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ENSAYO

2021
COMANDANTE. PNP

1
LEIVA SALDAÑA JOSE
ANTIO

CAPITAN. PNP
CARRION GUTIERREZ
HERNAN ZACARIAS

CAPITAN. PNP
SAAVEDRA RUIZ MARCOS

ALO2 PNP: HIDALGO


ROJAS PERCY

JEAN- JACQUES
ROUSEEAU
EMILIO LA EDUCACION

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DEDICATORIA
Dedico este trabajo en primer lugar a
Dios, quien nos ha dado salud y fuerza
para superar todos los momentos
difíciles que, encontrado durante mis
estudios en la escuela, mi familia y
madre porque son esenciales en mi
vida. A toda nuestros mis
INSTRUCTORES por alentarme a ser
una mejor persona y no renunciar a mis
sueños y en especial a mi comandante
LEIVA SALDAÑA JOSE ANTIO por
compartir sus grandes enseñanzas y
así poder realizar mi trabajo.

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INTRODUCCION

El libro llamado” Emilio” trata de la educación en el período de infancia. La


mayor parte de este libro está en torno a tres ideas que son: el descubrimiento de la
infancia, la educación negativa y la educación de los sentidos. Su unidad temática
es la niñez. El Emilio es una novela educativa que sería imposible exponer en breve
síntesis sin discutir detalladamente la filosofía de la educación que este pensador
propone. Son tres propuestas esenciales del sistema, que por otra parte son los
principios del autor que más se han difundido en el pensamiento moderno. El
primero afirma que la naturaleza es buena y como la raza humana proviene de ella,
también es bondadosa, porque es de origen divino. Pero en la realidad, esta
naturaleza, a la que Rousseau no se cansa se exaltar, es rápidamente pervertida
por el pecado social. “Los niños no tienen los mismos deseos que los hombres, pero
expuestos como ellos, a la suciedad que repugna los sentidos, de esta sola sujeción
pueden tomar las mismas lecciones de bien parecer” (Rousseau, J. 1970). Y esto
nos lleva al segundo postulado dice que la sociedad actual es mala. Rousseau
plantea un sistema educativo que permita al “hombre natural” convivir con esa
sociedad corrupta. Así mismo, el autor ilustra cómo se debe educar al ciudadano
ideal. La educación del niño se debe realizar al margen de la vida social. De los
cinco libros en los que se divide la obra de Rousseau. El primero está dedicado a un
modelo para la educación de Emilio hasta llegar a los 5 años. En el segundo libro se
desarrolla el modelo hasta los 12 años. En el tercero, una vez ya adquiridas las
sensaciones, las habilidades y la inteligencia para los razonamientos, se emplea el
modelo para los 15 años, donde se despiertan en Emilio conocimientos más
difíciles, se formulan preguntas que derivan de experiencias. El cuarto libro formula
el modelo para la adolescencia del humano, es concentrado en valores, vivencias y,
también, se reflexiona sobre las relaciones sexuales y la necesidad de una pareja
para el ahora joven. Por último, el quinto libro alude a la educación de Sofía “la
mujer ideal” y futura esposa de Emilio, y a la vida doméstica y civil de éste.

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DESARROLLO

Rousseau empieza el texto insistiendo en una idea que ya menciona en el libro y


conviene aprovechar está exponiendo su vida y su salud y los hace infelices: física
en su mayor parte, que más han influenciado en la Pedagogía es que el niño es un
ser no un pequeño hombrecito. "Al principio y debe impedirse que adquiera hábitos
de los cuales pudiera llegar a ser esclavo conviene que alguna vez se hagan daño,
no se debe cuidar ni proteger a los niños excesivamente desde antes que el
empezara hablar cada vez que hacia algo inadecuado. Tratarles como a futuros
adultos es la mejor manera de impedir su desarrollo como hombres esas son de
cada quien. Educar a un niño pensando en la edad adulta es sacrificar la felicidad
presente a un futuro que quizá no llegue nunca pero nunca le preguntaron cómo se
sentía el cuándo paso por esa etapa. Existen excesos de indulgencia y de rigor que
se deben evitar igualmente si les trata con excesivo cuidado todo tipo de males se
justifica por sí el niño se ocupa de cuanto hiere sus sentidos. Rousseau afirma que
la primera educación y la más importante. Nos dice que querer entender al niño con
los moldes del adulto sería atender contra el orden de la naturaleza. Hay que
respetar el modo de ser y de pensar propio del niño. A tal principio de libertad se
asocia al de relación. "La educación del niño comienza desde su nacimiento para
que aprendan a sufrir y a soportar el dolor. Si se pretende educar a un niño distinto
a las de la edad adulta.

