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EMILIO O DE LA EDUCACIÓN -1-

Tratado filosófico sobre la naturaleza del hombre aborda temas políticos y


filosóficos la relación de del individuo con la sociedad señalando como el individuo
puede conservar su bondad natural mientras participa en una sociedad corrupta.

Emilio propone un sistema educativo donde permita al hombre vivir en una


sociedad corrupta acompaña este tratado en una historia novelada donde el joven
Emilio y su tutor para ilustrar como se debe educar al ciudadano ideal.

Sin embargo, Emilio no es una guía detallada, aunque si incluye algunos consejos
sobre como educar a los niños.

Hoy se considera el primer tratado sobre filosofía de la educación en el mundo


occidental.

El Emilio novela pedagógica escrita en 5 libros, según los criterios pedagógicos de


la concepción rossiniana de la educación natural.

Es la historia de un personaje imaginario Emilio, cuya educación queda en manos


de su tutor que es ROUSSEAU.

A lo largo de los 5 libros se escribe el ciclo educativo de un niño desde el momento


que nace hasta que es introducido a la sociedad y contrae matrimonio.

ROUSSEAU divide el ciclo educativo en 4 periodos

1. De 1 a 5 años lo principal es el desarrollo físico del cuerpo


2. De 5 a 10 años se centra en el desarrollo de los sentidos por la experiencia
que ofrece el mundo externo y el contacto con la naturaleza
3. De 10 a 15 años se basa en la educación intelectual
4. De 15 a 20 años empieza la educación moral y religiosa.

La educación natural que expone ROUSSEAU es el conocimiento de la verdadera


naturaleza del niño y según el autor es toda la conducta espontanea, los instintos
naturales, las primeras impresiones, los sentimientos y juicios mas sencillos que
nace con el contacto con la naturaleza son el mejor indicador de como se debe
proceder donde contiene las enseñanzas mas valiosas. Hay que respetar sus
tendencias naturales y evitar la interferencia donde se pueda obstaculizar el
desarrollo.
La educación negativa es la actitud del educador con el proceso de la educación,
por esto este proceso obliga al niño a un modelo adulto donde por fuerza tenga
que adaptarse esto no debe ser así sino dejar que el niño se mueva según su
espontaneidad y saque sus propias conclusiones de las consecuencias de sus
acciones.

LA PEDAGOGIA desarrollada por Rousseau propone y describe un sistema


educativo que considere la evolución natural del niño y del hombre como
forma de adaptarse y mejorar a la sociedad.

Rousseau fue un escritor, filósofo, botánico, naturalista y músico, que logró


cuestionar las estructuras sociales y políticas de su época. Rousseau está
considerado entre los más grandes pensadores de la Ilustración francesa.

la teoría es la siguiente: para vivir en sociedad, los seres humanos acuerdan un


contrato social implícito que les otorga ciertos derechos a cambio de abandonar la
libertad de la que dispondría en estado de naturaleza.

fue uno de los más destacados pensadores europeos del siglo XVIII. Sus ideas
nutrieron de fundamentos teóricos al movimiento ilustrado y la Revolución
Francesa. Su educación se cimentó en un entorno calvinista (enfatizó la soberanía
de Dios, la Biblia como única regla de fe)

Rousseau pensaba que el hombre es bueno por naturaleza, pero que actúa mal


forzado por la sociedad que le corrompe. Da primacía al sentimiento natural, no a
la razón ilustrada, y ese será el germen del Romanticismo. Sus obras más
importantes son "Emilio" y "Contrato Social".

Afirma que el hombre es libre por naturaleza y que esta libertad no otorga ventajas


o desventajas para que alguien ejerza autoridad sobre otro, que el derecho del más
fuerte es un absurdo, aunque se haya hecho de él un principio

JUAN JACOBO ROSUO a través de su novela el Emilio cita al niño en centro del
proceso educativo utilizando su frase célebre “EMILIO TIENE POCO
CONOCIMIENTOS, PERO LOS QUE TIENE SON VERDADERAMENTE SUYOS”

Hay quien se queja del estado de la infancia, y no se da cuenta de que la raza


humana habría perecido si el hombre no hubiese empezado siendo un niño.

De otra forma, todo sería peor, ya que nuestra especie no quiere ser formada a
medias.
Aquí Rousseau busca resolver esta supuesta contradicción y trata de demostrar
cómo es que “el hombre natural” puede vivir en sociedad, la misma que requiere
que ese hombre natural pierda o controle algunas de esas características naturales,
específicamente, el egoísmo que lo impulsa a sacrificar todo interés ajeno en
beneficio del propio. Esto quiere decir que toda sociedad tiene que elegir entre
crear un buen ciudadano o un hombre.

