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El trauma es la fuerza invisible que da forma a

nuestras vidas. Moldea la forma en que vivimos, la


forma en que amamos y la forma en que damos
sentido al mundo. Es la raíz de nuestras heridas más
profundas.

El Dr. Maté nos da una nueva visión: una sociedad


informada sobre el trauma en la que los padres,
maestros, médicos, legisladores y personal legal no
se preocupan por corregir comportamientos, hacer
diagnósticos, suprimir síntomas y juzgar, sino que
ven para comprender las fuentes. de donde surgen
comportamientos preocupantes y enfermedades en
el alma humana herida.

La serie Talks on Trauma presenta a muchos


expertos líderes en el mundo. Las charlas incluyen:

Tal vez sea por sentimientos de soledad, por la falta de


comunicación con los demás o porque estamos pasando por
una mala etapa en la vida. "Por qué siento que todo el
mundo me odia" es un pensamiento que surge en momentos
de crisis, cuando nuestra autoestima parece desmoronarse
en cualquier momento y nos sentimos mal con todo lo que
nos rodea. Si nos dejamos llevar por este sentimiento de
rechazo, es posible que este nos lleve a problemas más
graves como la depresión o el miedo a relacionarnos con los
demás. Es importante detectar esta idea a tiempo, analizarla
y trabajar hasta eliminarla, así evitaremos que este tipo de
pensamientos nos afecten más de lo que deberían.
En este artículo de Psicología-Online, proporcionaremos
consejos para evitar y solucionar el sentimiento de que todo
el mundo me odia.
También te puede interesar: Por qué siento que la gente
me rechaza
Índice
1. Siento que nadie me quiere de verdad
2. Nadie se preocupa por mí
3. Creencias limitantes: ¿qué son?
4. Qué hago si siento que nadie me quiere

Siento que nadie me quiere de verdad


Este tipo de pensamientos pueden tener distintos orígenes.
Tal vez, estemos experimentando una falta de amor después
de una rupturay sentimos que nadie nos quiere como pareja.
A lo mejor, a lo largo de nuestra niñez, no hemos recibido el
cariño suficiente y, de manera inconsciente, creemos que no
merecemos sentir el afecto de alguien. Habrá que tratar estos
sentimientos según su causa de fondo, de este modo, los
podremos solucionar de raíz
.
La falta de amor se puede tratar alimentando el amor
propio, dejando atrás nuestras inseguridades y fortaleciendo
la autoestima. Si suplimos esta carencia con cuidados y
cariño hacia uno mismo, desarrollaremos una buena
resiliencia, es decir, una buena capacidad para enfrentarnos
a los problemas y sobreponernos a los contratiempos de la
vida.
Muchas veces, estos pensamientos forman parte de un
sistema de creencias limitantes (de las que hablaremos más
adelante) y no suelen tener un fundamento real. Es decir,
realmente hay personas que nos quieren y nos valoran pero
no podemos apreciarlo porque hay una creencia que lo
limita.

Nadie se preocupa por mí


Sentir que no le importas a nadie, no es una experiencia
agradable. El ser humano es un animal social, vivimos
rodeados de personas y necesitamos que alguien se
preocupe de nuestro bienestar, que esté mínimanente
pendiente de cómo nos sentimos y que se preocupe de
nuestras emociones. Si tenemos la sensación de que
realmente no hay nadie a quien le preocupa lo que sentimos,
nos podemos sentir desamparados y poco entendidos por
quienes nos rodean.
Ahora bien, ¿realmente es cierto todo aquello que creemos
acerca de los demás? Pensemos si realmente es cierto que
nadie nos quiere, nadie nos aprecia y todo el mundo nos odia.
Si nos paramos a pensar más de diez segundos,
seguramente nos demos cuenta de que no hay mucho de
cierto en esas creencias, sin embargo (falta coma) siguen
presentes en nuestra cabeza y les damos mucha fuerza. Este
tipo de pensamientos son conocidos como creencias
limitantes y son las causantes de muchos problemas
interpersonales.

Creencias limitantes: ¿qué son?


