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Nombre: Marcos Daniel

Apellidos: Rodríguez Lora

Asignatura: Int Arqueol Antillana Y Dom

Matricula: 100503295

Sección: HIS2550-2

Profesor: José Guerrero Sánchez

Tema: Resumen Prehistoria Dominicana para Maestros

Fecha: 06-12-2022
PRIMERA PARTE:
LAS SOCIEDADES TEMPRANAS

¿QUÉ ES LA PREHISTORIA? El uso de la palabra "prehistoria" se ha generalizado tomando


en cuenta el viejo concepto de que todo aquello que ha sido descubierto sin la presencia de
documentos escritos, es prehistoria. En tal sentido los historiadores tradicionales han seguido
usando la palabra prehistoria bajo la concepción de que la historia es sólo aquella parte de la
vida del hombre que puede rastrearse al través de documentos escritos. Al arqueólogo
australiano Vere Gordon Childe se debe la primera gran interpretación del dato arqueológico
como "dato histórico". Este historiador, pues así puede llamársele, demostró que los análisis
de los restos del pasado sin documentación escrita pueden muy bien arrojar datos con los
cuales se puede "reconstruir" la historia de buena parte de la humanidad. En un libro que es
fundamental, que tituló en inglés Man makes himself, o sea, "El hombre se hizo a sí mismo",
y en otro titulado What happened in History, "Qué pasó en la historia"; el investigador
aseguró y demostró que una buena revisión de los objetos, los medioambientes, los espacios,
y los 9 restos de cultura sin documento escrito, podían muchas veces proporcionar
informaciones suficientes como para reconstruir el pasado.

ARQUEOLOGÍA E HISTORIA. El investigador arqueológico "maneja" y saca a la luz


"documentos no escritos". En el momento actual la información que tiene un arqueólogo para
hacer sus interpretaciones es inmensa. Mediante el sistema de laboratorio puede establecer
cómo era por ejemplo el medioambiente, por qué en tal o cual sitio se erigieron ciudades,
qué clases sociales regían estos lugares, cuáles eran las sociedades sin clases. Formas de
investigación nuevas ayudan al conocimiento de las sociedades del pasado. Los métodos de
investigación físico-química, como el llamado método del Carbono 14, y otros, permiten
establecer fechas aproximadas si se hacen sobre material orgánico, o sea restos de plantas y
animales. El nivel de información de los estudios arqueológicos ha permitido que tengamos
noticias de cambios fundamentales en muchas regiones, y también, usando métodos muy
sofisticados, determinar plagas, cambios climáticos que 11 cambiarían las características de
una población dada, o bien elementos tales como enfermedades, detectadas al través de
métodos que permiten bajo análisis óseo y de otro tipo, conocer las crisis alimenticias de
ciertas sociedades.

LA IMPORTANCIA DEL MEDIOAMBIENTE. El medioambiente no es otra cosa que el


entorno natural y biológico que el hombre tiene que enfrentar para dominar sus espacios
vitales. Así pues, para la historia de las culturas menos desarrolladas relativamente, el medio
fue un factor fundamental. El dominio de la naturaleza y su transformación fue, y es el paso
fundamental para la creación de civilizaciones. Las civilizaciones son sociedades en las que la
tecnología y el desarrollo de altas clases sociales han emergido al través de procesos de
dominio de la naturaleza y del propio género humano. El uso de los recursos naturales era
fundamental, y la transformación de los espacios para un mejor aprovechamiento de la
naturaleza se hacía gracias a experiencias también colectivas.
Por tales razones las sociedades ágrafas del Caribe, es decir, que no tenían conocimiento de
la escritura, necesitaban de un mecanismo recordatorio que es milenario, y que, en el caso
de los taínos y los grupos de selva tropical de Sudamérica, guardaba en la memoria de los
viejos las experiencias en torno al medio, a la historia del grupo familiar, y que se expresaba
en festines que luego fueron conocidos por los españoles desde 1492 como areítos. Los
ambientes propiciaron a los grupos con culturas pre-clasistas, o sea anteriores a toda noción
de clase social, la fuente primordial de sostén.

¿QUÉ ES LA ARQUEOLOGÍA? La arqueología es una de las ciencias que integran la


antropología, Otras ciencias antropológicas o "ciencias del hombre" son la biología humana,
la antropología física, la etnología, la etnohistoria, la filología. Por tanto, el arqueólogo social
tiene que hacer uso de estas ciencias para él complementarias, si es que desea presentar una
interpretación del proceso de análisis de sus datos. El arqueólogo excava los sitios en función
de otra técnica llamada "estratigrafía". La estratigrafía es el orden en el cual, durante años,
siglos, milenios o millones de años, se ha ido depositando el residuo arqueológico de una o
muchas sociedades.

LA ARQUEOLOGÍA COMO CIENCIA SOCIAL. Visto el panorama que presentamos, la


arqueología se considera hoy, por gran parte de los investigadores, como una "ciencia social".
Posee los lineamientos de lo que llamara Miguel Acosta Saignes, "etnología antigua". La
etnología es el estudio de las sociedades tradicionales. Y se inicia en América con muchos de
los misioneros y viajeros españoles, portugueses, y de otras nacionalidades que hicieron
contacto con los pobladores indígenas y describieron sus costumbres. Estos estudios
alcanzaron no sólo a América, sino que antes, en documentos de viajeros que se desplazaron
por otras latitudes, aunque sin rigor antropológico, existen historias, documentos y
descripciones que han servido para conocer a fondo las costumbres y modelos de la vida
"primitiva".

