Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LA EDUCACION
Publicado el febrero 8, 2012por Edusique Por: José Manuel Navas Valenzuela
RESUMEN DEL LIBRO PRIMERO DE EMILIO O LA EDUCACION
“Aquel de nosotros que mejor sabe sobrellevar los bienes y los males de esta
vida, es a mi parecer, el más educado”
Rousseau, J.J. Emilio o de la Educación 1762, Libro Primero pág. 15
El niño nace ignorante, privado hasta del sentido de su existencia, pero capaz de
aprender. Con el nacimiento comienza la educación. Esta se realiza mediante la
experiencia del mundo ligada al uso de las funciones y de los sentidos. La
actividad es la primera escuela del niño, la ley natural que se debe respetar.
Cuanto mayor sea la actividad, mayor será la experiencia formativa.
Esta mala costumbre engendra otras todavía peores. “No contentas de haber
dejado de criar a sus hijos, las mujeres dejan de querer tenerlos: es la
consecuencia natural. Desde el momento en que la maternidad es onerosa, se
encuentra bien pronto la manera de liberarse enteramente de ella. Esta usanza,
sumada a otras causas de despoblación, nos anuncia la futura suerte de Europa.
Las ciencias, las artes, la filosofía y las costumbres que se siguen de esa
mentalidad, acabarán convirtiéndola en un desierto. Y cuando sólo esté poblada
por bestias, no habrá cambiado en mucho la calidad de sus habitantes”[10].
Cuando las madres vuelvan a criar a sus hijos, las costumbres mejorarán, los
sentimientos naturales se despertarán en los corazones, los Estados se volverán
a poblar y todo irá mejor[11].
En la educación de los niños hay que seguir en todo a la naturaleza. Se evitarán
por eso los cuidados demasiado solícitos y las comodidades excesivas: la
naturaleza educa a través del dolor. El niño ha de superar determinadas fiebres
y dolencias. Una precaución exagerada contrariaría el camino que la naturaleza
sigue para fortalecerlos, de lo que se seguirá la debilidad permanente del niño.
Rousseau explica que la primera educación del infante tiene lugar por las
sensaciones. En el principio de la vida, cuando la memoria y la imaginación
están todavía inactivas, el niño sólo atiende a lo que impresiona realmente sus
sentidos: siendo las sensaciones el primer material de su conocimiento,
ofrecérselas de modo conveniente es preparar su memoria para que un día
ofrezca el mismo orden a la inteligencia, preparando su memoria. El niño
quiere tocar todo, manejar todo: no os opongáis a esa inquietud, porque le
proporciona un modo necesario de aprender. “El aprende a sentir el calor y el
frío, la dureza, la suavidad, el peso y la ligereza de los cuerpos; y aprende
también a juzgar de su tamaño, de su forma y de todas las cualidades sensibles,
mirando, palpando”.[12]
Es importante evitar dos extremos en el trato con los niños: imponerles nuestra
voluntad y que ellos nos impongan la suya con sus lloros, para que no se formen
ni la idea de esclavitud, ni la de mando, sino la de libertad. Menos mandatos y
más autonomía de movimientos, que obren por sí mismos, y se darán cuenta de
lo que pueden y de lo que no pueden. Los niños no deben encontrar resistencia
en la voluntad humana, sólo la que las cosas les ofrecen, así no se harán
coléricos ni caprichosos. Cuando un niño tiende la mano hacia un objeto
distante sin decir nada, él se engaña acerca de sus posibilidades; acerquémosle
el objeto para que pueda tomarlo. Pero cuando extiende su mano gritando y
llorando, como si mandase al objeto que se acerque, no hagamos caso ninguno
de sus llantos, para que no se habitúe a mandar y a ser caprichoso. En todo caso,
no le demos cosas porque las desea, sino porque le son convenientes. Y sobre
todo nunca pretendamos dar al niño exhortaciones o mandatos morales: “sólo la
razón distingue el bien y el mal. La conciencia, que nos hace amar lo primero y
odiar lo segundo, aun siendo independiente de la razón, no puede desarrollarse
sin ésta. Antes de llegar al uso de razón hacemos el bien y el mal sin saberlo y en
nuestras acciones no hay moralidad alguna”[13]
Rousseau resume buena parte de lo explicado hasta ahora en cuatro máximas:
[14]
Los niños no tienen suficientes fuerzas para todo lo que requiere su
naturaleza. Dejémosles usar todo lo que ésta les concede, sin temor ninguno
a que abusen, no sabrían hacerlo.
Se les debe ayudar y suplir en lo que les falta, sea en inteligencia sea en
fuerza, siempre en algo que responda a una necesidad física.
Al ayudarles, tener en cuenta la utilidad real, sin conceder nada a la fantasía
ni al deseo injustificado. La imaginación no los atormentará si no se la hace
nacer, porque en esta edad no es natural.
Conviene seguir atentamente sus manifestaciones. Estando en una edad en
la que el disimulo no es posible, se podrá distinguir fácilmente los deseos
procedentes de la naturaleza y los que vienen de la opinión.
”El espíritu de estas reglas es dar a los niños más libertad verdadera y menos
imperio, dejarles obrar más por sí mismos y hacer que exijan menos de los
demás. Así, habituándose desde pequeños a subordinar sus deseos a sus fuerzas,
les dolerá poco la privación de lo que no está en su poder”
Para Rousseau “EL EMILIO “es un tratado sobre la bondad original del hombre,
en el pasaje inicial de “EL EMILIO “dice que todo lo que procede del autor de
las cosas es bueno, pero todo se degenera en las manos del hombre.