Si les dejas sufrir y si la educación que se proporciona a los niños es


inadecuada. La infancia tiene su propia razón de ser no va a festejos escolares etc.
la vida familiar ha de darle la primera educación muy particulares y se
respetan, tiene su propia madurez y sus propias leyes que se puede apreciar con su
abuelita y todos los que están en su entorno. Él bebe proviene de la madre y
debemos conocer su naturaleza desde que nacemos se lo debemos a la educación
es decir que reconoce la educación de la naturaleza como él no es capaz de la
previsión. Pues la felicidad de que disfrutará cuando sea mayor o la estima social de
que gozará al ser hombre. La educación de la Naturaleza es el desarrollo interno de
nuestras facultades y nuestros órganos. Reconoce el conjunto de estados sucesivos

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que progresivamente conducen al
hombre. Además " Y es justamente para
que se desarrolle libremente. Estas
disposiciones de simpatía o antipatía
crecen y se fortifican a medida que
aumenta nuestra sensibilidad y nuestra
inteligencia solo necesita que no
intervenga el ser humano las
impresiones, es decir, el adulto pretende
que el niño preste atención a
consideraciones para él indiferentes: el
interés por el futuro. Tenemos
disposiciones primitivas que consisten
en que nacemos sensibles, antes de
hablar, de los hombres y de las cosas y
por supuesto la primera es la más
importante pues se da desde el nacimiento nacemos débiles y por ello necesitamos
de fuerzas la que sólo sirve para enseñar la falsedad de la experiencia la educación
no es otra cosa que un habito en las del hombre todo degenera aspiramos a poseer
o evitar los objetos que las producen según nos gusten o desagraden. La educación
es un arte según el juicio que acerca de ella nos hagamos sobre la idea de felicidad
o perfección que nos ofrece la razón. Rousseau supo ver que el desarrollo del niño
pasa de edad en edad por estadios sucesivos nos formamos por dichas
sensaciones y cuanto necesitamos, siendo adultos básicamente, sino a la esencia
de lo que el niño es y el niño ya está siendo educado a través de la acción de esta
suerte, pero la educación y lo que nuestra experiencia propia nos da a conocer
acerca de los objetos que por impresión recibimos la educación de los hombres es
el uso que nos enseñan éstos a hacer de este desarrollo. La naturaleza no es otra
cosa que el hábito y es la educación de las cosas. Esto permite concluir una de las
máximas ideológicas de Rousseau: que la educación del niño empieza al nacer
antes de comprender lo que se le dice y su disposición natural dejándole examinar y
palpar los objetos por qué. Todo cuanto nos falta al nacer. Rousseau afirma que a
los hombres los endurece la educación ya que adquiere los primeros materiales de

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sus conocimientos. El término naturaleza que asume Rousseau no solo se refiere al
medio ambiente.

ANÁLISIS DE LA OBRA EL «EMILIO» DE ROSSEAU


ENSAYO PEDAGÓGICO
Fue Juan Jacobo Rousseau el más atrayente pensador francés del siglo XVIII. Toda
su obra, exacto reflejo de su personalidad, va dirigida a exponer su plan de reforma
del individuo por la educación y de la sociedad por
la política.
Es muy difícil resumir en pocas líneas la azarosa
existencia de este pensador.
Huérfano de madre en temprana edad, recibió de
su padre una educación en extremo descuidada.

Su adolescencia fue extraña y aventurera.

A los doce años intentó aprender un oficio, pero


según propia confesión sólo progresó en la
mentira, en el robo y vagabundeo.

Aprendió a leer y se dedicó a devorar desenfrenadamente toda clase de novelas.

Estas lecturas fomentaron su tendencia innata al sentimentalismo. Siguiendo


ciegamente sus caprichos e inclinaciones, se entregó a la aventura, lo que despertó
su amor a la naturaleza.

Fue escribiente, mucamo, músico, seminarista, aprendiz de grabador, etc.,


acumulando una experiencia amarga.

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La hospitalidad de un sacerdote, que inmortalizó más tarde en la figura del Vicario
saboyano, lo impulsó a una conversión religiosa, que, si bien fue un acontecimiento
circunstancial, ejerció por muchos años gran influencia en su vida.

Del catolicismo, como del protestantismo del que ya había adjurado, renegará más
tarde para adoptar un deísmo racionalista.