Podemos definir las creencias limitantes como pensamientos
o ideas, normalmente, inconscientes, que se repiten una y
otra vez en nuestra cabeza e impiden que actuemos con
nuestro mayor potencial. Suelen ser creencias acerca de
nosotros mismos y sobre nuestras capacidades, por ejemplo
pensar "esto no puedo hacerlo, se me da fatal" ante un reto
que ni siquiera hemos intentado. También existen creencias
limitantes acerca del mundo y las personas que nos rodean,
entre ellas destacamos las siguientes:
 Nadie me quiere
 Todo el mundo me odia
 Nadie se preocupa por mí
 Estoy solo/a
 Todos están felices menos yo
 Mi vida no le importa a nadie

Cada persona formula sus creencias a su manera y no tienen


por qué coincidir exactamente con las enunciadas
anteriormente, pero cabe admitir que muchas personas
comparten estos pensamientos de manera similar.
Debemos analizar hasta qué punto son ciertas estas
frases. Determinar la veracidad de lo que pensamos y por
qué lo pensamos es fundamental para eliminar este tipo de
pensamientos. Muchas veces, solemos relacionar un
malestar o una sensación de vacío con la idea de que
estamos solos y que nadie nos quiere, esto ocurre porque es
difícil ponerle nombre y detectar correctamente las
sensaciones abstractas como el vacío, y nuestra mente
recurre a pensar algo más sencillo.
Qué hago si siento que nadie me quiere
Para eliminar correctamente este tipo de creencias, debemos
seguir unos pasos muy sencillos:
Detectar y observar la creencia
El primer paso suele ser el más complicado, en este caso,
debemos detectar todas las creencias (o la mayoría) que
impiden que nos relacionemos correctamente con los demás.
Muchas veces, actuamos sin saber que muchos
pensamientos nos limitan, por ello, indagar en la parte más
profunda de nuestra mente para encontrar las creencias
limitantes, puede ser el paso más difícil.
Cuestiona tus pensamientos
Del mismo modo que nuestros gustos y opiniones acerca de
lo que nos rodea van cambiando con el paso de los años,
también lo puede hacer nuestra autoimagen. Una vez
detectados aquellos pensamientos que nos complican la vida,
toca ponerlos sobre la mesa y analizarlos con una serie de
preguntas, por ejemplo:
1. "Siento que todo el mundo me odia" - ¿Por qué crees eso?
2. "Nadie me quiere" - ¿Es eso cierto?
3. "A nadie le importo" - ¿Y a tu familia?, ¿y a tus amigos?
4. "Estoy solo/a" - Piensa en todas las personas con las que
has intercambiado un par de frases esa última
semana, ¿realmente estás solo/a?
Estas preguntas se pueden hacer una tras otra ante un
mismo pensamiento, de este modo, vemos lo poco
fundamentado que está realmente.
Cambia tus creencias
Después de observar, analizar y cuestionar aquello que
pensamos, toca darle un giro a nuestras creencias. De este
modo, si cambiamos y las volvemos positivas hacia nosotros,
estas alimentarán nuevas creencias sobre la autoestima. A su
vez, una buena autoestima ayudará a desarrollar la
resiliencia, de modo que, si en algún momento sufrimos de
nuevo, tendremos nuevas herramientas para evitar sentir que
nadie nos quiere o que todo el mundo nos odia.
Después de leer este artículo, ¿sigues sintiendo que todo el
mundo te odia? En este caso, te recomendamos otro artículo
para mejorar tu autoestima. Si crees que tus pensamientos
son incontrolables, tal vez debas acudir a un especialista para
que te proporcione las herramientas adecuadas.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online
no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar
un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que
trate tu caso en particular.
Si deseas leer más artículos parecidos a Por qué siento que
todo el mundo me odia, te recomendamos que entres en
nuestra categoría de Crecimiento personal y autoayuda.
Esa sensación, la de sentir que
nadie te quiere de verdad
5 minutos

Todos necesitamos sentir que somos amados. Es casi tan importante como comer
o dormir: una necesidad fundamental. Cuando sientes que nadie te quiere de

verdad, que no le importas lo suficiente a ninguna persona, es como si te privaran

del alimento para vivir. La supervivencia física depende de la comida y el sueño y

la supervivencia emocional del afecto.

El propio Abraham Maslow, psicó logo humanista y creador de la pirá mide de las

necesidades de autorrealizació n, proponía la necesidad de filiació n o afecto como

primordial. En su pirá mide, despué s de cubrir las necesidades bá sicas o

fisioló gicas y las de seguridad, se enfatizan las necesidades afectivas.


Aunque no siempre cubrimos esa necesidad afectiva como queremos. Es má s, la

sensació n de que nadie te quiere de verdad surge de diferentes fuentes. En

principio, es una verdad que nos cobija a todos los seres humanos. Nadie nos ama

de manera perfecta. Hasta los amores má s profundos y sinceros, como el de las

madres, son imperfectos e incompletos.

“Si no se rompe, ¿cómo logrará abrirse tu corazón?”