En relación al hombre, Rousseau tiene como máxima; los primeros
movimientos de la naturaleza son siempre rectos, no existe ninguna
perversidad original en el corazón humano. Nacemos como seres dotados de
sensibilidad y por eso establecemos relaciones con los objetos externos, las
cuales están sometidas a un proceso de maduración, estas disposiciones
espontaneas, antes de ser alteradas por las costumbres y opiniones humanas,
constituyen lo que Rousseau llama “naturaleza”.
La naturaleza es buena, el mal procede de la acción que el hombre ejerce
contra ella; para Rousseau, el ideal de la educación natural - todo lo que no
poseemos por nacimiento y de lo cual tendremos necesidad cuando seamos
mayores nos lo proporciona la educación. Esta nos viene o de la naturaleza, o
de los hombres, o de las cosas. Como la naturaleza es buena y origen de todo
bien, el ideal educativo consiste en tomar su desarrollo inmanente como
supremo criterio pedagógico, adecuando a él la educación.
LIBRO 1
LOS PRIMEROS CUIDADOS
LIBRO II
LA PRIMERA INFANCIA
EL DESCUBRIMIENTO DE LA INFANCIA
LA EDUCACION NEGATIVA
LIBRO III
LA SEGUNDA INFANCIA
Este periodo se extiende entre los 12 y 15 años. Dice Rousseau que el tercer
estado de la vida del niño es una edad que se aproxima a la adolescencia sin
ser todavía la pubertad. Esta etapa se tiene que aprovechar muy bien. Es un
momento de fuerza, las energías del cuerpo y del alma exceden las
necesidades y los deseos- esto desaparecerá con el inicio de la pubertad.
Se dedicara a la instrucción: exploración del ambiente natural con un método
activo, adquisición del sentido de lo útil, iniciación en el trabajo y en las
relaciones sociales que este lleva consigo un afinamiento de la capacidad de
juzgar.
Entre todas las cosas que se puede enseñar a EMILIO en este periodo, se
elegirán aquellas cuya utilidad inmediata pueda entender- no puede
comprender las relaciones morales pero si tiene el sentido de lo útil. Esta
noción será el punto de apoyo de la enseñanza. Con preguntas y respuestas el
educador tratara de mantener despierta la curiosidad, sin satisfacerla nunca por
completo. A este propósito Rousseau repite su máxima preferida “recuerda
siempre que la ignorancia nunca ha hecho mal a nadie, solo el error es funesto,
nadie se extravía por no saber, sino porque cree saber”
EL TRABAJO Y LA SOCIEDAD
EMILIO debe conocer las artes industriales, en las que diversos sujetos se
dividen el trabajo. Se introducirá de esta manera en el mundo de las relaciones
sociales, pero no todavía en su aspecto moral.
Como trabajar es un deber indispensable para el hombre social EMILIO
aprenderá un oficio (aunque por su patrimonio no le haga falta) será carpintero;
también entenderá la función de la moneda.
Hace años EMILIO solo tenía sensaciones, ahora tiene ideas, antes sentía,
ahora juzga. En la sensación el sujeto es pasivo, en el juicio es activo, y con la
actividad aparece le posibilidad del error. Lo mejor sería no juzgar, como no es
posible enseñaremos a EMILIO a juzgar bien, “la mejor manera de aprender a
juzgar es la que tiende a simplificar mas nuestras experiencias y a permitirnos
prescindir de ellas sin caer en el error”.
Termina el libro 3 con un retrato de EMILIO de 15 años “EMILIO tiene pocos
conocimientos, pero los que tiene son verdaderamente suyos, porque no sabe
nada a medias”.
EMILIO tiene conocimientos naturales y puramente físicos, conoce las
relaciones esenciales entre los hombres y las cosas, pero no las relaciones
morales entre ho.0mbre y hombre.
EMILIO es laborioso, templado, paciente, resuelto, lleno de coraje; su
imaginación no esta agrandada, no sabe lo que es la muerte. No tiene vicios, o
muy pocos como todos los hombres, tiene el cuerpo sano, las manos y piernas
agiles, el espíritu justo y sin prejuicios.
LIBRO IV
LA ADOLESCENCIA
Casi a los 15 años EMILIO entra en la adolescencia, época de notables
cambios fisiológicos y morales; con la pubertad se despiertan las pasiones y la
voz de la conciencia, ha llegado el momento de la educación moral y
comenzara a pensar en la formación de una futura familia.
LA CRISIS DE LA PUBERTAD
LA CONCIENCIA
Rousseau insiste en 4 ideas: 1- se puede ser bueno sin saber nada de Dios. 2-
El conocimiento de Dios excede la capacidad de los jóvenes, nada es más inútil
que enseñarles el catecismo. 3- Los niños no necesitan creer en Dios para
salvarse 4- Si se les habla de Dios antes de tiempo se formaran una idea falsa.
A los 18 años EMILIO no sabe nada de Dios, sin embargo es bueno, está lleno
de sentimientos sublimes, rectitud de juicio, piedad hacia sus semejantes, todo
lo contrario a los alumnos de colegios religiosos.
Rousseau ataca duramente la tesis de que es necesario creer en Dios para
salvarse, solo se puede llegar al conocimiento de un único Dios cuando se está
en condiciones de remontarse racionalmente hasta la primera causa
Cuando el instinto sexual comienza a sentirse fuertemente hay que hacerla ver
a EMILIO que tiene necesidad de una compañera. Cuando EMILIO llega a loa
20 años la continencia es un deber moral y es necesaria para reinar sobre sí
mismo y para ser dueño de sus propios apetitos.
LIBRO V
LA EDAD VIRIL Y LA EDUCACION DE LA MUJER:
Estudiantes:
Luis Alberto Castrellón Oller
Cédula No. 8-156-1947
Grupo:
Nocturno
Docente:
Prof. Hna. Mariela Calderón M.
Fecha
De Tarea:
05 de octubre de 2013