A partir de esto desarrolla su propio punto de vista y su planteamiento en el que


propone y reflexiona que el problema central de la educación es la contradicción
entre el hombre natural y la necesidad social por el altruismo   o, por lo menos, el
reconocimiento y aceptación de los derechos de otros y que  la “instituciones
sociales son aquellas que mejor pueden desnaturalizar el hombre, quitarle su
existencia absoluta para reemplazarla  por otra relativa  y transportar en el yo
dentro de la unidad común”. En un lenguaje más moderno, la contradicción entre
una existencia que está centrada en forma absoluta en el interés individual y una
en la cual ese interés tiene un valor relativo a otros.

Considera también como otros filósofos (Platón entre ellos), que el ser humano al
nacer es débil y torpe no cuenta con nada, por lo que va a necesitar fuerza e
inteligencia para compensarse y esto lo encontrará únicamente en la educación
que le ayudará a salir del estado sensible desde su nacimiento. De acuerdo al
análisis de la lectura, es importante hacer mención que, para el autor, existen tres
tipos de educación:

La primera llamada educación de la naturaleza, referida al desarrollo de nuestros


órganos y las facultades innatas; la segunda llamada educación de los hombres que
comprende el uso que aprendemos a hacer de las facultades o desarrollo por
medio de sus enseñanzas y la tercera llamada educación de las cosas, la cual
consiste en la experiencia que se tienen de los objetos que nos afectan.

A través de estas tres clases de educación, se puede mencionar que la primera no


depende de nosotros ya que la misma está determinada desde el nacimiento; así
mismo la tercera está sujeta en mayor o menor grado al azar, mientras que la
segunda en cambio, es el campo propio de la labor del maestro y depende
plenamente de la relación que se establezca entre el preceptor y discípulo.

Son estos aportes que han hecho a esta Obra como una especie de guía detallada,
que no lo es en su esencia, aunque sí incluye algunos consejos sobre cómo educar
a los niños.
Hoy se considera el primer tratado sobre filosofía de la educación en el
mundo occidental. Con el Emilio o la Educación, Rousseau quiere contraponer al
hombre de la sociedad de su tiempo contra el hombre natural, el verdadero
hombre.

LOS PRIMEROS CUIDADOS

Con el nacimiento comienza la educación que se realiza mediante la experiencia


del mundo ligada al uso de las funciones y de los sentidos. Al niño se le debe dar
toda la libertad de movimiento posible sin fajas, ataduras o vestimenta que
impidan cualquier movimiento natural, ya que no le causara ningún daño y además
es antinatural.

Para Rousseau también es antinatural la conducta de las madres que no quieren


ocuparse de sus hijos, en el cuidado y control de crecimiento, lo considera una
mala costumbre. En la educación de los niños hay que seguir en todo a la
naturaleza.

En la educación del recién nacido es importante evitar dos extremos: imponerles


nuestra voluntad y que ellos nos impongan la suya , además: los niños no tienen
suficiente fuerza para todo lo que requiere su naturaleza; se les debe ayudar y
suplir en los que les falta; al ayudarles, hay que tener en cuenta su utilidad real, sin
conceder nada a la imaginación ni al deseo injustificado, porque a esa edad no es
natural, conviene seguir atentamente sus manifestaciones ya que a esta edad
disimular no es posible. Por último, se ocupa del aprendizaje de la lengua, basta
con hablar claro y articulando bien, nunca se debe pronunciar de manera
defectuosa.

El niño nace ignorante, privado hasta del sentido de su existencia, pero capaz de
aprender. Con el nacimiento comienza la educación. Esta se realiza mediante la
experiencia del mundo ligada al uso de las funciones y de los sentidos. La actividad
es la primera escuela del niño, la ley natural que se debe respetar. Cuanto mayor
sea la actividad, mayor será la experiencia formativa.

Al niño se le debe conceder toda la libertad de movimientos de que es capaz.