-Khalil Gibran-

Si idealizas mucho el amor podrías llegar a concluir que nadie te quiere de


verdad, porque no está n dispuestos a dar la vida por ti. O porque eventualmente

te fallan y no está n ahí siempre que lo necesitas. Quienes aman desde la carencia

afectiva demandan má s del amor que otros pueden darle. Y como sus expectativas

son tan altas y no se cumplen, podrían sentirse defraudados constantemente.

Puede que haya veces en las que sientas que nadie te quiere de verdad porque,
sencillamente, no logras construir vínculos genuinos de afecto  con los otros.

Quizá s te has escondido debajo de tu piel y te aíslas. Tal vez no sabes có mo

construir y mantener los lazos de afecto. Entonces, te sientes atrapado en una

soledad que hiere, en un desafecto que duele.


Nadie te quiere, ¿y tú tampoco?
Suele suceder que, cuando sientes que nadie te quiere, ese “nadie” también te
incluya a ti. Es relativamente fá cil que alguien se dé cuenta de que tiene

la autoestima  a ras de piso. Tambié n es fá cil decir: “Bien, ahora solo se trata de

quererme má s”. Lo difícil es darle a ese propó sito realidad.

Digamos un pequeñ o trabalenguas: no es que uno no quiera quererse, sino que no

encuentra el modo de hacerlo. La falta de aprecio por uno mismo no nace de la

nada. Detrá s de ello frecuentemente hay toda una historia de desafectos, a veces

de abandonos o agresiones violentas.

Uno de los motivos má s probables que pueden encontrarse detrá s de la sensació n

de falta de afecto por nosotros mismos es que durante los primeros años de

nuestra vida nos dieron falsos argumentos, muchas veces disfrazados de inocencia ,
por los que no hacerlo. De una u otra forma nos transmitieron la idea de que no

valíamos la pena. De que no é ramos suficientemente dignos de amor.

Lo creímos porque, seguramente, quien nos llevó a pensar así fue una persona
querida, incluso admirada. Es muy posible que hayamos comenzado la vida

amando sin ser amados. Cargando un “por qué ” para el que no existían respuestas.

Incluso es posible que hayamos aprendido a no querernos, solo para complacer a

un padre, una madre o alguna figura amada que esperaba eso de nosotros porque

vivía en extravío.

¿Ayudamos a los demás para que 


Es una realidad que a veces estamos en una condición de deprivación afectiva. O
en otras palabras, de carencia de afecto. Incluso podemos llegar a la conclusió n de

que no queremos vivir así, sin embargo no es fá cil desamarrar el nudo que nos ata
a esa condició n. En este punto vale la pena hacernos la pregunta del subtítulo:

¿ayudamos a los demá s para que nos quieran?

Aunque el sentimiento de que nadie te quiere de verdad es muy profundo, la

salida de ese foso puede no estar tan lejos. A veces se trata solo de perdonar a

quienes no nos han amado, por sus limitaciones emocionales. De admitir que su

desafecto tenía mucho má s que ver con ellos, que con nosotros mismos.

Tambié n implica perdonarnos a nosotros mismos, porque, en verdad, no hicimos o


dejamos de hacer algo para hacernos merecedores de ese desamor. Entender que

no hay nada malo en nosotros y que cualquier sentimiento de culpa, con su

consecuente castigo, no tiene razón de ser.

La salida…
Es importante preguntarnos si nosotros sabemos amar a los demás. Si nuestro

concepto de amor ha evolucionado lo suficiente como para entender que dar

afecto no es sacrificarse arbitrariamente por otros. O ser extremadamente

solícitos a la hora de satisfacer sus necesidades.

A veces nos mostramos desesperadamente necesitados de afecto y esto asusta,

aleja. Es una confesión firmada de que no nos queremos y de que necesitamos de


ese otro para lograr sentir algo de aprecio por nosotros mismos. En este punto

sucede que nadie quiere cargar con semejante responsabilidad, ni tiene por qué

hacerlo.
Es posible que tampoco hayamos desarrollado suficientes habilidades sociales .

Siempre podemos aprender a relacionarnos con los demá s de una manera má s

fluida y espontá nea. Se aprende, se aplica y se entrena. Luego, funciona. Es el

primer paso para romper esa barrera que nos separa de los demá s. Quizá s,

entonces, despué s de abrir las compuertas, aprendamos a avanzar en esa

extraordinaria aventura del afecto mutuo.

psicología siento que nadie me quiere


Por qué siento que a nadie le
importo y qué hacer

Algunas personas viven sintiendo que no importan a nadie.