A los veintiocho años aceptó un puesto de preceptor de dos niños, pero pronto
descubrió su ineptitud para semejante empleo. De Lyon se dirigió a París para
presentar un nuevo sistema de notación musical y actuar en los salones de
la burguesía.
Allí fue invitado a colaborar con artículos sobre música en la Enciclopedia.
Más tarde contrajo matrimonio con una joven inculta, con la que tuvo cinco hijos que
llevó a la Casa de Expósitos, mostrando con ello su irrefrenable deseo de no cumplir
con ningún deber.
En 1750 comenzó su carrera de escritor al contestar a un tema propuesto por
la Academia de Dijon, que preguntaba: ¿El progreso de las ciencias y las artes,
contribuye a mejorar las costumbres?
Su respuesta fue negativa.

Contra lo que sostenían los enciclopedistas, afirma que el progreso no ha mejorado


al hombre sino le ha hecho perder su felicidad, ha estimulado su egoísmo y ha
organizado la explotación social.

Tres años después, con ocasión de otro certamen de la misma Academia, escribió
el Discurso sobre el origen de la desigualdad humana.
Comienza por pintar un cuadro idílico del hombre primitivo tal como sale de la mano
de la naturaleza, antes de ser degenerado por la cultura.

El amor al lujo, la sed de ganancias, la lucha de egoísmos, la esclavitud, la


desigualdad social son determinados por la cultura, que sofoca la natural
espontaneidad del hombre.

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En 1760, en una nueva obra que fue como el programa de la Revolución Francesa:
El contrato social, descubre un ordenamiento social que acabará con la tiranía
política, y dos años después publica el Emilio o De la educación, por el cual
conquistó un lugar indiscutible en la historia de la educación.
Su aparición despertó admiradores entusiastas y detractores profundos.

EL «EMILIO».
En el Emilio, ensayo pedagógico en forma de novela, está contenida toda la
concepción educativa de Rousseau y señalado el método que debe emplearse para
formar al hombre auténtico.

En toda esta obra domina un determinado número de principios generales que le


dan el aspecto de una obra sistemática. Los principales son: el retorno a la
naturaleza; la formación del sentimiento; el paidocentrismo y la educación negativa.

En cuanto al plan, si bien en el Emilio hay digresiones que hacen difícil su


análisis, Rousseau se ha sujetado al menos a un orden cronológico.
Las diferentes edades de Emilio le sirven de principio para la división de su obra.

Los dos primeros libros tratan especialmente de la primera edad del niño; en ellos
sólo se habla de la educación del cuerpo y del ejercicio de los sentidos.

El libro tercero corresponde a la adolescencia y estudia la educación intelectual. En


el cuarto trata la mocedad que identifica con el período de educación moral,
sentimental y religiosa, y el libro quinto está consagrado a la educación de la mujer.

EL RETORNO A LA NATURALEZA.
El postulado básico de Rousseau es la doctrina de la bondad originaria de la
naturaleza humana: «todo está bien saliendo de las manos del Autor de las cosas,
todo degenera en manos del hombre» y más lejos escribe: «sentemos como

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máxima incontestable que los primeros movimientos de la naturaleza son siempre
rectos: en el corazón humano no existe perversidad original».
La maldad humana no resulta del desorden que la caída original ha provocado en el
hombre, según enseña el cristianismo, ni en sus tendencias y pasiones, sino en la
influencia corruptora de la sociedad: el hombre es bueno por naturaleza, la sociedad
lo ha corrompido.

Para evitar este maléfico influjo de la sociedad, para curar a la humanidad de su


mal, habrá que comenzar por la base, por la educación del niño, llevándolo a una
vida originaria pura, no influida por los convencionalismos sociales.

«Llevemos al niño lejos de las ciudades, que son las tumbas del género humano;
llevémosle al campo, lejos de la sociedad, donde con la pureza del medio, con las
bellezas naturales, su físico se fortificará y se preparará para su libre expresión
espiritual». La voz de orden debe ser: «volvamos a lo, naturaleza».
► EL IDEAL EDUCATIVO.

El ideal de la educación conforme a la naturaleza es la formación del hombre de


sentimientos. Para Rousseau el fin último de la vida, y por lo tanto de la educación,
es la felicidad que consiste en el placer sensible.

En la base de la naturaleza humana no se halla la razón sino los sentimientos.

Los sentimientos son innatos, anteriores a la inteligencia y a las ideas.