LAS ANTILLAS. El llamado "arco antillano" se extiende desde la isla de Trinidad, frente a la
costa oriental de Venezuela, hasta el sur de la Florida. Para los fines arqueológicos, este arco
incluye las llamadas "Antillas menores", de las que St. Lucia, St. Vicente, S. Kitts, Trinidad-
Tobago, Dominica, Martinica, Guadalupe, y St. Thomas, entre otras, fueron puntos de tránsito
hacia las Antillas Mayores en variadas épocas históricas.
El concepto de área del Caribe, desde el punto de vista de la arqueología es mucho más
amplio. Debe saberse que la división del Caribe se ha hecho según muchos enfoques. Por
ejemplo, para algunos autores el Caribe abarca sólo el arco antillano y las tierras que están al
sur de la península de La Florida. Para otros el Caribe incluye una concepción ligada a la trata
de negros desde el mismo siglo XVI, y es ésta una visión más económica que cultural. Para los
fines de un Caribe más amplio algunos arqueólogos han hablado del llamado "Caribe
ribereño", que incluye las islas al sur de Florida, claro está que también las Antillas Menores,
y la costa norte de Sudamérica y Centroamérica.

LAS PRIMERAS SOCIEDADES ANTILLANAS. Las Antillas comenzaron a poblarse desde


épocas muy tempranas. Las pruebas de C-14, o método radioactivo para materiales orgánicos
señalan que, en algunos lugares de la isla de Santo Domingo, como lo es el occidente de Haití,
grupos de navegantes arribaron hacia el 4000 antes de Cristo. En los sitios de la actual Bahía
de Puerto Príncipe hay fechas que van desde el 4000 antes de Cristo hasta casi el año 1000
antes de Cristo, esos mismos navegantes se ubicaron en el sur de la República Dominicana,
habiéndose encontrado sus asentamientos en la zona del Río Pedernales, en Barrera-Mordan,
provincia de Azua, en donde las fechas alcanzan el año 2600 antes de Cristo. Debido a que los
primeros estudios sobre esta cultura se hicieron en el área de Barrera-Mordán, en la provincia
de Azua, los arqueólogos denominaron la misma como "cultura barreroide" o "cultura
mordanoide".

LA CULTURA BARREROIDE O MORDANOIDE. La cultura barreroide o mordanoide es


la más temprana de las culturas de las Antillas Mayores, y se caracteriza por ser una cultura
de recolectores y pescadores marinos, cuyos artefactos están generalmente hechos de una
piedra cortante llamada "sílex", o sílice. Estas piedras aparecen en bloques redondeados
generalmente y son el producto de una acumulación cristalina. Al ser rotas con un objeto
contundente, se quiebran como si fueran de cristal, y producen láminas o "lascas" que una
vez modificadas, son convertidas en puntas, en cuchillos, en raspadores para pelar madera,
en astillas pequeñas para rallar o guayar raíces. Los barreroides o mordanoides ocuparon
tempranamente el occidente de la isla de Santo Domingo, pero también el oriente de la isla
de Cuba, y un sitio de aquella isla llamado Levisa, también las fechas son tempranas, puesto
que el C-14 o análisis de radiocarbono arroja resultados de 3190 antes de Cristo. A partir de
esas áreas los mordanoides se extendieron hacia las demás islas, llegando al occidente de
Puerto Rico en sus canoas posiblemente hacia e1 2000 antes de Cristo, en lugares del
occidente de aquella isla, cerca del actual Cabo Rojo.
Los barreroides eran recolectores y cazadores de animales pequeños como iguanas, lagartos,
y fueron también recolectores de ostras y almejas que se producían en las playas arenosas.
Fueron importantes consumidores de las llamadas "cucarachas de mar", cuyos nombres
científicos son Chitón y Acanthopleura. Lo mismo usaron del llamado burgao, y posiblemente
cazaron en épocas tempranas animales grandes, los únicos mamíferos del 20 tamaño de un
hombre que habitaron la isla: los Parocnus, cuyo nombre científico es Parocnus serus,
descritos por el paleontólogo de Smithsonian Institution Gerrit S. Miller. Los Parocnus ya no
existían cuando llegaron los españoles. Grandes puntas de sílex han sido encontradas en la
Cordillera Central de la República Dominicana y en la costa norte de Haití, en la región de Fort
Liberté, lo mismo que en Ile'a Vache, Haití, y en otros lugares como Cabaret.

PROCEDENCIA DE LOS BARREROIDES. Para la mayoría de los investigadores del área,


los barreroides tienen una relación directa, debido a la técnica de fabricación de
instrumentos, con grupos arcaicos de la costa de Honduras y Belice, en Centroamérica.
Algunos autores que trabajaron allí en los años 80 descubrieron culturas tempranas que se
denominan arcaicas, las cuales ocuparon las costas de esos sitios hacia el año 8 a 9000 antes
de Cristo. Los habitantes de Belice y las zonas aledañas fueron creando experiencia
navegatoria, y posiblemente partieron hacia las Antillas por los cambios climáticos violentos
en su área de supervivencia costera. Las primeras sociedades y las más tempranas pueden
ubicarse en el occidente de la isla de Santo Domingo y el oriente de Cuba, en donde además
del sitio Levisa, ya mencionado, hay muchos otros lugares, no fechados, con las mismas
características barreroides de la isla de Santo Domingo. La evidencia barreroide está presente
en Puerto Rico, y al parecer, más tardíamente, estos navegantes se desplazaron desde las
Antillas Mayores hacia el sur, encontrando sitio en la isla de Antigua, en un lugar llamado Salt
Pond.