Resulta una vivencia muy dolorosa que genera un gran
malestar en su vida. Estas personas se preguntan por qué
ocurre esto y qué es lo que podrían hacer para ser,
simplemente, uno más. No llegan a ser conscientes del
complejo proceso de defensa psicológica que interviene para
provocar esta situación.
¿Por qué siento que no le importo a nadie y qué hacer al
respecto? En el siguiente artículo de Psicología-Online
vamos a exponer con detalle el proceso que acontece en las
personas que sienten que no importan a nadie, a qué causa
se debe este proceso y de qué modo se puede intervenir para
corregir esta situación.
También te puede interesar: Por qué siento que todo el
mundo me odia
Índice
1. Siento que nadie se preocupa por mí
2. Por qué siento que no le importo a nadie
3. Qué hacer cuando no le importas a alguien
Siento que nadie se preocupa por mí
Las personas que tienen la sensación de que nadie se
preocupe por ellos viven esta situación con una gran
angustia. Tienen pensamientos como "estoy sola y que no le
importo a nadie" o "no le importo a mi novio o novia". Pero, en
realidad, ¿esta sensación es una percepción subjetiva
totalmente injustificada de estas personas o existe una
realidad objetiva que sustenta esta creencia? ¿Y de ser así, a
qué se debe que nadie se preocupe o se interese por ellas?
Si bien la percepción de esa realidad es algo totalmente
subjetivo que surge de una creencia interiorizada por la
persona afectada, no es menos cierto que en la mayoría de
ocasiones la realidad objetiva se corresponde con la
percepción de esta persona por dos motivos:
1. El entorno des-atiendo. Porque el entorno familiar,
efectivamente, ha des-atendido el cuidado de esta persona
durante su infancia por motivos varios (enfermedad del
cuidador o del niño; maltratato; incapacidad para atender
adecuadamente por atender a otros hijos, por falta de
habilidades parentales, etc.).
2. La persona se aleja. Porque la propia creencia de estas
personas de no importar a nadie, provoca en ellos actitudes y
conductas que les llevan a, finalmente, provocar que las
personas no las tengan en cuenta.
El motivo por el que ocurre que realmente estas personas no
sean atendidas se debe a la "profecía autocumplida",
fenómeno que explicaremos en el siguiente apartado.
Por qué siento que no le importo a
nadie
¿Por qué motivos siento que a nadie le importo? El motivo
principal por el que una persona tiene interiorizada
la creencia de que nadie se preocupa por él se debe a
algún hecho primario de la infancia:
 Algún acontecimiento traumático fuerte.
 Vivencias de estrés o des-atención desde la gestación hasta
el primer año de vida.
 Negligencia.
 Maltrato.
Este hecho, que suele ir acompañado paralelamente de
un cuidado inadecuado no consciente por parte de los
progenitores o de la persistencia del maltrato, provoca en
estas personas un sentimiento de rechazo hacia ellos
mismos, al interiorizar como propia la idea que de ellos
mismos han recibido de sus cuidadores en base al trato que
les han ofrecido: no merezco, no valgo, por eso me
rechazan.
Debido a esta vivencia, se instaura en su inconsciente la idea
de no-valía personal que establecerá en su interior una
especie de filtro que les llevará a procesar la información
externa e interna en base a esa errónea creencia.
Como mecanismo de defensa, por no poder hacer propio este
rechazo hacia sí mismos, lo proyectan en los demás
provocando lo que en psicología se llama la "profecía
autocumplida" cuyo funcionamiento explicamos a
continuación.
La profecía autocomplida
Proyectar su rechazo en los demás significa que están
convencidos de que las demás personas les van a rechazar.
Esto les lleva a actuar de una manera huidiza, evitativa y
miedosa. Es, precisamente, su propio comportamiento, que
se manifiesta a nivel verbal (poco comunicativos, ansiosos,
tono débil de voz, etc.) y sobre todo a nivel no verbal (postura
encorvada, mirada esquiva, reticentes al contacto,
contracción corporal, etc.) lo que provoca, finalmente, que las
personas no se acerquen o se alejen tras el primer
acercamiento. Esta reacción generalizada en sus relaciones
sociales, confirma su creencia inicial de que nadie se
preocupa por ellos porque, en realidad, no merecen la pena.
Se trata de personas con muy baja autoestima que dependen
de una manera desmesurada de la valoración externa.