Los principales sentimientos son: el amor propio o amor a sí mismo y el amor a la


humanidad que se manifiesta por el deseo de bienestar de los demás.

Ahora bien, en el hombre existe un sentimiento innato del bien.

Pero conocer el bien no es amarlo.

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La razón ilumina estos impulsos naturales y determina lo que el hombre debe querer
y debe hacer. «Siendo el hombre juez de los medios que lo han de conservar, se
convierte por este hecho en dueño de sí mismo» y por lo tanto procede con libertad.
La esencia, el ideal de la educación conforme a la naturaleza consistirá en alcanzar
la verdadera felicidad mediante el desarrollo armonioso del amor de sí mismo y del
amor al prójimo, viviendo una vida de libertad guiada por la razón.

• PAIDOCENTRISMO.

Para realizar el ideal educativo que hemos señalado, Rousseau no fija el centro del
interés educativo en el maestro ni en los estudios, sino en el niño (educación
paidocéntrica).

Para conocer al niño es menester observarlo, estudiarlo.

En este sentido Rousseau es el padre de la psicología infantil.

El niño no es un hombre en pequeño, sino un ser que sigue un desarrollo natural, de


acuerdo a etapas con significación propia.

«Cada edad, cada estado de la vida tiene su perfección conveniente y una especie
de madurez que le es propia.» La infancia y la juventud no constituyen simples fases
de transición para la edad adulta, sino que representan «tina manera substantiva y
peculiar de ser, de percibir y de pensar».
Las etapas de este desarrollo natural se distinguen por las necesidades y deseos
que aparecen en cada una y su educación debe caracterizarse por el empleo de
recursos que satisfagan a estas necesidades.

• LA EDUCACIÓN NEGATIVA.

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Para que el desarrollo gradual del educando llegue a feliz término, el educador debe
intervenir lo menos posible, esperando con alegre confianza la marcha natural del
desarrollo: la educación debe ser negativa.

En general, el preceptor de Emilio será el espectador de la obra de la naturaleza.

ANÁLISIS DEL «EMILIO»

LIBRO I. LA INFANCIA:
Educación de los sentidos. — En este libro se estudian los primeros años de la vida
de Emilio, cuando todavía está confiado a su madre.

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Rousseau recomienda amamantarlo personalmente, no fajarlo sino envolverlo con
paños que permitan extender sus miembros y moverse con entera libertad. Sus
primeras sensaciones son las de placer y dolor.

Si quiere tocarlo todo es por una disposición providencial de la naturaleza, que le


permite conocer directamente las cualidades sensibles de los objetos: el calor, el
frío, la dureza, etcétera.

La experiencia le enseñará muchas cosas.

LIBRO II. LA INFANCIA:


Educación física. Acción del preceptor. Terminada la lactancia, en la cual ha
aprendido Emilio a comer, caminar y hablar, es bueno confiar el niño a un educador
ideal que se ocupe totalmente de él y que lo acompañe hasta la edad viril.
Este preceptor debe abstenerse de practicar acción positiva alguna; no dará
órdenes; no ejercerá compulsión; su actitud será negativa; se reducirá a cuidar
que Emilio tome contacto directo con la naturaleza al vivir libremente en el campo,
iniciando con ello la conquista experimental del mundo externo.
Hasta los seis años la libertad de movimiento y el empleo activo de los sentidos,
serán sus verdaderos, maestros.

Pero aún más tarde, cuando de la infancia pase a la adolescencia, vale decir, de los
seis a los doce años, el ejercicio espontáneo de las actividades físicas y psíquicas
serán las únicas fuentes de la instrucción y la educación.

En todo este tiempo no conocerá libros y se evitará contarle las fábulas de La Font
aine, mitos, leyendas o novelas.
Es mucho mejor hacerle sentir que su libertad depende de las cosas y que cualquier
acción mala sufrirá el castigo inflexible de la misma naturaleza. Nada de
prohibiciones.

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Nada de preceptos. No debe saber lo que es la obediencia. Se espera así que con
el tiempo aprenda a razonar solo, porque la naturaleza quiere que los niños sean
niños antes de ser hombres.

La advertencia más importante que hay que tener en cuenta en este período es que
«no se debe ganar el tiempo, sino perderlo».

El ideal del perfecto educador a esta edad es «no hacer nada»: sólo tendrá que
mantener al alumno sano.

El niño debe ser robusto e ingenioso como un salvaje, en el cual la fuerza natural y
la inteligencia nativa crecen paralelamente en su estado de libertad. Esto no
significa que el niño crezca como un perfecto ignorante.