LA CULTURA BANWAROIDE. Hacia el año 2500 antes de Cristo, grupos de la isla de


Trinidad, muy ligados a la costa venezolana, y poseedores de una importante variante en su
modo de vida, hicieron su entrada en las Antillas escalando de isla en 24 isla, y asentándose
en Puerto Rico, la isla de Santo Domingo y más tarde en la isla de Cuba. El nombre
"banwaroide" se debe a que los primeros hallazgos arqueológicos de estos grupos en relación
con el Caribe fueron detectados en el lugar llama do Banwari-Trace, en el sur de San
Fernando, en la isla de Trinidad.
Las fechas de los banwaroides en Trinidad son muy tempranas, y estudios hechos allí por
Peter Harris y luego por Veloz Maggiolo y un equipo dominicano, revelan que hacia el 8000
antes de Cristo estos grupos ya habitaban la zona. Todavía hacia esa fecha los banwaroides
iniciales vivían en un territorio que estaba unido a la costa venezolana. Hacia el 4000 antes
de Cristo una elevación del nivel del mar separó definitivamente la isla de Trinidad (Trinidad
y Tobago) del continente, y los banwaroides, con largos milenios de experiencia, parece que
comenzaron a moverse hacia el norte, también en canoas, llegando a las Antillas en muy
diversas épocas.
Los banwaroides estaban en la isla de Vieques, Puerto Rico, hacia el 2000 antes de Cristo, y
pasaron a Cuba posiblemente hacia el 1500 antes de Cristo, en donde se inició, como en Santo
Domingo, un intercambio de tecnologías con los grupos barreroides que eran más antiguos
en la zona.
Los banwaroides ternan un sistema de uso de materiales muy parecido al de los posteriores
agricultores que entrarían en las Antillas cientos de años después. Eran grandes conocedores
de los nichos o zonas en donde la explotación era masiva. Se organizaban en campamentos
en los lugares escogidos para explotar el medioambiente, y desde esos campamentos usaban
los recursos fabricando viviendas de madera que se 28 abandonaban cuando se necesitaba
un cambio de lugar por motivos de estación o por ciclos naturales en los cuales se decidía
explotar otro lugar.

LA VIDA RITUAL DE LOS BANWAROIDES. Hasta el momento los banwaroides tienen


características rituales que los diferencian de los barreroides. En la mayoría de las veces
enterraban a sus muertos. En una caverna como la llamada Cueva de Berna, muy cerca de
Boca de Yuma, en la provincia de La Altagracia, fueron encontrados enterramientos
completos. Una niña de unos seis años, estudiada por Luna Calderón fue localizada a 70
centímetros de profundidad en la capa de ceniza que es virtualmente el piso de la caverna.
En estos grupos la 29 deformación intencional del cráneo está presente: se trata de una
deformación llamada seudo-circular, la cual se logra atando una cinta o liana al recién nacido,
que le presiona hasta marcarse con el tiempo deformando el hueso. Era, sin dudas, un
elemento para el logro de un patrón de belleza de aquellas sociedades. Los llamados
"enterramientos secundarios" están igualmente presentes en la Cueva de Berna; se trata de
entierros de huesos humanos sueltos, los que fueron desenterrados cuando formaban parte
de un entierro completo, y seleccionados muchas veces como ofrendas rituales.

CULTURAS Y COMPLEJOS CULTURALES. Las culturas antillanas pre agrícolas, como las
que hemos estado analizando para la isla de Santo Domingo y otros puntos, variaron mucho
con el tiempo, y los barreroides y banwaroides no fueron los únicos grupos que emigraron
hacia el arco antillano. En el oriente de Venezuela hubo otros grupos recolectores diferentes
en tecnología. Sitios como los llamados Ño-Carlos, Las Varas, Cubagua y Manicuare, están
igualmente representados en la arqueología antillana. Los sitios con este tipo de cultura no
son tantos. En el norte de la isla de Puerto Rico hay fechas de casi 4000 antes de Cristo para
un enorme sitio de recolectores que tiene relación con No Carlos en Venezuela. Cerca del río
Manatí se descubrió hace ya años un asentamiento pre-agrícola con enterramientos humanos
y artefactos bien diferentes. Los morteros son pocos, y la piedra de rio fragmentada es el
común denominador de este lugar.
Los "manicuaroides" eran fundamentalmente pescadores costeros que emigraron hacia el
arco antillano hacia el 2000 antes de Cristo. Sus instrumentos, como anzuelos de hueso, pesas
para redes, y gubias para trabajar la madera se encuentran igualmente en la isla de Cuba y en
algunos puntos del sur de La Florida. Los objetos de concha fueron importantes: vasos,
raspadores, martillos para romper ostiones y ostras.
La abundancia de gubias para trabajo en madera en la isla de Cuba parece asegurar que
grupos de esta cultura llegaron a Cuba en ese rango de años, generando entre los aborígenes
anteriores nuevas tecnologías del trabajo en madera, vista la popularidad de la gubia de
concha, la que aparece muy pocas veces, y mostrando factura y forma muy diferente en
algunos lugares dominicanos.

EL PERIODO DE LAS HIBRIDACIONES. En nuestro libro titulado Medioambiente y


adaptación humana en la prehistoria de Santo Domingo, demostramos que ya hacia el año
2000 antes de Cristo pudo iniciarse el contacto antillano entre muchas culturas y formas
culturales. Era natural que siendo las islas territorio limitado por el mar, algunas técnicas de
explotación de los lugares o nichos ecológicos fuesen intercambiadas. El intercambio de
tecnologías no significó, al parecer, una unión definitiva entre las culturas, sino más bien el
logro de acuerdos para intercambio de experiencias. Los grupos precolombinos del período
pre-agrícola respetaron los linderos de sus lugares de explotación. Existía, al parecer, un
acuerdo formal para que cada grupo explotase un territorio que era de uso cíclico. Mientras
que los barreroides se adaptaron al manglar tardíamente, como acontece con los grupos
barreroides que invaden el manglar en Puerto Alejandro, Barahona, hacia el 1500 antes de
Cristo, los grupos típicamente banwaroides incrementaron su producción con técnicas
adecuadas en la zona de manglares y en sitios boscosos. Ha de suponerse que el uso de
artefactos de esquemas que durante cientos y cientos de años funcionaron separadamente y
se mezclaron tardíamente, enriqueció, además, con experiencias de intercambio ambas
culturas, y lo mismo las posteriores.
Este proceso de "hihridación cultural" culminara hacia el siglo V antes de Cristo, cuando
comienzan a aparecer nuevos modelos de adaptación en los cuales hay por vez primera entre
los recolectores el uso de objetos de cerámica, de vasijas, cuya procedencia se discute, pero
que revelan un nuevo contacto con nuevas gentes que, o arriban ya con el conocimiento de
la alfarería, y que quizás conocían algún tipo de agricultura.