Qué hacer cuando no le importas a


alguien
Como hemos visto, sentir que a nadie le importas proviene de
una creencia y unas experiencias que se pueden trabajar. Los
pasos a dar en terapia para poner fin a esta situación y, con
ello, eliminar el malestar emocional que esta creencia genera
en las personas afectadas son los siguientes:
 El primer paso que se ha de dar es tomar conciencia de
que parte de esa realidad la está generando él mismo con su
propia actitud y conducta y entender que esta forma de
actuar viene determinada por un mecanismo de defensa
creado en la infancia para protegerse del dolor vivido ante
cierta situación.
 A partir de ahí, será importante que la persona realice un
proceso de indagación personal para recordar en qué
momento/s y qué hecho/s propiciaron la asunción de la
creencia de "no valgo, no importo a nadie".
 Esta revisión biográfica nos llevará a re-vivir dicha vivencia,
hacerla consciente, sentir el dolor que nos generó
y aceptarla como la realidad que pudo ser en ese momento
concreto.
 Tras la aceptación, resulta importante trabajar la compasión
y el perdón hacia las personas que le generaron dicho dolor,
tomando conciencia de que hicieron lo que en ese momento
de su vida eran capaces de hacer. Podemos comunicar al
paciente que cualquier persona, siempre, ofrecería un amor,
cuidado y atención perfecto si estuviese libre de sus propias
carencias emocionales. En ocasiones, el proceso de
perdón es muy duro y doloroso y no puede darse. No
obstante, lo importante es que la persona sea capaz de
entender la realidad que llevó a sus padres o cuidadores a
actuar de ese modo no pudo ser de otro modo pero no que él
no provocó esa situación.
 En este momento del proceso, se trabajará con el paciente
el desarrollo de su verdadero potencial. Hacerle
consciente de esa nueva imagen de sí mismo, mucho más
real y acorde con sus verdaderas capacidades, le devolverá
la fuerza para retomar su vida de un modo mucho más
positivo, saludable y respetuoso consigo mismo o misma y
con su entorno.
Este proceso de re-encuentro con su verdadero ser le
permitirá vivir desde la aceptación de sí mismo. De este
modo, podrá expresarse de manera asertiva, lo que facilitará
sus procesos de interacción social. La falsa y vieja creencia
de no importar a nadie perderá totalmente su significado y
fuerza.
Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online
no tenemos facultad para hacer un diagnóstico ni recomendar
un tratamiento. Te invitamos a acudir a un psicólogo para que
trate tu caso en particular.
https://www.psicologia-online.com/por-que-siento-que-a-nadie-le-importo-y-que-hacer-
5117.html
¿Por qué una persona siente
que nadie la quiere?
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Todo mundo alguna vez en su vida, ha tenido la sensación de que


nadie los quiere, de que nada tiene sentido ya que te encuentras solo,
pues el amor o cariño que necesitas no habita en nadie, nadie tiene la
disponibilidad, tiempo o necesidad de estar con alguien como tú,
pero esto no es así, por tal motivo conozcamos la causa por la cual
sientes que nadie te quiere.
¿Por qué a veces siento que nadie me quiere de verdad?
Yo creo que nadie me quiere
 Esto se debe a que tengas una baja autoestima.
 Se debe a que te encuentras en depresión.
 Se debe a que te encuentras en un círculo vicioso donde existen
malas influencias, que te dan ideas erradas.
 Se debe a que te encuentras en las drogas o alcoholismo.
 Se debe a que eres una persona muy rebelde.
 Se debe a que seas una persona antisocial.
¿Qué hacer si sientes que nadie te quiere?
 Pide ayuda a tu familia, es difícil pero habla.
 Quiérete a ti mismo y no pienses mal de ti mismo, ni te hagas ideas
negativas que realmente no son ciertas.
 Trata de analizar el sentimiento que tienes ¿es real lo que siento?
 Si es por cuestiones de influencia aléjate de esas personas, acude con
tu familia.
 En este momento preocúpate por ti, no por los demás.
 Levántate temprano, arréglate.
 Realiza ejercicio.
 No te preocupes, ni te culpes de cosas que no son.
 Siempre se positivo.
 Evita compararte con otras personas, pues tú eres especial y sobre
todo, único.
 Intenta socializar principalmente con tu familia y después con demás
personas.
 Acude al psicólogo.

La causa principal que existe para tener el sentir de que nadie te


quiere, es la depresión, este te conlleva y trae más consecuencias
como falta de apetito, alcoholismo, una infinidad de pensamientos y
actitudes que generalmente no proporcionaran a tu vida ningún
beneficio, así que te recomendamos, si sientes alguna vez, este
síntoma de tristeza y soledad, hablar al instante con tu familia pues
ellos son los únicos que te pueden dar esa calidez y apoyo que
necesitas.

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