Fuera las fajas, las ataduras y vestidos que le oprimen. El niño no se hará daño con
sus propios movimientos naturales, “la inacción y la constricción de los miembros
impiden la circulación de la sangre, de los menores humores, no le permiten
adquirir fuerza, crecer, ir cambiando su constitución”
Los vestidos y las ligaduras que a veces se les ponen influirán negativamente sobre
su temperamento. “Su primer sentimiento es de dolor y de pena. No encuentran
más que obstáculos para realizar los movimientos que les son necesarios y más
desgraciados que un criminal entre sus cadenas, hacen esfuerzos inútiles, se irritan,
gritan. ¿Sus primeras voces, decís, son llantos? Lo creo sin dificultad: los forzáis
desde el nacimiento, les ofrecéis antes que nada las cadenas, como primer cuidado
los atormentáis. Lo único que tienen libre es la voz, ¿Cómo no se van a servir de
ella para llorar? Gritan por el daño que les hacen, gritaríamos nosotros del mismo
modo si nos causaran daño”.

Rousseau se pregunta por la causa de costumbres tan antinaturales y poco


razonables como las criticadas. Es un hecho no menos antinatural: las madres no
quieren ocuparse de sus hijos, y los ponen bajo la vigilancia de personas a sueldo,
de criadas mercenarias cuya única preocupación es fatigarse lo menos posible. Y
así, para ahorrarse el constante cuidado de un niño libre, lo visten de manera que
no pueda moverse. Las criadas quedan tranquilas, sabiendo que el niño no se
romperá una pierna, y las madres pasan alegremente el tiempo en las fiestas de la
ciudad, sin pensar que está en peligro el futuro desarrollo de sus hijos.

Esta mala costumbre engendra otras todavía peores. “No contentas de haber
dejado de criar a sus hijos, las mujeres dejan de querer tenerlos: es la consecuencia
natural. Desde el momento en que la maternidad es onerosa, se encuentra bien
pronto la manera de liberarse enteramente de ella. Esta usanza, sumada a otras
causas de despoblación, nos anuncia la futura suerte de Europa. Las ciencias, las
artes, la filosofía y las costumbres que se siguen de esa mentalidad, acabarán
convirtiéndola en un desierto. Y cuando sólo esté poblada por bestias, no habrá
cambiado en mucho la calidad de sus habitantes”.

Cuando las madres vuelvan a criar a sus hijos, las costumbres mejorarán, los
sentimientos naturales se despertarán en los corazones, los Estados se volverán a
poblar y todo irá mejor.

En la educación de los niños hay que seguir en todo a la naturaleza. Se evitarán por
eso los cuidados demasiado solícitos y las comodidades excesivas: la naturaleza
educa a través del dolor. El niño ha de superar determinadas fiebres y dolencias.
Una precaución exagerada contrariaría el camino que la naturaleza sigue para
fortalecerlos, de lo que se seguirá la debilidad permanente del niño.

Rousseau explica que la primera educación del infante tiene lugar por las
sensaciones. En el principio de la vida, cuando la memoria y la imaginación están
todavía inactivas, el niño sólo atiende a lo que impresiona realmente sus sentidos:
siendo las sensaciones el primer material de su conocimiento, ofrecérselas de
modo conveniente es preparar su memoria para que un día ofrezca el mismo
orden a la inteligencia, preparando su memoria.  El niño quiere tocar todo, manejar
todo: no os opongáis a esa inquietud, porque le proporciona un modo necesario
de aprender. “El aprende a sentir el calor y el frío, la dureza, la suavidad, el peso y la
ligereza de los cuerpos; y aprende también a juzgar de su tamaño, de su forma y
de todas las cualidades sensibles, mirando, palpando”.

Es importante evitar dos extremos en el trato con los niños: imponerles nuestra
voluntad y que ellos nos impongan la suya con sus lloros, para que no se formen ni
la idea de esclavitud, ni la de mando, sino la de libertad. Menos mandatos y más
autonomía de movimientos, que obren por sí mismos, y se darán cuenta de lo que
pueden y de lo que no pueden. Los niños no deben encontrar resistencia en la
voluntad humana, sólo la que las cosas les ofrecen, así no se harán coléricos ni
caprichosos. Cuando un niño tiende la mano hacia un objeto distante sin decir
nada, él se engaña acerca de sus posibilidades; acerquémosle el objeto para que
pueda tomarlo. Pero cuando extiende su mano gritando y llorando, como si
mandase al objeto que se acerque, no hagamos caso ninguno de sus llantos, para
que no se habitúe a mandar y a ser caprichoso. En todo caso, no le demos cosas
porque las desea, sino porque le son convenientes. Y sobre todo nunca
pretendamos dar al niño exhortaciones o mandatos morales: “sólo la razón
distingue el bien y el mal. La conciencia, que nos hace amar lo primero y odiar lo
segundo, aun siendo independiente de la razón, no puede desarrollarse sin ésta.
Antes de llegar al uso de razón hacemos el bien y el mal sin saberlo y en nuestras
acciones no hay moralidad alguna”

Rousseau resume buena parte de lo explicado hasta ahora en cuatro máximas:

Los niños no tienen suficientes fuerzas para todo lo que requiere su naturaleza.
Dejémosles usar todo lo que ésta les concede, sin temor ninguno a que abusen, no
sabrían hacerlo.