LOS RECOLECTORES CON CERÁMICA. Los últimos vestigios de sociedades recolectoras


con características híbridas aparecen en Santo Domingo y Cuba, entre el siglo V antes de
Cristo y los comienzos de la era cristiana, extendiéndose en el tiempo hasta por lo menos el
siglo VIII.
En el caso de la isla de Santo Domingo estas poblaciones se ubican desde la actual capital de
Santo Domingo hacia el este. El sitio Honduras del Oeste fue el primero de estos lugares
estudiado por los arqueólogos. Los habitantes ocuparon las vísceras o abrigos rocosos, los
farallones pleistocénicos que están a varios kilómetros del mar. Usaron como alimentos
cangrejos, babosas de concha dura, o sea caracoles terrestres, frutos de la palma llamada
corozo, (Acrocomia), y fabricaron ollas o cuencos generalmente pequeños, poco decorados,
y de buena factura.

LOS RECOLECTORES COMO SOCIEDADES DE BANDA. Las sociedades de bandas son


aquellas que se integran para una labor colectiva en la cual las relaciones de producción no
son fijas. A diferencia de las sociedades llamadas tribales, las de banda no tienen una división
compleja del trabajo, sino que funcionan más bien de acuerdo con los ciclos de la naturaleza,
por cuanto su economía depende de ellos y no de una transformación artificial del medio. Las
sociedades pre-agrícolas de las Antillas y posiblemente algunas que son denominadas proto-
agrícolas, como es el caso de los caimitoides, fueron, al parecer, sociedades de banda.
Es importante decir que estos grupos recolectores, al ser de pequeña dimensión, la mayoría
de las veces estaban incapacitados para poder agotar zonas de inmensa riqueza ecológica,
como por ejemplo, los grandes manglares, y el sistema itinerante, o sea el movimiento cíclico,
hacía que fuera posible y más productiva su economía, Muchas de estas bandas, como las
que se asentaron desde por lo menos el 2000 antes de Cristo en las desembocaduras de ríos
como el Soco y el Higuamo, entre otros, ocuparon los lugares por casi dos milenios.
El cambio de lugar o de lugares en función de lo que producía y se aprovechaba en cada nicho
ecológico, fue una costumbre heredada, posiblemente, por los posteriores agricultores en la
selva tropical amazónica, en donde la agricultura fue hecha en base a un uso rotativo de la
tierra, como luego veremos.

EL ARTE RUPESTRE. Entre los grupos recolectores de las Antillas el arte rupestre fue una
expresión importante. Se llama "arte rupuestre" a las pinturas y grabados hechos sobre las
paredes de las cavernas. Los recolectores se caracterizaron por un arte rupuestre en el que
se usó pintura hecha de piedras tintóreas, vegetales y carbón. La mayoría de las
representaciones que aparecen en las paredes de las cuevas y abrigos rocosos son abstractas.
Muchas son círculos, o círculos concéntricos, cruces, líneas quebradas y paralelas, así como
líneas llamadas "laberínticas" por ser extremadamente onduladas y hasta cierto punto
confusas. Las pictografías son aquellas que se lograron a base de pintura, mientras que se
denomina petroglifo a la talla de figuras o líneas sobre la piedra. Las muestras rupuestre no
tienden a representar, en este período, animales, gentes, u objetos naturales, y en algunos
casos se considera que el arte rupestre de los antillanos más antiguos tiene gran unidad,
puesto que, tanto en Cuba, como en Santo Domingo, tiene características similares.

TÉRMINOS Y NOMENCLATURAS PARA LOS RECOLECTORES. Los estudios


arqueológicos y etnológicos han usado de muy diversos términos cuando se habla de las
culturas recolectoras del pasado. Así, daremos algunos nombres y explicaremos su relación
con las culturas, puesto que los mismos se refieren, generalmente, a los mismos grupos
humanos que en el área fueron anteriores a los poblamientos agrícolas, es decir, aparecieron
en las Antillas mucho antes que los agricultores, aunque hubo épocas ya tardías en las que
recolectores y agricultores llegaron a ocupar simultáneamente sitios precolombinos.

PALEOINDIO. Es un término arqueológico que usaron algunos investigadores


norteamericanos para calificar a los aborígenes de los Estados Unidos de América que vivían
de la gran cacería de bisontes, mamuts, ciervos, alces y otros animales de buen tamaño. Lo
cierto es que el término Paleoindio se ha considerado erróneo, porque no existe evidencia de
sociedades que hayan vivido exclusivamente de la gran cacería en las Antillas.

PALEOARCAICO. Este término, usado por Veloz Maggiolo y otros arqueólogos, se refiere
no ya a una acción económica como la cacería, sino a las formas más antiguas de vida de los
grupos barreroides.

ARCAICO. Es un término usado por algunos autores para diferenciar los paleoindios, grandes
cazadores en las praderas norteamericanas, de los grupos recolectores. El término fue
propuesto por los investigadores P. Phillips y Gordon Willey, teniendo mucha aceptación.
Como no se refería a los artefactos mismos, sino al modo de vida, ocupa gran parte de la
literatura arqueológica señalando un período en el cual el hombre se adapta al
medioambiente explotando nichos ecológicos y abandonando lentamente la gran cacería.

