1 El siglo XVIII.

La época de la Ilustración

El Antiguo Régimen era el sistema político, social y económico vigente en Europa en

el siglo XVIII. Sus principales características eran:

• Una sociedad desigual basada en tres estamentos.

• Una economía agraria.
• La monarquía absoluta como forma de gobierno.

La Ilustración

La Ilustración fue una corriente intelectual desarrollada en Europa en el siglo XVIII que
cuestionaba los principios del Antiguo Régimen. Sus bases ideológicas eran las
siguientes:

• La confianza en la razón para su aplicación a todos los ámbitos de la vida.

• La fe en el progreso.
• La crítica al Antiguo Régimen como obstáculo del progreso.
• El centro de sus teorías era el ser humano y sus derechos naturales, como la libertad
y la igualdad.
• El objetivo principal era lograr la felicidad en base al conocimiento, dando así gran
importancia a la educación.
• La tolerancia como base de la convivencia.

Las ideas ilustradas se difundieron por Europa gracias a:

• Las tertulias en salones particulares.

• Nuevos medios de comunicación: periódicos, panfletos, folletos…
• La publicación en Francia de la Enciclopedia, dirigida por Diderot y D’Alembert.

Críticas a la monarquía absoluta

El Antiguo Régimen se basaba en un sistema político llamado monarquía absoluta

de derecho divino: el rey aglutinaba todos los poderes del Estado (legislativo,
ejecutivo y judicial) y se consideraba que su poder provenía de Dios. Por tanto, no
existía un Parlamento que limitara los poderes del monarca.

Desde el siglo XVII ya existían críticas a este sistema, como las teorías del pensador
inglés John Locke, las cuales ejercieron una gran influencia en la Ilustración. Este
autor sostenía que el Estado era el resultado de un pacto entre gobernantes y
gobernados y que este se podía romper si los primeros no gobernaban de manera
justa.

Los principales pensadores ilustrados fueron:

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• Montesquieu, defensor de la división de poderes en su obra El espíritu de las leyes

(1748).
• Voltaire, partidario de una monarquía fuerte en la que se respetaran las libertades
civiles.
• Rousseau, propulsor de la libertad y la igualdad de las personas y difusor del concepto
de soberanía nacional en su obra El contrato social (1762).

El despotismo ilustrado

En el siglo XVIII varios monarcas aplicaron ideas ilustradas en sus gobiernos, como
Carlos III de España, José II de Austria, Catalina II de Rusia y Federico II de Prusia.
Este sistema político se conoce como despotismo o absolutismo ilustrado.

Su objetivo era elevar el nivel educativo de la población, racionalizar la Administración

y potenciar el desarrollo económico, pero sin perder su poder absoluto ni alterar las
bases del Antiguo Régimen.

Algunas de las medidas que tomaron fueron fundar nuevas instituciones educativas,
reforzar la Administración central y llevar a cabo desamortizaciones en las que los
bienes de manos muertas pasaran al Estado para ponerlos en venta.

Cambios económicos durante el siglo XVIII

En el siglo XVIII las principales actividades económicas eran la agricultura y la

ganadería. Se practicaba una agricultura de subsistencia con herramientas
rudimentarias. La propiedad de la tierra estaba fundamentalmente en manos de los
privilegiados. Las tierras de la nobleza nunca se dividían debido a los mayorazgos.
Parte de las tierras del clero, las manos muertas, tampoco se podían vender y a veces
ni siquiera eran explotadas.

Hasta el siglo XVIII el principal sistema económico era el mercantilismo, basado en

la acumulación de metales preciosos gracias al comercio por parte de un país. Gracias
al apoyo de los ilustrados, surgirán nuevas políticas económicas que desplazarán al
mercantilismo:

• Fisiocracia (Quesnay): la base de la riqueza de un país es la tierra (agricultura y

minería). Opuesta al control de la economía por el Estado.
• Liberalismo económico (Adam Smith): el origen de la riqueza es el trabajo
individual, cuya aspiración a obtener el máximo beneficio acaba beneficiando a toda
la sociedad. El Estado no interviene, regulándose el sistema por la ley de la oferta y
la demanda.

Durante este periodo se experimentará un importante crecimiento demográfico

gracias a la mejora en la alimentación, avances científico-sanitarios, mejoras de
higiene, reducción de conflictos bélicos, etc.

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La agricultura mejoró gracias a las innovaciones: nuevos cultivos procedentes de

América y mejoras técnicas como la rotación continua a sistema Norfolk.

