francia.


8. La cultura y el arte
8.1 La cultura ilustrada
Los ilustrados fomentaron la educación pública para evitar la ignorancia y el control
ideológico de la Iglesia, lograr el progreso económico y cambiar la sociedad. Para
conseguir sus objetivos, impulsaron la lengua y la historia; continuaron la «revolución
científica» iniciada en el siglo XVII, y potenciaron las ciencias «útiles» como la medicina,
las ciencias naturales, las matemáticas, la física, la química y la geología.
8.2 El arte rococó
En la primera mitad del siglo XVIII surgió en Francia un nuevo estilo artístico, el rococó,
un arte aristocrático, cortesano, refinado y frívolo. Se manifestó por utilizar detalles
muy recargados. En España prodigó poco, fue en Francia donde más se utilizó.
8.3 El arte neoclásico
Iniciado en Francia en la segunda mitad del siglo XVIII, fue un arte burgués, austero y
racional

➜ La arquitectura imitó los modelos griegos y romanos y adoptó formas puras y


sencillas. En Francia destacó el Panteón; en Reino Unido, el Museo Británico y la Galería
Nacional; en Alemania, la Puerta de Brandemburgo, y en España, la Puerta de Alcalá, el
Museo del Prado y el Observatorio Astronómico.

➜ La escultura buscó la belleza ideal, la sencillez y la serenidad. Sus temas preferidos


fueron mitológicos, historia antigua y retratos. El escultor más famoso fue el italiano
Antonio Canova. En España destacan la madrileña fuente de Cibeles.

➜ La pintura buscó la perfección del dibujo y se desinteresó del color. Sus temas
preferidos fueron los mitológicos e históricos.
9. El Siglo XVIII en Andalucía
9.1 La recuperación económica
La economía de Andalucía se recuperó en el siglo XVIII. Esta recuperación afectó a la
agricultura, a la industria y al comercio.

➜ En agricultura se extendió el cultivo del viñedo por Andalucía, y aumentó el cultivo


de la caña de azúcar en las hoyas litorales y del lino en la vega de Granada.

➜ En industria destacó la fabricación de tabacos (Sevilla), hojalata (Ronda), lonas para


las velas de los buques (Granada), textiles (San Fernando), mantas (Grazalema), cueros
(Ubrique) y calzado (Montilla).

➜ El comercio colonial progresó. En 1717, un decreto de Felipe V trasladaba la Casa de


Contratación de Sevilla a Cádiz. Y en 1778, el decreto de libre comercio de Carlos III
permitió comerciar con América a los puertos de Málaga y Almería.
9.2 La colonización de Sierra Morena
En 1761, Carlos III decretó la construcción de la carretera general de Andalucía por
Despeñaperros. Sin embargo, a su paso por Sierra Morena, el camino estaba infectado
de bandoleros que aprovechaban los extensos campos despoblados para poner en
peligro las comunicaciones entre Andalucía y Madrid. Por este motivo encargó a Pablo
de Olavide, intendente real de Andalucía, el proyecto de repoblación más importante
de la época: la colonización de Sierra Morena y la fundación de una serie de localidades
conocidas como «Nuevas poblaciones», con colonos de otras regiones europeas pobres
y católicos.
Hacia 1775 se habían instalado más de 3 000 colonos en una serie de nuevas localidades
(La Carolina, La Carlota, Guarromán, La Luisiana, etc.

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