MESOINDIO. El término apuntaría hacia la definición de estas sociedades arcaicas. Tiende


a señalar que las mismas están ubicadas, cronológicamente, entre los pobladores paleoindios
y los posteriores agricultores a los que los autores, Irving Rouse y J. M. Cruxent llamaron en
alguna oportunidad neoindios.

CIBONEYES Y GUANAHATABEYES. Es común encontrar en la literatura histórica del


período de contacto estos nombres. Algunos como el nombre ciboney fue dado a las culturas
recolectoras de Cuba por varios autores, dentro de los cuales cabe citar al norteamericano
Mark Harrington, quien lo 42 popularizó. En principio, y en la clasificación cubana, se
consideraba que existían dos modelos de recolectores: Ciboney aspecto Guayabo Blanco,
cuyos artefactos eran rústicos y con poca muestra de abrasión o modificación de la piedra, y
Ciboney aspecto Cayo Redondo, el que presentaba piedras modificadas, y elementos que
hicieron suponer que era una expresión más tardía. Guanahatabey se refiere a indios
encontrados en el occidente de Haití y también el occidente de Cuba al momento de la
conquista y mencionados por la crónica.

ALGUNAS NOMENCLATURAS CULTURALES. Los investigadores y arqueólogos han ido


confeccionando nombres que apuntan en todo caso hacia el modelo de vida, hacia el desarrollo de la
función principal de estas sociedades. Encontramos términos que se aplican a las sociedades
recolectoras y que en verdad no son del todo precisos. Un término muy utilizado es Preagrícola,
referido a una sociedad anterior a la agricultura, otro es Protoagrícola, referido a aquellas sociedades
recolectoras que se considera estaban en vías de usar o "descubrir" formas agrícolas. También se han
usado términos como Sociedades Prealfareras o Preagroalfareras, con la intención de señalar que
éstos 43 recolectores no conocían ni la agricultura ni el uso de la cerámica u objetos de barro.

SEGUNDA PARTE:
LAS SOCIEDADES AGRICULTORAS EL MUNDO DE LOS
TAINOS

Los taínos fueron los grupos agricultores antillanos con mayor desarrollo cultural que
encontró el conquistador español en Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico.
Si bien al momento de la conquista que se inicia en el año de 1492 las Antillas tenían
diferentes tipos de sociedades cuya sustentación se basaba en el cultivo de raíces, en la pesca,
en la recolección y en la pequeña cacería, no todas alcanzaron un grado que las pudiera definir
como sociedades cacicales. El cacicazgo, indicador de una sociedad en vías de estratificación,
parece haber sido un proceso relativamente tardío en las Antillas Mayores, además de una
expresión que localmente mostró diferencias profundas con otros puntos del Caribe, como el
propio nororiente de Venezuela, desde donde partieron hacia el arco antillano las sociedades
de selva tropical que se transformaron ya en las islas en grupos con una visión muy diferente
de la organización social misma.
La arqueología ha mostrado como muchas de estas sociedades fueron desarrollándose en un
proceso local, pero con posibles influencias continentales, que luego se transforma en
general. 45 antes de la aparición del cacicazgo que caracterizó a los grupos llamados taínos,
habitantes pre-taínos constituyeron una enorme gama de sociedades y culturas, algunas de
las cuales fueron las primeras que habitaron el arco de las Antillas.

LOS PRIMEROS AGRICULTORES. Como puede inferirse, cuando los primeros


agricultores, de posible filiación arawaca llegan a las Antillas hacia el 500 ó 400 antes de Cristo,
ya estos territorios estaban desde milenios ocupados parcialmente por pobladores
tempranos que basaron sus economías en el dominio de los ciclos de la naturaleza. Sus
economías pueden calificarse de "depredadoras", puesto que no reproducían la naturaleza,
sino que simplemente la explotaban.
Los primeros agricultores antillanos procedían del sistema de selva tropical orrnoco-
amazónico. En Venezuela estos grupos ya tribales se adaptaron a las zonas costeras, y
mejoraron profundamente sus técnicas de supervivencia. La navegación en 47 ríos
caudalosos, y en caños, los preparó para la navegación marina posterior. Las familias se
organizaron en territorios en donde era posible hacer de la vida fluvial y marina a la vez,
espacio para la supervivencia. La yuca amarga o mandioca, posiblemente procesada en forma
de casabe por vez primera en el norte de Colombia, según los trabajos de Carlos Angulo, fue
el más importante elemento dietético dentro del conjunto de raíces y tubérculos que
caracterizan la agricultura de la selva tropical.

LOS CULTIVOS DE LA SELVA. Los cultivos de la selva, y el sistema de cultivo basado en la


deforestación, la quema del bosque, y la siembra sobre lechos de ceniza, pasaron desde el
mismo 400 antes de Cristo a las Antillas. El sistema, denominado como cultivo de roza o
swidden, comporta una traslación cada diez, doce años o antes, según se agotan las
condiciones del suelo. Por tales razones en amplios territorios como los selváticos, los grupos
familiares terminaban abandonando los lugares de cultivo- a los que retornaban sólo para
cosechar frutales- y quemaban otras áreas para siembras totalmente nuevas.

BARRANCOIDES Y SALADOIDES. Desde casi el año 1200 antes de Cristo, los grupos
llamados "barrancoides", en el Orinoco Medio, iniciaron un descenso hacia las bocas del río,
que fue seguido por los llamados grupos "saladoides". La llegada a los lugares costeros del
nor-oriente venezolano, estudiados por Iraida Vargas y Mario Sanoja, o a Los Barrancos,
estudiado por Rouse y Cruxent, revela una tendencia hacia una hibridación de estas etnias
que fue cada vez mayor, al punto de que cuando pasan a las Antillas Menores cruzando la isla
de Trinidad, los elementos de su cultura consignan una mezcla de rasgos "saladoides y
barrancoides", que los arqueólogos han denominado estilo "saladoide insular".