En la artesanía, se pasará del sistema de gremios (asociaciones de artesanos del

mismo oficio que controlaban las actividades artesanales y regulaban la producción
sin dar lugar a innovaciones) a varios sistemas más abiertos:

• Trabajo a domicilio (domestic system): los trabajos de fabricación los llevaban a

cabo los campesinos en sus casas por encargo de un empresario que les
proporcionaba herramientas y materiales.
• Manufacturas: grandes talleres especializados (protofábricas). Muchos fueron
potenciados por el Estado, como las reales fábricas, que se centraron en la
elaboración de armas y artículos de lujo.

El comercio también creció en este siglo: el comercio interior gracias a la mejora de

las comunicaciones (carreteras, canales) y de la producción, y el comercio exterior
gracias al desarrollo de los intercambios de los países europeos con América y Asia.
También se desarrolló el comercio triangular con esclavos africanos que los barcos
europeos llevaban a América para ser vendidos.

La sociedad en el Antiguo Régimen

La sociedad se denominaba estamental y estaba dividida en tres órdenes o

estamentos: la nobleza, el clero y el pueblo llano o tercer estado (campesinado y
burguesía). Se caracterizaba por el inmovilismo vertical y la existencia de estamentos
privilegiados (nobleza y clero).

El campesinado era el grupo social más numeroso, pero su influencia en la sociedad

era muy escasa. Trabajaban las tierras de la nobleza o de la Iglesia como
arrendatarios, jornaleros o siervos y debían pagar rentas a los señores para poder
explotarlas. Debían, además, pagar impuestos al rey y entregar el diezmo a la Iglesia.

Durante el siglo XVIII se produjeron tensiones sociales. Parte de la burguesía se

había enriquecido gracias al comercio y comenzó a reclamar mayor poder político e
igualdad jurídica pero los privilegiados se esforzaron para impedirlo. Muchos de ellos
se subirán al tren de la Ilustración.

La guerra de Sucesión española y la llegada de los Borbones

La guerra de Sucesión española fue al mismo tiempo un conflicto internacional

(Francia y España enfrentadas al Sacro Imperio, Países Bajos y Reino Unido) y una
guerra civil (entre Castilla y la Corona de Aragón). Fue originada a la muerte de
Carlos II de Habsburgo, sin descendencia, quedando como posibles sucesores
Felipe de Anjou, de la casa de Borbón, y el archiduque Carlos de Habsburgo.

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En 1714 se firmaron los Tratados de Utrecht y Rastatt, en el que se reconocía a

Felipe V (1713-1746) como rey de España a cambio de pérdidas territoriales por
Europa, fin de la hegemonía comercial con América y la imposibilidad de unir las
coronas francesa y española. Se acentuó la centralización y uniformidad del país para
asemejarlas al sistema francés gracias a los Decretos de Nueva Planta, que
liquidaron los reinos de la Corona de Aragón. Su política exterior posterior consiguió
la recuperación de parte de los territorios italianos perdidos en Utrecht.

Con la llegada de los Borbones, progresivamente se introdujeron en España las ideas

ilustradas, que arraigaron en parte de la burguesía y menos en la nobleza.

Se implementaron reformas políticas: absolutismo y centralización político-

administrativa. Reformas económicas: Sociedades Económicas de Amigos del País,
mejoras en cultivos y técnicas, impulso de las Reales Fábricas, construcción de
carreteras y liberalización parcial del comercio con América. También reformas
sociales: declaración de honrosas a todas las profesiones y reforma de costumbres,
algunas de ellas mal recibidas (Motín de Esquilache).

La política exterior dio un giro desde el principio debido al debilitamiento del país tras
la Guerra de Sucesión:

• Felipe V (1713-1746): su objetivo fue aumentar su poder en Europa, recuperando

parte los territorios perdidos en la guerra e impulsando los Pactos de Familia.
• Fernando VI (1746-1759): política exterior neutral.
• Carlos III (1759-1788): rey déspota ilustrado, tuvo un papel muy activo a nivel interior
y a nivel internacional. Comenzó nombrando ministros ilustrados italianos, pero tras
las protestas del Motín de Esquilache, nombró ministros ilustrados españoles que
impulsaron un gran número de reformas:
o Expulsión de los jesuitas.
o Una política regalista, que sometía a la Iglesia al poder real.
o Un potenciamiento del desarrollo económico a través del libre comercio con
América.
o El fomento de la educación con la renovación de los planes de estudio.

Cultura y arte

Impulso ilustrado al cientifismo, lengua, historia, medicina, etc. Aparecerá el arte

rococó, muy recargado y propio de las clases más pudientes, y el arte neoclásico,
más burgués, austero e inspirado en los modelos grecorromanos. Estos últimos
dejaron huella en muchas ciudades europeas.

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