Se les debe ayudar y suplir en lo que les falta, sea en inteligencia sea en fuerza,
siempre en algo que responda a una necesidad física.

Al ayudarles, tener en cuenta la utilidad real, sin conceder nada a la fantasía ni al


deseo injustificado. La imaginación no los atormentará si no se la hace nacer,
porque en esta edad no es natural.
Conviene seguir atentamente sus manifestaciones. Estando en una edad en la que
el disimulo no es posible, se podrá distinguir fácilmente los deseos procedentes de
la naturaleza y los que vienen de la opinión.

” El espíritu de estas reglas es dar a los niños más libertad verdadera y menos
imperio, dejarles obrar más por sí mismos y hacer que exijan menos de los demás.
Así, habituándose desde pequeños a subordinar sus deseos a sus fuerzas, les
dolerá poco la privación de lo que no está en su poder”

Por último, se ocupa Rousseau del aprendizaje de la lengua. Los niños al principio
se limitan a llorar. Después oyen hablar a los mayores, y van aprendiendo. No hay
que forzarlos ni marearlos con prematuras lecciones de fonética; basta con hablar
en su presencia de modo claro e inteligible, articulando bien. No imitar ni repetir su
pronunciación defectuosa, y utilizar un vocabulario restringido: es un mal tener más
palabras que ideas. Como observa Agazzi, no se da cuenta Rousseau de que la
capacidad natural del niño opera por sí misma la selección de los vocablos
asimilables.

Es de particular importancia en este campo no provocar la precocidad, uno de los


grandes males de la educación. “No apresurarse a hacerles hablar, como si se
tuviese miedo de que no aprendan por sí mismos. Esta premura indiscreta produce
un efecto directamente contrario al deseado. Tardan más en hablar y la gran
atención prestada a todo lo que dicen les impide articular bien, y como apenas se
atreven a abrir la boca, algunos contraen por toda la vida el vicio de pronunciar y
hablar de modo muy confuso que les hace casi ininteligibles”.

CARACTERISTICAS DE EMILIO.

Emilio es una figura imaginaria, u alumno imaginario creada por el autor a quien el


autor eligió a su gusto, con una intención polémica.

A Emilio lo eligió noble, porque para él, los nobles son los que peor educan a sus
hijos.

Será rico para que la educación no tuviera limitadas a problemas económicos y


también porque en esa época los pobres no tenían necesidad de educación.

Será huérfano, esta característica se presentaba de esa manera para que los padres
no entorpecieran la labor del preceptor.

Será europeo, de un país que tenía clima templado.


Será sano y robusto, esta característica se la atribuye el autor ya que decía que no
se preocuparía de un niño enfermo y endoble, puesto que no le gustaba la gente
enfermiza y endeble, pues consideraba a estas personas inútiles para sí mismo y los
demás.

Emilio vivirá y se educará en el campo ya que pensaba que los hombres no habían
sido hechos para vivir en hormigueros, sino que debían dedicarse a cultivar la
tierra.

Será de inteligencia media, ya que tenía que representar al tipo de hombre más
común.

CONCLUSIONES

Después de finalizar la lectura y análisis se la obra, específicamente el libro primero


de El Emilio o la educación, podemos hacer las siguientes conclusiones:

La principal temática del libro es la infancia de un niño que no articula aún y


adecuadamente el lenguaje de sus mayores.

Nos hace un planteamiento de tres tipos de educación: La educación de la


naturaleza, La educación de los hombres, La educación de las cosas.

Establece que los verdaderos padres serán el preceptor y la nodriza.

Dentro del desarrollo del libro primero, nos proporciona las características de
Emilio, concretizándolas en que este debe ser noble, rico, huérfano, europeo, sano
y robusto, debe vivir y ser educado en el campo, va a contar con una nodriza y con
un preceptor joven para que pueda ser compañero del alumno y partícipe de sus
juegos y de sus confidencias.