AGRICULTORES EN PUNTA CANA. Mientras los "saladoides" y "barrancoides" se


esparcían hacia el arco antillano desde la costa venezolana, otros grupos con agricultura y
otro tipo de alfarería lo hacían igualmente. En Punta Cana se originan, al parecer,
decoraciones que luego pasarán a la cultura taína, Uno de los esqueletos fechados arrojó una
datación de 300 después de Cristo, lo que cambia bastante la idea de que sólo los agricultores
barrancoides y saladoides entraron a las Antillas tempranamente.

LA TRANSFORMACIÓN ANTILLANA. Las sociedades del nor-oriente de Venezuela al


entrar en las Antillas encuentran un medioambiente diferente. Los espacios de las pequeñas
islas son menores que los de la selva tropical, y por lo tanto el cultivo de roza, que necesita
de un constante traslado y de una quema permanente y extensiva, recibe un duro golpe.
LA SOCIEDAD "OSTIONOIDE". Seguir el ritmo del desarrollo de la vida cotidiana entre
los grupos anteriores a la sociedad taína obliga a un somero análisis de las sociedades
anteriores. En Puerto Rico es posible considerar que hasta las expresiones saladoides de las
sociedades del estilo Hacienda Grande, trabajado por Rouse y Alegría, los estilos Sorcé y La
Hueca, trabajados por Chanlatte et al. en la isla de Vieques, los estilos Cuevas en el propio
Puerto Rico y otros como el de Los Corrales, en la isla de Santo Domingo con características
"cuevoides"; el modelo de vida cotidiana fue muy similar: cultivo de la yuca, preparación de
tierras, incremento de la recolección, la caza y la pesca como un mecanismo de equilibrio,
organización familiar en grandes bohíos que hacen pensar en el sistema de familias extensas
o extendidas, y ceremonias ligadas, claro está, al ritual de la cohoba, encabezado no tanto por
un cacique sino por un samán o brujo que inhalaba los polvos alucinógenos y "predecía" la
vida, vencía enfermedades y conocía la historia de las comunidades tribales.

LOS MACORIJES. Cronistas como Fray Ramón Pané, el Padre Fray Bartolomé de las Casas y el
propio Cristóbal Colón, se refirieron al hecho de que la isla de Santo Domingo tenía diversos tipos de
culturas y lenguas. La lengua de los taínos, y posiblemente, pese a sus diferencias, la de los macorijes
y ciguayos, venía de un tronco común sudamericano. Eran dialectos o formas del lenguaje arawak, o
arawaco, o arnaco, si no nos atenemos a las diversas grafías sobre el mismo.

Los macorijes habitaron el noroeste, parte del norte de la isla de Santo Domingo. Cuando
Colón funda La Isabela, en los primeros días de 1494, se entiende en parte con grupos
macorijes. Intenta recoger informaciones sobre los habitantes de la isla, y pronto se da cuenta
de que los macorijes hablan otra 54 lengua, o por lo menos un dialecto diferente del que
habla la mayoría de los habitantes de la isla. Por tales razones, Fray Ramón Pané, quien fuera
el primer español que aprendiese expresamente una lengua indígena, es enviado al lugar de
Maguá, con indios que habían aprendido algo de español, que hablaban la lengua macorix, y
la taína, con la intención de cristianizar.

LOS CIGUAYOS. Cuando Cristóbal Colón llegó a Samaná, de regreso hacia España durante
su primer viaje, tocó en aquel territorio con grupos indígenas con características bien
diferentes de las que presentaban macorijes y taínos. Se trataba de un grupo humano que fue
identificado como el de los ciguayos. Estos pobladores usaban arcos grandes, pelo largo atado
con una redecilla en la parte atrás de la cabeza y una pluma o plumas adornando la cabeza en
su parte atrás. Eran gentes diferentes, con aguerridas posturas que degeneraron en una
escaramuza que la tradición ha llamado erráticamente "Batalla del Golfo de las Flechas". Los
ciguayos iban teñidos de negro, y atacaron a Colón, hiriendo a un español en un glúteo o
nalga.
Los ciguayos aprendieron el uso del areíto de los taínos del valle del Cibao, por cuanto
Mayobanex, su líder, al ser apresado por Bartolomé Colón, contesta al interrogatorio que le
hacen los españoles diciendo que apreciaba a Guarionex, a quien se alió para protegerlo,
porque este y su 57 gente le habían enseriado a "cantar y a bailar".

LOS TAÍNOS. Aunque muchos autores engloban las sociedades antillanas, todas, bajo el
concepto de taíno, nosotros hemos planteado una posición que siguen algunos
investigadores, y que refiere el "tainato" o la sociedad taína a una relación con el alto
desarrollo de la cultura ligada a la alfarería de estilo "Boca Chica". Elementos de tipo chicoide
son 58 los que relacionamos con la sociedad taína. La influencia taína fue importante al punto
de que ya en el siglo IX, los taínos ocuparon parte de las Lucayas o Bahamas, y partiendo de un centro
de dispersión como el sur de la isla de Santo Domingo, ocuparon la isla Mona, y parte de la isla de
Puerto Rico en una especie de retorno a los orígenes previos.

Los taínos fueron sin dudas una sociedad cacical. El dominio cacical alcanzaba la producción colectiva.
Valdría la pena recordar que cuando Bartolomé Colón pide oro a Boechío, cacique de Jaragua en la
isla de Santo Domingo, este dice que no puede entregar oro porque no lo tiene su región, pero que sí
puede llenar varias carabelas de algodón. Ello revela no sólo el poder de los caciques, sino su sentido
y dominio de un tipo de producción y de un ámbito ecológico.