Por el contrario, ignorará solamente el saber libresco y sin haberlo advertido


poseerá una verdadera sabiduría, pues conocerá lo que puede hacer con sus
fuerzas y con su experiencia; que endurezca el cuerpo, que se habitúe al dolor, que
sepa sufrir, que camine descalzo, que corra, que no emplee medicina ni se
vacune…

El médico sólo será llamado cuando el niño se halle en peligro de muerte.

A los doce años deberá ser un niño robusto y sano, ún hermoso animal.

LIBRO V. LA EDUCACIÓN FEMENINA.


Ha llegado a Emilio el momento de frecuentar el mundo a fin de encontrar en él la
compañera que la Providencia le ha deparado. El último libro se ocupa de la
educación de Sofía, su esposa ideal.
El programa de educación femenina propuesto por Fenelón en la educación de las
jóvenes, le sirve de modelo y de antítesis.

El revolucionario Rousseau es, respecto a la mujer, de un conservadorismo


estrecho y se halla muy atrasado con relación a los actuales puntos de vista. Sofía

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es, en efecto, educada en todas las virtudes domésticas para alcanzar a ser una
buena esposa y una buena madre. ¿Pero no tiene por qué adquirir cultura
intelectual o cultivar su razón, como lo quería Fenelon?

Es preferible que sea ignorante a ilustrada, que en lugar de razonar procure


obedecer y someterse.

En una palabra, Sofía no tiene dignidad y personalidad propia y debe sacrificarse


por la felicidad de Emilio. «La mujer está hecha para ceder al hombre y para
soportar su injusticia».
Si Sofía es virtuosa, modesta y buena ama de casa, poseerá las mejores cualidades
para esposa y se hallará en excelentes condiciones para formar la nueva familia
capaz de educar a sus hijos en perfecta adhesión a los principios de la naturaleza.

► CRÍTICAS AL «EMILIO».
La aparición del Emilio provocó toda clase de críticas y desencadenó vivas
polémicas. El libro del ginebrino, a los pocos meses de su publicación fue declarado
impío, quemado, y su autor perseguido por todas partes.

Esto no debe asombrarnos, ya que Rousseau al bosquejar la renovación de la


sociedad ataca a la autoridad y a la tradición en todos los terrenos.

De las críticas que se le han hecho sólo recogeremos las principales que tienen
referencias directas a la educación.

1) BONDAD NATURAL.
Rousseau afirma que todo es bueno en la naturaleza del educando y que en el rico
y variado contenido de los instintos infantiles nada hay que modificar. Esta tesis,
desde el punto de vista del cristianismo constituye el error radical de la posición de
Rousseau.

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CONCLUSION

El libro propone una educación que siga y promueva los procesos naturales
humanos sin transformarlos y que se base en los sentimientos naturales del
amor a sí mismo y a los demás.

También concluimos que Emilio se educa a sí mismo para dar lugar a una
nueva sociedad, más libre y cercana a su estado natural.

En el libro que describe desde el nacimiento hasta que comienza a hablar y


caminar; así mismo para Rousseau “EL EMILIO “otro de los temas que trata
el primer pasaje de la obra es sobre la bondad original del hombre, ya que
dice que todo lo que sigue del autor intelectual de las cosas es bueno, pero
todo se detiene en las manos del hombre y conforme a lo que haga y como lo
haga.

En relación al hombre, Rousseau tiene como máxima; los primeros


movimientos de la naturaleza son siempre rectos, no existe ninguna
perversidad original en el corazón humano.

También concluimos que Nacemos como seres dotados de sensibilidad y por


eso establecemos relaciones con los objetos externos, las cuales están
sometidas a un proceso de maduración, estas disposiciones espontaneas,
antes de ser alteradas por las costumbres y opiniones humanas, constituyen
lo que Rousseau llama “naturaleza”.

También llegue a la conclusión de que La naturaleza siempre es buena, pero


todo se complica cuando el hombre ejerce acción en contra de ella; para
Rousseau, el ideal de la educación natural - todo lo que no poseemos por
nacimiento y de lo cual tendremos necesidad cuando seamos mayores nos lo
proporciona la educación. Esta nos viene o de la naturaleza, o de los
hombres, o de las cosas. Como la naturaleza es buena y origen de todo bien,

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el ideal educativo consiste en tomar su desarrollo inmanente como supremo
criterio entender, no tratar de llenarlo de palabras que no tienen sentido.

ANEXOS

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