Durante el desarrollo inicial del niño, es la etapa en la que aprende a hablar,


conocer y trasladarse, casi al mismo tiempo, convirtiéndose esto en la primera
época de la vida ya que cuando está dentro del vientre materno no tiene
sentimientos, ni ideas, ni sensaciones, por lo que ni siquiera siente que existe.

El autor critica duramente a las madres que no se dedican a cuidar a su hijos ya


que considera que es un costumbre  inhumana, ya que las madres no han querido
criar a sus hijos, prácticamente siendo su obligación la desprecian y el motivo para
desligarse de su obligación es porque prefieren dedicarse a las alegrías y
diversiones de los pueblos, También critica duramente a los médicos, afirmando
que no discute que la medicina le sirva a algunos hombres pero dice que es
perjudicial  a la raza humana.
 

EL EMILIO - JUAN JACOBO ROUSSEAU LIBRO PRIMERO EL LIBRO PRIMERO DE


LA OBRA El Emilio de Juan Jacobo Rousseau, trata sobre la etapa de la infancia,
argumentado en primera instancia la importancia del proceso educativo en el niño
desde que nace, pero señala que la educación no le debe jugar a educar dos tipos
de hombres, uno para sí mismo y otro para la sociedad o para la patria; de este
modo el autor plantea que no tiene en cuenta la educación del mundo, porque
como ésta se propone dos fines contrarios, sólo es buena para hacer dobles a los
hombres “No considero institución pública esos establecimientos irrisorios
llamados colegios. Tampoco tengo en cuenta la educación del mundo, porque,
como se propone dos fines contrarios, ninguno de los dos consigue; no sirve más
que para hacer dobles a los hombres, que con la apariencia de proporcionar
beneficios a los demás, jamás hacen nada que no sea en provecho propio. Pero
como estas muestras son comunes a todo el mundo, a nadie engañan, y son, por lo
tanto, trabajo perdido.” El hombre por lo tanto se encuentra en pugna entre dos
principios distintos, ser para sí o ser para los demás, pero cuando es para los
demás pone en peligro su propia libertad, su propia autonomía, lo que es más
lastimoso aún, es que la educación de liceo como la llama el autor contribuye a
esta doble función; en la actualidad esa dualidad se sigue encontrando más
marcada que nunca, incluso ya no se prepara para la sociedad sino se prepara para
el mundo de la producción, para el trabajo. Desde el momento en que nace el niño
inicia su aprendizaje, se comunica a través del llanto, siendo este el medio por el
cual da a conocer su insatisfacción y sus padecimientos; y empieza a adquirir todo
aquello que rodea su mundo: el lenguaje, su habla, su motricidad. Dicha
adquisición de conocimiento empieza por el desarrollo de sus sentidos y a medida
que crece el niño, esté adquiere dichas experiencias por actividades como el juego.
Por lo cual Rousseau explica que el proceso educativo debe empezar a entenderse
desde la naturaleza del niño, de sus características particulares y reconocer que el
niño reconoce el mundo exterior no por explicaciones de un libro sino haciendo
uso de sus sentidos. A partir de lo anterior, se logra reconocer la importancia del
acompañamiento y compromiso de los padres como primeros maestros, quienes
deben guiar al niño en este camino de reconocimiento, ellos ya reconocen el
mundo y pueden orientarlo. La orientación que hacen los padres a sus hijos debe
darse desde la misma libertad, siendo está muy importante para él. Rousseau
considera que el hombre nace esclavo dentro de la sociedad en la cual se
encuentra, al respecto nos dice: “el hombre civilizado nace, vive y muere en
esclavitud; al nacer le cosen en una envoltura; cuando muere, le clavan dentro de
un ataúd; y mientras tiene figura humana, le encadenan nuestras instituciones” Una
solución para que esta esclavitud, tanto del cuerpo como del alma no suceda, es
permitir que la educación busque prepararlos para la vida, no esconderlos de ella,
los hijos deben reconocer el mundo, sus aspectos reales, tanto positivos como
negativos y saber cómo actuar ante sus eventualidades, no se forma a una persona
poniéndole ligaduras o impidiendo su movimiento, se forma a partir de sus propios
movimientos, indicándole cuales son las consecuencias de tomar diferentes
caminos y guiándolo por ellas, para que su paso sea adecuado y enriquecedor.

Juan Jacobo Rousseau, muestra que en gran medida la responsabilidad de esta


solución es de las madres, cuando comparando al niño con un árbol en un camino,
a comienzos del libro dice “Es a ti a quien me dirijo, tierna y prudente madre.

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