LA VIDA COTIDIANA. La vida cotidiana de los taínos se desarrolla dentro de varios tipos
de patrones va de asentamiento: pueblos organizados circularmente con plaza central, como
acontece con el del lugar llama do Juanpedro, en la provincia de San Pedro de Macorís,
Republica Dominicana; pueblos conformados por dos calles cruzadas, como los describe el
Padre Las Casas para algunos lugares del Este de la isla de Santo Domingo y poblados
pequeños ubicados en zonas de barranco de los ríos, en lugares altos, constituidos por muy
pocos bohíos.

DIVISION DEL TRABAJO. En la sociedad cacical taína el trabajo se realizaba por sexo y
edad. La mujer ejercía la agricultura, el hombre debía preparar el terreno, desbrozarlo,
quemarlo cuando era necesario, y plantar. La mujer era la encargada de la atención a la
agricultura mientras llegara la cosecha, de la fabricación de la alfarería y los niños cuidaban
de los sitios de sembradío espantando aves dañinas que afectaban el proceso agrícola. Los
hombres practicaban la pesca, la caza, y las mujeres colaboraban con la recolección. El trabajo
masculino incluía la construcción de la vivienda, la talla de canoas y elementos de la madera.
Posiblemente el tejido, la cestería y las telas eran hechos por la mujer a base de algodón
(Gossipium) y cabuya o sisal, (Agave).

LA OBTENCIÓN DE ALIMENTOS. La pesca fue el producto de redes y nasas, pero también


del uso del anzuelo y la azagaya o lanza. La utilización de barbascos para envenenar las aguas
ha sido documentada por la crónica, así como el uso de "corrales", o sea varas clavadas muy
juntas en las zonas bajas de los ríos, que evitaban el paso de los peces, los que eran atrapados
con facilidad. Informes sobre la isla de Cuba señalan el uso del pez rémora, el que, adherido
con su ventosa a peces mayores, permitía la captura de estos.
La crianza de perros fue importante. Los llamados "perros mudos", detalla pequeña, parecen
haber sido parte de cierta dieta taína, puesto que se han encontrado sus restos en basureros
junto a residuos de la dieta del periodo. Otra importante domesticación fue la de colúmbidas
y avecillas, principalmente de varios tipos de tórtolas, palomas y otras especies.

CULTIVOS. El principal cultivo fue la yuca amarga (Mallihot esculenta), la que era procesada
guayándola, exprimiéndola luego en una manga de oeste ría o "cibucán" para sacarle el jugo
venenoso, cuya masa colocada al fuego sobre el "burén", un plato redondo y plano para cocer,
producía la torta de casabe.
Los taínos cultivaron fundamentalmente raíces, La dhiatuía o yautía, (Xanthosoma), la batata
o aje (Ipomea), los lerenes olirenes (Maralltha arundinacea) y así mismo cultivaron el maní, el
maíz, el que comían tierno sin cocer, y asado. No existían modalidades de arepas o formas
procesadas del maíz. El ají fue un elemento importante por su picor y porque era la sazón más
apreciada.

OBJETOS DE USO. Las casas taínas, a veces para familia extensa y otras para familias
nucleares, tenían pisos de tierra apisonada, y zonas en donde la ceniza revela fogones
indistintamente. Una casa taína tenía vasijas de barro, guayos o ralladores de piedra o madera
para desmenuzar la yuca, cibucanes para exprimir la yuca, azagayas, redes, macutos para la
carga, hachas petaloides para uso en la agricultura, canastas, recipientes de calabazas, coas o
palos para plantar, los ídolos o formas religiosas, hamacas para el descanso, tinajas para el
agua.

LA VIDA RITUAL. Los taínos alcanzaron un alto grado de ritualidad. Llegaron a tener
numerosos dioses dentro de creencias animistas no del todo unificadas. Es evidente que
algunos dioses pertenecían al panteón total, pero otros no. El más apreciable fue el dios de la
yuca, llamado indistintamente Yocahú, Yocahu-bagua-maorocoti, y Yuchati-guama. Se
representaba una figura de tres puntas, que tenía además la fortaleza de hacer más
abundante la cosecha.
Los personajes mitológicos son muchos. Están presentes dioses de la lluvia, el trueno, las
inundaciones. Guabancex, cemí femenino antes propiedad de un cacique llamado Aumatex,
y según la descripción de Pané, era una diosa que movía vientos, lluvias, torrenteras y
derrumbaba viviendas.

LA COHOBA. La cohoba fue el ritual fundamental de los taínos. Se trataba de la inhalación


de polvos alucinógenos obtenidos de la maceración y preparación muy cuidadosa de las
semillas de la Anadanthera peregrina, las cuales hechas polvo 66 producían estados de delirio
en los cuales el contacto con los dioses producía importantes soluciones, mensajes, y formas
de enfrentamiento de la vida cotidiana. En la sociedad cacical taína parece que el ritual estaba
casi exclusivamente manejado por los hombres, y que el cacique era la figura principal. Se
describe como sentado sobre un banco de madera o dujo, frente a un ídolo o cemí que posee
un plato en la cabeza, mientras que el cacique inhala los polvos no sin antes haber vomitado
mediante la provocación del vómito con la introducción de una espátula ritual por la boca
hasta tocar la epiglotis, provocando el fenómeno.

ENFERMEDADES RITUALES. Casi todas las enfermedades del periodo taíno eran curadas
por la vía mágica. La función del buhití o buhitío era la de sacar del cuerpo del enfermo
materialmente la enfermedad que lo aquejaba. El hechicero usaba de la maraca para encantar
al espíritu que producía la enfermedad, del humo del tabaco que fumaba y lanzaba sobre el
enfermo, y los cánticos que deberían producir el alivio.

LA MUERTE. Entre los taínos la muerte tenía gran importancia. Los muertos iban a un "más
allá" no muy diferente del de muchas religiones actuales. Los espíritus, llamados 67 "opias" o
"hupias", habitaban en los sitios en donde había montes de guayabos, planta de la que se
alimentaban los murciélagos, y las que también eran alimento de las "opias". Estas "opias",
cuando eran masculinas, eran dadas a engañar a las mujeres, y a veces querían realizar el
contacto sexual con ellas, y el modo de identificarlas era la ausencia de ombligo.

JUEGOS Y COSTUMBRES. La sociedad taína debido a su desconocimiento de la escritura


usó de los elementos pnemotécnicos para mantener vigente su historia. El fenómeno llamado
"areíto"; que es fiesta, recuerdo, baile, música y forma ritual, no era otra cosa que un sistema
de recordación tribal en el cual se pasaba de generación en generación la historia de la
comunidad, así como experiencias y conocimientos de la vida cotidiana. Los areítos eran
generalmente desarrollados en las plazas centrales de los poblados.
Un juego importante entre los taínos fue el de la pelota o batey, celebrado igualmente en la
plaza fundamental del poblado, con presencia del cacique y basado en el golpeo de una pelota
de resina de árboles con la misma característica del caucho.

CULMINACION CACICAL. La cultura taína tuvo su más alto índice de desarrollo en las islas de
Santo Domingo y Puerto Rico, lo mismo que en la parte oriental de Cuba. Los trabajos en madera,
alfarería, hueso y concha fueron elementos claves de un arte único en el área del Caribe. El
surgimiento del sistema cacical desarrolló un tipo de sociedad de características casi teocráticas, en
las que hubo estamentos de servicio como los llamados naborias o servidores de los caciques.

Los taínos, cuya lengua entronca con el lokono o arawak legítimo de la Guayana, no parecen
haber sido solo una evolución local, sino que muchos datos revelan que estas sociedades
navegantes mantuvieron posibles contactos con las costas del norte de Centroamérica y
Colombia, de donde, posiblemente provinieron experiencias en lo relativo a tecnología y
hasta formas de creencia que no estaban vigentes en el arawaco del sureste de Venezuela.

NOMENCLATURAS Y ELEMENTOS ESTILISTICOS. Lo mismo que en el caso de las


culturas recolectoras, los interesados en las culturas agrícolas, entre las cuales se encuentra
la cultura taina, encontraran muchas veces llamados que pueden confundirlos. Esta parte de
este texto que desea ser didáctico se refiere a nomenclaturas y descripción de estilos alfareros
y otras modalidades que se han usado y se usan en el Caribe.

NEOINDIO. Lo mismo que en el caso de los llamados paleoindios dentro del periodo
recolector, que ya hemos visto, algunos arqueólogos llamaron así al periodo en el cual
aparece la agricultura en las Antillas.

AGROALFARERO. Se ha llamado así a las culturas antillanas que usaron la alfarería


juntamente con la agricultura, y el término se aplica a las diversas culturas agricultoras. De
modo que tanto taínos, como macorijes, o ciguayos, o bien ostionoides, son
fundamentalmente agro alfareros.

EL TÉRMINO OIDE. Sufijo oide, como hemos visto, se relaciona con un estilo de alfarería
encontrado en un lugar y que se repite. Chicoide por ejemplo hace referencia al estilo Boca
Chica, oriundo del este de la isla de Santo Domingo, y a sitios en donde se repite.
TAINOS, MACORIJES, CIGUAYOS Y CARIBES. Fueron grupos que hicieron contacto con
el español en las Antillas, y que por lo tanto ha sido posible establecer en parte su 73 relación
con aspectos culturales dados por sus sitios de ocupación.

ESTILOS ALFAREROS. Así como los recolectores marinos o terrestres son identificados por
el conjunto de artefactos, y por sus tecnologías. Aunque los estilos alfareros son
fundamentales, vale decir también que otros elementos como artefactos, materias primas,
manejo de ambientes etc. Los estilos alfareros no son solo decorativos. La alfarería tiene
elementos importantes como son la decoración, el tipo de pasta o barro de que está hecha
una vasija, el desgrasante del 74 barro, o sea el material que se agrega para que este barro
sea mejor y más sólido y liviano o pesado al ser cocido, las formas de las vasijas y su posible
uso, y otros elementos que hablan de los modos de trabajo de las comunidades.

USOS Y VOCES TAÍNAS. Desde el primer contacto de los españoles con América, ya
algunas voces o palabras tainas pasaron a formar parte de la lengua. Hamaca, fue la primera
de ellas. Numerosos lugares de las Antillas y de la isla de Santo Domingo tienen nombres de
lengua arawaca. Yuma, Yuna, Jarabacoa, Macorís, Haina, Ocoa, y muchos otros más se pueden
considerar relictos de lenguas del pasado. Asimismo, hoy usamos denominaciones que
provienen del pasado precolombino: bibijagua, cigua, ciguato, búcaro, jícara, guácara, carey,
cocuyo, comején, jején, jicotea, jutia, iguana, jaiba, tiburón, huracán, canoa, ají, amacei,
batata, yuca, mamey, bejuco, ausubo, bija, camión, caoba, capa, ceiba, cuaba, guanábana,
guayacán, hicaco, jenequen, jobo, maíz, maní, tabaco, y otras.
El conuco y la tumba o quema del terreno para sembrar los heredamos de las culturas
precolombinas, lo mismo puede decirse del casabe, el uso de la canoa, del barbasco o
guanibrey para envenenar las aguas y pescar, la nasa, los corrales de pesca, cierto modo de
hacer las vasijas de barro y las tinajas.
La población indígena fue diezmada y ya en 1550 había prácticamente desaparecido. La
mezcla racial del dominicano se produjo con más persistencia con los grupos negros traídos
de África, lo que, en el siglo XVIII, y durante los primeros censos, revelaba una población
mulata creciente que es la que tenernos hoy. El elemento racial indígena desapareció así por
completo.
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